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LA OSCURIDAD DEL FOLKLORE

Ejemplar único y exclusivo para


MARCELO
© R.Stahlschmidt Laulhé – Material didáctico – prohibida su reproducción o copia por MANERO
cualquier métofo o forma –
Ejemplar exclusivo de MARCELO MANERO
LA OSCURIDAD DEL FOLKLORE

Rafael E. Stahlschmidt
-Profesor de Danzas Nativas Escuela de Folklore El Cardón
-Profesor de Folklore y Bailes Nativos Instituto Gloria Lopez Díaz-
-Profesor de Bailes Tradicionales Argentinos Academia de Folklore Tierra Linda,
incorporada a la Escuela de Folklore Andres Chazarreta
-Profesor de Folklore Instituto Superior de Folklore Andres Chazarreta
(Santiago del Estero)
-Profesor de Bailes Nativos Filial Dean Funes – Escuela Tierra Linda
-Dictó conferencias sobre Filosofía del Folklore en diversos institutos culturales
-Investigador de Americanismo y Antropología Costumbrista
-Investigador en Costumbrismo (Antropológico), Americanismo, cultura iberoamericana.
-Conferencista de la especialidad en diversos institutos superiores y universitarios.
-Premio Mejor Periodista Investigador de la especialidad Folklore Buenos Aires 2015
-Autor de diversos artículos y textos sobre la temática, como
▪ El ser Gaucho es un Delito
▪ El Folklore y la Moda
▪ La Oscuridad del Folklore
▪ El folklore como concepto ontológico y gneosológico
▪ Filosofía del Volks-kunde
▪ Lo empírico y la experiencia
▪ El Gaucho una consecuencia política
▪ José Hernández y la Tradición
▪ Antropología filosófica
▪ El Mester de Juglaria
▪ El quechua – el misterio de una lengua
(y otros)

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LA OSCURIDAD DEL FOLKLORE

RAFAEL STAHLSCHMIDT

LA OSCURIDAD DEL FOLKLORE

Ensayo de Investigación

© Rafael Stahlschmidt - año 2016


© R . S t a h l s c h m i d t - d e r e c h o s r e s e r va d o s - p r o h i b i d a s u r e p r o d u c c i ó n e n c u a l q u i e r f o r m a
s i n a u t o r i za c i ó n e xp r e s a d e s u a u t o r . ( Ma t e r i a l d i d á c t i c o )

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A LA PURA Y LIMPIA CONCEPCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA,


NUESTRA SEÑORA GAUCHA

Madre Nuestra, te suplicamos intercedas


ante Tu Hijo Jesucristo y le digas que le necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados, porque el demonio
se ha apoderado de nuestra Nación. Queremos ser
Patria, una Nación Patria cuya identidad sea la pasión
por la verdad y el compromiso por el bien común, y la
defensa de nuestras costumbres, ritos, bailes, y la
tierra de nuestros ancestros. Haz que no se deforme
nuestro folklore por falsos “enseñadores” que creen
que lo que hacen es folklore y no se dan cuenta que
distorsionan, degeneran y hacen desaparecer lo poco
que de él nos queda. Que nos refuerce aún más la
valentía de decir la verdad de la ciencia que nos
permita algún día descubrir la esencia de la “Terra
Patrum”, que nos despoje del desconocimiento y nos
incentive la cultura, única forma de aborrecer el odio
y construir la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza y la caridad. ¡Oh! Santa
María Virgen, te suplicamos intercedas ante tu Hijo,
que aumente nuestra Fe, a quien por tu medio le
decimos:

Señor Nuestro Jesucristo


calma el corazón de estos hijos perdidos, y mantenlos alejados de los engaños del mal. De la
desconfianza entre ellos y de la maledicencia de tanto, esa que el oculto persevera en aumentarnos
para alejarlos de Tu santa defensa, que nos quiere engañar por medio de la ignorancia y la falta de
cultura ancestral”
Madre Nuestra, Santa Virgen Gaucha, te rogamos que cuando digas “aquí mis enamorados del folklore
cierto” estemos todos de rodillas ante Ti y Tu Sagrado Hijo cuando sea la hora del llamado en defensa
de la Patria y sus valores.

“Los ignorantes destruyeron nuestro acervo, pero ¡Oh Dios Señor Nuestro!, junta a quienes
todavía mantienen ese bello sentimiento por lo nuestro, para que se salve el amor por la patria.
Por Nuestro Señor Jesucristo, Amén

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Dedicado a

Dª Irma Elsa Laulhé Folch Suárez de Cabrera


(Quien me envió a estudiar folklore a los cinco años para que no molestara en casa; al
final incentivó mi interés por esta ciencia desde niño)

A mis maestros que me inculcaron el gusto, el interés y el estudio por la ciencia


del Folklore

Prof. Don Andrés Chazarreta


Director de la Escuela de Folklore Andrés Chazarreta
(Patriarca de la recopilación e investigación Folklórica)

Prof. Jacinto Villanueva Cairan


Doctor en antropología Instituto Martín Fierro

Prof. Genoveva “Beba” Novillo


Directora de Escuela de Folklore El Cardón
(Investigadora y docente de Bailes Folklóricos)

Prof.Nilda Rosatto
Directora de la Escuela de Danzas Nativas Tierra Linda
Incorporada al Instituto Superior de Folklore Andrés Chazarreta

Prof. Agustín “Chonchón” Chazarreta


Director Fundador del
Instituto Superior de Folklore Andrés Chazarreta

…y a mis camaradas de la primera promoción de Profesores


de la Escuela de Folklore Tierra Linda (Aspah Sumaj)

Profesores
-Mercedes Stella Bett
-Ana María Ruiz Carranza
-Marco Sánchez
-Horacio Sánchez

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LA OSCURIDAD DEL FOLKLORE

INTRODUCTORIO

Resumen

La importancia del estudio del Folklore (como técnica) o la Folklorología (como ciencia), no
como una estupidez derramada sino como el arte de educar, es de tanto valor espiritual, como de amor
a los suyos que yacen en el suelo de su Patria, que es la que le dio el sentimiento de los valores
verdaderos y ancestrales. El Folklore y los centros de estudios deben estar unidos por un amplio
sentimiento de amor a la “patriæ” (Patria: lugar donde yacen los padres), por ende, no es un conjunto
de gente que realizan verdaderas engañifas, lo que demuestra la falta de entendimiento de lo que es
patria (que no son los símbolos), e ignoran totalmente lo que es Folklore.

Palabras clave: Folklore, Patrimonio, Tradición, Anonimato, Oralidad, Identidad, Patria

Summary

The importance of the study of folklore (and technical) or Folklorología (as science), not a shed
stupidity but as the art of education, is both spiritual value of love as his own who lie in the soil of
their homeland, which is what gave him the feeling of true and traditional values. The Folklore and
research centers should be linked by a broad sense of love for the "Patris" (Fatherland place where
parents lie), therefore it is not a collection of people doing real swindles, demonstrating the lack of
understanding of what is home (not symbols), and totally ignore what is Folklore.

Key Words: Folklore, Heritage, Tradition, Anonymity, Orality, Identity, Fatherland

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Cada expresión cultural de nuestros pueblos tiene un origen y


significado que, muchas veces, es tergiversado al momento de
plasmarla en una publicación, un reportaje o un escenario artístico,
creando representaciones erróneas que seguirán replicándose si no se
rectifican a tiempo. Es ahí donde reside la importancia de investigar
profesionalmente nuestras costumbres, ya sean tradicionales o
modernas
(La importancia de la Investigación en Folklore Publicado el 2/7/2013
Centro Cultural San Marcos – México)

No importa necesariamente que la zoncera sea congénita; basta con que la sonsera lo agarre a
uno desde el "destete", al decir de Arturo Jauretche y agrega que “el humorismo popular ha acuñado
aquello de "¡Mama, haceme grande que zonzo me vengo solo!".
Y prosigue: “Es así que las zonceras de las cuales voy a tratar consisten en principios
introducidos en nuestra formación intelectual desde la más tierna infancia -y en dosis para adultos-
con la apariencia de axiomas, para impedirnos pensar las cosas del país por la simple aplicación del
buen sentido. Hay zonceras políticas, históricas, geográficas, económicas, culturales. Algunas son
recientes, pero las más tienen raíz lejana pero paulatinamente agravadas y generalmente con algún
seudo prócer que las respalda. A medida que usted vaya leyendo algunas, se irá sorprendiendo, como
me ocurrió al haberlas oído, repetidas innumerables veces y, lo que es peor, pensando desde ellas.
Basta detenerse un instante en su análisis para que la zoncera resulte obvia, pero ocurre que lo obvio
pase con frecuencia inadvertido, precisamente por serlo.
Falsificar la historia, achicar la extensión, dividir ideológicamente con planteos ajenos a la
realidad, crear intereses vinculados a la dependencia y dotarlos de un pensamiento acorde, controlar
el periodismo y todos los medios de información, enfrentar proletariado y burguesía cuando son sólo
incipientes para impedir el surgimiento de los dos, manejar la cátedra, elaborar o destruir los
prestigios políticos o intelectuales o morales, y orientar toda la enseñanza, disminuir la fe en el país y
en sus hombres, proponer modelos imposibles y ocultar los posibles, transformar democracias en
dictaduras sin que el pueblo se dé cuenta, son las variadas técnicas de esa colonización para que la
semiología no se independice y construya su economía en distintos aspectos, a fin de que sus
verdaderas posibilidades que la llevan a la liberación se vean frustradas pero creyendo que “van bien
encaminadas”.
Constituyen la técnica de esa "colonización pedagógica" que precisamente en función de su
dominio económico posee y maneja el instrumental de la cultura para que necesariamente el gobierno
caiga en manos de los equipos técnicos y los grupos de intereses que cumplen la función cipaya”1 Es
indudable que el cambio y la permanente fluctuación que se opera en las ciudades, entre lo que es
propio y lo que viene de afuera, suele dar paso a efectos no siempre queridos, pero el pueblo tiene sus
amadores que guardan, con su cuidado y celo, de las evoluciones perniciosas, las voces de la memoria
Folk2.

1 -"Los profetas del odio y la yapa" 2ª parte - De Las Zonceras En General –Manual de Zonceras Argentinas–
Arturo Jauretche- (NA: En estos párrafos tomados de escritos de Arturo Jauretche, genial observador de la
realidad y la captación de las falacias y mentiras populares, explican mucho mejor que yo y más brevemente, lo
que quiero decir en todos los ensayos de los que soy autor. No quiere decir que estoy de acuerdo en todo con
Jauretche, pero si tengo que convenir que lo que ha hecho poner un poco de pensamiento y sentido común a lo
que el liberalismo nos ha ido inculcando a través de los años, y que no se ha detenido con la desaparición física
de este personaje, sino todo lo contrario: ni quisiera pensar lo que él escribiría en el presente (cualquiera sea
éste). ―estamos llamados a creer en las falacias, y somos falaces sin saberlo)
2 -Folklore o Folklore – Revista Sentir el Folklore – Nº 1- pag. 5 – Ed.Altaya

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Este escrito no es una discusión vana, solo se trata de tratar de aclarar mi mente de una serie de
incongruencias y falta de sentido con respecto al Folklore y a su oscuridad del conocimiento, solo se
trata de una curiosidad en especial de aquellos que se creen autorizados a hacer cualquier cosa en
nombre de “folklore” por ignorancia o por dinero, y eso me llevó a inmiscuirme en el tema, a estudiar,
a tratar de ver las razones de tantas opiniones absurdas, y porque me gusta, y para ello me tuve que
apoyar en numerosísimos autores y científicos, como de razonamiento propio, quienes citan las
verdaderas cuestiones de la ciencia del Folklore. Una simple deducción entre lo que veo y lo que he
estudiado, de lo que sé por lectura, investigaciones y porque siempre sentí en lo profundo que había
una “confusión” (cuando menos) sobre la interpretación de lo que es Folklore, es que la vida me dio la
inquietud de tratar de interpretar entre lo que se dice que es Folklore y lo que en realidad es. El
conformarse solo con lo que dicen autores argentinos, lo que no se puede negar que algunos saben, es
un error porque en el mundo existen, y muchísimos y si a eso le sumamos las tonterías y estupideces
de muchos autodenominados folkloristas y comunicadores sociales, la verdad que solo se consigue una
mazamorra con gusto a dulce de cayote. Aseguro que antes de hablar pavadas, es mejor y mas fácil
estudiar y tener en cuenta a verdaderos científicos que a mi juicio deberían tener en cuenta todos
aquellos que se consideran folkloristas o que “dicen” que enseñan Folklore.
Como mi interés es que se sepa lo que es la ciencia de lo antiguo y costumbrista, es que trataré de
explicar el contexto del Folklore. No pretendo ser un erudito literario, además no me interesa serlo; si
el estimado lector entiende lo que escribo, he cumplido con mi propósito, y le doy referencias de una
vasta literatura al final, para que sean leídas en especial por los que se llaman “folkloristas” y aquellos
que se dicen “bailadores de folklore”, y se den cuenta que lo que hacen no solo es payasada, sino que
sería bueno que leyeran algunos de los libros que cito, de efectivos investigadores. Entonces,
estimado lector, pretendo en primer lugar es hacer ver que el Folklore es una ciencia “exclusiva” que
aúna una serie de otras ciencias que se auxilian entre sí, pero ciencias que convergen en la Historia y
luego a la Filosofía….. ¡fíjese!
¿Cuál fue el propósito de emprender esta aventura de escribir este ensayo especialmente dirigido a
los saltimbanquis “folklóricos”?; es de comprender por causa de ver, observar, escuchar, las sonseras
(ignorancia) que se cometen en su nombre, y por qué es tragedia intelectual el ignorar o despreciar lo
verdaderamente considerado como Folklore, como por ejemplo los absurdos llamados festivales
folklóricos que tanto abundan en nuestro país, al solo efecto del locro, cabrito, asado con cuero, y
hasta hacer doler las cuerdas de una pobre guitarra, sumado a esos acróbatas del escenario diciendo
que son gauchos, y algún aplaudidor con un par de vasos de más que sin tener idea alguna, acepta de
buen grado que eso es Folklore.
Si sólo se tuviera un poco de inquietud, y de amor sincero por el Folklore, sería suficiente para
darse cuenta la gravedad socio cultural que significa distorsionarlo presentándolo como un
conglomerado de actitudes “inventadas” para llevar turistas a espectáculos públicos, llenos de parodias
que pueden resultar de gusto colectivo pero que no tiene nada de folklórico, es más, es una falta de
respeto a lo telúrico y a la Patria, de nulo valor educativo, y además “demostrativo de una total falta de
cultura”. Y de estudio ni hablar.
La importancia del estudio del Folklore (como técnica) o la Folklorología (como ciencia), no como
una estupidez derramada sino como el arte de educar, es de tanto valor espiritual, como de amor a los
nuestros que nos precedieron y que yacen en el suelo de su Patria, esa tierra que nos traslada el
sentimiento de los valores verdaderos y ancestrales. El Folklore y los centros de estudios deben estar
unidos por un amplio sentimiento de amor a la “patriæ” (Patria: lugar donde yacen los padres), por
ende, no es un conjunto de gente que realizan verdaderas engañifas, lo que demuestra la falta de
entendimiento de lo que es patria (que no son los símbolos), e ignoran totalmente lo que es Folklore
tanto como su importancia cultural y educativa. Entonces, padres y docentes, deben advertir que la
labor pedagógica no debe perder de vista estos valores, estos conocimientos profundos que nos llevan
a saber lo que pasó antaño, conocer quiénes fueron los que pasaron y tratar de descubrir el porqué lo

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que nos pasó. Así dice el folklorista y pedagogo Gonzalo Castrillo Hernández: “Hay que subrayar la
labor de numerosos métodos pedagógicos que han centrado como punto de interés el desarrollo del
folklore. El inicio de las prácticas folklóricas está relacionado directamente con el uso del lenguaje
materno (creando sensaciones musicales que permanecerán en el subconsciente, para que en su
madurez puedan manifestar sensibilidad hacia la música). Más tarde este tipo de educación musical se
fomentará con la práctica educativa dentro de las escuelas”3, mientras Émile Jaques Dalcroze
pretendía “utilizar la canción popular como modelo pedagógico para saber educar los sentimientos del
alma de futuras generaciones, desarrollando este tipo de facultades emocionales desde los primeros
años de infancia y creando de esta forma una sociedad mucho más sensible hacia las exposiciones o
formas propias de su patria. Este tipo de doctrina es defendida por la mayoría de los conocidos
métodos pedagógicos que nacieron en un contexto donde la recuperación y aceptación del folklore
tradicional fue aceptada por la sociedad. Estos constituyeron para la pedagogía del momento,
investigaciones consideradas como grandes hallazgos. Sin embargo, la realidad de la educación actual,
hoy camina en otro sentido, por lo que es necesario redactar las visiones de los pedagogos de hace
cincuenta años para poder darle un nueva utilidad” 4
Quiero aclarar que me es muy difícil no poder que resumir más aún todo lo que quisiera decir, y
completar lo que quisiera este ensayo, pero creo que es más que suficiente, introductorio diría, lo que
he podido hacer hasta ahora.
Así es que se habrá dado cuenta estimado lector, que el único motivo, aunque breve, es tratar
de ayudarle a comprender lo que en verdad es el Folklore y la Folklorología, y a evitar las
consecuencias que define Sócrates “Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la
ignorancia”

PROLOGO

“Lo folklórico es lo tradicional, lo que tiene larga trayectoria,


lo que es propio del pueblo desde varias generaciones.
Lo popular no necesita tener raíz nacional; lo folklórico sí”
Isabel Arez5.

No soy un científico estricto (como persona que participa y realiza una actividad sistemática
para adquirir nuevos conocimientos), ni me interesa serlo, sino un estudioso se podría decir, pero hay
veces que hasta el ignorante se cree genio cuando comprueba que hay otros más ignorantes, y en lo

3 - Cabeza, M. P. “Gonzalo Castrillo Hernández: Folklorista y pedagogo”. // Rev Folklore, Importancia del
folklore musical como práctica educativa Revista LEEME 1985
4- Dalcroze Émile Jaques- -1865, Viena – 1950, Ginebra), fue un compositor, músico y educador musical
suizo que desarrolló eurhythmics, un método de aprendizaje y de experimentar la música a través del
movimiento. La influencia de eurhythmics puede ser vista en la pedagogía del Método Orff, común en la
educación musical en escuelas públicas de los EE.UU
5 - Isabel Arez. Manual de Folklore. Caracas. Monte Avila Editores 1955

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personal siento la necesidad de escribir, aunque no sepa hacerlo bien, cuando se escuchan estulticias y
tratar de ayudar a erradicarlas.
Es así, entonces, que este Ensayo tiene su génesis en las reiteradas ocasiones en que he
escuchado ver y hablar sobre Folklore, desde la opinión más estúpida hasta la más ignorante; pero
acertada, ninguna, solo opiniones e interpretaciones artificiosas sobre esta ciencia, lo que significa
no solo un grave daño a la inteligencia, sino a la educación y la cultura popular, y particularmente
preocupante cuando se observa a una juventud que ya de por sí se desarrolla dentro de un círculo
cerrado de confusión cada vez mayor, y en aumento, creyendo que Folklore es revolear el poncho,
bolear suris con pañuelos gigantes, olvidando (para ser benévolo) decires como aquel del General
Manuel Belgrano “Sin educación, en balde es cansarse, nunca seremos más que lo que
desgraciadamente somos”, y si seguimos a este paso de creer que se sabe y cuando mucho se sabe al
revés, o tecnocracia sin cultura, es de entender lo que nos espera. Y así somos lo que somos.
Por ello y dada la importancia que compete al tema, he sentido una exigencia moral de escribir
este Ensayo abordándolo de manera simple, seguramente con errores pero ruego que seá entendido,
para colaborar a una mejor comprensión y consecuente valorización de qué se trata el Folklore,
aclarando que mucho me hubiera gustado hacer mayores referencias si hubiese tenido una suficiente
paideia (del griego παιδεια) que me lo impide, pero sólo me limitaré a ser escueto y ser lo más
entendible posible.
Solo me atrevo a recomendarles a quienes les interese el tema, que profundicen sus
conocimientos recurriendo a los innumerables autores e historiadores muy buenos que los hay pero
pocos conocen. En una palabra, aconsejo tener en cuenta lo dicho por el abogado y político
colombiano contemporáneo Diego Luís Córdoba, “Por la ignorancia se desciende a la servidumbre,
por la educación se asciende a la libertad”, y hay múltiples formas de aprender y saber, pero no solo
información chabacana, que en este tema en particular, es lo “único” que se adquiere, hacer lo que no
se sabe.
No es necesario ser muy sagaz hoy en los días que corren, para advertir el resultado del
profundo desinterés por la Historia en general, hecho éste que se ve agravado por versiones e
interpretaciones que se hacen al azar, falaces o distorsionadas, y que lamentablemente terminan siendo
asumidas como verdades. La ausencia de un necesario y mínimo conocimiento de la Historia, cuyos
contenidos efímeros se basan exclusivamente sólo en lo que se pudo escuchar los grandes disparates
en la escuela primaria y de los cuales no quedan exentas el nivel medio, ni siquiera la universidad,
impide básicamente que se sepa que el Folklore es una Ciencia que forma parte de la Antropología
Social y que no es bueno desconocer su verdadero significado, salvo algunos interesados, que los hay,
pero no mediáticos.
Es de resaltar que la Historia que se enseña de ordinario en los centros educativos, se estructura
sobre contenidos mínimos y arbitrarios resumidos de una historia oficial de facto y que su aprendizaje
básicamente resulta de una memorización de hechos o acontecimientos tomados de textos
excesivamente sucintos, y que luego son recitados por alumnos desinteresados ante docentes que, en
muchos casos, sus conocimientos no suelen ir mucho más allá del contenido del mismo libro de texto
del cual enseñan, similar a un médico que sólo lo sea por leer prospectos de remedios. Es un caso raro
que se estudie Historia, y más aún que se investigue de verdad, pero dejó de ser tal para pasar a ser
netamente política sin razonamiento alguno, sino de carácter ideológico, como el caso universitario.
Una vez finalizado este breve proceso de enseñanza aprendizaje (?), y aprobado que fuera,
concluyó ipso facto el aprendizaje de la Historia; sanseacabó, sin medirse las gravísimas
consecuencias que devendrán en el tiempo esta minusvalía de conocimientos. Obviamente, tan escasa
formación en la Historia en general, hace que un tema tan valioso como es el Folklore -aunque
despreciado totalmente, solo útil para el choripán, el fernet y los festivales absurdos-, resulte poco
menos que inútil, y por lo que se puede observar, es inservible para la sociedad toda, y para la cultura
ni hablar.

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Esto no solo es pernicioso para la cultura, sino que es funesto para el orden social, porque
cuando gran parte de un pueblo no tiene acceso a su cultura tradicional, queda inerme en manos de
seudópodos comunicadores sociales o del proselitismo educativo político de turno y la
abundancia de “academias de danzas nativas”, que lo que menos hacen y saben es de Folklore,
quienes se transforman, por error y omisión, en las únicas voces reconocidas y aceptadas por el
común, otorgándoseles a esas opiniones estatus de válidas, especialmente para quienes no conocen y
no se predisponen a verificar su autenticidad, incluyendo los supuestos “enseñadores”, que
transforman, graciosamente, unos saltimbanquis en absurdos “ballets”, como si tuviera algo que ver.
Muchísima gente, cuando escuchan a cualquier personaje de moda de turno en la TV o por las
emisoras de radio, creen que éste tiene razón por el sólo hecho de ser mediático y famoso, asegurando
que es sinónimo de “sabedor”, aun cuando opine barbaridades sobre cualquier tema que se le antoje, o
que algún malabarista con botas dice que es un gaucho.
La manía de promocionar constantemente la deformación de lo ancestral y una falsa e imposible
actualización de valores, idiosincrasias, costumbres, es muy común hoy en día, por simple ignorancia
la mayor de las veces pero nunca por la voluntad de aprender lo que debe ser, casualmente porque se
hace lo que se quiere. Está claro que al enemigo cultural no le conviene la historia, y es lógico,
porque sin tergiversar o hacerla desaparecer lisa y llanamente, obtiene que sea ignorada o algo
conocida falsamente y sea un simple entretenimiento, y por ende el enemigo aludido no encuentra
escollos en el camino de debilitar, cada vez más, el pensamiento lógico, crítico (de hecho ya lo hizo).
Ese manifiesto desinterés social por la Historia, del entendimiento del pasado, nos induce a
encontramos imposibilitados de recuperar nuestros verdaderos valores de los cuales, muchas veces,
tan cínicamente se requiere un rescate de lo que ya es falso, incluso algunos creemos que no los hemos
perdido (quidam etiam quod non sumus crediderunt amittitur). Y su razón es por una cuestión muy
simple: eliminar el sentido de Patria; no se puede valorar lo que no se conoce, no se ama a la Patria
(nescitis quid can not appreciate, non est caritas patriae); solo se inventan estupideces y se
incentivan vicios con el pretexto de llamarlos folklóricos.
Muchas veces se presenta la ironía que, hasta la misma Historia oficial de facto (de Mitre y
Sarmiento, mentira por excelencia) se enseña falazmente, y a eso se le añade otra con pretensión de
una actualización inexistente o de un revisionismo absurdo, pero que todas estas formas de
tergiversación convienen al poder para mantener sumido en la oscuridad el conocimiento del pueblo.
Esta situación no es nueva, sino que comienza con mayor vigor desde 1810, y se promueve con mayor
pujanza en Argentina desde 1853, ya cuando se instalan los gobiernos de los iluminados educadores
liberales que avanzan sobre la educación, como bien dice Félix Luna, en su obra Irigoyen, que a partir
del gobierno de Avellaneda era más que notorio “un creciente desarraigo de las expresiones de cultura,
encandiladas con temas y formas ajenas”.
Y esto siempre ha sido así, tolerado con la aquiescencia de organismos oficiales y los sistemas
educativos, los cuales, salvo algunos intentos de maquillaje, siempre dan el mismo resultado: el
desinterés y desconocimiento de la vera Historia, y una incierta mala pedagogía y didáctica, que
transforma en inútil cualquier conocimiento científico, y obviamente gira hacia la gran la decadencia
de la educación en general que ya estamos sufriendo (a esta altura del siglo XXI ya se eliminó la
asignatura Historia en el ciclo medio por inútil e innecesaria). Agrega Félix Luna al respecto que,
“...solo la paciente mediocridad oficial y sus medallones escolares han podido infundir a los argentinos
desde su infancia una indiferencia tan profunda hacia el pasado de su pueblo como el que se advierte
en la enseñanza de la historia nacional”6. Y Aníbal Röttjer agrega en referencia a la Historia Oficial,
que “está escrita ad usum liberalium y con fines de política inmediata; [...] y aunque jamás hubo
gobierno alguno que la aprobó, todos los gobiernos la toleraron, y así se explica que ella llegara a
echar raíces tan profundas que es casi imposible acabar con la misma, a lo menos en lo que tiene de

6 - Félix Luna –Irigoyen – Biblioteca Argentina de Historia y Política – Ed. Hyspamerica

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LA OSCURIDAD DEL FOLKLORE

Paradiso y de Inferno. [...].7 (Por si algún hermano de otro país lee este Ensayo, les digo que lo mismo
les cabe)
¿Cómo podemos esperar entonces que conozcamos sobre qué es el Folklore, el cual se pretende
creer que es considerado únicamente como aquello que hace ruidos con el único fin de festivaleras
fiestas descompuestas, si todavía nos falta conocer algo de su verdadero nacimiento, de su Historia?,
eso es imposible, pero solo baste ver TV;
-¿señor –dice el periodista-, está conforme con el festival?,
-“sí, dice el turista de Lomas de Zamora-, estoy, ¡hic!, mas ¡hic! que bien,… ¡hic! y viva Boca,
somos los bosteros, carajo, yo la espero a la Sole, si estoy despierto, ¡hic!”;
¿eso es cultura?, la que se enseña…., ¡¡así estamos con esa “cultura”!!, y de esto no queda
exenta ninguna clase social.
Tampoco se deben confundir con manifestaciones ocasionalmente popularizadas –no populares
en aquel sentido- como una canción o una danza en boga, los caprichos de la moda, los dichos y
chistes de actualidad. Su vigencia pasajera, su falta de arraigo muestran que el pueblo ha sido
temporariamente un medio fugaz de difusión pero no el artífice concienzudo que selecciona, reelabora
y asimila un bien cualquiera.8 Y lamentablemente estamos perdiendo lo propio creyendo que lo que se
hace es lo cierto, incluso en la educación formal.
Y desde purretes tienen esa maldita costumbre de despreciar lo propio por lo popular cantado en
inglés, francés, incluso en castellano maleducado, ordinario y chabacano, que los mismos críticos lo
aceptan, como eso del llamado “rock argentino” solo porque se canta en castellano, pero se le pone un
bombo y queda una “hermosa chacarera rock Argentina”
No coincido con todas las opiniones de Carlos Vega, aunque acuerdo con él, cuando dice:
“pero es necesario robustecer ese vínculo mediante el acercamiento de los espíritus en su realidad
presente. Los habitantes de nuestra campaña tienen siempre fija la atención en el hacer y el pensar
ciudadanos; conocen las novedades urbanas y las imitan hasta donde pueden. La ciudad, en cambio,
ignora el vivir de nuestros campesinos. La actividad que procura difundir en las ciudades
extranjerizadas el conocimiento de la vida rural, es una de las proyecciones del folklore, precisamente
la proyección política. No se trata de que los habitantes de nuestras ciudades modernas bailen el Gato,
usen chiripá o canten Vidalitas; vista el ciudadano lo que sea, cante y baile en sus fiestas lo que quiera.
Se trata de que conozca y comprenda y sienta esos bienes de la población campesina como propios del
país, como reservas vivas del pasado nacional, como punto de referencia y orientación para las horas
de incertidumbre y desvío”9
Así vemos que en el ciclo primario, cuando los niños se avienen más fácilmente a participar en
eventos festivos, se les enseña que Folklore es, ni más ni menos que hacer giros y revoloteos, o
simples rasgueados de guitarra o golpear atrozmente un bombo, para lucimiento de padres y docentes,
y pocas veces esa pretensión es de los alumnos porque interés no tienen, y quienes son disfrazados
absurdamente cual desfiguración y falta de respeto a nuestros ancestros, creyendo que han encontrado
la panacea del rescate de valores tradicionales que no son ciertos. Y luego en el ciclo secundario, ante
la mera pretensión de hacer algo en este sentido, además de las mismas falencias del conocimiento se
le suman las vergüenzas adolescentes. Y aquí se produce un hecho tragicómico: es muy probable que
los adolescentes del secundario, al menos durante algunos meses, sepan quienes fueron los aborígenes
kapampangans, de las Filipinas, de los melanesios o los hunos (que no es el número anterior al dos,
según cree más de uno de ellos), pero ni idea tienen de quien fue el gaucho y el paisano. Esto es
insólito y demostrable, basta mirar los contenidos curriculares, o preguntarle a cualquier muchacho de
secundaria….. (si es que aprendió algo)……., y no se le ocurra preguntarle al docente (?)…., una
verdadera tontería serán las repuestas. (responsa vera sunt sicut deliramentum verba)

7 - Rosas, prócer argentino - Aníbal Atilio Röttjer – Ed Theoría.


8- Cortazar Raul -Los Fenómenos Folklóricos -La palabra ‘folklore’ y sus acepciones – F.R.Figueroa
9 -Vega, Carlos- La Ciencia Del Folklore Proyecciones Del Folklore" - Inst Nac Musicología 1998

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Stultos affluere (abundan los tontos), “Pero no sólo hay infinitos tontos, sino que los hay de
distintas formas: unas más ligeras; otras, más graves; hay tonterías inocentes; otras que son grave
pecado... A lo largo de toda la obra del Aquinate encontramos toda una tipología de tontos” ("Sed
infinitum non solum indocti, sed usque in variis formis levius; aliud, magis gravi; Innocens non nihil,
alii sunt, per omne peccatum mortale opus Aquinatis... (Thomas) invenitur, dividit totum stultorum)
A este respecto, y vaya como simple ejemplo de ese desconocimiento (por no decir ignorancia
con título universitario), lo que dice Enrique Rapela en Conozcamos lo Nuestro: “El rojo actual del
poncho salteño es el color que corresponde a los Infernales, pero la guarda negra que ahora lleva el
poncho típico salteño representa el luto por la muerte del legendario Güemes. No todos los argentinos
saben esto, pero duele oír a compatriotas que sí saben que el corbatín negro que lucen nuestros
marineros en su uniforme es el luto en homenaje al almirante Nelson, maravilloso personaje de la
historia de Inglaterra, al que no debemos rendir homenajes que se le niegan a hombres de nuestra
patria que tuvieron el valor de oponerse a todo tipo de invasores”10
Que vamos a pedir que conozcan que no solo fueron rojos esos ponchos, sino también celestes,
que Güemes mandó a hacer para su guardia personal. Dice el Cuchi Leguizamon en 1965,
refiriéndose refirió al color del poncho del gaucho salteño en la revista Folklore. “Nuestros
antecedentes históricos denuncian el uso de ponchos rojos y celestes recién en la época de la
organización nacional”.11
Convengamos con total seguridad que la Historia es considerada de escaso provecho educativo-
cultural, por lo tanto ignorar la historia, mucho más es no saber que es el Folklore, porque el Folklore
forma parte de la Historia, entre otras, como ciencia auxiliar, a saber: Antropología Cultural
(Filosófica, Psicoanalítica, Religiosa, Artística, de Género), Teológica, Arqueológica, Lingüística,
Antropológica, Etnográfica, Etnológica, Genealógica, Heráldica, Geográfica) que la mayoría son
ciencias que llevaron a Williams Johns Thoms a unificarlas en una palabra (habrá sido para no escribir
tanto) y que actualmente sólo resultan de un conocimiento para curiosos que disponen de tiempo que
perder, para viejitos del asilo, y no como parte de una necesaria e imprescindible cultura general;
¿Para qué quiere saber Historia mi hijo si él quiere ser informático?-, dicen muchos padres
apoyados por un coro numerosísimo de partidarios de esa idea, incluyendo a muchos docentes
(digo muchos para que no se enojen todos, al que le quepa el sayo que se lo ponga); así es la calidad
de la educación que reciben (algunos le echan la culpa a la falta de pizarrón y bancos, tienen razón
pero no es eso lo que hace falta primero; con banco o sin bancos, la misma instrucción amañada se
recibirá)
Aunque escolarmente algo se menciona de Historia en general (como quien creó la Bandera o
cruzó Los Andes, y las mentiras historiográficas del funesto Sarmiento), o al menos se pretende
enseñar, queda plenamente demostrado que el Folklore no está incluido, y “algo” lo da la maestra de
gimnasia para la “fiesta de fin de año”, lo que si hay algo sin sentido es esto, como si fuera hacer
piruetas en un trampolín o zapatear (aunque con el folklore ahora si se hacen piruetas), sin tener idea,
salvo que la gimnasia es jugar con una pelota en el patio para alegría de los muchachos y aburrimiento
de las nenas. Y si se enseña algo de algún baile, obviamente que no se aprende, porque los alumnos
no tienen interés y porque los docentes no enseñan nada o si lo hacen ignoran que es Folklore, y
porque los docentes creen que es un conocimiento menor, descartable, sólo útil para festejos y
lucimientos que resultan trágicas parodias y se trata a las apuradas 15 días antes de alguna festividad,
¡viva la Patria!, gritan a voz en cuello los alumnos, cuando no tienen idea de lo que es la Patria, y la
“seño” (en mi época era “señorita”, les dice “Patria es donde nacimos” cosa que, explicado así, es una
falacia tremenda rayana con la ignorancia. Pero no se dan cuenta estos docentes, no maestros, que
esta situación resulta mucho más grave de lo que se podrían imaginar si se dieran cuenta que el

10 - Conozcamos lo Nuestro" –E.Rapela -Cielosur Ed SA.- Bs.As. 1977


11 - El Tribuno – Salta – 26 -6-15

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“enseñar” distorsionado totalmente el Folklore presentándolo como un conglomerado de “acciones y


actitudes” que han sido “inventadas” exclusivamente para ser puestas de manifiesto en festividades o
espectáculos públicos, llenos de parafernalias y parodias, lo cual puede resultar de gusto colectivo pero
que no tiene nada de Folklore y de nulo valor educativo, por el contrario, y además, qué quiere que le
diga, es una total falta de respeto al intelecto de quien lo tenga, comenzando de quien enseña. En una
de esas el docente (no maestro) sabe, lo cual lo transforma en una caprichosa visión intelectual “para
no quedar mal”.
Finalizando con este proemio y para comenzar con el tema principal, obviamente dirigido para
aquél que efectivamente le interese seriamente el Folklore, es dable mencionar que es mucha la
literatura existente sobre este tema - tan pública pero tan desconocida-, y podemos convenir que hay
autores de prestigio nacionales, que parece que algunos saben y si lo saben no parece, pero los hay
muchos otros leídos, pero no podemos descartar muchísimos investigadores de otros lares que ya han
escrito con muchísimo mayor rigor científico.
En definitiva, la escuela solo enseña algo que los “papás” observan babosos los absurdos
actuados por sus hijos, para ver quien está mejor vestido, cosa que es más absurda, y que, aunque no
se crea resulta de una manipulación mental que, como público, van a seudo festivales en los cuales se
abarrotan de comer choripán y tomarse unos “pingüinos”, creyendo los “turisteadores” era lo que
comían los indios pehuenches. Y encima, lo discuten como buenos argentinos “ahijuna”.

ORIGEN DE LA CIENCIA DEL FOLKLORE

Caramba con el viejo,


qué tieso mea,
que la pared de enfrente
la «abujerea».
Para qué quiere el cura
lo que le cuelga,
que se lo eche a los gatos
que se entretengan.
(Del viejo romancero del folklore español – S. XVI)

Johann Gottfried von Herder12 se dedica por primera vez a registrar y preservar el folklore para
documentar el auténtico espíritu, tradición e identidad del pueblo germano, creyendo que tal acción
pueda ser uno de los principios del romanticismo. Para Herder, “las clases campesinas son al mismo
tiempo depositarias, vehículo y guardianes del «genio popular», que se modeló mediante el contacto
de los hombres con la tierra y el clima y se transmitió de generación en generación, tanto oralmente
como en las epopeyas, cuentos y leyendas. En una visión universalista, Herder sostuvo que cada

12 - Rosental M. y P. Iudin. Diccionario Filosófico. Ed.Universo, Argentina, 1973, Johann Gottfried von Herder
(1744–1803) entre sus primeras obras se encuentran los Fragmentos acerca de la literatura alemana moderna
(1766-1767). Los ensayos sobre el estilo y el arte alemán (1773), escrito en colaboración con Goethe, eran una
apología a la poesía de Shakespeare y Homero y desarrollar la concebida por Herder del Volksgeist, autor de
una versión del Cantar de Mío Cid. En 1776, en Weimar, realiza su obrs “Ideas para una filosofía de la historia
de la humanidad” (1784-1791).

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pueblo posee su “genio” único y singular, que aparece como fundamento por excelencia del
renacimiento cultural que debía permitir reunificar a los pueblos germánicos”. Así nace el "hecho
folklórico" representado en la proyección como “genuino auténtico", es decir, fiel espejo de la cultura
en que se nutre y conserva y conforme lo ejecuta la comunidad imitada, pero se podrá ver que se trata
de un universo exclusivamente germano, ni siquiera anglo.
Uno de los incentivos de Herder para investigar y llegar a estas conclusiones, fueron los
hermanos Grimm13, quienes fueron pioneros de la enorme empresa de recopilar cuentos folklóricos
orales alemanes, para recuperar el carácter auténtico de una cultura nacional destruida por las élites
europeizantes y agravadas hasta el día de hoy. Así, en 1812 publicaron la primera serie de cuentos
tradicionales como Kinder- und Hausmärchen (‘Historias infantiles y familiares’).
Rápidamente, la iniciativa de los hermanos Grimm fue imitada en toda Europa (del Este y el
Oeste) y en los países escandinavos. A partir del siglo XIX emprenden la labor de hacer conocer –
educar- al pueblo de su propio folklore, que aparece amenazado de desaparición bajo los efectos de la
modernidad y la urbanización. Las campañas de difusión del folklore toman la forma de verdadera
propaganda nacionalista, procurando esencialmente hacer resaltar la originalidad y singularidad propia
del folklore de cada pueblo, permitiendo distinguirlo de los vecinos y vincularlo a los que, en el
contexto de instauración de las identidades nacionales, se designa como sus antepasados.
En primera instancia el folklore a falta de medios para su traslación, es netamente perteneciente
a la tradición oral. Hacia la mitad del siglo XVII se amplía su ámbito, comenzando los recopiladores a
interesarse también por distintas producciones que emanan de las culturas populares (creencias,
medicina tradicional, trajes, artes, técnicas, etcétera), lo cual quiere decir que lo inventado por Thoms
todavía no había sido incorporado como una “necesidad” para unificar las ciencias que ocupaban estas
recopilaciones.
Pero, casualmente por su condición de estudios del pasado, el Folklore se vio muy influenciado
por las ideas de sus ciclos, y no fue hasta el siglo XIX cuando los incipientes etnógrafos empezaron a
intentar registrar el folklore sin manifestar metas políticas, pero que sin embargo llevaba
necesariamente al nacionalismo, que significa dar más importancia a la unidad por medio de la
formación cultural de la patria, el lugar en donde descansan nuestros ancestros , incluyendo la lengua y
el patrimonio, y lo que algunos autores “pretenden” diferenciarlo con el patriotismo, haciendo
referencia al amor por una nación, con más énfasis en los valores y las creencias, como si todo no
perteneciera al mismo conjunto de amor por lo de uno, lo que no significa descartar el arte universal
porque no pertenece a “la” nación, pero nuestra cultura comienza en nuestra patria con el Folklore
(nuestra oscura iniciación cultural)
Ya dijimos, que Williams John Thoms fue un “buscador” de SUS antepasados y costumbres de
los mismos, desde un punto de vista estrictamente nacionalista, como una genealogía familiar que
sacara sus predecesores de su propia nación. No buscaba otra cosa como auxilio para ello, que
inventar esa palabra, que se hiciera famosa posteriormente (bien aprovechada por otros sabios de la
época), como se puede interpretar en su célebre carta a la Royal Society, e investigada en Real Estate
Cultural Centre Barbican London 1976)

13 -Los Hermanos Grimm 1785, 1859, Berlín. Fueron dos hermanos alemanes célebres por sus cuentos para
niños y también por su Diccionario alemán, las Leyendas alemanas, la Gramática alemana, la Mitología
alemana y los Cuentos de la infancia y del hogar (1812-1815), lo que les ha valido ser reconocidos como
fundadores de la filología alemana.1 La ley de Grimm (1822) recibe su nombre de Jacob Grimm. Entre sus
primeras publicaciones figuran Edda, epopeya finlandesa del siglo XIII y diversos textos poéticos traducidos del
alto alemán. La labor de los hermanos Grimm no se limitó a recopilar historias, sino que se extendió también a la
docencia y la investigación lingüística, especialmente de la gramática comparada y la lingüística histórica. Sus
estudios de la lengua alemana son piezas importantes del posterior desarrollo del estudio lingüístico, («La
verdadera historia de los hermanos Grimm». Deutsche Welle 06.10.2005)

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Texto de la carta de Williams John Thoms (Ambrose Merton) a la Revista Æthenacum en


14
1846
“Sus páginas me han dado tantas muestras del interés que usted tiene hacia lo que en
Inglaterra llamamos antigüedades populares o Literatura Popular (aunque de paso diremos
que es más lore que literatura, y podría llamarse más correctamente mediante el compuesto
sajón folk-lore: the lore of the people), que guardo la esperanza de reclutar su ayuda para
recoger las pocas espigas que quedan esparcidas sobre el campo en que nuestros predecesores
alzaron buena cosecha.
Todos cuanto han hecho de los usos, costumbres, prácticas, supersticiones, coplas y
proverbios antiguos el objeto de sus estudios, tienen que llegar a dos conclusiones: la primera es
de asombro ante todo lo curioso o interesante de esta materia que se ha perdido por completo; la
segunda es que mucho de ello puede salvarse aún, mediante dedicación oportuna. Lo que Home
trató de hacer en su Ebert-Day Book, el periódico Athenaeum, por su mayor circulación, puede
llevarlo a cabo diez veces más efectivamente, reuniendo el inmenso número de hechos pequeños,
referentes al tema que he mencionado, que están diseminados en la memoria de millones de
lectores, y conservándolas en sus páginas hasta que aparezca otro James Grimm que preste a la
mitología de las Islas Británicas los buenos servicios que este profundo filólogo y estudioso de la
antigüedad ha llevado a cabo para la mitología de Alemania. El presente siglo no ha producido
quizás un libro más notable, aunque algo imperfecto como su propio autor confiesa, que la
segunda edición de la Deutsche Mitología; pero ¿qué es esta última? Un conjunto de hechos
pequeños, mucho de los cuales, cuando se los considera separadamente -aunque insignificantes
con respecto al sistema en que le pensamiento del autor los ha conectado-, adquieren un valor
que quien los registró por primera vez jamás soñó poder atribuirles.
¡Cuántos de estos hechos evocan su palabras, tanto en el norte como en el sur, de John
o'Groat's a Land's End! ¡Y cuantos lectores desearían demostrar su gratitud por las novelas que
usted les comunica semanalmente proporcionando datos antiguos, recopilaciones de costumbres
fuera de uso, de leyendas que mueren, de tradiciones locales o de coplas fragmentarias!
Todas estas informaciones no han de ser útiles exclusivamente al anticuario inglés. La
relación entre el folklore de Inglaterra (no olvide que yo reclamo haber introducido el término
folk-lore, como yo Disraeli ha creado el de Father-Land para la literatura de su país) y el de
Alemania que es tan íntima, que dichas informaciones servirán probablemente para enriquecer
futuras ediciones de la Mitología de Grimm.
Permítame mencionarle un ejemplo a este respecto. En uno de los capítulos de su libro,
Grimm trata extensamente del papel que el cuco desempeña en la mitología popular y del
carácter de profético que la voz del pueblo le ha atribuido; y al mismo tiempo proporciona
ejemplos de la costumbre de ver predicciones el número de veces que su canto se escucha. Allí
también se registra un idea corriente: "que el cuco nunca canta hasta que ha comido tres veces
su acopio de cerezas". Ahora bien, últimamente me he informa de una costumbre observada
entre los niños de Yorkshire, la que explica el hecho de un relación entre el cuco y la cereza,
incluso en sus atributos proféticos. Un amigo me ha informado que los niños de Yorkshire

14 -William John Thoms nació en Westminster (Inglaterra) el 16 nov 1803. Se interesó por los estudios de la
antigüedad y fue miembro de la Sociedad de los Anticuarios, y como secretario de la Sociedad de Camden,
publicó obras sobre la materia. En 1849 fundó la revista Notes and Queries. En 1834 dio a luz a Lais and
Legends of France, Spain, Tartary and Ireland, así como Lais and legends of Germany. Murió en 1885

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antiguamente (y quizás todavía hoy) acostumbraban a cantar alrededor de un cerezo mediante


la siguiente invocación:
cuco, cerezo;
baja y dime
cuántos años he de vivir...
Entonces cada niño sacudía el árbol y el número de cerezas caídas significaba los años de
la vida futura.
El cuento que acabo de citar confieso que es muy conocido. Pero esta manera de utilizarlo
no ha sido registrada por Home, Brande o Ellis, y constituye uno de esos hechos insignificantes
en sí mismos, que llegan a ser de importancia cuando se convierten en eslabones de una gran
cadena: hechos que una simple palabra publicada en el Athenaeum recogerá con abundancia
para el uso de los futuros investigadores de esta rama interesante de las antigüedades literarias,
nuestro folklore.
Ambrose Merton
P.D. Es justo que le exprese que he meditado cuidadosamente una obra acerca de nuestro
folk-lore (bajo el título, advierta a los señores A, B y C, de modo que no traten de
anticipárseme); estoy interesado personalmente en el éxito del experimento que en esta carta,
aunque imperfectamente, le encarezco llevar a cabo.

Durante hasta finales del Siglo XIX, la Historia y la Antropología se encontraban


defectuosamente determinadas sobre usos y costumbres populares, y eran varios los estudiosos, en
especial europeos, que consideraban ineludible lograr una disciplina que permitiera catalogar y
estudiar todas esas manifestaciones culturales que precedieron, que hacían a las idiosincrasias
culturales y costumbristas de los diversos pueblos y naciones.
Pero no dejaba de observarse que los recurrentes descubrimientos sobre los estilos y tradiciones
populares no tenían una denominación que las aglutinara en una sola erudición, sino más bien se
encontraban esparcidas en varias disciplinas científicas.
Especialmente las investigaciones en el campo histórico-antropológico hacían necesario un
estudio particular que cubriese el campo de la cultura, que unificara y reflejara particularmente todo
lo referido al campo sociológico,15 los modos de vida, usos y costumbres, la música y los bailes, las
manufacturas y orfebrería, literatura y arte que caracterizaba a los pueblos especialmente de aquellos
que habían participado en las culturas actuales, y que se mantenían en la oscuridad necesitándose para
ello una ciencia que ayudáse a descubrirlos, lo que no se ha conseguido aún.
Pero así como Thoms presentó su novedosa palabra, no era aceptada de buen término en
especial por otras naciones o pueblos, teniendo en cuenta que formalmente se utilizaba para la
identificación o equivalente de Folklore, como «demosofía» en griego (de δημος, transliterado como
demos, «pueblo», y σοφία, sophía, «sabiduría»).(Ratio autem formalis terminus usus est equivalent ad
idem, quod dicitur Graece "demosofía» transliterated demos quod "populus", et hoc scriptum est:
"sapientia") Ya en el siglo V aC, Heródoto se dedicó a realizar completas descripciones de las
costumbres y los rituales de diversos pueblos. Ibn Jaldún (1332-1406), por su parte, fue quien
proclamó la noción de Ilm el Iytima (la ciencia de la sociedad o de lo social). O sea, si nos fijamos, la
identificación de la palabra Folklore, se puede decir que su interpretación ya existía con otras

15 -La sociología es la ciencia social que estudia los fenómenos colectivos producidos por la actividad social de
los seres humanos, dentro del contexto histórico-cultural en el que se encuentran inmersos. Podría decirse que la
sociología existe desde mucho tiempo antes que se desarrollará como ciencia o que se delimitará su objeto de
estudio

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denominaciones no anglosajonas, y de muchos siglos antes, lo que da por el suelo de que Folklore
tiene la definición que dice tener, sino es la conjunción facilista de una serie de estudios pre Thoms.
Williams John Thoms, hombre inquieto por saber más sobre costumbres de sus ancestros,
reconoce la ausencia de una palabra aglutinadora de varias ciencias que involucraban sus
investigaciones (obviamente, desconociendo la “demosofía”), lo que por una cuestión de brevedad y
comodidad se propone a “inventar” una palabra que lo hiciera y da como resultado su famosa
propuesta de la palabra Folklore para estudiar lo que objetivamente le interesaba a él: su ascendencia,
por un lado, y para remplazar la expresión popular del inglés antiguo que no definía mucho “popular
antiquies”; pero nunca sospechó que esa palabra -Folklore”-, iba a tener semejante generalización y
menos como ciencia o ciencia auxiliar.
Sin embargo aquí encontramos la primera deficiencia en esta cuestión: si bien la palabra es
aceptada, no está del todo asegurada por los científicos de que realmente tenga el origen primigenio y
significativo que se le atribuye. Aunque inseguro porque su creación sea la adecuada para reconocer
su sola afición por la literatura antigua, Thoms insiste y se apoya en su idea unificadora para crear su
inmortal palabra, en la novelística y mitología de Shakespeare, Grimm, Andersen, Moscherosch,
Stilling y otros. Al margen: ¿Entonces, como se puede aggiornar esta ciencia que es más mitológica
que existencial?...., ¿cómo lo pueden explicar aquellos que piden “actualizar” el Folklore?”, si hasta la
palabra está en duda. Por ejemplo, la definición más ampliamente aceptada por los investigadores
actuales de la especialidad es «la comunicación artística en grupos pequeños», propuesta por el
investigador William R. Coe de la Universidad de Pensylvania de Brandon16
Haciendo algunas investigaciones, nos hemos encontrado con que esta palabra “Folklore”
deriva de una “pretendida” conjunción de palabras anglo-sajonas, y que ha quedado inmortalizada
por simple costumbre, pero hay que decir que no es muy seguro que así sea, porque su origen en
realidad proviene del inglés antiguo, lengua llamada ænglisc y hablada desde los años 400 al 1300
aproximadamente, con la participación de una gran influencia de lenguas: vikinga, celta y proto-
germánica, y que desaparece a fines del Siglo XIV. Como anticuario, Thoms debía tener
conocimientos de “buena parte de literatura existente al respecto de siglos anteriores, y que sus
traducciones querían decir lo mismo. Pero paradojalmente, con otro nombre seguramente, el estudio
del Folklore como ciencia formal del folklore comenzó hacia fines del siglo XVII. “Entre los primeros
libros que trataron este tema se encuentran Traité des superstitions (Tratado de las supersticiones,
1679), obra del francés Jean Baptiste Thiers, y Miscellanies (Misceláneas, 1696), del inglés John
Aubrey sobre las creencias y costumbres populares relativas a augurios, sueños, premoniciones y
fantasmas. Estas literaturas fueron producida por sacerdotes como el Traité de Superstitions de Jean -
Baptiste Thiers (1679), Antiquitales Bulgares, or the Antiquities of Common People escrito por el
clérigo Henry Bourne en 1725, Histoire Critique des Practiques Superstitieuses Qui Ont Sé duit Le
Peuple et Embarassé les Savants del padre Le Brun (1702). Y todavía en el siglo XVIII el libro de
John Brand Observations on Popular Antiquities, obra que fue tomada como punto de referencia por
los folcloristas ingleses”17
Augusto Raúl Cortazar, en Esquema Del Folklore, dice: “En el Siglo XIX, al conjuro de la
ideología romántica, un verdadero torrente bibliográfico señala la culminación del gusto colectivo
hacia lo popular y tradicional. Se creó un clima impregnado de interés y de simpatía hacia lo rústico y
espontáneo, lo legendario y lo anónimo, reaccionando así contra los excesos del río intelectualismo de
la era iluminista y neoclásica. Esta atmósfera propicia preparó el advenimiento del folklore. No de los
fenónemos, desde luego tan antiguos como la sociedad, sino de la recolección y estudio sistemáticos y
metódicos de esos fenómenos. Es decir, un primer esbozo de lo que sería la ciencia del folklore.
William John Thoms (1803-1855) fue el intérprete de tal inquietud. Con la palabra que él creó (folk-

16 - William R. Coe Tikal: Un Manual de los Antiguos Mayas Ruinas 1967 por Univ Museo Pubns
17 - Natalie Davis, Society and Culture in Early Modern France, Stanford, Stanford Univ Press, 1965

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lore), se concreta una aspiración que muchos sentían, más o menos difusamente. Por cierto que la
palabra no es la ciencia; pero el término encierra un concepto, un propósito, un programa que el
mismo Thoms expuso en recordada carta”.
A este idioma, origen del inglés actual, también se le agregaron terminologías e influencias
múltiples del latín, germano, sajón, frisón, noruego y danés, lo que de hecho al no ser Thoms muy
erudito en el tema, las tomó vaya a saber de qué vademécum antiguo, que le permitió componer la
unión de dos palabras que le parecieron adecuadas -anglicándolas-, de donde surge una palabra que él
cree de “unión”, inexistente hasta entonces y que posteriormente investigadores advirtieron que su
uso o adaptación sería de importancia científica. O sea que, de anglosajón debe tener muy poco.
Estudiosos lingüistas aducen que proviene directamente del inglés antiguo, muy influido por los
idiomas mencionados, y de él aparece una conjunción idiomática; “volk” (formada por derivación del
vocablo germánico-danés prehistórico “folkam”: pueblo, gente; y la forma verbal del inglés arcaico
“lore”: aprender, erudición), lo que resultaba “folkam-lore” definiendo “lo que el pueblo sabía
(adjudicado posteriormente a la palabra Folklore), palabra que sí derivaba del anglosajón pero que su
conjunción ya había desaparecido prácticamente mucho atrás y sumergido en el inglés actual. Y la
palabra “lore” (aprender, erudición), tiene raíz “pela” (llano, extender), y del eslavo “no-ne” (polie =
campo), pretendiendo definir “lo que el pueblo sabía”. Pero en definitiva, la palabra “lore” deriva de
un germánico “laizo” del Siglo VI aproximadamente asociado a la palabra “leisz” (campo, huella,
surco). Ergo: cada vez nos encontramos con que “folklore”, cada vez tiene menos de anglosajón. Este
resumen del origen de la palabra de auxilio científico, nos muestra que ya hacía mucho tiempo atrás
que existía, y antropólogos del siglo XX hacen estos descubrimientos. Por supuesto, no anula la
calidad lingüística universal de la palabra Folklore y adoptada fue, pero con condiciones que veremos
más adelante, y que no se respetan.
Su adjudicación definitivamente es asumida, pero debemos concluir que no está claro su aludido
origen anglosajón, y como ciencia es denominada de diferentes formas por unos años más. La Prof.
Nilda S.C. Castellón† en la página web FolkloreTradiciones, aduce que no todas las naciones aceptan
de buen grado la palabra, como caso cita que en España se propone: Demotegnografia (Técnica de la
descripción del pueblo), Demopsicologia (Psicología del pueblo), Demobiografia (biografía del
pueblo), Demosofia (Sabiduría del pueblo ), Demopedia ( Instrucción o enseñanza del pueblo). En
Italia se sugiere Popolino. En Alemania: Volkskunde (volks = colectividad / kunde = conocimiento).
Volkslehere (volks = colectividad lehere = saber) En Portugal: Demotica (Estado del pueblo) En
Argentina Ismael Moya propuso Trademologia (Ciencia de las tradiciones populares). También hay
investigadores que aducen que su origen puede provenir del germano Volkswissen (wissen= saber) o
volkskunde o volkslieder.
Fue sencillo para Thoms, posiblemente, “inventar” una palabra, pero si hacemos traslaciones,
deja mucho que pensar en sus traducciones y sentidos, por ejemplo como eso de “que da lo mismo”,
como pretenden algunos modificar la “k” germana, por la “c” castellana. Y no es difícil darse cuenta
que es irrazonable; es tanto como escribir y pronunciar “saquespeare” en vez de “Shakespeare”. No
tiene razón alguna.
Serios investigadores como Juan José Prat Ferrer de la Universidad SEK, asiente que “en
cuanto a la bisemia de la palabra Folklore, algunos investigadores intentaron separar los dos conceptos
(material de estudio y disciplina) de una manera u otra; unos los diferenciaron por medio de la
mayúscula (el nombre propio serviría para designar la disciplina, y el común para el material de
estudio); los anglosajones tendieron a usar la expresión Folklore Studies para la disciplina”, lo cual
la confusión es mayor aún que nos lleva a pensar que solo podría ser una interpretación personal o
un “invento” la conjunción de palabras como nos enseñaron. ¡Con lo fácil que resulta respetar tal
como fue creada!
Por lo tanto, en esta especie de partida de bautismo del folklore hallamos el germen de una
doble acepción con que la palabra ha cargado hasta hoy, originando no pocas confusiones: 1º) El saber

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del pueblo, 2º) lo que se sabe acerca del pueblo, mediante la investigación sistemática. En la
terminología actual, decimos que en el primer caso la palabra se refiere a los fenómenos folklóricos y
en el segundo a la ciencia que los estudia18 Pero conste que no es segura la pretensión originaria, si “es
el saber del Pueblo” o “lo que sabe del pueblo”. (Sed non est certus negantis originali debetur, si
'cognitio populus "vel" quae scitis proferatis in populum)
Lo expuesto ya nos presenta una gran duda con respecto del origen de la palabra propuesta por
Thoms, y da mucho tema para estudiar, principalmente los orígenes lingüísticos e investigar más, de
hecho no deberíamos dar por aceptado solo lo que nos han enseñado quienes no han llegado hasta aquí
en sus estudios y hasta no estar seguros a través de la investigación. Lo grave es “tomar” lo que nos
dicen y con eso “conformarnos”. El supuesto “academicismo folklórico” no deja de ser un
entretenimiento carnavalesco.
El estudio sistemático del Folklore (se presume) data de la segunda mitad del Siglo pasado -
(XIX)-, después de que Thoms propusiera la denominación. En 1878 se fundó en Londres la Folk-lore
Society, siendo el grupo inicial que dio vida a la sociedad los científicos, George Lawrence
Gomme, Andrew Lang y Edward Burnett Taylor, que tenía por objeto la “conservación y publicación
de las tradiciones populares, baladas legendarias, proverbios locales, dichos vulgares, supersticiones y
antiguas costumbres y demás materiales concernientes a esto”. Ese mismo año los científicos de la
Folk-Lore Society of London, concluyen y catalogan al Folklore como una ciencia y en 1887, el
investigador de origen inglés, David Hume19, perteneciente a esa sociedad le da identificación y le
incrementa su importancia, precisándolo como la: "Ciencia que se ocupa de la supervivencia de las
creencias y de las costumbres arcaicas en los tiempos modernos”. Igualmente, el sabio etnólogo Pierre
Saintyves20 en su Manuel du Folclorique, la reconoce como la “ciencia que estudia la tradición en los
pueblos”, e insiste la idea en que la etnografía debe estudiar toda la cultura material e intelectual,
social, limitada a la primitiva es decir, las sociedades ignoradas”
A la nueva sociedad contribuyeron eruditos de todos los países y, en ese proficuo año, se fundó
la publicación anual Folklore Record, que en 1883 fue sustituida por la trimestral Folklore Journal
(ver pag siguiente), y también Francia edita una publicación especializada en folklore “Melusine”
(Melusina en francés: [melyzin] ' Zeen may Loo, o Melusina es una figura del Folklore Europeo, una
femenina espíritu de las aguas continentales en los manantiales sagrados y ríos). George Lawrence
Gomme en su trabajo Hand-Book of Folk-Lore, propuso, con la aquiescencia de los demás miembros
de la Sociedad, dividir el estudio en cuatro capítulos básicos:
1. Narraciones tradicionales (cuentos populares, relatos de héroes, baladas y canciones, leyendas
locales.
2. Costumbres tradicionales (costumbres locales, fiestas periódicas, ceremonias rituales, juegos.
3. Supersticiones y creencias (brujería, astrología, prácticas hechiceras.
4. Lenguaje popular (dichos populares, nomenclatura popular, proverbios, retintines y
adivinanzas;
Aceptada con pequeñas modificaciones, la ciencia del Folklore quedó así constituida, y en 1889
se celebró en París el Primer Congreso Internacional de Tradiciones Populares. A pesar de ello
para designar el campo de las investigaciones todavía se seguían empleando las voces de literatura
popular, tradiciones populares como Volkskunde y en 1891 se organizó en Londres el ya llamado
oficialmente Segundo Congreso Internacional De Folklore, que sentó las bases definitivas de la
nueva ciencia. Desde su fundación se sucedieron diversas publicaciones metodológicas y

18 - Cortazar Raul - Los Fenomenos Folkloricos - La palabra ‘folklore’ y sus acepciones


19 -Hume, D. -1777. An Enquiry concerning Human Understanding. Nidditch, Clarendon Press, Oxford. 1975
20 - Émile Nourry, nació en Autun (Saône-et-Loire) el 6 diciembre 1870, fallecido en París 1935 fue un librero,
editor y folklorista francés precursor de esos estudios en Francia. Bajo el seudónimo de Pierre Saintyves publicó
muchos libros. Fue presidente de la Sociedad del Folklore francés y de la Revista de folklore francés y la revista
de antropología y prof Escuela de Antropología de París.

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epistemológicas así como múltiples discusiones teóricas encaminadas a la definición de límites de la


propia disciplina, de sus conceptos y su terminología. Su técnica la expuso en 1887 la Folklore
Society. Así es que, con las aprobaciones científicas dadas, Carlota Sofía Burne, presidenta de la
Sociedad21, revisó y amplió un libro doctrinal para ampliar el Folklore al nivel de ciencia, hasta que
en 1892, George Gomme publicó Etnología y Folklore y en 1908, El Folklore como ciencia Histórica.
De resultas que, como sea, la famosa palabra condensa una definición de todo aquello que a
través de los tiempos involucrase a la cultura de los pueblos y sus rasgos distintivos, particularidades
pasadas.
Es así como Thoms propone la palabra a la Real Society quien la introduce en la publicación
científica The Athenæum el 22 de Agosto de 1846 Nº 98622, y es aceptada por gran parte de la
comunidad científica la cual encuentra la denominación que le era necesaria para sus estudios, pero no
de todos los investigadores, quienes proponen algunas modificaciones y otros directamente no la
aceptan, como el caso de Hume o Taylor, que insistían en palabras similares de interpretación y que
podían ser utilizadas como Folkam-lore y Volkskunde, que al decir del experto Ralph S. Boggs de la
Miami University quien aclara en base a sus investigaciones, que “no es el Folklore que nace allí,
puesto que ya existía desde hace mucho tiempo, si no es el uso de la palabra o término para esos
tipos de conocimientos que van de generación en generación y que se evidencia de herencia familiar”23
Y es eso lo que querían significar Hume y Taylor. Muchas discusiones de orden científico se pusieron
sobre el tapete, y para no abundar, solo en España triunfó la voz Folklore tanto en las agrupaciones
catalanas de 1876 como en el Folklore Riojano, de 1884, el Folklore Andaluz, y Folklore Castellano,
de 1883”24, que nos llegó a nosotros, mucho antes del “llamado 1er Congreso de 1960”.

CIENCIAS FUNDAMENTALES PARA EL ESTUDIO DEL FOLKLORE

Historia
Es la ciencia que tiene como objeto de estudio el pasado de la humanidad y como método el
propio de las ciencias sociales. (Est genus hominum scientia sua praeterita, ad hoc studia scientiarum
socialium) Se denomina también "historia" al periodo histórico que transcurre desde la aparición de la
escritura hasta la actualidad. Más allá de las acepciones propias de la ciencia histórica, "historia", en el
lenguaje usual, es la narración de cualquier suceso, incluso de sucesos imaginarios y de mentiras; sea
su propósito el engaño, el placer estético o cualquier otro (ficción histórica). Por el contrario, el
propósito de la ciencia histórica es averiguar los hechos y procesos que ocurrieron y se desarrollaron
en el pasado e interpretarlos ateniéndose a criterios de objetividad; aunque la posibilidad de
cumplimiento de tales propósitos y el grado en que sean posibles son en sí mismos objetos de debate.
(licet possit tale obsequium se obiicit sunt possibilia secundum gradum quo causa agitur)25
A través de los tiempos, por su historia, el ser humano ha desarrollado su existencia en base al
conocimiento empírico de la naturaleza y de sí mismo. Ha resuelto su vida con la experiencia propia y
el ejemplo de otros. El folklore es una creación originaria de un grupo humano y fundada en la cultura
tradicional expresada ya sea por éstos grupos o individuos reconocidos, como respondiendo a las

21- Charlotte Sophia Burne ( Shropshire , 1850-1923) fue un autor y editor Inglés, y la primera mujer en
convertirse en presidente de la Sociedad de Folklore
22 - Augusto Raúl Cortazar - Esquema Del Folklore
23-Ralph S.Boggs-Latin American Folklore awaits conquistadores.(Univ Miami).1939.
24-Criville I Bargallo, La Musica Española: El Folklore Musical, Alianza ed 2004
25 -Chester Starr (1965) Historia del Mundo Antiguo. Edición española de 1974, Madrid: Akal

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aspiraciones de la comunidad, en cuanto éstas constituyen una manifestación de su identificación


cultural y social.

No deriva de la naturaleza intrínseca de los


bienes o fenómenos. Nada es folklore por
predestinación de su esencia, sino que se
convierte en folklore debido a una peculiar
asimilación cultural, a una típica actitud
colectiva frente a estos hechos o fenómenos
culturales que la comunidad sigue utilizando
para un fin específico. En consecuencia el
folklore debe ser concebido como un proceso,
no como un hecho estático e inmutable. Nada
es folklórico por el sólo hecho de existir, por
una mera especulación histórica, sino que
llega a serlo si se cumplen las etapas y
condiciones de la trayectoria, que han de
determinar su utilidad en la vida de los
individuos especialmente en una comunidad.
El criterio histórico que no debe faltar
para apreciar lo folklórico es el de la
relatividad y especialmente:
1. espacial o geográfica (cambios por
localización en regiones distintas;
2. temporal (cambios a través de épocas
y períodos históricos: de ahí la
distinción de folklore en estado
naciente, folklore vigente, folklore
histórico);
3. cultural (traspasos de un estrato social a otro, cambios de función, etc; por ejemplo, fenómeno
folklórico que se transforma en proyección, "proyecciones" que dan origen a nuevos
fenómenos folklóricos, transculturaciones procedentes de niveles superiores e inferiores, etc.).
Lo fundamental y característico de la cultura "folk" es que gran parte de los elementos que la
constituyen proceden de civilizaciones y culturas pretéritas, asentadas en centros urbanos y radiantes,
por lo común alejados en la actualidad de esa realidad, pero que persisten por diversos motivos entre
los que podemos claramente señalar “su función” que determina el uso de ese fenómeno en la
comunidad.
Cada generación tiene la obligación, cuando no necesidad, de escribir su historia. Todo
historiador, cronista de un presente que se agota a cada segundo, debe contar para narrarla con un
aparato metodológico y una línea teórica que responda, de manera sistemática, a las preguntas que los
hombres de una época lanzan sobre las posibilidades que en el pasado se dieron, y entre las que
eligieron sus antepasados. La ciencia histórica, disciplina singular y “arte” tradicional, enseña así, con
pretensiones didácticas, el camino elegido por la humanidad en su evolución cultural, a nivel local o
global; descubre los límites y oportunidades que el “tiempo”, categoría esencial en la Historia, ha dado
a la libertad de los hombres.26 Ya el historiador romano Polibio [c.202-c-120. C.] recordaba que “no
hay profesión más útil para la instrucción del hombre que el conocimiento de las cosas pretéritas”.
Esta “instrucción” se concreta, científicamente, en el conocimiento y exposición de los “hechos

26 - Hegel G. W. F., Geschichte der Philosophie. Berlín, 1840

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históricos” como el conjunto de ideas, creencias y valores que dieron sentido a la existencia de un
pueblo, de una época, de un individuo, en un tiempo concreto y en un espacio determinado. Pero la
ciencia histórica no se ocupa de todos los hechos del pasado, bien representados por un personaje
carismático, bien presentes en toda una colectividad definida27.
Por ello, podemos señalar los cuatro grandes campos temáticos donde se ha desarrollado la
ciencia histórica; campos genéricos, que en muchas investigaciones aparecen interrelacionados, y que
cuentan con el apoyo del instrumental de las ciencias auxiliares específicas para la Historia:28
a) La política: estudio de las instituciones y conflictos en periodos determinados, bien explicadas
sincrónicamente o bien analizados de manera diacrónica, contando con las instrucciones
teóricas de la Ciencia política, de la Geografía política o del Derecho político.
b) La cultura: análisis de las ideas y creencias de los pueblos, en especial el arte, del papel de la
religión, de las ideologías y las mitologías culturales, con la ayuda de la antropología, la
filología, la filosofía o la misma teología.
c) La Economía: investigación sobre las condiciones materiales de la existencia humana,
entendidas bien cuantitativa bien cualitativamente, con el recurso a la Economía política, la
Demografía, o la Cliometría.
d) La Sociedad: estudio de las estructuras, movimientos y relaciones de las diversas
organizaciones sociales, a través de la sociología, de la pedagogía o de la Política Social.
Primitivo Sánchez Delgado29 aduce en su obra, que “En cuanto al valor que la historia pueda
tener, ya desde los que consideramos como primeros historiadores se pone de manifiesto su interés por
escribir una historia útil. Heródoto se limita a afirmar que su interés es evitar que las hazañas de los
hombres caigan en el olvido. [..] La publicación que Heródoto de Halicarnaso va a presentar de su
historia, se dirige principalmente a que no llegue a desvanecerse con el tiempo la memoria de [os
hechos públicos de los hombres, ni menos a oscurecer las grandes y maravillosas hazañas, así de [os
griegos como de los bárbaros. Tucídides va más allá y afirma que pretende escribir una historia
provechosa, que dure para siempre y que sea útil para juzgar cosas que sucedan en el futuro, sabiendo
la verdad sobre las cosas pasadas. Cicerón la llama magistra vitae. Polibio y Plutarco pretendían sobre
todo enseñar cuando escribían sus historias. Según Polibio el saber histórico prepara para el gobierno
de los Estados”.
Por eso resulta una fuente de ignorancia negar la historia por modernismos, y argüir a gusto que
lo de antes estaba mal o bien, de acuerdo a conveniencias personales o a simple ignorancia, lo que
por lo general eran de una fuente más generosa que la de ahora, en donde prácticamente no existen. A
la historia se le ha atribuido una función de enseñanza a través de los ejemplos positivos que ofrece y
que conviene imitar, y es por eso que no conviene buscar en el tiempo lo ocurrido. Cicerón la llama
como magistra vitae.
Antropología (del griego ἄνθρωπος anthropos, «hombre (humano)», y λόγος, logos,
«conocimiento») es la ciencia que estudia al ser humano de una forma integral. Para abarcar la materia
de su estudio, la antropología recurre a herramientas y conocimientos producidos por las ciencias
sociales y las ciencias naturales. La aspiración de la disciplina antropológica es producir conocimiento
sobre el ser humano en diversas esferas, intentando abarcar tanto las estructuras sociales de la
actualidad, la evolución biológica de nuestra especie, el desarrollo y los modos de vida de pueblos que
han desaparecido y la diversidad de expresiones culturales y lingüísticas que caracterizan a la
humanidad30

27 -Polibio de Megalópolis, Historia universal durante la república romana. Barcelona, Orbis, 1986
28 - Reinhart Koselleck y Hans-Georg Gadamer, Historia y hermenéutica. Barcelona, Paidós, 1977
29 - Sánchez Delgado P -El valor de la historia y los valores en la enseñanza de la historia -Centro Profesores de
Leganés (Madrid)
30 -Linton, Ralph (1972): El estudio del hombre. Fondo de Cultura Económica, México.

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Consideremos que se trata del estudio que hagamos de la humana especie en todas sus
manifestaciones, lo que lo considera, se puede decir, hasta apasionante. No debemos olvidar que el
hombre ha sido y es el protagonista de la historia. De allí que no podamos dejar de tratar de conocer
sus logros y su evolución.
Son multiples las especialidades en que se distribuye, pero citando algunas importantes para
este trabajo, tenemos la Antropología social o cultural (Etnología) que se dedica al estudio de los
diversos estratos sociales de la sociedad, tratando de hacer luz en el aspecto socializante, las
creencias, el folklore, el comportamiento y las estructuras de las relaciones humanas.
La Antropología Social en resumen es la que studia las sociedades humanas contemporáneas y
sus formas de agrupamiento social como construcciones culturales en sus diversos niveles de
evolución, organización, desarrollo y cambios. Los aspectos culturales específicos que definen su
objeto de estudio son: rasgos, pautas y normas como patrones de comportamiento cultural; así como:
creencias, valores, costumbres y concepciones que preceden y orientan las acciones humanas. La
finalidad es determinar las particularidades y tendencias del desarrollo social del hombre y propiciar
en base a ello políticas sociales desde la población organizada y desde las instancias de gestión y
gobierno.
La Antropología cultural es la que estudia las características del comportamiento aprendido en
las sociedades humanas, es decir, ciencia de la cultura humana. En general, es la ciencia que estudia el
origen, desarrollo, estructura, características y variaciones de la cultura humana tanto de las sociedades
del pasado como de las del presente. La etnografía, la etnología, la arqueología, la lingüística y la
antropología física son las disciplinas sobre las que se funda la antropología cultural.
La Antropología lingüística que es la que estudia los lenguajes humanos, considerándola como
una de las mas importantes, dado que el lenguaje, cualquiera sea el estilo, es una amplia parte
constitutiva de la cultura pasada.
Antropología Filosófica y Sociocultural (del latín philosophĭa, y este del griego antiguo
φιλοσοφία, «amor por la sabiduría») es el estudio de los problemas fundamentales acerca de la
existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje. Al abordar estos
problemas, la filosofía se distingue del misticismo, el esoterismo, la mitología y la religión por su
énfasis en los argumentos racionales por sobre los argumentos de autoridad, y de la ciencia porque
generalmente lleva adelante sus investigaciones de una manera no empírica, sea mediante el análisis
conceptual, los experimentos mentales, la especulación u otros métodos a priori, aunque sin
desconocer la importancia de los datos empírico31
Dice Joseph Gevaert, en el Problema del hombre32, "La antropología filosófica no crea ni
inventa los problemas del hombre. Los encuentra, los reconoce, los asume, los examina críticamente."
Las conductas de los animales son explicables primariamente en función de factores de
carácter instintivo; como comportamientos que están impulsados por determinantes que pueden
considerarse automáticos o “programados” en relación a determinadas circunstancias. En el hombre,
en cambio, si bien se reconocen ciertos comportamientos impulsados por factores de índole biológica
y también instintiva, existen conductas - que a medida que progresa en su evolución y civilización
resultan ser las predominantes - que no pueden explicarse como originadas en una tendencia instintiva.
En la mayor parte de los comportamientos humanos, no se da la motivación a través de la
manifestación activa y automática de un instinto o de un deseo; sino que surge claramente que existen
otros impulsos, sobre todo los de caráter racional o emocional, que responden a un ser del hombre, que
es su signo diferencial específicamente característico respecto del resto de los seres vivos.
De este modo los hombres vamos dando significado a nuestras acciones, elecciones, tareas,
transformando el tiempo de nuestra vida en historia, en la vida de cada hombre se seleccionan unos

31 -Grayling, A.C. Philosophy 1: A Guide trough the Subject . Oxford University. 1998
32 Nace en Ruddervoorde (Bélgica) en 1930. Profesor de filosofía en la Universidad Salesiana de Roma y de
Problemas de antropología en la Facultad de ciencias de la educación en el Instituto de catequesis.

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momentos y se olvidan otros, se van armando estructuras significativas desde donde se comprende el
pasado y se proyecta el futuro. La vida humana es un acontecer que se va narrando, es historia. En la
antropología filosófica, el ser humano es sujeto y objeto al mismo tiempo de esta disciplina de
conocimiento. Desde el punto de vista del sujeto, los filósofos componen con sus reflexiones la
historia de este saber universal. Pero al mismo tiempo, el ser humano se convierte en objeto de
reflexión de esta materia.
Por ende, la filosofía antropológica es el estudio del pasado reflejado en el presente, porque el
pensamiento tiene continuidad porque es la respuesta de la memoria, contiene los recuerdos de la
tradición, del conocimiento, de la experiencia, de las presiones, de las influencias, que nos permiten
reconocer lo que estamos sintiendo ahora, en función de lo pasado.
La Antropología como ciencia social, hace referencia a un vasto campo de estudio que, tomando
como referencia al ser humano, trata de acercarse a éste en su compleja realidad biológica y cultural.
La propia denominación de esta ciencia, compuesta por un prefijo y un sufijo griegos, lo está
sugiriendo. No hay duda de que, con esta denominación, la antropología cumple con el requisito de
poseer un objeto de estudio concreto y bien definido: el ser humano. Sin embargo, se trata de un objeto
tan amplio que resultaría inabordable. Así se explica que existan distintos sectores dentro de la
antropología general, cada uno de los cuales adjetivado de manera diferente.
Cuando nos referimos a la antropología sociocultural, así adjetivada, estamos aludiendo al ser
humano estudiado como miembro de un grupo social y como integrante de una cultura. En realidad,
estamos haciendo mención de realidades similares puesto que, como veremos en el desarrollo de los
temas que siguen, los grupos humanos poseen una cultura que les proporciona una imagen o, si se
quiere, una identidad, gracias a la cultura que los caracteriza.
Puede decirse, por tanto, que la antropología sociocultural estudia las sociedades y las culturas
humanas, tratando de descubrir, prioritariamente, los elementos compartidos y las diferencias, con una
estrategia holista, esto es, enfocada a la globalidad. Para lograrlo, se vale de una metodología
sistemáticamente comparativa. Por tanto, no es una ciencia de lo exótico y de lo singular.
Antropología social o cultural se encuadra en las ciencias sociales (cuando se adjetiva como social,
lo es por definición), y es una ciencia empírica que formula deducciones verificables acerca de las
sociedades y de las culturas de los seres humanos, a partir, no de las suposiciones abstractas, sino de
las observaciones sistemáticas llevadas a cabo entre las sociedades de todo el mundo, valiéndose para
ello de métodos y técnicas específicos.
La antropología social o cultural nació de la necesidad de estudiar las culturas humanas de forma
directa, superando las especulaciones acerca de las mismas, con una metodología característicamente
cualitativa. El repertorio de sociedades o culturas estudiadas en todo el mundo desde mediados del
siglo XIX es muy amplio, y ello ha permitido a esta ciencia afinar progresivamente la comparación
intercultural.33
Es estados unidos, el fundador de dicha disciplina fue Lewis Morgan, quien investigó en
profundidad la organización social de la confederación iroquesa. Morgan elaboró en su estudio la
sociedad primitiva (1877) una teoría general de la evolución cultural como progresión gradual desde el
estado salvaje hasta la barbarie (caracterizada por simple domesticación de animales y plantas) y la
civilización iniciada con la invención del abecedario. En Europa, su fundador fue el erudito británico
Edward Burnett Tylor, quien conjuntamente con los sabios Morgan, Tylor (contemporáneos de
Thoms) resaltaron la racionalidad de las culturas humanas y argumentaron que en todas las
civilizaciones la cultura humana evoluciona hacia forma más complejas y desarrolladas.
Arqueología que es una de las ciencias antropológicas, que trata el estudio científico de los
vestigios del pasado humano. La arqueología es la ciencia que se encarga del estudio de las sociedades
de la antigüedad a partir de los restos materiales que dejaron, constituidos principalmente por objetos,

33 - Lévi-Strauss Claude - Introducción a la Antropología Social y Cultural - UNESCO/Michel Ravassard

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artefactos, monumentos u obras artísticas. Como tal, la palabra proviene del griego ἀρχαιολογία
(archaiología), traducido como ‘leyenda o historia antigua’. La arqueología nos permite conocer más
acerca de la vida de pueblos o culturas humanas ya desaparecidas, pues se encarga de buscar, reunir y
analizar los objetos materiales que produjeron, y comprender su función, significado e importancia,
para, a través de ellos, intentar reconstruir sus modos de vida, sus creencias religiosas, su organización
social, política y económica, etc. En este sentido, es una ciencia auxiliar de la Historia y conexa a
la Antropología.
Además, la arqueología ha desarrollado métodos de datación para determinar el periodo a que
pertenecen los hallazgos, para así establecer divisiones cronológicas que permitan diferenciar las
distintas etapas que se registran en la evolución de las civilizaciones humanas. Asimismo,
la arqueología establece divisiones geográficas para el estudio de culturas o poblaciones específicas,
ya se trate de toda una región o de localidades o yacimientos específicos.
Los primeros arqueólogos definieron la arqueología como el "estudio sistemático de los restos
materiales de la vida humana ya desaparecida". Otros arqueólogos enfatizaron aspectos psicológico-
conductistas y definieron la arqueología como "la reconstrucción de la vida de los pueblos antiguos".
En algunos países la arqueología ha estado considerada siempre como una disciplina perteneciente a
la antropología. Mientras que la antropología se centraba en el estudio de las culturas humanas, la
arqueología se dedicaba al estudio de las manifestaciones materiales de éstas. De este modo, las
antiguas generaciones de arqueólogos estudiaban un antiguo instrumento de cerámica como un
elemento cronológico que ayudaría a ponerle una fecha a la cultura que era objeto de estudio o,
simplemente, como un objeto con un cierto valor estético. Los antropólogos verían el mismo objeto
como un instrumento que les serviría para comprender el pensamiento, los valores y la cultura de
quien lo fabricó.
Su objeto de estudio principal es el análisis de la cultura material, es decir, de los restos físicos
conservados de la actividad humana en el pasado. Así podemos encontrar una especialización, dada la
complejidad del comportamiento humano, entre arqueología prehistórica, arqueología clásica,
arqueología medieval, o mas recientemente, la arqueología del paisaje, la arqueología de la
arquitectura, la arqueología industrial o la arqueología experimental. Cada una de ellas poseen sus
propias herramientas específicas de análisis e hipótesis de trabajo, en definitiva, el arqueólogo, es un
historiador que plantea la reconstrucción o explicación de los hechos históricos a partir del estudio de
los restos materiales del pasado.
Según el esquema propuesto el nacimiento de la Arqueología como ciencia se inscribe dentro del
positivismo clásico, en el que se toman formulaciones teórico-nomotécnicas de otras ciencias como la
geología, la biología e incluso la antropología. La arqueología se considera una prolongación de las
ciencias naturales. Se trata de establecer hechos y explicarlos mediante leyes que se alcanzan por
inferencias inductivas, realizando generalizaciones a partir de hechos singulares34
Como toda ciencia, existen corrientes explicativas denominadas Nueva Arqueología o arqueología
procesual que podemos resumir cuatro puntos comunes a todas ellas.
1. La arqueología se concibe como una ciencia social, donde las explicaciones se construyen
mediante la aplicación del método hipotético-deductivo.
2. La antropología es la ciencia teórica de la Cultura y la arqueología se inscribe dentro de ella.
3. El registro arqueológico tiene un carácter organizado y forma parte de un subsistema
susceptible de ser interpretado.
4. Se plantea la necesidad de controlar la representatividad y la certeza de la información, lo que
conduce a su vez a la necesidad de implementar técnicas de muestreo y análisis estadísticos.
Se trata en definitiva de que las descripciones subjetivas sean sustituidas por patrones
objetivos más precisos y capaces de proporcionarnos bases comparativas de validad general.

