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Retiro “Volver a Galilea”

Objetivo: El Retiro “volver a Galilea” busca ayudar a las personas a recordar su primer
encuentro con Dios a través del itinerario espiritual del Apóstol Pedro. Para revitalizar
la fe en Jesús y su identidad de discípulo misionero.

EL retiro consta de tres bloques:

Equipos:

1. Misa de Apertura: Recordar el Primer Amor.

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2. La traición de Pedro, al que Jesús mira con amor.

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3. Sepulcro vacio.

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4. Camino a Galilea: Los discípulos de Emaus.

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5. Volver a Galilea. Nueva Alianza de Amor.

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El Camino de Emús

1. 16: 00hs. La Palabra de Dios.50 ´


2. 17. Hs Trabajo en comunidad
3. 18:00 Merienda
4. 18: 30 Contemplación actuada. (Martin descalzo)
5. 19: 30. Recreo.
6. 19.40 Oración Personal. Decepciones, tristeza, desesperanza. Desligarme.
7. 20. 10. Plenario.
8. 20:30. Misa
9. 21:30 Cena
10. 22. Oración. Algunas mujeres nos han dicho que ha Resusitado.

Texto para invitar al “Volver a Galilea”

Dentro de la pedagogía del Movimiento Mar Adentro, el Retiro “Volver a Galilea” es un


medio para Revitalizar la vida de fe y seguimiento a Jesús. Dado los frutos que
produce en los procesos personales y comunitario, nos dimos cuenta que es una
herramienta que no podemos guardarnos para nosotros, es por eso que decidimos
compartir con otros grupos e incluso con otras áreas pastorales, no necesariamente
juventud, sino a otros agentes de pastoral. Para revitalizar la vida del discípulo
misionero de Jesucristo. Volviendo a sus comunidades con la alegría de seguir
construyendo el Reino de Dios.

Te invitamos a participar del próximo retiro “Volver a Galilea”, el__________________


en la Casa San Carlos Borromeo, España 634. Para inscribirte comunícate con:
Vísperas Primer Día Segundo Día
Levantarse Viernes Sábado Domingo
Oración Matinal Apuntes Espirituales Acción de Gracias
Desayuno
1° Contemplación Fuimos salvados del La Esperanza Cristiana
Pecado
2° Contemplación El Sepulcro Con sus amigos en
Galilea
Almuerzo
3° Contemplación Camino a Emaús
Merienda
La Palabra de Dios
4° Contemplación enciende nuestro
Corazón.
Misa El encuentro donde Lo reconocieron al
Comenzó todo Lc 5, 1-10 Partir el Pan
Cena Presentación
5° Contemplación La traición al amor Con los ojos y el
corazón de María
Horarios
“Volver a Galilea”

Viernes:

18.30 hs. Recepción.


19:00 hs. Cantos.
19:30 hs. Misa.
21:00 hs. Cena.
22:00 hs. 5° Contemplación.
23:30 hs Descanso.

Sábado:

07:00 hs. Despertar.


07:30 hs. Oración Comunitaria.
08:30 hs. Desayuno.
09:00 hs. Fuimos salvados del Pecado
10:00 hs. Confesiones.
Recreo.
11:00 hs. Contemplación: El Sepulcro.
12:30 hs. Almuerzo.
13:15 hs. Descanso.
16:00 hs. Camino a Emaús.
17:00 hs. Merienda
17:30 hs. Trabajo en Comunidad.
18:30 hs. Recreo.
18:40 hs. Oración Personal.
20:00 hs. Misa.
21:00 hs. Cena.
22:00 hs. Con los ojos y corazón de María.
23:00 hs. Descanso.

Domingo

07:00 hs. Despertar.


07:30 hs. Oración Comunitaria.
08:30 hs. Desayuno.
09:00 hs. La Esperanza Cristiana.
10:00 hs. Con sus Amigos en Galilea.
12:00 hs. Misa.
13:00 hs. Almuerzo Evaluación.
Cantos Para el Volver a Galilea

● Algunos cantos de Animación.


● Cantos para tres misas.
● La Negación de Pedro:
- Invocación al Espíritu Santo.
- La niña de tus ojos.
- Mi Getsemaní.
- Tu Fidelidad.
● El Sepulcro:
- Invocación al Espíritu.
- Resucito o vive Jesús.
- Alégrense.
- Tu estas aquí.
● Breve Introducción Bíblica:
- Invocación al Espíritu.
- Señor a quien iremos.
- Tu Palabra.
● Camino de Emaús:
- Invocación al Espíritu.
- Si quieres te acompaño en el camino.
- Vida en abundancia
- Quédate con nosotros
● Con los ojos y el Corazón de María:
- Invocación al Espíritu.
- Junto a Ti María.
- Sáname Señor con tu Espíritu.
- Reina del cielo
- Te necesito María.
- Ahí tienes a tu Madre.
● La esperanza Cristiana:
- Invocación al Espíritu.
- Esperar contra toda esperanza.
● Con sus Amigos en Galilea:
- Invocación al Espíritu
- Pescador de Hombres.
- Jesús Amigo.
- Si conocieras cuanto te amo.
- Me dices que me amas.
- Vida en él.
● Misa de Clausura:
- Sumérgeme.

1
LA NIÑA DE TUS OJOS TU FIDELIDAD

Me viste a mi cuando nadie me vio Tu fidelidad es grande 


me amaste a mi cuando nadie me amo Tu fidelidad incomparable es 
Nadie como tu bendito dios 
Y me diste nombre yo soy tu niña Grande es tu fidelidad
La niña de tus ojos porque me amaste a mi
Tu amor por mí es grande 
Te amo más que a mi vida, te amo más que a mi vida Tu amor por mi incomparable es 
te amo más que a mi vida, te amo más que a mi vida Nadie como tu bendito dios 
más. Grande es tu amor por mí.

EN MI GETSEMANÍ ALÉGRENSE

Para que mi amor no sea un sentimiento No tengan miedo,


tan sólo de deslumbramiento pasajero; no tengan miedo,
para no gastar mis palabras más mías Jesús murió, pero está vivo,
ni vaciar de contenido mi "te quiero". pero está vivo, resucitó.
  Vayan y cuenten,
Quiero hundir más hondo mi raíz en ti vayan y cuenten,
y cimentar en solidez éste, mi afecto; Celébrenlo
pues mi corazón, que es inquieto y es frágil, murió la muerte,
sólo acierta, si se abraza a tu proyecto. murió la muerte,
  triunfó el amor.
Más allá de mis miedos,
más allá de mi inseguridad, Alégrense, dice el Señor,
quiero darte mi respuesta: Yo estaba muerto y aquí estoy,
aquí estoy, para hacer tu voluntad, Alégrense, y de corazón
para que mi amor sea decirte sí, Demos gracias a Dios.
hasta el final.
  No tengan miedo,
Duermen su sopor y temen en el huerto: no tengan miedo,
ni sus amigos acompañan al Maestro. si ustedes son
Si es hora de cruz, es de fidelidades; por bautizados,
pero el mundo nunca quiere aceptar esto. por bautizados,
  hijos de Dios.
Dame comprender, Señor, tu amor tan puro: Vayan y cuenten,
amor que persevera en cruz, amor perfecto. vayan y cuenten,
Dame serte fiel cuando todo es oscuro, celébrenlo
para que mi amor sea más que un sentimiento. que Jesucristo,
  que Jesucristo
No es en las palabras ni es en las promesas es Hombre y Dios.
donde la historia tiene su motor secreto:
sólo es el amor en la cruz madurado,
el amor que mueve todo el universo.
 

Pongo mi pequeña vida hoy en tus manos,


por sobre mis seguridades y mis miedos;
y, para elegir tu querer y no el mío,
hazme, en mi Getsemaní, fiel y despierto.

2
TU ESTAS AQUÍ Me duele que te alejes de los tuyos,
y el creciente dolor de tu aislamiento;
Aunque mis ojos no te pueden ver  pues toda mi pasión es ver reunidos
Te puedo sentir, sé que estás aquí  a los hijos de Dios que andan dispersos.
Aunque mis manos, no pueden tocar 
Tu rostro señor, sé que estás aquí Yo sé que ya no crees en nuestro sueño.
Buscas seguridad retrocediendo.
Mi corazón puede sentir tu presencia  Pero hasta en dirección equivocada
Tú estás aquí, tú estás aquí  lo mío es ir contigo, compañero.
Puedo sentir tu majestad 
Tú estás aquí, tú estás aquí Si quieres, te acompaño en el camino
Si quieres, hoy me quedare contigo. (2)
Mi corazón puede mirar tu hermosura 
Tú estás aquí, tú estás aquí  Escucha profecías, peregrino,
Puedo sentir tu gran amor  No seas testigo de desesperanza.
Tú estás aquí, tú estás aquí Es hora que levantes la cabeza
Y, aunque anochece, alientes la confianza.
TU PALABRA
Pues es posible ver de otra manera
Tu palabra es como aceite sobre mis heridas La trama que se te hizo tan confusa.
Es el agua en el desierto, ¿no ves el hilo de oro de la pascua
y el calor en el invierno. Que rediseña todo lo que cruza?
Tu palabra es la voz que me habla en la mañana
Es mi consejo cada día ¿No ves que desde dentro de las muertes
y en las pruebas es mi guía La muerte fue implotada y ya no mata?
Y se revela el nombre de la vida:
Podría estar perdido Y el nudo que te ataba te desata.
como un náufrago en el mar
y aun perderlo todo hasta el aliento Partir juntos el pan en nuestra mesa
Podría estar hambriento Descifra quiénes somos y seremos.
como un niño sin hogar La Pascua nos irrumpe, amor de amores,
pero yo sé que tu palabra Lo más vivo venciendo lo más muerto.
siempre a mí me sostendrá
Si quieres...
Tu palabra es como dulce miel para mis labios  
Es la perfecta melodía Por fin sabrás quién soy, sabrás quién eres,
que me deleita cada día Mientras despiertas del antiguo sueño:
Tu palabra es mi refugio en medio de las pruebas Y entenderás que es fiel a sus promesas
en la tristeza es mi alegría El Dios que prometió ser compañero.
en soledad mi compañía
Y de la historia mía y de la tuya
SI QUIERES TE ACOMPAÑO EN EL CAMINO Ya no te escaparás, ni tendrás miedo.
Verás la historia como historia abierta
Si quieres, te acompaño en el camino, Y la esperanza arder su ardor sereno.
y en el camino vamos conversando.
Y al conversar, tus hombros se descargan; Y sentirás nostalgia de tu gente.
descargas, pues tu peso voy llevando. Y querrás compartir tu aliento nuevo.
Sin más demora, ponte ya en camino.
Pues pesa el peso de tu desencanto Sin más demora, ponte en medio de ellos.
y es tu resignación aún más pesada.
Pero te sostendré, pues ya sostuve Y brillará en tu fe de caminante
la cruz de toda cruz en mis espaldas. Mi nombre y mi misterio de “camino"
Y de mi fiel estar-acompañando
Tu amor de acompañante será el signo.

3
VIDA EN ABUNDANCIA    y déjame sentir el fuego de tu amor, aquí en mi
corazón...Señor
Los lirios del campo y las aves del cielo            y déjame sentir el fuego de tu amor, aquí en mi
no se preocupan por que están en mis manos  corazón...Señor
tené confianza en mí, 
acá estoy junto a vos.  Límpiame, Señor, con tu espíritu…

Ama lo que sos y tus circunstancias,  Transformarme, Señor, con tu espíritu…


estoy con vos, con tu cruz en mi espalda, 
todo terminará bien  Lávame, Señor, con tu espíritu…
yo hago nuevas todas las cosas. 
REINA DEL CIELO
Yo vengo a traerte vida, 
vida en abundancia, en abundancia.  Reina del cielo, Santa María,
Yo soy el camino,  ponete contenta porque tu Señor,
la verdad y la vida  aquel que llevaste en tu vientre santo
vida en abundancia, en abundancia  como lo había dicho, resucitó.

No hice al hombre para que esté solo,  aleluya, resucitó,


caminen juntos como hermanos.  verdaderamente, nuestro señor.
Sopórtense mutuamente,  aleluya, nos redimió,
ámense unos a otros  venció a la muerte, resucitó.

La felicidad de la vida eterna  Que cante tu alma llena de alegría


empieza conmigo en la tierra  porque confiaste en medio del dolor,
sentirte vivo,  rogá por nosotros, virgencita buena,
la fiesta del reino comienza acá.  para que alcancemos la resurrección.

TE NECESITO, MARÍA.
JUNTO A TI MARÍA
Como la aurora necesita de la noche,
Junto a Ti María Como el sediento de la fuente en que beber,
como un niño quiero estar como el rocío de la flor para mostrarse,
tómame en tus brazos yo necesito tu calor dulce mujer.
guíame en mi caminar.  
Quiero que me eduques Te necesito María. Te necesito mamá
que me enseñes a rezar
hazme transparente, Como la arcilla necesita al alfarero
lléname de paz. como el alumno de un maestro que aprender, como la
tierra de un labriego que la siembre, yo necesito
Madre, Madre, Madre, Madre. [bis] tu humildad dulce mujer.
 
Gracias, Madre mía Como el obrero necesita del trabajo,
por llevarnos a Jesús, y el arco iris de la lluvia para ser,
haznos más humildes, como Jesús necesito de una
tan sencillos como tú. María, yo necesito tu bondad dulce mujer.
Gracias, Madre mía
por abrir tu corazón,
porque nos congregas y nos das tu amor.
AHÍ TIENES A TU MADRE
SÁNAME SEÑOR CON TU ESPÍRITU
Si se acaba el vino en tu vida hoy 
Sáname, señor, con tu espíritu... ahí tienes a tu madre 
Sáname, señor, con tu espíritu... si solo hay tinajas pero no hay amor 
    
4
ahí tienes a tu madre 
si estás buscando acercarte a Dios  Señor, me has mirado a las ojos 
sonriendo, has dicho mi nombre 
ahí tienes a tu madre, ahí tienes a tu madre  en la arena, he dejado mi barca 
junto a ti, buscare otro mar 
Si no sabes cómo hacer una oración 
ahí tienes a tu madre  Tú necesitas mis manos 
si la cruz te pesa para caminar  mis cansancios que a otros descansen 
ahí tienes a tu madre  amor que quiero seguir amando 
si no hay pentecostés en tu corazón 
ahí tienes a tu madre, ahí tienes a tu madre  Tu sabes bien lo que quiero 
en mi barca no hay oro ni espadas 
si estas padeciendo una enfermedad  tan solo redes y mi trabajo 
ahí tienes a tu madre 
si está pidiendo fuerte a la hora del dolor  JESÚS AMIGO
ahí tienes a tu madre 
si te encuentras sumido en desesperación  Yo he venido a dar vida
ahí tienes a tu madre Yo he venido a dar luz,
Y hoy puedo llenar tu alma, de alegria,
CONTRA TODA ESPERANZA Porque yo soy Jesús.

