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CENTRO UNIVERSITARIO DE VICENTE LÓPEZ

SEDE 038-UBA
ASIGNATURA: SEMINARIO EN SALUD PUBLICA
CARRERA: LICENCIATURA EN ENFERMERIA
DOCENTE/S: VALERIA BEATRIZ GARCIA
TEMA: EVOLUCION DE LA SALUD PUBLICA EN
ARGENTINA
AUTOR/ES: REGLA MARILINA, MAGALLANES
CAMILA, BAEZ MARIA, SANCHEZ GABRIELA
FECHA DE PRESENTACIÓN: 01/07/2122

FECHA: 01/07/2022
Evolución y desarrollo de la salud publica en Argentina.

Cuando hablamos de salud pública tenemos que decir, que el ejercicio de la salud o las
intervenciones de cuidados en caso de enfermedad han ido avanzando con el paso del
tiempo, iniciando en 1798, donde se aprobó el protomedicato que funcionaba como
Ministerio de Salud y Escuela de Medicina, determinaba las pruebas de competencias a
realizar por los aspirantes a ejercer la medicina, intervenía en la lucha contra las
epidemias, denunciaba y perseguía casos de curanderismo, intervenía en la incineración
de muebles utensilios y ropa que habían sido utilizados por víctimas de enfermedades
infectocontagiosas, realizaba el control médico de esclavos y entre otras funciones
también controlaba la salud de la tripulación y los pasajeros de barcos que arribaban o
partían de nuestros puertos.

La influencia del protomedicato se extendió hasta el siglo 19; En la provincia de Buenos


Aires fue suprimido en el año 1822, en otras provincias se extendió varios años más.

El paradigma fue, que la salud se trataba de una cuestión individual y objeto de caridad.
Para el estado liberal la salud no era considerada un problema de índole pública sino
privada; los servicios de atención médica eran prestados como forma de caridad por
sociedades de beneficencia. Había escasa capacidad de prevención y carencia de
políticas de salud a largo plazo.

La función del Estado consistía en cuidar la higiene pública, controlar epidemias, vigilar
la sanidad de las fronteras, dar asistencia frente a contingencias no previstas, no se
centraba en cuidar a la población enferma sino en evitar la propagación de las
consecuencias negativas de las enfermedades y en especial de las epidemias; Se trata de
un modelo higienista más preocupado por el aislar a los enfermos que en prevenir
enfermedades y más relacionado con las prácticas autoritarias que con los derechos
humanos.

En los “40” con el gobierno de Perón, en compañía de Eva Perón, se comenzó a tener
una visión más estratega relacionado con la necesidad de implementar políticas sociales,
lo que genera un cambio de paradigma, la salud pasa a ser responsabilidad del estado, se
crea la dirección nacional de salud pública y asistencia social, que en 1949 se
transformara en Ministerio de Salud con el Dr Ramón Carrillo como ministro.
Se produce la expansión estatal de la cobertura sanitaria, se nacionalizan
establecimientos públicos desplazando así a las sociedades de beneficencia y se
construyen nuevos hospitales y centros médicos ambulatorios se duplica la cantidad de
camas hospitalarias.

La gran capacidad asistencial instalada durante el gobierno peronista expresaba un


sector público que había hecho de la atención médica uno de sus principales
instrumentos de legitimación. Se visualiza la tendencia a consolidar el apoyo al
gobierno por parte de los sectores populares mediante la satisfacción de sus aspiraciones
por mejores condiciones de vida y mayores niveles de consumo.

El Hospital Público se convierte así en un centro formador de profesionales y de acceso


para todos los sectores de la población, sobre todo para los menos pudientes.

Se podría decir que el rol del estado en este período es el de un “Estado de Bienestar”
que cuida la salud de la gente para que puedan trabajar, producir y consumir bienes
económicos y también un “Estado de Compromiso” que garantiza el derecho a la salud
de todos.