34 -José María Rodanés Vicente, Universidad de Zaragoza ( Departamento de Ciencias de la Antigüedad) 1988

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Ahora bien, la "vejez" o "antigüedad" que preocupa a la arqueología se relaciona con el


acontecer cultural humano. En tal sentido, esta disciplina se dedica al estudio de viejas o antiguas
culturas humanas. Así, considerada como una sub-disciplina de la antropología, la arqueología se
especializó en el estudio de las manifestaciones materiales de las culturas. En suma: la arqueología
puede a ser considerada como el estudio de los restos materiales de las civilizaciones pretéritas con el
fin de reconstruir su historia, la vida de los pueblos que las integraron, sus costumbres, sus útiles, y sus
correlaciones subjetivas. De este modo, en tanto que las antiguas generaciones de arqueólogos
estudiaban un antiguo útil de cerámica como un elemento cronológico que ayudaría a datar la cultura
que era objeto de estudio, o simplemente como un objeto con un cierto valor estético, los antropólogos
verían el mismo objeto como un instrumento que les serviría para comprender el pensamiento, los
valores y la cultura de quien lo fabricó.
Actualmente el interés arqueológico parece dirigirse hacia las características económicas, tipos de
poblamiento, relaciones sociales, vivienda, armas, utensilios de uso diario, vestidos, ornamentos,
cultos funerarios e ideas religiosas. Es decir, su acontecer disciplinario no se limita al estudio de los
monumentos artísticos y de los edificios, sino que abarca todos los aspectos todos los aspectos de la
vida y todos los restos materiales. En este orden, la recurrencia a otras disciplinas se ha vuelto cardinal
(geología, biología, botánica, química...) para examinar las relaciones entre clima y vegetación, la
duración e intensidad de las etapas de poblamiento, los restos humanos y animales, tejidos y
alimentos... La arqueología tiene varias subdivisiones, entre las que destacan la etno-arqueología, la
arqueología cognitiva, la arqueología contextual, la arqueología experimental, la arqueología de la
arquitectura, la arqueología pública, la arqueología urbana, etc.
La arqueología, entonces, se configura como una herramienta fundamental a la hora de producir
conocimiento sobre las formaciones subjetivas desde los productos de su cultura material.
Genealogía (del latín genealogía, genos en griego: γενεά, genea: raza, nacimiento, generación,
descendencia y logos λόγος, logia: ciencia, estudio) es el estudio y seguimiento de la ascendencia y
descendencia de una persona o familia. (maioribus studiis et descensum est homo et familia magna)
También se llama así al documento que registra dicho estudio, generalmente expresado como árbol
genealógico. Así mismo la genealogía es una de las Ciencias Auxiliares de la Historia que dio sobre
genealogías dinásticas y cronología que abarca la historia de la humanidad.35
La genealogía consiste en recopilar la mayor cantidad de antecedentes a través de dos fuentes
orales y documentales. A través de nuestros propios recuerdos y de las personas más próximas. Y los
segundos, a través de los documentos archivados en diferentes registros.
La genealogía es una ciencia tan antigua como universal. Incas y Mayas, guardaban las genealogías
reales en el Templo del dios del sol. Los textos evangélicos, en los que se hace constar el árbol de la
familia de Jesucristo, constituyen una clara muestra de la importancia que tuvo la genealogía para los
hebreos, lo mismo ocurrió con babilonios, griegos, romanos, y muchos otros pueblos. Culturas
asiáticas como la china y la japonesa, han otorgado gran importancia a los orígenes familiares. El
emperador de Japón es un vivo ejemplo de una dinastía que se ha sucedido sin interrupción durante
casi 2.000 años. Para los árabes la genealogía ha sido fundamental para determinar la descendencia del
profeta Mahoma.
La investigadora Christine Fagalde, explica que “La gente busca no solamente sus raíces, sino
también la historia y las condiciones de vida de sus antepasados, sus oficios, su patrimonio, su
religión, el origen y significado de su apellido. Después de la búsqueda de sus ancestros, buscan a los
descendientes de todos sus antepasados. Esta búsqueda puede llevar a descubrir numerosos primos
lejanos”36, y es exactamente lo que buscaba Thoms, SUS raíces y antepasados, no los costumbrismos
en general.

35- Cuadernos de genealogía", revista semestral de HISPAGEN - Asociación de Genealogía Hispana


36 - Revista semestral de Heráldica, Genealogía y Nobiliaria Iruñea- -Pamplona - N° 1 -2002

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LA OSCURIDAD DEL FOLKLORE

Concluyendo La genealogía constituye una subcategoría de la ciencia histórica que nos ayuda a
investigar relaciones históricas.
Visto desde un ángulo más empírico, la genealogía es un recurso importante para averiguar datos
como la frecuencia de nacimientos, la edad de las parejas en el momento de su matrimonio, la
esperanza de vida, las causas de las defunciones, la duración de una generación, las enfermedades
hereditarias, la herencia de rasgos físicos y psíquicos, etc. En relación con la onomástica, la genealogía
investiga el origen, la dispersión y el significado de apellidos.
Como consecuencia, la genealogía está vinculada con otras ciencias auxiliares, que permiten
averiguar y retratar de forma detallada la propia historia familiar. Por ello, la genealogía tiene mucho
que ver también con la geografía y la demografía histórica, la heráldica, la política de la patría, la
historia política y social, así como desde hace poco también con la genética.
Igualmente tenemos que el estudio del Folklore es una de las herramientas más poderosas para la
Genealogía, que en rigor era lo que buscaba Thoms, saber de dónde provenía, de sus ancestros,
costumbres, geografías, traslaciones, que bien decía es lo que le iba permitir llegar a la esencia del
pasado, a compartir sentimientos en la alegría de un baile, en el color de las vestimentas o en misterios
y supersticiones; en las costumbres y cuentos de abuelos y mayores ancestros. Pero ese pasado solo se
conocerá por intuición, soportada en la ciencia y no por enciclopedismo puro, como quería Williams J.
Thoms, y solo para saber lo de sus ancestrales costumbres.
Prosiguiendo, tenemos también que desde el Siglo XVI, en particular la ciencia de la Heráldica, se
hace importante en América, como lo fueron desde la oscuridad de los tiempos en Europa central, a
raíz de la llegada de “gente de abolengo” a estos pagos.
Traída por los europeos, rápidamente se consolidó, no tanto en la nobleza de abolengo familiar o de
descendencia, que fue abolida en el año XIII, sino para señalar, significar, rechazar, y todo aquello
que el color derivado del sentido genealógico le quisieron dar por nuestros pagos, pero con ciertas
particularidades autóctonas, y rápidamente, vaya a saber el porqué (se presume por lo que veía la
plebe en los salones) se consolidaron los colores lisos en las vestimentas y prendas comunes
populares. Lo que era síntoma de origen e identificación noble en Europa, aquí fue una simple
manifestación de comunes señas que en ocasiones remplazaban al idioma, por el solo hecho de “que
algo significaban, no sabían qué, pero lo utilizaban y se utilizaron en los bailes que ejecutaban en sus
fiestas”.
Y en los bailes fue donde se mas utilizaron los colores, en especial los domingueros. Según el
color, principalmente en la dama, podía evidenciar qué es lo “que espera el cortejante y le quiere decir
a la cortejada o viceversa”. Esos colores, vaya a saber cuáles, se transformaron sin dudar en parte de la
ciencia del Folklore.
Los colores fueron tomados por el pueblo, el paisanaje como adornos e idioma mudo, y no como
símbolos de nobleza (repito), estaba dado en lo que representaban a juicio de ellos y no lo que la
ciencia heráldica les permitiría entender porque no la conocían, es más, ni sabían (como muchos
academicistas folkloristas (?) de ahora). Hay que tener en cuenta, igualmente, que las telas de variados
colores no eran fáciles de conseguir en estos pagos, salvo importadas o de contrabando a las que no
tenía acceso fácilmente el pueblo, porque eran de telas finas, cuando no venían vestimentas ya hechas.
Además, los habitantes de esta zona preferían algunos colores populares y sufridos, pero que tenían su
significado según ellos, como:
 Blanco, la bondad, la inocencia, la pureza y la virginidad.
 Rojo, la sangre, a la energía, la fortaleza, la pasión, al deseo y al amor.
 Azul, la lealtad, la confianza, la sabiduría, la inteligencia, la fe, la verdad.
 Negro, formalidad, la muerte, misterio, enigmático, miedo, dolor, pena.
Tanto es así, que por ejemplo, en el caso del pañuelo, las paisanas utilizaban en las fiestas cuatro
pañuelos, uno de cada color mencionado, y sacaba el pañuelo según lo que representaba para ella el
“cortejante”, y demostraba su sentimiento al ser invitada a bailar, según el color del pañuelo que

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siempre tenía en la falda (nunca en el cuello), ahora si sacaba el de color negro, ¡¡borrate!!! como
dicen ahora los púberes; en cambio el varón utilizaba el rojo y el azul, el sí anudado al cuello. O sea
que no era solo para bailar una zamba, sino antes bien, era para “saber si podía bailar una zamba,
chacarera, escondido, triunfo, etc.
La importancia de los colores. Otra de las situaciones ancestrales, tal vez de las menos conocidas
(por no decir desconocidas por los que bailan ahora en nombre del Folklore), de origen pre y post
colombino, con similares sentimientos, es el tema de los colores, que si bien es cierto por estos pagos
se lo copiaron a los europeos, tienen un sentido muy representativo –como que forma parte de una
ciencia-, y que se trasladó a lo criollo, a lo nativo en forma parcial, simplemente por desconocimiento
total de su naturaleza, pero se intuía que significaba.
Esta verdadera manifestación hizo que el tiempo la hiciera desconocida y se observa claramente
que el colorinche suplantó al significado, llegando a utilizarse cualquier color en el uso del pañuelo
en los bailes, así como la vestimenta. Los colores en el vestir, y particularmente en los pañuelos, no es
significado de belleza o de “que bien disfrazado está”, sino de motivación o no de una manifestación
personal o de una señal; es una sensibilidad sociológica, psicológica incluso. Y esto surge, como la
mayoría de nuestros sentires telúricos, desde fines del siglo XVII por la influencia europea en
Iberoamérica, que trajo esa singular novedad para estos lares, que es la ciencia del simbolismo
heráldico. En concreto, es una costumbre o una representación de algo que se quiere decir, y que es
imprescindible porque forma parte de supuestas coreografías y no para el lucimiento de la misma.
Para ubicarnos en contexto, muy brevemente diremos que la heráldica es la ciencia que se
define como el «arte de explicar y describir los escudos de armas de cada linaje, ciudad o persona, por
medio de colores y rampantes». Es también un campo de expresión artística, un elemento del
derecho medieval y de las dinastías reales hasta nuestros días. Más recientemente, ha sido admitida
dentro de las ciencias auxiliares de la Historia junto con la Sigilografía, la Vexilología, la Falerística y
la Diplomacia, a la cual se le agrega la ciencia del Folklore.
Se desarrolló durante la Edad Media, en toda Europa, por necesidad de codificar
identificaciones y acciones, y que por su practicidad progresivamente fue adoptada por la nobleza y la
Iglesia Católica se sumó, como un elemento que su utilización permitía reconocer linajes, siendo
igualmente adoptado por otras sociedades, para la identificación de familias, origen de apellidos,
gremios y asociaciones, además de ser adoptado para la identidad de ciudades, villas y territorios,
feudos, condados y marquesados. Es muy interesante y conveniente a la cultura general, estudiar algo
de esta ciencia, pero me limitaré a decir que, en primer lugar se le otorga como principal medio
simbológico a los colores, que se refleja en las vestimentas, en telas artísticas, de banderas, y de
señalamiento, como las banderolas de mar, porque resulta a simple vista, la identificación de sucesos o
sentimientos que de otra forma duraría mucho tiempo en explicar, o la lejanía impidiese sus sonidos.
En concreto, refleja “lo que se quiere decir”, como que a medida del pasar de los años, ya pasó a
utilizarse en el medio deportivo y social como advertencias, por ejemplo, aunque ese sea el origen
pero ya no es heráldica.
Su nombre de “heráldica”, proviene del heraldo, que venía a ser el asistente de un caballero y
lucía los colores de quien servía. Los colores se componían de campos que significaba la base,
puestos de diferentes formas o relaciones, que con solo mirarlo se sabía a quién pertenecía. Aunque
originalmente nació como un objetivo militar, estos elementos, armas y colores blasonados, fueron
retomados en todo su significado –incluido el heraldo- para permitir reconocer al titular, y marcar su
propiedad y signo de identidad social, ya en el S. XV.
Además, se transforma en costumbres significativas por medio de sus colores, para transmitir
sentimientos u ocurrencias populares, tanto en la vestimenta como en fiestas, representaciones
vulgares, ocasiones sociales, acorde a la clase de que se trate. Los vasallos de un noble, los villeros,
tenían sus fiestas y bailes, y siempre, en su mayoría utilizaban los colores de su patrón como forma

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de identificarse, y estas costumbres, siglos después, Williams John Thoms las incluyó dentro del
campo del Folklore, como curiosidad ancestral de SU familia.
La investigadora en heráldica, Ana Manzano Peral en su trabajo El simbolismo de los colores -
Iconos Medievales, expresa que “Cualquier color no produce las mismas sensaciones, salvo que a cada
quien no le importe lo que quiere causar. A través de la vista, percibo por los colores sensaciones de
ánimo, de amor, de rechazo, de alegría o tristeza, de desamparo, de salud […]”. Así es que, en forma
definitiva y científica, cada color tiene su significado –para el simbolismo no puede ni debe ser de
cualquier color, directamente sería inútil-, y este código pasó a la significación de la heráldica. Como
una forma de verlo dentro del campo folklórico, que tomó Thoms, y anteriormente Hume, podemos
tener en cuenta cuatro colores utilizables: El blanco, el rojo, el verde y el azur (no el azul, lo digo “por
si las moscas”) son los colores básicos benéficos, mientras que el negro, el amarillo y el violeta evocan
el duelo y la penitencia; el rechazo.
Los heraldos aburguesados solían utilizar los colores de sus ex amos, como significado de sus
hazañas, aventuras, cuentos, leyendas, misterios, estados de ánimo. Fue esta ciencia, la heráldica, la
que fue trasladada a América y aquí fue acomodada a nuestras costumbres, pero manteniendo las
significaciones básicas que tenían, y tienen todavía en la actualidad. Es concluyente, entonces, que la
heráldica pasó a formar parte de la vida social de América, y que etnográficamente la vamos a
encontrar permanentemente, cualquiera sea el rango social.
Los colores se fueron haciendo costumbre popular en nuestro país, en especial a partir del
virreinato. La famosa Asamblea del Año XIII, elimina todo lo que le pareciera nobleza, incluso la
simbología de los colores, pero ya era tarde; el pueblo los había adoptado por usos y costumbres; ya
estaban integrados al sentimiento popular, en sus fiestas, en sus halagos, en su actividad social. Ya no
significaba nobleza, sino significados o señales a transmitir, tanto civil como militar. Se lo subestimó,
pero ya estaba incluido en el Folklore, no solo argentino, sino americano. Los colores se
trasladaron por copia a los criollos, a los paisanos, cuyas costumbres de uso calaron hondo en estas
regiones. Hasta que llegó la última fase; la del desconocedor, lo que no sabía lo inventó, y así se hizo
desaparecer el poco sentido de Folklore que se tenía.
Por eso hay que tener cuidado al bailar Folklore (aceptémoslo con conmiseración), porque se ve
el colorinche de los pañuelos, vestimenta, bellos por cierto, pero inaceptables para que se digan
pertenecientes al Folklore. Mire mi estimado lector, llame usted como quiera a eso que están haciendo,
pero le puedo asegurar con certeza que no es Folklore, ni siquiera tradicional.37 Eso puede gustar,
pero, en lo personal pienso que no representa nada de lo nuestro; esas pantomimas son la antítesis
de lo que se entiende en la ciencia del Folklore.
Entonces, nos podemos dar cuenta que estos significados de los colores no solo son para moda o
lucimiento; pero tiene en nuestro origen una relevante importancia para la vida social, que no resultó
muy difícil por ello adaptarla a la heráldica venida de Europa, la cual ¿casualidad?, tenía los mismos
significados o muy parecidos a los que ya existían. Ergo: no cualquier color es utilizado en cualquier
baile. No quiero multiplicar ejemplos sobre esto, porque estas menciones de investigación no son un
tratado. Prefiero que lo haga el lector, pero que quede claro que no es cuestión de usar el “color al
antojo”, sino que cada uno tiene su significado, europeo el que entra por el Este a suelo americano, el
del camino del Inca, desde el Norte-noroeste, incas, aztecas, aimaraes, diaguitas. Entonces, ignorar
esos significados y tradiciones, no es bueno para el Folklore y la cultura en general. Los colores están
íntimamente ligados al Folklore. De esto se da cuenta Williams Johns Thoms principalmente, de la
cantidad de señales que recuerda daban con los colores, y que “algo” significaban; y ratifica su

37 -Obviamente, debemos tener en cuenta que esta aseveración que hago no es solo por los colores, sino por
varias particularidades que se explican en otros artículos.

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pensamiento de que no era una sola ciencia la que abarcaría un estudio de costumbres ancestrales (las
de él), y su curiosidad lo lleva a inventar una palabra identificadora.38
El llamado 1er.Congreso de Folklore en Buenos Aires inventa un escudo que es un emblema
que no tiene nada de heráldico, que debería, solo demuestra lo que el autor quiso explicar y que hizo
porque le gustó, y que cada quien se inventa un escudo como se le da la gana.
Se me ocurre una pregunta: ¿Es tan difícil estudiar, al menos un poco, que es el Folklore?....,
por supuesto que no, solo no hay que hacer sonseras, y “agarrar un libro que no muerde”, refrán
folklórico.
En cuanto a los colores, por su impronta, se hicieron de uso frecuente en los salones de las
grandes ciudades de estos pagos, y pasaron a ser parte de prendas y de todo otro objeto con que se
quisiera representar algo. Así se llega al siglo XIX y entrado el XX, donde se acostumbraba a que los
bailes de la alta sociedad se hicieran principalmente aquello europeo o de estilo europeo, con sus
colores significativos, que de por sí ya estaban dando cuenta de la posible relación que pudieran tener
sobre el pueblo común. Obviamente, eso influyo en las costumbres criollas, paisanas, hasta que se hizo
costumbre por influencia de dos ramas principales: la telúrica y la extranjera. Los avances e inventos
ridículos o desconocidos por falta de estudio, significó que se perdiera su filiación llegándose al
extremo de no darle importancia, transformándose en moda. La ciencia considera a los colores como
importantes, no solo para usarlos en la vestimenta, según la condición de la dama o caballero,
folklóricamente hablando.
Desdeñar, o no darle importancia a los colores dentro del ámbito folklórico desde el Siglo XV
en adelante, no es prudente; a nuestro alrededor, en nuestra vida cotidiana, en la historia de la
humanidad, los colores no solo han servido para la moda de las damas y caballeros, sino como
simbología especialmente para las relaciones interpersonales. Creer entonces que el Folklore no lo
contiene, es un absurdo, casi rayano con el desconocimiento. Ergo: No se puede hablar de Williams
John Thoms, alegremente, sin tener en cuenta todo esto, porque significa no entender lo que pretendía
Thoms. Yendo al campo de los bailes, además de las vestimentas, los paisanos por su condición
económica, solo lucían colores más al alcance de su condición social y o paisanada sufridas al trabajo,
los principales, en especial en los pañuelos, tanto sean estos para bailar, o cuando no, prendidos al
cuello, cuyos colores no eran elegidos al azar.
Se sabe a través de estudios realizados por excelentes investigadores, como Carmen Arolf, en su
obra Evocaciones Argentinas, evoca como ejemplo, que el medio de la relación entre caballero y
dama, y los nobles paisanos y paisanos, para bailar usaban pañuelos más grandes que los comunes, y
de colores que reflejaran lo que se insinuaba. No faltaba la dama que llevaba dos, tres y hasta cuatro
pañuelos, y según la situación que se presentara, era el color que elegía para tener en la mano y a la
vista. Incluso, llegado el caso, hasta el negro usaba si la situación se volvía molesta o indeseable.
Las damas, por lo general usaban cuatro colores de pañuelo, y sus vestidos igual, aunque esto
era más liberal, pero siempre uno más que el del caballero: el negro, cuando había luto de por medio.
Los pañuelos que se usaban eran:
El Pañuelo blanco: la dama insinuaba su pureza, virtuosidad, de atracción por el varón pretendiente,
de aceptación, en fin, de “bueno dale”; es el color que significa la fuerza del Génesis, símbolo de la
inocencia, de la unidad y de la pureza. (El varón muy rara vez utilizaba el color blanco. Regularmente
lo hacía con el celeste)
El Pañuelo verde: Tranquilizador, calma, espera, esperanza, descanso, serenidad, “ya llegará”. Aplaca
las “ansiedades” (Se entiende ¿no?).

38 -No entiendo que a esto no se le dé importancia, y el 1er.Congreso de Folklore realizado en Buenos Aires,
haya realizado un escudo para identificar al Folklore, y encima le inventa una orientación que deja mucho que
desear –para otro artículo-, pero que le da importancia a los colores. ¿Se fijó usted? Además, ¿se está seguro que
el 1er Congreso se llevó a cabo en Buenos Aires?

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El Pañuelo azur: lo espiritual; religioso; la pureza llevada al máximo, el diamante. Lo más preciado.
El cielo, el espacio, equilibrio, armonía y de alegría de vivir. Significa la aceptación de la entrega a
algo superior. Simboliza lo tradicional, los valores permanentes, la eternidad sin tiempo. (Por eso
nuestra bandera es azur y blanco, no “celeste y blanco” como es ahora)
El Pañuelo negro: El desprecio. El cese de la vida, la negación de lo humano, la muerte. Es la antítesis
del blanco. Se le atribuye toda la maldad de la que es capaz la humanidad.
El Pañuelo rojo: Pasión arrolladora, era más demostración de “ansiedades desmedidas” (“calenturas”
decía mi abuela), que se trataba con galanterías finas con intenciones adecuadas (a veces)39
Como dice Alberto Franco en Leyendas del Tucumán, en el baile, tanto de salones como de la
paisanada campestre, el color era una singular forma de transmisión de sentimientos. O sea que, el
color blanco, azul y verde tenían objetivos de una fina galantería, el asunto era cuánto de amistad se
estaba dispuesto a otorgar. Pero, ¡ay si te sacaban el pañuelo negro! Y el varón, el paisano, cuando
veía que la “prienda” tenía pañuelo negro en la mano, ¡pobre de él!, ni acercarse, pero el hombre solía
sacar solo el “rojo” que quería decir “ya vas a ver”, síntoma de dolor, pena.
Definitivamente, forma parte de la Antropología Folklórica el color y su significado. Hoy en
día, por desconocimiento o por moda estoy casi seguro que, como dije anteriormente, es solo por
descuido de no haberse preocupado en leer autores que no sean los “comunes”, aunque de todos
modos, haga lo que quiera, pero así, no es Folklore. Claro que no se puede hacer lo que no se conoce,
entonces se hace cualquier cosa, como ver bailar “gauchos de fantasía” con colorinches dignos de
gitanos húngaros, que podrá ser agraciado pero no es folklórico.
Existía un hecho singular que se daba: cuando la pareja ya estaba consolidada, ambos solían
utilizar el color blanco o el azur, lo que significaba su próxima unión. La pareja iba utilizando
distintos colores hasta que se consolidaba una relación, momento desde el cual ambos utilizaban el
mismo color, cerrando el circuito caprichoso de un sentimiento natural.
Concretamente, creer que los colores son por desvarío, investigadores de gran laya (al decir del
paisano), lo han descrito como una especie de obligación en el cortejo. El Folklore no es una cuestión
desestimable, por algo es ciencia. Pareciera que el Folklore es nada más que bailar a los saltos. No,
fíjese todos los aspectos que intervienen nada más que en él y por medio de un ritmo se envían
permanentes señales gestuales, acompañados con el significado del color del pañuelo, prenda que se
use o no siempre está en el conjunto. Es la seña del sentimiento.
Es esa la utilidad principal de una coreografía, que la lleva e incita la dama por lo general,
tratando de esquivar los embates amorosos del varón, y que a veces cuando utilizan el pañuelo con sus
movimientos trata de enviar señales que, con los esquives de la dama, y el movimiento del pañuelo, no
le es permitido llegar demasiado cerca, salvo que ella así lo desee. Entonces, es el mismo pañuelo el
que dice si se aleja, que espere, que se acerque, o que directamente se vaya. No importa de qué baile se
trate ni de qué país; el pañuelo y su color es una demostración de sentimientos; no son boleadoras. El
baile es un acto sociológico, de relación interpersonal, como lo era hasta hace poco (y digo “era”
porque ahora cada quien se mueve como quiere, solo o a la “que te criaste”) No es seguro que
determinados bailes se hayan bailado originalmente con o sin pañuelo, pero que éste es símbolo de
señales no quedan dudas, que al igual que sus colores, son importantes.
Incluso, existieron actitudes, relacionadas con festividades paganas, como el baile de las cintas,
en que el color es muy significativo porque se están utilizando para unir la sociedad, y una cinta es
negra que significa “espantar al diablo”, antes de la festividad de la Pachamama. Si bien no es
estrictamente un baile, los colores de las cintas tampoco era algo caprichoso, sino que promovían un

39- A propósito, alguno podrá decir que si el blanco es antinómico al negro, ¿Cómo puede ser que se use el
blanco para luto? Mire; el luto por lo general es negro, pero por mera costumbre; religiosamente el alma llega a
la “Diestra de Dios Padre” por lo tanto es alegría, la mayor pureza, por ende se utiliza el blanco también, lo que
pasa es que se degeneró, y ahora se le llama “medio luto”, cuando es el verdadero luto del dolor, no de la
tristeza. Y no sigo con esto porque entraríamos en el campo de la filosofía.

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ceremonial. Haciendo una analogía, en un Velorio de Angelito se bailaba, porque aunque éste era una
creencia de fiesta “del alma”, pero no era “baile de cortejo”; incluso se duda que haya sido baile; sino
una especie de rito coreográfico personal, que siempre trasuntaba un luto, una pena, un dolor. El
autor, tuvo la oportunidad de contemplar un evento de este tipo, al noroeste de Santiago del Estero,
allá por alrededores de la primera mitad de la década del ‘70, que después de una especie de
“chacarera” de rigor (chacarera, por la dama), todos los asistentes bailaban una zamba con pañuelos de
color negro, por el luto, con la pareja sin cortejo y con una “fingida” demostración de pesadumbre,
hasta que la “chicha” hacía su efecto.
Diplomacia: La palabra proviene del francés diplomatie y del inglés diplomatics, que a su vez
derivan del latín diploma y éste del griego διπλομα (diploma). El término διπλομα se compone del
vocablo δίπλο (diplo), que significa doblado en dos, y del sufijo μα (ma), que hace referencia a un
objeto. El término inglés «diplomatics» se utilizó específicamente en lo relativo a la ciencia de la
autenticación de documentos antiguos y a la conservación de archivos. El «oficio de tratar con
archivos y diplomas» fue conocido entre los gobiernos europeos como res diplomática o asuntos
diplomáticos, un elemento que según Harold Nicolson, «es aún vital para el funcionamiento de
cualquier servicio exterior eficiente»40
Durante la colonia, existían dos tipos de relaciones diplomáticas clave. Por un lado, las
relaciones diplomáticas entre las coronas imperialistas que ocupaban América, donde se discutían las
fronteras y el comercio; y por otro lado, las relaciones diplomáticas entre las coronas imperialistas y
los pueblos indígenas que habitaban América, donde se discutía el “exterminio”.
“El colonialismo ahogó casi toda iniciativa de reconocimiento a los pueblos indígenas en este
periodo. Estos pueblos indígenas, intentaron por todos los medios negociar con los poderes coloniales
para que se les diera respeto, y se les reconociera su humanidad, sus religiones, sus tierras y sus
territorios. Pero prácticamente no hubo resultado. Aquella diplomacia indígena colonial tenía una clara
y muy profunda conciencia de identidad y un solo objetivo primordial: “tratar de evitar una
aniquilación y exterminio de sus pueblos”41. Al punto que mantuvieron (y mantienen) el vivo recuerdo
de negociaciones efectuadas en aquellos años (tratados, acuerdos, concesiones, títulos virreinales,
etcétera) con los representantes de los poderes coloniales o con los gobiernos poscoloniales que los
sustituyeron. En aquellos años, América no tenía cabía para el amerindio. Por eso, Europa diseñó una
diplomacia colonialista basada en lineamientos sectarios, limitados y excluyentes. Sólo interesada en
su más acérrimo beneficio personal. Así, las relaciones diplomáticas con los aborígenes ocuparon poco
interés, y evidencia de ello fue el uso de la fuerza bruta y la intimidación en contra de los colonos para
mantener el control en aquellos territorios ultramar.
Los españoles se relacionaron abiertamente con los aborígenes y asimilaron su cultura, así como
ellos asimilaron la cultura española. Gracias a esta unión, la población en América Central y del Sur
tuvo un importante desarrollo demográfico, significativamente más importe que en el norte, debido a
la alta tasa de nacimientos entre razas. El mestizaje que se produjo en gran parte de Latinoamérica
permitió que sobreviviera la “identidad nativa” y, también, hizo posible un proceso de “des-
blanqueamiento” de la sociedad, el cual fue fundamental para retrasarla eliminación y paulatino
desaparecimiento de casi todos los pueblos aborígenes de América42. De esta forma, podemos decir
que la Gran Bretaña llevó al extremo una política de “racismo salvaje” en Norteamérica (que incluso
se mantiene aún en nuestros días), mientras que en el sur, España, a través del mestizaje, logró
fomentar un débil vínculo con aquellos aborígenes que permitió la sobrevivencia del acervo cultural de
los pueblos precolombinos.
 Numismática El término numismática deriva del latín numismatis, genitivo de numisma, variante
de nomisma («moneda») y latinización del griego νόμισμα (nómisma, «moneda corriente,

40 -Nicolson Harold, Diplomacy. Ed Fisher, H. A. L.; Thornton Butterworth. 1939


41 - Platt, D. 1967. British Diplomacy in Latin America Since Emancipation. Inter-America Economic Affairs
42- Torrealba Alfredo -Principales Enfoques de la Diplomacia en América Latina en la era Colonial

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costumbre»)2 que deriva de νομίζω (nomízō, «mantener o poseer una costumbre o unos usos, utilizar
según costumbre») y este a su vez de νόμος (nómos, «uso, costumbre, ley»), derivado en última
instancia de νέμω (nemō, «dispensar, dividir, asignar, mantener»)43
Término que designa el estudio y coleccionismo de monedas y papel moneda emitido por una
nación con el diseño oficial del país. Cuando se trata solo de papel moneda, suele preferirse el término
exclusivo "notafilia". La numismática es conocida desde los tiempos del Imperio romano, aunque no
puede saberse con seguridad en qué momento comenzó como fenómeno social (coleccionistas). La
numismática como ciencia comienza tímidamente en el siglo XIX, época de modernización y
apreciación como tales de todas las ciencias, tal y como las entendemos hoy44.
La numismática se conoce desde el Imperio Romano pero fue en el siglo XX que se comenzó a
tratar efectivamente como ciencia, la cual abarca sus estudios en el aspecto teórico e histórico.
En un principio, no existían las monedas no metálicas por lo que se producía intercambios de
mercancías y productos y, en consecuencia, los pueblos utilizaron sus productos de mayor valor como
moneda. Luego, se originó las monedas metálicas, luego apareció el peso y, el paso más relevante fue
la impresión del primer sello oficial que acredito el peso fijo del lingote.
La ciencia numismática es de suma importancia ya que permite observar y tener conocimiento
sobre los intercambios y la economía de los pueblos, así como su historia, geografía, política, religión,
costumbres, entre otros puntos. En relación a la numismática se encuentra la paleografía, simbología,
iconología, historia del arte, entre otras ciencias que sirven para aportar conocimientos sobre la
historia de un pueblo o nación.
Pocos monumentos arqueológicos revisten la importancia de los que estudian la numismática, ya
que en ellos ha grabado el hombre sus ideas dominantes y por lo mismo revelan el carácter, las
costumbres y las vicisitudes históricas que tales monumentos nos dejaron. Íntimamente ligadas a la
numismática se encuentra la epigrafía, paleografía, simbología, iconología e historia del arte,
aportando a todas ellas la numismática nociones esenciales.
Concluyendo, cabe destacar que es una importante auxiliar de la Arqueología el descubrimiento
de monedas antiguas dicen mucho de la civilización a la que pertenecieron.
Lingüística: (del francés linguistique; este de linguiste, «lingüista» y aquel del latín "lingua",
«lengua») es el estudio científicotanto de la estructura de las lenguas naturales y de aspectos
relacionados con ellas como de su evolución histórica, de su estructura interna y del conocimiento que
los hablantes poseen de su propia lengua (esto último es particularmente cierto en elenfoque
generativista).
Si bien la gramática es un estudio antiguo, el enfoque no tradicional de la lingüística moderna
tiene varias fuentes. Una de las más importantes la constituyen los Neogrammatiker, que inauguraron
la lingüística histórica e introdujeron la noción de ley en el contexto de la lingüística y que en
particular formularon diversas leyes fonéticas para representar el cambio lingüístico. Otro punto
importante son los términos de sincronía, diacronía y las nociones estructuralistas popularizadas por el
trabajo deFerdinand de Saussure y el Cours de linguistique générale (inspirado en sus lecciones).A
partir de esa época parece haberse generalizado el uso de la palabra «lingüística» (la primera aparición
de la palabra registrada es de 1883. La palabra «lingüista» se encuentra por primera vez en la página 1
del tomo I de la obra Choix des poésies des troubadours,escrita en 1816 por Raynouard45
La publicación de “Curso de lingüística general” (1916), de Ferdinand de Saussure, la
lingüística se ha convertido en una ciencia integrada a la semiología. Desde ese entonces, aparece la
necesidad de marcar una diferencia entre lengua (entendido como todo el sistema) y el habla (es decir,
su puesta en práctica), así como también de rever la definición de signo lingüístico (recurso donde se
agrupa al significado y al significante). El estudio de la lengua como sistema puede llevarse a cabo en

43 -Padilla Bolívar "Atlas de Arqueología" Ediciones Jover 1979


44 - A. Padilla Bolívar "Atlas de Arqueología" Ediciones Jover 1979
45 -Saussure, Ferdinand de (1916,1998) –Cours de linguistique gènerále -Open Court

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distintos niveles: el fonético-fonológico (fonología y fonética), el morfológico (morfología),


el sintáctico (sintaxis), el léxico (lexicología y lexicografía) y el semántico (semántica). Desde el
punto de vista del habla, en cambio, puede considerarse al texto como la unidad superior
de comunicación y a la pragmática, que hace foco tanto en la enunciación como en el enunciado.
En palabras de Humberto López Morales (1996: 20) el español es, sobre todo en América que es
donde se encuentran el 90% de los hablantes, «un mosaico dialectal». En efecto, América es un
inmenso territorio marcado por la diversidad en el que más de 300 millones de personas y diecinueve
países tiene el español como lengua oficial. En muchas ocasiones el idioma está en contacto, bien con
otras lenguas pertenecientes a culturas precolombinas como ocurre con el quechua en Bolivia, el
guaraní en Paraguay, o el nahúa -la lengua de los aztecas- en Méjico; o bien con el portugués -con
Brasil limitan Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia, Paraguay, Argentina y Uruguay- o con el inglés
americano, especialmente presente en Méjico por su prolongada frontera y en Puerto Rico por su
especial estatuto con Estados Unidos -allí el español es lengua oficial. También se habla en varios
estados de la Unión como Nuevo Méjico, Florida, California, Texas o Nueva York46
El objetivo de la lingüística teórica es la construcción de una teoría general de la estructura de
las lenguas naturales y del sistema cognitivo que la hace posible (es decir, las representaciones
mentales abstractas que hace un hablante y que le permiten hacer uso del lenguaje). El objetivo es
describir las lenguas caracterizando el conocimiento tácito que de las mismas tienen los hablantes y
determinar cómo estos las adquieren. Ha existido cierta discusión sobre si la lingüística debe
considerarse una ciencia social o más bien parte de la psicología. En las ciencias sociales la conciencia
de los participantes es parte esencial en el proceso, sin embargo, parece que ni en el cambio
lingüístico, ni en la estructura de las lenguas la conciencia de los hablantes juegue ningún papel
relevante. Aunque ciertamente en áreas incluidas normalmente dentro de la lingüística como
la sociolingüística o la psicolingüística la conciencia del hablante sí tiene un papel, sin embargo, esas
dos áreas no son el núcleo principal de la lingüística teórica sino disciplinas que estudian aspectos
colaterales del uso del lenguaje.47
En opinión de Frago Gracia, J. A. Historia del español de América, Madrid, Gredos 1999, a
finales del siglo XVII el español de América ya estaba formado a partir de una base fonética
meridional, la asunción de indigenismos y americanismos léxicos y un claro apego a la tradición
gramatical. Es lo que este autor denomina la criollización lingüística y que define como «proceso de
formación y de expansión social de una modalidad de español propia de los criollos americanos, es
decir, de los hispanohablantes nacidos en la tierra que, en su inmensa mayoría, eran descendientes de
españoles» La doble tensión de no perder el contacto con la península y asimilar todas las novedades,
por una parte, pero, por otra, la necesidad de la nueva sociedad americana de identificarse con su
propio espacio social y lingüístico, unido al esfuerzo de los nuevos colonos por asimilarse a la
sociedad indiana, son las fuerzas que acaban conformando, en esta larga etapa inicial, los que serán los
rasgos definitorios del complejo dialectal que es aún hoy el español en América.
Paleografía. La paleografía reconoce las fuentes escritas que están sobre diferentes materiales, que
son los que marcan el estudio. Su fin es leer los caracteres gráficos y enjuiciar la forma, las
dimensiones, estado de conservación... para saber cuándo, dónde, con qué características sociales y
estilo artístico fue escrito. Con este fin estudia el soporte, la calidad, las pautas del documento y la
forma de escritura. Del idioma griego παλαιός : palaiós, ‘antiguo, viejo’ y γράφειν: graphein, ‘el
escrito’ o γράφεια: graphía, ‘escritura’, “es el estudio de las escrituras antiguas; es la ciencia que se
encarga de descifrar las escrituras antiguas y estudiar su evolución, así como datar, localizar y
clasificar los diferentes testimonios gráficos objeto de estudio”48 El pensamiento y la memoria son tan
efímeros como la vida. Para perpetuarse, son susceptibles de ser transmitidos mediante la escritura

46 -Carmen Marimón Llorca - El español en América: de la conquista a la Época Colonial


47 -C Bally y A Sechehaye Curso de lingüística general. Trad Amado Alonso Ed Losada, Bs As, 1945.
48 -Bischoff, Bernhard - Paleografia latina. Antichità e medioevo.Padua-EdAntenore (1992).

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(ayudada de la tradición oral) o contar con un sistema gráfico codificado. “La cultura es por lo general
transmitida y ampliada ayudándose de la escritura, que tiene la cualidad de poder permanecer
impertérrita durante siglos. Con el fin de que la escritura perdure, es necesario en primer lugar el
factor humano, es decir: alguien que haga la letra ( )49
Desde sus comienzos, la ciencia paleográfica ha sido una poderosa auxiliar de la historia y, aun
cuando tenga sus objetivos propios y su metodología, ha seguido estrechamente ligada a los derroteros
de la misma, sobre todo sí consideramos que es el primer paso que cualquier estudioso en la materia
debe dar si quiere asomarse por sus propios medios a la historia cultural de un pueblo, pues como
señala Millares "...la paleografia es, de una parte, una ciencia autónoma., que cultivada por sí misma,
de acuerdo con métodos propios y con fines específicos, se propone explicar las razones de las
diferencias morfológicas bajo las cuales se presentan en el transcurso de los siglos los signos
convencionales de la escritura, y de otra, auxiliar principal en el examen de esta (y tan solo de esta),
tal como se nos ofrece en inscripciones, papiros, diplomas y libros".50
Su estudio puede hacerse con dos fines principales. Uno, adquirir los datos necesarios para
la lectura e interpretación de los textos antiguos; el otro, deducir del estudio de los elementos gráficos
de cada período, noticias que permitan juzgar con probabilidades de acierto la autenticidad de los
monumentos y documentos, o asignar fecha en caso necesario, denominándose Paleografía
Elemental y Paleografía Crítica.
La primera investiga los conocimientos gráficos de cada época y nacionalidad, ayudando a la lectura o
interpretación de los documentos antiguos; la segunda se sirve de estos mismos datos para juzgar la
autenticidad de la escritura.
Y de acuerdo al requerimiento, se puede clasificar la Paleografía en Diplomática,
Bibliografica, Numismática y Epigráfica.
 Paleografía Diplomática: es la ciencia que estudia la escritura propia de los documentos.
 Paleografía Bibliográfica: estudia la escritura de los códices y libros manuscritos antiguos y
puede ser considerada como una rama de la Bibliografía, que es la ciencia de los libros.
 Paleografía Numismática: se ocupa de la escritura de las monedas y medallas, y forma parte de
la ciencia Numismática. Además de la forma de letra, estudia los tipos, arte, materia, fórmulas,
valor y demás caracteres de las monedas.
 Paleografía Epigráfica: estudia la escritura en lápidas e inscripciones arqueológicas. Es una
rama de la Epigrafía ciencia que estudia en las inscripciones antiguas el carácter de la letra, la
materia escriptoria, los instrumentos gráficos, el estilo, el lenguaje, etc.
 También se puede dividir la Paleografía cronológicamente en Paleografía de la Edad
Antigua y Paleografía de la Edad Media.
Psicología: (empirismo) (literalmente «estudio o tratado del alma»; del griego clásico ψυχή,
transliterado psykhé, «psique», «alma», «actividad mental», y λογία, logía, «tratado» o «estudio») es
la ciencia que trata la conducta y los procesos mentales de los individuos y cuyo campo de estudio
abarca todos los aspectos de la experiencia humana. La psicología explora conceptos como la
percepción, la atención, la motivación, la emoción, el funcionamiento del cerebro, la inteligencia, el
pensamiento, la personalidad, las relaciones personales, la conciencia y la inconsciencia. La psicología
emplea métodos empíricos cuantitativos de investigación para analizar el comportamiento (Opera usus
in factis quantae inquisitionis modos agendi resolvere)51
El hombre, así, es considerado esencialmente como cuerpo (como realidad extensa); y entonces
entre animal y hombre no habría más que una diferencia de grado; el obrar humano sería resultado
únicamente de un juego de fuerzas, estímulos sensibles y reacciones de los sentidos. Ésta es la postura

49 -Leonor Zozaya- Doctora Europeus en Historia, profesora de paleografía y materias afines, e investigadora
modernista. Autora de páginas sobre Paleografía, lutería, popular de tradición oral, arte cinético, etc.
50 -Millares Carlo, A, Tratado de Paleografia Española Madrid: Espasa-Calpe (1983).
51 -Vidales, Ismael Psicología general. México: Limusa. (2004).

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del empirismo, que es el método o procedimiento que está basado en la experiencia y en la


observación de los hechos: "el empirismo en la producción del sonido de los instrumentos acarrea una
enorme variedad en el repertorio utilizable de ellos, que contrasta con la parquedad de sonidos útiles
que se obtienen por medio de la resonancia natural"
Al empirismo ya no le interesa tanto la esencia del alma (ciencias teológica – psicológica), sino
sus manifestaciones y éstas centradas en un conocimiento a través de la experiencia (Bacon) y
experiencia sensible (Hobbes). Locke hace la distinción entre experiencia interna (reflexión) y
experiencia externa (sensación). Su contribución más importante a la Psicología reside en que hizo
explícitas las posibilidades de una teoría de la asociación, que debía empezar con los datos de la
experiencia y elaborar las leyes que rigen las interrelaciones y sucesiones de unas experiencias con
otras; el germen del asociacionismo ya era evidente en la obra de Hobbes, la cual a su vez tiene
antecedentes en Aristóteles. La exposición de Locke de las consecuencias del empirismo y de la
posibilidad, mediante el análisis, de comprender el origen y organización de las ideas, dotó al enfoque
empírico de una mayor difusión y fortaleza.
El término empirismo, surge en la Edad Moderna, en los siglos XVII y XVIII, en el Reino Unido,
como consecuencia de una tendencia filosófica que provenía de la Edad Media. El primer teórico que
abordo la doctrina del empirismo fue el filósofo inglés John Locke (1632-1704), quien argumentó que
la mente humana es una “hoja en blanca”, o en su defecto una “tabula rasa”, en donde son gravadas
las impresiones externas, por lo cual no se reconoce la existencia de las ideas natas, ni el conocimiento
universal. El término es un adjetivo que reseña algo que está basado en la práctica, experiencia, y en
la observación de los hechos. Asimismo, dicho término hace referencia a todo individuo seguidor del
empirismo.
La psicología, debido a su función y objetivos, los especialistas antiguos y de la época se centrar
que debe de guiarse por la experiencia, y por la percepción, ya que el objeto de la psicología debe de
ser dado a la experiencia, especialmente a la conducta del sujeto y no a la mente, en virtud de que los
estados mentales son irrelevantes para dar cuenta de la actitud o conducta del individuo en estudio.
Todo ello porque la conducta del individuo depende de la influencia en el ámbito exterior, y no de
un carácter interno o innato, lo que los especialistas le dan una gran importancia a la experiencia,
aprendizaje y especialmente a los rasgos y comportamientos de los organismos, y el ser humano.
Las fortalezas de la psicología y el empirismo como campo de acción del Folklore, se encuentra
en lograr la interpretación mental y del alma de las distintas culturas, por medio de los hallazgos
antropológicos y sus diversas expresiones.
Epistemología. (del griego ἐπιστήμη epistḗmē, "conocimiento", y λόγος lógos, "estudio") es la rama
de la filosofía cuyo objeto de estudio es el conocimiento.
La epistemología, como tal, es una rama de la filosofía que estudia los fundamentos y métodos
del conocimiento científico. Para ello, procura dar respuestas a interrogantes tales como: ¿qué es el
conocimiento?, ¿cómo se produce el proceso de razonamiento en la mente humana?, ¿cómo
determinamos que aquello que hemos entendido es, en efecto, verdad? Así, la epistemología también
se encarga de estudiar el grado de certeza del conocimiento científico en sus diferentes áreas, con el
objetivo principal de estimar su importancia para el espíritu humano. Como tal, la epistemología
también se puede considerar parte de la filosofía de la ciencia.
La epistemología surgió con Platón, quien oponía el concepto de creencia u opinión al de
conocimiento. De este modo, mientras la opinión es un punto de vista subjetivo, sin rigor ni
fundamento, el conocimiento es la creencia verdadera y justificada que se ha obtenido luego de un
riguroso proceso de comprobación y validación. Así, según la teoría de Platón, el conocimiento es el
conjunto de todas las informaciones que describen y explican el mundo natural y social que nos rodea.
La epistemología, además, provoca dos posiciones, una empirista que dice que el conocimiento
debe basarse en la experiencia, es decir, en lo que se ha aprendido durante la vida, y una
posición racionalista, que sostiene que la fuente del conocimiento es la razón, no la experiencia.

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Por otro lado, la epistemología, desde el punto de vista de la filosofía, también puede referirse a
la teoría del conocimiento o gnoseología. En este sentido, vendría a referirse al estudio del
conocimiento y del pensamiento en general. No obstante, hay autores que prefieren distinguir la
epistemología, que se enfoca fundamentalmente en el conocimiento científico, de la gnoseología.
La epistemología, como teoría del conocimiento, se ocupa de problemas tales como las
circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que llevan a la obtención del conocimiento, y los
criterios por los cuales se le justifica o invalida, así como la definición clara y precisa de los conceptos
epistémicos más usuales, tales como verdad, objetividad, realidad o justificación (et criteria qua
iustificatur aut infirmatur, et clara definitio definito frequentissimum est, ut verum, quod ante sacras
rationes utilitas rei) 52
En definitiva, estudia el conocimiento humano y el modo en que el individuo actúa para
desarrollar sus estructuras de pensamiento de acuerdo a su cultura presente, y de investigación
antropológica del pasado. Su espectro es amplio y se relaciona con las justificaciones que el ser
humano puede encontrar a sus creencias y tipos de conocimiento, estudiando no sólo metodologías,
también causas, objetivos y sus elementos intrínsecos.
En términos generales, la epistemología se define como el análisis del conocimiento
sociológico. Esta disciplina analiza los supuestos filosóficos, su objeto de estudio, los valores
implicados en la creación del conocimiento, la estructura lógica de teorías, los métodos empleados en
la investigación y en la explicación o interpretación de sus resultados de sus teorías. Los
epistemólogos de las ciencias sociales han tratado esos problemas en diversos momentos de su
construcción. En particular, se han referido a cinco problemas principales: 1° Los supuestos
ontológicos y gnoseológicos de las ciencias sociales. 2° El objeto de estudio propio de estas ciencias.
3° La naturaleza de conocimiento que se va a obtener por la investigación científica. 4° La relación
entre las características del objeto investigado y los valores del investigador. 5° La función final que
debe cumplir la investigación científica de acuerdo con el modelo elegido para la construcción de las
ciencias sociales. Las diversas posiciones filosóficas frente a esos problemas ayudan a comprender las
distintas escuelas que han surgido en la construcción de las ciencias sociales. Por ello, se da por
necesario para la investigación epistemológica del pensamiento técnico-científico del pasado, y su
desconocimiento, lo que lo hace necesario para el estudio del folklore.
El interés del ser humano por el conocimiento ha existido desde que este pudo tener uso de la
razón y generar con ella avances tecnológicos, culturales, políticos, sociales, económicos y de todo
tipo. Aquí es donde científicos de distintas especialidades, aprovechan la palabra de Thoms, pero no
con sus pretensiones personales, sino para re-unir pareceres que ocupan diferentes ciencias. Cuestiones
tales como la naturaleza del conocimiento, la adquisición del mismo, sobre su necesidad y sobre su
permanente desarrollo en la historia de la Humanidad son esenciales para la epistemología.
Etnología: En cuanto a su origen etimológico, la expresión etnología es de origen griego, formada
por “etnos” que significa “nación o pueblo”, “logía” que expresa “estudio o tratado”, más el
sufijo “-ia” que representa “acción”. Se conoce como etnología a la ciencia social que estudia
sistemática y comparativamente las etnias y las culturas de los pueblos llamados primitivos
La etnología es una rama de la antropología que se enfoca especialmente en aquellas sociedades
que aparecen como peculiares o diferentes de lo observado o acostumbrado por el individuo. Busca
relaciones comparativas y similitudes entre las características de diferentes pueblos, por medio de los
siguientes aspectos: religión y expresión simbólica, diversidad cultural, costumbres, idioma,
organización familiar, sistemas sociales y políticos, sistemas económicos de las sociedades, entre otros
puntos importantes.
Pero este objetivo no es nada nuevo, puesto que ya en el mundo clásico historiadores como
Heródoto describían las diferencias y rarezas de costumbres en los persas o egipcios. O qué decir de

52- Mach, E.: Conocimiento y error, Buenos Aires, 1948.

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Marco Polo y sus viajes por Asia durante la Edad Media. O el interés que se suscita en el
Renacimiento, “al que sí le añadimos el interés antropocéntrico por saber y conocer del ser humano,
que es el periodo en el que se descubre y coloniza América”53, y como una corroboración
complementaria, la Etnología incluye el Folklore que en opinión de Danneman “Recoge los mitos y
todas las manifestaciones de las creencias populares, las leyendas, las consejas, los cuentos, cantos y
proverbios, las supersticiones y costumbres"54
El investigador vasco Crivillé i Bargalló, dice que: “El Folklore fertiliza el sentimiento cívico,
ofrece perspectivas al pensamiento creador del artista, ilumina los senderos de la historia, estimula el
cultivo de las artes y de las ciencias y es incentivo permanente para el hecho patriótico. Por todo
ello, y por su valor intrínseco tiene un lugar permanente en la consciencia popular y significación
especialísima en la cultura general”. Como una corroboración complementaria de lo antes
manifestado, aseveró que "el Folklore es aquella rama dela 'ciencia del hombre' que busca la mayor
parte de los materiales que se necesitan para la aplicación del método inductivo y comparado en la
Etnología”.
Imprescindiblemente forma parte del Folklore, lo que ya introduce una astilla al correcto sentido
de la palabra y de su criterio. “Pero, mientras la Etnología general siempre toma en cuenta a todas las
naciones del mundo, cualquiera sea su grado de civilización, el Folklore se limita a una sola nación
o a un grupo de naciones que tienen historia común, pero puede también limitarse hasta a una sola
provincia y aun a una sola clase de individuos: podría, por ejemplo, hablarse de un Folklore de los
pescadores chilotes, del minero, del marinero o del bandido chileno"55 Igualmente, Paulo de Carvalho
Neto señala que el hecho Folklórico “es un hecho de carácter cultural de cualquier pueblo que se
caracteriza por su anonimidad y su no institucionalización, eventualmente es antiguo, funcional y pre-
lógico”56
El investigador Antonio Machado y Álvarez “Demófilo”, en 1880, escribió sobre el tema, y en
su “Introducción al Estudio de las Creaciones Populares” expresa; “¿queréis conocer la historia de un
pueblo?, de sus romances, ¿aspiráis a saber de lo que es capaz?, estudiad sus músicas y cantares” Por
eso es que para Machado y Álvarez, el Folklore se constituye como una ciencia nueva unificada en lo
popular, como humanidad anónima, es decir que si no se ha apartado de ese común anónimo,
recién se puede considerar folklórica. También puede suceder que el nombre del autor se convierta
en proverbial, como ha ocurrido con varios autores literarios o musicales, y entonces se le atribuyen
creaciones que no son suyas. “El supuesto autor se convierte en un personaje, y como tal en parte del
material folklórico. Otras veces sucede que las acciones o los dichos atribuidos a un personaje en una
época se le atribuyan a otra persona al pasar el tiempo y cambiar las circunstancias, como sucede con
ciertos chistes sobre políticos”57
Etnografía: (del griego: ethnos (έθνος) - "pueblo, tribu", y grapho (γράφω) - "escribo”; literalmente
"descripción del pueblo") conocida también como ciencia del pueblo, es el estudio sistemático de
personas y culturas. La etnografía es un método de investigación que consiste en observar las prácticas
culturales de los grupos sociales y poder participar en ellos para así poder contrastar lo que la gente
dice y lo que hace. Es una de las herramientas investigativas y algunos autores la consideran incluso
como una rama de la antropología social o cultural, en un principio este método se utilizó para analizar
a las comunidades aborígenes, actualmente se aplica también al estudio de cualquier grupo que se
pretenda conocer mucho mejor58

53 -Schwartz y Jacobs. Sociología cualitativa. México. Ed Trillas. 1984


54 -Dannemaan Manuel Rodolfo Lenz, etndlogo y estudioso del folklore Universidad de Chile.
55 -Dannemann Manuel - Revista Chilena de Antropología No 8, 1989 -Facultad de Ciencias Sociales
Universidad de Chile, Rodolfo Lenz, etnólogo y estudioso del Folklore.
56 - Folklore y Educación – Quito – Ed. Casa de cultura Ecuatoriana - 1961
57 - Juan José Prat Ferrer Universidad SEK
58 -Sills, David L. Enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales Ed. Aguilar. (1974)

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Es interesante recordar el significado etimológico para entender el principal uso que se le ha


dado a esta metodología de las Ciencias Sociales. Es en el campo de la Antropología donde la
etnografía se desarrolla como método de investigación. “El motivo de esto es que en sus inicios, este
método estuvo ligado a ramas tan dispares como la medicina, las ciencias sociales o los folcloristas,
pero con el período de expansión colonial, donde se produce un choque cultural entre colonizadores y
colonos”59
La etnografía se interesa, además, por el estudio de todos los individuos que componen una
sociedad y no da primacía a aquellos que tienen poder o buena posición económica ya que las reglas,
costumbres y ritos se establecen de modo generalizado y cuando establecen diferenciaciones entre
unos y otros, eso también contribuye a comprender mejor cada comunidad específica. Igualmente,
puede recurrir a diferentes elementos para realizar sus estudios. En primer lugar, se utilizan elementos
que son considerados culturales para acercarse más a la mentalidad y forma de entender el mundo de
una comunidad: obras de arte, artesanías, herramientas, vestimenta, etc. Luego, también se puede
contar con otro tipo de material como documentos escritos (en el caso de que existan) o análisis
arqueológicos.
Según Rosana Guber en su trabajo La etnografía. método, campo y reflexividad “La Etnografía
durante décadas ha sido considerado como uno de los procedimientos cualitativos de investigación
más novedosos para estudiar la realidad social, es un medio para buscar un enfoque de concepción y
practica de conocimiento que busca comprender los fenómenos sociales desde la perspectiva de sus
miembros según “Debemos tener en cuenta un método abierto de investigación en terreno donde caben
las encuestas, las técnicas no directivas-fundamentalmente, la observación participante y las
entrevistas no dirigidas”,
Gutiérrez60 en Metodología de las Ciencias Sociales, reconoce que debido a su carácter
“flexible, holístico, naturalista, amplio, subjetivo, inductivo y descriptivo. Este método trata de
comprender la complejidad estructural de los fenómenos que viven y sienten las personas involucradas
en los ejes problemáticos asociados a su cotidianidad, involucrándolos como co-investigadores de su
propia realidad y de su propio medio.
Por ende la investigación etnográfica es un tipo de investigación orientada hacia la
interpretación de la sociedad o de un grupo específico por medio de la observación de campo de los
fenómenos socioculturales y, en un momento dado, por medio de la acción participativa en la solución
comunitaria de los problemas concretos.
El método etnográfico se inicia con la selección de una comunidad, el conocimiento de dicha
cultura y con la identificación de las variables objeto de interés para la comunidad, con miras a buscar
alternativas de solución a través de la organización y participación de sus habitantes.
El grupo investigador se centra en una comunidad específica observando la vida cotidiana de
dicha comunidad; buscando información previa a través de las diferentes entrevistas, diarios de
campo, fichas de observación y el árbol de problemas considerando este como una ayuda importante
para entender la problemática a resolver. Expresando las diferentes causas y efectos, percibidas por la
comunidad en relación con el problema en cuestión. De ese modo, se resaltan las variables más
significativas de la comunidad en el orden cultural, social, político, económico y recreativo, para
priorizar el problema a trabajar.
El método de investigación la etnografía se traduce etimológicamente como estudio de las
etnias y significa el análisis del modo de vida de una raza o grupo de individuos, mediante la
observación y descripción de lo que la gente hace, cómo se comportan y cómo interactúan entre sí,
para describir sus creencias, valores, motivaciones, perspectivas y cómo éstos pueden variar en

59- Comelles, J. M.). Medical practice and local knowledge: The role of ethnography in the construction of
medical hegemony. 21 th International Symposium on the comparative history of medicine: Environment and
sickness. Fuji Institute of education. (1996
60 - Gutiérrez, G. (1984). Metodología de las Ciencias Sociales, I. México: Editorial Harla.

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diferentes momentos y circunstancias; se podría decir que describe las múltiples formas de vida de los
seres humanos.
✓ Trata de interpretar los fenómenos sociales viendo “desde dentro” la perspectiva del contexto
social de los participantes permitiendo al investigador tener un conocimiento interno de la
vida social.
✓ Supone una permanencia relativamente persistente Esta característica trata de dar un paso más
allá en investigación de tal manera que el etnógrafo viva en primera persona la realidad social
del grupo, así será capaz de observar cómo acontecen las cosas en su estado natural y
comprender los diferentes comportamientos que se producen en un determinado contexto.
✓ Parte de un proceso de observación participante como principal estrategia de obtención de la
información permitiendo establecer modelos, hipótesis y posibles teorías explicativas de la
realidad objeto de estudio.
Nuestra cultura popular es fruto de la síntesis entre distintas culturas desarrolladas
especialmente en el sur de nuestro continente. Luego después del proceso de colonización, entre ellos
llegaron ibéricos con su impronta particular fusionándose con nuestro folklore precolonial y oscuro.
Dicho proceso sufrió marcadas influencias en su nueva síntesis, como se percibe al estudiar
costumbres sociales y, en gran medida, el folklore. Mas hay un hecho decisivo al que se debe, en gran
parte, la vitalidad de la cultura popular aborigen.
Paleontología: (del griego «παλαιος» palaios = antiguo, «οντο» onto = ser, «-λογία» -logía =
tratado, estudio, ciencia) es la ciencia natural que estudia e interpreta el pasado de la vida sobre la
Tierra a través de los fósiles.1 Se encuadra dentro de las Ciencias Naturales, posee un cuerpo de
doctrina propio y comparte fundamentos y métodos con la Geología y la Biología, con las que se
integra estrechamente.
Entre sus objetivos están, además de la reconstrucción de los seres que vivieron en el pasado,
el estudio de su origen, de sus cambios en el tiempo (evolución y filogenia), de las relaciones entre
ellos y con su entorno (paleoecología, evolución de la biosfera), de su distribución espacial y
migraciones (paleobiogeografía), de las extinciones, de los procesos de fosilización (tafonomía) o de
la correlación y datación de las rocas que los contienen.61
De los resultados iniciales de los estudios de la Paleontología, surge la Paleontología
cultural, que nos ha permitido conocer mejor las diversas clases de relaciones típicas que se han
establecido, a lo largo del tiempo y a lo ancho del mundo, entre algunas sociedades humanas
concretas. Así mismo nos ha permitido conocer mejor los hechos sociales y culturales, particulares de
una sociedad, así como las consecuencias de las relaciones, entre humanos y fósiles.
Básicamente, la Paleontología Cultural se produce por la confluencia o síntesis de cuatro
tipos de conocimientos:
 Conocimientos etnológicos: creencias irracionales y de sentido común, costumbres
tradicionales y usos populares: juguetes, amuletos, remedios, adornos, emblemas, figuras
heráldicas etc.
 Conocimientos literarios: narraciones legendarias explicativas o leyendas etiológicas, poesías,
canciones, fórmulas,
 Conocimientos lingüísticos o filológicos: nombres vulgares, variantes, distribución geográfica,
etc., y nombres propios de lugar o topónimos, de motivación paleontológica, etimología, etc.
 Conocimientos paleontológicos: nombres científicos, taxonomía, cronología, tipo de
fosilización, etc.
O sea que, desde la perspectiva de la Paleontología Cultural, la Etnología, la Filología y la
Paleontología se convierten en "ciencias colaboradoras o auxiliares".

61 -Aguirre, E. (Coord.) Paleontología. Consejo Superior de Investigaciones Científicas (1989).

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Más aún, podríamos ver que los conocimientos específicos de la Paleontología Cultural, provienen
de la integración o fusión de múltiples campos del conocimiento y de la creatividad humana,
constituyendo su fuente de inspiración:
 las Ciencias Naturales (Biología, Zoología, Botánica, Geología, Paleontología, Paleoecología,
Tafonomía, etc.);
 las Ciencias Aplicadas (Agricultura, Ganadería, Industria, Minería, Pesca, Topografía,
Cartografía, etc.);
 las Ciencias de la Salud (Medicina, Veterinaria, Farmacología, etc.);
 las Ciencias Sociales (Antropología, Arqueología, Economía, Etnografía, Etnología, Filosofía,
Geografía, Historia, Historia de las ideas y de las creencias, Lingüística, Psicología,
Sociología, etc.);
 las Bellas Artes (Arquitectura, Bailes, Escultura, Literatura, Música y Pintura);
 las Artes Aplicadas (Decoración, Diseño, Heráldica, Artesanías, etc.);
El folklore por lo tanto, se nutre de muchísimo material de estudio teniendo en cuenta lo que
puede contribuir esta ciencia para tratar de desentrañar sus hondos misterios.
Pedagogía La palabra pedagogía deriva del griego paidos que significa niño y agein que significa
guiar, conducir “El que conduce niños” (Del gr. pedagogo παιδαγωγός) y pedagogía παιδαγωγική.La
idea que se tiene de pedagogía ha sido modificado porque la pedagogía misma ha experimento desde
principios de siglo cambios favorables. Cada época histórica le ha impregnado ciertas características
para llegar a ser lo que en nuestros días se conoce como: Ciencia multidisciplinaria que se encarga de
estudiar y analizar los fenómenos educativos y brindar soluciones de forma sistemática e intencional,
con la finalidad de apoyar a la educación en todos sus aspectos para el perfeccionamiento del ser
humano.
En el caso de las civilizaciones precoloniales, en mayor o menor medida, de acuerdo a las
costumbres sociales, la educación (o la Pedagogía, término que surgiría a posterior) existía una
sociedad de estructura piramidal y esta sociedad, extendía un sistema educativo, rígidamente
estratificado, basado primordialmente en:
 El yachay huasi era un establecimiento para la formación de la nobleza masculina, en él se
apuntaba hacia un saber superior.
 El aclla huasi, 1ue estaba destinado a las mujeres que luego serían sacerdotisas (vírgenes del sol).
Tras severa selección eran consagradas, aunque debían dar su consentimiento. Algunas eran dadas
en matrimonio a los curacas y era este un modo sutil de los Incas de influir en los territorios
conquistados.
Ambas casas conventuales, se podrían considerar como las universidades del tiempo, a la cual
accedían, a diferencia de estos tiempos, los más capaces (no los que tenían dinero solamente), sino a la
casta ilustrada y capaz intelectual. (Es interesante el estudio del sistema “pedagógico precolombino,
por cuanto se enseñaba lo útil y de acuerdo a las necesidades sociales, no a lo que a cada cual le
interesara)
El resto de la población, sólo recibía una educación práctica (transmisión de experiencias) a
través de los padres y familiares. No se participaba de un sistema educativo formal, sino que se
socializaban mediante la vida comunitaria y las relaciones de trabajo, en el campo, en talleres, o la
milicia.
Durante la conquista se inicia un proceso de aculturación, mestización y asimilación; se inicia
una desestructuración cultural por el advenimiento del mestizaje, con la enseñanza de la catequesis,
la enseñanza español y cierta forma de escolarización, difundiéndose rápidamente el nuevo idioma,
pero todo resultante mayormente de la experiencia y la práctica, pero no tuvo ese fenómeno la lengua
escrita.

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Los jesuitas, optaron por el desarrollo intelectual como el mejor instrumento para enfrentar las
ancestrales religiones y divinidades aborígenes, confiando en la educación como medio para la
formación del buen cristiano. Como orden enseñante, podemos decír que la Compañía de Jesús fue
la más exitosa y original, cuyas obras de arte y pedagógicas aún se pueden observar.
Una especie de educación rudimentaria y elemental, recién se da en el siglo XVII cuando
aparecen las primeras escuelas elementales alentadas por los cabildos y las gobernaciones y más
tarde, las Escuelas Elementales del Rey, todas ellas dirigidas por los frailes que eran los mas
perfeccionados intelectualmente de la época. Pero estas escuelas solo se asentaban en las ciudades,
estaban destinadas a hijos de españoles y tenían un precario desenvolvimiento. El interior –como sigue
siendo en la actualidad Buenos aires-, carecía de estas casas de estudio, salvo una que otra y en urbes
importantes.
Finalmente, podemos afirmar que tanto por conveniencia política, interés económico o vocación
apostólica, la educación en las colonias fue una pieza clave en el proceso pedagógico. La labor tenía
por objetivo la evangelización como el entrenamiento para el trabajo o la adaptación a la vida urbana.
La política educativa popular, tuvo tres ejes distintivos: La asimilación de los aborígenes a través de la
evangelización y la españolización; La enseñanza para el trabajo; La atención de demandas de niños
hispanos y su fusión con los niños americanos, aunque el verdadero proceso de aculturación se dio por
vías informales más que sistemáticas: a través de la convivencia.
Geografía (del griego - geographia, compuesto de "η γη" (hê gê) la Tierra y "γραφειν" (graphein =
describir, dibujar) es la ciencia que trata de la descripción o de la representación gráfica de la Tierra.
En sentido amplio es la ciencia que estudia la superficie terrestre, las sociedades que la habitan y los
territorios, paisajes, lugares o regiones, que la forman al relacionarse entre sí (In lato sensu est
scientia, quae considerat de superficie terræ, et habitatores societates finibus topiorum regionum aut
locorum ad invicem)62 Este factor geográfico, es la influencia del medio natural que rodea. Es
importante porque otorga características del ambiente ‘folk’. Su localización dentro del ámbito
geográfico social, los pone en contacto más inmediato y estrecho con la naturaleza. “Este ambiente
Folk influye notablemente en las manifestaciones folklóricas más típicas. La naturaleza circundante,
con la que el grupo ‘folk’ vive en íntimo contacto, forma con éste y su cultura tradicionalizada un
complejo en el que la influencia geográfica tiene papel decisivo. No creo que llegue a ser
‘determinante’, pero sin duda contribuye a configurar la fisonomía inconfundible de cada
conglomerado folklórico. Los géneros de vida, dice un geógrafo de la autoridad de Federico A. Daus,
son ‘modalidades por las cuales los pueblos que viven en contacto con la naturaleza logran obtener de
ella su sustento”63
En un marco teórico de la geografía, la noción de lugar incluye el interior del humanismo, de
espacio vivido, de la experiencia, lo que resultan estructurantes. Desde este punto de vista la noción de
espacio como simple extensión y conjunto de entidades físicas puras de la geografía racionalista cede
ante una noción holística e integradora que reconoce la dimensión simbólica y material del espacio,
entre ellos, los aspectos que le dan sentido y espesura al territorio como el sentido de pertenencia, la
relevancia de las imágenes de ciertos lugares y la dinámica de los procesos identitarios. Así explica el
geógrafo Costa Gómez “Sin embargo, captar la espesura del territorio implica razonar también las
condiciones estructurales y coyunturales. De este modo, el espacio es tanto un proceso histórico que
posee una dimensión real y física, como una construcción simbólica que asocia sentidos e ideas”64
La geografía humana constituye la segunda gran división de la geografía. Como disciplina se
encarga de estudiar las sociedades humanas desde una óptica espacial, la relación entre estas
sociedades y el medio físico en el que habitan, así como los paisajes culturales y las regiones
humanas que éstas construyen. Parte de la premisa de que el ser humano siempre forma parte de

62- Steila Donald. The Geography of Soils. Englewood Cliffs: Prentice Hall, 1976
63- Federico A. Daus, Geografía y Unidad Argentina, pág. 223, Bs. As. Nova, 1957
64 - Costa Gomez, Paulo. Geografia e modernidade. R Janeiro Bertrand Brasil, 1996.

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agrupaciones sociales amplias. Estas sociedades crean un entorno social y físico mediante procesos de
transformación de sus propias estructuras sociales y de la superficie terrestre en la que se asientan. Su
accionar modifica ambos aspectos en función de las necesidades e intereses que los agentes sociales
que las forman, especialmente de los agentes sociales dominantes. Estas transformaciones se deben a
procesos económicos, políticos, culturales, demográficos, etc.
Vidal de la Blache que más contribuyó al desarrollo de la Geografía humana en Francia. En El
hombre en la Tierra se presentan algunos enunciados que sirven para definir a la geografía humana
francesa desde una óptica ecológica y paisajística. La Geografía humana consiste en dilucidar las
relaciones entre el hombre y el medio consideradas desde un ángulo espacial.
▪ En buena parte, la Geografía humana se nos presenta como una Ecología del Hombre.
▪ La Geografía humana es la descripción científica de los paisajes humanos y de su distribución
en el globo.
▪ La Geografía es también la disciplina de los espacios terrestres; entre todas las ciencias de la
Naturaleza y del Hombre, ninguna otra sitúa en primer plano la localización de los
fenómenos.65

Campos de la Geografía Humana Ciencias Relacionadas


Geografía de la población Demografía
Geografía económica Economía y Geoeconomía
Geografía cultural Antropología
Geografía social Sociología
Geografía histórica Historia
Geografía rural Agronomía
Geografía urbana Arquitectura y Urbanismo
Geografía ambiental Ecología y Ciencias ambientales
Geografía médica Medicina y Salud
Geografía política Ciencia política y Geopolítica

En cuanto a otra subdisciplina importante para este caso, está la Geografía cultural que estudia
los elementos, fenómenos y procesos que se producen en el planeta inducidos por el conjunto de los
grupos humanos que lo habitan, cada uno con su propia idiosincrasia y su diferente huella.
Para diferenciarse de la Geografía humana, tronco al que pertenece la Geografía cultural, y
cuyos contenidos serían muy semejantes, los geógrafos culturales han venido estudiando aquellos
aspectos relacionados con las diferencias que aparecen entre las distintas regiones del globo a partir de
la características específicas que emanan de la relación entre un colectivo humano (por ejemplo, los
europeos, los vietnamitas , los riojanos o los maragatos) y el territorio que este ocupa.
Friedich Ratzel introdujo la cultura como factor clave de la geografía humana. En 1880, el
término “geografía cultural” fue introducido por primera vez en los estudios geográficos. Por
entonces, Ratzel, inspirado en Alexander von Humboldt y Carl Ritter, toma de su formación
naturalista la idea de que la distribución de los seres humanos y la expansión, imposición y mezcla de
culturas y civilizaciones merecen una atención especial, y propone el nombre de Antropogeographie
para calificar este nuevo capítulo de la disciplina. [….] El paisaje refleja la organización social del

65 - Sorre Max. El hombre en la Tierra. Barcelona: Edit. Labor, 1967

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trabajo. La cultura es para Vidal y sus colegas aquello que se interpone entre el hombre y el medio y
humaniza los paisajes.
El objeto de estudio de la Geografía cultural son los paisajes, cuyo análisis e interpretación
resulta tan interesante como complejo. El paisaje lleva la impronta de las sociedades que habitaron en
el pasado y las que lo hacen en el presente: el paisaje es un totalizador histórico. En el paisaje se pone
de manifiesto desde el uso y avance de la técnica y el desarrollo científico, hasta las manifestaciones
religiosas y sociales, así como las ideas políticas, y se graban las aspiraciones de los colectivos que lo
habitan, sus fracturas sociales y su nivel de madurez social y democrática. El orden y el desorden
paisajístico sirven de medio de interpretación del nivel de desarrollo de un territorio.
Cronología. La cronología forma parte de la ciencia de la historia. El origen etimológico del
término emana del griego pues se encuentra formado a partir de las siguientes partes de esa lengua: el
vocablo “cronos”, que es sinónimo de “tiempo” (χρόνος); la palabra “logos” (μελέτη), que es
equivalente a “estudio”; y el sufijo “-ikos”, que puede traducirse como “relativo a”.
Cronológico es aquello perteneciente o relativo a la cronología (la disciplina cuyo objeto es la
determinación del orden y las fechas de los sucesos históricos). Todas las civilizaciones han
desarrollado métodos o sistemas para medir el tiempo. Se sabe que no existe un suceso histórico que
no haya surgido de otros que le precedieron y que no haya sido el origen de otros de mayor o menor
importancia. El orden cronológico de los sucesos es la ubicación de éstos en una línea temporal.
El concepto también es utilizado en otras áreas del conocimiento para relatar hechos no históricos
en orden cronológico. No hay suceso en la historia que no surja de otros que le hayan precedido y que
no llegue ser origen de otros más o menos importantes (Omnis res quod non oritur ex aliis historicis,
et non erit qui eum praecesserunt, unde plus aut minus) 66
La cronología es una ciencia destinada a tener una mayor concepción o entendimiento de sucesos
históricos y tener un orden mediante fechas. Utiliza línea de tiempo para ubicar cada hecho o
acontecimiento de la humanidad. Entonces entendemos por cronología, a la ciencia que tiene como
objetivo el estudio del orden gradual de fechas de sucesos histórico. La cronología se centra en la idea
de que todos y cada uno de los hechos están entrelazados entre sí, y por ende es de suma importancia
ordenarlos y clasificarlos de tal manera para tener una mejor comprensión de ellos, por lo tanto dicha
ciencia recurre a distintos sistemas numéricos y de datos que buscan organizar los acontecimientos
más antiguos primeros y los más recientes al final, y es aquí donde entra en juego la línea del tiempo.
En conclusión, se entiende por cronología a la ciencia o sistema que permite organizar de manera
ordenada y sucesiva los hechos históricos de acuerdo estos hayan ido sucediéndose. La cronología no
es más que el estudio del tiempo según este pasa y es por esto que la cronología se vuelve de especial
importancia para otras ciencias, como la historia, que recurren al ordenamiento de datos y fechas de
manera permanente, y por ende como referencia del folklore y su data en el orden temporal en que se
sucedieron los acontecimientos.
Es un sistema o técnica de ordenamiento creado por el ser humano para obtener una comprensión
más accesible de los sucesos históricos y para mantener un registro del orden en que los mismos tienen
lugar. Si se tiene en cuenta que las fechas y las formas de datación utilizadas por el ser humano
también son creaciones artificiales de él, entonces la cronología no será más que una repetición de la
información de manera ordenada y organizada.
La cronología se basa en la idea de que todos los hechos están relacionados entre sí y por tanto es
de vital importancia ordenarlos para comprenderlos mejor. Para esto, la cronología recurre a diversos
sistemas numéricos y de datación que buscan colocar a los hechos más antiguos primero y a los más
recientes al final, a modo de seguir una linealidad constructiva. Para la cronología es entonces de vital
importancia contar con un sistema de fechado tal como las líneas de tiempo en las cuales los sucesos
se van colocando de manera ordenada y jerarquizada de acuerdo al momento en que hayan ocurrido;

66 -Enciclopedia Libre Universal, publicada en español bajo la licencia Creative Common

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en primer lugar aparecerán los hechos que se sucedieron primero en el tiempo y detrás de ellos los que
vayan aconteciendo.
Asi tenemos, brvemente, que la evolución del Hombre: La cronología acerca del origen y
evolución humana (Hominización) aun no es precisa. Existen numerosas clasificaciones, muchas
veces contradictorias, pues aun hay varias incógnitas en el estudio del hombre.
De un modo general, podemos decir que existe un tronco común entre los grandes monos o
primates antropoides (pongidos) y los humanos (homínidos). En algún momento, esas dos familias
formarían y evolucionarían en direcciones diferentes: Los pongidos darían origen a los gorilas,
chimpances, orangutanes, etc., en cuanto los Homínidos pasarían a dar formación, a través de una
larga evolución (austrolipithecus, homo habilis, homo erectus, homo neanderthal ) hasta originar al
homo sapiens, hombre actual. La Hominización es el proceso de evolución o transformaciones del ser
humano desde sus ancestros más antiguos.
Sociología es la ciencia social que estudia los fenómenos colectivos producidos por la actividad
social de los seres humanos, dentro del contexto histórico-cultural en el que se encuentran inmersos.
En la sociología se utilizan múltiples técnicas de investigación interdisciplinarias para analizar e
interpretar desde diversas perspectivas teóricas las causas, significados e influencias culturales que
motivan la aparición de diversas tendencias de comportamiento en el ser humano especialmente
cuando se encuentra en convivencia social y dentro de un hábitat o "espacio-temporal" compartido.67
El Dr. Alfredo Poviña define: “Lo folklórico queda entonces alojado dentro del otro campo que
puede existir: lo colectivo. No hay para nosotros otra alternativa: o es individual o es colectivo. El
campo de lo colectivo es el dominio de la vida del grupo. Un hecho pertenece al mundo de lo
colectivo, cuando ha desaparecido en él la marca o la seña del individuo mismo. El .reino de lo
colectivo es el dominio de lo anónimo. Diremos que es, -recurriendo a una expresión de Recasens
Siches-, el campo de lo mostrenco, de lo que no tiene dueño. En lo colectivo ya no hablamos de
individuos, los hechos son sin autores. Ha desaparecido ya el genio de la creación individual. Lo social
es una forma de vida que no es de nadie en particular, sino que es algo genérico, común, típico es una
generalización impersonal; una cristalización, una objetivación despersonalizada e). Esta primera
característica que nos va a servir más adelante para calificar lo sociológico que hay en lo folklórico,
nos anticipa ya que el objeto de la ciencia del Folklore cae dentro del campo de lo social; pero, sin
embargo, no va a servirnos como nota distintiva fundamental, porque no se refiere a todo lo colectivo,
sino solamente a lo popular”.68
El Dr. Ramón M. Jáuregui,69 es muy claro cuando aclara sociológicamente su utilidad en la
ciencia del folklore. Expone que no es ético confundir el folklore, algo propio del pueblo, con las
manifestaciones folklóricas o espectáculos abstraídos del pueblo y representados por profesionales,
normalmente con fines de lucro. [..] Aplicando esta nueva concepción interna de cultura a toda la
sociedad, se puede afirmar que culto es aquel que tiene y dice su palabra y, en este sentido, las clases
populares, al “ser” ellas mismas y al tener una palabra que pueden decir tanto a ellos mismos como a
los demás, como son sus tradiciones, costumbres, creencias, etc., son “cultas”, ya que ese algo que
poseen dentro de ellas mismas puede ser compartido con los demás. A esta riqueza inherente a la clase
popular y que puede ser compartida con los demás, la denominamos “folklore”. Y, al contrario, si la
clase imperial, la clase leída y rica, no tiene folklore, se debe a que, supuestamente, carece de
costumbres, creencias y tradiciones que pueden ser “compartidas” con los demás y por eso, en este
punto es “inculta”, porque sólo “está”, pero no “es” y porque está y no es, carece de una palabra que
dar y que compartir con ella misma y con los demás. Habría que concluir, pues, que las clases

67 -Historia del mundo, Universidad Nacional Española a Distanica - UNE


68 -Poviña Alfredo Sociología del Folklore – Año 31. Nº 5 – 1944 Rev.Sociología
69 -Cultura, Ética y Folklore Ramón M. Jáuregui- Prof. Titular de la Universidad de Los Andes. M.A. Teología,
L‘Immaculèe Conception. Montreal, Canadá. Dr. Educación, Univ de Los Andes, Mérida,. Dr. Filosofía, Univ
Le Mirail, Toulouse, Francia.

