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Que, por este acto, venimos en solicitar a esa Excma. Corte que tenga
presente lo siguiente, respecto de las argumentaciones vertidas por la defensa del
señor Bermúdez Soto, en el recurso de apelación en contra de la sentencia dictada
en autos por la Tercera Sala de la Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago, con
fecha 16 de octubre de 2018.
El señor Bermúdez Soto insiste por 4ª vez en ello, que fue ya rechazado 3
veces. En efecto, el fallo apelado resolvió que la vulneración de garantías
constitucionales envuelta en este caso es precisamente propia de la acción de
protección, como remedio ante actuaciones ilegales y arbitrarias que amenazan,
privan o perturban derechos fundamentales. Previamente, lo resolvió al declarar
admisible el recurso y frente al escrito que pedía rechazar la Orden de No Innovar.
Además, especialmente, en el inciso primero del artículo 107 (inciso que fue
objeto de modificación expresa mediante la ley N° 19.817, del año 2002) le otorga
competencia para el conocimiento de los juicios de cuentas en primera instancia.
Enseguida, en los artículos 107 a 129 la citada ley de rango orgánico constitucional,
establece los deberes y facultades del Subcontralor y Juez de Cuentas en el
juzgamiento de éstas (conocer y dar traslado de la demanda -reparo-, declarar
rebeldía u otorgar ampliaciones de plazo para contestar la demanda, abrir término
probatorio, encomendar diligencias al secretario abogado del tribunal, autorizar que
éste firme “por orden del juez” providencias de mero trámite, ordenar medidas para
mejor resolver, dictar sentencia, etc).
Es decir, es la ley 10.336, tal como lo indica el fallo apelado, la que le otorga
un carácter especial distinto al de “los demás” funcionarios de la Contraloría, y no
por ello le deja al margen de la jerarquía del Contralor, salvo cuando la propia ley
así lo indica, como acontece respecto de la remoción.
4. Señala que esta interpretación “consagra una verdadera perpetuidad
para el cargo de Subcontralor”.
Ello no es efectivo, puesto que en general los cargos públicos de planta como
el de la especie, no tienen una duración específica (como la que se introdujo de
manera especial y constitucionalmente sólo para el Contralor) sino que duran
mientras no opere una causal legal de cese. Así, al igual que la generalidad de los
funcionarios de planta, se sirve el cargo mientras no cese por causa legal y, tal
como sucede con la generalidad de los jueces del país, el Subcontralor General
sirve el cargo en tanto dure su ´buen comportamiento´ y para acreditar que no lo
ha cumplido, se requiere un juicio de amovilidad ante el tribunal que la ley designa,
y no por la decisión discrecional de una persona que se ha arrogado tales
competencias jurisdiccionales.
1
Jordán, Tomás. Informe en Derecho “Opinión Jurídica sobre el estatuto legal de remoción del Subcontralor(a)
General de acuerdo a los artículos 3 y 4 de la Ley Nº 10.336”.
ley y que ha sido reconocida y desarrollada por la propia jurisprudencia de
la Contraloría General (que ahora insólitamente la olvida), entre otros, en los
dictámenes N°s 3.586, de 2006 y 52.500, de 2009, N°s 12.520 de 2011.
Entonces, la defensa del señor Bermúdez Soto ahora olvida que en su propio
alegato, ante la 3ª sala de la Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago, en esta
misma causa, exhortó expresamente a los señores Ministros a recordar que “el
texto de la ley se independiza de la historia de su establecimiento” y solicitó que no
se considerara el análisis que realizaron los señores diputados, en el año 2002,
cuando a propósito de la última modificación de la ley 10.336 -relativa al
juzgamiento de las cuentas-, se refirieron a que el Subcontralor gozaba de
inamovilidad. No obstante, ahora sí considera válida y útil la historia de una norma,
pero esta vez, la historia de la discusión de un decreto ley.
