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La leyenda de Cuniraya Huiracocha

Cuniraya Huiracocha se había sentado a un lado, como suelen hacer los muy pobres. Como lo
despreciaba, Cahuillaca no le preguntó a él, pues le parecía imposible que su hijo hubiera podido
ser engendrado por aquel hombre pobre, habiendo tantos varones hermosos presentes. Como
nadie admitía que el niño era su hijo, le dijo a este que fuera él mismo a reconocer a su padre,
pero antes les explicó a los huacas que, si el padre estaba presente, su hijo se le subiría encima.
El niño anduvo a gatas de un lado a otro de la asamblea, pero no se subió encima de ninguno
hasta llegar al lugar donde estaba Cuniraya, su padre. Enseguida, muy alegre, se trepó por sus
piernas.
Cuando su madre lo vio, furiosa, gritó: “¡Ay de mí! ¿Cómo habría podido yo dar a luz el hijo de un
hombre tan miserable?”. Con estas palabras, cargó a su hijito y se dirigió hacia el mar. Entonces
Cuniraya Huiracocha dijo: “¡Enseguida me ha de amar!” y se vistió con un traje de oro y empezó a
seguirla. Al verlo, todos los huacas locales se asustaron mucho. “Hermana Cahuillaca”, la llamó,
“¡mira hacia aquí! Ahora soy muy hermoso” y se irguió iluminando la Tierra.
Pero Cahuillaca no volvió el rostro hacia él. Con la intención de desaparecer para siempre por
haber dado a luz el hijo de un hombre tan horrible y sarnoso, se dirigió hacia el mar. Al momento
mismo en que llegó al sitio donde, en efecto, todavía se encuentran dos piedras semejantes a
seres humanos, en Pachacámac, mar adentro, se transformó en piedra.
Como creía que Cahuillaca iba a verlo, que iba a mirarlo,
Cuniraya Huiracocha la seguía a distancia gritándole y
llamándola continuamente. Entonces, se encontró primero
con un cóndor. “Hermano, ¿dónde te encontraste con esa
mujer, Cahuillaca?”, le preguntó. “Está aquí cerca, estás casi
por alcanzarla”, respondió el cóndor. Entonces Cuniraya le
dijo: “Siempre vivirás alimentándote de todos los animales
de la puna; cuando mueran, ya sean huanacos, vicuñas o
cualquier otro animal, tú solo te los comerás y, si alguien te
mata, él a su vez morirá”.
Luego se encontró con una zorrina. “Hermana”, le preguntó,
“¿dónde te encontraste con Cahuillaca?”. Ella le respondió:
“Ya no la alcanzarás; ya está muy lejos”.
“Por lo que me has contado, no caminarás de día sino de noche, odiada por los hombres y
apestando horriblemente”. Así la maldijo, con mucho odio. [...]
Así, cada vez que se encontraba con alguien que le daba buenas noticias, disponía para él un
porvenir dichoso y proseguía su camino. Pero si alguien le daba malas noticias, lleno de odio lo
maldecía. [...]
Taylor, G. (2001). Ritos y tradiciones de Huarochirí. Lima: Lluvia.
COMPRENSIÓN
1 ¿Por qué crees que Cuniraya Huiracocha se vestía como un mendigo?

Se vestía de esa manera para aparentar pobreza y además se vestía así para ver qué tan amables eran las
personas entre sí.

2 ¿Quién era Cuniraya Huiracocha? ¿Qué era capaz de realizar? ¿A quiénes benefició por sus
actos?
Era un dios, era capaz de cambiar la dicha de los seres vivos y beneficiaba al cóndor y los que le daban
buenas noticias.

ESTRUCTURA
3 ¿Qué parte de la historia se narra en el fragmento leído? ¿Cómo lo sabes?
En el desenlace

4 ¿Cómo se da el diálogo entre Cuniraya Huiracocha y los animales?


ESTILO
nos muestra como Cuniraya persigue a Cahuillaca quien era la más hermosa

se convierte en piedra como castigo por su arrogancia y falta de respeto hacia los dioses.

5 ¿Qué función cumple en la leyenda que Cahuillaca se convierta en piedra y que Cuniraya
Huiracocha se encuentre con diversos animales?
6 ¿Cómo es el lenguaje empleado? ¿Por qué?
REFLEXIÓN

Formal y sencillo, porque quiere narrar una leyenda fácil de entender.

7 En el texto leído, el mensaje advierte sobre las consecuencias negativas que pueden traer
si

nuestras actitudes o acciones. Analiza los comportamientos de los personajes centrales y sus
consecuencias.
8 ¿Qué perjuicio te ha traído haber realizado una acción negativa? ¿Cómo lo resolviste?

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