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Espacios de Hardy y
Operadores de Toeplitz
Noviembre de 2020
2 Índice
Índice
1. Introducción 3
2. Espacios de Hardy 4
2.1. Preliminares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
2.2. Los Espacios Hardy H 1 , H 2 y H ∞ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
2.3. El espacio ideal maximal de H ∞ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
3. Operadores de Toeplitz 37
3.1. Preliminares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
3.2. Matrices . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
3.3. Propiedades básicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
3.4. Estructura espectral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
5. Bibliografía 65
3
1. Introducción
La literatura clásica sobre funciones analíticas en los espacios de Hardy es bastante
extensa. Algunos de los primeros y más importantes resultados fueron introducidos por el
matemático austro-húngaro Frigyes Riesz (1880-1956), junto con su hermano Marcel Riesz
(1886-1969), quienes le dieron el nombre de ”Espacios de Hardy” en honor al matemático
inglés Godfrey Harold Hardy (1877-1947), debido a sus aportaciones en el campo. Las
demostraciones que veremos se derivan del trabajo de Helson, Lowdenslager y Sarason.
2. Espacios de Hardy
En esta sección, veremos varias propiedades y resultados clásicos que caracterizan a
los espacios H 1 , H 2 y H ∞ en preparación para el estudio de los operadores Toeplitz en la
siguiente sección.
2.1. Preliminares
Enunciaremos primero todas aquellas definiciones, teoremas y proposiciones que serán
requeridas a lo largo del trabajo.
Definición 2.1. Un espacio de Banach es un espacio lineal complejo X con una norma
kk que satisface:
1) kf k = 0, si y sólo si, f = 0,
3) kf + gk ≤ kf k + kgk, para f, g ∈ X,
1) A es un C-espacio vectorial.
2) Es además un anillo con la misma suma que tenía como espacio vectorial, y un
producto nuevo.
Definición 2.6. Un álgebra de Banach es una C-álgebra A que tiene una norma k · k
que la hace un espacio Banach, junto con la condición de que para todo par a, b ∈ A
cumple:
kabk ≤ kakkbk.
En particular, si asumimos que A tiene unidad, entonces 1 = 1A y k1A k = 1.
Teorema 2.8. (Alaoglu). La bola unidad (X∗ )1 del dual de un espacio Banach es com-
pacta en la w∗ -topología.
Definición 2.11. Sea T el círculo unidad en el plano complejo, es decir, T = {z ∈ C : kzk = 1},
definimos los espacios de Lebesgue como:
Z
p p
L (T) = f : T → C tales que |f (λ)| dλ < ∞ ,
T
2) ϕ(1) = 1.
Proposición
n 2.18. La clausura deoP+ en C(T) es el álgebra del disco D, A(D) =
f ∈ C(D) : f |D◦ es analítica en D◦ . Esta es cerrada y tiene unidad.
Demostración. Ya sabemos que el 1 está. Probemos que es cerrada. Sea {fn }n∈N en A(D)
tal que: fn → f ∈ C(D). Sea x ∈ D◦ , y tomamos una curva cerrada γ en D◦ que contenga
a x en su interior. Como fn ∈ A(D), tenemos que:
Z
1 fn (z)
fn (x) = dz.
2πi γ z − x
Luego:
−
Z Z
f (x) − 1 f (z) 1 f n (z) f (x)
dz ≤ |f (x) − fn (x)| + dz
2πi γ z − x 2πi γ z−x
1 kf − fn k∞
≤ kf − fn k∞ +
long(γ) ,
2π
donde = d(x, γ) > 0. Luego, como kf − fn k∞ −−−→ 0, concluímos que f (x) =
n→∞
1
R f (z)
2πi γ z−x
dz y, por lo tanto, f ∈ A(D).
Nos falta ver que la clausura de P+ es A(D). Entonces: sea f ∈ A(D) y sea fr ∈ C(D),
dada por fr (z) = f (rz), con 0 < r < 1. Como el disco cerrado es compacto, f es
uniformemente continua y tenemos que:
lı́m kfr − f k∞ = 0.
r→1−
Es decir, una aplicación contractiva es aquella que contrae las distancias con una razón
de contracción estrictamente menor que la unidad.
para (a0 , a1 , a2 , a3 , . . .) ∈ l2 .