El estado lleva a que el departamento nacional de higiene se transforme en la dirección


nacional de salud pública y asistencia social. En el año 1946 y 1949 se crea la secretaría
de salud pública y el ministerio de la salud pública. En 1955 el Dr. Ramón Carrillo se
retira como ministro de salud.

La creación del Ministerio de salud cambió el paradigma al que sometió al sistema


sanitario argentino transformándolo el modelo curativo asistencial centrado en la
enfermedad por aquel basado en la medicina preventiva y social que entiende al hombre
como un todo bio-psico-espiritual y social que se enferma y cura en relación con el
entorno en el cual se desarrolla.

En el año 1955 se produce el derrocamiento de Perón por parte de la “Revolución


Libertadora” liderado por Onganía. El golpe de estado de 1955, disolvió el Ministerio
de Salud Pública, e incluyó sus funciones en el Ministerio de Asistencia Social, que a su
vez fue disuelto ese mismo año al asumir el poder el General Pedro Eugenio Aramburu.
En 1958, el presidente Arturo Frondizi volvió a crear el organismo con el nombre de
Ministerio de Asistencia Social y Salud Pública. En 1966, el presidente de facto Juan
Carlos Onganía volvió a disolverlo, para incluir sus funciones en el Ministerio de
Bienestar Social. En 1981, el presidente de facto Roberto Viola le cambió el nombre por
el de Ministerio de Salud Pública y Medio Ambiente.

Las políticas asumidas en materia de salud por el gobierno militar durante este período
difícilmente puedan ser atribuidas a un solo proyecto o a una sola orientación. Un
primer hecho a remarcar hacia fines de la década de los años setenta, es el reinicio de la
tendencia de la descentralización fiscal de varios de los hospitales que aún dependían de
la Nación.

Este proceso de descentralización asumió dos rasgos básicos. En primer lugar, los
gobiernos provinciales que firmaron los acuerdos con la Nación únicamente eran
delegados del Poder Ejecutivo Nacional durante un período de gobiernos de facto. En
segundo lugar, en ningún caso existió una compensación presupuestaria por la
transferencia de los hospitales públicos que se llevó a cabo en este período. Hacia la
nueva apertura democrática en 1983, el deterioro de los servicios del sistema de salud se
veía reforzado por la profunda crisis económica que ya afectaba al país. Se mantuvo a la
totalidad de las Obras Sociales como prestadoras del sistema.

En 1983 asumió el presidente Raúl Alfonsín, que dispuso la reaparición del Ministerio
de Salud y Acción Social. Posteriormente, en 1999, cuando asumió como presidente
Fernando de la Rúa, se modificó la ley de ministerios y se creó el Ministerio de Salud,
separándolo del Ministerio de Acción Social. Durante las doce horas del gobierno
interino de Ramón Puerta, se fusionaron los ministerios de Economía, Desarrollo
Social, Trabajo y Salud. Durante los ocho días que duró la presidencia de Adolfo
Rodríguez Saa no se designó ministro; en 2002, el presidente Eduardo Duhalde unificó
dos funciones para crear el Ministerio de Salud y Ambiente. En 2007, la presidenta
Cristina Fernández desdobló las funciones y volvió a crear el Ministerio de Salud.

El 5 de septiembre de 2018, el presidente Mauricio Macri renombró el Ministerio de


Desarrollo Social como Ministerio de Salud y Desarrollo Social, que continuó a cargo
de la antigua ministra de Desarrollo Social (Carolina Stanley); mientras que el antiguo
ministro de Salud (Adolfo Rubinstein) pasó a ser secretario de Salud dentro del
Ministerio presidido por Carolina Stanley. Los cambios se dieron en una modificación
del gabinete nacional que redujo de 22 a 10 la cantidad de ministerios.
El 10 de diciembre de 2019, el presidente Alberto Fernández dividió al ministerio en
dos, volviendo a su denominación anterior, Ministerio de Salud. Ginés González García
fue designado ministro.

