Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Informe CONAE 201602 5to Trimestre
Informe CONAE 201602 5to Trimestre
039-4-144
FEBRERO DE 2016
Plan de Desarrollo de
Aleaciones de Aluminio de Alta
Resistencia.
ÁREA DE MATERIALES
VENG SA
EDICION A
FECHA 02/2016
Vehículos Espaciales de Nueva Generación S. A. (VENG S.A.) from Argentina owns the copyright of this document
which is supplied in confidence and which shall not be used for any purpose other than that for which it is supplied and
shall be only reproduced, copied or communicated, in whole or in part, for internal use of VENG, directly or by third
parties holding confidentiality agreements with VENG.
Any person other than the authorised holder obtaining possession of this document by finding or otherwise, should send
it, together with his name and address, in a sealed envelope to:
VERS. VERS.
VERS. A VERS.
Pag.Cuerpo
3. RESUMEN ...................................................................................................................................... 7
4. ANTECEDENTES ............................................................................................................................. 7
4.1. ALEACIONES AL-CU (SERIE 2XXX) – EFECTO DE LOS ELEMENTOS ALEANTES .............................. 8
6. CONCLUSIONES ........................................................................................................................... 45
7. BIBLIOGRAFÍA .............................................................................................................................. 47
Página 6 de 47
1. Objetivo General
Avanzar con los estudios y análisis para el desarrollo de aleaciones de aluminio de alta
resistencia con la finalidad de llevar los mismos a escala industrial.
2. Objetivos de la etapa
Para esta etapa se plantea continuar los estudios sobre la aleación AA2195. Para ello
se fundirá la aleación AA2195 y se comenzarán los estudios de deformación plástica a través
del proceso de laminación, principalmente en caliente.
3. Resumen
Para disminuir el peso en piezas aeroespaciales se han desarrollado a nivel mundial
aleaciones de aluminio de alta resistencia con litio como aleante principal, ya que este último
reduce considerablemente el peso de la aleación y pueden mejorar sus propiedades por
tratamiento térmico de precipitación. Estas aleaciones no se producen actualmente en el país
y es muy difícil importarlas ya que se trata de materiales estratégicos. Es objetivo del presente
informe es mostrar los resultados obtenidos en el estudio del material mencionado, iniciando
por la fusión, y continuando con el procesado a través de tratamientos térmicos y deformación
plástica por laminación. Para continuar y en pos de alcanzar el objetivo planteado se han
estudiado y aplicado tratamientos térmicos de recocido, para alcanzar las microestructuras
más susceptibles, que permitan asimilar positivamente la deformación en caliente
minimizando al máximo posible la formación de fisuras, tanto superficiales como internas.
4. Antecedentes
Las aleaciones de aluminio de alta resistencia son ampliamente utilizadas en la
fabricación de aeronaves, misiles y en la industria aeroespacial, como así también, en
accesorios y tanques para líquidos combustibles y de oxígeno. La razón de este amplio uso
radica en su alta resistencia específica (relación de resistencia mecánica a densidad), su
resistencia a la corrosión y eficiencia de carga especialmente en diseños de compresión.
Los sistemas de aleación de alta resistencia que compiten fuertemente entre sí, en la
fabricación de estructuras aeronáuticas, son los sistemas de aleación de la serie Al-Zn-Mg-Cu
Página 7 de 47
(7xxx) y Al-Cu-Mg (2xxx), en tanto que, los sistemas Al-Mg-Li encuentran alguna dificultad en el
proceso de fusión por la volatilidad de algunos de sus componentes, fundamentalmente el Li.
Página 8 de 47
A finales de 1970 y principios de 1980 había una cantidad considerable de trabajos
anteriores sobre Al-Li, Al-Li-Mg, Al-Li-Cu y aleaciones a base de Al-Li-Cu-Mg. Estos resultados
indicaron promesa en términos de alcanzar reducciones de densidad del 7 al 10% y fortalezas
atractivas. Los materiales de menor densidad se traducirían en un avión ligero con menores
costos operativos o mejorar el rendimiento (carga útil o rango). Todo lo anterior proporciona
el impulso para el sistema de base de Al-Li para convertirse en la opción para el desarrollo de
baja densidad de productos forjados.
