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“Gob.

De Alan García”
VIDEO EXPLICATIVO

Tema/subtemas Texto
(Imagen 1). ¡Bienvenidos estimados alumnos! Continuando con
el desarrollo de la semana, revisaremos el primer gobierno de
Introducción
Alan García Pérez, ocurrido en el periodo de 1985 a 1990.

Acaba el gobierno de Belaunde Terry y llega al poder una


persona bastante joven y que, por primera vez, significaba la
llegada del APRA al poder, (Imagen 2) estamos hablando de
Alan García. En su primer gobierno, planteaba una reforma
profunda al sistema económico peruano para salir de la crisis
que ya llevaba estancando a la economía peruana durante más
Gobierno de Alan de cinco años.
García
La estrategia de Alan García era plantear un modelo económico
de reactivación social productiva, es decir, planteaba
desarrollar un sistema económico que impulsaría el consumo
de la población, generaría una mayor demanda de productos,
una mayor producción local y produciría más puestos de
trabajo, es decir, planteaba hacer una especie de círculo
perfecto donde el consumo impulsado por el estado generaría
mayor producción, mayor demanda, mayor consumo y más
trabajo. Sin embargo, este programa económico tenía una serie
de problemas como veremos enseguida.

Su política económica tenía tres aspectos: Primero, subsidiar


productos de primera necesidad para la población. Segundo,
subsidiar parte de la producción de las empresas y brindarles
ciertas facilidades fiscales; y tercero: se aplicaron tasas de
cambio según actividades específicas, la creación del dólar
MUC. El dólar MUC era un tipo de dólar cambiario que variaba
de monto según la actividad desarrollada por el empresario. Si
Políticas del gob. un empresario, por ejemplo, planteaba importar semillas, le
De Alan García comprado al estado el dólar a un precio relativamente barato,
inferior al precio del mercado; si el empresario, por ejemplo,
planteaba traer maquinaria, probablemente conseguiría un
dólar aún más barato de parte del estado, el estado pagaba la
diferencia entre lo que costaba el dólar en el mercado y el
precio del cual se vendía al empresario peruano.

(Imagen 3) Al terminar su mandato, García dejó al país


sumergido en una insólita hiperinflación. Además, durante
la década del 80 fue creciendo el terrorismo, lo cual
generó que, sumado a la crisis económica, el país viva con
temor. Este será un tema que desarrollaremos más
adelante.

Cierre Muy bien. Nos encontramos en un próximo video.


RETORNO A LA
DEMOCRACIA:
ELECCIONES DE 1980
Y GOBIERNO DE
BELAÚNDE
INICIAR
RETORNO A LA DEMOCRACIA: ELECCIONES DE
1980 Y GOBIERNO DE BELAÚNDE

Se convocan elecciones en 1980 y gana Fernando Belaunde Terry con


su partido Acción Popular.
Se consolida un proceso de vuelta a la democracia en un momento de
crisis económica e incertidumbre política.
“La democracia, es decir, el Gobierno democrático de Fernando
Belaunde, dejó en 1968 una deuda externa de 769 millones de
dólares. Ese mismo mandatario recibió, en 1980, un estado
endeudado en 7.000 millones de dólares.” (Paniagua 2002: 26 – 27)

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/3
/38/Fernando_Bela%C3%BAnde_Terry_1980.jpg/220px-
Fernando_Bela%C3%BAnde_Terry_1980.jpg
RETORNO A LA DEMOCRACIA: ELECCIONES DE
1980 Y GOBIERNO DE BELAÚNDE

El gobierno de Belaunde tuvo que enfrentar el pago de la deuda


externa contraída, básicamente, en la primera mitad de los años
setenta.
La caída de los precios de las materias primas y el proteccionismo
estadounidense propiciaron que en 1982 el país cayera nuevamente
en crisis, que fue profundizada por fenómenos naturales muy graves
(Fenómeno del Niño de 1982-83).
Se disparó la inflación, que a partir de 1984, superó el 135% anual.
El gobierno decidió dejar de pagar la deuda externa en 1983. Esto hizo
que el FMI nos declarara “valor deteriorado”
A partir de entonces, el país se sumió en una profunda crisis
económica.
https://ojo-publico.com/404/las-cifras-historicas-del-
fenomeno-del-ni%C3%B1o-en-peru
Impacto económico

El intento frustrado de estatizar la


banca (1987), y la emisión inorgánica
aceleran la crisis social y el descalabro
económico del país: hiperinflación.