En efecto, hoy invoca y hace primar la historia del decreto ley Nº 3.551
(dictado el 26 de diciembre de 1980 por la Junta de Gobierno), por sobre la historia
fidedigna de la ley N° 19.817, del año 2002, que es precisamente la última
modificación de la ley orgánica de la Contraloría en la cual el Congreso Nacional
discutió y se refirió de manera expresa al Tribunal de cuentas y al Subcontralor, y
en la cual, como consta en este expediente, los parlamentarios señalaron que éste
goza de la inamovilidad que poseen los miembros del Tribunales Superiores de
Justicia. También fue considerada dicha inamovilidad en varios proyectos de ley
posteriores presentados en la presente década.
Pero aún más grave, al revisar el texto del mismo decreto ley que el apelante
invoca, se advierte que éste en su argumentación presenta como norma y
conclusión común que todo el personal de las entidades “fiscalizadoras y
municipios” es de la exclusiva confianza del jefe del respectivo servicio y omite
deliberadamente que las disposiciones que dicho decreto ley fija para la Contraloría
General son completamente distintas de las que fija para las entidades
fiscalizadoras, a las cuales trata en artículos distintos y también es diversa de la
normativa que fija para los municipios. En efecto, en el Título I que se denomina
“De la Contraloría General de la República y De las Instituciones Fiscalizadoras”
hace claras distinciones entre ellas, las regula separadamente, y cuando en sus
artículos 2° y 3° establece que “todo” el personal de las entidades fiscalizadoras
serán de la exclusiva confianza del jefe del servicio cita sólo a la Fiscalía Nacional
Económica, al Servicio Nacional de Aduanas, a la Dirección del Trabajo y a la
Superintendencia de Seguridad Social.
Baste decir que con ello la defensa del señor Bermúdez Soto olvida reglas
básicas de interpretación.
2
BOBBIO, Norberto, Teoría General del Derecho, Editorial Temis, Bogotá, p. 196.
jurídico contempla el recurso de queja entregado al conocimiento de esta Excma.
Corte Suprema, para los efectos disciplinarios.
Así, por ejemplo, el 4 de octubre del año en curso, en autos Rol 7427-2018,
la 3a sala de esta Excma. Corte Suprema, se pronunció sobre un Recurso de Queja
presentado en contra de los miembros del Tribunal de Cuentas de Segunda
Instancia de la Contraloría General de la República, debido a que éstos confirmaron
la sentencia del Juzgado de Cuentas de 3 de agosto de 2017, pronunciada por la
señora Juez de Cuentas.
12. Señala que si el Subcontralor sólo puede ser removido por un juicio de
amovilidad, entonces no está obligado a seguir los lineamientos del
Contralor General, lo que afecta el principio de control jerárquico.
Conviene recordar que es evidente que el Subcontralor sí debe seguir los
lineamientos del Contralor en el ámbito del trabajo administrativo, pero ni éste ni
ningún funcionario público debe hacerlo cuando se trata de órdenes improcedentes,
como las que se describen en el recurso de protección, las que el Contralor le
instruyó, a través de sus asesores de confianza, a la Subcontralora Dorothy Pérez.
Entre ellas, firmar un oficio que omitía información dirigido a la Cámara de
Diputados, o sobreseer sumarios prescritos y sin sanciones para los funcionarios de
diversas entidades públicas cuya responsabilidad estuviera acreditada en tales
procesos y, además, sin sanciones para los funcionarios de la propia Contraloría
que retardaron tales procesos llevándolos a la prescripción. A fin de que SS. Excma.
aprecie el tipo de resoluciones de que se trata, se adjunta en un otrosí, la
transcripción oficial y pública de la resolución N° 110, de 11 de enero de 2016,
firmada por el Contralor General señor Jorge Bermúdez, en que éste sobresee por
prescripción y, por ende, sin sanciones, un sumario administrativo relativo al pago
irregular de remuneraciones por $ 1.628 millones de pesos en los Departamentos
de Personal y Dpto. III de Carabineros (área del fraude), detectados en el informe
final de auditoría N° 215/13, emitido en junio 2014. Tampoco se ordenó investigar
ni denunció la responsabilidad interna por el retraso que llevó a tal prescripción.
13. Reclama que el fallo concluye que sí habría existido una discriminación
porque a “otros funcionarios que como la Subcontralora fueron citados por
el fiscal a cargo de la investigación del caso Fraude en Carabineros, no se
les haya pedido la renuncia como a ella”.
