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Lectura 06
Lectura 06
Croix que su función era de control a los Huamb os y Saña: este último cambio su
subdelegados, lo realizaba el nombre por Lambayeque en 1820.
intendente. Se sumaban los curas, sus También es bueno saber qué abarcaba
jerárquicos y los cabildantesque lo que actualme nte constituyen Tumb e s,
estaban bajo las órdenes de Piura, Lambayeque, La Libertad ,
Intend en te. La situación se tornab a como Cajamarca y Amazonas, más los
una lucha por el mando. territorios de Maynas y Quijos.
Estos nuevos funcion arios política me n t e Entonce s histórica me nte la intend e n ci a
eran jefes en su intendencia y de Trujillo abarcaba los territorios
procuraban mantener el orden público. norperuanos de casi siete
Judicialmente administraban Justicia departamentos que hoy se toman en
aplicando las leyes en lo civil y criminal, cuenta para planificar el Circuito
pues hacían Justicia en primera Nororiente en el campo turístico.
instancia:
En primer lugar, la intendencia de
administrativamente supervisaban el
Trujillo limitaba por el norte con la
cobro del tributo e impuestos
provincia de Loja del Obispado de
provenientes de la explotación
Cuenca; por el noreste con el Obispado
minera y de la agricultura; militarmen te
de Quito y territorios de las Misiones de
era responsable del mantenimiento del
Maynas; por el este con "sierras de
ejército de su jurisdicción, desde
montañas"; limitado por el rio Huallaga
alimento hasta armame nto .
o de Huánuco. Por el sureste con
Educativamente vigilaban la educación
territorios de las pampas de
y culturización de los naturales,
Sacramento y por el sur con las
realizaban acciones de vice
provincias de Santa (antiguo Santa
patronato controlando al clero;
María de la Parrilla), Conchuco y
vigilaban a los miembros del Cabildo y
Huamalíes que pertenecían al
la recaudación de rentas, procurando
Arzobispado de Lima.
control en las inversion es. De esta forma
había pretexto para un enfrentamiento 6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁF ICAS
de las autoridades contra el intendente
• Junta del Cuarto Centenario de la
que hizo disminuir la autoridad hasta Fundación de Trujillo. (1935). 1535
del propio virrey. – 1935 Cuarto Centenario de la
El intendente de Trujillo, Fernando de Fundación de la ciudad de Trujillo .
Saavedra, arribó al virreinato en 1777 Lima – Perú. Museo Nacional.
para ejercer como contador de la visita
• Lohmann, G. (1994). El Virreinato.
de Areche hasta que este fue destituido
Lima, Perú: Editorial BRASA S.A.
y continuó en el mismo cargo durante el
periodo de Escobedo. • Trujillo Bicentenario. Recupera do
La intendencia de Trujillo lo de: https://trujillobicentenario.org
conformaban los partidos o sub /725/fundacion-de-trujillo/
delegaciones: Cajamarca, • Pinillos, A. (2018). Historia
Cajamarquilla, Pataz, Chachapoyas, prehispánica y colonial de La
Huamachuco, Piura, Luya o Chillaos y Libertad. Volumen 5. Trujillo – Perú.
Trujillo. En 1787 se sumó Chota o Editorial Universidad privada
Antenor Orrego
LAS IGLESIAS DE TRUJILLO Y SUS DISTRITOS
Por: Leonel Berrocal Neciosup
La referencia más antigua es de 1,551 en que se la llama ermita. Junto a ella, Juan de Sandoval, esposo
de Florencia de Mora, dona solares para la construcción de un hospital. En 1,555 es visitada por el
arzobispo Loayza. Durante el gobierno del virrey Toledo se establecieron tres parroquias: S a n t a Ana,
San Sebastián y San Esteban en Mampuesto.
ARQUITECTU RA
La fachada es similar a la de la Iglesia de Huamán, por lo que al parecer fueron diseñadas por el mismo
arquitecto, con un estilo manierista tardío que tuvo vigencia hasta 1,630. Este templo posee dos ingresos:
la portada principal, con dos cuerpos, es anterior al sismo de 1,619 y el segundo, posterior.
El primer cuerpo consta de una portada. con columnas pareadas a los costados y dos hornaci n as
superpuestas en cada intercolumnio, decoradas con una arquivolta. Este cuerpo remata en un frontón triangular
partido.
El segundo cuerpo arranca de en medio del frontón anterior y está formado por una ventana en forma de
arco con una columna a cada lado y encima un frontón partido curvo, el que remata con la estatua sedente
de la santa titular con la virgen a su costado.