En 2021 Ginés González García fue reemplazado en el cargo por la hasta entonces,
secretaría de Acceso a la Salud y viceministra, Carla Vizzotti.

En la actualidad el ministerio de salud tiene la función de regular y supervisar los


servicios de salud, con el objeto de asegurar el cumplimiento de las políticas del área
para la promoción, preservación y recuperación de la salud de la población, afianzando
el equilibrio entre usuarios, prestadores y financiadores, en condiciones de libre
competencia, transparencia, eficiencia económica y equidad social; Dictar las normas
para reglamentar las modalidades del desenvolvimiento de las actividades de regulación
y control del organismo; Controlar el funcionamiento del sistema de salud integrado por
las obras sociales del seguro de salud y las entidades de medicina prepaga; Aprobar las
solicitudes de propuestas de ingreso al sistema de salud de las entidades que así lo
soliciten y promover la intervención de las mismas para asegurar la continuidad y
normalización de las prestaciones de salud; Asegurar y controlar la libertad de elección
de Obras Sociales de los beneficiarios del sistema, así como garantizar su acceso
efectivo; Desarrollar e implementar programas de prevención de patologías de alto
impacto económico y de aquellas que demanden una atención prolongada en el tiempo,
y de promoción de la salud para los beneficiarios del sistema nacional del seguro de
salud.

Uno de los avances o cambios más importantes que podemos observar en la evolución
de la salud publica Argentina es el optar por políticas sanitarias destinadas a garantizar
el cumplimiento del derecho a la salud, que en la actualidad no es solo un privilegio
sino un bien social.

Al mencionar esto podemos poner de ejemplo al tratamiento y atención de la salud


mental en Argentina y lo que ha implicado a lo largo de la historia, anteriormente se
trataba a las personas con enfermedades mentales, como seres poseídos o castigados por
un poder superior y por eso se los sometía a aislamientos, torturas y se los haciéndolos
culpables por el padecimiento que sufrían, sin un mínimo de humanidad, hacinados y en
contacto con otras personas con otras patologías.
Cuando la salud, o a la atención de salud, mejor dicho, pasa a ser responsabilidad del
estado, se produce un cambio significativo en el tratamiento de padecimientos mentales,
no solo porque se comienza a invertir económicamente y a realizar programas y
protocolos, ejecutar ideas y planificar tratamientos acordes a cada caso en particular, en
pos de mejorar los cuidados, si no que se empieza a tener una mirada objetiva y
“medica” con bases científicas, lo que permite realizar diagnósticos; La medicina se
empieza a estudiar en la facultad y o escuelas de medicina, tomando como ejemplo
otros países con mayores experiencias.

Como todas las cuestiones de salud, el caso de la salud mental, sin dudas tiene intereses
políticos que hacen difícil la implementación de los planes y leyes en torno al trato
humanizado y la transformación de la relación de los profesionales (instituciones)
respecto de los pacientes, este es un camino que lleva más de 140 años y aún quedan
cosas por hacer, aún existe la institucionalización de la enfermedad mental, aunque
también existen muchos dispositivos nuevos que han permitido, que la recuperación de
estas personas sea menos traumática posibles.

A nuestro entender, así como es importante incorporar más conocimientos sobre el tema
por parte de los efectores de salud, (también privada) formación académica específica,
información, incorporación de los lineamientos de la ley 26.657, para poder garantizar
el cumplimiento de la ley en primer lugar, por otro lado el buen trato, trato humanizado,
y de independencia de los paciente con padecimientos mentales, y para también romper
con estructuras que podamos tener, los trabajadores de la salud, poder romper con
ciertas concepciones desde nuestro rol marcaría un cambio en relación con el otro y
también nos pone en un lugar en el que se puede defender la ley como fuerza ejecutora
para el bien estar, pero también como una herramienta que desde la salud pública se
extiende para el avance de una salud integral y equitativa para todas/os las personas.
Este es el rol fundamental del ministerio de salud como cuerpo orgánico y de garantía

Es de suma importancia que las políticas económicas y sobre todo las políticas de salud
pública sean una prioridad en las agendas del estado gobernante; Como una camino
hacia los derechos de los que menos tienen y en defensa de la salud pública y de calidad
para todas/os.