Página 9 de 47
Cuando se realizan deformaciones plásticas en frío permanentes en la confección de
productos de aluminio, el material se ve endurecido por el trabajo en frío. Este endurecimiento
se puede restaurar al temple O, una condición menos resistente pero más dúctil, conocido
como recocido de recristalización. Este recocido elimina el endurecimiento por deformación,
así como los cambios producidos en la estructura que se dieron como resultado del trabajo en
frío. En esta instancia no se realizaron estudios de recristalización por lo cual no se desarrollara
esta temática en el presente informe.
Como se mencionó, los elementos de adición y las impurezas pueden ejercer influencia
sobre la temperatura de recristalización y el tamaño de grano después de la recristalización.
Así, el Mn, Cr, Ti, V, Zr y Fe elevan la temperatura de recristalización, dependiendo la acción – y
especialmente también el tamaño de grano – muy fuertemente de la magnitud y distribución
de estos elementos o de la combinaciones intermetálicas que se formen con ellos en la
estructura. Cuando se realiza un material, todos estos elementos se encuentran, en forma de
disolución fuertemente sobresaturada, a causa de la elevada velocidad de enfriamiento
habitual en los procesos de fundición. El estado de la estructura de las placas y con ello, el
comportamiento en la recristalización del material, se puede modificar ampliamente por
Página 10 de 47
recocido a elevada temperatura (ver recocido total, homogeneizado). Por ello, se comprende
también que el comportamiento en la recristalización de todas las aleaciones de aluminio que
contengan los elementos antes mencionados depende extraordinariamente del proceso de
fusión y de los tratamientos previos termomecánicos que haya sufrido.
Página 11 de 47
mejoramiento de la deformabilidad en frío y de las características mecánicas del producto
semielaborado.
Al igual que otras familias de aleaciones de Al, las aleaciones Al-Li logran aumentar su
resistencia mecánica utilizando el fenómeno de endurecimiento por precipitación, a partir de
un tratamiento térmico de solubilizado y envejecido. La estructura precipitada es sensible a
una serie de variables de proceso, incluyendo a la velocidad de enfriamiento después del
tratamiento térmico de solubilizado, el grado de deformación en frío antes del envejecido, la
temperatura y el tiempo del tratamiento térmico de precipitado. Los aleantes que se
encuentran en menores proporciones pueden también afectar significativamente el proceso
de envejecido, por medio del cambio de energía interfacial del precipitado, ó por incremento
de la concentración de vacancias, y/o por aumento de la temperatura crítica de precipitación
homogénea. Además, la precipitación heterogénea en las interfaces y límites de grano (la cual
se suma a la precipitación homogénea de la fase endurecida) puede tener un efecto adverso
en cuanto al comportamiento a la fractura. Dependiendo de la composición y la temperatura,
puede variarse sistemáticamente el tamaño relativo y la fracción en volumen de los
precipitados.
Página 12 de 47
Aleaciones Al-Li binarias.
El endurecimiento de las aleaciones de Al-Li ocurre por la precipitación continua de la
fase δ'(Al3Li) a partir de una solución sólida sobresaturada. La fase precipitada δ' forma una
celdilla con características bien definidas: los ocho sitios de las esquinas a compartir, están
ocupadas por átomos de litio y las seis caras de la celdilla, están ocupadas por átomos de
aluminio. Esta distribución atómica da lugar a la composición de los precipitados δ'.
Página 13 de 47
y circonio, han demostrado tener efectos beneficiosos para esta aleación. En lo referente al
magnesio y cobre, estos elementos mejoran la resistencia a través del fenómeno de
endurecimiento por precipitación. Estos elementos también pueden reducir al mínimo la
formación de ZLP cerca de los límites de grano.
