Está en la página 1de 10

Diplomado en psicología clínica y de la salud

Paciente hospitalizado

Docente
Lic. Yessica Andrea Chaverra Lozada

Presentado por:
Eliana Hernandez Bedoya

Maricela Rodríguez Capera

Michell Escobar Narváez

Natalia Zúñiga Isaza

La Dorada, Caldas 19 septiembre del 2021


DIPLOMADO EN PSICOLOGÍA CLÍNICA Y DE LA SALUD

Responda las siguientes preguntas de acuerdo con los temas vistos

1. Que necesidades enfrenta el paciente hospitalizado

Los pacientes hospitalizados se enfrentan en circunstancias críticas, ya que involucra

distintas complejidades que expresan un impacto emocional a partir del evento estresor además

la tensión interna que puede ser manejada o no por los mecanismos de defensa habituales que

una persona ha utilizado durante su vida. Para comprender la reacción emocional desencadenada,

a la vez es necesario contextualizarla de acuerdo con la biografía de cada persona, la

enfermedad, accidente o intervención serán significativos emocionalmente. De este significado

podrá, por ejemplo, nacer una actitud de esperanza, desesperanza, miedo, coraje, un exceso de

vulnerabilidad que movilice muchas veces a la ansiedad, en otras ocasiones a la culpa, rabia u

otras reacciones.

Durante el ingreso hospitalario, las características de alejamiento o reducción de los apoyos

sociales y ambientales habituales, así como la pérdida de intimidad, de individualidad y de

control sobre las actividades cotidianas, algunos elementos que producen estrés son:

 Paciente vulnerable tiene necesidades alteradas fisiológicas, psicológicas,

 Ruptura vínculo familiar y afectivo

 No aceptación de la enfermedad

 Sentimiento de abandono del hogar y los hijos

 Conformidad o disconformidad por el equipo de profesionales el sistema.


 Temores del trato que recibirá, sensación de desamparo

 Desinformación de su enfermedad y su tratamiento, estrés.

(Ps.PaulaZalaquetta, 2017)

2. Describa cuales son las alteraciones emocionales que presentan los pacientes con
insuficiencia renal.

• Las alteraciones del estado de ánimo (desanimo, depresión…)

En las alteraciones del estado de ánimo se agrupan la tristeza, el desánimo o la depresión. En

muchos trabajos se recoge la depresión como el problema psicológico más frecuente en los

pacientes en diálisis. Cuando se habla de depresión, no siempre se hace referencia a una

depresión clínicamente entendida. De hecho, la mayoría de los problemas de desánimo que se

ven en las unidades de diálisis son formas suaves o leves de depresión o la presencia de algunos

de sus síntomas. Uno de los problemas para el diagnóstico de la depresión es el solapamiento que

se puede dar entre algunos síntomas propios de la enfermedad y los síntomas físicos

característicos de la depresión. La depresión con frecuencia va acompañada de ansiedad. Un alto

porcentaje de pacientes con síntomas depresivos presentan también síntomas de ansiedad y a la

inversa.

Las quejas somáticas asociadas con la insuficiencia renal crónica que pueden simular

síntomas depresivos como fatiga, anorexia, cambio de peso. Todos aquellos síntomas que no son

vegetativos (tales como el estado ánimo deprimido, pesimismo, ideas suicidad, abulia y culpa).
• Los problemas asociados a la ansiedad

Las respuestas de ansiedad se observan con frecuencia en las personas que están en

hemodiálisis y aunque con menos referencias bibliográficas, los síntomas de ansiedad también

están recogidos en la literatura como una de las demandas psicológicas más frecuentes. Los

síntomas de ansiedad suelen ir acompañando a la preocupación, la incertidumbre o la pérdida de

control. La emoción más habitual asociada a la de ansiedad es el miedo o preocupación. El

miedo es la respuesta emocional más poderosa con la que cuenta la especie humana y, en

general, todas las especies animales. Su función es la de favorecer la huida ante un peligro. Por

eso decimos que sentir temor es algo natural e incluso útil. El problema surge cuando esta

respuesta aparece en situaciones no peligrosas o cuando la respuesta resulta incapacitante.

 Los problemas sociales

La convivencia no es fácil y mucho menos cuando hay que vivir con la enfermedad. Si

añadimos las limitaciones propias de la diálisis, es evidente que ésta influye en todo el entorno

familiar de quien la padece. Las relaciones sociales se fundamentan en la comunicación y ésta se

ve muy determinada por la respuesta emocional. Por eso, muchos de las dificultades que

aparecen en las relaciones están marcadas por la alteración emocional. Las dificultades en la

convivencia, la tendencia al aislamiento o la evitación de las relaciones sociales son

circunstancias que se observan con cierta asiduidad en las unidades de diálisis. En estos casos, la

demanda suele venir por parte de la pareja o de la familia. Los cambios de humor o de carácter

del paciente provocan deterioro de la convivencia y favorecen las relaciones conflictivas,


provocando además respuestas emocionales negativas en el entorno familiar. También se pueden

mencionar algunos comportamientos inadecuados, por su afectación en la convivencia. Nos

referimos a la queja excesiva, la exigencia, la inhibición, etc.

•Las alteraciones conductuales

En estas podemos recoger las relacionadas con los comportamientos de autocuidado y los

hábitos adecuados, además de los relacionados con el estilo de vida, la actividad, el ejercicio

físico, etc. Una cuestión muy comentada es el sueño y las dificultades para conciliarlo.

Estás pueden aparecer en relación con la alteración emocional o con cuestiones físicas

(prurito, piernas inquietas, dolor…) y, en muchos de los casos, dependen del nivel de actividad,

de los horarios o del propio sueño habitual del paciente.