Hoy al fin tenemos que seguir Me acerque a tu puerta, fueron muchas veces
esperando en paz, A charlar contigo, pero nunca estas
esperamos contra toda esperanza. Aunque entre nosotros, no puedes mentir
Y es así que todo va a cambiar, resucitarás Me diste la espalda, te rehusaste hablar.
esperamos contra toda esperanza.
Pero no quisiera, seguir mi camino
Vos sos la vida, sos la paz, Viendo que este mundo, te está haciendo mal
vos Sos nuestra esperanza. Y a cada momento, se hace más pesado
Sos el camino para andar, Déjame ayudarte, ya no dudes más.
sos fuerza y sos confianza.
SI CONOCIERAS COMO TE AMO
No aflojar, seguirte hasta el final, tu cruz abrazar.
Esperamos contra toda esperanza. Si conocieras como te amo, si conocieras como te
Esperar también es transformar amo, dejarías de vivir sin amor.
un sueño en realidad.
Esperamos contra toda esperanza. Si conocieras como te amo,
si conocieras como te amo
Al saber que vos vas a volver a resucitar, dejarías de mendigar cualquier amor. 
esperamos contra toda esperanza.
Al sentir Jesús que estás aquí esperándonos, Si conocieras, como te amo, como 
esperamos contra toda esperanza. te amo serias más feliz. 

Hay un sol, la noche ya aclaró, si conocieras como te busco,


Ven a caminar, si conocieras como te busco
Esperamos contra toda esperanza dejarías que te alcanzara mi voz. 
Estarás sonriente a nuestro par
No nos dejarás si conocieras como te busco, si conocieras 
Esperamos contra toda esperanza como te busco dejarías que te hablara al 
corazón,
PESCADOR DE HOMBRES
Si conocieras, como te busco, 
Tú has venido a la orilla  como te busco escucharías más mi voz. 
no has buscado a sabios, ni a ricos 
tan solo quieres que yo te siga  Si conocieras como te sueño
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me preguntarías lo que espero de ti.
Si conocieras como te  No tenemos miedo porque Cristo nada quita y lo da
sueño buscarías lo que no pensaba para ti.  todo,
Él nos dio a María, como Madre que acompaña
Si conocieras como te sueño, como te sueño pensarías nuestros pasos,
más en mí. Ella, nuestra escuela, con ternura nos enseña.
Hacer lo que Él nos diga y que en la vida sea.
ME DICE QUE ME AMA
Vemos cuantos sufren la injusticia y que cargan la
Me dice que me ama cuando escucho llover pobreza,
Me dice que me ama Con un atardecer Cuanta juventud conoce solo la cultura de la muerte,
Lo dice sin palabras con las olas del mar Cristo es el Camino, la verdad que nos libera, Cristo
Lo dice en la mañana Con mi respirar está vivo y nos da vida plena,

Me dice que me ama Ser los centinelas vislumbrando una mañana que ya
y que conmigo quiere estar  llega,
Me dice que me busca vamos mar adentro que sabemos el Maestro nos
cuando salgo yo a pasear  espera.
Que ha hecho lo que existe Ser protagonistas de este tiempo de la historia,
para llamar mi atención  Su Espíritu nos quema, la Pascua nos renueva.
Que quiere conquistarme
y alegrar mi corazón
SUMERGEME
Me dice que me ama cuando veo la cruz 
Sus manos extendidas Cansado del camino,
Así tan grande es su amor  Sediento de ti,
Lo dice en las heridas de sus manos y pies  Un desierto he cruzado,
Me dice que me ama una y otra vez Sin fuerzas he quedado,
Vengo a ti.
VIDA EN EL
Luché como un soldado,
Haberlo conocido es lo mejor que nos pasó en Y a veces sufrí,
nuestras vidas, Y aunque la lucha he ganado,
Y darlo a conocer con las palabras y la vida, da alegría. Mi armadura he desgastado,
Es un don seguirlo, y aquí estamos caminando, Vengo a ti.
Viviendo su llamado y en él recomenzando.
Sumérgeme,
Cristo nos ha hablado en los corazones y algo nos En el rio de tu espíritu,
atrajo. Necesito refrescar este seco corazón,
Nos ha fascinado su propuesta y aquí estamos Sediento de ti
asombrados. Sumérgeme
Él nos apasiona, y queremos anunciarlo,
¡A todos nuestros pueblos, a todos los hermanos! Quédate con nosotros señor

Caminemos con Jesús, para dar vida a los pueblos. Quédate con nosotros, Señor de la esperanza,
Somos sus discípulos, y él nos hace misioneros. el pueblo que tu amas hoy lucha por vivir,
Para que todos los pueblos, tengan vida en Él. y aunque a veces dudamos de tu presencia en
Tengan vida en Él, tengan vida en Él. casa,
no dejes que la noche nos sorprenda sin Ti.
Él es Pan de Vida que se ofrece por completo,
 
Eucaristía.
Él, quien nos congrega y nos llama a ser su cuerpo, ser    Y porque ya anochece, quédate con nosotros,
Iglesia.     no dejes que la noche nos sorprenda sin Ti.
Él es quien nos une, y nos hace hombres nuevos,  
Para ser servidores llevando su Evangelio. Quédate con nosotros, Señor de la pobreza,
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los pobres y los niños te quieren descubrir,
porque a veces no saben que son tus preferidos,
no dejes que la noche nos sorprenda sin Ti.
 
Quédate con nosotros, Señor de la justicia,
los hombres no aprendemos a dar sin recibir,
vivimos muchas veces una justicia falsa,
no dejes que la noche nos sorprenda sin Ti.
 
Quédate con nosotros, Señor de la promesa,
tu mismo aseguraste amarmos hasta el fin,
por eso humildemente volvemos a pedirte,
no dejes que la noche nos sorprenda sin Ti.

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Guion misa: “Volver a Galilea”
INTRODUCCION: Entregar un papel a cada chico con una birome y pedir que en él escriban:
⮚ Algo que les recuerde el primer encuentro con Jesús

“Volver a Galilea significa sobre todo volver allí, a ese punto incandescente en que la gracia de
Dios me toco al comienzo del camino. Con esa chispa puedo encender el fuego para el hoy,
para cada día, y llevar calor y luz a mis hermanos y hermanas”. Con alegría Recibimos al Padre
Ariel quien presidirá la Eucaristía.

INGRESA EL CURA:

…….

AMBIENTACION:
El amor de Dios se nos dio sin medidas, el amor de Dios se nos dio gratis… Esta es la misión del
cristiano: Regalar el amor de Dios.
Ser discípulo e hijo de Dios es ser sal, luz y fermento, allí donde nos encontremos.
La eucaristía de hoy nos propone ponernos en el lugar de Pedro y pensar que nosotros somos
fruto de una PESCA MILAGROSA.
……
ACTO PENITENCIAL:
Cuando todo parece perdido, Jesús da ánimos para seguir adelante; cuando ya no hay nada que
hacer, Jesús nos señala el camino. Vamos a confiar en su perdón y su gracia.
❖ Tu que saliste a nuestro encuentro SEÑOR TEN PIEDAD
❖ Tu que fuiste Mar Adentro con nosotros… CRISTO TEN PIEDAD
❖ Tu que nos miraste a los ojos y dijiste con amor nuestro nombre… SEÑOR TEN PIEDAD
……
PRIMERA LECTURA: 1ª carta de Juan C. 2, 24-27
En la primera carta de juan nos muestra quienes son los que poseen la
filiación divina y están en comunión con Dios. El que no ama está incapacitado
para conocer a Dios, “Porque Dios es amor”.
SALMO: 33 Escuchemos el salmo y respondamos a la antífona:
“Prueben que bueno es el señor, hagan la prueba y véanlo”
EVANGELIO:
La mirada de Jesús hace un cambio enorme en nuestra vida. Esto es lo que encandilo a Pedro:
Jesús me llama a una aventura fascinante.
Ahora, Pedro, con la más profunda emoción, puede reflexionar: Realmente, soy objeto del amor
de Dios. Él me ha elegido; ese Dios que vive un amor apasionado.
Esto es el Evangelio, la Buena Noticia. Un evangelio que deberá llenarnos de admiración, de
alegría, de gratitud, porque es presencia del amor y de la salvación que Dios nos ofrece.
Lucas 5, 1-11

ORACION DE LOS FIELES:


GESTO:

COMUNION:
En el evangelio Jesús devuelve a Pedro su verdadera identidad, le devuelve la confianza en sí
mismo y le hace comprender que la mirada misericordiosa del Maestro supera con creces lo
sucedido en el pasado, y penetra hasta el fondo de su corazón renovando el fuego del amor. Eso
mismo nos propone hoy Jesús, con esa convicción de sentir su amor vayamos a recibirlo.

RITO DE CONCLUSION:
El evangelio es claro: es necesario volver allí, para ver a Jesús resucitado, y
convertirse en testigos de su resurrección. Es volver al primer amor, para
recibir el fuego que Jesús ha encendido en el mundo, y llevarlo a todos.
Homilía de la misa de Apertura
Volver a Pasar por el Corazón el Primer Amor.

Volver a Galilea es volver a aquel encuentro con Jesús, donde tal vez no se resolvió mis dudas
de manera teórica, no me ofreció grandes visiones teológicas, no me explico por qué el Dios de
Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de mi propio pueblo estaba callado; no me dijo por qué
hay gente que muere joven, o por qué nuestros enemigos – los ateos, los paganos, los
prepotentes, etc.- parecen más fuertes que nosotros. Sencillamente, me llamo. Me hizo una
propuesta, me encandilo con un programa preciso: «Sígueme y no temas; desde ahora serás
pescador de hombres». No sé, pero lo único que pudimos entender en aquel momento
inolvidable es que se me abría la posibilidad de llevar a cabo una tarea importante, una tarea
que tenía que ver con Dios y que, por consiguiente, valía la pena lanzarse sin pestañear.

Esto es lo que impresiono a Pedro: Jesús me llama a una aventura fascinante.

Evidentemente, eso no era la solución radical para sus problemas; pero le bastaba, porque veía
como se disipaban sus dudas y cómo las perplejidades que tanto le inquietaban adquirían
cierta coherencia. No era una respuesta teórica a sus interrogantes; sin embargo, Pedro veía
que en su interior brotaba un entusiasmo nuevo, una confianza renovada, una esperanza sin
límites.

Con relación al texto de Lucas podríamos añadir que la presencia de Jesús fue como una
iluminación que llevo a Pedro a confesar humildemente su condición de creatura, su naturaleza
de hombre, es decir, de «pecador» necesitado de salvación.

Pedro comprende que en el seguimiento de Jesús podrá realizar su existencia de una manera
más completa. A Pedro le encantaba pescar; pero cuando volvía a casa, al atardecer, después
de remendar las redes, se debía de preguntar qué vida era la suya. Ahora, en cambio, su
concepción de Dios ha cambiado: es, ciertamente, un gran misterio; pero en un momento
determinado, puede llamar al hombre e instarle a que se lancé a una tarea que,
aparentemente, supera todas sus capacidades. De ese modo entiende mejor el sentido de su
existencia, y su horizonte cobra una amplitud sin límites.

Pedro siente que en la invitación de Jesús se nada mucho mejor, que en el pequeño lago de
Tiberíades, porque la propuesta es dedicarse a un océano lleno de misterio y de un atractivo
verdaderamente fascinante.

Podemos resumir la primera etapa vocacional de Pedro en una simple repetición de pregunta y
respuesta:

- Pedro, ¿Quién es para ti Jesús?

- Es el que me llama y me invita, el que me pide un compromiso.

Comienza un camino fascinante y de lo más atractiva, aunque siempre un tanto misteriosa, se


concreta como vocación a un modo de ser, a un estar con ese Jesús que no es sólo un profeta,
sino un auténtico maestro, un «rabbí», en el sentido más estricto de la palabra hebrea, es decir,
el que constituye en torno a su una comunidad de discípulos.

Volver a Galilea significa custodiar en el corazón la memoria viva de esta llamada.


Cuando Jesús paso por mi camino, me miro con misericordia y me dijo Sígueme.
Recuperar la memoria de aquel momento. Cuando sus ojos se encontraron con los
míos. El momento que me hizo sentir que me amaba.

¿Cuál es mi Galilea? ¿Dónde está mi galilea? ¿Lo recuerdo? ¿Lo he olvidado? Señor he
andado por caminos y senderos, que me han hecho olvidar. Jesús ayúdame, dime cual
es mi Galilea, yo quiero volver allí para encontrarte y dejarme abrazar por tu
misericordia.

Mantenerse fieles a Jesús no siempre es fácil, Pedro tuvo mucho miedo y lo negó,
Judas se decepciono y lo entrego. Pero lo importante es que Jesús lo amaba a ambos.
Nosotros debemos recordar cada día su gran amor, para que nuestras caídas, no nos
derroten, porque con él siempre es posible volver a empezar.
La Traición al Amor

Oración Inicial: En este momento vamos a pedir al Espíritu Santo que obre en nosotros
y sepamos reconocernos pecadores y así podamos perdonar y perdonarnos.
Ven Espíritu Santo y danos la gracia de reconocer la mirada de amor del Señor, para
que nos de la fuerza, la esperanza y la fe necesaria para poder seguir sus caminos.
Signo: Les invitamos a poner la mano derecha en el corazón y decir sin miedo el
nombre de Jesús… Jesús… Jesús… (Primero interiormente y luego en voz alta)

DIAPOSITIVA 1: Encuentro de Jesús con Pedro

Guía. Pedro era, al conocer a Cristo, un diamante en bruto. Más joven del que los
artistas suelen pintar, probablemente rondaba la treintena. Su cultura no debía ir
mucho más allá de las primeras letras, aunque, eso sí, tenía el sólido conocimiento de
la escritura que solía darse a los muchachos judíos de sus tiempos. Era un hombre
inquieto, sobre la marcha del mundo lo prueba el hecho de que se desplazó desde
Galilea hasta Judea para oír a Juan el Bautista. Era uno de tantos judíos que presentía
que algo estaba a punto de ocurrir y se mostraba de antemano dispuestos a ponerse al
servicio de ese “algo”.

Su carácter era una confusa mezcla de audacia y cobardía; más bien, era alguien que
podía pasar de la audacia a la cobardía y viceversa en cuestión de segundos. Era un
radical. Enemigo de las tintas medias, y ponía al servicio de este extremismo una
violencia típica de su Galilea natal y de su oficio de pescador.