Existe bibliografía en la cual se han estudiado las fases completas en la aleación. Para
ello se partió de placas y se extrajeron muestras que fueron pulidas y atacadas para la
observación metalográfica por medio de microscopía óptica y electrónico de barrido. Para
identificar la fase de Li-que contiene la aleación AA2195se utilizó Espectroscopia de electrones
Auger. La calorimetría diferencial de barrido (DSC, PerkinElmerDSC8000) también se utilizó
para controlar la formación de fases. El peso de las muestras de DSC fue de aproximadamente
Página 14 de 47
20 mg y las velocidades de calentamiento se fijaron en 3 y 5 °C /min. Durante el análisis se
empleó una atmósfera de gas protector de argón puro. Todos los tratamientos térmicos se
realizaron en un horno eléctrico de aire forzado. Después del homogeneizado, las muestras
fueron solubilizadas a 530 °C durante 4 h, seguido de un enfriamiento en agua a temperatura
ambiente (temple), y después de envejecimiento a 150 °C durante 24 h. El ensayo de tracción
se llevó a cabo a temperatura ambiente a una velocidad de deformación de 4 x 10-4 s-1
utilizando una máquina de ensayo universal Instron. Las propiedades de tracción para cada
condición, es decir, la tensión de fluencia (YS), resistencias a la tracción (UTS) y la elongación
de fractura (% El), se calcularon como un valor promedio de seis muestras ensayadas.
Página 15 de 47
compuestos intermetálicos Al2CuLi, Al2Cu y Al2CuMg desde el líquido hasta la etapa posterior a
la solidificación en condición fuera de equilibrio.
Tabla 1: Reacciones y fracciones de fases durante una solidificación fuera de equilibrio de una
aleación Al – 4,04Cu – 1,05 Li – 0,28 Mg.
Fracción (% peso)
Temp. [°C] Reacción Al2CuM
Líquido α – Al Al2CuLi Al2Cu
g
644,3 Comienza α – Al 100 - - - -
534,2 Comienza Al2CuLi 10,8 89,2 - - -
520,6 Comienza Al2Cu 7,7 91,1 1,2 - -
492,6 Comienza Al2CuMg 1,8 93,4 2,1 2,7 -
Fin de la
492,6 - 94,1 3,3 3,2 0,6
solidificación
Tabla 2: Formación de las fases utilizando la técnica DSCy la predicción por cálculo
mediante la ecuación de Scheil – Guliver.
Fase Pico de DSC (°C) Calculo de temperatura (°C)
Al – α 650 644,3
Al2CuLi 526 534,2
Al2Cu 521 520,6
Al2CuMg 508 492,6
Página 16 de 47
condiciones de equilibrio no pueden predecir la solidificación de la aleación AA2195
exactamente.
AA2195 3,7 – 4,3 0,8 – 1,2 0,25 – 0,8 0,25 – 0,6 0,08 – 0,16
5. Desarrollo de la etapa
Con respecto a la aleación AA2195 se iniciaron estudios preliminares del tratamiento
térmico de envejecido para evaluar el aumento de las propiedades mecánicas frente a la
precipitación de fases coherentes con la matriz de aluminio.
Página 17 de 47
Tabla 4: Composición química típica de la aleación AA2195 y la correspondiente a la placa
fundida en ProInTec I&D
Aleación Cu Li Mg Ag Zr
AA2195 3,7 – 4,3 0,8 – 1,2 0,25 – 0,8 0,25 – 0,6 0,08 – 0,16
Placa ProInTec
I&D 4,2 0,87 0,68 0,40 0,15
Figura 2: Muestra de la placa anodizada y observada con luz polarizada en condición “como
colada”. Aumentos: Izquierda 100x Derecha 200x
Página 18 de 47
Figura 3: Muestra solubilizada durante 23 horas a 480 °C, anodizada y observada con luz
polarizada. Aumentos: Izquierda 100x Derecha 200x
Página 19 de 47
Dureza Brinell
Tiempo (horas)
Figura 4: Grafico de dureza Brinell versus tiempo de envejecido a 150 °C
Página 20 de 47
Tabla 6: Cantidad por elemento incorporado en la fusión de la aleación AA2195.
