Está en la página 1de 29

El corno emplumado/ The Plumed Horn

* prestar atención a los auspicios (hay mucho patronazgo individual, pero también, por ejemplo,
del Museo Nacional de Bellas Artes mexicano) y también a los avisos comerciales (desde libros
hasta snacks pasando por el bar Beatniks, en el número 2, por ejemplo)

* prestar atención a las cartas del final: en el número 2 hay una de Waldo Frankl comparando
a los barbudos beatniks con los barbudos revolucionarios cubanos, resaltando la frivolidad de
los primeros frente al compromiso de los segundos, aunque según él, ambos grupos son
productos del mismo diagnóstico pesimista sobre la sociedad. Se ve cierto moralismo.

Nº 2

Hay poemas de Allen Ginsberg y de Rosario Castellanos.

Interesante el manifiesto de Los Hartos, porque conecta con la publicidad de Coca Cola del
número siguiente (uno de los integrantes de “Los hartos” es Mathias Goeritz, junto con José
Luis Cuevas y Pedro Friedeberg). También interesante la publicidad de “Los hartos”, que se
llaman a sí mismos hartistas.

Nº 3

Hay carta de Luis Lastra, que dice que todo lo de la revista le gusta menos la publicidad de
Gerber, aunque dice “yo sé lo que es tratar de mantener una revista”, y refiere inmediatamente
a su experiencia en Ciclón “durante su breve existencia en La Habana”.

Cerca del final de la revista, hay un statement de los editores (Randall/Mondragón) diciendo
que hay un anuncio pagado por Bruce Conner “rechazado por los editores por obsceno”. No
entiendo bien si se refiere al de la muestra de las “9 Hesculturas de Pedro Friedeberg” (el
anuncio inmediatamente anterior) o qué.

Hay anuncio de Coca Cola: “Mathias Goeritz está harto pero toma Coca-Cola”, justo después
del anuncio del Beatnik’s café.

Nº 4

Anuncian que, por ser el último número de su primer año, lo dedicarán completamente a un
autor (author book), alternando entre escritores de habla hispana e inglesa. Este número es
del poeta catalán Agusti Bartra, exiliado en México durante la guerra civil. Publican en edición
bilingüe el poema épico “Marsias y Adilas”.

En cada número hay un patrocinador del Estado, en este caso la “Secretaría privada de la
Presidencia de la República”.
Entre los anuncios, además de otra vez Los hartos, hay uno muy cómico de “la peor librería de
México”, destacando todas las cosas malas que tiene (Librería Juárez).

Hay una publicidad increíble que no termino de entender si es política o joda: “Aún con la soga
al cuello, el poeta guatemalteco Otto-Raúl González es un lector asiduo de El corno
emplumado”, con una foto de él con una soga.

Nº 5

Prestar atención a las editoriales: insistencia en el esfuerzo económico, en cómo cambian la


calidad del papel para ahorrar costos, etc.

Hay algunos poetas argentinos que presentan como “la nueva poesía argentina”, entre ellos
Miguel Grinberg (uno de los beats argentinos).

Crucial la carta de Ernesto Cardenal: se la dirige a Sergio Mondragón y les dice que ellos
están haciendo la verdadera Unión Panamericana:

Como siempre, la sección de anuncios es genial: hay bastantes juegos de lenguaje, algunos
parecen poesía concreta (como el de Pedro Friedemberg), el anuncio en sí mismo se piensa
como poesía. O como la tienda Gigante S.A., “la tienda de descuento más grande de
Latinoamérica”, cuya lista de productos se parece a la famosa clasificación de Borges de los
animales en “El idioma analítico de John Wilkins”.
Nº 7 (Julio 1963)

Importante el abstract, porque hace explícito el “comienzo de intercambio” con poetas y


escritores cubanos con el fin de volverlos accesibles al público norteamericano después del
bloqueo iniciado por Estados Unidos. Sin embargo, la nota de los editores no menciona nada
de esto (¿quizás por miedo a que los censuren en USA?).

CRUCIAL: la nota de los editores es distinta (considerablemente distinta) en español que


en inglés.
También incluye una pequeña antología del grupo de poetas Nadaístas de Colombia que,
según declara Randall, “a group of writers deeply influenced by the US beats”.

Entre los anuncios, aparece el de la revista “Eco Contemporáneo”, de Miguel Grinberg, que ya
había aparecido en números anteriores y que evidentemente empieza a ser un interlocutor
importante de la revista.

Hay una lista de revistas “que buscan la paz y trabajan por ella a partir del arte”, siguiendo esta
idea de Cardenal que vuelven a mencionar los editores, de fundar la verdadera Unión
Panamericana.

En este número, en los patrocinadores figuran 4 dependencias del gobierno mexicano y solo
un privado (la antropóloga Laurette Seujorne, que aparece en números anteriores, publicando
textos sobre arqueología en México y la cultura azteca).

Nº 8 (Octubre 1963)

Edición de autor/bilingüe: Robert Kelly, Her Body Against Time. Edición ilustrada.

Interesante: al final ponen todas las cartas que Robert Kelly le ha enviado a El corno.
Este número directamente está enteramente patrocinado por dependencias del Estado
mexicano:

Nº 9 (Enero 1964)

Nº 10 (Abril 1964)

Primer número que incluye, además de textos en inglés y español, otros en comanche y
portugués.

Al final hay una declaración conjunta producto de un encuentro de poesía hecho en ciudad de
México, organizado por El corno, otra revista mexicana llamada Pájaro Cascabel, y Eco
contemporáneo, de Argentina. Dicen que esto dio lugar a la creación del Movimiento NS
(Nueva Solidaridad).