(La alteración emocional en diálisis, s.f)

3. ¿Cómo se diagnostican las alteraciones emocionales en pacientes hospitalizados?

Se considera riesgoso establecer una lista de tratamientos, sustentada en dicha base, puesto

que podría conducir a una sobre simplificación del problema y generar potenciales errores. Por

esto, se considera fundamental que, para efectos de esta guía, es necesario realizar una entrevista

adecuada al tipo de paciente y proceder a una correcta contextualización de los fenómenos

psicológicos.
Toda persona que se enfrenta a una enfermedad, tratamiento médico invasivo y/o un proceso de

hospitalización, reacciona emocionalmente ante tal hecho, el tipo de reacción debe evaluarse de

acuerdo con su:

1. Intensidad

2. Pertinencia

3. Congruencia

4. Contexto

5. Temporalidad

Respecto del evento desencadenante, el cual puede circunscribirse al proceso de hospitalización,

el evento reproductivo de la mujer obstétrica, al tipo de diagnóstico, al tipo de intervención

médica y al pronóstico de esta misma.

Herramientas de decisión diagnóstica

Se requiere la aplicación de una entrevista semiestructurada, breve, diagnóstica, en la cual se

ofrezca a la paciente una o diversas intervenciones que clarifiquen, contengan, informen y, en

consecuencia, la tranquilicen, mediante la ampliación de la conciencia de sí, y de las

explicaciones de su padecimiento médico, así como de las reacciones emocionales que pueda

tener.

La entrevista

Sugieren la aplicación de la estructura de la entrevista psicológica, bajo la

siguiente metodología:

 Anamnesis, examen mental y padecimiento


 médico en conjunto.

 Diagnóstico multiaxial y evaluación de las

 funciones y recursos psicológicos.

 Apertura temática y espacio catártico.

 Intervención acorde con la reacción

 psicológica.

 Delimitación de las alternativas terapéuticas.

 Recomendaciones e indicaciones al equipo de

 salud.

 Recomendaciones e indicaciones a trabajo social.

 Pronóstico de la paciente.

Una vez realizada la entrevista psicológica, el clínico cuenta con la siguiente información

diagnóstica:

 Estado general de las funciones mentales,

 posibles alteraciones secundarias a organicidad

 causa médica

 Espectro sintomático.

 Origen y evolución del conflicto.

 Conflicto agudo o crónico.

 Evento desencadenante externo o simbolizaciones de origen interno que representan un

conflicto intrapsíquico.
(Espindola-Hernández, 2007)

4. ¿Como debe ser la intervención del psicólogo en el área hospitalaria?

La atención psicológica en el ámbito hospitalario representa una modalidad de intervención

de alta complejidad, se parte de una consideración bio-psico-social del paciente ingresado o

enfermo, que incluye las características particulares del contexto y las diferentes dinámicas que

forman parte de la institución hospitalaria. Para llevar a cabo sus funciones, el psicólogo clínico

precisa conocer, adaptarse y construir progresivamente un lenguaje común con el resto de los

facultativos y profesionales sanitarios, pero sin perder lo específico de su propia especialidad

formativa. Incluir y transmitir la perspectiva psicosomática en la comprensión del paciente será

un objetivo prioritario de la intervención psicológica. La estructura organizativa y el lugar

ocupado por el psicólogo dentro de la misma, fundamentalmente en unidades de interconsulta-

enlace, junto a los recursos y medios con los que se cuenta, condicionarán las diferentes

modalidades de intervención y el desarrollo de diferentes programas de enlace.

Estas intervenciones pueden ser realizadas en diferentes marcos:

Individual

La intervención individual se basa en diferentes aspectos según la formación de partida del

terapeuta, pero con el foco en la identificación de aspectos que afectan a la adaptación y

afrontamiento de la enfermedad, preocupaciones en torno a la misma y consecuencias derivadas,

incluido el cuidado personal en el más amplio sentido. Si bien los tratamientos de larga duración,

para pacientes con diagnósticos psicopatológicos, como acabamos de nombrar, están reservados

al ámbito de los centros de salud mental, en algunos casos, por las características de
determinados ingresos, a veces los seguimientos psicológicos se prolongan también durante

periodos muy prolongados, permitiendo lógicamente un grado de profundización mayor en

variables personales y biográficas, que cuando los ingresos son más breves.

Grupal

Intervención grupal, reservadas habitualmente para perfiles de pacientes homogéneos en

cuanto a la enfermedad o situación que motiva el ingreso. Pueden tener un matiz psicoeducativo

o psicoterapéutico, adquiriendo la experiencia de compartir y el apoyo emocional que esto

representa, una importante dimensión en la percepción, manejo y afrontamiento de la

enfermedad. Se puede dirigir tanto a pacientes ingresados, ambulatorios o cuidadores y

habitualmente representan un nivel importante de los programas de enlace.

(Villaverde, 2019)
Referencias

Espindola-Hernández, J. G. (Enero de 2007). Medigraphic. Obtenido de

https://www.medigraphic.com/pdfs/inper/ip-2007/ip071d.pdf

Ps.PaulaZalaquetta, E. (Noviembre-diciembre de 2017). Revista Médica Clínica Las Condes.

Obtenido de https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0716864017301578

(s.f). Obtenido de file:///C:/Users/Eliana/Downloads/Las-alteraciones-emocionales-en-di

%C3%A1lisis.pdf

Villaverde, A. M. (19 de febrero de 2019). Intervención psicológica en el ámbito hospitalario.

NÚMERO 1 VOL. 10 2019 . Obtenido de

https://www.revistaclinicacontemporanea.org/art/cc2019a2

También podría gustarte