Porcentaje buscado Cantidad real
Elemento Carga total [g]
[%] agregada [g]
Cu 4,3 430 430
Mg 1 100 530
Li 1,9 198 728
Zr 0,16 16 744
Ag 0,4 40 784
Al 92,6 9315 10099
Página 21 de 47
Al cortar la placa se pudo apreciar que la misma, al igual que la placa anterior, contiene
gran cantidad de porosidad. Esta excesiva porosidad puede deberse a que el litio previo a la
fusión se encuentra sumergido en combustible para evitar su oxidación y si bien antes de
sumergirlo en el baño líquido el elemento aleante se seca se deberá aumentar el tiempo de
desgasificado para evitar la incorporación de hidrógeno proveniente de la descomposición del
combustible.
Figura 7: Muestra de la placa en condición “como colada” sin ataque químico. Aumento: 100x
Figura 8: Muestra de la placa en condición “como colada” sin ataque químico. Aumento: 200x
Página 22 de 47
En las figuras anteriores puede notarse la presencia de segundas fases en las regiones
interdendríticas. Para resaltar esta fase con mayor intensidad se procedió a realizar un ataque
químico con los reactivos de Graff y Keller. En función de esto, en las Figuras 9 y 10 se puede
observar en color negro las fases precipitadas interdendríticamente durante la solidificación de
la aleación.
Figura 9: Muestra de la placa en condición “como colada” con ataque químico. Aumento:
100x.
Figura 10: Muestra de la placa en condición “como colada” con ataque químico. Aumento:
200x.
Página 23 de 47
5.4. Tratamiento térmico de homogeneizado en
placa de AA2195
Para lograr los efectos deseados en el homogeneizado se necesitan temperaturas
adecuadas, dependientes de la composición química, las cuales, en su mayoría, se encuentran
inmediatamente por debajo de la temperatura de “solidus” de la aleación correspondiente.
Teniendo en cuenta que los procesos de difusión no transcurren muy rápidamente a lo largo
de los caminos que interesan, se requieren tiempos de espera más largos que, en su mayoría,
superan entre 10 y 12 horas de proceso.
Debido a que no se contaba con los valores de los parámetros temperatura y tiempo
para realizar el homogeneizado de la aleación, en el trimestre anterior se procedió a realizar
diversos estudios con distintas temperaturas y tiempos y evaluar el resultado en cada uno de
los tratamientos térmicos efectuados. Esto último se ejecutó para lograr un conocimiento más
profundo del efecto de cada una de las variables que se manejan. Se plantearon dieciséis
opciones diferentes de tratamiento térmico y, en base a ello, para el presente trimestre se
realizaron los homogeneizados a 480 °C durante 22 horas.
Para la observación microestructural, al igual que en los casos anteriores las probetas
se lijaron y pulieron hasta paño de 1 µm, siendo atacadas con reactivos químicos durante
tiempos variables, dependiendo de la historia térmica de la muestra. A continuación, en la
Figura 11 se presentan imágenes de las micrografías realizadas luego del tratamiento térmico.
En ellas puede notarse un cambio sustancial de la microestructura, disolviendo parte de la fase
que se encuentra en las zonas interdendrítica.
Figura 11: Muestra homogeneizada a 480 °C durante 22 horas. Aumento: Izquierda: 100x.
Derecha: 200x.