El surgimiento de los planes y programas es otro punto esencial a la hora de hablar de la


evolución de la salud publica en Argentina, estos aparecen con el propósito de promover
el acceso equitativo y de calidad en los servicios de salud para toda la población que no
posea cobertura formal en salud. Antes de la implementación de los planes y programas
de salud la función del Estado estaba ausente de la atención de salud, ésta estaban, como
ya dijimos en párrafos anteriores, en manos de sociedades de beneficencia y no tenían
un fin curativo, no atendían a las personas como sujetos de derechos, se llamaba modelo
higienista, en este marco es que en la década del 40 las personas no tenían ni siquiera
acceso a la alimentación, leche y carne, estos alimentos eran consumidos solo por una
parte de la población, los de mayor poder adquisitivo, el resto vivía en situación de
extrema pobreza, es en ese momento cuando el gobierno empieza a generar y garantizar
el consumo interno, lo consigue a través de políticas sociales y sanitarias, comienza un
cambio de paradigma donde se comienza a ver que las enfermedades no son culpa de las
personas o por algo que hayan hecho sino que tiene que ver con las injusticias sociales
de la época y que el crecimiento del país tenía que ver con el empleo, y que las personas
para trabajar debían estar sanas es por ello que se debía garantizar el acceso a la salud.

El programa sumar, es la ampliación del Plan Nacer que surge como consecuencia de la
crisis 2001 que atravesaba el país en ese momento, afectando a la población, generando
un aumento del trabajo informal, el subempleo, el desempleo, aumentando la pobreza y
la desigualdad. Esta situación condiciono a la pérdida de la cobertura médica (Obra
social) para grupos vulnerables e impuso una pesada carga sobre los sistemas
provinciales de salud. Sumar tiene como antecedente al Plan Nacer que se inició en
2004 en las provincias del norte argentino y en 2007 se extendió al resto del país para
brindar cobertura de salud a la población materno-infantil sin obra social.

En el año 2010 se incorporó el financiamiento de cardiopatías congénitas en niños y


niñas hasta los 6 años.

Entre el 2012 y el 2015 el Programa Sumar fue ampliando la cobertura, logrando


incorporar a toda la población hasta los 64 años de edad y brindando prestaciones
específicas para el cuidado del embarazo, la primera infancia, la adolescencia y la
adultez.

En términos poblacionales, este proceso culmina en el 2020 con la reciente


incorporación de las personas mayores, consiguiendo que el universo total de la
población que no tiene obra social esté cubierto por el Programa Sumar.
La estrategia de nominalización del Programa Sumar permite el cuidado y seguimiento
de la población por parte del sistema sanitario, explicitando los servicios que conforman
su derecho a la salud, asignándole contenido y alcance preciso.

La evolución de la salud publica también puede analizarse desde una perspectiva de


género; A lo largo de la historia, encontramos muchas sociedades donde las mujeres
fueron consideradas inferiores respecto de los hombres, su educación se limitaba a
aprender habilidades domésticas y se encontraban subordinadas a la autoridad de sus
padres, primero, y de sus maridos, después. De este modo, la mujer quedaba relegada al
ámbito privado, quedando la participación pública exclusivamente en manos de los
varones.

La mujer no era considerada ciudadana, es decir, no poseía derechos políticos. La


Constitución Nacional, sancionada en 1853, otorgaba el derecho a la participación
política al voto únicamente a los ciudadanos varones; Se negaban oportunidades y
derechos y discriminaba a la mujer dando por hecho que le correspondían determinados
papeles en la sociedad.