C1. Señor, este encuentro tuyo con Pedro me hace recordar a ese primer encuentro
que yo tuve contigo. Esa primera mirada, que tomaba todo mi ser, tomaba todo lo que
era, mi carácter, mi personalidad, mis tibiezas, y también todos aquellos sueños,
valores, deseos de entrega, todo lo más bello que latían en mis profundidades y no me
daba cuenta. Me llamaste por mi nombre así tal cual soy, como olvidar aquel
encuentro!!!!.

C2. Señor quiero volver a pasar por mi corazón aquel primer encuentro contigo…
(cada uno recuerda su primer encuentro con Jesús.) Les invito a que cada uno exprese
una alabanza, un agradecimiento, una oración expresando al Señor los sentimientos
que había en su corazón en aquel primer encuentro.

(DEJAR QUE DIGAN ALGUNAS ORACIONES ESPONTÁNEAS)

C3. (DESPUES DE ALGUNAS ORACIONES ESPONTÁNEAS) Te alabamos Señor porque es


infinito tu amor. Te alabamos Señor porque tus propósitos para nuestra vida están llena
de amor, de gozo, de esperanza y de felicidad. Gracias porque tu amor hace que
nuestra cruz sea suave y liviano, pero sobre todo la llena de sentido y de plenitud.

Canto: La niña de tus ojos.

VIDEO: PEDRO CAMINA SOBRE EL MAR.


C1. Gracias Señor porque aunque a veces dude de vos, tú me extiendes la mano y me
abrazas afirmando tu gran amor hacia mí. Te alabo Señor porque aunque mi mirada
esté perdida en un mundo diario tú me acobijas y me reconfortas con tu gozo y tu
gracia divina.

C2. Te pido perdón porque si bien tú me muestras tu gran amor, a veces prefiero seguir
hundiéndome y tomar otro camino. Señor te pido que mi fé se deje llevar por tu amor
y tu palabra; y que no se deje influenciar por las circunstancias que me circundan en la
vida. Mi Jesús te doy gracias porque aunque mi fe sea frágil, pobre e inquieta igual que
la de Pedro, siempre tú la haces victoriosa.

INDICACIONES: SE PASA EL VIDEO DONDE JESUS LE DECLARA FIDELIDAD, DESPUES SE


PASA VIDEO DE LA ULTIMA CENA SIN AUDIO, MIENTRAS LOS COMENTARISTAS HACEN
LAS ORACIONES.

Video declaración de fidelidad de Pedro.

(se pasa el video de la ultima cena sin audio)

C3. Perdón Señor, porque como Pedro tantas veces te he dicho que no te abandonaría.
Sin embargo, ante la primera seducción te he abandonado. Perdón Señor. Necesito de
tu gracia para ser perseverante en tus propósitos, para que mi debilidad se fortalezca
con tu Gracia, regálame esa Gracia Señor.

C1. Señor Jesús, te conmoviste interiormente sabiendo que uno de tus discípulos te
traicionaría y que casi todos los otros te abandonarían. Aun así, tu amor fiel es
incomparable, te alabamos Señor porque tu amor fiel es incomparable. Bendito seas
Señor.

Video: Pedro corta la oreja de un guardia. (Lucas)

C2. Perdón Señor porque me dejo guiar por los impulsos del hombre y gracias por
aparecer en mi vida y enseñarme como vivir. Jesús, gracias por mostrarme el camino
que me lleva al Padre.

C3. Te honró mi Señor porque a pesar que soy un cobarde y un pecador vos ves una luz
en mí. Te fui leal en muchas cosas Señor, pero todo fue por tu gracia. Aunque soy dócil
al Espíritu, soy terco de corazón. Moldame Jesús.

C1. Tus amigos te traicionar, niegan y huyen; pero vos los perdonas. Que injusto y débil
soy. Pero que GRANDE es tu AMOR. Porque cuando soy débil actúas vos. Te doy las
gracias Jesús.

Canto: Sumérgeme. MI GETSEMANI.


Video: 3 negaciones de Pedro. (al terminar el video, dejar una imagen de la mirada
de Jesús a Pedro.)

C2. El gallo cantó después de que Pedro le falló en su fidelidad a Cristo negándole
delante de una cultura hostil. Perdón Señor porque también yo escucho el cantar de los
gallos que me recuerdan a mis traiciones. Perdón porque no se oír. Dame la Gracia de
ser humilde como Pedro para arrepentirme y llorar mis traiciones.

C3. Mi Jesús, deseo desde lo más profundo de mi corazón retomar el camino del bien,
de retomar las virtudes, tu palabra, de todo aquello que pueda hacerme discípulo de tu
amor. Porque mi vida sin vos es un oscuro caminar. Tú señor, eres mi felicidad.

GUIA. “Antes de que el gallo cante dos veces, me abras negado tres veces”
Seguramente éste segundo canto sonó más limpio, más claro, más próximo….!!! ….
Esta vez su grito se clavó en el alma de Pedro, la voz del animal fue como un relámpago
que iluminó hasta las entretelas de su alma. Y, en un segundo, midió la hondura de su
traición.

C1. Señor, dame la Gracia de ser consiente siempre de las honduras de mi traición para
que mi amor hacia ti cada día tenga más raíces profundas. Sin el regalo de tu Gracia es
imposible amarte con profundidad.

C2. Gracias Señor, por mostrarme a Pedro tan parecido a mí, con amor y desamor. SI
Pedro no te hubiera amado no estaría en el patio de la casa de Caifás, igual que yo, si
no te amara no estaría en este retiro. Pero si Pedro te amara con más coraje no
vacilaría en presentarse como discípulo tuyo, igual que yo cuando vacilo mostrarme
como tu discípulo ante mis amigos, en el colegio, en el trabajo, en los distintos
ambientes de mi vida. Señor, necesito de tu Gracia para que mi amor tenga raíces
profundas y no vacilar.

C3. Señor, que parecido que es Pedro a mi vida. Si no te amara estaría cómodamente
con los demás en Betania. Pedro si te amara más profundamente jamás te llamaría
“Ese hombre”. Que parecido a mí, en las horas de las promesas entusiasta, confiando
más en sus fuerzas que en las tuyas; y cuando te traiciona sangra su corazón amante,
como el mío. Señor si no te amara, me quedaría tranquilo en mis comodidades y no me
comprometería en nada, pero sé que puedo entregarte más como tú te lo mereces.

C1. Te alabo Señor, porque solamente con tu Gracia podré ser fiel a mis promesas.

GUIA: “El Señor dándose vuelta miró a Pedro” (indicación: que la mirada de Jesús se
haga más grande o cercana.)
No era una mirada de reproches, sino de infinita compasión. Pedro se sintió
sobrecogido. Sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas.

C2. Que grande que es tu amor Señor. Ese amor lo salvó a Pedro. Gracias porque ese
amor también me salva a mí. Alabo y bendigo esos ojos llenos de amor que
derrumbaron el corazón de Pedro.
C3. Señor, Pedro nunca jamás olvidaría esa mirada, una mirada llena de ternura; mas
irresistible que el enojo. En esas decimas de segundos Pedro revivió los tres años
anteriores junto a ti. Ese destello de amor que dirigía tu mirada decía más que mil
palabras.

C1. Bendito y alabado seas Señor. Porque tu mirada no juzga; tu mirada de amor nos da
vida; bendito seas Señor. Porque tu mirada de amor nos perdona. Bendito seas Señor
porque tu mirada de amor nos sana, nos fortalece, nos da gozo, nos levanta, nos
devuelve la felicidad.

Guía: Ahora esa mirada va pasar delante de cada uno de nosotros.

Canto: TU Fidelidad. (MIENTRAS EL SACERDOTE PASA CON EL SANTÍSIMO DELANTE DE


CADA UNO, DESPUES QUE PASA POR CADA UNO, DA LA BENDICIÓN)
Apuntes espirituales

Objetivo:

● REPASAR LO VIVIDO AYER, AGRADECER A DIOS PADRE POR ELLO.


● EXPLICAR CARTA A DIOS PADRE.

SE COMIENZA HACIENDO UNA ORACIÓN REPASANDO LA TARDE ANTERIOR CON EL ESQUEMA.
SE EXPLICA LAS IDEAS PRINCIPALES DE LA CARTA A DIOS PADRE Y LO QUE EXPRESEMOS EN ELLA:

G: los apuntes espirituales son una forma de dialogo con el señor, que nos puede ayudar muchísimo
a establecer un vínculo cotidiano.

Esta carta a Dios Padre es una forma de aprender a tener apuntes espirituales e ir viendo el proceso
por donde nos va llevando el señor.

Es una forma, también, de establecer un dialogo con Dios con otros medios.

Por ello, les recomendamos que no piensen tanto en cómo queda la redacción sino en expresarle al
señor, de manera espontánea, de todo lo que quieran.

La carta será leída por su servidor que les será asignado para el desayuno, pero el mantendrá el
secreto de lo que allí escriban, y le servirá para ayudarlos con el acompañamiento durante estos
días. El servidor puede consultar por algún tema de la carta con el coordinador con el sacerdote
asesor.

Hoy le comentaremos lo que vivimos ayer le contaremos que sentimos cuando recordábamos
nuestro primeros encuentro con él y que nos ayude a salid de aquello q nos aleja de él. Y que
necesitan de su ayuda.
Fuimos Salvados del Pecado

Oración Inicial: Hoy Señor queremos estar delante de tuyo para descubrir, lo mal que hace el pecado en
nuestras vidas, queremos descubrir nuestros pecados que alejan de ti. Envíanos tu Espíritu Santo para
arrepentirnos de nuestros pecados, y experimentar tu amor Misericordioso que nos salva. Señor hoy
queremos neutralizar las fuerzas del mal en nosotros, y dejarnos salvar por tu amor, Envía tu Espíritu Santo,
sopla Ruhaj Santa en nosotros y arranca el pecado de nuestras vidas.

Guía: Ayer en la Misa recordábamos nuestro primer encuentro con Jesús, Junto con Pedro, Santiago y Juan,
nuestro Galilea, después experimentamos junto con Pedro como nos alejamos, fuimos dejando enfriar ese
amor, hasta que llegamos a negarlo.

Lo que vamos a ver ahora es aquello que nos va alejando del Amor de Dios, que es el pecado. Pero no nos
vamos a quedar ahí, sino que Dios nos salvó del Pecado.

¿De qué nos ha salvado el Señor? ¿Qué necesidad tenemos de ser salvados? Y a la respuesta: nos ha
liberado del mal, de la esclavitud del pecado, Pero: ¿Qué es el mal? ¿Qué es concretamente el pecado?

La consciencia de ser salvados se vuelve en nosotros real cuando nos damos cuenta de la vastedad del
reino del mal. En otras palabras, nos damos cuenta cuando experimentamos que hemos sido salvados y
seguimos siéndolo, cuando nos damos cuenta de cómo y cuánto obran en nosotros, en mí, las fuerzas de
esclavitud, de destrucción, de privación de todos los horizontes.

Caminando hacia la madurez humana, advertimos que en nosotros y a nuestro alrededor hay forma de
destrucción siempre listas; experimentamos que el egoísmo prevalece sobre el altruismo, que el orgullo es
ávido de poder y de éxito, que el deseo de protagonismo corroe el corazón, que la fragilidad humana es en
sí misma insuperable; entonces intuimos la absoluta necesidad de una salvación desde lo alto.

También cuando caminamos por los caminos del evangelio, advertimos el peso de nuestra debilidad, la
inconsciencia de nuestros propósitos, la incapacidad de programar nuestro tiempo como lo desearíamos,
percibimos con fuerza la grandeza del amor de Dios que es lo único que nos salva de nuestra dispersión.

San Pablo describió admirablemente, en tono afligido, la invencible potencia del mal que está en nosotros,
en cada uno de nosotros: (PEDIR QUE BUSQUEN EL TEXTO Y QUE ALGUIEN LEA ROM 7, 14-19) “Sabemos,
en efecto, que la ley espiritual, pero yo soy de carne, vendido al poder del pecado. Realmente, mi proceder
no lo comprendo; pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco. Y si hago lo que no quiero,
estoy de acuerdo con la ley en que es buena: en realidad, ya no soy yo quien obra, sino el pecado que
habita en mí. Pues se yo que nada bueno habita en mí, es decir, en mi carne; en efecto, querer el bien lo
tengo a mi lo alcance, más no el realizarlo, puesto que no hago el bien que quiero, sino que obro el mal que
no quiero”.

Se trata de una impotencia humana histórica: el hombre desea el bien, pero se da cuenta de que no lo
realiza. Condicionado por las circunstancias, por las tenciones, las dificultades, las opciones que debe
superar, se endurece y, al endurecerse, se cierra en sí mismo contra las dificultades, se cierra en la posesión
y en la auto defensa y de este modo rechaza la dependencia de Dios de su palabra, de su misericordia.

Para entender mejor de que nos ha salvado el Señor y nos salva, es necesario tener presente algunas
realidades que nos incumben.

S1. Los pecados personales: La primera realidad que nos incumbe son nuestros pecados personales,
nuestras fragilidades psíquicas y morales, nuestra pereza, envidia, ambición, vanidad, sensualidad.
Escribe a este respecto el apóstol Pablo: (PEDIR QUE BUSQUEN EL TEXTO Y QUE ALGUIEN LEA GAL 5, 19,
21)

“Ahora bien la obra de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería,
odios, discordia, celos, ira, rencillas, divisiones, disensiones, envidias, embriagueces, orgias y cosas
semejantes, sobre las cuales os prevengo, como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no heredaran
el reino de Dios”.

Estamos en el nivel de los pecados del sujeto, personales: es un elenco impresionante de las catorce
actitudes negativas del hombre que Pablo extrae de sus experiencias personales y de su tiempo. Una visión
muy realista y al mismo tiempo pesimista del hombre que se mueve en el ámbito de sus propios intereses.

Otro texto de Pablo vuelve a tomar este panorama con nuevas pinceladas, haciendo la lista de veintiún
actitudes negativas: (PEDIR QUE BUSQUEN EL TEXTO Y QUE ALGUIEN LEA ROM 1, 28-31) “Y como no
tuvieron a bien guardar el verdadero conocimiento de Dios, entrególos Dios a su mente insensata, para que
hicieran lo que no conviene: lleno de todas injusticias, perversidad, codicia, maldad, henchidos de envidia,
de homicidio, de contienda, de engaño, de malignidad, chismosos, detractores, enemigos de Dios,
ultrajadores, altaneros, fanfarrones, ingeniosos para el mal, rebeldes a sus padres, insensatos, desleales,
desamorados, despiadados”.

En una descripción que parece hasta retórica, de tal modo su lenguaje es inflado.