La portada lateral consta de un solo cuerpo. Tiene el ingreso en forma de arco almohadillado con pilastras
pareadas y almohadilladas a los costados, y encima un frontón triangular partido. Esta portada data de la
segunda mitad del siglo XVII. En 1,920 se sustituyen los retablos antiguos.
La iglesia actual fue recortada en el presbiterio en 1,949 por el ingeniero José Bea Palau. Es una iglesia de una
sola nave techada con bóveda de cañón corrido sobre cuatro arcos de medio punto apoyados en pilastras y
con la cornisa corrida. Cada tramo de la bóveda tiene una ventana en el costado.
En los lauros laterales se abre el ingreso a tres capillas con decoración en relieve estilo neoclásico. En el
ingreso tiene un coro alto construido en el siglo XIX soportado por dos columnas corintias y dos rosetones
en los cielos rasos. Este coro es de estilo neoclásico.
En su interior existen dos cuadros posiblemente de la primera mitad del siglo XVIII, que representan el martirio
de San Esteban y San Juan Bautista. Cuatro retablos de un solo cuerpo y una calle muestran una transición
del barroco-rococó al neoclasicismo. El retablo mayor es academicista y del siglo XX. La iglesia conserva aún
vestigios de un periodo anterior al sismo de 1,619 y de los siglos XVIII, XIX y XX.
Al centro de la capilla mayor, se enterró a don Juan Delgadillo, patrón del convento, cofundador. Doña Marcia
Chacón de Lara fue patrona de la ermita Santa Ana. Cuando se produjo el terremoto de 1619, este templo
fue derruido, fue levantado de nuevo, pasado el otro terremoto de 1759, por acción del obispo Luna Victoria.
LA IGLESIA DE LA MERCED
Don Diego de Aguilera, que fuera alcalde del Cabildo y rico
encomendero, contrató al arquitecto portugués Alonso
de las Nieves para que construyera el primer convento de
los curas mercedarios en nuestra ciudad, comprando en el
año 1 5 3 , el terreno a los herederos de don Pedro
Gonzáles en la calle Francisco Pizarro, cuadra quinta local
que ocupa en la actualidad la Iglesia de la Merced en cuyo
local se aprecia la amplitud del patio principal y alrededor
los cuartos del antiguo monasterio de los mercedarios
construido en el año 1742, que sirve, ahora de local de la
Corte Superior de Justicia.
Junto a la Iglesia de la Merced está la Corte Superior de Justicia de La Libertad, local que le fuera adjudicado
a esta por decreto del Simón Bolívar, en el año 1823, cuando estuvo en Trujillo y creó dicha Corte de
Justicia. En 1846 el área del atrio se le expropió, para la continuación de la Corte, pero fue destinado a
otros usos no religiosos.
ARQUITECTURA
El templo tiene dos portadas: una principal y otra secundaria, que da hacia la nave lateral izquierda. Su planta
es de cruz latina, tipo basilical, por contar con tres naves. Su fachada principal es de estilo manierista, y en
vez de torre campanario presenta dos espadañas .Interiormente sus tres naves están sostenidas por arcos
formeros. Estos y los arcos torales están almohadillados.
La cúpula es de media naranja. Sobre el coro alto destaca la presencia de un órgano de estilo rococó. En las
pechinas se aprecia en un alto relieve la vida de San Pedro Nolasco en cuatro episodios..
El retablo mayor (siglo XVIII), ubicado inicialmente en el muro derecho del crucero, es de estilo barroco. En
la parte superior de la hornacina principal se lee JHS, características de la orden de la Compañía de Jesús.
Tanto el retablo como el relieve ubicado en su parte superior, donde se aprecia La Aparición de la Virgen a San
Ignacio de Loyola, permiten suponer que proceden de la iglesia de la Compañía de Jesús. Entre los principales
lienzos se aprecian los siguientes: Tres de Vírgenes Protectoras, de autor anónimo ( primer tercio del siglo XVIH).
La Virgen con el hábito abierto de la Orden Mercedaria, bajo el cual se protegen algunos de sus miembros
arrodillados. San Pedro negocia la libertad de cautivos en Turquía, de autor anónimo (fines del siglo
XVIII), La Flagelación, obra del pintor Fausto Díaz (primera mitad del siglo XIX). El retrato del Padre Manuel
Silverio del Toro (fines del siglo XVIII).
La Virgen de La Merced, escultura hecha por el sevillano Martín Alonso de Mesa, en 1603. Esta bella obra
es producto de la madurez del artista de origen andaluz, durante el Renacimiento. La imagen de la Virgen
responde a la tipología de las que se hacen en Sevilla. Tanto la talla como la policromía son obras acabadas y
llenas de gracia. San Ramón Nonato (siglo XVII), ubicada en el altar mayor.
