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Resumen Administrativo II (Terrier)
Resumen Administrativo II (Terrier)
3. Función ADMINISTRATIVA:
Criterios de conceptualización.
Si bien hubo quienes en principio sostuvieron que “administración” era toda la actividad
que desarrollaba el P.E., la doctrina actualmente partidaria de la concepción subjetiva
considera que aquélla constituye un sector o zona de la actividad que despliega el P.E.
No tiene en cuanta al órgano sino a la materia, es decir, el contenido del acto. Sostiene
que en algunos casos, todos los órganos cumplen funciones de los demás órganos.
Sostiene que como la función administrativa no se realiza por ningún otro órgano en
forma excluyente, y dado que no le reconoce un contenido propio que la tipifique, ella
debe definirse como toda actividad que realizan los órganos legislativos y
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jurisdiccionales, excluidos respectivamente los hechos y los actos materialmente
legislativos y jurisdiccionales.
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correlativamente, la prohibición al Presidente de ejercer funciones judiciales, aún
durante el estado de sitio. Por otro lado, establece también el principio liberal de
defensa en juicio de la persona y los derechos (art. 18 CN).
Estos 2 principios exigen que esta potestad jurisdiccional sea ejercida, en principio, sólo
por los órganos integrantes del PJ.
Pero la realidad indica que por más que se niegue en el plano teórico la posibilidad
de que determinados entes u órganos administrativos ejerzan funciones
jurisdiccionales, lo cierto es que la realidad legislativa y jurisprudencial impone su
reconocimiento y obliga a diferenciar el acto jurisdiccional de la Adm. del acto
administrativo, cuyo régimen jurídico es sustancialmente distinto.
• reconocimiento a los litigantes del derecho a interponer recurso ante los jueces
ordinarios: los actos de la AP no hacen “cosa juzgada”, y siempre está abierta la
posibilidad de su revisión por un juez.
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1.3 Funciones políticas. Actos de gobierno. El acto institucional. Doctrina y
jurisprudencia.
FUNCIONES POLÍTICAS.
Bajo estas denominaciones se alude a un tipo específico de acto estatal, que sería
diverso del acto administrativo, y que no está sujeto a control judicial.
Como nota peculiar del acto institucional, la doctrina señala que constituye un acto que
no produce efectos jurídicos directos en la esfera jurídica de los particulares o
administrados, operando consecuencias respecto de órganos del E.
Como nota peculiar del acto institucional, la doctrina señala que su emisión es en
principio discrecional, pudiéndolo dictar tanto el órgano ejecutivo como el congreso.
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▪ Declaración de guerra efectuada por el P.E. (Art. 99 inc. 15º C.N.).
▪ Concertación de determinados tratados internacionales..
▪ Autorización que otorga el Congreso para la entrada de tropas extranjeras al
territorio nacional y la salida de fuerzas nacionales al exterior.
• Las privadas son aquellas establecidas entre sujetos particulares; o entre éstos y
sujetos administrativos, pero regidas total o preponderantemente por el
derecho privado.
• Las públicas o administrativas son las establecidas entre la ADM. PCA. (u otros
sujetos que ejercen prerrogativas públicas) y los particulares o administrados; o
entre sujetos administrativos, y que están regidas total o preponderantemente
por el derecho administrativo
Objetivo: tiene que ver con el objeto de esa relación, que puede consistir en actos
humanos, conductas (omisión, actuación, deber de prestación) o cosas (bienes de
dominio público).
Subjetivo: se debe dar entre 2 sujetos de derecho, uno de los cuales debe ser la
AP; el otro puede ser tanto un particular como un ente estatal.
Normativo: toda relación jurídica tiene su origen en una norma jurídica, y en este
caso es el derecho administrativo.
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SITUACIÓN JURÍDICA.
Concepto: la situación jurídica es la posición o ubicación que tiene una persona respecto
de la norma. En este caso, se refiere a la posición o ubicación en que se encuentra el
particular o administrado.
b) reclamar tanto la anulación del acto, como la reparación de los perjuicios que el
mismo le produjo (proceso contencioso administrativo de plena jurisdicción).
Son también intereses personales, pero que se tienen de manera concurrente con otros
administrados, no individualmente.
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En una licitación, todas las personas que se presenten tienen un interés que comparten
con los demás en forma concurrente.).
Gozan de una protección jurídica de menor intensidad que la prevista para los
derechos subjetivos, ya que sus titulares pueden reclamar la satisfacción de este tipo de
interés por vía de recursos administrativos, no acciones judiciales. Y en algunas
legislaciones que admiten esta última vía, pueden no obstante reclamar sólo la anulación
del acto de que se trate, pero no los daños y perjuicios que el mismo haya producido
(proceso contencioso administrativo objetivo o “de anulación”).
El anterior Código Cont. Adm. De la Pcia. de Bs. As. (Cod. “Varela”, por su autor), vigente hasta
la reforma constitucional de 1994 (art. 166 últ. Párr.) y la sanción del nuevo Cód. por la ley
12.008, previó la protección plena de los derechos subjetivos en el proceso contencioso
administrativo. Y respecto de los “intereses legítimos”, una primera interpretación de la SCJBA
desechó su admisión variando su doctrina en 1995, a partir del “caso Rusconi”, en que dio cabida
a la protección jurisdiccional –por acción cont. adm.- a este tipo de intereses.
El actual C.Cont.Adm. de la Pcia. (LEY 12.008 art. 13) confiere legitimación activa para
demandar a “toda persona que invoque una lesión, afectación o desconocimiento de
sus derechos e intereses tutelados por el ordenamiento jurídico”; es decir, abandona
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la triple distinción de la doctrina tradicional, admitiendo la protección judicial de
cualquier interés del que sea titular una o varias personas, siempre que esté tutelado
el mismo por el ordenamiento jurídico, trátese de un interés colectivo o concurrente.
Sólo quedarán excluidos aquellos intereses que, por coincidir con el interés general,
no llegan a configurar un interés “personal y directo” de un sujeto.
Y dicho Código prevé que el legitimado pueda reclamar tanto la anulación del acto,
como el restablecimiento o reconocimiento del derecho o interés tutelados, como el
resarcimiento de los daños y perjuicios ocasionados.
Por otra parte, con la consagración constitucional, tanto en nación como en provincia,
de los “derechos de incidencia colectiva” (art. 43 CN) o “derechos colectivos” (art. 20
Const. Pcia Bs. As.), también llamados por alguna doctrina “derechos o intereses
difusos”, por la dificultad de identificar a sus titulares; y caracterizados como aquellos
que, sin perjuicio de constituir verdaderos “derechos” de las personas, se refieren a un
bien jurídico esencialmente indivisible (ej: medio ambiente sano, no contaminado;
ecología y cuidado del hábitat, etc.).
Se admite la legitimación activa para interponer acción de amparo contra todo acto u
omisión de autoridades públicas o de particulares que en forma actual o inminente,
lesione, restrinja, altere o amenace con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y
garantías reconocidos por la Constitución, un tratado o una ley, al afectado, al Defensor
del Pueblo y a las Asociaciones protectoras de ciertos bienes (medio ambiente,
competencia, consumidores, etc.). Ver art. 43 CN.
Concepto: Consisten en una limitación a la libertad de querer y obrar del sujeto titular,
exigiéndole un DAR, un HACER o un NO HACER en determinado sentido.
DEBERES.
Las CARGAS PÚBLICAS son distintas, pues se imponen en el interés del propio
sujeto al que van destinadas (vg.: la carga de producir prueba que haga a su derecho
en el proceso).
OBLIGACIONES.
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- Se originan dentro de una relación jurídica concreta (vg.: un contrato).
1) POR EL ORGANISMO:
2) POR LA OPORTUNIDAD:
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SISTEMAS DE CONTROL DEL SECTOR PÚBLICO NACIONAL:
▪ FISCAL DE ESTADO.
▪ CONTADURÍA GENERAL DE LA PROVINCIA DE BS. AS.
▪ TRIBUNAL DE CUENTAS DE LA PROVINCIA DE BS. AS.
▪ DEFENSOR DEL PUEBLO.
Juicio político.
Para BIDART CAMPOS, el juicio político es un procedimiento de control y de
destitución. Lo realizan ambas cámaras del Congreso: en Diputados inicia la
causa, se invoca la razón por la cual se lleva a cabo y, por último, pasa a Senadores
para su resolución.
- Presidente.
- Vicepresidente.
- Jefe de gabinete.
- Ministros.
- Miembros de la CSJN.
El basamento de este juicio está dado por el mal desempeño de las funciones
atinentes a su investidura o la comisión de delitos en ejercicio de dichas
funciones, e incluso por la comisión de delitos comunes.
El juez no puede decirle a la Administración que anule un acto y dicte uno contrario. Lo
que va a hacer el juez es pedir que el acto sea revisado y, en la medida de lo posible,
modificado.
Ante esta circunstancia, la Administración puede tanto como acceder a la petición del
juez o mantenerse firme en su postura. Si se da este último supuesto, se puede recurrir
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la sentencia, accediendo a la Cámara. E incluso, luego de esta instancia, recurrir ante la
SCJBA.
Se vela por la constitucionalidad del mismo, para evitar que se vulneren los intereses
protegidos por la CN.
- sustituirlo.
- revocarlo.
- modificarlo.
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UNIDAD 2 – EL PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVO.
CONCEPTO.
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del asunto, sin que por ello se dude de la existencia de un procedimiento tendiente a
ello.
“…materialmente administrativa…”
PROCESO Y PROCEDIMIENTO.
Los procesos judiciales pueden no ser jamás transitados por los individuos. Una persona
puede pasar toda su vida sin involucrarse en una cuestión judicial (proceso). Sin
embargo, le será imposible sustraerse a la realización de algún tipo de trámite
administrativo (ej: obtención del DNI, contraer matrimonio, etc.).
UBICACIÓN SISTEMÁTICA.
NATURALEZA JURÍDICA.
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administrativo, en rigor de verdad, configura un cauce formal por el que se exterioriza
la actuación administrativa del E.
▪ otros adoptan una postura radicalmente opuesta, entendiendo que sólo el poder
Administrador está facultado para normar el procedimiento que se desarrollará
ante sí.
▪ no falta una postura intermedia de aquellos que piensan que ciertos aspectos del
procedimiento deben regularse por el PE, aunque deben fijarse por ley formal
aquellos principios esenciales de la materia.
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REGULACIÓN NORMATIVA NACIONAL, PROVINCIAL Y MUNICIPAL.
ANTECEDENTES DOCTRINARIOS Y LEGISLATIVOS. PROYECTOS.
En el orden nacional, antes del dictado de la LEY 19.549, el procedimiento se regía por
REGLAMENTOS AUTÓNOMOS (Decretos 7520/44 y 2126/61). Estos se limitaban a
regular ciertos aspectos de los recursos administrativos.
En la provincia de Bs. As., tanto la LEY 7647 como la Ordenanza General 267 prevén
la reglamentación por parte de los respectivos Departamentos Ejecutivos.
a) impulsión de oficio.
Por imperio de lo establecido en el art. 48, el procedimiento se impulsará de oficio en
todos sus trámites.
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• intimación a constituir domicilio (art. 26) o a denunciar el del mandante
(art. 28);
b) moderado informalismo.
El informalismo no pregona que el trámite puede conducirse de cualquier manera,
ignorándose las previsiones legales. Se trata de alivianar el peso de las formas, de
manera que los vicios de esa índole sean subsanables y así salvar la cuestión de fondo,
que es la que realmente importa esclarecer.
c) publicidad.
De los procedimientos y resoluciones, salvo que la Administración por acto expreso y
fundado disponga lo contrario para preservar la moralidad o seguridad públicas en los
casos que así lo autoricen las reglamentaciones.
De igual manera, como lo que interesa es llegar a la verdad real, el desistimiento del
interesado no obliga a la Administración, que continuará impulsando el trámite hasta
su definición, excepto que sea procedente la declaración de caducidad.
e) contradicción e imparcialidad.
Cuando en el procedimiento se suscite un enfrentamiento entre dos o más particulares
con intereses contrapuestos, la Administración debe adoptar las medidas conducentes
para que entre ellos se produzca un debate amplio y en igualdad de condiciones,
cuidando que la decisión oficial se adopte con absoluta imparcialidad.
f) debido proceso.
Se trata de un principio esencial, garantizado al individuo por el art. 18 CN (que se
extiende al procedimiento administrativo).
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Este principio impone que ninguna decisión final se adopte sin oír previamente al
interesado, analizar sus defensas y valorar sus pruebas.
Este principio es tan importante que si sus prevenciones son ignoradas, es decir, si el
particular es privado de una adecuada oportunidad de defensa, el acto final resulta
NULO.
j) gratuidad.
Salvo el pago del impuesto de sellos vigente en ciertos procedimientos especiales, la
actuación ante la Administración es gratuita. Esta circunstancia facilita el acceso al
procedimiento de las personas de escasos recursos.
k) celeridad.
El art. 7 LPABA impone a la autoridad administrativa la obligación de adoptar las
medidas necesarias para la celeridad, economía y eficacia del trámite, existiendo
numerosas disposiciones en la ley tendientes a evitar la morosidad de la Administración.
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ASESORAMIENTO LETRADO.
La LPABA no impone ni restringe el patrocinio letrado, limitándose a admitirlo. Esto
significa que no hace falta patrocinio letrado.
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Los principios del procedimiento en las leyes provinciales.
- Chaco: arts. 13, 26, 42, 52, 59,60, 61, 68, 88.
Existen, sin embargo, leyes que los agrupan y definen acabadamente, o que, tratándolos
en forma aislada, proveen características precisas de cada uno de ellos. Entre ellas
podemos mencionar la ley 3460 de Corrientes, art. 4: “los siguientes principios serán
de aplicación a toda la actividad sujeta a la regulación de esta ley:
f) informalismo.
h) publicidad.
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La fundamentación de la O.G. 267 destaca que su normativa similar a la ley 7647
permitirá “un armónico ensamblamiento con el aprovechamiento de la experiencia
recogida a través del lapso de aplicación” de la misma. En definitiva, se admitió que no
existían inconvenientes que impidieran su adaptación para normar el procedimiento
administrativo municipal, ya que se trata de una reglamentación que, con ciertas
modalidades, recepta las pautas básicas que componen la disciplina que específicamente
refieren al aspecto adjetivo o formal del desenvolvimiento administrativo.
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UNIDAD 3 – EL PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVO EN LA PROVINCIA DE BUENOS
AIRES.
ÁMBITO DE APLICACIÓN.
LPABA art. 1: se regulará por las normas de esta ley el procedimiento para obtener
una decisión o una prestación de la Administración Pública de Buenos Aires y el de
producción de sus actos administrativos. Será de aplicación supletoria en las
tramitaciones administrativas con regímenes especiales.
El DEC/LEY 7647 rige el procedimiento que se sustancia ante cualquier repartición del
PE. En el caso de los entes autárquicos, la ley deberá complementarse con las
disposiciones que los han creado y les han otorgado facultades específicas.
Existen, empero, algunas situaciones especiales que han generado reparos respecto de
la aplicación directa de la LPABA:
CASSAGNE enseña que el sentido de esta exclusión no puede ser otro que la no
aplicación de los requisitos sustanciales y adjetivos de dicho ordenamiento en orden a
los actos unilaterales o bilaterales que celebre la entidad que, como es obvio, se regulan
por el derecho comercial o civil. Por lo demás, el trámite de petición para obtener
decisiones de la sociedad y los recursos que eventualmente se interpongan contra las
mismas aparecen regidos por la ley general de procedimiento administrativo.
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▪ municipalidades: antes del dictado de la ORDENANZA GENERAL 267 se
había intentado aplicar la ley 7647. La SCJBA se pronunció en sentido negativo,
interpretando que el texto del art. 1 no permite otorgarle tal alcance
Sin embargo, dado que actúan en el marco del Derecho Público cabe reclamarles un
nivel de eficacia y un respeto por los derechos individuales idéntico al que se exige a
los organismos estatales. De allí que entendamos que las normas procedimentales
generales se les aplican en forma supletoria.
Concepto de competencia administrativa: toda la gestión del Estado (no sólo aquélla
que hace a su actividad administrativa) se lleva a cabo por órganos que constituyen
nociones abstractas o instrumentales, lógicamente integrados por personas físicas. Los
hechos y decisiones de tales órganos se imputan a la nación, a las provincias y a los
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municipios, ya que son éstos los sujetos de derecho público que actúan a través de
aquéllos, para lograr sus fines atinentes al interés general de la comunidad.
DETERMINACIÓN DE LA COMPETENCIA.
La competencia de los órganos no se presume, sino que debe estar otorgada en forma
expresa o implícitamente en una norma jurídica, para que pueda reputarse legalmente
existente.
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Una vez determinada la especialidad, y dentro de sus límites, la competencia es la
regla. Fuera de esos límites, la competencia es la excepción.
DELEGACIÓN.
▪ se opera una transferencia sólo del ejercicio de una competencia, cuya titularidad
permanece en el órgano delegante.
▪ no deriva de la jerarquía.
PROCEDENCIA y límites.
- instituto de excepción.
- la norma que la autoriza requiere, a su vez, de otra norma, la que dicta el órgano
delegante disponiendo qué tareas delega y en qué órgano.
CLASES de delegación.
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2) delegación ADMINISTRATIVA: puede darse o no en el terreno de la relación
jerárquica, y admite, a su vez, 2 subespecies:
SUSTITUCIÓN.
AVOCACIÓN.
Concepto: Cassagne la define como la asunción por parte del órgano superior de la
competencia para conocer y decidir en un acto o asunto que le correspondía al inferior
por la competencia atribuida al último.
PROCEDENCIA y límites:
- es excepcional.
- siempre que una norma no dispusiere lo contrario (v. art. 3 Ley Proc. Adm.
Nac.).
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- siempre que la competencia no hubiese sido atribuida al inferior en virtud de
una idoneidad propia de éste (especialidad técnica) de la cual carezca el
superior.
Las 2 situaciones posibles: el art. 5 de la ley prevé las 2 situaciones posibles en materia
de conflictos de competencia:
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Llama la atención que la norma limite el conflicto “positivo” de competencia (es decir,
cuando ambos órganos la reclaman) al supuesto de reparticiones sub-ministeriales
(inciso 1), reservando el tratamiento del conflicto “negativo” (cuando los dos entes
repudian la competencia) para el nivel ministerial (inciso 2).
RECUSACIÓN Y EXCUSACIÓN.
Por otra parte, si la recusación se convirtiera en un recurso dilatorio del particular (para
evitar que se le aplique una sanción, por ejemplo) siempre podrá ser rechazado in limine
aplicando lo dispuesto en los arts. 8 y 9 de la ley.
Excusación: cuando se presentan las causales que enumera el art. 6 (“tener parentesco
con el interesado por consaguinidad dentro del 4° grado o por afinidad hasta el 2°
grado; tener interés en el asunto o amista íntima o enemistad manifiesta con el
actuante) o la imparcialidad del funcionario pudiera verse comprometida por
cualquier razón, éste tiene el deber de excusarse de continuar interviniendo en el
trámite. La enumeración de causales no es taxativa.
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POTESTAD DISCIPLINARIA.
LPABA art. 8: Velará también por el decoro y buen orden de las actuaciones,
pudiendo al efecto aplicar sanciones a los interesados intervinientes por las faltas
que cometieren, ya sea obstruyendo el curso de las mismas o contra la dignidad y
respeto de la Administración, o por la falta de lealtad o probidad en la tramitación
de los asuntos.
La potestad disciplinaria respecto de las faltas cometidas por los agentes de la
Administración se regirá por leyes especiales.
Consideraciones generales.
Faltas de procedimiento:
Faltas cometidas por los agentes: las faltas enumeradas en el art. 8 pueden ser
cometidas, en igual forma, por los agentes a cargo del trámite.
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FACULTADES DISCIPLINARIAS.
LPABA art. 9: Las sanciones que según la gravedad de las faltas podrán aplicarse a
los interesados intervinientes, son:
1. Llamado de atención
2. Apercibimiento.
3. Multa, que no excederá de veinte pesos.
Contra la sanción de multa, se podrá interponer recurso jerárquico, dentro de los tres
días.
Consideraciones generales.
Esta disposición establece las sanciones a aplicar a los particulares incursos en las faltas
de procedimiento enumeradas en el art. 8.
Sanciones:
Competencia: en principio, el órgano competente para aplicar la sanción será aquél que
tenga a su cargo la dirección del procedimiento.
Otras consecuencias: desde luego que si la conducta desviada del interesado causó un
perjuicio material a la Administración o puede subsumirse en las figuras de
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defraudación, injurias o calumnias, nacerán las responsabilidades civiles y penales
previstas en la legislación de fondo.
Derecho subjetivo, interés legítimo e interés simple (ver unidad 1, pto. 4).
En cuanto al interés simple, se afirma que está representado por la apetencia natural
de todo ciudadano de que la ley sea cumplida.
Desde antiguo se discute el papel que juegan los protagonistas de esta relación en cuanto
a su posible calificación como “partes” en el tradicional sentido que otorga a esta
expresión el Derecho Procesal (quién pretende y aquél frente a quién se pretende).
Básicamente, se discute en doctrina si realmente puede hablarse de “parte”, porque lo
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que la Administración busca es realizar el interés público y el particular sería un
colaborador en esa búsqueda.
1) la Administración Pública.
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que se trate de una cuestión potestativa para la Administración.
REPRESENTANTES (representación).
LPABA art. 13: la persona que se presente en las actuaciones administrativas por un
derecho o interés que no sea propio, aunque le competa ejercerlo en virtud de
representación legal, deberá acompañar con el primer escrito los documentos que
acrediten la calidad invocada.
Sin embargo, los padres que comparezcan en representación de sus hijos y el marido
que lo haga en nombre de su mujer, no tendrán obligación de presentar las partidas
correspondientes, salvo que fundadamente les fueran requeridas.
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- Representantes legales de personas jurídicas: en la primera presentación, el
representante legal de la sociedad o asociación deberá acompañar el pertinente
contrato o estatuto social y, en su caso, las actas de asamblea y directorio de las
que resulta designado para el cargo que invoca.
Si bien la LPABA no prevé esta figura, Botassi estima viable la intervención del gestor
en el procedimiento administrativo por aplicación supletoria de las normas del CPCC
(si la figura del gestor está presente en el proceso civil o comercial, por qué no admitirla
en un procedimiento administrativo, más simple y con menos formalidades).
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ACREDITACIÓN de la personería.
- CARTA PODER, con la firma del mandante legalizada por escribano público
o juez de paz: se trata de una nota simple en la que se designará con precisión la
identidad del mandante y el alcance del poder, individualizándose ante cuál o
cuáles reparticiones públicas, y con qué alcance, podrá actuar el mandatario.
ACTA PODER.
LPABA art. 15: el mandato también podrá otorgarse por acta ante la autoridad
administrativa, la que contendrá una simple relación de la identidad y domicilio del
compareciente, designación de la persona del mandatario, me3nción de la facultad
de percibir sumas de dinero, u otro especial que se le confiera.
Cuando se faculte a percibir sumas mayores de quinientos pesos, se requerirá poder
otorgado ante escribano público.
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Requisitos del acta: los requisitos del acta están contemplados en el art. 15 LPABA, y
son los siguientes:
Por razones de seguridad, cabe exigir que el funcionario que extienda el acta sea aquél
que tenga a su cargo la dirección del trámite de que se trate. La firma del mismo deberá
ser aclarada mediante sello o consignando su nombre completo y el cargo.
CESACIÓN de la representación.
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La representación cesará en 3 supuestos:
7. arribo a la mayoría de edad del menor representado por sus padres o tutores.
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LPABA art. 17: desde el momento en que el poder se presente a la autoridad
administrativa y ésta admita la personería, el representante asume todas las
responsabilidades que las leyes le imponen y sus actos obligan al mandante, como
si personalmente los practicare. Está obligado a continuar la gestión mientras no
haya cesado legalmente en su mandato, y con él se entenderán los emplazamientos,
citaciones y notificaciones, incluso las de las decisiones con carácter definitivo, salvo
las actuaciones que la ley disponga ser notifiquen al mismo poderdante o que tengan
por objeto el comparendo personal.
Forma: para la remoción del mandatario, el funcionario a cargo del trámite emitirá un
acto separando a aquél de las actuaciones. Si bien se trata de una sanción que se aplica
al mandatario, también afecta al mandante, que se verá obligado a afrontar la carencia
de representación.
tergiversación de hechos.
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UNIFICACIÓN de la personería.
LPABA art. 19: cuando varias personas se presenten formulando un petitorio del
que no surjan intereses encontrados, la autoridad administrativa podrá exigir la
unificación de la representación, dando para ello un plazo de 10 días, bajo
apercibimiento de designar un apoderado común, de entre los peticionantes. La
unificación de la representación también podrá pedirse por las partes en cualquier
estado del trámite. Con el representante común se entenderán los emplazamientos,
citaciones y notificaciones, incluso las de la decisión definitiva, salvo las actuaciones
que la ley disponga se notifiquen directamente al interesado o las que tengan por
objeto su comparendo personal.
LPABA art. 20: una vez hecho por los peticionarios o por la autoridad administrativa
el nombramiento del mandatario común, podrá revocarse por acuerdo unánime de
aquéllos. Cualesquiera de los interesados podrá revocar su mandato cesando para él
la representación común.
Representación de SOCIEDADES.
LPABA art. 21: cuando se invoque el uso de una firma social deberá acreditarse la
existencia de la sociedad acompañándose el contrato respectivo, o copia certificada
por escribano público o autoridad administrativa. Cuando se tratare de sociedades
irregulares o de hecho, la presentación deberán firmarla todos los socios a nombre
individual, indicando cuál de ellos continuará vinculado a su trámite.
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Representación de las sociedades:
RECONOCIMIENTO ESTATAL
LPABA art. 22: cuando se actúe en nombre de una persona jurídica, que requiera
autorización del Estado para funcionar, se mencionará la disposición que acordó el
reconocimiento, declarándose bajo juramento la vigencia del mandato de las
autoridades peticionantes. Podrá exigirse la presentación de la documentación
pertinente, cuando la autoridad administrativa lo considere necesario. Las
asociaciones que fueren sujetos de derecho de acuerdo con el art. 46 del Código Civil,
acreditarán su constitución y designación de autoridades con la escritura pública o
instrumento privado autenticado.