El Apóstol sabe perfectamente que lo que describe también tiene su raíz en él, según la palabra de Jesús en
el evangelio de Marcos ´´Del corazón de los hombres sale las intenciones malas: fornicaciones, robos,
asesinatos, adulterio, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injusticia, insolencia, insensatez.
Todas estas perversidades de dentro y contaminan al hombre¨ (7,21 -23). No solamente del corazón de un
hombre que por azar ha nacido en una situación desgraciada, dramática, sino del corazón de todos los
hombres.

S2 Veamos ahora algunos de ellos: La insensatez es propia del que hace proyectos sin Dios, proyectos
seguros, tranquilos, en los que pueda navegar bien, sin pensar que él es una brizna en la historia y basta
una nada para descalabrarlo.

La soberbia es a fin a la insensatez: es la percepción de salvarse solo, de conquistar la verdadera libertad


con nuestros propios esfuerzos, rechazando el tener que rendir cuentas con Dios.

La injuria es la consecuencia del hecho de que no soportamos el bien del prójimo, por lo que tenemos la
necesidad de destruir por lo menos algo del otro mediante algún pequeño rechazo, alguna mención
conflictiva que por lo menos restablezca, según nuestro parecer, nuestra integridad.

Los pecados personales nos competen a todos y los percibimos en sus efectos de injusticias, divisiones,
rivalidades; están en nosotros con sus raíces en las propensiones negativas que tenemos y de la que no
podemos librarnos solos.

El saber que está adentro de nosotros nos empuja a tomarlos en serio y a reflexionar sobre ellos con
atención.

Si pensamos atentamente en otras palabras de la lista de la carta de Pablo a los romanos – chismosos,
detractores- nos damos cuenta de que muchas veces lo somos también nosotros al hablar de los demás.

S1. La mente insensata se refiere al corazón, porque lo que disminuye es la inteligencia del corazón, es
decir la capacidad orientadora del hombre para ver todas las realidades en la globalidad del plan de Dios.
Existe en nosotros fuerzas dispersivas y destructivas y, en el fondo de tales inclinaciones, hay una raíz de
desconfianza hacia Dios, una resistencia para aceptar una visión de la vida subordinada a la primacía, a la
iniciativa de Dios. Es importante entender esto para reconocer lo pecaminoso del hombre. Los más grandes
santos se decían y se sentían pecadores, porque habían entendido muy bien esta enseñanza.

Por supuesto que las fuerzas dispersivas no siempre obra de modo notorio, por varios motivos- muchas
veces es simplemente la percepción social que inhibe-. A veces afloran tragedias que se habían reprimido
por mucho tiempo y que circunstancias dramáticas hacen que se manifiesten de pronto, revelando lo que
había en el corazón del hombre.

Es el pecado lo que verdaderamente tiene necesidad de ser sanado en el hombre, para que sea sanada la
raíz de las obras de la carne. Injusticia, maldad, avaricia, malicia, envidia, no son simples fragilidades y
debilidades, sino que tienen su origen en algo más profundo.

(CANTAMOS EL ESTRIBILLO DE DEJAME NACER DE NUEVO)

Guía: Después tenemos los pecados estructurales y sociales: La segunda realidad que nos incumbe es la
del mal presente en la sociedad y en la historia.

Los pecados estructurales y sociales no son, evidentemente, solo la suma de los pecados personales, de las
maldades individuales, sino que están insertos en los sistemas de la vida, en la mentalidad, en las ideas
recibidas. Es un modo de ser y de vivir que la sagrada escritura llama “mundo” en sentido negativo, en que,
más allá de las bellas palabras, prevalece el interés, la necesidad de atropellar a los demás, de contraatacar,
de someter.

No podemos negar que la condición humana sea muy dramática; en una condición conflictiva a la que no
podemos sustraernos. Cuando examinamos la historia del pasado y nos asombramos de que se hayan
hecho algunas elecciones, incluso en la historia de la iglesia- como la tortura y la guerra-, deberíamos
comprender que esa gente vivía según ideas recibidas. Les era prácticamente imposible sustraerse a una
mentalidad que podía llevar a cometer injusticias.

Cada hombre y cada mujer son condicionados por los males sociales. Cuando nos damos cuenta de las
ataduras y de las esclavitudes de pecado en la que vivimos y que formamos parte de un mundo injusto,
violento, malo, que nos hace corresponsables por lo menos psicológicamente de situaciones que nos
repugnan, comprendemos de qué debemos ser salvados.

Pensemos, por ejemplo, en el mal que se ha manifestado en las grandes guerras mundiales, en el
antisemitismo, en los lager, en la muerte de millones y millones de judíos, una muerte sin razón, sin
sentido.

La salvación que Dios ofrece al hombre es el volver a encontrar, en la plenitud del encuentro con Cristo, la
potencialidad de esa apertura original querida por Dios, que crea la mentalidad del bien, la cultura positiva.

A lo mejor nos quitaría el aliento la percepción lucida, clara, de lo negativo que se nos precipita encima
colectivamente. El Señor, con su infinita bondad, permite que nos olvidemos de ello; de todos modos,
cuando pensamos en ello, sube espontaneo del corazón el grito de “Sálvanos, Señor, da al mundo tu
salvación”.

Pero eso no es todo. A los pecados personales y a nuestras fragilidades psíquicas y morales, a los pecados
sociales y a las injusticias con que cada hombre convive por el solo hecho de ser, se le debe agregar una
tercera realidad: el peso de los pecados colectivos como doctrina.
S1. Los pecados colectivos como doctrina, son ideologías, filosofías, desviaciones de las religiones, caminos
culturales de todo tipo, que llaman bien al mal y lo racionalizan, lo justifican confiriéndole duración y
persistencia. De aquí nacen las catástrofes que trastocan a las sociedades y modifican periódicamente el
curso de la historia. Pueden asumir el aspecto de una catástrofe lenta, casi una peste que poco a poco
destruye desde adentro a una civilización. No se trata simplemente de estructuras organizadas de mal, de
pecado, sino de estructuras de pensamiento que producen el mal.

Nos encontramos frente a una realidad diabólica, precisamente porque el mal es considerado bien por
razones de estado, por intereses económicos; tales desviaciones sociales confunden la mente, oscurecen la
vista, impiden que juzguemos rectamente.

La salvación de Dios, su hacernos pasar indemnes a través de este inmenso océano de mal, es un milagro;
equivale a ser llamados, como Lázaro, fuera de la tumba; a salir, como los judíos, de Egipto atravesando el
Mar Rojo.

(CANTAMOS QUE SERIA DE MI SI NO ME HUBIERAS PERDONADO)

Guía: Le invitamos a repetir en vos alta lo que más nos llegó, una frase una palabra. (Oración de eco)

C1. Qué triste Señor lo que el pecado hace en nosotros, Pero sabemos que siempre estás dispuesto a
renovarnos, a salvarnos del Pecado, gracias Señor.

Guía: Ahora pasamos a confesarnos para recibir la gracia de reconciliarnos. Cada uno se acerca y en voz
baja le dice sus faltas, solamente los pecados veniales que más se repiten y por supuesto todos los
pecados mortales hay que confesarlos, si no fueron antes presentados al sacramento de la reconciliación.
Tratemos de ser breves y concretos. Los que necesitan una charla el Sacerdote lo va a llamar en otro
momento para charlar.

Mientras pasan a confesarse seguimos en oración. Pidamos perdón a Dios por nuestros pecados, nuestras
oraciones de perdón lo podemos hacer en voz alta. Evitemos generalidades o vaguedades, como “perdón
por mi dureza de corazón”. Que sean cosas concretas, para que infundan más arrepentimiento y para que
permitan a los demás caer en la cuenta de ciertas fallas que no habián examinado. Nos fijamos en las que
más molestan quienes conviven con nosotros, para lo cual es útil recordar sus reproches: “siempre quieres
tener razón”, “te quejas por cualquier cosa”, “no se puede confiar en ti”, etc.

(MIENTRAS PASAN A CONFESARSE, SEGUIR HACIENDO ORACIÓN, MOMENTOS DE SILENCIO PARA


EXAMINARSE Y CANTO)

G. (CUNADO LLEGA EL TIEMPO AUNQUE NO SE HAYAN CONFESADO TODOS). Gracias Señor por tu amor.
Cuanto nos amas Señor, que ahora nos perdona, gracias Señor.

(SE LE INDICAN QUE TIENEN UN RECREO Y VUELVEN CUANDO ESCUCHAN LA CAMPANITA)


Contemplación del sepulcro

Oración inicial: Padre estamos aquí porque queremos entrar al sepulcro y vaciarnos de nosotros para
llenarnos de ti, vaciarnos de nuestros desalientos, de nuestra tibieza, de nuestra falta de fe necesitamos tu
espíritu para ver y creer, necesitamos que envíes tu espíritu sobre nosotros para morir al hombre viejo romper
el cascaron y nacer nuevamente a la alegría que viene de ti, envíanos señor tu espíritu santo, envíanos para
que nos corra la piedra, para que sople y nos rompa el cascaron, envía señor tu espíritu…

Narrador: “Pasado el sábado, María Magdalena, María la madre de Santiago y Salomé compraron perfumes
para ungir el cuerpo de Jesús. A la madrugada del primer día de la semana, cuando salía el sol fueron al
sepulcro”. Mc 16 1-3

(PASAN ADELANTE DOS MUJERES, Y SE QUEDAN PARADAS)

C 1: Hoy Padre somos como estas mujeres que se dirigen a la tumba de su Señor, estamos tristes con la
intención de querer terminar el rito de la unción. También nosotros estamos desolados, ni siquiera nos
imaginamos la posibilidad de que nuestro Maestro pudiera estar vivo. Perdónanos Señor.

C2 Señor no permitas que me sepulte en la resignación. Para María Magdalena y las demás todos volvía a ser
como antes, como a mí me pasa que después de experimentar tu amor después de un tiempo, todo volvió a
ser cómo antes, y parece que el capítulo Jesús ha terminado como le paso a los discípulos, Señor libérame de
la resignación.

C1 Señor fácilmente me desaliento y me lleva a la resignación. Muchas veces pienso: “Soy cristiano desde hace
mucho tiempo y, sin embargo, en mí no cambia nada, cometo siempre los mismos pecados y caigo en la
RESIGNACIÓN”. Y desalentado, renunciamos a la misericordia. Libérame Señor de encerrarme en este sepulcro.

C 2: Perdón Señor, tantas veces me demostraste que has podido correr la piedra de la tumba, pero aun así, en
mí corazón anidan confusiones, miedo, intriga. Señor aumenta mi fe, aumenta mi fe en la resurrección.
Bendito seas Señor tu eres capaz de remover cualquier piedra de muerte en mi corazón, bendito seas Señor.

N: De pronto, se produjo un gran temblor de tierra: el Ángel de Señor bajo del cielo, hizo rodar la piedra del
Sepulcro y se sentó sobre ella (Mt 28,2)

(UN SERVIDOR HACE UN GRAN RUIDO, CAMPANILLAS Y PANDERETAS, CANTAR RESUSITO, VIBRANTE Y
CONTEMPLATIVO. SILENCIO CONTEMPLATIVO)

G: ¡has resucitado, Jesús! ¡Has vencido a la muerte! ¡Te felicitamos y alabamos! ¡Te mereces el aplauso más
grande de todos los tiempos!
(APLAUSOS. ACLAMACIONES. CANTOS MÁS ALEGRES DE RESURRECCION: SUENEN CAMPANAS. CANTOS EN
ESPIRITU. ORACIONES ESPONTANEAS: “HOY EL SEÑOR RESUCITO Y DE LA MUERTE NOS LIBRO”)

N (CUANDO EL GUÍA LO INDIQUE): el primer día de la semana, de madrugada, María magdalena fue al sepulcro
y vio que la piedra había sido sacada.

(MIENTRAS TANTO, MARÍA MAGDALENA SE ACERCA AL ALTAR Y MIRA DETRÁS COMO BUSCANDO LOS RESTOS
MORTALES)
Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba y les dijo:

MAGDALENA (DELANTE DEL ALTAR MIRANDO A LA GENTE): ¡se han llevado del sepulcro al señor y no sabemos
dónde lo han puesto!

(Se queda junto al altar, de rodillas o sentada, como llorando)

N: Simón Pedro entro al sepulcro; vio las vendas en el suelo y también el sudario que había cubierto su cabeza;
este no estaba con las vendas sino enrollado en un lugar aparte. Luego entro el otro discípulo: vio y creyó.

C1: También nosotros creemos, señor. Ya no necesitas mortaja: eres un triunfador glorioso. Junto con juan y
con los peregrinos que año tras año siguen visitando el santo sepulcro. Te proclamamos señor de la vida.

C2: El sepulcro cerrado proclamaba la victoria de la muerte, pero el sepulcro abierto y vacío proclama la
victoria de la vida. Tú no puedes quedar encerrado: ¡has vencido a la muerte!

N: María se había quedado fuera, llorando junto al sepulcro. Vio a Jesús, pero no lo reconoció. (Aparece Jesús
desde la sacristía sin avanzar mucho). Jesús le pregunto:

JESÚS: Mujer, ¿Por qué lloras? ¿A quién buscas?

MAGDALENA: Señor, si tú lo has llevado, dime donde lo has puesto y yo iré a buscarlo.

JESÚS: ¡María!

MAGDALENA: ¡Raboni! (Jn. 20, 1-18)

(SE ARRODILLA ABRAZANDO LOS PIES DE JESÚS)

G: ¡Raboni! ¡Maestro mío! ¡Cuánto significa para ella ese título! También para cada uno de notros hay un
nombre que expresa de un modo especial quien eres tú. Déjanos decirte, como ella, esas palabras que
tenemos guardadas en nuestro corazón.

C7: dueño mío

C8: tesoro mío (se sigue)

G: María magdalena no puede quedarse gozando la presencia visible de Jesús: debe ser testigo oficial de su
resurrección. (Va hacia los bancos. Jesús vuelve a la sacristía sin hacerse notar)

Canto: Jesús- Jesús es el señor. Vive Jesús.

Narrador: A la atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, los discípulos tenían cerradas las puertas,
por temor a los judíos. Llego Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo.

Jesús: (con los brazos extendidos en señal de acogida, sonriendo y mirando a todos) ¡la paz este con ustedes!
¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas? Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme
y vean.
C1: Tus palabras me movilizan Jesús “la paz este con ustedes”… vos, venís a traernos tu paz, esa paz
verdadera, la que no da el mundo. Gracias, gracias señor.

C2: Y no puedo menos que quedarme maravillado y ser testigo de tu resurrección, ser testigo de tu profundo
amor por cada uno de nosotros.

