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Sociedad Anonima P.I.
Sociedad Anonima P.I.
La sociedad anónima promotora de inversión, o SAPI, es una modalidad de la sociedad anónima, creada de
conformidad con la Ley del Mercado de Valores del 2006. La SAPI flexibiliza el régimen corporativo aplicable a las
SA, como se describirá más adelante. Desde el punto de vista fiscal, es necesario señalar que la SAPI está sujeta a los
mismos impuestos y cargas que la SA.
En mi opinión, corporativamente hablando, el vehículo idóneo para recibir inversión por parte de fondos de capital
privado es la SAPI, ya que, a diferencia de la SA, en donde el principio rector para establecer los derechos de
mayorías y minorías es casi exclusivamente el porcentaje de participación en el capital social de la Sociedad, en la
SAPI se establecen criterios distintos para proteger dichos derechos, los cuales se discutirán a continuación.
En caso que los promotores de inversión de capital privado (“Grupo Promotor”) planeen realizar, al término de su
inversión, una salida a través de la bolsa, la SAPI deberá adoptar el régimen de sociedad anónima bursátil (SAB) o la
modalidad intermedia entre SAPI y SAB denominada sociedad anónima promotora de inversión bursátil (SAPIB).
Concretamente, la SAPIB permite que la sociedad coloque acciones o emita títulos de crédito y los ofrezca al público
inversionista, mediante el cumplimiento de requisitos de registro menores que una SAB con la condición de que en
un plazo de tres años adopte el mencionado régimen de SAB. Por tratarse ambos de vehículos creados
exclusivamente para la realización de colocaciones públicas, no aconsejamos su utilización durante el periodo en
que invierta el fondo de capital privado, sino únicamente al momento de la salida de la inversión y sólo en caso de
que dicha salida se vaya a realizar mediante una oferta pública. En virtud de lo anterior, no tocare las peculiaridades
de estos modelos.
(a) La SAPI ofrece un régimen corporativo más flexible y moderno que la SA, ya que permite la regulación de
determinados derechos corporativos que bajo el régimen de la SA se encuentra expresamente prohibido o cuya
efectividad ante los tribunales mexicanos está en duda.
(b) Permite que accionistas minoritarios puedan ejercer control sobre el gobierno corporativo de la SAPI,
independientemente de su porcentaje en el capital social.
(c) Permite mecanismos más eficientes para implementar estrategias de salida del capital privado, como derechos
de “drag along” y “tag along” (tema que discutiremos posteriormente al hablar de las estrategias de salida).
(d) Si bien pueden disminuirse (más no aumentarse), los porcentajes para el nombramiento de consejeros o
comisarios son menores que en la SA, al igual que los porcentajes requeridos para llevar a cabo acciones
fundamentales en el gobierno corporativo de la Sociedad, como la oposición a resoluciones de asamblea de
accionistas o la acción de responsabilidad civil.
Con relación esta redefinición de funciones y responsabilidades del consejo y directivos la LMV permite:
La desaparición del Comisario y que sus funciones y responsabilidad se transfieren al Consejo, a Comités y
al Auditor Externo.
Comités de consejeros independientes que desempeñarán funciones de Prácticas Societarias y Auditoría.
Determinar la responsabilidad de Consejeros en cuanto a Diligencia y Lealtad.
Al igual que en las SA, la regla general es que los administradores tendrán la responsabilidad inherente a su
mandato y a la derivada de las obligaciones que la ley y los Estatutos Sociales de la SAPI les imponen. En todo caso,
la responsabilidad de los consejeros puede limitarse o ampliarse mediante los Estatutos Sociales. La responsabilidad
de los administradores sólo podrá ser exigida por acuerdo de la Asamblea General de Accionistas, la que designará a
la persona que haya de ejercitar la acción correspondiente, o en su defecto, por el 15% (quince por ciento) de los
accionistas de la SAPI. A este respecto, es necesario señalar que no se trata de una acción individual, sino social, es
decir, a favor de la Sociedad.
No obstante lo anterior, en caso de que la SAPI adopte el régimen de Sociedad Anónima Bursátil (“SAB”), serán
aplicables a los consejeros de la SAPI las disposiciones relativas a responsabilidad de los consejeros de una SAB,
entre otras, los deberes de diligencia (es decir, que deberán actuar de buena fe y en el mejor interés de la sociedad)
y de lealtad (es decir, confidencialidad respecto a la información y los asuntos que tengan conocimiento con motivo
de su cargo, y que deberán abstenerse de participar y estar presentes en la deliberación y votación de asuntos en
los que tuvieran conflictos de interés).