Definición 2.24. El espacio l2 (Z) se define como el espacio de todas las sucesiones su-
mables al cuadrado de dos lados; es decir:
( ∞
)
X
l2 (Z) = (. . . , a−2 , a−1 , a0 , a1 , a2 , . . .) : |an |2 < ∞ .
n=−∞
Observar que la coordenada cero de la sucesión está escrita en negrita; esto es necesario
para distinguir una sucesión de un shift de sí mismo.
Z 2π
ft (eiθ )Xn (eiθ ) dθ = 0, ∀n > 0.
0
R 2π
Si p = ∞, entonces ft → f uniformemente, luego 0 f (eiθ )Xn (eiθ ) dθ = 0, ∀n > 0.
Si 1 ≤ p < ∞, observar que:
\ Z 2π
p p iθ iθ
H = f ∈ L (T) : f (e )Xn (e ) dθ = 0
n>0 0
n R 2π o
y f ∈ Lp (T) :
0
f (eiθ
)Xn (eiθ
) dθ = 0 son subespacios cerrados para cada uno de los
2π
n, ya que si consideramos a fˆ(−n) = 2π 1
R
0
f (eiθ )Xn (eiθ ) dθ = 0, ∀n > 0 (transfromada
de Fourier), esta es un funcional lineal, y su núcleo son los subespacios anteriores (para
cada n, y pasando el 1/2π para el otro lado). Veamos que el funcional es lineal. Sea λ un
complejo, tenemos:
Z 2π
1
\
λf + h (−n) = (λf + h)(eiθ )Xn (eiθ ) dθ
2π 0
Z 2π
1
= (λf (eiθ ) + h(eiθ ))Xn (eiθ ) dθ
2π 0
Z 2π Z 2π
1 iθ iθ 1
=λ f (e )Xn (e ) dθ + h(eiθ )Xn (eiθ ) dθ
2π 0 2π 0
= λfˆ(−n) + ĥ(−n).
Luego, es lineal. Entonces podemos concluir que H p es un subespacio cerrado del Lp (T)
correspondiente.
10 2 Espacios de Hardy
Observación 2.28. Dado que {Xn }n∈Z es una base ortonormal para L2 (T), se sigue que
H 2 es la clausura en la norma L2 de los polinomios trigonométricos analíticos P+ . Por
otro lado, la clausura de P+ en C(T) es el álgebra de disco A con espacio ideal maximal
igual al disco unidad clausurado D.
Comenzamos con el siguiente resultado que usamos para probar que H ∞ es un álgebra.
Z 2π N
X Z 2π
(ϕp)Xn dθ = αj ϕ Xj+n dθ = 0, para n > 0.
0 j=0 0
Demostración. Dado que el span lineal de las funciones {Xn }n∈Z es uniformemente denso
en C(T) y M (T) es el dual de C(T), la medida µ representa el funcional cero y por lo
tanto la medida debe ser cero.
R 2π
Corolario 2.33. Si f es una función en L1 (T) tal que 0
f (eiθ )Xn (eiθ ) dθ = 0, para
n ∈ Z, entonces f = 0 ctp.
R
Demostración. Si definimos la medida
R µ en T tal que µ(E) = E
f (eiθ ) dθ, entonces
nuestra hipótesis se convierte en T Xn dµ = 0 para n ∈ Z, y por lo tanto µ = 0 por el
Teorema 2.32. Luego, f = 0 ctp.
Corolario 2.34. Si f es una función de valor real en H 1 , entonces f = α ctp, para algún
α ∈ R.
1
R 2π
Demostración. Si establecemos α = 2π · 0 f (eiθ ) dθ, entonces α es real y:
Z 2π
(f − α)Xn dθ = 0, para n ≥ 0.
0
Demostración. Aplicamos el Corolario 2.34 a las funciones de valor real 21 (f +f¯) y 2i1 (f −f¯)
las cuales están en H 1 por hipótesis. Entonces la parte real de f y la parte imaginaria de
f son constantes, luego f es constante, es decir, f = α.
Teorema 2.37. Sea t ∈ B(L2 (T)) tal que tv = vt para v el shift bilateral con respecto
a {Xn }, con n ∈ Z. Luego, existe φ en L∞ (T) tal que t = Mφ . En particular, R =
{Mψ : ψ ∈ L∞ (T)} es una subálgebra abeliana maximal.
entonces:
N N N N
!