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populares, que normalmente son menospreciadas por las clases ricas porque no son cultas, en realidad
son más cultas que la clase rica que no tiene una palabra que poder mostrar y compartir con los demás
o que en caso de tenerla, no se atreve o no es capaz de hacerla pública. […] Además, aparte de
concebir el folklore como algo propio de las clases populares eufemísticamente denominadas bajas o
pobres o, sencillamente, plebe, hay otro hecho curioso al hablarse de folklore, que ya no sé si es
folklore propiamente tal, o manifestación del folklore o confusión de ambos conceptos. Digo esto
porque creo que el Folklore es el estudio de las costumbres y creencias populares que siguen viviendo
dentro de un determinado pueblo y que lo folklórico es la manifestación externa de esas costumbres tal
y como se dan en la realidad. Es, pues, un todo o una unidad, pero con dos caras, porque son las
costumbres populares las que dan origen al folklore y no al revés, salvo quizá que el nombre de
folklórico haya sido ideado por los estudiosos de esas costumbres, después de descubrir el folklore. Y
aquí encuentro otra dificultad y es que creo que lo folklórico tiene dos formas de entenderse. Uno,
para los estudiosos del folklore que le dan la definición que se señaló al comienzo de este trabajo y
otra para la gente común, porque para la gente común lo folklórico empieza a ser tal en el momento en
el que deja de ser “costumbre del pueblo” y pasa a ser algo estilizado, desraizado del pueblo y
convertido en espectáculo que ya no es realizado por el pueblo sino por algunas personas que,
independientemente que forman parte o no del mismo, tienen como “oficio” o como profesión,
representar periódicamente y previo salario ese folklore que ya no es del pueblo. En este sentido
pareciera que se ha establecido una ruptura entre el folklore y lo folklórico porque mientras que el
folklore se define como el estudio de lo que es propio de las clases populares, lo folklórico pasa a ser
entendido como aquello que puede ser “abstraído” o “separado”3 del pueblo, para ser mostrado, por
profesionales, como una atracción a los turistas, espectáculo que al producir dinero, no para el pueblo
a quien pertenece el folklore, sino para quienes montan el espectáculo, se le da el nombre de folklórico
y es fomentado más como fuente de dinero que como algo del pueblo y al hacer esto le están robando
a ese pueblo su cultura y su palabra y lo dejan “inculto”.
Etnomusicología y folklore: “Para entender por qué una determinada música existe debemos
también entender cómo y por qué la conducta que la engendra es como es, y cómo y por qué los
conceptos subyacentes se organizan para conseguir la forma sonora deseada”70
El término surge a través del músico Jaap Kunst, del griego ἔθνος ethnos (nación) y μουσική
mousike (música), comúnmente conocido como la antropología o la etnografía de la música. Jeff Todd
Titon la ha llamado el estudio de las personas haciendo música. Es un área académica que comprende
varios enfoques del estudio de la música que enfatiza sus dimensiones culturales, sociales, materiales,
cognitivas, biológicas, y otros contextos, en lugar de o adicionalmente, como sonidos aislados o un
repertorio particular.71
De igual modo que el inventario de formas visuales, heredadas en una determinada cultura por
la labor artesanal y religiosa de las sucesivas generaciones, varía de un ámbito cultural a otro, la
música, con sus modos, escalas y ritmos, sufre a su vez profundas transformaciones. En sus orígenes
esta disciplina transversal que implicaba el uso de nociones de la antropología, la etnografía, la
sociología o la psicología, se centró exclusivamente en el estudio de músicas no pertenecientes al
Occidente. Con el tiempo esta concepción restringida se fue ampliando, entendiéndose como el
estudio comparativo de la música a nivel mundial. Pensadores como Emile Durkheim o Claude Levi-
Strauss, impulsaron las bases de esta nueva rama, enmarcada en lo que Wilhem Dilthey denominó
como “ciencias del espíritu”.
La etnomusicología estudia el fenómeno musical como un fenómeno humano y cultural, por lo
que tiene en cuenta tanto las formas que conocemos por música culta, como las expresiones musicales

70 - Merriam, Alan P. The Anthropology of Music. Evanston, 1964.


71 -Titon, Jeff Todd: Worlds of Music, 2nd ed. New York: Schirmer Books, 1992, p.

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populares, el folklore, y toda la música de tradición oral.72 Luego a mediados del siglo XIX la
disciplina va incorporando a la musicología acercándose a los antropológico-culturales. Fue entonces
cuando música y antropología comenzaron a unirse en el estudio de la música como parte de la
cultura: los estudios culturales se sirvieron de la música para adentrarse en un contexto determinado.
La protagonista de esta nueva etapa fue la escuela americana, donde el estudio de las áreas culturales
fue adquiriendo más sentido y donde históricamente la música ha sido estudiada más que en otras
áreas europeas, cuna de la etnomusicología.
En definitiva la etnomusicología habría de ser el estudio de las músicas del mundo entero, tanto
populares como cultas, profanas o sacras; en la práctica, no obstante, la etnomusicología se ha
relacionado con las músicas, instrumentos y bailes de la tradición oral, excluyendo así de su ámbito
las músicas escritas en contextos urbanos. Los principales temas concretos de investigación de esta
disciplina son, en primer lugar, la música de los pueblos que carecen de escritura; en segundo lugar, la
música transmitida oralmente en ciertas culturas superiores (por ejemplo, música de corte, música
sacerdotal, etc.); y, por último, la música folklórica, que se ha intentado definir como la música de
tradición oral que pervive en áreas dominadas por paraguas culturales superiores. Estas tres categorías
son las principales áreas de investigación de los etnomusicólogos, pero no son las únicas; otros
fenómenos como la aculturación también atraen su interés.
La música no existe sin el hombre y su medio social, por lo tanto exento de la presencia
humana y de sus contenidos afectivos y cognoscitivos. Sabemos que la música es consecuencia de la
cultura y no de la naturaleza. Aunque sus elementos acústicos son relevantes, la música se vincula al
circuito de la cultura inmaterial por su naturaleza abstracta y espiritual.
Puesto que la música no es una expresión independiente, aparece relacionada a sentimientos
culturales complejos que le otorgan sentido, significado, valor y coherencia interna.
De este aspecto de la música -su contexto cultural y su estructura, se preocupa la
Etnomusicología, cuyo propósito de estudio y orientación fundamental es "el estudio de la música en
sí misma y en el contexto de su sociedad"73; o, dicho de otro modo, "el estudio de la música en la
cultura"74. En consecuencia, se trata de una interdisciplina que relaciona, conecta o fusiona la
Musicología y la Antropología \ produciéndose una alianza en que ambas ciencias "deben aprender
mucho la una de la otra"75 e intentar un difícil aunque no imposible equilibrio”76
Considerando el desarrollo incipiente de la Etnomusicología en nuestro país y en Iberoamérica
y la falta de profundización su rama de mayor afinidad es la Antropología Cultural, con sus
disciplinas básicas: la Etnografía -que se orienta a la cultura- y la Etuología –que se ocupa de la
cultura-o la Etnomusicologia compartiendo con estas dos disciplinas el prefijo etno, que no se asocia
a raza sino a pueblo, que a su vez implica cultura.
Comparte con ellas, además de sus métodos intrínsecos, intenta investigar la música "como
fenómeno físico, psicológico y cultural"77; o sea la interdisciplinariedad.
Según Williard Rhodes considera que la Etnomusicología estudia "la música docta de Oriente y
la música folklórica del mundo, la cual incluye tanto aquella de las sociedades ágrafas comúnmente
denominadas primitivas, como aquella de las civilizaciones más complejas ..,a estos objetos de
estudio, agrega la música y danzas populares” 78

72 - La etnomusicología es una ciencia humana que trata de comprender la cultura de una sociedad a través de su
música. F Aleph
73-Hood, Mantle, Training and Research Methods in Ethnomusicology.Ethnomusicology News, 1957.
74 -Ref: Merrian Alan, 1964. The Anthropology of Music. Chicago, Northwestern University Press,
75- Ref: McAllester, David, 1963. "Ethnomusicology, the Field and the Society".
76-Tomado de: Grebe María Ester Objeto, métodos y técnicasEtnomusicología: algunos de investigación en
problemas básicos Investigaci6n en Etnomusicologla / Revista Musical Chilena
77- Hood, M. "Training and Research Methods in Ethnomusicology". Ethnomusicowgy Newr 1957
78 -Rhodes, Willard, 1956. "On \he Subject of Ethno-Musicology". En Ethnomusicology Newsletter

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Las relaciones entre el Folklore General y la Etnomusicología son muy lejanas. Al preocuparse
de la recolección y descripción de expresiones tradicionales denominados folklóricos, el Folklore
General o Folklorología estudia un segmento particular de la cultura. Por esta razón, se le considera
parte de la Etnografía y Etnología, con las cuales comparte métodos de estudio. Aunque en el presente
habría una coincidencia científica que el así llamado Folklore Musical es parte de la Etnomusicología,
a la cual pertenece como área de estudios'.
“En suma, las dos disciplinas antedichas difieren tanto en objeto de estudio como en métodos y
técnicas. El objeto de estudio del Folklore General es plural y general: los innumerables hechos
folklóricos que abarcan desde la artesanía, comidas, bebidas e indumentaria hasta el dialecto, literatura
oral, medicina tradicional, mitos y creencias; y, por el contrario, aquel de la Etnomusicología es
singular y específico: el hecho musical en su contexto. Aunque ambas disciplinas comparten el uso de
algunos métodos y técnicas de recolección comunes, la Etnomusicología utiliza una gama más
diversificada y especializada de recursos.
Concluimos, por tanto, que no es posible ni recomendable mantener la confusión reinante en
nuestro medio en el cual se emplea el término folklore en forma indiscriminada e incorrecta como
sustituto de Folklore Musical y Etnomusicología, cometiéndose la falacia lógica de confundir lo
general con lo especifico, la parte con el todo”79
Desde el punto de la música –sin excluir el baile- antaño el folklore ha fijado su estudio en base
a criterios, que para el caso de las canciones: “Ellas deben ser antiguas, anónimas, deben existir en la
tradición oral, deben tener variantes y deben venir de gente rural sin educación”80
Las costumbres del siglo XIX, con su iluminismo ya consolidado, colaboró a formar la mente
social una imagen de folklore que se constituye a partir de valores no auténticos, no solo humanos,
sino de alteraciones musicológicas, las cuales, están en la campaña de devaluación del “valor
folklórico”, que marcó tanto los estudios de folklore (demológicos si se quiere), como los de la
etnomusicología, siendo parte del fenómeno del folklorismo mal llamado, y dejado de lado el
Folklore, entre ello lo antiguo y lo anónimo.
El valor otorgado a esto provoca que “Una de las características que tradicionalmente se le ha
otorgado al producto folklórico para poder ser considerado “genuino” es la de su antigüedad.”81
No faltó la visión del arqueólogo del siglo XIX, que fue traspasada a la etnomusicología
tradicional, dejando pasar una serie de fenómenos folklóricos, advertidamente que formaba parte de
ella. De la misma manera que se explica en un medio masivo los alcances de la etnomusicología, que
comprende hasta que los tiempos pretéritos lo permitan, y más de la antropología, si descubre algo
pretendidamente pieza folklórica y reúne condiciones, además de ser difícil, en ese caso no lo sería.
Una de las ideas constitutivas del valor folklórico de un producto es su antigüedad, la que a
veces no necesariamente están comprobable, y a su vez, produce la idea de que si es folklórico, es
antiguo, aunque en realidad no sea tal:
“Esta idea hace que frecuentemente, y sin demasiado rigor, se inviertan los términos; es decir,
que reconociendo algo como un hecho folklórico, se le otorgue una gran antigüedad a pesar de que no
se tengan pruebas evidentes de ello”. De esta manera, la sentencia “si es antiguo, es folklórico” se
invierte a “si es folklórico, es antiguo”, descartando otras realidades musicales con una alta relevancia
social, que implica un uso y significado, más que antigüedad.82
Ontología -gnoseológia (del griego οντος 'del ente', genitivo del participio del verbo εἰμί 'ser, estar';
y λóγος 'ciencia, estudio, teoría') es una rama de la metafísica que estudia lo que hay. Muchas
preguntas tradicionales de la filosofía pueden ser entendidas como preguntas de ontología: ¿Existe

79 -Grebe María Ester Objeto, métodos y técnicas--Etnomusicología: algunos de investigación en problemas


básicos Investigaci6n en Etnomusicologla / Revista Musical Chilena
80 -Livingstone, Tamara.1999. “MusicRevivals:Towards a General Theory”, Ethnomusicology,1999
81 -Martí,J-“La idea de 'relevancia social' aplicada al estudio del fenómeno musical”-Rev de Música 1995
82 -Fuentes Gutiérrez Marcelo Daniel - Nociones de folklore en Chile - Univ Cat Chile

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Dios? ¿Existen entidades mentales, como ideas y pensamientos? ¿Existen entidades abstractas, como
los números? ¿Existen los universales?83
Su denominación como ontología se remonta al siglo XVII, más precisamente al año 1613 y será
el filósofo Rodolfo Goclenio, en su obra llamada Lexicon philosophicum, quo tanquam clave
philosophiae fores aperiuntur, quien por primera vez utilice el término y reafirme lo que se venía
sosteniendo de años, que la ontología es la filosofía del arte. Luego, el resto de los usos convinieron en
lo mismo y contribuyeron aún más en identificarla con la metafísica.
De todas maneras debemos decir que su abordaje es ciertamente antiguo y muy anterior al
nacimiento de su denominación formal en el siglo recién indicado. En la antigua Grecia, para ser más
precisos, los grandes filósofos clásicos como Platón y Aristóteles supieron estudiar este tema de la
entidad, del ser, y de categorizar justamente lo que es fundamental e importante en ese ser. En este
tiempo iniciático del estudio, a la ontología se la llamó metafísica.
Se la puede definir, entonces, como “la parte de la filosofía que investiga en qué consiste el ser y
cuáles son los ámbitos o regiones del ser fundamentales. Todas las ciencias o saberes se refieren o
estudian los entes, unas los entes físicos, como las ciencias físicas, otra los entes matemáticos, como la
matemática, otra los seres vivos, como la biología; pero se fijan en un aspecto particular de cada
objeto que estudian: la física estudia los seres físicos como las piedras y también el cuerpo humano en
la medida en que tienen dimensiones físicas; los biólogos, por el contrario, estudian también al hombre
pero en la medida en que está dotado de ciertas actividades y funciones que llamamos vitales. La
ontología también estudia las piedras, los animales, los números, los hombres, pero fijándose en su ser,
y trata de establecer la dimensión o característica esencial que les define de ese modo y no de otro.
Esto es lo que quiere indicarse con la segunda parte de la definición técnica de la ontología: la ciencia
o saber relativo al ente en tanto que ente, en tanto que dicho ente tiene o participa de alguna modalidad
de ser.
Por ende es parte de la metafísica, una de las disciplinas más importantes dentro del campo
filosófico, que se ocupa del ser en un sentido general y de sus propiedades más trascendentales. Si
tuviéramos que definir lo que hace básicamente la ontología en tres palabras sería: estudia al ser y si
tuviésemos que asociar esta rama del saber filosófico con una pregunta la misma debería ser: ¿existe?
La ontología o teoría del ser, se ocupa del estudio de todo aquello que es, cómo es, qué es lo que lo
ha hecho posible, ocupándose del establecimiento de categorías fundamentales de ser que tienen las
cosas partiendo del estudio de sus propiedades, estructuras y sistemas.
Entre otras cosas, la ontología se centra en cómo los entes pueden ser clasificados de
determinadas maneras, dentro de jerarquías y subdivididos a las similitudes y diferencias que
presentan. Dentro de estas entidades se pueden citar a los objetos, las cosas, las personas, los
conceptos y las ideas, entre otras. En un sentido más general, se podría decir que la ontología se
ocupará de reflexionar acerca de las concepciones de la realidad, sus relaciones y las características de
estas. Y por otra parte, a la ontología le ha cabido históricamente la ocupación de ahondar, investigar
cuestiones, más misteriosas o más complejas de dilucidar, como son la existencia de Dios, la verdad
de las ideas y tantas otras cosas que están vinculadas a lo abstracto y no a la realidad tangible.
“En este sentido, la ontología es la ciencia más universal de todas, puesto que se refiere a la
totalidad de las cosas y no hay nada que no caiga bajo su consideración”.84
Gnoseología (del griego γνωσις, gnōsis, 'conocimiento' o 'facultad de conocer', y λόγος, logos,
'razonamiento' o 'discurso'), también llamada teoría del conocimiento, es una rama de la filosofía que
estudia la naturaleza, el origen y el alcance del conocimiento. La gnoseología no estudia los
conocimientos particulares, sino el conocimiento en general, aunque puede hablar sobre los límites y
el fundamento de otros conocimientos particulares (por ejemplo, al dilucidar qué valor tiene una

83 -Hofweber, T, «Logic and Ontology»,Edward N. Zalta, Stanford Encyclopedia of Philosophy 2009


84 - Ref: Biblioteca Filosófica. Obras filosóficas de Aristóteles.10. Trad. Patricio de Azcárate

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"medida" usada por la física). Estudia la naturaleza, el origen y el alcance del conocimiento, es decir
que estudia el conocimiento en general (Scrutare naturam, originem et causam cognitionis, id in
studiis scientiae)85
Naturalmente se encuentra en los hombres las ansias de conocer las causas de aquellos seres que se
mueven; en primer término han comenzado a filosofar; y encontrando las causas se aquietaba su
deseo. La investigación persiste hasta tanto se llegue a la primera causa, y cuando a esta se llega,
entonces recién apreciamos conocer naturalmente la primera causa.
Al mencionar la palabra “naturalmente”, entendemos que se quiere decir que este anhelo de
conocer le es propio y consustancial al ser humano. El ser humano naturalmente quiere conocer lo que
ve, y conocer sus causas; saber de dónde ha salido, qué lo ha originado.
Esta actitud es la esencia de la actitud filosófica ya que, según su definición, filosofía significa
amor a la sabiduría o, lo que es lo mismo, anhelo por saber. Este anhelo por saber, esta tendencia a
conocer, no se acaba en el objeto conocido ni se sacia en el mismo sino solamente cuando conocemos
su causa. Y el ansia de conocer, no se basa solamente en lo que se dice y escucha, sino en lo que
además se investiga, caso contrario se desconoce y no se puede asegurar. “Así -dice Tomás de
Aquino-, el deseo se aquieta cuando el hombre conoce las causas de lo que conoce. De este modo,
podemos avanzar un paso más y mencionar que el anhelo por conocer del modo enunciado solamente
se aquietará en forma completa cuando se alcance el conocimiento de la primera causa, de la causa
principal y eminente de todo lo que existe” (S.Th.oc)
En consideración de lo dicho podemos concluir que el ser humano se encuentra naturalmente
orientado hacia la actitud filosófica de conocer causalmente. Así, ser filósofo, el anhelar saber,
profundizar en el conocimiento de lo que ve o de lo desconocido, es completamente connatural al ser
humano.
A veces, se confunde como sinónimo de epistemología, aunque la epistemología es también una
teoría del conocimiento, pero se distingue de la gnoseología porque está vinculada al conocimiento
científico (episteme), es decir, a las investigaciones científicas y a todos los principios, leyes e
hipótesis relacionadas.
Se puede definir como la teoría general del conocimiento, que se refleja en la concordancia del
pensamiento entre el sujeto y el objeto. Es una de las ramas clásicas de la filosofía. En este contexto,
el objeto es algo externo a la mente, una idea, un fenómeno, un concepto, etc., pero conscientemente
visto por el sujeto.
El objetivo de la gnoseología es reflexionar sobre el origen, la naturaleza o la esencia, y los
límites del conocimiento, del acto cognitivo (acción de conocer).
Es así como está a la vista (y a la lectura, necesaria también), la cantidad de cuestiones sociales
que abarcaba esa pretensión de estudio, por lo tanto, más allá de sus verdaderos orígenes etimológicos
y antiguos, era necesaria la creación de una palabra que uniera esos contenidos, que se convirtiera en
ciencia, pero no fue Thoms quien se dio cuenta de ello. Todos estos conocimientos y trabajos relativos
a la vida y a las costumbres populares constituyen el Folklore, pero en intención de Thoms solo era
para una zona en particular, la de él, no tenía pretensiones de que fuese más allá, él no era un
científico por lo tanto no se arriesgó y solo la declaró una técnica. No vale la pena aclarar, pero no es
padre del Folklore, como mucho, y dudando, es padre de la palabra.
 Ontología (del griego οντος 'del ente', genitivo del participio del verbo εἰμί 'ser, estar'; y λóγος
'ciencia, estudio, teoría') es una rama de la metafísica que estudia lo que hay.86 Intenta responder
preguntas generales como: ¿Qué es la materia? ¿Qué es un proceso? ¿Qué es el espacio-tiempo?

85 -Steup, M «Epistemology», Edward N. Zalta, Stanford Encyclopedia of Philosophy 2010


86 -Hofweber, Thomas, Logic and Ontology, Edward Zalta, Stanford Encyclopedia of Philosophy -Spring 2009

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¿Hay propiedades emergentes? ¿Se ajustan todos los eventos a alguna(s) ley(es)? ¿Hay especies
naturales? ¿Qué hace real a un objeto? ¿Hay causas finales? ¿Es real el azar?87
Un rasgo curioso del problema ontológico es su simplicidad. Puede formularse en dos monosílabos
castellanos: «¿Qué hay?». Puede además responderse en una sola palabra: «Todo», y todos aceptarán
esta respuesta como verdadera. Sin embargo, esto es sólo decir que hay lo que hay. Queda lugar para
discrepancias en casos particulares; y así la cuestión ha persistido a través de los siglos.88

En general, cada uno de estos "casos particulares" presenta un problema distinto. Desde la
segunda mitad del siglo XX, el naturalismo imperante ha determinado que los debates metafísicos
sean principalmente acerca de la existencia o no de todo aquello que parece entrar en conflicto con la
descripción del mundo provista por las teorías científicas más exitosas.
Humme y Locke fueron los filósofos que más aprovecharon la palabra Folklore, porque
definieron en una sola, todos los conceptos que figuran en los cuadros siguientes, pero que con su
concepto antropológico/filosófico, insertaron a la misma considerando lo que Thoms no había de
conseguir, y ellos aceptaron como parte de la ciencia, sin por ello negar su posibilidad de
descubrimiento.
Folklore como concepto filosófico. Filosofía (del latín philosophĭa, y este del griego
antiguo φιλοσοφία,
«amor por la sabiduría») es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca
de cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y
el lenguaje. Al abordar estos problemas, la filosofía se distingue del misticismo, el esoterismo, la
mitología y la religión por su énfasis en los argumentos racionales los argumentos racionales por
sobre los argumentos de autoridad, y de la ciencia porque generalmente lleva adelante sus
investigaciones de una manera no empírica, sea mediante el análisis conceptual,7 los experimentos
mentales, la especulación u otros métodos a priori, aunque sin desconocer la importancia de los datos
empíricos.
La filosofía se divide en varias ramas de investigación: ontología y metafísica (análisis crítico de
la estructura de la realidad); teoría del conocimiento, epistemología o gnoseología (estudio del origen,
estructura y alcance del conocimiento);lógica (exploración del razonamiento o argumento válido);
ética (análisis de la acción humana y de sus valores); y estética (teoría de la belleza y del arte).
La reflexión metódica busca la manera de redefinir los pensamientos, cuestionando al hombre,
como es su vida, haciendo que valore su existencia como ser creado, al abrir la mente humana se
forma una sociedad, llevando consigo los diferentes dilemas y conflictos, una pregunta tras otra que

87 -Mahner, Martín; Bunge, Mario (2000). Fundamentos de biofilosofía. México: Siglo XXI
88 -Willard Van - Quine From a Logical Point of View. Logico-philosophical Library of congress

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sin respuestas se amontonaban, así el libre pensador tomo tiempo y espacio para dar cabida a
los cuestionamientos más primitivos y tratar de dar orden a los códigos del universo que es tan
extenso como la mente humana. Ella, la filosofía no es exacta, no especula y se modifica con el pasar
del tiempo haciéndose cada vez más confusa para algunos, ya que la verdad siempre es relativa y no
es necesariamente y absolutamente correcta, que alimenta las expectativas por una necesidad de la
propia vida; ya que la misma consiste en retos, barreras, como logros supremos de llegar a un término
explícito, para así derribar las creencias e implantar nuevas, como reafirmar las viejas y sentirse
grande ante los pensamientos.89

SURGIMIENTO DEL TÉRMINO FOLKLORE

En definitiva, el término Folklore salió de la mente de Williams John Thoms, como un neologismo
creado a partir de supuestas palabras anglosajonas, queriendo sustituir a lo que, ya en ese entonces en
Inglaterra se denominaba como “antigüedades populares o literatura popular”90 y él era un modesto
anticuario interesado por saber, y por ello no dejaba de intuir que eran más que antigüedades las que
su palabra podría tratar y que tradiciones generalizadas podrían ser incluidas dentro de un nuevo
concepto de Folklore, de lo cual él no estaba en condiciones de definir, pero se da cuenta que los
investigadores antropológicos agradecerían esa palabra, paradójicamente, más que a él mismo, un
simple personaje interesado solo por sus orígenes remotos.
Su intención original, «saber tradicional del pueblo», tampoco permitía por sí misma decidir,
como quería el Padre W. Schmidt, si este saber tradicional debía entenderse restringida solo a los
pueblos europeos, civilizados, o bien si debía extenderse a otros pueblos naturales o primitivos, lo
que encontraba totalmente injustificado el hacer semejante distinción. Al dejar indeterminado el
alcance de ese «saber tradicional», el concepto se traslada con mayor razón al criterio antropológico de
«cultura». No aceptaba la singularidad de su alcance. Lástima que lo que la ciencia nos da, nosotros
nos encargamos de destruir.
Thoms no era científico y solo apuntaba a un concepto más objetivo, a una praxis más cercana,
conocida mejor, en sentido menos filosófico que el concepto de Edward Taylor que en su publicación
Primitive Culture, “sostiene que el hombre nuevo pasó un desarrollo progresivo de un salvaje a un
civilizado estado y el hombre primitivo representado como un filósofo aplicando su razón temprana
para explicar los acontecimientos en el mundo humano y natural que estaban más allá de su control, a
pesar de su ignorancia científica producida explicaciones erróneas”. Así lejos dejaba Taylor la
definición que pretendía Thoms, al definir Folklore: ... “Ese todo complejo que incluye el
conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otras
capacidades y hábitos adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad”. O sea que sumaba
hechos y derechos, desconocidos para el hombre actual, pero que filosóficamente debían ser
considerados. Solo podemos extraer un componente implícito muy significativo: que la «sabiduría

89 -Definición de Filosofía Ciencia - David Orozco


90 - Wilson W.A., , Folklore, and Romantic Nationalism", Journal of Popular Culture, Spring, 1973

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tradicional de un pueblo» está aquí conceptualizada, desde luego, desde una perspectiva emic, y emic
subjetual91, lo no probado, lo ignorado.
Concretamente, Thoms nunca imaginó adonde llegaría su famosa palabra que para él era un simple
calificativo integrador. En concreto, el nacimiento del Folklore se relaciona con los nacionalismos y el
romanticismo, y posteriormente en ciencia auxiliar como otras que colaboran con la Historia Según
él, solo quería unificar en una palabra todo lo que tenía que ver con “su” pueblo. O sea que Folklore
es «lo que sabe SU pueblo», «los saberes de SU pueblo», y estos saberes, sin duda, no han de
entenderse en el sentido de un saber abstracto, científico, sino en el sentido de un saber concreto, el
saber de leyendas, generalmente ligadas al lugar, el saber bailar en fiestas, provenientes de sus más
lejanos ancestros, todas las costumbres anónimas, excepto muy pocas. La ciencia no era lo de él, solo
significaba el interés por saber, la curiosidad, pero se encontraría con un problema: el tiempo que
quería abarcar y fue ese tiempo lo que permitió transformar en ciencia al Folklore, por lo anónimo, y
necesitó de otras ciencias colindantes sirviendo de pilar para estudiarlo, que convertían un todo
científico. Todo esto se tomó, ante todo, desde el punto de vista emic y etic 92 del propio pueblo, o sea
una especie de renacimiento (Folklore en su sentido material u ontológico), un paralelo del Volkgeist
alemán «espíritu del pueblo» (traditionelle wissen des volkes)
Pero este renacimiento tiene un momento tecnológico o artístico (como cuando un viejo baile
popular es «recuperado» por un cuerpo de actores, o sea se “cree” permitido hacer cualquier cosa) y
tiene un momento gnoseológico (el que tiene el Folklore cuando se considera como disciplina o parte
de la Antropología), visto así, es ciencia.
Para ejemplificar y se entienda mejor. Criterios que desde la perspectiva emic, por ejemplo, en
el caso de un baile ceremonial que incluye un contexto propio, desconocido pero falsificado. “Una
misa católica solemne reproducida con la mayor fidelidad posible en el teatro de la ópera no podría
considerarse como una reconstrucción emic plena, sino como una mera parodia etic93 al faltar la
consagración del pan y del vino y la transustanciación consiguiente, la reconstrucción etic habría que
considerarla como una blasfemia, precisamente porque emic la misa católica no es en lo esencial un
contenido cultural, sino un proceso sobre-natural y sobre-cultural, un milagro”
Esto es análogo a negar el conocimiento de la ciencia del Folklore: hacer lo que guste aunque
esté mal, pero fueron científicos los que reconocieron su verdadero valor investigativo para saber, cosa
que aún todavía no se llegó a conocer, y dudo que se logre. Hacer o demostrar tradiciones más o
menos sospechables, está bien, pero si a esto le agregamos los “porqué-se-me- antoja”, es una
barbaridad cultural. Ni el mismo Thoms, a quien se lo cita tanto, previó y no se animó a otorgarle lo
que los actuales folkloristas la desfiguración que hacen de esa famosa palabra y que ni siquiera
pretenden saber que significa. Esto no pasa desapercibido para la comunidad científica internacional, y
enseguida la Antropología y la Historia particularmente, se interesan por simplificar sus estudios en
una palabra que identifique, y fueron algunos científicos como Taylor, Spencer, Morgan y Hume,
quienes se dieron cuenta del real valor de la misma y la aprovecharon para la sociología.
Encontraron tan inmensos beneficios en la palabra Folklore, que en el momento pensaron que
su utilidad podría que “esa” palabra identificara una ciencia exclusiva cubriendo todo los aspectos que
se incluían; una ciencia que “reunía” todo lo que estaba “desparramado” por partes, y fue la palabra

91 -Distinción acuñada por K. L. Pike. Cuando el lingüista, el etnólogo, el antropólogo, el historiador dicen
intentar el conocimiento de determinadas instituciones, gestas, ceremonias o, en general, contenidos culturales de
un pueblo.
92 -Nattiez, Jean-Jacques - Music and Discourse: Toward a Semiology of Music (Musicologie générale et
sémiologue, 1987). La distinción emic / etic se usa en las ciencias sociales y las ciencias del comportamiento
para referirse a dos tipos diferentes de descripción relacionadas con la conducta y la interpretación de los agentes
involucrados. Se entiende generalmente emic como el punto de vista del nativo y etic como el punto de vista del
extranjero. Translated by Carolyn Abbate (1990).
93 - Descripción etic es una descripción de hechos observables por cualquier observador desprovisto de
cualquier intento de descubrir el significado que los agentes involucrados le dan.

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la que permitió unificar las inquietudes de los estudiosos y deseaban romper estos límites y ver
claramente la urgencia de poseer una disciplina científica para su estudio específico. ¿Estaban de
acuerdo?, no, exactamente, pero la aceptaron al final, porque el servicio era sin lugar muy útil, más
allá que lingüísticamente fuera ampliamente discutida.
Lo emic y lo etic94
Ambas
 son
 sufijos
 de
 las
 expresiones
 phonemic
 y
 phonetic.
 Mientras
 que
 la

 primera
 hacereferencia a la ciencia de los significados, la segunda la hace a la ciencia de la
pronunciación. Esta última es una ciencia en la que lo de los significados, la segunda la hace a la
ciencia de la pronunciación. Esta
 última
 es
 una ciencia en la que lo formal predomina sobre lo
sustantivo, al revés de lo que sucede con aquella.
Una descripción emic es una descripción en términos significativos (conscientes o
inconscientes) para el agente que las realiza. Así por ejemplo una descripción emic de cierta costumbre
de los habitantes de un lugar estaría basada en cómo explican los miembros de esa sociedad el
significado y los motivos de esa costumbre.
Una descripción etic es una descripción de hechos observables por cualquier observador
desprovisto de cualquier intento de descubrir el significado que los agentes involucrados le dan.
Es interesante el enfoque filosófico de lo etic y lo emic, dentro del campo del folklore, porque
concretamente, el antropólogo, o el folklorólogo investigador asume una posición de tal y no de
charlatán ignorante, y por las dudas aclaramos que significa: Emic, viene a ser el participante que está
“dentro” de una cultura determinada, y lo Etic: es el observador que está fuera de cualquier cultura que
sea.
El tiempo, y los investigadores, han consolidado a la ciencia del Folklore como parte de la
Antropología Cultural y aceptada universalmente, pero aunque ahora su campo de acción de estudio
se amplió, no queriendo expresar lo que pensaba exactamente de ella por su creador, la visión
académica de otros investigadores sociológicos y filosóficos, principalmente de Hume y Taylor, esto
les pareció ideal porque una sola expresión cubría una amplia gama de otras ciencias que ampliaban
el concepto científico antropológico, que es, precisamente: “los conocimientos, forma de vida,
costumbres, usos, tradiciones, tanto en lo material como en lo espiritual y social del pueblo de un
ámbito que denominamos folklórico o folk”, lo cual unidas se centraban en la Historia. Pero es
Taylor quien más se resiste a aceptarla hasta 1891, recién visto su necesidad de sus estudios adopta la
palabra como definición científica descripta en Primitive Culture y Antropología95: "La Cultura o
Civilización, tomada en un amplio sentido etnográfico, es ese complejo conjunto que incluye el
conocimiento, las creencias, las artes, la moral, las leyes, las costumbres y cualesquiera otras aptitudes
y hábitos adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad. La situación de la cultura entre las
diversas sociedades de la humanidad, en la medida en que es susceptible de ser investigada según unos
principios generales, es una materia adecuada para el estudio de las leyes del pensamiento y de la
acción humana. Por una parte, la uniformidad que tan ampliamente caracteriza la civilización puede
atribuirse, en gran medida, a la uniforme acción de causas uniformes: mientras por otra parte, sus
diversos grados pueden considerarse como fases del desarrollo o evolución, cada uno de ellos como
resultado de una historia anterior, y dispuesto a desempeñar su propio papel en la configuración de la
historia del futuro".

94- Nattiez, Jean-Jacques (1987). Music and Discourse: Toward a Semiology of Music (Musicologie générale et
sémiologue, 1987)
95 -Paul Bohannan,-Antropología Social -(Nueva York: Holt, Rinehart & Winston, 1969)-Taylor es
representante del evolucionismo cultural. En su obra Primitive Culture y Antropología, definió el contexto del
estudio científico de la antropología, en base a las teorías evolucionistas de Charles Lyell . Él creía que había una
base funcional para el desarrollo de la sociedad y la religión, que determinó era universal

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Hay otra característica entre lo gnoseológico y lo ontológico, que puede ser deducida y que el
concepto de Folklore de Thoms implica desde el principio: la dualidad de los sentidos; el material
(ontológico) y el sentido lógico (gnoseológico) del Folklore, una dualidad a la que corresponde a otras
ciencias, la más conocida la de «Historia», en tanto significa gestas como la narración científica de las
mismas.
Thoms introduce el término en un contexto gnoseológico, propio del hombre entendido de sus
tradiciones antiguas, que escribe en revistas científicas y que no quiere ser solo un «anticuario», pero
con referencia a una realidad material, el saber tradicional costumbrista; no importaba si era
anónimo o no. De otro modo, el anonimato, ese tradicionalismo por el cual se interesaba Thoms
conocer es el que puede incorporarse como generalidad al Folklore científico; una incorporación que
ha de incluir por de pronto una perspectiva emic, pero que no excluye, en el Folklore, la perspectiva
etic. Como vemos, los considerandos científicos no eran compuestos por la palabra Folklore, sino que
ésta palabra vino, sin buscar, a cubrir un amplio espectro que su autor no pretendía.
Y eso fue entre otras circunstancias que Franz Boas96, que incidía sobre una interpretación
antropológica de la ciencia del Folklore, pero en mayor extensión, “utilizando el método
comparativo de Taylor pero con un fin distinto. Se preguntó por qué tribus con diferentes lenguas
comparten rasgos culturales (costumbres, creencias, mitos, Folklore…). Interpretó las semejanzas en
el Folklore de distintos pueblos como producto de la difusión y no de la aparición independiente. La
evolución de la cultura de una tribu era, según él, un problema histórico en el que debía averiguarse
qué era original y qué había sido tomado prestado”. (Pero ¿cómo se sabía, como se conocía?, pero
¿tenían, absorbían, influencias?, eso es lo que está en parte en duda hasta el día de hoy).
Incluyó en su investigación nuevas incógnitas, como el de la transformación del material
cultural foráneo de los grupos humanos a partir de las ideas y costumbres preexistentes. Si un rasgo
cultural (p.ej. una costumbre) había llegado a una tribu a través de un proceso de difusión, entonces
debía haber en el área geográfica de esa tribu un centro en el que el rasgo había aparecido y
desde el cual se había propagado. Una vez adoptado, experimentaría un desarrollo particular,
que también había que investigar”…, cuál sería esa área geográfica?
Spencer, Taylor, Boas, Bastián y otros científicos, con diferentes enfoques, aunque parecidos
etnológica y etnográficamente, coincidían en el anonimato y en la inmoralidad de su modificación y en
defensa de la “patris” (tierra paterna). Por ello se consideraba fundamental estudiar el Folklore como
ciencia, porque su razonamiento era el siguiente:
 Las costumbres de una tribu hay que buscarlas en su historia y en las condiciones de vida que
había entonces.
 Las costumbres se convierten en tradición a fuerza de repetición, que adquieren una carga
social que hace que resulte difícil romper con ellas.
 A medida que las costumbres pierden contacto con su origen, las tribus que devienen elaboran
explicaciones secundarias para dar cuenta de un creído mantenimiento. (Lo que ahora
podríamos llamar Folklore “mentiroso”)
 Las costumbres se trasmiten mediante imitación y a través de explicaciones basadas en las ideas
que han de suceder por el tiempo.
 Gracias a esos procesos de racionalización secundaria, extraídas del contexto actual, que significa
el engaño, el hacer creer que es lo que no es, las costumbres adquieren una carga moral y su
ruptura se considera antiética.
Patria (sociológica y antropológica)
Algún descuidado dirá que, qué tiene que ver la patria en todo esto. Bien. El patriotismo es una
Virtud y forma parte de la antropología social. Y no sostener con ahínco el sentido verdadero del
Folklore, es desvirtuar los valores, esos mismos que falsamente decimos defender revoleando un

96 - Boas, F. Las limitaciones del método comparativo de la antropología.-Bohannan y Glazer Ed Madrid. 1896

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poncho o usando ropa de circo. Eso no es defender la “patris”, eso más bien es desvirtuar y ofender no
solo el Folklore sino no amar ni al “patris” ni a la Patria misma, ser incapaz de dar la vida por ella si es
necesario. Es la Patria el cofre del tesoro costumbrista y de los valores telúricos, que cuida lo
conocido y no permite que se lo falsifique, el que nos enseña a valorar lo que lo telúrico nos da (del
latín tardío telluricus , y este de tellus, "tierra", y Tierra, en última instancia del protoindoeuropeo,
"suelo, piso" ¡y tanto que se “ama” a la pachamama!), y es a eso a lo que se dedican las ciencias
auxiliares a la Historia, entre ellas el Folklore, y eso es “patriotismo”, y no por repetido en este
trabajo, no se puede adulterar lo que no es conocido.
San Gregorio de Elbira, Siglo IV dC97, decía que “El patriotismo es una virtud porque reconoce
lo que la Patria le ha dado y le da. Le tributa el honor y el servicio debidos, reforzando y defendiendo
el conjunto de valores que representa, teniendo a la vez por suyos los afanes nobles de todos los
países”. Y Santo Tomás la coloca dentro la virtud de la Piedad, la pietas, que regula nuestros deberes
de honor para con los padres y la Patria.
Dios, Patria y Padres conforman la paternidad total. Ese amor y reverencia que ellos nos
generan es lo propio de toda alma noble y bien nacida. Pasado y futuro son los conceptos de Patria y
Nación. La Patria no son sus símbolos, la Bandera, la Escarapela o el Himno Nacional, ellos la
representan. Es su historia, conocida y desconocida, sus valores y costumbres. A eso le llamamos la
Patria física que es el territorio que exige sea en donde enraizamos, el ambiente “folk”. Para los
romanos era “la terra patrum”, la tierra de los padres, y se sentían inseparablemente ligados a ella,
sin desfigurarla. Pero igualmente “la Patria tiene también alma, es la Patria espiritual, y ella está
primero y es la que nos marca los límites del territorio material y perteneciente. De ahí que el amor es
por la Patria espiritual. Y a esa espiritualidad, prácticamente ya la perdimos, porque ya no
proyectamos sobre esos espacios nuestra voluntad, nuestra identidad, nuestro empeño, al no sentirlos
como nuestros”98
La Patria espiritual es el patrimonio cultural, una sociedad unida por lazos históricos,
culturales, religiosos, nacionales. Y esa cultura proviene de la sociedad, que con su esfuerzo la
sostiene de pie y la lleva adelante. Eso involucra a todos los que han honrado y han muerto por esa
tierra, por su cultura y sus tradiciones; por todos aquellos que mantienen y respetan sus verdaderos
valores morales e intelectuales. Y aunque todavía no hayan nacido descendientes, debemos respetarla
por los que vendrán, debemos prever que en un futuro ellos también tendrán el derecho a recibirla
en su integridad y no cercenada porque pasó por nuestras manos, y no supimos cuidarla moral y
virtuosamente.
A “la Patria no se la elige sino que se la honra” (electi patria honorem non habet) No somos
miembros de la Patria por contrato, sino por nacimiento engendrados por nuestros “padres”. La
Patria viene con el nacimiento (danubius Patria venit ortus avis). El sentido de virtud acendrada está
incorporado, y no el sentido apátrida de un Folklore inexistente e inventado por seudos
“academicistas”, sin advertir las fronteras de valores morales e inmorales en el arte y en la ciencia,
que no pertenecen a ninguna Patria en especial, y que a todos nos da lo mismo. ¿Se da cuenta estimado
lector, la importancia del Folklore? ¿Se da cuenta que no es brincar, saltar, revolear ponchos, como a
cada uno se le ocurre? ¿Qué antes de hacerlo hay que asegurarse un poco aunque sea, de que está
haciendo lo más acertadamente posible lo que la disciplina científica manda?
De ahí que sea urgente educar a los jóvenes en el amor trascendente por la Patria, por el
Folklore, que al fin de cuentas, es continuar el amor a los “padres”….., ¿se abandonaría a los
padres?...., no lo creo en personas bien nacidas, entonces, lo mismo es para la Patria, aunque haya
padres que no les importe tampoco el Folklore, ni la Historia, ni……..nada.
La virtud del patriotismo, nos manda honrar, venerar y respetar a los padres y a la Patria, es

97 - Vega, A.Sancti Gregorii Eliberritani Episcopi Opera omnia primum collecta-El Escorial, 1944.
98 -Tribuna de Europa – La voz de España – Nuestra Patria Espiritual Americana - 2010

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decir, a aquellos de quienes recibimos la vida, los alimentos, la educación, la lengua, la raza, la fe y
toda nuestra cultura; y eso en gran parte es Folklore. El amar a la Patria no es una opción, sino un
mandato superior. Expresa Ramiro de Maeztu99: “La patria es espíritu. Ello dice que el ser de la
patria se funda en un valor o en una acumulación de valores, con los que se enlaza a los hijos de un
territorio en el suelo que habitan”. (Depopulata est. Hoc quod dicit, quod aut patriae pretium innititur
cumulus securitates, qui tenetur in possessionem filiis inhabitant terram)
Es esta la Patria que debemos amar, con tradiciones, valores, arte y por sobre todo, apoyado en
el Folklore.

DISCERNIMIENTO DEL FOLKLORE ARGENTINO100

En nuestro país los estudios sobre el Folklore se iniciaron a fines del Siglo XIX, cuando se
advierte la necesidad de una mejor comprensión de nuestras tradiciones y costumbres populares,
estimándose que la primera vez que aparece escrita en Argentina (al menos que se sepa) es a
principios de 1887 en el libro Londres y Catamarca, de Samuel A. Lafone y Quevedo, época
coincidente con la de Juan Bautista Ambrosetti (1865 – 1917) , quien es evocado como el padre de la
ciencia folklórica, vaya a saber por qué.
Antonio Pigafetta, con mayor derecho, en su primer viaje por estos lares acompañando a
Hernando de Magallanes y a Sebastián Elcano deja escrito por los años 1525-1527 usos y costumbres
de los habitantes de la Patagonia argentina, detallando trajes, adornos, armas, bailes y otras
características de los habitantes de la zona denominados patagones. O sea que 400 años antes ya se
describían lo que muchos se adjudican en el siglo XX.
Otro documento del que se tiene conocimiento sobre el particular, es una carta de un tal Luiz
Ramírez dirigida a Carlos V hacia 1528 , en la que narra las peripecias del viaje de Gaboto, el cual
llegado a la desembocadura del Plata -en ese entonces Río de Solís-, se introduce en los ríos Paraná y
Uruguay. En esa carta Ramírez relata y describe, entre otras cuestiones, vestidos, comidas,
costumbres, armas y formas de guerrear de tribus de nativos, como los Querandíes, e igual actitud
asume Ulrico Schmidl, componente de la expedición de Pedro de Mendoza, describiendo las
costumbres de los indios Curé-maguá, Timbúes y otras tribus.
Es entonces que el detalle escrito de lo que después se llamaría Folklore, se inicia 300 años del
nacimiento de lo que es hoy la República Argentina. Ese mismo Folklore, extraña palabra que no
tiene origen definido, por más que se le adjudique a una invención de Williams John Thoms, la cual es
la mutación de otras con iguales significados.
Como la pretensión es no hacer un estricto sentido científico del tema, nos ocuparemos
particularmente de la música y el baile, las cuales aparecen como las que más trascienden en el
tiempo, y son las que mayores alteraciones sufren debido a que generalmente son mal entendidas
como folklóricas, tomando como antecedente referencial lo dicho precedentemente.
Y aunque nos referiremos particularmente a parte de nuestro Folklore, solo por cuestiones
autóctonas, por su brevedad y que se suponen las más conocidas, pero sus elementos científicos son

99 - Maeztu de Ramiro-La defensa de la Hispanidad -Acción Española -Madrid, 16 feb 1932 t.


100 -Intelección: (del latín: bruto, de inter: entre y legere: elegir, seleccionar, leer) en su sentido más común y
tradicional se considera como la facultad de pensar. El verbo raíz hebreo bien tiene el significado básico de
“separar” o “distinguir”, y a menudo se traduce “entender” o “discernir”. Lo mismo sucede con el término griego
sy‧ní‧ē‧mi. (H.G. Gadamer. Verdad y método. Salamanca: Sígueme. 1977)

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válidos para cualquier sociedad-comunidad, porque si bien las costumbres de los pueblos son ajustadas
a la idiosincrasia de los mismos, esto no cambia el proceso de estudio, investigación e interpretación.
Entremos en el proceso.
El concepto de Folklore como hecho cultural. Para poder apoyarnos en la cultura, debemos tener
en claro para pueblo la acepción de folklore y considerando el profundo concepto de tradición que
debemos tener101, podríamos trazar el siguiente esquema102:
a) La cultura se manifiesta concretamente en hechos espirituales y materiales, lo cual nos retrotrae
en el tiempo, sin medida del tiempo, solo hasta donde se pueda alcanzar.103
b) Los hechos culturales existen sobre la base de la función que desempeñan, entendiéndose
genérica y antropológicamente por función la satisfacción de una necesidad popular y
sociológica, sin depreciar los hechos que estudia la antropología, todos con una base
estrictamente especulativa.
c) Consecuentemente, los fenómenos folklóricos, por su condición cultural, poseen una naturaleza
funcional. Para Bronislaw Malinowski104 la cultura es, en primer lugar, un instrumento; pero
también es un sistema en el cual cada parte existe como un medio para un fin. El carácter
integrador de la cultura deriva de su instrumentalidad, asumiendo axiomas del funcionalismo:
 La cultura es esencialmente un patrimonio instrumental por el que el hombre es colocado
en la mejor posición para solucionar los problemas concretos y específicos que encaja
dentro de su ambiente, en el curso de la satisfacción de las necesidades.
 Es un sistema de objetos, actividades y actitudes en el cual cada parte existe como un
medio para un fin.
 Es un conjunto integral en el que los varios elementos son interdependientes.
 Tales actividades, actitudes y objetos están organizados alrededor de importantes y vitales
tareas en instituciones como la familia, el clan, la comunidad local, la tribu y la actividad
política, jurídica y educacional.
 Desde un punto de vista dinámico, esto es, con referencia al tipo de actividad, la cultura
puede ser analizada en cierto número de aspectos como la educación, el control social, la
economía, los sistemas de conocimiento, creencia y moralidad y aun modos de expresión
artística y creadora".
 Ergo: no puede haber sociabilidad, sin naturaleza funcional a las necesidades de la misma,
y sin su cultura desarrollada por diversas circunstancias. De ella sale, obviamente, los
aspectos que luego se convertirán en acciones folklóricas.
d) La necesidad de comunicación con una divinidad (el aspecto religioso) la del goce estético, la de
la vivienda, acciones de gracia o de penas, se solucionan gracias a elementos folklóricos y no
folklóricos relacionados de múltiples maneras socializantes.
e) Para que una función se exprese folklóricamente es necesario que lo haga por intermedio de un
"bien común". Esto debería ser así, pero hay que asumir que según el tiempo en que se produjeron
los hechos este tipo de costumbres pueden haberse modificado, como los sacrificios realizados
por los mayas, sin que por ello sean folklóricos, porque no formaban parte de una sociedad, sino
por una “parte privilegiada” de la sociedad.

101 - Dannemann Manuel - Posicion Del Folklore Musical En El Folklore Gral -Rev Musical Chilena
102 -'El Informe del Relator General del Congreso Internacional de Folklore celebrado en 1960, en su
declaración de principios expresa que deben mantenerse los requisitos popular, anónimo y tradicional, y en el
caso de lo anónimo, "sea por ser desconocido su autor o autores, sea por su despersonalización y por su
aceptación colectiva" Volksleben und Volkskultur Tradition und Fortschritt
103- Ref: Cassirer, E. en Las Ciencias de la Cultura, Fondo de Cultura, México. 1951, expone con precisión el
concepto "cultural"
104- Malinowski, Bronislaw K. 1970 [1944]. Una teoría científica de la cultura. Barcelona: Edhasa.

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f) Las características primarias de un bien común son: En primer lugar, pertenecer a una
comunidad, desplazándose de su dependencia a una independencia particular socializante, forjada
por el consenso general. En segundo término, esta pertenencia necesita provocar una cohesión
psicológica y sociológica entre los integrantes de la comunidad que participan habitualmente en
una función de necesidades comunes. Por último, un bien común ha de integrarse en un
organismo vigente de manifestaciones afines, en un sistema de vida que le permita actuar con
plena eficacia.
Características del hecho Folklórico.
Para distinguir el hecho folklórico como manifestación cultural, diversos científicos y/o
especialistas, aunque con distintos precedentes, confluyen esas características en el establecimiento de
caracteres especiales que deben regirlos lo que ha sido un punto de coincidencia, a saber:
Anonimato. Una de sus cualidades como se repetirá innumerables veces por tener una importancia
suprema, es que el hecho folklórico es anónimo. Obviamente debe existir una persona –cuando no un
grupo o manifestación-, que fue la que lo creó o lo hizo, pero éste o estos autores se olvidaron o
perdido en la oscuridad de los tiempos, como producto de la socialización de avanzada, pero ésta
“intenta” reponerlo, pero siempre o lo falsifica o lo corrige a su gusto, sin sentido científico, cuando
no lo sustituye. No se sabe el momento, ni fecha en que se originó, y quien/es es su creador, así que el
hecho folklórico es anónimo, por lo tanto desconocido y por ende es folklórico. Si se conociese esos
términos, dejaría de ser folklorico.
Tradicionalidad. La tradición y aquello que se considera como parte de la sabiduría
popular también pertenecen al campo de la tradición. Tanto que debe ser considerado tradicional
previo a la condición de Folklore. La tradición se asocia a una visión conservadora, ya que implica
mantener intactos ciertos valores a lo largo del tiempo, pero puede o no ser anónimo. Una de las
manifestaciones diferentes de la tradición con el folklore, es como aduce la sociología, que la tradición
debe ser capaz de renovarse y actualizarse para mantener su valor y utilidad. Esto quiere decir que una
tradición puede adquirir nuevas expresiones sin perder su sentido socializante y por lo general no tiene
una antigüedad que haga desaparecer sus ancestrales culturas.
Su comunicación se da generación tras generación de hechos históricos acaecidos y de todos
aquellos elementos socioculturales que se arraigan en la sociedad determinada, como costumbres
amañadas como puede ser el mate en nuestro caso, que se ignora a quien se le ocurrió, pero subsiste y
de diferentes formas, y he aquí la tradición.
Las tradiciones se van transmitiendo y existiendo, y que cada sociedad oscura la modifica al
gusto cultural transmitido por familiares antiguos o por dichos de terceros. El tema de su oralidad es
casi indocumentada, por ello buena parte de las leyendas y las costumbres provienen de la tradición
oral
Es decir, todos aquellos actos culturales que una generación gusta de ella, y la adopta como
costumbrismo, los rescata y continúan a través de los tiempos, siendo transmitidos a las siguientes
generaciones (porque la abuela hacía las empanadas con repulgue al costado), constituyen la tradición
de un país o localidad.
Los valores, las creencias, las costumbres, las formas en las cuales una comunidad se expresa
artísticamente, y no hace mucho tiempo atrás, son considerados tradicionales y plausibles de ser
comunicados a las generaciones posteriores.
Esto de ninguna manera significa estatismo, porque la vitalidad de una tradición depende pura
y exclusivamente de la capacidad que ostente para seguir renovándose y aportando algunos elementos
nuevos a los ya recibidos, por lo cual pervivirá en el tiempo pero no como folklore. Hay
investigadores que le niegan la tradición al folklore, pero en lo personal considero que no es así,
simplemente porque lo tradicional no tiene antigüedad, y tampoco es anónimo necesariamente.

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Vigencia. Manuel Fernando Zárate105, especialista panameño, nos señala que el folklore vive y que
por eso tiene vigencia, además se determina por su funcionalidad, supervivencia y su
formación. Cortázar la apunta como la vigencia social, donde el pueblo lo incorpora a su Patrimonio
tradicional. Mientras que Isabel Aretz, nos señala tres momentos de la vigencia; está de acuerdo con
Zárate, en que el folklore es vigente funcional, cuando tiene una función que hay que cumplir; nos
habla del folklore sobreviviente, histórico y el folklore en formación, o sea el de los hechos en vías de
folklorización.
Sociabilidad, es lo que asegura las funciones socializadoras y colectivas de una cultura
determinada. Sobre esta característica del hecho o fenómeno folklórico. Celso Lara Figueroa106 al
igual que Cortázar, proponen la colectividad del hecho folklórico, de tal manera que haya sido
adoptado, re-interpretado por el pueblo dejando así, de ser personalizado, para convertirse en un
patrimonio colectivo.
Colectividad. Todo hecho folklórico se hace colectivo en la práctica. Si un individuo aprende por
contagio de su comunidad adquirirá la costumbre general de la misma. La palabra colectividad se
deriva de colectivo, término que reconoce su etimología en el latín “collectivus” que a su vez procede
de “collectio” con el significado de “colección” o “conjunto”
Una colectividad hace referencia a una cantidad de personas de número variable, pero
significativo, que se unen con conciencia de tener entre ellas algún elemento homogéneo o una
finalidad común, para apoyarse entre sí, defender sus intereses y/o alcanzar conquistas y defenderlas.
La colectividad es un grupo social, y nace por la necesidad del ser humano de aliarse con quienes
considera pares o semejantes, en ideas, origen étnico, nacionalidad, objetivos, profesión, etcétera. La
colectividad le otorga al individuo seguridad, fuerza para luchar y sentido de pertenencia, evitando en
muchos casos, sentirse solo y discriminado.
Empirismo. La transmisión de todo hecho o fenómeno folklórico se da empíricamente o sea que se
aprende a través de la experiencia, a través de la praxis o de investigaciones aproximadas, pero que
siempre mantienen su oscurantismo. Además, se agrega que es pre-técnico. Isabel Aretz nos señala
citando a Vega, quien decía que “La carreta no es oral”, pero señala que la técnica de la confección si
lo es. También mencionaremos una particularidad del hecho folklórico que la transmisión del folklore
debe ser oral.
Para poder establecer el origen etimológico de la palabra empírico es necesario analizar la palabra de
la cual se deriva: empirismo. El vocablo empirismo tiene sus raíces en la Grecia antigua siendo
conformado por el prefijo “en” seguido de la palabra “perian” y el sufijo “ismo” cuya traducción a
nuestra lengua seria “antes”, “tratar” y “doctrina o actividad” en forma consecutiva.
La definición formal de la palabra empírico está relacionada con todo aquello que es relativo al
empirismo; también se relaciona el concepto de empírico con todo aquello procedente de la
experiencia. Antes de profundizar en el significado de empírico es conveniente analizar el significado
de empirismo puesto que, una definición de empírico muy popular, la relaciona con aquel sujeto que
sigue los principios del empirismo.
El empirismo es una corriente filosófica que se basa en la experimentación directa como base
del conocimiento. Se rige por dos principios fundamentales: el primero habla de que el hombre es
incapaz de acceder a la verdad absoluta y el segundo recalca la importancia de la experiencia y la
percepción sensorial para el surgimiento de nuevas ideas. Se conoce como a John Locker como el

105 -Manuel Fernando Zárate (Guararé, Panamá mayo1899 - octubre de 1968). Maestro de enseñanza primaria.
Ingeniero químico en la Universidad de París y siguió cursos de literatura en La Sorbona y de Historia y Crítica
en la Escuela de Louvre. Se dedicó al estudió del folclore panameño. Entre sus obras se destacan: Breviario de
Folklore; Tambor y Socavón y la Décima y la copla.
106 Director de revistas científicas internacionales como Folklore Americano (México) y Oralidad (Cuba).
Director del Centro de Estudios Folklóricos de la Universidad de San Carlos. Fundador de los estudios
de etnomusicología, musicología y organología en la Facultad de Humanidades.

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mayor defensor del empirismo; también se conoce el racionalismo como la corriente filosófica
contraria la misma creada por Rene Descartes en el siglo XVII fundamenta y subleva la base de todo
conocimiento a la razón.
El empirismo pone la experiencia como la base del saber aún por encima de la razón; en la
definición de empírico podemos encontrar que una persona empírica es aquella que fundamenta sus
conocimientos en la práctica y la observación de los hechos sin la necesidad de tener una base
científica para los mismos; se conoce por ejemplo que las flores florecen en primavera y que ciertos
frutos son característicos en ciertas temporadas porque se ha vivido la experiencia de cerca aunque no
se tenga una explicación científica de ello.
Siguiendo esta línea de pensamiento encontramos el término conocimiento empírico que se
basa de lleno en el contacto con el entorno, es cuando se expone lo que se conoce tomando como base
las vivencias; no ofrece universalidad alguna de lo que sabe y es repetido continuamente.
Dentro del ámbito de la investigación científica tenemos el método empírico el cual, como es
lógico, se basa en la experiencia y la observación para profundizar en el estudio de un objeto o
fenómeno. La investigación empírica por su parte es aquella que se vale únicamente de la reflexión y
la práctica para demostrar una hipótesis determinada
 No-institucionalidad. El hecho folklórico no debe ser enseñado ni adquirido en las escuelas a
través de un ejercicio sistemático y organizado. Si no entra a ser influenciada por la idiosincrasia de
los habitantes de esa sociedad que rodea la escuela. Surge del ambiente: la sociología se puede
denominar a esto, por el costumbrismo con los grupos que componen la comunidad en una forma
inconsciente y progresiva, igual que como aprendemos a caminar, a vestirnos, a comer. Es algo que se
aprende con solo convivir. Lo aprendido sistemáticamente es otra cosa, no folklórica; puede ser algo
pedagógico, que no está mal si se enseña como se debe, pero nada más. Y debe advertirse muy
seriamente, que el anonimato es el hecho manifiesto del folklore, pero si una persona (maestro) enseña
a otra, seguramente le imprimirá su estilo o capricho personal, sin advertir que pcasi seguro no es
científico. Lo folklórico presenta este sello colectivo no individual por lo que resulta no
institucionalizado su acción, pero si enseñado como método científico.
Funcionalidad. Este artículo versa sobre el concepto de funcionalidad
y disfuncionalidad en psicología. Hablar de Conducta funcional y disfuncional ha suscitado gran
controversia en torno al rol del psicólogo, acerca de libertad y de dignidad humana, no menos que del
concepto de salud y del objetivo de intervenciones que buscan cambios conductuales, tanto en la
sociedad como en las distintas corrientes humanas.
El Diccionario de la Real Academia Española define funcional como "Dicho de una obra o de
una técnica: Eficazmente adecuada a sus fines". A esto, cabe la pregunta, ¿para quién o para qué fines
ha de adecuarse un conjunto de conductas humanas?
Una conducta o conjunto de conductas puede entenderse como funcional para:
a) El individuo que emite esa conducta;
b) La sociedad en su conjunto;
c) Un grupo de interés;
d) La familia o algún(os/as) miembro(s) de su familia;
e) Otra persona afín o no a la persona que emite la conducta en cuestión.
El concepto está vinculado, en definitiva, a algo o alguien que funciona o sirve. Un funcionario
puede ser funcional a los intereses del gobierno, por ejemplo, mientras que una mesa es funcional si
logra satisfacer las necesidades de sus usuarios.
Por lo general, este adjetivo se utiliza para hacer referencia a aquello cuyo diseño se ha
centralizado en ofrecer facilidad, comodidad y utilidad en su empleo. Y es que el mismo se emplea, en
el sentido folklórico, todo conjunto de viviendas, mobiliarios, artefactos artísticos, de escritura, etc,
que tiene como clara misión conseguir que las personas que lo utilicen se encuentren cómodas con él o
les sea fácil usarlo.

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Una prótesis o un implante pueden ayudar a que la persona sea más funcional, es decir, pueda
cumplir con más funciones en su vida cotidiana. Se trata de objetos que ayudan a aumentar la
capacidad. En este sentido, lo funcional está vinculado a la accesibilidad, que es aquello de fácil
acceso, trato o comprensión. Un objeto funcional es una ayuda técnica que garantiza una mayor
accesibilidad; por lo tanto, mejora la calidad de vida y la autonomía de la gente.
Y todo ello sin olvidar que en el campo de la música también se emplea el concepto que estamos
abordando. En concreto, en dicha área se habla de la música funcional que es aquella que se
caracteriza por el hecho de que se compone y se usa para un fin concreto y determinado. De esta
manera, por ejemplo, se puede interpretar para un acto religioso o civil determinado.
Tenemos el caso de la gramática funcional que es aquella basada en el estudio de las funciones de los
elementos que constituyen una lengua. La lingüística y otras ciencias sociales cuentan con una
corriente conocida como funcionalismo, especializada en el análisis de sistemas como un todo
integrado, coherente y funcional.
La disfuncionalidad
Todo hecho o fenómeno folklórico seguramente cumplió una necesidad, un uso o una misión, o
un papel que cumplir dentro de la vida de un pueblo, comunidad o sociedad, por lo tanto, responde
seguramente a una necesidad a la cual seguramente hubo que satisfacer. Y cuando deja de
transmitirse por vía oral, porque resulta más que desconocido, “por aburrido”, obviamente esos hechos
empiezan a desaparecer, cuando no desaparecen del todo.
Ambiente Folk-Ubicación-Geografía Social. La materia folklórica debe también ser ubicable. Ella
suele identificarse con un grupo y geografía generalmente deteminada, en una época, que en muchos
casos que puede determinarse, pero mantiene su ignoto sentido. Brevemente hemos de citar algunos
conceptos: La geografía social se sitúa dentro de la geografía como una ciencia eminentemente
social cuyo objeto de estudio es la sociedad y su relación con el espacio físico. Dentro de ella, en
función del objeto específico de estudio se pueden distinguir varias áreas como son la geografía
médica, la geografía del transporte, la geografía de la población, del transporte, economica, sus
territorios. También estudia al ser humano y sus relaciones con el entorno. La geografía humana
contiene varias subdisciplinas: Geografía de la población, la geografía médica, la Geografía del
transporte, la Geografía económica (industrial, sector servicios, turística, política, social,
gerontológica, histórica, Geografía rural, geografía urbana y la geografía cultural).
La geografía urbana es el estudio de las ciudades como paisajes urbanos, su desarrollo urbanístico
a lo largo del tiempo, su estructura, sus funciones y relaciones con el medio ambiente. Se relaciona
con la geografía física y la Antropología.
La geografía cultural es el estudio de las culturas desde un punto de vista geográfico. Está
fuertemente relacionada con la Antropología. Sus temas de estudio son la difusión de elementos
culturales, las representaciones culturales, los paisajes culturales así como las transformaciones que
provocan las culturas en su ambiente.
La geografía regional o como geografía corológica estudia los sistemas o complejos geográficos
como los territorios y los paisajes. Se sitúa como una parte de la geografía y en lagunos casos se
considera similar a la geografía general, ya que también ésta trabaja a nivel sistémico y analítico
Plasticidad de los instintos en el ser humano. Muy unido al proceso de anonimato está lo plástico.
Cuando la creación es de gusto del pueblo, de su nivel que se adentra en el alma de la sociedad
popular, es probable que esa plasticidad, como dueños creadores del hecho folklórico se permite su
alteración. De ello resulta que al cabo de algún tiempo la forma primitiva ha desaparecido; la nueva es
realmente del pueblo y el autor original se ha perdido o por lo menos no cuenta, y no es folklore.
Morgan y King, en Introducción a la psicología, explican que “consideremos los cambios que
ocurren en el comportamiento de un niño durante sus primeros años de vida. En este período, el niño se
moldea, o socializa, para convertirse en un miembro activo de su sociedad. Para poder hacer esto en
cualquier cultura, debe aprender las formas apropiadas de interactuar con las personas, las formas

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apropiadas de comer y eliminar; aprender a evitar las situaciones potencialmente peligrosas, a pensar en
forma lógica y realista; aprender a percibir el mundo como lo perciben los otros, y las muchas respuestas y
ajustes distintivos que hacen que él sea diferente a los demás. Es una maravilla que consiga aprender todas
estas cosas. El hecho de hacerlo es prueba de la notable plasticidad del comportamiento humano y de su
sistema nervioso.Esta plasticidad parace extenderse por todo el reino animal. Aunque todavía no se sabe
con certeza todo acerca del aprendizaje de los organismos unicelulares, organismo tan inferiores como las
planarias poseen una rudimentaria capacidad de aprender, y el aprendizaje se ha demostrado
repetidamente en los vertebrados desde los peces hasta el hombre. La cantidad y las clases de cosas que
pueden aprenderse aumenta considerablemente en los mamíferos superiores, y el hombre se distingue por
su enorme capacidad de aprender”107
Pre-logismo. Otra de las características del hecho folklórico que, según Carvalho Neto, lo pre-
lógico es lo que determina los sentimientos y no así la razón. Además, esta lógica es afectiva,
justificativa y subjetiva. Es una lógica que predetermina las conclusiones sin haberlas razonado. No
descompone, no analiza, no comprueba los fenómenos108.
En Les fonctions dans les sociétés mentales inférieurs. La mentalidad primitiva, en Le
surnaturel et la nature dans la mentalidad primitiva. Lévy-Bruhl en uno de sus párrafos, considera
que “Uno de los puntos que llamó la atención de fue que el pensamiento de los individuos primitivos
parecía tener, por lo menos en ciertas tribus, un recurso constante a la memoria, mucho mayor del que
se encuentra en el pensamiento civilizado, y que vendría a convertirse en soporte vital del pensamiento
primitivo. Mientras que el individuo civilizado confía en parte al ordenamiento lógico de los
conceptos el papel de herramienta para recuperar información, el sujeto primitivo registra en un cierto
orden en su memoria las representaciones, y ese orden memorizado sirve eventualmente, no sólo para
recuperar una representación en particular, sino para inferir a partir de una representación la
siguiente”.
Atribuye a la mentalidad primitiva una carencia para las operaciones lógicas en sentido estricto,
u “operaciones discursivas del pensamiento”. La conclusión a la que llega es que el conjunto de
hábitos mentales que excluyen el pensamiento abstracto y el razonamiento propiamente dicho parecen
encontrarse en un gran número de sociedades inferiores y constituir un rasgo característico y esencial
de la mentalidad de los primitivos. Los principios de contradicción y de identidad son operaciones
discursivas características del pensamiento del individuo civilizado, y son, desde luego, principios
lógicos. Estos no están presentes en el pensamiento primitivo, sino que en lugar de ellos está una “ley
de la participación”, que es una forma de mediar entre la identidad y la contradicción. Una mentalidad
gobernada por la ley de la participación es lo que llama Lévy-Bruhl “una mentalidad prelógica”. No
antilógica, ni alógica, puesto que no se complace en explotar las contradicciones, ni carece de
cualquier lógica. Al caracterizar de esta manera la mentalidad primitiva, se refiere Lévi-Bruhl a las
representaciones colectivas, pero no a las operaciones mentales de los individuos, que en muchos
terrenos prácticos son perfectamente lógicas.
Popularidad. Del latín popularis, popular es un adjetivo que señala aquello que pertenece o que es
relativo al pueblo. El término tiene distintas aplicaciones dentro de este mismo universo de
significados: puede hacer referencia a cualquier cosa que provenga del pueblo, que sea propio de las
clases sociales más bajas, que se encuentre al alcance de la mayoría o bien que sea conocido por
la sociedad en general. Es un hecho asimilado colectivamente. El hecho folklórico, al popularizarse, es
reinterpretado por el grupo social que lo hace suyo, el cual le incorpora sus propias características. Lo
que quiere decir que sufre un proceso de constantes adaptaciones, de acuerdo a las transformaciones
generales de la estructura socioeconómica. De aquí que surge el desconocimiento moderno de un
“falso folklore”, porque no solo se desconoce el origen, sino también sus posibles modificaciones.

107 -C. T. Morgan y R. A. King, Introducción a la psicología, Aguilar, Madrid 1978


108- Paulo De Carvalho N, Folklore y educación. Quito, Ed Casa Cultura Ecuatoriana, 1961.

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De ello surge lo que se conoce como cultura popular a las manifestaciones artísticas creadas y
consumidas por el pueblo, en contraposición a la cultura académica que resulta más elitista y que suele
ser erróneamente percibida como algo inaccesible para la mayoría. Una manifestación de la cultura
popular, de todas formas, puede llegar a todas las clases sociales y viceversa.
 Antigüedad. Lo remoto, junto con lo desconocido, son las principales características del hecho
folklórico ¿Cuál antigüedad?. ¿Cuál sería la medida en el tiempo de este hecho?. ¿Desde cuándo y
hasta dónde comprende el folklore?. La determinación de la época de los orígenes del folklore, como
hecho, se remonta a los inicios del desarrollo del hombre y de su civilización. En ese
desenvolvimiento histórico, las diversas culturas han venido generando sus propias manifestaciones en
un proceso continuo dentro de las vivencias y características de los modos de vida de las sociedades,
tanto remotas como también contemporáneas. De ahí que los hechos folklóricos tengan una tradición
antigua, ejecutados en la actualidad por un supuesto conocimiento, cuando no se conoce sus hechos
folklóricos innatos.
En La Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana menciona que vulgarmente se usa
el término civilización para oponerlo al de barbarie, pero esta también constituye un grado de
evolución con respecto al salvajismo. Por lo que tampoco tiene una significación bastante definida, por
lo que no basta con oponerla a algún término para saber qué intenta decir. Según algunos autores la
palabra Civilización proviene del término latino civitas-atis, que se refiere al Estado, pero como
sinónimo de conjunto de todos los ciudadanos, de sociedad total en la que se realizan todos los fines
de la vida.
Encontramos dos elementos esenciales característicos dentro de una civilización.
La sociabilidad humana y a la religión. Muchos autores señalan que los esenciales son lo mismo
que los factores culturales de una civilización. Pero para evitar la confusión, decidimos optar por
darles el nombre de factores esenciales.
a) La Sociabilidad Humana.- Dentro de la sociabilidad humana hallamos dos factores que la
permiten, la familia y el lenguaje. Ambos son producto de la necesidad del hombre por
socializar. Y los dos permiten la pervivencia de la civilización. En la familia por ser la primera
fuente donde los nuevos integrantes de la sociedad van a recibir las costumbres de sus padres
(fenómeno conocido como la endoculturización) y el lenguaje porque es el medio por el cual
se propaga la civilización, mediante las tradiciones orales.
b) La religión.- Podría llamársele también como elemento ideológico de manera más general.
Los hombres se agrupan con aquellas personas que se identifiquen en sus creencias. Ejemplo
de esto tenemos a las civilización Musulmana, unidas en torno a su dios Alá. O la civilización
occidental que se identifica entre sí por ser católica o protestante, ambas provenientes de un
mismo tronco religioso que es el cristianismo.

EL HECHO CULTURAL Y EL HECHO FOLKLÓRICO

El Folklore es un fenómeno cultural, pero como obviamente no todo lo cultural es folklore,


éste tiene rasgos o notas que lo distinguen y caracteriza. En efecto, nada es folklore por fatalidad de su
esencia o por el solo hecho de existir, sino que “llega a serlo” a través de un proceso cultural. Este
puede ser concebido a lo largo de la historia de la civilización, inadvertida durante largos períodos por

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la sociedad letrada, por los centros intelectuales y librescos de las ciudades, pues no se manifiesta en
documentos escritos y se desarrolla característicamente en lugares casi aislados, remotos, rústicos,
aunque pueda darse en las orillas y hasta en el corazón de las urbes, cumplidas ciertas condiciones
menos comunes de cultural y de ambiente. En uno y en otro caso esta corriente suele ser desconocida
y hasta desdeñada por los doctos y las” élites” de las sociedades refinadas. Y especialmente este
desconocimiento, es dado por cierto por quienes la obligación de enseñar, y enseñar bien. Decir que un
Shotis es folklore, puede ser, pero ¿de donde sale su música?, ¿y el autor de su letra?, ¿de su
coreografía?, todo es ignoto, por lo tanto, lo que se debe enseñar es lo que es. Obviamente, permitido
está porque se puede bailar con UNA coreografía y con un sentido lo mas aceptado a su origen que a
un ballet absurdo y equivocado. Lo Folklórico está inmerso en la cultura. Lo cultural es más amplio, lo
folklórico es más delimitado.
La Dinámica de la Cultura. La cultura es un instrumento por medio del cual el individuo se
adapta a su situación total, además le provee de medios de expresión creadora, y sus aspectos
creadores contenidos son:
Endoculturación: es el proceso por el cual la generación más antigua transmite sus formas de
pensar, conocimientos, costumbres y reglas a la generación más joven. La “endoculturacion” da cuenta
de un proceso en el cual se produce Cultura hacia adentro (endo). Es cuando una sociedad le brinda su
cultura a personas que no tienen una cultura previa, es decir, hay un grupo social que tiene una cultura
determinada y hay nuevos miembros a los que hay que introducir hay que darle las herramientas para
que ingresen a nuestra sociedad. Hay personas que no tienen absolutamente nada de cultura. Es el caso
del bebé y el niño, que al momento de nacer e incorporarse a una sociedad no tienen cultura.
Es darles cultura a esos nuevos miembros de la sociedad que no poseen bajo ningún concepto
cultura ¿Qué instituciones hacen eso? Es posible distinguir dos momentos: en la socialización primaria
interviene la familia, pero hay cuestiones que se aprenden afuera de la familia y ahí empieza la
socialización secundaria, que hoy principalmente esta constituída por la escuela y los medios masivos
de comunicación social.
La endoculturacion primaria va a ser la familia que nos va a dar algunos elementos culturales que
vamos a tener todo la vida. Por ejemplo, la lengua está definida desde la familia. Cuando uno nace,
nace con una capacidad de obtener una lengua, si un niño es expuesto a dos idiomas desde su
nacimiento y los dos son utilizados constantemente en el hogar, el nuevo miembro va obtener las dos
lenguas. Pero la familia también interviene en el modo en que aprendemos a relacionarnos con los
demás, el uso del cuerpo, algunas pautas éticas y morales, cuestiones relativas a la higiene, a la
conducta y, también, gustos estéticos.
La socialización secundaria está relacionada al momento en que el niño entra en contacto con ese
mundo que existe fuera de la familia. Entra a la escuela, se relaciona con el barrio. Estas instituciones
también le van a dar herramientas culturales. En casa nos enseñaban a hablar, en la escuela a escribir;
en casa escuchar, en la escuela a leer; en casa las cosas se hacen porque papá lo dice y en la escuela,
en teoría, se va a construir todo lo que tiene como tema legal por una cuestión de autoridad y
prestigio; todas estas cuestiones son culturales, se construyen desde la endoculturación.
Si una persona que ya tiene su cultura le impongo la mía, ya no sigue siendo endoculturación sino
que pasa a ser aculturación. La endoculturación es cuando hay un terreno totalmente vacio y está en
blanco, no hay nada. Yo le estoy dando las herramientas para que pueda insertarse en un grupo
cultural.
Socialización: es el proceso mediante el cual el individuo desarrolla la estructura de su personalidad
y se transmite la cultura de generación a otra. La socialización convierte en acto esa capacidad desde
el punto de vista del individuo, esta es la praxis (La “paidagogós” es el conjunto de saberes quese
encarga de la educación como fenómeno típicamente social y específicamente humano) del
aprendizaje más profundo no solo es la adquisición de conocimientos sino el desarrollo de la
estructura de su personalidad.

