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2. El primer encuentro: "El café que lo empezó todo" o "El inicio de una historia
de amor"
3. Las cartas comienzan a escribirse: "De papel y tinta: una correspondencia
apasionada"
4. ¿Entonces qué somos?: "Dudas y sentimientos encontrados"
5. Encuentros íntimos por la ciudad: "La ciudad como telón de fondo" o "Amor en
cada esquina"
6. Vikka comienza a entrenar con el barista: "El arte del café: una pasión
compartida".
7. Vikka acompaña a luis a trabajar a potaltik.
8. Luis se enamora de una Dra. Vikka sufre: "Un amor no correspondido" o
"Cuando el corazón duele"
9. Luis recupera a Vikka: "La segunda oportunidad" o "El regreso de Vikka"
10. Terminan de nuevo: "Adiós, otra vez" o "El final de un ciclo"
11. Pasan dos años: "El tiempo lo cura todo" o "Un nuevo comienzo"
12. Vikka y Luis se reencuentran: "Un reencuentro inesperado" o "El destino los
vuelve a unir"
13. Por fin novios.
14. Deciden emprender juntos
15. En la cabaña: "Aislados del mundo" o "Un escape a la naturaleza"
16. Vikka se entera de que Luis quiere publicar un libro: "Un nuevo proyecto
juntos" o "La escritura como pasión compartida"
"El aroma del café y los sonidos de los granos de café siendo molidos llenaron el aire
mientras (tu nombre), el talentoso barista y calígrafo, preparaba una taza de café para
una clienta especial. Él la conoció en redes sociales, una chica llamada Vikka que atrajo
su atención por su belleza y personalidad interesante.
La cita estaba programada en el bar de café de (tu nombre), y ella llegó puntual a la
hora acordada. Vikka era hermosa, con piel de color caramelo, una sonrisa
encantadora, cabello rizado y un cuerpo esbelto. Su presencia llenó la habitación de
una energía vibrante.
Después de un intercambio amistoso, ella pidió una ensalada del menú del zodiaco, lo
que hizo que (tu nombre) se sintiera intrigado. Se preguntó si compartían algún signo
zodiacal, lo que podría haber sido una señal del destino.
Mientras preparaba su café, los dos conversaron de manera fluida, descubriendo que
tenían muchos intereses en común. (Tu nombre) estaba sorprendido por lo fácil que
era hablar con ella y por cómo se sentía cómodo siendo él mismo en su presencia.
A partir de ese día, su relación floreció lentamente. Ellos siguieron hablando y se
encontraron en varias ocasiones, cada vez descubriendo más cosas interesantes y
emocionantes el uno del otro. (Tu nombre) estaba empezando a sentir que podría
haber algo más que una amistad entre ellos, pero ¿cómo lo expresaría sin arruinar lo
que ya tenían?
La historia de (tu nombre) y Vikka es una historia de amor en su más pura expresión,
una que se desarrolla lentamente con el tiempo y las experiencias compartidas. Pero
como todas las historias de amor, también tiene sus desafíos y obstáculos que deberán
superar juntos.
"Las cartas siempre han sido un medio de comunicación poderoso, y para (tu nombre),
un barista y calígrafo de oficio, se convirtieron en el canal perfecto para expresar sus
sentimientos hacia una chica especial que conoció en redes sociales. Vikka, de piel
caramelo, sonrisa cautivadora y cabello rizado, llegó puntual a la cita en el bar donde
trabajaba (tu nombre) y desde ese momento, la correspondencia postal se convirtió en
su forma favorita de comunicación. En estas cartas, (tu nombre) plasmaba sus más
profundos sentimientos hacia Vikka, en una historia de amor que se fue tejiendo a
través de la tinta y el papel. Este libro narra la historia de amor de (tu nombre) y Vikka,
desde sus primeros encuentros hasta el desenlace final, una historia de pasión,
sentimientos y amor en papel."