Heduardo 1990: 58
HEDUARDO (1990) La historia según Heduardo. Lima:
Caretas.
Impacto económico

Los efectos de esta política


económica como la falta de
reinversión, la fuga de capitales, la
evasión tributaria, el desempleo, la
escasez y la disminución del poder
adquisitivo marcaron la situación
económica del país.

Heduardo 1990: 76
HEDUARDO (1990) La historia según Heduardo. Lima:
Caretas.
Impacto económico

cavb.blogspot.com
Impacto social
• A finales del primer gobierno de García,
la crisis económica se reflejaba en las
colas que se formaban en los mercados y
bodegas.
• Durante este periodo, existía alza de
precios y desabastecimiento de
productos de la “canasta básica familiar”.

https://elcomercio.pe/resizer/G48oIwpT1VAuNdHP-
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1.images.arcpublishing.com/elcomercio/VSJGWHQE2FEKLLO6M25TAQGJ4M.jpg
Impacto social
• En paralelo al gobierno de García, e incluso
desde el gobierno de Belaúnde Terry, ya se
manifestaban ataques terroristas. Esto alejó
a los inversionistas nacionales y extranjeros.
• El terrorismo de la época, profundizó la
pobreza y excluyó a los sectores sociales que
fueron víctimas.
• La alianza con el narcotráfico facilitó a los
grupos terroristas el capital necesario para
sus operaciones delictivas mientras que el
cultivo ilegal de coca creció en grandes
proporciones.
https://i.ytimg.com/vi/QJT_M6RVrbE/maxresdefault.jpg
Lectura: Reyna, C. (2000). La anunciación de Fujimori. Alan García 1985 – 1990. Lima: DESCO.

El segundo gobierno de Fernando Belaunde

“Históricamente, con este período de veinte años (1980 - 2000) se cerró un largo ciclo del
proceso político peruano caracterizado por ciertos cambios que, solapada o visiblemente,
fueron moldeando opciones políticas disímiles y en función de los desafíos de un nuevo orden
de cosas. A partir de los años 70 sobre todo puede decirse que el rumbo político nacional viró
de manera sustancial respecto del pasado inmediato, emergieron vigorosas e inéditas fuerzas
sociales, no necesariamente politizadas, en búsqueda de un horizonte político con el cual
identificarse. Se ha hablado (...) de una "revolución silenciosa" para subrayar este
comportamiento colectivo "desde abajo", frecuentemente escindido de la (...) "sociedad
formal". Frente a este singular panorama la pregunta clave es ¿cuál es la respuesta de los
partidos políticos? Es evidente que muchas veces ellos no respondieron (...) a las expectativas
de las mayorías nacionales en torno a la apertura política (democratización) ni a sus legítimas
aspiraciones para integrarse al "corpus político" del país. Las dos décadas comprendidas
representan precisamente un momento de debilitamiento partidario en perjuicio de dichos
sectores. La reacción natural de estos fue la frustración, el desencanto y, en determinados
instantes, el rechazo violento (...).

Belaúnde asume el poder el 28 de julio de 1980 y ese mismo día promulgó la Constitución de
1979, declaró la amnistía política general y dispuso la devolución de los diarios incautados a sus
legítimos propietarios (...). En pocas palabras, a partir de entonces y hasta la culminación del
régimen, las libertades democráticas se restablecieron plenamente.

¿Cuáles fueron los principales sucesos que ocurrieron durante esos cinco años de primavera
democrática?
(…) Acción Popular copó completamente la escena política en 1980 con su esperado y
abrumador triunfo; sin embargo, al interior de sus filas pronto se agudizó una sorda pugna entre
dos corrientes: el “alvismo”, liderado por (…) Javier Alva Orlandini, hábil parlamentario y hombre
sumamente realista que manejaba el aparato partidario. Alva objetó los excesos del liberalismo
económico porque se interesaba en reforzar una base de apoyo social en el clásico estilo
populista. La segunda facción era la de los tecnócratas, liderados por (…) Manuel Ulloa, primer
ministro y titular del ministerio de economía y finanzas; éstos conformaban un equipo de
personas de elevado y sofisticado nivel profesional, ligados a las transnacionales o a los
organismos financieros multilaterales: ellos aplicaron el modelo económico de estos años [libre
mercado] y su óptica estaba mucho más allá de las rencillas intrapartidarias. Bajo una
interpretación de conjunto, juzgamos que la escisión de AP se trató de un desencuentro en la
manera de concebir la conducción económica, antes que de una ruptura ideológica propiamente
dicha. (…)

El llamado Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso (SL) irrumpió un día antes de las
elecciones de mayo de 1980: incendió el local municipal, las ánforas y cédulas electorales en
Chuschi, Ayacucho. El gobierno de Belaúnde sostuvo, a través de su ministro del interior (José
María de la Jara y Ureta), que estos actos por parte de SL constituían “un terrorismo incipiente
y circunscrito a actos de sabotaje” (El Comercio, 20 de mayo de 1980).
¿Cuál fue el accionar de SL? Este grupo subversivo, en extremo violento, sectario y absoluto
ideológicamente sostenía que el proceso revolucionario tenía como punto de partida el uso de
la violencia como medio único para transformar el mundo; toda otra postura diferente a la de
ellos era “enemiga de la causa [revolucionaria]”. Sendero se desenvuelve en la sierra central:
Ayacucho, Huancavelica y Junín operando en zonas rurales para captar gente y convertirlos en
milicianos del partido. El uso extremo que SL hizo de la violencia con coches-bomba,
aniquilamientos y “juicios populares” desbordaron la capacidad de la Policía nacional, de los
grupos de élite de la Marina; sumada a esta estrategia de SL de usar la violencia hasta el terror
está la incapacidad del gobierno de Belaúnde para entender el trasfondo ideológico de Sendero
y decide combatirlo dándole a los militares el poder de vencerlo en las llamadas zonas de
emergencia. Esto fue, manifiestamente, una claudicación del estado democrático d derecho
durante el gobierno de Belaúnde.

El gobierno de Belaunde tuvo que enfrentar el pago de la deuda externa contraída en los años
setenta. La caída de los precios de las materias primas y el proteccionismo estadounidense
propiciaron que en 1982 el país cayera nuevamente en crisis, que fue profundizada por
fenómenos naturales muy graves como el Fenómeno del niño de 1982. Se disparó la inflación,
que, a partir de 1984, superó el 135% anual. El gobierno decidió dejar de pagar la deuda externa
en 1983. Esto hizo que el FMI nos declarara «valor deteriorado», lo que, a su vez, propició la
disminución del crédito y la inversión extranjeros. A partir de entonces, el país se sumió en una
profunda crisis económica que se tradujo en creciente déficit fiscal, inflación/recesión y sus
efectos sociales: desempleo, reducción de la capacidad adquisitiva del salario y caída del nivel
de vida de la población”. (Huiza y otros 2004: 293 - 296)

El gobierno de Alan García Pérez (1985 – 1990)

Alan García en su mensaje a la nación anunció medidas anticorrupción, la reorganización de las


fuerzas policiales, la eliminación de exoneraciones tributarias a las compañías petroleras que
operaban en el país y la formación de una comisión de paz para iniciar una amnistía. Reafirmó
su voluntad de no dialogar con el Fondo Monetario Internacional y adelantó que se amortizaría
la deuda externa de 14.000 millones de dólares sólo con el diez por ciento de las exportaciones.
En setiembre 1985 la inflación bajó a 3,5 % (comparado con 12,5 % en abril del mismo año).
Hacia el segundo trimestre de 1986, la economía creció 10 %. La inflación subió a niveles
astronómicos y con ello la escasez de alimentos y de otros productos básicos. El precio de los
productos farmacéuticos subió 600 % y el de la gasolina 400 %. En setiembre de 1988, la
inflación se convirtió en lo que los economistas denominan hiperinflación. Ese mes, los precios
subieron 114 %. Fue el mes con mayor inflación en el gobierno de García y, probablemente, en
la historia del Perú. La tasa anual de inflación fue de 3398.6% en 1989. En marzo de 1990, las
reservas internacionales eran de apenas 190 millones de dólares.

La política económica de García se caracterizó por presentar, en su política cambiaria, dos tipos
de cambio, uno oficial llamado dólar Mercado Único de Cambios (dólar MUC) y otro que existía
en el mercado negro, y, en su política monetaria, excesivas emisiones inorgánicas de moneda
nacional. El Estado casi no percibía mayores ingresos y la capacidad productiva de la modesta
industria nacional estaba llegando a sus límites. Por ello, hacían falta inversiones para instalar
nuevas capacidades, pero al rechazar los consejos del Fondo Monetario Internacional y limitar
el pago de la deuda externa al 10% el país fue declarado, en un principio, como valor deteriorado
(gobierno de Belaúnde) y luego como inelegible por el FMI en 1986. Con su política monetaria
de excesivas emisiones inorgánicas de moneda nacional, en 1987, las empresas, fueron forzadas
a comprarle al Estado Peruano bonos obligatorios por un valor que llegaba hasta el 30% de las
utilidades brutas que las empresas habían obtenido en 1986. El punto de ruptura de su Gobierno
fue la intención de estatizar la banca como una forma de controlar la inflación que, a esas alturas
(28 de julio de 1987), ya resultaba agobiante. Finalmente, los llamados paquetazos siguieron
dándose, de forma periódica, hasta setiembre de 1988, llevando a una gran recesión
económica.
La actividad terrorista alcanzó los picos más altos de violencia en los años de 1986 y 1988. Dentro
de este contexto se produjo el caso de la matanza de terroristas amotinados en los distintos
centros penitenciarios de Lima el 19 de junio de 1986. (Matanza de las prisiones). Represión
militar: como la de la matanza de las prisiones y la masacre de decenas de campesinos en el
pueblo ayacuchano de Cayara en 1988. La formaron de los escuadrones de la muerte (Comando
Rodrigo Franco), los que amedrentaron a sospechosos de terrorismo y a críticos de la política
antiterrorista. La principal tarea del Gobierno era la pacificación del país, acertó (al inicio)
haciendo hincapié en la necesidad de combatir a Sendero no sólo por medios militares, sino
políticamente, a través de una estrategia de desarrollo para los departamentos más pobres del
Perú, que beneficie a los productores campesinos. Pero mostró su incapacidad para
implementar medidas y programas que dinamicen la economía campesina, dadas las
condiciones por la presencia de Sendero. El Gobierno no supo aprovechar la tranquilidad de sus
dos primeros años (era un presidente muy popular) para impulsar las reformas fiscales y
tributarias que el país necesitaba. Sin un rediseño del sistema tributario, no era capaz de elevar
el nivel de intervención estatal para promover el desarrollo económico y la equidad social.
Lectura: Paniagua, V. (2002). La nueva transición en el Perú. Pp. 26-27
Recuperado de http://fride.org/descarga/CR_peru_esp_feb02.pdf