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Sonia Sescovich Rojas dice que “El ser humano es esencialmente un ser social. Sin embargo, esa
naturaleza de ser social es producto de un largo proceso en la vida de cada persona. Y ese proceso
tiene, por así decirlo, dos caras. Desde el punto de vista de cada individuo, opera el proceso de
aprendizaje. Desde el punto de vista de la sociedad, y respondiendo a su necesidad de mantenerse
como tal, opera el proceso de socialización. Este proceso es importante de considerar si deseamos
entender el comportamiento humano.
La socialización es el proceso por el cual aprendemos a ser miembros de la sociedad. Es decir, a
través de la socialización aprendemos a ser miembros reconocidos de la sociedad en que hemos
nacido. Y ser miembro reconocido, esto es, que los demás me perciban como tal y que yo me
identifique como parte de esa sociedad, implica, en lo esencial, la adopción de una cultura común. La
socialización tiene como resultado la interiorización de normas, costumbres, creencias y valores,
gracias a los cuales el individuo puede relacionarse con los demás miembros de la sociedad.
Desde el punto de vista de la sociedad, este proceso se desarrolla a partir de la participación activa
de las personas en una red de relaciones sociales. La naturaleza de esas relaciones, sociológicamente
hablando, se expresa en dos elementos que son las dos caras de una misma medalla: el desempeño de
roles que, a su vez, da acceso a una determinada posición o situación dentro de una grupo, denomina
status. Y es precisamente aprendiendo a desempeñar los roles que la persona se socializa. Obviamente,
a lo largo de su vida, la persona se involucra en una gran cantidad de relaciones sociales lo que
significa que desempeña múltiples roles: será hijo, hermano, amigo, familiar, alumno, miembro de
clubes, trabajador, cónyuge, y padre a su vez, etc, etc. Y el aprendizaje de cada uno de esos roles le va
a permitir internalizar los valores y las normas de la sociedad. Porque cada cultura, a su vez, va
cristalizando formas típicas, propias de esa cultura, que definen cómo en esa cultura determinada se
aceptará que las personas desempeñen esos roles; estamos hablando, en síntesis, de una serie de
deberes que la persona debe cumplir para ser aceptada y reconocida como miembros de la sociedad. Y
como contrapartida del desempeño de cada rol, la sociedad asigna o reconoce al individuo una
posición o status que a su vez le abre ciertos derechos. Deberes y derechos, ya sean formales o
informales, serán, en suma, los que moldearán el comportamiento de las personas a través de este
proceso que llamamos socialización.
Asimilación socio cultural: es la alteración cultural étnica importante, con el fin de caer subyugada
por una cultura predominante (Vg. Huarpes sometidos a los incas). Es considerado como el proceso a
que a través del cual dos culturas diferentes se unen, y eso trae consecuencias culturales,
costumbristas, religiosas.
La conquista de América trajo como consecuencia una influencia sobre las poblaciones
nativas, produjo una Europeización de las colonias del nuevo mundo, comprendidas
fundamentalmente como la castellanización donde se impuso principalmente el idioma castellano y
como religión, la católica.
Otro modo de asimilación ocurre con la llegada de inmigrantes y de refugiados a otros países.
Este proceso tiende a ser complejo, debido a que no siempre dichos grupos desean asimilar la cultura
del país a donde van, sino que gran parte de ellos prefieren defender su cultura , característica de los
lugares de donde provienen, cuestión que puede provocar dificultades tales como la marginación y
rechazo. Otros grupos ejecutan el proceso de asimilación de forma parcial y pragmática, o sea, toman
los elementos culturales que dominan en la sociedad y mantienen sus manifestaciones propias en un
contexto íntimo. Otros grupos sin embargo se manifiestan abiertos a apropiarse de la cultura que les
dio cabida y olvidan muchas veces sus orígenes
Igualmente se hallan procesos de asimilación culturales que son liderados por culturas de tipo
dominante, inclusive si en varias ocasiones los términos se utilizan de forma arbitraria. Varios de los
procesos concretos de asimilación en la historia se interrelacionan o derivan unos de otros.
Aculturación, Deculturacion, Enculturacion, Endoculturacion y Transculturacion (Antropología
Cultural):

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Aculturación: Es el proceso sociocultural, que incluye de manera determinante en la personalidad


de la persona que adquiere las características propias de otra cultura diferente a la suya, como son
hábitos, costumbres, valores, tradiciones. Proceso por el cual el contacto continuo entre dos o mas
sociedades diferentes genera un cambio cultural. Es nada mas que la perdida o transformación de
rasgos culturales. La aculturación es el proceso de aprehensión de una determinada cultura. Supone el
conocimiento, la interiorización, valoración, identificación y manejo dinámico de los valores
culturales. La aculturación como proceso es la 'encarnación' que realiza un individuo en su propia
cultura en constante interacción con sus iguales y la naturaleza. La aculturación es un proceso en el
que una sociedad genera un cambio en su cultura por en contacto continuo con otra sociedad. El
proceso es uno de selección o modificación hacia una sociedad más avanzada.
Deculturacion: Este término se aplica en las ocasiones en que ha habido una 'baja de cultura',
cuando alguien o un grupo de personas han ido perdiendo paulatinamente el nivel de cultura que
habían adquirido.Influyen varios factores específicos que dependen de las circunstancias en que cada
individuo, o grupo de individuos, viva.
Enculturación: es el proceso mediante el cual una cultura establecida enseña a un individuo con la
repetición sus normas y valores aceptados, de tal forma que el individuo pueda convertirse en un
miembro aceptado de la sociedad y encuentre su papel apropiado. Más importante, la enculturación
establece un contexto de límites y formas correctas que dictan que es apropiado y que no en el marco
de una sociedad.Es un proceso que se desarrolla tanto desde la niñez hasta la vida adulta y puede ser
consciente o inconsciente.
Endoculturación: Es el proceso por el cual la generación más antigua transmite sus formas de
pensar, conocimientos, costumbres y reglas a la generación más joven.
Transculturación: La palabra transculturación se generó en el terreno de la antropología partir del
año 1935, con el fin de clasificar el estudio del contacto cultural entre grupos diferentes, sin embargo,
su definición ha ido modificándose para delimitar más claramente su campo de acción ya que la
terminología es una herramienta esencial en la investigación. Recepción por un pueblo o grupo social
de formas de cultura procedentes de otro, que sustituyen de un modo más o menos completo a las
propias, pero es imprescindible una aceptación, que es el proceso en la que los grupos pertenecientes a
una sociedad, llegan a compartir o aceptar una identidad social con respecto a otra cultura. Esto
produce una transculturización, lo que hace mas difícil aún llegar a conocer sus verdaderos ancestros,
sentidos, y sociedades. Obviamente fue aceptada por la sociedad que lo originó, pero ¿Cuál sociedad?
¿y cómo la creó? ¿Qué motivó su transculturización?
Tiene lugar por contacto generalmente entre dos culturas de diferentes grado de evolución,
teniendo mayor influencia aquella que tiene un mayor nivel cultural, pero la influencia menor no es
descartable. Claro que suele imponerse la conducta mas evolucionada con la absorción de la que es
menos y esta por su parte puede sustituir en su localización original aunque desnaturalizada por la
influencia de la nueva cultura.
Cambios sociales: La noción de cambio social implica la modificación o transformación de
estructuras de diverso tipo pertenecientes a un conjunto poblacional. Este cambio social puede
expresarse de numerosas maneras, desde elementos superficiales y en constante desarrollo, como hasta
en estructuras de arraigada tradición. Las razones por las cuales se puede dar el cambio social son de
variada índole y pueden además ser explícitas o implícitas, voluntarias o involuntarias de acuerdo al
tipo de población y a elementos externos a la misma.
El cambio social puede aplicarse a numerosos aspectos de una sociedad. Aunque normalmente se
lo relaciona con cuestiones económico-políticas, también puede y debe aplicarse a cuestiones
culturales, éticas e identitarias de una comunidad.
Existen dos clases de cambios los internos y los externos, los de afuera son los que ocurren donde
de una cultura relacionadas con el proceso de difusión o transferencia de los rasgos culturales, en el
otro caso la difusión permite el cambio cultural, con respecto a la cultura, ella permite la introducción

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de rasgos extranjeros que no encajan dentro de la estructura o configuración. Este proceso es de una
muy importante transculturación de sociedades, porque de ella se procede a modificaciones, incluso
hasta creencias (por las buenas o por las malas) en sus sociedades; incluso, se vierte dentro de esas
mismas sociedades, modalidades entre quienes la componen.
Significa la variación de las estructuras de una determinada sociedad conformada por valores éticos
y culturales, normas, símbolos y productos culturales, a causas de fuerzas internas y externas en el
devenir histórico, afectando la forma de vivir y de ver el mundo de quienes componen ese grupo
social, y es estudiado por numerosas Ciencias Sociales, como la Sociología, la Antropología, la
Economía, la Política y la Historia, entre otras.
Los factores pueden ser subjetivos formados por ideologías de grupos u objetivos, dados por
las condiciones económicas, sociales y políticas en un momento dado. Pueden ser también endógenos
o internos, como por ejemplo la influencia del medio natural, como sucede con las grandes sequías o
inundaciones, o la disconformidad con alguna medida político-social; o exógenos, por influencia de
otras sociedades.
Procesos: Conocer el origen etimológico de las dos palabras que dan forma al término proceso
social es fundamental para así poder descubrir y entender el significado del mismo. En este caso,
podemos decir que las dos derivan del latín: -Proceso emana de “processus”, que puede traducirse
como “marcha” o “desarrollo”. -Social, por otro lado, es fruto de la evolución de “socialis”, que es
equivalente a “relativo o perteneciente a la comunidad de personas”.
Los procesos son ciclos que constan de distintas etapas, en las cuales se producen ciertos cambios
de estado. De este modo, al finalizar el proceso, su protagonista ya no es el mismo que en el comienzo.
Muchos son los autores que, a lo largo de la historia, han estudiado y analizado los distintos
procesos sociales existentes. En concreto, uno de los más importantes al respecto es Durkheim, quien
llegó a determinar que el individuo es un producto de la sociedad y que la educación ejerce un papel
fundamental a la hora de conseguir que los ciudadanos se integren en la sociedad a partir de
determinados comportamientos e ideas. Lo que se entiende por realidad social incluye a personas,
grupos e instituciones, vinculadas entre sí mediante las relaciones sociales (que pueden implicar
cooperación, oposición, competencia, etc.). Las distintas formas de interacción son calificadas por los
sociólogos como procesos sociales. Puede definirse al proceso social, por lo tanto, como una forma de
conducta que aparece de manera repetida en una sociedad.
La emigración también puede considerarse como un proceso social que provoca cambios en la
estructura del lugar de origen y también del sitio que acoge a los inmigrantes.
Este concepto describe la acción de avanzar o ir para adelante, al paso del tiempo y al conjunto de
etapas sucesivas advertidas en un fenómeno natural o necesario para concretar una operación artificial.
Pero al ser el hecho folklórico desconocido, se aceptan que hubo procesos, pero es inútil buscar folklor
en lo conocido. Entonces bien podemos admitir como proceso social designar a sucesivas fases de una
transformación significativa en las formas de interacción entre individuos, grupos e instituciones
dentro de un entorno cultural común, a través de tiempos remotos, en el caso del hecho folklórico.
Innovación: A través de ella se introducen (mal) nuevos elementos o combinaciones de elementos
existentes, dejando atrás más la cultura originaria, los cambios efectuados por la innovación
obviamente altera la estructura de una cultura pasada. Por ello, la innovación o modernización,
actualización o como quiera que se le quiera llamar, deja de ser folklore, porque sus hechos originarios
dejan de tener los requisitos que componen al folklore, lo cual sin ellos mal se puede actualizar lo que
se desconoce.
Un interesante artículo expuesto por Lilia Jorge109, para La Nacion, en parte de su texto dice
(aunque su comprensión puede tener un doble sentido), que “Los románticos alemanes del siglo

109 - La autora es magíster en Letras Modernas, docente e investigadora universitaria.

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XVIII desarrollaron el concepto de "folklore" volviendo la mirada a la copla popular, la balada, la


danza aldeana, expresiones que, a partir de entonces, se verán jerarquizadas en su condición de
manifestaciones tradicionales que se construyen al margen de las elaboraciones académicas. Se
producirán después las grandes divisiones entre lo culto y lo popular, como fronteras que serán más
infranqueables cuando las miradas ideológicas apliquen las anteojeras de la procedencia social para
evaluar la producción artística. Antes de que estas corrientes recalaran en nuestras costas, la
producción literaria fluía naturalmente por ambos campos: los sectores cultos llevaban a la escritura la
poesía oral y las composiciones payadorescas de los sectores populares.
El caso prototípico fue el del padre Maziel, quien cantaba alrededor de 1777 la victoria del
virrey contra los portugueses: "Aquí me pongo a cantar / debajo de aquestas talas, / del maior guaina
del mundo / los triunfos y las gazañas..." (Suena familiar, ¿no? Encontraremos sus resonancias casi
cien años más tarde en la obra más importante de la gauchesca).
Vendrán después las divisiones conocidas entre lo culto y lo popular y, en cada uno de estos
dominios, las numerosas polémicas entre tradición y vanguardia. En medio de estas disputas, se irá
escribiendo la historia de la producción artística, mientras la tensión entre conservacionismo e
innovación irá abriendo las compuertas de la creatividad. Hay que reconocer, sin embargo, que el
cambio, la innovación, es posible porque la memoria colectiva y la obstinación de los tradicionalistas
garantizan la continuidad; sin ellos, la piedra podría quedar sepultada por el barro del camino hasta
que a alguien se le ocurriera iniciar una excavación.
A fines del siglo XIX, cuando los vientos del progreso ponían en jaque a la escuálida trayectoria
cultural del país, el folklore encontraba su anclaje en Buenos Aires, en el corazón mismo de los
cambios. (como lo seguirá siendo, en pro de la ganancia, del dinero, en detrimento de la cultura)
El siglo XX finaliza de modo similar; ya no es el progreso sino la globalización la que invita a
sumarse a los estilos internacionales y mientras los medios masivos se muestran proclives a aceptar la
propuesta, confiados en que de esta manera se ubicarán en la cresta de la ola, los folkloristas empiezan
a ocupar, sin estridencias, los espacios naturales que siempre tienen reservados (por dos motivos, por
lucro y por ignorancia)
Sincretismo: La palabra sincretismo viene del griego συγκρητισμος (sincretismós) (DRAE)
compuesto por el prefijo συν- (sin-) que vemos presente en sinestesia, simbiosis o idiosincrasia, unido
a un vocablo que puede derivar del gentilicio «cretense», para lo que nos apoyamos en la referencia
histórica que comenta Plutarco en el capítulo del «Amor fraternal» en sus Moralidades, que nos dice
que los cretenses dejaban a un lado sus diferencias internas en periodos de guerra; del término κερας -
ατος, que significa cuerno y en términos bélicos hace referencia a las alas o flancos del ejército, en
cada una de las cuales estaba agrupado un pueblo o región, que se unía con sus aliados frente a los
invasores; o más probablemente del verbo κεραννυμι, que significaba mezclar (especialmente vino con
agua) o fundir y del que deriva cerámica.
Hace referencia al sistema filosófico integrado por elementos que son fruto de la unión y
conciliación de culturas y doctrinas distintas. Comúnmente se entienden que estas uniones no guardan
una coherencia sustancial, pero cambian de método al unirse, lo que transforma en un nuevo hecho
folklórico, que puede ser por influencias o por convivencia.
Igualmente se denomina al proceso mediante el cual se amalgaman diferentes expresiones
culturales o religiosas para conformar una nueva tradición. La palabra proviene del griego
συγκρητισμός (synkretismós), que significa ‘coalición de dos adversarios contra un tercero’.
El concepto de sincretismo empezó con un sentido político (donde el prefijo syn significa unión).
Este sentido político es el sentido de unión que, ante las amenazas externas, prescinde de diferencias
internas. Plutarco fue el primero en utilizar la palabra sincretismo para designar la unión de las
ciudades cretenses para la defensa contra el enemigo común.
El término vuelve a emplearse en el siglo XVI con Erasmo de Rotterdam el cual empleo la
palabra en el sentido de una concilación entre la reforma luterana y la iglesia tradicional romana,

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Eramo hace derivar el sincretismo del verbo que significa mezclar el cual no existe en el griego
clásico, y lo latiniza.
Luego de esto, en el siglo XIX, la historia comparada de las religiones la utilizó con un matiz
peyorativo de amalgama de elementos mal asimilados.
El sincretismo es más bien un proceso, que ya sea debido al tiempo, o a estrategias políticas, o al
deseo de inculcar una religión, tiene como propósito el de unir dos culturas o ideologías para formar
una nueva con aspectos tanto de una como de otra doctrina.
En este sentido, el concepto de sincretismo ha sido empleado por la antropología cultural para
referirse al proceso mediante el cual dos tradiciones diferentes que se ven obligadas,
por alguna circunstancia histórica, a convivir durante un prolongado periodo de tiempo, experimentan
una gradual asimilación de los elementos culturales de la otra, dando como resultado una expresión
cultural nueva y única formada a partir de la mezcla de ambas.
Por ello podemos hablar de dos estilos de sincretismo, a) el sincretismo religioso que es el
producto de la unión de dos tradiciones religiosas diferentes que se asimilan, dando como resultado a
un nuevo culto con elementos de ambos, cuando dos tradiciones religiosas se ven obligadas a
cohabitar de forma armónica. El encuentro entre ambas tradiciones genera un choque que se resuelve
mediante un proceso paulatino de acomodación y asimilación, siendo que la acomodación es el estado
de conciencia de la cultura del otro, y la asimilación supone la fusión de ambas tradiciones para
generar una nueva, distinta de las precedentes. b) el sincretismo cultural que es el proceso de mestizaje
y transculturación que se produce a partir de la unión de distintos pueblos, razas, creencias y
tradiciones culturales, y que arrojan como resultado una nueva identidad cultural híbrida, mestiza, con
características y elementos propios de todas las culturas que se fundieron. En este sentido, el ejemplo
más palpable de sincretismo cultural es Iberoamérica.
Si bien es un resultado natural del mestizaje, a su vez permite dar cauce a la energía creadora de
un pueblo cuando sus propias obras culturales están prohibidas, controladas o dominadas. Es la
combinación de dos vissiones del mundo: en la sincretisación es donde se da el tan mentado encuentro
de culturas; es la forma de sobrevivir de la cultura domniada en el caso de una conquista.
Por ejemplo, el sincretismo fue una característica del arte en América luego de la conquista
española, en el cual se fusionaron elementos precolombinos con los traídos por los españoles. También
las fiestas cristianas fueron producto de múltiples sincretizaciones, incluso en la elección de las fechas
que muchas veces coinciden con las de las antiguas fiestas de las culturas evangelizadas. A su vez, el
barroco español era el producto del sincretismo que se produjo en los cuatro siglos que duró la
dominación árabe en España.
El sincretismo no es más que la unión de dos culturas o ideologías para formar una nueva,
tomado de la idea central del siguiente párrafo:
“El sincretismo se da cuando dos sistemas religiosos, con todas sus creencias, costumbres, ritos,
formas de organización y normas éticas respectivas, se unan para formar un sistema nuevo.”
El concepto de sincretismo tiene varios sentidos, tanto político, como religioso, u otros. Pero en
un sentido general se llama sincretismo a toda filosofía que intenta conciliar doctrinas diferentes tanto
filosóficas como teológicas. Desde el siglo XIX el concepto de sincretismo se usa sobretodo en el
sentido religioso, el cual se usa para designar la mezcla de elementos (dioses, ritos, o doctrinas) de
distintas procedencias. En este mismo sentido religioso, pero más estricto se una sincretismo para
caracterizar el proceso de mezcla de las religiones mistéricas del oriente con la religión griega y
romana en el helenismo. Pero influye grandemente en el arte en su generalidad.
Folklorización: no es el proceso dinámico de la transmisión generacional, no escolarizada, en este
proceso se presume la condición temporal, como un requisito depreciable, y su condición ignota como
que no tiene sentido, y el deseo conservacionista de científicos directamente descartable. Estos hechos
modernistas, no les interesa el folklore como estudio científico, sino como una música cualquiera que
“llaman folklore”, porque se utilizan instrumentos que pueden serlo. No cumplen con las costumbres,

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el canto, el quehacer con que cuenta el patrimonio cultural de una sociedad pretérita, la cual impone
por ejemplo dice Rolando Alarcón “voces bien matizadas, sin los gritos que solamente los falsos
gauchos han inventado. Al mismotiempo, rechazaba la presentación de canciones folklóricas en su
estado puro, sin hacerles una limpieza ni espantarles el polvo, y esos grupos juveniles llegan a afirmar
que atenerse a tradiciones rígidas llevaba irremediablemente al fracas” lo que de hecho se produce un
movimiento internacional logrando que el folklore en vez de ciencia se transforme en fiest, llamando
lo como “neofolklore”, y luego “música típica”, en general llamado “folklore, la nueva canción”. Sin
embargo la Nueva Canción desarrolló un estilo independiente y nuevo, pretendiendo reivindicar las
raices folklóricas y llegando aún más lejos en su gesta modernizadora, ya cayendo en lo que se
denomina, muy “conocedoramente” como músicap opular adquirindo nuevos significados y funciones
sociales, como las canciones de protesta, políticas, etc, siempre bajo el rótulo de folklore.
Es la singularidad de manifestaciones de una comunidad folk y adoptados por sus integrantes.
Al ser practicados durante un largo tiempo (varias generaciones) dichos fenómenos van sufriendo un
acomodamiento o adaptación que recibe el nombre de proceso de folklorización o tradicionalización.
La transmisión de generación en generación se produce en forma empírica (oral, no escrita ni
institucionalizada), y en ese proceso se pierde la circunstancia concreta que dio origen al hecho
folklórico o el nombre de quien lo invento o creo. Es entonces cuando puede decirse que pertenece al
pueblo. Por otra parte el medio geográfico siempre esta presente, puesto que si los materiales del
fenómeno folklórico no son locales, este no perdura por no ser funcional, es decir por no prestar un
servicio espiritual o material a la comunidad folk.
Nuestros bailes folklóricos constituyen un ejemplo de fenómeno folklórico: tuvieron origen en
España –la gran mayoría- traídas por los colonizadores, y el pueblo folk las adoptó popularmente, las
reelaboró imprimiéndoles un carácter local, son transmitidas en forma oral, permanecen vigente a
través del proceso de tradicionalización, se hacen anónimas y perduran por estar cumpliendo una
función necesaria.

LOS PUNTOS PRINCIPALES E INDISCUTIBLES DEL FOLKLORE


A CONSIDERAR

De aquí, estimados lectores, la importancia de considerar el folklore como una unidad integral,
cultural, compuesta por todos los sectores de la misma y que la constituyen.
Es importante tener en cuenta que al intentar un diagnóstico de un fenómeno para determinar si
es o no folklórico, se deben hacer jugar todos los criterios enunciados y no reducirse a un
confrontación trunca o arbitraria de aquellos rasgos (por ejemplo tener en cuenta sólo la condición de
tradicional o de popular o de anónimo, desechando las demás).110
No debemos ser necios o no debemos hacer gala de serlo; lo estúpido no es ser culto, no saber,
lo estúpido es creer que se sabe; pretender ser un “explicador academicista de danzas folklóricas”
(sic) por ejemplo, del tema no es del todo sensato, pero con un poco de estudio se puede comprender
que lo que se hace en nombre del Folklore no es tan así, mejor dicho: no es Folklore; incluso quien

110 Augusto Raúl Cortazar - Esquema Del Folklore

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esto escribe solo es un extremado curioso sobre el particular, y tiene muy en cuenta de que el Folklore
es una ciencia y debe ser tratada consecuentemente, por lo tanto, según los investigadores y
estudiosos plantean que necesariamente para que el Folklore sea interpretado seriamente tiene que
cumplir exigencias y condiciones surgidas de estudios e investigaciones, o sea, para que una pieza
(obra musical o baile), fundamentalmente debe sustentarse en aspectos esenciales como ser:
Debe ser anónimo:
Este vocabulario es de procedencia griega con la denominación “ανωνυμος” (anōnymos)
compuesto del prefijo griego “αν” (án) privativo sin y “ονυμα” (onyma) nombre, del latín
“anōnymus”. Pero anónimo tomado como “desconocido”, y no como soperutano, alguien anónimo,
pero más tonto que la palabra tonto, que es muy torpe, que no tiene sentido común. Esta palabra es de
orden no especulativo sino aplicativo.
“Según un primer rasgo caracterizador, el folklore no es nunca privativo del individuo,
circunscripto a lo personal, sino por el contrario colectivo, socializado y vigente. El origen remoto
habrá sido sin duda un acto individual; el impulso generador pudo haber sido una invención o un
descubrimiento o la imitación de algo prestigioso en la ciudad o la adopción de una herencia cultural
indígena. Lo que interesa no es tanto el origen de los elementos, sino precisamente el haber dejado de
ser manifestación personalizada, única, para pasar a ser colectiva, compartida por todos los miembros
de la comunidad. Estos pueden no haber sido actores, parte activa en el proceso; basta con que en
conjunto presten ambiente de receptividad general al bien de que se trate”111
Bien, entonces el Folklore no tiene autor conocido como requisito sine qua non, esto se explica
por el hecho de que la identidad del autor se olvida con el correr del tiempo al ser transmitido de una
generación a otra. La música folklórica deja de ser es producto de una sola persona, y pasa a ser la
obra de toda una sociedad, de una comunidad porque algo quieren haber querido decir o expresar, y no
era para lucimiento salvo excepciones. El pueblo la hizo suya, enriqueciéndola o transformándola,
pero el nombre del que supuestamente fuera el autor perdiese en la noche de los tiempos. Cuando se
dice anónimo, estamos refiriéndonos a que el Folklore, como tal, no tiene un autor individual
conocido. Pero ningún hecho por ser anónimo viene de la nada. Nada sale de la nada, todo tiene su
causa. El Folklore es fruto de la creación colectiva de una comunidad, del pueblo, de su memoria, o el
trabajo creativo individual, para luego proyectarse colectivamente, insertándose en la tradición y así
poder vivir, subsistir gracias a la práctica popular, siempre y cuando se respeten sus cánones. Los
primeros romances, poemas y músicas conservados pero de carácter anónimo, en especial en nuestra
lengua, se remontan al siglo XIV. Sin embargo, el género es tan antiguo como el mismo castellano,
porque es difícil concebir una lengua en la que no existan baladas o canciones narrativas, ya sean
fabulosas o noticieras.

Romance del Rey don Sancho


-¡Rey don Sancho, rey don Sancho!, no digas que no te aviso,
que de dentro de Zamora un alevoso ha salido;
llámase Vellido Dolfos, hijo de Dolfos Vellido,
cuatro traiciones ha hecho, y con esta serán cinco.
Si gran traidor fue el padre, mayor traidor es el hijo.
Gritos dan en el real: -¡A don Sancho han mal herido!
Muerto le ha Vellido Dolfos, ¡gran traición ha cometido!
Desque le tuviera muerto, metiose por un postigo,
por las calle de Zamora va dando voces y gritos:
-Tiempo era, doña Urraca, de cumplir lo prometido.

111 -Cortazar Raul - Los Fenomenos Folkloricos - La palabra ‘folklore’ y sus acepciones por Fernando R.
Figueroa, publicado en El Tribuno el 14-9-75). .

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No abunda la tradición oral prehispánica conocida, es más, ni siquiera se conoce el verdadero


idioma utilizado por los habitantes de los distintos imperios, y las tribus que los componían. Se estima
que esas escrituras pueden datar, al igual que en Europa, aproximadamente del año 500 dC. Pero
algunas escrituras muy antiguas en quechuas se lograron encontrar entre ruinas de templos, como la
que sigue
Tradicional:
Tradición es cada uno de aquellos acuerdos que una comunidad considera dignos de constituirse
como una parte integral de sus usos y costumbres. La tradición suele versar genéricamente sobre el
conocimiento y también sobre principios o fundamentos socio-culturales selectos, que por
considerarlos especialmente valiosos o acertados se pretende se extiendan al común, así unas
generaciones los transmitirán a las siguientes a fin de que se conserven y perduren, se consoliden.
También se llama tradición a los patrones que pueden formar idiosincrasias, como las
tradiciones: egipcia, griega, romana, etc. El cambio social altera el conjunto de elementos que forman
parte de la tradición. También se emplea la locución tradición popular para aludir a los valores,
creencias, costumbres y formas de expresión artística características de una comunidad, en especial a
aquellos que se transmiten por vía oral. Lo tradicional coincide así, en gran medida, con la cultura y el
folklore o la sabiduría popular, como en los refraneros”.112
La exposición anterior, prueba definitivamente que una pieza folklórica debe ser previamente
tradicional, o sea, haber cumplido todo un ciclo de adaptación y aceptación en la conciencia cultural
del pueblo, porque ha llegado hasta el presente traspasando varias generaciones –sufriendo así la
prueba del tiempo-, por lo común en forma natural y empírica. La palabra tradicional deriva de
traditio, traditionis, sustantivo del verbo tradere cuyo significado es transmitir, entregar, pasar;
formado con el prefijo trans- (a través, más allá de) a partir del verbo dare (dar).
En el español se le añade el sufijo –al (relativo o perteneciente a…). Así se puede decir que el
concepto de este vocablo es lo relativo o perteneciente a lo que se transmite a través de una generación
a otra a través del tiempo, entendiéndose la “transmisión de noticias, composiciones literarias,
doctrinas, ritos, costumbres, etc., hecha de generación en generación”; “noticia de un hecho antiguo
transmitida de este modo”; “elaboración literaria de un suceso transmitido de modo oral”. Otras dos
definiciones desarrolladas por la Folk-lore Academy son “que se transmite por medio de ella”; “que
se sigue las ideas, normas o costumbres del pasado”.
La palabra 'tradicional' se utiliza cómo adjetivo a ser aplicado a todo aquello que tenga que ver
con la o las tradiciones de un pueblo, comunidad o sociedad. Estas tradiciones son por lo general
traspasadas de generación en generación como parte del legado de los antepasados y pueden incluir
todo tipo de valores, costumbres, formas de pensamiento, creencias y prácticas. Regularmente,
además, algo tradicional es algo que busca mantener lo existente o recuperar todo aquello que haya
podido ser perdido ante el avance de la modernidad.
Entendemos por tradicional diferentes tipos de costumbres y creencias que caracterizan de
manera específica a cada comunidad y que sirven para diferenciarla de las demás. En este sentido,
cobran especial importancia elementos tales como prácticas consuetudinarias, sistemas de leyes, la
gastronomía, la indumentaria, las expresiones culturales, la religión, la historia, el lenguaje o las
estructuras de pensamiento de un pueblo o comunidad. Estas representaciones de la tradición varían en
cada caso y dan como resultado un abanico muy colorido de maneras de entender y representar el
mundo que nos rodea.
Todos estos elementos son los que deben oportunamente enfrentar el posible avance de otros valores y
costumbres que pueden hacerlos desaparecer. Es aquí cuando todo lo que es tradicional puede volverse
conservador y rígido ya que no permite que otros elementos permeen la cultura y las formas de vida en
general de esa comunidad.

112- Mead Margaret - Cultura Compromiso - Gedisa, 1980

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También es importante señalar que el adjetivo tradicional puede, siguiendo con las ideas hasta
aquí planteadas, hacer referencia a aquellas estructuras que se oponen a cualquier cambio o rasgo de
modernidad por verlo como un peligro para la integridad cultural y social existente. En este aspecto,
tanto la religión como las normas de jerarquía social, los modos de pensamiento y las estructuras
políticas son aquellas formas que pueden presentar más claramente valores tradicionales ya que no
aceptan el avance de otros elementos diferentes y buscan siempre mantener el orden del momento. En
el caso de que el avance de la modernidad sea irrefrenable, las instituciones tradicionales buscarán
entonces recuperar aquel pasado perdido y siempre mejor.

Ñam pacha paqarimunña Ha amanecido el Universo


k’anchariyninta illarichispa y sacudiendo su resplandor,
Kamaqninta yupaychananpaq rinde homenaje a Dios.
Ñam kay pacha Ya el mundo,
uqi phuyuta qarquspa arrojando las nubes grises,
yana yaqullanta kicharimunña ha abierto su manto negro
para rendir homenaje a su Creador.
Kamaqninta yupaychananpaq
Ya el rey de las estrellas,
Ñam ch’askakunaq apun el ardiente Sol,
rawraq Inti lluqsiyamunña empieza a lanzar su luz;
wach’inkunata, quri chukchanta y tendiendo su cabellera dorada en
hinantinman ch’iqirichispa el Universo rinde homenaje a su
Kamaqninta yupaychananpaq Hacedor.
Ñam intiq wikch’uyakamusqanwan Y habiendo aparecido el Sol,
las montañas se vistieron de luz;
urqukuna k’anchayninwan
empiezan a reír,
p’istukuspa para adorar a su Dios.
asiyta qallarimunña Y con el soplo de los vientos, los
Kamaqninta yupaychananpaq árboles
Ñam wayraq muyurisqanwan Se juntan entre sí
mallkikunapas y agitan sus ramas hacia el alto
paykuna pura huñuykunakuspa cielo,
rindiendo homenaje a su Dios.
hanaq pacha ñiqman
k’umuykunkuña Recopilada en quechua y traducida
Kamaqninta yupaychananpaq al castellano por José María
Arguedas y el padre Jorge Lira.

Nacido de gesta, acontecimiento popular o hecho histórico


El acontecimiento es aquello que no permanece, que ocurre a cada instante en el espacio y
en el tiempo. No necesariamente se encuentra ligado a la existencia humana, en el sentido que muchas
cosas suceden sin la menor intervención de los hombres. No existen los acontecimientos históricos,
existen los acontecimientos humanos, los cuales no pueden ser históricos, ya que una vez que suceden
dejan de existir, para que algo pueda entrar dentro de la órbita de lo histórico debe permanecer de
alguna manera y cuando ese algo se vuelve permanente deja de ser un acontecimiento, ya que una de
las condiciones de existencia de éstos es la no-permanencia. El que los acontecimientos no sean de
duración firme no quiere decir que a su paso no vayan dejando rastro de su existencia, de no ser así
nos sería prácticamente imposible tener una noción de aquello que aconteció.
Un hecho es una reconstrucción de lo que en algún momento aconteció. No es una
reconstrucción del acontecimiento, es más bien parcial, ya que es prácticamente imposible volver a
construir un acontecimiento tal cual tuvo lugar. En primer lugar, los restos que pueden haber quedado
de algo que sucedió son mínimos en comparación a todas las cosas que se conjugaron para que ese
acontecimiento pudiera ocurrir, de manera que la reconstrucción de un acontecimiento se ve limitada
por las evidencias que nos quedan del mismo. En segundo lugar, la reconstrucción de un hecho
depende en gran medida de la interpretación que la persona –o personas- haga de los vestigios dejados

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por el acontecimiento. Es importante aclarar que no todo hecho es considerado histórico, para
empezar, un hecho histórico tiene que ser de una u otra manera un hecho humano, sin embargo, no
todo hecho humano entra dentro de la categoría de histórico. E. Carr en su afamado libro ¿Qué es la
historia? dice que la condición de hecho histórico depende “[...] de una condición de interpretación
[...]”113 Al respecto, Luis González y González en El oficio de historiar, menciona que los hechos
históricos son “en general sólo los denominados memorables en la jerga del gremio: las acciones
representativas o típicos de una etapa y sociedad, los que hicieron época y son fecundos en
resultados”114. Con lo anterior, Luis González nos está diciendo que un buen parámetro para poder
determinar qué hechos son históricos y cuáles no, es analizar las consecuencias posteriores del mismo,
lo cual también es un procedimiento valorativo que en gran medida dependen de la subjetividad del
historiador.
Por caso tenemos al Coronel Mayor D José Francisco de San Martín y Matorras del Ser. Su
relación con la música criolla, antes de su cruce de Los Andes trascendía más allá del gusto por lo
interpretativo. En los ejércitos de esas épocas tanto de América como de Europa existía la
organización de los horarios para que la tropa se reuniera alrededor de lo denominado retreta que era
al atardecer o a la noche. En éste se reunían oficiales y soldados, y era natural como forma de vida y
alrededor de los fogones, las expresiones a través los cantos, poesías, danzas nacionales, marchas, con
los instrumentos característicos de cada lugar, no solo para revitalizar la cultura, sino como elemento
estratégico para la moral de la tropa. Cielitos, cuecas, gatos y relaciones y cogollos por doquier. Y he
aquí que esto llega a nosotros porque "la tradición oral asegura que San Martín gustaba improvisar con
excelente voz de bajo". San Martín era un muy buen guitarrista, habiendo estudiado con el eximio
guitarrista y compositor Fernando Sor siendo adolescente en la Academia Militar en España. Es muy
sabido en la historia de la danza criolla, el aporte que hace San Martín en cuanto a la difusión de las
danzas. Era natural que las bandas de música y guerra de la época estaban compuestas con repertorio
español: -polcas, mazurcas, valses, marchas-, y fue San Martín el primero que hace tocar a una banda
militar la música criolla argentina como signo de nacionalismo.115
Estos momentos de esparcimientos, previos al inicio de la gran gesta libertadora, seguramente
ha dejado en el ignoto camino a múltiples autores de piezas musicales, y por qué no bailes con las
mujeres que acompañaban al ejército, porque ha arraigado en el pueblo, llenando una necesidad del
mismo y constituyendo uno de sus elementos típicos, característicos. Esto puede darse en cuanto a
algún acontecimiento histórico conocido, incluso de los participantes, pero de anonimato sus
aconteceres. Un ejemplo patente tenemos con la famosa “Zamba del Pozo de Vargas” (dudo mucho
que haya sido una zamba). Seguramente se ordenó a la banda que tocara algún aire marcial y su
música luego fue transformada y llamada zamba, como fue el “agregado” de letra, “asigun” el bando
que se tratara, aunque hay quienes sostienen que los santiagueños ordenaron tocar un gato.116 En un
artículo publicado el 10 de abril de 1906, por Ambrosio Salvatierra, un ex capitán sobreviviente del
Pozo de Vargas relató en una carta, publicada por el diario El Siglo de Santiago del Estero, para
conmemorar el 39º aniversario de la batalla, sostiene que Taboada mandó tocar "un gato" para
levantar la moral de sus tropas y cuenta lo siguiente:117 “Las tropas electrizadas con los acentos del
baile nacional, prorrumpieron en gritos, en vivas al general y mueras al enemigo. Todos los soldados
comenzaron a bailar, arremangándose el chiripá y tomando el fusil por el medio”118 El mismo ex
capitán Salvatierra dice que: “el efecto (de la música) electrizadas con el baile nacional, prorrumpieron

113- E. Carr, ¿Qué es la historia?, Trad. Joaquín Moreno 3° ed., Barcelona, 1970,
114- Luis González y González, El oficio de historiar, México: El Colegio de Michoacán, 1988
115 - Espejo Gral Gerónimo - El paso de los Andes: Crónica histórica de las operaciones del ejército de los
Andes, para la restauración de Chile en 1817 - Editor C. Casavalle, 1882
116 - Mercado, Teófilo-1987.Música y Danzas Tradicionales, Historia del Folklore Riojano, Bs As: Latingraf.
117 -Goyochea, Pedro O. (7 de febrero de 2009). «La Zamba de Vargas». La Rioja Cultural. 2009
118 -Alén Lescano, Luis-Pozo de Vargas, la victoria de una zamba-Todo es Historia abril 48-1971

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en gritos y vivas al general y mueras al enemigo. Todos los soldados se pusieron a bailar
arremangándose el chiripá y tomando el fusil por el medio”119 Suponiendo que sea cierto, si los
soldados hubieran bailado como los “bailarines saltimbanquis modernos” es probable que hayan huido
al galope.
Lo que sea de ambos, pero en medio de una batalla es prácticamente una tontería pensar que los
militares tocaran una música que no fuera marcial, y si fuera zamba o gato no resiste argumento, y
encima los soldados se ponen a bailar, ¿y cuando pelearon?, lo único que puede ser creíble es que no
tenía letra; posteriormente en las innumerables recopilaciones a las que se le puso ritmo desde
zamacueca, zamba y gato, recién se le incorporó la letra y “asigún” el bando al que perteneciese el
autor. O sea que no se tiene ninguna seguridad de nada, entonces para no irnos del tema, es una
canción que reúne la totalidad de los requisitos para ser folklore.
Al solo efecto de ejemplificar este tema, son muy importantes las diferentes letras que se le
adjudicaron a esta zamba, aunque de donde apareció el ritmo de zamba, vaya Dios a saber. De todos
modos, eso es exactamente la ciencia del Folklore. Cosa que, como dije antes, dudo que haya sido así,
pero es mi opinión.
Don Andrés Chazarreta, santiagueño y Taboadista como se nota en sus versos la transforma en
zamba, pero, ¡zamba, zamba!...., hmmm…., o ¡gato!...., hmmmm ¿Quién dice que lo que mandaron a
tocar a la banda era una zamba?, ¿cómo lo saben?, ¿en plena batalla el director de la banda se puso a
meditar que tocarían?..., es de pensar, resulta medio absurdo. ¡¡Una melódica zamba en medio del
fragor del combate!!...., que me perdonen los seudo estudiosos, pero dudo mucho que haya sido una
zamba. Esto me recuerda al famoso Sargento Cabral (que no era sargento), y cuando le clavaron la
lanza dijo, en tono armonioso y dulce: “muero contento, hemos batido al enemigo”; ya te quisiera ver
a vos si te clavan una lanza si vas a decir “¡oh! Que bella rosa de sangre se abre ante mis ojos!!!!, ¡¡por
favor!!!, pequeña la puteada que debe haber dicho el sargento (que no era sargento).
Tampoco es creíble que un general, al frente de sus tropas, y en el fragor de una batalla
sangrienta, se le haya ocurrido decirle al director de la banda que toque “un gato”, ni qué decir por
donde andaría la banda. Hay cosas que deberían estudiarse un poco mejor.
O sea que, los academicistas pueden “inventar lo que quieran”, pero no es Folklore como les
enseñan a los alumnos.
Mester de Juglaría o lo épico:
La palabra épica procede de la palabra griega épos “verso, palabra o recitado”. También se le
conoce como epopeya “composición de poemas épicos”. Son relatos orales que se remontan a la
antigua cultura griega que llegaron hasta la Edad Media. La épica es la narración en verso de las
hazañas de héroes de guerra ejemplares conocidos por el pueblo. Casi siempre, la verdadera historia
se mezcla con las leyendas (ficción). En la tradición hispana. Incluso la que se traslada a América, los
primeros relatos épicos que conocemos reciben el nombre de cantares de gesta. Los primeros textos
de épica se conocen con el nombre de cantares de gesta y eran difundidos de manera oral por los
juglares. Por ello, hoy se denominan Mester de juglaría. Consecuentemente nacen los cantares de
gesta, que según Menéndez Pidal120 y Colin Smith en primer lugar la Edad Media fue una época
propicia para los relatos épicos, debido a las numerosas guerras, las cruzadas…; y por otro la épica, en
la época, cumple una función similar a la historiografía, pero no es historia. Es decir, por medio de los
cantares de gesta, el pueblo conocía los hechos más relevantes de la reciente historia (Hoc est, per
epicis carminibus, maxime rerum inscitia recentiores) pero no por ello deja de ser literatura, por tanto,
hay en ellos, fabulación, pasajes totalmente ficticios, dramatización en los modos de la narración, etc.
Este es un requisito importantísimo para el hecho folklórico. Mester significa oficio, (que viene
del término latino ministerium), por lo tanto Mester de Juglaría es el nombre que recibe el oficio

119--Isidoro J. Ruiz Moreno -Campañas Militares Argentinas – IV (1865-1874) Ed. Claridad 2012
120 -Alvar Manuel - Menéndez Pidal: geografía lingüística y geografía folklorica (1957)

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propio de los juglares. También se llama Mester de Juglaría a la forma de componer y narrar historias
los juglares, así como al conjunto de las obras que crearon. En el siglo XII aparece en la Península la
literatura en lengua vulgar. Era una literatura de transmisión oral, no se escribía y consistía
principalmente en poemas que narraban personas por las plazas y castillos de los pueblos a cambio de
comida, ropa o dinero. Estas personas eran los juglares llamados así por la forma de componer y
narrar historias, así como al conjunto de las obras que crearan y cantares de gestas que solían tratar de
hazañas que había realizado algún héroe o guerrero popular. Estas historias pues, son poesías
populares en que se referían hechos históricos, legendarios o tradicionales, y aquellos que narran las
hazañas de héroes y personajes destacados por sus virtudes y valores en defensa de su “patriam” que
tienen sus características, que deben tenerse en cuenta (Praesent justo res narrare, qui virtutibus ac
bonis viris in defendenda "quae oportet habere Patriam consideranda):
a) No tienen autor conocido, son anónimos.
b) Son obras escritas o improvisadas acompañadas con música similar.
c) Estaban destinados a ser cantados o recitados.
d) Eventualmente se podían bailar cuando eran de carácter festivo
e) Se transmitían oralmente de padres a hijos
Tambien se tiene en cuenta el Mester de Clerecía, que es una escuela literaria cultivada en
España durante los siglos XIII y XIV por clérigos y poetas con amplia formación cultural. A
diferencia del mester de juglaría, el mester de clerecía destaca por su carácter culto, abandono gradual
del anonimato, perfección formal (la cuaderna vía, versos alejandrinos, rima consonante) y el uso de
recursos retóricos (metáforas, símiles, alegorías, etc.). Estas composiciones poéticas suelen tener una
línea narrativa y un fin didáctico o adoctrinador. Si bien predominan los temas religiosos y morales,
también los hay de carácter novelesco, histórico-legendario, épico y jocoso. Estos poemas a veces se
leían en auditorios ante un público privilegiado.
El mester de clerecía marca un hito importante en la evolución del castellano, pues los clérigos,
que hasta este entonces venían escribiendo en latín, optaron por el romance (castellano medieval) dado
que la mayoría de la gente ya no entendía el latín. Este tipo de juglaría, da una importantísima
impronta, como se entenderá, en la narrativa, leyendas y cuentos de la América colombina.
Complementando, según Menéndez Pidal “existían distintas especializaciones en el oficio, cada
una de ellas con su nombre: el remedador, que se dedicaba a imitar; el cazurro, el que ejercía artes
plebeyas; el juglar de gesta, el goliardo, mezcla de estudiante y vagabundo, conocedor de
instrumentos y compositor. La palabra incluye también el concepto de músico y sus tipos son muy
diversos, desde el cantor de tabernas o el que adornado con paños costosos subía a los palacios y
acompañaba los viajes de los nobles hasta el que salmodiaba o histrionaba en las iglesias con toda
suerte de instrumentos (la flauta, el salterio, el tambor, el albogón, la vihuela o el rabel). Aunque
algunos componían sus propias letras, por lo general repetían textos ajenos”121. Es por esta resumida
condición, que se funde a la condición del folklore cuyas condiciones, de fijarse, son las mismas
requeridas.
Función Antropológica:
Es una disciplina que estudia las sociedades a través de sus restos materiales, sean estos
intencionales o no. La antropología y el folklore son las ciencias que estudian las características físico-
biológicas y socio-culturales de las sociedades humanas, así como el complejo rito de vida de esas
comunidades, sus creencias espirituales y sus relaciones con su entorno humano y natural, desde una
perspectiva tanto sincrónica como diacrónica, y atendiendo a las cuestiones de sus orígenes, evolución,
estructura, significado y función.
Cuando la antropología o ciencia general del hombre se identifica con la cultura transmitida oral
y tradicionalmente en el seno de una sociedad humana, coincide con el ámbito del folklore. La palabra

121 - Poesía juglaresca y orígenes de las literaturas románicas. Madrid, Inst Estudios Políticos. Ed. Cardo

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folklore puede definir: El conjunto de saberes, creencias, costumbres, ritos, artes transmitidas de modo
tradicional y por un cauce fundamentalmente oral (no escrito) en todas las sociedades y grupos
humanos. El complejo científico es el que estudia parcial o totalmente dicho sentido folklórico cultural
tradicional.
De acuerdo con esto, el folklore como disciplina científica puede tener distintas situaciones
singulares:
-Etnográfica: cuando se limita a registrar y describir hechos socioculturales.
-Etnológica: cuando analiza y compara unos hechos socioculturales con otros que en la
actualidad, los estudios folklóricos se ocupan de todo el amplísimo patrimonio de creencias,
conocimientos, ritos tradicionales. Básicamente, sus enfoques y objetos de estudio se pueden clasificar
en dos grandes grupos:
 Folklore espiritual: registra y estudia la literatura tradicional en su conjunto (canción, balada o
romance, cuento, leyenda, chiste, paremia, refrán, adivinanza, acertijo, trabalenguas, oración, ensalmo,
conjuro, brindis, etc.), la música, la danza y los juegos tradicionales, y amplias parcelas de los estudios
sobre religión, magia, mitología, superstición, adivinación, brujería, hechicería, apariciones
fantasmales, creencias, fiestas, teatro popular, medicina y veterinaria tradicionales, astronomía
tradicional, etc.
Incluye el estudio por ejemplo, brevemente de:
 Relaciones: son versos que se dicen a la pareja,
 Adivinanzas: es decir una pregunta, que espera la respuesta deductiva de la contraparte.
 Creencias: son falsas nociones naturales o suposiciones ilógicas
 Supersticiones: son falsas nociones sobrenaturales, originadas en el mundo sobrenatural
 Magia: En la versión popular, dando brebajes, elixires y otras formas de hechizo, mezcla
de religiones con esoterismo y brujerías.
 Medicina popular: el empleo terapéutico de plantas medicinales; a ellos se sumaron otros
conocimientos por transculturación española. Sobresalían por ejemplo las parteras
empíricas o los curanderos.
 Religión: en todo nuestro folklore se manifiesta permanentemente nuestra religiosidad, de
distintas maneras: sacras y profanas, pero religiosidad al fin (aunque no se incluyen las
estupideces que se hacen en nombre del folklore, ese famoso “folklore de protesta” por
ejemplo). Algunas manifestaciones de esa religiosidad son los Santos Protectores,
mezclados con devociones populares como el pedir la bendición, la bendición de las casas
o los famosos Estacioneros de Semana Santa.
Folklore material: registra y estudia la indumentaria, joyería y orfebrería, pintura, escultura,
grabado, alfarería y cerámica populares, y todo tipo de labores artesanales y tecnologías de
transmisión tradicional (trabajos en madera, hueso, metal, fibras animales y vegetales, construcción de
aperos de labranza, artilugios ganaderos, redes de pesca, etc.).
En definitiva, “Se dice de todo aquello en cuyo diseño u organización se ha atendido, sobre
todo, a la facilidad, utilidad y comodidad de su empleo”122 en tiempos pretéritos, porque cumple una
función utilitaria para la comunidad; la celebración de festividades religiosas o paganas, los cantos
que llevan entonación generalmente simple, de labor, las rondas y juegos infantiles
Pero la función social también estaba dada por las distintas culturas y regiones por donde los
diferentes pueblos se movían; zonas desérticas, a zonas humedad, lo que hacía que sus culturas se
adaptaran a esos tipos de vida, con una indudable influencia en sus costumbres y formas de vida. Esa
función social, que a fines del Siglo XIX la vivió el “llamado gaucho” (que no era el que hace
malabarismos en Cosquín), también por su formación nómade, tanto de la pampa desértica a los
pastizales, y de allí a montes cerrados, hacía que su forma de vivir se viera modificada

122 -Real Academia Española

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permanentemente. Y es eso lo que el estudio de la función social –antropológica- de los personajes


desde la precolonia sea imprescindible para el estudio de la ciencia del Folklore. La cultura de los
pueblos pre y post colombinos, al menos hasta mediados/fines del siglo XIX, en América se modifica
constantemente. La lengua, la vestimenta y las costumbres varían bastante de una cultura a otra. Esto
se debe a las adaptaciones a las diferentes regiones. Por ejemplo, debido al tipo de regiones, el
ambiente mismo no llegaba a permitir una perpetua sociedad.
Patrimonio colectivo del pueblo:
“Hay que convenir que el patrimonio, como resultado de una construcción social, refiere un
conjunto de bienes culturales que reciben una valoración positiva por parte de la sociedad, cuya
identidad expresan, en el sentido que es un elemento mediante el que se establece la diferencia con los
otros grupos sociales y culturales; pero representa, asimismo, un factor de resistencia contra los
embates de la uniformización. El patrimonio, una especie de simbología social para el mantenimiento
y la transmisión de la memoria colectiva, está constituido por los bienes representativos de cada
sociedad. Y se puede afirmar que los fenómenos patrimoniales revisten una triple dimensión: física,
social y mental; es decir, material y simbólica. El patrimonio intangible está en todos los aspectos de
los bienes culturales. Y es la base de la identidad, la creatividad y la diversidad cultural. Es un
patrimonio vivo, continuamente recreándose, que cobra vida a través de los seres humanos y de sus
prácticas y formas de expresión. Mediante las manifestaciones patrimoniales significativas la gente
recuerda y reconoce su pertenencia a un grupo social y a una comunidad; si bien la identidad cultural
no es sólo una, sino múltiple, y siempre relacional y contextual; es decir, dinámica y procesual”123.
Enfocado desde la perspectiva de la antropología social, el artículo se estructura en torno a los
conceptos de tradición, bienes culturales intangibles y representación de la memoria social. Desde
planteamientos críticos el trabajo revisa textos fundamentales y analiza y valora los documentos que
sobre patrimonio inmaterial se ha hecho público, porque es un bien común que pertenece al hombre en
su ambiente folk (tener en cuenta esto del ambiente folk). Es típico de un país o región: porque cada
pueblo tiene su propia manera de expresarse. Por ello la música folklórica, en particular, contiene
importantes valores nacionales. La UNESCO, en Convención del 2003, lo define como el “Patrimonio
cultural inmaterial significa las prácticas, representaciones, expresiones, conocimientos y habilidades
- así como los instrumentos, los objetos y artefactos, los espacios culturales asociados con los mismos
que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconocen como parte de su legado
cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, transmitido de generación a generación, es
constantemente recreado por comunidades y grupos en respuesta a su entorno, su interacción con la
naturaleza y su historia, y les proporciona un sentido de identidad y continuidad, promoviendo de este
modo el respeto por la diversidad cultural y la creatividad humana”
Los bienes culturales intangibles (inmateriales): El patrimonio cultural intangible: Comprende los
bienes no materiales que conforman la cultura de un país: religión/es, mitos, leyendas, lengua, cábalas,
tabúes y los modos de vida de una nación; es por eso que coincide plenamente con el concepto de
cultura. La medicina natural, el idioma, la religiosidad popular (el santo patrono de la localidad, el
peregrinaje, la celebración de la Navidad), las danzas y músicas tradicionales, las adivinanzas, los
juegos, son algunos de los patrimonios culturales intangibles. Los peligros que acechan al patrimonio
de un país. Tanto el patrimonio natural como el cultural son vulnerables a la acción del hombre.
Existen numerosos peligros que amenazan su existencia, entre los que se encuentran las guerras, los
desastres naturales, la creciente urbanización, la contaminación ambiental, el desprecio de la cultura
autóctona y, especialmente, la falta de compromiso con la identidad nacional.
Patrimonio cultural inmaterial. La UNESCO lo ha definido como, “El patrimonio cultural no se
limita a monumentos y colecciones de objetos, sino que comprende también tradiciones o expresiones

123 - Arévalo Javier Marcos El patrimonio como representación colectiva. La intangibilidad de los bienes
culturales - Heritage as a colective representation: the immaterial cultural goods - Departamento de Psicología y
Antropología. Universidad de Extremadura, Badajoz. 2010

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vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes, como tradiciones


orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos
a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional”.
Pese a su fragilidad, el patrimonio cultural inmaterial es un importante factor del mantenimiento
de la diversidad cultural frente a la creciente globalización. La comprensión del patrimonio cultural
inmaterial de diferentes comunidades contribuye al diálogo entre culturas y promueve el respeto hacia
otros modos de vida. La importancia del patrimonio cultural inmaterial no estriba en la manifestación
cultural en sí, sino en el acervo de conocimientos y técnicas que se transmiten de generación en
generación. El valor social y económico de esta transmisión de conocimientos es pertinente para los
grupos sociales tanto minoritarios como mayoritarios de un Estado, y reviste la misma importancia
para los países en desarrollo que para los países desarrollados.
El patrimonio cultural inmaterial es tradicional, contemporáneo y viviente a un mismo
tiempo: el patrimonio cultural inmaterial no solo incluye tradiciones heredadas del pasado, sino
también usos rurales y urbanos contemporáneos característicos de diversos grupos culturales, todo
después de haber pasado suficiente tiempo de su práctica.
Como relación del Folklore como patrimonio inmaterial, podemos citar una Integración
sociocultural en la cual la sociedad y la cultura están tan estrechamente vinculadas, de tal forma que
una no puede existir sin la otra. Es por eso que hablamos de una integración sociocultural, entendida
como la combinación de los diferentes elementos sociales y culturales que unen e identifican a una
sociedad. En término sociológico, la integración sociocultural es sinónimo de cohesión, solidaridad,
unidad, equilibrio, adaptación y armonía entre los miembros de una sociedad, siempre que sean
considerados el orden, la estructura, la acción y la función de dicha sociedad.
Para que haya integración, necesariamente deben existir diferentes elementos que combinar,
ordenar e integrar, porque la integración sociocultural significa proceso social, como asimilación,
amalgama, socialización o aclimatación cultural.
Por ejemplo, la persona que se traslada del campo a la ciudad o que emigra de un país a otro,
pasa por un proceso de integración sociocultural al adoptar gradualmente las pautas de
comportamiento del nuevo ambiente y desarrolla relaciones sociales con gentes que antes le eran
extrañas124.
Podemos compartir expresiones del patrimonio cultural inmaterial que son parecidas a las de
otros. Tanto si son de grupos sociales vecinos como si provienen de una ciudad en las antípodas o
han sido adaptadas por pueblos que han emigrado a otra región, todas forman parte del patrimonio
cultural inmaterial: se han transmitido de generación en generación, han evolucionado en respuesta a
su entorno y contribuyen a infundirnos un sentimiento de identidad y continuidad, creando un vínculo
entre el pasado y el futuro a través del presente. El patrimonio cultural inmaterial no se presta a
preguntas sobre la pertenencia de un determinado uso a una cultura, sino que contribuye a la cohesión
social fomentando un sentimiento de identidad y responsabilidad que ayuda a los individuos a sentirse
miembros de una o varias comunidades y de la sociedad en general.
Igualmente, es patrimonio representativo, significando que el patrimonio cultural inmaterial
no se valora simplemente como un bien cultural, a título comparativo, por su exclusividad o valor
excepcional. Florece en las comunidades y depende de aquéllos cuyos conocimientos de las
tradiciones, técnicas y costumbres se transmiten al resto de la comunidad, de generación en
generación, o a otras comunidades.
Y obviamente, este patrimonio está basado en la comunidad, porque sólo puede serlo si es
reconocido como tal por las comunidades, grupos o individuos que lo crean, mantienen y transmiten.
Sin este reconocimiento, nadie puede decidir por ellos que una expresión o un uso determinado forma
parte de su patrimonio.

124 -Fichter, Joseph Sociología, Ed. Herder S. A. Barcelona 1994.

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Aunque habitualmente se establece una separación instrumental entre el patrimonio material e


inmaterial, existe cierta dificultad para disociarlos, hasta tal punto que a veces se torna algo arbitrario
o resulta artificial. Los valores culturales intrínsecos de los bienes culturales derivan, por una parte, de
su dimensión material (los procesos de trabajo y las técnicas, las habilidades, el diseño y el marco
contextual); y de otra, de los usos y las funciones, así como de los significados. De tal suerte tan sólo
operativamente podemos desligar lo material de lo inmaterial; pues los bienes culturales deben
valorarse de una manera interrelacionada. De hecho el patrimonio material refiere en sí mismo todo un
conjunto de formas de vida, creencias, valores, emociones y significados que proporcionan
sentimiento de identidad y pertenencia. De manera que el patrimonio cultural inmaterial no puede
substraerse totalmente del patrimonio material. Ahora bien, algunas características los diferencian: el
patrimonio inmaterial suele ser un patrimonio vivo y por ello en continua transformación; se transmite
de generación en generación, intergeneracional mente, y está permanentemente variando. Porque
siempre la transmisión de los conocimientos y los procesos sociales de aprendizaje, por ejemplo las
técnicas de las artesanías, o las prácticas y los usos sociales, rituales, etc., son inmateriales y se hace
por vía oral, mediante la lengua, el gesto o la imitación125. "La artesanía es material, no inmaterial.
Pero la transmisión se hace por vía oral. En la artesanía, por ejemplo, está el objeto; pero también el
trabajo sobre el objeto, que son la palabra, los gestos, las técnicas, los ritos"126
Y esto del patrimonio popular o bienes culturales o de tribu tiene sus sub-particularidades que se
pueden contar dentro de la Antropología cultural, sus usos y costumbres que se han podido adjudicar o
especular, como lo artístico:
Música:
La música (del griego: μουσική [τέχνη] - mousikē [téchnē], "el arte de las musas" es, según la
definición tradicional del término, el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación
coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y
el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos. El concepto de música ha
ido evolucionando desde su origen en la Antigua Grecia, en que se reunía sin distinción a la poesía, la
música y la danza como arte unitario. Desde hace varias décadas se ha vuelto más compleja la
definición de qué es y qué no es la música, ya que destacados compositores, en el marco de diversas
experiencias artísticas fronterizas, han realizado obras que, si bien podrían considerarse musicales,
expanden los límites de la definición de este arte.
La música, como toda manifestación artística, es un producto cultural. El fin de este arte es
suscitar una experiencia estética en el oyente, y expresar sentimientos, emociones, circunstancias,
pensamientos o ideas. La música es un estímulo que afecta el campo perceptivo del individuo; así, el
flujo sonoro puede cumplir con variadas funciones (entretenimiento, comunicación, ambientación,
diversión, etc.)
Es la condición social más importante del Folklore. El mundo de los sonidos es algo incorpóreo
y los primitivos instrumentos musicales tan desconocidos, que nada ha llegado hasta nosotros.
Obviamente tenemos interés en saber cómo, cuándo y por qué los seres humanos se expresaron por
primera vez en música; como lograron poco a poco concretar una música primitiva, que quizás estaba
al servicio de varias funciones de la vida. La música especialmente la ciencia de la Música
Contrastada, se la llama científicamente como Etiología Musical. Solamente se puede hacer hipótesis
sobre sacar conclusiones del estado de vida musical de los primitivos grupos de humanos, y que aún
se mantienen ignotos. Los incomprensibles fenómenos de la naturaleza solamente pueden
explicárselos como obra de seres invisibles, fenómenos explicados por estilos de música: nacer,

125 - Arévalo Javier Marcos El patrimonio como representación colectiva. La intangibilidad de los bienes
culturales - Heritage as a colective representation: the immaterial cultural goods - Depto de Psicología y
Antropología. Univ de Extremadura, Badajoz. 2010
126 Condominas, Investigación y salvaguardia del patrimonio inmaterial, Museum Internacional, Intangible
Heritage, Unesco. 2004

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enfermedad o muerte, en la casa o en la guerra, siembra y cosecha, lluvia y tormenta .En todas partes
hay siempre algo que conjurar recurriendo a la música, primitivamente solo a través de las voces,
tratando se imitar las voces de seres imaginados. O más claro explicado, la música en general, tendía
hacia creencias extra-humanas. Esa es la causa de los sonidos inhumanos, la monotonía hipnótica del
canto, las bebidas espirituosas, los castigos corporales y más, que hasta no hace mucho tiempo
subsistían en nuestros lares.127
Muchas personas creen que la música es pura y simplemente música. Para los antiguos las
respuestas eran claras, estaban seguros que la música afectaba directamente la voluntad, que influía
sobre el carácter y por ende sobre la conducta humana. Así, Aristóteles enseñaba que ¨la música imita
directamente las pasiones o estados del alma -apacibilidad, enojo, valor, templanza, y sus opuestos y
otras cualidades; por lo tanto, cuando uno escucha música que imita cierta pasión, es imbuido por la
misma pasión”.
Así podemos contar con la historia de la música folklórica de todas las regiones del mundo, y
en particular la música en América se da cuando los españoles que llegaron en un primer lugar a
América (inicios del S XVI) eran gente de armas. Sus cantos eran guerreros y campesinos, monódicos.
Estos, si bien forjados desde la Edad Media y quizá antes, de influencia bárbara y árabe, estaban ya
sumergidos en las aguas de la revolución renacentista. Junto con los soldados llegaron los religiosos,
quienes usaron la música como arma para la catequesis. Así, al enseñar a los indios a entonar el canto
llano y el organum (o sean, el canto monofónico eclesiástico llamado gregoriano y la polifonía
renacentista), nacen las primeras manifestaciones de mestizaje musical.
En referencia a los bailes, los elementos de cada cultura, se unieron dando origen a bailes con
mayor o menor grado de mestizaje, con diversidad coreográfica, multiplicidad de vestuarios, riqueza
en los acompañamientos instrumentales, diversa parafernalia y con diferentes funciones sociales. De
ahí, la clasificación de danzas precolombinas, danzas populares y danzas clásicas y contemporáneas.
Con el análisis de los procesos históricos y la influencia de las culturas europea, indígena y africana,
que fueron determinantes en la formación de los bailes durante la época colonial, los cuales se irán
comentando a lo largo del trabajo, será posible apreciar aquella transculturación y la sincretización de
todas las manifestaciones culturales, costumbres y tradiciones, que consolidaron la identidad nacional
del pueblo. Lo folklórico se localiza en una determinada región, sin que esto sugiera que es de origen
local o autóctono, puesto que las formas de expresión en las que confluyen muchos de los elementos
integradores, su difusión y la trascendencia universal del mismo, han permitido que se convierta en el
patrimonio más apreciado por el pueblo, llegando a ser funcional , porque se identifica plenamente con
la vida material, social y espiritual de las gentes y se le considera vigente porque aunque se le ve como
un cúmulo supervivencias tradicionales, que irrumpen y perduran con fuerza en la sociedad se le
concibe como fruto de aquella herencia ancestral del pasado”
La iglesia tuvo un papel preponderante sobre la sociedad en estas épocas, en las que se vio
fortalecida la mentalidad colectiva, pues además de controlar las conciencias individuales, la
evangelización y de orientar la vida social y familiar, se encargó del desarrollo intelectual del pueblo.
Felipe II autorizaba en sus Ordenanzas, que los evangelizadores utilizaran músicas de cantores y
ministriles. Una serie de “encuentros” y “desencuentros”, se sucedieron a lo largo del proceso de
aculturación y folklorización en toda Hispanoamérica. Andrés Pardo Tobar dice: “Muchas debieron
ser las concesiones que los maestros evangelizadores hicieron a los repertorios populares de raíz
española e inclusive a la música aborigen, en el sentido de permitir que influyeran la interpretación de
los repertorios musicales utilizados en las ceremonias del culto”.128
Los principales centros musicales se establecieron, como en toda América, en los centros
religiosos. Muchos son los músicos extranjeros que recalan por estas tierras en estas épocas, la

127 - Salazar Bañol- Metamúsica: una aproximación diferente hacia la música holística de todas las épocas por:
Antropovisión 1987
128 -Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 1999, vol. III

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mayoría peninsulares: Cristóbal de Belzayaga, Pedro Jiménez, José de Campderrós, Gutierre


Fernández de Hidalgo, quienes, además, introdujeron en América música de Palestrina, Cristóbal de
Morales, Francisco Correa de Arauxo, Cabanillas, Aguilera de Heredia, Tomás de Herrera, etc.
Debemos tener en cuenta la música quechua, que si bien no es originaria telúrica americana, es
una lengua nacida mixturada en América. Pero cuando la ignorancia de algunos de la ciencia del
folklore, asumen esta música como si fuera una exclusividad de un folklore artístico, cuando esta
música forma parte trascendental de la cosmovisión de los pueblos, está articulada a la vivencia diaria,
sonidos como la lluvia, canto de un pájaro, el viento recio, una gota y otros, conforman en el mundo
andino el Uywanakuna que es la forma de vivir bien con la música y medicina, dos estratos
indivisibles. La cosmovisión quechua sostiene que no es ideología, es una expresión y forma de
relacionamiento de la “pacha”, entendemos el mismo como tiempo y espacio en un territorio.
Jorge Zambrana (etnomúsico quechua boliviano), explica la existencia de los tres ayllus:
humanos, naturaleza/sallqa, y deidades y su íntima relación a través de la música, así como esta
relación de los ayllus es muy fuerte, esta relación es la misma entre los instrumentos musicales, que
buscan la interdependencia, la reciprocidad y complementariedad, a través de las melodías como por
ejemplo los sikus (zampoñas), con la quena, el bombo u otros construyen una armonía y equilibrio, ¡ ¡
¡una melodía ¡¡¡¡, esta melodía sana las enfermedades. Concluimos que la música establece una
relación de diálogo de reciprocidad con los otros seres, recrea la frustración, tristeza, alegría, expresa
los estados emocionales, cuya expresión se refleja en los calendarios festivos, calendarios rituales
(Q’was, Ch’allas), rituales para el equilibrio y armonía y festejos para ir en camino del Vivir Bien,
estos presentes en diferentes pueblos y comunidades de zonas quechuas de Bolivia. Quede claro que se
aduce como Bolivia, al territorio que no era tal, sino que lo comentado supra es anterior al
establecimiento como república.
Realmente, e influyente oscura del folklore americano, es aquella denominada
contemporáneamente Música Andina, (muy posteriormente influida a su vez por el idioma quechua),
de la época incaica que tiene vital importancia en la historia de la música andina que con la llegada
europeísta desembarcarían con ellos una gran transformación en la música, llevaron consigo
instrumentos de cuerda, las escalas heptatónicas temperadas y diversas armonías, como toda
civilización donde se mezclan dos culturas totalmente diferentes aparecen nuevas formas de
expresarse y mejoras en instrumentos ya existentes como en los instrumentos de viento y de percusión,
aportarían nuevas formas de armar versos y estrofas y se crearía una lengua común, como
consecuencia de este mestizaje, de lo andino con lo europeo se crearían nuevos ritos y festejos y se
modificarían muchas de las tradiciones y costumbres que se exponían en las letras de sus músicas y en
las danzas.
Después de la conquista de los españoles llegaron otras influencias externas no por ello menos
importantes como son las costumbres africanas por la llegada de los esclavos, los de los orientales y
otras migraciones europeas, para entender la música andina hoy en día es necesario saber su historia y
el proceso de transformación que tuvo en todos estos años, pero cabe resaltar que su esencia a día de
hoy sigue permaneciendo porque aun en los rincones más profundos de Iberoamérica se sigue
difundiendo de generación en generación.
La liviandad con que se asume en el presente el folklore, es realmente de una rama equivocada
de un árbol torcido, sin tener en cuenta la corriente científica que tiene el mismo. Utilizar el quechua
como ancestro de la música andina, es cuando menos síntoma de desconocimiento, y negar esa música
como influencia en la música y bailes folklóricos conocidos, pero a su vez distorsionados, realmente
es una herejía científica, y digno de ser catalogada como de bruta.
Los instrumentos básicos utilizados eran artesanales y fabricados con materiales naturales como
por ejemplo la madera, caparazones de animales, semillas e incluso hueso y pieles el sonido de estos
instrumentos son particularmente especiales debido al tipo de materiales que se utilizan, por ejemplo
la zampoña se hace a base de una madera especial. Cuando se escucha una música andina nos crea

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diferentes sensaciones, emociones pero sobre todo indistintamente de que una sea más melancólica o
más extravagante al escucharla nos transporta a esa naturaleza más profunda o virgen en donde la
mano del hombre aún no ha llegado y es debido a que son tocadas con esos simples instrumentos
artesanales y tan sencillos que es impresionante como se puede conseguir sonidos realmente increíbles
que despiertan emociones y sentimientos, son esos instrumentos lo que le dan ese peculiar toque tan
característico a la música andina
Los temas de la música andina clásica son básicamente cantos a todo lo que la naturaleza nos
ofrece, ríos, montañas, paisajes, el cielo, (ambiente folk), deidades precolombinas y todas las
actividades cotidianas y sociales.
Después de muchas investigaciones no se sabe a ciencia cierta desde cuando se crea la música
andina, sin embargo haciendo un seguimiento de su origen se estima que sus inicios pueden ser
cuando un hombre de la época preincaica coge un palo de caña y sopla sobre él para hacerlo sonar o
cuando alguien descubrió que golpear una piel de animal extendida sobre un hueco o caja de
resonancia producía un sonido particular.
Los hombres primitivos de los andes tenían un gran conocimiento de la naturaleza y vivían de
ella y a todas las cosas que no comprendían entendían que eran cosas de los dioses, como por ejemplo
los sonidos que la naturaleza tiene y es así como la música andina tuvo sus primeros inicios, para
poder dar gracias a los dioses por las cosas que podían tener, hoy en día pueblos como los aymaras o
ruphay entre otras muchas recogen este tipo de música, interpretaciones ancestrales donde los
instrumentos de viento y percusión son los protagonistas.
Los antiguos hombres de los andes tocaban canciones a sus dioses para pedir prosperidad,
buenas cosechas, para que los protejan de los malos espíritus y temas relacionados con la siembra y la
recogida de las cosechas, de esta forma se sentaron las bases rítmicas musicales que caracterizarían
más adelante el folklore de los Andes.
Los pueblos incaicos pre-quechua obviamente tenían una serie de géneros musicales de
herencia prehispánica. El género conocido y persistente (aunque bastante degenerado por seudo
folkloristas), más característico y extendido es el huayno. Su ritmo característico tiene diversas
variantes en el Perú, tomando algunas de sus derivaciones nombres específicos como el Huaylas o el
Huaylarsh. También se encotnraron vestigios de símiles géneros de cantos, conocidos bajo diversos
nombres según las regiones. Derivados de los antiguos harawis, son llamados también cantos de
recuerdo y suelen tener temas nostálgicos. Se cuentan entre estos el yaraví, el triste y la muliza129
(Podemos comprobar fácilmente, que El Triste está influenciado desde muy antigua data, y no es
discutible su ritmo y música final, porque no existen documentaciones al efecto)
Deben haber existido otros tipos de cantos. Se trataría de cantos colectivos, entonados en grupo
en ocasión de cosechas (haychalla, wankas, qashua), la marcación del ganado (wakataki), o la
limpieza de acequias (hualina). Otros conjuntos de cantos están asociados a los cantos los remitidos a
la oscuridad de los tiempos, los carnavales, tomando distintos nombres según las regiones (whiphala,
pumpin, puqllay, wayllacha), así como los cantos de adoración como las huaylías o huaylijías. Por
imágenes y oralidad llega a que esas canciones eran ejecutadas por conjuntos de músicos o grupos
sociales. También por dibujos o tallas parecería ejecuciones unipersonales.
“La música quechua tradicional –ya post colombina-, se caracteriza también por un conjunto de
instrumentos tradicionales de viento y percusión, entre los que destacan, entre otros, varios tipos de
quenas y pinkullos, semejantes a las flautas; las zampoñas, sikus o sikuris, llamadas también flautas de
pan, de diversos tonos y tamaños; las ocarinas, generalmente de cerámica; los pututos hechos de
conchas marinas así como los wakrapukus elaborados con cuernos de vacunos. A todos estos
instrumentos se les suman varios otros traídos de Europa pero adaptados y adoptados por las

129 “El canto colectivo, una hermosa práctica en las culturas populares del Perú”. Historia de la música en el
Perú.-Min Educación.

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poblaciones quechua, entre los que se cuentan principalmente el violín, el arpa andina, el acordeón, la
guitarra, el tambor y el saxofón” 130
“Las primeras canciones quechuas de contenido cristiano parecen haber sido “taquíes” (de la
palabra taki, ‘canto bailado’) de estilo netamente andino. Hay varias referencias al uso de distintos
géneros de taki, en particular harawis y hayllis, en fiestas y otros contextos litúrgicos durante el
período 1550-1570.131
Tomemos como ejemplo, la Hanac Pachap Cussicuinin, la primera obra polifónica del Nuevo
Mundo, es un himno procesional en lengua quechua de estilo Barroco. Se trata de de uno de los
himnos más antiguos a la Virgen María, en el que se pregunta a la Madre de Dios por el lugar que su
Hijo reserva a los mortales en el Hanaq Pachap, el reino de los Cielos para los incas. Lo que no se
conoce es si, por su ritmo que llegó a nosotros (y eso si es el auténtico) ha tenido alguna clase de
manifestación coreográfica.
Este himno aparece recogido en la última parte del libro: “Ritual formulario, e institucion de
curas, para administrar a los naturales de este reyno, los santos sacramentos del baptismo,
confirmacion, eucaristia, y viatico, penitencia, extremauncion, y matrimonio, con aduertencias muy
necessarias. Por el bachiller Iuan Perez Bocanegra, presbitero, en la lengua quechua general:
examinador en ella, y en la aymara, en este obispado. Beneficiado propietario del pueblo de San
Pedro de Antahuaylla la chica”, publicado en 1631 en Lima, y cuyo autor es el franciscano Juan Pérez
de Bocanegra, párroco de la Iglesia de San Pedro de Andahuaylillas132

LA MÚSICA COLONIAL IBEROAMERICANA,

Es la música que se escuchó en América hispana y portuguesa durante los siglos XVI al XVIII y
comienzos del XIX. El repertorio que circulaba en estas tierras era de dos tipos y se les
denominaba música secular y música religiosa, siendo esta última de la cual se conservan mayor
cantidad de manuscritos en los archivos musicales de América del Sur.
El Padre Antonio Ripario escribía en 1637, desde Córdoba del Tucumán al provincial de la
Compañía de Jesús en Milán, una carta en la que decía: "Los indios cantan en música Misas enteras y
otros motetes y canciones con sus instrumentos, violines, arpas, cornetas, flautas, guitarras, trompas,
trompetas y otras voces solas; y esto con tanta perfección que esta música puede ser escuchada en
cualquier iglesia de Europa .. ". El padre Ludovico 'Antonio Muratori escribe en 1743: "Se estableció
en cada reducción una capilla de músicos, óptimamente instruidos. No hay instrumento musical en
Europa que ellos no toquen, como órgano, guitarra, arpa, espineta, laúd, violín, violoncelo, cornetas,
oboes, etc. ... En una de las últimas visitas realizadas por el Obispo de las Reducciones de Guaraníes,
una de las cosas que nos maravillaron fue ver un coro de niños que cantaban la Doctrina Cristiana,
acompañándose de sus instrumentos; entre ellos, un jovencito de doce años que tocaba el violoncelo,
con tal gracia y destreza, que el obispo hizo parar el coro y le pidió tocara una sonata a solo. El

130 Música, danzas y máscaras en los Andes. Lima, PUCP. 1993


131-Por investigaciones del autor, no se encuentra que estos idiomas fuesen contemporáneos al quechua, ni de
cual de sus acepciones podría llegar a ser, de las variantes quechuas de la costa andina.
132 La llamada Capilla Sixtina de los Andes, Provincia de Quispicanchi – Departamento de Cusco. Investigado
por Jordi Savall fue galardonado el con el Doctorado Honoris Causa en la Universidad de Utrecht y la Medalla
de Oro del Círculo de Bellas Artes

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obedeció, y después de hacer una reverencia, posó el violoncelo sobre un pie, y tocó durante un cuarto
de hora con tal desenvoltura que ocasionó el aplauso general". 133
Una parte importante de la música del nuevo mundo provenía de Europa, especialmente de
España; la otra parte era creada íntegramente en suelo americano, para las diversas ocasiones sociales
y religiosas. Con el paso de los años, esta música fue empapándose de rasgos estéticos y sonoros
propiamente autóctonos, lo que le confirió un carácter americano inconfundible.
Durante este período de tiempo se desatacaron un conjunto de compositores coloniales, la
mayoría de ellos provenientes de los distintos virreinatos -especialmente del Perú- o directamente
venidos desde España o Italia. Todos ellos ejercían su actividad como compositores independientes o
bien como maestros de capilla en las diversas iglesias de las órdenes religiosas asentadas en el país,
especialmente en los templos mayores, las Catedrales. El más destacado de todos ellos fue José de
Campderrós (c. 1750- c. 1811), quien ha sido considerado por el padre de la historiografía musical
chilena, Eugenio Pereira Salas, como el más relevante creador de la colonia.
El estilo del repertorio interpretado en Iberoamérica varió según los siglos. En el siglo XVI se
nutrió de la polifonía española del renacimiento y de la escuela franco-flamenca de música, la que se
mantuvo en contacto con España debido a su vasto imperio e importante presencia de capillas
musicales. En los siglos XVII y XVIII el estilo conservó el aspecto renacentista, pero introdujo
además la música del Barroco, muy influenciada por el arte italiano aunque siempre manteniendo, un
carácter propiamente español.
El fin último de la composición y recreación de la música fue la evangelización de los naturales,
aprovechándose para ello las festividades religiosas, que acrecentaban la dominación ideológica,
particularmente en aquellas zonas donde peregrinaban decenas de misioneros provenientes de diversas
partes de Europa.
Esta música, llamada a veces música antigua de Iberoamérica o música virreinal, es hoy
considerada uno de los más importantes legados dejados por el proceso de colonización y sincretismo
ocurrido entre estas dos culturas, convirtiéndose en un hito fundamental de la memoria y el patrimonio
cultural americano, revivido en cada interpretación musical de un repertorio que se ha mantenido
latente por siglos.
En el caso puntual del Virreynato del rio de la Plata, uno de los ejemplos más relevantes de
rescate de música colonial ha sido el movimiento de interpretación de música antigua, que ha logrado
mantener un creciente interés por interpretar la música de los antepasados hispanoamericanos y
europeos, considerando de forma respetuosa las condiciones históricas e instrumentos utilizados en
esos períodos. Gracias a ello y a la acción de los musicólogos, se ha perpetuado una preocupación que
se inició en el siglo XIX y que perdura hasta hoy, en la inquietud científica.
Influencias nacionales iberoamericanas (breve)
Destaquemos, para responder, varios aspectos de la naturaleza de la música. Primero, la
música, independientemente de la letra, comunica un mensaje. No son necesarias las palabras para que
la música tenga significado. Las personas se sienten diferentes escuchando una melodía en especial
porque la música es el arte que más cautiva. La influencia de la música sobre los seres vivos, que se ha
utilizado tanto para potenciar la agresividad como la tranquilidad, del mismo modo que se emplea para
dormir, relajar, estimular o concentrar. Todo depende del tipo de música y el momento adecuado para
escucharla, y el sentimiento que quiere transmitir.134

133 -La Musica En La Argentina Durante El Periodo Colonial - V Gesualdo Revista Musical Chilena
134 - Morales Erika - Influencia de la música en las personas Psicología conductual. Contexto social.. -
Salamanca 1998

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Escuchar una canción con flauta de hueso en la Puna, o un violín de una cuerda en el Chaco
Santiagueño, o un tamboril al Norte de la los Venados de la Punta, es algo que solamente un amante
de la parafernalia festivalera puede no admitir su belleza, y encima no inventar algo que le es
desconocido.
Después de estos análisis y consideraciones investigativas –resumidas por cierto-, nos tenemos que
dar cuenta que no puede ser folklore lo que tiene raíz conocida en cuanto autoría y menos si tiene
coreografía conocida o inventada. Y este análisis en el ensayo lo repetiré hasta el cansancio, porque
parece ser la única forma que se entienda, al margen de que cada uno hace lo que quiera, pero no le
llame “limón a la lechuga”
La influencia musical se explaya, y su fusión es inevitable. Entre 1790 y 1868 se desarrollan
en Cuba géneros musicales mestizos, siendo el más conocido la contradanza africanizada, es decir la
habanera. Esta circulación de géneros, es un rasgo esencial de las estéticas mestizas. La fórmula
canónica de la habanera aparece en la mayoría de los géneros. En el Rio de la Plata se vuelve milonga
y tango; en México y en Cuba, bolero; en Río de Janeiro, renace bajo la forma de chôro. Inclusive
el ragtime es afectado por "el cromatismo español". Hacia el último tercio del siglo XIX, esas músicas
híbridas se convierten en la expresión de la identidad nacional. En 1880, en Río, el maxixe (mezcla de
tango argentino y de lundu, de habanera y de polka) se convierte en la primer baile brasilero. La
abolición de la esclavitud es celebrada en Brasil al son de las primeras sambas, derivadas de la polka
sincopada.