Página 24 de 47
5.5. Deformación plástica a 470 °C
La laminación en caliente se efectuó a una temperatura de 470 °C, la misma se
controló a través de una pieza testigo con termocupla que se encontraba en el horno y se
extraía cada vez que se procesaba la placa de aluminio. La temperatura seleccionada para la
deformación en caliente se debió a los estudios de homogeneizado efectuados en el trimestre
anterior. En estos estudios se observó que muestras expuestas a una temperatura de 490 –
500 °C presentaron fusiones incipientes en los límites de grano por lo cual se debe evitar
someter el material a tal temperatura. Debido al calentamiento que se produce durante la
deformación plástica es que se decidió bajar en 10 grados la temperatura utilizada en el
homogeneizado, teniendo en cuenta que entre que la muestra sale del horno y comienza a
producirse la deformación también en la laminadora bajará un poco más la temperatura de la
pieza a deformar.
Página 25 de 47
Tabla 7: Deformación acumulada en la deformación en caliente a 470 °C
Espesor inicial Espesor final Deformación parcial Deformación acumulada
[mm] [mm] [%] [%]
35 34,7 0,85 0,86
34,7 34,15 1,58 2,43
34,15 33,2 2,78 5,14
33,2 32,3 2,71 7,71
32,3 31,65 2,01 9,57
31,65 30,65 3,16 12,42
30,65 29,7 3,10 15,14
29,7 29,2 1,68 16,57
29,2 28,5 2,39 18,57
28,5 27,7 2,81 20,85
27,7 26,8 3,25 23,42
26,8 25,8 3,73 26,28
25,8 24,8 3,87 29,14
24,8 23,8 4,03 32
23,8 23,1 2,94 34
23,1 22,8 1,29 34,86
22,8 21,5 5,70 38,57
21,5 19,9 7,44 43,14
19,9 18,4 7,54 47,43
18,4 17,7 3,80 49,43
17,7 16,9 4,52 51,71
16,9 14,9 11,83 57,43
14,9 13,8 7,38 60,57
13,8 12,9 6,52 63,14
12,9 12,4 3,87 64,57
12,4 11,8 4,84 66,28
11,8 10,8 8,47 69,14
Página 26 de 47
continuación, en las Figuras 12 y 13, se presentan micrografías anodizadas y observadas con
luz polarizada.
Figura 12: Muestra deformada en caliente un 15,14 % a 470 °C. Aumento: Izquierda: 100x.
Derecha: 200x.
Figura 13: Muestra deformada en caliente un 69,14 % a 470 °C. Aumento: Izquierda: 100x.
Derecha: 200x.
En las imágenes anteriores se aprecia claramente la orientación de los granos en la
dirección de laminación. Cabe destacar que las placas laminadas presentaron gran cantidad de
escamas en su exterior, que se incrementaron a medida que las pasadas por el equipo se
continuaban, llegando a fisurar el material, prácticamente en su totalidad. En función de esto
se evaluaron diferentes opciones para lograr deformar el material sin sufrir el agrietamiento
citado. Para ello se propuso disminuir la temperatura de trabajo a 440 °C, efectuando además
un tratamiento térmico de recocido de ablandamiento en función de experiencias anteriores
en el procesado de aleaciones de aluminio de alta resistencia sin litio.
Página 27 de 47
5.6. Deformación plástica a 440 °C en muestras
homogeneizadas
Con el objetivo de contar con un patrón de comparación entre el efecto que genera
sobre la respuesta del material a la deformación la temperatura de trabajo se ha disminuido
ésta en 30 °C, siendo la nueva temperatura de procesado de 440 °C. Al mismo tiempo, estudiar
la deformación sobre el material en la condición de homogeneizado a esta nueva temperatura
permite apreciar la diferencia en su comportamiento respecto del mismo material habiendo
sufrido un recocido de ablandamiento.
Antes de comenzar a laminar, las placas se han mecanizado con el objetivo de extraer
la capa de material superficial irregular, producto de la colada. De esta manera, se dispone de
una superficie sana apta para ser procesada sin influencias ajenas a la capacidad propia del
material de ser trabajado.