Dice Randall en el abstract de la digitalización de Northwestern:


In February of 1964, El Corno Emplumado, Pajaro Cascabel of Mexico, and Eco
Contemporaneo of Argentina had invited poets from around the world to meet in
Mexico City. Poets sold their possessions, enrolled in "fly now, pay later" plans, and
otherwise raised the money to come. They slept on our spare beds and floors,
shared their work and participated in all-night discussions about what concerned
us all: the social hypocrisy and consumer-oriented madness that had taken hold in
all our countries. El Corno #10 published the final declaration from this impressive
gathering."

Es fundamental leer la nota de los editores: hablan del hecho inédito de haber organizado el
PRIMER ENCUENTRO AMERICANO DE POETAS y se refieren a los modos de
financiamiento: aprovechando el plan de ‘vuele ahora y pague después’.

[usar la cita de Sorensen sobre “el capitalismo financiando su propia ‘destrucción’”]

Otra vez, comparar el texto en inglés y español. En español empieza: “Un acontecimiento
extraordinario tuvo lugar a principios de febrero”; en inglés, en cambio, “One of the strangest
happenings in the history of culture take place in February”.

Es notorio, por otra parte, como el editorial en español (seguramente escrito por Mondragón)
pone énfasis en una cosa individualista/espiritualista (el hombre debe cambiar en su interior
para que el exterior se modifique), mientras que el texto en inglés prescinde de todo ese
lenguaje y directamente dice, en mayúsculas: “THE NEW MAN IS BEGINNING TO BREATHE
IN PUBLIC”.

En este número hay poesía concreta de Brasil (Haroldo de Campos, por ejemplo).

Y hay un texto de Alejandro Jodorowsky: “El cuerpo físico como vehículo de salvación”.

Nº 11 (July 1964)

Dossier con “Poesía de Venezuela”.

Los editoriales de Mondragón y Randall son directamente distintos.

Hay carta, entre otros, de Lawrence Ferlinghetti:


También una muy interesante de Thomas Merton, insistiendo en las posibles relaciones entre
Latam y USA (concretamente, a partir de un poema colombiano y la idea de una generalizada
sickness). También habla de la visita de Miguel (Grinberg), que se puede contraponer a lo que
él mismo dice en sus memorias:
N. 12 (October 1964)

Edición de autor/ bilingüe: Ajy Tojen, de Raquel Jodorowsky (hermana de Alejandro).

Al final, entre las publicidades, hay una nota de protesta sobre las sanciones a Cuba votadas
en la cumbre de la OEA. Es interesante comparar lo que dice en español y en inglés:
curiosamente, es aquí la versión inglesa la “menos” politizada, que empieza con una suerte de
exculpación por ir en contra de la pretención de la revista de estar “beyond politics” (p. 113)

N. 13 (January 1965)

Dossier de poesía argentina contemporánea (amplísimo: Pizarnik, Alberto Girri, Grinberg, Julio
Llinás, Murena…)

Hay un poema interesante de Ernesto Cardenal, “Apocalipsis”, sobre la guerra nuclear. Solo en
español.

Los editoriales tienen aire de familia pero siguen siendo muy personales. No son traducciones
sino opiniones en la lengua madre de cada uno de sus autores.

Hay también varios poetas canadienses.

Este número, además de la financiación habitual por parte de dependencias estatales


mexicanas, tiene el auspicio de la Embajada Argentina en México y del presidente de Kaiser
Argentina, James F. McCloud.

Interesante la publicidad del Winston Book Club:


Hay, también, una nota de protesta, esta vez sobre la violencia racial en Mississippi (p. 203).
Invitan a colaborar económicamente con el movimiento pacifista. Lo curioso es que esta
sección, pese a tratarse sobre Estados Unidos, está solamente en español.

En la misma línea, sí hay cartas en inglés con una suerte de reporte de lo que está pasando en
Mississippi “Letters from Tom Stribling, Jackson, Mississippi”.

Hay, también, cartas de India y Australia.

En página 178, este dibujo del “1er Encuentro Americano de Poetas Nueva Solidaridad”, que
fue en febrero de 1964:
En el dossier de poesía argentina aparecen varios cómicos de un tal Guillermón:

Muy interesante sería comparar la evolución de su distribución (quizás viendo números


random, los dos o tres primeros, alguno del medio, como este, y los finales):
N. 14 (April 1965)

Traducciones de poesía finlandesa contemporánea, y de poesía rusa.

El arte en este número es de pintores finlandeses y de la americana Connie Fox.

Hay también una traducción de Juan Rulfo hecha por John Brushwood: “Tell Not to Kill Them!”.
Hay un homenaje a T. S. Elliot que incluye una carta de Pizarnik.

N. 15 (July 1965)

"After three and a half years of on-time publication, El Corno had become an institution. With
#15 we broke with our tradition of typographic covers, and used our first cover art: a moving
photograph by Mexico’s Nacho Lopez of a group of men—homeless? day laborers? the urban
displaced?.

In this issue we raised our voice in defense of the Civil Rights Movement in the United States,
against the United States’ war of occupation in Vietnam and invasion of the Dominican
Republic.

