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Este pasaje habla a todos los que viven de manera santa en medio de una cultura hostil e
impía. El apóstol Pedro ofrece cinco principios que los creyentes deben comprender para
equiparse y defenderse contra las amenazas de un mundo incrédulo y hostil: pasión por la
bondad, disposición a sufrir… por lo bueno y lo malo, devoción a Cristo, preparación para
defender la fe, y buena conciencia.
Hostil: Que con su actitud o sus actos se muestra contrario a una persona o cosa o que es
enemigo de ellas.
¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? (3:13)
La pregunta retórica de Pedro muestra que es anormal para la mayoría de la gente, incluso
la que es hostil al cristianismo, hacer daño a los creyentes que siguen el bien. Por otra parte,
el mundo vacila muy poco en atacar con gran hostilidad a esos charlatanes y farsantes que
se enriquecen a expensas de otros. Bien se refiere por lo general a una vida caracterizada
por generosidad, amabilidad y consideración hacia los demás.
(cp. Sal. 37:3; 125:4; Pr. 3:27; 11:23; 2 Co. 9:8; Gá 6:9-10; Ef. 2:10; Col. 1:10; 1 Ts. 5:15;
1 Ti. 6:18; Tit. 1:8; 2:7, 14; 3:14; He. 13:16; Stg. 3:13, 17; 3 Jn. 11).
Mateo 5:16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas
obras, y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos.
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Tener pasión por la bondad sin duda no es una garantía de primer orden contra el
sufrimiento; solo podría hacerlo menos probable o menos frecuente. Jesucristo “anduvo
haciendo bienes” (Hch. 10:38; cp. Jn. 10:32), pero un mundo hostil finalmente lo mató (Mt.
27:22-23; Lc. 23:23-25; Hch. 2:23; cp. Is. 53:9).
El mismo Cristo dejó en claro que los creyentes no pueden suponer que han de escapar a
todo sufrimiento si su Señor no escapó (cp. Mt. 10:24-25; Lc. 6:22; Jn. 15:20; Hch. 14:22;
Fil. 1:29-30; 2 Ti. 3:12; He. 12:3-4).
Muchos cristianos en la iglesia primitiva, incluso algunos de los lectores de Pedro (1:6-7;
2:20; 4:12-16), sí padecieron por causa de la justicia (Hch. 5:40-41; 7:57-60; 8:3-4; 12:1-
4; 13:50; 16:20-24; 17:5-9; 26:9-11), debido a su conducta recta y piadosa. De igual modo,
los fieles cristianos de hoy no deben sorprenderse o asustarse si llegan tales sufrimientos,
porque eso se convierte en un medio por el cual resultan bienaventurados.
1 Pedro 5:10 Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo,
después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme,
fortalezca y establezca.
Santiago 1:2-4
2 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,
3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
4 Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os
falte cosa alguna.
2 Corintios 4:16-18
16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va
desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.
17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más
excelente y eterno peso de gloria;
18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se
ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Con relación al sufrimiento, hay dos posibilidades. Primera, por causa de la justicia los
creyentes pueden aceptar ese dolor como parte del plan sabio y soberano de Dios para
bendecir sus vidas. Segunda, pueden padecer haciendo el mal, recibiendo la disciplina
esperada del Señor por la desobediencia a su Palabra (cp. 2:20; 4:15-19).
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No se trata solo de resistir a través de la bendición de sufrir a lo que los creyentes deben
someterse; también está la oportunidad de defender la verdad cuando son perseguidos. Los
cristianos deben estar preparados para presentar defensa de la fe. El término griego para
defensa (apologia) es la palabra de la que se derivan los términos apología y apologética
en español.
La defensa del creyente de esta esperanza ante el incrédulo que la demande debe ser firme
y contundente, pero al mismo tiempo transmitida con mansedumbre y reverencia.
Mansedumbre y Reverencia
Daniel 1:8, 12
8 Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni
con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a
contaminarse.
12 Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a
comer, y agua a beber.
Los cristianos que no pueden presentar una explicación bíblicamente clara de su fe (cp. 1
Ts. 5:19-22; 1 Jn. 2:14) estarán inseguros cuando sean fuertemente cuestionados por los
incrédulos (cp. Ef. 4:14-15). En algunos casos tal inseguridad puede socavar su seguridad
en cuanto a la salvación.
V- BUENA CONCIENCIA
teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de
malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo.
(3:16)
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Lo último que permitirá a los creyentes estar seguros en medio de un mundo hostil es una
buena conciencia. La conciencia es el mecanismo interior divinamente colocado que
acusa o excusa a una persona, actuando como medio de convicción o afirmación.
Una conciencia tranquila permite a los creyentes ser libres de cualquier carga de culpa
cuando enfrentan hostilidad y crítica del mundo
Génesis 42:21 Y decían el uno al otro: Verdaderamente hemos pecado contra nuestro
hermano, pues vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no le escuchamos; por
eso ha venido sobre nosotros esta angustia. (cp. Gn. 42:21; 2 S. 24:10; Hch. 2:37)
1 Corintios 11:31
31 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;