No existían leyes que protegieran los derechos de las mujeres y es que prácticamente no
se las consideraba dignas de obtener dichos derechos, la discriminación y la violencia
estaba a la orden del día y no existían políticas públicas que protegieran los derechos de
las mujeres de esta época.

En el video, Felipe Pigna manifiesta la existencia de hospitales de “partos ocultos”,


relacionado exclusivamente con infidelidades, esto quiere decir, amos teniendo
relaciones con sus esclavas, lo que nos hace reflexionar el contexto y las circunstancias
en las que esas mujeres acudían a este hospital, claro podemos suponer que en muchos
casos estas relaciones amo-esclavas no eran consensuadas y esos embarazos eran frutos
de violaciones o abusos de poder. Estas cuestiones de oculto no tenían nada, ya que la
sociedad conocía la existencia de estos hospitales, era visible a los ojos de todos, pero
era algo de lo que no se podía hablar. Esto quiere decir, que se violaban derechos, la
sociedad estaba al tanto pero no se tomaban medidas al respecto.

Asimismo, deja en evidencia la discriminación que sufrían las mujeres de la época al


relatar la experiencia de Cecilia Grierson, medica pionera en lo referido a medicina
social, cuando al rendir su primer examen, el profesor hace constar en actas que se está
evaluando a un ser inferior, sumado al ninguneo y malos tratos de sus compañeros, lo
que le hicieron educase una tarea de más dificultosa, sumando a que cuando logro
completar sus estudios no se le asignaba ninguna sala hospitalaria, imposibilitándola a
ejercer su profesión. Siendo esto solo una experiencia se puede evidenciar lo que es esa
época se consideraba natural, cuántas mujeres habrán estado en situaciones similares o
no porque directamente no lograban acceder a la educación, ya que no era consideradas
sujetos de enseñanza.

Por suerte, la historia cambio. La evolución de la salud pública en Argentina incorporo


cuestiones y políticas que protegen y velan por los derechos de las mujeres que en un
pasado quedaron olvidados.

La Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las
mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, ley 26.845,
sancionada el 11 marzo de 2009 y promulgada de hecho el 1 de abril de 2009; Tiene
como objeto promover y garantizar la eliminación de la discriminación entre mujeres y
varones en todos los órdenes de la vida, el derecho de las mujeres a vivir una vida sin
violencia, considerando a esta como toda conducta, acción u omisión, que de manera
directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una
relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física,
psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal
reconociendo los diferentes tipos de violencia física, psicológica, sexual, económica y
patrimonial y simbólica, y las distintas modalidades de violencia, formas en que se
manifiestan los distintos tipos de violencia contra las mujeres en los diferentes ámbitos.
Reconoce la violencia institucional, realizada por las/los funcionarias/os, profesionales,
personal y agentes pertenecientes a cualquier órgano, ente o institución pública,
violencia laboral, violencia obstétrica y violencia mediática contra las mujeres. Se
menciona a la violencia domestica siendo para nosotras algo que hay que desatacar,
después de tantos años de abandono y de fomentar que la violencia no podía existir en
el hogar y que era el deber de cada una hacer lo que el esposo/padre/hermano diga aun
cuando esté en contra de nuestra voluntad; Violencia contra la libertad reproductiva,
otro ítem que remarcar nos parece importante ya que contempla y define como violencia
a toda acción que vulnere el derecho de las mujeres a decidir libre y responsablemente
el número de embarazos o el intervalo entre los nacimientos y dada la ley 27.610 en el
2021 que otorga el derecho a la interrupción legal y voluntaria del embarazo, a decidir
continuar o no con dicha gestación;
Dicha ley entró en vigencia el 24 de enero del año 2021 y tiene como objeto regular el
acceso a la interrupción voluntaria del embarazo y a la atención postaborto, en
cumplimiento de los compromisos asumidos por el Estado argentino en materia de salud
pública y derechos humanos de las mujeres y de personas con otras identidades de
género con capacidad de gestar y a fin de contribuir a la reducción de la morbilidad y
mortalidad prevenible.