La nueva transición en el Perú

“El año 1980 se inicia un quinto esfuerzo de transición hacia la democracia. Aparecen entonces
algunos factores que habrían de influir en el proceso político de la década hasta 1990. Eran
objetivos de la transición democrática del 80, la restauración del régimen constitucional, en
todos sus aspectos, la redemocratización de la sociedad peruana, la estabilización social, la
reforma del Estado y la reactivación y la liberalización de la economía. Se había producido una
intensísima estatización. Era necesario liberalizar la economía y la organización estatal,
democratizar la sociedad peruana y crear nuevamente cauces constitucionales para el libre
desenvolvimiento de los partidos y de las fuerzas políticas. La transición se inició con la dación
de la Constitución de 1979, que logró prácticamente el consenso de todas las fuerzas políticas,
aunque no con semejante entusiasmo. Las izquierdas marxistas, a horcajadas entre la revolución
y la democracia, –que aprovechaban de sus ventajas para “acumular fuerzas” y a la que
combatían abiertamente por sus deficiencias, promoviendo la protesta y las demandas no
contribuyó, hasta la caída del muro de Berlín, a la consolidación del régimen. Hubo, pues, un
lamentable “consenso insuficiente”, que restó vigor al proceso iniciado en 1980 y que le impidió
enfrentar con éxito algunas dificultades graves, que afectaron, primero, la gobernabilidad del
sistema y, posteriormente incluso su legitimidad. La primera, fue el surgimiento del terrorismo
el 18 de mayo de 1980, es decir, el mismo día en que se producían las elecciones. Hago esta
anotación para enfatizar que el terrorismo no se incubó ni nació a la sombra del régimen
democrático instaurado en 1980. Fue una pesada herencia dejada por el régimen militar. Son
conocidos perfectamente los efectos erosionantes del terrorismo sobre la vida democrática y
social de los países. Los españoles conocen perfectamente las consecuencias perniciosas y
perturbadoras del terrorismo y las dificultades que crea para la construcción democrática. En
segundo lugar, había que encarar la crisis de la deuda externa, en 1982, en la más adversa
coyuntura externa: baja cotización de los minerales, inicio de políticas proteccionistas por los
países desarrollados, intransigencia del FMI y poca receptividad de la banca financiera
internacional que habían abierto sus arcas a las dictaduras en la década del 70 y, a partir del 80
se consagraron, con semejante entusiasmo y decisión a estrangular la economía de los países
deudores y a cobrar una deuda que ya entonces se consideraba impagable. La democracia, es
decir, el Gobierno democrático de Fernando Belaunde, dejó en 1968 una deuda externa de 769
millones de dólares. Ese mismo mandatario recibió, en 1980, un estado endeudado en 7.000
millones de dólares. Naturalmente, con todo lo que ello significaba para el desarrollo del país.
Había, además, una carga muy severa y grave: la estatización y socialización de la economía, que
no sólo había afectado la estructura empresarial del Estado, sino fundamentalmente la
estructura productiva del país y de la sociedad peruana en general. Para tener una idea de cuán
grave era la situación en 1980, habrá que recordar que todos los medios de comunicación social,
incluyendo los periódicos de circulación nacional, estaban en manos del Estado. Toda la
actividad minera, toda la actividad pesquera, todo el comercio exterior e incluso la actividad
agropecuaria, que había sido objeto de la reforma agraria, se hallaba sujeta al férreo control de
las instituciones de un Estado copado, en su administración, por la burocracia militar que asumió
no solo los Ministerios sino las más importantes funciones administrativas del Estado
imponiendo así una abierta tutela militar sobre la burocracia civil. La democracia tenía, por
tanto, que hacer un esfuerzo enorme de reconversión, liberalización y privatización económica
en proporciones verdaderamente inimaginables. A todo ello, se añadió, por cierto, el fenómeno
de la inflación universal. Para entender cabalmente su incidencia y sobre todo, para desvirtuar
la muy ligera comparación que suele hacerse entre los Gobiernos de la década del 80 y del 90,
conviene recordar algunos hechos. En la década del 80 no hubo ningún país Latinoamericano
que no tuviera una altísima inflación (…)”.

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