En caso de que se quieran elevar los estándares de responsabilidad de los administradores en la SAPI, una buena
opción sería incorporar la regulación que en materia de responsabilidad son aplicables a los administradores de una
SAPIB
Consejeros Independientes:
Los consejeros independientes son seleccionados por su experiencia, capacidad y prestigio profesional, el propósito
es que desempeñen sus funciones libres de conflictos de interés. Tanto el Consejo como los Comités deberán estar
integrados por Consejeros Independientes. No podrán ser consejeros independientes, entre otros:
Los Comités se encargan de las prácticas societarias que, entre otras cosas, incluye solicitar la opinión de expertos
independientes cuando lo consideran conveniente, convocar a asamblea de accionistas y apoyar al Consejo de
administración a elaborar informes. También se encargan de las auditorías que consisten en evaluar el desempeño
del auditor externo, discutir los estados financieros de la Sociedad e informar al Consejo sobre el sistema de control
interno y auditoría interna de la Sociedad, incluyendo las irregularidades que encuentren.
Los miembros del consejo de administración deberán procurar la creación de valor en beneficio de la sociedad sin
privilegiar a un determinado accionista o grupo de accionistas. Deberán actuar como un comerciante diligente
adoptando decisiones razonadas y cumpliendo deberes que le impongan la ley y los estatutos, la falta de diligencia
en su actuar se presumirá, salvo prueba en contrario, cuando:
Se abstengan de asistir, salvo causa justificada por la asamblea, a las sesiones del consejo, y en su caso,
comités de los que formen parte y se tomen o dejen de tomar decisiones que causen daño a la sociedad.
No revelen al consejo de administración o, en su caso, a los comités de los que formen parte, información
que conozcan y que sea necesaria para la adecuada toma de decisiones salvo que se encuentren obligados
a guardar secreto al respecto.
Los consejeros deberán guardar confidencialidad respecto de la información que por su cargo conozcan y que no
sea pública. Serán responsables de las irregularidades cometidas por sus predecesores si, conociéndolas, no las
denuncian al Comité y al auditor externo. Se presumirá, salvo prueba en contrario, que los consejeros incurren en
deslealtad frente a la sociedad cuando:
Director General
El director general será responsable de la gestión, conducción y ejecución diaria de los negocios de la sociedad. Los
informes trimestrales y anuales deberán estar suscritos, cuando menos, por el director general y demás directivos
relevantes, en el ámbito de sus competencias y deberán presentarse al consejo de administración para su
aprobación.
El director general y los demás directivos relevantes serán responsables de los daños y perjuicios que ocasionen,
derivados del ejercicio negligente de sus funciones, a la sociedad o sus subsidiarias. El director general desempeñará
su cargo procurando la creación de valor en beneficio de la sociedad sin privilegiar a un determinado accionistas o
grupo de accionistas, actuando como un comerciante diligente, adoptando decisiones razonadas y cumpliendo los
deberes que le impone la ley y los estatutos.
Funcionamiento y Ventajas
La SAPI puede adoptar medidas flexibles en cuanto su funcionamiento que no pueden ser adoptadas por las S.A., e
incluso convenir libremente sobre disposiciones restringidas o prohibidas a éstas últimas bajo la LGSM, como a
continuación se distingue:
S.A. SAPI
Únicamente puede pactarse que la transmisión de las acciones se haga Imponer restricciones a la transmisión de propiedad o derechos respecto
con autorización del Consejo de Administración, quién podrá negarla de las acciones de una misma serie o clase representativas del capital
designando a un tercer comprador, quién deberá adquirirlas al precio social (p.e., drag along y tag along).
corriente en el mercado.
El voto limitado sólo se puede dar en Asambleas Extraordinarias que se Emitir sin límite acciones sin voto o con voto restringido.
convoquen para :
Derechos Minoritarios
En el nuevo régimen de la SAPI se cambian los porcentajes mínimos para ejercer los derechos de minoría. Los
derechos de minorías quedan protegidos de la siguiente forma:
Estrategias de Salida
En la SAPI se pueden adoptar los conceptos de derechos “Drag-Along” (derecho de “arrastre” o de “traer consigo”)
y de “Tag-Along” (derecho de acompañamiento) que prevén situaciones de venta total, porcentaje específico, o de
las acciones mayoritarias de una sociedad.
Es fundamental que los Estatutos Sociales contengan estrategias de salida para la inversión de capital privado una
vez concluido su periodo de inversión. Para esto, la ley permite que bajo el régimen de SAPI se implementen las
siguientes estrategias (conocidas en derecho anglosajón como Drag Along y Tag Along), que usualmente se disparan
cuando alguno de los accionistas recibe por parte de un tercero una oferta de compra de una parte o todas sus
acciones: