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Construcciones II
Suelo
Es común creencia la de que el suelo es un agregado de partículas orgánicas e inorgánicas, no sujetas a ninguna
organización. Pero en realidad se trata de un conjunto con organización definida y propiedades que varían "vectorialmente".
En la dirección vertical generalmente sus propiedades cambian mucho más rápidamente que en la horizontal. El suelo tiene
perfil, y éste es un hecho del que se hace abundante aplicación.
"Suelo" es un término del que hacen uso diferentes profesantes. La interpretación varía de acuerdo con sus respectivos
intereses. Para el Agrónomo, por ejemplo, la palabra se aplica a la parte superficial de la corteza capaz de sustentar vida
vegetal, siendo esta interpretación demasiado restringida para el Ingeniero. Para el Geólogo es todo material intemperizado
en el lugar en que ahora se encuentra y con contenido de materia orgánica cerca de la superficie; esta definición peca de
parcial en Ingeniería, al no tomar en cuenta los materiales transportados no intemperizados posteriormente a su transporte.
Para los fines de esta obra, la palabra Suelo representa todo tipo de material terroso, desde un relleno de desperdicio,
hasta areniscas parcialmente cementadas o lutitas suaves. Quedan excluidas de la definición las rocas sanas, ígneas o
metamórficas y los depósitos sedimentarios altamente cementados, que no se ablanden o desintegren rápidamente por
acción de la intemperie. El agua contenida juega un papel tan fundamental en el comportamiento mecánico del suelo, que
debe considerarse como parte integral del mismo.
su formación ha ocurrido a través de las Eras Geológicas, tal como sigue ocurriendo hoy; en consecuencia, el hombre es
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completamente ajeno a la génesis del suelo: sólo le toca manejarlo, tal como la naturaleza se lo presenta.
Volúmenes Pesos
Clases de suelo
Los suelos muestran gran variedad de aspectos, fertilidad y características químicas en función de los materiales minerales y
orgánicos que lo forman. El color es uno de los criterios más simples para calificar las variedades de suelo. La regla genera l,
aunque con excepciones, es que los suelos oscuros son más fértiles que los claros. La oscuridad suele ser resultado de la
presencia de grandes cantidades de humus. A veces, sin embargo, los suelos oscuros o negros deben su tono a la materia
mineral o a humedad excesiva; en estos casos, el color oscuro no es un indicador de fertilidad.
Los suelos rojos o castaño-rojizos suelen contener una gran proporción de óxidos de hierro (derivado de las rocas
primigenias) que no han sido sometidos a humedad excesiva. Por tanto, el color rojo es, en general, un indicio de que el suelo
está bien drenado, no es húmedo en exceso y es fértil. En muchos lugares del mundo, un color rojizo puede ser debido a
minerales formados en épocas recientes, no disponibles químicamente para las plantas. Casi todos los suelos amarillos o
amarillentos tienen escasa fertilidad. Deben su color a óxidos de hierro que han reaccionado con agua y son de este modo
señal de un terreno mal drenado. Los suelos grisáceos pueden tener deficiencias de hierro u oxígeno, o un exceso de sales
alcalinas, como carbonato de calcio.
La textura general de un suelo depende de las proporciones de partículas de distintos tamaños que lo constituyen. Las
partículas del suelo se clasifican como arena, limo y arcilla. Las partículas de arena tienen diámetros entre 2 y 0,05 mm, las
de limo entre 0,05 y 0,002 mm, y las de arcilla son menores de 0,002 mm. En general, las partículas de arena pueden verse
con facilidad y son rugosas al tacto. Las partículas de limo apenas se ven sin la ayuda de un microscopio y parecen harina
cuando se tocan. Las partículas de arcilla son invisibles si no se utilizan instrumentos y forman una masa viscosa cuando se
mojan.
En función de las proporciones de arena, limo y arcilla, la textura de los suelos se clasifica en varios grupos definidos de
manera arbitraria. Algunos son: la arcilla arenosa, la arcilla limosa, el limo arcilloso, el limo arcilloso arenoso, el fango
arcilloso, el fango, el limo arenoso y la arena limosa. La textura de un suelo afecta en gran medida a su productividad. Los
suelos con un porcentaje elevado de arena suelen ser incapaces de almacenar agua suficiente como para permitir el buen
crecimiento de las plantas y pierden grandes cantidades de minerales nutrientes por lixiviación hacia el subsuelo. Los suelos
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que contienen una proporción mayor de partículas pequeñas, por ejemplo las arcillas y los limos, son depósitos excelentes de
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agua y encierran minerales que pueden ser utilizados con facilidad. Sin embargo, los suelos muy arcillosos tienden a contener
un exceso de agua y tienen una textura viscosa que los hace resistentes al cultivo y que impide, con frecuencia, una aireación
suficiente para el crecimiento normal de las plantas.
Clasificación de los suelos
Los suelos se dividen en clases según sus características generales. La clasificación se suele basar en la morfología y la
composición del suelo, con énfasis en las propiedades que se pueden ver, sentir o medir por ejemplo, la profundidad, el color,
la textura, la estructura y la composición química. La mayoría de los suelos tienen capas características, llamadas horizontes;
la naturaleza, el número, el grosor y la disposición de éstas también es importante en la identificación y clasificación de los
suelos.
Las propiedades de un suelo reflejan la interacción de varios procesos de formación que suceden de forma simultánea tras la
acumulación del material primigenio. Algunas sustancias se añaden al terreno y otras desaparecen. La transferencia de
materia entre horizontes es muy corriente. Algunos materiales se transforman. Todos estos procesos se producen a
velocidades diversas y en direcciones diferentes, por lo que aparecen suelos con distintos tipos de horizontes o con varios
aspectos dentro de un mismo tipo de horizonte.
Los suelos que comparten muchas características comunes se agrupan en series y éstas en familias. Del mismo modo, las
familias se combinan en grupos, y éstos en subórdenes que se agrupan a su vez en órdenes.
Los nombres dados a los órdenes, subórdenes, grupos principales y subgrupos se basan, sobre todo, en raíces griegas y
latinas. Cada nombre se elige tratando de indicar las relaciones entre una clase y las otras categorías y de hacer visibles
algunas de las características de los suelos de cada grupo. Los suelos de muchos lugares del mundo se están clasificando
según sus características lo cual permite elaborar mapas con su distribución.
Ejemplos de suelos en función de su uso agrario
Se estudiarán ahora las disposiciones que adoptan las partículas minerales para dar lugar al conjunto llamado suelo. Ante
todo conviene insistir en la afirmación siguiente: un suelo nunca es un mero agregado desprovisto de organización; antes al
contrario, sus partículas se disponen siempre en forma organizada, siguiendo algunas leyes fijas y según la acción de fuerzas
naturales susceptibles de análisis.
En los suelos formados por partículas relativamente grandes ( gr a v as y arenas) las fuerzas que intervienen para formar la
estructura son bastante bien conocidas y sus efectos son relativamente simples de calificar; por ello, prácticamente no hay
discusión respecto al mecanismo d e estructuración que, por otra parte, es verificable a simple vista. Por el contrario, en los
suelos formados por partículas muy pequeñas (limos y arcillas), las fuerzas que intervienen en los procesos de estructuración
son de un carácter mucho más complejo y las estructuras resultantes son sólo parcialmente verificables por métodos
indirectos, relativamente complicados y aun en plena etapa de desarrollo. Todo ello hace que los mecanismos de
estructuración y aun las mismas estructuras resultantes sean, de estos suelos, materia de hipótesis.
a) Estructura simple: es aquella producida cuando las fuerzas del campo gravitacional son predominantes en la
disposición de las partículas. Es típica de granos gruesos (gravas y arenas limpias)
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(a) (b)
b) Estructura panaloide: se considera típica en granos de pequeño tamaño (0.002 mm de diámetro o algo menores) que
se depositan en un medio continuo, normalmente agua y, en ocasiones aire. La gravitación ejerce un efecto que hace
que tiendan a sedimentarse, pero dada su pequeña masa, otras fuerzas naturales pueden h a c er s e d e magnitud
comparable; concretamente, si la partícula, antes de llegar al fondo del depósito, toca a otra partícula ya depositada, la
fuerza de adherencia desarrollada entre ambas, puede neutralizar al peso hacien d o que la partícula quede detenida
antes de completar su carrera, otra partícula puede ahora añadírsele y el conjunto de ellas podrá llegar a formar una
celda, con cantidad importante de vacíos, a modo de pa n a l (Fig. IV-3). Las fuerzas de adherencia, causantes de estas
estructuras s on fuerzas superficiales.