C3: Y ahora advierto que estas aquí, que tu paz inunda todo este lugar y mis miedos se van, mis miedos se
corren porque tu resurrección es más fuerte, tu resurrección me levanta y me da vida nueva.

Guía: no dejemos pasar de largo a Jesús en esta tarde, él está aquí. Nos mira, nos sonríe, nos trae su paz.
San Agustín decía, respecto al paso del señor: “TEMO A DIOS QUE PASA, POR SI NO VUELVE”.
Pidamos al espíritu santo que nos de la gracia de tener los ojos abiertos, despierto al oído y el alma dispuesta
para ser testigo de su resurrección.

(Oraciones espontaneas)

Guía: ¡Gracias señor porque nos dices, tóquenme y vean!


Déjanos besar tus manos traspasadas pero llenas de vida. Y que al besar tus manos, sintamos la fuerza de tu
resurrección.

(Se acercan a besar las manos de Jesús)

Canto:
Terminar con alabanzas y vivas a Jesús resucitado.
El camino a Emaús

Lucas 24, 13-35

Introducción

Guía: En este momento vamos a vivir la experiencia de los dos discípulos de Emaús, que pasaron por la
tristeza y la decepción; y una vez que entendieron todo, por medio de las Escrituras, recuperaron la alegría
de ver al Señor.

Oración Inicial: Señor queremos caminar contigo, queremos que nos acompañe en el camino. Envíanos
Padre a tu Espíritu para tener la experiencia de los de Emaús. Que tu Palabra encienda nuestro corazón y
así poder volver a la comunidad radiantes de alegría porque te hemos visto. Necesitamos de tu Espíritu,
envíalo Señor. < Canto al Espíritu.>

Narrador: Dos de sus discípulos iban a un pequeño pueblo llamado Emaús. En el camino hablaban sobre lo
que había ocurrido. Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con
ellos. Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran.

(PASAN DOS DISCÍPULOS HACIA ADELANTE)

C1 Perdóname Señor por no esperar en ti, aun así tú te acercas a caminar conmigo. Es tan débil mi
Esperanza que no puedo esperar ni si quiera el tercer día que vos anunciaste tu Resurrección.

C2 Tú sabes que a menudo me decepciono, bajo los brazos y la muerte se transforma en una certeza que
hace que todo a mi alrededor huela a sepulcro.

C3 Señor aumenta mi Esperanza, porque me desanimo ante la primera dificultad y el pesimismo va


ganando mi corazón. Escucho una y otra vez voces como “eso no sirve para nada”, “para qué, “estas
perdiendo el tiempo”. Tú sabes que soy débil. Ven en mi auxilio pues quiero vencerle a la oscuridad del
mundo que poco a poco me va ganando.

(ENTRA JESUS Y LE HABLA A LOS DOS DISCÍPULOS)

Jesús: ¿Que comentaban por el camino?

Narrador: Ellos se detuvieron, con el semblante triste, y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió.

Cleofás: ¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que paso en estos días!

Jesús: ¿Qué cosa?

Cleofás: Lo referente a Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y en palabras delante de
Dios y de todo el pueblo, y cómo nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para ser
condenado a muerte y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel. Pero a
todo eso ya van tres días que sucedieron estas cosas.

C1 Al igual que los discípulos, se ha hundido nuestra esperanza. Ayúdanos Señor a aumentar nuestra Fe y a
quitar la tibieza de nuestro corazón. Solo así podremos ver la verdadera causa de nuestra tristeza, que es
no creer firmemente que tú has resucitado.
C2 Nos hemos vuelto impacientes. No podemos esperar, ni siquiera confiar en tus promesas. Ya no estás
humanamente visible y no podemos comprenderlo. Aclamamos por Ti y no apareces. Estamos tan abatidos
por el ruido cotidiano de nuestras vidas que no podemos escuchar tu llamado en el silencio de nuestro
corazón.

(CANCION: SI QUIERES TE ACOMPAÑO EN EL CAMINO – Desde inicio hasta el primer estribillo inclusive)

Cleofás: Es cierto que nos asustaron unas mujeres de las nuestras, que yendo de madrugada al sepulcro, no
encontraron su cuerpo y vinieron diciendo que habían tenido una visión de ángeles que les dijeron que el
vivía. Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y hallaron las cosas tal y como las mujeres decían. Pero a
Él no lo vieron.

C1 Tú has preparado con amor el camino que nos llevaría a tu encuentro. Nos regalaste una comunidad
como instrumento para seguir junto a ti. Te damos gracias por la vida de cada uno de sus integrantes.

C2 Perdóname Señor por la falta de compromiso con mi comunidad, por las tantas veces que no puedo
dejar de lado mi orgullo. Ayúdame a poder comprender a mi hermano, que pueda verte a Ti a través de él.

C3 Tu sabes que esperamos ver para creer. Nos engañamos creyendo que podemos hacerlo con el corazón
frio. Los mensajes que nos envías, pasan asi, desapercibidos ante nuestros ojos. Alabado seas! Porque aun
no siendo dignos de tu presencia, siempre vienes a nuestro encuentro.

Jesús: ¡Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas! ¿No
era necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria? Y comenzando por
Moisés y continuando con todos los Profetas, les interpreto en todas las Escrituras lo que se refería a él.

C1: Bendito seas señor porque tu amor supera todas nuestras expectativas. Aun cuando retrocedemos,
buscando seguridades, tu Palabra vuelve a encender el fuego en nuestro corazón.

C2: Que tu Palabra siempre sea la luz de mi camino, la que disipe las tristezas y nos devuelva la esperanza y
la alegría porque tu Señor, has resucitado para darnos vida en abundancia.

(CANCION: VIDA EN ABUNDANCIA – Desde el inicio hasta el primer estribillo inclusive)

Narrador: Cuando llegaron cerca del pueblo a donde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos
le insistieron.

Discípulos: Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba.

Narrador: El entro y se quedó con ellos.

C1 Gracias Señor porque tu nos dejas elegir. Aunque nuestra decisión no sea la correcta, permaneces a
nuestro lado y no nos abandonas.

C2 Señor no permitas que me aparte de Ti, no permitas Señor que sea yo quien tape tu voz.

Narrador: Y estando a la mesa, tomo el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se los dio. Entonces
los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero él había desaparecido de su vista. Y se decían:

Discípulos: ¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las
Escrituras?
EXPOSICIÓN DEL SANTISIMO

C1 Te damos gracias Señor porque te haces presente al partir el pan, porque tu presencia nos devuelve la
alegría y podemos verte resucitado.

C2 Tu presencia Señor hace que el velo de nuestros ojos desaparezca. Ya no tememos a la oscuridad, ya no
tememos a la muerte.

C3: Tenemos la certeza de que nos has salvado! Haz cumplido tu promesa Señor y nos la has confirmado. Te
pedimos que la alegría de conocerte nos lleve a compartir la buena nueva de saberte vivo y así convertir
nuestra fe en fuego que anime y caliente otros corazones.

SIGNO.
En este momento nos acercamos a retirar un papel en el cual vamos a escribir el nombre de nuestra
primera comunidad acompañado de una oracion para rezar por ella y se lo vamos a entregar al Señor
colocándolo al pie del Santísimo.
Materiales: biromes, papel de tamaño chico, una canastita con forma de corazón, y el santísimo.
(CANCION: SI QUIERES TE ACOMPAÑO EN EL CAMINO – Continuación y final)
Trabajo en Comunidad

G. Jesús desea que sepamos recibir con un corazón abierto su palabra, para que dé frutos en nosotros. Por
eso comencemos este momento con una Oración. INVITAR HACER ALGUNAS ORACIONES ESPONTÁNEAS Y
LUEGO CIERRA CON LA SIGUIENTE ORACIÓN:

Señor Jesús abre mis ojos y mis oídos a tu palabra. Que lea y escuche yo tu voz y medite tus enseñanzas,
despierta mi alma y mi inteligencia para que tu palabra penetre en mi corazón y pueda yo saborearla y
comprenderla. Dame una gran fe en ti para que tus palabras sean para mí la luz que me guíen
hacia ti por el camino de la justicia y de la verdad.
Habla señor que yo te escucho y deseo poner en práctica tu doctrina, por que tus palabras son para mí,
vida, gozo, paz y felicidad. Háblame Señor tu eres mi Señor y mi maestro y no escucharé a nadie sino a ti.
Amén.

G. Leamos lo que Jesús nos con una parábola: PEDIR BUSCAR EL TEXTO LC 8, 4-8 Y QUE ALGUIEN LEA

G. La parábola del sembrador nos enseña dos cosas: primero, que la semilla quiere decir: la Palabra de
Dios, no se niega a nadie. Es un regalo de Dios. Segundo, que la palabra de Dios, a pesar de toda la fuerza
que contiene, produce fruto solo en la medida en la que alguien la recibe con buena disposición. Dios
cuenta con la libertad del hombre. Este puede aceptar o rechazar el evangelio. Los distintos terrenos en los
que cae la semilla, son los corazones de las personas, distintos también en su apertura hacia el mensaje de
Cristo.

Esa parábola del sembrador es un consuelo para los que siembran la palabra de Dios y una exhortación
para todos, ya que todos la debemos recibir.

Así como Jesús y los primeros cristianos, también hoy muchos que anuncian la palabra de Dios tienen que
experimentar que no son entendidos, que predican a oídos sordos, que sufren el rechazo. Algunos se
oponen vehemente ya de entrada; otros dicen primero que sí, pero después no se dejan ver más, y los
terceros aflojan ante la tentación de algo más rentable o divertido.

Jesús dice: no todos aceptan vivir de acuerdo al evangelio. El reino será una realidad a pesar de todas las
fuerzas que quieran impedirlo. Serán muchos y poderosos los que se oponen. Pero la palabra de Dios es
poderosa y no puede fallar. Ya el profeta Isaías dijo. BUSCAR EL TEXTO DE ISAÍAS 55, 10, 10-11. PEDIR A
ALGUIEN QUE LEA:

“Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo y no vuelven a él sin haber empapado la tierra, sin haberla
fecundado y hecho germinar, para que de ella la semilla al sembrador y el pan al que come, así sucede con
la Palabra que sale de mi boca ella no vuelve a mi estéril, sino que realiza todo lo que yo quiero, y cumple la
misión que yo le encomendé.”
G. Invitar a leerlo nuevamente en silencio. Y Luego cerrar los ojos e invitar hacer oraciones espontáneas
expresando las mociones del Espíritu en sus corazones.

ORACIONES ESPONTÁNEAS, DE ALABANZA, ADORACIÓN, INTERCESIÓN, PERDÓN, SI EL ESPÍRITU LE SUGIERE


UN CANTO EN TORNO A LA PALABRA HACERLO A CAPELA O SI ALGUIEN SABE UN INSTRUMENTO HACERLO.

G. La Palabra de Dios es un gran tesoro que no hay motivo para dejar de sembrar. Jesús pone el acento no
en la semilla que se pierde, sino en la gran cosecha que se logra, y que supera todo cálculo predecible.

Las cifras son fantásticas. Una muy buena cosecha en palestina no solía superar el 10 por uno. Y Jesús habla
de 30,60, y hasta 100 por uno. Si bien los comienzos del Reino son pequeños, por tratarse de una semilla
Divina, la cosecha será fabulosa.

La parábola es una exhortación para recibir el evangelio con oído y corazón abierto. “¡El que tenga oídos,
que oiga!”, dice Jesús.
¿Pensar en que “todo lo grande antes era muy pequeño” me da ánimo?

El sembrador de la Palabra, sea Jesús, sean sus discípulos, tropezaban, y tropiezan, con una serie de
dificultades que parecen ahogar toda humana esperanza: superficialidad indiferente de los oyentes, leemos
Mc.6,5s, su positiva adversidad frente al Reino Mc.3,6, su inconstancia antes las exigencias de la fe Jn.
6,60ss.

La explicación pone en primer plano las diversas actitudes con que se encoge la predicación del evangelio.
La semilla solamente dará frutos en buena tierra.

En la evangelización, hoy como ayer, se repite el drama entre Dios que ofrece la salvación, y el hombre que
es libre de aceptarla o rechazarla.

EL Documento de Aparecida dice “Es condición indispensable el conocimiento profundo y vivencial de la


Palabra de Dios. Por esto, hay que educar al pueblo en la lectura y la meditación de la Palabra: que ella se
convierta en su alimento para que, por propia experiencia, vea que las palabras de Jesús son espíritu y vida.

(EL GUIA DEBE LLEVAR UN RECIPIENTE CON TIERRA Y SEMILLAS PARA CADA INTEGRANTE DE LA
COMUNIDAD.)
G. (ENTREGA UNA SEMILLA A CADA INTEGRANTE) Le invito a cerrar los ojos para transformar en oración
todo lo charlado, pensemos en lo que más me llegó, que clase de tierra es mi corazón, soy un sembrador.
(DEJAR UNO MINUTOS DE SILENCIO).

G. (LUEGO DE UNOS MINUTOS) Pasamos a sembrar la semilla en el recipiente de tierra y expresemos


nuestra oración en voz alta. Se termina cantando la siguiente canción. (En lo posible llevar impreso la letra
de la canción)

LA                              LA7                 RE
Sé como el grano de trigo que cae
          MI7                                LA
en tierra y desaparece.
LA                                 LA7                    RE
Y aunque te duela la muerte de hoy,
 MI7,                                              LA
mira la espiga que crece.
 
LA                                     DO#m
Un trigal será la Iglesia
 RE,                   MI7                LA
que guardará mis entregas,
 RE,           MI7                     LA                     Fa#m
fecundadas por la sangre de Aquél
 Sim,                    MI7              LA
que dio su vida por ella.
 
Ciudad nueva del amor,
donde vivirá el pueblo
que en los brazos de su dueño nació,
sostenido de un madero.
 
Yo mi vida he de entregar,
para aumentar la cosecha
que el sembrador al final buscará
y dejará ser eterna.
 
Y un día al Padre volveré,
a descubrir el secreto
de la pequeña semilla que fiel
cobró su herencia en el cielo.
 
Oración Personal

Objetivo:
- Presentar la oración Mental como forma de oración cotidiana.
- Hacerlo experimentar estar 30 minutos en presencia de Dios.
- Enseñar brevemente sobre discernimiento.

SE EXPLICA BREVMENTE POR LO TANTO DEBERÁ HACERLO UN SERVIDOR CON


EXPERIENCIA PARA NO ALARGAR CON LA ENSEÑANAZA Y QUITARLE TIEMPO A LA
ORACIÓN Y AL DISCERNIMIENTO.

SE LES DA EL TEXTO DE JN 15, 1-8


DEBEN TENER ORACIÓN DE MEDIA HORA POR LO MENOS.