Página 28 de 47
Figura 14: Muestra homogeneizada deformada en caliente un 11,5 % con ataque de Graff y
Keller. Izquierda: 100x. Derecha: 200x.
Como puede apreciarse en las imágenes anteriores, no existe aún para el porcentaje
de deformación alcanzado una orientación microestructural importante que permita definir el
sentido de laminación aplicado sobre el material.
Página 29 de 47
Figura 15: Muestra con recocido de ablandamiento sin ataque. Aumento: 100x.
Figura 16: Muestra con recocido de ablandamiento sin ataque. Aumento: 200x.
Figura 17: Muestra con recocido de ablandamiento con ataque de Graff y Keller. Aumento:
100x.
Página 30 de 47
Figura 18: Muestra con recocido de ablandamiento con ataque de Graff y Keller. Aumento:
200x.
Como puede notarse en las micrografías anteriores, las muestras presentan una gran
cantidad de fase interdendrítica y en su interior una fase con forma de estructura acicular.
Para poder visualizar mejor el interior de los granos se presentan, en las Figuras 19 y 20,
micrografías con mayores aumentos.
Figura 19: Muestra con recocido de ablandamiento con ataque de Graff y Keller. Aumento:
500x.
Página 31 de 47
Figura 20: Muestra con recocido de ablandamiento con ataque de Graff y Keller. Aumento:
800x.
Esta fase que se presenta en el interior de los granos, según bibliografía consultada,
podría tratarse de Al2CuLi (T1). Durante la solidificación esta fase aparece a partir de los 475 °C
aproximadamente en los límites de grano y es ella la responsable del endurecimiento de la
aleación en rangos bajos de temperatura ya que, luego de solubilizarse, precipita
principalmente en temperaturas que van de 140 a 260 °C y con morfología en forma de placa.
En estudios a temperaturas por debajo de los 120 °C no se aprecian signos de nucleación de la
fase T1.
Página 32 de 47
Figura 21: Muestra con recocido de ablandamiento laminada en caliente con un 44 % de
deformación, sin ataque. Izquierda: 100x. Derecha: 200x.
Página 33 de 47
Figura 23: Muestra con recocido de ablandamiento laminada en caliente (440 °C) con un 44 %
de deformación, atacada. Aumento: 500x.
Página 34 de 47
Figura 25: Muestra con recocido de ablandamiento laminada en caliente con un 55 % de
deformación, atacada. Aumento: Izquierda: 100x. Derecha: 200x.
Así, el material ha sido deformado una vez más, respetando los parámetros iniciales,
hasta alcanzar un espesor final de 4 mm, lo que se corresponde con un porcentaje de
deformación acumulada del 86 %. En esta instancia ya se percibía un importante escamado y
agrietamiento, por lo que no se continuó deformando el material.
Página 35 de 47
Figura 27: Muestra con recocido de ablandamiento laminada en caliente con un 86 % de
deformación, sin ataque. Aumento: Izquierda: 100x. Derecha: 200x.
Página 36 de 47
Figura 29: Muestra con recocido de ablandamiento laminada en caliente con un 86 % de
deformación, atacada. Aumento: 500x.
Figura 30: Muestra con recocido de ablandamiento hasta 290 °C y temple, sin ataque.
Aumentos: Izquierda 100x Derecha 200x
Página 37 de 47
Figura 31: Muestra con recocido de ablandamiento hasta 290 °C y temple, con ataque de Graff
y Keller. Aumentos: Izquierda 100x Derecha 200x.
Figura 32: Muestra con recocido de ablandamiento hasta 290 °C y temple, aumentos: 500x.
Izquierda: sin ataque. Derecha: con ataque de Graff y Keller.
Página 38 de 47
Cabe destacar que la variación presente en el tratamiento térmico de recocido de
ablandamiento es el único cambio realizado en el proceso, ya que se han repetido nuevamente
tanto los parámetros de funcionamiento del laminador, preparación superficial de la placa y
temperatura de trabajo. En esta ocasión el espesor inicial de la placa es de 28 mm.