"El destino a veces nos juega una mala pasada, como cuando conocí a Vikka. En aquel
entonces, ella estaba en una relación, pero la atracción entre nosotros era palpable y
no pude evitar sentirme atraído por esa piel caramelo, esa sonrisa cautivadora y ese
cabello rizado. Nos encontrábamos en el bar donde trabajaba, en algún café cercano al
centro del pueblo o simplemente en la calle. Vikka adoraba el campo, lo que hacía que
nuestras citas se convirtieran en verdaderas aventuras. Incluso en alguna ocasión,
compartimos momentos en mi casa. Sin embargo, el destino tenía otros planes para
nosotros y Vikka y su pareja terminaron su relación. La correspondencia postal se
convirtió en nuestra forma favorita de comunicación, en la que (tu nombre) plasmaba
sus sentimientos más profundos hacia ella. Esta es la historia de amor de (tu nombre) y
Vikka, una historia que comenzó en un bar, se desarrolló en el campo y se consolidó a
través de la correspondencia en papel."
"El destino a veces nos juega una mala pasada, como cuando conocí a Vikka. En aquel
entonces, ella estaba en una relación, pero la atracción entre nosotros era palpable y
no pude evitar sentirme atraído por esa piel caramelo, esa sonrisa cautivadora y ese
cabello rizado. Nos encontrábamos en el bar donde trabajaba, en algún café cercano al
centro del pueblo o simplemente en la calle. Vikka adoraba el campo, lo que hacía que
nuestras citas se convirtieran en verdaderas aventuras. Incluso en alguna ocasión,
compartimos momentos en mi casa. Sin embargo, el destino tenía otros planes para
nosotros y Vikka y su pareja terminaron su relación. La correspondencia postal se
convirtió en nuestra forma favorita de comunicación, en la que (tu nombre) plasmaba
sus sentimientos más profundos hacia ella. Esta es la historia de amor de (tu nombre) y
Vikka, una historia que comenzó en un bar, se desarrolló en el campo y se consolidó a
través de la correspondencia en papel. Una historia de amor que nació desde el
corazón del barista, y que marcó un antes y un después en mi vida."
la conoci en el bar de la pizzeria donde trabajaba, soy barsita y caligrafo, vikka ama el
cafe, el bar era un lugar agradable con mesas de madera y silla de un color vino
aterciopelado, con un enorme portal de cristal que daba jusro a la calle, la conoci en
redes sociales, ella acepto toamrse un cafe conmigo, fue hace 8 años,
aproximadamente, ella probo algo de cafe ese dia, y una enzalada que tenia el nombre
de su signo del zodiaco, le gustaba mucho bromear sobre el cafe al decir que si se le
agregaba leche no era muy sano porque esta contenia hormonas, ella vestia una
chaketa cafe, jeans, zapatos altos, gafas y cabello rizado a los hombros, destacaba su
sonrisa. a aprtir de ese dia las visitas a l abr fueron cada evs mas frecuentes,
generalmente de noche , yo solía acompañarla a su casa, bueno a asa de su hermana
donde ella se quedaba a dormir, porque ir hasta su casa ya no era posible porque el
tranporte era con cierto horario, asi que ella se quedaba con su hermana a dormir, si
bien en ocaciones ella era algo descuidada con su forma de evstir, cuando se trataba
de vernos estaba siempre impecable, olia rico, su aliento super fresco, era como un
iman para mi. nos encantaba caminar camino a su casa bajo la luz de la noche y las
estrellas y toamr el camino ams largo a casa de su hermanna para poder estar mas
tempo juntos.
Con el tiempo, Luis y Vikka comenzaron a llamarse novios y a presentarse así ante sus
amigos más cercanos. Aunque seguían ocultando su relación a sus parejas oficiales, su
amor por el otro era cada vez más fuerte y evidente. Así empezaba una hermosa
aventura juntos, llena de altibajos, desafíos y aprendizajes, pero sobre todo, llena de
amor y complicidad.
Vikka se emocionó ante la idea de la cita y se puso a pensar en cómo prepararse para
ese momento especial. Se sentía atraída por Luis y el hecho de que estuviera dispuesto
a planear algo así la hizo sentir especial y querida. Comenzó a fantasear con ese
momento, imaginando cómo sería el vestido, cómo se vería ella en la oscuridad, cómo
serían los besos y abrazos de Luis.
Finalmente llegó el día de la cita y Vikka estaba nerviosa pero emocionada. Llegó al
hotel con ropa casual y subió a la habitación de Luis. Al entrar, él le indicó que
apagaran las luces y se abrazaron en la oscuridad. Vikka se cambió de ropa y se puso el
vestido rojo con flores que había elegido para la ocasión. Cuando volvió a abrazar a
Luis, sintió la electricidad entre ellos y los besos se hicieron más apasionados.
