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Mutualismo

María del Rosario Vega Gaytán


Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa

El mutualismo es una interacción entre dos especies de individuos que es

beneficiosa para ambos, ya sea a nivel individual o poblacional. Esto es, una

relación positiva para ambas (+/+), que generalmente involucra un intercambio de

bienes o servicios como alimento, protección o transporte (Trejo, 2009) (Tabla. 1).

Tabla.1 Tipos de Interacciones interespecíficas. Sí la relación es positiva se

muestra un signo (+), sí es negativa (-). En caso de que la interacción no cause

ningún efecto se muestra el (0)

Generalmente el mutualismo es confundido con la simbiosis, sin embargo, esta se

refiere sólo que dos especies viven juntas en condiciones de asociación cercana,

lo que no es suficiente para que exista un mutualismo. Si bien una interacción

mutualista requiere cercanía física para desarrollarse, no son necesariamente

simbiontes.
El mutualismo a su vez brinda otros beneficios como son mejor nivel de

sobrevivencia, crecimiento o aptitud ecológica, refiriéndose esta última a una

mayor sobrevivencia y reproducción (Badii et al., 2013).

En el caso del mutualismo, se tiene que ambas especies no obtienen los mismos

beneficios de esta asociación, ocasionando que estas relaciones sean asimétricas,

es decir, si una especie comienza a beneficiarse de manera excesiva de la otra

especie, esta puede volverse una interacción de tipo +/0 llamada comensalismo,

que es una interacción entre dos especies donde uno de los dos será beneficiado

y el otro no es afectado de ninguna forma (Fig. 1) (Badii et al., 2013).

Las asociaciones mutualistas pueden ser meramente conductuales o pueden ser

íntimamente simbióticas y llegar incluso a nivel celular, en el que una especie se

incorpora a la célula de otra, de manera que ya no son diferenciables como

organismos. El mutualismo puede ser obligado o facultativo dependiendo de sí la

interrelación es necesaria para la sobrevivencia o no. Hay varios tipos de

mutualismo:

Mutualismo obligado

El mutualismo de tipo obligado está dado por la condición de que una especie en

la relación mutualista con otra especie es esencial para su supervivencia, los

individuos interactúan físicamente (y a menudo íntimamente) entre sí y su

interrelación es obligatoria, es decir, al menos uno de los dos socios no puede

sobrevivir sin el otro (Ricklefs,1990)


Un ejemplo de este tipo de mutualismo obligado, son las micorrizas. En esta

relación los hongos actúan como raíces extendidas de las plantas e incrementan

la capacidad de absorción de los nutrientes de las raíces y simultáneamente,

disminuyen la susceptibilidad de estas raíces a los patógenos, de la misma forma,

las raíces de las plantas proveen soporte estructural y físico para los hongos y una

fuente constante de carbohidratos (transportado desde las hojas fotosintéticas a

las raíces) (Badii et al., 2013).

Un ejemplo más de este tipo de relación es

la presentada por las hormigas y las

melastomatáceas, en donde la hormiga

además de tener alojamiento, esta deriva

beneficios alimentarios. Es decir, la hormiga

provee nutrientes a las plantas a través de

los desechos depositados en los domacios,

y absorbidos por el tejido foliar de la planta.

Así pues, la hormiga también brinda defensa

contra la herbivoría (Fig.1) (Kattan et al.,

2008; Sánchez et al., 2012).

Mutualismo facultativo

Esta interacción está dada por la condición de que una o ambas especies de una

asociación mutualista pueden sobrevivir y mantener poblaciones en ausencia de

otro socio.
Los socios en este tipo de interrelación no están obligados completamente a vivir

uno con otro, sin embargo, en muchos casos se encuentran asociados entre sí.

Los beneficios de la interrelación de este tipo de mutualismo facultativo

frecuentemente, se distribuyen entre muchos grupos de organismos. Los ejemplos

comunes de mutualismo facultativo se encuentran en las interrelaciones que

involucran la polinización y la dispersión de las semillas (Badii et al., 2013).

Las flores proveen dos fuentes principales de alimento para los animales, el polen

y el néctar. Se cree que las interacciones de mutualismo entre animales y plantas

nacieron como interacciones de depredación por parte de algunos escarabajos

que generaron beneficios secundarios para las plantas. En la actualidad la

polinización por medio de animales involucra, insectos principalmente de los

órdenes hymenoptera, diptera, lepidoptera y coleoptera. Pero ha evolucionado de

manera de involucrar también algunas aves y murciélagos (Trejo, 2009).

También podemos encontrar relaciones mutualistas que involucran el cultivo y la

ganadería. Donde una de las especies (humanos), se beneficia de la alimentación

mientras que las especies sembradas, principalmente trigo, arroz y maíz,

extienden notablemente su distribución espacial. Lo que no sería posible sin la

intervención humana (Trejo, 2009).

Dentro de las relaciones mutualistas es importante considerar el grado de

especialización de las especies. En un entorno heterogéneo una población puede

evolucionar para adaptarse a su medio. Por ello existen plantas altamente

especializadas que constan de largos tupos florales o recompensas inusuales para

los polinizadores. Por otro lado, existen las flores generalistas que constan de un
diseño floral abierto con recompensas usuales. Por lo que, las interacciones entre

las especies pueden clasificarse en especialistas, es decir, que son muy selectivas

con respecto a sus compañeros mutualistas, producto de la especialización

anatómica de la especie. Y especies generalistas, son especies que interactúan

con muchas especies, es decir son menos especializadas (Trejo, 2009).

El modelo más simple de como afecta mutualismo a la demografía de las especies

es equivalente al modelo clásico de Lotka-Volterra siendo la siguiente:

Donde:

K1, K2, r1, r2, 12 y 21 son constantes positivas y donde K1 y K2 son las capacidades

de carga y r1 y r2 las tasas de natalidad de las especies N1 y N2, respectivamente.

Las cantidades 12 y 21 representan las tasas de interacción de las especies, de

N2 sobre N1 y de N1 sobre N2

Las relaciones de mutualismo entre planta y polinizador además de beneficiar a

las especies en interacción benefician a la humanidad directamente mediante la

proliferación de cultivos e indirectamente por que mantiene el ecosistema

saludable.
Referencias

Ricklefs E.1990. Ecology. Freeman and Company, New York. 896 p.

Trejo S. 2009.Dinámica de Población en redes heterogéneas. Tesis (Maestría

en Ciencias Físicas) Instituto Balseiro Universidad Nacional de Cuyo

Comisión Nacional de Energía Atómica. Argentina. 93 p.

Sánchez-Galván I.R., J.C López-Acosta y V.Rico-Gray. 2012. Contraste en la

eficiencia defensiva de dos especies de hormigas del género

Pseudomyrmex sobre plantas de Acacia cornigera (Parte III). Cuadernos de

Biodiversidad 38:13-22.

Kattan G., C. Murcia., R. Aldana y S. Usma. 2008. Relaciones entre hormigas

y Melastomatáceas en un bosque lluvioso del Pacífico Colombiano. Boletín

del Museo de Entomología de la Universidad del Valle 9 (1): 1-10

Badii M.H., H. Rodríguez., E. Cerna., J. Valenzuela., J. Landeros y Y. Ochoa.

2013. Coevolución y Mutualismo: Nociones Conceptuales. International

Journal of Good Conscience. 8 (1): 23-31

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