Capítulo

7
CÓMO ORAR POR ENFERMOS EN PÚBLICO
• La sanidad es simplemente una herramienta para demostrar el amor de Jesú s que atraerá a las
personas a tener un encuentro con E6 l. La salvació n de las personas permanece siendo el má s
grande y singular milagro.
• Có mo te acerques a la gente variará de persona a persona dependiendo de su edad, gé nero y otras
circunstancias, pero siempre debe ser hecho con amor y honra. Lo primero que debes hacer es
construir con>ianza, si se sienten có modos contigo pero no con la oració n sigue construyendo
con>ianza, nuestra prioridad es amarlos y honrarlos.
Jesús NUNCA sanó a un enfermo de la misma manera dos veces.
Dada su relación con el Espíritu Santo, Jesús sabía de qué manera
el Padre quería sanar a las personas.

A. CONSEJOS PARA ACERCARSE A ORAR POR ALGUIEN

1. Acé rcate y haz una pregunta como: “Perdó n, veo que parece que está s sufriendo dolor, ¿te molesta si
te pregunto qué te pasa?” Dilo con calma y seguridad, deja que la persona te explique.
2. Pregú ntale: “¿Te parecerı́a bien que ore por ti ahora mismo?”
3. Si la persona quiere la oració n, pregú ntale si puedes poner tus manos sobre ella para impartir el
poder de Dios o que la misma persona ponga sus manos sobre el á rea que le duele.
4. Si la persona solo quiere quejarse, guı́a la conversació n diciendo: “Dios te ama y quiere sanarte,
oremos ahora mismo”.
5. Ora:
• No ores: “Si es tu voluntad Dios, sá nala”, el cielo es nuestro modelo. En el cielo no hay dolor, ni
enfermedad; tu trabajo es declarar la realidad del cielo ordenando a todo dolor, enfermedad o
dolencia que deje el cuerpo de esa persona.
• Permanece en paz cuando comiences a orar.
• No grites ni hables en lenguas, no es necesario.
• Deja los ojos abiertos, querrá s ver el milagro.
• No ores por mucho tiempo, aproximadamente 30 segundos, Jesú s no oró oraciones largas, no es
tu oració n lo que sana sino tu fe puesta en acció n.
• Simplemente ordé nale a todo dolor que deje el cuerpo de esa persona en el nombre de Jesú s.
6. Pregú ntele a la persona: “¿Có mo te está s sintiendo? ¿Qué pasó en tu cuerpo? ¿Puedes hacer algo
ahora que antes no podı́as?
• Pı́dele que pruebe en fe hacer algo que antes no podı́a hacer, a veces la sanidad ocurre en ese
momento.
• Si no puede probar si se ha sanado, pı́dele que te diga si sintió algo en su cuerpo despué s de la
oració n (frı́o/calor/paz/gozo/temblores, etc.).
• Pı́dele a la persona que testee su dolor del 1 al 10 antes y despué s de la oració n, para tener un
grado de sensibilidad de la sanidad.
• Si hay alguna mejora, ora nuevamente, agradé cele al Señ or por la sanidad que está ocurriendo y
ordena que lo que resta del dolor se vaya en el nombre de Jesú s. Recuerda que Jesú s oró dos
veces por un hombre ciego (Mr. 8:22-26).
7. Cuando las personas se sanen, mué strales el camino a Jesú s, los milagros de sanidad siempre está n
intencionados para mostrarles a las personas a Jesú s. Presé ntale la autoridad y poder que tienen en
Jesú s y guı́alos a una relació n de amor con Jesucristo y a un estilo de vida de poder.
8. Si la persona está con alguien (familia o amigos) que tenga dolencias, pı́dele que ore por ellos… de
lo que recibió gratuitamente, que dé gratuitamente.

¿Qué hacemos si no se sanan?

• Nunca condenes a la persona, ni le digas que no tiene fe o que no es tan santo para sanarse.
• Explı́cale la diferencia entre una sanidad y un milagro. El milagro ocurre instantá neamente, la
sanidad es a veces un trabajo progresivo. Es importante decirle que mientras estaban orando algo
estaba ocurriendo, es imposible orar y que nada ocurra.

“Entrenando hijos de Dios para establecer el Reino eterno en las naciones”

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• Haz que continú e testeando su cuerpo a lo largo del dı́a.
• Pı́dele que busque falta de perdó n que no le esté dejando recibir la sanidad.