Una vez iniciada la laminación de la nueva placa, se planteó extraer muestras en rangos
de deformación similares con las extraídas en el caso anterior, para comparar de esta manera,
fielmente el efecto de la variación incluida en el tratamiento térmico de recocido de
ablandamiento.
Figura 33: Muestra con recocido de ablandamiento hasta 290 °C y temple, con un 40,3 % de
deformación. Aumentos: Izquierda: 100x. Derecha: 200x.
Figura 34: Muestra con recocido de ablandamiento hasta 290 °C y temple, con un 40,3 % de
deformación. Aumentos: Izquierda: 100x. Derecha: 200x.
Página 39 de 47
como se mencionó, se percibe una mejor asimilación de la deformación por parte del material
en vistas de una superficie sana sin grietas ni fisuras destacables.
Figura 35: Muestra con recocido de ablandamiento hasta 290 °C y temple, con un 58,6 % de
deformación, sin ataque. Aumentos: Izquierda: 100x. Derecha: 200x.
Figura 36: Muestra con recocido de ablandamiento hasta 290 °C y temple, con un 58,6 % de
deformación, atacada. Aumentos: Izquierda: 100x. Derecha: 200x.
Para este porcentaje de deformación, como era de esperar, puede apreciarse una clara
orientación de la microestructura en la dirección de laminación. Por otro lado, en términos
macroscópicos, la superficie del material presenta una mayor cantidad de grietas y fisuras, lo
que es esperable, aunque se mantiene siempre en un grado de daño sustancialmente menor al
del material con recocido de ablandamiento con enfriamiento lento para un comparable
porcentaje de deformación.
Página 40 de 47
Figura 37: Muestra con recocido de ablandamiento hasta 290 °C y temple, con un 85,7 % de
deformación, sin ataque. Aumentos: Izquierda: 100x. Derecha: 200x.
Figura 38: Muestra con recocido de ablandamiento hasta 290 °C y temple, con un 85,7 % de
deformación, sin ataque. Aumentos: Izquierda: 100x. Derecha: 200x.
Una vez finalizado el proceso, puede destacarse la influencia que tenía la fase T1, según
su morfología, sobre la respuesta del material a la deformación, ya que, si bien a nivel
microestructural se percibe la esperable direccionalidad en función del trabajado, en
terminados de sanidad de la chapa obtenida, existe una gran diferencia para mejor, de la
chapa procedente del tratamiento térmico de recocido de ablandamiento modificado respecto
de la original con recocido de ablandamiento con enfriamiento lento. En la figura 39 se
presentan fotografías de las superficies de ambas chapas.
Página 41 de 47
Recocido modificado
Recocido modificado
Recocido original
Recocido original
Figura 39: Superficie de las muestras deformadas a 440 °C con recocido de ablandamiento
tradicional y con recocido de ablandamiento hasta 290 °C y temple.
Página 42 de 47
Figura 40: Muestra con recocido de ablandamiento hasta 290 °C y temple, con un 27,5 % de
deformación en frío, sin ataque. Aumentos: Izquierda: 100x. Derecha: 200x
Figura 41: Muestra con recocido de ablandamiento hasta 290 °C y temple, con un 27,5 % de
deformación en frío, con ataque químico. Aumentos: Izquierda: 100x. Derecha: 200x
Figura 42: Muestra con recocido de ablandamiento hasta 290 °C y temple, con un 27,5 % de
deformación en frío. Aumentos: 500x. Izquierda: sin ataque. Derecha: con ataque químico.
Página 43 de 47
Figura 43: Muestra con recocido de ablandamiento hasta 290 °C y temple, con un 33 % de
deformación en frío, sin ataque. Aumentos: Izquierda: 100x. Derecha: 200x.