El Corno #15 featured a large portfolio of new poetry from Nicaragua. It also included work by
Colombia’s William Agudelo; Kathleen Fraser, Paul Blackburn, Carl Solomon, Theodore Enslin,
Fielding Dawson, and George Hitchcock from the United States, Miguel Donoso Pareja from
Ecuador; and Santiago Mathieu from Argentina. Visual art was by Judith Gutierrez, Halvaro
Barrios, and Jaime Carrero, among others."—Margaret Randall

Editoriales: mientras que Mondragón, en la versión en español, enfatiza que el número solo
pudo salir gracias a la colaboración de artistas de México y San Francisco (que regalaron obras
para un remate en DF, e hicieron una lectura de poesía y una colecta ern SF), y apenas
menciona la situación política (“Este hecho insólito [la iniciativa para poder financiar la revista]-
justamente en la mitad de tanto desorden, tanta guerra, y tanto atropello a la dignidad humana”:
5), Randall no menciona para nada este hecho y hace un manifiesto político. Empiezo a pensar
que más que líneas editoriales distintas en español/inglés quizás simplemente tengan que
leerse los editoriales como complementarios.

Cosas interesantes:

- hay un texto de Carl Solomon (escritor, a quien Allen Ginsberg le dedicó quizás su más
famoso poema: “Hollow”), “Age: 36” (pp: 21, 22)

- hay un dossier de “poesía nicaragüense contemporánea”, que obviamente empieza con


Ernesto Cardenal (y un epígrafe de Rubén Darío).

- poema de Rafael Squirru (p. 104: importante para la cuestión panamericana). Insólito: así
describen a Rafael Squirru en la parte donde ponen las bios de los colaboradores: “RAFAEL
SQUIRRU es Director de Asuntos Culturales de la OEA, organización ésta a cuyas actividades
nos hemos opuesto pública-mente en varias ocasiones. Pese a ello, Squirru nos envía este
poe-ma, y, bien, siendo como es un buen poema, aquí lo publicamos..”
- carta de Gonzalo Arango (del Movimiento Nadaísta: por cierto, en general la serie de cartas
empieza con una de él): interesante porque menciona a América como sujeto, y habla de
“generación americana” (no Latinoamérica…)

- muy interesante la carta de Miguel Grinberg (147, 148) porque revela ciertas tensiones
respecto a la línea editorial de la revista. Hay cierto cuestionamiento sobre la calidad estética
de las colaboraciones, y también un llamado a no embanderarse:

“Qué es "la poesía que todo el pueblo entiende?" Acaso Ernesto va a negar a Dylan Thomas
porque un guajiro no le entiende? Qué escuela poética? Qué partido político? cuán-ta
ceguera... Sergio, cuando hablen mal del Como, cuando te reclamen que te embanderes,
cuando nieguen tu existencia los poetas que no publicas.. . alégrate... es que los pobres de
espíritu se están quitando la careta y comienzan a mostrar su veneno” (148)

N. 16 (October 1965)

Muy buena la tapa/contratapa.

"Time for another book. El Corno #16, the bilingual edition of 1965, was Canadian poet George
Bowering’s The Man in Yellow Boots / El hombre de las botas amarillas. Sergio Mondragon did
the translations, aided by Margaret Randall. A section of collages were by Roy Kiyooka, also of
Canada.

George Bowering had visited us in 1964, and would remain close to the journal throughout its
life. He later became poet laureate of Canada."—Margaret Randall
Editoriales: en este número sí son casi idénticas las versiones español/inglés.

Patrocinadores: vuelve a haber dependencias del Estado mexicano (el Instituto Nacional de
Bellas Artes y la Secretaría de Educación) y, además, Elaine de Kooning.

N. 17 (January 1966)

Número aniversario: quizás prestarle especial atención a estos números, los de enero,
porque suelen ser un balance y un “barajar y dar de nuevo”. Centrar el análisis en eso.

Poemas de Pizarnik y Ginsberg.

Cartas de, entre otros, Cardenal y Bukowski.

"El Corno #17 was our fourth anniversary issue. Sergio Mondragon and Margaret had just
returned from a U.S. reading tour, and had seen first-hand how important the journal was to
generations of young poets.

This issue’s cover bore a photograph by Mexico’s Rodrigo Moya, showing U.S. Marines in the
streets of Santo Domingo. Images of U.S. presence in other countries weren’t frequent in the
corporate press, and this was a dramatic picture.

Muy interesante los editoriales sobre su viaje por Estados Unidos.

Hay un poema “improvisado” dedicado al propio Corno (en inglés y español) de Jerome
Rothenberg.

Está “Kaddish”, de Ginsberg, en español, traducido por Ernesto de la Peña.

Carta de Ernesto Cardenal, insistiendo en la “unión de poetas”: lo mejor de Latinoamérica y lo


mejor de Estados Unidos (oposición a la otra alianza): VER p. 159, 160.
Habla también de la fundación de la “colonia eremítica” en Solentiname.

Carta de Bukowski (firma “Buk”), habla de su cambio de borracho a cambiar pañales; habla de
la violencia racial en USA (167, 168).

N. 18 (April 1966)

"Our issue #18 showcased contemporary Mexican poetry in a completely bilingual facing-page
edition. This took a great deal of work, but we lived among these poets and felt a deep need to
make their work available beyond their borders. Among the 14 featured poets were Octavio
Paz, Juan Martinez, Juan Banuelos, Jaime Sabines, Jose Carlos Becerra, Isabel Fraire,
Homero Aridjis, Jose Emilio Pacheco, Rosario Castellanos, Jaime Labastida, Thelma Nava,
Efrain Huerta, and Marco Antonio Montes de Oca.

The issue also included shorter offerings of Algerian poetry and Nadaista poetry from Colombia.
And their were others, among them: Christopher Perret, Hannah Weiner, Spencer Holst, and
William Carlos Williams in Spanish translation.

Drawings for this issue were done especially for El Corno by Mexico’s Jose Luis Cuevas.
Cover art was a fragment of Picasso’s Guernica, with the words "Stop the war in Vietnam Now!"
running vertically along one side."—Margaret Randall

Tapa:
Se podría decir que es el número más estrictamente bilingüe, por lo que hacen con los
poemas mexicanos. Están traducidas hasta las biografías, que normalmente siempre estaban
en español.