Están enterrados en este templo: doña Mencia Chacón, (1638-1645), Andrés Chacón de Lara y Lozano; Juan de
Herrera Salazar y Delgadillo 1677 en el presbiterio de la Iglesia; Pedro Gonzales de Ayala, el Mozo, en la capillas
de su cuñado Pedro de Olmos de Ayala. También fueron enterrados los fundadores de Trujillo siguientes: Pedro
González, Alonso Gutiérrez Nieto Torres, Juan Delgadillo, Francisco de Fuentes y Rodrigo de Paz (Zevallos,
1996.I,35)
En el terremoto de 1759, el templo pierde varias bóvedas y es reconstruido con una torre octogonal,
antecedente de otras de iglesias edificadas en el norte. Durante los primeros años de la república, parte de
sus claustros son destinados al funcionamiento de la cárcel, los mismos que pasan posteriormente a ser
propiedad del Colegio de San Juan. En la actualidad han desaparecido sus viejas estructuras conventuales y
algunos de sus ambientes se han destinado a u s o s comerciales.
ARQUITECTU RA
La iglesia que hoy observamos es el diseño de Alonso de las Nieves (1759), quien la bosqueja de manera muy
similar a su primera obra en la ciudad: la Iglesia de la Compañía. Ello se observa en el diseño de la planta y el
almohadillado de sus arcos y pilares.
Es considerada. la mejor de las primeras iglesias. La edificación anterior al terremoto de 1619 es de piedra y
está coronada por un techo de cedro entrelazado. La edificación posterior, que data de 1640 1642, de
ladrillo y mortero, obra de Diego Maroto.
Su fachada presenta una única torre a la izquierda, añadida en el siglo XVIII y está considerada única en la
ciudad por presentar dos arcos enmarcados por tres pilastras, cubie rtas por cúpulas. Tiene un portal dórico
bien conservado con una ventana tire alar en la parte superior. La entrada lateral presenta un nicho en
forma de concha dentro de la puerta, reconstruido en el siglo XVIII.
Este templo es de planta basílica por sus tres naves de altura similar, que le dan un parecido a las iglesias
de salón. Su nave principal y su transepto adoptan la forma de cruz latina, sobre cuyo crucero se levanta la
cúpula. Encima del ingreso se observa el coro alto en forma de U.
PINTURAS DE LA IGLESIA
El retablo mayor (aprox. 1680 - 1690, hecha por Nicolás de Rojas) posee una notable unidad artística en la
distribución de los elementos arquitectónicos y decorativos, donde la columna salomónica, con rica
ornamentación en estrías helicoidales y roleos de follaje y frutos, preludia el barroco triunfal del siglo XVIII.
El retablo de la Virgen del Rosario, de autor anónimo del siglo XVIII es de estilo barroco y presenta una
fastuosidad ornamental. Dedicado a la protectora de la Orden, destaca tanto como el altar mayor. En el
templo se ubican dos grandes lienzos; El Árbol genealógico de la Orden de Santo Domingo (comienzos del
siglo XVI) y el Triunfo de la inmaculada (segunda mitad del siglo XVII).
A mediados del siglo XIX, el claustro, confiscado por San Martín en 1822, es cedido al Colegio de San
Juan, previa desocupación del inmueble, donde funcionaba el Seminario de San Carlos y San Marcelo.
Cuando los franciscanos regresan en 1894, encuentran el templo muy deteriorado, por lo que tuvieron que
ocupar el claustro de San Agustín para ejercer su ministerio. Posteriormente la iglesia es entregada a la Orden
Carmelita, que construye el edificio del lado izquierdo, "para que les sirva de convento''.
Las lluvias del año 1925 y el terremoto de 1940 afectan nuevamente sus instalaciones, aunque en
pequeña proporción El sismo de 1970 le produce serios daños, que son restaurados por CRYRSA, quedando
tal como se muestra hoy.
ARQUITECTURA
El templo, construido con adobe y ladrillo, tiene una nave en cruz latina con dos cruceros y capillas laterale s.
La bóveda de la nave central es de medio cañón y está sostenida por arcos de medio punto. Las bóvedas de
las naves laterales presentan variados diseños. Los brazos del transepto son de cañón corrido con lune tos.
Una puerta de madera antigua conduce a la sacristíay dos portones macizos permiten el accesoal templo.
ORNAMENTACIÓN
El retablo mayor, de autor anónimo (finales del siglo XVII e inicios del siglo XVIII), presenta la columna
de fuste salomónico con estrías helicoidales, dividido en cuatro registros. La hornacina principal es posterior
a 1911, fecha en la que los carmelitas lo modifican y colocan su escudo, al hacerse cargo de) templo.