Estructura panaloide.
c) Estructura floculenta: Cuando en el proceso de sedimentación, dos partículas de diámetros menores de 0.02 mm
llegan a tocarse, se adhieren con fuerza y se sedimentan juntas; así, otras partículas pueden unirse al grupo, formando
un grumo, con estructura similar a un panal. Cuando estos grumos llegan al fondo forman a su vez panales, cuyas
bóvedas no están ya formadas por partículas individuales, sino por los grumos mencionados
d) Estructuras compuestas. Se considera que las estructuras anteriores, rara vez se presentan puras en la naturaleza,
pues la sedimentación comprende partículas de todos los tamaños y tipos, para las que rigen las leyes de la naturaleza de
modo diferente. Según las ideas hasta aquí expuestas, lo común sería encontrar en los suelos tales como la que ilustra la
Fig. que sigue. En estas formaciones se define un esqueleto constituido por los granos gruesos y por granos gruesos y por
masas coloidales de flóculos que proporcionan nexo entre ellos.
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(a) (b)
En formación Ya formada
Suelos gruesos
E l símbolo de cada grupo está formado por dos letras mayúsculas, son las iniciales de los nombres ingleses de los
suelos más típicos de ese grupo. El significado se especifica abajo.
a) Gravas y suelos en que predominen éstas. Símbolo genérico G (gravel).
b ) Arenas y suelos arenosos. Símbolo genérico S (sand).
Las gravas y las arenas se separan con la malla N* 4, de manera que un suelo pertenece al grupo genérico G, si más del
50% de su fracción gruesa (retenida en la malla 200) no pasa la malla № 4, y es del grupo genérico S, en caso contrario.
Relación entre el cálculo de estructuras y las técnicas de la Mecánica del Suelo. El suelo como estructura.
No se dirá nada nuevo, excepto quizá a los más neófitos, al corroborar la gran relación que existe entre el suelo y las
estructuras. Cualquier calculista de estructuras debería saber desarrollar correctamente cálculos geotécnicos o al menos tener
claros los pasos a seguir al enfrentarse a ellos, ya que al cabo nos seguimos moviendo dentro del mismo lenguaje.
El terreno, como material tiene un comportamiento estructural más complejo que el de los materiales clásicos a los que
estamos acostumbrados que son más homogéneos, es por ello que se ha tratado de analizar su conducta de manera sencilla,
partiendo de hipótesis de uniformidad macroscópica bajo los que subyace un material mixto confuso conformado por
partículas, oquedades, agua y aire.
Si bien al hablar de terreno deberíamos realmente de distinguir entre diversos tipos de terreno o materiales (cohesivos,
coherentes, roca), quizás entre los materiales que pudieran estar más cercanos al terreno estaría el hormigón, que comparte
con él su naturaleza mixta (cemento, áridos y agua) y muchas propiedades, especialmente en su fase previa al curado, y que
no en vano ha dejado tras de sí varios modelos de cálculo que cada día se van refinando a partir de la inclusión de nuevos
factores.
La Mecánica del Suelo basa muchos de sus conceptos en la mecánica de los medios continuos y la mecánica de los
fluidos, utilizando la mayoría de las veces simplificaciones de aquellas para caracterizar el comportamiento del terreno.
Las similitudes entre dichas ciencias son muchas. Entre ellas podemos destacar:
-Propiedades: la caracterización y clasificación del suelo ha traído consigo una serie de parámetros mecánicos cuyo uso
se ha hecho más familiar en el tratamiento del terreno (porosidad, humedad, compactación, consistencia, etcétera). Sin
embargo, estas propiedades no son exclusivas del suelo. Así también hablamos de consistencia y porosidad en hormigón, y
de humedad en la madera. Otras propiedades comunes se han hecho más específicas en la mecánica del suelo dado que el
terreno no se compone exclusivamente de material sólido, sino también de aire y especialmente de agua, lo que ha dado
lugar al estudio de la permeabilidad, a la distinción entre densidad seca, húmeda, saturada, sumergida, etc.
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-Las leyes de comportamiento: estamos acostumbrados a tratar con materiales elásticos (acero) o elastoplásticos
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(hormigón) en estructuras. También los suelos se modelizan muchas veces con dichos comportamientos. Muchos de los
métodos de cálculo geotécnico se fundan en la consideración de un terreno homogéneo, isótropo y elástico dada la sencillez
de dicho modelo (espacio de Boussinesq, teoría de elástica homogénea sobre capa rígida, etcétera); al igual que ocurre con
la mayoría de los materiales de estructuras.