En ese momento, ambos se dieron cuenta de que lo que tenían era más que una
simple atracción física. Había algo especial entre ellos, algo que trascendía las
relaciones que tenían con otras personas. A partir de ese momento, comenzaron a
verse más a menudo y a cultivar su relación en secreto, mientras mantenían sus otras
relaciones por conveniencia. Pero lo que Luis y Vikka compartían era más fuerte que
cualquier otra cosa y estaban dispuestos a arriesgarse por ello.
Después de esa noche, la relación entre Vikka y Luis se volvió más intensa. Aunque Luis
estaba un poco confundido por el hecho de que no hubo intimidad, la pasión entre
ellos aumentó y se buscaron cada día más. Comenzaron a salir con más frecuencia y a
conocerse mejor, compartiendo sus gustos, sueños y metas.
Con el tiempo, Luis y Vikka se dieron cuenta de que lo que sentían el uno por el otro
era algo especial y decidieron formalizar su relación. A partir de ese momento, se
convirtieron en pareja oficial y empezaron a construir un futuro juntos, con sus
altibajos como cualquier relación, pero siempre con el amor y la pasión que los había
unido desde el principio.
A pesar de que la noche juntos en el hotel fue hermosa e intensa, tanto Vikka como
Luis decidieron no consumar su amor esa noche. Ambos sintieron que quizás era
demasiado para una primera cita de ese tipo y prefirieron esperar. Sin embargo, el
evento marcó sus vidas para siempre. La atracción entre ellos se hizo cada vez más
fuerte y continuaron viéndose a menudo. Aunque Luis se mostraba algo reservado, la
intensidad de los abrazos y caricias que compartían era indudable, lo que hizo que
ambos se buscaran cada día más.
Pero a pesar de la pasión y la conexión que sentían, tardaron bastante tiempo en
formalizar su relación. A ambos les costaba abrirse completamente el uno al otro y
dejar sus relaciones anteriores atrás. Sin embargo, la atracción entre ellos era
demasiado fuerte y finalmente se rindieron a sus sentimientos. Poco a poco, fueron
descubriendo cosas nuevas el uno del otro y explorando su amor juntos.
Capítulo 1 Vikka entró en el bar de la pizzería, un lugar agradable con mesas de
madera y sillas de un color vino aterciopelado. El enorme portal de cristal daba justo a
la calle, lo que hacía que el lugar fuera luminoso y acogedor. Vestía una chaqueta café,
jeans, zapatos altos, gafas y cabello rizado a los hombros. Destacaba su sonrisa. Luis, el
barista y calígrafo, estaba detrás de la barra preparando un café para uno de sus
clientes habituales. Vikka se acercó al mostrador y le preguntó si tenían alguna
ensalada. Luis, intrigado por la joven, le recomendó una que llevaba el nombre de su
signo zodiacal. Vikka se rió y pidió también un café. Luego de probar el café, Vikka
comenzó a bromear con Luis sobre los efectos negativos que la leche puede tener en la
salud. Luis la miraba con atención, fascinado por su actitud desenfadada. Los
encuentros en el bar se volvieron cada vez más frecuentes y, generalmente, ocurrían
de noche. Luis solía acompañar a Vikka hasta la casa de su hermana, donde ella se
quedaba a dormir, ya que el transporte público tenía un horario limitado. A veces, se
tomaban el camino más largo para disfrutar del camino juntos. Vikka era ingeniera en
desarrollo comunitario y su pasión por el campo se notaba en su forma de vestir,
caminar y hablar. A pesar de que ella tenía un novio a distancia y Luis estaba en una
relación, ambos sentían una gran atracción el uno por el otro. Si bien no usaban el
término "novios" o "parejas", eran simplemente ellos dos. Un día, Luis vio una foto de
Vikka en redes sociales en un hermoso vestido rojo con flores. Le pidió que lo usara en
su próxima cita, que sería en un hotel. La idea era que Vikka llegara con otra ropa y, al
estar en la habitación, apagarían las luces para que ella pudiera cambiarse y ponerse el
vestido a oscuras. Solo habría abrazos y besos. Vikka llegó puntual a la cita y entraron
en la habitación del hotel, que estaba a solo media calle del bar donde trabajaba Luis.