▪ sociedades cooperativas.
▪ entidades financieras.
▪ compañías de seguros.
▪ sociedades creadas para intermediar en el mercado de valores.
TERCEROS.
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CITACIÓN A TERCEROS.
DOMICILIO.
Constitución y denuncia de domicilios.
LPABA art. 24: toda persona que comparezca ante la autoridad administrativa, sea
por sí o en representación de terceros, constituirá en el primer escrito o acto en que
intervenga un domicilio dentro del radio urbano del asiento de aquélla.
El interesado deberá manifestar su domicilio real. Si no lo hiciera o no denunciare el
cambio, las resoluciones que deban notificarse en el domicilio real se notificarán en
el domicilio constituido. El domicilio constituido podrá ser el mismo que el real.
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- el domicilio legal es el lugar donde la ley presume, sin admitir prueba en
contrario, que una persona reside de manera permanente para el ejercicio de
sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones, aunque de hecho no esté
allí presente.
Oportunidad – omisión.
LPABA art. 25: la constitución del domicilio se hará en forma clara y precisa,
indicando calle y número, o piso, número o letra del escritorio o departamento. No
podrá constituirse domicilio en las oficinas públicas.
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real para que constituya nueva domicilio, bajo apercibimiento de continuar el
trámite sin su intervención o disponer su archivo según corresponda.
EFECTOS.
LPABA art. 27: el domicilio constituido producirá todos sus efectos, sin necesidad
de resolución y se reputará subsistente mientras no se designe otro.
Así como el art. 24 impone al interesado que comparece ante la Administración por su
propio derecho o interés la obligación de denunciar su domicilio real, el art. 28 consagra
igual deber respecto de quienes concurren en representación de un tercero y en relación
a este último.
La parte final del art. 28 dispone que si el apoderado o representante no cumpliera esta
carga, se lo intimará a tales efectos. Si el representante no cumple la intimación de
denunciar el domicilio de su representado, deberá continuarse el trámite sin su
intervención si estuviere el interés público en juego, o archivarse el expediente en
caso contrario.
ESCRITOS.
FORMALIDADES DE LOS ESCRITOS.
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LPABA art. 29: los escritos serán redactados a máquina o manuscritos en tinta en
idioma nacional, y en forma legible, salvándose toda testadura, enmienda o palabras
interlineadas. Llevarán en la parte superior una suma o resumen del petitorio.
Serán suscriptos por los interesados, representantes o apoderados. En el
encabezamiento de todo escrito, sin más excepción que el que iniciare una gestión,
debe indicarse numeración y año del expediente a que corresponda y, en su caso,
contendrá la indicación precisa de la representación que se ejerza. Se empleará el
sellado de ley cuando corresponda o papel tipo oficio u otro similar, repuesto con
estampillas fiscales. Podrá emplearse el medio telegráfico para contestar traslados o
vistas e interponer recursos.
Firma: en todos los casos debe aparecer la firma del compareciente como manifestación
imprescindible de su voluntad. La firma no es la simple escritura que una persona hace
de su nombre y apellido; es el nombre escrito de una manera particular, según el modo
habitual seguido por la persona en diversos actos sometidos a esta formalidad.
Omisión: por aplicación del principio del informalismo, si el particular omitiera alguno
de estos requisitos formales en su presentación, la autoridad administrativa, antes de
rechazarlo o dejar de darle curso, intimará al interesado para que subsane la omisión.
En otras palabras, el trámite no debe paralizarse por la falta de alguno de los contenidos
del escrito, salvo que se trate de alguno esencial para el progreso del procedimiento.
PETICIONES MÚLTIPLES.
LPABA art. 30: podrán acumularse en un solo escrito más de una petición, siempre
que fueren asuntos conexos que se puedan tramitar y resolver conjuntamente. Si a
juicio de la autoridad administrativa no existiera la conexión implícita o
explícitamente alegada por el interesado o trajere entorpecimiento a la tramitación
de los asuntos, lo emplazará para que presente las peticiones por separado, bajo
apercibimiento de sustanciarse solamente aquella por la que opte la Administración
si fuesen separables, o en su defecto disponerse el archivo.
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Emplazamiento al interesado y archivo de las actuaciones: la ley no establece el plazo
por el cual la autoridad administrativa deberá emplazar al interesado para que vuelva a
presentar sus peticiones por separado. El número de días lo fijará entonces la repartición.
FIRMA A RUEGO.
LPABA art. 31: cuando un escrito sea suscripto a ruego por no poder o no saber
hacerlo el interesado, la autoridad administrativa lo hará constar, así como el
nombre del firmante y también que fue autorizado en su presencia o se ratificó ante
él la autorización, exigiéndose la acreditación de la identidad personal de los que
intervinieren.
Si no hubiere quien pueda firmar a ruego del interesado el funcionario procederá a
darle lectura y certificará que éste conoce el texto del escrito y ha estampado la
impresión digital en su presencia.
Firma a ruego: cuando una persona no pueda o no sepa firmar podrá recurrir a un
tercero para que firme “a ruego”, compareciendo ante la autoridad administrativa, la
que levantará un acta en la que constará la identidad de los comparecientes (la parte y
el firmante a ruego) y la circunstancia de que el escrito que se agregará fue suscripto por
una persona distinta al real interesado.
AUTENTICIDAD DE LA FIRMA.
LPABA art. 32: en caso de duda sobre la autenticidad de una firma, podrá la
autoridad administrativa llamar al interesado para que en su presencia y previa
justificación de su identidad, ratifique la firma o el contenido del escrito.
Si el citado negare el escrito, se rehusare a contestar o citado personalmente por
segunda vez no compareciere, se tendrá al escrito por no presentado.
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Diferentes posibilidades: la norma prevé la posibilidad de que se genere duda sobre la
autenticidad de la firma que se atribuye a la parte interviniente en el procedimiento. En
tales casos, cabe citar al interesado, contemplándose las siguientes alternativas:
LPABA art. 33: todo escrito por el cual se promueve la iniciación de una gestión ante
la Administración pública deberá contener los siguientes recaudos:
a) nombres, apellido, indicación de identidad y domicilio real del interesado.
b) domicilio constituido de acuerdo con el art. 24.
c) relación de hechos, y si se considera pertinente indicará la norma en que funde su
derecho.
d) la petición concertada en términos claros y precisos.
e) ofrecimiento de toda la prueba de que ha de valerse, acompañando la
documentación en que funde su derecho el peticionante o en su defecto su mención
con la individualización posible, expresando lo que de ella resulte y designando el
archivo, oficina pública o lugar donde se encuentran los originales.
f) firma del interesado o apoderado.
Peticiones del administrado: la primera presentación del particular debe dar lugar a un
procedimiento administrativo hasta entonces inexistente o sumarse a uno ya en marcha.
Por lo general, en el primer caso la petición podrá calificarse como reclamo o denuncia,
mientras que el segundo recibe el nombre de descargo o recurso.
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que el reclamo, generalmente, se origina ante una actitud pasiva u omisiva de
la Administración y que el reclamante actúa en apoyo de un derecho subjetivo
o un interés legítimo. De allí que su tramitación resulte obligatoria para que
órgano que lo recibe.
El relato de los hechos, de manera clara y concreta, resulta esencial para que el agente
llamado a resolver sobre lo peticionado interprete acabadamente cuál es la cuestión
bajo examen. Debe desecharse lo sobreabundante y anecdótico, circunscribiéndose sólo
a aquellos hechos relevantes para interpretar el fondo del asunto.
En cuanto al derecho, si bien el inc. c estima que debe agregarse sólo en caso de
considerarlo pertinente, entendemos que siempre deben citarse las normas que
amparan la pretensión de la parte.
d) petición.
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En ella se concreta el objeto de la presentación. Si los hechos y el derecho explican el
por qué de la misma, la petición consagra el qué se pretende de la Administración.
e) ofrecimiento de prueba.
f) firma.
Complementación con el art. 29: el contenido de todo escrito inicial debe correlacionarse
con los requisitos establecidos por el art. 29 para toda presentación en general.
INGRESO DE ESCRITOS.
LPABA art. 34: todo escrito inicial deberá presentarse en Mesa de Entradas o
receptoría o podrá remitirse por correo. Los escritos posteriores deberán presentarse
igualmente en donde se encuentre el expediente. La autoridad administrativa deberá
dejar constancia en cada escrito de la fecha en que fuere presentado recibido,
poniendo al efecto el cargo pertinente o sello fechador; debiendo darle el trámite que
corresponda en el día de la recepción.
Si el escrito recibido por correo correspondiere a traslados, recursos, vistas o
cualquier presentación sujeta a plazo, se tendrá como válido el día de su despacho
por la oficina de correos, a cuyos efectos se agregará el sobre sin destruir el sello de
expedición.
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De toda actuación que se inicie en Mesa de Entradas se dará una constancia con la
numeración del expediente que se origine.
CARGO: todo escrito debe ser intervenido por la oficina receptora mediante el
correspondiente cargo, imprescindible para establece la fecha de su presentación
(efectos del cargo: da fecha cierta; convierte al instrumento privado en instrumento
público).
Constancias: de toda actuación que se inicie en mesa de entradas se dará una constancia
con la numeración del expediente que se origine.
Escrito presentado en una oficina equivocada: puede acontecer que el particular ingrese
un escrito en una repartición distinta a la debida. Sin que interese la magnitud del error,
el escrito debe ser girado por la Administración al órgano que corresponda y el cargo
inicial del mismo indicará la fecha de presentación a los efectos derivados del
incumplimiento de los plazos.
EXPRESIONES OFENSIVAS.
LPABA art. 35: podrá la autoridad administrativa mandar testar las expresiones
ofensivas de cualquier índole, que se consignasen en los escritos, sin perjuicio de la
aplicación de las demás medidas disciplinarias que correspondan.
Esta facultad de la Administración se vincula al decoro y buen orden que debe imperar
en el procedimiento.
DOCUMENTOS.
LPABA art. 36: los documentos que se acompañen a los escritos o aquellos cuya
agregación se solicite a título de prueba, podrán presentarse en su original o en
testimonio expedido por oficial público o autoridad competente.
Podrá solicitarse la reserva de cualquier documento, libro o comprobante que se
presente, en cuyo caso se procederá a su guarda bajo constancia.
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Cuando se acompañen con un escrito o se solicite su incorporación a título de prueba,
los documentos apuntarán a acreditar alguna circunstancia útil a la parte.
Formas de presentación:
- en su original
LEGALIZACIÓN.
LPABA art. 37: los documentos expedidos por autoridad extraña a la jurisdicción de
la Provincia deberán presentarse debidamente legalizados. Los redactados en
idioma extranjero deberán acompañarse con la correspondiente traducción hecha
por traductor matriculado.
LPABA art. 38: los documentos y planos que se presenten, excepto los croquis,
deberán ser firmados por profesionales inscriptos en la matrícula, cuando así lo exija
la ley de reglamentación de las profesiones correspondientes.
CONSTANCIAS.
LPABA art. 39: todo interesado que hace entrega de un documento o escrito podrá
solicitar verbalmente y en el acto, que se le entregue una constancia de ello.
Podrá para tal fin entregar una copia de los mismos para que al pie o al dorso de ella
se certifique la entrega. La autoridad administrativa lo hará así, estableciendo en
dicha constancia que el interesado ha hecho entrega en la oficina de un documento
escrito bajo manifestación de ser el original de la copia suscripta.
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Constancia: en principio, la ley impone a la Administración la obligación de dejar
constancia en cada escrito de la fecha en que fuere presentado o recibido, poniendo a
tal efecto el cargo o sello fechador; pero dado que el escrito original queda en poder
del Estado, incorporándose al expediente, se estimó necesario dotar al administrado
de una mayor garantía, a través de la constancia en la copia del escrito acompañada.
De esta manera, se lo protege del eventual extravío del original, asegurándose un mejor
ejercicio de su derecho de defensa.
Sin embargo:
- además, si el original se extravía, la copia valdrá como tal, pues cabe presumir
su concordancia con aquél.
EL EXPEDIENTE.
El expediente administrativo.
LPABA art. 40: el número con que se inicia un expediente será conservado a través
de las actuaciones sucesivas, cualesquiera sean los organismos que intervengan en
su trámite. Queda prohibido el asentar en el expediente ningún otro número o
sistema de identificación que no sea el asignado por el organismo iniciador del
expediente.
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Numeración: en primer lugar, debemos decir que se prohíbe categóricamente variar el
número inicial del expediente, con lo cual el organismo de origen del trámite
determinará para siempre la manera numérica de designar y ubicar las actuaciones.
COMPAGINACIÓN.
LPABA art. 41: los expedientes serán compaginados en cuerpos que no excedan de
doscientas fojas, salvo los casos en que tal límite obligara a dividir escritos o
documentos que constituyan un solo texto.
FOLIATURA.
LPABA art. 42: todas las actuaciones deberán foliarse por orden correlativo incluso
cuando se integren con más de un cuerpo de expediente. Las copias de notas,
informes o disposiciones que se agreguen a un expediente juntamente con su
original, se foliarán por orden correlativo, dejándose constancia en cada una de ellas
del número de copia que le corresponde.
Foliatura: la foliatura consiste en asignar un número a cada hoja, foja o folio del
expediente. Tal número correlativo suele estamparse juntamente con un sello que
tiende a legalizar la pieza en el margen superior derecho de cada foja.
Foliatura de copias: el art. también dispone que las copias de cualquier original obrante
en el expediente llevarán su propia foliatura o numeración.
ANEXOS.
LPABA art. 43: cuando los expedientes vayan acompañados de antecedentes que
por su volumen no pueden ser incorporados, se confeccionarán anexos.
ALCANCES.
LPABA art. 44: cuando se reciba en Mesa de Entradas un escrito que se refiera a un
expediente en trámite en dependencias internas, debe registrarse como “alcance”.
51
Acumulación de un expediente a otro: cuando en 2 o más expedientes se tratan
cuestiones conexas que requieren una decisión única, procede la acumulación a aquél
que reviste un mayor avance en su trámite.
DESGLOSES.
NUEVO EXPEDIENTE.
LPABA art. 47: cuando se inicien expedientes y trámites internos con fojas
desglosadas, éstas serán precedidas de una constancia con la mención de las
actuaciones del cual proceden, de la cantidad de fojas con que se inicia el nuevo y
las razones que haya habido para hacerlo.
IMPULSO PROCESAL.
DEL IMPULSO PROCESAL.
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intimación a constituir domicilio o a denunciar el del mandante.
tramitación de denuncias.
IMPULSO SIMULTÁNEO.
LPABA art. 49: se proveerán en un solo acto todos los trámites que, por su
naturaleza, admitan una impulsión simultánea y no estén entre sí, sucesivamente,
subordinados en su cumplimiento.
Fundamento: la ley dispone, por una cuestión de economía procesal, que aquellos actos
que no se encuentren naturalmente sometidos a un orden cronológico en el cual uno sea
antecedente necesario del siguiente, pueden despacharse o impulsarse en forma
simultánea. Por ej.: la fijación de audiencias para la declaración de testigos.
TRAMITACIÓN.
53
contractual, ya que el agente viene a violar el deber de eficiencia que expresa o
implícitamente le impone su relación (contractual) de empleado público.
La omisión culpable de las diligencias necesarias para el impulso normal del trámite
puede originar la cesantía del empleado por negligencia, inconducta notoria e
incumplimiento de sus obligaciones.
LPABA art. 51: la comunicación entre los órganos administrativos desde nivel de
dirección o equivalente, según corresponda por la competencia para sustanciar el
trámite, se efectuará siempre directamente, proscribiéndose toda providencia que
sea de mera elevación fuera de los niveles indicados.
LPABA art. 52: los órganos administrativos evacuarán sus informes y se pasarán
unos y otros las actuaciones de acuerdo al orden establecido en la providencia inicial,
dando aviso a la mesa de entradas.
En caso de duda, o de estimarse necesario un procedimiento previo, devolverán el
expediente a la oficina de origen. Una vez cumplido el trámite, la última
dependencia informante remitirá las actuaciones al órgano de origen.
Aviso a la mesa de entradas: salvo casos especiales de urgencia o motivados por razones
de vecindad de las oficinas involucradas, los pases son comunicados a la mesa de
entradas de la repartición.
DEBER DE COLABORACIÓN.
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LPABA art. 53: el organismo administrativo que necesitare datos de otros para poder
sustanciar las actuaciones o informes, podrá solicitarlos directamente mediante
oficio, del que se dejará constancia en el expediente. A tal efecto las dependencias de
la Administración Provincial, cualquiera sea su situación jerárquica, quedan
obligadas a la colaboración permanente y recíproca que impone esta ley. El
expediente se remitirá cuando corresponda dictaminar o lo requiera el
procedimiento.
INSTRUCCIÓN.
Asuntos de estricto interés privado: la investigación “motu propio” de los hechos sólo se
justifica en aquellas cuestiones en las cuales esté involucrado, directa o indirectamente,
el interés público. En asuntos netamente privados, la acreditación de los hechos que
hacen a su derecho o interés configura una carga exclusiva del administrado.
MEDIOS DE PRUEBA.
Concepto y finalidad de la prueba.
MEDIOS DE PRUEBA.
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LPABA art. 55: los hechos relevantes para la decisión de un procedimiento podrán
acreditarse por cualquier medio de prueba.
Cuando la Administración no tenga por ciertos los hechos alegados por los
interesados, o la naturaleza del procedimiento lo exija, la autoridad administrativa
acordará la apertura de un período de prueba por un plazo no superior a treinta días
ni inferior a diez, a fin de que puedan practicarse cuantas juzgue pertinentes.
1) prueba DOCUMENTAL:
- los instrumentos privados son aquellos que aparecen firmados por particulares
y carecen de valor probatorio hasta tanto sean reconocidos por el firmante, sea
o no parte en el procedimiento en que intenta hacerse valer como prueba.
2) prueba de INFORMES:
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Pedido de informes a oficinas públicas: las oficinas públicas se proporcionan informes
como consecuencia de la colaboración permanente a que están obligadas.
3) prueba de CONFESIÓN:
4) prueba TESTIMONIAL:
Esta obligación cede si tuviera algún impedimento legal para hacerlo (por ejemplo, si su
declaración pudiera originar interpretaciones de parcialidad).
5) prueba de PERITOS:
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Idoneidad y recusación del perito: la Administración debe designar peritos versados en
la materia puesta a su consideración. Si la profesión estuviese reglamentada, los peritos
deberán tener título habilitante en la ciencia, arte, industria o actividad técnica
especializada a que pertenezcan las cuestiones acerca de las cuales deben expedirse.
Fuerza probatoria del dictamen pericial: el art. 474 del CPCC establece que la fuerza
probatoria del dictamen pericial será estimada por el juez, teniendo en consideración
la competencia de los peritos, la uniformidad o disconformidad de sus opiniones, los
principios jurídicos en que se funden, la concordancia de su aplicación con las reglas
de la sana crítica y demás pruebas y elementos de convicción que la causa ofrezca.
Plazo para presentar la pericia: la LPABA dispone que el dictamen pericial debe ser
presentado dentro de los 10 días de requerido (extendiéndose a 30 si el agente se ve
obligado a trasladarse fuera de su lugar de trabajo). Este término se refiere
exclusivamente al caso de que la pericia fuera realizada por un empleado de la
Administración. Si se trata de un perito ajeno a la misma, el plazo para la presentación
sólo estará limitado por lo establecido para la producción de toda la prueba en virtud
del art. 55.
7) PRESUNCIONES:
CARGA DE LA PRUEBA.
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Este es el principio general, pero caben excepciones, sobre todo en aquellos supuestos
en que resulte evidente que la cuestión de fondo ventilada en el expediente atañe
exclusivamente al interés privado del particular y no interesa, ni siquiera
indirectamente, al bien común que el Estado debe preservar.
OFRECIMIENTO DE LA PRUEBA.
Estas reglas deben ser morigeradas en función de los principios de legalidad objetiva y
búsqueda de la verdad material. Si durante el desarrollo del trámite, pasada la
oportunidad de la primera presentación, el particular propusiera medidas concretas
de prueba y la autoridad administrativa advirtiera que la producción de las mismas
conduce al esclarecimiento de los hechos, debe ordenarlas.
APERTURA A PRUEBA.
ADMISIBILIDAD DE LA PRUEBA.
La parte final del art. 55 dispone que la autoridad administrativa abrirá el procedimiento
a prueba a fin de que puedan practicarse cuantas juzgue pertinentes.
59
ALEGATO.
LPABA art. 56: producida la prueba, se dará vista por el plazo de diez días al
interesado, para que alegue sobre el mérito de la misma. Vencido el plazo sin que el
interesado haya hecho uso de su derecho, podrá dársele por decaído prosiguiéndose
el trámite.
Vista y alegato: la ley prevé un supuesto de vista sin necesidad de pedido expreso, con
el objeto de que el particular pueda alegar respecto de la prueba producida.
Plazo: el plazo de 10 días hábiles administrativos corre conjuntamente para la vista del
expediente y para la presentación del alegato en la mesa de entradas u oficina que
corresponda.
Contenido: el derecho de alegar es independiente del hecho de que se haya ofrecido
prueba, ya que esta pieza del procedimiento puede limitarse a meritar la producida
oficiosamente por la repartición.
LPABA art. 57: sustanciadas las actuaciones, el órgano o ente que deba dictar
resolución final o en su caso el ministerio correspondiente, solicitará dictamen del
Asesor General de Gobierno y dará vista al Fiscal de Estado cuando corresponda de
acuerdo con su ley orgánica, luego de lo cual no se admitirán nuevas presentaciones.
El producto de esa función consultiva, esto es, su resultado final, es el dictamen, que
consiste en un acto de la Administración, anterior al acto administrativo final, que ilustra
y asesora respecto de cuestiones que requieren conocimientos específicos.
60
jerárquica, existen supuestos en los que ciertos órganos fiscalizan las realizaciones de
otros sin revestir la condición apuntada.
La vista a que hace mención el art. 57 es la que toma la Fiscalía de Estado a fin de
realizar el control de legalidad de lo actuado y pronunciarse sobre la orientación que
cabe dar al acto final próximo a emitirse.
Su nombramiento se produce por voluntad del Gobernador, pero con el acuerdo del
Senado.
En defensa del interés fiscal, este funcionario no sólo evacua las vistas en los
expedientes administrativos de contenido patrimonial y defiende en juicio a la
provincia, sino que puede demandar a esta última cuestionando actos administrativos
que estime contrarios a derecho. En este último caso, la defensa de la provincia será
asumida por la Asesoría General de Gobierno.
Emisión de vistas: para evacuar la vista conferida al Fiscal de Estado podrá requerir de
cualquier repartición de la Administración que se practiquen las medidas y se le
remitan los datos, informes, antecedentes o expedientes administrativos que estime
necesarios, debiendo darse cumplimiento al pedido dentro del término de 5 días de
formulado.
61
Asesoría General de Gobierno y la vista de Fiscalía de Estado. Esta obligatoriedad en
cuanto a la efectiva producción de estos actos de asesoramiento y control no se
extiende a su contenido, puesto que la Administración activa no está obligada a
decidir de la manera opinada en los mismos.
Al no ser vinculantes para la autoridad a cargo del trámite, los dictámenes jurídicos y
las vistas de la Fiscalía de Estado no constituyen resoluciones denegatorias ni actos
que agravien al particular en caso de ser contrarios a su postura. Por esa misma razón
no son recurribles. Tampoco le acuerdan derecho alguno en caso de ser favorables a su
pretensión.
APRECIACIÓN DE LA PRUEBA.
LPABA art. 58: la prueba se apreciará con razonable criterio de libre convicción.
sana crítica: este sistema se ubica a mitad de camino entre los anteriores. Las
reglas de la sana crítica no son otras que las reglas del correcto entendimiento
humano, en las que interfieren las reglas de la lógica con las reglas de la
experiencia.
AVOCACIÓN.
62
LPABA art. 59: el Poder Ejecutivo, de oficio, podrá avocar el conocimiento y decisión
de las actuaciones administrativas que tramiten ante los órganos de la
Administración Pública centralizada.
DESISTIMIENTO.
GASTOS DE ACTUACIÓN.
LPABA art. 61: se practicará liquidación del sellado pendiente de reposición y de los
gastos postales realizados y previstos, cuyo pago será intimado en el plazo de diez
días. Una vez resueltas las actuaciones y antes de disponerse su archivo, la
Administración podrá iniciar las acciones para el cobro de la liquidación aprobada.
63
LA NOTIFICACIÓN.
LPABA art. 62: las notificaciones ordenadas en actuaciones administrativas deberán
contener la pertinente motivación del acto y el texto íntegro de su parte resolutiva,
con la expresión de la carátula y numeración del expediente correspondiente.
b) parte resolutiva.
La parte resolutiva constituye el nudo del acto notificar, pues configura la concreta
decisión administrativa. Si en el instrumento de notificación no se transcribe, en forma
íntegra y precisa, la parte resolutiva, ésta resulta ineficaz.
MEDIOS DE NOTIFICACIÓN.
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Medios de notificación: la enumeración del art. 63 debe complementarse con la
publicación de edictos y la radiodifusión previstos en el art. 66. De todas maneras, el
listado de medios de notificación no es taxativo, ya que la propia norma prevé la
utilización de cualquier otro medio fehaciente.
4. OTROS medios: la ley autoriza la notificación por cualquier medio que permita
tener una constancia de su recepción, de su fecha y del texto comunicado. Pero
para que este medio alternativo sea válido, del expediente debe resultar en
forma indubitable que el interesado ha tomado conocimiento del acto.
Tal es así que no es válida la notificación por carta simple, ni por carta certificada
con aviso de recepción, ya que sólo acreditan que el destinatario recibió un sobre
cerrado, pero no si llegó a conocer su contenido.
