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El documento describe las perspectivas optimistas y pesimistas ante las dificultades de la vida. Una persona se siente sola y pesimista desde la muerte de su madre, a pesar de sus esfuerzos por seguir adelante. También narra una escena donde una cuidadora le organiza una fiesta de cumpleaños alegre a un anciano para que se sienta como un niño otra vez.
Descripción original:
Una chica vive la depresión atraves de la gente mientras los ayuda a sanar
El documento describe las perspectivas optimistas y pesimistas ante las dificultades de la vida. Una persona se siente sola y pesimista desde la muerte de su madre, a pesar de sus esfuerzos por seguir adelante. También narra una escena donde una cuidadora le organiza una fiesta de cumpleaños alegre a un anciano para que se sienta como un niño otra vez.
El documento describe las perspectivas optimistas y pesimistas ante las dificultades de la vida. Una persona se siente sola y pesimista desde la muerte de su madre, a pesar de sus esfuerzos por seguir adelante. También narra una escena donde una cuidadora le organiza una fiesta de cumpleaños alegre a un anciano para que se sienta como un niño otra vez.
como una oportunidad de aprendizaje, mientras que la gente pesimista se cuestiona si aún hay más y permanecen en ese punto de dolor y sumisión, dependiendo de la situación que atraviesen. Sé que hay muchas personas como yo, personas que de alguna manera se encuentran solos en la vida, pero en mi caso, el dolor de la perdida es lo que me hace pesimista. Intento con todo mi esfuerzo salir adelante, pero simplemente desde la muerte de mi madre no he podido hacerlo. Y es que, sé que la gente suele romantizar el amor o la relación madre e hija, pero en nuestra relación siempre hubo altas y bajas, buenos y malos momentos, pero siempre atravesamos por ello… juntas. No vendrá. – dice con esa voz ronca, tomo un largo suspiro y presiono su hombro. Él se lo pierde, yo… tengo una sorpresa para usted. – comento. ¿Sorpresa? – pregunta con cierto tono lleno de emoción. Así es. – respondo y sonrió al verlo un poco más animado. – ¿Vamos? – pregunto. Mira el asiento vacío, presiona sus labios y asiente. Al llegar a casa y abrir la puerta observa grandes globos por el lugar, un pastel especialmente para él, claro que no puede tener demasiada azúcar y algunos bocadillos. Vaya… me siento como un niño. – comenta. ¿Recuerda que platicamos de aquello que de niños deseábamos? – pregunto, asiente y me abraza. – Pues feliz cumpleaños señor Davis. Oh Lilian, tu puedes llamarme Ed. – responde. Bueno… Ed, feliz cumpleaños. Ponemos un poco de música, mientras partimos el pastel, nos tomamos fotografías divertidas y finalmente le tiendo mi mano. ¿Me concedería esta pieza? – pregunto. Oh no, no… las rodillas me truenan. – comenta y ambos reímos. Solo será un momento. – respondo. Ni siquiera sé cómo se baila eso. – responde y sonrió. Bien. – digo y comienzo a moverme al ritmo de Kind a magic de Queen.