En el capítulo 15 podemos ver en Absalón una especie de campaña política en la cual, cuando un

Israelita venía en busca de Juicio al rey, él lo interceptaba y claro la gente al verlo con su
imponente carro y seguidores, sumado a que era el hijo del rey dice su palabra que se postraban
ante él. Y este como el mejor político que pudiera existir en aquel tiempo les extendía la mano y
no solamente los levantaba, sino que los besaba. Dice la palabra de Dios que de esta forma
Absalón se robó el corazón de los hombres de Israel.

Absalón era muy calculador y astuto, sin temor alguno diría yo. Mintiendo a David va a Hebrón
llevando 200 hombres de Jerusalén quienes fueron inocentemente sumado a los espías que envía
por todas las ciudades para proclamarlo rey en Israel, se transformó en un plan perfecto para esta
especie de golpe de estado contra David.

David conoce muy bien a su hijo, sabe que si se queda en casa morirá, por lo tanto, decide huir con
todos los suyos, dejando 10 concubinas para cuidar la casa. Cuando leía el relato de su escape
comprendí como David a pesar de su pecado fue escogido por Dios. Cuando el sacerdote Sadoc
quiso llevar el arca para el escape, David la hace regresar, como diciendo óyeme no, yo soy el que
está arrancando pero la presencia de Dios en medio de su pueblo no tiene que hacerlo, ustedes
tampoco le dice al sacerdote y levitas que lo seguían. También nos dice la palabra del Señor que
David dijo: “si hallo gracia ante los ojos del SEÑOR, me hará volver y me mostrará tanto el arca
como su morada” y continuó: “Pero si El dijera así: ``No me complazco en ti, mira, aquí estoy, que
haga conmigo lo que bien le parezca.”. Me impacta profundamente ver como David confía
plenamente en la soberanía de Dios, como deposita su confianza en Él, sin importar lo adverso que
pueda parecer el contexto en el cual se encuentra. Y también vemos la sensibilidad de David,
quien mientras caminaba lloraba con la cabeza cubierta y los pies descalzos.

Vemos como Simei un hombre de la familia de Saul maldice a David, esta es la situación perfecta
para que David descargue toda su pena y de muerte a este hombre, pero la actitud de David
nuevamente es confiar en la soberanía, poder y amor de Dios, lo vemos cuando dice: “Quizá el
SEÑOR mire mi aflicción y me devuelva bien por su maldición de hoy.”

Vemos como Ahitofel, consejero del rey le dice a Absalón que tome a las concubinas del rey a la
vista de todos, ya vimos en el relato de Betsabé que la casa de David al parecer era mas alta que
las otras del pueblo y sobre el terrado armaron una tienda para que Absalon tomara las
concubinas de David. Esto es una de las declaraciones de Natan ante el pecado de David, ¿lo
recuerda?: “Así dice el SEÑOR: ``He aquí, de tu misma casa levantaré el mal contra ti; y aun tomaré
tus mujeres delante de tus ojos y las daré a tu compañero, y éste se acostará con tus mujeres a
plena luz del día. ``En verdad, tú lo hiciste en secreto, pero yo haré esto delante de todo Israel, y a
plena luz del sol.”.

En el capítulo 17 vemos como la petición de David al Señor en el capítulo 15 cuando dice “Oh
SEÑOR, te ruego, haz necio el consejo de Ahitofel.”, esto se cumple y leemos “Pues el SEÑOR había
ordenado que se frustrara el buen consejo de Ahitofel para que el SEÑOR trajera calamidad sobre
Absalón”.

Absalón siguiendo el consejo de Husai va tras David y termina esto en un enfrentamiento en el

bosque, vemos que David da una sola orden: “Por amor a mí tratad bien al joven Absalón”. Sin
embargo en esta batalla vemos como Joab da muerte a Absalon y con esto detiene de forma
inmediata la batalla y todos los de Israel que seguían a Absalón regresaron a sus hogares.

Finalmente vemos el amor de David, quien no miró el mal recibido por parte de su hijo y lloró
amargamente.