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El Tesoro del Amor Familiar

Había una vez una niña llamada Merida que vivía en un pequeño pueblo rodeado de
hermosos campos verdes. Merida era la mayor de cinco hermanos y juntos formaban
una familia muy especial.
Desde muy pequeños, los padres de Merida les enseñaron a cocinar y a disfrutar de la
naturaleza. Pasaban horas jugando al aire libre, explorando el bosque y descubriendo
nuevos tesoros que la madre naturaleza les regalaba.
Merida era una niña muy cariñosa y siempre se preocupaba por sus hermanos. Los
quería mucho y sabía que lo más importante en la vida era el amor y la familia. Cada
noche, antes de dormir, sus padres les recordaban lo afortunados que eran de tenerse
los unos a los otros.

Un día, mientras Merida y sus hermanos jugaban cerca de un río, encontraron una
pequeña caja misteriosa flotando en el agua. Llena de curiosidad, la abrieron y dentro
encontraron un mapa antiguo. Parecía ser un tesoro escondido en algún lugar del
bosque.

Emocionados, los niños decidieron seguir el mapa y buscar el tesoro. Caminaron durante
horas, siguiendo las pistas y superando obstáculos. A medida que avanzaban, Merida se
dio cuenta de que lo más valioso que tenían ya no era el tesoro, sino el tiempo que
pasaban juntos.

Finalmente, llegaron a un claro del bosque y allí, en medio de la naturaleza, encontraron


un hermoso cofre lleno de joyas y monedas antiguas. Merida y sus hermanos estaban
maravillados, pero en ese momento comprendieron que el verdadero tesoro siempre
había estado dentro de ellos.

Con lágrimas de alegría en los ojos, Merida abrazó a sus hermanos y les recordó lo
mucho que se querían. Decidieron compartir el tesoro con su pueblo, para que todos
pudieran disfrutar de su belleza.

Desde aquel día, Merida y su familia se convirtieron en los guardianes del amor y la
unidad en su comunidad. Cada vez que alguien necesitaba ayuda, estaban allí para
brindar su apoyo y recordarles la importancia de la familia.
Pasaron los años y Merida y sus hermanos crecieron, pero siempre llevaron consigo el
amor y los valores que sus padres les habían enseñado. Se convirtieron en adultos
generosos y amables, transmitiendo a las nuevas generaciones el legado de su familia.

Y así, la historia de Merida y su familia se convirtió en una leyenda en el pueblo. Cada


vez que alguien encontraba una caja misteriosa o necesitaba recordar la importancia del
amor y la unidad, se contaba la historia de la valiente niña que descubrió el verdadero
tesoro en el corazón de su familia.
Y colorín colorado, esta historia de amor y familia ha terminado.

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