Está en la página 1de 4

Página 1 de 4

Vidas santas en un mundo hostil.


Vivimos en un mundo que es contrario al cristianismo, es contrario a Cristo y su
mensaje, es un mundo donde al matar a un gorila para salvar a un niño hay escándalos
y protestas, donde la vida de un árbol es más importante que la de un bebe en el vientre
de su madre, en un mundo donde no puedes hablar en contra del homosexualismo pero
tenemos series de televisión famosas que constantemente atacan al cristianismo
libremente.

Este pasaje habla a todos los que viven de manera santa en medio de una cultura hostil e
impía. El apóstol Pedro ofrece cinco principios que los creyentes deben comprender para
equiparse y defenderse contra las amenazas de un mundo incrédulo y hostil: pasión por la
bondad, disposición a sufrir… por lo bueno y lo malo, devoción a Cristo, preparación para
defender la fe, y buena conciencia.

Hostil: Que con su actitud o sus actos se muestra contrario a una persona o cosa o que es
enemigo de ellas.

I- PASIÓN POR LA BONDAD

¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? (3:13)
La pregunta retórica de Pedro muestra que es anormal para la mayoría de la gente, incluso
la que es hostil al cristianismo, hacer daño a los creyentes que siguen el bien. Por otra parte,
el mundo vacila muy poco en atacar con gran hostilidad a esos charlatanes y farsantes que
se enriquecen a expensas de otros. Bien se refiere por lo general a una vida caracterizada
por generosidad, amabilidad y consideración hacia los demás.

Salmos 37:3 Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la


verdad.

Hay dos razones fundamentales para hacer el bien:

1- Hacer el bien caracteriza a un cristiano


Proverbios 11:23 El deseo de los justos es solamente el bien; Mas la esperanza de los
impíos es el enojo.
Efesios 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las
cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

(cp. Sal. 37:3; 125:4; Pr. 3:27; 11:23; 2 Co. 9:8; Gá 6:9-10; Ef. 2:10; Col. 1:10; 1 Ts. 5:15;
1 Ti. 6:18; Tit. 1:8; 2:7, 14; 3:14; He. 13:16; Stg. 3:13, 17; 3 Jn. 11).

2- Hacer el bien lleva a los no creyentes a glorificar a Dios


1 Pedro 2:12 manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo
que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la
visitación, al considerar vuestras buenas obras.

Mateo 5:16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas
obras, y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos.
Página 2 de 4

(cp. 2:12; Mt. 5:16; Ro. 12:20-21).

II- DISPOSICIÓN A SUFRIR… POR LO BUENO Y LO MALO


Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois.
Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis… Porque mejor es
que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el
mal. (3:14, 17)

Tener pasión por la bondad sin duda no es una garantía de primer orden contra el
sufrimiento; solo podría hacerlo menos probable o menos frecuente. Jesucristo “anduvo
haciendo bienes” (Hch. 10:38; cp. Jn. 10:32), pero un mundo hostil finalmente lo mató (Mt.
27:22-23; Lc. 23:23-25; Hch. 2:23; cp. Is. 53:9).

El mismo Cristo dejó en claro que los creyentes no pueden suponer que han de escapar a
todo sufrimiento si su Señor no escapó (cp. Mt. 10:24-25; Lc. 6:22; Jn. 15:20; Hch. 14:22;
Fil. 1:29-30; 2 Ti. 3:12; He. 12:3-4).

Juan 15: 20 Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su


señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi
palabra, también guardarán la vuestra.

Muchos cristianos en la iglesia primitiva, incluso algunos de los lectores de Pedro (1:6-7;
2:20; 4:12-16), sí padecieron por causa de la justicia (Hch. 5:40-41; 7:57-60; 8:3-4; 12:1-
4; 13:50; 16:20-24; 17:5-9; 26:9-11), debido a su conducta recta y piadosa. De igual modo,
los fieles cristianos de hoy no deben sorprenderse o asustarse si llegan tales sufrimientos,
porque eso se convierte en un medio por el cual resultan bienaventurados.

¿De qué maneras trae bendición sufrir por la bondad?

1 Pedro 5:10 Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo,
después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme,
fortalezca y establezca.

Santiago 1:2-4
2 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,
3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
4 Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os
falte cosa alguna.