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En ambas márgenes del Río de la Plata y en las zonas marginales, el tango se impone a partir
de 1880, transformando la milonga de origen africano en un baile cantado melancólico y singular.
Contrariamente a la mayoría de las músicas latinoamericanas, el tango es introspección y nostalgia,
influido por la ola migratoria.
En México el mariachi pasa a las élites y se adapta al piano, al salterio y al pianoforte. "Rafael
Méndez Moreno escribe que en septiembre de 1905, el administrador de una hacienda coculense, por
instrucciones del propietario, llevó a Guadalajara y de allí a México el mariachi de Justo Villa, a tocar
tanto en el onomástico de Porfirio Díaz como en las fiestas patrias de aquel año". El indigenismo
andino rechazará lo criollo como forma adulterada y buscará las raíces del canto indígena. En el
noroeste de la Argentina, eruditos salteños, reaccionando contra el tango, música de inmigrantes,
compilan música folklórica (zambas, bagualas), expresión criolla y nacional".135
El ordenamiento:
La práctica de la ejecución musical sobre la base de un instrumento, promueve un mejor
rendimiento a nivel cerebral. Las lecciones musicales activan a ambos hemisferios cerebrales. Por esta
actividad, la concentración, memoria y disciplina de un estudiante se ven a duelo a ejercitarse, y este
ejercicio suele mejorar la capacidad de las aptitudes mencionadas. En el momento en el que el cerebro
se ve retado a dividirse en varias funciones que requieren concentración y precisión, como al tocar
instrumentos ya sea piano, guitarra, violín, contrabajo, entre otros, mejora sus funciones. Estudios
realizados por la Universidad de Harvard y la Universidad de California han comprobado que la
práctica de instrumentos musicales hace que los dos hemisferios cerebrales formen nuevas conexiones,
cuya realización produce que el cerebro tenga un mejor rendimiento en los campos de la
concentración, memoria y aprendizaje. Mesa Lezica comenta que “El legendario científico español de
la neurociencia moderna, Santiago Ramón y Cajal, descubrió que la única actividad que hacía más
conexiones en las células cerebrales era tocar el piano, ya que en este instrumento se emplea cada dedo
en una tecla distinta, enfocándose cada mano en distintos ritmos y velocidades, y en adición, los pies,
que también tienen una importante función al utilizarse los pedales.”
Y Renee Guindi, investigador y musicólogo, dice que “A nivel mental, también se denomina muy
útil la teoría musical para facilitar el aprendizaje en otros idiomas. Características importantes de la
música, como el tono, el timbre, la intensidad y el ritmo, tienen mucho que ver con las variaciones del
habla de los distintos idiomas. Cada uno de estos tiene un acento distinto, y en la música descubrimos
los diversos tonos, timbres, y ritmos que se podrían acoplar a los diferentes idiomas.”
“La enseñanza “oficial de facto” ve a lo tradicional como una continuidad histórica:
Concretamente trata el proceso como tres independientes, apenas influenciados unos por otros. Los
hechos históricos contradicen estas creencias y demuestran que se trata en realidad de un único
proceso en el cual se pueden encontrar diversas etapas. Ahora bien ¿Dónde podemos encontrar la
continuidad? La respuesta sería: en todos los hechos históricos que hayan dejado un rastro
reconocible, desde el momento en que sucedieron y hasta nuestros días, siempre que reconozcamos
que la historia no se interrumpió, que las sociedades que habitaban esta tierra antes que nosotros eran
maduras, durante la colonia y el período post colonial. Aceptar también que el fin del período colonial
no significó tirar por la borda todo lo que estaba sucediendo, que las repúblicas post-coloniales se
fundaron sobre las instituciones coloniales que a su vez se habían fundado sobre las instituciones
precoloniales. Hubo cambios y revoluciones, es evidente. Pero el continuum no se rompió”.136
Debido a esta breve y resumida explicación, prueba que lo que recibimos de lo precolonial puede
haber influido en lo post pero con la ignorancia de su oralidad, único instrumento que puede haberse

135 Carmen Bernand Doctora en antropología, Université Sorbonne. Doctora en Ciencias Sociales, Université de
Paris 7. Profesora emérita de la Universidad de París X Nanterre
136 - Historia de Latinoamerica Estados precolombinos y repúblicas post-coloniales La doble ruptura en la
historia de América LatinaBe the first of your friends to like this. www. historiadelatinoamerica.com

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tenido en cuenta para ello. Entonces, inventar orígenes precolombinos o post colombinos sin estar
seguros de su origen verdadero y sus porqués, es cuando menos una falta de estudio.
Prácticamente la música “ordenada u europeizada” en América era desconocida. Las antiguas
civilizaciones mesoamericanas tenían instrumentos entre los cuales se incluyen el tlapitzalli (flauta),
el teponatzli (tambor de madera), una especie de trompeta hecha de caracola, varios tipos de sonajas y
escofinas y el huehuetl (timbal). Los primeros escritos de los colonizadores españoles indicaban que la
música aborigen era enteramente religiosa, y ejecutada por músicos hábiles pero sin ningún sentido
de continuidad y los errores en la ejecución de éstos era castigada por ser una ofensa a los dioses.
Algunas representaciones pictóricas demuestran que los instrumentos a nivel continental eran
similares, como ocarinas y zampoñas, el kültrún mapuche, que pertenecían igualmente a los ritmos de
esta parte argentina.
En cuanto a la música indígena colonial, en algunos países andinos, tiende a la utilización de
instrumentos de viento usualmente elaborados en madera y cañas, así como en huesos de animales. El
ritmo es usualmente mantenido con tambores cubiertos con madera y cueros con patrones rítmicos
simples y casi siempre monótonos. También esto es acompañado de instrumentos con estilo de
sonajas hechos de pezuñas, guijarros o semillas. Los instrumentos de cuerda de origen europeo y
mediterráneo han tenido adaptaciones locales: el charango y la mandolina, pero de origen post
colombino. Orígenes: La llegada de los españoles y su música marca el inicio de la música
iberoamericana... con múltiple experiencia de grupos étnicos como árabes, moros del norte de África,
gitanos, judíos y cristianos, la tradición francesa de los trovadores, cada cual con sus propias
manifestaciones musicales. Muchos instrumentos de los moros fueron adoptados en España, por
ejemplo su frecuente uso de la improvisación, la cual en el siglo XVI fue parte importante de la cultura
española., trasladada aquí.137
Apuntes Sobre Musica Precolomlbina y Colonial de Iberoamerica se incluye que “En The
Music of Peru, Robert Stevenson dice que desde el punto de vista musical y partiendo de la
investigación realizada sobre los instrumentos descubiertos del Imperio Inca, los pueblos andinos
sobrepasaron a cualquiera otra región del Nuevo Mundo. El instrumental sudamericano refleja una
avanzada evolución en comparación con el centro americano, por ejemplo, donde no existe un solo
instrumento de cuerdas y sólo un tipo de instrumental, una flauta, capaz de reproducir melodías
simples. Todo ellos -sonajas, cascabeles, conchas, silvatos y percutores, con troncos perforados y de
parche con soporte de "pies"- "pertenecen a una fase muy temprana de evolución", como dice Curt
Sachs en "The History of Musical Instruments". En la región andina, sin embargo, existen varios tipos
de flautas con numerosos agujeros, sus flautas de Pan con múltiples tubos, es prueba evidente de un
caudal melódico más elaborado. Los distintos tipos de instrumentos indígenas se conocen por las
miniaturas de varios Códices y por numerosisimas pasajes de las Crónicas”138
Stevenson explica que al llegar los españoles, se encontraron con varios tipos de instrumentos
entre los cuales había trompetas de cráneos de ciervos y perros que en la Península, por cierto, no
tenían análogo. Otro de los problemas que se le creó al conquistador fue el de las numerosas lenguas
que se hablaban en el Imperio, lo que se prestó para crear confusiones con ,respecto a los distintos
nombres para un mismo instrumento. No obstante, los diccionarios de 1608 de Diego González
Holguín para el Quechua, y el de 1612 de Juli, en la ribera del lago Titicaca, para el Aymará, de
Ludovico Bertonio, han sido los mejores amigos de los organologistas. En ambas lenguas
huancar=huancara, significa tambor; qquepa=qhuepa, trompeta y pincullu=p'incolla, flauta. Para la
antara, flauta de hueso, en Quichua, el Aymará tenía dos términos: sico para la pequeña y ayariichi
para la grande. El Aymará también hacía una distinción entre la flauta de hueso (cchaca Pincollo) y la
flauta de caña. La variedad de caña la llamaban quenaquena o quinaquina, lo que significa llena de

137 - Nettl, Bruno (1965). Folk and Traditional Music of the Western Continents. Prentice-Hall, Inc
138 -Revista Musical Chilena

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hoyos. También le daban el nombre de tupa pincollo. Stevenson, en su prolijo estudio del instrumental
Inca, menciona, también, el zacapa=saccapa de Cobo, en su Historia del Nuevo Mundo (1653), como
Aymará para la sonaya de huesos de maichil y su churu como Quechua para conchas de caracol de
tierra y conchas marinas y la chanchara como Quechua para cascabeles de ,cobre y plata. Poma de
Ayala, quien en Nueva Corónica y Buen Gobierno, dibuja numerosos instrumentos nativos, anota
alrededor de diez que todavía se usaban comúnmente en 1615, entre ellos el pomantinya (poma +
tinya) , un tambor de cuero de puma, el PiPo h~ho de cañas anchas, el catauri una sonaja simulando
una culebra y la chiuca confeccionada con el cráneo de animales pintados de diversos colores. Las
flautas -dice Robert Stevenson fascinaban a los Aymará, pero los tambores enloquecían a los
Quechuas.
La influencia africana, hay quienes sostienen que ha sido prácticamente el nacimiento de
nuestro folklore, lo que este autor no coincide para nada, pero si influyó muchísimo principalmente en
los grandes centros urbanos, fusionando sus músicas originarias con las nuestras. Investigadores
aseguran en cuanto al folklore argentino, reconocido como tal desde hace años hasta hoy en día, “que
tiene influencia africana y afro-argentina, destacan: la chacarera, lapayada, la milonga campera,
el malambo (danza), y -quizás- el gato (danza). También tienen influencias africanas el tango y la
milonga ciudadana. En esta última los afro-argentinos influyeron, sobre todo, en su danza. También
la murga porteña, tiene varios ingredientes recibidos por parte de los afro-porteños y su candombe; de
modo que al fusionarse estos ritmos con otros no africanos, surgió la murga argentina”, pero no creo
en absoluto que haya sido tanta su influencia en nuestros bailes y músicas, sino estaríamos negando
nuestras raíces pre y post colombinas. Cuando comenzó el comercio de negros, estudios e
investigaciones realizadas ya daban por existencia de la Chacarera por ejemplo.
Salvador Canals Frau en su libro Prehistoria de América, enseña que la música, junto al canto y
la danza, posiblemente aparecieron en América junto con los primeros seres humanos que llegaron a
ese continente. Entre los primeros instrumentos musicales encontrados en Sudamérica, se encuentran
la flauta primitiva y la churinga, está última de gran difusión en Australia y que está especialmente
presente en las culturas patagónicas, una de las similitudes tenidas en cuenta por el
antropólogo Antonio Méndes Correia, para sostener su hipótesis sobre el origen australiano del
hombre americano y su ingreso por el extremo sur del continente.139
El candombe es un baile casi netamente africano, pero se dio mayormente en los puertos del
Atlántico, como Buenos aires, Montevideo, Rio de Janeiro, pero en el interior argentino no se
desarrolló como para considerarlo un folklore amplio geográficamente. Se conservan sí, otros ritmos
afro-argentinos como la zemba o charanda, ritmo asociado al culto de San Baltazar que se realiza en
el Nordeste argentino, en especial en Corrientes y Chaco.
Mientras hay quienes afirman que la chacarera sigue siendo poco conocido su orígen, y llegan a
afirmar que tuvo origen en Salavina, (Provincia de Santiago del Estero), lo cual es una aventura
aseverar con seguridad. Esto se podría comprender, si se tiene en cuenta la gran cantidad de
afrosantiagueños que había en los siglos XVIII y XIX en Santiago del Estero. También, el
historiador Juan Álvarez, mediante el principio comparativo melorítmico de la escuela de Berlín,
estableció (más que posibles) filiaciones afro en estilos musicales como el tango, la milonga
bonaerense, el caramba y el marote”.
Antonio Tarragó Ros, dice que “En el Archivo de Indias, en España, hay documentación que
demuestra que nuestra música ya existía cuando llegaron las misiones jesuíticas a Yapeyú. Los jesuitas
instalaron en esa zona la fabricación más grande de instrumentos musicales del Río de la Plata y se
cree que el acordeón nos llegó con ellos, para suplantar al órgano en la liturgia. Lo cierto es que al
chamamé le vino bien por la escala diatónica y así se fue incorporando. En la época de la colonia las

139 Canals Frau Salvador Prehistoria de América Bs As: Sudamericana(1976)

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damas de la sociedad aprendían a bailarlo con maestros indios.”140 Esta consulta de tan valioso
Archivo Histórico, daría por tierras las profundas aseveraciones de una profunda influencia afro en
nuestra música telúrica, pre colombina, e inmediatamente producida la colonia.

DE LOS BAILES

El hombre, desde sus más remotos orígenes, como ser sociable y religioso a un mismo tiempo,
sintió la necesidad de comunicarse con sus semejantes y con los poderes sobrenaturales. Para ello, con
anterioridad al dominio del lenguaje y a la difusión de la expresión oral, tuvo que recurrir a sus propias
limitaciones, a su propio cuerpo, para contactar con las divinidades, rendir culto a la naturaleza y
poder expresar a sus congéneres de forma instintiva y espontánea sus propios sentimientos,
necesidades o temores. Por eso con unos movimientos corporales rítmicos que siguen un patrón,
acompañados generalmente con música sirvieron como forma de comunicación o expresión ya que los
seres humanos se expresan a través del movimiento.
El baile es la transformación de funciones normales y expresiones comunes en movimientos
fuera de lo habitual para propósitos extraordinarios. Junto a la pantomima y la gesticulación más
primigenia el hombre incorporó como acompañamiento diferentes sonidos, de carácter rítmico y
repetitivo, que convirtieron esos iniciales movimientos corporales en ritos ancestrales vinculados a las
creencias y religiosidad de los pueblos y tribus de la antigüedad.
Según las especulaciones antropológicas, los primeros bailes humanos eran individuales y se re-
lacionaban con el cortejo amoroso. Las colectivas aparecieron también en el origen de la civilización
y su función, utilitaria y evocadora dentro de un contexto religioso, se asociaba a la adoración de las
fuerzas superiores o de los espíritus para conseguir el éxito en expediciones guerreras o de caza, o para
solicitar la bonanza o la lluvia. El baile primitivo encerraba, pues, un valor simbólico y, en ella, los
bailarines no representaban a personas concretas, sino que encarnaban a un espíritu, a un poder
superior que se expresaba a través de quien bailaba. En tales bailes tribales, todos los bailarines eran
actores y desempeñaban un papel en el conjunto
Por esta razón es considerada como una de las primeras artes de la humanidad, por el hecho de
que la danza ha ocupado un papel primordial en la evolución de las civilizaciones, en unas ocasiones
como instrumento al servicio de creencias míticas y mágicas, otras veces como reflejo y expresión de
las costumbres, saberes y preocupaciones de determinadas sociedades, y, en fin, como medio de
diversión y entretenimiento de las más variadas gentes y clases sociales.
El estudio de los modos culturales que manifiestan las tribus primitivas que aún sobreviven
permite suponer con fundamento que el baile, entendido como movimiento rítmico del cuerpo, con
acompañamiento sonoro o sin él, comenzó a configurarse en torno al sonido que producían los pies de
los bailarines, quienes, en su expresión corporal, individual o colectiva, prestaron cada vez mayor
atención a lo que habría de convertirse en la esencia de la danza: el ritmo. El acompañamiento de
gestos y movimientos se vería sucesivamente reforzado por el batir de palmas, la percusión y, más
tarde, la instrumentación.
Al decir de Cohen, entonces, “La historia del baile estudia su evolución a través del tiempo,
pero no ha descubiertos sus alcances prehistóricos. Desde la prehistoria el ser humano ha tenido la

140 - «El chamamé», Cultura, sitio oficial del Gobierno de la Nación Argentina

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necesidad de comunicarse corporalmente, con movimientos que expresaban sentimientos y estados de


ánimo. Estos primeros movimientos a-rítmicos sirvieron igualmente para ritualizar acontecimientos
importantes (nacimientos, defunciones, bodas). En principio, el baile tenía un componente ritual,
celebrado en ceremonias de fecundidad, caza o guerra, o de diversa índole religiosa, donde la propia
inspiración hacía que el hombre se moviese como sus sentimientos le indicaban”141
De los bailes
En toda coreografía, lo básico y primordial es el ritmo, que puede ser binario, ternario simple o
compuesto y que ofrece elementos de semejanza y de orígenes idénticos para bailes de distinta
denominación y permite hacer un seguimiento a la evolución de determinada forma o género musical.
Ahora, la melodía va unida al ritmo si se la concibe como una unidad musical, pero se tiene claridad,
que esta es independiente como soporte musical en el momento de ejecutar determinada coreografía.
Haciendo referencia a la coreografía, esta puede ser ejecutada con infinidad de tonadas diferentes y
cada género musical puede presentar diferentes estructuras y por ende diferentes coreografías. En
nuestra música americana, un ejemplo claro de lo anterior, es la Jota con sus variantes y sus diferentes
estructuras; en referencia a la música argentina- y creo que esto es válido para cualquier coreografía-,
la zamba que es el aire nacional por excelencia (aunque no les guste a los seudos folkloristas), presenta
variantes a lo largo de toda nuestra geografía.
Visto estos incondicionales requisitos, hasta ahora no refutados, y si asumimos una relación
con las carentes de lógica o de sentido común de las expresiones “de bailes y música folklóricas
actuales” que obviamente no reúnen estas condiciones, y que tengan identificación autoral, aunque
trasciendan en el tiempo, NO SON FOLKLORICAS, y difícil es también que se conserve una
probable coreografía, por lo tanto TAMPOCO ES FOLKLORE porque NADIE puede asegurar como
si la tenía, y ambos momentos son inexcusables.
En este sentido, en el Congreso de Investigadores Antropólogos en Madrid, año 1995, los
estudiosos consideraron que los bailes pre y post colombinos en América, siempre se encontraron
pruebas que sus actitudes eran dentro de las relaciones sociales, inalterables e inmutables. Ahora,
¿cuáles serían las coreografías?, eso no las pudieron definir.
A propósito, estimado lector, ¿ha podido ver como bailan los seudos ballets folklóricos?, quien
esto escribe puede asegurar que el rock tiene más intimidad y galanteo que una zamba de las
actuales, sin contar con ese invento de “carpera”; cada quien va por su lado, sin gracia ni galantería,
con una torpeza que está muy lejos hasta de una buena educación.
Lo ignoto, lo que surge de leyendas, desconocidos el o los autores pero cuya identificación se
perdió en los tiempos, sin más pruebas que el saber la probabilidad que existió, que se recogió de
costumbres ancestrales, es lo que DEBE considerarse Folklore. Puede que hayan quedado vestigios
conocidos, lo que no se puede afirmar como han sido concretamente, por eso inventarles condiciones
a los mismos es cuando menos un total desconocimiento de la ciencia. En el caso de lo
eminentemente musical se le debe reconocer en cuanto a lo rítmico o coreográfico que trascendió los
tiempos; pero si autores conocidos crean una pieza acorde, ésta en particular no es folklórica. En este
caso, aunque algo absurdo, podría llegar a denominarse como “de raíces folklóricas”, siempre y
cuando el acatamiento a las condiciones primigenias o tal como se ha transmitido en el tiempo sean
respetadas en mayor medida, sin mayores modificaciones.
Para una mejor ilustración, y acorde con la descripción del hecho folklórico antedicho se podría
decir, como ejemplo, que una chacarera de autor conocido, para poder ser, eventualmente,
considerada de “raíz folklórica” debe mantener el ritmo y ser ejecutada con instrumentación
tradicional; caso contrario, probablemente sea sólo una bella pieza musical, pero ni folklórica, ni
tradicional, ni siquiera de raíz folklórica.

141- Cohen, S-Dance As a Theatre Art Source Readings in Dance History 1581 Princeton Book.1992

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Hay que diferenciar entre lo que se considera un ritmo folklórico en particular, que trascendió
como pieza musical folklórica, como la chacarera o la zamba, de una Chacarera o Zamba con autor
explícito. En este caso, lo folklórico podría ser –y no es seguro- solo el ritmo y no la pieza musical en
sí, pero lo dudo profundamente. Tomemos para ejemplificar, la prolífica obra folklórica musical de
Don Andrés Chazarreta en lo referente a recopilaciones de muchos ritmos folklóricos, que son
anónimos y tradicionales. Entre otros aparecen bailes como El Cuando, El Huayra Muyojh (Supay),
El Escondido, El Llanto, El Marote, El Pala Pala, El Palito, El Prado, La Arunguita, La Firmeza, La
Lorencita, La Mariquita, La Media Caña, La Remesura o Los Aires, que se basan en leyendas o en
hechos sociales acaecidos, pre y post colombinos. Aunque, vergonzosamente ahora parece que
existiera únicamente un solo baile: la chacarera, y lo demás, se enseña en las “academias”, como el
“profe” quiere, y así salen. ¿Se imaginan bailar El Cuando, a las 0300 hs AM en un seudo festival
folklórico, con los muchachos con varios “escabios” a cuestas?
Muchos de nuestros bailes folklóricos, dicen los de “academias de danzas nativas (sic)”, que
surgen con gran influencia rítmica de antiguos y distintos centros musicales sudamericanos, durante y
después de terminada la colonización. Por caso, dicen que desde el Perú nos llega la influencia, entre
otras, de la Zamacueca, que ingresa a nuestro territorio desde Chile y desde la Bolivia,
transformándose en nuestras Cueca y Zamba, pero desconociéndose a sus autores originarios; este
desconocimiento de autores “podría” ser folklórico. Pero, esto así dicho por la mayoría de los
“maestros folkloristas”, les recomendaría que se interioricen, porque tanto Bolivia, Chile, el sur de
Brasil, el actual Uruguay y sur del Perú, pertenecían a las Provincias Unidas del Rio de la Plata, o sea
éramos un solo país, ahora Argentina, por ende no entraron por ningún lado, sino del mismísimo
interior de nuestro país (vilmente entregado después por sucesivos gobiernos). Con respecto a las
influencias, estas eran ciertas pero se conocían algunas europeas, pero pre y post colombinas y era
muy difícil. (Ver Figura Mapa)
Otra influencia ingresa desde Europa, con ritmos que se ven transformados por la idiosincrasia
de nuestros pueblos, convirtiéndose en bailes o ritmos folklóricos. A mi juicio, esta es más creíble,
Ahora bien, “¿Qué está sucediendo en esta segunda mitad del siglo XIX en Latinoamérica? La música
de este período en nuestros países era básicamente "música de salón", música de baile, donde
predominaban las formas breves, y el piano se presentaba como el instrumento porexcelencia.
Provenientes de lo popular emergen aires de danza como el jarabe y la contradanza en México, el
landú y la modinha en Brasil, la habanera y el danzón en Cuba, las zambas y vidalitas en Argentina y
el vals criollo en Venezuela”.142
¿Se puede decir con tanta seguridad cuales fueron los lugares de ingreso a nuestra nación, que
no era geográficamente como ahora?
El Folklore, en concreto, deviene de sentimientos que por lo general se creaban o surgían
espontáneamente, para reflejar las manifestaciones del sentir de gentes, para exteriorizar inquietudes,
alegrías, tristezas, homenajes, necesidades, aspectos costumbristas o de querer transmitir leyendas,
hasta canciones infantiles. Oralmente no era fácil explicar cuando no se dominaban los distintos
idiomas que se hablaban, y no es de despreciar lo dicho al respecto por Napoleón Bonaparte: “No
entiendo lo que me decís…” – dijo Napoleón a cierto músico que se esforzaba por hablarle en una
mezcla confusa de italiano, francés e inglés – “… no os entiendo, traed vuestro instrumento y tocad lo
que me queréis decir”.
En este caso, las denominadas fiestas populares ancestrales, mayormente se llevaban a
cabo por conmemoraciones profanas o religiosas -como el velorio del angelito, que se desparrama
por toda América, pero de indudable influencia y costumbrismo europeo, con diferenciaciones pero
con un fin común. O sea, que otorgarle un lugar específico, como que es originaria de Santiago del

142 - Papazian Lucas E. La formación del pensamiento musical nacionalista en galicia hasta 1936, Luis Costa
Vázquez (PhD Dissertation), Univ. de Santiago de Compostela, Humanidades, 1999.

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Estero, y que es una música que se entona únicamente en esos lares, es cuando menos un
desconocimiento, y para explicar mejor este fenómeno lo tomaremos de ejemplo, pero análogamente
se aplica a toda la música y bailes folklóricos.
De los bailes (II parte)
Salvo los bailes esotéricos, de manifestaciones de cuentos, leyendas fantasmales, es muy
importante señalar que los mismos eran con movimientos arbitrarios simulando lo más posible lo que
se quería interpretar, pero aquellos bailes que supuestamente tenían coreografías, la gran mayoría eran
de cortejo o religiosas/paganas. Cuando las mismas eran interpretadas por parejas -hombre-mujer-,
siempre se destacaba en ambos actitudes de relaciones que son inalterables e inmutables del ser
humano. Un giro a la izquierda o derecha es probable que no afectase tanto a la esencia del baile
aunque cada movimiento tenía su significado, pero jamás, ¡JAMAS!, se permitían movimientos,
desaires o desplantes que no fueran a los que se refería o exigía la intención de la baile, como los que
se advierten actualmente en algunos ballets (sic) seudo folklóricos, que cada quien se mueve como si
bailara solo, sin gracia ni galantería, con una torpeza masculina y femenina que está muy lejos hasta
de la buena educación.
Por ejemplo en la mayoría de los movimientos coreográficos de los bailes cortejados, el hombre
nunca daba la espalda bajo ningún pretexto a la dama, ni ésta asumía actitudes torpes o arrogándose
movimientos o posiciones varoniles, pegando saltos envidias de equilibristas; la dama siempre hacía
gala de finura y galantería –vergonzosa ella-, y entre ambos bailarines se jugaba con el aprecio o el
desaire según los propósitos del baile. El varón nunca realizaba movimientos que pudieran ser
interpretados como fuera de lugar, vulgares, torpes o que desairara a la mujer, la cual en todo
momento era respetada. Esto es así, porque cuando una pareja bailaba, era porque ya existía buena
intención entre ambos bailarines.
La enemistad o rencor no lo permitía, o “él no me
gustás”, impedía el bailar, como lo fue siempre, salvo ahora
que nadie sabe con quién baila.
Es así que, el acompañamiento cercano o alejado del
hombre con relación a la dama, refleja todo un sentir, como
cuando tomaba el pañuelo con ambas manos, lo hacía girar y
enrollaba hacia adentro, queriendo decir que llamaba, atraía a
la dama; el sentido opuesto, más usado por la dama,
significaba no te acerques. Y si el pañuelo revoloteo desde
una de sus puntas para el varón, y del centro la dama y a
veces, se lo hace con galantería y no con una torpeza como si
fuera un látigo, como demostrando que más que atraerla lo
que quería era enlazarla. Y tampoco es un juego payasesco
que parece que el varón se está por caer para atrás, por la
forma que inclina el cuerpo.
Y aquí también entraba a jugar el color del pañuelo,
originario posiblemente con influencia heráldica, que la dama
utilizaba cuatro: blanco, azul, rojo y negro (que significaba
rechazo total), y el varón dos: azul y blanco. Según la
intención de la dama, cuando el varón le solicitaba la gracia de
bailar, si ella sacaba el negro, “agarrate Catilina” (y dije bien:
Catilina)
Podemos citar como ejemplo clásico de una destreza
(que no es baile), de movimientos en soledad, y solo para
admiración de la dama pretendida, El Malambo, sobre el cual
algunos estudiosos creen que nació para imitar el galope del

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caballo, pero otros, creen que nació para demostrar habilidades entre varones, payadas, pero no es
invento nuestro sino de alta influencia europea, era para deslumbrar con habilidades a una dama o a un
público circunstancial, porque este baile (que no es baile) tiene diferentes cadencias según diferentes
zonas de nuestro país, algunas de las cuales no se parecen en absoluto al caminar o galope del
caballo, además que en muchas zonas ni se practicaba. Es exclusivamente de varones, y que la mujer
nunca se atrevió a realizar, no por incapacidad sino porque no estaba formada para ella, por lo rudo y
tosco que aparecía. En rigor, no es un baile, es una demostración de destreza con los pies “sin mover
el resto del cuerpo”, al estilo español de la época en que nació en Argentina.
Hay autores que aseguran que el malambo nació en nuestro país, la zona bonaerense en especial,
para “atrapar” a la mujer, cautivarla con mudanzas de los pies, porque no tenía guitarra o no sabía
tocar, y su cadencia estaba dada por su ambiente folk que no era mucho. Ahora, jamás el varón lo
realizó “a lo bruto”, solo lo hacía para hacerse el simpático, y eso de moverse con espuelas, no sé de
donde sale, salvo en el siglo XX donde el circo modificó la pulpería. Hay quien bien “curao” las
habrá usado, pero cuenta Carmen Arolf en Evocaciones Argentinas “Ansí eran las enredaderas que
se pegaba con las espuelas por querer ser seductor”. Las espuelas no se usaban. Nunca un paisano
entraba a una habitación ni bailaba con “herramientas de trabajo” y las espuelas lo eran.
Por eso me desorienta –y esto corre por mi exclusiva cuenta e investigación empírica y
científica-, eso de la “payada malambística”, de hecho algunos machao la pudieron haber hecho, pero
¿ir a la pulpería a emborracharse y perder el tiempo haciendo el “4” solo por payar? ¡¡¡por favor!!!....,
preferían jugar al “truco” (juego con naipes, juego adjudicado a los árabes, que ellos llamaban truk, y
llegado a España de la mano de los moros)
Pero el Malambo no es un juego, ni baile, era y es una destreza (degenerada ahora por cierto) y
en ese entonces “que alguno se machaba”, más que payadas hacían payasadas, como ahora que hasta
pueden cazar ñandúes como mueven las piernas, lanzallamas, bombos en el aire, boleadoras que les
han reventado la cabeza a mas de un espectador; la verdad parecen mas una “ecuyere”, fíjese. Jamás
se realizaba adentro de un recinto, siempre al aire libre, fuera del rancho o vivienda, y la dama ni se
atrevía a realizar.
¿Vamos comprendiendo, entonces, que Folklore no es Cosquin, Jesús María, y los cientos de
festivales distribuidos en el país?, esos son espectáculos y no folklóricos. Folklore es aquello que se
creó bajo los requisitos mencionados, y no lo que se entiende hoy para maravillar a un público
festivalero, que, insisto, puede ser muy bello al oído y a la vista, pero muy gustoso con un “choripán y
varios vasos de vino en la mano”.
“En este sentido pareciera que se ha establecido una ruptura entre el folklore y lo folklórico
porque mientras que el folklore se define como el estudio de lo que es propio de las clases populares,
lo folklórico pasa a ser entendido como aquello que puede ser “abstraído” o “separado” del pueblo,
para ser mostrado, por profesionales, como una atracción a los turistas, espectáculo que al producir
dinero, no para el pueblo a quien pertenece el folklore, sino para quienes montan el espectáculo, se le
da el nombre de folklórico y es fomentado más como fuente de dinero que como algo del pueblo y al
hacer esto le están robando a ese pueblo su cultura y su palabra y lo dejan “inculto”. Dicho de otra
forma, cuando las costumbres populares son “estilizadas”, “sacadas” o “robadas” del pueblo, dejan de
ser populares y pasan a ser un simple espectáculo, incluso para el mismo pueblo de donde se dice que
son oriundas. En otras palabras, ya no son folklore”143
Concretamente los bailes nacieron como necesidad de manifestación de sentires, de querer
expresar por medio de movimientos corporales, hechos que nos resultan inmemoriales y desconocidos
de su origen, como así también, para satisfacer las necesidades de socialización, y que han sido
transmitidas de generación en generación, sin que esto permita modificación alguna porque los

143 -Ramón M. Jáuregui -Cultura, ética y folklore - Sistema de Información Científica - Fermentum. Revista
Venezolana Universidad de los Andes de Sociología y Antropología, Venezuela-2000

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tiempos cambien. Si no se conoce con exactitud su origen, no se puede inventar un presente folklórico,
menos un futuro y tampoco festivales mal llamados “de Folklore”. Lo único que queda, es tratar de
respetar a lo máximo lo que nos llegó desde la tradición.
El baile como tal, sugiere en el individuo un deseo interno por comunicar algo de sí; puede ser a
través de la expresión de su forma de vida, sus pensamientos y sus emociones; la expresión de las
costumbres y saberes de sus antepasados, o por una necesidad lúdica.
¿Qué motiva al individuo a realizar la acción de bailar? El de crear con su cuerpo una serie de
imágenes y percepciones en sí y en los demás para dar a entender una idea; pues como dice Fast144
"hay expresiones que todo ser humano hace y que de algún modo comunica una imagen y un
significado a todos los otros seres humanos cualquiera sea su raza, sexo, credo o cultura"; estas
expresiones se dan a conocer en determinados momentos por medio del baile.
El baile implica una relación directa con la percepción simbólica; en tal sentido, cuando el
hombre y la mujer crean un conjunto de símbolos e imágenes expresados por movimientos musicales,
están dando una connotación de baile como medio de comunicación entre los seres humanos, pueblos
y sociedades.
Desde esta perspectiva, se evidencia como el individuo puede expresar todo sentimiento en
forma oral, como con el baile. Por ello, el baile se ubica dentro de las artes, ya que su eje central es el
de comunicar una idea o un sentimiento por medio de expresiones, consideradas estas "como todo
aquello que concierne a lo que la persona vive con sus afectos y con sus emociones".145
Es así que todo movimiento de comunicación dirigida a otra persona, debe estar llena de
expresividad; pues de lo contrario sería una acción sin expresión, sin sentido, puesto que ese lenguaje
no puede carecer de motivación, sino que se transforma en insensibilidad interpersonal.
Sócrates ya decía “La música y el baile son dos artes que se complementan y forman la belleza
y la fuerza que son la base de la felicidad humana". Con esto nos damos cuenta que ya en su época se
daba la diferencia entre baile y danza.
Así es como, ya más contemporáneamente, surge el baile expresivo, que tiene indudablemente
una conformación basada en el tiempo y lugar en que se supone nació (esto es lo telúrico, ambiente
folk), y no inauditos e insólitos actos de malabarismos coreográficos hechos por coreógrafos (?), que
más hacen parecer a nuestros bailes como si fueran rusos, húngaros o del caló, que de aquellas zonas
que caracterizan a nuestro país con sus condiciones singulares.
Es pasmoso (por no decir vergonzoso) observar hoy el zafarrancho que hacen muchos “sesudos
saltarines autollamados folklóricos”, que más parecen contorsionistas circenses, y que marcan un
ritmo llevado al paroxismo, arqueados para atrás como haciendo yoga, cuando sólo basta escuchar y
comparar las músicas de origen folklóricas o de raíces folklóricas originales, para darse cuenta de la
cadencia de las mismas, de su sereno compás, que obliga a movimientos acompasados conducentes a
una expresión que conlleva serenidad y galantería manifestando algo que se quiso decir. Ni hablar de
las músicas folklóricas “orquestales”, lo que vergüenza debería dar porque se cree que se puede hacer
lo que se quiere y llamarlo Folklore. De última que se le llame como se quiera, pero menos folklórico;
el clarinete, el saxo, la batería, el contrabajo, la trompeta, ni eran ni son instrumentos folklóricos (ni
siquiera la guitarra, el piano, el violín por solo citar algunos) y si encima se “arreglan” partituras
musicales que degeneran su formación, ya es de ignorancia total, sin hablar de inventar un rock y
llamarle chacarera. Y no es exageración.
Y prosiguiendo con el baile, este tema no es menor; su grandeza no era por espectáculo, sino
por un sentido social, la mayoría de las veces la razón era de cortejo varón-mujer. Es aún hoy que el
paisano tiene, mayormente en pueblos del interior, un gran respeto hacia la galantería. Tan grande era
la consideración que tenía hacia la dama que, como dijimos anteriormente, jamás se hubiera atrevido a

144 -Julius Fast - El lenguaje del cuerpo. Barcelona: Kairos, 1990.


145- Jean Le Boulch. - El movimiento en el desarrollo de la persona. Barcelona: Paidotribo, 1997.

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bailar, por ejemplo, con sus “herramientas de trabajo” a cuestas, y las espuelas son herramientas, se
las quitaba y las colgaba fuera de la estancia, en el alero, y lo mismo hacía con las boleadoras, lazos o
látigos porque el paisano consideraba una grave falta de respeto bailar con ellas puestas, ni siquiera
con el facón, simplemente porque era una ofensa hacia la dama y hacia los presentes. ¡No parece, pero
eran educados en aquel tiempo! para él y para el medio social que lo rodeaba, resultaba por lo tanto
una falta de respeto bailar o “bichar” una china con ellas puestas e incluso entrar a una casa o rancho.
¡¡Ya me imagino a esos llamados gauchos con ropa de seda, largando fuego por la boca y
lanzas y boleadoras repiqueteando, adentro de una pulpería, con riesgo de la cabeza de algún
parroquiano!!
Igualmente, por las mismas razones, tampoco bailaba con sombrero encasquetado, a lo sumo lo
tenía colgado hacia la espalda sostenido por el barbijo al cuello, o lo utilizaba para galantear, para
llamar, para invitar o para dejar pasar a la dama con una inclinación y el sombrero haciendo una
“verónica”.
Muchos son los que creen que el Folklore es lo que la moda arguye o exige, que debe
seguirá la modernidad, que se debe actualizar, o lo que simplemente al pueblo le gusta ver u oír en
festivales, argumento que se escucha permanentemente; o sea que tiene que ser popular, si y está bien,
pero no hace a nuestra cultura folklórica. ¿Para que la cultura? En el Portal Educativo del Ministerio
de Educación de Panamá - Folklore Esencia de los Pueblos dice: “Es importante aclarar que el
Folklore es popular, pero lo popular no es folklórico, estos son dos términos que fácil y comúnmente
suelen ser empleados indistintamente, lo popular es moda, es efímero, generalmente se da en las
ciudades o grandes urbes, aparece pero al cabo de cierto tiempo desaparece, en cambio el Folklore es
permanente [….]
Así vemos como, lamentablemente, a través del tiempo no sólo se ha desvirtuado, sino que se ha
incentivado una afirmación generalizada y errónea que el Folklore se debe actualizar, y cómo
podemos observar, definitivamente no se puede, porque dejaría de ser Folklore. Así de simple.
Hay quienes pretenden disimular algunas atrocidades científicas como “seudo modernizaciones
o actualizaciones” (?), creyendo que son de “folklórica”, en sentido de “actualización” del Folklore (lo
que de hecho es un disparate).
“La aceptación del Folklore bajo unas formas predeterminadas, las cuales han sido asimilados
durante años por la información ofrecida a diferentes niveles, dan un resultado peyorativo. El
"desprecio" es notorio cuando nos referimos a todo tipo de recuerdos y vivencias festivas del pasado.
Unas son consideradas "tabú", es decir, no porque hoy en día se deban circunscribir con ese apelativo,
si no debido a cómo eran entendidas por el pueblo en general en aquellos tiempos. Otras, eran
incluidas en el apartado de "tonterías", advertidas con desprecio y oportunamente olvidadas: Bien por
significados religiosos directos o de fondo, bien por directrices prohibitivas institucionales”.146
Paganismo:
Es la práctica histórica desarrollada aun esotéricamente, aprovechando las influencias de fuentes
pre-cristianas, folklóricas y etnográficas. La medida en que los paganos antiguos utilizaban estas
prácticas difieren según los ambientes folk. Muchos siguen una espiritualidad que ellos aceptan como
verdades, mientras que otros tratan de reconstruir y revivir costumbres y religiones étnicas como se
encuentra en las fuentes históricas y folklóricas con la mayor precisión posible. El politeísmo, el
animismo y el panteísmo son características comunes en la teología pagana. De los diversos días para
la celebración entre los paganos, los más comunes se basan en temporada fiestas de la Rueda del
Año.147
En claro. El paganismo es al final las religiones precolombinas, folklóricas si se quiere, que la
historia registra como la adoración de dioses, diosas, y deidades por la gente como algo importante.

146 - Xabier Dueñas E. Acerca del folklore: Fundamentos y conceptualización – Euskonews - 2000
147 - Abby Wargburg - Atlas Mnemosyne –– Ed. Akal

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Se pensaba que todo tenía un espíritu y era politeísta, así que la gente tenía dioses y diosas del bosque,
del mar, y de todos los aspectos de la naturaleza. Cuando las civilizaciones comenzaron a cambiar y
desarrollarse, a convertirse en imperios como el maya, el azteca, los dioses aumentaron y cambiaron
a gusto de las sociedades existentes en la posterior América. Los pueblos comenzaron a adquirir dioses
de sus ocupaciones, o dioses relevantes a la vida de sus villorrios. Los viejos dioses permanecieron,
pero fueron cambiados o conformados a las vidas cambiantes de los pueblos. Los dioses jugaron un rol
importante en todos los aspectos de la sociedad, influenciando todo, desde leyes y costumbres, hasta
trabajos generales de la comunidad. La gente creía en la reencarnación (renacimiento del cuerpo en
otra forma corporal), pero no creían en la existencia del cielo y del infierno, visto así de una forma de
religión monoteísta actual.
Si tomamos al paganismo en su acepción más común, nos encontramos con una gran variedad de
creencias regionales que en muchos lugares tienen mayor o menor importancia actitudes
entremezcladas entre ellas, y más aún después de la colonia. Así podemos ver que en dichas
comunidades el chaman, santero, curandera, partera, son de suma importancia dentro del grupo social.
María Teresa Sepúlveda señala:148 “Entre los aztecas, López Austin, menciona que existían cerca de
cuarenta clases de brujos, magos y hechiceros, poseedores de técnicas propias cada uno. Entre ellos
estaban los tlacatecolo,hombres-buho de costumbres nocturnas, y los nahuales, hombres de
personalidad ambivalente (buenos y malos), que tenían el poder de transformarse en otro ser: animal,
centella o cometa”. Pero, desde un punto de vista antropológico y sociológico, eran los personajes
clave para asegurar la estabilidad social del pueblo y mediar entre las decisiones de la clase
gobernante, no siempre populares, y el acatamiento de la mayoría. No es de extrañar entonces que en
la mayoría de las etnias del planeta que aún sobreviven se haya mantenido tan férreamente un respeto
especial por estos personajes, sin mencionar una similitud de tareas y deberes impresionante.
Concretamente, y resumiendo, el folklore se nutre de ese paganismo, porque incluye a las
religiones colombinas, en especial el cristianismo, con sus creencias anteriores de donde surge, por
ejemplo, la adoración de la pachamama con mezcla de religión cristiana, el gauchito gil y sus dioses
ancestrales. Eso hace que se conformen actos que más son fiestas en conmemoración de algo, pero
solo al efecto de moverse para hacer un festejo, de donde pueden surgir distintos bailes, pero sin
coreografías ni músicas estipuladas. Entonces, ¿Cuáles serían las influencias confluentes para que
exista una zamba o una cueca?....., ¿se entiende no?
En definitiva, y para clarificar, la definición viene de parte de las religiones monoteístas que
llaman a un Conjunto de los paganos, “a las personas que adoran a dioses que, desde la perspectiva de
alguna de las tres religiones monoteístas, se consideran falsos”
Para tomar un ejemplo, de los múltiples existentes, en el año 2001 la UNESCO declaró al carnaval
como “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad“, y la República de Bolivia,
por medio de su Asociación de Conjuntos del Folklore y el Comité Departamental de Etnografía y
Folklore de Oruro
La celebración se realiza en la ciudad de Oruro. Esta celebración coincide con el festival Ito para
los indígenas Uru. Utilizando trajes propios de las culturas andinas, la fiesta se centra en celebrar a la
Pachamama, aunque por influencia de la Iglesia Católica el objeto de culto fue transformado en
la Virgen del Socavón, propia del sincretismo cristiano. Por ordenes del gobierno colonial
español de Lima, las celebraciones fueron prohibidas a lo largo del siglo XVII, aunque se mantuvieron
y revivieron por parte de los pueblos originarios bajo los rituales católicos de la Fiesta de la
Candelaria (o purificación de la Virgen). Los íconos cristianos remplazaron así a las deidades nativas,
con el cambio de los santos por los elementos menores de la cosmología inca.
La tradición señala que en 1789 apareció milagrosamente una imagen de la Virgen en el socavón
de la más rica mina de plata de Oruro, y desde esa fecha la celebración se centró en el culto a la Virgen

148 María Teresa Sepúlveda en “La Medicina entre los Purépecha Prehispánico (UNAM, 1989) señala:

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del Socavón (también conocida como “Virgen de la Candelaria“). En la actualidad, las más
importantes celebraciones se centran en el Santuario del Socavón.
La fiesta se lleva a cabo durante diez días y noches, durante los cuales cincuenta grupos
folcloricos como la diablada recorren la ciudad por una ruta que tiene una extensión de
cuatro kilómetros, acompañados de bandas musicales y gran cantidad de celebrantes. La principal de
estas danzas es la diablada, aunque también destacan los caporales, la morenada, los Suri-Sicuris, la
llamerada, la kullawada, los Waca-Waca, Pujllay, Tinku, entre otros.
La fiesta termina con una gran procesión final en la que participan cerca de 28.000 bailarines y
cerca de 10.000 músicos y que tiene una duración de cerca de 20 horas. Todo finaliza con dos
representaciones teatrales de obras católicas que se centran una en la conquista española y otra sobre el
triunfo del arcángel Miguel sobre el Demonio.
Tenemos el caso análogo del “famoso” Velorio del Angelito: –que en rigor no es un baile-, que
en el siglo XX, al cual hace referencia la antropóloga argentina Maricel Pelegrín, en su estudio El
Vetlatori del Albaet en Valencia y su correlato en el Velorio del Angelito en Santiago del Estero,
Argentina, y en el cual se encuentra muy evidente que lo que único que puede ser similar es que “se
exaltan por lo común las virtudes de los padres y padrinos y la felicidad de la llegada al cielo del
párvulo muerto, y se le encarga la protección de los vivos”, pero de una forma muy pagana y particular
a la sociedad particular.
Otra posible influencia del origen de esta costumbre en Iberoamerica, tiene como origen en la
costa africana, que por la trata de esclavos vino a Centro América hecho en donde se hizo costumbre
entre las poblaciones negras de Puerto Rico, Venezuela y Colombia. Pero la trata de negros ocupaba
todo el territorio, o sea que esta costumbre se extendió prácticamente por todo el continente, en
particular la zona española. Ergo. Otorgarle su creación en territorio argentino, es un error cuando
menos, y menos un origen determinado.
En relación a esta festividad pagana, se puede citar a La Chacarera, es otra canción a que
aducen algunos folklorólogos (sic) llamada así pero sin pruebas de porqué, (y vaya a saber cuál sería
su coreografía) y hay investigadores que dicen que en los velorios se bailaba una pieza llamada la
chacarera porque “chacarera” era la dama de honor o madrina del angelito. Por eso formaría parte de
la festividad del velorio del angelito, practicada en el Norte y Noroeste. 149
Muy particulares costumbres, similares o parecidas, al morir un ángel los padres invitaban a la
paisanada a una reunión festiva con motivo de la muerte; y que aún hoy existe en algunos lugares de
todo el norte argentino, trazando una línea desde las actuales San Rafael, Santa Rosa la Pampa y La
Plata, hacia el norte, en donde se realiza un baile-festividad costumbrista, amenizado por instrumentos
tradicionales como el bombo tronador, sacha violines, kajachata, sacha guitarra, violín de una cuerda
y tambor, o simples golpes de troncos huecos con palos. Eso de baile coreográfico no he encontrado
ninguna prueba ni investigación concreta realizada por sabios del tema de su existencia al menos en
Argentina, agregando que no es sabido que el “invento” de La Chacarera haya ocurrido exactamente
por el oficio de la madrina del angelito aunque diría que es loo más factible, y no me vengan con
influencias afro (que está de moda), y parece ser que son ciclos folklóricos, los de influencia negroide,
africanos, afrikáans, húngaros, daneses, francés, y cualquier otro bolazo que se le ocurre al que quiere
justificar lo que hace; claro está, cada quien escribe lo que quiere, como yo.
Lo único que he podido recopilar, pero no estoy muy seguro que así sea, y que puede destacarse,
es el idioma y versos que aún utilizan esas “chacareras” pidiendo autorización para su homenaje, pero
no se conoce autor de letra ni de música, que vaya a saber que ritmo tenía originalmente:

En tu honor dulce niño


Que llevas el nombre
De tu ángel de la guarda

149 - Ver “Chakra” o “El Velorio del angelito” por el autor.

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Haremos festejo
Para que alegremos
Tu camino hacia el cielo
Contamos con tu permiso
Para que empiece
el homenaje. Amén.
¿Será que los “academicistas modernos” inventaron un baile porque no sabían qué bailar,
porque esa festividad no la tenía o no se conocía?..., ¿no sería mejor dejar de inventar sin saber? Aquí
tenemos otro ejemplo folklórico costumbrista, pero eso de la chacarera o ese invento de Baile del
Angelito, no es creíble en absoluto. Obviamente, “algo” hay que hacer para “no olvidar”, pero si
cambiamos un ritmo que puede ser telúrico por otro absurdo rockanrolero, es una estupidez al borde
de la ignorancia.
Con el solo motivo de explicar el cómo, y a los efectos de comparación análoga, es muy útil
estudiar e investigar un poco, pero haré una breve explicación de esta festividad pagana, al menos
como la que he tenido la oportunidad de presenciar y porque realmente ocurrió, no por baile en un
festival folklórico al cual no estoy acostumbrado a ir.
En la Argentina, con variaciones, los velorios del angelito que aún se realizan, comienzan con
la oración referida, o alguna parecida; la pareja –padre y madrina-, bailaban solos, un “baile que se
llamaba China del Campo” o “chacarera” (por el trabajo de la madrina o dama de honor del
angelito), que tenía una coreografía al arbitrio de los bailarines, totalmente picaresca: daban giros y
volteretas, al compás de un ritmo alegre, y el padre al pasar cerca de la chacarera, la tocaba como
haciéndole caricias, o bien algún otro “tipo” de caricia atrevida “como al descuido”, cuando el padre
del finado ya estaba lo suficientemente machao, curao o borracho, para algarabía de los paisanos
presentes, mientras la madre del angelito no se movía del lado de su cuerpito hasta el momento de su
sepultura, lo cual podía suceder hasta tres o cuatro días de muerto.
Terminado este baile especie de introducción, ya se lanzaba toda la paisanada meta contorsiones
-como las de ahora los seudos ballets, pero con sentido religioso, aparentemente sin sentido alguno-, al
son de música (que no se sabe cuál era) y sin coreografía, y en especial los varones bebían hasta que
la macha era evidente, ¡¡como bailaban!!, (estimo que más de un enseñador se espantaría de ese
Folklore de verdad); varios se sentaban esperando que se les pase un poco los efluvios, otros tomaban
huevos de gallina crudos porque dicen que es bueno para no macharse (o para la resaca como decimos
nosotros), otros mascaban coca, y vuelta a comenzar, dada la tremenda ingesta de chicha-mishky o
aloja, y algunos “besaban” una damajuana de vino patero, bebidas que solo aquel que tenía
costumbre –y estómago-era capaz de tomarlo. Pero no había enojos, todo era diversión, y a cada rato
alguno de los presentes gritaba: “¡wichay lichiska misk'iima pachakamaq ujllana!” (Sube niño dulce
que Dios te abrace), y por detrás iba un trago (que su tamaño era de un jarro)…¡ay Dios, si se
encontraba algún botellín de aguardiente catamarqueño!, ya la macha pasaba a ser para una invalidez.
Durante la noche del velorio, entre macha y macha, se sucedían estos momentos ya cada vez
rogando con menor conciencia, y tenebrosamente, solían decir a los padres y bajo la influencia de puro
machao, machaska o curao, que era cuando se acercaban a la madre, que estaba quieta porque no podía
hacer nada, por lo general al lado del cajoncito, y se condolían diciéndole (lo que escuche en Santiago
del Estero año 1970), algo asó aproximado como “kusiskga mama ima askha jayuana imilla
janagpacha (“La felicito doñita, que usted mande muchos angelitos p‘al cielo”)”
Dicen algunos “estudiosos de academias de danzas nativas (sic)” que en esas oportunidades se
desarrollaba algo como “el baile del angelito”, y hoy en día se lo realiza en actuaciones festivaleras
(sic); ¿un solo baile se ejecutaba?, ¡¡por favor!!!, si la fiesta duraba hasta cuatro días, mientras el
angelito estaba en el alero o en una pieza del rancho, ¿todo con un solo baile?.....
Esto es un simple ejemplo; vaya a saber por qué algunos bailes tenían una coreografía –se
supone- en particular; seguramente porque se quería imitar, distinguir algo o simplemente, por

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voluntad de cortejar de los bailarines o participantes (la mayoría) pero de una cosa se debe estar
seguro, si no es anónima y popular, no es Folklore. ¿Y quién dice que en el velorio se bailaba la
chacarera?...¿no era que la chacarera era la madrina?..., ¿a cuál de los bailes le llamarían
“chacarera”?
Luthería:
Según relata la leyenda, Orfeo era un semidiós olímpico y contaba con una sensibilidad exquisita. Era
poeta, teólogo y músico. Recibió de su padre Apolo, una lira que había sido fabricada por Hermes.
Orfeo lograba entonar con su instrumento las más dulces melodías y como era el más sensible de los
seres, con su lira y su poesía armonizaba hasta tal punto la naturaleza que nada podía comparársele.
Cuando tocaba, las fieras se echaban a sus pies, las aves estimulaban su canto, las tempestades se
calmaban y lograba que todos aquellos que hubieran perdido su armonía, la reconquistaran.
No cabe duda, por el simple hecho de un haber de génesis, que el hombre desde hace miles de
años, siempre tuvo pasión y función por la música, sea para varias cosas o motivos.
La percusión se puede considerar el medio musical más antiguo que existe. Desde el comienzo
de los tiempos los seres humanos han golpeado, sacudido, raspado o entrechocado elementos distintos
que encontraban para provocar sonidos que utilizarían en sus quehaceres diarios, o en sus momentos
mágicos durante sus ratos de "ocio"; estaba relacionada con sus cazas, juegos y rituales religiosos. No
nos han llegado muestras y reseñas de ningún tipo de aquellos ancestros musicales, pero se podría
aseverar –aunque desconocido es- de que hace muchísimos siglos nuestros antepasados se divertían,
cazaban, jugaban y adoraban a sus Dioses a ritmos de maderas golpeadas, piedras entrechocadas o
troncos de árboles raspados con palos o piedras.
Así es que podemos catalogar que los primeros instrumentos musicales han sido de percusión,
como que esos golpes de piedra contra piedra se llega a golpear un trozo de madera hueca, lo cual
pasaron varios siglos de acuerdo a la evolución de la música y la necesidad de ésta para la vida diaria.
No fueron pocos esos instrumentos homínidos de percusión, cada vez se hacían de mayor
complejidad de acuerdo se iba descubriendo las utilidades de diversos medios, como aquellos que
provienen de la percusión sobre la resonancia de la caja torácica de animales muertos, cuestión que se
puede denominar los principios primitivos de algo llamado lutheria. De esta manera comenzó a
utilizarse el cuero estirado, primero sobre los huesos de los restos animales, pero su duración era muy
corta debido a la descomposición por falta de tratamiento. Pero el tiempo avance, la inteligencia se va
nutriendo, y cuando el hombre descubrió el secado y curtido de pieles enseguida utilizó lo para
construir instrumentos desde mayor tiempo de uso, posibilitando una continua mejora de estos
instrumentos de los cuales no existen vestigios obviamente, pues el paso de milenios hizo desaparecer
sus restos. Sin embargo se piensa que el cuerpo de estos instrumentos era de madera con el cuero
tensado. Pero fíjense ustedes, SE PIENSA, no se está seguro que así haya sido.
Así fue el hombre descubriendo algunos principios básicos de la acústica: cuanto más grande su
caja de resonancia, más grave era el sonido. Siglos después logró obtener ya una gama de sonidos,
pero su uso no tenía sentido musical, solo era más que música, solo ruido. Con esta gama de sonidos
percutidos se desarrolló ya una música, o simplemente ruido, como un medio para "dominar la
naturaleza y dominar al mundo visible e invisible". Los instrumentos percutidos graves, no se
utilizaban tanto para acontecimientos o festividades, orgias, sino que con frecuencia eran utilizados
para espantar a los depredadores como animales feroces. Obviamente el hombre prehistórico no
utilizaba los instrumentos con un criterio científico sino por el método antiquísimo de prueba-error.
Pero estos seres humanos comenzaron a descubrir que los sonidos –agudos/graves- producían
una sensación de inquietud y nerviosismo y los medios una mezcla de ambos, por lo tanto se
empezaron a emplear con fines de producir sensaciones y estados de ánimo mucho mejor que antes
dentro de la sociedad o tribu. La diferente mezcla de frecuencias producía diferentes respuestas en el
ánimo y por lo tanto podía emplearse para la guerra, la caza o la ritualidad.

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A raíz de escritos, grabados, pinturas etc., cuando podemos empezar a imaginar con cierta
fiabilidad que fue la percusión la utilizada en actividades musicales (aunque no es seguro que haya
sido música, porque no existía, obviamente, la música armoniosa como la que existen siglos más
adelante). Resulta evidente, ya que las gentes que se entretenían de esta manera no eran lo suficiente
adelantadas además de no tener conciencia de la importancia que para ellos mismos pudiese tener un
contenido significante de algo. Solo un ruido, se supone, era el único acompañamiento.
La percusión se hacía sin conocimientos ninguno, era una actividad inconsciente tan solo se
dedicaban a mantener concordancias con golpes que su propia intuición les dictaba.
Luthería puede definirse como el arte de hacer instrumentos musicales de cuerda, viento o de
percusión. Se estima por fonética- provienen de la raíz luth (laúd), un instrumento común en la época
medieval, que a su vez procede del árabe al-`ūd (‘laúd’).
Genéricamente al-`ūd significa ‘la madera’; la variante alemana es luther. En buena parte del
mundo hispano se traduce el término como «laudero» o «lutero», que proviene de la palabra laúd, o el
término tradicional «violero», que tiene el mismo significado que luthier de ‘constructor de
instrumentos; sin embargo, luthier, «laudero» o «lutero» han ampliado su significado a quien
construye cualquier tipo de instrumento, llamando así a todo constructor de instrumentos musicales.
No obstante, el galicismo luthier ha sido adaptado en castellano y se encuentra en el diccionario
de la Real Academia Española como «lutier». Luthier, sin embargo, es una palabra de uso extendido,
corriente en los textos sobre música y que aparece en los diccionarios de uso.
En la Edad Media el artesano que construía instrumentos musicales se le conocía como Hacedor
de instrumentos, profesión que se consideraba unida a las de tañedor de instrumentos y maestro de
danza. En el siglo XVI en España, esta profesión se le conoce como violero y guitarrero,
posteriormente como lutero por asociación al luth o laúd, que era el instrumento más popular.
Para la construcción de instrumentos, la luthería se apoya en la Organología, ciencia que se
ocupa del estudio de la morfología de los instrumentos musicales; es de referencia obligada multitud
de manuscritos miniados, cuadros, grabados de cada época (PEj. Cantigas de Alfonso X El Sabio,
Libro de Apolonio, Libro del Buen amor (Arcipreste de Hita)
La luthería utiliza en los instrumentos musicales las proporciones armónicas descubiertas
por Pitágoras. Las volutas del cabezal, las proporciones de la caja armónica, la liga del mástil y del
propio instrumento, el grueso del armazón, la altura del puente, el tamaño y forma de los oídos (C o
F), escotaduras (C), eclisas y contra eclisas, etc. y muchas otras guardan una estricta relación de
proporciones armónicas.
Actualmente en los museos suelen disponer de planos exactos de los instrumentos que
conservan, facilitando su estudio y reproducción, que se utilizaban de acuerdo a la música de
determinadas épocas y de acuerdo a las necesidades rítmicas y sonidos.
Así es como los expertos, para identificar un instrumento tratan de situarlo en una escuela y
época determinada, a los efectos de “determinar que estilo musical se utilizaba popularmente, aunque
desconociendo la mayoría sus autores”, basándose en: rasgos generales del instrumento, dimensiones,
estilo y tipo de barniz utilizado.
La antigüedad de los instrumentos, es muy difícil de determinar por años o por décadas; puede
ser por siglos, pero así tenemos que no es tan fácil como parece. Por eso se confecciona una disciplina
biológica Dendrocronología usada para determinar la edad de objetos de madera, la cual no es
exacta, pero se utiliza para poder al menos, determinar usos y costumbres de acuerdo a sus efectos y
construcción. . En 1958 Lottermoser and Meyer aplicaron este método para fechar instrumentos
musicales, que desde 1980 ha sido aceptado de forma generalizada en la historia de la música. (Corona
1980; Schweingruber 1983; Klein 1996; Cormick 1998). Claro que esto se refería a los instrumentos
que ya fueron detectados en la antigüedad europea y parte de Asia. Pero, se desconoce aún la
antigüedad de los instrumentos folklóricos de estos lares, no los de influencia importada o importados,
sino a aquellos que todavía algunos son utilizados por pueblos, tribus o sociedades originarias.

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Hará aproximadamente 3000 años aC, se estima a El Revanastrón como el instrumento musical
de método más antiguo que se conoce, pero método de contenido de mero sentimiento y no de
partitura ni registro escrito. Pero esto da la prueba que el origen del oficio del luthier se remonta
históricamente a las civilizaciones antiguas, incluyendo por descubrimientos arqueológicos, que en
América ya existían en el año I de nuestra era, teniendo en cuenta al menos por especulaciones de
investigadores, como Mahieu. Esto se da así, por cuanto está probado, que los vikingos mucho antes
de la colonización, habían remontado el rio Amazonas, suponiendo que dejando costumbres,
instrumentos, y escritura, como se puede probar hoy en día en las runas (propias de los pueblos
germánicos), talladas en piedras en la selva paraguaya y brasilera.
También remontaron por el Este el Pilcomayo, en donde en la zona de Tarija –actual Bolivia-se
han encontrado rastros de antiguas naves, ánforas cóncavas con pequeños huecos a los lados sobre el
borde, que pueden haber sido instrumentos. No sería de extrañar entonces, que de esas civilizaciones
europeas, cientos de años precolombinos, hayan influenciado los instrumentos y costumbres de las
sociedades de toda la zona circundante, comenzando desde la entrada al Paraná, Uruguay hacia el
noroeste. O sea que, esto transforma en aún más misterioso y desconocido las influencias de lo que
denominamos folklore en esta parte continental.
Se sabe que los vikingos tenían un instrumento llamado Kataki (¿quechua?, no es de creer) de
arcilla lleno de agua con la boca cerrada con cuero de corzuela, que fueron y son aún registrados por
los tobas en la zona chaqueña, pilagá, wichí y nivaclé.
En todo el territorio de lo que era el Virreynato del Perú, y el del Rio de la Plata, había lutieres
extraordinarios, que con naturalidad y poco desarrollo, solían hacer instrumentos a los cuales les
sacaban sonidos, pero a los efectos de escuchar esos estilos de melodías o de ruidos continuos, rápidos
o lentos, según la conmemoración o el sacrificio, o a veces ser usados en fiestas en honor a sus dioses.
Pero, no tenían el concepto de la música escrita, técnica, en absoluto. Solo su gusto por el sonido no
por las melodías. Por eso, pretender sacar de esos ruidos influencias para dar origen al folklore es
realmente algo dudoso, aunque bien podría ser pero a raíz de las influencias que fueron recibiendo,
tanto de Mayas, Aztecas e Incas, y luego las que podían observar de los colonizadores, que solo se
acercaban a esos maravillosos instrumentos, según la habilidad de quienes los fabricaban.
Y siguiendo con los registros desconocidos del folklore, a ese que hacemos “tan fácil”, fíjese
usted, no hay mucha documentación al respecto, solo conocimiento de arbitrariedades pero no de
antigüedad. Los más conocidos son los instrumentos típicos precolombinas que se quedaron ya creado
el Virreinato del Perú, que constituyó el Tahuantinsuyo Incaico y que unió varias de las culturas más
antiguas, musicales, artísticas, y bailes, como: Chavín, Paracas, Moche, Chimú, Nazca y otras
menores; los antiguos pobladores de la cultura Nazca, fueron los lutier y músicos precolombinos más
importantes del continente, empleando cierto cromatismo en sus antaras de cerámica, a diferencia de
las pentatónicas de melodías incaicas, porque en el virreinato del sur, los instrumentos ya se
intentaban fabricar con siete notas melódicas que aún se utilizan.
La historia de los instrumentos de percusión en Europa principalmente, se desarrolla, pero se va
perfeccionando lo que hace que cuyos fabricantes se especialicen y surjan una serie de instrumentos
que hacen varias el sostenido de la música, y es a estos fabricantes a los cuales se les llama lutieres. La
historia es milenaria, pero para llegar a la segunda mitad del segundo milenio, vamos a saltar todo lo
anterior. Hasta la llegada del siglo XII, es a esta última a la que nos podemos remitir, pero han sido
investigadores, antropólogos, historiadores que aseguran que los instrumentos son propios de la
cultura y costumbres de cada zona geográfica, lo que podemos llamar “el ambiente Folk”
Bien identificado está esta afirmación, por cuanto se podría diferenciar entre diferentes tipos de
percusión, ya que la historia de los diferentes estilos (latina, Africana, Europea, India, etc.) surge de
las propias zonas geográficas donde evolucionaron en música autóctona o popular, aunque nosotros
nos vamos a dedicar a los instrumentos que han dado lugar a los que conocemos como instrumentos
orquestales. Pero también tenemos que tenemos que tener en cuenta que, ya en la época prehispánica,

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ya en la llamada América existían instrumentos de la misma contextura de fabricación, sonido, pero


con una característica; aquellos instrumentos que tenían doble parche, se “afinaban” de distinta forma,
no porque se supiera música, sino porque la utilizaban para distintos motivos. O sea que el principio
de la luthería ya existía en América, ya por lo menos, en el siglo XVI.
Llegamos brevemente, al nacimiento oscuro del arte de la luthería, al cual en la actualidad lo
conocemos perfectamente, lo que no conocemos de tal forma, es que lo que se ejecuta con esos
instrumentos, es algo que se conozcan sus orígenes. El Folklore no hace a la luthería, es inverso.
La luthería también debe ser anónima, sin luthier conocido a los efectos del folklore, desde la
prehistoria. Desde que hay hombres sobre la tierra, existen manifestaciones musicales, como
consecuencia de la necesidad de comunicarse o de expresar sentimientos. Incluso antes de la
existencia de instrumentos musicales ya se hacía música cantando, aplaudiendo o golpeando objetos.
La antropología ha demostrado la íntima relación entre los humanos y la música, y “mientras
que algunas interpretaciones tradicionales vinculaban su surgimiento a actividades intelectuales
vinculadas al concepto de lo sobrenatural (haciéndola cumplir una función de finalidad supersticiosa,
mágica o religiosa), actualmente se la relaciona con los rituales de apareamiento y con el trabajo
colectivo”150 Esas primeras canciones se harían a base de muchas repeticiones y eran muy limitadas,
casi al lenguaje hablado.
Las evidencias son pocas, pero las existentes parecen indicar la existencia de ciertos
"instrumentos musicales" ya en la Prehistoria. No hay más que ver los ritmos que en canciones y
bailes poseen prácticamente todos los pueblos que hasta nuestros días han conservado un modo de
vida muy parecido al de nuestros antepasados. Tambores, flautas, maracas, cánticos, etc, utilizados
con fines festivos o religiosos también formaban parte de la vida cotidiana en nuestros orígenes. Los
raspadores son un ejemplo de ello, se trata de lo más básico a la hora de producir sonidos. Se halló un
raspador de entre 50.000 y 40.000 años originarios de Schulen (norte de Bélgica).
En Alemania se han encontrado dos flautas de hace unos 43.000 años. Una está hecha con
marfil de mamut y otra con el hueso radio de un buitre leonado. Esto indica que podrían estar entre los
primeros instrumentos musicales de la Humanidad. El hecho de que ya entonces existiera la música
como una actividad creativa, da idea del desarrollo simbólico y de la cohesión social de aquellos
primitivos grupos humanos de cazadores y recolectores.
Pero lo más cercano a nosotros, en la hoy América, es sin duda el uso de las caracolas marinas.
Se han encontrado en varios yacimientos y el soplar por ellas siempre ha tenido una función
ceremonial en muchos lugares del mundo, incluso su uso con este fin nos ha llegado hasta hoy. Los
silbatos de cerámica con un solo agujero (parecido a las ocarinas) y maracas de arcilla, así como
tambores se encuentran en un número mayor a partir del Neolítico.
En la prehistoria aparece la música en los rituales de caza o de guerra y en las fiestas donde,
alrededor del fuego, se danzaba hasta el agotamiento. La música está basada principalmente en ritmos
y movimientos que imitan a los animales. Las manifestaciones musicales del hombre consisten en la
exteriorización de sus sentimientos a través del sonido emanado de su propia voz y con el fin de
distinguirlo del habla que utiliza para comunicarse con otros seres.
Los primeros instrumentos fueron objetos, utensilios o el mismo cuerpo del hombre que podían
producir sonidos. Estos instrumentos podemos clasificarlos en a) Autófonos: aquellos que producen
sonidos por medio de la materia con que la que están construidos; g) Membranófonos: serie de
instrumentos más sencillos que los construidos por el hombre. Tambores: hechos con una membrana
tirante, sobre una nuez de coco, un recipiente cualquiera o una verdadera y auténtica caja de
resonancia; c) Cordófonos: de cuerda, el arpa; d) Aerófonos: el sonido se origina en ellos por
vibraciones de una columna de aire. Uno de los primeros instrumentos: la "flauta" en un principio
construida con un hueso con agujeros. También, usaban caparazones de tortugas.

150 -Arsuaga, J. L.-El collar del Neandertal. Ediciones Temas de Hoy, Col. Tanto por Saber. 1999

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Nosotros no nos quedamos atrás, gracias a las enseñanzas jesuíticas. El P. Furlong cita:
"...Yapeyú, no sólo llegó a ser un gran emporio musical, por la escuela musical que allí se fundó, sino
también por haber llegado a ser el gran taller de toda clase de instrumentos musicales: órganos, arpas,
violines, trompas, cornetas, y toda clase de instrumentos musicales eran allí fabricados con singular
destreza y exportados a las reducciones indígenas y a las ciudades de los españoles"151
En la luthería mesopotámica se fabricaba un instrumento guaraní que se trataba de una caja de
madera con agujeros a la cual se le insuflaba viento por un sistema de fuelle manual; copiado del
fuelle a pedal del órgano y similar al usado en la fragua, ambos elementos introducidos en la cultura
guaranítica por los jesuitas.
Los sonidos de dicho instrumento, se lograban tapando y destapando con los dedos los agujeros
de la caja; en actitud similar a la digitación que actualmente se realiza con los botones del acordeón. A
los efectos litúrgicos, este era un instrumento que cabía por su sonido, pero no era el órgano de tubos.
Estimado amigo lector, ¿vio los violines y los cajones eléctricos? Y la gran cantidad de
instrumentos que se utilizan, que parecen de sinfónica y no de folklore. Solo hemos querido demostrar
que lo prehistórico recién comenzó “a modernizarse” en América en la época colombina.
Influencias:
Toda sociedad, por su medio, se reconoce en sus seres humanos y eso es lo que se denomina
identidad, pero tal identidad se construye en entornos naturales y socioculturales precisos, pero las
influencias externas hacen que sufra transformaciones bajo el influjo de esas influencias y del paso del
tiempo152. Estas influencias quedan en esa sociedad, incorporándose cada vez más profundamente,
hasta que se las adjudica y así se lleva el proceso del tiempo.
En lo específico a lo musical, el origen y evolución de la música popular, corre paralela a la
formación del territorio (lo telúrico-ambiente folk) pero las manifestaciones folklóricas se las debe
tener en cuenta desde el punto de vista de los componentes que le dieron vida: el indígena, el europeo
y el negro. Son muchos y diversos, los componentes influyentes de las inter-culturas: de ancestro
indígena, los cantos de viaje e infinidad de celebraciones conmemorativas a la creación de la luna,
fiestas al sol festejos por funerales, por la guerra, todos acompañados con instrumentos musicales
como fututos, flautas, tambores y sonajas que acompañaban las danzas y sones.
“De origen europeo, los ritmos y aires como la contradanza, la mazurca, la polka, el vals y la
danza, las melodías de Andalucía, de Castilla y León, del País Vasco, de Extremadura, de origen
catalán, en romances, coplas y villancicos; los instrumentos musicales como la vihuela y la guitarra,
panderetas, castañuelas y tamboriles y de origen africano con su contenido mágico-religioso, los
ritmos e instrumentos de percusión que desprenden agitados movimientos al cuerpo, sus cantos y sus
sonidos. Y no solo esta variedad de elementos unificadores estuvieron presentes e involucrados en este
proceso, si no, aspectos tan importantes como: el vestuario, las creencias, los usos y costumbres, los
agüeros, el habla, los mitos y leyendas, la medicina empírica, todo condicionado al clima y a los sitios,
que en cierta forma determinaron el carácter y la manera de ser de los núcleos sociales ya
diferenciados y mencionados anteriormente. Todas estas formas se sometieron al lenguaje criollo y
reformador de campesinos y negros, que las asimilaron, las transformaron y las hicieron suyas para
crear una identidad propia formando parte de ese rico patrimonio cultural del pueblo”153
Una mezcla de ritmos musicales, pero no coreográficos todavía, fue extendiéndose por el
territorio americano, y de sus mezclas derivaban estilos musicales pertenecientes desde la
precolonización, en cada región como la expresión característica de ese ámbito y su ambiente Folk.
Nuestra música folklórica/nativa comienza a nacer, con la gran influencia de los padres misioneros

151 - Furlong Guillermo: Músicos argentinos durante la dominación hispánica –Ed Huarpes, 1945
152 -Alfonso García Martínez -La influencia de la cultura y las identidades en las relaciones interculturales-
Kairos. Revista de Temas Sociales. Publicación de la Universidad Nacional de San Luis Nº 22. Nov de 2008
153 -Chaves De Tobar Matilde. Procesos de folklorización en Colombia Orígenes históricos y elementos
unificadores de las culturas origenes historicos y elementos unificadores de las culturas-Rev Musicología, (2003)

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en el siglo XVI, cuando Juan Gabriel Lezcano (Nuño Gabriel) llega a Buenos Aires junto a don Pedro
de Mendoza, y reúne a los indígenas del lugar y comienza a enseñarles nuevos cantos, como parte de
la evangelización, y que su muy buen resultado dio para nuestro acervo cultural. Pero la primera
provincia en recibir el aporte cultural hispano sería Tucumán, donde los indígenas de la zona recibirían
de los misioneros franciscanos llegados al lugar la influencia de su música, como los jesuitas en el
noreste y este. Ya en el siglo XVII, la música, el baile y el canto alcanzarían un progreso fusionado
más que interesante. Las distintas sociedades de las distintas regiones del Virreynato comenzarían a
organizar reuniones donde predominan formas de expresión artística modificada, pero con gran
influencia europea todavía. A esto hay que sumarle la cantidad de instrumentos que ya en esa época
iban llegando, más la que los paisanos e indios fabricaban. En el siglo XVIII el aporte europeo es
mayor a través de músicos que llegan a estas tierras, con nuevos instrumentos y partituras. Pero en
este siglo también comienza a haber una influencia, pequeña, pero importante, de los esclavos, que
con su música traída del África, que resultará mayormente importante en las costas del Rio de la Plata.
España en América "No sólo la música religiosa tuvo su presencia en el Nuevo Mundo, también
se introdujo un sinnúmero de canciones populares, que de acuerdo a testimonio de los cronistas, eran
enseñadas a los indígenas de estas regiones. Además se sabe que los religiosos, en afán de sepultar la
idolatría, creaban nuevos bailes para que los indígenas los ofrecieran a las imágenes católicas."
"Muchas coplas, que han podido ser identificadas como de raigambre española, sobreviven hasta hoy.
Algunas de ellas fueron recogidas, en el siglo XIX, obra en la que se pueden reconocer tanto canciones
con textos de seguro origen ibérico, como textos de las culturas indígenas y mestizas.
España tuvo su influjo musical, a nivel religioso y popular, hasta finales del siglo XVIII, pues
desde ese momento se comienzan a introducir en el continente americano, una serie de formas
europeas, no españolas, tal el caso del vals, el minué, la contradanza. El sincretismo que se produjo
entre la música española, europea y la música indígena del Ecuador originó la música mestiza. La
misma que, en la actualidad, si bien se reconoce tuvo raíces distintas, ha llegado a constituirse en una
clara manifestación musical con identidad propia." (Libro "Cantares del pueblo ecuatoriano" de Juan
León Mera)
Instrumentos musicales los trajeron marineros musicales que se embarcaron en el Puerto de
Palos con Cristóbal Colón en su primer viaje a las "Indias" . No es difícil pensar que, más tarde en los
siguientes viajes españoles, los primeros instrumentos europeos que se escucharían a través de toda
América serían la corneta y el tambor de guerra.( : Diario de navegacion de Cristóbal Colón)
"Otros instrumentos musicales de pequeñas magnitudes como la vigüela, primer antepasado
directo de la guitarra, acompañaban a los españoles en sus campañas conquistadoras. Así lo testimonia
Miguel Cabello Balboa en sus Crónicas, donde relata que uno de sus compañeros, Juan de Santa Cruz
ejecutaba, en la campaña de conquista en la provincia de Esmeraldas en 1577, con "buena gracia" la
vigüela. Probablemente Jodoco Ricke trajo consigo algún instrumento musical, o lo hizo fabricar para
la enseñanza de la música a los indígenas en el Colegio de San Andrés por 1535. El Presidente de la
Audiencia de Quito, Fernando Santillán, distribuía tamboriles y arpas en las comunidades indígenas
como presentes, adoptados desde entonces en las celebraciones y velorios. La iglesia propició el
ingreso de los instrumentos musicales europeos, que pronto aprendieron a fabricar los artesanos
mestizos e indios"
Transmitida por vía oral o práctica:
Forma de transmisión de la música tradicional, cuentos, narraciones, bailes, costumbres, debido
a la carencia de teorías o afirmaciones escritas. La comunicación oral potencia la comunión de
sentimientos -esto es, empatía-, a la par que posibilita la transmisión de conocimientos. Al decir de
Platón: "... Cuando se hace uso del arte dialéctica y con ella, tomando un alma adecuada, se plantan y
siembran discursos con conocimiento, que sean capaces de venir en ayuda de sí mismos y de quien los
ha plantado, que no queden privados de fruto, sino que lleven semilla de la cual nazcan en otros
hombres otros discursos que sean capaces de hacer inmortal esta semilla y que hagan feliz a quien la

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posee..." (Cum fit uti assumptione et artis dialecticae propria anima, sermones seri sunt plantatae et
eruditi, qui se ipsos et quis potest subvenire plantata fructus illi non sunt, sed nascitur ex semine, quod
in aliis sermonibus homines, qui et potest facere habentem incorruptibili)
Es Platón el pensador antiguo más indicado para orientarnos en ese tránsito y coexistencia de lo
oral y lo escrito en el panorama cultural griego, y lo es en virtud de sus peculiares opiniones en torno a
los contenidos propios de un sistema de transmisión u otro. Respecto del valor que el filósofo
ateniense concedía a la escritura, valga citar su indiscutible carácter de autor prolífico a la par que
inaugurador de un nuevo género literario (el diálogo filosófico), cuestiones ambas lo suficientemente
reconocidas como para que no precisen de un tratamiento detallado en el presente escrito. Sin
embargo, no ocurre otro tanto con las consideraciones platónicas en relación al alcance y
particularidades propias de la oralidad. A este respecto, Platón fue lo suficientemente explícito en, al
menos, dos lugares en donde manifiesta la superioridad comunicativa de la oralidad frente a la
transmisión escrita: el Fedro y la Carta VII154 (cuestión que no está exenta de la correspondiente
paradoja interpretativa, dado que nuestro autor nos lega "por escrito" una opinión que en un primer
momento puede interpretarse como una suerte de diatriba contra la escritura -siendo precisamente la
utilización de este medio de transmisión lo que ha posibilitado que sus pareceres hayan podido llegar
hasta nosotros, a pesar de la distancia temporal entre su época y la nuestra-). Con todo, las
apreciaciones de Platón respecto de la oralidad -junto a su valoración crítica de la escritura - siguen
siendo enteramente válidas en nuestros días. Según explicita el filósofo ateniense en su
diálogo Fedro155, las 'desventajas' de la escritura respecto de la comunicación presencial a viva voz
son (presentadas esquemáticamente, junto a sus correspondientes contrapartidas), las siguientes:
El texto escrito es un discurso "fijo" que no puede ser interpelado (al contrario de lo que ocurre
en una conversación entre dos personas). El escrito no puede "defenderse sólo mediante el
razonamiento" (ya que el escrito "dice" pero no "piensa" -no razona- y precisa de su autor para que lo
"defienda" -i.e., lo fundamente razonadamente-).
"... Las criaturas de la pintura (...) permanecen calladas, encerradas en un solemne silencio; Lo mismo
les pasa a las palabras escritas. Se creería que hablan como si pensaran, pero si se les pregunta con el
afán de informarse sobre algo de lo que han dicho, expresan tan sólo una cosa que siempre es la
misma. (...) Y cuando <el escrito> es maltratado, o reprobado injustamente, constantemente necesita
de la ayuda de su padre, pues por sí solo no es capaz de defenderse ni de socorrerse a sí mismo."
Según la Unesco, en una resolución muy interesante, y que debería ser conocida, llamada
“Tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural
inmaterial”, El ámbito “tradiciones y expresiones orales” abarca una inmensa variedad de formas
habladas, como proverbios, adivinanzas, cuentos, canciones infantiles, leyendas, mitos, cantos y
poemas épicos, sortilegios, plegarias, salmodias, canciones, representaciones dramáticas, etc. Las
tradiciones y expresiones orales sirven para transmitir conocimientos, valores culturales y sociales, y
una memoria colectiva. Son fundamentales para mantener vivas las culturas.
Algunos tipos de expresiones orales son de uso corriente y pueden ser utilizadas por comunidades
enteras, mientras que otras están circunscritas a determinados grupos sociales, por ejemplo los varones
o las mujeres solamente, o los ancianos de la comunidad. En muchas sociedades, el cultivo de las
tradiciones orales es una ocupación muy especializada y la comunidad tiene en gran estima a sus
intérpretes profesionales, que considera guardianes de la memoria colectiva. Estos intérpretes se
encuentran en comunidades de todo el mundo. Mientras que en las sociedades no occidentales son de
sobra conocidos los poetas y narradores como los griots y los dyelli de África, también en Europa y en
América del Norte subsiste una rica tradición oral. En Alemania y en los Estados Unidos, por ejemplo,
hay centenares de narradores profesionales de cuentos.

154 Juan de Dios Bares, "Sabiduría y enseñanza en la Carta VII de Platón", en Daimon -Revista de Filosofía- nº
4 - 1992, Universidad de Murcia -Departamento de Filosofía y Lógica-
155 - Fedro, 274c 5 - 275b 3).