El templo posee en su crucero dos retablos que datan del último tercio del siglo XVII, representativos
del barroco temprano en Trujillo. El retablo de la Pasión posee cinco relieves policromados y dorados
que relatan la pasión de Cristo: Cristo ante Pilatos, La Flagelación, La Coronación de Espinas. Cristo camino al
Calvario y La Última Cena; todos en corno al Cristo Crucificado de la hornacina central. El retablo historiado
de la Virgen María, contiene cinto bellos relieves de la vida de la Virgen: El Nacimiento, La Presentación de Jesús
en el Templo, La Anunciación, La Visitación y La Asunción. Preside la hornacina central una imagen de la Virgen.
El templo conserva aún una cátedra pequeña (finales del siglo XVII que sirvió a San Francisco Solano para sus
prédicas, desde donde profetizó el terremoto de 1619, Es uno de los pul pitos más antiguos conservados en
Hispanoamérica y está integrado por paneles rectangulares decorados con el cordón franciscano y con
recuadros de cuadrifolias.
Los principales lienzos que presenta el templo son: La Visión de San Estanislao de Kotska, de autor anónimo
(primer tercio del siglo XVII). El Calvario, de autor anónimo (mediados del siglo XVII), presenta la figura de
Cristo con anatomía realista. La Inmaculada Concepción, de influencia cuzqueña (segundo tercio del siglo
XVII).
En este templo se encuentran enterrados: don Pedro de Lezcano en la capilla familiar, en 1619 falleció Antón
de Angulo, otro co-fundador de Trujillo, fue enterrado en el altar del Santo Cristo. Doña Ángeles de Barbarán
Lezcano y Marañón, también el co-fundador Francisco Ortiz. En 1559 lo fue Rodrigo de Paz a la derecha de l
altar mayor. De igual manera el co-fundador don Lorenzo de Ulloa (372). Doña Mencia Chacón de Lara en
1638 y don Juan de Zamudio Mendoza en el arco toral, frente al púlpito. A doña Ana María de Miranda
en 1711. En 166, a Francisco de Toledo debajo del púlpito. De igual forma al co-fundador Juan Roldán Dávila,
junto a la capilla del altar mayor, frente a la de Alonso Carrasco. (Zevallos, 1996: 1, 51 ).
El convento es fundado en 1.578, por tres religiosas venidas de Huamanga, Ayacucho, durante el gobierno
del virrey D. tornando Torresy Portugal, Conde del Villar, bajo el Obispado de Santo Toribio de Mogrovejo.
Su construcción obedece al requerimiento de los vecinos, quienes desean contar con un convento en la
ciudad, donde sus hijas puedan ejercer su vida religiosa de clausura, sin tener que salir de ella. Para lograrlo
destinan algunas rentas reales y aportan 20 mil pesos. Erigido el convento, recibe el nombre de Santa María
de Gracia de Santa Clara la Real y es acogido bajo el patronato y protección de S.M. el rey D. Felipe 111, quien
encomienda su dirección, cuidado y gobierno a los religiosos franciscanos.
El terremoto de 1619 afecta seriamente sus estructuras, al igual que las de la catedral y de la mayoría de
edificios públicos. Tras el sismo, mucha gente trata de huir de la ciudad pero las monjas clarisas se
obstinan en no abandonar su convento. Tal hecho persuade a los vecinos de quedarse en el lugar.
El obispo Cabrera, quien está a punto de llevar el Solio Episcopal a Lambayeque recibe la orden del virrey
Francisco de Borja y Aragón, Príncipe de Esquiladle, de regresar. Hecho que no se concreta debido a la
muerte sorpresiva del prelado.
En 1743 las estructuras de la casa conventual se amplían, debido al gran aumento de religiosas que se acogen
a la orden, consiguiendo que el Cabildo cierre una calle de la cuadricula para u n i r dos manzanas, las que
años más tarde se volvieron abrir para dar paso a la cuarta calle Colón.
Luego del terremoto de 1759, que destruye parte de sus muros y arquerías, la población de monjas
enclaustradas- disminuye paulatinamente y el terreno es reducido a la mitad.
ARQUITECTURA
La iglesia es de una nave con un transepto muy corto y cúpula en el crucero, cuyos arcos almohadillados
pertenecen al renacimiento tardío. La fachada principal, reconstruida después del aluvión de 1925, es de
estilo neo románico y tiene tres cuerpos separados por cornisas.
La portada presenta forma de arco de medio punto rodeada por una arquivolta. Sobre ella hay tres ventanas
también en forma de arco, cada una de las cuales tiene un parteluz. En la parte superior se observa una torre
cubierta con una cúpula, flanqueada por otras dos. La fachada lateral tiene una portada parecida a la principal
con la particularidad que los contrafuertes sostienen unas volutas de las que salen algunos caimanes
ORNAMENTACIÓN
En el interior del templo, las pechinas del crucero ostentan cuatro relieves de mediados del siglo XVIII
sostenidos por ángeles a modo de atlantes, que representan:
1. La procesión de las clarisas con el Santísimo Sacramento, durante la invasión de los sarracenos a la ciudad
de Asís.