Or. Inicial Espíritu de santidad, ven a nuestro interior para abrir nuestro corazón a este
momento tan importante del “Volver a Galilea” que nos prepara para el encuentro
personal, en intimidad contigo, cotidianamente.

G. Les presentamos ahora brevemente los puntos principales sobre la oración


personal, para luego tener una experiencia de oración mental.

Cómo es este método…?

“La oración mental” es un tipo de oración con un método propio. La oración nos
permite acercarnos a Dios y al mismo tiempo nos ayuda a sanarnos sicológicamente
con las mayores garantías de éxito, y si no, se acepta la devolución del producto.

Para todos los que quieran comenzar el camino acá va la primer propuesta: Hacer 15
minutos diarios de oración mental. Que hacer en estos quince minutos:

La Oración Mental tiene cuatro características:


- Cultivo la expectación.
- Descanso Orando.
- Vivo la escena presente.
- Crezco en Oración.
- Convierto en oración las distracciones.
Me voy a encontrar con alguien que me ama.

S1. Cultivo la Expectación, me preparo para esos 15 minutos diarios sabiendo que Dios
tiene algo preparado para mí. Es un rato de gran importancia para mi vida. Me voy a
encontrar con alguien que me ama. Tener oración no es solamente pensar en Dios todo
el día, sino que es ir creciendo en intimidad con Dios, y eso sólo se loga si le dedicamos
un tiempo exclusivo para estar con él y donde podamos experimentar si presencia.

Toda buena oración es liberadora, sanadora, iluminativa, consoladora, etc, por ello
confio en que Dios hará en mi onterior mucho más de lo que puedo imaginar y sentir.
S2. Descanso Orando. Mantengo los ojos cerrados para comenzar a vivir más lo
interior que lo exterior. Sin forzar los parpados. Para el que es ansioso es más difícil
porque quiere tener todo bajo control. Cerrar los ojos significa aprender a
abandonarse, y esto ya es terapéutico para los ansiosos.

Busco una Postura Natural, que puede conservar un buen rato son tensiones
musculares. Tomo conciencia de mi respiración y puedo repetir en mi onterior alguna
frase que se adecue al ritmo de ella, como “Jesús” o “En vos confío”, etc.

Me dejo llenar por el Espíritu Santo que todo lo inunda de Paz y Gozo interior, exhalo
todo lo que pretendo deshacerme de mi interior como la tristesa, miedos, soledades,
ansiedades, preocupaciones de todo tipo, violencias, quejas, depresiones, etc.

Es como si me dejara estar en los brazos de Dios Padre, como un bebito, y no necesito
de mucho más.

S3. Vivo la escena presente Tomo conciencia de que estas presente en cada cosa; pero
especialmente en mi interior, donde me esperas para imitar conmigo.

Leo una o dos veces un breve texto del evangelio. Veo con la imaginación el cuadro:
paisaje, vestimenta, gestos, tono de voz, actitudes, sentimientos de cada personaje.

Revivo la escena, identificándome con algún personaje que aparece en el texto o bien
como otro espectador, interviniendo según se me ocurra y conviviendo contigo.
Permanezco el mayor tiempo con los ojos cerrados, para abrir más los ojos del alma.
No me pongo en la postura más cómoda, sino en la que favorezca más la unión contigo.
Si estoy solo, no temo hacer gestos que me ayuden a sentir más real la contemplación
o cantar en voz baja algún canto oportuno. Si estoy con otros, puedo hacer estas cosas
mentalmente. Soltarme físicamente puede ayudar a soltarme espiritualmente.

Algunas personas van a ver un espectáculo o un deporte y aplauden, lloran, rien,


cantan, gritan, etc, Pero ante Dios no expresan más que oraciones armadas sin
espontaneidad, o se quedan con caras serias sin expresar ningún afecto. Es hermoso
comenzar a soltarse en este aspecto y hacer crecer el vínculo con Dios desde la libertad
interior de expresarle toda tristeza, pero también toda alegría.

G. Crezco en oración Elijo el tiempo y el lugar más adecuados y soy fiel a ese propósito
para que se me convierta en habito.

Hago una solemne señal de la cruz que me cubra todo entero con el manto de la
trinidad.

Reconozco que no sabemos orar como es debido, pero tu espíritu viene en nuestra
debilidad (Rm 8,26) y me abro con humildad a su acción.
Pongo en tus manos redentoras los problemas que podrían absorberme, convencido
de que ahora me ocupo de ti estaré después mejor preparado para resolverlos.
Particularmente te entrego mis rencores y quejas y me zambullo en tu amor.

Mi oración es simple y dócil a tu inspiración, no rebuscada, tratando de secundar lo


que brota de mi interior.

Repito una misma palabra –o breve frase- mientras tenga sentido para mí, en lugar de
pasar adelante.

Cultivo los silencios o pausas en la oración vocal o mental, para empaparme de lo que
voy diciendo.

Aprecio más lo que Dios me puedes decir que lo que yo diga.

Es importante no acortar el tiempo de oración. El quedarme 15 minutos es una forma


de enseñarle a la voluntad lo que es importante, más allá de mis sequedades,
distracciones, o sentimientos pasajeros.

Es increíble lo que puedo sanar interiormente si le enseño a la voluntad lo que es buen


alimento. Me puedo quedar unos minutos más en la oración si me estoy sintiendo
bien.
Cuando estoy en aridez y no logro expresarme, puedo hacer la oración por escrito,
como escribiéndote una carta con mucho amor.

Al final de la oración hago una evaluación, para acostumbrarme a hacer mis apuntes
espirituales.

Lo importante no es si la primer semana pude cumplir con todos los días de oración,
sino continuar intentándolo una y otra vez hasta tener hábito.

S1. Convierto en oración las distracciones. Algunos piensan que si se distraen no


están haciendo oración. Es cómo si uno estuviera fumando un cigarrillo sin pensar en
lo que hace y luego dijera que no fumo.

Si me vienen distracciones, las convierto en tema de oración, en lugar de combatirlas


como se espantan las moscas.

Las circunstancias que el padre dispone o permite son para mí bien (Rm 8,25-34); por
eso, aunque parezcan triviales o negativas, procuro aprovecharlas. Por ejemplo:
● El calor y el frio me hacen pensar en el calor del amor.
● Un ruido puede integrarse a la escena que estoy contemplando, para darle más
realismo y actualidad.
● La sirena de una fábrica estimula mis preocupaciones sociales.
● El gorjeo de los pajaritos eleva mi alma a los coros celestiales y al deseo de
alabarte también en lenguas.
Ante cualquier incidente, pregunto: ¿Qué me quieres decir, señor, con esto?
Semejantes reflexiones me permiten hacer oración durante viajes y en otras
circunstancias que impidan el recogimiento. Además irán entrenándome para la unión
contigo durante el día.
Pero lo que interesa ahora es que me permitirán recuperar el problema de las
distracciones: si todo me une contigo, ya nada merece llamarse “distracción”. Todas las
cosas me hablan de ti porque estas en ellas y porque me las ofreces con inmenso amor.

Cuando caigo en la cuenta de imágenes o pensamientos aparentemente


desconectados con el tema de la meditación, no siempre lo presumo como
distracciones pueden ser inspiraciones tuyas sobre alguna necesidad de otros por
quienes interceder o el llamado a una oración más encarnada en la vida.

Por eso, redentor divino, ahora hago para siempre esta intención: las oraciones que
rece distraído quiero ofrecerlas para que tú lo bendigas a esas personas o situaciones
en la que este pasando. Con eso, ya no serán distracciones sino temas de intercesión.

Si la distracción es una preocupación honda, que afloraría de todas maneras, la elijo


como tema. Te la presento como si yo fuera tu secretario: “Este es un asunto tuyo,
¿Qué quieres? ¿Cómo podre secundar tus planes?”.

G. Tratar de hacer un resumen.

G. Ahora tendremos 30 minutos de Oración personal siguiendo estos consejos que nos
dieron.
El Evangelio de Jn. 15, 1-8 le puede servir de apoyatura para la meditación.

Por favor nadie hable con otro porque sería interrumpir su oración. Cunado suene la
campanilla nos encontraremos aquí para el discernimiento.
Lo reconocieron en la fracción del pan

Introducción:
¿Quién de nosotros no ha experimentado la tristeza, desilusión, desesperanza? Cómo
los discípulos de Emaús “nosotros esperábamos que fuera él…” Cuanta desilusión
acumula ya nuestra existencia, cuantas expectativas frustradas, anhelos insatisfechos
¿Quién no ha clamado alguna vez “yo esperaba… Aquí no pasa nada”

Desarrollo:
El evangelio nos confirma una convicción Cristo Resucitado Camina a nuestro lado”. Lo
que pasa es que Algo impide que lo reconozcamos. Cómo a los discípulos de Emaús
algo impide ver a Dios. Algo impide a nuestro Corazón “Arder” de felicidad. Entonces:
cómo superar:

1. “Jesús se acercó…” Siempre él toma la iniciativa, se acerca al que perdió la


esperanza. Cristo siempre está presente en este entramado de ilusiones y fracaso de la
vida humana.

¿Cómo hace Jesús para abrirnos los ojos, que nuestro corazón se entusiasme, arda ante
la posibilidad de una nueva vida? Primero con su Palabra “y comenzando por los
profetas…” A Jesús lo encontramos a lo largo y a lo ancho de la Biblia. El asiduo
contacto con la Palabra de Dios sobre todo si nos detenemos en la paz de la meditación
que desemboca en la oración, nos ara encontrar en vivo y directo con Jesús. Primer
vehículo que utiliza Jesús para acompañar nuestro diario trajinar es la Palabra de Dios.

2. “El entro…” Jesús invento la Eucaristía cómo la fuerza suprema de estar con
nosotros. Al comulgar nos alimentamos y nos transformamos en el Cristo que vive en la
Eucaristía.

Sobre todo, aparece destacado el énfasis en esta frase: “ellos contaron lo que les había
pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan”. Parece como si
Lucas quisiera demostrar, con su relato, que también los cristianos de las generaciones
siguientes tienen un momento privilegiado donde pueden “ver” al Resucitado. Este
momento es la fracción del pan, el nombre que en el primer siglo recibía la eucaristía.
Dicen los estudiosos que Lucas, sin pretender contarnos que la escena fuera
celebración eucarística- impensable todavía, antes de Pentecostés- quiso dejarnos en el
último capítulo de su evangelio una “catequesis historizada” de esta importante
convicción. Que Cristo Jesús sigue también presente a las generaciones siguientes
sobre todo en la Eucaristía, en la que se concentran los varios aspectos del episodio:
ver a Cristo, con los ojos de la fe, en la comunidad reunida, en la Palabra, en la fracción
del pan, en la caridad fraterna. Es lo que hacemos cada vez que acudimos a la
celebración comunitaria de este sacramento.

La Eucaristía dominical es para los cristianos como el motor de toda vida de fe durante
la semana. No suceden en ella milagros. Pero siempre nos ofrece un encuentro con
Cristo Palabra y con Cristo Pan. Y nos hace recordar que la comunidad es el primer
“sacramento” de su presencia en medio de nosotros: “donde dos o tres se reúnen en
mi nombre, allí estoy yo”. Son diversos modos de manifestarse la presencia siempre
viva del Resucitado, además del modo privilegiado del Pan y el Vino eucarísticos. Y que
también sigue siendo real y experimentable fuera de la celebración: en la caridad
fraterna.

“Hombres duro de entendimiento…” Cómo nos cuesta creer que el camino de la


alegría y la paz es tan simple: La Palabra de Dios que orienta nuestro andar, la
Eucaristía que alimenta nuestro esfuerzo, a caridad, el servicio fraterno vivido en la
comunidad.

Los que reciben a Cristo con el semblante triste terminan exclamando “¿Acaso no ardía
nuestro corazón…?”.

Conclusión: El evangelio nos enseña que es posible pasar del semblante triste al ardor
del corazón. Para ello basta reconocer a Jesús frecuentando la Palabra de Dios,
compartiendo el Pan de la vida en la comunidad. ¿Cuál es el resultado? Un corazón
enamorado de Cristo. Terminar rezando la oración colecta de la misa del Tercer
domingo de Pascua ciclo A.
“Con los ojos y el Corazón de María”

Objetivo:
- Contemplar a María junto al Resucitado.
- Entrar en el Dolor y Gozo de María en la Pascua.
- Sanación de la figura materna.

Guía: Ahora queremos detenernos en María, queremos contemplarla a ella que tiene
una fuerza especial para que nos lleve a Galilea. Vamos a meternos en su escuela para
que nuestra Madre nos muestre como vivió, el alejamiento de los amigos de su hijo, el
dolor, la alegría de la Resurrección y que nos lleve a Galilea para mañana estar con su
hijo Resucitado.

Guía: María es la que mejor hizo el camino de la Pascua, porque ella lo ha vivido más
cerca que cualquier otra persona. EL Evangelio de Juan presenta al calvario como el
lugar del paso de la Pascua Antigua a la Nueva Pascua. Y Ahí estaba María al Píe de la
Cruz. Situada en el Corazón mismo del Misterio Pascual. Ella no asistió sólo a la derrota
y a la muerte de su Hijo, sino también a su Glorificación, ha visto “la gloria de Dios” que
es el amor.

Oración Inicial: María, déjame acompañarte junto a la Cruz. Déjame contemplar


contigo ese amor inmenso. Déjame admirar a tu lado esa entrega sin límites. Pero
también déjame alegrarme contigo, Madre, mirando al Resucitado. Celebremos la
alegría de verlo triunfante, feliz, desbordante de vida y de luz. Pídele a Jesús que
derrame en toda mi existencia la vida nueva, el poder y la luz de su resurrección. Canto
al Espíritu Santo.

C1 Señor en esta noche queremos contemplar tu misterio Pascual con los ojos de
María, queremos conocer el corazón de nuestra madre en esos momentos, cuéntanos
Madre.

(PASA MARÍA Y SE SIENTA FRENTE A TODOS)

María: Yo he bebido el Cáliz de la Pasión, vi las negaciones de Pedro, judas, escuche los
gritos “¡Barrabás, no él!”, vi su carne flagelada, sangrante, coronada de Espinas, semi
desnuda delante de la multitud, temblando, aterrado por tristeza de muerte, en la cruz.
Escuche el ruido de los golpes de martillo y los insultos “Sálvate a ti mismo. Vi a los
soldados dividirse sus vestiduras y la túnica que yo mismo he tejido.

C2 Madre veo en tu Corazón los estigmas invisibles de la Pasión. Pero fue luego
perdonar madre, cuando escuchaste a tu hijo Padre, perdónalos porque no saben lo
que hacen. Como buena Madre que conocías a tu hijo entendías que te pedía que vos
también perdones. Y Perdonaste.

G. Ayúdanos Madre también ahora a nosotros, Perdonar, Sanar, Resucitar.

Canto: Estribillo de Junto a ti María.


Sanación

Guía: Ahora vamos hacer un minuto de silencio para meditar lo que nos quiere decir el
Señor con todo esto después NOMBRE….. va a prologar nuestra oración. La seguimos
en silencio, aplicándolo a nuestro caso personal. Si recuerdan algún hecho doloroso
que no es mencionado por el servidor, ustedes mismos lo entregan en oración
silenciosa. Procuremos concentrarnos, no hacer ruido. Conviene estar relajados no
tener nada en las piernas.

C1. Oración para pedir una nueva efusión de amor para la familia: Jesús, tu eres el
amor infinito. Hoy te pido que vengas sobre mí y sobre todos los integrantes de mi
familia una abundante efusión de tu amor, y así como desciende el agua pura y
cristalina de la nieve que se derrite en las altas cumbres, y que va dando vida a lo largo
de todo su recorrido, trae también la vida plena que solo puede producir una
experiencia de amor renovado, que también descienda renovado todo el amor familiar
que ha existido a lo largo de las generaciones de mi familia.
También quiero pedirte, que si en la vida de mi familia y en mis ancestros las
expresiones de amor han sido escasas, que tu agregues todo lo haya faltado.
Tu eres un Dios prodigo en el amor, que puedes ver si las nevadas de amor en los
cauces superiores de mi familia y de mi historia personal han sido insuficientes.
Si así ha sido, te pido que tu agregues lo que este faltando.
Añade en los corazones y en el modo de relacionarnos mutuamente: afecto, ternura,
dulzura, afabilidad, simpatía, paciencia, perdón, comprensión, dialogo, unión, y todos
aquellos matices de amor, que solo tú puedes conceder.
Perdónanos por no haber sido receptores y transmisores de tu presencia y de tu amor
trinitario. Perdónanos por el daño que nos hayamos hecho los unos a los otros y
libéranos de todas las ataduras de desamor, restaurando las consecuencias negativas
que se hayan producido.
Por mi parte, me comprometo a dar los pasos concretos que tú me inspires, a fin de
conservar y acrecentar el amor en todos los vínculos familiares y en todas las
relaciones interpersonales.
Gracias, señor, porque tu amor habita en mí y quiere seguir fluyendo con caudales que
aumenten cada día más, produciendo vida y en la de todos mis hermanos.

Padre amado, padre del perdón divino, hoy te doy gracias por tu infinita misericordia,
ya que tu amor perdonador se ha ido derramando en mi vida a lo largo de los años y en
la vida de los integrantes de mi familia a lo largo de las generaciones.
Gracias, señor, porque cuando tu entras a nuestras almas con tu amor perdonador y
liberador, dejas nuestras almas serenas y más blancas que la nieve.
Hoy, te pido que derrames en la vida de mis familiares una gracia particular que limpie
nuestro árbol genealógico de cualquier forma de contaminación e impureza, producida
por los enojos no resueltos, resentimientos y rencores no entregados, heridas
producidas por falta de perdón, que aún no han sido sanadas, ataduras malignas
producidas por odio, que necesitan ser liberados y que producen modelos de división
familiar y comunitaria, que se están repitiendo en las diversas generaciones.
Yo creo que tu amor perdonador tiene un poder divino y benigno, que puede vencer
cualquier fuerza diabólica y maligna, transformando los corazones y cambiando el
carácter y sus manifestaciones negativas.
Libéranos también del espíritu del prejuicio y de juicio, de espíritu de rivalidad y
confrontación negativa, competitividad y envidia, sentimientos de culpabilidad,
inferioridad, e indignidad.
Hoy anhelo recibir de ti, para mi vida, para cada integrante de mi familia, para cada
hermano de mi comunidad, para cada cristiano, para los gobernantes de mi país, y para
cada habitante de la sociedad, un espíritu de perdón y reconciliación, que sanando las
heridas más profundas de mi historia, de la historia familiar, eclesial y social, permita
que fructifiquen tus semillas de bendición: trayendo niveles nuevos y más profundos
de perdón, indulgencia, compasión, misericordia, aceptación de las diferencias,
amorosa corrección fraterna y unidad.
Gracias, señor Jesús, por esta oración que hacemos en tu nombre al padre, invocando
el poder de tu santo espíritu y con la intercesión de nuestra Madre María. Gracias por
lo que por medio de ellas estás haciendo y gracias te doy por anticipado, en fe, por lo
que vas a realizar en nosotros, en nuestras familias, en la iglesia y en la sociedad.

Canto: Sáname Señor con tu Espíritu.

C1 Madre necesitamos de tu fe y tú esperanza. Sobre todo cuando parece cuando


parece que Dios no escucha más nuestras oraciones, cuando parece que se contradice
así mismo y a sus promesas, cuando nos hace pasar de derrota en derrota y las fuerzas
de las tinieblas parecen triunfar sobre todos los frentes alrededor nuestro y se hace
oscuro dentro nuestro, como se hizo oscuro aquel día sobre el calvario. Te necesito
Madre, cuando, como dice un salmo, el parece haber olvidado su bondad y cerrado con
ira sus entrañas (cfr. sal 77,10). Cuando llega esta hora, recuérdame tu fe Madre y
grítame al oído. “¡Padre mío, no te entiendo más, pero confío en ti!”.

C2 Madre hoy puedo ver tu Corazón. En el calvario se ve tu corazón intacto y aún más
fuerte el “SÍ” y el “AMÉN” del día de la anunciación. Madre en este momentos,
alcánzame la gracia de tu Hijo para que yo también pueda estar listo para decirle “SI” y
“AMÉN”. Mirándote al pie de la cruz”, es como si continuara repitiendo en silencio, con
los hechos: “¡aquí estoy! Estoy aquí, Dios mío; estoy siempre para ti!”. Feliz de ti María
por haber creído.

C1 Humanamente hablando, tenías todos los motivos para gritar a Dios: “¡me has
engañado!”, y escapar por el contrario, pero no escapaste madre, permaneciste “de
pie”, en silencio, y así Te convertiste de un modo especial, en mártir de la fe, testigo
suprema de la confianza en Dios.

G. Por esto, todas las generaciones te llamaran feliz, por eso los israelitas en los
momentos grandes se dirigían a Dios diciendo: “acuérdate de Abraham nuestro padre”,
nosotros podemos decir “¡acuérdate de María, nuestra madre!” y como ellos le decían
a Dios:

Todos: “no niegues tu misericordia, por Abraham tu amigo”


G. Nosotros podemos decirle

Todos: ¡no niegues tu misericordia, por amor de María, tu amiga!.

G. Como el pueblo judío bendecía a Judith, después de arriesgar su vida por su pueblo,
nosotros te decimos a ti María

Todos “Que el altísimo te bendiga, hija, más que a todas las mujeres de la tierra…
jamás la confianza que tú has manifestado faltara en el corazón de los hombres”.

G. Y como Isabel te decimos

Todos: “Bendita tú entre todas las mujeres”.

G. Que alegría inmensa fue la de María al verlo resucitado. ¿Quién podría estar más feliz que
María el día de la Pascua? A María se aplica aquel anuncio profético que hablaba de la hija de
Jerusalén que desborda de gozo y grita de alegría.

Maria: ¡Lanza gritos de gozo, hija de Jerusalén! Alégrate y exulta de todo corazón. Tu Dios está
en medio de ti como un poderoso salvador! (Sof 3, 14.17).

G. Cómo habrán brillados tus ojos Madre viendo a Jesús feliz, desbordante, vestido de luz
infinita, repleto de gozo.

María: El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derribó a los
poderosos de su trono y elevó a los humildes. (Lc 1, 51-52).

C. María ayúdanos a que la Luz de la Resurrección penetre más y más en la vida del pueblo, en
las familias que sufren, en las personas abandonadas y olvidadas.

Todos: María ahora estas en el cielo con Jesús, revestida de sol, con la luna bajo sus pies y una
corona de doce estrellas en la cabeza (Ap. 12, 1).

Cantamos Reina del Cielo.

(SI HAY TIEMPO MARÍA PASA POR CADA UNO LO LEVANTA Y LE DICE VIVE COMO RESUSITADO)
Acción de Gracias

Objetivo:
- Agradecimiento por lo vivido el día de ayer.
- Preparar la carta a Jesús de agradecimiento.

(SE HACE CARTA DE AGRADECIMIENTO Y SE MOTIVA PARA QUE VAYAN PENSANDO EN


LOS PROPÓSITOS).

COORD: Podemos ahora ir h hacer nuestra carta a Jesús y expresarle nuestro


agradecimiento, particularmente por todo lo que fuimos viviendo estos días.

Al toque de la campanilla nos encontramos en la puerta del comedor.


La Esperanza Cristiana

Guía: No son, los que corren, tiempos fáciles para la esperanza. Cuando uno mira un poco a su alrededor, se
encuentra con mucha incertidumbre y preocupación, con un futuro lleno de nubarrones, sea en el orden local
como en el internacional, tanto en el plano político, como en el económico-social. ¿Dónde hacer pie para
ilusionarse? Y en relación a la vida eclesial – en el sentido más amplio del término -, uno puede llegar a
desalentarse ante un marco cultural crecientemente secularista y relativista, en donde pareciera que no
pudiéramos incidir en sus raíces con nuestras fuerzas evangelizadoras, gran parte de la juventud parece
dominada por la indiferencia y se percibe a veces una sensación de inadecuación eclesial respecto de la
problemática que ofrece nuestro tiempo. A ello se le suma la crisis de la institución matrimonial, que lastima
nuestras propias familias, la disminución del número de vocaciones… casi como la sensación que tiene un
ejército en retirada.

Nuestro mensaje por momentos parece demasiado frágil frente a la dureza de los hechos. Diría incluso que
uno se expone a parecer un poco ingenuo cuando habla de esperanza en determinados contextos. Muchas
personas se quejan de haber llegado al límite, de sentirse vacías, desmotivadas, como cercadas por horizontes
desalentadores. Incluso podemos verificar que se ha ido instalando en algunos ambientes eclesiales un sordo
malestar, una sensación de disgusto difuso respecto de la institución. Por eso cuando uno mira un poco a su
alrededor, la sensación térmica de la esperanza habla de temperaturas bajas. Con señales si no de invierno, al
menos de otoño. La esperanza se hace difícil. Pero LA ESPERANZA es muy importante, porque qué pasa si se
enfría la Esperanza.

S1 Cuando la esperanza se enfría. Cuando la esperanza teologal se va resecando en el corazón, aparece esa
distorsión que es la agitación del activismo. Hay algo interno que no nos permite detenernos porue no
queremos experimentar la mordedura del sinsentido, de esa forma sorda de la desesperación que es el tedio,
la ausencia de motivación, si no queremos que ese polvo fino y tenue del que huimos no nos cubra, pues
“basta detenerse unos instantes para que recubra el rostro, el cuerpo, las manos. Hay que moverse sin cesar
para sacudir esa lluvia de ceniza y acaso sea ésta la causa de que el mundo se halle tan agitado”.

Con el enfriamiento de la esperanza, puede apagarse asimismo la ilusión por la vida que uno lleva. No es raro
que asome en esas circunstancias la búsqueda de compensaciones que nos ayuden a sobrellevar el
desasosiego y la experiencia de vacío en lo profundo de nuestras vidas. Buscamos entonces, no siempre
conscientemente, algo que nos saque de allí, que pueda ilusionarnos aunque no fuera más que fugazmente. Y
aparecen a veces proyectos de actividades paralelas a nuestra vida que en lugar de dar más consistencia a
nuestra identidad nos la debilitan y profundizan una sensación de fragmentación personal. Todo esto no es
ajeno al debilitamiento de la esperanza.

Guía: A parte de lo que se genera en nuestra vida cuando la Esperanza se enfría, La esperanza está siempre
amenazada. ¿Quién de nosotros no ha sentido alguna vez desanimo, desaliento, impotencia? A nivel personal,
a nivel eclesial, a nivel socio-político ¿Quién no estuvo alguna vez tentado de desesperanza - con su cuota de
amargura, quizá de resentimiento, y sobre todo con el ensimismamiento o repliegue personal o sectario al que
la falta de esperanza induce-? Exhortando en una oportunidad a los religiosos a ser alegres, Pironio les decía:

S2. “Ser alegre en la esperanza. Pero sabiendo que esto no es humanamente posible en cada momento,
porque hay situaciones en las cuales nos sentimos despedazados, desechos, cansados. […] Hay muchas tardes
de crucifixión, de Viernes Santo, tal vez la mayor parte”.

Yo me pregunto si ese sentimiento de impotencia, no cuando es circunstancial y responde a hechos objetivos


que no podrían dejar de golpearnos, sino cuando se instala en nuestro corazón y nos roba la alegría, no es
fruto, muy a menudo, de una frustrada pretensión de omnipotencia: cuando yo no puedo, entonces ya no hay
caminos… y la esperanza cristiana lo que nos dice es que, aunque yo no puedo, Otro puede. Cuando no hay
caminos, Otro viene.

A nosotros, creyentes, nos toca despejar los accesos, abrir las sendas, remover los obstáculos, Abrir los
caminos en nosotros y en la gente que nos rodea. Una y otra vez. Incansablemente. Como en el desierto,
cuando los caminos son cubiertos por arena. Nosotros somos como empleados de vialidad para la vida de los
otros.

Perder la esperanza no es confesarnos impotentes, sino declarar impotente a Dios. Por eso, para preservar la
esperanza, son necesarias dos cosas:
● Reconocer nuestros límites;
● Y, a su vez, no ponérselos a Dios.

Lo primero, reconocer nuestros límites, nos libera de toda pretensión de omnipotencia, (que termina a la corta
o a la larga, paradójicamente, en impotencia). Lo segundo, no ponerle límites a Dios, nos libera de todo
desaliento. Dicho de otro modo: el no aceptar nuestros límites nos lleva a caer en la presunción y el ponérselos
a Dios nos arrastra a la desesperación.

San Bernardo decía: “el conocimiento de nosotros mismo engendra humildad, y el conocimiento de Dios nos
abre a la esperanza”. Son dos movimientos complementarios. La mirada que no va más allá de uno mismo es
fácil que acabe en la desesperación. Hay que completar el recorrido, para terminar poniendo nuestros ojos en
Dios. Recordemos que la diferencia entre Pedro y Judas fue que Pedro, habiendo traicionado al Señor, miró a
Jesús, se encontró con su misericordia y lloro su pecado. Mientras que Judas no miro más que su miseria y se
desesperó.

