Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
_ S. “Se ae ee ge Ee eee
gae
El arco y la lira
https://archive.org/details/elarcoylaliraO000octa
Seccién de
PARCOMS LA LIRA
Primera edicidn, 1956
por
OCrAvI OFLA
\ amines,
88 VERSO Y PROSA
tiempo que los irracionales, sin que sea posible separarlos sino
tras una purificacion © interpretacién posterior. Todo esto
nos lleva a presumir que es imposible afirmar que lo sagrado
constituye una categoria a priori, irreductible y original, de
la que proceden las otras. Cada vez que intentamos asirla nos
encontramos con que lo que parecia distinguirla esta presente
también en otras experiencias. Fl hombre es un ser que se
asombra; al asombrarse, poetiza, ama, diviniza. En el amor
hay oben: poetizacion, franbecisa y hasta fetichismo. Fl
poetizar beats también del asombro y el poeta diviniza como
el mistico y ama como el enamorado. Ninguna de estas ex-
periencias es pura; en todas ellas aparecen los mismos elemen-
tos, sin que pueda decirse que uno es anterior a los otros.
E] sentido, y no la composicion de los elementos que las
forman, podria distinguir cada una de estas experiencias. La
coloracion especial que distingue las palabras del mistico de
Jas del poeta es el objeto a que estan referidas. Un texto
de San Juan adquiere tonalidad religiosa porque el objeto
numinoso las bana en una luz particular. Asi, lo realmente
privativo de cada experiencia seria su objeto. Pero aqui la di-
ficultad empieza a mostrarse como realmente insuperable. Nos
movemos en un circulo. Pues los objetos externos sdlo pue-
den “excitar o despertar la disposicién divinizante”. No son
ellos, sino esa elusiva disposicion, la que los inscribe dentro
de lo sagrado. Mas esa disposicién no es pura, segun se ha
visto. En suma: nada nos permite aislar la categoria de lo sa-
grado de otras analogas, excepto su objeto o. referencia; pero
el objeto no se da fuera, sino dentro, en la experiencia misma.
Todos los caminos de acceso se cierran. No queda mas re-
medio que abandonar ideas y categorias a priori y asir lo sa-
grado en el momento de su nacimiento en el hombre.
Ese instante revela la unidad del ser. Todo esta quieto y todo
en movimiento. FE] silencio habla. La muerte no es algo apar-
te: es, de manera indecible, la vida. La revelacién de nuestra
naderia nos lleva a la creacién del ser. Lanzado a la nada, el
hombre se crea frente a ella.
La experiencia poética es una revelacién de nuestra con-
dicion original. Y esa revelacién se resuelve siempre en una
creacion: la de nosotros mismos. La revelacién no descubre
algo externo, que estaba ahi, ajeno, sino que el acto de descu-
brir entrafa la creacion de lo que va a ser descubierto: nues-
tro propio ser. Y en este sentido si puede decirse, sin temor
a incurrir en contradiccion, que el poeta crea al ser. Porque
el ser no es algo dado, sobre lo cual se apoya nuestro existir,
sino algo que se hace. En nada puede apoyarse el ser, por-
que la nada es su fundamento. Asi, no le queda mas recur-
SO que asirse a si mismo, crearse a cada instante. Nuestro ser
consiste sdlo en una posibilidad de ser. Al ser no le queda
sino serse. Su falta original —ser fundamento de una negativi-
dad— lo obliga a crearse su abundancia o plenitud. E] hombre
es carencia de ser, pero también conquista del ser. El hom-
bre esta lanzado a nombrar y crear el ser. Esa es su condi-
cion: poder ser. Y en esto consiste el poder de su condici6n.
En suma, nuestra condicién original no es sdélo carencia ni
tampoco abundancia, sino posibilidad. La libertad del hom-
bre se funda y radica en no ser mas que posibilidad. Realizar
esa posibilidad es ser, crearse a si mismo. El poeta revela al
hombre creandolo. Entre nacer y morir hay nuestro existir,
a lo largo del cual entrevemos que nuestra condicion origi-
nal, si es un desamparo y un abandono, también es la posibili-
dad de una conquista: la de nuestro propio ser. Todos los
hombres, por gracia de nuestro nacimiento, podemos acce-
der a esa visién y trascender asi nuestra condicién. Porque
nuestra condicién exige ser trascendida y sdlo vivimos tras-
150 LA REVELACION POETICA
|
!