65
LPABA art. 64: se notificarán solamente las resoluciones de carácter definitivo, los
emplazamientos, citaciones, apertura a prueba y las providencias que confieran vista
o traslado o decidan alguna cuestión planteada por el interesado.
66
4. actos que sin ser definitivos obsten a la prosecución del trámite; etc.
Aún cuando la ley no lo dice, la fijación de la cédula en la puerta del domicilio del
destinatario debería limitarse a los supuestos de domicilio constituido expresamente
en el expediente. Proceder de la misma manera tratándose del domicilio real del
destinatario implica tanto como hacerle asumir el riesgo de que ya no habite en el
mismo y resulte ficticiamente notificado de un acto que jamás llegará a su
conocimiento. En estos casos, lo lógico sería que el agente notificador interrogue a los
restantes ocupantes de la residencia que se niegan a recibir la notificación si el
destinatario vive allí, y sólo en caso afirmativo fijar la cédula en la puerta o deslizarla
por debajo de ella.
TELEGRAMA: este medio es utilizado para comunicar textos breves o efectuar
citaciones y comparendos, ya que necesariamente debe satisfacer los recaudos del art.
62 LPABA, o sea, contener la transcripción de la parte pertinente de la motivación y el
texto íntegro de la parte resolutiva, además de indicar la carátula y el número de
expediente. La cédula, en cambio, posee la ventaja de que puede contener como anexo
una copia de la decisión a notificar, haciendo innecesaria la transcripción aludida.
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Consideraciones generales: la imposibilidad de efectuar las notificaciones por alguno
de los medios analizados precedentemente impone la necesidad de establecer este
sistema de comunicación ficta, para impedir que el trámite se trabe indefinidamente.
Cómputo del PLAZO: la normativa indica que a partir del día hábil siguiente al de la
última publicación o radiodifusión, o la que se produzca después si no fueran
simultáneas, se computan 5 días (siempre hábiles) y, una vez vencido este plazo, se
prosigue el trámite en el estado en que se hallen las actuaciones.
NOTIFICACIONES INVÁLIDAS.
LPABA art. 67: toda notificación que se hiciere en contravención de las normas
prescriptas será nula y el empleado notificador responderá por los perjuicios que
cause al interesado o a la Administración. Sin embargo, si del expediente resulta en
forma indudable que el interesado ha tenido conocimiento de la providencia, la
notificación o citación surtirá desde entonces todos sus efectos.
68
contemplado en los Códigos de fondo y en la Ley de régimen del empleado
administrativo provincial.
PLAZOS.
DE LOS PLAZOS.
LPABA art. 68: todos los plazos administrativos se cuentan por días hábiles, salvo
expresa disposición legal o habilitación y se computan a partir del día siguiente de
la notificación.
Plazos administrativos: tal como sucede en el proceso judicial, las partes del
procedimiento administrativo deben realizar determinados actos en ciertos lapsos
fijados por la normativa vigente. Este espacio de tiempo útil para realizar la actividad
procedimental se denomina “plazo” o “término”.
Como surge del artículo, los plazos se cuentan por días hábiles. Esta limitación es una
consecuencia de la necesidad de correlacionar la actividad del particular y de la propia
Administración, a las jornadas de trabajo de las oficinas públicas ya que, en definitiva,
toda presentación o actuación procedimental deberá concretarse ante las mismas.
Habilitación de días inhábiles: cuando las circunstancias así lo aconsejen, y mediando
expresa notificación al interesado, la autoridad a cargo del trámite podrá disponer
diligencias a realizar en días sábados, domingos e, incluso, feriados. Se trata de una
facultad de la Administración que podrá ejercer de oficio o a petición de parte.
CARGO.
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Consideraciones generales: si el escrito posee fecha se interpretará que ella equivale a
la de su presentación. Si nada dice, se presumirá que fue presentado en tiempo útil, es
decir, antes del vencimiento del plazo correspondiente.
LPABA art. 70: en los escritos enviados por carta el plazo se contará a partir de la
fecha de emisión que conste en el sello fechador del correo en los casos del art. 34 y
en las restantes presentaciones desde la fecha de recepción. En el caso de los
telegramas se contará a partir de la fecha de emisión que en ellos conste como tal.
Diferentes supuestos:
LPABA art. 71: los plazos administrativos obligan por igual y sin necesidad de
intimación alguna a las autoridades administrativas, a los funcionarios públicos
personalmente y a los interesados en el procedimiento.
70
funcionario en el plano personal, el incumplimiento de los plazos legales, existe una
modalidad del procedimiento que depende enteramente de esta circunstancia. Se trata
de la llamada “denegatoria tácita”, cuyo funcionamiento opera, precisamente, a partir
del incumplimiento de los plazos para resolver en forma definitiva la petición del
particular.
Obligatoriedad de los plazos respecto del particular: toda vez que los plazos del
procedimiento son no perentorios y resultan prorrogables, no se entiende qué alcance
cabe atribuir a la obligatoriedad consagrada en el art. 71. A nuestro entender, la
disposición apunta fundamentalmente a remarcar el carácter obligatorio de los plazos
respecto de la Administración y sus órganos, e incidentalmente incluye al particular
cuya posición respecto de los plazos no puede ser absolutamente indiferente, pues la
autoridad a cargo del trámite puede darle por decaído el derecho a actuar una vez
vencidos los mismo.
LPABA art. 72: el vencimiento de los plazos que en esta ley se acuerda a los
administrados durante el procedimiento, no hace decaer el derecho a efectuar las
presentaciones del caso con posterioridad, debiendo continuarse el trámite según su
estado, sin retrotraer sus etapas.
Si el órgano no posee la facultad para extender los términos legales, estamos frente a un
plazo improrrogable.
De acuerdo con lo establecido en esta ley, el principio general es que los plazos carecen
de perentoriedad, es decir, no hacen decaer el derecho a efectuar las presentaciones del
caso con posterioridad.
71
el vencimiento del término. Por ello, para que el acto tardío revista eficacia, deberá
concertarse antes que la autoridad dé por decaído el derecho dejado de utilizar.
Al mismo tiempo que no son perentorios, los plazos procedimentales resultan siempre
prorrogables (art. 73)
PRECLUSIÓN: la parte final del art. 72, a la vez que autoriza la presentación de escritos
vencido el plazo legal, advierte que ello no releva a la Administración de continuar el
trámite según su estado, sin retrotraer sus etapas.
De acuerdo con la norma, las condiciones que deben reunirse para que la
Administración pueda ampliar el plazo son:
PLAZO DE GRACIA: la parte final del art. 124 CPCC dispone que “el escrito no
presentado dentro del horario judicial del día en que venciere un plazo, sólo podrá ser entregado
válidamente en la secretaría que corresponda, el día hábil inmediato y dentro de las 2 primeras
horas del despacho”.
72
El plazo de gracia ha sufrido una modificación en cuanto a su extensión, ya que, en
concordancia con la normativa vigente, este plazo hoy es de 4 hs. (no de 2 como lo
establece el CPCC).
LPABA art. 74: exceptúase de lo dispuesto en los artículos anteriores los plazos
establecidos para interponer recursos administrativos, los que una vez vencidos
hacen perder el derecho a interponerlos.
No obstante, todo recurso interpuesto fuera de término será considerado por el
órgano superior y si importa una denuncia de ilegitimidad se sustanciará, pudiendo
éste revocar o anular el acto impugnado.
Perentoriedad de los plazos para recurrir: el único plazo perentorio del procedimiento
administrativo bonaerense es el de 10 días, fijado para la interposición de recursos en
los arts. 89 y 92.
Este carácter perentorio de los plazos para interponer recursos administrativos no veda
su prorrogabilidad, ni su posible interrupción en los supuestos del art. 75, ni su
suspensión a raíz de un pedido de vista.
recursos mal denominados: el art. 88 dice que los recursos deberán proveerse y
resolverse cualquiera sea la denominación que el interesado les dé. Así, si un
recurso de revocatoria es denominado “reconsideración”, el error resulta
intrascendente
73
presentación ante órgano incompetente: aquí la ley califica al error como
“justificable”. No obstante, nos encontramos con el problema de establecer
cuándo la equivocación será justificable cuándo no. Una vez más nos apoyamos
en el principio de informalismo y en la inexistencia de patrocinio letrado
obligatorio en el procedimiento administrativo para sostener que, en todos los
casos en que el recurso se interponga ante un órgano diverso del debido, debe
otorgársele efecto interruptivo al plazo.
LPABA art. 76: cuando no se haya establecido un plazo especial para las citaciones,
intimaciones y emplazamientos, éste será de diez días.
LPABA art. 77: toda vez que para un determinado trámite no exista un plazo
expresamente establecido por las leyes especiales o por ésta y sus disposiciones
complementarias, deberá ser producido dentro del plazo máximo que a
continuación se determina:
a) registro de resoluciones, de expedientes y de sus pases a oficinas que proveen
trámites: 2 días.
b) providencias de mero trámite administrativo: 3 días.
c) notificaciones: 3 días, contados a partir de la recepción de las actuaciones por la
oficina notificadota.
d) informes administrativos no técnicos: 5 días.
e) dictámenes periciales o informes técnicos: 10 días. Este plazo se ampliará hasta un
máximo de 30 días si la diligencia requiere el traslado del agente fuera del lugar de
sus funciones.
f) decisiones relativas a peticiones del interesado referidas al trámite del expediente
y sobre recursos de revocatoria: 5 días.
74
g) decisiones definitivas sobre la petición o reclamación del interesado: 10 días para
resolver recursos jerárquicos, y en los demás casos 30 días, contados a partir des la
fecha en que las actuaciones se reciban con los dictámenes legales finales.
LPABA art. 78: estos plazos se cuentan a partir del día siguiente al de la recepción
del expediente por el órgano respectivo. En caso de que éste, para poder producir
dictamen, pericia o informe de que se trate, o para decidir la cuestión, debe requerir
nuevos informes o dictámenes de otros órganos, quedarían suspendidos hasta tanto
los mismos sean contestados o venzan los plazos para hacerlo.
SILENCIO ADMINISTRATIVO.
En el orden nacional, la regulación del amparo por mora permite al juez, como custodio
de la legalidad, ordenar al órgano reticente que se expida en forma concreta, y vienen
a reconocer legislativamente la ilicitud del silencio.
75
sacramentales, aunque se debe presentar por escrito, conservando copia
fechada a fin de acreditar el momento en que empieza a correr el plazo de 30
días (y que es de 2 meses en el ámbito municipal) y cuyo vencimiento provocará
la presunción denegatoria.
Sin embargo, la interpretación del silencio administrativo como “acto”, es decir, como
una manifestación cierta de la voluntad del órgano, ha llevado a algunos códigos
procesales administrativos a establecer plazos de caducidad para interponer la
demanda contados desde que existe la denegatoria tácita en el procedimiento
administrativo.
76
el acto expreso desfavorable a su pretensión será denunciado como hecho nuevo en
aquel pleito. Desde luego que si la decisión accediera a su postura sólo cabe el
desistimiento del juicio, pues el pronunciamiento del órgano jurisdiccional no puede
recaer en una cuestión ahora abstracta.
EL ACTO ADMINISTRATIVO.
2) en razón del ámbito estatal del cual emanan los actos administrativos, pueden
provenir del P.E., P.L., P.J., de un ente autárquico, de una empresa pública, de
una persona pública no estatal y aún de particulares
77
el acto será unilateral en su origen (o sea, dictado de oficio, sin participación
alguna del particular), o bilateral en su origen (dictado a solicitud o con la
complacencia del administrado)
10) según la publicidad que pueda recibir legítimamente el acto, puede ser público
o secreto
13) según que el vicio sea o no evidente, el acto será irregular o regular.
Elementos:
- de VALIDEZ:
1) ESENCIALES:
78
a. competencia
b. causa
c. motivación
d. objeto
e. fin público
f. la “desviación de poder”
g. forma
h. procedimiento
i. voluntad administrativa
a. condición resolutoria
b. plazo
c. modo
- de EFICACIA:
ELEMENTOS ESENCIALES
COMPETENCIA.
CAUSA.
Son los antecedentes de hecho y fundamentos de derecho que llevan al dictado del
acto administrativo. El acto dictado sin causa, será el acto que responde a la mera
intencionalidad del funcionario, por lo tanto, será un acto arbitrario.
79
Estos hechos y antecedentes deben reunirse antes del acto administrativo. La
inexistencia de la causa esta vinculada con la teoría del abuso o exceso de poder y la
ineficacia de los actos administrativos.
MOTIVACIÓN.
OBJETO.
1 lícito
2 cierto y determinado
4 razonable
5 moral
FIN PÚBLICO.
80
Está íntimamente relacionado con el bien jurídico protegido o perseguido con el
dictado del acto. El fin público es condicionante de la actividad administrativa,
constituyendo un elemento autónomo del acto con las peculiaridades propias del
derecho público.
El acto siempre debe cumplir con la finalidad que inspiro la norma que le otorgo
competencia al órgano emisor.
La finalidad del acto administrativo no puede contradecir los fines públicos a que
tiende el derecho administrativo.
FORMA.
No hay que confundir forma con “formalidades”, ya que estas son requisitos que
deben cumplirse antes de la emisión del acto.
CONDICIÓN RESOLUTORIA.
81
Por ella se entiende el acontecimiento futuro e incierto al cual se subordina el
nacimiento de o extinción de los efectos del acto administrativo, lo cual da origen,
respectivamente, a la condición suspensiva y resolutoria.
PLAZO.
MODO.
En este caso, nos referimos a la necesidad de que todo acto administrativo sea dado a
conocer a quien lo afecta en sus derechos subjetivos o intereses legítimos. Esta
circunstancia ha hecho nacer la exigencia de la PUBLICIDAD como garantía jurídica
para la protección de los administrados, la certeza y la seguridad de las relaciones
jurídicas.
PUBLICACIÓN.
NOTIFICACIÓN.
82
En cuanto a la forma en que se notifica el acto de alcance individual, la regla es la
notificación PERSONAL Y FEHACIENTE.
- motivación: aparece consagrada en el art. 108 para el acto final que reúna
determinadas características.
LPABA art. 110: los actos administrativos tienen eficacia obligatoria propia de su
ejecutividad y acuerdan la posibilidad de una acción directa coactiva como medio
de asegurar su cumplimiento. Producirán efectos desde la fecha en que se dicten,
salvo que en ellos se disponga otra cosa.
La eficacia quedará demorada cuando así lo exija el contenido del acto o esté
supeditada a su notificación, publicación o aprobación.
PRESUNCIÓN DE LEGITIMIDAD.
83
ordenamiento jurídico y en ella se basa el deber u obligación del administrado de
cumplir el acto.
EJECUTORIEDAD.
La fuerza ejecutoria del acto sólo cede ante la presencia de un vicio manifiesto que lo
torne nulo o inexistente, pues en tal circunstancia cae la presunción de legitimidad que
le sirve de sustento.
84
1) la que se opera en sede administrativa por su propia virtualidad o por
disposición de una norma sin apelar al uso de la coacción;
2) y la facultad de ejecutar en forma coactiva el acto por parte de los órganos que
ejercen la función materialmente administrativa, debiendo advertirse que esta
última tiene carácter excepcional.
PROPIA: cuando la ley le permite a la Administración dictar el acto y proveer por sí sola
su cumplimiento, a través de sus elementos o medios.
Dictado el acto, el funcionario encargado de ejecutarlo o de velar por que se cumpla está
obligado a adoptar las medidas necesarias a ese efecto. A la concreción material de lo
decidido confluyen los caracteres de presunción de legitimidad, ejecutividad y
ejecutoriedad, mientras que le opone el instituto de la suspensión de efectos.
Puede suspenderse tanto un acto carente de eficacia, como uno notificado y recurrido,
y aún cabe la suspensión de actos firmes ante el requerimiento del particular acogido
por la Administración la decisión oficiosa de la última en ese sentido.
La suspensión puede ser dispuesta por la propia Administración, por el P.J. y aún por
el P.L.
85
SUSPENSIÓN DE ACTO EN SEDE ADMINISTRATIVA: admite 2 supuestos:
En el primer caso, parece obvio que si el poder Administrador puede revocar, bajo ciertas
condiciones, sus propios actos, bien puede demorar sus efectos. En tal caso, la
suspensión será consecuencia de un nuevo acto que, por ser tal, deberá expresar las
razones que llevan a su dictado
86
resolución, la SCJ dejará sin efecto la suspensión ordenada, pero declarará a cargo
de la autoridad demandada, o personalmente de los que la desempeñen, la
responsabilidad de los perjuicios que la ejecución produzca.
El nuevo Cód. Cont. Adm. adopta tales medidas con la finalidad de asegurar
provisionalmente los bienes, la situación jurídica, el derecho o el interés de que se
trate, para que la sentencia que en su momento declare el derecho del recurrente pueda
ser ejecutada eficaz e integralmente.
EJECUTIVIDAD.
87
recaudos que prescribe la ley, y abre la posibilidad de un juicio ejecutivo. Dicho
esto, la condición de acto ejecutivo implica que lo decidido por la
Administración resulta obligatorio y exigible respecto del particular.
LPABA art. 111: excepcionalmente podrá otorgarse eficacia retroactiva a los actos
cuando se dicten en sustitución de actos anulados y produzcan efectos favorables al
interesado, siempre que los supuestos de hecho necesarios existieran ya en la fecha
a que se retrotraiga la eficacia del acto y ésta no lesione derechos o intereses legítimos
de terceros.
La regla es que el acto administrativo no tiene efecto retroactivo, pero hay algunos
casos de EXCEPCIÓN:
- que el nuevo acto sea dictado en sustitución de otro “anulado”, es decir, dejado
sin efecto por adolecer de vicios que lo invalidan de conformidad al art. 113
- que los efectos retroactivos del nuevo acto sean favorables al administrado;
- que como consecuencia del efecto retroactivo del acto no resulten lesionados
derechos o intereses legítimos de terceros.
ESTABILIDAD. Concepto.
Vale decir, la estabilidad constituye una cualidad de los actos administrativos, por la
cual, bajo ciertas circunstancias, deben considerarse irrevocables. Si la administración
los deja sin efecto, entonces existen acciones judiciales tendientes a reponer su vigencia
o a establecer una indemnización a favor del particular.
88
Evolución jurisprudencial.
- que se trate de un acto “regular” (que es aquel que reúne las condiciones
esenciales de validez, aunque padezca de un vicio menor).
El problema básico dentro de esta cuestión es determinar si los documentos que emanan
de los funcionarios públicos en ejercicio de la función administrativa asumen el carácter
de instrumentos públicos, con todas las consecuencias que el CC les asigna en torno a su
valor probatorio.
Sobre este punto, el inc. 2º del art. 979 CC dispone que constituyen instrumentos
públicos los que extendieran los escribanos o funcionarios públicos en la forma que
las leyes hubieran determinado.
89
La doctrina entiende que NO ES INSTRUMENTO PÚBLICO, por lo que no es
necesaria su redargución de falsedad. Simplemente es un documento emitido por un
funcionario público.
90
UNIDAD 4 – EL PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVO DE LA PROVINCIA DE BUENOS
AIRES (continuación).
RECURSOS ADMINISTRATIVOS.
Este tipo de control resulta peculiar, ya que lo promueven sujetos que son
ajenos al aparato estatal.
La denuncia, por su parte, es un simple acto del particular por el cual pone en
conocimiento de un órgano administrativo la existencia de una conducta
91
irregular de un funcionario o de un tercero. Quien la formula actúa en interés
del cumplimiento de las normas jurídicas ignoradas por el denunciado.
EL RECURSO ADMINISTRATIVO COMO PRESUPUESTO PROCESAL.
Recurso y reclamo administrativo previo: en razón del art. 166 inc. 5 de la
Constitución provincial, para que una cuestión pueda residenciarse ante el
poder judicial debe ser ventilada previamente ante el poder administrador.
c) su resolución puede provenir del mismo órgano que dictó el acto (recurso de
revocatoria), de su superior jerárquico (recurso jerárquico) o del titular político
de la Administración (recurso de apelación).
e) cuando se interpone contra actos definitivos, dan comienzo a una nueva etapa
del procedimiento.
92
f) su interposición obliga al órgano a resolverlo expresamente y, en caso de
silencio, el superior puede avocarse a su análisis o presumirse la denegatoria
tácita.
Para que los recursos deban ser resueltos en forma obligatoria por parte de la
Administración, es menester que se cumplan una serie de requisitos establecidos en la
ley, a saber:
2) que se interponga con las formalidades de los arts. 29 y 33, y que estén
debidamente fundados.
6) que no vaya dirigido a la impugnación de un acto que causó estado, pues contra
él sólo caben acciones judiciales.
ACTOS RECURRIBLES.
Actos definitivos: la LEY 7647 reserva la expresión “acto definitivo” para aludir
a la decisión emanada de la autoridad administrativa superior, y denomina “acto
final” a la resolución dictada por los órganos inferiores.
93
Los actos de mero trámite, cuestionables sólo por revocatoria ante el mismo
funcionario que los dictó, sólo pueden incidir en la esfera jurídica del
administrado en forma indirecta y, en rigor, el eventual perjuicio difícilmente
perjudique su posibilidad de defensa.
Otros actos recurribles: bajo las condiciones previstas en el art. 95 LPABA, los
actos de alcance general pueden ser susceptibles de recurso administrativo.
ACTOS IRRECURRIBLES.
Son irrecurribles:
94
procedimiento en que incurre el órgano competente para resolver la
revocatoria, pero en sí misma no impugna decisión alguna.
LPABA art. 88: los recursos deberán proveerse y resolverse cualquiera sea la
denominación que el interesado les dé, cuando resulte indudable su impugnación o
disconformidad con el acto administrativo.
95
Consideraciones generales: la mera interposición del recurso administrativo, cualquiera
sea la suerte final, posee consecuencias jurídicas inmediatas, tanto en relación al
procedimiento, respecto del acto impugnado y también en lo referente al derecho de
fondo que pueda poseer el recurrente.
96
d) determina el nacimiento del plazo a cuyo vencimiento el interesado podrá
solicitar la avocación del órgano superior, de conformidad a lo
establecido en el art. 93.
RECURSO DE REVOCATORIA.
LPABA art. 89: el recurso de revocatoria procederá contra las decisiones
administrativas que reúnan los requisitos establecidos en el art. 86. Deberá ser
fundado por escrito e interpuesto dentro del plazo de diez días directamente ante la
autoridad administrativa de la que emane el acto impugnado.
Concepto: el recurso de revocatoria es aquel que se presenta ante el mismo órgano que
dictó el acto recurrido, con la finalidad de que lo revoque, lo modifique, sanee o
reemplace por contrario imperio.
Caracteres:
- cuando se dirige contra actos finales y demás actos contemplados en el art. 92,
lleva implícito el recurso jerárquico en subsidio (art. 91).
97
- en la práctica, rara vez produce efectos positivos para el recurrente, pues
difícilmente el mismo funcionario que resolvió la cuestión cambie de opinión
ante el nuevo intento del administrado.
TRÁMITE.
LPABA art. 90: el recurso de revocatoria deberá resolverse sin sustanciación por el
órgano que produjo el acto, salvo medidas para mejor proveer.
Sólo podrá denegarse si no hubiese sido fundado, o si la resolución fuere de las
previstas en el art. 87 y, en su caso, en la duda se estará a favor de su admisión.
Sustanciación: el recurso de revocatoria será resuelto por el mismo órgano que dictó el
acto, sin sustanciación. Que no exista sustanciación significa que no se dará traslado a
otros interesados que participen en el procedimiento.
No obstante ello, antes de proceder al dictado del acto que resuelve el recurso, y de
acuerdo con lo previsto en el art. 101 de la LPABA, resulta imperativo recibir el
dictamen de la Asesoría General de Gobierno.
Luego, el expediente deberá ser girado en vista a la Fiscalía de Estado, ya que la misma
resulta de rigor en todo recurso contra actos administrativos, excepto que se haya
interpuesto contra una decisión carente de contenido patrimonial y, por ende, dictada
sin intervención alguna de dicho organismo.
98
Si el interesado guardara silencio, se interpretará que ha desistido del recurso y
perderá el derecho de interponerlo a futuro.
LPABA art. 91: el recurso de revocatoria lleva implícito el jerárquico en subsidio, únicamente en
los casos de las decisiones referidas en el art. 92. Cuando hubiese
Actos contra los que procede: este recurso, expresamente deducido en el escrito de
interposición de revocatoria o implícito en el mismo, sólo será examinado y resuelto
por el superior si va dirigido contra los actos aludidos en el art. 92:
FORMAS:
99
ELEVACIÓN Y MEJORA del recurso: la segunda parte del art. 91 dispone que,
habiendo sido rechazada la revocatoria, la cuestión deberá elevarse al superior, sin
aclarar si tal elevación es anterior o posterior a la notificación de lo resuelto al
particular. Sin embargo, esta cuestión resulta intrascendente, pues aquél no podrá
deducir nuevo pedido de revocatoria: lo único que queda por hacer es remitir el
expediente al órgano que deberá entender en el recurso jerárquico en subsidio
(elevación).
Caracteres:
- se deduce ante el mismo órgano que dictó el acto pero lo resuelve el órgano
superior.
- salvo en los casos en que hubiera sido precedido por un recurso de revocatoria,
deberá ser fundado por escrito.
100
- no resulta procedente respecto de actos emanados del titular de una entidad
autárquica; en cambio, es posible deducirlo contra actos emanados del
personal inferior de las mismas para que sea resuelto por el superior
jerárquico, dentro de su ámbito.
ACTOS contra los que procede: de acuerdo a lo establecido en el art. 92, el recurso
jerárquico es procedente contra:
a) actos finales o definitivos: que son aquellos que deciden la cuestión de fondo
bajo análisis, aunque emanen de funcionarios inferiores en la escala jerárquica
y, por supuesto, aunque existan a su respecto recursos administrativos viables.
b) actos que resuelven peticiones del interesado, excepto las que originen
providencias de mero trámite: las decisiones vinculadas al simple impulso del
procedimiento no pueden recurrirse jerárquicamente, hayan sido dictadas
como respuesta a una petición de parte o de oficio por el órgano competente.