2. EL corte del cabella de Santa Clara de Asís por San Francisco.
3. La Santa Cena en el refectorio, con Santa Clara haciendo referencia a las florecillas (escritos) de San
Francisco.
4. La muerte de Santa Clara.
En la cornisa de la cúpula, el arquitrabe está decorado con querubines y el friso con unos ángeles polícromos. El
interior de la cúpula tiene una pintura mural al óleo, siglo XX, donde aparecen San Francisco y Santa Clara.
En la clave del arco triunfal hay una pintura mural con la aparición de la cruz a la Santa. La nave central, dañada
por sucesivos sismos durante la colonia, el aluvión de 1925 y el último terremoto de 1970, fue restauraday
cubierta con bóvedas an- tes de finalizar la década de los ochentas.
Su retablo mayor sufrió remodelaciones y adiciones neoclásicas que no han cambiado su diseño original.
El retablo de la derecha, el altar de la crucifixión, luce dorado en la parte inferior y su crucifijo es
más antiguo que el resto del altar, pues dataría de la primera mitad del siglo XVII. Algunas de sus
piezas originales han sido reemplazadas.
Ambos retablos destacan por el tipo roseta de sus columnas en espiral y la originalidad en
el manejo de sus fondos. Al lado izquierdo se encuentra un retablo de estilo rococó, que data de la
segunda mitad del siglo XVII. Fue retocado después de 1850 con pinturas que imitan al mármol
Tres monjas carmelitas venidas de Quito ayudan en su instauración: la priora sor Basilia de San ldelfonso,
sor Bernardina de Jesús lgnacia de Santa Teresa y sor Josefa de San Juan Bautista, profesora de coro.
Su inauguración es programada para el 15 de diciembre de 1759, pero el 2 de setiembre del mismo año
(día de Santa Teresa), se produce un violento terremoto que arruina la mayor parte de la iglesia, dejándola
inservible. Según consta en las actas del Cabildo Eclesiástico, monseñor Luna Victoria inicia la
reconstrucción del santuario con la ayuda del vecindario y de los pueblos indios de Huamán, Moche
y Mansiche, y la inaugura el 16 de junio de 1774. Nueve años más tarde la obra es concluida, y un año
después, siendo priora la reverenda madre Mercedes de la Santísima Trinidad, se instala el recamerín donde
se guarda la Custodia.
ARQUITECTU RA
El edificio es construido por el general D. Mateo Vittores de Velasco, sobre, un terreno de propiedad del
capitán Francisco Collado, que está cubierto con más de un metro de material relleno sobre el nivel de la calle,
probablemente sobre sótanos sepulcrales o criptas. La iglesia cuenta con un atrio ubicada en la esquina
formada por los jirones Bolívar y Colón.
Su fachada es a todas luces la más ornamentada de las iglesias de la ciudad. La puerta principal consta de
dos cuerpos ton hornacinas que guardan las imágenes de Nuestra Señora del Carmen, San José y San Juan de
la Cruz, coronadas por el Escudo Carmelita. Detrás de este ingreso existe una mampara adornada con pan
de oro que data de principios de siglo XIX.
La puerta lateral es de un cuerpo con una hornacina encima, en la que reposa Santa Teresa de Ávila. En el
muro queda el vestigio de una segunda portada, tal vez no terminada. La portada del convento luce
ornamentada por una pintura mural que data del siglo XVIII.
El templo mide 30 m. de longitud por 10,20 m. de ancho. Consta de una sola nave en forma de cruz latina,
cubierta con una bóveda de cañón corrido con lunetas, sostenida por arcos de medio punto que se apoyan
en pilares volados sobre modillones. Los arcos, que sirven de base a la cúpula de madera, presentan pechinas
adornadas con pinturas murales de pasajes místicos de buen trazo. El transepto es bastante corto y el crucero
tiene una cúpula de media naranja con un cupulino.
Esta iglesia tiene curiosamente tres coros. Uno, ubicado al costado del Presbiterio, está cerrado por una reja
con clavos horizontales de unos 15 cm. de largo. Otro es el coro alto, que se encuentra al pie del ingreso y
está también cerrado por una reja con clavos. El último es una tribuna, al lado derecho, donde se ubican los
coristas. Los coros anteriores eran para las monjas.