X X X X
αn v n = αn MXn1 = αn MX1 n = M αn Xn = Mψ .
n=−N n=−N n=−N n=−N
n
Tomando subsucesiones que nos convengan, podemos asumir que ψn −−→ ψ ctp, y por
n
lo tanto, t(ψn ) −−→ t(ψ) ctp.
Si ϕ = t (X0 ) ∈ L2 (T) entonces, como el conjunto de los polinomios trigonométricos
sobre T están en L∞ (T), tenemos que:
Luego En ⊂ T es medible y, por lo tanto, XEn ∈ L∞ (T) ⊂ L2 (T) (con XEn conjunto de
todos los caracteres en En ).
Luego:
||t||2 ||XEn ||22 ≥ ||tXEn ||22
= ||ϕXEn ||22
Z
= |ϕ|2 dλ
En
2
1
≥ ||t|| + λ(En )
n
2
1
= ||t|| + ||XEn ||22 ,
n
2
es decir, tenemos que ||t||2 ||XEn ||22 ≥ ||t|| + n1 ||XEn ||22 . Por tanto, como esto vale para
todo n ≥ 1, ||XEn ||2 = 0 y entonces λ(En ) = 0 (para todo n ≥ 1).
Luego:
X
λ ({x ∈ T : |ϕ(x)| > ||t||}) ≤ λ(En ) = 0,
n≥1
\
ya que Ψ es inyectiva y que Xn H 2 = {0}, y por lo tanto M es un subespacio simple-
n≥0
mente invariante para MX1 .
Inversamente, supongamos que M es un subespacio invariante cerrado no trivial para
\
MX1 , que satisface Xn M = {0}. Entonces L = M X1 M = M ∩ (M ∩ X1 M)⊥ =
n≥0
M ∩ X1 (M)⊥ no es trivial y Xn L = Xn M Xn+1 M ya que, como la multiplicación por
X1 es inyectiva y es una isometría en L2 (µ), tenemos que X1 L = X1 M ∩ X1 ((X1 M)⊥ ) =
X1 M ∩ X2 (M)⊥ = X1 M X2 M. Lo vemos: si tenemos f ∈ X1 ((X1 M)⊥ ) entonces f = X1 g,
donde g ∈ (X1 M)⊥ , luego:
∞
!⊥
X
=M∩ ⊕Xn L
n=0
!
\
=M∩ (Xn L)⊥ .
n≥0
!
\
Sea f ∈ M ∩ (Xn L)⊥ . Cuando n = 0, M ⊂ L⊥ , y entonces L⊥ ∩ M = M ⊂ M.
n≥0
Cuando n = 1, tenemos que:
x = X1 m = t + h,
con t ∈ X1 M⊥ y h ∈ X2 M, y entonces:
X1 m − h = t.
Para n < 0: Z
0 = hϕ, X−n ϕi = hX−n ϕ, ϕi = hXn ϕ, ϕi = |ϕ|2 Xn dµ.
T
Luego, por el
R Teorema 2.32 vemos que como dµ no tiene que ser nula y ϕ tiene norma 1,
hX0 ϕ, ϕi = T |ϕ| dµ = 1, y por el Corolario 2.34 como |ϕ|2 es real debe ser constante, y
2
Ahora supongamos que L tiene dimensión mayor que 1 y ϕ0 es un vector con norma 1
en L ortogonal a ϕ. En este caso tenemos:
Z
0 = hXn ϕ, Xm ϕ i = ϕϕ0 Xn−m dµ, para n, m ≥ 0 ,
0
T
combinación de esto con el hecho de que |ϕ|2 dµ = |ϕ0 |2 dµ conduce a una contradicción,
y por lo tanto L es unidimensional. Así obtenemos que ϕP+ es denso en M, ya que, si
ψ ∈ M y n < 0, como X−n ψ ∈ X−n M (con −n > 0), tenemos: hϕXn , ψi = hϕ, X−n ψi = 0.
Luego, M = ϕH 2 , lo que completa la demostración.
El caso del Teorema anterior considerado por Beurling lo veremos después de la si-
guiente definición.
dθ dθ
|ϕ|2 = .