Respecto de qué se consideran providencias de mero trámite, parecería que se
alude a contingencias del procedimiento carentes de trascendencia, limitadas
al impulso del mismo, sin incidencia en el ejercicio del derecho de defensa del
particular.
101
1. cuando se trata de un recurso jerárquico subsidiario de un pedido de
revocatoria rechazado: en este caso, la fundamentación deviene reiterativa,
porque los argumentos del recurrente ya fueron expresados en el escrito de
interposición de la revocatoria. No obstante, ello no impide el mejoramiento del
recurso, tal como lo autoriza la parte final del art. 91.
Además, el funcionario recurrido, dentro del plazo aludido, debe girar el expediente
a la Asesoría General de Gobierno, el que luego pasará (si se tratara de una cuestión
patrimonial) a vista de Fiscalía de Estado.
En este caso, vencido el plazo para resolver el recurso de revocatoria (5 días) con que
cuenta el órgano recurrido, el interesado puede requerir la intervención del superior
jerárquico, solicitándole se avoque a la decisión del punto en conflicto. No se trata, en
rigor, de la interposición de un recurso jerárquico ante el órgano superior, sino que se le
pide resuelva el pedido de revocatoria pendiente de decisión ante la morosidad del
funcionario competente para hacerlo.
102
4.3 Recurso de apelación. Trámite. Resolución. Impugnación de actos de alcance
general y de actos dictados de oficio. Impugnación directa e indirecta de reglamentos.
La denuncia de ilegitimidad. Naturaleza jurídica. Fundamento. Efectos.
Jurisprudencia. Revisión.
RECURSO DE APELACIÓN.
LPABA art. 94: contra las decisiones finales de los entes autárquicos, que no dejen
abierta la acción contencioso administrativa, procederá un recurso de apelación con
las formalidades establecidas en el art. 92. El conocimiento de este recurso por el
Poder Ejecutivo está limitado al control de legitimidad del acto, el que podrá anular,
pero no modificar o sustituir. Anulado el acto procederá la devolución de las
actuaciones para que el ente autárquico dicte nuevo acto administrativo ajustado a
derecho.
La existencia del recurso de apelación, ante la falta de relación jerárquica entre el órgano
requerido y el que resuelve la impugnación, encuentra apoyo en el principio
constitucional que coloca al Gobernador como jefe de la Administración Provincial.
Caracteres:
103
SUJETO PÚBLICO RECURRIDO: la LPABA regula el recurso de apelación para ser
intentado contra entes autárquicos, sin aclarar si cabe extenderlo a las empresas
públicas.
Pensamos (BOTASSI) que la respuesta debe ser afirmativa, pues tales entes, medios
de intervención del Estado en la economía, producen actos administrativos cuya
legitimidad cabe controlar, y también porque la amplitud de recepción de los medios
recursivos hace a la mejor defensa del principio constitucional del debido proceso a
favor del administrado.
ACTOS contra los que procede: de conformidad a lo establecido en el art. 94, el recurso
de apelación sólo procede contra actos finales emanados del órgano superior del ente
autárquico y mediante los cuales no quede todavía habilitada la vía judicial.
Una vez que el acto ha sido declarado nulo, la cuestión de fondo queda nuevamente
sin resolver. Esta tarea corresponde siempre al ente recurrido, que no ha perdido la
competencia sobre el tema a decidir. De allí que vuelvan las actuaciones a despacho de
su titular, quien deberá dictar un nuevo acto ajustado a la normativa aplicable, de
acuerdo a lo dispuesto por el P.E. al acoger la apelación.
104
- acto de alcance general: se concibe como aquel dirigido a una cantidad de
personas o a un número indeterminado de ellas, que se agota en el mismo
momento de su cumplimiento. Estos son actos administrativos propiamente
dichos, cuya particularidad es la de influenciar en la esfera jurídica de varias
personas a la vez. De allí que FIORINI diga que estamos ante actos colectivos
que, en realidad, son varios actos particulares instrumentados en uno solo.
TIPO DE RECURSO: si bien el artículo habla de “reclamo” ante la misma autoridad que
dictó el acto, no cabe duda que se trata de un verdadero recurso.
Si hubiera decisión por parte del órgano, ésta será susceptible de atacarse mediante
recurso jerárquico o de apelación.
LEGITIMACIÓN: el art. 95 prevé que el recurso contra el acto general sea deducido
por quienes detenten derechos subjetivos o intereses legítimos. La interpretación
amplia de la norma permite incluir a los titulares de intereses simples, ya que la norma
dispone que el recurso apunta a dejar sin efecto la disposición general “en cuanto al
interés que perjudica”, sin calificarlo de manera alguna.
PLAZO: el cuestionamiento del acto general en forma directa puede efectuarse hasta
30 días hábiles posteriores a su publicación en el B.O. o a su comunicación a los
interesados.
105
CUESTIONAMIENTO INDIRECTO DE UN REGLAMENTO: es de la esencia de todo
reglamento su concreción en actos individuales de ejecución o de aplicación de sus
normas.
Actos generales y actos dictados de oficio por el gobernador: la segunda parte del art.
96 alude a los actos generales (con o sin contenido normativo) y a las decisiones
adoptadas de oficio por el titular del Poder Ejecutivo, para aclarar que respecto de los
mismos sólo procede recurso de revocatoria.
EXCLUSIONES.
106
el acto impugnado, dejan excluida la puntual aplicación de los recursos
jerárquicos y de apelación regulados en los arts. 92 y 94 de la ley.
DENUNCA DE ILEGITIMIDAD.
Concepto: la segunda parte del art. 74 otorga virtualidad a un recurso tardío, tanto en
razón del propio interés estatal en el respeto de la legalidad como en la necesidad de
preservar los derechos del administrado de peticionar a las autoridades para obtener
el logro de la verdad material.
- si el recurso tardío se alza contra la legitimidad del acto, el órgano superior que
recibió las actuaciones debe analizarlo y pronunciarse sobre su admisibilidad
formal. En caso afirmativo, corresponderá que los sustancie y resuelva
107
manera que el acto recurrido fuera de plazo queda firme y no susceptible de
revisión judicial o pesar de que la Administración haya sustanciado y resuelto
(negativamente) la denuncia de ilegitimidad que dicho recurso extemporáneo
representa.
REVISIÓN.
LPABA art. 118: podrá pedirse la revisión de las decisiones definitivas firmes,
cuando:
a) se hubiera incurrido en manifiesto error de hechos que resulte de las propias
constancias del expediente administrativo.
b) se hubiera dictado el acto administrativo como consecuencia de prevaricato,
cohecho, violencia o cualquier otra maquinación fraudulenta, o graves
irregularidades comprobadas administrativamente.
c) la parte interesada afectada por dicho acto, hallare o recobrare documentos
decisivos ignorados, extraviados o detenidos por fuerza mayor o por obra de un
tercero.
Concepto: la LPABA permite, en virtud de su art. 118, la revisión de los actos finales
firmes cuando surge evidente la sinrazón o injusticia de lo decidido.
La falta de plazo legal hace que la revisión pueda plantearse dentro del plazo de
prescripción de la declaración de nulidad de los actos administrativos. Dicho plazo
comenzará a contarse según la causa de revisión de que se trate: desde que se advierta
el error de hecho, desde que se compruebe la maquinación fraudulenta o la grave
irregularidad administrativa, o desde que se encontraren los documentos ignorados al
decidir.
Requisitos de procedencia:
- debe tratarse de un acto firme; si el acto admitiera todavía alguno de los recursos
administrativos contemplados en la ley, el camino a transitar no es el pedido de
revisión, sino la interposición de aquéllos.
- la prueba del vicio o inoportunidad que afecta al acto firme debe aparecer
evidente y ser acompañada o señalada con precisión en el escrito por el que se
solicita la revisión.
- quien se alza contra el acto debe ser titular de un derecho o un interés afectado
por el mismo.
108
- la pretensión debe apoyarse en alguna de las causas enumeradas en el art. 118
o en alguna otra de similar entidad.
Causas de revisión:
109
CADUCIDAD del procedimiento.
LPABA art. 127: transcurridos seis meses desde que un procedimiento promovido
por un interesado se paralice por causa imputable al mismo se producirá su
caducidad, procediéndose al archivo de las actuaciones; se exceptúan los
expedientes de Previsión Social.
Plazo: la LEY 7647 no fija un plazo de caducidad en días hábiles, sino que lo establece
en “seis meses”.
110
1) extingue el procedimiento.
EXCEPCIONES: la parte final del art. 127 exceptúa la posibilidad de caducidad de los
expedientes de previsión social, en atención al carácter alimentario y tuitivo de la
materia en juego.
LPABA art. 128: la caducidad se declarará de oficio al vencimiento del plazo y podrá
recurrirse por el interesado.
111
UNIDAD 5: DERECHO PROCESAL ADMINISTRATIVO
Y PROCESO ADMINISTRATIVO.
Concepto.
Es una rama del derecho procesal, de carácter público e imperativo (González Pérez).
Terminología.
112
b) Se encuentra en POSICIÓN DE IGUALDAD RESPECTO DE LOS
ADMINISTRADOS, sometida al mismo régimen que éstos.
En 1872, una nueva ley consagra el sistema de “justicia delegada”, donde es el propio
Consejo el que dicta la sentencia resolviendo el caso, ya sin intervención alguna de la
Administración activa.
No forma parte del PJ sino del PE, aunque sus miembros gozan de total independencia
en sus decisiones y, si bien no son inamovibles, de hecho tienen la misma estabilidad
que si lo fuesen.
113
5.2 El proceso administrativo en el orden nacional y provincial. Órgano competente y
normativa aplicable. El Fuero Contencioso Administrativo Federal. Origen y
evolución histórica. Codificación Contencioso Administrativa de la Provincia de
Buenos Aires. El llamado “Código Varela”.
114
4.055, que no distinguía si la causa era civil, comercial, penal o contencioso
administrativa.
c) en las causas cuyo conocimiento estuviese atribuido a los jueces creados para
la Capital Federal por la LEY 12.833.
115
En 1968, la LEY 17.928 creó una nueva sala en lo contencioso administrativo, número
que luego se amplió a tres y, posteriormente, a cinco, para después convertirse –en
virtud de lo dispuesto por la ley 21.698– en Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Contencioso Administrativo Federal, también con cinco salas, como cámara
independiente de la Civil y Comercial Federal y de la Criminal y Correccional Federal.
d) como sinónimo de derecho (p.ej., cuando se dice que “el actor carece de acción”).
e) como facultad (facultad que tiene todo sujeto para excitar la función
jurisdiccional del Estado)
La acción es el derecho público subjetivo que tiene todo sujeto que se considera
agraviado por otro sujeto para poner en funcionamiento el poder jurisdiccional del
Estado, a fin de que éste resuelva el conflicto que lo afecta y haga cumplir lo decidido.
Tiene fundamento constitucional, pues se apoya en la garantía de defensa en juicio
(art. 18 CN). Es el derecho a la jurisdicción. También se la considera como una especie
del derecho a petición (art. 14 CN).
116
El derecho a la acción no se agota con la presentación de la demanda. Se mantiene
durante todo el proceso hasta que el juez dicte la sentencia. Una vez ejercida la acción
en su fase inicial con la demanda, tiene el actor la obligación de mantenerla y de
continuarla hasta que concluya el proceso.
Del mismo modo con que el actor persigue alcanzar un pronunciamiento favorable a
su pretensión, el demandado lo hace para que la demanda sea rechazada o para que se
resuelva el pleito de la forma en que él lo solicita. Ejerce el derecho procesal de defensa.
Ejerce la excepción u oposición. Actúan en forma simultánea el interés del actor para
que el órgano jurisdiccional se expida en un sentido, y el interés del demandado para
que se lo haga en otro, referidos ambos a una situación jurídica única. Existe, entre la
acción y la excepción, un paralelismo íntimo, que es la bilateralidad de la acción.
117
Acción de plena jurisdicción. Pretensiones admisibles.
Acción de lesividad.
Acción de interpretación.
Legislada únicamente en los códigos de Corrientes, Entre Ríos y Formosa, esta acción
permite articular una pretensión de carácter declarativo, por la cual se solicita al
órgano judicial que establezca cuál es la interpretación adecuada de una norma. Si se
esta pidiendo al juez que defina el sentido y alcance de una norma es porque hay
incertidumbre objetivamente apreciable. La decisión del órgano judicial cumple con las
características que se atribuye a la sentencia: declara lo que es el derecho aplicable a un
caso concreto con fuerza vinculante.
118
119
UNIDAD 6: DEMANDAS CONTRA LA NACIÓN.
El art. 20 de la LEY 27 establecía que “los juzgados de sección conocen en primera instancia,
de todas las causas que se expresan en el art. 100 de la Constitución Nacional, sin incluir en ellas
las exceptuadas en el art. 101, de las contencioso-administrativas y demás que interesen al Fisco
nacional, mas en las de contrabando, lo harán, por ahora, tanto en el territorio de la provincia de
Buenos Aires cuanto en el resto de la República, ajustándose a las respectivas leyes y disposiciones
dictadas y vigentes en ellas”.
A su vez el art. 2 de la ley 48 dispuso que los jueces conocerían en primera instancia de
las siguientes causas: “1) Las que sean especialmente regidas por la Constitución Nacional, las
leyes que ha sancionado y sancionare el Congreso y los tratados públicos con naciones extranjeras;
2) Las causas civiles en que sean partes un vecino de la provincia en que se suscite el pleito y un
vecino de otra, o en que sea parte un ciudadano argentino y un extranjero; 3) Las que versen sobre
negocios particulares de un cónsul o vicecónsul extranjero; 4) Todo pleito que se inicie entre
particulares, teniendo por origen actos administrativos del Gobierno nacional; 5) Toda acción
fiscal contra particulares o corporaciones, sea por cobro de cantidades debidas o por cumplimiento
de contratos, o por defraudación de rentas nacionales, o por violación de reglamentos
administrativos; 6) En general todas esas causas en que la Nación o un recaudador de sus
120
rentas sea parte; 7) Todas las causas que den lugar a los apresamientos o embargos marítimos
en tiempos de guerra; 8) Las que se originen por choques, averías de buques, o por asaltos hechos,
o por auxilios prestados en alta mar, o en los puertos, ríos y mares en que la República tiene
jurisdicción; 9) Las que se originen entre los propietarios o interesados de un buque, sea su
posesión o sobre su propiedad; 10) Las que versen sobre la construcción y reparos de un buque;
sobre hipoteca de su casco; sobre fletamentos y estadías; sobre seguros marítimos; sobre salarios
de oficiales y marineros; sobre salvamento civil y militar; sobre naufragios; sobre avería simple y
gruesa; sobre contratos a la gruesa ventura; sobre pilotaje; sobre embargos de buques y penas por
violación a las leyes de impuestos y navegación; sobre la nacionalidad del buque y legitimidad de
su patente o regularidad de sus papeles; sobre arribadas forzosas; sobre reconocimientos; sobre
abandono, venta y liquidación de créditos del buque; sobre cumplimiento de las obligaciones del
capitán, tripulantes, y en general sobre todo hecho o contrato concerniente a la navegación y
comercio marítimo”.
La redacción de esta última ley había dado lugar a grandes discusiones en el Congreso
Nacional. Algunos legisladores entendían que el Poder Judicial tenía facultad para
juzgar a la Administración; otros que esa atribución le correspondía al Congreso
Nacional; y algunos menos que los conflictos entre aquélla y los particulares debían
ser resueltos por la propia Administración.
Dada la diferencia de criterios, se dispuso redactar el artículo tal como fue transcripto
anteriormente, con lo que se dejaba en manos del Poder Judicial la interpretación que
cabría dar a la cuestión.
121
por el mayor tiempo servido como personeros de guardia nacionales. Según surge del
fallo, el Estado nacional había firmado un contrato de enganche que establecía su
vigencia hasta la finalización de la batalla de Pavón, pero lo cierto es que, una vez
afrontada la misma, en 1861, fueron retenidos en el servicio militar hasta 1863, y en
consecuencia solicitaban indemnización por el mayor tiempo de servicio.
En rigor de verdad, de la lectura del fallo surge que, más que a la responsabilidad
estatal, la Corte Suprema se refirió específicamente a la indemandabilidad estatal.
Pero en el criterio de la Corte se deja expresamente a salvo que de ello no se sigue que
el particular damnificado haya quedado sin respuesta ante el perjuicio sufrido, pues
el tribunal busca darle solución al caso a través del Congreso de la Nación, que
conforme al anterior art. 67, inc. 6º de la CN tiene como atribución específica arreglar
la deuda pública. Sin embargo, resulta más apropiado distinguir entre la facultad del
Congreso para arreglar las deudas públicas y la función jurídica de establecer la
existencia de un supuesto de responsabilidad generador del correlativo derecho a ser
indemnizado.
Poco tiempo después, en sentencia recaída con fecha 1º de junio de 1865 en autos
“GÓMEZ, JOSÉ CÁNDIDO C/LA NACIÓN”, la Corte tuvo oportunidad
de reafirmar su tesis negatoria, cuando se demandó originalmente a la provincia de
Corrientes por indemnización de daños y perjuicios por la entrega de propiedades
usurpadas durante el gobierno de los Virasoro en aquella provincia.
La Corte reitera aquí los argumentos vertidos en “Seste y Seguich”, aunque analiza
un precedente en el cual había aceptado su demandabilidad excepcionalmente, y
122
aclara que las circunstancias particulares del caso así lo habían justificado (caso
“Bates, Stockes y Cía. c/Poder Ejecutivo Nacional” de 1864).
Finalmente reitera que ello no significa que los acreedores de la Nación carezcan de
los medios de hacer valer sus derechos, pudiendo ocurrir al Congreso, que por el
inciso 6° del artículo 67 está facultado para arreglar el pago de la deuda pública.
La venia legislativa.
Así se fue conformando la teoría según la cual la Nación no podía ser demandada sin
la autorización del Congreso nacional, autorización que debía ser conferida por medio
de ley formal; este principio fue aceptado como regla general al sancionarse la ley 475,
que autorizó a un particular a llevar a juicio al Estado Nacional, y fue reiterado por otras
leyes (por ej., ley 675) y por los fallos de la Corte (Fallos 22:385; 100:280; 124:39), aún
cuando para algunos casos seguía resolviendo el Congreso.
Fue así como el consentimiento estatal previamente conferido por éste para ser
demandado apareció como un requisito procesal del ejercicio de las acciones contra sí
mismo.
123
la sanción de la LEY 11.634, que generalizó el requisito de la reclamación
administrativa previa para ambas esferas de actuación estatal.
En efecto, el art. 1 de la citada LEY 3.952 dispuso: “Los tribunales federales y los jueces
letrados de los territorios nacionales conocerán de las acciones civiles que se deduzcan contra la
Nación en su carácter de persona jurídica, sin necesidad de autorización previa legislativa, pero
no podrán darles curso sin que se acredite haber precedido la reclamación de los derechos
controvertidos ante el Poder Ejecutivo y su denegación por parte de éste”.
Digamos también que la nueva versión del art. 31 del LNPA recepta la doctrina del
fallo “Gorordo” de la CSJN, y del plenario “Romero, Gerardo” de la Cámara Nacional
de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal, que a su vez receptaban lo
afirmado tiempo antes por la Sala III de ese fuero en la causa “Avanzada”, en cuanto
prevé que el juez debe controlar de oficio las condiciones de admisibilidad de la
acción contencioso-administrativa con relación a la habilitación de la instancia y
agotamiento previo de la vía administrativa.
124
6.3 Recursos judiciales directos y recurso extraordinario contra actos administrativos
en el orden federal.
Se entiende por recurso judicial directo a la acción judicial que se articula directa y
generalmente en una segunda instancia judicial, en el sentido de obtener una rápida
revisión judicial de tales actos, conforme a una previsión normativa que así lo
establezca.
Se trata, pues, de un verdadero juicio o proceso, cuya misión principal es examinar las
pretensiones de anulación –y, en su caso, de restablecimiento de una situación jurídica
lesionada– en donde el impugnante de la decisión administrativa reviste la calidad de
actor y la entidad estatal que dictó el acto, la de demandada.
Si bien se ha dicho que estos recursos sólo permiten cuestionar la legitimidad del acto
administrativo y peticionar su nulidad, en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires se ha sostenido que, tratándose de una verdadera acción que posibilita una
instancia ordinaria de revisión del acto administrativo impugnado, con plenas
posibilidades de debate y prueba, y en tanto ninguna norma específica lo impida, resulta
aplicable el instituto de la acumulación objetiva de pretensiones, de modo que el actor
puede acumular a la pretensión principal de declaración de nulidad la accesoria,
consistente en reclamar la indemnización de los perjuicios derivados del acto nulo.
125
adoptada, salvo el caso de control de sentencias arbitrarias, en las que el vicio de
inconstitucionalidad radica en la sentencia misma.
Cuestión constitucional.
Las cuestiones constitucionales pueden ser simples (de interpretación) o complejas (de
conflicto):
Tipos.
126
1) Es regla en la jurisprudencia de la Corte Suprema que el recurso extraordinario
se concede, en principio, sólo contra sentencias de tribunales judiciales, pues
así surge de la normativa expresa (arts. 14, 15 y 16, ley 48; art. 117, incs. 4º, 5º y
6º, ley 1893; art. 2º, ley 3266; art. 6º, ley 4055; art. 23, decr. ley 1285/58, y arts. 256,
257 y 258, CPCCN).
Requisitos.
127
administrativa, que se han asimilado en sus efectos a ciertas sentencias, por lo cual no
pueden promoverse en su contra juicios ordinarios de anulación o repetición.
Recursos admitidos.
128
6.4 Concepto jurisprudencial de acciones civiles. Casos justiciables y no justiciables.
Interdictos contra la Administración Pública: de retener, de recobrar, de obra nueva y
de obra vieja. Desalojo.
Acciones civiles.
Son el derecho a accionar contra el Estado por los daños que causa al particular la
ejecución material del acto. En efecto, el interesado no pierde el derecho que la ley
común protege, ni las acciones civiles.
En esta acción no podrá, naturalmente, discutirse la validez del acto firme, pero sí
obtenerse la indemnización de los daños de conformidad con los principios que rigen
la responsabilidad del Estado por sus actos válidos, en los casos en que ella sea
procedente. Esta acción está sujeta al plazo de prescripción establecido por el Código
Civil.
Acciones comprendidas.
El art. 1 de la LDE (Ley de Demandas contra el Estado) indica que "los tribunales
federales... conocerán de las acciones civiles que se deduzcan contra la Nación...". Esta
disposición distingue, como vemos, entre acciones civiles y otras acciones que
pudieran promoverse contra el Estado. En tal sentido, las acciones procesales
administrativas están excluidas del régimen procesal de la LDE y sus modificatorias,
contando con un régimen procesal propio en los Códigos contencioso-administrativos,
aun cuando en algunos pronunciamientos la CSJN manifestara equívocamente que bajo
la denominación de acciones civiles se incluyen todas las acciones contra el Estado
incluso las administrativas, salvo las acciones penales.
Por ello, en las demandas civiles contra el Estado, el accionante deberá probar la
vulneración de un derecho subjetivo; es decir, no bastará la vulneración de un interés
legítimo o de un interés simple, para poder demandar civilmente al Estado.
129
El derecho a ser indemnizado por el Estado es un derecho subjetivo, a veces público y a
veces privado, según que sea regulado o haya nacido al amparo de normas de derecho
público o de derecho privado. Ello determina el ámbito procesal de competencia, pues
en el primer caso intervendrá el órgano judicial con competencia en lo procesal
administrativo, y en el segundo, el órgano judicial con competencia en lo procesal civil.
Los interdictos tienden a evitar la justicia por mano propia y se ventilan en un proceso
sumarísimo, por lo cual con ellos no se pueden resolver cuestiones referentes al
derecho de propiedad. En suma, el derecho de propiedad comprensivo también de la
posesión y tenencia está protegido contra los ataques de los particulares y de los poderes
públicos por acciones reales, acciones posesorias e interdictos posesorios.
Interdictos.
1. adquirir la posesión;
130
En todos los casos se seguirá un procedimiento sumarísimo, en que no caben
cuestiones previas, debiendo sustanciarse los autos interlocutorios en forma conjunta
con la sentencia.
Acciones posesorias.
Las acciones posesorias del CCiv., tramitarán por juicio sumario. Deducida la acción
posesoria o el interdicto, posteriormente sólo podrá promoverse acción real.
Las acciones posesorias sólo se abren en favor del poseedor que tenga una posesión
anual, carente de vicios, pública, a título de propietario, continua y no interrumpida
(arts. 2473 y 2478 – 2481, CCiv.). Pero sólo puede usar de esta vía el que no haya seguido
la del correspondiente interdicto.
Visto desde una óptica podríamos sostener que si se impidiera a los jueces ordenar la
ejecución forzosa de las sentencias contra la Administración, no ejercerían
131
propiamente una función jurisdiccional, sus decisiones carecerían de eficacia y el
derecho de los agraviados por una actuación estatal ilícita sería sólo una expresión de
deseo o un mero acto declarativo. Los derechos subjetivos quedarían a merced de la
buena voluntad de las autoridades y la Administración se colocaría fuera del orden
jurídico.
Desde otra óptica, sería posible afirmar que si los jueces ejecutaran en todos los casos
las sentencias contra el Estado, aún cuando afecten gravemente el interés público, se
podrían paralizar los servicios y las funciones públicas esenciales, o impedir que la
Administración preste asistencia social. En las condenas a pagar sumas de dinero
ejercerían una competencia legislativa, pues, el Congreso es quien autoriza los gastos de
la Nación, y todo pago implica un gasto. Los acreedores podrían embargar las rentas
públicas, con lo cual se afectaría la construcción de obras públicas, la compra de
suministros esenciales para el funcionamiento del Estado y el pago de los sueldos de los
agentes públicos.