Así si una de las formas de dimensionamiento en acero es la de hacer que este trabaje bajo comportamiento elástico, lo
mismo ocurre cuando tratamos de dar suficiente área a nuestras fundaciones es para evitar presiones de hundimiento por
encima de las que el terreno plastifica (rotura). También como consecuencia de lo anterior podemos, al igual que ocurre en la
elasticidad de la mecánica de los medios continuos, estudiar el estado tensional de los suelos en su caracterización elástica.
-Resistencia y deformación: al igual que un calculista comprueba un elemento estructural frente a resistencia y
deformación, en un cimiento comprobaremos que el suelo no rompa (hundimiento) y que no se deforme por encima de los
límites exigidos (asentamiento). Al igual que hablamos de deformaciones instantáneas y diferidas del hormigón,
encontraremos asientos instantáneos (sin drenaje) y diferidos (asiento de consolidación).
-Seguridad: la comparación entre los coeficientes de seguridad utilizados en el cálculo de estructuras y los utilizados en
la Mecánica del Suelo, apreciablemente mayores, denotan que hoy por hoy sigue siendo más difícil determinar las
condiciones y propiedades reales de un suelo que la de materiales como el hormigón o el acero.
El Estudio De Suelos
La elección del sistema de fundación depende de las condiciones particulares del suelo y de las características de la
estructura a fundar.
Para poder elegir correctamente el tipo de fundación adecuada para un edificio hay que realizar previamente un estudio del
suelo donde éste será levantado.
El Estudio de suelos lo realiza un profesional especializado en este tipo de ensayos y consta de trabajos de campo en el
lugar, donde se extraen muestras y se determina la profundidad a la que se debe fundar, y ensayos posteriores de laboratorio
donde se analizan las muestras obtenidas
ESTUDIOS DE LABORATORIO
TAMICES
La plasticidad es la propiedad de un material por el cual es capaz de soportar deformaciones rápidas, sin rebote elástico, sin
variación volumétrica apreciable y sin desmoronarse ni agrietarse.
Esta propiedad es circunstancial en las arcillas y depende de su contenido de agua.
Para poder realizar un estudio de suelos debemos darle al profesional encargado de hacerlo la siguiente información
• Tipo de estructura a construir, número de plantas, si existen subsuelos y su destino
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El ensayista lleva a cabo los trabajos y nos entrega un informe que debe contener los siguientes datos
• Descripción del Trabajo de campo
• Ubicación de los ensayos
• Resultados del Ensayo de Penetración
• Informe sobre Ensayos de Laboratorio
• Clasificación y Descripción de los suelos
• Informe sobre el nivel de Agua
• Recomendación sobre fundaciones a adoptar.
• Datos adicionales, agresividad
Además de un plano del terreno donde se llevaron a cabo las perforaciones y la planilla del ensayo
Tipos de fundaciones
Clasificación de las fundaciones
Las distintas o diferentes tipos de fundaciones se clasifican desde el punto de vista constructivo en dos tipos, de las siguientes formas:
Fundaciones Superficiales:
o Zapatas aisladas.
zapatas atirantadas.
zapatas y vigas de fundación.
zapatas corridas.
o Losas de espesor constante.
Losas con capiteles.
Losas nervadas.
Losas flotantes.
Fundaciones Profundas:
o Pilotes prefabricados.
o Pilotes in situ.
FUNDACIONES SUPERFICIALES.
1.- ZAPATAS.
Las zapatas cimentaciones en zonas aisladas de la estructura son los tipos más utilizados y se utilizan cuando el terreno tiene
en su superficie una resistencia media o alta con respecto a las cargas de la estructura. Es homogénea como para ser
afectadas por asentamientos diferenciales entre las distintas partes.
ZAPATAS AISLADAS.
Son de carácter puntual, generalmente están constituidas por dados de hormigón de planta cuadrada. Las fundaciones de
zapata en general constituyen los tipos más usados tanto por su economía como por su sencillez de construcción.
ZAPATAS ATIRANTADAS.
Son de carácter puntual y trabajan de forma independiente, pero se encuentran unidas por una cadena apoyada al terreno la
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cual se diseña para evitar el movimiento horizontal relativo entre zapatas aisladas o para unir una zapata aislada a una
función corrida.
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La viga de fundación es un elemento estructural que permite tomar las cargas de muro y transmitirlas a zapatas aisladas.
Puede haber varias razones para querer diseñar zapatas con vigas de fundación.
Por ejemplo:
Como una forma de ahorrar en comparación a la alternativa de zapata corrida. En algunos casos es conveniente hacer que el
peso de los muros descanse sobre la zapata para aumentar las cargas horizontal y equilibrar momentos descompensados en
el apoyo.
ZAPATAS CORRIDAS.
Cuando se trate de pilares alineados muy próximos a muros, o de equilibrar cargas excéntricas sobre las zapatas contiguas,
se considera directamente el empleo de una zapata continua o zapata corrida.
2.- LOSAS.
Las losas cimentación sobre toda la superficie de la estructura se emplean en terrenos menos resistentes o menos
homogéneos o bajo estructuras menos resistentes.
Con ellas se aumenta la superficie de contacto y se reducen los asentamientos diferenciales. Puede decirse de forma
aproximadamente que la losa es más económica que las zapatas si la superficie total de estas es superior a la mitad de la
superficie cubierta por el edificio, debido al menor espesor de hormigón y cuantía de armaduras, a una excavación más
sencilla y un ahorro de encofrados.
LOSAS DE ESPESOR CONSTANTE.
Tiene la ventaja de su gran sencillez de ejecución. Si las cargas y las luces no son importantes el ahorro de encofrados puede
compensar el mayor volumen de hormigón necesario.
LOSAS CON CAPITELES.
Se utilizan para aumentar el espesor bajo los pilares y mejorar la resistencia a flexión y cortante. Los capiteles pueden ser
superiores o inferiores teniendo estos últimos la ventaja de realizarse sobre la excavación y dejar plana la superficie del
sótano.
LOSAS NERVADAS.
Con nervios principales bajos los pilares y otros segundarios los nervios pueden ser superiores o inferiores, en el caso de
nervios superiores el encofrado es más complicado, y suele ser necesario el empleo de un relleno de aglomerado ligero y un
solado independiente para dejar plana la superficie superior.
Los nervios inferiores pueden hacerse sobre la excavación.
LOSAS FLOTANTES
Cuando es necesario construir estructuras muy sensibles a asentamientos en terrenos pobres puede recurrirse a fundaciones
de loza flotante. La fundación debe hacerse de dimensiones tales que el peso del volumen de tierra removida sea similar a la
carga producto del peso de la estructura. En esta forma las condiciones de carga en la superficie del terreno de fundación no
han sido teóricamente modificadas por la construcción, de modo que será razonable suponer que los asentamientos serán
bajos o nulos.
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FUNDACIONES PROFUNDAS.
3.-PILOTES.
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Pieza larga a modo de estaca, de madera, hierro y hormigón armado, que se hinca en el terreno, bien para soportar una carga,
transmitiéndola a capas inferiores más resistentes, bien para comprimir y aumentar la compacidad de las capas de tierra subyacentes.
PILOTAJES.
Un pilotaje es una cimentación constituida por una zapata o encepado que se apoya sobre un grupo de pilote o columnas que se
introducen profundamente en el terreno para transmitir su carga al mismo.
Los pilotajes se emplean cuando el terreno resistente esta a profundidades de los 5 o 6 mtrs; cuando el terreno es poco consistente hasta
una gran profundidad; cuando existe gran cantidad de agua en el mismo; y cuando hay que resistir acciones horizontales de cierta
importancia.
PILOTES PREFABRICADOS.
Estos se hincan en el terreno mediante maquinas del tipo martillo. Son relativamente caros ya que deben ir fuertemente armados para
resistir los esfuerzos que se producen en su transporte, izado e hincado. Pueden originar perturbaciones en el terreno y en las estructuras
próximas durante su hinca, tienen la ventaja de que la hinca constituye una buena prueba de carga.
PILOTES MOLDEADO IN SITU
Estos se realizan en perforaciones practicadas previamente mediante sondas de tipo rotativo.
Generalmente son de mayor diámetro que los prefabricados y resisten mayores cargas.
ENCEPADOS.
Los encepados constituyen piezas prismáticas de hormigón armado que trasmiten y reparten la carga de los soportes o muros
a los grupos de pilotes. Como en la actualidad se emplean generalmente pilotes de diámetro grande por razones económicas
él número de pilotes por cada encepado no suele ser muy elevado.
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