2 Corintios 4:16-18
16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va
desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.
17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más
excelente y eterno peso de gloria;
18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se
ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Con relación al sufrimiento, hay dos posibilidades. Primera, por causa de la justicia los
creyentes pueden aceptar ese dolor como parte del plan sabio y soberano de Dios para
bendecir sus vidas. Segunda, pueden padecer haciendo el mal, recibiendo la disciplina
esperada del Señor por la desobediencia a su Palabra (cp. 2:20; 4:15-19).
Página 3 de 4

III- DEVOCIÓN A CRISTO


sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, (3:15a)
Aquí el apóstol vuelve a aludir a Isaías 8:13: “A Jehová de los ejércitos, a él santificad”.
Cuando los creyentes santifican al Señor en sus corazones afirman su sujeción al control, a
la instrucción y a la guía de Dios. Al hacerlo también declaran la majestad soberana de
Dios, se someten a ella (cp. Dt. 4:35; 32:4; 1 R. 8:27; Sal. 90:2; 92:15; 99:9; 145:3,5; Is.
43:10; Ro. 8:28; 11:33) y demuestran que solamente le temen a Él (Jos. 24:22-24; Sal.
22:23; 27:1; 34:9; 111:10; 119:46, 63; Pr. 14:26; Mt. 4:10).

Santificad (hagiasate) significa “apartarse” o “consagrarse”. Pero en este contexto también


conlleva dar el principal lugar de adoración, exaltación y adoración al Señor. Los creyentes
que santifican al Señor lo apartan de todos los demás como el único objeto de su amor,
reverencia, lealtad y obediencia (cp. Ro. 13:14; Fil. 2:5-11; 3:14; Col. 3:4; 2 P. 1:10-11).
Reconocen la perfección de Él (He. 7:26-28), magnifican su gloria (Hch. 7:55-56; cp. Ap.
1:12-18), exaltan su preeminencia (Col. 1:18), y se someten a la voluntad divina (Mr. 3:35;
Ro. 12:2; Ef. 6:6; He. 10:36; 1 Jn. 2:17), con la comprensión de que en ocasiones esa
sumisión incluye sufrimiento.

IV- PREPARACIÓN PARA DEFENDER LA FE


y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia
ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; (3:15b)

No se trata solo de resistir a través de la bendición de sufrir a lo que los creyentes deben
someterse; también está la oportunidad de defender la verdad cuando son perseguidos. Los
cristianos deben estar preparados para presentar defensa de la fe. El término griego para
defensa (apologia) es la palabra de la que se derivan los términos apología y apologética
en español.

La defensa del creyente de esta esperanza ante el incrédulo que la demande debe ser firme
y contundente, pero al mismo tiempo transmitida con mansedumbre y reverencia.

Mansedumbre y Reverencia

Daniel 1:8, 12
8 Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni
con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a
contaminarse.
12 Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a
comer, y agua a beber.

Los cristianos que no pueden presentar una explicación bíblicamente clara de su fe (cp. 1
Ts. 5:19-22; 1 Jn. 2:14) estarán inseguros cuando sean fuertemente cuestionados por los
incrédulos (cp. Ef. 4:14-15). En algunos casos tal inseguridad puede socavar su seguridad
en cuanto a la salvación.

V- BUENA CONCIENCIA
teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de
malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo.
(3:16)
Página 4 de 4

Lo último que permitirá a los creyentes estar seguros en medio de un mundo hostil es una
buena conciencia. La conciencia es el mecanismo interior divinamente colocado que
acusa o excusa a una persona, actuando como medio de convicción o afirmación.

Una conciencia tranquila permite a los creyentes ser libres de cualquier carga de culpa
cuando enfrentan hostilidad y crítica del mundo

Job 27: 6 Mi justicia tengo asida, y no la cederé; No me reprochará mi corazón en todos


mis días. (cp. Job 27:6; Ro. 14:22; 1 Ti. 3:9).

No obstante, una conciencia impura no puede estar tranquila y es incapaz de soportar la


presión procedente de pruebas difíciles y de persecuciones.

Génesis 42:21 Y decían el uno al otro: Verdaderamente hemos pecado contra nuestro
hermano, pues vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no le escuchamos; por
eso ha venido sobre nosotros esta angustia. (cp. Gn. 42:21; 2 S. 24:10; Hch. 2:37)

Para que: que sean avergonzados los que murmuran.

1 Corintios 11:31
31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;

También podría gustarte