Señala LUQUI que la realidad es que no existe una solución definitiva para este
problema. En este tema no caben afirmaciones dogmáticas, sino soluciones
pragmáticas. Así como la Administración tiene que acatar las sentencias judiciales, los
jueces no deben dictar mandatos que afecten gravemente o pongan en peligro el
funcionamiento de la Administración.
Antes de sancionarse las leyes 23.982 y 24.624, por aplicación de la ley 3.952 y de la
doctrina del caso “Pietranera”, el Estado podía indicar el plazo dentro del cual las iba
a cumplir (“las” en referencia a “obligaciones de pagar sumas de dinero”) pudiendo
fijarlo el juez en su defecto o cuando el plazo no era razonable. Pero a partir de la
entrada en vigor de las leyes mencionadas, como establecen el procedimiento para la
ejecución de esas sentencias y los plazos dentro de los cuales se debe efectuar el pago,
la Administración está impedida de alterarlo. Solo las leyes de emergencia pueden
establecer plazos mayores, siempre que respeten los requisitos exigidos por la Corte
Suprema.
132
El artículo 7 y su interpretación jurisprudencial. Los supuestos
excluidos: expropiación, interdictos posesorios. El caso de las
entidades autárquicas: distinción según que cumplieran o no
funciones estatales.
El art. 7 de la ley 3.952 establece: “Las decisiones que se pronuncien en estos juicios, cuando
sean condenatorias contra la Nación, tendrán carácter meramente declaratorio, limitándose al
simple reconocimiento del derecho que se pretenda”.
133
condenatorias, como si se tratara de una potestad extrajurídica. Esta evolución se puede
observar en algunos fallos.
No se trató de una ejecución forzosa de la sentencia, sino de una exhortación para que
manifieste el plazo dentro del cual desalojaría el inmueble, con la advertencia de que
si no lo hacía en forma razonable, lo fijaría el tribunal.
La CSJN interpretó el alcance del art. 7 de la ley 3.952, al establecer que su finalidad es
evitar que la Administración se vea colocada, como consecuencia de un mandato
judicial perentorio, en la imposibilidad de satisfacer el requerimiento (sea por carecer
de fondos previstos para tal fin en el presupuesto) o perturbada en su normal
funcionamiento; y que la regulación que contiene no significa una suerte de
autorización al Estado para no cumplir sentencias judiciales, pues ello importaría
colocarlo fuera del orden jurídico, cuando es precisamente quien debe velar por su
observancia.
Esta es la interpretación correcta del art. 7 de la ley 3.952: evitar que la Administración
se vea forzada a realizar algo que no puede o que afecta gravemente el interés público.
El principio expuesto fue sentado en varias oportunidades por laCSJN, aún en juicios
donde el demandado era una entidad autárquica, y no el Estado Nacional (caso
“Mazzuca”).
134
Suspensión de la ejecución de sentencias.
2) que la ley tenga como finalidad legítima la de proteger los intereses generales
de la sociedad, y no a determinados individuos.
3) que la restricción del derecho sea razonable, acordando un alivio justificado por
las circunstancias.
En todas las medidas de emergencia siempre existe una limitación o restricción a los
derechos, que todos deben soportar en iguales condiciones.
Señala LUQUI que por primera vez una norma no sólo previó expresamente la
posibilidad de ejecutar las sentencias de condena contra la Nación sino que, además,
estableció los trámites que se debían cumplir para lograrlo, no obstante haberse
dictado para reglamentar el art. 7 de la ley 3.952, que de manera expresa establece la
inejecutoriedad de las sentencias contra la Nación.
La ley 23.568.
135
El art. 50 de dicha ley suspendió la ejecución de las sentencias y laudos arbitrales
condenatorios al pago de una suma de dinero que se hubieran dictado contra el Estado
nacional y la administración descentralizada por el término de 2 años.
Dispuso paralizar por 120 días el trámite de todas las acciones promovidas contra el
Estado Nacional y sus entes descentralizados.
El DEC. 53/91
Aclaraba que la suspensión dispuesta por el DNU 34/91 incluía a los juicios
mencionados en el artículo 54 de la ley 23.696 (de créditos laborales, expropiación,
amparo, etc.).
El DEC. 383/91
136
a) Cuando medie o hubiera mediado controversia reclamada judicial o
administrativamente conforme a leyes vigentes acerca de los hechos o el derecho
aplicable.
b) Cuando el crédito o derecho reclamado judicial o administrativamente, haya sido
alcanzado por suspensiones dispuestas por leyes o decretos dictados con
fundamento en los poderes de emergencia del Estado hasta el 1° de abril de 1991, y
su atención no haya sido dispuesta o instrumentada por otros medios.
c) Cuando el crédito sea o haya sido reconocido por pronunciamiento judicial
aunque no hubiere existido controversia, o ésta cesare o hubiere cesado por un acto
administrativo firme, un laudo arbitral o una transacción.
d) Cuando se trate de obligaciones accesorias a una obligación consolidada.
e) Cuando el Estado hubiera reconocido el crédito y hubiera propuesto una
transacción en los términos del inciso a).
Las obligaciones mencionadas sólo quedarán consolidadas luego de su
reconocimiento firme en sede administrativa o judicial.
Quedan excluidas las obligaciones que correspoden a deudas corrientes, aun cuando
se encuentren en mora, excepto las comprendidas en alguno de los incisos anteriores
y las de naturaleza previsional.
El acreedor cuyos créditos queden sometidos al régimen de la presente ley podrá
liberarse de sus deudas respecto a los profesionales que hubieren representado o
asistido a las partes en el juicio o en las actuaciones correspondientes y respecto a los
peritos en su caso, mediante cesión por su valor nominal de los derechos emergentes
de esta ley, respetándose, en su caso, la proporción de lo percibido en títulos o en
efectivo.
También quedan excluidos del régimen de la presente ley, el pago de las
indemnizaciones por expropiación por causas de utilidad pública o por desposesión
ilegítima de bienes, así declarada judicialmente con sentencia pasadas con autoridad
de cosa juzgada”.
art. 2: “la consolidación dispuesta comprende las obligaciones a cargo del Estado
Nacional, Administración Pública centralizada o descentralizada, Municipalidad de
la Ciudad de Buenos Aires, Banco Central de la República Argentina, Fuerzas
Armadas y de Seguridad, Fabricaciones Militares, entidades autárquicas, empresas
del Estado, sociedades del Estado, sociedades anónimas con participación estatal
mayoritaria, sociedades de economía mixta, servicios de cuentas especiales, del
Instituto Nacional de Previsión Social y de las obras sociales del sector público.
También comprende las obligaciones a cargo de todo ente en el que el Estado
nacional o sus entes descentralizados tengan participación total o mayoritaria en el
capital o en la formación de las decisiones societarias, en la medida en que recaigan
sobre el Tesoro Nacional, excepto el Banco de la Nación Argentina y el Banco de la
Ciudad de Buenos Aires, la Caja Nacional de Ahorro y Seguro, el Banco Nacional de
Desarrollo y el Banco Hipotecario Nacional.
Lo establecido en el párrafo anterior será también de aplicación a las obligaciones de
la Municipalidad de Buenos Aires que deberá dictar la reglamentación pertinente,
estableciendo las modalidades de aplicación a través de su Departamento
Ejecutivo”.
137
Forma de pago.
Para solicitar el pago de las deudas consolidadas los titulares de los derechos
reconocidos por sentencia firme debían presentar la liquidación judicial firme de sus
acreencias, o la liquidación administrativa definitiva, conformada por el Tribunal de
Cuentas de la Nación, la Sindicatura General de Empresas Públicas o los organismos de
control interno correspondientes.
La ley dispuso también que los créditos por deudas consolidadas se iban a cancelar
conforme a un orden de prelación, con los recursos que vote anualmente el Congreso
de la Nación para hacer frente a esos pasivos, dentro de un plazo de 16 años para las
obligaciones generales y de 10 años para las de origen previsional.
El art. 12 dispone que “los Bonos de Consolidación se emitirán a dieciséis (16) años de plazo.
Durante los seis (6) primeros años los intereses se capitalizarán mensualmente y a partir del inicio
del séptimo año el capital acumulado se amortizará mensualmente, en la forma y condiciones que
determine la reglamentación […]”.
Por su parte el art. 14 establece que “los Bonos de Consolidación de Deudas Previsionales se
emitirán a diez (10) años de plazo. Durante los seis (6) primeros años se capitalizarán
mensualmente los intereses y a partir del inicio del séptimo año el capital acumulado se amortizará
mensualmente […]”.
Esta ley ordenó también el levantamiento inmediato de todas las medidas ejecutivas
y cautelares dictadas contra el Estado y sus entes descentralizados y prohibió en el
futuro la traba de medidas cautelares o ejecutorias respecto de las obligaciones
consolidadas conforme a la ley.
138
UNIDAD 7: LA ACCIÓN DE AMPARO Y OTROS
MECANISMOS DE CONTROL JUDICIAL.
La acción de amparo.
La acción de amparo se admite contra todo acto u omisión de autoridad pública que,
en forma actual o inminente, lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o
ilegalidad manifiesta, los derechos o garantías explícita o implícitamente reconocidos
por la CN, con excepción de la libertad individual tutelada por el hábeas corpus.
La acción de amparo.
La acción de amparo se admite contra todo acto u omisión de autoridad pública que,
en forma actual o inminente, lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o
ilegalidad manifiesta, los derechos o garantías explícita o implícitamente reconocidos
por la CN, con excepción de la libertad individual tutelada por el hábeas corpus.
139
El propósito fundamental del amparo es el de contribuir a hacer operativos los
contenidos de la libertad.
La creación jurisprudencial del amparo la podemos ver en diferentes fallos, que fueron
los que marcaron el rumbo de su existencia. Nos referiremos a continuación a los casos
“Siri” y “Kot”.
Caso “SIRI”
El director del diario pretendía, en primer lugar, que se retirara la custodia policial
del local donde se imprimía el periódico, y segundo, que se levantara la clausura
impuesta.
140
existen y protegen a los individuos por el sólo hecho de estar consagradas en la
Constitución Nacional”.
Se crea el recurso de Acción de Amparo como remedio judicial para proteger todos
los derechos enumerados por la constitución Nacional, a excepción de los ya
protegidos por el recurso de Habeas Corpus.
Caso “KOT”.
La empresa Kot SRL sufrió una huelga por parte del personal en su fábrica textil
de San Martín (Provincia de Buenos Aires).
La Corte falló a favor de Kot, haciendo lugar al recurso de amparo luego de revocar
la sentencia de la Cámara de Apelaciones. Ordenó que se entregara a kot el
establecimiento textil libre de todo ocupante indicando que “la Cámara de
Apelaciones se confunde al considerar el recurso invocado por el afectado como un
141
recurso de Habeas Corpus. El interesado interpuso una acción de amparo invocando
los derechos constitucionales de la libertad de trabajo, de la propiedad y de la libre
actividad, o sea, dedujo una garantía distinta a la que protege la libertad corporal
(habeas corpus)”. Así fue que la corte ratificó lo resuelto en el caso Siri (en este
último la restricción ilegítima provenía de la autoridad pública. En el caso en
cuestión es causada por actos de particulares.)
En la CN:
Art. 43 CN – “Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre
que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades
públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o
amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta
Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad
de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva.
Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los
derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como a
los derechos de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las
asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la que determinará los
requisitos y formas de su organización” […].
En la Constitución provincial:
[…] 2. La garantía de Amparo podrá ser ejercida por el Estado en sentido lato o por
particulares, cuando por cualquier acto, hecho, decisión u omisión, proveniente de autoridad
pública o de persona privada, se lesione o amenace, en forma actual o inminente con
arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, el ejercicio de los derechos constitucionales individuales
y colectivos.
El Amparo procederá ante cualquier juez siempre que no pudieren utilizarse, por la
naturaleza del caso, los remedios ordinarios sin daño grave o irreparable y no procediese la
garantía de Hábeas Corpus.
No procederá contra leyes o contra actos jurisdiccionales emanados del Poder Judicial.
La ley regulará el Amparo estableciendo un procedimiento breve y de pronta resolución para
el ejercicio de esta garantía, sin perjuicio de la facultad del juez para acelerar su trámite,
mediante formas más sencillas que se adapten a la naturaleza de la cuestión planteada.
142
Régimen legal en la provincia de Buenos Aires. Comparación con
la ley nacional de amparo.
En el ámbito de la provincia de Buenos Aires, el amparo se rige por la LEY 7.166, con
las modificaciones incorporadas por LEY 7.261 y 7.425.
Por su parte, la normativa que rige el amparo a nivel nacional es la LEY 16.986.
El art. 1 de esta ley prescribe que procederá la acción de amparo contra todo acto
u omisión de órganos o agentes de la Administración Pública que, ya sea en
forma actual o inminente, lesione, restrinja, altere o amenace con arbitrariedad
o ilegalidad manifiesta, cualquiera de los derechos y garantías reconocidos en
las constituciones nacional o provincial, con excepción del de la libertad
corporal.
La ley provincial confiere un plazo más amplio que la ley nacional, que es de
15 días.
Requisitos de la demanda: la demanda deberá presentarse por escrito, y
contendrá:
143
2) justificación de la personería invocada, conforme a las leyes que
rigen la materia.
Deberá individualizarse a los testigos propuestos, que no podrán ser más de 5 por cada
parte.
Sentencia: el art. 12 prescribe que una vez evacuado el informe a que se refiere el art.
10 o transcurrido el plazo conferido sin que el requerido se hubiere presentado, no
144
habiéndose ofrecido prueba, se dictará sentencia fundada, dentro de las 48 hs. de
concedido o denegado el amparo.
Recurso de apelación: el art. 18 determina que contra la sentencia, así como contra la
resolución que rechaza in limine la acción, o cuando se decretan medidas de no
innovar, procede el recurso de apelación.
145
Ahora bien, la incorporación de la acción declarativa como un nuevo tipo de proceso,
y su reconocimiento como caso judicial, provocaron la necesidad de determinar si la
misma podía albergar, además, el ejercicio del control constitucional.
Recién en 1985 se produjo un viraje importante en esta materia. El primero de los casos
computables en esta línea es “Santiago del Estero c/ Nación Argentina”. La provincia
accionante había creado el Departamento de Control de Combustibles, dedicado al
control cuantitativo y cualitativo de los mismos. Como retribución de este servicio
instituyó por sí el pago de una tasa sobre los precios fijados por las autoridades
nacionales. Ante ello, YPF ordenó a los expendedores de combustible no modificar sus
precios, bajo pena de aplicación de sanciones. Esta circunstancia motivó a la provincia a
acudir a la CSJN por vía de la acción de amparo. La Corte analiza el caso y decido que
no se dan los presupuestos de la vía procesal escogida pero, sin embargo, no rechaza la
acción. Por el contrario, asume que Santiago del Estero pretende una declaración de
certeza porque “no tiene carácter simplemente consultivo ni importa una indagación
meramente especulativa, sino responde a un caso y busca precaver los efectos de un
acto en ciernes (“ciernes” = “”principios”, “comienzos”, etc.) y fijar las relaciones
legales que vinculan a las partes en conflicto. Por tal motivo, fija un plazo a la
Provincia para encausar su demanda por vía del juicio sumario.
Una segunda admisión del control constitucional en la acción declarativa tuvo lugar
al dictarse el fallo “Lorenzo c/ Nación Argentina”.
- la demarcación de los límites procesales de esta última, dentro del art. 322 del
CPCCN, esto es, dentro de los alcances de la acción declarativa de certeza.
146
Admisión y puesta en práctica de la acción declarativa de inconstitucionalidad.
Los mencionados son sólo algunos de los fallos en los cuales se hizo lugar a la acción
declarativa de inconstitucionalidad.
Aún así, la acción enderezada a obtener una declaración proyectada hacia el futuro,
no reúne los requisitos del art. 322 del Código Procesal. No obstante ello, se reconoce
que la acción declarativa tiene una finalidad preventiva y no requiere de la existencia
de daño consumado en resguardo de los derechos.
147
7.3 La acción de hábeas data. Recepción constitucional en nación y en la provincia de
Buenos Aires. LEY 25.326.
El hábeas data.
Concepto: “hábeas data”, como la propia expresión lo indica, significa “tengas el dato”.
Se trata de un procedimiento breve y sumarísimo tendiente a conocer los datos que
constan en registros o bases de datos, y que incluye la posibilidad de corregirlos o
actualizarlos si son erróneos o están desactualizados.
El hábeas data es una acción, y como tal, representa una especie dentro del género más
amplio del amparo. Ello no impide reconocer su propia autonomía, e incluso la
necesidad de una legislación específica
Con respecto a su naturaleza jurídica, el hábeas data es, básicamente, una garantía
constitucional, que se torna operativa mediante un procedimiento que puede
desarrollarse como acción o como recurso (aunque nos inclinamos por la primera, por
su carácter más amplio y, consecuentemente, más tuitivo de la libertad).
Casos en que procede: el objeto del hábeas data, cono la norma lo establece, es “tomar
conocimiento de los datos a ella (la persona) referidos y de su finalidad, que consten en
registros o bancos de datos públicos, o los privados destinados a proveer informes, y en
caso de falsedad o discriminación, para exigir supresión, rectificación, confidencialidad
o actualización de aquellos”.
Una cuestión compleja plantean los datos reservados en poder de algunos organismos
de defensa nacional o de inteligencia del Estado. Algunas legislaciones hacen expresa
excepción respecto de ellos.
148
Recepción constitucional en nación y provincia. La LEY 25.326.
En la constitución nacional:
Art. 43 CN – […] “Toda persona podrá interponer esta acción* para tomar conocimiento de
los datos a ella referidos y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos públicos,
o los privados destinados a proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación, para
exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización de aquellos. No podrá
afectarse el secreto de las fuentes de información periodística”.
En la constitución de la provincia:
[…] 3. A través de la garantía de Hábeas Data, que se regirá por el procedimiento que la ley
determine, toda persona podrá conocer lo que conste de la misma en forma de registro, archivo
o banco de datos de organismos públicos, o privados destinados a proveer informes, así como
la finalidad a que se destine esa información, y a requerir su rectificación, actualización o
cancelación. No podrá afectarse el secreto de las fuentes y el contenido de la información
periodística.
Ningún dato podrá registrarse con fines discriminatorios ni será proporcionado a terceros,
salvo que tengan un interés legítimo. El uso de la informática no podrá vulnerar el honor, la
intimidad personal y familiar y el pleno ejercicio de los derechos”.
LEY 25.326.
La LEY 25.326 es la Ley de Hábeas Data, dictada en el ámbito nacional para regular
esta garantía.
Esta ley tiene por objeto la protección integral de los datos personales asentados en
archivos, registros, bancos de datos, u otros medios técnicos de tratamiento de datos,
sean éstos públicos, o privados destinados a dar informes, para garantizar el derecho al
honor y a la intimidad de las personas, así como también el acceso a la información
que sobre las mismas se registre, de conformidad a lo establecido en el artículo 43,
párrafo tercero de la Constitución Nacional.
Las disposiciones de la presente ley también serán aplicables, en cuanto resulte
pertinente, a los datos relativos a personas de existencia ideal.
149
El conflicto de poderes del art. 161 inc. 2 de la Constitución
provincial.
Artículo 161. La Suprema Corte de Justicia tiene las siguientes atribuciones: […] 2-
Conoce y resuelve originaria y exclusivamente en las causas de competencia entre
los poderes públicos de la Provincia y en las que se susciten entre los tribunales de
justicia con motivo de su jurisdicción respectiva.
De tal modo que, esquemáticamente, se puede avanzar sobre los conflictos entre:
En estos casos, la SCJBA no actúa como un tribunal ordinario, sino como tribunal
constitucional. Es decir, no lo hace como parte del Poder Judicial, sino como juzgador
creado por la Constitución expresamente para resolver la desavenencia entre los Poderes
Públicos.
- cuando un poder invada las atribuciones exclusivas del otro. No lo será en las
concurrentes.
- cuando colisionen dos poderes y cada uno reclame para sí el ejercicio de una
atribución, es decir, una disputa.
150
7.5 Otras vías de control. El control de constitucionalidad difuso del art. 57 y la acción
originaria de inconstitucionalidad del art. 161 inc. 1 (Constitución provincial).
Particularidades de la vía originaria. Su finalidad preventiva. Trámite procesal (arts.
683 – 688 CPCC)
Artículo 57. Toda ley, decreto u orden contrarios a los artículos precedentes o que
impongan al ejercicio de las libertades y derechos reconocidos en ellos, otras
restricciones que las que los mismos artículos permiten, o priven a los ciudadanos
de las garantías que aseguran, serán inconstitucionales y no podrán ser aplicados
por los jueces. Los individuos que sufran los efectos de toda orden que viole o
menoscabe estos derechos, libertades y garantías, tienen acción civil para pedir las
indemnizaciones por los perjuicios que tal violación o menoscabo les cause, contra
el empleado o funcionario que la haya autorizado o ejecutado.
CPCC art. 683. Objeto del juicio: De acuerdo a lo dispuesto por la Constitución de
la Provincia, se podrá demandar la declaración de inconstitucionalidad de ley,
decreto, ordenanza o reglamento que estatuya sobre materia regida por aquélla,
debiendo observarse el siguiente procedimiento.
De ello se desprende que son 2 los caminos que llevan al Alto Tribunal a conocer sobre
la constitucionalidad de las normas:
151
Carácter declarativo.
Carácter preventivo.
Legitimación e interés.
Además, la calidad de parte interesada debe ser acreditada como requisito necesario
para la procedencia de la demanda.
CPCC art. 684. Plazo para demandar: La demanda se interpondrá ante la Suprema
Corte de Justicia dentro del plazo de treinta días, computados desde que el precepto
impugnado afecte concretamente los derechos patrimoniales del actor.
Después de vencido el plazo, se considerará extinguida la competencia originaria de
la Suprema Corte, sin perjuicio de la facultad del interesado para ocurrir a la
152
jurisdicción ordinaria en defensa de los derechos patrimoniales que estime
afectados.
La demanda debe entablarse ante la SCJBA dentro del plazo de 30 días, computados
desde que el precepto impugnado afecte concretamente los derechos patrimoniales
del actor.
CPCC art. 685. Excepciones: No regirá dicho plazo, cuando se trate de leyes,
decretos, ordenanzas o reglamentos, de carácter institucional o que afecten derechos
de la personalidad no patrimoniales.
Tampoco regirá cualquiera sea la naturaleza de los preceptos impugnados, cuando
éstos no hayan sido aún aplicados al demandante y la acción se ejercite con finalidad
preventiva.
CPCC art. 686. Traslado. Funcionarios competentes: El Presidente del Tribunal dará
traslado de la demanda, por quince días:
1) Al Asesor de Gobierno, cuando el acto haya sido dictado por los Poderes
Legislativo o Ejecutivo;
2) A los Representantes Legales de las municipalidades, o a los funcionarios que
ejerzan la titularidad de los organismos involucrados, cuando los preceptos
emanaren de dichas entidades.
153
En cambio, cuando se cuestionen normas municipales, el traslado se conferirá a los
representantes legales, o a los funcionarios que ejerzan la titularidad de los
organismos involucrados en el dictado del precepto.
Trámite.
Sentencia.
CPCC art. 688. Contenido de la decisión: Si la Suprema Corte estimase que la ley,
decreto, ordenanza o reglamento cuestionados, son contrarios a la cláusula o
cláusulas de la Constitución que se citaron, deberá hacer la correspondiente
declaración sobre los puntos discutidos.
Si por el contrario, no halla infracción constitucional, desechará la demanda.
Medidas cautelares.
154
Se trata de aquellas medidas que tienen como finalidad de asegurar provisionalmente
los bienes, la situación jurídica, el derecho o el interés de que se trate, para que la
sentencia que en su momento declare el derecho del recurrente pueda ser ejecutada
eficaz e integralmente.
son provisionales: porque subsisten mientras duren las causas que las
antecedieron. En caso de desaparecer esas causas, la medida cautelar pierde su
razón de ser, pudiendo pedirse su levantamiento.
Fundamento y finalidad.
Las medidas cautelares en el proceso civil tienen un fundamento que, en alguna medida,
difiere del que tienen en el contencioso administrativo. En efecto, no puede negarse que,
al igual que en el derecho civil, la medida cautelar traduce una garantía jurisdiccional
que tiende a mantener la igualdad de las partes en el proceso, con el objeto de
resguardar la inalterabilidad de la cosa litigiosa y del objeto de la litis. En ambos
sistemas resulta también evidente que la tutela cautelar procura asegurar los derechos
de los litigantes, haciéndolos efectivos y evitando su frustración anticipada.
155
El art. 22 del CCA condiciona el otorgamiento de las medias cautelares al
cumplimiento de ciertos recaudos:
Ahora bien, este requisito plantea para el juez un problema, ya que debe
determinar hasta qué punto ser puede considerar verosímil un derecho del
particular frente a la presunción de legitimidad de que goza el acto
administrativo (aún cuando dicha presunción no es absoluta, cediendo ante la
existencia de vicios notorios, lo cual ha permitido a la justicia hacer lugar a
medidas peticionadas “sobre bases prima facie verosímiles”.
156
f) por último, el juez debe hacer un balance entre el daño a la comunidad y el
que se le ocasionaría a quien solicitó la medida.
La contracautela.
Esta caución será graduada por el juez de acuerdo a la mayor o menor verosimilitud
del derecho, teniendo en cuenta, además, las circunstancias del caso.
Existen también supuestos en los cuales no se exigirá contracautela: cuando la parte que
solicitara la medida fuera la Provincia, un municipio o un unte provincial o municipal,
contrariando el principio de igualdad.
El CCA adopta un criterio amplio en relación a la oportunidad procesal para solicitar las
medidas cautelares, al disponer que podrán peticionarse en forma anticipada,
simultánea o posterior a la promoción de la demanda.
Además, el CCA dispone, como regla general, que las medidas cautelares se
decretarán sin audiencia de la otra parte, a pesar de que admite la posibilidad de que el
juez requiera un informe previo a la parte demandada o alcanzada por la medida, que
deberá contestarse en un plazo no mayor a 5 días.
Caducidad.
