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Rewiel, 16 de agosto de 1906

Ya pasaron 5 meses. Gastón te fuiste el 15/03/1906 y aún no entiendo porqué nos dejaste,
no puedo entender porqué no fuiste sincero y sólo desapareciste sin mirar atrás dejándolo
todo, al menos lo que para mí es todo, pero creo que para ti no era suficiente, no lo sé.
Te escribí las primeras cartas esperando una respuesta, esperando que fueras un hombre y
afrontaras tus errores, pero no fue así, una tras otra y cada una la ignoraste, cuando te fuiste
a las salitreras y dijiste que sería por un bien para nosotros, un bien para nuestros hijos, por
aquellos que ya olvidaste, me prometiste que todo mejoraría ya que te ofrecían un sueldo
muy bueno, en comparación a los medios trabajos que hacías aquí, que nada nos faltaría y
que solo sería por dos meses, solo dos, no puedo entender que paso por tu cabeza al
abandonarnos. ¿Nunca fui suficiente para ti? Pensé que nos amábamos Gastón.
Yo sé que te sigo amando, aunque odie este sentimiento, mi corazón aun palpita más
rápido por ti. Todos los miércoles espero ver pasar al cartero, con la esperanza de una
respuesta tuya en la que digas que tuviste un accidente y recién pudiste responderme, o que
tu cartero se equivocaba y enviaba mis cartas a otro lugar, pero perdí la esperanza de que
eso fuera, ya que todos en el pueblo dicen que te escapaste donde tu amor de infancia,
Amalia, ella la cual me prometiste que era solo una tontería de niñez. En parte también fue
mi culpa por decir creerte, aunque supiera que cada vez que tus compadres mencionaran su
nombre, tu cara se iluminaba por saber algo mas de ella, nunca vi que tu cara se iluminara
por mí.
Te odio. Odio cada letra de tu jodido nombre. Te odio ya que me dejaste como la estúpida
del pueblo, te ofrecí todo lo que tenía y ¿te importó? Martina, tu hija, por si olvidaste tiene
tifus, ese hombre el que te ofreció el supuesto trabajo de las salitreras se lo contagió. Ella
cada día empeora, creo que morirá y tu no estás y Óscar, el pequeño, tiene síntomas del
tifus, me preguntan por ti y ya no sé si responderles la verdad o seguir diciendo que estás
ocupado en el trabajo, ellos querían solo a un padre, el padre que los cuidó desde pequeños,
el que los calmaba cuando lloraban o el que los acompañó a su primer día de clases, ese
hombre ya no existe ahora sólo queda un hombre egoísta que pone por encima de sus
responsabilidades sus pasiones carnales.
Como te mencioné en las anteriores cartas estaba buscando trabajo lo cual fue difícil ya
que nadie acepta a una mujer que está en boca de todo el pueblo porque su marido la dejó,
pero lo conseguí, limpio la casa de unos riquillos que me humillan cada vez que pueden,
pero gracias a eso tus hijos tiene algo para comer.
Esta es la última carta que te escribo, el 16/08/1906, porque ya no estoy dispuesta a
esperar ninguna respuesta tuya, no estoy dispuesta seguir humillándome cuando me
cambiaste por otra, así que esto es un Adiós Gastón, un adiós a tus hijos y tu antigua vida,
espero que cuando recibas esta carta cada vez que te mires al espejo sientas repudio hacia ti
y tu asquerosa nueva novia.

Susy Contreras.

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