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Capítulo 8
PALABRAS DE CONOCIMIENTO – EVANGELISMO PROFÉTICO
A. PALABRAS DE CONOCIMIENTO
• Las palabras de conocimiento son una de las herramientas má s e>icaces para llevar a una persona al
conocimiento de Cristo, sencillamente porque quien recibe una palabra de conocimiento debe
reconocer que la has recibido de forma sobrenatural. Eso abre el corazó n de la persona para
reconocer que Dios es real y que la ama, y que te da a ti la oportunidad de introducirlo en el Reino
de los cielos.
• ¿Qué es una palabra de conocimiento?

Una palabra de conocimiento es una revelación sobrenatural de información

por parte el Espíritu Santo, usualmente es un detalle especíEico de la vida de una persona
que solo puedes saber o conocer por medio del Espíritu Santo,
acerca de su pasado o de su presente inmediato.

• Una palabra de conocimiento NO es sobre el futuro. Eso, en todo caso, es una palabra profé tica,
pero no una palabra de conocimiento.
• Lo que sucede es que Dios nos está revelando un secreto del corazó n del hombre para atraerlo a sı́
mismo y nosotros estamos colaborando con E6 l esa misió n.

1. Ejemplos bíblicos de palabras de conocimiento:

Hechos 9:10-19
Ananı́as sabı́a por revelació n las siguientes cosas:
• Saulo estaba en la casa de Judas.
• La casa de Judas quedaba en la calle llamada “Derecha”.
• Llegó a esa casa y preguntó por Saulo de Tarso.
• Sabı́a que Saulo estaba orando.
• Fue a orar para que Saulo fuese sanado.
• Sabı́a que Saulo habı́a tenido un encuentro con Jesú s en Damasco.
Juan 1:43-49
Jesú s sabı́a por revelació n las siguientes cosas:
• Jesú s tuvo una revelació n sobrenatural acerca de Natanael antes de encontrarse con é l.
• Jesú s reconoció a Natanael cuando este vino a verlo, porque habı́a tenido una visió n de é l
debajo de la higuera.
• Jesú s sabı́a que Natanael era un hombre de cará cter e integridad.
• Noten la reacció n de Natanael, quedó admirado de tal manera que reconoció que Jesú s era el
Mesı́as.
Nuestra parte:
Palabras de conocimiento en acció n. Las palabras de conocimiento vienen a nosotros por varias razones:
• Dios conoce todo acerca de las personas.
• Las palabras de conocimiento les muestran a las personas el amor de Dios y les revelan que no
está n ni estuvieron solas. Les revelan que Dios se interesa en ellas.
• Las palabras de conocimiento golpean las puertas del corazó n de las personas.
• Las palabras de conocimiento llenan la atmó sfera de fe.
• Las palabras de conocimiento traen sanidad fı́sica y emocional a la vida de las personas.

2. Cómo Dios da palabras de conocimiento:

Dios da palabras de conocimiento de diversas maneras. A continuació n enumeramos las formas má s
frecuentes de recibir palabras de conocimiento:

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a. SENSACIÓN
Podrı́as tener un dolor agudo en alguna parte de tu cuerpo. Una sensació n palpitante. Una emoció n
fuerte como miedo o pá nico.
Ten cuidado de que la sensació n no sea causada por alguna condició n en tu propio cuerpo. Por
ejemplo, si a veces tienes dolor en el oı́do izquierdo, no des eso como palabra de conocimiento
aunque el dolor te venga durante la reunió n.
b. VISIÓN
Podrı́as tener una imagen mental, como por ejemplo: Una parte del cuerpo, corazó n, pie, ojo, cabeza.
Una persona que está rengueando. Una muleta, lentes, una persona caminando con un bastó n.
c. LECTURA
Podrı́as ver en tu mente una persona con una palabra escrita en la frente, la espalda o sobre su
cabeza. Una palabra escrita en una pared o alfombra. Algo como un titular de perió dico o letrero.
d. UNA IMPRESIÓN (“pensar” la Palabra)
Podrı́as detectar en tu mente que alguien tiene cierta condició n o que el Espı́ritu Santo te ha
hablado la Palabra en tu interior. Es una impresió n mental.
e. HABLAR
Mientras hablas, oras o está s parado hablando con alguien, algunas palabras que no son
premeditadas salen de tu boca en cuanto a una condició n fı́sica de la cual nadie te habı́a informado.
f. UN SUEÑO O VISIÓN
Puede pasar que tengas un sueñ o vı́vido o visió n en la que tienes un problema de salud nuevo. Y
luego ves a alguien con un problema de salud. U oyes a alguien hablar de un problema de salud, esa
es la oportunidad para que Dios la sane.