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Al transmitirse verbalmente, las expresiones y tradiciones orales suelen variar mucho. Los relatos
son una combinación de imitación, improvisación y creación que varían según el género, el contexto y
el intérprete. Esta combinación hace que sean una forma de expresión viva y colorida, pero también
frágil, porque su viabilidad depende de una cadena ininterrumpida de tradiciones que se transmiten de
una generación de intérpretes a otra.
Aunque la lengua es el sustrato del patrimonio inmaterial de muchas comunidades, la protección
y preservación de los idiomas no están comprendidas en las disposiciones de la Convención de 2003,
aunque el Artículo 2 se refiere a ellos como medios de transmisión del patrimonio cultural inmaterial.
La diferencia de los idiomas configura la transmisión de las narraciones, los poemas y las canciones,
afectando a su contenido. La muerte de un idioma conduce inevitablemente a la pérdida definitiva de
tradiciones y expresiones orales. No obstante, esas mismas expresiones orales y su recitación en
público son las que más contribuyen a salvaguardar un idioma, más que los diccionarios, las
gramáticas o las bases de datos. Las lenguas viven en las canciones, relatos, acertijos y poesías, y por
eso la protección de los idiomas y la transmisión de tradiciones y expresiones orales guardan una
estrecha relación entre sí.
Al igual que otras formas del patrimonio cultural inmaterial, las tradiciones orales corren peligro
por la rápida urbanización, la emigración a gran escala, la industrialización y los cambios
medioambientales. Los libros, periódicos y revistas, así como la radio, la televisión e Internet, pueden
surtir efectos particularmente nocivos en las tradiciones y expresiones orales. Los medios de
información y comunicación de masas pueden alterar profundamente, o incluso reemplazar, las formas
tradicionales de expresión oral. La recitación de poemas épicos que en otros tiempos necesitaba varios
días puede quedar reducida hoy a unas pocas horas, y las canciones tradicionales con las que se
cortejaba a la novia antes del matrimonio pueden sustituidas por discos compactos o archivos digitales
de música.
Lo más importante para la preservación de las tradiciones y expresiones orales es mantener su
presencia diaria en la vida social. También es esencial que pervivan las ocasiones de transmitir
conocimientos entre personas, de mantener una interacción de los ancianos con los jóvenes y de narrar
relatos en la escuela y el hogar. La tradición oral constituye con frecuencia una parte importante de las
celebraciones festivas y culturales, y puede ser necesario fomentar estas manifestaciones y alentar la
creación de nuevos contextos, como los festivales de narración oral, a fin de que la creatividad
tradicional encuentre nuevos medios para expresarse. Conforme al espíritu de la Convención de 2003,
las medidas de salvaguardia deberían centrarse en las tradiciones y expresiones orales entendidas
sobre todo como procesos en los que las comunidades son libres de explorar su patrimonio cultural, y
no tanto como producto
 Efímero y Perdurable:
El término «efímero» proviene del griego ἐφήμερος (ephêmeros), que significa «que dura sólo
un día», aunque por extensión acabó significando «de corta duración», sin especificar un tiempo
determinado, pero siempre con la condición de su caducidad. Se denomina arte efímero a toda aquella
expresión artística concebida bajo un concepto de fugacidad en el tiempo, de no permanencia
como objeto artístico material y conservable. Por su carácter perecedero y transitorio, el arte efímero
no deja una obra perdurable, o si la deja —como sería el caso de la moda— ya no es representativa del
momento en que fue creada. En estas expresiones es decisivo el criterio del gusto social, que es el que
marca las tendencias, para lo cual es imprescindible la labor de los medios de comunicación, así como
de la crítica de arte.
Es toda expresión artística concebida bajo un concepto de fugacidad en el tiempo, de no
permanencia como objeto artístico material y conservable. Por su carácter perecedero y transitorio, el
arte efímero no deja una obra perdurable.
El carácter efímero de ciertas expresiones artísticas es ante todo un concepto subjetivo sujeto a la
propia definición delarte, término controvertido y abierto a múltiples significados, que han ido

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oscilando y evolucionando con el tiempo y el espacio geográfico, ya que no en todas las épocas y
todos los lugares se ha entendido lo mismo con el vocablo arte. Aunque diversas manifestaciones que
puedan ser consideradas como arte efímero han existido desde los inicios de la expresividad artística
del ser humano —incluso podría considerarse como algo inherente a una cierta concepción del arte—,
ha sido en elsiglo XX cuando estas formas de expresión han adquirido un gran auge. La estética
contemporánea ha presentado una gran diversidad de tendencias, en paralelo con la atomización de
estilos producida en el arte del siglo XX. Tanto la estética como el arte actuales reflejan ideas
culturales y filosóficas que se fueron gestando en el cambio de siglo XIX-XX.
El arte contemporáneo está íntimamente ligado a la sociedad, a la evolución de los conceptos
sociales, como el mecanicismo y la desvalorización del tiempo y la belleza. Es un arte que destaca por
su instantaneidad, necesita poco tiempo de percepción. El arte actual tiene oscilaciones continuas del
gusto, cambia simultáneamente. La percepción de lo efímero no se aprecia por igual en el arte
occidental que en otros ámbitos y otras culturas, de igual manera que no en todas las civilizaciones
existe un mismo concepto sobre el arte efímero.
El ser humano ha intentado vencer su irremediable final. «Seres de un día, sueño de una sombra,
el hombre», señalaba Píndaro, utilizando la palabra epámeroi (de un día, epi heméra). El hombre es
transitorio, de la misma materia del tiempo en el que vive. Y si bien al tiempo no se lo puede detener,
sí hay formas de testimoniar nuestro paso por la vida como manera de retener la que significó.
Constituye una muestra de ello el afán del artista, del poeta, de sentimientos y expresiones, con mayor
rotundidad, del arquitecto, por dejar una huella, un testimonio, un «monumentum» de su paso por la
vida. La palabra fue el elemento fundamental en la lucha contra el olvido. La palabra y las obras.
Refiriéndose a su propia poesía, dice Horacio: «Exegi monumentum aere perennius» (construí un
monumento más duradero que el bronce). Y más adelante, «non omnis moriar» (no moriré del todo).
La música tradicional no es estática obviamente; al ser transmitida -«non omnis moriar»- puede sufrir
pocas transformaciones, filosóficamente nunca es repetida de la misma forma, y ahora, en el
supuesto que reúnan esas condiciones, bajo ningún aspecto se deben alterar sus requisitos, pero ya no
sería ciencia porque no habría que aprender, y el folklore prácticamente lo es, y no da margen al
supuesto.
La perdurabilidad social es lo que contiene un desarrollo cultural que responde a las
necesidades de las generaciones del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras
de cubrir las suyas, sin alterar lo pasado. La cultura se transmite, perdura, se modifica en función de
lo aparecido, pero en caso de la ciencia, sin demostración alguna, sigue perdurable culturalmente en el
futuro.
Se lamentaba Quevedo de “la vulnerabilidad de lo que más duradero parecía, las murallas, y la
ciudad eterna por antonomasia, Roma, es ruina. Sólo queda el Tiber, el río que es fluir, al igual que la
vida, como ya lo había querido Heráclito”156. De esta manera observarnos dos líneas, constituidas por
lo efímero por una parte y la voluntad de perdurar por la otra, que se dan a lo largo de la historia. Ya
en el convulsionado siglo XX podemos ver la rápida sucesión de movimientos que, bajo el signo de lo
nuevo, al instalarse, borran automáticamente al anterior, e, inevitablemente, serán sustituidos por el
movimiento siguiente.
Las dos tendencias antagónicas que señalábamos anteriormente, a la permanencia y al cambio,
llegan juntas al siglo XX configurando el Movimiento Moderno con su pasión conjunta por lo que es
nuevo (ruptura con el pasado, con la referencia anecdótica, con el paisaje, con el folklore) y la

156 Constanti Anna Papiol - Lo perdurable y lo efímero - Dra. en Filologia, Professora de l'Escola Superior de
Disseny, Sabadell i de l'Escola Elisava i de la Universitat Pompeu Fabra. Autora de La mirada de Narc í s (Val è
ncia, 1993). Doctora en Filologia per la Universitat de Barcelona. Professora de Sociologia de la Cultura a
l'Escola Superior de Disseny i a l'Escola Elisava. Membre del Grup Ocata. -- Disseny, Comunicació,
Cultura, 1997

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afirmación clásica (que paradójicamente recoge características similares de internacionalidad,


atemporalidad, sistematización).
Refuerza esta visión el hecho de que la ruptura con el pasado está impregnada de un discurso
totalizador, marcadamente ideológico y utópicamente social que confiere a todo el quehacer artístico y
constructivo un carácter permanente.
En cambio, a partir de los años 70, hundida la fe en el progreso, devaluadas las utopías y
perdida la confianza en el poder que a una práctica concreta - el arte— se le había otorgado para
redimir a la sociedad, todo se reduce a la sucesión, cada vez más rápida, de la novedad, la
obsolescencia se incorpora como una cualidad más de los objetos de la vida misma se espectacularizan
y lo efímero se convierte en una característica que, en mayor o menor medida, juega como un factor de
primer orden en nuestras sociedades.
Desde el momento en que la linealidad de la historia se cuestiona y con ella la fe en el progreso
como motor, lo moderno produce mal que el pasado pierda su valor como modelo, como valor
inmutable, como espejo donde mirarse, y al futuro como que no existe y se habla del fin de la historia;
el presente lo es todo.
La importancia de los colores
Otra de las situaciones ancestrales, tal vez de las menos conocidas (por no decir desconocidas
por los que bailan ahora en nombre del Folklore), de origen pre y post colombino, con similares
sentimientos, es el tema de los colores, que si bien es cierto por estos pagos se lo copiaron a los
europeos, tienen un sentido muy representativo –como que forma parte de una ciencia-, y que se
trasladó a lo criollo, a lo nativo en forma parcial, simplemente por desconocimiento total de su
naturaleza, pero se intuía que significaba.
Esta verdadera manifestación hizo que el tiempo la hiciera desconocida y se observa claramente
que el colorinche suplantó al significado en el vestir, y particularmente en los pañuelos, no es
significado de belleza o de “que bien disfrazado está”, sino de motivación o no de una manifestación
personal o de una señal; es una sensibilidad sociológica, psicológica incluso. Y esto surge, como la
mayoría de nuestros sentires telúricos, desde fines del siglo XVII por la influencia europea en
Iberoamérica, que trajo esa singular novedad para estos lares, que es la ciencia del simbolismo
heráldico. En concreto, es una costumbre o una representación de algo que se quiere decir, y que es
imprescindible porque forma parte de supuestas coreografías y no para el lucimiento de la misma.
Para ubicarnos en contexto, muy brevemente diremos que la heráldica es la ciencia que se
define como el «arte de explicar y describir los escudos de armas de cada linaje, ciudad o persona, por
medio de colores y rampantes». Es también un campo de expresión artística, un elemento del
derecho medieval y de las dinastías reales hasta nuestros días. Más recientemente, ha sido admitida
dentro de las ciencias auxiliares de la Historia junto con la Sigilografía, la Vexilología, la Falerística y
la Diplomacia, a la cual se le agrega, llegando a utilizarse cualquier color en el uso del pañuelo en los
bailes, así como la vestimenta. Los colores la ciencia del Folklore.
Se desarrolló durante la Edad Media, en toda Europa, por necesidad de codificar
identificaciones y acciones, y que por su practicidad progresivamente fue adoptada por la nobleza y la
Iglesia Católica se sumó, como un elemento que su utilización permitía reconocer linajes, siendo
igualmente adoptado por otras sociedades, para la identificación de familias, origen de apellidos,
gremios y asociaciones, además de ser adoptado para la identidad de ciudades, villas y territorios,
feudos, condados y marquesados. Es muy interesante y conveniente a la cultura general, estudiar algo
de esta ciencia, pero me limitaré a decir que, en primer lugar se le otorga como principal medio
simbológico a los colores, que se refleja en las vestimentas, en telas artísticas, de banderas, y de
señalamiento, como las banderolas de mar, porque resulta a simple vista, la identificación de sucesos o
sentimientos que de otra forma duraría mucho tiempo en explicar, o la lejanía impidiese sus sonidos.
En concreto, refleja “lo que se quiere decir”, como que a medida del pasar de los años, ya pasó a

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utilizarse en el medio deportivo y social como advertencias, por ejemplo, aunque ese sea el origen
pero ya no es heráldica.
Su nombre de “heráldica”, proviene del heraldo, que venía a ser el asistente de un caballero y
lucía los colores de quien servía. Los colores se componían de campos que significaba la base,
puestos de diferentes formas o relaciones, que con solo mirarlo se sabía a quién pertenecía. Aunque
originalmente nació como un objetivo militar, estos elementos, armas y colores blasonados, fueron
retomados en todo su significado –incluido el heraldo- para permitir reconocer al titular, y marcar su
propiedad y signo de identidad social, ya en el S. XV.
Además, se transforma en costumbres significativas por medio de sus colores, para transmitir
sentimientos u ocurrencias populares, tanto en la vestimenta como en fiestas, representaciones
vulgares, ocasiones sociales, acorde a la clase de que se trate. Los vasallos de un noble, los villeros,
tenían sus fiestas y bailes, y siempre, en su mayoría utilizaban los colores de su patrón como forma
de identificarse, y estas costumbres, siglos después, Williams John Thoms las incluyó dentro del
campo del Folklore, como curiosidad ancestral de SU familia.
La investigadora en heráldica, Ana Manzano Peral en su trabajo El simbolismo de los colores -
Iconos Medievales, expresa que “Cualquier color no produce las mismas sensaciones, salvo que a cada
quien no le importe lo que quiere causar. A través de la vista, percibo por los colores sensaciones de
ánimo, de amor, de rechazo, de alegría o tristeza, de desamparo, de salud […]”. Así es que, en forma
definitiva y científica, cada color tiene su significado –para el simbolismo no puede ni debe ser de
cualquier color, directamente sería inútil-, y este código pasó a la significación de la heráldica. Como
una forma de verlo dentro del campo folklórico, que tomó Thoms, y anteriormente Hume, podemos
tener en cuenta cuatro colores utilizables: El blanco, el rojo, el verde y el azur (no el azul, lo digo “por
si las moscas”) son los colores básicos benéficos, mientras que el negro, el amarillo y el violeta evocan
el duelo y la penitencia; el rechazo.
Los heraldos aburguesados solían utilizar los colores de sus ex amos, como significado de sus
hazañas, aventuras, cuentos, leyendas, misterios, estados de ánimo. Fue esta ciencia, la heráldica, la
que fue trasladada a América y aquí fue acomodada a nuestras costumbres, pero manteniendo las
significaciones básicas que tenían, y tienen todavía en la actualidad. Es concluyente, entonces, que la
heráldica pasó a formar parte de la vida social de América, y que etnográficamente la vamos a
encontrar permanentemente, cualquiera sea el rango social.
Los colores se fueron haciendo costumbre popular en nuestro país, en especial a partir del
virreinato. La famosa Asamblea del Año XIII, elimina todo lo que le pareciera nobleza, incluso la
simbología de los colores, pero ya era tarde; el pueblo los había adoptado por usos y costumbres; ya
estaban integrados al sentimiento popular, en sus fiestas, en sus halagos, en su actividad social. Ya no
significaba nobleza, sino significados o señales a transmitir, tanto civil como militar. Se lo subestimó,
pero ya estaba incluido en el Folklore, no solo argentino, sino americano. Los colores se
trasladaron por copia a los criollos, a los paisanos, cuyas costumbres de uso calaron hondo en estas
regiones. Hasta que llegó la última fase; la del desconocedor, lo que no sabía lo inventó, y así se hizo
desaparecer el poco sentido de Folklore que se tenía.
Por eso hay que tener cuidado al bailar Folklore (aceptémoslo con conmiseración), porque se ve
el colorinche de los pañuelos, vestimenta, bellos por cierto, pero inaceptables para que se digan
pertenecientes al Folklore. Mire mi estimado lector, llame usted como quiera a eso que están haciendo,
pero le puedo asegurar con certeza que no es Folklore, ni siquiera tradicional.157 Eso puede gustar,
pero, en lo personal pienso que no representa nada de lo nuestro; esas pantomimas son la antítesis
de lo que se entiende en la ciencia del Folklore.

157 -Obviamente, debemos tener en cuenta que esta aseveración que hago no es solo por los colores, sino por
varias particularidades que se explican en otros artículos.

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Entonces, nos podemos dar cuenta que estos significados de los colores no solo son para moda o
lucimiento; pero tiene en nuestro origen una relevante importancia para la vida social, que no resultó
muy difícil por ello adaptarla a la heráldica venida de Europa, la cual ¿casualidad?, tenía los mismos
significados o muy parecidos a los que ya existían. Ergo: no cualquier color es utilizado en cualquier
baile. No quiero multiplicar ejemplos sobre esto, porque estas menciones de investigación no son un
tratado. Prefiero que lo haga el lector, pero que quede claro que no es cuestión de usar el “color al
antojo”, sino que cada uno tiene su significado, europeo el que entra por el Este a suelo americano, el
del camino del Inca, desde el Norte-noroeste, incas, aztecas, aimaraes, diaguitas. Entonces, ignorar
esos significados y tradiciones, no es bueno para el Folklore y la cultura en general. Los colores están
íntimamente ligados al Folklore. De esto se da cuenta Williams Johns Thoms principalmente, de la
cantidad de señales que recuerda daban con los colores, y que “algo” significaban; y ratifica su
pensamiento de que no era una sola ciencia la que abarcaría un estudio de costumbres ancestrales (las
de él), y su curiosidad lo lleva a inventar una palabra identificadora.158
El llamado 1er.Congreso de Folklore en Buenos Aires inventa un escudo que un emblema que
no tiene nada de heráldico, que debería, solo demuestra lo que el autor quiso explicar y que hizo
porque le gustó, y que cada quien se inventa un escudo como se le da la gana.
Se me ocurre una pregunta: ¿Es tan difícil estudiar, al menos un poco, que es el Folklore?....,
por supuesto que no, solo no hay que hacer sonseras, y “agarrar un libro que no muerde”, refrán
folklórico.
Los colores:
Los colores, por su impronta, se hicieron de uso frecuente en los salones de las grandes ciudades
de estos pagos, y pasaron a ser parte de prendas y de todo otro objeto con que se quisiera representar
algo. Así se llega al siglo XIX y entrado el XX, donde se acostumbraba a que los bailes de la alta
sociedad se hicieran principalmente aquello europeo o de estilo europeo, con sus colores
significativos, que de por sí ya estaban dando cuenta de la posible relación que pudieran tener sobre el
pueblo común. Obviamente, eso influyo en las costumbres criollas, paisanas, hasta que se hizo
costumbre por influencia de dos ramas principales: la telúrica y la extranjera. Los avances e inventos
ridículos o desconocidos por falta de estudio, significó que se perdiera su filiación llegándose al
extremo de no darle importancia, transformándose en moda. La ciencia considera a los colores como
importantes, no solo para usarlos en la vestimenta, según la condición de la dama o caballero,
folklóricamente hablando.
Desdeñar, o no darle importancia a los colores dentro del ámbito folklórico desde el Siglo XV
en adelante, no es prudente; a nuestro alrededor, en nuestra vida cotidiana, en la historia de la
humanidad, los colores no solo han servido para la moda de las damas y caballeros, sino como
simbología especialmente para las relaciones interpersonales. Creer entonces que el Folklore no lo
contiene, es un absurdo, casi rayano con el desconocimiento. Ergo: No se puede hablar de Williams
John Thoms, alegremente, sin tener en cuenta todo esto, porque significa no entender lo que pretendía
Thoms. Yendo al campo de los bailes, además de las vestimentas, los paisanos por su condición
económica, solo lucían colores más al alcance de su condición social y o paisanada sufridas al trabajo,
los principales, en especial en los pañuelos, tanto sean estos para bailar, o cuando no, prendidos al
cuello, cuyos colores no eran elegidos al azar.
Se sabe a través de estudios realizados por excelentes investigadores, como Carmen Arolf, en su
obra Evocaciones Argentinas, evoca como ejemplo, que el medio de la relación entre caballero y
dama, y los nobles paisanos y paisanos, para bailar usaban pañuelos más grandes que los comunes, y
de colores que reflejaran lo que se insinuaba. No faltaba la dama que llevaba dos, tres y hasta cuatro

158 -No entiendo que a esto no se le dé importancia, y el 1er.Congreso de Folklore realizado en Buenos Aires,
haya realizado un escudo para identificar al Folklore, y encima le inventa una orientación que deja mucho que
desear –para otro artículo-, pero que le da importancia a los colores. ¿Se fijó usted? Además, ¿se está seguro que
el 1er Congreso se llevó a cabo en Buenos Aires?

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pañuelos, y según la situación que se presentara, era el color que elegía para tener en la mano y a la
vista. Incluso, llegado el caso, hasta el negro usaba si la situación se volvía molesta o indeseable.
Las damas, por lo general usaban cuatro colores de pañuelo, y sus vestidos igual, aunque esto
era más liberal, pero siempre uno más que el del caballero: el negro, cuando había luto de por medio.
Los pañuelos que se usaban eran:
Pañuelo blanco: la dama insinuaba su pureza, virtuosidad, de atracción por el varón pretendiente, de
aceptación, en fin, de “bueno dale”; es el color que significa la fuerza del Génesis, símbolo de la
inocencia, de la unidad y de la pureza.
El Pañuelo verde: Tranquilizador, calma, espera, esperanza, descanso, serenidad, “ya llegará”. Aplaca
las “ansiedades” (Se entiende ¿no?).
El Pañuelo azur: lo espiritual; religioso; la pureza llevada al máximo, el diamante. Lo más preciado.
El cielo, el espacio, equilibrio, armonía y de alegría de vivir. Significa la aceptación de la entrega a
algo superior. Simboliza lo tradicional, los valores permanentes, la eternidad sin tiempo. (Por eso
nuestra bandera es azur y blanco, no “celeste y blanco” como es ahora)
El Pañuelo negro: El desprecio. El cese de la vida, la negación de lo humano, la muerte. Es la antítesis
del blanco. Se le atribuye toda la maldad de la que es capaz la humanidad.
El Pañuelo rojo: Pasión arrolladora, era más demostración de “ansiedades desmedidas” (“calenturas”
decía mi abuela), que se trataba con galanterías finas con intenciones adecuadas (a veces)159
Como dice Alberto Franco en Leyendas del Tucumán, en el baile, tanto de salones como de la
paisanada campestre, el color era una singular forma de transmisión de sentimientos. O sea que, el
color blanco, azul y verde tenían objetivos de una fina galantería, el asunto era cuánto de amistad se
estaba dispuesto a otorgar. Pero, ¡ay si te sacaban el pañuelo negro! Y el varón, el paisano, cuando
veía que la “prienda” tenía pañuelo negro en la mano, ¡pobre de él!, ni acercarse, pero el hombre solía
sacar solo el “rojo” que quería decir “ya vas a ver”, síntoma de dolor, pena.
Definitivamente, forma parte de la Antropología Folklórica el color y su significado. Hoy en
día, por desconocimiento o por moda estoy casi seguro que, como dije anteriormente, es solo por
descuido de no haberse preocupado en leer autores que no sean los “comunes”, aunque de todos
modos, haga lo que quiera, pero así, no es Folklore. Claro que no se puede hacer lo que no se conoce,
entonces se hace cualquier cosa, como ver bailar “gauchos de fantasía” con colorinches dignos de
gitanos húngaros, que podrá ser agraciado pero no es folklórico.
Existía un hecho singular que se daba: cuando la pareja ya estaba consolidada, ambos solían
utilizar el color blanco o el azur, lo que significaba su próxima unión. La pareja iba utilizando
distintos colores hasta que se consolidaba una relación, momento desde el cual ambos utilizaban el
mismo color, cerrando el circuito caprichoso de un sentimiento natural.
Concretamente, creer que los colores son por desvarío, investigadores de gran laya (al decir del
paisano), lo han descrito como una especie de obligación en el cortejo. El Folklore no es una cuestión
desestimable, por algo es ciencia. Pareciera que el Folklore es nada más que bailar a los saltos. No,
fíjese todos los aspectos que intervienen nada más que en él y por medio de un ritmo se envían
permanentes señales gestuales, acompañados con el significado del color del pañuelo, prenda que se
use o no siempre está en el conjunto. Es la seña del sentimiento.
Es esa la utilidad principal de una coreografía, que la lleva e incita la dama por lo general,
tratando de esquivar los embates amorosos del varón, y que a veces cuando utilizan el pañuelo con sus
movimientos trata de enviar señales que, con los esquives de la dama, y el movimiento del pañuelo, no
le es permitido llegar demasiado cerca, salvo que ella así lo desee. Entonces, es el mismo pañuelo el

159- A propósito, alguno podrá decir que si el blanco es antinómico al negro, ¿Cómo puede ser que se use el
blanco para luto? Mire; el luto por lo general es negro, pero por mera costumbre; religiosamente el alma llega a
la “Diestra de Dios Padre” por lo tanto es alegría, la mayor pureza, por ende se utiliza el blanco también, lo que
pasa es que se degeneró, y ahora se le llama “medio luto”, cuando es el verdadero luto del dolor, no de la
tristeza. Y no sigo con esto porque entraríamos en el campo de la filosofía.

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que dice si se aleja, que espere, que se acerque, o que directamente se vaya. No importa de qué baile se
trate ni de qué país; el pañuelo y su color es una demostración de sentimientos; no son boleadoras. El
baile es un acto sociológico, de relación interpersonal, como lo era hasta hace poco (y digo “era”
porque ahora cada quien se mueve como quiere, solo o a la “que te criaste”) No es seguro que
determinados bailes se hayan bailado originalmente con o sin pañuelo, pero que éste es símbolo de
señales no quedan dudas, que al igual que sus colores, son importantes.
Incluso, existieron actitudes, relacionadas con festividades paganas, como el baile de las cintas,
en que el color es muy significativo porque se están utilizando para unir la sociedad, y una cinta es
negra que significa “espantar al diablo”, antes de la festividad de la Pachamama. Si bien no es
estrictamente un baile, los colores de las cintas tampoco era algo caprichoso, sino que promovían un
ceremonial. Haciendo una analogía, en un Velorio de Angelito se bailaba, porque aunque éste era una
creencia de fiesta “del alma”, pero no era “baile de cortejo”; incluso se duda que haya sido baile; sino
una especie de rito coreográfico personal, que siempre trasuntaba un luto, una pena, un dolor. El
autor, tuvo la oportunidad de contemplar un evento de este tipo, al noroeste de Santiago del Estero,
allá por alrededores de la primera mitad de la década del ‘70, que después de una especie de
“chacarera” de rigor (chacarera, por la dama), todos los asistentes bailaban una zamba con pañuelos de
color negro, por el luto, con la pareja sin cortejo y con una demostración de pesa

CIENCIA, ARTE Y PROYECCIÓN

El hecho que marca el inicio de la constitución de una nueva ciencia fue cuando Williams John
Thoms publicó una recolección de vestigios referentes a las costumbres, supersticiones, observancias,
etc., del tiempo viejo, con el fin de reconstruir las “antigüedades populares”, aunque no fue su
intención de crearla como ciencia sino como adjetivo para la reunión de todas aquellas
particularidades que fuesen telúricas de “su ambiente”. Thoms, no era científico, pero estaba altamente
influenciado por los cuentos y escritos de Jacob y Wilhem Grimm, de quienes Thoms se basa no solo
de sus cuentos sino de la Filología alemana, y así como de Clemens Brentano y Achim von Arnim,
entre otros.
Pero fueron científicos quienes aprovecharon la palabra, como, por caso, Hume, Taylor,
Schmitt, quienes se dieron cuenta del verdadero ampliatorio de su aprovechamiento, y así se convierte,
explicado en forma sencilla, en la ciencia del folklore de todos los acontecimientos que hayan
trascendido el tiempo para constituirse en expresiones importantes populares, abarcando el estudio
universal.
Es por eso que involucionar alevosamente el folklore, es cuasi rayano con la ignorancia; debe
entenderse que el principal fundamento de su interpretación y estudio es el Materialismo Histórico
como de otras ciencias de apoyo, o sea que sin ellas, el Folklore no estaría completo como tal.
Desde el punto de vista artístico, que no es el único, el Folklore significa principalmente la
demostración empírica de destrezas, habilidades, costumbres, creencias religiosas populares e ignotos,
para quienes un determinado hecho telúrico corre el riesgo de desaparecer, por su falta de operación en
el grupo social del que pudo haber egresado, ¡¡y es eso lo que está pasando, aunque me parece que ya
pasó!!
La Ciencia del Folklore exige la consideración de escuelas:

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La Escuela Clásica: que es la que fundamenta que el estudio del folklore está en función de sus
portadores, quedando su evolución exclusivamente en su ambiente “Folk”, geografía que refleja los
hechos que determinan sus ignotos autores.
La Escuela Dialéctica: lamentablemente, en la actualidad ya no se presenta como una escuela de
investigación, cuyo fundamento está centrada en el método del Materialismo Histórico. Folklore como
un reflejo del desarrollo de los modos de producción en la historia de la humanidad, de sus valores y
creencias.
Evolución Situación de folklorización
La evolución del proceso de “folklorización”, no solo significa el aspecto social, sino que está
determinado por procesos secuenciales que persigue un bien cultural hasta adquirir el carácter
folklórico, pero sin obtener datos ciertos a quien pertenece su origen.
El tiempo: Es un importante factor porque marca el lapso histórico del patrimonio cultural
especulativo de un determinado grupo social. El tiempo puede decir cuan antiguo es un fenómeno y el
sentido de éste en una sociedad determinada.
El desplazamiento funcional: Son factores culturales que se dan en determinados periodos históricos
en una sociedad, cuando sus accionar por el avance de los tiempos, se desplazan hacia otros lugares,
sin ser nómades, y su ambiente Folk se modifica, pero su sentir cultural primigenio se mantiene; es el
caso de las inmigraciones. Vg. Los pueblos dominados por los incas.
La transferencia inter-social: La moda genera un cambio temporal en la conducta de la sociedad, pero
solo como consecuencia de los ambientes Folk, originados, cambiados, modificados, que en muchos
casos son adoptados por necesidad (Ej: la vestimenta)
La Transmisión empírica: Podría llamársele así a la transferencia de un hecho cultural, de grupo social
a otro grupo por medio de la praxis, así con el paso del tiempo toma la categoría de hecho tradicional.
La apropiación del factor cultural: Se da por lo general, cuando un factor cultural el tiempo y el origen
lo hacen desconocido, pero su función en la sociedad aún es reconocida y valorada, se conviene en el
patrimonio de la misma.
La Dialéctica Campo-Ciudad: Cuando la cultura de una sociedad popular determinada pasa a formar
parte del patrimonio folklórico o tradicional; la migración campo-ciudad, por ejemplo, obviamente
enriquece la cultura folklórica, pero eso no habilita a alterar lo que no se conoce.
La desvinculación de un hecho folklórico.
El factor cultural-folklórico, pierde su inmensa importancia devenida desde la sociedad
creadora, cuando es utilizada de manera irresponsable y con desconocimiento de la trascendencia en la
comunidad de la cual se originó y a la cual pertenecía.
Al perder el contexto folklórico se origina en un ambiente material, espiritual y social y cumple una
determinada función y utilidad; o sea la falsificación de lo desconocido.
Hacer ese capricho de “actualización/modernización”, la razón folklórica se transforma en un conjunto
de elementos, que a medida que son cercenados, el hecho no produce los mismos efectos funcionales y
con sentido. Por el contrario, se convierte en capricho cultural, y de actitudes de circo.
Debemos reconocer que, la actuación ridícula, nos obliga a la improvisación de un absurdo, a la
utilización de un hecho sin un previo estudio, investigación, y de saberse algo, sin una práctica
adecuada, que apareja los bienes seudo folklóricos, bajo el pretexto más “atractivo”, y esto daña las
manifestaciones populares y tradicionales.

LA PROYECCIÓN DEL FOLKLORE (I)

Y tengo la obligación científica de identificar lo llamado “Proyección cultural del Folklore”. Sin
lugar a dudas esto se debe entender como proyección cultural, cuando un hecho es trasladado de su
origen hacia otros escenarios geográficos como es el caso del sentir folklórico y no una alteración sin
sentido y falsificados de cultura.

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En la cultura Universal: los bienes folklóricos han generado grandes obras de carácter universal;
especialmente en la música, literatura y bellas artes. Además dieron lugar a su difusión, transmitida
oralmente pero ignotas.
En las Artes: la música, los bailes, la pintura, toman los rasgos de la estética tradicional –
TRADICIONAL Y FOLKLORICA- para utilizarlos en obras que se han convertido en patrimonio de
la humanidad ¿Quién fue el autor de las pinturas rupestres del Cerro Colorado?...
Las proyecciones, entonces, resultan los fenómenos reflejados o expresados fuera de su ámbito
natural, espontáneo. Una buena proyección prestigia el folklore de un país y contribuye a que éste
trascienda, destacando la personalidad cultural colectiva. En ellas se distinguen grados, desde el que es
deformado hasta aquel que parece identificarse con el folklore o lo tradicional mismo, por haber
captado fielmente sus rasgos. Las proyecciones se dan en variados sectores de la cultura, pero los
ejemplos más evidentes son los literarios y musicales.160
De la proyección (II)
Refiriéndose a esto, dice el prestigioso investigador Augusto Raúl Cortázar, que “las
proyecciones del Folklore son legítimas cuando se afianzan en el conocimiento directo y en la
documentación veraz de los fenómenos, con el estilo representativo del complejo folklórico que se
trata de reflejar. Dignamente expresadas, prestigian el Folklore de un país y contribuyen a que
trascienda de su realidad viviente a planos más difundidos, y a veces, más universales, acentuando la
personalidad cultural del país. A la inversa, las expresiones, chabacanas e irresponsables, conspiran
contra el patrimonio espiritual de la nación”161. (Tanto que lo citan pero no lo leen bien).
Para justificar este absurdo de Folklore moderno o actualizado, recurriendo a una falaz
proyección, paradójicamente, lleva a cometer dos serios errores.
La proyección folklórica se la debe considerar cuando una pieza es sacada, movida, proyectada
de su ambiente Folk y trasladada a otro lugar. Un ejemplo sería: un Escondido folklórico de Santiago
del Estero, tocado y cantado en San Luís; a eso la ciencia del Folklore lo considera “proyección
folklórica”, pero bajo ningún punto de vista esto permite, ni habilita a que sea desvirtuada en sí misma
ni que se le hagan modificaciones como cantarla como si fuera una tonada, se le inventen coreografías
o instrumentos no correspondientes, se adapte a su nueva región, etc. Sólo cambia de lugar tal cual es
y fue creada (tirar una piedra de un lugar a otro sigue siendo piedra pero “proyectada”), y así y todo es
relativo, porque a veces ni se sabe con exactitud de donde son provenientes algunos bailes. ¿El Gato
de dos giros es cordobés o cuyano?, ¿El Sombrerito es cordobés o jujeño?, ¿El Pala-Pala es de
Santiago del Estero, de Catamarca o de Tucumán? ¿La cueca norteña se toca con bombo o caja, con
quena o flauta de hueso?....¿y la cueca cuyana se interpreta con o sin bombo?...., ¿de donde es
originario el Sombrerito, y su inventada coreografía actualizada?
El carnavalito, la chaya, la chacarera, o cualquier otra pieza folklórica, se creó y musicalizó con
instrumentos muy específicos, particularmente zonales, de ambientes permisivos por su idiosincrasia y
geografía. No se cree, ni se sabe a través de las investigaciones realizadas por muchos estudiosos, que
los kollas, o los paisanos pampeanos, o cuyanos, hayan utilizado instrumentos como trompetas, bajos,
violín sinfónico, guitarras eléctricas o baterías en nombre de una proyección. Claro está que con estos
instrumentos puede sonar muy agradable un Carnavalito, o un Triunfo, o Chacarera, pero eso no obsta
que cuando “se modifica lo ya modificado” se desvirtúe aún más el sentido primitivo. Además, es falta
de sentido común y de cultura folklórica, aunque se sea doctor en Física, y lo digo por la forma que se
sostienen en el aire.
Dice Raúl Cortázar, refiriéndose a una pretendida proyección, que la misma se debe interpretar
como: “Son manifestaciones de indiscutible carácter folklórico que se producen ocasionalmente fuera
de su ambiente y desengranadas de su sistema funcional, aunque los protagonistas e intervinientes

160 -Digeder Sugerencias básicas para el estudio del folklore. ed CANADELA


161- Cortazar Augusto Raul - Esquema del Folklore – Ed.Columba Año: 1° edición 1959

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puedan ser miembros del ‘folk’ y por la índole de la manifestación supuesta (canción, danza, comida
típica), pero en cambio han dejado de ser funcionales, ya con respecto al ambiente geográfico, ya al
grupo social. Han variado las necesidades que se quieren satisfacer; las impuestas por las
condiciones de la existencia cotidiana lugareña, para ser sustituidas artificialmente por un afán
evocativo, por apetencias nostálgicas o propósitos concretos de afirmar la fisonomía y la
personalidad provinciana o extranjera frente a un mundo que se considera indiferente, desdeñoso u
hostil. En el uso de prendas campesinas o en las actitudes propias de los paisanos; en la reunión
hogareña en la que se sirven tortas fritas y se toma mate; en el cultivado matiz del habla regional o en
los platos típicos de un almuerzo criollo hallan pretexto los ‘trasplantados’ provincianos y
extranjeros, para recordar el terruño nativo; pero se ve que esos ejemplos no configuran auténticos
fenómenos folklóricos ni llegan tampoco a ser proyecciones. Son como gajos que se quiere cultivar en
macetas; proceden, es cierto, de ‘la tierra’ lejana, pero no se pretenda que equivalgan, por su
desarrollo y su función en la naturaleza y la vida humana, al árbol añoso del monte nativo.”162
El Folklore musical, asumiéndolo como tal, generalmente eleva el espíritu hacia algo superior y
gran parte de ello lo da el ambiente que lo rodea, como es más que probable haya sido la pretensión de
quienes fueron sus originarios e ignotos autores. Entonces, tener un sentido agudo e inteligente de
percepción de lo folklórico significa estar proclive a sentimientos espirituales imponderables,
sensación que no es cabalmente alcanzada si se desconoce o no se intuye el ambiente original.
¿Es difícil comprender que, si no se conoce su origen, no se puede inventar el presente?,
hay dos respuestas, o por conveniencia o por ignorancia.
Ahora bien; si se dice que un baile es tomado de reminiscencias tradicionales, con la inclusión
de todo tipo de instrumentos modernos y antiguos, como resultado de una versión libre producto de
una idea de alguien que no es anónimo, es aceptable, pero por favor, ¡entiéndase que no es Folklore!,
hay que dejar de llamarlo así, a des-culturizar al pueblo. No es criticable como lo hacen, a pesar del
gusto, lo lamentable es como lo llaman porque no lo es. Y no lo es no porque a lo mejor guste,
sino porque no se dan ninguno de los requisitos para ser tal, ni siquiera el ambiente folk es respetado.
Se reconoce que se escuchan piezas muy bellas, que dan mucha complacencia a quien las escucha o
las observa. Pero decirlo es indefendible desde el punto de vista científico. Decir que no me gusta la “7
de abril” o la “Zamba del Pañuelo”, porque no es Folklore, sería una necedad, es de gusto casi
generalizado, pero si a lo actualizado lo reactualizamos, estamos en un verdadero proceso de
involución de la cultura. ¡Llamarlo Folklore es una cisma herético!.......
No deja dudas de que la ciencia sería más comprendida, cuando en ocasiones de realizarse
manifestaciones públicas pretendidamente folklóricas, se pensara menos en la espectacularidad y se
guardara más respeto por su naturaleza misma, tratándose de evitar la utilización de toda una
parafernalia que surge de la mera especulación de quien se supone “folklorista”. Esto repercutiría
muchísimo en beneficio de la educación y la cultura. En el seudo Festival de Folklore de Jesús María,
actuó el folklorista……¡Piñón Fijo!......
….¡¡sin palabras!!!......
Evolución Situación de Folklorización
La evolución del proceso de “folklorización”, no solo significa el aspecto social, sino que está
determinado por procesos secuenciales que persigue un bien cultural hasta adquirir el carácter
folklórico, pero sin obtener datos ciertos a quien pertenece su origen.
El tiempo: Es un importante factor porque marca el lapso histórico del patrimonio cultural
especulativo de un determinado grupo social. El tiempo puede decir cuan antiguo es un fenómeno y el
sentido de éste en una sociedad determinada.
El desplazamiento funcional: Son factores culturales que se dan en determinados períodos históricos
en una sociedad, cuando sus acciones por el avance de sus tiempos, se desplazan hacia otros lugares,

162- Cortazar Raúl - Los Fenómenos Folklóricos - La palabra ‘folklore’ y sus acepciones

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sin ser nómades, y su ambiente Folk se modifica, pero su sentir cultural primigenio se mantiene; es el
caso de inmigraciones. Vg: los pueblos dominados por los incas.
La transferencia inter-social; La moda general un cambio temporal en la conducta de la sociedad, pero
solo como consecuencia de los ambientes Folk, originados, cambiados, modificados, que en muchos
casos son adoptados por necesidad (ej: la vestimenta).
La Transmisión empírica: Podría llamársele así a la transferencia de un hecho cultural, de grupo social
a otro grupo por medio de la praxis, así con el paso del tiempo toma la categoría de hecho tradicional.
La apropiación del factor cultural: Se da por lo general, cuando un factor cultural el tiempo y el origen
lo hacen desconocido, por su función en la sociedad aún es reconocida y valorada, se convierte en el
patrimonio de la misma.
De la payasada de la “fusión”
Uno de los más grandes daños que se le hace al folklore, o a lo que pretendemos que al menos
sea tradicional, es esa perversa idea de la “fusión” musical, la cual consideramos no es casual, sino que
con eso se busca “eliminar los valores intrínsecos de lo ancestral”, porque no es conveniente para los
intereses capitalistas del mundo, además que, de ver el pueblo su valor, es posible que se le vuelva en
contra a los grandes negocios que hay detrás de la música. Ya sé que no sería estrictamente tema de
este trabajo, pero no puedo dejar pasarlo por alto, ni moralmente ni patrióticamente, en respeto a la
patria y a nuestros mayores que en ella yacen.
Entre estas músicas híbridas-mestizas o de fusión-que probablemente existen en todos los
rincones del mundo, las que han tenido mayores impactos son las llamadas WorldMusic, Worldbeat,
Etbnopop, NewAge, Sonomondiale. Son músicas –y prácticas musicales-que nacen de la hibridación
de estilos musicales (étnicos) del Tercer mundo con las músicas afro-americanas de difusión masiva,(o
también, con un poco de suerte, de la fusión de músicas regionales europeas con otras músicas),
empaquetadas como producto para el consumo del Primer mundo, el elemento étnico se inscribe en
ellas como superficie, perfume, color, o simple alusión a un mundo sonoro despojado ya de
simbolismos culturalmente territorializados, [distribuidos sin frontera alguna]. Es por ello que las
músicas híbridas tratan de combinar el sentido para las diferencias musicales del mundo con “el
sentido para lo igual” [todo da lo mismo] y aquella re-producción mestiza les quitas un aura de
unicidad territorial”163
Pero también hay quienes se dedican a “confundir”, “confusionar” lo “fusionado”. Como en la
página “Folklore del Noroeste Argentino”, sábado, 23 de junio de 2007 que dice (textual): “De la
fusión de la música indígena con la música que trajeron los españoles nacen los géneros folklóricos
que tenemos hoy en día y otros géneros cuya influencia es escasa como las tonadas, vidalas,
bagualas,... (cantos con caja) que se cantaban en épocas precolombinas”. Y no es así, se produce una
simbiosis, pero ambas músicas TODAVIA existen por separadas, y ambas se consideran folklóricas
porque reúnen condiciones. Si no tendríamos que admitir que “antes de la colonización”, no existían
tradiciones telúricas. O sea, hablando claro, que el espectáculo absurdo cambia por lo tradicional….,
¡y bueh!
Existe un “lavado de cerebro” con una serie de ideología “modernas”, que hacen creer que la
vida es más fácil despejándose de valores y virtudes, y que la libertad en la totalidad de hacer lo que se
quiere. El que ignora esto es el que cae en la trampa de las propuestas de la New Age que inficiona
todo lo de valor que tiene un pueblo, entre ellos su folklore, y de allí el invento de esas fusiones
sinsentido y sin valor ninguno, porque moda no es tradición ni obviamente, folklore. La New Age es
un engaño venido del ocultismo que se presenta con muchas fachadas. La ideología que lo sustenta es
de origen pagano. Las ideas y prácticas que constituyen la New Age son difíciles de contabilizar,
porque no se presenta este movimiento con una identidad fija, sino con muchas fachadas diferentes.

163 - Dicotomías y sus descontentos: Algunas condiciones para el estudio del folclor musical Ramón Pelinski
[Publicado en la revista Txistularin º172,año1997

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Además, éstas no sólo son muy variadas y confusas, sino que surge constantemente con nuevas cosas,
nuevas ideas -o ideas viejas convertidas en nuevas- nuevos métodos, nuevas teorías e invenciones. Es
decir, es un movimiento teórico y práctico con una capacidad de mutación y de variabilidad realmente
asombrosa. De ahí la dificultad en descifrarlo, dividirlo, catalogarlo.
Pero, qué casualidad; si pensáramos nos daríamos cuenta que, además de ofensa a nuestra patria
y valores, nos lleva hacia un paganismo que es “retroceder” a tiempo folklóricos, pero con la
diferencia de evitar las religiones, y caer en graves esoterismos que lavan la cabeza y anulan la
inteligencia; de hecho lo vemos con solo salir a la calle.
Se llega a tal grado de estupidez e ignorancia, al menos del folklore, que en el periódico
Ambito.com164, sale una editorial principal, sobre “Tonolec, la fusión entre música ancestral toba y
electrónica”. Ya el título es una barbaridad, y expone “Así, y tras mucho tiempo de investigar e
interactuar con la comunidad toba surgió Tonolec. Con tres discos editados desde 2005, la banda se
convirtió en una marca registrada del nuevo folklore nacional: cantos ancestrales de esa comunidad
indígena fusionados con electrónica. Pero no se trata simplemente de versiones remixadas, tal como
ellos destacaron: es "un trabajo de integración" donde cada detalle está cuidadosamente presentado.
La lengua nativa, la estética de sus shows y también la presencia de sus protagonistas no son (ni
podrían ser) mera improvisación. Mantienen una estrecha relación con varias comunidades qom, a
quienes en forma de coros o solistas invitan a cantar durante sus recitales e incluso ofician de
traductores en canciones como "Cinco siglos igual", incluida en su último disco, "Los pasos
labrados" (Y no doy los nombres de los “fusionados” por cuestión ética, cosa que ellos no lo tienen
con lo ancestral, casualmente, y el periodista mucho menos)
Repito, no sería exactamente tema de este trabajo, pero moralmente me impedía dejar de
hacerlo. Ahora, ¿Cómo se debe interpretar esto?, ¿Cómo folklore?, si es así, me dedico a monja de la
New Age
Tengo que reconocer, que es la primera vez que encuentro un artículo con cierto sentido de
racionalidad científica en un medio de comunicación, el cual si no es exacto a lo que considero como
ciencia, es lo opuesto a las payasadas que se hacen en nombre de la absurda llamada proyección
folklórica. Este artículo es tomado textual de “Del folklore y sus proyecciones” por René Vargas Vera,
para La Nacion, lunes 14 de diciembre de 1998, expresa lo siguiente: “Corresponde cerrar aquí el
distingo entre folklore, proyección y renovación -largo tema-, para repasar conceptos que pueden
sernos útiles […]
Tras caracterizar al folklore como bien común, colectivo, tradicional, que integra -asentado en la
costumbre- el patrimonio de una comunidad, funcional, socialmente vigente, y transmitido oral y
libremente, llegamos al concepto de proyección.
La proyección folklórica, dijimos -ateniéndonos siempre a las definiciones de don Augusto Raúl
Cortazar-, se produce fuera del ámbito cultural originario, asumida por creadores conocidos que se
inspiran en la realidad folklórica y la imitan, reelaboran y estilizan para consumo de toda clase de
público, y se difunde por medios técnicos e institucionales.
Atahualpa Yupanqui -tan proyección como Hugo Díaz, Eduardo Falú, Ariel Ramírez, Cuchi
Leguizamón, Waldo de los Ríos, etc.- solía decir que esperaba como premio del pueblo la
consagración del anonimato. Y recordaba los versos de Manuel Machado (el gran poeta, hermano de
Antonio): "Hasta que el pueblo las canta,/las coplas, coplas no son;/y cuando las canta el pueblo,/ya
nadie sabe el autor. Tal es la gloria, Guillén,/de los que escriben cantares:/oír decir a la gente/que no
los ha escrito nadie". El folklore no se organiza como un espectáculo, sino que se cumple
naturalmente como un rito propio, intransferible, de cada comunidad; fiel al estilo y a las formas
transmitidas desde tiempo inmemorial.[…]

164 - AMBITO.COM Viernes 9.1.2015

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Entre las proyecciones del folklore argentino se cuentan innumerables canciones -verdaderos
tesoros de belleza- que prestigian la música popular. Su predicamento -más que su pura fama (que
siempre engaña)- radica en que, por su nobleza y autenticidad, están predestinadas a ese glorioso
anonimato que ambicionó Yupanqui. Este regreso al pueblo de los elementos legítimos, elaborados
por verdaderos artistas, conscientes y responsables, acaso revitalice el patrimonio común cuando sus
creadores descartan, con dignidad y respeto, la tentación de la globalización.
El peligro de la mundialización producirá su efecto deletéreo sobre las identidades nacionales o
regionales cuando el músico o el poeta, en lugar de "pintar su propia aldea para pintar el mundo",
esboce (ya inexorablemente transculturizados) confusos garabatos para retratar una babélica, anodina
aldea global. El riesgo, la amenaza se cierne cuando llega la mentada renovación.
Si la proyección no implica en sí misma desvío o adulteración, sino otro contexto, otro objetivo,
la renovación folklórica suele justificar mamarrachos en su nombre. A veces bajo el nombre de
vanguardismo.
No se remoza el folklore sólo por el mero capricho de adosarle timbres nuevos con instrumentos
ajenos a su estética, como pueden serlo un saxo, un bajo eléctrico, una batería, etc. La forma también
puede estropear los contenidos. (Una de ellas es desfigurar el pulso de los ritmos.) En este caso es
aplicable la cuestión axiológica del fin -estético- y los medios -lo ético-. Para discernirla es preciso
distinguir entre el qué y el cómo”
Bela Bartok sostenía, con la autoridad que le dio su sólida tarea de recopilación de cantos
seculares en las aldeas húngaras, que "saber tratar las melodías populares es uno de los más difíciles
trabajos que existen", para respetar sus caracteres específicos, para conservar su propia y típica
fisonomía, y darle relieve. Y concluía, lapidario: "En manos de quien no tiene talento, ni la música
popular ni cualquier otra puede adquirir importancia".
El ambiente folk
Saber que es y conocer el ambiente Folk es algo fundamental para comprender el natural
sentido de lo que motivó la creación de una pieza folklórica. Por ejemplo, cuando se escucha un
lamentable p'anpaku en la Puna o en Tilcara al son de una simple caja, un siku y una tarca; o una
zamba galana con sacha guitarra y bombo tambor en Tucumán, o una chacarera con bombo legüero y
sacha violín, o flauta de hueso, en algún recóndito lugar de la provincia de Santiago del Estero, ese
sentimiento ineludiblemente emocionado, se transfiere ambos lados de nuestro sentir: en la mente y
en el corazón. No se entiende de igual forma una chacarera en San Juan o Mendoza, simplemente por
lo natural que lo rodea (ambiente folk), pero sigue siendo chacarera; ¿y esto?, ¿por qué no se
entiende?, simple, por lo geográfico que rodea la música.
Pritchett en su obra explica la subjetividad espiritual de ese sentir ambiental, al aducir que se
introduce en “La geografía espacial, de una persona, tribu, comunidad, grupo humano, pueblo y
nación, radica en el lugar donde se nace, pero no es solamente esto. También esto va directamente
relacionado con dos categorías: la Categoría Terrenal: el viento, la tierra, el aire, los árboles, el agua,
los animales y las personas que los rodean. Ya que para un originario de cualquier grupo humano, la
tierra, lo es todo, incluyendo su alimento, vida y diversión. El impacto de esto que decimos se vio y se
sigue viendo, cuando aquellos originarios fueron sacados de sus tierras, desprendiéndolos de su árbol
genealógico ancestral, y una Categoría Astronómica: El sol, la luna, las estrellas y los planetas. Las
dos categorías son relevantes, ya que cuando una persona nace en cualquier lugar del planeta, es en ese
lugar donde deja su primera sangre, es allí donde se siembra. Al nacer cualquiera persona, con su gota
de sangre, este es el que lo conecta con la tierra en donde nació, y vio la luz solar, y lloro por primera
vez. Donde dio sus primeros pasos, comió sus primeros alimentos, esta acción humana tanto orgánica
e inorgánica, es lo que nosotros identificamos como la "geografía espacial" de una persona,
agrupación humana, comunidad, pueblo y nación”165

165 - Pritchett, V.S., The Spanish Temper (1954). Alfred A. Knopf, New York.

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Por eso es que el ambiente Folk, el lugar telúrico, juega un papel fundamental para identificar lo
folklórico. No es la misma sensación interior escuchar una Huella en medio de la pampa bonaerense
que en el obelisco de Buenos Aires, aunque sea la misma, interpretada de la misma forma y por los
mismos intérpretes. No produce el mismo efecto interior, en el espíritu, escuchar un Carnavalito en
Tilcara que en Córdoba o Santa Fe, sencillamente porque se lo está privando de su entorno folk, el
cual le provee la razón de ser de la pieza, su entorno natural que convoca al sentimiento de la pieza y
hace en forma directa a la idiosincrasia del pueblo que la creó. Y por si a algún despistado habla de
emociones por escuchar cualquier pieza tradicionalista, estando nosotros “fuera” de nuestro ambiente
o de nuestro país, se convierte todo él en el entorno folk, es lógico que así suceda, porque todo el
ambiente y sentir folk, todo lo que nos falta nos hace saltar el lagrimón. A mí me sucede ¿y a usted?,
pero no es Folklore en el sentido científico. Eso lo sienten los que entienden lo que es Patria. Lo que
pasa, es que no se cree que “Patria y folklore” se funden.
Por ello, sin el discernimiento del ambiente folk, resulta imposible comprender aquellas
percepciones y sentimientos incomparables de quienes fueron sus autores originarios, y mucho menos,
cuando estas obras musicales son ejecutadas con artefactos eléctricos, resultando una flagrante
trasgresión a la ciencia y a la cultura. El asunto es tener buen gusto, y nada más. O cuando se escucha
una Zamba Alegre, que lo único que se entiende es cuando anuncian el título de lo que se va a
ejecutar; ¿es que hay “Zamba Triste”?. Eso es degradación.
Es encantador y emotivo a la vez, escuchar, todavía ahora, en pueblos perdidos de nuestra rica y
exquisita geografía argentina, que no están demasiados inficionados por modernismos, a los paisanos
cantar y tocar sus canciones con instrumentos nativos o tradicionales, los cuales no son producto de la
casualidad, sino que fueron fabricados originariamente en función de los medios disponibles y para
resaltar lo que se quería demostrar, decir, manifestar, etc., y que su traslación en el tiempo
desconocido es lo que los transforma en folklóricos o tradicionales.
¿Usted, estimado lector, quiere saber que es algo folklórico?, ¡fácil!, vaya al norte del Chaco,
en la zona de San Martín, Bermejito, y vea y escuche a los indígenas y paisanos tocar sus instrumentos
y bailar, todos llenos de barro, semidesnudos, mientras otros pescan, y verán lo que es Folklore. Ahora
¿quién sube con esa facha al escenario de Cosquín?...,
Preguntándose qué se quiso decir o expresar, es la forma adecuada de escuchar música de origen
folklórico, como cualquier otra buena música. (Mire, el vals Danubio Azul, de Johan Straus, es algo
bello de escuchar en cualquier parte del mundo, pero le aseguro que no tiene parangón y lo entendería
mejor oír sus sones a orillas del rio Danubio). Únicamente de esta forma, al escuchar instrumentos
como: el erke, el violín de una cuerda, la flauta de hueso, la quena, el siku, el tambor de agua, el
bombo legüero, la flauta de pan, el flautín de hueso, la quena pentatónica, la tarka, la anata, la
kajachata, erkencho, flautilla, mamby, pinkullo, naseré, sereré, sistro, etc., de los cuales se sacan
sonidos particularísimos, se puede entender medianamente cuál era el sentir del pueblo, qué quería
decir y qué expresaba: sus alegrías, penas, rigores, sentimientos religiosos, etc. Obviamente, existen
instrumentos de otro origen, como pueden ser la guitarra, el piano, clavecín, órgano de tubos tacuara,
el violín, que bien se han ganado la denominación de tradicionales, según los casos, pero no de
folklóricos, además se han hecho costumbre.
Solo como referencia y aclaración, diferente era la situación se daba entre las principales
ciudades y el interior campestre; en las primeras generalmente en galas realizadas en salones de la alta
sociedad, donde se notaba más la influencia extranjera –en especial europea- en los bailes, como el
vals, el shotis, gavotas, pasodobles, las que luego con las improntas y necesidades de expresión de
nuestro pueblo, fueron integradas a nuestra idiosincrasia como bailes, existiendo sólo en esos lugares
y condiciones, instrumentos como el clavecín o el violín, porque eran los que tenían acceso a ellos.
De tales lugares, y evidentemente influenciadas, surgen bailes como El Cuándo (que bailara con gran
elegancia el general San Martín), El Shotis Criollo, La Gavota, el Minué, La Condición (que bailó
Belgrano “en Tucumán” y su nombre fue puesto por el significado). “Hacia el año 1700 llegó a

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Buenos Aires un antiguo y prestigioso baile europeo: la contradanza, que dio origen al cielito y se
diversificó en formas derivadas que se llamaron el pericón y la media caña. El cielito tuvo
extraordinario auge en todo el país, durante la época de la independencia. El galanteo amatorio se
combinó con temas patrióticos, haciendo del cielito una danza nacional que los soldados cantaban en
el sitio de Montevideo y que San Martín llevó a Chile en 1817”166 ¿de dónde sacan los estudiosos que
estas danzas, individuales, penetraron por diferentes lugares al país?
El pueblo llano de las grandes ciudades, obviamente se vio influenciado, creando bailes como
El Pericón, adaptación del Contrabaile europeo, en especial vienés, mezcladas con ritmos telúricos.
Gran parte de estas influencias europeas, llegaron desde el siglo XVIII ya con los educados europeos,
y conjuntamente, los escuadrones militares con sus bandas de música y guerra, aportaran gran
influencia con sus instrumentos, que se utilizaban en las galas, con sus bronces (trompas y clarines),
tambores, y que fueron adaptándose a nuestra idiosincrasia. Pero, perdón por la insistencia, menos
pueden ser folklóricos. Si es dable concluir que ni la guitarra, el más popular de nuestros instrumentos
tradicionales puede ser considerado estrictamente folklórico, devenido de España, pero de origen
árabe, ¿cómo se puede decir que es Folklore una pieza musical con inclusión de instrumentos
electrónicos extraños al sentir original, dignos de la NASA? Ergo: El General José de San Martín,
había estudiado con el gran maestro de guitarra Fernando Sor167, y tocaba variados tipos de música
tanto de concierto como criollas, desde la clásica hasta la autóctona, pero en lo que nos compete las
nuestras son folklóricas porque se desconoce el autor; Tonadas, en Cuyo, Zambas en Tucumán,
milongas en Buenos Aires y Córdoba, y así.
Pero, así como en los grandes y elegantes salones de nuestro país se utilizaban instrumentos de
origen extranjero, en los más recónditos pueblos y lugares de nuestro país los instrumentos que se
utilizaban eran propiamente telúricos, fabricados con los materiales de que se disponían, además no les
resultaba obtener instrumentos de las grandes ciudades.
Los instrumentos hacen al medio folk, es como si copiaran su medio de vida social. Tenemos
sobradas muestras de instrumentos folklóricos como algunos de los mencionados, a los que se les debe
agregar igualmente otros muy centralizados, como por caso, el requinto, el tambor o el singular y
primitivo cajón, que son envases de frutos para comerciar, que tenían a mano generalmente los
esclavos de raza negra, y surgieron mayormente en ciudades portuarias como Buenos Aires,
Montevideo, Río de Janeiro, o por la costa del Pacífico, desde Chile a la Gran Colombia. Los negros
en Buenos Aires y Montevideo, entre los Siglos XVIII y principios del XX, ejecutaban sus bailes

166 - Atlas Universal Ilustrado Enciclopedia Estudiantil Tomo III CODEX Danzas Argentinas
167 - Gerónimo Espejo en su libro El Paso de las Andes: Crónica de las operaciones del ejército de los Andes,
para la restauración de Chile en 1817. Ed C. Casavalle, 1882, “El Gral San Martín, el folklore y la cultura
militar” dice: San Martín fue un destacado guitarrista, formado en la escuela del célebre músico Fernando Sor,
en la Academia Militar en España, relación que para él trascendía más allá del gusto por lo interpretativo, sino
como profundización de los sentimientos y valores que eleva al hombre hacia lo sublime. No descuidó la visión
telúrica y el impacto del ambiente Folk que la música autóctona, criolla, tenía sobre sus tropas, considerándola
como algo natural y necesario, formando parte de la vida militar, incentivando momentos alrededor de los
fogones expresiones a través de cantos, poesías, danzas nacionales, marchas, con los instrumentos
característicos de cada lugar, no solo para revitalizar la cultura, sino como elemento estratégico para la moral de
la tropa. El campamento del Plumerillo se hizo famoso por donde circulaban entre opiniones y noticias, los
mates, sino también los exquisitos sones de guitarras, requintos, flautines, tamboriles, con las expresiones
criollas populares de esa época, no descuidando de la mente lo próximo del inicio de la acción libertadora.
Cielitos, tristes, gatos, cuecas y cogollos, relaciones por doquier, y en donde San Martín no desperdiciaba la
oportunidad de cantar tonadas al son de su requinto, mención devenida por "la tradición oral que asegura que
San Martín gustaba improvisar con excelente voz de bajo". Es muy sabido en la historia del baile criollo, el
aporte que hace San Martín en cuanto a la difusión de los mismos. Era natural que el repertorio de las bandas de
música y guerra de la época era notoriamente español: -polcas, mazurcas, valses, marchas-, y fue San Martín el
primero que hace tocar a una banda militar la música criolla argentina como signo de nacionalismo (dice la
tradición oral, pero no inventa ninguna macana como que era chacarera, cuando, o chamamé estilizado. ¡Uy! ¿no
estaré dando una idea?

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afroamericanos al son de sus tambores, como el ritmo del Candomblé que se podría decir que es
folklórico, aunque no influyó mayormente en el interior de nuestro país. Lo gracioso, de verdad muy
gracioso, es ver cómo se “acompaña una zamba o una chacarera” con un cajón y platillo de bronce. ¿y
la cultura, dónde está? ¡¡donde está!.....
Los músicos, o simples exploradores de sonidos, o llamadores como las caracolas, tal usaban
nuestros ignotos ancestros quienes eran meramente intuitivos; tocaban lo que les salía, lo que sentían,
y lo que su habilidad les permitía, algunos de ellos de buen sentir y otros ni idea, pero todos eran de
una sociedad; no existía SADAIC. Pero es dable observar en este sentido que, con la práctica utilitaria
de músicos con actualizados y excelentes niveles de formación técnico-académica, la cual no es solo
intuitiva sino más bien técnica, con sus pretenciosos arreglos y modificaciones de la música de raíces
nativas, nos hemos resignado a la pérdida de muchísimos de los pocos rasgos folklóricos que nos
alcanzaron, y que al tomar contacto con otros estilos y géneros se incorporan otros extraños a nuestro
acervo. Cuando la música de origen folklórico, es adaptada con nuevas instrumentaciones y tratada
bajo enfoques musicales con arreglos modernos e interpretada con técnicas académicas, se vuelve
heterogénea y fuera de nuestro sentir nativo
Estética
El término estética (del griego αἰσθητική [aisthetikê], ‘sensación’, ‘percepción’, y este de
αἴσθησις [aísthesis], ‘sensación’, ‘sensibilidad’, e -ικά [-icá], ‘relativo a’) tiene diferentes acepciones.
En el lenguaje coloquial denota en general lo bello, y en la filosofía tiene diversas definiciones: por un
lado es la rama que tiene por objeto el estudio de la esencia y la percepción de la belleza168 La Estética
es la rama de la Filosofía que tiene por objeto el estudio de la esencia y la percepción de la belleza.
Formalmente se la ha definido también como "ciencia que trata de la belleza de la teoría fundamental
y filosófica del arte" (Formaliter etiam definitur "philosophica scientia quae non in specie ratio atque
ars fundamentalis).
Siempre resulta agradable escuchar un ritmo de chacarera bien hecho con instrumentaciones no
convencionales para la ciencia. Pero, es sólo eso: un ritmo (soportable en algunos casos), y hasta se
puede considerar como “popular”, no más allá. Ya lo decía Santo Tomás: «......lo que de hecho es
amargo o dulce, parece amargo o dulce para quienes poseen una buena disposición de gusto, pero
no para aquellos que tienen el gusto deformado».169
Y esto forma parte de la estética: “el buen gusto”. No es menor lo que dice Santo Tomás,
simplemente porque el buen gusto es un rasgo del espíritu que refleja fielmente y valora la ciencia y el
arte, y se adquiere en forma directamente proporcional a la cultura. O sea que hacer folklore puro es
imposible por desconocimiento, pero añadirle el mal gusto que se ve, ya es un derroche de tonterías y
bobadas. “Los necios –dice el salmo (118, 12)- "me rodean como avispas".(Stulte, inquit, et iterum in
psalmo (CXVIII, XII) - "me sicut apes circa")”
Eso de que sobre gustos no hay nada escrito, es relativo, pero en el caso del Folklore, como
toda ciencia que estudia la expresión popular, el gusto tiene límites científicos y culturales. Es más o
menos como interpretar a Mozart con ritmo de Cumbia; a alguien le puede gustar, pero........, Santo
Tomás hace analogía con el asno porque lo compara al asno, animal estulto: "Para el burro es un
animal estúpido, por eso se dice, y el culo, es decir, de la comprensión. Del mismo modo, un hombre
de entendimiento ..." (Super Ev., Matt. CP 21 LC 1) "Quia asinus est animal stultum, unde dicitur
asinus, idest insensatus. Sic homo insensatus..." (Super Ev. Matt. cp 21 lc 1)
Aunque para no ser tan duro en el tema, reconozco que hoy en día, pretender difundir
científicamente, preciso y escrupuloso al Folklore, ya sea en los medios de comunicación o en algún
festival seudo folklórico, obviamente no tiene futuro triunfal por.......¡¡¡aburrido!!!, y puede que lo
sea, además sería imposible. Tampoco se pretende que se eviten todas las piezas musicales y

168- Ref: Rashevsky N: Progresos y aplicaciones de la biología matemática-Espasa-Calpe, 1947.


169 - Santo Tomás de Aquino - Sent. Libri Et. III, 10, 6

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coreográficas de buen gusto que se hacen, porque no tendría sentido: si está bien hecho y de buen
gusto, es bueno, pero insisto: no es folklore.
Y aunque nadie está obligado a que le guste esos estilos de baile, no contiene en absoluto lo que
se llama “estética de la música”, por eso es que de ahí a modernizar o distorsionar algo sólo porque
“me gusta”, es cambiarle el verdadero discernimiento de lo que dice que le gusta; es una incoherencia
cuando menos. “Cuando busca caracterizar el estulto - la estulticia como opuesto a la sabiduría - se
refiere propiamente al no darse cuenta de la conexión entre medios y fines: "In rationali vero respectu
finis, stultitia, ut non afficiatur aliquis debite ad finem, et contra hanc est sapientia" (III Sent. d 34
q1.2 c).
Adam Schaff, en Filosofía del Hombre170, especifica que existe una estética filosófica en la
música folklórica. La misma se desprende en cuanto al entendimiento de una pieza musical
folklórica, un principio especulativo, que solo la razón pura, la filosofía, puede encargarse de
desentrañar, pero es imposible, al menos por ahora. Schaff agrega que es la música que se transmite
por tradición oral, es decir, carece de escritura y se aprende de oído, pero lo de antaño, no se sabe,
entonces no puede ser hacer lo que “se me ocurre”, porque ha sido compuesta por individuos y
colectividades que permanecen en el anonimato. Eso es conjeturar algo sin sacar conclusiones válidas
científicas, mucho menos pretender modernizarlo porque, reitero, no es Folklore171.
Jan Vansina172 completa y matiza la idea anterior cuando afirma que «las tradiciones orales son
todos los testimonios orales, narrados, concernientes al pasado. Esta definición implica que sólo las
tradiciones orales, es decir, los testimonios hablados y cantados, pueden ser tenidos en cuenta». Y
además, apostilla, «la tradición oral sólo comprende testimonios auriculares, es decir, testimonios que
comunican un hecho que no ha sido verificado ni registrado por el mismo testigo, pero que lo ha
aprendido de oídas». Así pues, distingue Vansina el testimonio ocular (que no pertenece a la tradición
porque no es narrado) y el rumor (que aunque es transmitido oralmente no concierne al pasado), de la
tradición oral propiamente dicha.
Como bien se sabe, la estética está relacionada con la percepción de la belleza y la fealdad;
Platón, “aseguraba que lo más bello, lo más hermoso que una persona podría contemplar es la
sabiduría” y al criterio de Santo Tomás, también con los elementos humanos y con los modos en que
las emociones se trasuntan en los sentidos música de sentimiento desconocido. ¿Y eso como se sabe?
Fíjese lo que dice Platón: “la sabiduría”, bueno, no queda otra que estudiar, o hacer lo que le parece
lindo, sin saber qué se hace.
No se debe, alegremente, “crear al antojo” músicas y llamarlas folklóricas, porque se
desconoce su estética natural. El mismo contenido de la música (del griego: μουσική [τέχνη] - mousikē
[téchnē], "el arte de las musas") es el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación
coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el
ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos, que en el caso del Folklore
se le agrega la estética son todas condiciones desconocidas. Y esto es fácil de deducir: la música es
sentimiento, cuando hace mover al espíritu “no las patas”. La estética es parte de la música, pero, en
este caso, la estética originaria y como respuesta humana al sonido y a lo que quiere decir.
Y el decir música folklórica es a un tipo de sonido muy especial, que es espontáneo del ser
humano, y representa muchas cosas. Entonces, pretender decir Folklore a algo “inventado en el
presente”, o “inventar bailes como en el siglo XX especialmente y se empeora en el XXI”, es cuando
menos cuestión de gusto, pero de una tremenda incultura, y si a eso lo modernizamos aún más, ya es
una obra de arte de la ineptitud de inteligencia.

170 - Biblioteca Ciencias del Hombre - Ed. Lautaro - 1964


171 - NA: Esto de modernizar le cabe a todo el folklore de todos los países no solo al nuestro, solo que hay otros
que le dan mayor importancia científica.
172 - Vansina, J. (1966): La tradición oral, trad. de Miguel M.ª Llongueras. Barcelona: Labor.

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¿Entonces cuál es el objeto de la estética de la música folklórica?; es la belleza en el sonido, “a


gusto de quienes la crearon originariamente”, no a gusto de quienes la conforman en el presente.
¿Cuándo habrá sido ese tiempo, entonces, para poder decir que es o no folklórica?, ¿y cómo habrá
sido la coreografía original si es que la tuvo?, y si en un supuesto se descubre las dos incógnitas
anteriores, faltaría seguro el requisito principal: lo ignoto. Que debemos defender lo que presumimos
por sobre lo foráneo, yo me acoplo, pero me resisto a creer que un bailecito rockero es folklore. De
ahí que se agrega otra ciencia al Folklore, la Filosofía Social.
Hoy en día, sin detenernos ni siquiera a pensar un poco (es una habilidad y hay que saber pensar
bien, claro), se observa herejía tras herejía y la llamamos Folklore, y una mencionaré (de las
muchas) como ridícula: ¿observaron la velocidad que le imprimen a las músicas que le dicen
folklóricas?, parecen de Fórmula I……
De ahí que resulta un despropósito cuando se toma una bella pieza de nuestro cancionero
folklórico o tradicional y se la deforma con arreglos muy particulares por sobre la verdadera intención
de sus orígenes, cuando lo que se está logrando en definitiva, es hacerle desaparecer lo poco de
tradicional que pueda llegar a tener. Es penoso escuchar una bella zamba tradicional con ritmo de rock
o con un frenesí delirante, como se escucha demasiado últimamente, porque se complejiza e hibridiza
al ser adaptada para nuevas formaciones instrumentales, al ser trabajada en el pentagrama, tratada bajo
otros enfoques arreglísticos.173 Vale aclarar que “estudiar música no habilita a degenerarla” ¿Qué a
alguien le gusta?....., sí, puede ser, cada quien es dueño de su oído, pero sugiero recordar, cada tanto es
bueno leer algún tratado sobre la Estulticia.
La Música Folklórica y la Estética, es la música que se transmite por tradición oral, es decir,
carece de notación escrita. La música folklórica se encuentra en la mayoría de las sociedades del
mundo y se da en formas diferentes y bajo una gran variedad de condiciones sociales y culturales, y
estéticas particulares.
Se sabe que la estética está relacionada con la esencia y percepción de la belleza y la fealdad,
también con los elementos propios como las respuestas humanas y con los modos en que las
emociones condicionan tales respuestas cuando la música folklórica se relaciona con las repuestas
humanas al sonido, y al decir música folklórica es a un tipo de sonido en especial, que es espontáneo
al ser humano, y representa muchas leyendas, raíces y costumbres del hombre mismo.
Concluímos entonces, que el objeto de la estética es la belleza en la música folklórica, en el
sonido del tipo de melodía.
Su relación con la comunidad se da normalmente cuando pasa de un músico o instrumentista a
otro, o de cultura o siciedad diferente, y tiende a sufrir cambios originados por los impulsos creativos,
los errores de memorización, los valores estéticos de quienes la aprenden y la enseñan, y la influencia
que ejercen estilos de música extra sociedades. La música folklórica suele recibir también influencia
de la música artística de los centros culturales cercanos de tiempos remotos (ciudades, cortes,
monasterios), que a menudo funciona como una especie de remanso cultural que conserva, durante
largos periodos, las características de una música culta, de músicos profesionales pero que no son
identificados. Igualmente puede ser la música con la cual una comunidad étnica se identifica mejor a
sus costumbres y ritos.
El objeto de la estética lo constituyen las impresiones que la contemplación de las cosas bellas
produce en el hombre. Entonces en la música folklórica el hombre contempla la belleza del sonido que
produce. En general la estética que tiene la música folklórica va a ser bastante similar a la de la música
en general, y en particular a la sociedad a la que pertenece su arraigo aunque sea la misma música.
Para Platón hay una belleza exterior, corporal o de los sentidos, y otro interior que él identifica
con la virtud. En éste caso la música folklórica viene a ser parte de una belleza exterior, ya que se
aprecia lo bello a través de los sentidos del hombre.

173- Folklore Musical Argentino, Lic en Composición. Fac Filosofía y Humanidades– UNC

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Las huellas estilísticas caracterizan a regiones y países. Las melodías folklóricas, aunque con
variaciones locales, suelen permanecer donde han nacido. No obstante, de vez en cuando, pasan de
una región a otra, obviamente cambiando su estilo.
Vestimentas
Siguiendo la misma línea de razonamiento, igual atención merece la vestimenta. Creer que los
pueblos originarios de estos lares andaban desnudos hasta que llegaron los españoles, como he
escuchado por ahí a más de un ignorante, y de los buenos, es una estupidez. El hombre, desde la
prehistoria necesitó cubrirse, y con más lógica que muchos folkloristas actuales, lo hacían acorde con
el ambiente geográfico que lo rodeaba y además por el tipo de trabajo que realizaba. No vale la pena
que explique mayormente esto, aunque ganas tengo para desburrar a más de uno, y como dijimos se
absorbe desde la ciencia se la relaciona íntimamente con el ambiente Folk, el hábitat. Cada región
tenía –y tiene- su estilo del vestir, vestimentas típicas, y éstas que no estaban dadas por modas, solo
tenían como objeto una forma de taparse, de cubrirse, de protegerse, y con los medios disponibles al
alcance de la gente, y que eran adaptadas acorde con las actividades que se desarrollaban y a las
exigencias del ambiente, al clima y a las tareas que normalmente cumplía.
Y en este sentido del vestir, se ve involucrado, falsamente el gaucho, tanto como ente
“huajcho”, en el análisis de su condición y en forma directa; y esto es así porque se ha hecho
costumbre distinguir al gaucho como un personaje festivalero y con un ropero digno de pudientes (un
gaucho que nunca bailó). Por una mala costumbre, se denomina gaucho a todo aquél que,
extravagantemente disfrazado, baila ritmos de chacareras, zambas, etc. con acrobacias merecedoras de
ser declaradas olímpicas.... ¡cuán equivocada es esta creencia!, ni el gaucho bailó, ni se vistió así.
Pretender que la ropa con que se disfrazan en la actualidad diciendo que es “gauchesca” por
exóticos bailarines, que lucen increíbles ropajes y vestimentas de diseños cuando menos caprichosos,
dignos de desfiles de modas, adjudicándoselos ufanamente al pobre gaucho, no sólo no es exacto,
sino que al existir fuentes habilitadas para un correcto estudio histórico, debería resultar un elemental
acto de prudencia intelectual que quienes realizan estas seudos manifestaciones folklóricas
pretendiendo reivindicar un estilo gauchesco (?), se preocupasen por profundizar un poco más en el
tema o en su defecto, no adjudicarle lo que ellos hacen a alguien que nunca lo hizo.
¿Qué son bellas las vestimentas?, sí,…puede ser para un teatro de revistas, pero el asunto es
que difícil resulta diferenciarlas con las de húngaros, polacos, yugoslavos, tiroleses, rusos, incluso la
que se usa en los ballet clásico juntamente con las coreografías.
El paisano (que no es lo mismo que el gaucho), si bien es cierto usaba sus mejores ropas para
bailar con alguna moza, que no son los bailes de origen indígena, lejos estaban de ser parecidas a las
que se usan ahora y que caprichosamente se dicen de gaucho. Si muy raramente el gaucho bailó
(suponiendo que lo hiciese) baste comparar imaginativamente sus vestiduras con las vestiduras
actuales174.
El gaucho, en contrario al paisano, su vestimenta era muy escasa y rala, solo su manta matra lo
guarecía del viento o del frío cuando no conseguía tapera. De sombrero utilizaba lo que podía, por lo
general una media rotosa, que era lo más común y similar al frigio, debido a que era una media con un
nudo en la punta, o algún desecho de sombrero encontrado, con y sin barbijo. Desde siempre, o mejor
aún, desde que lo convertían en gaucho, utilizaba un calzoncillo largo de pierna como un pantalón,
hecho con alguna tela que conseguían y cosido a mano o simplemente atado sobre el mismo (distinto
al de los mocitos de la ciudad, que eran con cribao), una especie de poncho o chiripa, como calzón,
sujeto con faja de cuero, de lana o de lo que encontrase, bota de potro sin puntera ni talón, y un trozo
de alguna tela al cuello, para protegerse de las tormentas y el frío.
Su arma era un cuchillo, de hoja de tijera de esquilar, o de alguna hoja de bayoneta afilada sobre
una piedra y cabo de hilo, lo más largo posible, que calzaba adelante en la cintura y al que llamaba

174 - Mayor especificación en El Gaucho y el Folklore – Cap.III

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LA OSCURIDAD DEL FOLKLORE

‘alfajor’, denominación cuya derivación era del alfanje árabe (una especie de sable corto y curvo,
con filo solamente por un lado, y por los dos en la punta); también usaba un cuchillo largo y recto al
que llamaba ‘faca’, de origen andaluz, y del cual derivaría después otro de hoja más ancha llamado
‘facón’, y un cuchillito de algún trozo metálico con mango de cuero, llamado verijero, porque
casualmente lo ponía entre “sus verijas”, que era su arma escondida o servía para cuerear (no sus
verijas)
Lamentablemente, también se somete a una supuesta procedencia y además modernidad, al
estilo originario de las vestimentas regionales. Se ha podido ver a un “ballet” (nombre absurdo y falaz)
de una Academia (?) ¡de Folklore’!, bailar, por ejemplo, El Sombrerito con ropa de kolla, cuando es
de los muy pocos bailes folklóricos que tiene la provincia de Córdoba, y la Jota Cordobesa decir que
es de Córdoba, cuando no tiene nada que ver, y una chacarera con intérpretes vestidos de indios tobas
(según los bailarines, lo cual también es dudoso). .....¿qué es lindo?, puede ser......, todo es cuestión de
gusto., (aunque de no muy buen gusto). Convengamos que cada quien puede disfrazarse como quiera,
pero de ahí a decir que es folklórico, gauchesco, no es correcto de ninguna manera.
Se puede decir que en la ciudad había paisanos que tenían un poder adquisitivo (como se dice
ahora) superior, o simplemente hombres paisanos que pertenecían a familias ganaderas de la época o
eran paisanos peones u obreros tanto en la ciudad o en el campo. En ese caso, indudablemente,
utilizaban ropas de mejor calidad, pero casi siempre acorde a lo que fuera conveniente para su uso
laboral, para su actividad diaria, y no sujeto a moda alguna. La ropa del paisano generalmente estaba
confeccionada para ser de utilidad en su vida cotidiana y no para salir de bailongo, y si lo hacía, iba
con esa ropa pero limpia. Y el bombacho le vino como perlas, ya entrado el siglo XX, pero no el
disfraz de bombacho que usan ahora, mezcla de vestido de dama con vaya a saber qué, con botas
andaluzas.
Sólo tendríamos que imaginarnos tal condición, para darnos cuenta que las vestimentas
disparatadas que usan algunos “danzarines malabaristas folklóricos (?)” no lo son y ni siquiera
representan algo de nuestra tradición. Si observamos la vestimenta y malabares que realizan muchos
de estos incansables saltimbanquis que pretenden rescatar nuestras costumbres e idiosincrasia en la
actualidad, surge una pregunta: ¿se puede diferenciar a los bailes flamencos, húngaros o rusos con
estos seudos bailes folklóricos argentinos?....¡¡gauchos golpeándose las bolas con boleadoras, o
moviendo lanzas con el riesgo de pincharse el trasero, tocando el bombo girando como trompo!!, o
con unas hermosas botas blancas, rosas, o de cualquier color, ¡¡¡por favor, no tienen vergüenza!!! no
solo es una estupidez, sino una falta de respeto al Folklore y a los valores de la patria.
En los grandes salones la gente de clase social elevada obviamente utilizaba vestidos de gala,
con frack, jabot, faja de seda y pantalones ajustados con hebilla en los zapatos, que solían ser de metal
precioso acorde a su condición, con las condecoraciones si era militar, y las damas con vestidos de un
solo color (menos negro) estilo napoleónico, mangas abullonadas, “vistoso” escote, cintura alta, gran
miriñaque ovalado y medias altas. Pero en esos salones –como ya se dijera-, se enseñoreaba otro tipo
de bailes (generalmente no eran bailes, sino danzas, que no es lo mismo), consonantes con las que se
recibía y la gente “fina” mantenía sus costumbres. Pero no eran ni paisanos lugareños comunes de
clase baja, ni negros y mucho menos gauchos, simplemente porque no tenían acceso a estos lugares,
salvo como miembros de la servidumbre.
Folklore actualizado – absurdo
No son pocos los seudo comunicadores sociales, y otros seudos folkloristas, que plantean la
“necesidad” de modernizar el Folklore, de hacer un “Folklore renovado”, o que el Folklore tiene que
evolucionar con el tiempo. Me resisto a decir que es un acto de ignorancia, pero lo es, no hay sinónimo
que valga, es inadmisible cuando menos, es un desconocimiento de las premisas básicas de la ciencia
del Folklore. Sería lo mismo que decir: la Historia se tiene que actualizar (aunque con ésta se falsea
bastante).

