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La mujer como un rocío baña, humedece, nutre.

Pero ¿qué es el rocío?


El rocío es un fenómeno físico en el que las gotas de agua se depositan en la superficie del suelo
y de las plantas, procedentes de la condensación del vapor de agua de la atmósfera.
Decimos, por ejemplo: el rocío cubrió las sillas del jardín.
Tras una lluvia corta y pasajera, tras un día húmedo y caluroso, llega el rocío.
El rocío son gotas menudas esparcidas sobre una cosa para humedecerla,
¡He perdido mi gotita de rocío! Dice la flor al cielo del amanecer, que ha perdido todas sus
estrellas.
Solo rocío es el mundo rocío y sin embargo… ¿Es verdad que las esperanzas deben regarse con
rocío? Se preguntaba Pablo Neruda.
Deja que tu vida baile ágilmente en los bordes del Tiempo, como el rocío en la punta de la hoja.
Es por ello que nuestra Patria debe regarse como un rocío, como esa lluvia fresca, inocente y que
te habla de un nuevo despertar.
Pero, aunque el rocío es una palabra masculina: EL ROCÍO; su esencia suena se ve y se siente
femenina. Y entonces me pregunto: ¿qué es la mujer? El poeta Vicente Huidobro nos dice que el
mundo está amueblado por los ojos de una mujer, y que nada se compara con la leyenda
de semillas que deja su presencia.

El Príncipe Enrique de Inglaterra dijo que “Cuando las mujeres tienen poder, mejoran
inmensamente las vidas de todos los que están a su alrededor”. Y Ángel Ganivet dice que “La
mujer tiene un solo camino para superar en méritos al hombre: Ser cada día más mujer”. Pues
como reza el dicho la mujer no tiene patria, su patria es el mundo.

Nuestra poeta Carmén Durán, en Mujer no soy poeta dedica a todas las mujeres que desde la
trinchera de su maternidad han construido la grandeza de la Patria los siguientes versos:
Mujer no soy poeta para exaltar tu gloria, soy sencillamente una mujer historia.
Soy ese grito redimido que redime, soy tu voz, tu aliento, tu esperanza, soy el grito de todas las
edades, soy tú, eres yo, seremos todas en las inmensas latitudes del planeta.

Somos abril y mayo, febrero y junio, noviembre y marzo.


Somos todos los días con sus noches y sus cantos,
somos todos los años por venir y por quedarse.
Abril en las perennidades de los tiempos, tiempos de mies y de cosechas.
A ti, mujer que casi adolescente le pusiste tu nombre a la Patria en combate.

A ti, mujer de abril florecido por siempre.


Cincuenta años acumulando historia, fraguando nuevas luchas para
lograr tu espacio, forjando a golpe de batallas cotidianas tu proyección humana.

Para ti obrera de la vida, en el barrio o en el campo,


en el exilio obligado hacia lejanas tierras, con tu voz, con tu aliento,
con tu fuerza creadora se construye la historia.

Tu fusil es tu brazo, tu trinchera la vida.


Te heredamos en tu vocación de pueblo,
Hilda, Altagracia, Aniana o Pikitina o Teresa o Yolanda, Edith,
que importa si eres Clara, Margarita o Brunilda,
que importa si eres Delta, Cristinita o Sagrada,
si eres Grey o Josefina, o Minerva, Trinidad o Florinda
o esas tantas sin nombres que pueblan esta historia (como un Rocío)

Que importa si eres joven o te acunan los años.


Por el sendero claro que te enseño la Patria,

Fuiste estímulo y fragua, constructora y camino.


Cincuenta años son pocos para tu larga historia.
Historia milenaria sin límites de tiempo.

Acoge con mi canto los laureles, y junto a tantas otras,


cultiva la esperanza.

Es mi canto a tu ejemplo de combatiente


que edificas la vida sin violencias ni odios,
donde la igualdad sea el norte señalado
y la equidad el logro de todo lo soñado.

Constructora de ejemplos de dignidad sentida


cuando fuiste clarín de conciencias dormidas.

Combatiente de abril, mujer de tanta historia,


¡es para ti mi canto de admiración y gloria!

Finalmente, Luigi Leone escribió este hermoso poema a la mujer dominicana:

“Eres musa todo el tiempo

Igual que ellas y lo entiendo

A ratos cómplice y cercana

A ratos esquiva y lejana.

Mas tu porte no se compara a la belleza

De lo que hablas, lo que luchas, lo que piensas…

Tu tesón bella mujer dominicana

Hará grande a tu tierra maltratada.

Y no hay isla que contenga tus derechos

Aunque quieran postergarte con decretos


Pues la historia es tu currículum vibrante

De lo mucho que has luchado por pararte.

En ti esta bella mujer el gran legado

De aquellas que murieron en pasado

Que lucharon clandestinas por el cambio

Cuyos nombres nunca nadie ha olvidado.

Un abrazo a ti morena soñadora

Haz tu historia que por fin llegó tu hora.”

Y con estas últimas palabras me quedo, por fin llegó la hora de que la mujer tome la palabra, sea
líder, alimente la patria, un término que es femenino; decimos LA PATRIA, la patria es mujer, y
como reza la frase de que, tras una lluvia corta y pasajera, tras un día húmedo y caluroso, llega el
rocío, así llegará el momento de que dancemos por la vida como el rocío en la punta de la hoja,
porque las esperanzas deben regarse con rocío. Benditas las mujeres que en el diario caminar
hacen de la historia un grito de libertad, de amor y de esperanza.
Por eso hoy más que nunca, la mujer debe ser vista como un rocío.

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