Las pinturas murales de las pechinas representan aspectos de la. Vida de Santa Teresa,del profeta Elías y
su discípulo Elíseo (según la tradición, él fundó una comunidad en el monte Carmelo de donde proviene la
orden y el nombre de la misma).
El retablo mayor, hecho por Fernando Collado de la Cruz en 1754, es una verdadera obra de arte de estilo
churrigueresco. Su parte central fue cambiada en el siglo XIX por otra, elaborada en pan de plata. Consta
de tres cuerpos y tres calles, coronados por el escudo carmelita. Bellasimágenes destacan en sus hornacinas.
Tallas de querubines y frutos embutidos, todo; de gran factura, se observan esparcidas en casi todo el
retablo.
Las paredes están decoradas por murales de estilo barroco que simulan zócalos y una gran cantidad de
cuadros al óleo de la escuela quiteña. El pulpito tiene el tornavoz de estilo barroco y la tribuna de estilo
rococó. Al lado de la tribuna del coro, también se puede observar una serie de confesionarios embutidos
en la pared.
Cuenta además con dos ábsides laterales que permiten amortiguar los empujes horizontales de la
cúpula construida totalmente de adobe, quincha y algunos elementos de ladrillo, presenta también
varios contrafuertes laterales que empal-man con los arcos de madera de la bóveda, reforzando los
muros de la nave. La iglesia es de estilo churrigueresco, caracterizado por sus columnas salomónicas
y su decoración recargada. Fuente: Mincetur
Esta iglesia se ubica en la esquina formada por los jirones Ayacucho y Colón. Existen escasos datos sobre
la misma; sin embargo, se sabe que en un principio fue una ermita construida sobre un solar donado
por un señor de apellido Olivito En los primeros años del siglo XVIII esta iglesia menor es elevada a la
categoría de viceparroquia.
El terremoto de 1759 afecta seriamente las estructuras del templo. Su reconstrucción la efectúa monseñor
Javier de Luna Victoria, quien dona el retablo mayor, que es de transición del barroco al rococó; dorado por
el maestro Manuel García, en 1774. En este templo tuvo su sede la Cofradía del Señor Cautivo, que fue
muy poderosa, pues contaba entre sus propiedades importantes solares que, con el correr de los años,
pasaron a la actual Beneficencia Pública de Trujillo.
ARQUITECTURA
El templo es de una sola nave con un transepto bastante corto cubierto con bóvedas de cañón corrido y
cúpula en el crucero. La fachada tiene una portada de estilo barroco, de la primera mitad del siglo
XVIII. En el primer cuerpo se. observan dos pilastras simples, una a cada lado del ingreso, sobre las que se
levanta un frontón circular partido con dos hornacinas superpuestas. La primera de ellas tiene una ventana
en el centro y la segunda una imagen de San Lorenzo pintada sobre el muro. Al lado derecho se puede
observar una torre hecha en el siglo XIX.
El retablo mayor de la Iglesia de San Lorenzo data del último cuarto del siglo XVIII. Existen dos retablos
más, uno casi plano hecho con fragmentos de retablos inservibles, y _otro de dos cuerpos y una calle de estilo
barroco. La iglesia tiene un coro alto sobre el ingreso.
ORNAMENTACIÓN
La iglesia tiene una valiosa colección de cuadros al óleo de los siglos XVII, XVIII, XIX y XX y algunas esculturas
del siglo XVIII, destacando la de la Santísima Virgen María, una de las mejores de su género en la ciudad. En
lo que fue el ingreso lateral, el R.P.. Juan Luis Vanriest hizo el baptisterio decorándolo con pinturas murales
al óleo del pintor mochero Pedro Azabache. La Iglesia de San Lorenzo, inicialmente, en el tiempo del
virreinato fue sólo para los indios. Conserva algunas reliquias de arte notabilísimas, entre las que se
encuentran, una Virgen de la Asunción de magnifica talla, un cristo de tamaño casi natural y un cuadro de La
Piedad del pintor Miguel Angel Buonarotti.
IGLESIA DE BELÉN
Desde este templo se realizaban las procesiones de la Virgen María, conducidas y cargada por las alumnas del
Colegio de Belén, por las calles del centro de la ciudad, promoviendo la devoción y amor hacia la madre de
Jesús.
Bibliografía
• Centro de Estudios de Historia Eclesiástica del Perú. 1931. Monografía de la Diócesis de Trujillo. Imprenta
Diocesana. Tomo II y III.
• Zevallos Quiñones, Jorge. 1996. Los fundadores y Primeros pobladores de Trujillo.1996. Editorial Pinillos
Goycochea. Tomo II
LA VIRGEN DEL SOCORRO DE HUANCHACO
Meses después la corte real pasó de Valladolid a Sevilla y los soberanos aprovecharon la ocasión
para visitar el taller al que habían encomendado la imagen, para apreciarla antes de su partida
al Perú. Se encontraron pues con una hermosa Virgen con el Niño Jesús en los brazos,
“incomparable, tierna y profundamente maternal”, fiel retrato del modelo regio.