Poe eer tS TOR1 A
LA CONSAGRACION DEL INSTANTE
San Juan nos habla de Jas bodas misticas del alma con su crea-
dor; Garcilaso de su soledad de amante; Euripides de las
pasiones humanas; E'squilo de la culpa divina. Sus palabras
—aun si disienten de las de su época o le son francamente
adversas— poseen una relacion natural con su mundo histé-
rico. Al mismo tiempo, y con esas mismas palabras, el poeta
dice otra cosa: revela al hombre. Fsa revelacién es el signifi-
cado ultimo de todo poema y casi nunca esta dicha de ma-
nera explicita, sino que es el fundamento de todo decir poe-
tico. En las imagenes y ritmos se transparenta, mas 0 menos
acusadamente, una revelacién que no se refiere ya a las bodas
misticas, a la soledad o al Destino, sino a algo anterior y en
lo que se apoyan todas las palabras del poema: la condicién
ultima del hombre, ese movimiento que lo lanza sin cesar ade-
lante, hacia la nada, para darle ser y nombrarla, conquistando
siempre nuevos territorios que apenas tocados se vuelven ce-
niza y vacio, en un renacer y remorir y renacer continuos.
Pero esta revelacién que nos hacen los poetas encarna siempre
en el poema y, mas precisamente, en las palabras concretas y
determinadas de este 0 aquel poema. De otro modo no ha-
bria posibilidad de comunién poética: para que las palabras
nos hablen de esa “otra cosa” de que habla todo poema es ne-
cesario que también nos hablen de esto y aquello.
La discordia latente en todo poema es una condicién de
su naturaleza y no se da como desgarradura. El poema es uni-
dad que solo logra constituirse por la plena fusién de los con-
trarios. No son dos mundos extrafos los que pelean en su
interior: el poema esta en lucha consigo mismo. Por eso esta
vivo. Y de esta continua querella —que se manifiesta como
unidad superior, como lisa y compacta superficie, a la manera
del color blanco que funde todos los colores— procede tam-
bién lo que se ha llamado la peligrosidad de la poesia. Aunque
comulgue en el altar social y comparta con entera buena fe
las creencias de su época, el poeta es un ser aparte, un hete-
rodoxo por fatalidad congénita: siempre dice otra cosa, incluso
cuando dice las mismas cosas que el resto de los hombres de
su comunidad. La desconfianza de los Estados y las Iglesias
ante la poesia nace no sdlo del natural imperialismo de estos
poderes: la indole misma del decir poético provoca el recelo.
LA CONSAGRACION DEL INSTANTE 187
Knowledge that truly is, and all other Science is real only as
it 1s symbolical of this”. : Imaginacién y razon, en su origen
una y la misma cosa, terminan por fundirse en una evidencia
que es indecible excepto por medio de una representacion
simbdélica: el mito. En suma, la imaginacion es, primordial-
mente, un 6rgano de conocimiento, puesto que es la condicion
necesaria de toda percepcion; y, ademas, es una facultad que
expresa, mediante mitos y simbolos, el saber mas alto.
Poesia y filosofia culminan en el mito. La experiencia
poética y la filosdfica se confunden con la religiosa. Pero la
religidn no es una revelacion, sino un estado de animo, una
eee de acuerdo ultimo del ser del hombre con el ser del
universo. Dios es una substancia pura, sobre la que la razon
nada puede decir, excepto que es indecible:
the divine truths of religion should have been revealed to us
in the form of poetry; and that at all times poets, not the
slaves of any particular sectarian opinion, should have
ea ee support all those delicate sentiments of the
heart. .