La defensa del señor Bermúdez Soto afirma que la pérdida de confianza no
se produjo sólo por la citación a declarar como testigo, e insiste en omitir los demás
hechos en que se basa, aludiendo a que no puede explicar o dar a conocer a la
Excma. Corte tales fundamentos, porque estarían protegidos por secreto.
Sostiene eso, pese que el día 21 de agosto, esto es, a sólo horas de haberle
pedido la renuncia y antes de emitir y notificar la resolución que declaró la
vacancia, el señor Bermúdez Soto expuso su decisión ante los medios de prensa y
también vía twitter en la cuenta institucional. Luego, diariamente se refirió al
asunto en los medios, e incluso, el 27 de agosto, esto es, a sólo 5 días de haber
declarado vacante el cargo de doña Dorothy Pérez (y sin que ésta a esa fecha
hubiera concedido ninguna entrevista a ningún medio de comunicación), él
ventiló públicamente sus “razones”, en una extensa entrevista en el canal de
televisión CNN Chile, en horario “prime”, esto es, en el horario más visto de la
televisión chilena, en donde tal como consta en el documento que se acompaña en
un otrosí, el Contralor, refiriéndose y difamando a la señora Dorothy Pérez, indicó
“Que una alta autoridad de la Contraloría esté involucrada en el mayor fraude,
me parece que ameritaba que se tomaran decisiones”.
No sólo insiste en omitir sus fundamentos objetivos, sino que además, para
profundizar una y otra vez en sus argumentos de efecto, destaca que fue “citada 2
veces”. Pero omite que en ambas ocasiones fue citada sólo como testigo, esto es un
tercero que colabora con la investigación, y jamás como imputada, ni formalizada,
ni mucho menos ha sido condenada por un Tribunal.
Sobre este punto, cabe señalar a VS. Excma. y recordar al señor Contralor
que otras altas jefaturas en servicio en la entidad, que lo subrogan actualmente,
también han sido citados a declarar en sede penal en causas vigentes y tampoco se
les ha pedido la renuncia, lo que también demuestra su actuar discriminatorio.
POR TANTO,
OTROSÍ: Por este acto, venimos en acompañar, los documentos que se indicarán,
solicitando se tengan por acompañados, con citación:
2. Copia de los dictámenes N°s 3.586, de 2006 y 52.500, de 2009, N°s 12.520 de
2011, de la Contraloría General de la República.
3. Copia del diario de sesiones del Senado, Legislatura 363ª, Sesión 82ª, del
miércoles 16 de diciembre de 2015 en que se indica que en la exposición del
candidato a Contralor ante el Senado, éste al aludir al artículo 3° de la ley 10.336
que contempla la exclusiva confianza, señaló que en razón de ello la Contraloría
tiene una “Constitución Monárquica”, por lo que planteó que instaría por la
modificación o eliminación de dicha norma, en la que hoy busca ampararse.
http://www.senado.cl/appsenado/index.php?mo=sesionessala&ac=getDocumento&
teseid=57632&nrobol=s184305_P&tema=Proyecto&legiid=&parl_ini=34&tagid=9
https://twitter.com/cnnchile/status/1034229871285809152?lang=es
6. Copia de tres notas de los medios de comunicación Emol, El Mostrador y
Cooperativa, que en diciembre del año 2007 informaron que la Subcontralora
señora Noemí Rojas Llanos no estaba obligada a renunciar, pues conforme a la
ley de la Contraloría gozaba de inamovilidad, y que, además, dan cuenta que
ésta no renunció dentro de las 48 horas de requerida la renuncia sino que mucho
después.
https://www.emol.com/noticias/nacional/2007/12/04/284091/contralor-acepto-la-
renuncia-de-noemi-rojas.html
https://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2007/12/04/contralor-mendoza-define-
nuevo-equipo-y-excluye-a-subcontralora-noemi-rojas/?v=desktop
https://www.cooperativa.cl/noticias/pais/organismos-del-
estado/contraloria/mendoza-dio-curso-a-la-renuncia-de-la-subcontralora-
general/2007-12-04/142717.html