También hay poetas de Algeria (traducidos del francés al inglés), una selección de poesía
nadaísta de Colombia, y William Carlos Williams, entre otros.

Muchas dibujos de Cuevas, especialmente hechos para la revista, entre los poemas.

En los editoriales, que tienen semejanzas en inglés y en español, aunque la versión de Randall
es notablemente más política, hay una mención a la cantidad de traductores involucrados: entre
ellos, los propios editores, pero también Paul Blackburn (traductor de Cortázar, mencionado en
“The Poetry of the Americas”) y Jerome Rothenberg.

A partir de la página 215 (y hasta la 227) hay un DIRECTORIO (literalmente, nombres y


direcciones postales) de los colaboradores de la revista hasta la fecha. La cantidad de lugares
es realmente sorprendente.

Carta de Gonzalo Arango, que evidentemente tenía que pasarle plata de los ejemplares
vendidos y no era muy ordenado:

“Al fin rompo este silencio de mares y de meses, y recuerdo vagamente que ibas a USA. Este
año lo he pasado casi todo en vagabunderías, errando todo el tiempo, más in-estable que una
brújula loca, con la vida dándome vueltas en la cabeza. Olvidé dónde dejamos el diálogo, en
fin, entre nos-otros hasta el silencio es amistoso, sólo que uno se dispersa, se emborracha más
de lo "racional", la maleta se va llenando de cartas amarillas, olvidadas, y además se van
acumulando las cuentas del Como, y eso sí es grave. Ni modo de decirte que tengan paciencia,
pues el bendito Corno es un antropófa-go que vive de sobrevivirsc a si mismo, que el próximo
se ali-menta de tragarse al anterior. Ahí te mando, pues, un poco de combustible, y para fin de
año cobro cuentas y te cancelo el resto. Como sabes soy un libertino del desorden, un prodi-gio
de desmemoriado para los negocios, y mis amigos son ex-traordinarios para olvidarse de
pagar…” (231 a 233)

También, otra vez, referencias a la unión americana y oposición con la OEA:

“A mí, personalmente, el Corno me ha hecho sentir más americano, ligado a una nueva
dimensión espiritual de poeta y de hombre, pues la fraternidad que no ha logrado la OEA entre
nuestros pueblos, la he sentido palpitar en la insumisión y la belleza de esas oleadas de
poesía que nos trae el Corno cada vez, y que nos pone ante el espejo de nuestra realidad neta,
brutal, insobornable, conquistando nuestro destino en el arte y en la vida, como poetas
maravillosos y como maravillo-sos pueblos” (232)

Y más adelante:
“Por todo esto, querido Sergio, El Corno ha sido y es una especie de hazaña espiritual de
nuestra generación, y merece vivir tanto como nuestros sueños. Es, pues, necesario que
viva, para que nosotros podamos soñar.” Interesante: la revista se termina, justamente,
después de la editorial crítica de la masacre de Tlatelolco.

Publicidad: en página 253, hay de la aerolínea venezolana Viasa (para pensar la cuestión del
petroestado).

N. 19 (julio 1966)

La tapa es una reproducción de un cuadro de Wilhelm de Kooning.

El editorial es defensivo, tanto en inglés como en español: hablan de la “mala fe de muchos


intelectuales que no comprenden el lenguaje de la poesía de hoy”, e insisten en las dificultades
económicas. En inglés, se jactan de la diversidad (“we emphasized a breaking down of
barriers, an avoidance of "isms" and groups, the desire to publish a good poem by a communist
guerrilla next to a good poem by a catholic monk, we meant simply to provide a showplace for
all that is vital and mean-ingful in contemporary creativity”).

Hay poetas finlandeses traducidos al español.

Otra vez, Paul Blackburn (en inglés y español), otra vez Allen Ginsberg (“América”, traducido al
español).

Hay un dossier de “poetas españoles contemporáneos”.

Otra vez, entre las publicidades, aparece la aerolíena venezolana Veasa. Me sorprendió en
este número esta otra, que es una suerte de patronazgo a partir de originales de una artista:
N. 20 (October 1966)

"El Corno #20 continued our interest in European poetry with an anthology of nine Dutch and
Flemish poets, among them Remco Campert, Hans Warren, Phia Baruch, Ellen Warmond, and
Fritz de Blauw.

The issue also includes work by William Agudelo, Gino Clays, Rudolf Baranik, Raquel
Jodorowsky, Paul Blackburn, and Larry Eigner. Betelu, Juan Soriano, Elaine de Kooning,
Raphael Soyer, Philip Guston, and Felipe Ehrenberg are among the visual artists in the issue.
Letters come from Ernesto Cardenal, Dan Georgakas, and others.

The cover of El Corno #20 is a photograph of a rally to protest the convictions of James
Johnson, Dennis Mora, and David Samas, three U.S. Army privates who had the courage to
refuse to fight in Vietnam."—Margaret Randall

N. 21 (January 1967)

El Corno #21 featured an anthology of new Chilean poetry by such as Nicanor Parra, Gonzalo
Rojas, Enrique Lihn, Jorge Teillier, Waldo Rojas, and Floridor Perez. Other contributors were
Julio Cortazar, Susan Sherman, Agusti Bartra, Haroldo de Campos (translated into English by
Edwin Morgan), Jose Agustin, and Harry Lewis. Dan Georgakas interviewed James Baldwin.