Religion es poesia, y sus verdades, mas alla de toda opinion
sectaria, son verdades poéticas: simbolos 0 mitos. Coleridge
despoja a la religion de su cualidad constitutiva: el ser reve-
lacion de un poder divino y la reduce a la intuicion de una
verdad absoluta, que el hombre expresa a través de formas
miticas y poéticas. Por otra parte, la religion is the poetry of
Mankind. Asi, funda la verdad poético-religiosa en el hom-
bre y la convierte en una forma historica. Pues la frase “la
religion es la poesia de la humanidad” quiere decir efectiva-
mente: la forma que tiene ]a poesia de encarnar en los hom-
bres, y hacerse rito e historia, es la religion. En esta idea,
comun a todos los grandes poetas de la edad moderna, se
encuentra la raiz de la oposicion entre poesia y ‘noderman
La poesia se proclama como un principio rival del espiritu
critico y como el Gnico que puede sustituir los antiguos
principios sagrados. La poesia se concibe como el principio
original sobre el que, como manifestaciones secundarias e his-
re cuando no como superposiciones tiranicas y mascaras
4 On Method. Essay XI.
5 Biographia Literaria.
EL VERBO DESENCARNADO 233
hay que pedirle peras al olmo. Blake habia dicho: “all men
are alike in the poetic genius”. El surrealismo trata de mos-
trarlo acudiendo al suefio, al dictado del inconsciente y a la
colectivizacién de la palabra. La poesia hermética de Mallar-
mé y Valéry —y la concepcion del poeta como un elegido y
un ser aparte— sufren una terrible embestida: todos podemos
ser poetas. ““Devolvemos el talento que se nos presta. Ha-
bladme del talento de ese metro de platino, de ese espejo,
de esa puerta... Nosotros no tenemos talento”, dice Bre-
ton en el Primer manifiesto. La destruccién del sujeto implica
la del objeto. El surrealismo pone en entredicho las obras.
Toda obra es una aproximacion, una tentativa por alcanzar
algo. Pero ahi donde la poesia esta al alcance de todos, son
superfluos los poemas y los cuadros. Todos los podemos ha-
cer. Y mas: todos podemos ser poemas. Vivir en poesia es
ser poemas, ser imagenes. La socializacion de la inspiracion
conduce a la desaparicion de las obras poéticas, disueltas en
la vida. El surrealismo no se propone tanto la creacién de
poemas como la transformacion de los hombres en poemas
vivientes. ‘
Entre los medios destinados a consumar la abolicién de
la antinomia poeta y poesia, poema y lector, tu y yo, el
de mayor eficacia y radicalismo es la escritura automatica.
Destruida la cascara del yo, rotos los tabiques de la concien-
cia, poseido por la otra voz que sube de lo hondo como un
agua que emerge, el hombre regresa a aquello de que fue se-
parado cuando nacio la conciencia. La escritura automatica
es el primer paso para restaurar la edad de oro, en la que
pensamiento y palabra, fruto y labios, deseo y acto son siné-
nimos. La “logica superior” que pedia Novalis es la escritura
automatica: yo es tu, esto es aquello. La unidad de los con-
trarios es un estado en el que cesa el conocimiento, porque
se ha fundido el que conoce con aquello que es conocido: el
hombre es un surtidor de evidencias.
La practica de la escritura automatica se enfrenta con va-
rias dificultades. En primer término, segtin se ha indicado en
otras partes de este libro, es una actividad que se realiza en di-
reccion contraria a todas las nociones vigentes en nuestro
mundo; ataca, sefialadamente, uno de los fundamentos de la
EL VERBO DESENCARNADO 245
Primer manifiesto (Breton), 169, Shelley, Percy Bysshe, 233, 239, 248
244, 245 Socrates, 156
Primero suenho (Sor Juana Inés de Séfocles, 16, 185, 200, 202, 203, 260,
Ia (Cruz) 19 270
Proust, Marcel, 69, 225, 226, 227 Solén, 197
Spenser, Edmund, 75
éQué es metafisica? (Heidegger), Spire, André, 276
144 Sponde, Jean de, 272
Quevedo, Francisco de, 16, 24, 43, Strindberg, Augusto, 215, 227
71, 84, 119, 120, 140, 230, 271 Suetio del aposento, 69
Quijote de la Mancha (Cervantes), Susmkis DSi iG 12297
16 Sutra Prajnaparamita, 116
Svetasvatara Unapishad, 94n.
Rabelais, 272
Swift, Jonathan, 226
Racine; Jean, 43, 175, 193, 207,. 213, Synge, John M., 215, 227
214, 215, 272
Ramanuja, 95 Tasso, Torcuato, 230
Religion dans la Gréce Antique Temporada de infierno (Rim-
(Pettazoni), 196 7., 1997. baud), 16, 98
Réverdy, Pierre, 106 Teologia de los primeros fildsofos
Rey Sol (ver Luis XIV) griegos (Jaeger), 197 n.
