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La ordenación a partir de cuencas hidrográficas

Una de las formas que asumió el ordenamiento del territorio en su evolución conceptual y técnica
estuvo vinculada al contexto posterior a la gran crisis capitalista de la década de 1930. En dicho
escenario de estancamiento, con Breves problemas en la economía y la calidad de vida de amplios
sectores de la sociedad, se dieron un conjunto de políticas de tipo estructural que modificaron
radicalmente los tipos de intervención de la ordenación, ampliando sus alcances a la escala regional y
buscando un desarrollo integral del territorio.

En Estados Unidos, los efectos de esa crisis afectaron a grandes sectores de la población, especialmente
en áreas aún no desarrolladas del sur. Esto llevaría, bajo la presidencia de Roosevelt, a adoptar un
conjunto de medidas de política económica con fuerte intervención estatal, conocidas como new deal
(1933-1938).

En ese marco se desarrolló una de las intervenciones planificadoras con base territorial más
importantes, según señalan Monod y Castelbajac (2004), conocida como Tennessee Valley Authority
(TVA). Esta experiencia constituye un hito emblemático de la planificación y ordenamiento territorial.

Se caracterizó fundamentalmente por tomar como marco de referencia y estructura física de la


actuación planificadora el territorio delimitado por una cuenca hidrográfica, superando las divisiones
estatales e integrándolas bajo la autoridad de un ente de planificación. Este ente, conocido como TVA,
se vinculaba directamente con el gobierno central y ordenó sus actuaciones con base en el
aprovechamiento de la energía hidroeléctrica como eje estructurante para el desarrollo del territorio,
afectando las actividades económicas, la calidad de vida de la población y la estructuración del
territorio.

Las ambiciones integradoras de esta experiencia, la escala multiestatal y las articulaciones entre
distintos sectores económicos a partir de una energía barata que estimulara el desarrollo industrial, la
reforma agraria y la incorporación de tecnología, llevaron a constituir un escenario propicio para el
desembarco y aplicación de todos los desarrollos técnicos y conceptuales del regional planning, en cuya
evolución tuvo gran aporte la geografía académica norteamericana. Los resultados de la experiencia del
TVA son notables, aunque no exentos de ciertas controversias. Lo cierto es que se ha constituido en un
marco de referencia ineludible para el ordenamiento del territorio, y fue replicado con matices, en
diferentes latitudes

Este modelo de ordenación a partir de cuencas hidrográficas, inspirado en el ilustre caso de la Autoridad
del Valle del Tennessee, fue tomado en muchos otros lugares y adaptado a diferentes iniciativas en todo
el mundo. En el caso de Latinoamérica, la mayor parte de las experiencias se han realizado bajo la forma
de las llamadas corporaciones o compañías.

A pesar de la diversidad de experiencias en países como Colombia, México, Perú y Venezuela, autores
como De Mattos (1986)y Cabrales Barajas (2006) sostienen que, en la mayor parte de los casos, se trata
de políticas con cierta discontinuidad y que toman la cuenca hidrográfica solamente como un soporte
físico para el despliegue de inversiones y el aprovechamiento de recursos naturales. Por otra parte, las
experiencias que han persistido en el tiempo, o bien aquellas más recientes, han encontrado en la figura
de la cuenca hidrográfica una interesante unidad de intervención para la coordinación de políticas
interjurisdiccionales con la incorporación de la dimensión ambiental como eje estructurante. A
continuación, se exponen dos de los casos más destacados de ordenación del territorio con base en una
autoridad de cuenca en América Latina: la del Valle del Cauca y la dé Antioquia, ambas en Colombia.
Corporación Autónoma y Regional del Valle del Cauca (Colombia

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