El CCA exige que, habiéndose solicitado y hecho lugar a la medida cautelar en forma
anticipada, se interponga la demanda dentro de un plazo de caducidad.
157
El CCA diferencia entre:
en los demás supuestos (art. 23 inc. 2 ap. b) CCA): el CCA determina que en los
demás supuestos se aplicará lo dispuesto en el CPCC, por lo que la demanda
deberá interponerse dentro de los 10 días siguientes a la traba de la medida.
- las cotas y los daños y perjuicios causados correrán por cuenta de quien
obtuvo la medida cautelar anticipada.
De acuerdo con la redacción del CCA, el levantamiento de una medida cautelar puede
producirse por 2 motivos:
8.4 La suspensión de los efectos del acto administrativo como medida típica del
proceso contencioso administrativo. La previa solicitud de suspensión en sede
administrativa. Jurisprudencia.
158
La suspensión de la ejecución del acto administrativo como medida
típica del proceso contencioso administrativo. La previa solicitud
en sede administrativa.
El CCA legisla la medida cautelar suspensiva, que es la típica del proceso contencioso
administrativo, en el art. 25. En él se dispone que las partes pueden solicitar la
suspensión de la ejecución de un acto administrativo, siempre que se alegare
fundadamente el cumplimiento de los requisitos establecidos en el art. 22. Es decir,
habrá que demostrar ante el juez la concurrencia de los recaudos básicos de
fundabilidad:
2. peligro en la demora.
Esta exigencia no se condice con la naturaleza de las medidas cautelares, ya que genera
una injustificada demora en el acceso a la justicia.
8.5 Las medidas admisibles. Medida cautelar autónoma y medida cautelar anticipada.
Similitudes y diferencias. Medidas de contenido positivo. Medidas precautelares.
Medidas autosatisfactivas. Jurisprudencia.
159
El derogado Código Varela, conforme la estructuración del proceso contencioso-
administrativo como mero revisor de actos administrativos, sólo preveía la medida de
suspensión de efectos de las decisiones administrativas impugnadas cuando su
cumplimiento pudiera ocasionar perjuicios irreparables.
El actual Código, acorde con el principio de tutela judicial efectiva, prescribe que el
juez podrá adoptar toda clase de medidas idóneas para asegurar el objeto del proceso,
tanto las regladas en el CCA como las que prevé el CPCC.
Las medidas cautelares autónomas son aquellas que pueden incoarse sin que sea
necesario promover un proceso principal. En tales supuestos, la medida cautelar se
presenta como autónoma e instrumental al mismo tiempo, pues obliga al particular a
promover la acción de fondo dentro del plazo de caducidad que fija la ley.
La medida cautelar autónoma consiste en la petición que se hace al juez para que
ordene la suspensión de los efectos del acto administrativo recurrido hasta que la
Administración Pública no resuelva el recurso que agota la vía administrativa en un
sentido u otro. Puede ser utilizada, también, para obtener vista en un procedimiento
administrativo y para la solución urgente de problemas de salud.
160
Se trata de la emisión de mandatos judiciales orientados a exigir de las entidades
públicas determinadas conductas a seguir, ya sea que se trate de obligaciones de dar o
de hacer.
Se trata de una decisión de carácter excepcional, puesto que altera el estado de hecho o
de derecho existente al tiempo de su dictado, ya que configura un anticipo de
jurisdicción favorable respecto del fallo final de la causa, lo cual justifica una mayor
prudencia en los recaudos que hacen a su adopción.
Medidas precautelares.
En muchas ocasiones, los jueces suelen dictar medidas llamadas “precautelares”, con
objeto de suspender los efectos del acto administrativo. Dicha situación se puede
presentar ante el sólo requerimiento del actor y mientras se solicita y obtiene de la
Administración el envío de las actuaciones y/o la producción del informe respectivo
sobre la cuestión planteada por el actor.
Medidas autosatisfactivas.
Se trata de una solución urgente no cautelar, que procura aportar una respuesta
jurisdiccional adecuada a una situación que reclama una pronta y expedita
intervención del órgano judicial.
161
Ha dicho la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo que
“la medida cautelar es de contenido autosatisfactivo cuando persigue el cumplimiento
anticipado de la prestación que constituye el objeto de la pretensión principal.
Cabe destacar que no son medidas cautelares propiamente dichas, sino más bien
requerimientos urgentes que el administrado hace al juez y que se agotan en su despacho
favorable, por lo que no es necesario iniciar una acción principal.
Jurisprudencia.
162
UNIDAD 9: EL CONTROL JUDICIAL DE LA
ACTIVIDAD ADMINISTRATIVA EN LA PROVINCIA
DE BUENOS AIRES.
La Constitución de 1889 (art. 157 inc. 3) repitió dicho texto, pero incluyó la demanda
por retardación, no contenida en la redacción anterior.
Por su parte, la Constitución de 1934, en su art. 149 inc. 3, reprodujo el art. 157 inc. 3 de
la Constitución anterior.
163
Esta reforma ha introducido grandes cambios en lo que se refiere a nuestra materia. En
efecto, eliminó una serie de instituciones y principios que impedían el acceso a la
justicia debido a que las fórmulas constitucionales y legales no se adaptaban a los
nuevos requerimientos del Estado de Derecho.
Uno de los cambios más significativos estuvo orientado hacia la vigencia irrestricta
del principio de tutela judicial efectiva y, consecuentemente, de plena accesibilidad a
la revisión judicial de las actividades regidas por el Derecho Administrativo. Es
principio, consagrado en el Pacto de San José de Costa Rica, se encuentra receptado
expresamente en el art. 15 de la Constitución provincial de 1994.
164
El art. 15 y la tutela judicial efectiva.
9.3 El nuevo fuero: arts. 166 y 215 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires.
Organización. Recusación sin expresión de causa. Problemática. Jurisprudencia. El
nuevo CCA: LEY 12.008 y modificatorias.
Además, el art. 215 estableció que el PL debía implementar el nuevo fuero y sancionar
el Código Procesal respectivo para su entrada en vigencia conjunta antes del 1/10/1997.
Mientras tanto, la SCJBA conservaría su competencia originaria en la materia.
Así y todo, el fuero comenzó a funcionar sin que se hubiesen constituido las Cámaras
de Apelaciones Contencioso Administrativas, las cuales recién entraron en
funcionamiento en julio de 2004.
165
Organización.
Luego, con la sanción de la LEY 12.310, los tribunales colegiados de primera instancia
se mantuvieron, reemplazándose el Tribunal de Casación por Cámaras de
Apelaciones en lo Contencioso Administrativo descentralizadas.
El régimen vigente, en cambio, sienta reglas claras sobre el punto, que permiten
superar la situación antes descripta, ampliando no sólo la justiciabilidad de los
comportamientos de las autoridades públicas, sino también el número de materias o
asuntos que corresponden a la órbita de juzgamiento de los jueces contencioso
administrativos.
166
La competencia transitoria de la SCJBA, aplicación del art. 166 de la
Constitución de la provincia y el Código Contencioso
Administrativo.
Poco tiempo después se aprobó el CCA mediante la LEY 12.008, en el cual se disponía
que para las causas regidas por el art. 215 de la Constitución serían de aplicación las
normas del Código, en tanto resultaran aplicables. Sin embargo, ello fue rechazado
por la SCJBA, entendiendo que tales normas sólo serían aplicables cuando comenzara
a funcionar el fuero.
En 1998 se dicta la LEY 12.074 de creación del nuevo fuero, que entraría en
funcionamiento ese mismo año (no fue así). Días antes de vencer el plazo estipulado por
aquella ley, se dictó la LEY 12.162, con el objeto de prorrogar la entrada en vigencia del
CCA y del fuero respectivo.
167
2) aceptación de la operatividad del art. 166 in fine de la Constitución provincial
y aplicación de las normas del CPCC.
Un cambio de criterio se advierte a partir del año 2002, al fallar la SCJBA en la causa
“CONSORCIO DE GESTIÓN DEL PUERTO DE BAHÍA BLANCA”, donde dispuso
que si bien el CCA y el fuero respectivo debían comenzar a tener vigencia en forma
conjunta, el art. 166 de la Constitución provincial debía comenzar a aplicarse de
inmediato para determinar los contenidos de la materia contencioso administrativa.
Por ese motivo, se consideró competente.
Ese mismo año la SCJBA aceptó la aplicación de las disposiciones del CPCC en el
ámbito de su competencia contencioso administrativa, lo cual permitió, entre otras
cosas, la tramitación de pretensiones meramente declarativas y el dictado de medidas
cautelares.
3) aplicación del art. 215 de la Constitución local y de las normas del CCA.
168
UNIDAD 10: EL PROCESO ADMINISTRATIVO
PROVINCIAL.
CLÁUSULA GENERAL.
169
Las bondades del sistema de la cláusula general son, de por sí, evidentes, ante la
imposibilidad práctica de que el legislador pueda prever, a través de una enunciación,
la totalidad de los supuestos que pueden ser enjuiciados en sede contencioso
administrativa.
Requisitos.
Para que se suscite competencia del fuero contencioso administrativo deben verificarse
los siguientes requisitos:
1) EXISTENCIA DE UN CASO:
170
3) SUJETOS PASIVOS DE LA ACCIÓN:
En el inc. 1 del art. 2 también se enuncian como propias del ámbito jurisdiccional
contencioso administrativo a las impugnaciones que se deduzcan contra las
resoluciones emanadas del Tribunal de Cuentas, del Tribunal Fiscal y de cualquier
otro tribunal de la Administración Pública, así como las que se deduzcan en contra de
actos sancionatorios dispuestos en el ejercicio de la policía administrativa.
3) Las controversias en las que sea parte una persona pública no estatal,
cuando actúe en ejercicio de prerrogativas regidas por el derecho
administrativo.
171
fines de interés público y, generalmente, gozan de ciertas prerrogativas de poder
público.
Dada la amplitud del art. 2 inc. 6, es evidente que ella comprende la totalidad de las
cuestiones o incidencias que se planteen en las etapas de formación,
perfeccionamiento, ejecución, extinción y renegociación de los contratos
administrativos.
172
Las controversias regidas por el derecho público que inicien cualquiera de los sujetos
públicos estatales enumerados en el art. 1 apartado 1° del CCA suscitan la competencia
de los jueces contencioso administrativos.
Supuestos no enumerados:
Los jueces del fuero contencioso administrativo son competentes para conocer en las
pretensiones de amparo.
Respecto del tema, es necesario decir que la antigua doctrina de la SCJBA sostenía que
por la vía contencioso administrativa sólo podría cuestionarse la conformidad de un
acto administrativo con normas preexistentes del mismo carácter, pero no la
inconstitucionalidad de la ley que le da sustento.
173
10.2 Materias excluidas y materias ajenas a la LEY 12.008. Improrrogabilidad de la
competencia administrativa en razón de la materia. Conflictos de competencia.
Oportunidades para examinar la competencia.
La marginación de estos asuntos es razonable. Ya se ha dicho que sólo los pleitos cuya
materia esté regida por el derecho administrativo son justiciables ante el fuero.
El inc. 2 del art. 4 margina de la competencia del fuero contencioso administrativo a los
juicios de desalojo, interdictos y acciones posesorias. La exclusión incluye los pleitos en
los cuales la autoridad administrativa actúe, sea como parte actora o como demandada.
Si bien la ley 12.008 no indicaba cuál era la autoridad administrativa competente para
la resolución de este tipo de controversias, era evidente que éstas debían ser resueltas
por el P.E., en virtud de las facultades que éste tiene como jefe de la Administración
Pública local.
174
Supuestos no enumerados:
CONFLICTOS DE COMPETENCIA.
- entre los jueces contencioso administrativos: deben ser tramitados por vía
incidental y resueltos por la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso
Administrativo con competencia territorial común, causando ejecutoria su
decisión.
175
OPORTUNIDADES PARA EXAMINAR LA COMPETENCIA.
Con acierto, el legislador dispone que son 2 los momentos procesales idóneos que los
tribunales tienen en el curso del proceso para pronunciarse respecto de la
competencia:
Uno de los aspectos del nuevo régimen procesal administrativo que mayores diferencias
presenta respecto del anterior es el relativo al régimen de la pretensión procesal.
176
La disposición central sobre el tema es el art. 12 del CCA, que enuncia las diferentes
clases de pretensiones, las cuales pueden ser constitutivas, de condena, declarativas o
ejecutivas.
Si bien la enumeración que efectúa el art. 12 parece agotar las clases de pretensiones
susceptibles de entablarse, el listado contenido en la norma NO ES TAXATIVO,
tratándose de una enumeración de carácter meramente enunciativo.
La disposición central sobre el tema es el art. 12 del CCA, que enuncia las diferentes
clases de pretensiones, las cuales pueden ser constitutivas, de condena, declarativas o
ejecutivas.
Si bien la enumeración que efectúa el art. 12 parece agotar las clases de pretensiones
susceptibles de entablarse, el listado contenido en la norma NO ES TAXATIVO,
tratándose de una enumeración de carácter meramente enunciativo.
177
10.4 Pretensión anulatoria, indemnizatoria, de reconocimiento o restablecimiento de
derechos. Pretensión declarativa de certeza.
objeto y fundamento.
planteamiento y trámite.
requisitos de admisibilidad.
178
Pretensión de restablecimiento o reconocimiento del derecho o
interés tutelados.
objeto.
planteamiento y función.
requisitos de admisibilidad.
Al no estar mencionada entre las excepciones del art. 14 podría entenderse que rige
respecto de esta pretensión el recaudo del agotamiento de la vía administrativa.
La LEY 13.101 sujetó esta pretensión al requisito del plazo para demandar de 90 días
reglado en el art. 18 CCA.
Pretensión indemnizatoria.
objeto y fundamento.
Esta pretensión puede fundarse en el deber de reparar del Estado debido a su obrar
ilícito, contractual o extracontractual.
planteamiento y requisitos.
179
Pretensión meramente declarativa.
objeto y regulación.
requisitos de admisibilidad.
Esta figura fue receptada en la LNAPA art. 9, y en el art. 109 de la LPABA, el cual
prescribe que “la Administración Pública no iniciará ninguna actuación material que
limite los derechos de los particulares sin que previamente haya sido adoptada la
decisión que le sirva de fundamento jurídico”.
180
objeto de la pretensión.
El único remedio específico que el anterior código (léase Código Varela) preveía para la
defensa en sede judicial de una vía de hecho, además de la posibilidad de presentar
denuncias en sede administrativa y de reclamar el resarcimiento de los daños irrogados,
era la pretensión de amparo.
Sin embargo, esta garantía procesal era una vía de tutela casi inexistente debido a la
jurisprudencia restrictiva de la SCJBA.
1) la pretensión de amparo.
3) la pretensión anulatoria.
Las dos primeras constituyen los instrumentos más idóneos a tal fin.
Las vías de hecho respecto de las cuales es admisible este medio procesal pueden
provenir de cualquiera de los entes enunciados en el art. 1 CCA.
requisitos de admisibilidad.
181
Rige a su respecto el plazo de 90 días de caducidad, que comienza a correr desde que
el afectado por la vía de hecho la conoció.
trámite
objeto.
Esta pretensión procesal tiene por objeto el dictado de una orden judicial de pronto
despacho de las actuaciones administrativas. La finalidad de esta vía es obtener un
emplazamiento judicial para que la autoridad administrativa cumpla con su deber de
resolver y dicte el acto administrativo que corresponda.
requisitos de admisibilidad.
Para que sea admisible esta pretensión debe existir un estado de mora administrativa.
El actor debe acreditar que la autoridad administrativa ha dejado vencer los plazos
fijados o, en caso de no existir éstos, que ha transcurrido un plazo que excede de lo
razonable, sin resolver la cuestión de fondo o sin dictar el acto de trámite o
preparatorio que corresponde adoptar para continuar el procedimiento.
legitimación activa.
Según lo dispone el art. 76, puede solicitar la orden judicial de pronto despacho el que
fuere parte en un procedimiento administrativo.
182
el amparo por mora y el silencio administrativo.
trámite.
alcance de la sentencia.
De ser procedente el amparo por mora, el órgano judicial deberá dictar sentencia que
condene a la Administración para que, dentro del plazo que fije (el cual no podrá ser
mayor a 5 días) dicte el acto pertinente demorado.
Esta clase de pretensión abre para el juzgador un limitado marco de cognición, pues
conforme a lo dicho, aquel sólo puede emplazar a la autoridad demandada a decidir
la cuestión que le ha sido planteada, pero no puede pronunciarse obligando a la
Administración a decidir en un sentido determinado. Es una orden neutra en cuanto
a su contenido, pues el juez no puede sustituir el criterio de la Administración y fijar
el contenido del acto omitido.
183
Por otra parte, el incumplimiento podría dar lugar al delito de desobediencia de una
orden judicial, previsto en el art. 239 del C.Pen.
184
UNIDAD 11: EL PROCESO ADMINISTRATIVO
PROVINCIAL (continuación).
185
El anterior Código Cont. Adm. De la Pcia. de Bs. As. (Cod. “Varela”, por su autor), vigente hasta
la reforma constitucional de 1994 (art. 166 últ. Párr.) y la sanción del nuevo Cód. por la ley
12.008, previó la protección plena de los derechos subjetivos en el proceso contencioso
administrativo.
Ahora bien, con respecto a los intereses legítimos, recién en la causa “Thomann”, cuatro
de los nueve jueces del Superior Tribunal propusieron aceptar la legitimación del titular de un
interés de este tipo, postura que luego se convertiría en mayoritaria en “Rusconi” de julio de
1995, es decir, luego de la reforma constitucional pero antes de la entrada en vigencia del
nuevo Código.
RUSCONI: en el año 1995 se reconoce el interés legitimo en vía judicial a partir del
caso “Rusconi c/ Municipalidad de La Plata”.
LEGITIMACION ACTIVA
El método del CCA es acertado. Luego de referir las pretensiones posibles en el art. 12,
el art. 13 dispone: “Legitimación activa: Está legitimada para deducir las pretensiones previstas
en el presente Código, toda persona que invoque una lesión, afectación o desconocimiento de sus
derechos o intereses tutelados por el ordenamiento jurídico”.
Si bien el que antecede es el innegable principio general, conviene analizar algunos casos
en particular para establecer de qué manera se subsumen en el art. 13.
186
1) Titulares de derechos subjetivos e intereses legítimos:
La referencia del art. 13 CCA a quienes encuentren sus derechos o intereses “tutelados
por el ordenamiento jurídico” debe complementarse con las disposiciones de la CN
reformada en 1994, en tanto configura un régimen directamente operativo de
protección a los denominados derechos de incidencia colectiva: derecho a la salud y a
un adecuado nivel de calidad de vida, al usufructo de los recursos ambientales (suelo,
agua, aire), al funcionamiento continuo y eficiente de los servicios públicos, al consumo
en condiciones equitativas, a la información veraz y otros.
187
jurídico esencialmente indivisible (ej: medio ambiente sano, no contaminado; ecología y
cuidado del hábitat, etc.) ha sido admitida la legitimación activa para interponer acción
de amparo contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de particulares que
en forma actual o inminente, lesione, restrinja, altere o amenace con arbitrariedad o
ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por la Constitución, un
tratado o una ley, al afectado, al Defensor del Pueblo y a las Asociaciones protectoras
de ciertos bienes (medio ambiente, competencia, consumidores, etc.).
Debe existir una lesión actual e inminente. También puede ser futura.
El Defensor del Pueblo también puede promover la acción de amparo colectivo. Debe
representar los intereses de la comunidad, no puede representar a un sector de la
comunidad para ir en contra del otro (por Ej. no podría promover la acción de amparo
con el tema del corralito, la corte desestimo la legitimación).
LEGITIMACIÓN PASIVA.
188
La Provincia de Buenos Aires, las municipalidades y los entes descentralizados
aparecen expresamente citados en el último párrafo del art. 166 de la Constitución y
en el art. 1 del CCA. Podrán ser demandados en los casos gestados por el desempeño
de sus funciones administrativas, sea que se trate de su conducta activa u omisiva.
No interesa que la acción u omisión generadora del litigio provenga del Poder
Administrador o de otros Poderes del Estado. Existirá legitimación pasiva cuando el
órgano realice actividad administrativa aunque estructuralmente dependa del Poder
Judicial o del Poder Legislativo.
2) Los particulares:
Tales sujetos pueden ser legitimados pasivos cuando sean parte de un contrato
administrativo y la Administración resulte agraviada por su incumplimiento o invoque
alguna circunstancia vinculada con su interpretación o ejecución.
3) Las municipalidades:
Resulta también trascendente la referencia del inc. 1 art. 2 del nuevo Código a la
posibilidad de accionar contra las municipalidades impugnando en forma directa sus
ordenanzas.
189
El inc. 2 art. 2 del nuevo Código establece que corresponde al juez de lo contencioso
administrativo entender en los conflictos “que se susciten entre prestadores de
servicios públicos o concesionarios de obras públicas y usuarios, en cuanto se
encuentren regidas por el derecho administrativo”.
LEGITIMACIÓN DE TERCEROS.
190
1) Coadyuvantes:
El inc. 1 art. 10 dispone que “los terceros directamente favorecidos por la actuación u
omisión que diera lugar a la pretensión, intervendrán como coadyuvantes en
cualquier estado del proceso. Su intervención no podrá hacer retrotraer, interrumpir o
suspender el proceso cualquiera sea el estado en que intervengan”. Se trata de la misma
figura contemplada en el artículo 48 del Código de 1906 (código Varela).
El coadyuvante posee los mismos derechos que la parte con la que coadyuva, y la
sentencia recaída en el pleito tendrá efectos y hará cosa juzgada respecto de él.
El único requisito exigido por el art. 10 CCa para configurar la legitimación del
coadyuvante es que tenga un interés directo favorable a la anulación o subsistencia de
la pretensión
2) Terceros en general:
El CCA establece en el art. 11 que la intervención de los terceros “en los demás casos”,
es decir, cuando no intervengan como coadyuvantes, se regirá por las disposiciones
contempladas en el CPCC.
Atribuciones:
191
• Representa y defiende a la provincia en todos los juicios en que la misma sea
parte, sea de derecho público o privado (Ej. laborales, civiles, penales, etc).
Requisitos de admisibilidad.
Antes de dar traslado a la demanda, el órgano judicial tiene que efectuar el examen de
admisibilidad de la pretensión. A tal fin, el CCA, en los arts. 30 – 32 contempla un trámite
especial, conocido como “habilitación de la instancia”.
Hay que tener presente que son 2 los momentos procesales en los cuales el órgano
jurisdiccional puede verificar el cumplimiento de los requisitos de admisibilidad. El
192
primero de ellos acontece en la etapa preliminar del proceso, en la cual el juez debe
efectuar de oficio esa labor (a la cual nos hemos referido en el párrafo anterior); el
segundo momento, con motivo de la oposición de alguna de las excepciones previas
de inadmisibilidad de la pretensión previstas en el art. 35 CCA.
La habilitación de la instancia.
Una vez recibidos en Secretaría, la parte actora, dentro de los 15 días de notificada por
cédula de tal recepción, podrá ampliar o transformar la demanda.
Cumplido este trámite o vencido el plazo para hacerlo, el juez debe proceder a efectuar
el análisis de admisibilidad de la pretensión.
En caso de que no se remitieran los expedientes en el plazo correspondiente, el juez
debe continuar el trámite de la causa y proceder a efectuar el examen de admisibilidad
de la pretensión, tomando como base la exposición de los hechos contenida en la
demanda, sin perjuicio de la facultad de la demandada de ofrecer y producir toda la
prueba que estime corresponde a su derecho.
193
En el examen de admisibilidad, el juez podrá:
Evolución.
Los textos constitucionales provinciales de 1873 (art. 156 inc. 3), de 1889 (art. 157 inc. 3)
y de 1934 (art. 149 inc. 3), si bien no establecían la deducción de recursos administrativos
como condición para acceder a la instancia judicial, sí exigían el tránsito previo por la
vía administrativa. En efecto, en ellos sólo se requería para dejar expedita la revisión
judicial la previa denegatoria al reconocimiento de los derechos que se gestionaban por
la parte interesada.
De modo tal que sólo eran pasibles de impugnación judicial aquellas resoluciones que
ponían fin a la vía administrativa por haber sido dictadas por los órganos con la más
alta competencia en la materia, una vez agotados todos los medios de impugnación
previstos en el régimen de procedimiento administrativo.
194
En la práctica, la determinación de cuándo un acto causaba estado o agotaba la vía
administrativa generó más de un caso de denegación de justicia.
- una tercera etapa en la SCJBA se inicia a mediados de 1979, a partir de los fallos
“BRETAL”, “GUNAWARDANA” y “PAICO S.A.C.I.”. La SCJBA retoma su
primigenia doctrina, sosteniendo que a fin de agotar la vía administrativa, el
recurso de revocatoria sólo resultaba obligatorio respecto de los actos dictados
de oficio por el órgano superior o cuando se trataba de actos de alcance general
El criterio en cuestión fue desconocido por la CSJN en el caso “SACOAR”, del año
1998, por considerar que el tribunal local incurrió en un injustificado rigorismo formal
incompatible con el derecho de defensa, porque la deducción del recurso de
revocatoria en tales casos constituye un ritualismo inútil.
195
El régimen del agotamiento de la vía administrativa en el nuevo CCA.
Sin embargo, la reforma introducida al art. 14 CCA por la LEY 13.101 (en octubre de
2003) ha alterado profundamente la situación pues, en abierta contradicción con lo
establecido en el art. 166 ya mencionado, sentó como regla la necesidad de agotar la
vía en todos los casos, con excepción de los supuestos que menciona el mismo art.
196
recurso, reclamo o petición planteada en sede administrativa, o cuando
omitieran o retardaren el dictado de los actos de trámite o preparatorios.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que la obligación de resolver las
peticiones administrativas no se extingue por el mero transcurso del plazo establecido
para ello, ni tampoco cuando se configura el silencio administrativo.