3. Recomendaciones:
Algunas ideas prá cticas para ayudarte a crecer en el uso de las palabras de conocimiento:
a. Una palabra de conocimiento puede venir de repente volando a tu mente como un pá jaro o como
una mariposa, en vez de ser >ija como un ró tulo.
b. Puede ser leve, de manera que podrı́as fá cilmente descartarla o ignorarla. Practica hasta poder
“moverte” en estas revelaciones y decirlas. Si eres tı́mido y humilde, no arrogante ni presumido,
nadie se ofenderá si te equivocas.
c. Resiste el pensamiento de que la palabra que recibiste no es importante o que es “algo tuyo”.
Recuerda que la fe de la otra persona crece cuando sabe que Dios te ha revelado su condició n a ti.
¡Lo que para ti es una leve impresió n, podrı́a ser un grito para la otra persona!
d. Sé tan especı́>ico como puedas con la palabra que se te reveló . Mientras má s especı́>ico seas, má s
crecerá la fe en ti y en la otra persona.
e. ¡La honestidad no pretenciosa es la mejor norma! Es perfectamente aceptable admitir que está s
nervioso.
f. No tengas miedo. No dejes que el temor te robe a ti y a la persona la sanidad que Dios quiere dar. ¡Sé
paciente, pero da el paso! ¡Sé humilde, pero da el paso! Sé tı́mido, pero, ¡DA EL PASO! ¡Dios te da
palabras de conocimiento porque quiere que las uses! E6 l quiere que las uses sabiamente,
prudentemente y con humildad, pero quiere que las uses.

B. EVANGELISMO PROFÉTICO
• Profetizar es sacar a la luz el oro que hay en las personas pero que todavı́a no es visible. Dios colocó
grandeza en cada persona. Pero a veces nuestros errores determinan có mo nos vemos a nosotros
mismos.
• Sin embargo Dios NO está enfocado en nuestra suciedad. Como personas profé ticas nosotros
tenemos la oportunidad de llamar el oro (grandeza) que hay en cada persona para que salga cuando
todo lo que se ve en lo natural en esa persona es suciedad o pecado.

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• La profecı́a es para:
o Edi>icació n
o Exhortació n
o Consolació n

1. El poder de la profecía en el evangelismo:

• Cuando las personas escuchan lo que Dios piensa de ellas, abren su corazó n para escuchar má s.
Esta revelació n de Dios construye un hambre natural en la gente que les hace querer saber má s
acerca de E6 l.
• Pero la profecı́a debe comunicarse apropiadamente. ¡No debemos dar palabras que no edi>iquen,
exhorten o consuelen a alguien!
• Cuando damos palabras profé ticas negativas creamos ansiedad y da una falsa representació n del
corazó n de Dios.
• Recuerda lo que Proverbios 21:18 dice: “La lengua puede traer vida o muerte...”
• Muchas personas en tu ciudad quizá s no entiendan qué es evangelismo profé tico pero todo el
mundo entiende lo que es una palabra de aliento. Nuestro rol es traer á nimo y vida al mundo que
nos rodea.

2. Límites proféticos:
A continuació n te daremos algunas sugerencias o lı́mites a la hora de profetizar. La idea no es limitarte
sino darte un marco para que puedas poner en prá ctica el evangelismo profé tico sin dañ ar a nadie y que
puedas volverte má s preciso y có modo con esta manera de evangelizar a travé s de la prá ctica.

CONSEJOS:
• No digas: “Ası́ dice el Señ or” o “Esto es lo que el Señ or tiene para decirte”.
• No uses lenguaje evangé lico.
• No necesitas gritar mientras profetizas.
• No profetices fechas (por ejemplo, no des profecı́as con fecha de cumplimiento o marcos de
tiempo).
• No profetices noviazgos. Esto es peligroso porque es imprudente, quizá s la persona ya está casada.
Y si has escuchado mal a Dios puede ser emocional y espiritualmente dañ ino para el receptor. No
profetices embarazos u ores para que esa persona lo esté , ni le digas que lo estará .
• Nunca profetices juicio sobre alguien o reveles sus pecados. Tu rol es dar palabras que traigan
edi>icació n, exhortació n y consuelo.
• No des profecı́as negativas, incluso si terminan bien.

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Capítulo 9
CÓMO LLEVAR A UNA PERSONA AL SEÑOR: “EL CAMINO DE ROMANOS”
A. ¿QUÉ ES EL EVANGELIO DE SALVACIÓN?
• Salvació n signi>ica: “salvado, sanado y liberado” (sozo en griego).
• Juan 16:8 – La salvació n comienza a travé s del mover del Espı́ritu Santo y de la revelació n divina.
• Conocer el mensaje completo nos hará certeros para hablar. El Evangelio del Reino trae esperanza,
sanidad, pero por sobre todo, quita los ojos de una señ al, milagro o prodigio para llevarla a Aquel
que es señ alado.
• “EL ABC del cristianismo”: La persona que no es salva aú n necesita:
o Admitir que es un pecador
o Creer que Jesú s es el Hijo de Dios
o Confesarlo como Señ or de su vida, renunciar y comenzar a caminar como una nueva persona.

B. ¿CÓMO LLEVAR A UNA PERSONA A CRISTO?

• Muchas personas creen que el Señ or usa solo escogidos para traer sanidad o hacer milagros, pero
no creen que Dios pueda usarlos a ellos para que una persona sea sana o se convierta a travé s de
ellos.
• No hacemos nada solos, todo lo hacemos en dependencia de nuestro Eiel compañero, el Espíritu
Santo. Cuando entendemos esto abrimos la puerta para que el haga posible lo que a nuestros ojos
parece imposible.

“Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado y de la justicia de Dios y del juicio que viene”.
Juan 16:8, NTV

• Nadie puede ser salvo a no ser que el Espı́ritu Santo traiga convicció n de pecado.

C. CLAVES PARA ABRIR LOS CORAZONES DE LAS PERSONAS

1. Enfócate en el cielo: El cielo es nuestro modelo, nuestra responsabilidad como creyentes es

demostrar có mo es el cielo a travé s de nuestras vidas. Una persona que está lastimada o herida en
su interior, que escucha y ve que le hablamos con amor y cuidado, tendrá un corazó n má s
receptivo a lo que le digamos.
2. Enfócate en restaurar la relación entre la persona que no conoce a Dios y Dios: La meta del
evangelismo no es que alguien repita una oració n, sino que esa declaració n que está haciendo esté
restaurando su relació n con Dios. Recuerda que el corazó n del Padre anhela relacionarse con cada
uno de nosotros.
3. Enfócate en la habilidad de Dios de transformar vidas: Cuando una persona acepta el señ orı́o
de Jesú s en su vida, esta puede ser transformada por completo. El amor de Dios produce
con>ianza, revela nuestra verdadera identidad, crea un sentido de pertenencia a la familia de Dios,
nos empodera para acercarnos al Padre y tomar sus recursos, remplaza el enojo por amor, quita la
ansiedad, el temor y la depresió n.
4. Enfócate en el resultado de la salvación: Un creyente lleno del Espı́ritu Santo vive una vida en la
que moverse en poder es algo natural. Ese es el resultado del precio que Jesú s pagó por nosotros
en la cruz.

El camino de Romanos:
• Romanos 3:10: No hay nadie que sea bueno…
• Romanos 3:23: Todos hemos pecado…

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• Romanos 5:8: Dios nos ama a pesar de…
• Romanos 6:23: El precio del pecado…
• Romanos 10:9-10: La solució n de Dios: Jesú s
• Romanos 10:13: Será s salvo…

Lo que un inconverso necesita:

• Admitir que es un pecador. Sin consciencia de su estado delante del Señ or no verá la necesidad de
un salvador.
• Creer que Jesú s es el Hijo de Dios, que murió por nuestros pecados y que resucitó al tercer dı́a (Hch.
2:37-39).
• Confesar y renunciar: Confesar es reconocer el pecado, pero renunciar es liberarse de ese pecado
por el pago que Jesú s hizo en la cruz.

Lo que un nuevo creyente necesita:

• Relacionarse con otros cristianos, los primeros seis meses son vitales para el crecimiento de un
nuevo creyente. Necesitan experimentar el amor de Dios en sus vidas y construir una relació n con
Dios. Sus primeros meses será n la base para el resto de su vida cristiana.
• Conexió n con una buena iglesia: Donde se predique só lidamente la verdad de la Biblia y ademá s le
enseñ en no a ser bueno, sino a ser lleno del amor de Jesú s, porque los que aman hacen má s que los
que trabajan.
• Estudiar la Biblia: Estudia junto al nuevo creyente (comenzar con el Evangelio de Juan y los Salmos
puede ser una buena opció n).
• Liberarse de lo que obstaculice el crecimiento en su relació n con Jesú s. Muchas veces la vieja vida
comenzará a gritar. Necesitamos estar a su lado.
• Ensé ñale el poder de ser agradecido: Ser agradecidos al Señ or produce crecimiento. Es un principio
poderoso que nos permite vivir como santos.
• Aprender la simplicidad de la oració n: Orar es importante y no necesita hacerlo con palabras
elocuentes, porque orar es conversar con el Padre.
• Ayú dalo a ser consciente de lo que Dios hizo en su vida y alié ntalo a que comparta su testimonio con
otros.
• Sé de ejemplo y de cercanı́a. Muestra tu vida aun en las luchas para dejarle ver có mo Dios se
glori>ica.

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Capítulo 10
CÓMO LLEVAR A UNA PERSONA AL SEÑOR: “LOS DIEZ MANDAMIENTOS”
CLAVES PARA COMPARTIR A CRISTO EFECTIVAMENTE
A. EL OBRAR DE LA LEY Y EL ESPÍRITU SANTO

“Nunca aceptará n la gracia hasta que tiemblen ante un Dios justo y santo.
No poner é nfasis en la ley y disminuirá la luz por la que los hombres perciben su culpa...
Les digo que le han quitado al Evangelio de su má s poderosa arma cuando hacen a un lado la ley.
Le han quitado el fundamento que es lo que la trae a la gente a Cristo”. C. Spurgeon
1) La ley nos revela nuestra culpa y nos impide justi>icarnos a nosotros mismos (Ro. 3:19)
2) La ley nos trae al conocimiento del pecado (Ro. 3:20)
3) La ley de>ine el pecado (Ro. 7:7)
4) La ley fue designada por el mismo propó sito de traer hombres y mujeres a Cristo (Gá . 3:24)
• Pide a Dios sabidurı́a para predicar (Stg. 1:5).
• Hasta que no reconozcan que necesitan un salvador, la gracia no es dada
• Si la persona con la que está s hablando no tiene entendimiento del pecado, usa la ley para
despertarlo.

Cuando entendemos que “justo” y “santo” son atributos de Dios,

podemos entender que todo sucede en base a su justicia y santidad.

1. Jesús y la ley:
• La pregunta del inté rprete de la ley fue: “¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?” (Lucas
10:25-37).
Jesú s no lo condujo a hacer la decisió n de arrepentimiento. Le predicó la ley para despertar su
consciencia pecadora.
• Jesú s trajo el adulterio y la muerte a la verdadera luz (Mt. 5:21-30).
o Cuando vemos esto, podemos realmente observar que el está ndar de Dios es inalcanzable.
o La ley nos muestra que somos culpables y que necesitamos de Dios para vivir.

“La gente deberı́a sentirse enojada o convencida” – John Wesley

2. Preguntas y respuestas:
a. ¿Có mo le respondes a alguien que te dice que lo está s metiendo en la “trampa de la culpa” cuando
usas la ley? Pregúntale: ¿Qué mandamiento te hace sentir culpable? ¿Matar? ¿Robar? ¿Adulterar? Si
puede darse cuenta por qué se siente culpable, podrá saber por qué necesita a Dios.
b. ¿No hará el uso de ley que el pecador se enoje? Sı́, probablemente pueda pasar. Pero el enojo es mil
veces mejor que la apatı́a o la indiferencia. Un dentista sabe que se encuentra en el lugar indicado
cuando toca un nervio. Los doctores proceden con cirugı́as para salvar vidas aun cuando saben que
será doloroso para el paciente. “Fieles son las heridas del amigo”.
c. ¿Deberı́a usar los diez mandamientos cuando predico? No siempre es necesario usarlos, pero si
tenerlos en cuenta. Jesú s usó cinco con el joven rico, ¿cuá nto má s nosotros deberı́amos tener los
diez a nuestra disposició n? Los pecadores está n má s dispuestos a rendirse cuando miran la barrera
de los diez mandamientos que la de dos o tres.
d. ¿Qué pasa si no obtengo resultados obvios? Mejor es creer la Palabra de Dios (Is. 55:10-11) que la
expresió n exterior de los hombres. Es importante entender que una semilla plantada de la manera
correcta, dará fruto en el tiempo exacto.
e. ¿Puedo predicar arrepentimiento sin predicar la ley? La ley revela la necesidad de arrepentimiento.

3. Pasos para compartir a Cristo efectivamente

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• La sonrisa crea una atmó sfera de amabilidad y aceptació n.
• Engá nchate en conversaciones no religiosas (Juan 6:63).
• Discierne su necesidad. Escucha, ellos se quejará n sobre algo o revelará n una necesidad o alguna
cosa que los esté molestando.
• Ofrece oració n, no pidas permiso, pero ten fe de que eso es una cita divina (“los pasos de los justos
son ordenados por el Señor”, Salmo 37:23).
• Al orar, no cierres los ojos.
• Usa el discernimiento mientras oras, confı́a en que el Señ or te mostrará .
• Hazte una oportunidad para seguir a la persona en su caminar con Jesú s, para que el diablo no se
robe lo que Dios plantó .

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