Luego de embalar cuidadosamente la escultura, ésta fue embarcada en un galeón que zarpó del
puerto de Cádiz rumbo al Nuevo Mundo. Después de atravesar el istmo de Panamá arribó a
Huanchaco, hacia fines del mes de enero de 1537.
La imagen fue trasportada por los indios en un patache, del navío hacia la costa, en donde Fray
Alonso la descubrió ante la mirada atónita de los circunstantes. Fue entonces, que el capitán
español, llegado a la playa, con voz temblorosa y lágrimas en los ojos, narró con pormenores la
terrible tempestad que la noche anterior estuvo a punto de terminar con sus vidas, si no fuera
por la intercesión de la Virgen a quien dieron el apelativo de Candelaria del Socorro, pues al oír
sus ruegos devolvió de inmediato la tranquilidad a las aguas.
Sobre un altar improvisado, cuya escena es de esperar que algún día un diestro pintor pueda
retratar para memoria de nuestro pueblo, el ardoroso misionero ofició la Santa Misa en
presencia de los lugareños. Al finalizar el Santo Sacrificio, el religioso llamó a una india, muda de
nacimiento, y luego de hacerle la señal de la cruz sobre la frente, “se le soltó la lengua” a la vista
de todos y rezó una Ave María, quedando curada para siempre por la mediación de la Virgen del
Socorro.
Este acontecimiento prodigioso causó un saludable impacto en el espíritu de los indígenas, que
conmovidos pidieron a su padre espiritual les administrase el Bautismo. Así, cargaron en sus
brazos a la imagen y se encaminaron procesionalmente a la ermita de la Cruz de la Conquista,
en donde hombres, mujeres y niños fueron bautizados ese mismo día.
Muchas son las gracias que se le atribuyen a la Virgen del Socorro, a cuya protección y amparo
se han encomendado fieles de todas las épocas y estratos. Curaciones milagrosas, auxilio ante
las calamidades y hasta una resurrección, figuran en las crónicas.
Pero el hecho más notable que ha contribuido para la constancia de su culto es, sin lugar a dudas,
la romería que lleva a la Virgen cada cinco años a la ciudad de Trujillo, a la cual salvó en 1674 de
la peste bubónica y de una feroz plaga de insectos.
Instituida a instancias del venerable Antonio de Saavedra y Leiva, Deán de la Catedral y Párroco
de Huanchaco, esta romería quinquenal es fruto del voto y juramento que el 13 de diciembre de
1681 prestó el Cabildo eclesiástico y el Ayuntamiento de Trujillo.
Tal romería, popularmente conocida como “huanchaquito” y que suscita aún hoy la piedad de
gran concurrencia de fieles, es un nítido ejemplo de aquello que el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira
–escribiendo en cierta ocasión sobre el Perú– denominó la “continuidad de las tradiciones a
través de las circunstancias siempre nuevas de los siglos”. Durante esta peregrinación mariana,
que se inicia el 24 de noviembre, la imagen de la Virgen del Socorro es conducida a pie, de ida y
de vuelta, a lo largo de los 14 kilómetros que separan a Huanchaco de Trujillo, durante seis días
con sus respectivas pascanas o estaciones, sentada encantadoramente dentro de una litera de
viaje barroca, y escoltada por las imágenes de San Miguel Arcángel y del glorioso Patriarca San
José. “Al aproximarse a la ciudad –comenta el Padre Vargas Ugarte– ésta parece conmoverse y
los fieles se apresuran a salir a su encuentro, y los primeros en avistarla se disputan el honor de
cargar sus andas”. El cortejo se dirige entonces a la Iglesia de Santa Clara, en donde las religiosas
del Monasterio cambian su traje de viaje por uno más suntuoso con el que es llevada en hombros
a la Catedral para un solemne novenario, que culmina el 8 de diciembre, Fiesta de la Inmaculada
Concepción. Luego de recorrer diversas iglesias de la urbe en donde recibe sendos homenajes,
inicia su viaje de retorno a Huanchaco, a donde llega finalmente para la Misa de Navidad.
El templo parroquial de Huanchaco con el mar al fondo. En el recuadro: detalle de la pintura del Deán Saavedra, que
se conserva en su interior.
La histórica y milagrosa Imagen Real de Nuestra Señora Candelaria del Socorro de Huanchaco, recibió el privilegio de
su coronación canónica el día 8 de diciembre de 1971 en una ceremonia memorable en la Plaza de Armas de Trujillo.