El CCA no contempla ninguna solución para las situaciones que pueden suscitarse
cuando, producida la denegatoria ficta, se dicta un acto tardío. Estimamos que para
dar una adecuada respuesta a los interrogantes que ello plantea, debe siempre tomarse
como referencia el art. 15 de la Constitución provincial, referido a la tutela judicial
efectiva.
197
Plazo para interponer la demanda.
En el nuevo régimen, si bien se mantiene el recaudo del plazo para demandar, éste no
tiene base constitucional, sino que ha sido previsto por el legislador (arts. 18, 69 inc.
1, 72 párr. 1, 74 inc. 2 ap. 2 y 75 inc. 2 CCA). Además, no se contempla un único plazo
para promover el pleito sino 2 (90 o 60 días), ambos más extensos que en el
ordenamiento anterior.
El plazo de 60 días es aplicable a aquellas pretensiones que tramiten bajo las reglas
de los procedimientos especiales:
198
Existen algunas pretensiones que no son alcanzadas por el requisito del plazo para
demandar:
El plazo para demandar se computa por días hábiles judiciales. Por tal motivo, no
deben contarse los días inhábiles ni los términos judiciales suspendidos.
199
f) pretensión de restablecimiento de derechos: el plazo comienza a contarse a
partir del momento en que el interesado es notificado de la decisión
administrativa que afecta el status jurídico del actor y que éste intenta por la vía
judicial restablecer.
El requisito del solve et repete, en su formulación más amplia, exige que la impugnación
judicial o administrativa de cualquier acto administrativo que contenga o implique la
liquidación de un crédito a favor del Estado sólo es posible si el particular se aviene
previamente a realizar su pago.
El nuevo CCA no elimina el instituto del solve et repete, sino que efectúa en su art. 19
una regulación atenuada del mismo, al limitar sustancialmente su aplicación en los
pleitos en los que se impugne un acto administrativo que imponga una obligación
tributaria de dar sumas de dinero, marginando los créditos de origen no tributario.
200
Constitucionalidad del principio solve et repete.
La CSJN, en forma inveterada, sostiene que la regla del solve et repete resulta
constitucional, ya que no restringe indebidamente el derecho de defensa en juicio (art.
18 CN) ni contraría el art. 8 inc. 1 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos.
También la SCJBA, en armonía con el criterio del más alto tribunal, ha rechazado los
planteos de inconstitucionalidad de este requisito.
Sin embargo, esta exigencia ha sido morigerada en aquellos casos en los que su
cumplimiento obstaculiza el real y efectivamente el acceso a la justicia, lo cual acontece
cuando se acredita que existe una desproporcionada magnitud entre la suma que debe
pagar el contribuyente y su concreta capacidad económica o estado patrimonial.
201
UNIDAD 12: EL PROCESO ADMINISTRATIVO
PROVINCIAL (continuación).
La demanda.
Junto con el escrito de demanda debe acompañarse toda la prueba documental que
estuviera en poder del demandante, ofreciéndose la restante, cuya producción se
proponga en el proceso.
Requisitos de la demanda.
202
El objeto y alcance de la pretensión, expuestos con claridad y precisión. Deberá
fijarse el monto reclamado, salvo cuando a la actora no le fuere posible determinarlo
al promover la demanda, por las circunstancias del caso o porque la estimación
dependiera de elementos no establecidos definitivamente al momento de la
pretensión. En tales supuestos no procederá la excepción de defecto legal. La
sentencia determinará, en su caso, el monto que resulte de las pruebas producidas.
203
c. Impugnación directa de ordenanzas municipales: las ordenanzas
municipales de alcance general son susceptibles de ser cuestionadas en
forma directa o indirecta (al igual que los actos administrativos de
carácter general).
El texto del art. 14 anterior a la reforma de la LEY 13.101, disponía en forma expresa
que cuando se cuestionara judicialmente en forma directa una ordenanza municipal
de carácter general no era necesario tramitar vía administrativa previa; mientras que
cuando ese cuestionamiento fuera en forma indirecta, a través de la impugnación de
sus actos de aplicación, eran aplicables las reglas establecidas para la impugnación de
actos individuales.
204
agotamiento de la vía administrativa. No obstante, por las mismas razones
expuestas en el apartado anterior, entendemos que la regla que aquí se impone
es la de la demandabilidad directa. Dicho principio se vería exceptuado cuando
el planteo efectuado lleve consigo o se identifique con la declaración de invalidez
de un acto administrativo que requiera, para su revisión judicial, el agotamiento
de la vía administrativa.
205
CCA art. 32 (Texto Ley 13101). Ampliación o transformación de la demanda.
Recibidos los expedientes administrativos en Secretaría, la parte actora, dentro de
los quince (15) días de notificada por cédula tal recepción, podrá ampliar o
transformar la demanda. Cumplido el referido trámite o vencido el plazo, el Juez
dispondrá correr traslado de la demanda, previo examen de admisibilidad conforme
a lo dispuesto en el artículo 31 del presente Código.
Proceso ordinario.
Las características del proceso ordinario son similares a las que regulan este tipo de
proceso en el CPCC, con las peculiaridades propias del contencioso administrativo.
1) introductiva.
2) probatoria.
3) decisoria.
Traslado de la demanda.
206
1. Al Fiscal de Estado, cuando la pretensión fuere dirigida contra la Provincia o un
ente provincial cuya representación legal le correspondiere.
2. Al Intendente Municipal, cuando la pretensión fuere dirigida contra una
Municipalidad. Si se tratare de una impugnación contra una ordenanza municipal,
también deberá notificarse al Presidente del Concejo Deliberante.
3. A la autoridad superior del ente descentralizado provincial cuando la pretensión
fuere dirigida contra aquél, cuya representación procesal no estuviere a cargo del
Fiscal de Estado.
4. A la autoridad superior del ente descentralizado municipal, cuando la pretensión
fuere dirigida en su contra.
5. A la autoridad superior de la persona pública no estatal, cuando la pretensión
fuere dirigida en su contra.
6. Al particular demandado, con arreglo a las reglas del Código Procesal Civil y
Comercial.
7. Al Asesor General de Gobierno, cuando se diere el supuesto del artículo 9° inciso
2) del presente Código.
Supuestos contemplados.
207
de un acto administrativo consentido o impugnarse un acto que no revista la
condición de definitivo o asimilable, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 14°.
2. Las excepciones enumeradas en los apartados g) y h) podrán también oponerse
como defensa de fondo al contestar la demanda.
208
del artículo anterior, así como en el supuesto previsto en el apartado i) del mismo
precepto, en lo referente a los casos no previstos en los apartados precedentes de este
artículo, se declarará la inadmisibilidad de la pretensión.
Ya dijimos que todas las excepciones contempladas en el art. 35 del CCA revisten la
condición de ser “de previo y especial pronunciamiento”. No obstante ello, existen 2
excepciones que pueden plantearse como defensa de fondo al contestar la demanda:
- la de prescripción
Contestación de la demanda.
El escrito de contestación de la demanda debe contener los mismos requisitos que para
interponerla, contemplados en el art. 27 CCA.
209
CCA art. 38. Plazo para contestar la demanda.
1. El plazo para contestar la demanda será de cuarenta y cinco (45) días.
2. Si fueran dos o más los demandados, el plazo será común. Cuando procediere la
suspensión o ampliación respecto de uno, el plazo se suspenderá o ampliará respecto
de todos.
Reconvención.
Dicha situación se ha visto modificada, al punto que el art. 39 del actual CCA la prevé
expresamente.
La prueba.
El CCA contiene escasas normas sobre el régimen de la prueba. De allí que sea
aplicable, supletoriamente, el CPCC.
Medios probatorios. La prueba confesional.
Los medios de prueba admisibles son los mismos que han sido receptados en el CPCC,
con excepción de la confesión de los funcionarios públicos, la cual, al igual que en el
código Varela, es reemplazada –con razón– por la formulación de preguntas a los
210
mismos. Estas preguntas se remitirán por oficio al funcionario requerido, para ser por
escrito y dentro del plazo de 20 días que tiene para hacerlo.
Carga de la prueba.
Es importante destacar que la regulación que realiza el CCA sobre la fase inicial del
período probatorio difiere de la prevista en el CPCC.
211
Alegatos.
La sentencia.
Producidas las etapas de iniciación y desarrollo del proceso, el órgano judicial debe
proceder al dictado de la sentencia definitiva, en la cual debe pronunciarse sobre la
cuestión de fondo controvertida. Con este acto se produce la terminación normal del
proceso.
Contenido.
212
imposible, establecerá las bases para la liquidación del monto indemnizable,
cuya definitiva determinación quedará diferida a la etapa de ejecución de la
sentencia.
En nuestra materia, el principio general es que las sentencias sólo producen efectos
entre los sujetos que han sido parte en un determinado litigio.
Sin embargo, el tema ha sido una cuestión muy discutida, sobre todo en el marco de la
doctrina.
En el orden nacional prevaleció, durante muchos años, la tesis de que la sentencia que
dicta el juez en un proceso contencioso-administrativo sólo podía tener efectos entre
las partes de la controversia y que, por tanto, tales efectos no se podían proyectar a
quienes no habían intervenido como partes o terceros en el proceso.
Costas.
Principio general.
El texto originario del CCa (LEY12.008), al igual que el CPCC, disponía que las costas
estaban a cargo de la parte vencida en el proceso. La LEY 13.101 ha modificado esta
solución, volviendo al principio que consagraba el código Varela. De esa manera, las
costas serán soportadas por las partes en el orden causado, aplicándose a la parte
vencida cuando hubiera actuado con notoria temeridad o malicia o se tratara de
procesos de ejecución tributaria.
Las costas en los procesos especiales.
El hecho de que la ubicación del régimen de costas esté dentro del título referido al
proceso ordinario no significa que es inaplicable respecto de los demás procesos. En
efecto, el régimen de costas se aplica también a los procesos especiales, ya que no
213
existen razones que justifiquen apartarse de aquél para aplicar supletoriamente las
normas del CPCC.
Ejecución de la sentencia.
El art. 159 de la Constitución de 1889 de la Provincia rezaba: “en las causas contencioso
administrativas, la Corte Suprema tendrá facultad de mandar cumplir directamente sus
sentencias por las oficinas o empleados respectivos, si la autoridad administrativa no lo
hiciese dentro de los sesenta días de notificada la sentencia. Los empleados a que alude
este artículo serán responsables por la falta de cumplimiento de las disposiciones de la
Suprema Corte”.
Este contexto constitucional previo, con una tradición jurídica constante a favor de la
potestad judicial para ordenar el cumplimiento de las sentencias, culminó su ciclo
evolutivo en su pleno reconocimiento, tanto en la constitución de 1994 como en el
Código Contencioso Administrativo.
214
En sentido concordante, la garantía que asegura el cumplimiento de la sentencia se
encuentra en la exigencia de que la suspensión sea imprescindible y que la petición
vaya acompañada de un acto administrativo que reconozca el compromiso de reparar
los daños y perjuicios que pudiera provocar la suspensión de la sentencia.
1) por una parte, la responsabilidad solidaria del funcionario con la del ente u
órgano respectivo.
12.5 Medios anormales de terminación del proceso: desistimiento del proceso y del
derecho. Allanamiento. Transacción. Caducidad de la instancia. La denominada
“satisfacción extraprocesal de la pretensión”.
A tal efecto, en el inc. 2 del mismo art. exige que los representantes de los entes
mencionados en el art. 1 estén expresamente autorizados por la autoridad competente,
agregando a la causa testimonio de la decisión respectiva.
215
- 6 meses en el proceso ordinario.
216
UNIDAD 13: EL PROCESO ADMINISTRATIVO
PROVINCIAL (continuación).
El contenido del derecho a la tutela judicial efectiva es muy amplio, ya que sus efectos
se despliegan no sólo al momento de la promoción del litigio, sino también durante el
desarrollo del proceso y al tiempo de ejecutarse la sentencia. Y no termina ahí, ya que
abarca también la posibilidad de recurrir los pronunciamientos judiciales.
RECURSOS ORDINARIOS.
Aclaratoria.
De acuerdo con la redacción del CCA, 3 son los motivos por los que puede sustanciarse
el recurso:
El CCA, al igual que el CPCC y la mayoría de los códigos procesales provinciales, regula
la aclaratoria respecto de la sentencia definitiva. Sin embargo, y acertadamente,
doctrina y jurisprudencia entienden que también es admisible respecto de cualquier
clase de resoluciones judiciales, aún las providencias simples.
Cabe destacar que, en caso de que la aclaratoria sea procedente, la decisión que la acoja
integra un todo inescindible con la decisión aclarada, por lo que puede ser impugnada
al igual que ésta. En cambio, la resolución que repele la vía de aclaratoria no es
susceptible de otros recursos.
217
Reposición.
A diferencia del CPCC, que sólo autoriza el uso de esta vía para recurrir providencias
simples (que son aquellas que tienden, sin sustanciación, al desarrollo del proceso u
ordenan actos de mera ejecución), el CCA permite también su ejercicio respecto de las
resoluciones interlocutorias, esto es, las que resuelven cuestiones que requieren
sustanciación, planteadas durante el curso del proceso.
En lo que concierne al trámite del recurso, la Ley 13.101 ha oscurecido la redacción del
art. 53. En efecto, la reforma efectuada incorporó el siguiente párrafo: “El juez deberá
resolver sobre su admisibilidad y procedencia, sin más trámite dentro de los cinco (5)
días”. Si bien la redacción podría llevar a entender que el juez debe resolver la
reposición sin sustanciación, es evidente que ello no puede ser aceptado, ya que se
estaría violando el principio de contradicción. En consecuencia, el sentido que
corresponde otorgar a dicha disposición es que el juez, previo traslado a la otra parte,
deberá resolver el recurso dentro de los 5 días de plazo otorgados.
Otra cuestión a destacar es que la resolución del recurso de reposición hará ejecutoria
(ello significa que, una vez desestimado, el recurrente no puede apelar la resolución
respectiva), salvo que vaya acompañado del de apelación en subsidio, lo cual puede
ocurrir respecto de las providencias que causen un gravamen que no pueda ser
reparado por la sentencia definitiva.
Apelación.
Según lo dispone el art. 55 incs. 1 y 2 CCA, son susceptibles de ser apeladas las
siguientes resoluciones:
1) sentencias definitivas, esto es, aquellas que ponen fin al proceso, en las que el
órgano judicial se pronuncia sobre el fondo de la cuestión planteada.
2) resoluciones interlocutorias:
218
a. que declaren la inadmisibilidad de la pretensión procesal
administrativa.
En todos los casos el plazo se computa a partir del día siguiente al de la notificación
del acto recurrido.
El recurso debe presentarse por escrito fundado ante el mismo juez que dictó la
resolución apelada. En este aspecto, el CCA se diferencia del régimen del CPCC, donde
el procedimiento de apelación se lleva a cabo en 2 fases: la de interposición del recurso
y la de fundamentación del mismo.
219
5. El recurso de apelación tendrá efectos suspensivos. Exceptúase el supuesto de los
recursos interpuestos contra las providencias que dispongan medidas cautelares, en
las que el juez resolverá conforme lo señalado en el artículo 26.
CCA art. 58 (Texto Ley 13101) Examen de admisibilidad y concesión del recurso
de apelación.
1. Del recurso de apelación, el juez correrá traslado a la otra parte por igual plazo al
señalado para su interposición, el que se notificará personalmente o por cédula.
Contestado el traslado o vencido el plazo para hacerlo, dentro de los cinco (5) días
siguientes, se remitirán a la Cámara de Apelaciones los autos principales y los
incidentes vinculados al recurso planteado.
2. Recibidas las actuaciones, la Cámara examinará si el recurso reúne los requisitos
de admisibilidad y mediante resolución fundada se expedirá al respecto. En caso de
declararlo inadmisible, se dispondrá la devolución del expediente al juzgado de
origen. En caso de considerarlo admisible, no habiéndose articulado las diligencias
procesales previstas en el artículo 57 inciso 1) o siendo éstas desestimadas, se dictará
la providencia de "autos" con el alcance previsto en el inciso 4) del presente artículo.
En ambos supuestos, la decisión correspondiente se notificará personalmente o por
cédula.
3. En la providencia que decida la concesión del recurso, se resolverá lo relativo a las
diligencias procesales que se hubieran peticionado de conformidad con lo dispuesto
en el artículo 57 inciso 1) del presente Código.
4. En el caso de admitirse las diligencias a que se refiere el artículo 57 inciso 1) del
presente Código, una vez cumplidas o vencidos los plazos correspondientes, se
dictará la providencia de "autos" y, consentida que fuera, el expediente pasará al
acuerdo sin más trámite.
5. La caducidad de la instancia se regirá por las reglas del Código Procesal Civil y
Comercial.
220
2. La sentencia de la Cámara de Apelaciones deberá dictarse dentro del plazo de
treinta (30) días.
3. En el caso de recursos de apelación contra resoluciones sobre medidas cautelares
la resolución del Tribunal de Alzada sobre la admisibilidad y procedencia de la
medida cautelar deberá dictarse dentro del plazo de cinco (5) días.
4. Sin perjuicio de la aplicación de las normas de la Ley 12.074, en cuanto a las formas
y contenidos de la sentencia de Cámara regirán en lo pertinente las disposiciones
previstas en el Libro I, Título IV, Capítulo IV, Sección 3ª del Código Procesal Civil y
Comercial.
Nulidad.
13.3 Recursos extraordinarios locales y recurso extraordinario del art. 14 de la ley 48.
Esta vía recursiva puede ser fundada en la violación o aplicación falsa o errónea de la
ley o de la doctrina legal.
Por su parte, a los efectos de este recurso, se considera doctrina legal la que surge de
los fallos del superior tribunal de la provincia, pero no la que deriva de los principios
generales del derecho o de la jurisprudencia de otros tribunales, o de la opinión de
los autores.
221
Inconstitucionalidad.
Nulidad.
Este medio de impugnación es la vía idónea para cuestionar los supuestos de violación
de las formas que la Constitución provincial ha establecido, en los arts. 168 y 171, como
básicas para los pronunciamientos judiciales de última instancia.
De ese modo, los únicos motivos que permite el uso de este remedio extraordinario
son los siguientes:
2) falta de voto individual de los jueces que componen el tribunal en cada una de
las cuestiones esenciales a decidir.
Este recurso sólo contempla un limitado aspecto del error in procedendo, ya que los
defectos acaecidos en la sustanciación del proceso, anteriores al fallo de última
instancia, le son ajenos.
Por medio de este recurso, las sentencias definitivas de los tribunales (locales o
federales) que sean contrarias a la Constitución Nacional, podrán ser llevadas en
grado de apelación y en última instancia ante la CSJN, para que ella revise dichas
sentencias.
222
Art. 14 LEY 48: Una vez radicado un juicio ante los tribunales de provincia, será
sentenciado y fenecido en la jurisdicción provincial; y sólo podrá apelarse a la Corte
Suprema de las sentencias definitivas pronunciadas por los tribunales superiores de
provincia, en los casos siguientes:
1°) Cuando en el pleito se haya puesto en cuestión la validez de un tratado, de una
ley del Congreso, o de una autoridad ejercida en nombre de la Nación, y la decisión
haya sido contra su validez;
2°) Cuando la validez de una ley, decreto o autoridad de provincia se haya puesto
en cuestión bajo la pretensión de ser repugnante a la Constitución Nacional, a los
tratados o leyes del Congreso, y la decisión haya sido a favor de la validez de la ley
o autoridad de provincia;
3°) Cuando la inteligencia de alguna cláusula de la Constitución, un tratado o ley del
Congreso, o una comisión ejercida en nombre de la autoridad nacional, haya sido
cuestionada y la decisión sea contraria a la validez del título, derecho, privilegio o
exención que se funda en dicha cláusula y sea materia de litigio.
Requisitos.
Requisitos comunes:
2. que haya existido un juicio: es decir, un proceso. La Corte ha dicho que, a los
efectos del recurso extraordinario, es “juicio” todo asunto susceptible de ser
llevado ante los tribunales de justicia mediante alguno de los procedimientos
establecidos por la ley.
3. que se trate de una cuestión judiciable: se entiende por tal toda cuestión que
pueda ser decidida por los jueces en ejercicio de su específica función judicial.
223
Requisitos propios:
1. que se trate de una cuestión federal y que ella sea decisiva para la solución del
pleito: son cuestiones federales los casos enumerados por el mismo art. 14, y se
pueden clasificar en:
cuestiones federales complejas: son las que versan sobre conflictos entre
una norma o un acto nacional o local, con la Constitución nacional.
Las cuestiones federales que den lugar al recurso extraordinario deben ser
cuestiones de derecho. Las cuestiones de hecho quedan excluidas.
La cuestión federal debe tener relación directa e inmediata con la materia del
pronunciamiento, lo cual ocurre cuando la cuestión federal es decisiva para la
resolución del pleito.
3. que se trate de una sentencia definitiva: a los efectos de este recurso, se entiende
por sentencia definitiva aquella que pone fin al pleito o impide su
continuación. Además, la Corte equiparó a las sentencias definitivas las
resoluciones que causen un gravamen irreparable.
4. que haya sido dictada por un tribunal superior: tribunal superior es aquél cuyo
fallo sobre la cuestión federal no puede ser revisado por otro tribunal en el orden
local, de modo que sólo quede la apelación ante la CSJN.
Requisitos formales:
224
el recurso debe bastarse a sí mismo, indicándose claramente de qué
manera resulta violada la CN, el tratado, etc., y de modo tal que su lectura
permita al tribunal decidir acerca de su procedencia.
Proceso de ilegitimidad.
225
treinta (30) días para adecuar la demanda, la que proseguirá su curso procesal de
conformidad a las normas previstas en el Título I del presente Código.
CCA art. 72 (Texto Ley 13101). Plazo para la demanda. Reglas procesales.
La pretensión deberá deducirse dentro de los sesenta (60) días contados en la forma
prevista en el artículo 18 del presente Código. El trámite se regirá por las normas
previstas en el Capítulo I del Título II del presente Código, con las siguientes
excepciones:
1. Contestada la demanda, o vencido el plazo para hacerlo, no habiendo hechos
controvertidos, el Juez declarará la cuestión de puro derecho y firme dicha
providencia llamará autos para sentencia.
2. Si hubiere hechos controvertidos, en una misma providencia el Juez dispondrá
la producción de las pruebas pertinentes.
226
CCA art. 73 (Texto Ley 13101). Sentencia favorable.
1. Si la sentencia fuera favorable al impugnante, dispondrá conforme a las
particularidades del caso todas o algunas de las siguientes medidas:
a) La anulación total o parcial de la sanción.
b) La reincorporación del agente, si la sanción hubiera sido expulsiva.
c) El reconocimiento de los haberes devengados.
2. De acuerdo a las características de la causa, cuando se anulare una sanción
expulsiva, junto con la declaración de nulidad, el órgano jurisdiccional podrá
ordenar la adopción de las medidas que estimare conducentes con arreglo a lo
dispuesto en el artículo 50 del presente Código.
227
adecuarán al procedimiento recursivo establecido en la presente ley. A tal fin, el
Juzgado formulará el requerimiento correspondiente concediendo al accionante
un plazo de treinta (30) días para la presentación del recurso.
Producida la adecuación dentro del plazo acordado, el expediente será elevado a
la Cámara competente para la decisión definitiva. En el supuesto que el requerido
no diere cumplimiento a la adecuación, se declarará extinguido su derecho,
devolviéndose la causa al Colegio o Consejo Profesional. En cualquier caso, las costas
se impondrán en el orden causado.
Apremio provincial.
228
Desde fines de diciembre de 2005, el proceso de apremio cuenta con una regulación
dual:
- la LEY 13.406, que contempla el cobro judicial de créditos fiscales por tributos,
sus accesorios y sus multas de la provincia o municipalidades contra sus
deudores y responsables.
LEY 9.122
En el caso de que se embarguen bienes muebles, el ejecutado será intimado para que,
en un plazo de 3 días, informe si los bienes embargados reconocen prenda u otro
gravamen. Si es así, deberá denunciar su monto, nombre y domicilio del acreedor.
Las medidas cautelares que pueden solicitarse, tanto al inicio del juicio como con
posterioridad a ello, y aún en cualquier estado del proceso, son:
229
Etapa de las excepciones.
1. incompetencia.
2. inhabilidad del título ejecutivo por sus formas extrínsecas únicamente.
3. pago total documentado.
4. prescripción.
5. plazo concedido documentado.
6. pendencia de recursos concedidos con efecto suspensivo.
7. litispendencia.
De las excepciones opuestas el juez dará traslado al actor, quien tendrá 3 días para
contestarlas.
Etapa de la sentencia.
230
Para la subasta de los bienes muebles, el juez debe designar un tasador, propuesto por
la actora.
Si la subasta llegara a fracasar por falta de postores, se ordenará una nueva venta con
una base disminuida hasta en un 50% respecto de la primera, a pedido de la parte
actora.
Realizada la subasta, se debe intimar por 5 días al ejecutado para que presente los
títulos de propiedad, bajo apercibimiento de obtenerse copia de los mismos a su costa.
En lo que concierne a las costas, los gastos se aplican a la parte vencida (no rige el
principio de “costas por su orden” del CCA).
LEY 13.406.
En el caso de que se embarguen bienes muebles, se debe intimar al ejecutado para que
manifieste, dentro del plazo de 5 días, si dichos bienes reconocen prenda o algún otro
gravamen. En caso afirmativo, deberá denunciar monto, nombre y domicilio del
acreedor, y también juzgado interviniente.
Al igual que en el proceso regulado en la LEY 9.122, no es admisible la recusación sin
causa.
231
En lo que se refiere a medidas cautelares, al inicio del juicio o en cualquier estado del
proceso, la parte actora podrá solicitar toda medida cautelar o modificación de las
decretadas con anterioridad, y el juez deberá disponerla en el término de 24 hs., sin
más recaudos ni necesidad de acreditación de peligro en la demora, todo ello bajo la
responsabilidad del fisco.
1. incompetencia.
2. falta de personería.
3. plazo concedido expresamente por acto administrativo y documentado.
4. pendencia de recursos concedidos con efecto suspensivo.
5. litispendencia.
