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DISCURSO POR MI GRADUACIÓN UNIVERSITARIA

Respetada rectora de la Universidad Nacional del Callao, Dra. Arcelia Olga Rojas Salazar.

Respetables autoridades académicas y profesores.

Compañeros graduandos y futuros colegas.

Estimados padres, familiares y amigos que en esta tarde de orgullo nos acompañan.

Quiero comenzar estas palabras haciéndoles una confesión: cuando se me dijo que tendría que
hablar esta tarde frente a todos ustedes, y dar unas palabras en nombre de toda mi cohorte, me
sentí tan nervioso que pasé días enteros sin dormir.

No es fácil dar con las palabras que transmitan la emoción que compartimos en este momento de
nuestras vidas, en el que damos un salto definitivo hacia el futuro, contentos de saber algo más
sobre quiénes somos, sobre qué vamos a hacer y qué tenemos que ofrecerle al mundo en que
crecimos. Es una inmensa responsabilidad, pero también un honor para quienes nos hemos
preparado durante años.

Pero en esas noches sin dormir, como les contaba, no dejé nunca de recordar las palabras con que
nuestro padrino de promoción, el profesor Angulo, nos recibió el primer día de clases, allá en el
lejano 2022. Recuerdo que nos dijo que nos miráramos los unos a los otros, porque siempre es
importante saber a quiénes tenemos al lado. Eso fue lo que hicimos, un poco extrañados, en ese
momento, en que nos estábamos conociendo y no sabíamos cuán cercanos llegaríamos a ser,
cuánto nos conoceríamos los unos a los otros.

Es por eso que les propongo, compañeros graduandos, que lo hagamos una vez más: miremos a
quienes tenemos al lado en este momento tan especial, porque todos somos hoy parte de lo
mismo. Hoy todos somos colegas, somos arquitectos. Y cada uno llevará consigo esa lección de
humildad, de pertenencia y de respeto con que nuestros profesores nos guiaron hacia este preciso
momento.

Por eso quiero darles las gracias a ellos, pero también a nuestros padres, a nuestras familias, a
todos esos que hoy están a nuestro lado, aplaudiéndonos, y también a aquellos que hoy no
pueden estar, pero que sí estuvieron cuando hizo falta. A todos los que nos allanaron el camino,
nos dieron el empujón necesario, nos ayudaron a descubrir cuál es nuestro lugar en el mundo:
éste en el que estamos ahora. ¡Gracias, profesores! ¡Gracias, padres y madres! ¡Gracias,
compañeros!

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