Era una habitación de tipo colonial amplia y acogedora. Apagaron las luces y ella
comenzó a cambiarse de ropa. De besos pasaron a abrazos y caricias, y estas se
intensificaron cada vez más. Luis moría por hacerle el amor, pero en cambio, fue un
largo tiempo de caricias que parecían no tener fin. La panty de Vikka ya no estaba en
su lugar después de un tiempo, solo quedaba el vestido. Él la tocaba y besaba en todas
las formas posibles, pero no hubo intimidad, lo cual prendió aún más el ambiente. De
repente, ella realizó un magnífico oral a Luis, lo que lo impresionó de forma grande
porque no creía que eso ocurriría. A pesar de que fue hermoso, ambos se quedaron
con ganas de haber consumado
Vikka entró en el bar de la pizzería, un lugar agradable con mesas de madera y sillas de
un color vino aterciopelado. El enorme portal de cristal daba justo a la calle, lo que
hacía que el lugar fuera luminoso y acogedor. Vestía una chaqueta café, jeans, zapatos
altos, gafas y cabello rizado a los hombros. Destacaba su sonrisa. Luis, el barista y
calígrafo, estaba detrás de la barra preparando un café para uno de sus clientes
habituales. Vikka se acercó al mostrador y le preguntó si tenían alguna ensalada. Luis,
intrigado por la joven, le recomendó una que llevaba el nombre de su signo zodiacal.
Vikka se rió y pidió también un café. Luego de probar el café, Vikka comenzó a
bromear con Luis sobre los efectos negativos que la leche puede tener en la salud. Luis
la miraba con atención, fascinado por su actitud desenfadada. Los encuentros en el bar
se volvieron cada vez más frecuentes y, generalmente, ocurrían de noche. Luis solía
acompañar a Vikka hasta la casa de su hermana, donde ella se quedaba a dormir, ya
que el transporte público tenía un horario limitado. A veces, se tomaban el camino
más largo para disfrutar del camino juntos. Vikka era ingeniera en desarrollo
comunitario y su pasión por el campo se notaba en su forma de vestir, caminar y
hablar. A pesar de que ella tenía un novio a distancia y Luis estaba en una relación,
ambos sentían una gran atracción el uno por el otro. Si bien no usaban el término
"novios" o "parejas", eran simplemente ellos dos. Un día, Luis vio una foto de Vikka en
redes sociales en un hermoso vestido rojo con flores. Le pidió que lo usara en su
próxima cita, que sería en un hotel. La idea era que Vikka llegara con otra ropa y, al
estar en la habitación, apagarían las luces para que ella pudiera cambiarse y ponerse el
vestido a oscuras. Solo habría abrazos y besos. Vikka llegó puntual a la cita y entraron
en la habitación del hotel, que estaba a solo media calle del bar donde trabajaba Luis.
Era una habitación de tipo colonial amplia y acogedora. Apagaron las luces y ella
comenzó a cambiarse de ropa. De besos pasaron a abrazos y caricias, y estas se
intensificaron cada vez más. Luis moría por hacerle el amor, pero en cambio, fue un
largo tiempo de caricias que parecían no tener fin. La panty de Vikka ya no estaba en
su lugar después de un tiempo, solo quedaba el vestido. Él la tocaba y besaba en todas
las formas posibles, pero no hubo intimidad, lo cual prendió aún más el ambiente. De
repente, ella realizó un magnífico oral a Luis, lo que lo impresionó de forma grande
porque no creía que eso ocurriría. A pesar de que fue hermoso, ambos se quedaron
con ganas de haber consumado
su amor en su primer encuentro. Quizás era demasiado para una primera cita de ese
tipo, pero sin duda este evento marcó sus vidas para siempre. Después de eso, la
atracción entre ellos fue cada día más intensa, aunque Luis se mostraba algo reservado
y confundido, ya que Vikka no le permitió más que abrazos y caricias muy intensas.
Pero esto hizo que ambos se buscaran cada día más. El olor corporal de Vikka era algo
que Luis nunca había sentido antes, era limpio e higiénico, lo que lo atraía aún más.
Con el tiempo, sus encuentros se volvieron más frecuentes y se abrieron más el uno al
otro. Decidieron formalizar su relación mucho tiempo después de ese primer
encuentro, pero ese momento siempre permaneció en sus memorias como una de las
noches más intensas y emocionantes de sus vidas. A partir de entonces, comenzaron a
tener una relación más estable y se convirtieron en una pareja oficial. Pero eso es una
historia para otro día. En ese momento, Luis y Vikka solo disfrutaron del momento y de
la pasión que habían compartido en su primer encuentro.
Como cualquier libro, "Vikka en mi corazón: Cartas de amor desde el barista" tendría
varios componentes estructurales. Estos podrían incluir:
17. Portada: Es la cara del libro que da la primera impresión al lector. Debe ser
atractiva y representar el contenido del libro.
18. Páginas preliminares: Estas páginas incluyen el título del libro, el nombre del
autor, el prólogo (si lo hay), la dedicatoria y la tabla de contenido.
19. Capítulos: El libro estaría compuesto por los 15 capítulos previamente
mencionados, cada uno de ellos abordando una temática distinta de la relación
entre Vikka y Luis.
20. Epílogo: Este es un componente opcional pero puede ser útil para darle un
cierre a la historia o reflexionar sobre los temas tratados en el libro.
21. Agradecimientos: Si el autor desea agradecer a personas que han sido
importantes para él en el proceso de escritura del libro, puede incluir una
sección de agradecimientos.
22. Bibliografía: En caso de que se hayan utilizado fuentes para la investigación o
para la inspiración del libro, se podría incluir una lista de las mismas.
23. Biografía del autor: Si el autor es conocido o desea presentarse al lector, puede
incluir una breve biografía al final del libro.
Cada uno de estos componentes estructurales ayudaría a darle forma y cohesión al
libro, permitiendo al lector disfrutar de una experiencia de lectura completa.
Dedico este libro a Vikka, cuya influencia e inspiración han sido fundamentales para la
creación de esta obra. Agradezco su paciencia, sus besos y su presencia incondicional
durante los momentos más difíciles. También agradezco su capacidad de sacar lo
mejor de mí, incluso cuando las cosas parecían desmoronarse. Aunque nuestra
relación ha tomado un camino diferente, siempre apreciaré los buenos momentos y la
pasión que compartimos. A todos aquellos que han amado y perdido, recuerden que el
amor siempre vale la pena. Gracias, Vikka, por ser una parte importante de mi vida y
de este libro."
"Dedico este libro a Vikka, cuyo nombre real es imposible colocar ahora en el libro. A
ella, que inspiró gran parte de este trabajo con su belleza y su pasión por el café y la
fotografía. Gracias por tus besos, tu paciencia, y por estar ahí en los momentos en que
más lo necesitaba. Gracias también por tu aroma y tu sonrisa, que siempre estarán
grabados en mi corazón. Aunque tu indiferencia me haya llevado a terminar este libro,
siempre recordaré los buenos momentos que compartimos juntos. Y a todos aquellos
que hayan vivido un amor así, les deseo toda la suerte del mundo. Gracias Vikka, por
todo."
Se escribían dos o tres veces al mes, y las cartas eran de tipo informal. Vikka cuidaba
mucho su ortografía y gramática, y Luis su caligrafía, que realizaba a la vieja usanza con
plumilla y tintas. Cada vez que llegaba una carta, Luis se emocionaba y se apresuraba a
leerla. Y aunque no podía tenerla físicamente a su lado, sentía que con cada palabra
que ella escribía, estaba más cerca de ella.
Un evento que marcó mucho en su correspondencia fue cuando Luis le pidió a Vikka
verse para seguir amándose en algún lugar diferente de la ciudad, o para tomar algún
café. Vikka se mostró reacia, diciéndole que era mejor mantener las cosas como
estaban, pero finalmente accedió a encontrarse con él en un café del centro.
El día del encuentro, Luis llegó temprano y se acomodó en una mesa. Estaba nervioso y
ansioso por verla. Pasaron los minutos y ella no aparecía, pero finalmente llegó, con un
vestido rojo que la hacía ver más hermosa que nunca. Luis no podía dejar de mirarla, y
aunque en ese momento no pudieron estar juntos íntimamente, la emoción de haberla
visto de nuevo lo mantuvo feliz durante varios días.
En una ocasión, Vikka le pidió a Luis que le escribiera una carta para su hermano a
manera de regalo. Él la ayudó con la rotulación del sobre, aludiendo que el contenido
debía ser personal entre ellas. Vikka llevaba siempre consigo un sobre rotulado con la
caligrafía de Luis, y lo presumía mucho. A él le encantaba saber que ella lo valoraba
tanto.
Así transcurrió el tiempo, y la correspondencia postal se convirtió en el medio principal
para mantener viva la llama del
capítulo 2:
De las cartas a los encuentros: una historia de amor en desarrollo
El contacto físico entre Vikka y Ricardo había sido fugaz, pero la pasión que los unía
seguía ardiendo como el fuego. A pesar de la distancia que los separaba, seguían
manteniendo contacto de forma esporádica en el bar donde Ricardo trabajaba, y en
cada encuentro la tensión sexual entre ellos era más intensa.
En aquella época, Ricardo tenía la idea de escribir un libro sobre Vikka. Había
prometido incluir una de sus fotografías en la portada, y ella accedió con la condición
de que él mismo la tomara en una habitación de hotel, con poca o nada de ropa. El día
llegó y acordaron verse en un hotel cercano, pero al entrar se olvidaron por completo
de las fotos y se dejaron llevar por el deseo que los había mantenido alejados tanto
tiempo.
Vikka tenía un aroma único, limpio y pulcro, que encendió aún más la pasión de
Ricardo. Él demostró su calidad de amar con un desempeño magnífico que dejó a Vikka
sin aliento. Desde aquel momento, sus encuentros se volvieron más frecuentes, ya
fuera en la casa de él, en algún hotel cercano o en el gimnasio donde Ricardo daba
clases y Vikka se convirtió en su mejor alumna.
Sin embargo, su relación no se limitaba a los encuentros físicos. Comenzaron a
escribirse cartas con una frecuencia casi diaria, cuidando cada detalle para que fueran
perfectas. Ricardo cuidaba su caligrafía y Vikka su ortografía y gramática. En ocasiones,
las cartas llegaban a un domicilio particular o a la oficina de correos, pero todas
marcaban la fuerza de una relación sólida, amorosa y apasionada.
Espero que esto te sea útil. Si necesitas más ayuda, no dudes en preguntar.
Sin embargo, no puedo negar que me dolía verla coquetear con otros chicos en el bar
donde trabajaba. Sentía una punzada de celos cada vez que la veía sonreírles o
entablar una conversación amistosa con ellos. Por eso, cuando ella me pidió que
escribiera esa frase para otro chico, aunque lo hice, no pude evitar sentir una pizca de
tristeza y celos.
Pero al mismo tiempo, sabía que era injusto de mi parte reclamarle algo que yo mismo
no podía ofrecerle en ese momento. A pesar de todo, nuestra conexión seguía siendo
fuerte y la amistad entre nosotros nunca decayó. Seguíamos siendo confidentes y
apoyándonos en los momentos difíciles.
Quizás por eso, a pesar de los altibajos y los momentos de dudas, seguía sintiendo que
había algo especial entre nosotros, algo que no podía explicar con palabras pero que
estaba ahí, presente en cada carta, en cada mirada y en cada momento compartido. Y
aunque todavía no sabíamos qué éramos, yo seguía sintiendo que ella era importante
para mí y que yo lo era para ella.
De repente, le pedí a Vikka que nos sentáramos espalda con espalda y miráramos hacia
el cielo. Así lo hicimos, y fue el momento más hermoso de la noche. Éramos solo
nosotros dos, conectados sin necesidad de palabras. La oscuridad del cielo solo se
rompía con la luz de la luna y las estrellas brillando intensamente.
Fue entonces cuando sentí que la magia del lugar nos envolvía completamente. Las
flores, el bosque, la música y sobre todo Vikka, me hacían sentir en un lugar realmente
especial. No había nadie más en el mundo, solo ella y yo.
Así, en esa atmósfera mágica, nos abrazamos y nos besamos apasionadamente. Fue un
momento que siempre guardaré en mi memoria como uno de los más hermosos de mi
vida. Con Vikka a mi lado, rodeados de naturaleza y música, me sentí realmente
afortunado. Y aunque el momento terminó cuando llegó el carro por nosotros, la
sensación de felicidad y plenitud que sentí en ese instante, nunca se desvanecerá.