6. inhabilidad del título ejecutivo por sus formas extrínsecas.
7. pago total documentado.
8. prescripción.
De las excepciones el juez dará traslado a la otra parte, que deberá contestarlas en un
plazo de 20 días.
232
a. pronunciarse sobre la admisibilidad de las defensas planteadas.
Etapa de la sentencia.
Si, en cambio, se hace lugar a las excepciones, entonces deberá disponer el rechazo de la
ejecución y la revocación del auto de intimación de pago.
El recurso de apelación debe interponerse por escrito fundado dentro de los 5 días de
notificados del acto.
Ejecución en sede judicial: está legislado en los arts. 15 y ss. LEY 13.406. Al efecto,
se contemplan 3 situaciones diferentes, según se haya trabado embargo sobre dinero,
bienes muebles o bienes inmuebles.
− dinero: cuando lo embargado fuese dinero, una vez aprobada por el juez la
liquidación de capital, intereses y costas, se transferirán a la cuenta que
denuncie la demandante las sumas líquidas embargadas y, posteriormente, se
regularán los honorarios profesionales.
233
− bienes muebles: en el supuesto de que no existieran sumas líquidas o fueren
insuficientes, se procederá a la venta de los bienes embargados del deudor o a
embargar nuevos bienes que denuncie la actora.
Luego, dictará la resolución por la que se llama a remate, que deberá contener:
234
El saldo obtenido con motivo de la subasta deberá ser depositado por el
adquirente dentro de los 5 días de su realización.
Según dispone el art. 21 párr. 2 CCA, el trámite procedimental bajo el cual se encausa
la pretensión de cese de vías de hechos producidas por alguno de los entes
mencionados en el art. 1 CCA, es el del JUICIO SUMARÍSIMO reglado en el art. 496
CPCC, el cual constituye un proceso plenario sumamente abreviado, caracterizado por
el acortamiento de los plazos, la aceleración en la producción de los actos procesales
y la simplificación de las formas.
235
Asimismo, el CPCC dispone que no son admisibles la reconvención ni la oposición de
excepciones de previo y especial pronunciamiento.
La técnica utilizada por el legislador resulta objetable, no sólo porque suscita dudas en
cuanto al alcance de la remisión que efectúa, lo cual podría afectar el derecho de defensa
de las partes, sino también porque son más apropiadas las reglas contenidas en el CCA
para la tramitación de las pretensiones declarativas en materias regidas por el derecho
administrativo.
236
UNIDAD 14: LA RESPONSABILIDAD
EXTRACONTRACTUAL DEL ESTADO.
237
La idea de “FALTA DE SERVICIO” es extraña al Derecho Civil, donde la noción de
responsabilidad extracontractual por daños aparece configurada por la noción de
culpa. El derecho administrativo produce, en cambio, un desplazamiento y sustitución
de la noción de culpa, poniendo énfasis no ya en el autor del hecho ilícito, sino en el
desequilibrio que produce el daño y en el servicio público. La expresión “falta de
servicio” traduce un significado más amplio y objetivo que el término “culpa”,
refiriéndose fundamentalmente al criterio para delimitar los daños imputables,
separando la responsabilidad de la Administración de la del funcionario.
a) la teoría de la expropiación;
238
b) la del sacrificio especial;
La teoría del “sacrificio especial”, de origen alemán y expuesta por MAYER, funda la obligación
de indemnizar que recae sobre el Estado en la existencia de un perjuicio desigual y
desproporcionado en cabeza de un individuo respecto de los demás integrantes del grupo
social.
239
Quizás sea esta la teoría más difundida entre nosotros, y en mérito de ella, cuando la actividad
de la organización estatal provoca un perjuicio o carga en un particular, nace el deber de
reparación señalado. Así, la doctrina ha sostenido que “la situación del administrado queda
individualizada, destacada, respecto del resto de la comunidad en lo que al soporte de dichas
cargas se refiere. Las exigencias de la justicia distributiva imponen, entonces, la obligación de
reparar
En el ámbito del derecho interno, la reparación que debe satisfacer el Estado cuando
fuera declarado responsable por la realización de un acto o hecho dañoso al patrimonio
de los particulares o el incumplimiento de un contrato puede obedecer a una relación de
derecho civil o de derecho administrativo.
Cuando los daños provengan de la actuación del Estado en el campo del derecho civil
o comercial, la responsabilidad se regirá por las reglas del derecho privado, que en
nuestro derecho las encontramos en el CCiv. Se trata de una responsabilidad directa,
basada principalmente en la noción de culpa, siendo aplicables, entre otros, los arts.
43, 512 y 1109 del CCiv., según se trate de responsabilidad contractual o
extracontractual.
240
administrativos. Este funcionamiento defectuoso puede configurarse por ACCIÓN u
OMISIÓN del Estado.
Las cosas cambian cuando se trata de daños causados por una actuación estatal que se
reputa legítima (sea de naturaleza administrativa, legislativa o judicial), pues en ese
caso es posible afirmar que, si bien existe el deber de los administrados de soportar
sacrificios patrimoniales por razones de interés público o bien común, es justo que la
reparación deba limitarse al valor objetivo del derecho sacrificado y a todos los daños
que sean consecuencia directa e inmediata de la actuación estatal, con exclusión del
lucro cesante, de las circunstancias personales y de las ganancias hipotéticas.
241
Poco tiempo después, en la sentencia al fallo GÓMEZ, la Corte tuvo oportunidad de
reafirmar su tesis negatoria.
El cambio en la jurisprudencia.
La Corte recurre únicamente al Código Civil, específicamente a los arts. 1109 y 1113.
La razón de ello puede deberse a estrictas razones de justicia y equidad, a fin de no
dejar un caso sin solución o respuesta ante la presunta inexistencia normativa. Es decir
que ante la necesidad de fundar en alguna norma la responsabilidad que declaraba,
hizo aplicación de las normas indicadas, sin que ello implicara necesariamente una
toma de posición frente a los caracteres de la responsabilidad estatal.
La CSJN dio por probada la culpa o negligencia de los empleados por el incendio del
campo y consideró, en definitiva, que la responsabilidad se extendía al Estado por ser la
persona bajo cuya dependencia se encontraban los autores de los daños
(responsabilidad indirecta).
242
Buenos Aires en un caso de error del registro de la propiedad inmueble, con base en
los arts. 1112 y 1113.
La Corte se ocupa de analizar el artículo 43 del Cód. Civil, pero por primera vez
justifica por qué no es de aplicación al caso. Sostiene que al haber actuado la provincia
de Buenos Aires a través del Registro de la Propiedad como entidad de derecho
público, tomando y monopolizando una función, no actúa como persona de derecho
privado ni tampoco como persona jurídica, sino como entidad de derecho público.
La doble circunstancia de recurrir por un lado a este argumento, y por el otro omitir la
aplicación al caso del art. 1109 del Cód. Civil, permiten afirmar que la Corte comienza a
aplicar en forma más explícita los postulados de la denominada “teoría de la falta de
servicio”, y para eso afirma que “quien contrae la obligación de prestar un servicio lo
debe hacer en condiciones adecuadas para llenar el fin para el que ha sido establecido,
siendo responsable de los perjuicios que causan por el incumplimiento o su irregular
ejecución.
En cuanto a la aplicación del art. 1112, la Corte extrae del mismo la existencia de ciertos
elementos a considerar: 9
1) debe tratarse de una conducta culpable, sin necesidad de que exista dolo;
Es evidente que esta línea jurisprudencial, como la que surge del caso “Devoto”, no
implicó el reconocimiento de una responsabilidad directa ni tampoco de naturaleza
objetiva como es, a nuestro entender (CASSAGNE), la que deriva de la “falta de
servicio”, sino que, limitando la aplicación del art. 43 del CCiv., consideró que el art.
1112 jugaba como una norma especial.
243
“VADELL” (18 DE DICIEMBRE DE 1984): llegamos a 1984, momento en el cual la
Corte al fallar en la causa “Vadell, Jorge Fernando c/Buenos Aires, Provincia de s/
indemnización” da un giro importantísimo en cuanto a la fundamentación de la
responsabilidad extracontractual pública por su actuación irregular o ilícita.
El hecho generador del caso es, una vez más, un error del Registro de la Propiedad
Inmueble de la Provincia de Buenos Aires.
Para que se configure la responsabilidad del Estado por actos y hechos administrativos
ilegítimos en el ámbito extracontractual es menester la concurrencia de ciertos
presupuestos que condicionan esa responsabilidad, a saber:
244
2) la falta de servicio por cumplir de manera irregular los deberes y obligaciones
impuestos por la Constitución, la ley o el reglamento, o por el funcionamiento
defectuoso del servicio (ilegitimidad objetiva * ).
• puede ser actual o futuro, pero tiene que ser cierto, lo cual excluye la
responsabilidad por daños eventuales
No menos importante es la relación de causalidad que debe existir entre el hecho o acto
administrativo y el daño causado al particular. Se trata de indagar la causa eficiente
que origina el daño. No se trata de la imputabilidad material del hecho o acto al órgano
del Estado, sino de determinar si las consecuencias dañosas de ese hecho o acto derivan
necesariamente de éstos u obedecen a otra causa.
245
En todos estos casos, el Estado debe responder siempre que exista una sentencia
judicial firme que declare la ilegitimidad de la respectiva ley o reglamento, rigiendo
los requisitos establecidos como presupuesto de la responsabilidad estatal por acto y
hecho administrativo.
El hecho generador del caso es, una vez más, un error del Registro de la Propiedad
Inmueble de la Provincia de Buenos Aires.
También se entiende que son actos legítimos aquellos que tengan alguna irregularidad
intrascendente, la cual no de origen a la invalidez o ilegitimidad del respectivo acto.
246
Responsabilidad por HECHOS Y ACTOS LEGÍTIMOS.
Los casos que determinan la responsabilidad estatal por los daños que origina la
actividad administrativa legítima son numerosos, y muchos de ellos encuentran
fundamento en una ley formal.
Algunos supuestos:
Algunos ejemplos:
247
La responsabilidad del Estado por omisión.
Además, para que se genere la obligación de responder, resulta necesario que se trate
de una obligación (esto es, un deber concreto), y no de un deber que opere en dirección
genérica y difusa. Es decir, debe tratarse, en definitiva, de una obligación a cuyo
cumplimiento pueda ser compelida la Administración, aún cuando para ello fuera
menester cumplir con determinadas cargas procesales.
2) penal.
248
En la doctrina nacional, autores civilistas y administrativistas ha postulado,
prácticamente sin excepción, una interpretación del art. 1112 del CCiv. según la cual este
precepto se aplica, exclusivamente, para regir la responsabilidad directa de los
funcionarios frente al Estado por el desempeño irregular de la función que les ha sido
atribuida.
En cuanto al concepto de “falta personal”, ella existirá siempre que los hechos
reprochados a un agente público se aparten de lo que puede considerarse como
atinente al servicio, incluso en su funcionamiento defectuoso.
249
UNIDAD 15: LA INDEMNIZACIÓN DE LOS DAÑOS.
REQUISITOS GENERALES.
En este orden de ideas, debemos hacer mención a la llamada teoría del órgano, la cual
sostiene que la creación de una persona jurídica pública implica, a su vez, la creación de
los órganos que derivan de la propia constitución de aquella, integrando su estructura.
De ese modo, cuando actúa el órgano es como si actuara la persona jurídica, no
existiendo vínculos de representación externa entre ambos.
Este es el segundo de los requisitos generales para todo tipo de responsabilidad, en cuyo
mérito, y al igual que sucede en el ámbito de la responsabilidad civil, para que la
responsabilidad pública tenga cabida debe existir un daño en el afectado, expresión
que abraca tanto el daño patrimonial como el daño moral.
250
El daño puede afectar no solamente un derecho subjetivo, sino también un interés
legítimo, e incluso y un derecho de incidencia colectiva; situaciones todas que, en el
estado actual de evolución del derecho argentino, bien pueden ser comprendidos en la
generosa expresión empleada por la Corte Suprema como “toda lesión a una situación
jurídicamente protegida”, y cuya existencia –para ser resarcible– debe verificarse de un
modo cierto, no hipotético o conjetural, sino real, a lo que cabe añadir que dicho daño
puede ser actual o futuro.
Siguiendo con el tema, debemos decir que, por aplicación de los preceptos generales, la
carga de acreditar que se está en presencia de un daño resarcible corresponde a quien
lo alega.
Se trata de establecer si de tal o cual acto, hecho u omisión estatal se sigue como
consecuencia el daño cuya reparación se persigue, o si éste obedece a otras causas.
4) el requisito de la exclusividad.
251
Ahora bien, el requisito no es obstáculo del deber de indemnizar del Estado cuando los
perjuicios provienen de su actividad ilícita, pues de lo contrario quedarían sin reparación
situaciones que, si bien deben graduarse en función de la eventual culpa concurrente de
la víctima, no alcanzan para desplazar el principio general de que nadie está obligado a
soportar el daño proveniente de la actuación ilícita de otro.
252
legislativa– en modo alguno implica infalibilidad, menos aún trasunta impunidad, y
de ahí la posible responsabilidad estatal por sus actos legislativos.
Por supuesto que la admisibilidad de este tipo de responsabilidad tuvo sus etapas y
evolución hasta llegar al reconocimiento actual.
Jurisprudencia de la CSJN.
Los hechos del caso eran los siguientes: el actor, en virtud de una relación contractual,
tomó a su cargo la investigación del cumplimiento, por parte de una compañía, de ciertas
obligaciones tributarias, pactándose como retribución el 50 % de las multas que
eventualmente se cobraran a la empresa en cuestión. El gobierno nacional demoró la
ejecución de las multas, y finalmente dictó la ley 11.284, que dispuso una amnistía a los
infractores de la ley 11.290, lo que originó el reclamo del demandante.
Si bien el caso es tratado y resuelto con sustento en la responsabilidad del Estado por los
hechos ilícitos de sus empleados, a renglón seguido la Corte Suprema, citando la
doctrina recaída en “Gratry” y en “Spurr”, ratifica la regla de la irresponsabilidad
estatal en los supuestos en que el Estado actúa en ejercicio de los poderes de policía y
tributario, pero aclarando que debe tratarse necesariamente del ejercicio de tales
atribuciones de Gobierno.
253
d) EL CAMBIO DE CRITERIO. EL CASO “CANTÓN” (15 DE MAYO DE 1979): la
situación jurisprudencial tiene un hito fundamental en este caso, pues en él la CSJN va
a reconocer la responsabilidad del Estado por su obrar lícito ante el ejercicio de
potestades normativas generadoras de perjuicios.
254
Conclusiones.
15.3 Daños causados por actos y omisiones judiciales en los distintos fueros. Medidas
cautelares. Error judicial.
Daños causados por actos y omisiones judiciales en los distintos fueros. Medidas
cautelares. Error judicial.
Al igual que en el caso anterior, podemos citar algún ejemplo de este tipo de
responsabilidad: la omisión al deber procesal en el dictado de una resolución que deje
sin efecto una orden judicial anteriormente dictada para que se proceda al secuestro de un
automotor o la omisión de una diligencia que proceda a la traba de una medida cautelar.
En todos esos supuestos, sin ser definitivas, las decisiones son contrarias al derecho
aplicable o a las constancias obrantes en la causa, y en la medida que provoquen un
daño podrían hacer nacer el derecho a indemnización.
255
siempre que la conducta que se le arrogue se encuadre en aquellos supuestos en los
que es dable verificar la existencia de un error judicial y, más modernamente –aunque
también con severas limitaciones–, en algunas circunstancias en las que es verificable
un defectuoso funcionamiento del servicio de justicia.
Sin embargo, esta aceptación no significa que se hayan adoptado, lisa y llanamente, los
mismos principios y reglas que resultan aplicables a la responsabilidad estatal por el
ejercicio del resto de sus comportamientos irregulares, ya que sin lugar a dudas puede
decirse que la CSJN ha elaborado una doctrina especial muy restrictiva, que limita el
ámbito de responsabilidad estatal por este tipo de comportamientos al cumplimiento de
ciertos requisitos de interpretación rigurosa.
Merced a la influencia que en nuestro derecho interno han tenido los pactos
internacionales a los que la República Argentina ha adherido, la doctrina
precedentemente resumida se ha visto moderadamente ampliada a los supuestos en
que la privación preventiva de la libertad de un individuo dictada como medida
cautelar en el proceso judicial exceda en su duración un plazo razonable, extremo que
–en principio– quedará librado a la apreciación que el juez realice de acuerdo con las
circunstancias del caso.
256
15.4 Alcances de la reparación. Daño material y moral. El lucro cesante. La fuerza
expansiva de los principios de la expropiación. Evolución de la jurisprudencia de la
CSJN y la SCJBA.
En lo que se refiere a este tema, las grandes líneas que muestra la jurisprudencia de la
Corte son, básicamente, 2:
La cuestión en la doctrina.
257
En contra y por la admisión del principio de la reparación integral, comprensiva del
daño emergente y del lucro cesante, se han expresado BARRA, GUASTAVINO, y más
recientemente, aunque con algunas variantes, BIANCHI.
BARRA: para dicho autor, la expropiación por causa de utilidad pública configura una
especie dentro del género que es la responsabilidad del Estado por su actuación lícita,
y no a la inversa. Sostener que en la responsabilidad por hechos y actos lícitos de la
Administración solamente se debe responder por las consecuencias inmediatas no
implica negar el principio de la reparación integral, que incluye al daño emergente y
al lucro cesante, pues ambos son consecuencias inmediatas del hecho dañoso
BIANCHI: este autor distingue los daños y perjuicios provenientes de los actos
legislativos de aquellos que derivan de otras fuentes, y así -sostiene- los primeros
“participan de una naturaleza muy similar a la expropiación, por lo que están mucho
más cerca de las soluciones que ella provee que los primeros. En este punto la reflexión
de BARRA es importante, en la medida en que el procedimiento de gestación de una
ley que califica la utilidad pública de un bien para expropiarlo es muy diferente que
el mero acto administrativo emitido por un funcionario. Dado que las garantías que
existen en un caso y en el otro son diferentes, también deben serlo los derechos del
administrado. Por ello creo que los daños que provienen de la revocación por razones
de oportunidad, mérito y conveniencia de un acto administrativo deben ser reparados
en forma integral”.
1. “Laplacette” (26 de febrero de 1943): en este caso, se reclamaban los daños y perjuicios
consecuencia de las inundaciones causadas en el campo del actor. En efecto, según surge
del relato de la sentencia, el actor era propietario de un campo que lindaba con una
laguna, que en virtud de la ley provincial que proyectó el Canal Norte de navegación
requería el embalse de las aguas hasta un nivel que necesariamente produciría la
inundación de los campos del actor, inutilizándolos definitivamente.
258
La forma de hacer efectiva esa garantía era, a falta de una disposición legal expresa,
aplicar los principios generales del derecho y las disposiciones que rigen situaciones
análogas, siendo adaptable al caso las normas relativas al instituto de la expropiación.
2. “Boccara” (17 de julio de 1970). La admisión del lucro cesante: el criterio adoptado
por la Corte en la causa “Laplacette” se modifica con posterioridad en este fallo. Se
analiza nuevamente el alcance de la indemnización debida a un particular que se ha visto
perjudicado por la revocación de los permisos de cambio oportunamente otorgados por
el Banco Central, descartando, esta vez, la extensión analógica de las disposiciones de la
ley de expropiaciones.
La Corte descarta, sobre la base de las alegaciones de ambas partes, que la revocación
haya obedecido a la trasgresión por el permisionario de las normas cambiarias, o a la
ejecución por parte de este de acto ilícito alguno que liberara así de responsabilidad
al Banco Central por los perjuicios ocasionados a aquel.
259
la garantía consagrada por el art. 17 de la CN. En tal sentido, recordó que el interés
general no puede autorizar a los poderes públicos a disponer de la propiedad de los
particulares y que la utilidad privada no puede ser sacrificada a la pública sin
adecuada compensación.
4. “Cantón, Mario Elbio” (15 de mayo de 1979): la Corte se mantiene en una postura
restrictiva en cuanto a la reparación de los perjuicios, aunque esta vez el supuesto de
hecho examinado se aproxima al analizado en la causa “Boccara”.
5. “Sánchez Granel” (20 de septiembre de 1984): en este fallo, la CSJN decide que la
indemnización procedente frente a los daños ocasionados por el obrar legítimo de la
demandada –Dirección Nacional de Vialidad– comprende no sólo el daño emergente,
sino también el lucro cesante.
6. “Motor Once S.A.” (9 de mayo de 1989): la plataforma fáctica del caso, sintéticamente,
es la siguiente: la parte actora reclamó la nulidad de los actos de la Administración que
culminaron con la clausura del establecimiento de expendio de combustible que poseía
y los daños y perjuicios generados. La pretensión de nulidad fue rechazada, contando
con un pronunciamiento confirmatorio de la Corte Suprema, que devolvió las
actuaciones para que se pronunciara la instancia pertinente sobre los rubros
indemnizatorios.
Dentro del marco de la actividad lícita del Estado –según el referido pronunciamiento
de la Corte– y ante los daños provocados por el ejercicio legítimo del poder de policía,
el fallo de la segunda instancia declaró procedente el resarcimiento del lucro cesante.
260
7. “Juncalán Forestal S.A.” (23 de noviembre de 1989): en la causa se reclamaban los
daños y perjuicios provocados por obras públicas realizadas por la Dirección Hidráulica
de la Provincia de Buenos Aires, destinadas a controlar las inundaciones que
amenazaban a la ciudad de Trenque Lauquen en perjuicio, entre otros, de la propiedad
de la parte actora, que resultó inundada en un 80 %.
Conclusión.
Jurisprudencia de la CSJN.
261
3. “De Gandía, Beatriz” (4 de mayo de 1995): una abogada que se dirigía en su automóvil
hacia la República Oriental del Uruguay para gozar de sus vacaciones, fue detenida,
incomunicada y alojada en una dependencia policial a disposición de la justicia de
Concepción del Uruguay ya que el pedido de secuestro que pesaba sobre su vehículo no
había sido levantado ni librada la comunicación respectiva por el juzgado interviniente.
4. “Kasdorf” (22 de marzo de 1990): en cuanto a las personas jurídicas, nuestra Corte
Suprema de Justicia se ha pronunciado por el rechazo del reconocimiento del daño
moral a favor de las mismas en la causa “Kasdorf”.
Resulta de interés aclarar que para determinar cuál es el plazo de prescripción aplicable
se debe atender en primer lugar a la naturaleza contractual o extracontractual de la
relación que vincula a las partes y también, en este último caso, a la licitud o ilicitud de
la actividad del Estado generadora del perjuicio reclamado.
De ese modo, resulta aplicable el art. 4023 del CCiv., que establece un plazo de
prescripción de 10 años para las acciones personales por deudas exigibles y para las
acciones de nulidad, salvo que las disposiciones especiales establezcan un plazo menor.
262
En cambio, la prescripción del art. 4037 del CCiv., si bien se refiere (después de la
reforma) a la responsabilidad extracontractual, no es de aplicación al Derecho
Administrativo, puesto que regula la responsabilidad civil (y es sabido que ella se basa
en la ilicitud subjetiva, en la noción de culpa, mientras que en el Derecho Administrativo
la responsabilidad extracontractual no se vincula con la idea de culpa sino con la
ilegitimidad objetiva).
La CSJN, en el fallo LAPLACETE (año 1943) consideró que la prescripción del art. 4037
del CCiv. no podía ser invocada válidamente por ser notorio que la acción deducida
no nacía de un acto ilícito de la Administración, sino del ejercicio legítimo del poder
público en la realización de una obra de interés general.
CASSAGNE opina que la norma que debe aplicarse por analogía es el art. 4023 del
CCiv., porque posee una mayor generalidad, permitiendo la realización de la justicia
sin cortapisas formales.
Fallos:
1. “Laplacette” (26 de febrero de 1943): en este caso, se reclamaban los daños y perjuicios
consecuencia de las inundaciones causadas en el campo del actor provocadas por las
obras realizadas por el gobierno provincial al construir un canal de navegación.
263
En efecto, según surge del relato de la sentencia, el actor era propietario de un campo
que lindaba con una laguna, que en virtud de la ley provincial que proyectó el Canal
Norte de navegación requería el embalse de las aguas hasta un nivel que necesariamente
produciría la inundación de los campos del actor, inutilizándolos definitivamente.
La forma de hacer efectiva esa garantía era, a falta de una disposición legal expresa,
aplicar los principios generales del derecho y las disposiciones que rigen situaciones
análogas, siendo adaptable al caso las normas relativas al instituto de la expropiación.
Llegado el caso a la Corte, esta afirmó que la responsabilidad del Estado por los daños
ocasionados sin culpa a los particulares nacía, en casos como este, de la garantía de la
inviolabilidad de la propiedad y era necesario buscar la forma de hacer efectiva esa
garantía en los principios del derecho común, a falta de disposición legal expresa.
Asimismo, entendió la Corte que a partir del texto del art. 4037 del Cód. Civil,
sancionado con la reforma de la ley 17.711, el mismo resultaba más amplio que el
anterior, al abarcar no sólo la responsabilidad por hechos ilícitos sino también todos
los supuestos posibles de responsabilidad civil extracontractual, y por lo tanto, el
argumento central de “Laplacette” había perdido su apoyo legal.
264
Ganadera e Industrial S.A. c/Provincia de Buenos Aires s/daños y perjuicios” en el que
se cuestionaba la responsabilidad de la provincia de Buenos Aires al provocar la
inundación de los campos de la actora. La Corte entendió que el cómputo de plazo debía
partir del momento en que los daños habían sido conocidos por el reclamante y habían
asumido un carácter cierto y susceptible de apreciación y que la circunstancia de que
pudieran presentar un proceso de duración prolongada e indefinida no era obstáculo
para ello.
Sin embargo reconoció, al igual que en “Cipollini”, que si bien para etapas nuevas y
no previsibles del perjuicio pueden admitirse prescripciones independientes, no era
el caso de autos, donde el perjuicio resultaba de las inundaciones producidas en un
tiempo establecido en la demanda.
265