Reyes, Alfonso, 7, 8, 21, 39, 51, 81, The Way and its power. A study
84, 277 of the Tao te Ching and its place
Rilke, Rainer Maria, 150, 240 in the Chinese thought (Waley),
Rimbaud, Arthur, 43, 151, 235, 239, 100 72.
245 Three ways of thought in ancient
Robert, Lord, 75 China (Waley), 97 n.
Rojo y negro (Stendhal), 225 Tirso de Molina (fray Gabriel Té-
Ronsard, Pierre de, 272 llez), 16, 84, 117, 207, 271
Rubens, Pedro Pablo, 16 Tis a Pitty She’s a Whore, 210
Ruiz de Alarcén, Juan, 128, 230 Tolomeo Filadelfo, 43
Russell, Bertrand, 92 Tolstoi, Leon, 226
Toynbee, Arnold, 113
Sade, Marqués de, 120, 209 Trabajos de Persiles y Segismunda
Safo, 183, 191, 273 (Cervantes), 226
Saint-John Perse, 76 Tragedy of King Richard (Sha-
Saint-Just, Louis A. L. de, 237 kespeare), 212
Salambo (Flaubert), 226 Trajano, 270
Sankara, 95, 252 Trotski, Leon, 246, 247 n.
Sartre, Jean-Paul, 171, 251 T.%S. Eliot, A study of his writings
Scéve, Maurice, 272 by several hands, 76 n.
Schiller, Federico, 215
Schlegel, Federico, 236, 242 Ucelo, Paolo, 23
Schleiermacher, Federico D. E., Un coup de dés (Mallarmé), 55
137, 138 Un mundo feliz (Huxley), 261
Schopenhauer, Arturo, 252 Unamuno, Miguel de, 84, 85, 86,
Segundo manifiesto (Breton), 245, 122, 140
246 Upanishad, 16, 25, 74, 94, 95, 97,
Séneca, 274 218, 242, 252, 253
Sermon de fuego (Buda), 74 Urban, Wilbur M., 32, 34
Shakespeare, William, 75, 203, 207,
211, 212, 213, 214, 215 Valbuena Prat, Angel, 271
286 {INDICE DE NOMBRES
INTRODUCCION
Poesia y Ue ae ee 11
EL POEMA
CUO EESaU oR sare iis 9piar ir Ss Sa a 29
Peemeeriaiyee 08s eet oe oeeS.) . ee. 84S . sd sews 49
Verso SR es GI ais ee orkg So seat oi a is aes 68
La imagen ee Niet PAG Pelee a on Bee 89
LA REVELACION POETICA
NE CAESARS eS a Se ink Go ieee Ra ER 12)
Beery nT DOCHCR 2.5: o2 1s 5 ov acess'ss So we ate 132
PME EN FY ea ie os ahs ec am Ry koe 153
POESIA E HISTORIA
Peaeeesacracion Wel INstante: <5 2. vee sel ns oes eee ree 181
COL) ESTEEBE LES be a gg 195
eas CE 1A SIOVEIA 5oo. a winscomets + areas eckSnes 216
PRE CIV ECTICATTIANO. 2 sob oo os nd ee aes ed nce bee awe 229
EP{LOGO »
ay AT a i gee 8 ia es Raa ae che oY 2a
APENDICES
ees eeOCIOUAC, FStANO™ 2, ig e'g os wedi ce oes os 267
II. Poesia y SAT aia ere en is vy tae aty. Gio ai 275
Sime vimian, poeta dew 7MCriCa 2.2. eis aman ee. oe
PR DICE CDE SMOMIERES 2.570 os ka vic esses ee eeswe cee uee 281
287
FONDO DE CULTURA ECONOMICA
Menéndez Pelayo, 7 - MADRID
Buenos Aires, 12~ BARCELONA
IMPORTADOR AUTORIZADO
PR 21708
19
DATE DUE
GAYLORD
PRINTEDINU.S.A
WlANd
NXWW
304900211781-—
PN1048 26484
ie
Paz
El arco y la lira: el poema
_ PN1048 26484
.P3
Paz
| El arco y la lira: el poema
DATE ‘ ISSUED TO