Se establece el derecho a decidir la interrupción del embarazo de conformidad con la


ley; a requerir y acceder a la atención de la interrupción del embarazo en los servicios
del sistema de salud; a requerir y recibir atención postaborto en los servicios del sistema
de salud y a prevenir los embarazos no intencionales.

La despenalización del aborto desde el punto de vista de la salud pública es un gran


avance en lo que se refiere a mortalidad de mujeres pobres y jóvenes. Es de público
conocimiento que siempre se realizaron abortos en Argentina, lo manifestó Felipe Pigna
en su discurso, como así es de público conocimiento que no todas las personas con
capacidad de gestar tienen los mismos recursos y educación, sumado a la falta de acceso
a los servicios de salud en condiciones de igualdad. La penalización solo hace que los
abortos sean clandestinos y se practiquen en forma insegura, corriendo riesgo la vida de
las personas. El aborto inseguro constituye un grave problema de salud pública en
Argentina que conlleva serios riesgos para la salud y la vida de miles de mujeres. En los
últimos treinta años, las complicaciones derivadas de abortos practicados en
condiciones de riesgo son la primera causa de mortalidad materna y representan un
tercio del total de esas muertes. Las estadísticas del quinquenio 2007-2011 muestran
que 23% de las muertes maternas derivaron de abortos inseguros.

Si bien la situación de la mujer fue avanzando, todavía queda mucho por recorrer.
Existen en nuestra sociedad actual muchos prejuicios relacionados con el sexo.

El reconocimiento de los derechos de la mujer en nuestro país fue el resultado de un


largo proceso de lucha. En la actualidad, si bien se registran grandes avances respecto al
pasado, y estamos a años luz de lo que fue la primera mitad del siglo XX, aún queda
mucho por hacer y mucho por que luchar, sobre todo para cuidar y garantizar que se
cumplan los derechos ya obtenidos por que es un hecho que esto no siempre ocurre por
más que existen leyes que nos protejan.
La creación del ministerio de salud pública en argentina y el hecho de que la salud sea
pública y gratuita, ha significado, no solo el mayor avance en términos de formación
académica de calidad, sino un sistema de inclusión y de devolución de la identidad a los
que menos tienen, permitiendo el acceso a la salud, al trabajo, la educación, permitiendo
así una buena y plena calidad de vida; Las políticas sanitarias, económicas y de
derechos humanos puestas al servicio de los que menos tienen, marco en su momento y
sigue siendo un antecedente inigualable en la historia política, esos logros, que tanto
cuestan mantener, son una pelea constante, no solo para mantenerlas vigentes, si no
para que se cumplan tal y como están sancionadas frente a los intereses económicos del
capitalismo, la defensa de las leyes, de salud mental, ive/ile, parto respetado, la no
violencia hacia la mujer, los programas y planes, la ley de identidad de género y el
mismo ministerio de salud como regulador y como entidad - etc.

creemos que la defensa de este modelo de salud debe ser para los trabajadores del
sistema sanitario un deber y el acto de humanidad más importante, que promueva la
equidad para que las personas puedan desarrollar su máximo potencial de salud
independientemente de su posición social u otras circunstancias determinadas por
factores sociales, la igualdad y el respeto por los derechos y libertades de todas las
personas con el objetivo de construir una sociedad más justa y con las mismas
posibilidades para todos.
Bibliografía

IOMAgba (2015). IOMA- Felipe Pigna: La Evolucion de la Salud Publica en Argentina [Vídeo].
You Tube. https://youtu.be/vSZPUR2qqNs

Material elaborado y publicado por compañeras/os en el desarrollo de la catedra.

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