Figura 44: Muestra con recocido de ablandamiento hasta 290 °C y temple, con un 33 % de
deformación en frío, con ataque químico. Aumentos: Izquierda: 100x. Derecha: 200x
Figura 45: Muestra con recocido de ablandamiento hasta 290 °C y temple, con un 33 % de
deformación en frío. Aumentos: 500x. Izquierda: sin ataque. Derecha: con ataque químico
Página 44 de 47
En el momento que el material tenía un 33 % de deformación en frío acumulada se
tuvo que dejar de laminar ya que la placa estaba muy deteriorada, presentando gran cantidad
de fisuras, tanto externas como internas. Si bien microestructuralmente no se observa una
marcada direccionalidad producto de la deformación, la insanidad de la placa ya no justifica
continuar la deformación.
5.12. Dureza
Con el objetivo de conocer el efecto de cada una de las variables de proceso diferentes
sobre las que se ha intervenido a lo largo de esta etapa, se llevó a cabo un control permanente
sobre las propiedades mecánicas del material, tomando como variable representativa el valor
de dureza Brinell que exhibía cada una de las distintas condiciones bajo estudio. Las
evaluaciones de dureza se hicieron con un penetrador de 5 mm y 250 kg de carga.
Con respecto a los tratamientos térmicos efectuados, puede observarse como al realizar
recocidos de ablandamiento baja considerablemente la propiedad dureza y como al hacer un
temple a los 290 °C queda en una condición más blanda que si se permite la formación de la
fase T1 en forma acicular en el interior del grano.
6. Conclusiones
En el presente trimestre se ha avanzado en el estudio de la deformación plástica de la
aleación aluminio-litio como aleante fundamental, que permite una disminución de la
densidad del material y en la formación de fases endurecedoras que aumentan su resistencia
mecánica.
Página 45 de 47
Se ha fundido una nueva placa de aleación con una disminución en la merma de litio
durante el proceso de fusión, lo cual es muy importante de mantener en futuras fusiones para
alcanzar aleaciones que satisfagan los rangos requeridos de elementos aleantes para entrar en
composición química típica. Nuevamente se ha encontrado en el material una gran cantidad de
microrechupes, los cuales no benefician el futuro procesado de la aleación. Estos defectos
podrían deberse al amplio rango de solidificación que presenta la aleación y es por ello que se
deberá a futuro trabajar en la solidificación del material para minimizarlos.
Página 46 de 47
bien a nivel microestructural no se observan grandes diferencias (dejando de lado la presencia
o no de la fase T1 en forma de estructura acicular en el interior de los granos), a nivel
macroscópico la figura 39, expone fielmente lo dicho. De esta manera, resulta claro que la
morfología de esta fase (T1) en la microestructura tiene una influencia directa en la capacidad
del material de asimilar la deformación plástica, obteniéndose resultados de calidad superior,
cuando se evita su presencia en forma de placas en el interior de los granos del material.
Los valores de dureza evaluados en la última placa estudiada pueden explicarse con la
competencia que existe entre los procesos de la disolución de la fase T1 y la deformación que
sufre la matriz al alojar en ella los elementos de dicha fase.
7. Bibliografía
[3] J.S. Ekvall, J.E. Rhodes. G.G. Wald, ASTM STP 761 (1982) 328.
[6] C.P.Blankenship,L.R.Kaisand,Scr.Mater.34(1996)1455–1460.
[8] B.P.Huang,Z.Q.Zheng,ActaMater.46(1998)4381–4393.
[9] Z.Ziqiao,H.Biping,J.Cent.SouthUniv.Technol.5(1998)14–17.
[11] R.S.James, Aluminium–Lithium Alloys, Properties and Selection: Non ferrous Alloy and
Special-PurposedMaterials,vol.2,ASMHandbook,ASMInternational, 1990,pp.178–199.
[12] A. Hekmat-Ardakan, E.M. Elgallad, F. Ajersch, X.G. Chen. Mater.Sci.Eng.A 558 (2012) 76-81
Página 47 de 47