Decidí aceptar un trabajo en una boda fuera de la ciudad y necesitaba una ayudante,
así que le pedí a Vikka si estaría interesada en acompañarme. Después de acordar el
precio con el cliente, nos preparamos para la noche especial.
Antes de partir, Vikka y yo fuimos a comprar una camisa blanca para el evento. Una
vez en el lugar, quedamos maravillados por la enorme cantidad de flores y adornos. El
lugar era inmenso, con muchos pasillos que se conectaban entre sí. Vikka se tomó el
tiempo para tomar algunas fotos del lugar y quedó fascinada con un enorme
atrapasueños que estaba elaborado con la ayuda de algunos árboles.
Había muchas chicas vestidas con color negro, cada una con diferentes funciones en la
boda. Vikka me dijo que una de ellas me estaba coqueteando, a lo que yo simplemente
dije que la única que me parecía hermosa era ella. A medida que caía la noche, las
personas se concentraron en un solo lugar, lo que nos ayudó a levantar poco a poco
nuestra barra. La distancia de la barra a la bodega era bastante grande y comenzamos
a transportar todo con Vikka. Ahí me confesó que no podía cargar cosas pesadas, así
que decidí ayudarla más. El lugar se prestaba para besarnos, abrazarnos, acariciarnos y
tener un momento romántico en la total y completa oscuridad.
Una vez que terminamos nuestro trabajo en la reserva, no teníamos cómo volver a la
ciudad, así que mientras esperábamos que un carro volviera por nosotros, le pedí a
Vikka que nos sentáramos espalda con espalda y viéramos al cielo. Fue el momento
más hermoso de la noche, como si ambos estuviéramos conectados sin necesidad de
palabras.
Finalmente, decidimos ir a un bar cercano y pedir cócteles. Allí, Vikka y yo
compartimos confidencias y nos conocimos aún más. La música en vivo y la atmósfera
de bosque y flores hicieron que la noche fuera mágica e inolvidable.
En resumen, esa noche fuera de la ciudad fue una de las más hermosas y memorables
de mi vida, gracias a la compañía de Vikka, la belleza del lugar y la conexión que
logramos tener en ese ambiente tan especial.
Mientras trabajábamos en la boda, había un pequeño estudio fotográfico al lado de
nuestra barra, donde los invitados podían tomarse fotos con diferentes accesorios y
atrezzo. En un momento de calma, Vikka y yo nos aventuramos a entrar en el estudio
para divertirnos un poco y tomarnos algunas fotos juntos. Escogimos unos sombreros
locos y unas gafas de colores brillantes, lo que nos hizo reír y disfrutar de ese momento
juntos. Después de tomar las fotos, las guardamos como un bonito recuerdo de
nuestra noche inolvidable.
Mientras estábamos en el hotel, la pasión entre Vikka y yo seguía en aumento. Era
como si no hubiera un mañana y queríamos aprovechar cada segundo juntos. No sé si
fue la emoción del evento o simplemente el hecho de estar fuera de la ciudad, pero
estábamos conectados de una manera que no había sentido antes.
Después de un rato, Vikka me comentó que se quedaría con su hermana esa
madrugada, la cual estaba ansiosa por escuchar todos los detalles de la boda. Me
pareció gracioso que Vikka fuera a contarle todo lo sucedido, pero a la vez me hizo
sentir especial saber que ella quería compartir esos momentos con alguien cercano.
Nos acurrucamos en la cama, agotados pero felices, y hablamos de todo lo que había
pasado en la boda. Nos reímos de situaciones graciosas que sucedieron y comentamos
lo increíble que fue trabajar juntos en ese evento. Después de un rato, caímos en un
profundo sueño, abrazados y sintiendo la felicidad de haber pasado juntos una noche
inolvidable.
Al otro día, Vikka me comentó por mensaje de texto que no durmió nada por estar
platicando con su hermana sobre todos los detalles de la boda y que incluso se
pusieron a cantar juntas. Recuerdo que en un mensaje de audio ella cantaba "Bésame
mucho" de Agustín Lara y me sorprendió lo hermosa que sonaba su voz. Sin duda, la
música es algo que nos conecta aún más y de lo que hablaré en otro capítulo de este
libro.