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LA OSCURIDAD DEL FOLKLORE

Se acuerda en que no aceptar a lo que puede no sea Folklore, cuando éste es producido con
buena calidad y seriamente, sería disparatado, de necios no aceptar una bella pieza. No aceptar que las
interpretaciones de grandes de la música popular argentina, como Los Hermanos Abalos, Margarita
Palacios, La Tropilla de Huachi Pampa, y muchísimos otros fueron -y son- referentes de la música
tradicional y popular argentina, sería ridículo (aunque de los actuales la verdad es que no me quedo
con ninguno, en especial los que pegan alaridos que creen que así cantaban los paisanos)
Ahora, si a lo que ellos hicieron ya alterado se lo trastoca aún más,....ya no queda nada de nada.
Si a esto que se hace rotulándolo como Folklore, eleva aplausos, exaltaciones populares, está bien,
pero indica cierta falta de cultura o desconocimiento. Es evidente entonces, que el problema está en
que no solo no se sabe bien que es, sino en que por moda se tergiversa y falsea tanto lo folklórico, lo
histórico y lo antropológico, y eso, aunque no sea de creer de muchos, a la larga se paga caro (de
hecho lo estamos pagando)
Recomiendo a aquellos que de buena fe gustan de lo nuestro, de lo telúrico, y que se lucen
verdaderamente en actividades artísticas, aproximados a lo tradicional y no chacareras con ritmos
ridículos, reflexionar sobre lo que se pueden encontrar; seguramente habrá artistas con sentido Folk y
otros, de aprendida y responsable proyección folklórica, apoyados en hechos tradicionales y
cuidadosos de que su aporte embellezca sin deformar ni quebrar el celo responsable y para no
confundir a quienes no son conocedores, ya que nadie está obligado a saber, lo que sí está obligado es
a no hablar o hacer sonseras. De allí que ser un artista de lo nativo o tradicional nacional implica un
sentimiento avalado por un rigor ético-científico que proviene del Folklore, es decir, que tenga
conciencia de que ese precioso reservorio de esencia auténtica se debe conservar, enaltecer y preservar
de las distorsiones, populachismos y malversaciones propias del aplauso fácil que puede deformar y
desfigurar lo genuino. Refiriéndose a esto, ya decía el investigador Raúl Cortázar, “las expresiones,
chabacanas e irresponsables, conspiran contra el patrimonio espiritual de la nación”. 175
Gabriel Plaza176 escribe en el períodico La nación que “Identificados con un nuevo lenguaje y
actualizando los viejos cánones del folklore, una nueva camada de músicos le pone su propia voz al
sonido que representa a buena parte del país. Cada provincia tiene su propia movida. "Ahora hay
músicos jóvenes por todos lados. En cualquier pueblito podés encontrar a un chico que agarra una
guitarra o estudia música. En nuestra banda, por ejemplo, tenemos a un percusionista de 11 años, el
Panky Malissia, que debe de ser el músico más chico del folklore", sostiene la cantante Marilina
Mozzoni, 21 años y revelación de Baradero 96.
Para ilustrar este nuevo fenómeno de ventas y convocatoria, Juanjo, 21 años, percusionista del
grupo jujeño Los Tekis, que mezclan huaynos con el reggae y otros sonidos latinos, dice:"Por primera
vez un carnavalito se baila en las discotecas, y esto demuestra que muchos pibes están abriendo la
cabeza con respecto a la música andina. Necesitaba sacarse al folklore de esa imagen antigua que tenía
y actualizarla a los tiempos de hoy". "El traje de gaucho sólo les queda bien a Los Manseros
Santiagueños y a Los Chalchaleros. Pero nosotros sentimos el folklore de otra manera. Somos
folkloristas modernosos", diferencia Marcelo Yzurieta, la voz Los Sacha, banda que tiene un estilo
propio: fusiona gatos y chacareras tradicionales con elementos de su pasado rockero. El cambio, en
realidad, es sólo estético. Son pocos los que se animan a introducir verdaderos giros musicales al
folklore. Por eso, se hace necesaria una diferencia: no se trata de nuevo folklore, sino de jóvenes que
hacen folklore. Se trata de chicos rodeados por un paisaje que resuena con esta música y con una
revitalización que hace tiempo la música popular estaba necesitando”
Con disculpas del autor de este texto, pero es una reverenda tontería, pero lo incomprensible
resulta como cierra el mismo, y digo incomprensible porque no se comprende lo que quiere decir, se
enreda en sus propias palabras, a saber: “Pero para muchos el nacimiento de este movimiento, que se

175 - Publicación Folklore Nº 1 - Edic. Altaya S.A., Bs.As. 1999


176 - Gabriel Plaza La Nacion Miércoles 28 De Mayo De 1997

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origina en Córdoba, tiene que ver con un camino dejado por músicos como Ica Novo, cuyas canciones
no han sido superadas. Este músico referente de tantos otros es una síntesis de todos ellos. Hasta la
propia Soledad planea incluir la difundida "Del norte cordobés" en su próximo disco. Pero en este
momento en que parece que lo más importante parece ser la juventud:"Hay músicos como Atahulpa
Yupanqui que siguen siendo de vanguardia como lo puede ser Tricky en la música actual", dice Luis
Gregorati, periodista de Córdoba. Y lo mismo sucede con la actitud joven de un cantante vital como
Alfredo Abalos, y tantos otros
Y para concluir la payasada de actualizar algo que se desconoce, y es ciencia, no técnica como
dicen algunos, cito a “La profesora del ballet de 'El Terruño', Vanesa Rovetta directora del ballet
folklórico, después del receso de verano, esta semana retomó los ensayos para las presentaciones que
realizará durante el año, dentro y fuera de la ciudad. Tendrá nuevas danzas, más bombos y malambo,
como dijo a EL ECODigital.com.uy, que la propuesta para este año es “modernizar un poco el
folklore, no hacerlo tan tradicional, o sea, sumar las dos cosas”. También se agregarán “bombos y
malambo en mujeres como en varones”.[…] También “se está pensando hacer una fusión entre
folklore y otros ritmos para levantar el espectáculo” que ofrece el ballet de El Terruño. La idea es
“hacer cosas que no se hayan visto acá en Palmira, eso es lo que queremos, sin perder la base
folklórica”.
¡¡Que quiere que le diga!!
Es por eso que, simplemente explicado, y sin mayores justificaciones científicas, pero el solo
hecho de sacar un hecho histórico de la Historia, es una triste situación intelectual. No se puede traer la
historia al presente, y análogamente al Folklore. No es difícil, por ende, darse cuenta que lo que se
hace en nombre del Folklore es un absurdo de ignorancia llevado a altos niveles. Es probable que esto
escrito sea reiterado, pero lo que “abunda no daña”.

EL GAUCHO Y EL FOLKLORE

Debido a que, permanentemente, se escucha decir que el gaucho bailaba, considero necesario,
como parte de este ensayo, realizar una breve consideración sobre ese tan mentado “gaucho”, para
tener una mayor comprensión panorámica del tema que nos ocupa.
No hace mucho un ¡‘director de ballet folklórico‘!, dijo por TV: “El ballet” (?) estuvo de gira
en Europa, llevando nuestro Folklore (?), mostrando la gallardía del gaucho y sus bailes....... (sic)”.
De sólo imaginarse a los gauchos bailando en ballet (?), produce tremendo escozor en cualquier parte
del cuerpo que a uno le duela más, salvo que se precie al menos de perspicaz y medianamente
inteligente.
No sólo esta expresión es manifiestamente disparatada, sino que refleja una nulidad intelectual
negativa sobre el tema, a la que suelen hacerse eco, especialmente, los medios de difusión, y más
grave resulta que tal embuste se proclame fuera de nuestras fronteras. No es conveniente, educativa y
culturalmente hablando, hacer creer e identificar al gaucho como sinónimo de nuestro Folklore, como
folklorista, y para aclarar esta confusión, haremos algunas reflexiones al respecto.
Si bien, tanto el paisano como el gaucho son del mismo origen porque nacieron en las mismas
condiciones, no son lo mismo socialmente; es un producto político. El gaucho no nace gaucho,
nace paisano; no todos son gauchos. Pero muchos paisanos, ya adultos, se transforman por

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circunstancias de politiquerías canallas, en gaucho. O sea no se es gaucho de nacimiento, sino por


obligación.
José Hernández le hace decir al Martín Fierro: «nací y me crié en una estancia», lo que se
erige instantáneamente en paisano, porque nació y se crió en un medio social, como lo es una estancia,
haciendo tareas rurales, campestres, compartiendo con otras personas. El Martín Fierro lo dice:

«Yo he conocido esta tierra


Donde el paisano vivía,
En su ranchito tenía,
Sus hijos y mujer;
Era una delicia ver,
Como pasaban sus días.»

El paisano para su subsistencia se dedicaba principalmente a las actividades ganaderas, o era


“empleado” en alguna estancia. En un marco actualizado, se puede decir que era de clase media, pero
con un férreo amor por lo suyo, por su tierra y por sus creencias. Pero el tronar de las políticas
liberales hace su vida insoportable y lo obligan a desterrarse.
La política lo transforma en gaucho cuando se ve obligado a huir, a exiliarse en su propio país,
discriminado y perseguido por paisano bruto, por ser un “aut law” (como dice Sarmiento en su obra
Facundo, que tan mentiroso como era ni siquiera se llamaba Sarmiento), volviéndosele imposible vivir
en un medio social civilizado. Se ve obligado a dejar todo, hasta la familia, huyendo y tornándose
“guacho”, lo cual implicaba el impedimento a tener acceso a centros urbanos salvo en contadas
excepciones, so pena de ser encarcelado o algo peor. Por eso vivía paria, como techo el cielo, de
cobijo alguna tapera y con su matra a cuestas.
Concretamente, el gaucho es el resultado –una causa- de las condiciones socio-políticas que lo
llevaron a esa condición no natural. Nadie nació gaucho; al gaucho lo hicieron las políticas, así que
no vengan a inventar un gaucho que nunca bailó salvo cuando fue paisano. De esta forma hace su
aparición, protagonista de la historia nacional en especial del Siglo XIX, quien sufriera un terrible
destino. No nació porque se sintiera frustrado cuando no lo dejaron participar de festivales “de
Folklore”, en Jesús María, o en Cosquín, no estaba enojado por eso, como pareciera alguno
puede creer, y lo peor es que lo dicen con una seriedad pasmosa.
Gaucho y paisano no son lo mismo. Lucio V. Mansilla, dice al respecto que: “Son dos tipos
diferentes. Paisano es el que tiene hogar [...] El gaucho neto, es el criollo errante, que hoy está aquí,
mañana allá. El primero, tiene los instintos de la civilización; imita al hombre de las ciudades en su
traje, en sus costumbres. El segundo, ama la tradición, detesta al gringo; su lujo son sus espuelas, su
chapeado, su tirador, su facón”.177
Se hizo esquivo de todo orden social y sólo aparecía cuando tenía que pelear por la causa en que
creía, si no caía preso antes; fue partícipe principal en los acontecimientos de nuestra historia del siglo
XIX, hasta su desaparición a comienzos del siglo XX. Luchó en filas de los ejércitos libertadores pero
se oponía a luchar en las guerras fratricidas, especialmente del lado de aquellos que lo habían creado,
cuestión que llevó a los gobiernos a hacer crueles levas de paisanos para reclutarlos, y a quitarles todo
lo que tenía, y así los obligaban a ser gauchos:
«Formaron un contingente
con los que del baile arriaron,
con otros nos mesturaron,
que habían agarrao también,
las cosas que aquí se ven
ni los diablos las pensaron».

177 ―El paisano y el gaucho (1870)‖ – Lucio V.Mansilla

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El paisano, de prepo, sufrió mísera vida en el ejército y en aquellos tristes fortines de la frontera
contra el indio, cuya infelices condiciones la refleja el Martín Fierro, y lo obligan a ser paria, porque
huye dejando todo.
Aquello no era servicio En mi perra vida he visto
ni defender la frontera; una miseria mayor .
aquello era ratonera Yo no tenía ni camisa
en que sólo gana el juerte: ni cosa que se le parezca;
era jugar a la suerte mis trapos solo pa´ yesca
con una taba culera ». me podían servir al fin...
Y andábamos de mugrientos, no hay plaga como un fortín
que el mirar nos daba horror. para que el hombre padezca
Les juro que era un dolor
ver esos hombres, ¡por Cristo

Y si tenía la suerte de quedar libre, porque lograba huir u otra circunstancia, perseguido cual
animal salvaje, seguro que cuando volvía a sus reales se encontraba con que había perdido todo, lo
que acentuaba en él su rebeldía y sus ansias de soledad y lucha contra la opresión política que lo
agobiaba.
¡¡Ahí se convierte en gaucho!!....Queda demostrado ampliamente en la Historia, que el gaucho
no lo fue por una elección de vida sino por una condición obligada de perseguido porque quería ser
libre. Como será de perseguido, que cuando el cruel y vil gobierno que le declara la innoble guerra al
Paraguay, no se contaba con soldados y menos voluntarios, y hay pruebas: “Consta en el Archivo
Histórico Nacional, la Factura de un herrero de Catamarca, “…va por doscientos grilletes para los
voluntarios de la guerra del Paraguay”. Y en la Historia Argentina de la Biblioteca Nacional aduce
que “...el reclutamiento de los contingentes no fue fácil. (...) Para llenar las cuotas provinciales se
autorizó reclutarlos mediante paga, pero pocos lo hicieron. Entonces los gobernadores, mitristas en
su totalidad, y los comandantes de frontera se dedicaron a la caza de “voluntarios”178. Emilio Mitre,
encargado del contingente cordobés, escribe el 12 de julio que manda los “voluntarios atados codo
con codo”. Así que observe usted mi estimado lector, si el gaucho estaba en condiciones de andar
bailando en festivales.
Reacio en general a toda organización, era individualista casi hasta las últimas consecuencias;
[...] Le bastaba su habilidad en la caza de animales salvajes en los grandes desiertos verdes, para
vivir y procurarse dinero. [...] El gaucho, por causa de ciertas corrientes filosóficas importadas, e
intereses extra nacionales, fueron huérfanos de toda sociedad, abandonados de la
“civilización”........”179 ¡El gaucho tenía que desaparecer,…. y ¡¡desapareció!!!
¡¡Vaya a saber que ideólogo campestre actual, o que saltimbanqui festivalero tuvo la común
porfía de equiparar al paisano con el gaucho!!, cuando, como se dijo, son dos personajes diferentes
aunque étnicamente sean del mismo origen. Y vaya a saber por qué, los “academicistas de academias
de danzas” siguen insistiendo que el gaucho bailó, y encima se burlan de él con semejantes vestiduras
cosacas ¿o son húngaras?, es una burla a los valores de la Patria.
La soledad se transformó en lo suyo. Sumido en su pena estrordinaria buscaba un mínimo
consuelo, contemplando el infinito de la inmensidad, ahí en donde la “música del silencio” duele,
mirando al cielo recordando vaya a saber qué cosas, tarareando alguna vigüela como lo expresa el
Martín Fierro,

«Aquí me pongo a cantar


al compás de la vigüela,

178 - Revista de la Biblioteca Nacional, XXI, n° 52


179- "Conozcamos lo Nuestro" de Enrique Rapela -Cielosur Edit.SA.-B.A.-1977

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LA OSCURIDAD DEL FOLKLORE

que al hombre que lo desvela


una pena estrordinaria
como el ave solitaria
con el cantar se consuela.

¡Qué bello verso este del Martín Fierro!, ¡extraordinario!; éste solo especifica la condición de
paria del gaucho, ese mismo huajcho que NUNCA bailó, salvo alguna vez cuando fue paisano, y sus
entonadas estrofas las dirigía al cielo con la vista perdida.
Pero esas vigüelas que tarareaba no significaba que el gaucho fuera un festivalero de aquellos;
sólo plañía cuando tenía con qué hacerlo, cuando tenía alguna guitarra derruida con cuerdas de tripas
de gato, o alguna fabricada por él con caparazón de mulita (que no era el charango, aclaro por si hay
algún despistado), y la “rascaba” porque “no iba al conservatorio” (y menos mal que no iba a
aprender a “bailar danzas (sic)” expresaba tristemente su orfandad recordando a sus hijos y mujer si
los tuvo, o de mejores épocas.
La definición de gaucho, podría ser entonces: “dícese del hombre paisano criollo, que, por
razones políticas tuvo que huir, escapado de alguna autoridad, quedando excluido de toda
convivencia en medio social; que no tenía familia porque había sido obligado a abandonarla,
viviendo como podía, con su matra a cuestas, asumiendo una vida solitaria con su pena
estrordinaria, como techo el cielo y como habitación la inmensidad”.
Por lo que hemos expuesto brevemente, resulta una gran equivocación asumir, pretender o peor
aún, hacer creer que el gaucho bailaba, cuando en rigor el que lo hacía era el paisano, porque el
gaucho nunca bailó (no tenía tiempo, ni siquiera lo dejaban llegar a los bailes o a algún poblado so
riesgo de ser detenido), salvo en alguna que otra oportunidad buscando “desesperado mujer”, pero
siempre tenía que salir ‘juyendo’.
El gaucho, al no habitar en medio social alguno, le resultaba imposible participar de actividades
sociales, como bailar e intervenir en festejo alguno. Por ello, cuando se observa en esas boberías
llamadas festivales folklóricos, a quienes asumen aparatosas contorsiones endilgándoselas a los
gauchos, con unas vestiduras de tremendo colorinche, es cuando menos un desconocimiento profundo
de la realidad, ¿por qué no le dicen festichola y se acabó, estos gauchos cibernéticos modernos que ni
se imaginan lo que fue la vida del gaucho?..., demasiado sufrió el gaucho, como para que estos
“gauchos modernos” lo ofendan de tal forma.
Al contrario, los gauchos actuales son más parecidos a los húngaros o polacos o por aquellos
andurriales de las “Uropas”; los gauchos de verdad llevaban un poncho matra de lana teñida que le
servía de vestido durante el día y de frazada durante la noche (de ahí viene eso de matrero, no de lo
que dice el mentiroso de Sarmiento; es un pedazo de género, con un agujero en el medio, para dejar
pasar la cabeza) y chiripa. Muchas veces sin calzoncillos rotos de viejos –de cribados ni hablar-, y la
matra como si fuera un pañal sostenido con una faja raída y flecuda de lana; sombrero panza de burro
o de media cocida, descripción completa como ya se hiciera precedentemente.
Ni siquiera usaba, a veces ni llegó a conocer, la tan mentada y tradicional bombacha criolla,
con la que se pretende ataviar a los “gauchos bailarines folklóricos” (?) argentinos, considerándola
como si fuera el símbolo folklórico de la prenda nacional….., ¡¡el absurdo total!!
Nada más alejado de la verdad; esta es una prenda casi de finales del siglo XIX y el gaucho, y
si alguna vez la usó fue de casualidad, porque la encontró tirada o rota. Era considerada una prenda
dominguera y cómoda para el paisano en actividades camperas, pero no eran ni siquiera bombachos
vergonzosos como los que usan hoy los seudo gauchos bailarines estrafalarios, más parecidas a
femeninas polleras por lo exageradas de ancho, que parecen de moda actual y hecha por estilista
argentino, y no es broma.
El pedido exige que todos los bombachos “originales” sean franceses “y del color de
ordenanza o sea de color gris con ojos de perdiz, que actualmente se lo denomina en nuestro país

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como bombacha bataraza". Este bombacho que entró por Entre Ríos en el año 1858, para uso
exclusivo para el ejército de Urquiza, y extendido socialmente prácticamente casi a fines del Siglo
XIX, adjudicárselo al gaucho es una necedad (no hay otra forma de calificar), usarlas para bailar
con músicas anteriores a 1857/1860 como hacen ahora, ya es una ignorancia total.
Lo que hay que tener en cuenta que esas especies de bombachas (nombre bautizado en
Argentina), llamadas Sirwal, estaban unidas muy abajo, a unos 30 cms del tobillo, entonces parecían
anchas, pero era angosta en su talle, herencia árabe en España de este tipo de ropa y que a principios
del siglo XIX ya se usaba.
Si no fuera por los escandalosos negociados que eran costumbre en Urquiza con tal de
incrementar su riqueza, la bombacha (sirwal) no hubiera entrado, como no lo hizo en Chile, México,
Venezuela, Brasil u otro país americano. Comprarlos no estuvo mal, lo que estuvo mal es nombrarla
como gauchescas y encima “folklóricas”. ¡A ver si hay minifaldas folklóricas todavía, y yo sin saber!
Sólo para una mejor ilustración, mencionaremos a Ana Moya180, cuando hace una extraordinaria
explicación sobre esta prenda: La bombacha criolla deviene del sirwal turco, emparentado con el dhoti
indio, prenda clásica de kurdos, pakistaníes, marroquíes o mongoles. Se caracteriza por tener una pieza
de tela a modo de enorme fundillo entre las piernas, un detalle que en Oriente resultaba funcional para
montar el camello, y muy apropiado para que los bailarines ejecutaran complejos saltos y piruetas,
propios de los kurdos en sus malabarismos ecuestres. [...] Prenda antiquísima, las ruinas de Palmyra
revelaron que era habitual entre los romanos; chalwar en Irán, sheruel en el Líbano, shintiyan en
Turquía o dimje en Yugoslavia [...] Francia había confeccionado 100 mil bombachos (con “o”) para el
ejército turco que, al declararse la paz quedaron como rezagos de guerra.
El gaucho (II)
Así es que, los “profe de danzas (sic) deberían tener cuidado como se nombra eso que se ponen.
Se habla del Folklore como si fuera inventado por gauchos festivaleros, cosa que demuestra –
no por repetido es cierto- una gran cualidad negativa para la cultura, sino que es desconocer primero
que es una ciencia, y segundo que a ella colaboran otras como la Antropología (Cultural, Filosófica,
Psicoanalítica, Histórica, Religiosa, Artística, de Género), Teológica, Teleológica, Vexilología,
Arqueología, Lingüística Antropológica, Sociología, Historia, Etnografía, Etnología, Genealogía,
Heráldica, Geografía). Mire usted, mi estimado lector, si es algo como para “tomar a la chacota”
Si alguien pensó que Folklore es “dar saltos sin sentido con riesgo de quebrarse el tobillo” se
equivoca; o sacudir boleadoras, lanzar fuego por la boca, o golpear 50 bombos todos juntos, eso es un
circo, solo falta la ecuyere y los burros (aunque ya los hay). Ni siquiera es tradicional. Tan de circo es,
que ya la moda, aunque no tan alevosa, se utilizaba en los circos a principios del Siglo XX.
Es una ciencia, les guste o no a algunos, y que resulta incomprensible sin el apoyo de otras
ciencias; y el Folklore, es una ciencia auxiliar para varias otras ciencias (que citamos) y así y todo es
de estudio de anonimatos, solo se “puede obtener posibles orígenes Folk, y alguna que otra
costumbre musical”, y nada más. Lo demás es especulación.
Una de las ciencias auxiliares, por ejemplo, Lois Propp181, dice: “El Folklore, como la
genealogía, se nutren del pasado. Pero como dos almas gemelas, suspendidas en el tiempo y en el
espacio, se alimentan mutuamente. Hay una frecuencia de comunicación que vibra permanentemente;
cada suceso genealógico está reflejado en los testimonios inapelables de cada suceso folklórico. La
forma en que un ancestro vestía, caminaba, hablaba, cantaba, bailaba y se comportaba en la sociedad
está escrita en la memoria del Folklore de cada pueblo. Y ese “gen” de la memoria colectiva, que es
el Folklore, nos presenta a nuestros antepasados natural y espontáneamente, tal como han sido. Y nos
muestra lo que ellos nos han dejado adentro. Nos muestra el camino, el contenido y la esencia.
Aquello que ya no se puede olvidar, porque sobrevive a las generaciones”.

180 - Ref: Moya Ana, Revista Rumbos – Año 3 – Nº 135 – 26 de marzo de 2006
181 - Propp Lois - Morphology of the Folktale, University of Texas press, 1968

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Ahora bien, ¿si no conocemos el pasado, como podemos hacer un mentiroso presente y un
falso futuro?

DIFERENCIA ENTRE BAILE Y DANZA

Este Ensayo, “escrito salteado”, solo trata de explicar algunas cosas, las más notorias, de las
equivocaciones que sostienen algunos “enseñadores de academias folklóricas”, solo para que se
entienda al menos lo básico de la diferencia y su influencia en el folklore. Esto creo que se ha
comprendido con anterioridad, pero lo menciono porque puede resultar extraño que incluya un tema
como este, pero aseguro que es de gran importancia.
Si creemos que baile y danza son sinónimos ya entramos en un error desde el punto de vista
folklórico o tradicional, y desde el punto de vista social, aparte de ser distintos desde el punto de vista
artístico. Por ejemplo, decir “Academia de Danzas Folklóricas”, seguramente algo está equivocado.
Lo folklórico difícil es que tenga algún baile que pueda llamarse danza, salvo alguno inventado que
no sea anónimo y con coreografía establecida. “Diferenciar la danza del baile partiendo de que por lo
general, cuando nos referimos a los términos danza y baile, de un modo coloquial y sin profundizar en
ello, utilizamos ambos de forma indistinta”182, queriendo decir Saint Denis que es una equivocación, y
no menor, y más aún cuando nos referimos al hecho folklórico.
Lo expresado por Ruth Saint Denis, es coincidente totalmente, con lo expresado por otros
investigadores, como nuestro afamado uruguayo Asunçao, al decir que “Si bien las dos palabras hacen
referencia a los movimientos con ritmos socializados que significan expresión artística, decir "baile"
tiene un carácter popular y cierta libertad, que permite la libre interpretación, según sus sentimientos,
pudiendo variar o adaptar su forma básica. La "danza", en cambio, encierra un carácter ceremonial,
con reglas de interpretación fijas, con un simbolismo cultural trascendente”.183
Pero el estudio del tema nos lleva a la necesidad de diferenciar estas dos manifestaciones
similares pero no iguales, y en la medida en que se profundiza en el conocimiento de esta
particularidad del conocimiento se va delimitando la diferencia entre uno y otro término. “Así, en un
primer momento, podremos diferenciar entre danzas: de carácter lúdico y, bailes: de carácter ritual”184,
paradójicamente suele partir de la experiencia, lo empírico y de la simple observación y el estudio de
las expresiones populares.
Fernando de la Puente, citando a Jean Le Boulch, afirma a propósito que: "el término de danza
sólo puede aplicarse cuando las descargas energéticas son rítmicas; es decir, obedecen a una ley de
organización temporal de movimientos; de evolución normal de una motricidad espontánea que se
convertirá en intencionada y controlada”185
Y agrega que, “la danza se encuentra muy relacionada con la Acción Física Humana; siendo
esta última una de sus manifestaciones culturales; las dos utilizan el movimiento humano como campo

182 -Ruth Saint Denis1879–1968) estadounidense. bailarina, pedagoga y pionera de la danza moderna. En sus
palabras aludidas, alude diferencia el significado de baile y danza.
183 -Teresa Álvarez Acero Bailes y Danzas En Asturias - - C.P. Villafría de Otero.
184- Ref: Assunção, F. "Orígenes de los Bailes Tradicionales en el Uruguay", Montevideo, 1968.
185- De la Puente F, Las características que diferencian los bailes de las danzas Asturias- 2006

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de acción en el desenvolvimiento corporal y mental del individuo. De igual forma tienen en cuenta el
espacio temporal, la ubicación en un escenario determinado, la calidad del movimiento y la forma de
su estructura. Muchos movimientos son posibles; desde los percusivos hasta los sostenidos, tienen
similar escenario de aparición y ejecución; así como muchas esferas del desarrollo humano son
influidas desde la misma dinámica de acción. La danza y la Acción Física Humana son en
consecuencia, un lugar de similares vocabularios e idiomas”.186
Por lo tanto, la solvencia de la danza está dada por el estado físico, con el objeto de seguir una
coreografía predeterminada, que es lo principal que la diferencia del baile, porque puede tener
“diferentes” coreografías según “para qué se los quiere utilizar”, pero el estado físico debe ser
impoluto, perfecto. Los movimientos físicos y la coreografía predeterminada para la danza son
imprescindibles, cosa que no tiene el baile, que es puramente intuitivo y al antojo de cada quien,
tratando de demostrar a su modo lo que quiere decir. Lo único que lo puede igualar es lo individual
que colectivo.
El baile como tal, sugiere en el individuo un deseo interno por comunicar algo; puede ser la
expresión de su forma de vida, como sus pensamientos y sus emociones; puede ser la expresión de las
costumbres y saberes de sus antepasados, o por la necesidad lúdica o sentimental del hombre. No es
necesaria la actividad física.
La expresión del baile es algo que permite una pregunta: ¿qué motiva al individuo a realizar la
acción de bailar? La respuesta siempre es la misma: parte de la necesidad de crear con su cuerpo una
serie de manifestaciones y percepciones en sí mismo y de forma anárquica y que llegue a alguien o
grupos para dar a entender algo; pues como lo asume Julius Fast: "hay expresiones que todo ser
humano hace y que de algún modo comunica una imagen y un significado a todos los otros seres
humanos cualquiera sea su raza, sexo, credo o cultura"; estas expresiones se pueden dar a conocer,
según el citado autor, por medio del baile.187
La extraordinaria Isadora Duncan dice: “Si podría decirte lo que se siente, no valdría la pena
bailarlo”, o sea que “sus movimientos querían expresar o sentir algo”, sino sería una danza elaborada
para hacer entender algo, y que bien puede ser distinta en su forma y coreografía. El baile es el acto
de hablar, sin hacerlo, por lo tanto toda acción del baile es un proceso de comunicación que va
dirigida hacia los demás por lo general en singular, que seguramente sus movimientos están cargados
de una expresión subjetiva, que la esperanza está en que sea entendido, lo que trasunta una especie de
desesperación porque así sea; pues de lo contrario, sería una acción sin sentido. Para decir algo que se
entienda aunque no sea muy exacto: la danza está en función de la música, el baile hace a la música.
(Sería algo así, para que se entienda, como el juego del “Oficio Mudo”)
Por lo tanto existe una gran diferencia de concepto entre baile y danza. La danza es un arte, que
contiene una serie de disciplinas y aprendizajes constantes, en particular de índole físico, para que el
cuerpo sea capaz en forma plástica lo que el autor de una coreografía quiere representar y manifestar
sea comprendida por los demás de acuerdo a la estructura coreográfica que impone a la música, a
veces hasta necesita que el eventual público conozca de antemano la obra que se va a ejecutar. Es un
arte, porque requiere de una serie de condiciones especiales, necesita de una escuela para ser capaz de
prepararse no en coreografías sino en movimientos y estado físico para poder realizar lo que se le va a
exigir, lo que se le dice y a preparar el cuerpo para danzar. La danza requiere solo de personas
individuales que reflejan un interés del coreógrafo, y demostrar que se es un mejor danzarín por como
realiza las distintas figuras que se le han designado, solo demuestra con su cuerpo, lo mejor posible,
lo que alguien quiso expresar para reflejar una determinada música: el danzarín solo pone en práctica
lo que en determinado momento, la misma pieza musical, es definida por un coreógrafo para

186- Le Boulch, Jean. El movimiento en el desarrollo de la persona. Barcelona:Paidotribo, 1997


187 -Fast, Julius. El lenguaje del cuerpo.- Barcelona: Kairos, 1990.

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incentivar el placer visual, pero sin siquiera ser necesario que se comprenda el fondo, aunque mejor es.
(El director de una orquesta impone su impronta, diferente, la que quiere dar, pero la obra es la misma)
El baile, por el contrario, no es un arte en sí mismo, solo es una manifestación personalísima
dirigida hacia alguien en particular o en una sociedad; la música se ajusta a sus movimientos dentro
de un contexto determinado y que según él –el ambiente Folk, si hablamos de Folklore- realizará una
serie de movimientos que, sumado a su vestimenta, carácter, costumbres, idea de lo que le puede
resultar útil, realiza. Puede ser que varios o varias parejas busquen lo mismo –el cortejo-, pero no
todos hacen las mismas revoluciones para conquistar, porque saben o conocen lo que “posiblemente” a
la cortejada le puede llegar a gustar. Vgr; una chacarera puede ser bailada según los bailarines crean
que reflejan mejor sus intenciones, desde el amor hasta el desprecio (aunque de ser esta última forma
difícil es que uno de los bailarines acepte el convite). Pero el o los bailarines también puede expresar
con movimientos anárquicos, lo que se quiere representar; o sea no solo lo cortejante sino lo festivo,
religioso, conmemoraciones, lutos, etc.
Al bailarín no le importa el carácter de su compañero/a, por lo tanto sus movimientos deben ser
cuidadosamente realizados por él mismo en base a una preparación previa y dirigida. Al bailarín no le
interesa eso, sino que lo que haga sea entendido no solo por todos, o solo por quien quiere que lo
entienda, y si es muy expresivo, es probable que otros lo entiendan también o lo intuyan. Es como la
cara de tonto que pone el enamorado, y hace “cualquier cosa” para conquistar; y no va a ninguna
academia de tontos; pero cuidado, no vaya a ser que la “academia” enseñe tonterías, al decir de Arturo
Jauretche: “Tal es la situación, no somos zonzos; nos hacen zonzos
No en vano, el viejo romancero español, dice al respecto, que “El baile es la liberación del
alma”, porque está diciendo con el baile, con gestos, lo que no se anima a decir oralmente. Y es la
liberación del alma, lo que define los valores morales, que son una constante filosófica de la ciencia
del Folklore.
La danza contiene los elementos plásticos utilitarios de los seres humanos y son realizados de
acuerdo a los cánones artísticos que determine un realizador, interpretándose como tal, a aquellos
movimientos que se utilizan principalmente en el ballet y en lo clásico; una misma obra (ballet) puede
no tener mismas coreografías. Por eso, llamar ballet a un conjunto autodenominado folklórico, es un
doble desconocimiento.
En cambio el baile, surge de una expresión caprichosa y popular, que no tiene autor ni requiere
de movimientos plásticos ni enseñanza previa, sino que tratan de reflejar algún interés popular,
realizados por animación del espíritu.
Solía decir el gran Rudolf Nureyev “Es inmenso el placer que se experimenta en el recrear
interpretando y en el sentir que se está transmitiendo al público un estado de emoción y goce”, o sea
que tenía bien en claro que la danza es para otros que observan y valoran su arte, y no estaba dedicado
ni buscando a una dama que estaba junto a él, como partenaire; solo la tenía en cuenta porque el
argumento lo exige.
Exponer algo como danza, inmediatamente la convierte en una obra artística, pero no en sí
misma, sino por la inventiva de su creador. Forzosamente por tanto, para estudiar el arte del
movimiento, no nos podemos limitar a estudiar un estilo u otro de danza sino que debemos abarcar
todo un sentido estilístico.
La danza tiene un carácter de expresión previamente diseñada, codificada y limitada en su
aspecto expresivo, por uno más técnico, y elaborada para una determinada ocasión, y puede
desaparecer después, ser única. Análogo a lo que es un modista que determina su impronta acorde a
sus gustos, basado en una técnica y diseñada con exclusividad. Por eso es que las danzas, valor
artístico y que son no tan antiguas como los bailes, han evolucionado y diferenciado con mayor
precisión artística, no así el baile que ha conservado sus personalísimos códigos desde tiempos
inmemoriales.

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Históricamente, la danza como belleza artística necesitaba de un ordenamiento y tratamiento


desde varios puntos de vista “técnicos”, por ello aparece contemporáneamente para su desarrollo, el
ballet que surge por la fusión del acróbata, el profesional, y el aristócrata, llamado ahora coreógrafo,
que es el ideólogo, el que la forma y el que la aprecia, todos son fruto de su arte imaginario para
determinado momento.
De ahí que llegaron de Europa a los salones argentinos, danzas tradicionales en sus raíces, que
fueron a parar a los salones de Buenos Aires principalmente, a los teatros, pero de a poco aquí se
fueron deformando, artísticas, académica y técnicamente, perdiendo por ende la condición de tal, y
ello las transforma en baile. Perdieron la precisión de su origen y subsistiendo en parte su forma
tradicional en algunos casos, agregando notaciones particulares dentro de la herencia cultural de los
distintos países americanos.
La danza no es baile, porque el propósito de esta última era distinto. Nadie bailaba para
entretener a nadie, aunque se aprovecharan las milongas, sino que era para ponerse de novio o
entretenerse en persona, o para manifestaciones colectivas; y eso ocurrió al menos hasta principios de
1900. Después, los bailes se hicieron desteñidos, sin sentido verdadero sino puro espectáculo, y
terminaron de romper algo que fue apreciado durante miles de años, pero por no tener el trabajo de
pensar, se inventó algo híbrido al cual se llamó folklore.
Sociológicamente, entonces, se debe interpretar que el ballet es de neto corte artístico, de
conservatorio, de movimientos predeterminados y exactos, no admite nada que no esté fuera de lugar,
acorde con su creador y director, y en su gran mayoría es ritualizado a través de un conjunto de
danzarines. El ensayo es duro, exigente, voluntarioso, vocacional. En cambio el baile no necesita nada
de eso, solo la capacidad para realizar una figura que sea interpretada por otro, y cada uno de ellos es
una señal o una manifestación de algo a lo que se le pone música.
El baile es la más antigua de todas las artes primitivas; inicialmente fue una expresión
espontánea de la vida colectiva, y luego se transformó en tradicional, obligando a una razonable
disposición, para que no se transforme en anárquico, pero no tiene una regularidad técnico artística. En
las civilizaciones antiguas era un medio esencial de participar en las manifestaciones del sentido
emocional de la tribu, de expresión de lo social, pero totalidad arbitraria de coreografías.
El hombre no nació para vivir solo; su fin era la sociedad, y para eso necesitaba modos de
expresión y qué mejor que el baile, incluso para la “yunta”, porque bailando señalaba qué quería
generar. Por eso es que hay que entender que esas figuras exclusivas, si no daban resultado, podían
ser cambiadas, pero eso es desconocido (siempre aparece esta palabra identificadora de Folklore) y
solo se transmitía lo que fue por traslación oral, hasta dar con el recuerdo de lo que se hizo, porque
suponía que era la que necesitaba para “ese” momento. Por ende, decir que un baile folklórico según la
ciencia, tiene una coreografía predeterminada, suena absurdo.
Eso es lo que identifica la importancia del baile, sociológicamente hablando, es lo contrario a
la danza. En el baile el cuerpo hace su formación, porque es utilizado como modo típico de
manifestación de los afectos y acontecimientos vividos en comunidad, sin formación ninguna.
Folklóricamente hablando, se considera como un lenguaje social y religioso, pagano, produciéndose
una estrecha relación entre bailarines en su mayoría y algunos espectadores imposibilitados.
Originalmente, el baile era una expresión cuasi esotérica, para obtener la curación de enfermedades,
para pedir la victoria en los combates, para asegurar una caza fructífera, o simplemente para “atrapar a
un pretendiente”, etc, lo que no dificultaba en absoluto también para conmemoraciones de
determinados acontecimientos. Es un rito natural porque no tiene técnica que lo encierre, por eso,
obviamente, son los que más cerca están de considerarse folklóricos, porque no cuenta con las
condiciones exigidas por la danza; son más dispersivas y no tiene una coreografía segura, porque se
desconocen todas.
Como ejemplo, podemos decir que se utilizan tanto para el cortejo, como para acontecimientos
funestos como el “Velorio del Angelito”, “El Pujllay”, etc. A diferencia de la danza, que nace de la

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mente de un coreógrafo, el baile folklórico nace de toda una comunidad anónima. Por eso es que hay
que tener mucho cuidado al decir que “determinada coreografía es la verdadera de un determinado
baile”, eso es una exigencia que se otorga el mismo bailarín y no surge de una Academia. Esto no
obsta, que se estandaricen las coreografías, por una cuestión de espectáculo, pero no autoriza a decir
que es Folklore y menos danza.
El baile consiste, entonces, en movimientos a partir de sensaciones, cuyo objetivo es que las
personas se expresen por “pareceres”. En tanto la danza, por ser como es, le resulta imprescindible la
incorporación valiosa de la Educación Física, por sus valores estéticos formativos, cosa que el baile de
por sí no los necesita, porque derivan de otra situación socio-antropológica. Uno es el arte
consolidado, otro es la manifestación social. Pero por si fuera poco, se lo degenera aún más al
concepto: a) baile, b) danza, c)¡danza contemporánea! En ningún momento esto es dable como tal, y
hacerlo es inopia de la diferencia entre la estupidez y el Folklore.
Además, eso de inventar coreografías de contorsiones haciéndolas pasar por algo que es
“folklore contemporáneo”, no solo no es danza, si no que no es nada; es mover el “esqueleto”, cosa
que no está mal; lo malo es poner nombres que no corresponden. Es como decir “proyección
folklórica” que sería lo que permite hacer cualquier barbaridad, y no lo que debe ser.
En definitiva, al baile como la danza, no admiten calificativos, porque, de una forma u otra,
ambas son populares, pero como se dijo, de distinta interpretación. Al baile se lo puede incorporar a lo
actual pero con sentido histórico, en cambio a la danza no, es actual. Para eso existen los coreógrafos,
para “hacer” coreografías de danzas de una misma obra.
Plantearemos una hipótesis: si a alguna academia “seudo folklórica” se le ocurre regularizar -
homogeneizar- coreografías de bailes, estos dejarían de serlo para ser danzas, hasta es entendible. Lo
que no está bien es llamarlo Folklore. Así es que muchas danzas asumen las características del pueblo
que las ha adoptado, pero sin valor artístico tradicional, sino son elaboradas para determinada
actuación o función. La misma obra musical tiene muchas variaciones coreográficas de danzas, por lo
tanto difícilmente tengan carácter ancestral, y si se dice eso, es un grave error. Danza sí; baile
folklórico no. (Y va otra disculpa, pero seguiré diciendo que no es folklore)
En Historia de la Danza188 se explica que “En épocas más alejadas en Egipto se danzaba con las
rodillas dobladas, además de ellos los hebreos, los cretenses y los griegos, los brazos iban con una
palma de la mano vuelta hacia el cielo y la otra al suelo” (pero siempre con igual coreografía por
extraña que fuera y que es desconocida). Además de ésta danza, la danza acrobática aparece con la
inversión de la nuca o del cuerpo entero hasta hacer el puente sujetándose los tobillos con las manos”
con suavidad y delicadeza, pero esto no habilita a hacer bailes acrobáticos y llamarlos Folklore
argentino.
Y esto anterior, me trae a cuento de que “los egipcios ofrecían una gran originalidad en sus
coreografías sobre armas rituales......” Estimado lector, ¿no le resulta conocido? ¿eso de las lanzas,
boleadoras, facones, cucharas, tenedores, etc?
Para me gustaría decir algo que me aparte del asombro y mucha gracia causado al leer un
artículo del Profesor Eduardo Fiestas Peredo, una oración del mismo, a pesar que mayormente no
estoy de acuerdo, pero él es el que investiga, y es la siguiente: “Pero la danza no es un fenómeno
exclusivo del hombre. Por ejemplo el estudioso Wolgfang Koehler consignaba en sus
observaciones a chimpancés que no habían tenido contacto con el hombre apuntes que
mencionan la existencia de danzas efectuadas por estos antropoides que incluyen primitivas
coreografías” (?)189
No quisiera hacer analogías

188 -Bourcier Paul – Historia de la Danza en Occidente – Fontes Ed. Opus 86 1987
189 - Fiestas Peredo Eduardo -Profesor De La Escuela Nacional De Folklore “José María Arguedas” De Lima -
Folklore, Baile, Danza y su Clasificación. II Curso De Capacitacion Docente En El Area De Danzas Folkloricas
del 30 en 05 feb 2005 Asociación Cultural Taller De Arte Popular –Llam Pallec –Lima Perú.

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Con solo ver la imaginación de algunos seudos folkloristas, tanto en música como de bailes,
uno no tiene otra cosa que preguntarse: ¿de dónde son estos bailarines?, sospecho que algunos son
rusos o húngaros (lo dejo que usted adivine), o podrían ser argentinos, que se yo. Espero que algún
argentino con interés, me lo explique, y se dé cuenta de semejante barbaridad.
Soy un curioso de lo que encuentro sospechoso. No me interesa investigar más de lo que me da
el esfuerzo, que no es mucho. Pero hay cuestiones que todavía no he podido entender, porque nadie
me las ha sabido explicar. Leyendo historia, y un poco de sociología, con “alguito” de antropología lo
que aprendí en mis estudios, con una pizca de sentido común, y estudiando páginas de investigadores
de verdad, tanto de Folklore como de Historia, Antropología, Etnología y Etnografía, y sus ciencias
auxiliares, no encuentro razón alguna que justifique todo lo que se hace en nombre del Folklore.
El Folklore tiene una razón telúrica, de antaño, de la historia de la tierra, influida por grandes
distancias en el tiempo pero que ha sido traído a épocas más contemporáneas. Siguiendo estas
premisas, y más sabiendo lo que los mismos “folkloristas” dicen que es, alguien debe estar
equivocado. Ya expusimos que lo que quiere decir esta palabra, que es ciencia, cubre una serie de
requisitos que no pueden ser cambiados, ni modificados, y mucho menos actualizados, sin razón
alguna. En criterio teológico, sería una herejía científica.
Puede que los que enseñan “danzas folklóricas” (sic) utilicen coreografías diferentes para un
mismo baile; eso podría ser tolerable, porque el 99% de ellas se desconocen, y algo hay que hacer,
salvo algunas que por simple costumbre han resultado similares, pero no puede considerarse
Folklore. El 1% restante de los bailes se inventaron con música y coreografía, las que no son
folklóricas en absoluto, en ambos casos porque no cumplirían con los requisitos impuestos. Estudiar
un poco nunca está de más, y más aún, cuando se tiene que enseñar y obviamente, hace falta. Inventar
coreografías por “aproximación” es admisible, es más, identifica que alguien estudió un poco, pero
inventar coreografías que más se parecen a danzas clásicas, o rock “modernizado” solo se consigue dar
un espectáculo híbrido que puede gustar, y surgidas de mentes ocurrentes en algunos casos, pero no
versados del todo en sentido científico. ¡Verdaderamente se puede admirar a estos inventores de
danzas y corridas, pero de ahí a repetir una y otra vez lo que no son, le resta méritos a sus propios
inventos! Coreografías sin valor alguno, sin seguridad que sean de donde se dicen que son, o, como
me corrigió una Licenciada en Folklore diciéndome: “algo tienen de valor”, puede ser, como gimnasia
puede ser valioso, se baja de peso y se evita el colesterol. Cuando estudiaba en el Instituto Superior de
Folklore Andrés Chazarreta, se nos enseñaba una serie de movimientos a tener en cuenta para que un
baile sea más o menos vistoso, pero sin perder de vista su aproximación a los estudios sociológicos,
antropológicos, etnográficos, geográficos; en una palabra, se nos exigía leer, estudiar y sacar
conclusiones, de lo que se supondría se puede haber hecho. O sea que por fuerza estábamos algo
dentro de lo que se hacía en la generalidad, pero aplicábamos la ciencia para tomar decisiones de tipo
folklórico tratando de no salirnos de lo que eventualmente pudo ser.
Esto me hace recordar que nuestra Escuela –Tierra Linda, adscripta a Instituto Superior de
Folklore Andrés Chazarreta-, fue designada representante de la provincia de Córdoba al 1er Festival
de Folklore- Fr. Salvador Tomas Salvador Santore, op, llevado a cabo en la ciudad de San Miguel de
Tucumán en el año 1967, en el cual participaban todas las provincias argentinas, pero siempre que
cumplieran con algunos requisitos; el principal era que cada delegación presentara un 90% de bailes
oriundos de las zonas que las componían, y un 80% de aproximación en cuanto a cuál hubiese sido
la ropa más usual al baile que se hiciese. Esto le llevó a nuestro grupo casi un año de estudios
intensivos y costó mucho esfuerzo e investigación. No es mi pretensión que los saltimbanquis
bailarines de ahora se dediquen a eso, es más, entiendo el disgusto que significa leer; pretender que
se estudie es medio como tonto de mi parte; hay algunos que dicen que “es una mala costumbre” (eso
de estudiar). Pero, ya la cosa así, solo espero se trate al menos de no cometer tonterías.
Para este encuentro sincero del tratamiento del Folklore, nos encontramos con un verdadero
problema; mientras más investigábamos, nos íbamos dando cuenta que no encontrábamos cuales eran

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los bailes folklóricos de Córdoba y mucho menos la vestimenta que se usaba. En la Biblioteca
Universitaria, en la Nacional, a estudiosos reconocidos consultados, gente de las distintas zonas,
viajes, libros, todo aquello que nos diese una referencia, como los escritores que se dedicaron más a la
zona norte de la provincia nos fue de utilidad, y llegamos a la conclusión que “no teníamos baile
típico, salvo, mal que les pese a algunos, El Sombrerito”, todo lo opuesto a que se cree que la “Jota
Cordobesa” es de Córdoba por portación de nombre, y otros bailes que se aquerenciaron “de paso”
por el camino real durante los siglos XVII y XVIII. ¡¡¡Ni les cuento lo que fue identificar la
vestimenta mayormente típica!!! Fue así como presentamos nuestras conclusiones con las
aclaraciones del caso, y al final ganamos como mejor delegación por el simple motivo de no haber
“inventado” nada, ni siquiera lo que desconocíamos. Aunque hubo delegaciones que a lo desconocido
lo inventaron, como ahora, que inventan en vez de estudiar. Así y todo, por comparación, aquello fue
un centro académico.
Y como agregado, es bueno saber que hay quienes les gusta la investigación sociológica,
etnográfica, de los arraigos e idiosincrasias, del estudio de significados de los bailes. Esto nos lleva a
la conclusión que desde siempre, con raras excepciones, todo baile -al menos de los que se conoce
algo y son de cortejada-, el varón siempre realiza un andar coreográfico similar a la dama, pero con el
solo efecto del galanteo; deja pasar a la dama, y una vez que lo hizo, paso detrás y completa la figura;
con una colocación del cuerpo más bien de “humillación”, de pretensión de la dama (aunque después
sáquelas uñas, cosa que dudo). Nunca el varón da la espalda a la dama, ni tampoco echa el cuerpo
hacia atrás, mirando de lejos como si le faltaran los anteojos, o viendo adonde apunta el fusil. Esto es
así desde el tiempo e’ñaupa hasta hoy, y absurdas son las cosas como eso de que ¡¡¡la mujer detrás
del varón!!!
Coreografías
En cuanto al tema de las coreografías en sí, no deja de ser un tema muy espinoso, incluso para
los investigadores. A través de estudios que se han realizado y búsquedas en libros del Archivo de la
más antigua Universidad del Virreynato del Rio de la Plata, estaba claro que ya en el siglo XVII
existían ciertos movimientos con un mayor sentido coreográfico (como lo podríamos llamar hoy),
pero generalmente significaban homenajes a fiestas paganas, mixtas, mezclaban ritos religiosos
europeos con los de los pueblos originarios americanos, como surge de un manuscrito musical por
Gaspar Fernández (1570-1629), que fuese el villancico "Zarabanda tengue que tengue, zumba casú
cucumbé". O como en 1746 las procesiones de mulatos y negros de América, con música de corneta y
cajón, a manera de comedias musicales caseras en las que prevalecía un "grandísimo desorden",
cuyos movimientos eran totalmente desordenados y alterados, es lo que se llamaba “conventículos” 190
(de ahí deriva “conventillo”), y que por esos grandísimos desórdenes, estas reuniones estaban
prohibidas por las autoridades. Pero era imposible evitar lo que ya se preveía en el ámbito cultural.
Aunque sea repetitivo de la influencia africana o europea, al criollo, al mestizo y mulato, gran parte
de la influencia le venía de nuestros propios salones, en particular de las ciudades grandes y las
trasladaba a sus fiestas. Pero “algo” de su música puede haber llegado, como el “candomble”
posiblemente.
Obviamente, y para que no aparezca alguno diciendo qué pasaba con los pueblos originarios,
propiamente dichos, en todo sentido cuestiones culturales eran muy acendradas, con las
modificaciones de creencias o del ambiente Folk. No era lo mismo un paisano criollo del Siglo XVII
en Buenos Aires, que un aborigen en Chuquisaca. Todo se mezcló por las mismas corrientes
migratorias, hasta que la cultura se fue haciendo propia en sentido antropológico, pero diferentes en lo
social. Sus bailes, por ende, aunque influenciados, pasaron a ser folklóricos. Vgr: los indios Quilmes

190 (Del lat. Conventicŭlum.- Junta ilícita y clandestina de algunas personas. Real Academia Española //
Conciliábulo s. m. Reunión de personas que no ha sido convocado por persona autorizada o que se reúne para
tratar un asunto que se quiere mantener oculto. Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007
Larousse Editorial, S.L)

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que fueron desterrados desde el Tucumán, a territorio bonaerense. Obviamente, arrastraron sus
costumbres.
El hablar de movimientos coreográficos más o menos regulares, es hablar en América desde el
año 1800 a lo sumo, aunque totalmente indefinidos. Pero, obviamente, nuestro Folklore arrastra
influencias de mucho tiempo atrás, varios siglos, y no se conocen muchos de esos bailes, al menos de
nombre, y menos aún de coreografías, tal como especifica José Antonio Robles Cahero en “Un paseo
por la música y el baile popular de la Nueva España”, no se conocen cuáles eran esas notaciones de
bailes con influencia europea como: El chuchumbé (1766-1784), El animal (1767-1769), el Pan de
manteca (1769-1796), La cosecha (1772 y 1778), el Pan de jarabe (1772-1796), Sacamandú (1778 y
1796), las Seguidillas (1784-1803), El jarabe gatuno (1801-1807), el Torito (1803) y el Vals (1808 y
1817).191 Que sepa, nunca he visto bailar estas músicas, al menos saber quiénes eran los autores;
pero no se sabe si tuvieron coreografía, cosa que dudo. No faltará alguno que las descubra y le invente
música, letra y coreografía; total, ¿quién sabe? Pero hay algo que unifica a los bailes folklóricos y no
es una coreografía, sino que éste más bien la aleja de ser Folklore, vaya a saber uno cual era el
movimiento que se quisiera hacer tratando de significar lo que se sentía o creía ¿y qué significaban
esas músicas?. Recién en el Siglo XX, y bien entrado, se unifican casi en todo una serie de
coreografías como para darle cierta regularidad de espectáculo, pero no de todos los bailes conocidos y
desconocidos (que son los más), por lo tanto queda muy lindo (algunos) ante la vista pero “no es
Folklore”. Y además, tienen desde un comienzo, normas específicas para su unificación, y no los
revoleos que se les ocurren a los “bailarines de ballets”. Pero lo inventado es luego modificado una y
otra vez, se transforma en deforme por estulticia. Ni hablar de esas coreografías inventadas para
ocasiones “especiales”, haciéndolas pasar por folklóricas, ¡¡¡aquiiii Cosquín……!!!, y sale un montón
de indios disfrazados de apaches moviéndose a lo absurdo con ritmo de chacarera, y usando concheros
y amenazando con lanzas de plástico…..¡¡por favor, es una chanza, pero es verdad!!
Ejemplos de esas deformaciones de piezas musicales, como la famosa Zamacueca, el
Chorrillo, el Oficiante, entre otros, de los cuales surgen supuestos bailes con coreografías hasta que,
de tanto invento realizado, se pierde la condición de “aproximación al Folklore”.
No podemos asegurar que una pieza folklórica es “de forma determinada” cuando no
conocemos como fue. Por ejemplo, en la zona del Norte del Litoral, la música tenía gran influencia de
la tradición jesuita y franciscana post colombina. Pero su Folklore es hoy prácticamente desconocido;
lo que se hace es “algo que se le ocurrió a alguien”, derivados de polkas, shotis europeos, gavotas,
caso que se daba en todo el litoral en particular entre ambos grandes ríos. La influencia, al igual que en
el Norte, solo provenía de Europa, no de Paraguay, sur del Brasil o Uruguay, porque esa zona
pertenecía al Virreynato del Rio de la Plata, luego entregado, como Bolivia, sur del Perú y casi todo
el Chile actual, el Uruguay y el Paraguay, por la mismísima Argentina, pero su influencia, ya copiada,
no era europeizante sino propia y zonal: tenía su ambiente Folk. ¿Y, muchachos?, ¿qué me dicen?
Solo para aclarar, la música italiana, tiene mucho de propio, no tanto como la española que tiene
gran influencia de siglos de moros y judíos, cuya mistura aparcó por estas tierras entrando por el Este.
Y los bailes populares que quedaron en Buenos Aires, surgían por lo general de los negros que
desembarcaban de los barcos, bajaban su carga, y se entretenían golpeando rítmicamente lo que
tenían a mano, un cajón, para realizar sus bailes rememorando lejanas tierras, que en la actualidad se
lo incluyen en todo, y encima eléctrico y con parlantes.
“Los bailes europeos no se mezclaron con los indios y los africanos para elaborar los bailes
criollos; descendieron de los salones superiores a todos los grupos que los sociólogos llaman
“inferiores”, pero no consta que los híbridos así formados, ascendieran de nuevo de alguna aldea a los
salones para alcanzar dispersión continental. No hay en nuestras danzas formas indias o africanas
generalizadas (el Carnavalito vive en un islote); las influencias negra e indígena se sienten a veces en

191 - Robles Cahero - Un paseo por la música y el baile populares de la Nueva España Ed. Cenidim

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el estilo. Los negros, en particular –hemos escrito antes– “vitalizan el ambiente americano con
imponderable inyección de temperamento, de aptitudes, de maneras de hacer”... No de formas. Me
refiero al ambiente criollo por excelencia, al criollo europeo y no a los reductos africanos
sobrevivientes o a los grupos africanoides sui generis de enquistado patrimonio, de persistencia sin
influjo”192
Y las coreografías de sus bailes dispersos como El Candomblé, La Habanera, El Bantú-tangó
(que quiere decir “tambor”, y de él se dice influye directamente al baile el tango), los Reisados,
Maracatús, Congadas y Cucumbis, que solo Dios vaya a saber adónde fueron a parar, y que los
“academicistas seudo folklóricos” dudo que sepan de su existencia alguna vez. ¿Cómo….?, ¿Qué hay
algunos……?, ¡qué suerte….!
Al Norte, zona del Alto Perú, estaban franciscanos y dominicos, la música siguió teniendo
sentido telúrico, y baste ver los distintos bailes actualmente (los que quedan sin inventar), para saber
que no hay coreografías específicas.
Pero mientras bajaban hacia el sur, entrando al actual suelo argentino, sigue siendo la
misma influencia simplemente porque desde el Alto Perú nos pertenecía, Bolivia no existía.
¿Entonces de que influencia boliviana se habla? Las más acriolladas, ingresan por el oeste, por el lado
de Chile, que la mayor parte de su territorio actual pertenecía a nuestro país, por lo tanto ¿de qué
influencia se habla?, aunque paradójicamente, es la que mantiene más “el sabor” de sus bailes
folklóricos, e influye de una forma más folklórica en nuestro aspecto musical.
Personalmente, no me parece mal el haber uniformado posiciones y relaciones coreográficas de
los bailes, hasta es lógico, pero eso no significa ni que sea folklórica, ni que se le invente también un
lugar por donde se cree que se sabe o se especula, como por caso del baile El Sombrerito, del cual se
tienen comprobaciones que surge en la región del Toco-Toco (zona de Cruz del Eje-Córdoba), y que
los paisanos tenían una vestimenta, por lo que se sabe aproximada, constaba de un poncho corto, al
estilo “huaso” chileno, pantalón cortado en dos a los costados, sombrero panza de burro, y cáligas o
ushutas de yute, o sea del típico paisano cordobés de noroeste. ¿De dónde salió eso que se baila de
coya y entró por Bolivia?..., no sé, ¿y cuál es la coreografía?, tampoco se sabe en rigor…., pero si se
sabe que por el motivo de esa música que no se sabe bien como era, significaba dar vueltas alrededor
de un caldero, abanicando las llamas con el sombrero para derretir la “grasa peya” con que se hacían
las velas, por eso es difícil que haya tenido coreografía, no vaya a ser que por descuido se le quemase
la grasa. A pesar de mis infructuosas investigaciones no lo he podido descubrir.
Vale la pena decir también, que en la ciudad de Córdoba, la vestimenta criolla era muy
particular, se debe tener en cuenta que la ciudad de Córdoba “ya era la docta” (poco le quedó), y sus
habitantes mayormente eran de clase media (ABC2, como dicen ahora), por eso su vestimenta común
solía ser: camisa blanca mangas abullonadas de tela resistente, casaca color té con leche o grisácea
con ojos de panal a lo largo de las mangas, abrochadas en la muñeca, faja de un solo color válido,
bombachos (que eran pantalones anchos nada más) apenas anchos a la altura de la media bota, con
panales a los costados, y botas de cuero caña recta y sombrero alas españolas. Pero eso era vestimenta
de “gente bian” y “doctoral”. El pueblo por lo general vestía prácticamente igual en todo el territorio,
con gran influencia Comechingona (de la familia de los “huárpidos” -sociedad instalada en la zona del
Toco-Toco, y de la cual derivan los hênîa y los kâmîare, que a nadie se le ocurrió inventarle un
Folklore todavía)
Solo me dedico a dar “algunos” ejemplos”, porque El Sombrerito no es el único caso, está el de
la Cueca, cuyo ingreso a nuestro territorio se le adjudica por dos naciones distintas, lo cual se tendría
que estudiar algo de geografía, porque ya se ha dicho esas zonas de ingreso a las Provincias Unidas
del Rio de la Plata, como pueden verlo en cualquier mapa. Por eso, hablar con soltura de la cueca es

192 Carlos Vega, Acerca del origen de las danzas folklóricas argentinas Revista del Instituto de Investigación
Musicológica "Carlos Vega", Nº 1, 1977

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un atrevimiento riesgoso; la Cueca chilena, con la Cueca norteña, no tienen el mismo origen, para
nada, ni siquiera se baila igual. ¿No sé de donde salió que ambas tienen la misma influencia, como la
zamba y la cueca derivan de la zamacueca?; ¿alguien sabe cómo se baila la “zamacueca” suponiendo
que tenga coreografía?, ¿Cuál es la verdadera?...., ¡Ah! ¿y cuál es la coreografía original de las
cuecas?...., pero fíjese, ¡ambas no ingresan, estaban adentro!
Perú, en donde estaba el otro virreinato, de la mitad al norte, sus bailes eran Llaneras,
Bambucos, Curulaos, Joropos, y sus instrumentos eran la bandurria, la bandola, por decir algunos.
¿Me quieren decir cuál de estos bailes e instrumentos influyeron en nuestro Folklore? A lo mejor sí,
pero ¿Cuáles?
Muy bien mis estimados y pacientes lectores; contra mi voluntad, estoy tirando la moral por el
suelo. De este alboroto de ideas (brainstorming, le dicen ahora algunos seudo folkloristas modernos),
puestas a consideración, no se termina el asunto, pero solo se trata de intrigarlos sobre cuestiones del
génesis y condiciones folklóricos, y también intentar que se comprenda de una vez por todas que lo
que se hace actualmente no es Folklore, y algunas cosas que se hacen, ni siquiera son tradicionales,
pero eso ya es cuestión de cada uno sobre el gusto.
No duele nada hacer algo que se parezca a lo tradicional, lo que no está bien es creer que lo es,
y peor que es Folklore. Ahora, ¿qué sentido tiene tanta complejidad y tanto barullo para bailar un Gato
o una Chacarera cuyo autor es conocido y decir que es Folklore? ¿Por qué imprimirle una velocidad
rítmica increíble a lo poco conocido: chacarera y algo de zamba? ¿por qué inventar “danzas nativas”,
que parecen de fórmula I? ¿De dónde salió la “zamba carpera”?. No es delito bailar a “lo que se me
antoje y como se me antoje”, si gusta, allá vamos, ahora bien; si baila una zamba a los saltos, es una
cuestión de antojo, pero no es Folklore ni tradición. Nadie puede adjudicar con certeza que tal o cual
baile es folklórico, a aquellos que han sido inventados con conocimiento del autor de la letra y música,
según la ciencia, no. De última, habla mal de aquellos que lo hacen, porque significa que, o no
conocen la ciencia, o no les importa, o no saben leer. Y el mismo caso es cuando, la música es de
origen folklórico pero la letra no, porque tiene propietario; es más, está en Sadaic y cobra. ¡Me
imagino un kolla aymara, en Buenos Aires inscribiendo en Sadaic un carnavalito!!, aunque casos
similares ya los hay.

BREVE COMENTARIO DEL “FOLKLORE PATAGÓNICO”

Dice el P.de las Casas: “La música tradicional de los aborígenes patagones, es principalmente
religiosa, como las cantadas en guillatún, por ejemplos las tayüḻfe, quienes acompañan al choyke con
cantos en su danza, aunque también existen composiciones amorosas, canciones acerca de los sucesos
de la tierra natal y de personas importantes. Puede estar cantada a modo de monólogo o estar
acompañada de algún instrumento musical ceremonial, haciendo de la música en si un cuerpo
fusionado en especial de mujeres, se usan instrumentos de percusión como el cultrún, pero de uso
exclusivamente ritual, y las cascahuillas, que son cascabeles atados a los nudillos. Dos instrumentos
característicos son la trutruca, una caña hueca de coligüe con un cuerno en su extremo, y el trompe,
que usa la garganta y boca como caja de resonancia, y mientras las mujeres se movían al ritmo que

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imponían los varones en medio de tremendas borracheras”193 No era cultura, eran costumbres a lo
sumo, era la dominación de la mujer en todo sentido, y hasta entrado el Siglo XX, el folklore como tal
no existe, y si existe, siéntese con una botella de vino y golpee con un palo, y haga saltar a su mujer.
Según investigaciones, se puede decir con cierta seguridad, que desde principios del Siglo XX
se comienza a inventarle un Folklore a toda la Patagonia, cuando se sabe que los aborígenes
sostenían fiestas permanentes, sin ningún objetivo, solo para “la macha”, para alegría festejando por lo
general los triunfos de malones, en donde la “ngolin” (borrachera) con licor de uva desecada, o de ese
aguardiente robado en malones traído de Chile, era lo común en sus festividades, o vendido por los
tramposos “blancos huincas”), y que “el baile” consistía en que los varones se sentaban con recipiente
de alcohol en una mano, en la otra con un palo golpeaban un tronco, tomaban hasta que caían
exhaustos y las mujeres daban vueltas alrededor de una fogata; algunas veces tenían un tambor
llamado kultrún194, el kunkulkahue fabricado con dos costillas de vacuno, la huada, calabaza con
piedrillas, y la trutruca, que era una caña que se soplaba, como se verá todos instrumentos
rudimentarios y que no necesitaban mucha habilidad. Tenían algunos estilos populares, como por
ejemplo el choique pürún o "danza del avestruz", de carácter recreativo realizada en fiestas y rituales o
el kollón pürún o "danza del enmascarado", el que se baila con ocasión del palín o palitún, el deporte
más popular entre el pueblo mapuche. Pero esto de la diferencias entre el pueblo mapuche y el
araucano, es muy relativo, difícil es que se asegure, porque el “medio” era el mismo, y su antigüedad
igual.
Puede que sea “costumbrista”, pero de ahí a Folklore quedan dudas. Pero, decir “Folklore
patagónico” es hacer mención de grandes bacanales conocidas ya por investigaciones a mediados del
siglo XIX y principios del XX y las describen muchos historiadores conocidos.
En particular sobre el hecho de la Patagonia, como no se sabía que inventar, dice Marta
Andreoli que “Este hecho no es menor en la consideración porque les sirve de apoyo para
resignificar sus producciones musicales a la luz de aquellas establecidas [..] Los músicos que
componen y reinterpretan el repertorio folklórico patagónico en tanto categoría genérica, plantean
discusiones entre la legitimación de las tradiciones inventadas como “esas cosas nuevas” loncomeo,
chorrillera, cordillerana, kaani y las tradiciones más enraizadas como la milonga y la polka. Más las
relocalizaciones regionales de otras manifestaciones como triunfo, gato, zamba, chacarera,
candombe, bailecito, tonada, retumbo, ranchera, huellas, chamarritas”195….., cualquier cosa. Lo peor
es que ¿alguien sabe cómo se baila La Chorrillera, El Retumbo, el Kaani, y encima mezclan el sur con
el norte, el centro y el litoral. Cualquier cosa les viene bien a estos seudos folkloristas….., no en vano
está Piñón Fijo actuando en Cosquín y Jesús María……, ¿ y los Ministerios de Cultura?...., bien,
gracias.
Más que eso no tienen. Arrogar un Folklore, en la Patagonia, es casi diría, un atrevimiento fuera
de lugar. Pero, es bueno abrir un interrogante investigativo, porque esas bacanales podrían tener
significado, entonces sí, pero ¿quién lo sabe? Se inventaron movimientos que más parecen “pringue
rebañega” que luego algunos inventores más contemporáneos llamaron Loncomeo, el Chorrillero. Y se

193 -Breve comentario del “folklore” patagónico Joseph, Claude (1931). Los tejidos araucanos. Santiago de
Chile: Imprenta San Francisco, Padre Las Casas.
194 -El kultrun o cultrún representa en la cosmovisión de los aborígenes en especial patagónicos, aparentemente
significaba la mitad del universo en su forma semi esférica; en el parche se representa los cuatro puntos
cardinales, que según los intérpretes del instrumentos, significan a Ngnechen dominador del universo los cuales
estan representados por dos líneas a manera de cruz y sus extremos se ramifican en tres líneas mas,
representando las patas del choique (avestruz)”. Este instrumento es netamente de carácter religioso, y tiene una
serie de significados, los cuales creo que son mas interpretaciones de quien lo estudió que lo que realmente
significaban los diferentes dibujos con que estaban adornados. Es más, no creo que supieran del universo, del
mundo, de la Creación; si obviamente tenían una creencia en un algo superior.
195 -Andreoli, Marta”. 2005. “Folklore de adscripción patagónica: articulación entre discurso musical e
ideologías contrastantes”. Publicado en las VI actas del Congreso IASPM –AL 2005 Bs. As, Argentina. En
Entremúsicas. Música, investigación y docencia

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acabó el Folklore “inventado” ¿Qué suena lindo?, obvio, a quien le guste dele nomás, pero que se sepa
que con ese criterio podrían llamarle “la cumbia patagónica”, y resultaría lo mismo; mal de cualquier
forma (y estoy dando una idea).

BREVE COMENTARIO SOBRE EL LITORAL ARGENTINO

Me voy a detener brevemente en la zona del litoral, del Noreste y Este de nuestro territorio y su
musicalización. La llegada de los conquistadores, trajo sacerdotes (imagino que se sabe) los que
hicieron una labor extraordinaria en la zona de Misiones y Paraguay. Las famosas ruinas de San
Ignacio son una muestra de lo que hicieron, de cómo enseñaron artesanías y distintas profesiones que
hizo que los indígenas cambiaran su ritmo de vida, a pesar de los ataques alevosos de los bandeirantes
de la zona portuguesa, con sus crímenes horrendos.
Pero, había un problema, la iglesia utilizaba -hasta el día de hoy porque no ha sido derogado196-
la música sacra cuyo instrumento principal era el órgano. Traer semejante armatoste de ese tiempo y
armarlo, era imposible pensar. Entonces se arreglaban como podían, inventando instrumentos como el
famoso violín de una cuerda, la ocarina, la caña trunca. Y la del Este y Noreste la influencia entraba o
por Buenos Aires, la culta, fina, europeizante, o por lo poco de música de estilo barroco, con inventos
traídos por los inmigrantes del Siglo XX, con sus pizzicas, derivadas en tarantelas y luego traídas
aquí, cuya característica, vaya usted a saber, era el pañuelo de los bailarines (¿casualidad?); las
sevillanas españolas, de donde se cree que puede haber tenido gran influencia para el chamamé; la
tarántula (o taranta/tarante), que es de gran influencia en la música popular del litoral, y que ¡oh
casualidad!, se podía bailar, se supone que en parejas sueltas pero entrecruzadas, aunque distinto o del
mismo sexo, al estilo griego. ¿Qué curioso no? Ni que hablar de las Seguidillas, Sardanas y
Muñeiras, mezcla de todas estos bailes hicieron el “inventado” Folklore litoraleño en el siglo XX. . Y
la música y bailes “de alta sociedad” entra por la misma zona, el este, por Buenos Aires, aunque luego
se expande ya modificado por la curiosidad de paisanos criollos, con las degradaciones que se le iban
produciendo, o sirviendo de base para nuevos bailes telúricos tomados del como por ejemplo, el
schotis, o chotis criollo (danza mayormente de salón), baile tan particular en su origen, que mezclada
con la música jesuita-guaraní, dan origen casi a fines del siglo XIX de la música del litoral197.

196- Constitución Sacrosanctum Concilium sobre la sagrada liturgia art.114. Consérvese y cultívese con sumo
cuidado el tesoro de la música sacra. Foméntense diligentemente las "Scholae cantorum", sobre todo en las
iglesias catedrales. Los Obispos y demás pastores de almas procuren cuidadosamente que en cualquier acción
sagrada con canto, toda la comunidad de los fieles pueda aportar la participación activa que le corresponde, a
tenor de los artículos 28 y 30.
197 -Perez Bugallo, Rubén (1995). El chamamé. Corrientes: Del Sol. - En Argentina , Paraguay , Uruguay, el
schotis o chotis fue introducido por los inmigrantes alemanes del Volga y polacos asentados a partir de la
segunda mitad del siglo XIX, en la región litoraleña de los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay que integran la
Cuenca del Río de la Plata. Constituye uno de los estilos destacados de lo que en la Argentina se llama música
litoraleña. El chotis acompañó el ingreso a la región de uno de sus instrumentos más característicos, el acordeón
diatónico, de una y dos hileras, que se sumó a la guitarra van a formar la orquesta típica campesina o campiriña.
Una vez instalado, el chotis se fusionó con la música folcórica de la región, fuertemente influenciada por la
cultura indígena guaraní, adoptando las características que lo distinguen. Luego de fusionarse con la música de
origen indígena guaraní, dio origen al chamamé moderno.

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Los indígenas se amoldaron a lo que se les enseñaba, a regañadientes se acostumbraron lo que


se les inculcaba, tanto como religión en contra de sus milenarias creencias. La música y algunos bailes
eran sumamente extrañas para ellos, pero la curiosidad y el gusto intrínseco de aprender de todo
hombre, los llevaba a imitar, aunque no les resultó fácil a los sacerdotes, porque el paganismo se
resistía en contra de la “verdadera religión”. Lo más difícil para los frailes era el tema de las
costumbres idólatras, sus bailes y las imperdibles fiestas paganas que, en el fondo, aún se tenían
presente. Era una mescolanza. Así es de suponer que había bailes, pero ninguno llegó a la actualidad,
ni siquiera en su conocimiento, porque desapareció junto a esas civilizaciones. Esa oscuridad se
mantuvo y mantiene en algún lugar de la historia de la colonia. Tenemos una valiosa referencia
relatada por el Padre Francisco Javier Miranda198 con respecto al mantenimiento de la música en la
Colonia: “y en las funciones eclesiásticas ordinarias se contentaban con cantar lo que ocurría a
capricho, de una arpa mal arañada, y de alguna guitarrilla de mala muerte” […] “En las fiestas regias y
más clásicas nos pedían las Catedrales y los Conventos nuestra Música instrumental y vocal, toda
compuesta de nuestros negros esclavos, que les concedíamos con mucho gusto, sin paga de interés
alguno”. Desgraciadamente no nos han llegado inventarios de los repertorios, que hubieran sido
fascinante lectura, pero en cambio hubo abundante mención de instrumentos, que fueron en verdad
abundantes e incluyeron algunos de uso renacentista, desfasados con respecto al Barroco europeo,
como los rabeles o los salterios y las liras. Incluso pudieron identificarse las especialidades de ciertas
misiones en la construcción de determinados instrumentos (p.ej., arpas, claves y campanas en la
Candelaria, o rabeles en Yapeyú)199.
Los sacerdotes debían oficiar misa –como ahora y siempre-, por dos motivos: porque es su
obligación hacerlo todos los días, y segundo, porque les servía para hablarles a los indígenas e
incentivarlos a comprender que lo que le decían era verdad. La música en el templo, llamémosle así
por ahora al lugar que sea en donde celebraban (aunque basta ver la Iglesia principal en San Ignacio en
Misiones, San Bernardo en Paraguay, para darse cuenta que semejante imponencia no era fruto de la
casualidad). La música sacra se realizaba con los instrumentos que tenían, que conservaban pero que
se agotaban; no tenían reparación, eran remplazados con otros de fabricación local y así nacen varios
de los instrumentos –bocinas, cornetas y trompas de caña-, que hoy, si los conocemos, si serían
folklóricos, pero que se expandieron por poco tiempo. Obviamente, los órganos de tubos existían muy
pocos y en las principales ciudades, mayormente quedaban en Buenos aires; otros fabricado aquí eran
de mala calidad y fabricados “sin técnica alguna”, que obviamente significaba toda una proeza su
construcción y la preparación de organistas, que procedían por intuición y prueba y error y no por
método. Sin embargo, el francés Luis Joben fabricó algunos órganos de buena técnica si se tiene en
cuenta los materiales que usa, a partir de 1785; uno de ellos se conserva en la Catedral de Buenos
Aires.200 Así y todo, no alcanzaban para cubrir todo el amplio territorio de las misiones, y por eso
resultó de gran ayuda la aparición del sistema de acordeones, pero sólo el órgano podía ser utilizado
como Órgano.
En el punto 120 Sobre La Sagrada Liturgia201, CV.II de la Iglesia Católica, ratifica el uso del
Órgano para las celebraciones litúrgicas, que no ha cambiado en siglos: “Téngase en gran estima en la
Iglesia latina el órgano de tubos, como instrumento musical tradicional, cuyo sonido puede aportar un
esplendor notable a las ceremonias eclesiásticas y levantar poderosamente las almas hacia Dios y hacia
las realidades celestiales”, por lo tanto en aquellas épocas en donde la Iglesia era más estricta que
ahora, solo hay que imaginarse la desesperación de los curas.