Como siempre en los números aniversarios, los editoriales aprovechan para hacer un balance.
Aquí las versiones en español y en inglés coinciden bastante. Se nota un enojo evidente con
Carlos Monsivais, por haber publicado una antología de poesía mexicana que incluyó una lista
de las revistas literarias del país (“incluyendo hasta las menos signfiicativas hojas literarias” /
“down to the most insignificant sheet”) y no incluyó al Corno. Estos editoriales son
fundamentales para la posición que la revista quiere establecer: se subraya el snobismo de la
crítica literaria LOCAL y se nombran a sí mismos como parte de la escena literaria mundial. Por
otra parte, hay algo paradójico en que, para darse prestigio, destaquen haber sido
mencionados por The New York Times Book Review, como si la legitimación del centro bastara
para desautorizar la falta de legitimación local.

Hay, también, una suerte de definición negativa de la poesía, a la Bartleby: la capacidad de


decir no. En esa lista, hacen algo audaz: incluyen entre los poetas a los tres soldados
norteamericanos que se negaron a ir a pelear a Vietnam y, como consecuencia, terminaron
presos. En la tapa del n. 20, de hecho, ya habían puesto una foto de ellos en la tapa.

Copio ahora la forma en que cierra el editorial, en ambas versiones:

“EL CORNO EMPLUMADO no tiene interés en figurar en la lista del sr. monsiváis, pero sí
tiene necesidad de seguir ofreciendo la tela de lino que hilan en este momento los poetas
del mundo, es decir, lo que es importante, lo que cava hondo, lo que va más allá del status
literario, de la carrera literaria, y así, seguiremos publicando para aquellos alrededor del mundo
que tienen sus ojos, oídos y manos abiertas” (5)

“EL CORNO EMPLUMADO is not interested in figuring in sr. monsivais' list, but it is interested
in offerinig the continually woven fabric: WHAT IS MEANINGFUL TODAY THROUGH THE
EYES AND EARS OF TODAY'S POETS. until the lists become more important than the work,
we will publish books and magazines for those around the world who have their eyes, ears and
hands open” (6)

Haroldo de Campos: (71-77), poemas traducidos al inglés especialmente para la revista por
Edwin Morgan.

No me termino de dar cuenta de si la carta de Cortázar es realmente elogiosa, o si empieza con


el elogio para poder despacharse, como lo hace, con “un detalle técnico que me ha dejado
estupefacto” (123), y que básicamente refiere a errores (bastante groseros) de la impresión de
uno de los números.

Hay una cartita de Louis Ginsberg, papá de Allen. Cortita e hiper narcisista.

Importante: hay una extensa carta de Denise Levertov (130 a 133), respondiendo a una carta
de Ted Enslin en el número 19, en la que decía que estaba “'disturbed' by the 'increasing
instance of politi-cal insistence' in the Plumed Horn, and he calls 'political' awareness' (his
quotation marks) something which is 'tinged with pink' and is 'beside the point'” (131).

Ahí vi la carta de Ted Ensling, del número 19: tiene puntos interesantes pero es bastante
tremenda, también. Por ejemplo, dice: “I know that many Latin American poets have suffered
polit-ical exile and structures of all sorts. O.K. I sympathize. But that is not the basis of their
art, or shouldn't be.” (184, n. 19).
A su vez, es interesante porque la carta también es una reacción no solo a lo que ve como una
peligrosa politización del Corno que estaría poniendo “en riesgo” la empresa poética, sino
también a una carta de Roger Taus del n. 17, que considera “unfair” y “childliss”. Su
convocatoria es a mantener las esferas separadas: a protestar en la calle, no en la poesía. El
argumento es estético: la poesía política, coyuntural, perderá actualidad en treinta años.

Fui a la carta de Roger Taus del n. 17, firmada simplemente por “Roger” (169 a 171), y es
bastante patética: “Thanks for sending Cornos 12-15 and the Lowenfels book. No. 15 is really
good, ihe cover is a stunner: where did Nacho take that foto? Terrific, it stops me every time
I look at it. This Tom Raworth is very good, some of tlie others too. I was very glad to see my
poem in there fighting it out with some of the more d&-pressmg, post-beat stuff, which still
almost by definition predom-inates. This is the case because revolutionary commitment, that is,
commitment to that social exterior, qualitative change in the class struggles going on in both
the developed and former colonial countries, a qualitative change called revolution, is still a
suspect attitude among artists” (169).
Por otra parte, también reacciona contra una carta de Grinberg (supongo que Miguel): “it seems
to isolate the poet from these struggles at the same time as it upholds the same old
bourgeois individualism which renders most poets helpless in the real world”. De paso critica a
Carl Solomon, y reduce todo a la pregunta: “which side are you on?” (170).

La carta de Grinberg aparece, efectivamente, en el n. 15 y es larga: 146 a 149. Es interesante:


hay un enojo con la pose, entiendo, del intellectual comprometido, con la dimensión
“institucional” de la literatura:

A esta altura me está entrando un poco de asco por la literatura. Sí, estoy de acuerdo
con Henry Miller cuando dice que todo lo que está en el medio de la calle es
literatura. Conocí a muchos literatos durante mi viaje. Y me cansé de registrar
historias de mezquindad y vanagloria. A esta altura me gustaría más caminar con
Vds. por el Prado Churubusco comiendo elotes que leer sus poemas. Soy sincero. No
pongo en duda las obras sinceras. Lo que me fatiga es este personaje que de pronto se
dice poeta, que de pronto se siente privilegiado, y que de pronto empieza a dictaminar
sobre la vida y la muerte de sus contemporáneos. O sea: una farsa en nombre de la
Poesía. Ya conocéis la diferencia entre los que escriben poemas y los que son poetas.
El resto es ruido. El verdadero poeta lo es sin necesidad de pregonarlo. El verdadero
revolucionario lo es sin publicitario. El verdadero hombre lo es viviendo. Con toda
intensidad, con todo orgullo, con el corazón abierto y las manos limpias (148)

Acá se acaba, al menos, la cadena de referencias (de Levertov a Ted Ensling, de este a Roger
Taus, y de ahí a Grinberg). Veremos en las que siguen.

N. 22 (abril 1967)

Atención: poemas de Cecilia Vicuña (primera vez que publica en la revista? Tenía 19 años
entonces, así que probablemente) y carta; poemas de Margo Glantz; Ferlinghetti en español y
Rubén Darío en inglés.

Hay ilustraciones de Umberto Peña, artista cubano de cierto renombre,

Editoriales: referencias a sus viajes a Estados Unidos y Cuba (fueron invitados al “Encuentro
con Rubén Darío”). Comparaciones entre los “clubes de poetas” de ambos países. Este viaje es
crucial porque allí conocen Cuba, en el número siguiente harán un número sobre poesía
cubana para intentar “superar el bloqueo cultural”, y Randall se mudará a Cuba, finalmente, en
el ‘69.

N. 23 (July 1967)

"Almost since the beginning, El Corno had contact with Cuban poets and artists. In January,
1967 we visited the island for the first time, to attend El encuentro con Ruben Dario, a meeting
of poets and critics honoring the 100th anniversary of the great Nicaraguan modernist. We
brought back a large selection of new Cuban writing and featured it in this issue, which
appeared in celebration of the country’s revolutionary holiday: July 26th.

Among the Cuban poets in this issue are: Nicolas Guillen, Miguel Barnet, Francisco Garzon
Cespedes, Roberto Fernandez Retamar, Guillermo Rodriguez Rivera, Pablo Armando
Fernandez, Fayad Jamis, Luis Suardiaz, Eliseo Diego, Jose Lezama Lima, Nancy Morejon, Lina
de Feria, Tania Diaz Castro, Belkis Cuza Male, Heberto Padilla, Felix Pita Rodriguez, and Cesar
Lopez. Illustrations are by the Cuban painters Mariano and Posada, and the Cuban cartoonist,
Nuez. Mexico’s Felipe Ehrenberg designed a striking cover, and would do a number of future
covers for us as well.

This issue of El Corno has an interesting history. We had published Cuban writers previously,
and had also sold 500 subscriptions to the journal to the Pan American Union, the cultural arm
of The Organization of American Statas (OAS). The Union objected to our giving a forum to
Cuban writers, and threatened to cancel their subscriptions if we continued to publish them. We
would not be bought, and they canceled their subscriptions. The journal continued its
independent path."—Margaret Randall

El dossier de poesía contemporánea es, como fue el de mexicana, completamente bilingüe.


Las editoriales en inglés y español, aunque distintas, comparten el espíritu; como siempre,
también, Mondragón le da una impronta más espiritualista, Randall más política, y más
coyuntiural (crítica directa a Estados Unidos). En cualquier caso, el dossier se propone como
una forma de romper el bloqueo cultural sobre la isla.

Está también una declaración de Casa de las Américas de enero de 1967.

Hay también una serie de “testimonios” de cubanos que escribe Margaret Randall.

N. 24 (October 1967)

"El Corno #24 included Ezra Pound in Jose Coronel Urtecho and Ernesto Cardenal beautiful
Spanish translations, the Haitian Rene Depestre in Elinor Randall’s English translation, Clayton
Eshleman, Diane Wakoski, Fernando Alegria, Phil Garrison, Julio Cortazar, Thomas Merton and
many others. Visual art was by Connie Fox, Jaime Carrero, and the editor’s son Gregory,
among others. Mexico’s Felipe Ehrenberg did another striking cover."—Margaret Randall

En las cartas, interesante la polémica entre dos venezolanos: Juan Liscano (que evidentemente
era un editorialista importante de El nacional), abiertamente contrario a la revolución cubana y
sus derivas (haciendo denuncias que hoy suenan muy sensatas), y Ludovico Silva, defensor de
la revolución.

N. 25 (January 1968)
"Our first issue of 1968 featured Jose Coronel Urtecho and Ernesto Cardenal’s excellent
translations of William Carlos Williams, poetic tributes to Ernesto "Che" Guevara by Nicolas
Guillen and Margaret, a small anthology of new Chilean poetry—Cecilia Vicuna, Claudio
Bertonio and Marcelo Charlin, and work by Ismael, Paul Blackburn, William Agudelo, Carol
Berge, Ernesto Cardenal, Agusti Bartra, Beltran Morales, and Raquel Jodorowsky. Felipe
Ehrenberg, Don Olson, Lance Wyman, and Guillermon contributed drawings. The cover art, by
U.S. photographer Larry Siegel, showed three New York inner-city youths behind a wire
fence."—Margaret Randall

Epígrafe: dedicatoria al Che Guevara (es el número posterior a su muerte).

Editoriales: la de Mondragón insiste en el “fin del mundo”, el cambio de época, la poesía como
vector de ese cambio; se habla de “poesía hispanoamericana” y de la herencia dejada por
Huidobro, Vallejo, Neruda: o sea, se desvanece la idea de un panamericanismo; Randall
menciona Estados Unidos, sí, dice que hay una pérdida del miedo por parte de los activistas
por los derechos civiles de los negros y los hippies, y relaciona esto con la muerte del Che
Guevara; también destaca el hecho de publicar a William Carlos Williams en español, a
Cardenal en inglés. Suena a un manotazo de ahogado de esa idea de un panamericanismo
alternativo:

Art meaning something is is LIFE, and el corno —for six years— has been life through
the eyes and ears and hands of poets living and interpreting their years, this issue,
perhaps more than any other, is an exchange of that interpretation: williams in Spanish,
cardenal in english, blackburn widely open, berge tightly perceptive, ishmael going back
to the source, morales climbing out of his small significant coutry. and tribute
-—inadequate as it may be— to ernesto che guevara (6)

N. 26 (April 1968)

"El Corno #26 had work by Ed Dorn, Jorge Seferis, Nathanial Tarn, Ernesto Cardenal, Roque
Dalton, Luisa Pasamanik, Susan Sherman, Stephen Levine, Gonzalo Arango, Lizandro Chavez
Alfaro, and John Berger, among others. We were doing book reviews by this time, and books by
Tom Raworth, Lionel Kearns, Jerome Rothenberg, Paul Blackburn, and Miguel Barnet were
featured. Russell Banks and Rini Templeton were among those whose letters we published.

The cover of this issue reproduced the famous Cuban Protest Song poster by Alredo Rostgaard
of the rose with a drop of blood falling from a single thorn, already an icon of the
times."—Margaret Randal

Editoriales: Mondragón escribe en español desde Estados Unidos y refiere explícitamente al


editorial de Randall, que viene a continuación, en inglés. Él habla de una “disconformidad” que
ve en los norteamericanos, y también entre el contraste del bienestar y la tecnología, y la
guerra y la contaminación. Randall menciona el encuentro sobre subdesarrollo que se dio en
Cuba (y que aparece en Memorias…), y tiene fe en que el mundo va a ser distinto, o algo así.
Cartas: la primera carta merece ser analizada, es de un periodista cubano. Habla de la
importancia del bilingüismo y, me da la sensación, tiene cierto espíritu inconforme con la
revolución:

N. 27 (July 1968)

"El Corno #27 includes work by Ann Quin, Robert Sward, Robert David Cohen, Dubjinski
Barefoot, Margaret Randall, Thomas Merton, Susan Sherman, William Agudelo, and Eduardo
Escobar, among others. Three Mexican poets are Isabel Fraire, Homero Aridjis, and Jaime
Labastida. There are also two guerilla poets, Guatemalan Otto-Rene Castillo and Peruvian
Javier Heraud, as well as a small section of Quechua poetry.

Photographs are by the Cuban photographer Mayito. Drawings are by Raul Martinez, Umberto
Pena, Jesus de Armas, Robert David Cohen, and Jaime Carrero. There is also a selection of
Santaria signatures drawn by Cuban ethnologist Argeliers Leon. Robert David Cohen did the
cover.

Letters and book reviews round out the issue."—Margaret Randall

Muy buena la tapa, de Robert David Cohen:

El epígrafe, in both languages, says that the whole issue is dedicated to the students rebellions
all over the world.

Editoriales: quizás nunca más patentes las diferencias entre Mondragón y Randall que en este
número. El primero cita a Freud, la segunda a Marx (muy extensamente). El primero habla de la
relación poesía/puerilidad, de la necesidad de retornar a lo infantil, estableciendo una
genealogía rarísima (Surrealismo, Romanticismo, Jesús y Buda). También de la unión con la
naturaleza. La segunda, en cambio, habla de la relación revolución/alienación, y del riesgo del
poeta de ser un alienado. Importante: acabo de leer la nota de imprenta y menciona a
Margaret Randall y a Robert David Cohen como responsables, no a Mondragón. Aún así las
editoriales estuvieron a cargo de este último y Randall.

Hay muchísimas cartas, muchas extensas.

Interesante esta de Haroldo de Campos, por esta idea de la revista como mediadora entre
Brasil y Cuba:

También son interesantes las cartas de dos norteamericanos evaluando su experiencia en


Cuba, destacando cosas positivas pero notando varios “peligros”. Se trata de Tod Gitlin (159 a
161) y Saul Gottlieb (162, 163).

N. 28 (October 1968)

"El Corno #28, in October 1968, appeared just as the Mexican Student Movement was viciously
put down by the Diaz Ordaz government. Little did we know that this would be the beginning of
the end of our publishing endeavor. Although the journal would have three more issues, it was
already doomed.

This issue again featured an anthology of new Cuban poetry by, among others, Nicolas Guillen,
Luis Rogelio Nogueras, Virgilio Pinera, and Exilia Saldana. There were also three Greek poets:
Iakovas Kambanellis, Kostas Kovanis, and Yannis Ritsos. Other contributors included Clarence
Major, Fernando Alegria, Clayton Eshleman, Al Young, Ernesto Cardenal, Todd Gitlin and
Michele Murray. Donald Gardner translated Ernesto Cardenal and Jose Coronel Urtecho, and
we published a series of letters between Sigmund Freud and Lou-Andreas Salome. Thomas
Gatten translated the Spanish poet Rafael Alberti. Kilton Stewart’s "Dream Culture of the Senoi"
was an important study.
U.S. American photographer George Cohen’s portfolio of images from the Pentagon Action, and
artwork by Judith Gutierrez, Sylvia de Swaan and Rini Templeton illustrate the issue.

The cover art is by Margaret and Sergio’s daughter Sarah Dhyana Mondragon, who at age five
had been looking at the santeria signatures in our previous issue and felt inspired by
them."—Margaret Randall

Editoriales: MASACRE DE TLATELOLCO.

N. 29 (January 1969)

"Contributions to El Corno #29 include Margaret Randall’s translations of poems by Leon Felipe,
an essay in both Spanish and English by innovative U.S. architect Buckminster Fuller, and work
by Victor Coleman, Larry Eigner, Fernanda Navarro, Rodolfo Walsh, Denise Levertov, Lawrence
Ferlinghetti, Octavio Paz, and Arrabal (translated by Bertha Navarro). Dan Georgakas
interviewed an anonymous Italian marxist on Franz Fanon.

A portfolio of Laurence Siegel’s photographs of Mexico, drawings by Margaret’s son Gregory,


and drawings by other artists contributed to the visual interest of the issue. The cover is by
Sylvia de Swaan."

EDITORIAL: aquí solo está Margaret Randall. Primer número sin editorial de Mondragón.

Las versiones en español y en inglés son muy similares. Se informa que, después del editorial
crítico del gobierno, cesó el subsidio (que pagaba la mitad de los costos de la revista), y que
desde Octubre Mondragón dejó de ser editor. No se explica el motivo. El editorial termina
diciendo que “ya no recibimos subsidios de nadie, sino de usted, y la continuidad de la revista
depende de eso”. Solo habrá dos números más.

Hay una carta muy conspiranoica de Leopoldo Avila (del grupo Verde Oliva) desde La
Habana, criticando a los intelectuales cubanos que temen “sonar a panfletarios”,
hablando de Sarduy y Cabrera Infante como agentes de la CIA, etc.

Cita extensamente las palabras de Fidel Castro a los intelectuales, y llama a los
escritores a ocupar su lugar: hacer obras que celebren la obediencia revolucionaria, que
fomenten esas virtudes.

Lista de los que financiaron el número (además de publicidades de librerías, etc):


N. 30 (April 1969)

"With its issue #30, El Corno acquired a publishing partner, Movimiento Editores of Mexico City.
This issue features two poets from Peru—Sebastian Salazar Bondy and Winston Orillo—Carol
Brightman (with an essay on Vietnam), Roberto Fernandez Retamar, Roque Dalton, Ernesto
Cardenal, Carl Solomon, and Seneca poet Richard Johnny John (in Spanish translation by
Isabel Fraire), among others. Drawings are by Antonio Segui and Roland Topor. Lucien Sebag
has an essay, "Myth: Code & Message," in English translation by Elinor Randall. The colorful
cover is by Joel Sloman."—Margaret Randall

Editoriales: ahora, además de insistirse en el cambio que supuso para la revista perder el
financiamiento estatal, se habla de la adquisición de una “nueva libertad” y se explicita el nuevo
director que está junto a Randall: Robert Cohen.

Entre las publicidades, en la misma página están, por ejemplo, Casa de las Américas y Revista
Sur.

Hay una larga sección de reseñas de distintos colaboradores (esto ya estaba hace unos
cuantos números, pero en este es más extenso), que cubren las intervenciones del DIALECTIC
OF LIBERATION CONGRESS (en Londres, 1967),m entre ellas una muy fuerte contra Allen
Ginsberg de Dan Georgakas que lo acusa de haber “mercantilizado”. No hay cartas.

N. 31 (July 1969- last issue)

"Following its defense of the 1968 Mexican Student Movement, El Corno had been struggling.
We lost much of our financial support. Print shops were scared away from printing the journal.
We ourselves were facing political reprisals and persecution, eventually forcing Margaret
underground in the middle of 1969. We had joined forces with Movimiento Editores, but sadly El
Corno Emplumado #31 was our last issue.

The journal went out with a bang. Work included pieces by Dave Sinclair, Jorge Enrique Adoum,
Alfonso Desmortes, Antonio Cisneros, Leandro Katz, Edmundo Desnoes, and others. Kilton
Stewart’s exciting essay on the Senoi dream culture broadened the journal’s scope. There was
a small anthology of Guatemalan poetry, including Otto-Rene Castillo, Marco Antonio Flores,
and others.

This last issue was dedicated to Anna Laurette Cohen, newborn daughter of Margaret and
Robert Cohen."—Margaret Randall

Se anuncia adentro de la revista un N. 32 que nunca saldrá.

La editorial adopta una perspectiva explícitamente tercermundista. Se lo dedican a la hija de


ambos, Anna Laurette Cohen Randall, nacida en marzo de ese año, y se dice: “Más del 80% de
los recién nacidos viene al mundo en los países no industrializados. Este número está dedicado
a los hermanos asiáticos, africanos y latinoamericanos de Anna.”.

No queda nada del panamericanismo aunque sí hay un fuerte espíritu internacionalista.

Hay una suerte de historieta, un poco burda aunque puede ser interesante analizar, que se
llama “The Fetish Speaks!” (pp. 45 a 54, algo así), de Donald Phelps.
Hay varios poetas de Guatemala.

Una nota, en inglés y español, sobre la revolución cultural china.

Una nota de Edmundo Desnoes sobre los medios de comunicación.

Todos los patrocinadores son de Nueva York.

Casi al final, hay un documento titulado “Proyecto del Corno Emplumado para modificar los
medios de comunicación”, que termina diciendo: EL DEBER DE TODO REVOLUCIONARIO ES
HACER LA REVOLUCIÓN. Acabo de leerlo. Es de lo más patético que leí en mi vida. Le
mandaron una carta a 30 intelectuales (entre ellos, Bertrand Russell, Octavio Paz,
Levi-Strauss) pidiendo que reflexionen sobre la oportunidad que dan los medios masivos de
que los intelectuales puedan ver la influencia y las respuestas a sus intervenciones casi en
simultáneo.

Las respuestas son desopilantes: los que les responden dicen que no de las maneras más
ingeniosas, el que dice que sí se les burla.

Y terminan haciendo una aclaración super enojados, diciendo que “deberán dar cuenta en
algún momento del rol que jugaron en la sociedad” y citan a Fidel y los deberes del
revolucionairo

También podría gustarte