La iglesia parroquial de Huanchaco ha sufrido a lo largo de los siglos diversas modificaciones a consecuencia de los
embates de la naturaleza y por la acción, unas veces favorable y otras no, de los hombres. Se encuentra ubicada sobre
un morro desde el cual se puede observar el mar y que ha servido de faro para los navegantes de todos los tiempos.
En su interior se guardan los restos del Siervo de Dios, el venerable Deán Saavedra, quien le profesó en vida una
singular devoción a la Virgen del Socorro e instituyó su tres veces centenaria romería, como hemos visto.
Durante la temporada de verano, los peregrinos pueden constatar un hermoso fenómeno, poco antes de la hora en
que el sol se pone: ver los rayos de la inmensa bola de oro penetrar por las anchurosas puertas del templo e inundar
el ambiente de una luz dorada, produciendo un efecto maravilloso e inolvidable.
Que la Virgen Santísima, que tantas pruebas de amor ha dado por Trujillo y el Perú, alumbre con sus luces nuestras
inteligencias y con su socorro nos reconduzca por las sendas benditas de la civilización cristiana.
BIBLIOGRAFÍA:
P. Rufino E. Benítez Vargas, La Virgen de Carlos V, Universidad Nacional de Trujillo, 1992.
P. Rubén Vargas Ugarte S. J., Historia del Culto de María en Iberoamérica y de sus imágenes y santuarios más
celebrados, 3a edición, Madrid, 1956, t. II.
FIESTA PATRONAL DE LA VIRGEN DE LA PUERTA
Historia
En atención a las crónicas del Virreinato, el culto y la fe del pueblo de Otuzco hacia la Virgen de
la Puerta comenzó en el siglo XVII, cuando se temía algún ataque de piratería hacia la ciudad de
Trujillo, por lo cual sería posible que los pueblos cercanos fueran hostigados también por piratas.
Cuando se hizo conocida la noticia de que las ciudades norteñas de Guayaquil y Zaña habían sido
asaltadas por bucaneros y creyéndose que Trujillo sería la próxima ciudad en ser atacada, se
enviaron mensajes desde Trujillo a los pueblos cercanos para que pudieran tomar sus medidas
de defensa.
Existía en Otuzco una ermita dedicada a la Virgen de la Concepción, por entonces patrona de
Otuzco. Los pobladores colocaron dicha imagen en la puerta de entrada del pueblo como
protección contra los ataques de piratería. Milagrosamente, Trujillo no fue atacado por los
piratas y desde entonces nació el culto y la fe y cariño hacia la Virgen de la Puerta que se extiende
por todo el norte del país.
Peregrinación
Anualmente, sobre todo en el mes de mayo, la imagen de la Virgen de la Puerta realiza varias
peregrinaciones desde Otuzco hacia distintos destinos regionales, entre ellos Trujillo. Las
actividades duran aproximadamente 7 días y la efigie es llevada a visitar los principales templos
católicos de la ciudad (entre ellos la Catedral de Trujillo) y localidades como Santiago de Huamán,
Salaverry, Lambayeque, Laredo y Moche.
La imagen se lleva también a instituciones públicas y privadas, como hospitales, penales,
universidades y parroquias. Finalizado el programa, la imagen retorna a su templo de origen, en
Otuzco.
Fiesta patronal
El día 14 es el 'Día de la bajada', pues la imagen de la Virgen de la Puerta se baja del altar y se
lleva por una rampa muy inclinada para acercarla a los fieles, que se van acercando a través de
un túnel de veneración. El día 15, día central, se celebra una misa matutina en Su honor y por la
tarde se lleva la imagen en procesión por las calles otuzcanas. Durante su recorrido es
acompañada de diversos grupos de danza, grupos de cargadores y el ejército peruano. A este día
también se le conoce como 'Día de la Procesión'. Mientras la imagen de la Santísima Virgen de
la Puerta está en procesión, le acompañan la quema de castillos y el lanzamiento de globos de
fuego que crean una atmósfera de celebración para la Virgen de la Puerta.
La fiesta en honor a San Isidro Labrador de Moche se considera una de las más largas
porque se inicia en marzo y concluye en mayo. Agricultores de Moche ofrecen sus
mejores productos para una buena cosecha en la siguiente temporada de siembra.
Desde 1750, la Cofrada de San Isidro instaura la peregrinación donde decenas de fieles
mocheros sacan al santo en procesión luego de una misa denominada del “Buen Viaje”
seguido de la banda de músicos, la “danza de los diablos”, servidores del santo quienes
solían robar las mejores siembras de la campiña para ofrecerlas al santo cuando se inicia
la procesión, además de las tradicionales Negras de Calazán.