Poner los ojos sobre Dios nos ayuda a comprender que el objeto de la esperanza cristiana (a diferencia de la
esperanza humana) no es el cumplimiento de lo que nosotros deseamos, sino el cumplimiento de lo que Dios
desea para nosotros. De aquí que Él no siempre cumpla nuestros deseos, pero si sus promesas.

Por eso, la esperanza teologal implica una apertura hacia el futuro, fundada no ya en lo que uno puede lograr
sino en lo que uno puede llegar a recibir (de Otro). Por lo cual, para esperar hay que ser pobre; los ricos y los
poderosos no saben esperar… en cambio, para el pobre “es lo último que se pierde”.

Canto: Primer estrofa y estribillo. Esperar contra toda esperanza.

Guía: Pero es clave saber con claridad que es la Esperanza Cristiana. Porque hay muchos espejismos de la
esperanza cristiana, que distorsionan su rostro, y si tarde o temprano, no son purificadas nos conducen a un
desencanto.

En primer lugar la esperanza no es optimismo. El optimismo es un rasgo psicológico que inclina en el presente
a ver las cosas desde un lado mejor, e incluso a afirmar que lo que viene ha de ser mejor que lo que hay. Puede
estar inclinado a ello por temperamento o por determinación (elegir ser positivo, “buena onda”)

Pero no siempre el futuro será mejor que el presente. Muchas veces el optimismo no nace de ver la parte
buena de las cosas, sino de evitar ver la parte mala o dolorosa de la realidad, se remplaza la realidad por
decreto (está todo bien). Por eso se llega a decir que el optimismo, a veces, puede ser un disfraz con que se
oculta la desesperación.
S1. La Esperanza no quiere decir irrealismo. Hay gente que se empeña en querer verlo todo bien o en justificar
todos los dispares. Una cosa es tener esperanza teologal –que espera en Dios y se apoya en Dios-, y otra tener
optimismo humano (que depende del temperamento, de los días y de las cosas. EL optimismo se alimenta del
olvido, rechaza la experiencia dolorosa. Se salta el recuerdo de muertos, errores, culpables y corruptos. Tiene
que continuar hacia adelante aunque atrás le reclame la perdida. Huye hacia delante de la realidad presente.

Cuanto más débil es la Esperanza mayor es la necesidad de apoyarse en muletas ideológicas para poder mirar
hacia el futuro. Se verán tentados de reemplazar la Esperanza cristiana, por adaptaciones optimistas o por
atrincheramiento en la amargura y el resentimiento. O a asimilarse a un conformismo consumista –hoy
lamentablemente visto como normal-. O la enana “esperanza” de libros de autoayuda para un individualista
estar Bien.

S2 EL Youcat en el numero 308 dice: “La esperanza es la virtud por la que anhelamos, con fortaleza y
constancia, aquello para lo que estamos en la tierra: para alabar y servir a Dios; aquello en lo que consiste
nuestra verdadera felicidad: encontrar en Dios nuestra plenitud; y en donde está nuestra morada definitiva:
DIOS.”

“La esperanza es confianza en lo que Dios nos ha prometido en la Creación, en los profetas y especialmente en
Jesucristo, aunque todavía no lo veamos. Para que podamos esperar con paciencia la verdad se nos da el
Espíritu Santo de Dios.”

Y en el número 105 dice: “Los discípulos, que antes habían perdido toda esperanza, llegaron a creer en la
Resurrección de Jesús porque lo vieron de formas diferentes después de su muerte, hablaron con él y
experimentaron que estaba vivo.”

“Los acontecimientos de la Pascua, que ocurrieron hacia el año 30 en Jerusalén, no son ninguna historia
inventada. Bajo la impresión de la muerte de Jesús y de la derrota de su causa común, los discípulos huyeron o
se refugiaron tras las puertas cerradas. Sólo el encuentro con Cristo resucitado los liberó de su espanto y los
llenó de una fe entusiasta en Jesucristo, el Señor de la vida y la muerte.”

Canto: Segunda estrofa y estribillo. Esperar contra toda Esperanza.

Guía: Sólo la relación con Jesús, alguien que supo de tentaciones, podrá preservarnos de todo esto,
manteniendo viva la esperanza y la alegría en nuestro corazón.

La esperanza, entonces consiste en el deseo confiado de alcanzar un bien futuro. Hay una certeza que está en
el origen de mi confianza (con fundamento en la realidad, y no en la sola decisión de mi voluntad), que en el
caso de la esperanza cristiana me lo da Dios, la promesa de Dios que, por su fidelidad, estoy cierto se va
cumplir.

⮚ La razón última de la esperanza cristiana no se encuentra en lo que yo deseo o soy capaz de realizar (en
lo que yo puedo…), sino en lo que Dios ha prometido hacer (en lo que él puede hacer) en mí y en el
mundo.
⮚ Esto no nos exime de nuestro compromiso con la historia, pero si Dios nos salva, podemos y debemos
esperar más allá de nuestras posibilidades.

Y como el hombre está por esencia dirigido al futuro, mayor será la apuesta al optimismo cuanto menor
sea su esperanza.
S2 La “New Age” tiene mucho optimismo, precisamente porque en ella no hay esperanza cristiana. Se
insiste en “ser positivos”, hasta negar incluso lo que no convenga mirar… Por eso se “maquilla” la muerte,
no se habla de ella o se lo menciona como una tragedia irreparable.

Los profetas no eran optimistas, pero si hombres de Esperanzas: miraban la realidad de frente, la
cuestionaban y denunciaban el pecado, y confiaban en lo que Dios era capaz de hacer en su pueblo.

Jesús no enfrento con optimismo su Pasión. Sino con Esperanza. Fue su confianza en el Padre lo que le hizo
llegar hasta el final de su camino. La gran ausente en el optimismo es la Cruz. Nuestra esperanza, en
cambio, no es que se sostiene a pesar de la Cruz, sino que parte de la Cruz de Jesús.

Nosotros no estamos llamados simplemente a mirar las nubes (Optimista), estamos llamados para el cielo, ser
hombre y mujeres de esperanza, testigos de la esperanza cristiana, ya presente entre nosotros, que se
construye en la historia y que el Señor planificará definitivamente.

Guía: Vamos a transformar en oración todo lo que vimos.

Canto: Tercer Estrofa y estribillo. Esperar contra toda Esperanza.

HACEMOS ECOS DE ORACIONES CON LO QUE EL SEÑOR ME FUE HABLANDO EN ESTA CHARLA.

C1. Gracias Señor porque la Esperanza que tú nos das es Plenificante, ninguna otra Esperanza se compara a tu
Promesa Señor. Gracias Señor.

C2. Gracias Señor porque nos diste alas de Agilas porque estamos llamados a una Esperanza muy alta, no
estamos llamado a volar bajitos, gracias Señor. Fortalece nuestras Alas para volar hacia ti. Bendito seas por
siempre Señor.
Contemplación
Con sus Amigos en Galilea

Evangelio de Juan 21, 1 – 19.

Oración Inicial: Queremos encontrarnos contigo Señor, envíanos tu Espíritu Santo,


sopla sobre nosotros Señor, llévanos a Galilea, Espíritu Santo, sopla, sopla sobre
nosotros, y llévanos a Galilea, para que podamos revivir el encuentro contigo…. Canto
al Espíritu Santo.

GUÍA: Como si todo volviera a empezar. La hora de la gran intimidad definitiva no podía
tener otro marco que el de Galilea, entre estas colinas donde todo había comenzado.

NARRADOR: Jesús se apareció otra vez a los discípulos a orillas del Mar de Tiberíades.
(Entra Jesús en la escena, los discípulos ya están en el lugar)
Sucedió Así: estaban juntos Simón Pedro; Tomás, llamado el mellizo, Natanael, el de
Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos más.

C 1: Aquí estamos también nosotros Señor reunidos en torno a Pedro, los miedos están
pasando. Aquí estamos Señor nerviosos e indecisos, cómo en los primeros días de
nuestra amistad.

C 2: Nos encontramos recordando los mejores momentos compartidos contigo,


Estamos esperando tu llegada, Y me pregunto ¿Cuándo volverás? ¿Cómo te
aparecerás?

NARRADOR: Simón Pedro les dijo:

SIMÓN PEDRO: Voy a Pescar.

LOS OTROS DISIPULOS: Vamos también nosotros.

NARRADOR: Salieron y subieron a la barca. Pero esa noche no pescaron nada.

C 2: Todo comienza de nuevo, volvemos hacer lo que sabemos, a lo que hacíamos ante
de conocerte, nostalgiosos, derrotados, todo como antes de empezar a caminar
contigo.
Perdónanos Señor, por ser débil en la esperanza. Ayúdame a confiar y a esperar contra
toda Esperanza.

C 1: La Barca, el mar, nos trae miles de recuerdos, donde junto a ti pasábamos las horas
más felices y llenos de vida. Gracias Señor por regalarnos tantas bendiciones, tantos
momentos de tu amor.

GUÍA: Hagamos oraciones de Alabanza, de agradecimiento y adoración por los


momentos de felicidad que el Señor nos regaló. Expresémoslo en voz alta.
CANTO: Primer estrofa y estribillo de Pescador de Hombre.

C 2: Como olvidar aquella primera voz, esas primeras miradas, con la que me fuiste
seduciendo, y aunque me alejé, esa mirada, esa voz, eran más fuerte que cualquier
otra mirada, que cualquier otra voz.

CANTO: Estribillo de Pescador de hombre.

NARRADOR: Al amanecer, Jesús estaba en la orilla, aunque los discípulos no sabían que
era él. Y les dijo.

JESUS: ¿Tienen algo para comer?

DISCIPULOS: No. (Respondieron secamente)

JESUS: Tiren la red a la derecha y encontraran.

Guía: El consejo les pareció más absurdo que la pregunta. Habían tirado la red en todas
las formas posibles ¿Y ahora venía este extraño a dar consejos a pescadores de toda la
vida? Sin embargo, la noche y el silencio les envolvían en su misterio. Quizá algo, les
hacía recordar que otra vez alguien les había dado un consejo parecido y terminaron
con las redes llenas. Y así lo hicieron, obedecieron al desconocido y se llenó tanto de
peces que no podían arrastrarla.

C 1: Cuantas veces nos pasa, que te tenemos adelante nuestro señor y no te


reconocemos, estamos tan concentrados y preocupados en nuestras actividades
diarias, que no nos dejan ver tu obra de amor, escuchar tu voz, sentirte.

C 2: Te pido perdón Señor, por las veces que escuché tu voz, y no respondí. Por hacer
que las cosas del mundo, sean más importantes. Por no confiar y no hacer tu voluntad.

Cancion:… Segunda parte del Jesus Amigo

NARRADOR: El discípulo al que Jesús amaba dijo a Pedro.

JUAN: ¡Es el Señor!

Narrador: Cuando Simón Pedro, oyó que era el Señor, se ciñó la túnica que era lo único
que llevaba puesto, y se tiro al agua. Los otros discípulos fueron en la barca arrastrando
la red con los peces porque estaban solo a unos cien metros de la orilla.

C1: Cuan grande es tu amor Señor, me imagino a cien metros, casi a una cuadra
gritándome, pidiéndome que haga lo que me pedís a los gritos, y al escuchar tu voz lo
único que necesito es ir a tu encuentro, sin nada, como Pedro, que casi fue sin ropa.
Gracias Señor, porque en medio de la oscuridad guías mis pasos. Gracias Señor, porque
me mostras de todas las formas imposibles, que nunca me vas a dejar solo cuando
todo parezca perdido.
Guía: Después del encuentro, Jesús pregunta a Pedro tres veces ¿me amas? Como si
quisiera darle una oportunidad de reparar la triple negación. La primera pregunta se
inicia con el antiguo nombre de Pedro al decirle: Simón, hijo de Juan ¿me amas más
que estos? Seguramente Pedro en ese momento debió sentir un sobresalto en su
interior, al sentirse llamado “Simón”, como si Jesús le dijera “acuérdate de tus
orígenes”, si quieres puedes volver a tu tranquilidad, a tu vida anterior

Guía: En este momento, cerremos los ojos, y preguntémonos interiormente qué tan
grande es el amor que sentimos por él.

(DEJAR UN RATO DE SILENCIO POR LO MENOS DOS MIN)

COMENZAR LA MELODIA DE LA CANCIÓN “SI CONOCIERAS COMO TE AMO”

JESUS: (Jesús de pie mirando a los retirados les dice) ¿Me amas? … (Deja un ratito de
silencio) Se bien lo que hay dentro de tu corazón, se de tus preocupaciones, de tus
culpa, de tus miedos, que se han vuelto un Cruz bien pesada de cargar yo no quiero eso
para vos. Pero, también se que es un proceso interior personal, y ni siquiera yo puedo
entrar en ese espacio de intimidad. Lo vemos reflejado en Pedro, a quien ya lo había
perdonado, y ahora es Pedro quien tiene que hacerlo consigo mismo, en vista de algo
mayor que su debilidad, algo mayor que su negación, que es el amor inmenso que
tengo por Pedro y sobre cada uno de ustedes.

"Por lo tanto, fortalézcanse en el Señor con la fuerza de su poder. Revístanse con la


armadura de Dios, para que puedan resistir las insidias del demonio. Porque nuestra
lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y
Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del
mal que habitan en el espacio. Por eso tomen las armaduras de Dios, para que puedan
resistir en el día malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los
obstáculos” Ef. 6, 10-13

Guía: Mientras pedimos al Señor para que nos llene con su Espíritu y nos de nuevas
armaduras, pasamos de a uno y nos ponemos de rodillas para recibir las nuevas
armaduras que el Señor quiere regalarnos.

Canto: Sumergen. Después cantos al Espíritu Santo.

Sacerdote: Permanece de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo con la


justicia como coraza. Calcen sus pies la sandalia de la Palabra de Dios. Tengan siempre
en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas
del Maligno. Tomen el casco de la salvación, y la espada del Espíritu Santo.

Se termina cantando: Vida en él. (Pablo Martinez)


Misa de Clausura

Gesto: Para regresar a nuestra vida cotidiana, el Señor quiere derramar su Espíritu
Santo sobre nosotros y revestirnos con nuevas armaduras.

Canto: Sumergen.

Guía: Mientras pedimos al Señor para que nos llene con su Espíritu y nos de nuevas
armaduras, pasamos de a uno y nos ponemos de rodillas para recibir las nuevas
armaduras que el Señor quiere regalarnos.

Sacerdote: Por lo tanto, tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día
malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los
obstáculos. Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la
justicia como coraza. Calcen sus pies con el celo para propagar la Buena Noticia de la
paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las
flechas encendidas del Maligno. Tomen el casco de la salvación, y la espada del
Espíritu, que es la Palabra de Dios.

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