198 -Teología en América Latina V.II/2- De la Guerra de la Independencia hasta finales del siglo XIX
1810/1899 – Fundación Universitaria de Navarra – 2008 – Ed. Iberoamérica.
199 -Ref: La influencia de la música europea sobre los argentinos-Art. Mozarteum Jujuy.P. Bardin
200 - La influencia de la música europea sobre los argentinos Mozarteum Jujuy por Pablo Bardin 5 -
201 - Constitución Sacrosanctum Concilium – Concilio Vaticano II

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El griego Ctesibios de Alejandría, es inventor del órgano hacia el año 246 aC. La primera
aplicación musical de este instrumento en Occidente fue el órgano hidráulico (organa hydraulica). El
Órgano no significaba –ni significa- un capricho de los frailes, sino que estaba instituido – y está-
como el instrumento principal para la música sacra, porque da un espíritu especial a la liturgia
religiosa, por su especial sonido que apoyaba perfectamente los ritos, y su sonido permite una
meditación sin interrupciones.
A simple aclaración, aquí se da también una paradoja. La música sacra proviene de los orígenes
de la Iglesia, y se ha ido modificando acorde a las visiones religiosas, de los ignorantes de música
sacra, los que se “hacen” los ignorantes, de los de cultura general muy limitada, incluso, como ahora,
de los que quieren modificar lo modificado. Para aquellos que toman la guitarra y la batería, y pegan
gritos desaforados en el templo, aduciendo que es permitido por el CV.II, lo que no es cierto, pero
como siempre, aducen lo que no saben, o sea, en este caso leer los documentos del mencionado
Concilio, y se darán cuenta que no es como lo dicen. Les repasaré un poco para que lo entiendan
mejor, porque es de siempre, y es análogo con el seudo Folklore litoraleño.
“Dignidad de la música sagrada - 112. La tradición musical de la Iglesia universal constituye
un tesoro de valor inestimable, que sobresale entre las demás expresiones artísticas, principalmente
porque el canto sagrado, unido a las palabras, constituye una parte necesaria o integral de la
Liturgia solemne”
Por tanto, el sacrosanto Concilio, manteniendo las normas y preceptos de la tradición y
disciplinas eclesiásticas y atendiendo a la finalidad de la música sacra, que es gloria de Dios y la
santificación de los fieles, establece lo siguiente: […] Canto gregoriano y canto polifónico 116. La
Iglesia reconoce el canto gregoriano como el propio de la liturgia romana; en igualdad de
circunstancias, por tanto, hay que darle el primer lugar en las acciones litúrgicas” ….“Punto 121:
Cualidades y misión de los compositores. Los compositores verdaderamente cristianos deben sentirse
llamados a cultivar la música sacra y a acrecentar su tesoro. Compongan obras que presenten las
características de verdadera música sacra y que no sólo puedan ser cantadas por las mayores
"Scholae cantorum", sino que también estén al alcance de los coros más modestos y fomenten la
participación activa de toda la asamblea de los fieles. Los textos destinados al canto sagrado deben
estar de acuerdo con la doctrina católica; más aún: deben tomarse principalmente de la Sagrada
Escritura y de las fuentes litúrgicas.202
Si esto surge de las actas del CV.II, con rigurosidad, imagínense lo que debe haber sido en ese
tiempo no tener lo necesario para la liturgia.
Entonces no es difícil darse cuenta no solo de la importancia del órgano, sino de todos los
instrumentos que de una forma u otra, se inventaban para remplazarlo, y que algunos quedaron y otros
desaparecieron. Aprovecho para decir que, como existen falsos gauchos festivaleros, también hay
curas que hacen de la Santa Misa un festival de estupideces, sin que nadie les diga nada, al contrario,
les resulta lindo y les gusta. ¡Y bueh!, al que le guste dele nomás, pero sepa que hacen lo que no dice
la Iglesia. ……¿qué parecido no?..... Volvemos al tema.
El órgano de tubos en ese entonces, era de grandes dimensiones y difícil de ejecutar, no era
accesible todavía para esos pagos. Había que remplazarlo. Pero ¿con qué?....., la música no era sacra
como establecía el canon, se hacía lo más parecido o se intentaba hacerla. La música no hace a la
religión, pero “eleva el alma” lo que potencia lo espiritual. Obviamente, hablo de la buena música, que
necesitaban en esa época para conservar sus costumbres, y que pasaron a conformar el patrimonio
folklórico. Ahora, una música sacra bailada como chacarera Fórmula I, no pega…., ¿no le parece?
Pero el tiempo, siglos, pasaron y el órgano sin aparecer. Entonces los frailes, llegado fines del
Siglo XVIII, principios del XIX se propusieron remplazar al órgano, por vía de un sacerdote del centro
europeo que había visto cómo, artesanos europeos, a sabiendas de esta necesidad allá en el sur de las

202 -Constitución Sacrosanctum Concilium – Concilio Vaticano II

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Indias Occidentales, se entregaron a diseñar y fabricar un instrumento que fuera portátil y que
remplazara al órgano; tenía que “sonar” como un órgano. Después de intentos, se desembocaría
finalmente en una creación del luthier Cyrill Demian del primer acordeón rústico. A botoneras de
notas y botones de bajos de ambos lados, sencillo, simple. Y es este instrumento el que viene a estos
parajes, y resulta muy útil para que sonara algo parecido al órgano, con un sonido muy similar al
“órgano de boca; la lengüeta libre; principio sonoro”203
Ahora, veamos la situación planteada: ¿cuál es para “algunos” el instrumento folklórico por
excelencia del litoral?, el acordeón a piano, más exactamente un instrumento cuyo sistema básico es el
acordeón (o sea funciona como un fuelle), es una variedad de las varias; incluso el bandoneón es un
acordeón (acordion). Este sistema fue inventado en 1829, por el austríaco Marck Muñichz, y
posteriormente aparece el Konzertina (o bandoneón), lo cual no solo que ambos tienen fabricante
conocido, que eso está en disputa entre Carl Friedrich Uhlig (1830) y Carl Zimmermann (1849),
aunque su nombre proviene de Heinrich Band (1821-1860) porque éste había sido el comerciante del
instrumentos, lo cual, si lo trasladamos a la música litoraleña, en absoluto en folklórico, porque no
reúne las condiciones del Folklore, aunque podría ser popular.
Este instrumento inventado por Demian, fue un estallido de mejoría con el ausente órgano de
tubos para la ejecución de la música sacra, y lo remplaza principalmente en las zonas adonde no
podían llegar los órganos grandes, aparatosos, aunque ya en el Rio de la Plata existían un par de ellos
en grandes iglesias, pero no en el norte. El éxito del acordeón para la música sacra fue inmediato, en
cambio el bandoneón fue adoptado por las provincias del Rio de la Plata, incluyendo Uruguay, y es
Buenos Aires quien “se apodera” del instrumento (¡de que no se apoderó Buenos Aires!), y su utilidad
no es la primera (nace la versatilidad del “Tangó”). O sea que, adjudicarle a Santiago del Estero,
Mendoza, Jujuy, el acordeón o bandoneón es una falsedad folklórica. Ahora, repito, al que le guste allá
él. Después de estas aclaraciones, desde el vamos nos damos cuenta que, con guitarras, acordeones y
bajos, conocidos sus autores surge una explosión de música popular, imposible considerarla folklórica;
puede que tradicional, pero dificulto hasta eso.
El P, Antonio Sepp, sj, músico, quedó sorprendido al ver que la mayoría de sus instrumentos en
la Mesopotamia, en especial en una nación “Cham” ó “Chan” le era desconocido, pero que tenía una
leve coordinación con la tonalidad del órgano. Y fue a él, músico de alma y espíritu, gran maestro, le
cupo la gloria de convertir esta misión, Yapeyú, en el gran centro musical de fines del siglo XVII y
comienzos del XVIII. Solía tocar con sus alumnos embarcados por el río, y los aborígenes se
acercaban a la rivera para escuchar su música.
Según Emilio Noya204 dice que "Las primeras reducciones de la compañía de Jesús, establecidas
en la zona guaraníticas hacia el año 1609, advierten sorprendidas que los aborígenes poseían música
propia y además, fabricaban instrumentos rudimentarios para acompañar sus danzas rituales y ejecutar
motivos onomatopéyicos".
Algunos de sus instrumentos mencionados por Noya, se perdieron a través del tiempo, tal
como: congoera (flauta grande hecha con hueso); tururu (trompeta fabricada indistintamente con asta
de caña); mburé (trompeta de tacuara); mbaracá (especie de guitarra cuya caja era de calabaza y
constaba de cinco cuerdas); guatapú (bocina para atraer los peces); mimby (flauta de tacuara, similar a
la quena); etc.; cuyos antecedentes llegaron hasta nuestros días, por casualidad obras de algunos
musicólogos. Incluso el cordófono (arpa) también se perdió en el tiempo, y actualmente es utilizado
casi con exclusividad en la República del Paraguay.
Antes de la llegada de los jesuitas los aborígenes no conocían la partitura del órgano, del bajo
sostenido, del bajo cantado, nada del compás y nada de música a dos, tres o cuatro voces, por lo que se

203 -Pablo Cepeda – Historia y Evolución del acordeón – Nº 5 Verano de 2001


204 - Diario El Litoral de Corrientes, 11/10/1973

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vio obligado a enseñarles, tanto a cantar como a ejecutar con los instrumentos que tenía, y a
aprovechar esa caja de madera con agujeros a los costados.
"...En varias reducciones existen, hoy día, maestros indios que saben hacer de la vibrante
madera de cedro un arpa de David, clavicordios, chirimías, fagotes y flautas; mis herreros han
aprendido a fabricar los taladros que se necesitan para hacer las aberturas acústicas de los instrumentos
de viento".205
La gran inmigración que los “ilustres próceres” argentinos promovieron a destajo, que les salió
mal porque esperaban ingleses y franceses rubios de ojos azules, y les llegaron italianos, españoles,
judíos y los famosos “turcos”, y les arruinaron la nueva raza que ellos pretendían. Mal que les pese a
los oligarcas porteños, esa inmigración en su inmensa mayoría, junto a los criollos, hizo grande al país,
pero los inmigrantes trajeron consigo sus costumbres, lo cual resultaba lógico. Casi todos los judíos,
croatas, polacos, griegos, se instalaron en el litoral, y vinieron con su famoso instrumento portátil, muy
conocido en sus pueblos, y eran eficaces ejecutores de acordeón, y ya estamos hablando de fines del
Siglo XIX, cuyo instrumento básico: el acordeón diatónico, era el más usado en el litoral.
En la luthería mesopotámica se fabricaba un instrumento guaraní que se trataba de una caja de
madera con agujeros a la cual se le insuflaba viento por un sistema de fuelle manual; copiado del
fuelle a pedal del órgano y similar al usado en la fragua, ambos elementos introducidos en la cultura
guaranítica por los jesuitas. Pero algo se había producido en la luthería, ya se fabricaba un instrumento
guaraní que se trataba de una caja de madera con agujeros a la cual se le insuflaba viento por un
sistema de fuelle manual; copiado del fuelle a pedal del órgano y similar al usado en la fragua, ambos
elementos introducidos en la cultura guaranítica por los jesuitas. Los sonidos de dicho instrumento, se
lograban tapando y destapando con los dedos los agujeros de la caja en actitud similar a la digitación
que actualmente se realiza con los botones del acordeón.206
Así como los guaraníes tenían su música propia y fabricaban sus propios instrumentos
musicales (algunos de los cuales perduraron perfeccionados), también tenían una especial
denominación para sus danzas; ya fueran estas religiosas, guerreras o alegres.
A la música la llamaban “pú”, o “mbaepú”; a la ejecución “mbopu”; al canto “purajhei” y a los
bailes de movimiento en general, “jeroky” [yerokï).
Aunque existe gran variedad de opiniones del vocablo chamamé. Así, se conocen expresiones
tales como: che ama mí; che amoa memê; che aimê amemê; che amamê aimê; che memê; che amô
amemê; ñamo chamamê namê; che amamê; che amapê; etc. Aunque hay dudas sobre el real origen y
exacta definición, cuanto menos confusa, me inclino como otros investigadores a opinar que
proviene de la tribu charrúa (de la familia guaraní), la palabra chamamé provendría de la frase en
idioma "ñe'ẽ mbo'e jeroky", que quiere decir "cantos bailes", siendo con un ritmo alegre y animado, o,
por el contrario, ser triste y alegórica.
Isidro Mario Flores, en su diccionario de la lengua guaraní, dice: "Chamamé, nombre de un
pueblo formado por una de las tribus de guaraníes a la que erróneamente se les dice Charrúas” y
Alejandro Miranda de Saladas afirma haber comprobado que la tribu kaiguá de Santa Catarina-Brasil
(que en un tiempo habitó parte del territorio de Corrientes y Misiones), cantaba y bailaba un baile
ritual llamado chamamé, que tiene el mismo ritmo melódico y desplazamientos coreográficos
arbitrarios, acompañándose con una especie de tambor redondo y alargado, una flauta de tacuara de
cinco agujeros y una guitarra de cinco cuerdas, llamada también mbaracá”, sea que no se encontraba
en estos conjuntos musicales ninguno de los instrumentos originales y ni siquiera surge la palabra
chamamé como se pretende.
Junto con sus instrumentos, sumado a sus bailes y costumbres, se produce una simbiosis que se
convierte en popular. Se mezclan y por ende se funden, modificándose ambas tradiciones folklóricas,

205- Continuación de las labores apostólicas. Edición crítica de las obras del padre Antonio Sepp S. J., misionero
en la Argentina desde 1691 hasta 1733, a cargo de Werner Hoffmann.
206 -Músicos argentinos durante la dominación hispánica, Editorial Huarpes Bs.As. 1945

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y nace el famoso chamamé, mientras que particularmente en misiones, en donde el arpa ya era de
ñaupa instrumento común, ingresa la influencia del shotis, gavota y polkas, que hasta hoy se escucha
por esos parajes, instrumentos de los que los folkloristas no tienen idea. Instrumentos como el “pito
de llaves”, el “xeremías”, el “alboca”, el “turuta de pregonero”, “pífano”, “castrapuercas”, “pito de
caja”, “flabiol”, “dulzaina”, eran instrumentos usuales, pero que su agotamiento iba dando ideas para
fabricar otros similares por estos lares, y que casualidad, de ellos salen: la ocarina, la quena (diatónica
y pentatónica), temïmbï guásu, el temïmbï púku, temïmbï ïe pïása (estilos de instrumentos
aerófonos), así sucesivamente. Ahora, habría que preguntarse: ¿los instrumentos que consideramos
folklóricos, telúricos, son porque ya existían o porque se copiaron, o las dos cosas?....., pero ¿a quién
le interesa saberlo?....., lo enchufamos a 220 V y a saltar……
Los bailes y costumbres del litoral se vuelven aburridas, ya el tiempo corre, hasta el automóvil
aparece, ¡¡ya es hora de modificar lo modificado!!!, y es ahí, cuando los desconocedores entran
acción, inventan y le llaman Folklore a lo que se ponga adelante, aprovechando el acordeón en su
versión piano principalmente, y la necesidad de una “aceleración” absurda, todas esas músicas
cuarteteras que no son ni por asomo folklóricas, aunque ya hay quienes que le llaman “cultura
popular”. En el caso del chamamé, acelerado a velocidades increíbles. Fíjese usted como se puede
eliminar un hecho folklórico por una inconciencia, o por desconocimiento, o por no importar nada.
Pero, estimado amigo, ¡ni por asomo se parece lo que se hace ahora, a lo que inseguramente se
hacía originalmente, ni en instrumentos, ni en cantos y menos en bailes que no tenían coreografías.
Es una pena que la escuela que tiene una trascendencia inconmensurable e importante, no tenga
presente estos temas, es más, tendría que tener historia, pero una historia en donde los docentes estén
preparados para ello, y no dejarse guiar por lo que los entes oficiales quieren que enseñen, y los que
dicen que saben lo que no saben. No es culpa de ellos, pero tampoco tienen en donde capacitarse, y
tampoco tienen tiempo si tienen familia, porque hay que prepararse para las incoherencias festivaleras.
¡¡¡¡Aquiiiiii, Coooosquín…..!!!!, sabía decir Julio Maharbiz, y ya era criticado ese seudo festival
folklórico por lo “modernizado”. ¡¡Si lo viera ahora con los que suben al escenario!!

¿Y ENTONCES?

Como dijimos, el Folklore, y sus ciencias paralelas, se desprenden de la ciencia madre; la


Historia. Hoy en día, leer y analizar la Historia, significa algo así como leer a Agatha Christie, ni eso,
es más importante y entretenida esta última, y en una de esas les da una idea para “una danza
folklórica argentina”. Y como estos, son innumerables los ejemplos que se pueden citar de Francisco
Uzal en Conferencias en Instituto Italiano de Cultura en 1977: “Y según los objetivos trazados por ese
novelón con que todos nosotros hemos aprendido en las tres etapas de la escuela oficial, la primaria, la
media y la universidad, esa materia que se ha dado en llamar Historia Argentina”207 Así es, y si no se
“escarba” un poco en ella, el Folklore desaparece y abre las puertas a la estulticia que se acostumbra
ahora en su nombre.( Los tontos son legión –dice Tomás de Aquino (en Ecle 1, 15 "stultorum infinitus
est numerus", sentencia de Salomón), dicha en un momento de vehemente desahogo y bajo los efectos

207 - “La patria en dos poetas, Gabriel D‟Annunzio y Leopoldo Lugones” y “El napolitano Don Pedro de
Angelis” - conferencias en el Instituto Italiano de Cultura, Francisco H. Uzal- 1977 9 - N.A.: Recomiendo leer
esta obra de Jorge Abelardo Ramos, de Editorial Hyspamérica, autor sobre el que me separan bastantes
diferencias de interpretación histórica e ideológica, pero que con gusto haría mío su „Prólogo para una nueva
historia‟, el cual transcribiría textual.

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del vino (2, 3). Los necios -dice, por su vez, el salmo 118, 12- "me rodean como avispas".-Stulti sunt
legio dicit Thomae (Eccle I, XV «stultorum infinitus est numerus" judicium Salomonem), statim in
summa occasionem subtus vinum (II, III). Stulte, inquit, rursus in Psalmo CXVIII, 12- "me sicut apes
circa")…., no sé por qué me imagino a los seudos festivales “folklóricos y a los seudo folkloristas”
Y la Historia, como la Antropología, y las ciencias sociales en general, están condicionadas,
incluso no se les da importancia. Es en vano, entonces, que la escuela sea un lugar en donde se
aprenda nuestros valores ancestrales con criterio educativo y no para transformarse en un circo en
donde se enseña a ser saltimbanqui en las fiestas de fin de año. No identificarlas aunque sea poco, es
no conocer una parte importante de ella, que es el Folklore. Jorge Abelardo Ramos – de quien me
separan lejanías ideológicas, pero nadie puede negar su inteligencia ni la razón cuando la tiene-, en su
obra Las Masas y las Lanzas, establece una incógnita: “Cabe aquí introducir otro interrogante: ¿por
qué se falsifica la historia argentina?, ¿cuál es la causa de que los alumnos de la escuela primaria y del
bachillerato se hastíen al estudiar nuestro pasado, acribillado de imprecisas batallas, fechas misteriosas
o héroes abstractos? Debe existir alguna razón valedera para que los argentinos ignoren su propia
historia y se les antoje una especie de caos sin sentido.[...]“...
El Folklore trae aparejado los valores razonables y nobles que allá, “el tiempo e‟ñaupa”, se
daba por medio de la familia y la escuela. Esto duró poco, hasta que Sarmiento impuso la ley laica y
gratuita; quien deliberadamente anuló nuestra cultura por una extraña. Lo que quería era destruir era
esos valores que sin ser religiosos, eran los valores que la misma tierra, nos daba. A quien esto escribe,
la madre lo enviaba a estudiar “danzas nativas”, para “que no molestara en casa”, y así por esa
casualidad, tomé el gusto por el Folklore. Ahora se hace lo mismo, pero se acepta la parafernalia
payasesca porque es más divertida, eso es cierto, falta que para bailar la chacarera se cuelguen de un
trapecio (perdón…., les estoy dando la idea) Entonces, visto y leído, si tuvo paciencia mi estimado
lector, de todo lo anterior, que espero haya sido comprendido. Si quiero decir que “la papa es papa, no
calabaza”. Y eso es lo que hacen los seudos ballet y academias de danzas (?), y no quiero abrir un
juicio taxativo de los porqué, simplemente porque la necedad abunda y es plaga (además no tengo
ganas de seguir escribiendo, espero terminar pronto)
Como se dijo, no está mal homogeneizar las coreografías, pero inventar orígenes es peligroso.
La investigación, como todas, lleva años, siglos, y a veces ni siquiera se llega a saber; solo se
especula. Y en cuanto a los bailes folklóricos en realidad son meras especulaciones sin ningún valor
científico la gran mayoría. Esto, visto así es nada más que costumbre popular; costumbre que puede
ser buena o mala, o en el mejor de los casos en tradicional, que ya asume algunos valores, varios
paganos, otros mezcla de espiritual y esotérico, pero rescatan algunos de ellos. Pretender “asegurar”
por “donde ingresaron”, porqué se crearon y para que se realizaban, tanto festividades como bailes
surgidos vaya a saber dónde, la gran mayoría precolombinas, es un absurdo. Y de aquellos otros que
son post colombinos, con mayor razón, es absurdo inventarles historias que no resisten argumento.
¿Observaron algunas páginas dedicadas a este tema? Todas las “danzas” (que no se denominan así),
tienen un común denominador: “entraron por……..”, pero ninguna se aduce que “entró por el mar….”.
Ninguna tiene explicación segura de sus orígenes inventados o especulados. Y si no se animan de
endilgarles un origen, se le inventa una leyenda, un cuento, y yo le agregaría de “algún gaucho en
grave estado de ebriedad en una pulpería”, que hablaba sonseras, tomadas por algún “científico
trucho” que justo estaba allí, que en vez de contar que era un paisano borracho, contó cómo cierto las
estupideces que decía. (y siempre citan a “otro” que lo dijo, y no asumen la responsabilidad de
estudiar e investigar, o al menos leer las otras ciencias de apoyatura que ayudan, y cómo).
Estimado amigo lector. Si usted quiere que diga que “lo que se hace y se ve es bello, lindo”,
desde ya cuente conmigo, porque hay cosas verdaderamente bien hechas. Ahora bien, si usted quiere
que diga que es Folklore, eso ya es otra cosa, categóricamente no. Y es eso lo que se cuestiona. Que no
se diga, que es lo que no es.

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LA INCIDENCIA DE LA GEOGRAFÍA Y LOS INSTRUMENTOS

Algo hemos mencionado sobre que formamos parte del Virreinato del Río de la
Plata (creado en 1776). No está de más –entonces- recordar que el del Río de la Plata
incluía parte de la Argentina (catorce provincias, sin el Sur) pero también amplios
territorios que no forman parte actualmente de nuestro país: las intendencias de La
Paz, Cochabamba, Charcas y Paraguay, y las provincias de Moxos, Chiquitos, Montevideo y Misiones
(parte de esta última sería argentina). Y que el Sur se integra al tiempo de Julio A. Roca208. Ya habían
penetrado en lo que es hoy Argentina, influencias extrañas, pero distorsionadas. Aunque entraron de
muy arriba, o por el puerto de Buenos Aires, dueño de la Aduana, o poco por el puerto de La
Serena/Coquimbo, en Chile. Debe entenderse entonces, que no tuvimos una influencia directa, sino
que es mucho más amplia, pero étnica, costumbrista, no geográfica. De tal modo dar por influida una
particularidad de notaciones coreográficas de otros países, es cuando menos de relativa consistencia
científica. Las condiciones para que algo sea Folklore están muy sabidas, por lo tanto es ese
desconocimiento de autor lo que da el muy probable desconocimiento sobre la verosimilitud de las
formas de bailar. Entonces, reitero, ¿de dónde se sacan las coreografías? Pareciera que algunos tienen
la satisfacción en lucir desconocimiento.
La formación de nuestra nacionalidad fue muy lenta y tuvo dos rutas esenciales de penetración:
el Río de la Plata y el Río Paraná por el Este y los caminos del Inca y otras entradas naturales del
Noroeste (no existían los bolivianos porque no existía Bolivia209).
En 1535 Pedro de Mendoza funda Nuestra Señora del Buen Ayre. Con él vinieron varios
músicos: Diego de Acosta fue Maestro de Ministriles, Antonio Rodrígues era flautista y cantante. Juan
de Salazar de Espinosa funda Asunción en 1537. En un artículo publicado para Mozarteum – Jujuy,
por Pablo Bardin, en el mismo se afirma que: “Continuarían en las siguientes décadas las fundaciones
de las capitales de todo nuestro Centro y Norte y el impulso civilizador se iría expandiendo, pese a las
dificultades de las grandes distancias o a las hostilidades de las etnias aborígenes. Los militares
trajeron su música y usaron, nos dice Vicente Gesualdo, “pífanos, trompetas lisas, atabales y
tambores o cajas de guerra, de larga caja cilíndrica”. Francisco Curt Lange, en La música culta
del período hispano210, considera que la calidad de la música militar fue muy baja pese a que abundó,
y eso produjo que la mistura con la que habría aquí, empeoró la cosa, pero se produjo lo telúrico, lo
folklórico, pero no se conoce cómo, aunque haya quienes lo desconozcan.
O sea que, a pesar de algunos, ya en 1550 había una especie de mezcla de músicas, incluso de
aquella que se la denomina culta, y que paralelamente a su desarrollo en las ciudades, los pobladores
de las diferentes regiones fueron creando sus propias expresiones musicales, donde se puso de
manifiesto el mestizaje cultural. Con instrumentos de fácil fabricación el pueblo celebra fiestas y
bailes, expresan penas y alegrías, sin faltar a sus músicas religiosas. Las canciones populares se
inspiraron en escenas de la vida diaria o del trabajo como los cantos de cuna, el ordeño y el pilón. Los
compositores están vinculados con la iglesia católica.
¿De dónde podían conseguir un pífano los nativos?, puede ser de una tibia de animal o de
humano, inclusive, y resultaba una flauta de hueso, pero cabe preguntarse ¿cómo sonaría ejecutada por

208 - Leer literatura sobre los indios araucanos chilenos, invasores del sur argentino, que sí tenían más
musicología y celebraciones que los nuestros, y que eran los verdaderos indios peligrosos, porque eran
protegidos por Chile. La bibliografía sobre ellos es voluminosa. Los nuestros muy poco, casi nada, tenían.
209 -En 1825 la Provincia de Chacras se transforma en República de Bolívar, en honor del general, designándolo
Presidente vitalicio, promoviendo como capital a Chuquisaca, separándose del Virreynato del Rio de la Plata,
pero Bolívar tiene que volver a la gran Colombia, y se nombra Presidente al Mariscal Sucre. Como se verá, la
influencia de bailes anteriores a esa fecha, no son tales influencias. Y después tampoco. O muy pocas
210 - Francisco Curt Lange, en La música culta del período hispano Historia General del Arte en la Argentina –
Academia Nacional de Bellas Artes

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alguien que no sabía nada de música integral, solo soplar?, la verdad no me imagino, y es de no creer a
aquel que dice que algo puede ser. Además, si esto es simplemente demostrado, ¿de qué bailes y
coreografías se habla?..., es muy probable que El Bailecito (por decir algo) ya existiera, pero ¿quién
sabe si tenía coreografía?...., y además, siguiendo el razonamiento de los “enseñadores de danzas
nativas” entró por la zona de la actual Bolivia, ¿con o sin coreografía?.... ¿venía del Perú?, si no es así
entonces es de nuestro territorio, entonces no tenía influencia de Bolivia. De solo pensar uno se hace
un matete.
Los nativos de la zona, tenían sus instrumentos, en especial los del noreste, que obviamente,
pronto se vieron infiltrados por los extraños. Al ver los tambores extranjeros, sus cajas se convirtieron
en bombos y tamboriles; las guitarras en charangos, los violines en violín de una cuerda; el arpa en
sacha guitarra; clarinetes, oboes, los vientos en general, en tarkas, anatas, sikus, sikuris, erkes, pero, lo
que no pudieron remplazar fueron músicos que supieran música, hasta que llegaron a la actualidad
cuando inventaron para nuestra gracia un Folklore “actualizado” (¡barbaridad!), esa desconocida
ciencia que nos da la identidad, y que nosotros nos encargamos de arruinar……, ¿qué le gusta?...., y,
si está bien hecho dele nomás…., no está prohibido…..¡qué quiere que le diga, es cuestión de gustos!

ANTROPOLOGIA CULTURAL
DE LA CULTURA Y LA ENSEÑANZA

La etimología contemporánea de “cultura” tiene origen clásico. En idiomas europeos, la palabra


“cultura” está basada en el término latino utilizado por Cicerón, en su Tusculanae Disputationes, que
significaba la cultivación del alma o “cultura animi”, utilizando una metáfora para describir el
desarrollo de un alma filosófica, que fue comprendida teleológicamente como uno de los ideales más
altos posibles para el desarrollo humano.
El término “cultura”, que originalmente significaba el cultivo del alma o la mente, adquiere
significados en los escritos de los pensadores alemanes del siglo XVIII. Dos significados primarios de
cultura surgen de este período: cultura como un espíritu folklórico con una identidad única, y
cultura como la cultivación de la espiritualidad o la individualidad libre. El primer significado es
predominante dentro de nuestro uso actual del término “cultura”, pero el segundo juega todavía un
importante rol en lo que creemos debería lograr la cultura, como la “expresión” plena del ser único y
“auténtico”.
El folklore como elemento en la enseñanza211
Es de necios negar la necesidad y conveniencia de incorporar la enseñanza del folklore en
todos los niveles de estudio y en cualquier especialidad.
Es en vano decir que nuestras escuelas, docentes y Ministerios de Educación, a la Historia y al
Folklore le han restado importancia y trascendencia, cuando no anulado o distorsionado de las más
variadas formas. Ya decía en 1966 Carvalho Neto que: “Desgraciadamente, la enseñanza del Folklore
en América Latina, aunque en algún o s países hay a conquistado un lugar en las universidades, sigue
procesándose a nivel elemental (concepto, investigación, géneros), raramente atinándose a los altos
vuelos del Folklore Superior. Casi diría que ella refleja desestructura, puesto que con ignorancia de los
niveles su precitados se procesa sin tomar en cuenta el camino ascendiente -de lo más simple a lo más
complejo-, en una palabra, sin criterios evolutivos. El resultado ha sido la proliferación de

211 - Isamitt Carlos - El folklore como elemento en la enseñanza Revista musical chilena - 2002

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investigadores e instructores del Folklore, que no es un mal-pero a la vez un atraso en el desarrollo de


las disciplinas del Folklore Superior”212
Nuestros centros educativos han permanecido alejados de las proyecciones educacionales que el
Folklore, en sus diversas manifestaciones, tanto que no se ha creído la necesidad de incorporar
docentes especializados para ello, y que si hay alguna fiesta en la escuela “se llama a la profesional de
gimnasia” ¡¡absurdo!!!..., y eso se debe a que no se ha tomado aún una conciencia popular más que
profunda en la valoración del Folklore, ni de una apreciación de los estímulos formativos-educativos-
culturales tan diversos que de él derivan. A nivel universitario, diría que solo conocen la zamba y la
chacarera “Fórmula I” y lo demás no le interesan, y a veces como excusa para vestirse cual linyera.
El Folklore, como ciencia, contribuye a un mejor conocimiento del hombre en especial en los
centros de mayor cultura, que debería imponerse como parte de la historia que nos da las
circunstancias ancestrales, y no la ignorancia que les permite hablar de sonseras politiqueras. Sin
historia, sin folklore, como ciencias, solo queda la estupidez, aunque puede ser un buen ingeniero es
un ignorante en el campo de la cultura, esa que creen saber. No es aventurado asegurar entonces, que
la declinación en nuestra cultura –aunque se crea lo contrario-, para perder los valores de la Patria
que lo folklórico ofrece a la enseñanza.
El propósito breve y humilde (aunque me gustaría abundar más), considerar solamente los
aportes musicales que surgen siempre como imperativos, inquirir las razones que lo aconsejan de que
haya docentes capacitadas y profesionales que reconozcan al Folklore como ciencia y que lo enseñen
debidamente. La enseñanza de la música y del baile, “a la que te criaste” –como decía mi abuela-, es
solo un lucimiento absurdo, que hasta la misma docente le debería dar vergüenza; y aquí hago una
salvedad: no he encontrado ninguna que enseñe de verdad o parecido a ella.
El docente, motu proprio, debería darse cuenta que todo lo que hace el hombre, siempre deja un
reflejo de la mayor autenticidad, no sólo de su conciencia moral y valores, sino también de rasgos de
su medio histórico, cultural y físico. Y el docente forma parte de esa sociedad de valores. Estos
contenidos son los que acreditar todas las manifestaciones del Folklore. Las canciones, los bailes, los
instrumentos típicos y su música, patrimonios del pueblo, alientan modos culturales muy propios,
diferenciales, pero también entrañan aspectos comunes de sentido humano, como ser las costumbres,
valores, virtudes, arte, etc. El que enseña –esos que dicen enseñar-, deberían saber que, por simple
sentido común, deberían saber lo que enseñan y no hacer como un médico que para recetar lee un
prospecto que, traspolado al Folklore hace lo que ve en otros ya desfigurado.
En el Folklore, los modos especiales de cantar, los movimientos corporales y gestos que se
procuran en sus instrumentos, o las reacciones íntimas, individuales o colectivas que generan estas
actividades, muestran aspectos que lo caracterizan, matices que lo diferencian de otros pueblos, lo que
se incorpora en nuestras mentes, desde la génesis, la conciencia de Patria. “Pero si se considera que en
todos los conjuntos sociales también se canta, se baila, se ejecutan instrumentos a veces similares,
aunque con modalidades distintas, tendremos también la evidencia de una unidad de sentido universal
que se refleja en las creaciones folklóricas. Esta unidad condiciona el sentir fraternal”213
Esta realidad nos inclina a formular dos razones principales que se desprenden de ella y
justifican el propósito de introducir el folklore en la enseñanza:
1º) Porque los rasgos que contienen lo característico son lazos íntimos que espontáneamente hacen
florecer el amor y la comprensión por las cosas de la propia tierra y logran exaltar sentimientos
que directamente promueven la consolidación del espíritu nacional.
2º) Porque los aspectos comunes o semejantes del hombre de distintos pueblos que el folklore revela
son aptos para estimular uno de los ideales más generosos, el ascenso por los caminos que pueden
conducir a la paz y a la fraternidad.

212 Paulo de Carvalho-Neto Primer Simposio Panamericano de Historia Rec. Hum. en el Campo del Folklore-
Nivel Superior de la Ciencia del Folklore- 1966)
213 -Isamitt Carlos - El folklore como elemento en la enseñanza Revista musical chilena - 2002

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El hecho que los contenidos del folklore se hallen expresados con la claridad, sencillez o gracia
ingenua, tan típicas en las realizaciones del pueblo es, además, motivo que facilita y despierta de
inmediato la simpatía y la comprensión emocionada.214
Capacitación específica de profesores
Aunque la incorporación del Folklore en los planes curriculares no puede ser iniciativa
improvisada; para incluirla y que alcance sus fundamentos culturales, es necesario contar,
previamente, con algunas condiciones que no existen en los dominios de nuestra Educación y eso es
la consecuencia de las improvisaciones “estúpidas” que se ven creyendo que es Folklore, entre ellas
alguna que otra casualidad que se enseñe algo, en las cátedras de todos los niveles de estudio. Por ello,
y por los medios y estudios filosóficos con que cuentan las universidades, bien podrían establecerse
facultades de grado en donde se formen profesionales científicos e idóneos en Folklore, debidamente
preparados para que sean los educadores de esos valores que su especialidad le obliga a desparramar y
que no permitan en las mentes “desarmadas” creer que el Folklore es un entretenimiento, sino que es
una ciencia. Ahora…., ¿por qué esto no se hace, si está normado en los planes de estudio de los
distintos Ministerios de Cultura?...., simple ¡¡para que quiero saber la ciencia del folklore, si voy a ser
informático!!, dicen los que ni siquiera saben lo que es cultura. Conocimiento, posiblemente; cultura,
ni idea.
Esta capacitación científica y metodológica es indispensable para que el profesor pueda
trasladar, con la misma importancia que Matemática, Lengua o Derecho de los nativos de las Filipinas
(y no es broma), enseñar el significado de un auténtico Folklore, para hacer de ello un elemento de
integración socio cultural, sin deformar sus caracteres intrínsecos.
Lo improvisado es un peligro constante para el Folklore, y se deberían tomar conciencia y
conocimientos. Hace ya un tiempo, las escuelas del país que quisieron participar del país de un
encuentro de Folklore en Santiago del Estero, hicieron presentaciones, que estimaron de carácter
folklórico. La velada dejó la convicción de una iniciativa improvisada, de esfuerzos malogrados por
errores lamentables y de graves consecuencias a causa de la falta de una base de cultura folklórica.
Sin la preparación específica no es posible que un profesor pueda utilizar folklore en forma
conveniente. Si estamos utilizando los maestros de gimnasia, se entiende porqué los que pretenden
bailar folklore solo hacen malabarismos.
En 1871, Edward Burnet Taylor, uno de los impulsores del Folklore como ciencia publicó en
Primitiva Culture una de las definiciones más ampliamente aceptadas de cultura: “...aquel todo
complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres, y
cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre. La situación de la cultura en las
diversas sociedades de la especie humana, en la medida en que puede ser investigada según principios
generales, es un objeto apto para el estudio de las leyes del pensamiento y la acción del hombre”,
recién de esta frase surge el Folklore en general no solo particular, como ciencia unificada.
Esto solo basta para que en las escuelas y centros de educación formal se tenga en cuenta, no
solo dentro de la necesidad del estudio concreto de ciencias que hacen a la cultura, sino que en
particular el Folklore –para los que les interese-, debe ser desarrollado acorde a lo que significa
Historia-Folklore = cultura. Y a esto, lo deberían saber en especial aquellos que en la enseñanza
descuidan esta parte importante de la ciencia y la cultura, simplemente porque deprecian a una ciencia
que ellos creen que solo es revolear de piernas en un festival seudo folklórico. Y lo peor del caso, es
que sus alumnos, egresan de esos centros de estudio, creyendo que eso es Folklore.
Pretender enseñar la ciencia, en especial desde púberes, es un absurdo, una necedad, y también
lo es, permitir que hagan “cualquier cosa” total son chicos y adolescentes.
El Folklore es una ciencia y como tal DEBERIA estudiarse como carrera de grado (inexistente
en nuestras universidades), por la complejidad que el mismo requiere. Es de criterio que a los niños

214 -Ibidem

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no les cabe una ciencia todavía, pero de ahí a falsear lo verdadero, es como decir que Sarmiento fue el
gran maestro continental, cosa que se lo enseñan, y se lo creen.
Antes de continuar, quiero hacer mención de unas hermosas palabras de la Profesora Nilda
Rosatto, directora de la delegación de la Provincia de córdoba, de quien fui su alumno, designada
para dar, en nombre de las delegaciones de todo el país (una por provincia), expresadas en el único
festival verdaderamente de “estudios folklóricos” que se ha logrado ver y realizar en la Argentina, al
menos que he visto hasta el presente (2014), realizado en la ciudad de Tucumán en 1964, y que están
impresas al comienzo de este ensayo.
De esas palabras, sencillas pero profundas, se debería aprender mucho del sentimiento y de lo
que significa el Folklore para la enseñanza, la cultura y el amor por la Patria, en especial los jóvenes.
En lo personal no solo lo siento así, sino que además me siento orgulloso de quien fuera mi profesora
y directora, la cual, junto a Agustín “Chonchón” Chazarreta, no sólo aprendí a bailar El Gato, que era
lo de menos, sino a interesarme por la ciencia del Folklore, y las ciencias que colaboran para su
estudio.
El científico antropólogo Joan Marc dice:
“Podemos afirmar sin ambages que la tradición oral folklórica musical está hoy a nivel
nacional, en el final de su última etapa de pervivencia. El deterioro progresivo de las músicas
telúricas folklóricas, están en agonía en vías directas de extinción. Folkloristas del Siglo XIX y
principios del XX, ya daban el toque de alarma ante la invasión de las nuevas modas musicales que
llegaban de fuera y causaban el olvido de las tradiciones seculares. Si no nos ocupamos de enseñar a
maestros de escuela para que enseñen a los alumnos lo que es el Folklore, la extinción de que
hablaba es un hecho a corto plazo. ¿Tan grave es?, sí, estamos asistiendo a una cruel agonía del
Folklore, de actores desconocedores de su valor. Pero justo es decirlo también, el abandono y la
desidia de la sociedad, que permanece pasiva contemplando como se vienen abajo formas culturales
ancestrales”.215
¡Qué interesante les resultaría a los alumnos, por ejemplo, saber el contexto histórico
sociológico del hecho del cual surge la Zamba de Vargas!. La escuela, centro de educación y cultura,
obviamente debería enseñar que es el Folklore y sus acontecimientos.
Las “seño” y las “profe” me podrán decir que lo enseñan y se estudia, pero: ¡¡genial, las
docentes de gimnasia!!!; no lo discutiré, solo pediré que salgan a la calle y le pregunten a algún
adolescente si sabe de Folklore, además de que se “revolea el poncho”. Y aparte, estoy seguro que
desconocen una Resolución del Consejo Nacional de Educación vigente, que se transcribe más abajo.
Y esto es análogo, y que me disculpen las docentes, pretender a que cuarenta alumnos destrocen
una flauta a soplidos, creyendo que se están culturizando. Mire, “seño”, si alguien nació con un corcho
en el oído difícil es que no toque ni el timbre, pero, ¿sabe qué?, puede saber quién fue Gounot, o
Mozart. Eso es cultura.
Conocer convenientemente, aunque sea lo básico, de qué significan las manifestaciones
artísticas que se denominan de acervo cultural o tradicionales, o de cualquier otra forma artística en
general, revela simultáneamente la apreciación de lo bueno, del buen gusto; alude, por ejemplo, a
valorar la buena música, aunque no necesariamente saber interpretarla, porque la buena música,
desconocida quizá, pero hace vibrar el espíritu, y esto apunta a algunas particularidades de la currícula
educativa, que alumnos de la secundaria soplen desganadamente una flauta, creyéndose que se están
culturizando.
Con perdón que me salga brevemente del tema central. Esta ocurrencia me hace retroceder a
mis estudios escolares, cuando la maestra de música nos tuvo cuatro años cantando la Marcha de San
Lorenzo, y no la seguí cantando porque me cambiaron de escuela, y en la otra escuela otros cuatro

215 - Marc Joan - Espainiako Folklore Musika, País Vasco - 2013

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años soplando una flauta, que nunca supe para qué. Pero jamás me enseñaron la “cultura” musical ni
salí músico”. Eso sí, ¡la maestra era De Música!
Este ensayo no trata, ni pretende, promover la pedagogía de la ciencia del Folklore en la
escolaridad de ningún nivel, pero sería muy bueno hacerlo. Aunque con dos opciones, si se enseña,
que se enseñe “más o menos bien”, o si no que no se enseñe. Y si se enseña, que sea con profesionales
“serios” de la materia, y, sin ningún menosprecio profesional, no debería dictarse por docentes que no
tienen la menor idea de cómo esto, y que ni siquiera se imaginan que sea una ciencia. Ahora, la
importancia en valores que tiene la enseñanza lo más acertada posible, sería sumamente valiosa para el
mantenimiento de los valores ancestrales que supimos conseguir, que nos dejaron, y que nos hicieron
amar a esos valores que estamos perdiendo (o ya hemos perdido).
En un muy buen trabajo del Area de Cultura de la República de Venezuela, me animo a tomar
solo una mínima parte que comparto totalmente, pero no soy yo quien da clases todos los días, sino las
docentes, además, no quiero decirlo yo que ya lo he dicho, sino que los verdaderos investigadores lo
han hecho también….. ¡¡Oiga, seño, que bien que les vendría a los niños y jóvenes!!
“Es Folklórico y Nacional todo lo que el hombre ha incorporado a su cultura empírica y lo ha
hecho suyo, no importa su origen. El Folklore está estrechamente ligado al concepto de la patria
inclusive por aquellos que no saben bien lo que es el Folklore, o no se han detenido a pensar en él.
Hablar entonces de elementos del Folklore en beneficio del niño, la niña, jóvenes secundarios y
universitarios, y su educación, es reconocer los valores de culturas aborígenes, rurales y urbanas que
han pasado por un proceso dinámico de colectivización, de aceptación social. La escuela como
trasmisora de cultura debe aprovechar las diversas manifestaciones Folklóricas tanto por su propio
valor como por su potencial didáctico para numerosos aprendizajes aprender a escuchar a expresar
ideas, sentimientos, a trabajar en equipo, entre otros. Es importante que el docente esté capacitado
para asumir y promover actividades Folklóricas que permitan elevar el nivel de enseñanza […]. El
maestro es el encargado de velar que se conceptúen los rasgos esenciales del Folklore Venezolano,
ubicándolo en su proceso histórico, que lo practiquen y que lleguen a apreciarlo como patrimonio que
los identifique frente a otras culturas. Por otra parte, el baile y la danza (aquí bien hacen la diferencia
entre una y otra)216 son uno de los valores importantes de nuestra herencia hispano latina, ya que
los antepasados celebraban ocasiones especiales como las fiestas y días feriados con bailes y música
tradicionales, esto constituye una mezcla de cultura y tradición. Gran cantidad de bailes y danzas
tradicionales se identifican en las diferentes partes de nuestra tierra, el teatro folklórico y de calle se
hizo presente en nuestras comunidades desde tiempos remotos. En estos bailes y danzas
encontramos elementos característicos de nuestra cultura como son la interacción de la herencia
europea con la herencia indígena, distintos rituales y creencias que sincretizan en ceremonias y danzas
con fines místicos y recreativos, las comunidades generación tras generación hacen parte de la
memoria colectiva de estas tradicionales y danzas. Cada una tiene sus características, pero entre si
guardan la esencia del venezolano mestizo, alegre, creyente y comunitario. La iniciación de la
educación como medio de despertar sentimientos de Identidad Nacional en el ciudadano, debe
hacerse desde la más temprana edad; en el nivel Preescolar, donde el individuo inicia el proceso de
internalización de la representación de sí mismo, de sus características; donde empieza a distinguir
diferentes elementos vinculados al auto-concepto, como son quién es, cómo se llama, su sexo, el color
de su piel, entre otros., y cómo, estos elementos significan diferencias”217
Referenciando a un trabajo de Educación “El Folklore y la educación en Venezuela”, excelente
para la enseñanza escolarizada, dice: “El Folklore en la educación contribuye a formar en el
educando la conciencia de sus propios valores, incentivándole de esta manera a preservar y
desarrollar el patrimonio cultural intangible” para esto se requiere que los Ministerio de Educación y

216 - Este agregado es del autor


217 -Moreno G Importancia del conocimiento de las tradiciones folklóricas para los niños y niñas. Instituto
universitario de tecnología “Juan Pablo Pérez Alfonso”. 2006

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los docentes, incluyan dentro de sus planes de estudio el proceso de aprendizaje el Folklore para
fortalecer el arraigo de la patria y la identidad nacional.
Y en “Tesis del Día” de Venezuela, expresa que “Se tiene entonces, el docente debe estar
consciente que no es un folklorólogo, sino está usando el folklore como medio de formar mejores
ciudadanos con conceptos sólidos de identidad. Aunado a esto se tiene, además son los responsables
de tejer las bases de esa nueva plataforma, están en el deber de construir y transmitir a los estudiantes
el saber de todo el pasado histórico, desarrollando un trabajo creativo, formando estudiantes con otras
posturas frente a lo propio, con una visión crítica, reflexiva, no como autista o analfabeta de su propia
idiosincrasia. Les abre la posibilidad de verse como ciudadanos de una nueva nación, a sentir respeto y
aprecio por los demás; de una patria […] De este modo, un pueblo que práctica activamente diferentes
manifestaciones folklóricas es un pueblo sano de espíritu y con personalidad, pues no está copiando a
nadie, sino, haciendo lo que es propio. Entonces, si se quiere saber cuál es el pensamiento que ellos
tienen sobre algunas cosas y acciones que realizan de la misma manera siendo una manifestación
común, para averiguarlo, hay que recurrir al Folklore218.
A lo largo de la historia, el Folklore ha sido importante para la cultura de los pueblos y con él se
han preservado tradiciones y costumbres que ayudan a mantener la conciencia histórica y la identidad
nacional. Por ello la educación actual debe realizarse a partir de las raíces que posee el mismo pueblo
a través de vivencias autóctonas, de esta manera, podríamos entender que la práctica folklórica no es
solamente para fiestas o acontecimientos, tanto en la escuela como en cualquier actividad, o cumplir
con el calendario académico, sino que las actividades folklóricas presentes dentro y fuera de nuestras
comunidades (bailes, música, artesanías, teatro, literatura, lingüística regional, comidas típicas o
regionales, vestimentas, etnias) sirva para el aprendizaje y cultura del educando, estableciendo
verdadera conciencia e identidad nacional y regional por estas manifestaciones, hechas lo más puras
posible, sin agregarles nada.
De tal manera, es necesario que los docentes deban incluir, no excluir, la ciencia del Folklore
en sus clases y que a veces (en su mayoría), no se hace por tener escaso conocimiento folklórico, esto
dificulta que fusionen los contenidos curriculares con el Folklore, o se entregue la responsabilidad a
otros docentes del campo de las actividades gimnásticas que reúnen las mismas condiciones de
desconocimiento, observando igualmente la falta de preparación de la docencia integral el área de la
estética lo cual facilita a los docentes llevar a cabo lo más puro del Folklore. Es increíble que en los
ámbitos y claustros académicos, no se enseñe como se debe una ciencia que responde a nuestros
valores más patrióticos, populares y nacionales.
Los años y la experiencia, ha permitido evidenciar que la mayoría de los docentes poseen poco
conocimiento del Folklore; el desconocimiento, la desvalorización, la involución, el material escaso y
no muy científico, y que no está sistematizado y ordenado que le permita a los docentes buscar
información y orientar el desarrollo de la enseñanza del Folklore, mal se puede enseñar una ciencia
valiosa para el sentimiento patriótico; esto significa una hermosa fuente de ignorancia para aquellos
que creen que hacer burlesques es Folklore. Las manifestaciones folklóricas permiten mejorar el
proceso de enseñanza-aprendizaje del estudiante y tener mayores y mejores conocimientos y valores
abordados a través de la historia que el ambiente Folk integral o regional. Por lo tanto, el Folklore es
expresión de la cultura tradicional, es eminentemente el lenguaje del hombre utilizado como
instrumento cultura. No es simple manifestación recreativa; el hombre hace cultura social.
En tal sentido, Isabel Aretz219 asevera lo siguiente: “El Folklore no tiene origen, pero tiene una
individualidad inequívoca, ya que posee estrecha relación con lo material, social y espiritual que basa
su conocimiento en la tradición y en la práctica manual y en los materiales que la naturaleza le da al
pueblo… es el caudal espiritual, social y teórico que heredan los pueblos y trasmiten por simple vía

218- Tesis al Dia - El Folklore en el Contexto del Sistema Educativo Venezolano 23 junio 2011
219 -Aretz Isabel Manual de Folklore venezolano Ed. Open Library - 1957

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oral o por la práctica…El Folklore es el patrimonio de una capa cultural…que basas su


conocimientos en la tradición de los elemento que provee la naturaleza…”
Por lo tanto, como ya dijimos, es imposible adjudicar con seguridad, a las piezas folklóricas,
procedencias, trajes y costumbres, salvo aquellas que “se inventan” y se “bailan”, para simple
entretenimiento falsificador del verdadero Folklore. Esto no es más que el nacimiento, transformación
y creación de lo popular, el Folklore es la ciencia que estudia la sabiduría humana, las tendencias
artísticas del pueblo, materiales e intelectuales y otras manifestaciones de la inclinación natural del
individuo. El Folklore es una de las ciencias auxiliares de la Historia, pero con desconocimiento
prácticamente absoluto, convirtiéndose en dominio de la comunidad y va cambiando constantemente
su forma pero manteniendo su originalidad.
Concluyentemente, el docente debe saber que el Folklore viene a ser una multiciencia que
abarca todas las áreas del saber cultural entendiendo como cultura todo cuanto ha sido producto de la
creación humana, pero no festivalera ni promotora de actos para juntar dinero para la cooperadora, o
guitarreadas de a cuatro de universitarios trasnochados.
Los responsables de la educación formal de los países, deben ser cautos a la hora de implicar en
su obligación de educadores, la correcta enseñanza del Folklore, transmitida por los docentes, o
docentes especializados y científicos, tratando de enseñarlo como Folklore material o ergológico, (del
griego "Ergo"= trabajo; "logos"= tratado), que es el que abarca todos los productos tangibles de la
cultura popular tradicional. Es así como debe verse el actuar docente, pero también el sector político
educativo debe darle importancia no solamente a la enseñanza, sino que esta debe ser con seriedad
académica, y con docentes preparados o especializados en el tema. Caso contrario, el sentido de Patria
no se obtendrá desde las aulas con solo saber quien creó la bandera o fundó la nación. Entonces,
conocer lo básico de las manifestaciones, si no folklóricas, al menos tradicionales, revela apreciación
por el buen gusto, además habla bien del docente, y enseña a amar a la Patria, que no es menor.
Un breve consejo para quienes insisten en “modernizar o actualizar o desfigurar” el Folklore.
No se puede por imposible. “Saber Folklore no significa volver al pasado sino que, por el contrario, es
traer al presente, lo más fielmente posible, el pasado histórico”, costumbrista, rescatando los efectivos
valores culturales del pueblo, además de sentir afecto por nuestra idiosincrasia, y permitir que se
valore y se ame a la patria.
“No usar su nombre en vano”, sería una reflexiva consigna para quienes con buena voluntad
creen que lo que hacen es Folklore, sin antes haberse ilustrado convenientemente.
El Folklore escolástico
Los Programas de Estudio del Ministerio de Educación y Cultura del año 1983 de la República
Bolivariana de Venezuela, decían que “debería integrarse grupos de bailes folklóricos en los centros
educativos, como parte de la educación y cultura de los alumnos, en especial por lo que
científicamente significa. Pero, aún la mayoría popular piensa que no aporta beneficios sin importar la
calidad intelectual”220
Expertos como Juan Francisco Sanz221 afirma que los beneficios del baile en el terreno
educativo, son trascendentales para la formación cultural del pueblo, experiencia poco común en las
sociedades modernas, también así en las escuelas. Los centros de estudios, son espacios son el ámbito
ideal donde se tiene la oportunidad de conocer el arte nacional devenido del tiempo ignoto de gran
valor patriótico. En la currícula estudiantil de cualquier carrera debería ser obligatoria la asignatura
de la Ciencia del Folklore, porque el alumno tiene la oportunidad de adquirir conocimientos y
habilidades que le permitirán formarse estimulando la ampliación de sus horizontes culturales. El
Folklore en conjunto con los otros componentes de estudio, le facilitan al alumno la convivencia
en la sociedad, sin olvidar los valores ancestrales, patrióticos, ante una sociedad que nos

220 - Cito artículos de Venezuela, por la valoracion del “verdadero folklore”,


221 - Sanz Juan “Los guiones y música de baile siglo XIX –Rev Musical de Venezuela 1994”

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hace creer la inutilidad de los valores, y al libertinaje a que nos está viciando y encaminando un
formato globalizado”.
Está claro que enseñar Folklore, tanto baile como música, y si se pudiera la ciencia, sería
despreciada por la comunidad educativa como inservible, hasta menospreciada, pero sin saber
docentes y padres que es fundamental tanto para el desarrollo del alumno. En términos generales, se
habla de seres humanos con capacidades y habilidades que les permitirán un desarrollo integral, de
manera tecnológica, pero la negación de la enseñanza cultural filosófica desvaloriza cualquier sentido
de arte aunque sea ciencia.
Es así que corresponde a los centros de estudios ser el espacio que promueve actividades que
contribuyan a desarrollar en los alumnos la percepción, la creatividad, la imaginación, la sensibilidad,
la adquisición de valores, a identificarse con un grupo social, a tener identidad nacional, y a
ejercitarse física, emocional y espiritualmente, y es el Folklore el que contribuye en forma directa al
desarrollo intelectual y cultural de la persona. Además, cuando se relaciona a ésta con las demás
asignaturas se evita, con el fomento de esta noble ciencia la entrada de otras culturas y tradiciones
ajenas a la nuestra, que, poco a poco, van teniendo entrada degenerando nuestras tradiciones.
Jorge Arturo Chamorro, dice al respecto que Folklore “es una ciencia que se ocupa de diversos
campos del conocimiento, tales como la cultura material, la espiritual-mental, la narrativa
tradicional, y desde luego, la danza y la música”222 por lo que significa el rescate y la preservación del
Folklore nacional y que éste no se deforme ni se pierda, sino por el contrario, que trascienda y que el
alumno o la persona adulta encuentre sentido de pertenencia e identidad nacional. “Esta identidad
alude al conocimiento de nuestros orígenes y cómo estos se han ido gestando a través del tiempo,
para establecer quiénes somos y así reconocernos como una Nación con personalidad propia y
diferenciada del resto de los demás pueblos que habitan nuestro planeta. La identidad nos distingue
de culturas que amenazan con su irrupción con costumbres exóticas y decadentes, algunas
enajenantes y fanatizantes, sin ningún beneficio específico”.223 Y que también está conformada por la
historia, el territorio, los símbolos patrios, idioma, religión, arquitectura y, por supuesto, la música y el
baile, entre otros.
Por eso que es importante que a través del baile y la música folklórica se forme conciencia
escolar para el amor nacional en los alumnos; pero no sólo eso, sino que tengan la posibilidad de
entender y revalorizar nuestra cultura. Sólo mediante el conocimiento real y verdadero de la ciencia
que involucra a nuestras raíces, podremos defender eficazmente nuestras costumbres y tradiciones,
por eso es que en este sentido es prioritario el hacer uso adecuado y consiente sobre la importancia de
la enseñanza del Folklore, dándole el valor que tiene.
Si tomamos la intención de demostrar con argumentos científicos su importancia en la
educación, son reconocidas las investigaciones de la Universidad de Stanford por sus conocidas
teorías al respecto, que justifican hoy en día la educación de la ciencia del Folklore como una
disciplina que fomenta un aprendizaje del arte, además de sus numerosas partes éticas, morales y de
valores de la misma. Considerando que el aprendizaje y la experiencia estética del Folklore forman
parte de las expresiones de la actividad y sentimientos humanos, se han analizado ciertos
conocimientos, previo a hacerse una pregunta: ¿cómo se ha justificado la no enseñanza de la
educación folklórica en las escuelas públicas de nuestro país? o ¿por qué no se enseña la ciencia del
Folklore en nuestro país?
“Y el porqué, lo tomemos solo en el baile, que permite desarrollar y enriquecer la imaginación y
la expresión y el Folklore tiene que ver con el orgullo nacional por cuanto da realce a los propios
valores tradicionales y autóctonos, despertando el amor por lo nuestro, ya que se cultiva, se siente
orgullo colectivo y se logran fuertes lazos de unión a causa del conocimiento vivo de una herencia

222 -Chamorro Jorge Arturo, Guía Etnográfica para la investigación de la música y la danza tradicionales. Ed.
CUAADUDG. Guadalajara, México, 2003.
223 -id

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cultural que podemos señalar como nuestra, que nos identifica y da carácter propio” […] En todos los
lugares de la tierra el Folklore expresará, donde ofrezca el prestigio de su aporte, lo más propio y
auténtico para expresar con entusiasmo el orgullo de una raza y un mestizaje con sentimiento
nacional”224
Desde esta perspectiva es evidente que utilizar el Folklore como herramienta, con las cuales la
persona (sea niño a adulto) se enriquece de manera que aprende a escucharse y a apreciarse a sí mismo
y a los otros, a expresar y compartir sensaciones, sentimientos y visiones del mundo telúrico que lo
envuelve, que lo conmueve, y sostiene su cultura.
No se pretende la formación de bailarines o músicos de “academia” porque eso es imposible (y
en cierto grado, una desgracia) como ya se dijo, sino que es una forma de mantener en el recuerdo los
valores ancestrales en las personas capaces de construir un lenguaje artístico cultural dentro de un
marco pedagógico, y los centros de estudio de cualquier nivel son espacios propicios. Por
consecuencia, es que el Folklore, permite internalizar una cultura a la que todos estamos
condicionados desde nuestro nacimiento y que, al presente, hemos de entenderla como en verdad es la
ciencia.
“Destacamos, también, la importancia de sembrar y fecundar el espíritu nacionalista con el
apoyo de la danza folklórica en el trabajo formativo con los niños. Dijimos que era necesario
proporcionar elementos con los que irían descubriendo la cultura nacional para así defender mejor al
país. Que el Folklore no debe ser visto como expresión de cosas raras, sino como una forma bella de
amar a nuestro país. Porque sólo nuestro pasado puede explicar mejor nuestro presente”.225
En el Libro para el Maestro de Educación Artística, se determina que: “Es fundamental dar la
verdadera importancia de sembrar y fecundar el espíritu nacionalista con el apoyo del folklore en el
trabajo formativo con los niños y jóvenes en especial (y por qué no adultos), es imprescindible para
proporcionar elementos con los que irán descubriendo la cultura nacional para así defender mejor al
país. Enseñar bien el Folklore, porque no debe ser visto como una expresión de cosas raras, sino
como una forma bella de amar a nuestra nación, nuestros valores e idiosincrasias. Porque solo
nuestro pasado puede explicar mejor nuestro presente, y al Folklore traerlo al presente, pero no
dejarlo en el pasado e inventar uno nuevo, eso es imposible y de incultura.226
No permitamos estimados lectores que ocurra la desaparición de nuestro folklore en manos (y
piernas) de seudos folkloristas y enseñadores de seudo folklore. Recordemos a Raúl Cortazar: “Sea
nuestro folklore como el río, cuyas aguas no adulteran su naturaleza aunque se oscurezcan con las
sombras de las barrancas o resplandezcan con la luminosidad del cielo; tal como los valores esenciales
de la tradición fluyen en la historia sin afectarse por la mutación de tiempos transitoriamente
borrascosos o límpidos.
“Sea nuestro folklore como el río fecundante, que reactiva la vida propia de las tierras por
donde pasa, favoreciendo la expresión de sus fuerzas telúricas y se ufana luego en rendir tributo
generoso al mar. Constituya también nuestro folklore estímulo sugerente para el espíritu de nuestro
pueblo; tenga la aptitud de ‘reactivar la vida propia’ de cada rincón de nuestra tierra pero, llegado el
caso, sea capaz de ofrendar su caudal al mar, al infinito mar de la cultura del mar”227

224 -Ref: Cruz Valle, Nicolás: "Danza folklórica, herramienta para la formación integral de los niños", artículo
publicado en: La Tarea, revista de educación y culturadel.Jalisco México, 2009.
225- Ref: Cruz Valle, Nicolás: "Danza folklórica, herramienta para la formación integral de los niños", artículo
publicado en: La Tarea, revista de educación y cultura de la Sección 47 del SNTE/Jalisco (núm. 20, Guadalajara,
Jalisco, México, julio de 2009
226 - Libro del Libro para el maestro de Educación Artística –Secr Educación Pública -2001 México
227 - Cortazar Raul -Los Fenomenos Folkloricos -La palabra ‘folklore’ y sus acepciones – por Fernando R.
Figueroa, publicado en El Tribuno el 14-9-75

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No muchos deben saber, y menos docentes, que en 1940 se dictó la resolución citada a
continuación, que no merece comentarios, y NUNCA fue abolida, que se sepa:

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ANEXO
DE LA ESTUPIDEZ Y LA IGNORANCIA
DIFUNDIDA
(Este artículo solo es un simple ejemplo de la ignorancia
de la ciencia del Folklore)

28 Diciembre 2009

Bandas que hacen folclore y rock: Desde


adentro
Tendencia. Arbolito, Semilla, Tremor, Fanfarrón, Terraplén, Tonolec, Humahuaca Trío y
muchos más, profundizan la línea iniciada por Arco Iris, León Gieco y Los Jaivas, entre
otros. La movida ya tiene sus lugares de culto y está en pleno ascenso. En esta
producción, las claves del fenómeno y sus protagonistas.
Por: Juan Manuel Strassburger
Fuente: Especial para Clarín
Un punk con cresta bailando una chacarera. Un coro de tobas cantando sobre bases electrónicas. Un carnavalito
espacial. Una peña eléctrica. Y, en todos los casos, un público joven interesándose por los ritmos más
tradicionales del país. ¿Qué está pasando con el folclore? ¿Revitalización? ¿Moda? ¿Redescubrimiento?
Seguramente, un poco de todo eso. Pero sin duda la puesta al día de una música que hasta hace poco parecía
recluida a la escuela o los festivales tradicionales y que hoy avanza -de la mano de nuevas fusiones y mestizajes
inesperados- sobre espacios antes casi vedados para el género, como las fiestas rockeras, el circuito de música
electrónica o los grandes festivales.
"Evidentemente hay una relectura, una intención de buscar algo hacia atrás, lo que todos llevamos adentro, pero
teníamos latente", le dice a Clarín Leonardo Martinelli, más conocido como Tremor, el trío de folclore
experimental que lidera y que ya cuenta con dos discos editados y varias giras por el exterior. Tremor se vale de
las texturas electrónicas para elaborar una chacarera, un malambo o un huayno marca siglo XXI, e integra junto
a otros exponentes como Tonolec, Fanfarrón y Terraplén (el nuevo proyecto de Gaby Kerpel), la avanzada de un
folclore que no teme digitalizarse para evolucionar.
"A mí me parece que está bueno que la tradición no sea una pieza de museo. Hay que apropiarse de las
tradiciones desde el hoy", remarca Tremor, en una postura que es compartida por sus pares. "Por ahí la música
electrónica está vacía de contenido. Por eso cuando la dotamos del mensaje toba se da algo más espiritual",
considera Charo Bogarín, cantante del dúo chaqueño que comparte con Diego Pérez y que, entre otros hitos,
logró ser celebrado tanto en el Personal Fest (donde compartieron cartel con sus adorados Massive Attack,
combo inglés de trip-hop) como en el tradicionalísimo Cosquín. "Así como el público canta Britney Spears sin
saber inglés, a nosotros nos pasa con los cantos tobas: muchos cantan sin saber la letra. Hay una profundidad
que va más allá del lenguaje", sostiene la cantante.
Sin duda, uno de los pioneros de esta avanzada de folclore electrónico es Gaby Kerpel, ex integrante del grupo
de teatro experimental De La Guarda, que ya a principios de esta década -y bajo la dirección de Santaolalla, gurú
del folclore de raíz alternativa- editó Carnabailito, un álbum que anticipó varias de las tendencias modernas y
digitales que vendrían después y que le dio estatus global a las músicas del altiplano como el huayno, la baguala
y el carnavalito. "En esa época me llamaban de afuera para hacer notas, porque para ellos eso era folclore
argentino. Acá, no", distingue, a propósito de la tensión siempre latente entre tradición y modernidad cuando se
apuesta por la fusión. Sin embargo, hoy ese debate tiene mucho menos peso. Fabio Rey, por ejemplo, cara
visible de Fanfarrón, dejó un pasado de rock alternativo y tecno-pop (Los Brujos y Adicta, respectivamente) para
saltar a un proyecto que combina folclore con todos esos elementos. Y no sufrió fuertes reproches por eso. Al
contrario, sus dos discos (Fanfarrón y Volumen 2) fueron bien recibidos por la crítica. "El cambio tuvo que ver con
redescubrir nuestra cultura, que es muy rica en cuanto a ritmos, poesía y pintura", explica.
Kerpel, por su parte, está por lanzar el debut de Terraplén, su nuevo proyecto de folclore electrónico que
comparte con los productores Daniel Martín y Diego Vainer, y trae también el impulso de Santaolalla. "El nos
animó y nos insistió en que concretáramos el disco", reconoce el ex De La Guarda.
"Yo siento que hubo una primera etapa donde la gente se enganchaba con la experimentación. Ahora, en
cambio, aparecen muchos que se conectan más con la cosa tribal y la experiencia que se da en vivo", acuerda

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Tremor. Y es que el show, la experiencia "en vivo", es una de las grandes fortalezas de estas bandas
electrónicas de raíz folclórica (o viceversa), pero también de aquellas que hacen folclore, pero desde una actitud
y electrificación rockera. En esa corriente, se encuadran Arbolito y Semilla, dos grupos que, provenientes del
rock, le marcaron el pulso a cierto folclore de la década, retomando las banderas de Arco Iris y Los Jaivas en los
'70.
"El quiebre de 2001 nosotros lo vivimos en el '97. Ahí nos dimos cuenta de que ningún dueño de un sello o de un
boliche nos iba a dar el espacio que necesitábamos", cuenta Agustín Ronconi, voz, guitarra, vientos y principal
compositor de Arbolito. "Eramos demasiado quilomberos para una peña y demasiados folclóricos para un boliche
rockero", detalla risueño, a propósito de la formación con bombo legüero, quena, charango y violín, que espanta
a más de un ortodoxo. Sin embargo, los Arbolito lograron hacerse fuerte en plazas y fiestas de amigos. Y sus
letras de reivindicación (de los pueblos originarios, pero también de la presente realidad social) tuvieron eco en
todo un nuevo público post crisis de 2001. "La mayoría son jóvenes: rockeros, fiesteros y solidarios", cuenta
Ronconi, con orgullo. "Aunque también varios vienen con sus padres", observa.
El caso de Semilla guarda algunas similitudes: no sólo porque también cuentan con excelentes canciones
(disponibles en su homónimo disco debut de 2007), sino también por los espacios que debieron generar para
poder mostrar su música. "Al principio nos miraban raro", confirma Bárbara Palacios, cantante de Semilla. Por
eso, desde hace varios años, autogestionaron dos peñas con nombre propio que hoy son clásicos de esta
promisoria escena: el Semillero y las Peñas Eléctricas.
En el primer caso, la cita es en La Catedral, reducto tanguero-folclórico de Almagro, y la idea es compartir una
tarde de empanadas y vino con la banda, además de ensayar algunos pasos de baile. "Si vas a nuestras peñas
todos bailan: los que saben, los que no y los que están aprendiendo", cuenta Bárbara.
Las Peñas Eléctricas, por su parte, componen la otra gran apuesta cultural de Semilla. El espacio donde su
folclore electrificado pudo expresarse sin la desaprobación de los puristas ni el desconcierto de los no iniciados.
Iniciativa original de Camilo Carabajal, batería de Semilla y nieto ilustre de Carlos, uno de los padres de la
chacarera, las Peñas Eléctricas empezaron en el 2003 en un sótano del Abasto y poco a poco fueron creciendo
hasta llegar a Niceto Club, en el corazón de Palermo Hollywood. Sin embargo, no perdieron identidad. Y hasta le
abrieron las puertas a grupos que no sólo mestizan el folclore con el rock, sino que también incorporan ritmos y
géneros del resto de Latinoamérica. Son los casos de Imperio Diablo (folclore andino más hip-hop, reggae),
Doña María (folclore más dub, rap, cumbia) y Chancha Vía Circuito (folclore más cumbia latinoamericana).
"Yo nunca perdí mi raíz de familia, mi espíritu de bombista, por eso necesité generar algo como las Peñas
Eléctricas", explica Camilo. Y puesto a comparar ambos eventos, evalúa: "El Semillero es más de vino tinto,
mientras que en las Peñas Eléctricas circulan más las cervezas y los tragos". Dos espíritus festivos para el
mismo público. "Un mix de provincianos, rockeros y estudiantes extranjeros", sintetiza Tremor, quien cuenta con
el bombo de Camilo Carabajal en su propio proyecto.
Fabio de Fanfarrón sintetiza así la espontaneidad de la escena: "De repente podes ver a una chica de jeans y un
chico con bermudas y zapatillas bailando folclore con una maquina de ritmos sonando o una banda con pulso de
rock tocando un aire de chacarera".
Sin duda, la gran afluencia de estudiantes extranjeros que produjeron la devaluación de 2002 y el dólar alto
posterior, le otorgaron a este nuevo folclore un marco más amigable y afín que el que hubiera tenido de haber
mediado otra situación socio-económica. Y es lógico: tanto el rock como la electrónica son dos lenguajes afines a
oídos occidentales. ¿Cuánto le debe al hostel este nuevo folclore? "Nos recordaron que lo nuestro es bueno",
asevera el baterista de Semilla. "Aportaron una mirada más abierta a lo que sucede", agrega Kerpel, y marca una
paradoja, que tal vez dé indicios del futuro: "Para nosotros este ambiente puede llegar a tener un sentido
alternativo. Para ellos, en cambio, es nuestro color local. Y eso nos coloca en el mundo".

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EPILOGO

Es un sano hábito el de exaltar nuestras costumbres mediante espectáculos públicos, incluso en


seudos festivales folklóricos, a los efectos de mantener vivo nuestro acervo tradicionalista, es mejor
que nada, pero sería prudente tratar de respetar lo más fielmente posible nuestras tradiciones
populares, ya que sería imposible manifestar lo estrictamente folklórico.
No usar su nombre en vano, sería una reflexiva consigna para quienes con buena voluntad creen
que lo que hacen es Folklore, sin antes haberse ilustrado convenientemente. Obrar en tal sentido,
significaría un paso importante en beneficio de la cultura. Por el contrario, si se continúa desvirtuando
su verdadero sentido estaremos frente a una manifiesta incapacidad para el estudio e interpretación de
nuestra historia y de nuestro pasado, con la gravedad que ello implica, y a la corta, el poco y verdadero
Folklore será olvidado.
Debería dar escozor que alumnos de nuestros ciclos escolares conocen más de costumbres de los
nativos de otros continentes -que poco les dura-, pero ignoran histórica y objetivamente, quien fue el
gaucho, el paisano, o cuáles bailes se bailaban en distintas regiones de nuestro país; en concreto
desconocen todo sobre el Folklore nacional, y lo penoso es que creen que es lo que se ve en seudos
festivales y ahí se agota.
Enseñar Historia aprovechando lo que muchos pedagogos llaman interdisciplinariedad. De ahí
el valor que tienen estos acontecimientos significativos de la Historia, cuyos conocimientos básicos
deberían ser parte de la formación de los jóvenes, resultando en la práctica de mucha mayor utilidad
que estudiar todos los tomos de historia de un autor cualquiera con la visión del mismo. Esta
formación es parte necesaria para perfeccionar el entorno cultural de la persona. No hacerlo como se
debe, peligra la cultura social, por ser ineficaz e ineficiente para la cultura de la persona.
Algo análogo ocurre con el Folklore; se suele creer que hacer movimientos y contorsiones,
disfrazados cual héroes mitológicos, y al frenético ritmo de chacarera, o zamarrear arbitrariamente
instrumentos, los alumnos hacen Folklore, y encima están convencidos que así se rescatan los valores
de la tierra y de los gauchos. Sus consecuencias se trasladan luego a seudos escenarios folklóricos (?)
en donde se cree que se está promoviendo la cultura popular.
Por eso, para aquellos que insisten en modernizar o actualizar el Folklore, deben distinguir que
no se puede actualizar por imposible, como ya se explicó. Deben saber que re-crear el Folklore no
significa volver al pasado sino que, por el contrario, es traer al presente, lo más fielmente posible, el
pasado histórico, costumbrista, rescatando los efectivos valores culturales del pueblo, tan declamados
en la actualidad y tan poco respetados, para que sirva de lección, experiencia, comprender el presente,
además de sentir afecto por nuestra idiosincrasia.
El Folklore forma parte de la Historia y de la Antropología, y degradar o distorsionar cualquiera
de ellas, es negar y hacer desaparecer de la mente de los pueblos sus verdaderos orígenes, y por ende
llevarlo a aceptar formas y costumbres falaces que no sólo son nefastas sino que colaboran para una
involución cultural progresiva y alarmante.
Para todos los amantes de buena voluntad, que realmente quieren y rescatan los valores del
pueblo, de aquello que nos ha identificado durante muchos años, de nuestros valores, va dirigido este
modesto Ensayo Desengañador, esperando que sea útil para examinar y comprobar la verdadera
importancia del Folklore, con todo lo que implica.
Sepa estimado lector, que el Folklore, como la Historia, es imposible de modificar, porque
explica el pasado, para comprender el presente y hacer mejor nuestro futuro.

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Corolario228
Obviamente hoy en día, con tendencia a disminuir cada vez más, no se le da la verdadera
importancia del baile folklórico en la educación formal, de cualquier nivel y ni que hablar de la
ciencia, eso es desconocido.
Esta sana y virtuosa costumbre, además de cultivar a los jóvenes especialmente y a los adultos
como educadores primeros, es una ciencia que toma valores y costumbres de lo provenido de nuestros
ancestros. Su práctica hace a las personas mejores seres humanos, pues no sólo es bailar por bailar,
sino que se adquiere la capacidad de expresar sentimientos, comunicaciones, emociones y definiciones
de su identidad nacional, actuando de manera libre y moral, aunque en la casi la totalidad del folklore
sea anónimo y se desconozcan no solo origen sino como era en realidad, salvo aquellas piezas
plásticas, suerte que no hemos tenidos con bailes y música.
Pero, no es de soslayar este tema, porque el baile como expresión, como la música, tiene en su
ejecución una gran importancia social.
Plan y Programas de Estudio del Ministerio de Educación y Cultura de México, en 1983, dijo
que debería integrarse grupos de bailes folklóricos en los centros educativos, como parte de la
educación y cultura de los alumnos, en especial por lo que científicamente significa. Pero, aún la
mayoría popular piensa que no aporta beneficios sin importar la calidad intelectual.
Expertos como Juan Francisco Sanz229 afirma que los beneficios del baile, en el terreno
educativo, son trascendentales paro es una experiencia nada común así.
Baile y escolaridad
Los centros de estudios, cualquiera sea su nivel, son espacios donde se tiene la oportunidad de
conocer estos amores patrios y de gran valor. En la currícula de estudio debería ser obligatorio esta
asignatura dentro de la Historia o bien como Ciencia del Folklore, porque además de los
conocimientos generales, el alumno tiene también la oportunidad de adquirir conocimientos y
habilidades que le permitirán formarse íntegramente para estimular su creatividad e imaginación,
ampliando sus horizontes culturales, cualquiera sea el nivel de estudios y la carrera que curse.
Esta asignatura dirige el desarrollo de los alumnos en cultura general, como una invitación a
reflexionar sobre la importancia del baile folklórico y de los orígenes de la ciencia del mismo, en
cualquier nivel de estudies que se esté realizando, porque facilitan la convivencia en la sociedad, sin
olvidar los valores ancestrales, patrióticos, ante una sociedad cada vez más demandante y globalizada
que nos hace creer la inutilidad de esos valores y al libertinaje a que nos está encaminando.
“Está claro que enseñar folklore, tanto baile como música, y si se pudiera la ciencia, aceleraría
la vida emotiva de los alumnos, que muchas veces es menospreciada pero que es fundamental tanto
para el desarrollo del individuo como para la propia construcción de una cultura general. En términos
generales, se habla de seres humanos con capacidades y habilidades que les permitirán un desarrollo
integral, pero ese proceso de enseñanza cultural desvaloriza cualquier sentido de arte aunque sea
ciencia”.230
Corresponde a los centros de estudios convertirse en el espacio donde se promuevan actividades
que contribuyan a desarrollar en los alumnos la percepción, la creatividad, la imaginación, la
sensibilidad, la adquisición de valores, la necesidad de pertenecer a un grupo, a tener identidad
nacional, y a ejercitarse física, emocional y espiritualmente.
El baile folklórico contribuye en forma directa al desarrollo intelectual y cultural de la persona.
Además, cuando se relaciona a ésta con las demás asignaturas se evita, con el fomento de este género,

228 -Ref trabajo de Cruz Valle, Nicolás: "Danza folklórica, herramienta para la formación integral de los niños",
artículo publicado en: La Tarea, revista de educación y cultura de la Sección 47 del SNTE/Jalisco Nº. 20,
Guadalajara, Jalisco, México 2009
229- Sanz Juan Francisco “Los guiones y música de baile S.XIX – Rev.Musical de Venezuela 1994
230 - Cruz Valle, Nicolás: "Danza folklórica, herramienta para la formación integral de los niños", artículo
publicado en: La Tarea, revista de educación y cultura –Jalisco-Guadalajara, México 2009

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la entrada de otras culturas y tradiciones ajenas a la nuestra, que, poco a poco, van teniendo entrada a
nuestro país, sin ofrecer ventaja alguna, al menos se le permite absorber o degenerar lo nuestro.
Los usos que se la ha dado a este género en la actualidad son diversos, y gracias a los aportes de
Gardner231 se han puesto como evidencia antropológica los siguientes:
“El baile puede reflejar y validar la organización social, puede servir como vehículo para la
expresión secular o religiosa, como diversión social o actividad de recreación; como escape y
liberación psicológicos, como declaración de valores estéticos, como reflejo de un patrón de
subsistencia económica, y por supuesto para propósitos educacionales”
El estudio de la ciencia del Folklore concibe a la cultura como un proceso individual y colectivo
de creación y recreación; un modo de organizar, percibir e interpretar el mundo natural en el que
vivimos; una manera de comunicarnos e interrelacionar con el medio físico y social; un proceso del
que forman parte las manifestaciones artísticas, donde se ubican: la sonoro-musical (música), gestual-
dramática (teatro), plástica (pintura, escultura y arquitectura) y por supuesto, la motriz-dancística
(baile), dentro del supuesto científico de sus condiciones, siempre relacionado con nuestros valores
ancestrales, religiosos, morales, familiares.
El absurdo se encuentra en la mayoría de los casos, sólo cuando intentan hacer uso de este
medio cuando van a presentar actividades cívicas, culturales y artísticas, cometiendo los más grandes
pecados y herejías con lo que se debe considerar como la base de nuestra cultura.
Chamorro, especialista en este género, con destacadas investigaciones etnográficas, dice al
respecto que folklore “es una ciencia que se ocupa de diversos campos del conocimiento, tales como la
cultura material, la espiritual-mental, la narrativa tradicional, y desde luego, la baile y la música”232
La identidad nacional no sólo alude a los rasgos físicos que distinguen a un pueblo de otro, sino
al conocimiento de nuestros orígenes y cómo estos se han ido gestando a través del tiempo, para
establecer quiénes somos y así reconocernos como una Nación con personalidad propia y diferenciada
del resto de los demás pueblos que habitan nuestro planeta. La identidad nos distingue de culturas que
amenazan su irrupción con costumbres exóticas y decadentes, algunas enajenantes y fanatizantes, sin
ningún beneficio específico.
Por eso que es importante que a través del baile y la música folklórica se forme conciencia para
enraizar la identidad nacional en los alumnos de cualquier ciclo; pero no sólo eso, sino que tengan la
posibilidad de entender y revalorar nuestra cultura. Sólo mediante el conocimiento real y verdadero de
la ciencia que involucra a nuestras raíces, podremos defender eficazmente nuestras costumbres y
tradiciones.
En este sentido es determinante y prioritario el hacer uso adecuado y considerar con mucha
conciencia sobre la importancia de la enseñanza de esta asignatura, dándole el sumo valor que tiene la
misma.
Si tomamos la parte artística de la ciencia, con intención de demostrar con argumentos
científicos su importancia en la educación, son reconocidas las investigaciones de la Universidad de
Stanford frentes. Sus conocidas que por sus teorías al respecto, justifican hoy en día la educación de la
ciencia como una disciplina que fomenta un aprendizaje global del arte, además de sus numerosas
partes de la misma
Y si hablamos de una parte del folklore, éste tiene que ver con el orgullo nacional por cuanto da
realce a los propios valores tradicionales y autóctonos, despertando el amor por lo nuestro, ya que se
cultiva, se siente orgullo colectivo y se logran fuertes lazos de unión a causa del conocimiento vivo de
una herencia cultural que podemos señalar como nuestra, que nos identifica y da carácter propio.

231 -Gardner, Howard. La Teoría de las Inteligencias Múltiples. México, 1999.


232-Chamorro-Guía Etnográfica para la investigación de la música y la danza tradicionales. Méx, 2003.

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En todos los lugares de la tierra el folklore expresará, donde ofrezca el prestigio de su aporte, lo
más propio y auténtico para expresar con entusiasmo el orgullo de una raza y un mestizaje con
sentimiento nacional.
Desde esta perspectiva es evidente que utilizar el baile folklórico como herramienta, es una
propuesta educativa y cultural que se concreta en actividades creativas, en las cuales las personas se
enriquecen, se culturizan, se sensibiliza e imagina, de manera que aprende a escucharse y a apreciarse
a sí mismo y a los otros, a expresarse y a compartir sensaciones, sentimientos y visiones del mundo
que lo toca, que lo conmueve.
No se pretende premeditadamente la formación de bailarines, ni menos saltimbanquis, sino la
formación de personas capaces de construir un lenguaje en movimiento que se relacione con la
producción artística y cultural dentro de un marco pedagógico de formación de formadores, y si la
escuela es un espacio propicio, sería importante hacer uso de ella, con seres humanos que apenas están
conociendo el mundo que los rodea.
Recapitulaciones
Bajo esta mirada, quise señalar los beneficios y la importancia que tiene el baile folklórico y su
aplicación en las escuelas para la formación integral de los alumnos.
Me propuse destacar el potencial del baile, psicopedagógico y creativo que tiene la Educación
científica del Folklore o la enseñanza lo más correcta posible, a fin de hacer conciencia en los
docentes de la importancia de su práctica.
En relación con el valor y potencial del baile folklórico se trata de mostrar capacidad para
colaborar en el desarrollo y la formación integral, promoviendo estrategias educativas que permitan al
estudiante habitar su cuerpo, vivirlo, conocerlo, compartirlo y disfrutarlo; respetar y promover los
valores patrísticos.
Destacamos, también, la importancia de sembrar y fecundar el espíritu nacionalista con el apoyo
del baile folklórico o en el trabajo formativo con los alumnos. Dijimos que era necesario proporcionar
elementos con los que irían descubriendo la cultura nacional para así defender mejor al país. Que el
folklore no debe ser visto como expresión de cosas raras, sino como una forma bella de amar a nuestro
país. Porque sólo nuestro pasado puede explicar mejor nuestro presente.
Estimado lector, todo lo escrito no tiene objeto si comprende lo siguiente: “cada particularidad
folklórica, sea baile, objeto, seudo coreografía, indumentaria (cada una de ellas), historia, forman parte
de un conjunto como ese del sacerdote que se viste de forma especial para celebrar Misa: cada prenda
que se pone tiene un significado particular del cual NO se puede salir”. Hacerlo es ignorancia o
herejía. Elija usted
¿Qué gusta?, si puede ser, y además puede que sea lindo, pero no es Folklore. Nadie puede
impedir que a alguien le guste lo que se hace, pero les recomiendo que recuerden lo dicho por Santo
Tomás de Aquino: “lo que de hecho es amargo o dulce, parece amargo o dulce para quienes poseen
buena disposición de gusto, pero no para aquellos que tienen el gusto deformado”
Para concluir, con el riesgo de reiterarme hasta el final, obviamente tan escasa formación en la
Historia en general, hace que un tema tan valioso como es el Folklore -pero despreciado totalmente,
solo útil para el choripán, el fernet y los festivales absurdos-, resulte poco menos que inútil, y por lo
que se puede observar, es inservible para la educación de la sociedad toda, y para la cultura ni hablar.
Y si seguimos a este paso de creer que sabemos y opinamos sobre lo que no sabemos, o cuando
mucho se sabe al revés, lo dicho por Diego Luís Córdoba, político colombiano contemporáneo. “Por
la ignorancia se desciende a la servidumbre, por la educación se asciende a la libertad”
Estimados, este ensayo no es para la discusión; si usted sabe y leyó, no se moleste en
refutarnos, ya conseguimos lo que queríamos, que estudie y saque sus propias conclusiones.

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Bibliografía es muchísima que hay sobre el tema. La que se cita es una demostración, solo como
referencia. Se cita la bibliografía consultada, de referencia y de investigación. He recurrido a bibliografía de
diversos países, de universidades y científicos e idóneos, para tratar no solo nuestro folklore, sino que las
condiciones son para todos iguales. . No he escrito esto para discutir, sino para alertar. Si usted no está de
acuerdo con lo escrito, es porque ha leído, estudiado, y con eso me basta. Es más, hasta me haría cambiar
de opinión llegado el caso.

 Acevedo Hernández, A. La Cueca: Orígenes, historia- Chile Ed. Nacimiento 1953


 Acosta Saignes M. Las cofradías coloniales y folklore. Univ de Venezuela 1955
 Acosta Saignes Miguel - Estudios Folklore venezolano –. Open Library - Caracas
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 Canelon Felix - El Folklore y la educación en Venezuela - Caracas
 Cárcano Ramón – Juan Facundo Quiroga – Ed. Lozada
 Caro Baroja Julio: “Análisis de la cultura” Barcelona, 1949
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