2π 2π
Por lo tanto, |ϕ| = 1 ctp, y como 1 está en H 2 , vemos que ϕ = ϕ · 1 está en H 2 ; luego ϕ
es una función interna, ya que está en H 2 ∩ L∞ ⊂ H ∞ .
Un subespacio invariante general para MX1 en L2 (µ) no necesita ser de la forma cubier-
ta por ninguno de los dos Teoremas precedentes (2.38 y 2.39). Sin embargo, el siguiente
resultado nos permite reducir el caso general a estos.
\
Demostración. Si tenemos M1 = Xn M, entonces M1 es un subespacio invariante ce-
n≥0
rrado por MX1 , satisfaciendo X1 M1 = M1 . Para probar que es invariante para la última
igualdad, observar que una función f está en M1 , si y sólo si, puede escribirse de la forma
Xn g, para alguna g en M, para cada n > 0. Luego, X1 f = Xn+1 g, para cada n > 0, ya que
Xn+1 g queda en el Xn+1 M (la intersección es infinita y el caso de n = 0 lo puedo sacar ya
que M es invariante por MX1 ).
Ahora, si tenemos M2 = M M1 = M ∩ M1 ⊥ , entonces una función f en M, está
en M2 , si y sólo si, hf, gi = 0, para toda g ∈ M1 . Como 0 = hf, gi = (X1 f, X1 g) y
X1 M1 = M1 , se sigue que X1 f está en M2 , y por lo tanto M2 es invariante por MX1 .
\ \
Luego, si f está en Xn M2 ⊂ Xn M ∩ Xn (M⊥ 1 ), entonces está en M1 y por lo tanto
n≥0 n≥0
f = 0. Luego la demostración está completa.
Aunque se podría combinar los tres Teoremas anteriores para obtener una descripción
completa de los subespacios invariantes por MX1 , el enunciado sería muy difícil de manejar
(según R. G. Douglas), y por lo tanto lo omitimos.
Los Teoremas anteriores corresponden al caso de multiplicidad 1 de ciertos teoremas
de estructura para isometrías (esto puede verse en ”Banach spaces of analytic functions”
de K. Hoffman, y en ”A Hilbert space problem book” de P. R. Halmos).
Para ilustrar el poder de los resultados anteriores, obtenemos como corolario los si-
guientes teoremas que serán importantes en lo que sigue.
Es claro que M es un subespacio invariante cerrado por TX1 que no es trivial, ya que f está
en él. Para ver que es cerrado, tomemos una sucesión {gn }n∈N ∈ M tal que ||gn − g||2 → 0,
con g ∈ H 2 . Luego:
Z Z Z
2
|g| dλ ≤ 2
|g − gn | dλ + |gn |2 dλ ≤ ||g − gn ||22 .
E E E
Antes de ver otro resultado de los Riesz, damos las siguientes definiciones.
Definición 2.44. Decimos que v es una medida absolutamente continua con res-
pecto a θ si para cualquier E ⊂ T tal que θ(E) = 0, entonces v(E) = 0.
R
Teorema 2.46. (F. y M. Riesz). Si v es una medida de Borel en T tal que T Xn dv = 0
para n > 0, entonces v es absolutamente continua y existe f en H 1 tal que dv = f dθ.
entonces existe una función de Borel ψ tal que dv = ψ dµ y |ψ| = 1 ctp con respecto
a µ. Si M denota el subespacio cerrado de L2 (µ) generado por {Xn : n > 0}, entonces:
Z Z
hXn , ψi = Xn ψ dµ = Xn dv = 0,
T T
ya que ψIE está en M1 y ψ es ortogonal a M. Por lo tanto, M1 = {0} (ya que E tiene
medida cero), y por tanto existe una función µ-medible ϕ tal que M = ϕH 2 y |ϕ|2 dµ = 2π
dθ
por Teorema 2.39. Dado que X1 está en M, se sigue que existe g en H 2 tal que X1 = ϕg
ctp con respecto a µ, y como ϕ 6= 0 µ-ctp, tenemos que µ es mutuamente absolutamente
continua con la medida de Lebesgue. Si f es una función en L1 (T) tal que dv = f dθ,
entonces las hipótesis implican que f está en H 1 , y por lo tanto la demostración está
completa.
En realidad, los enunciados de los dos teoremas precedentes pueden combinarse en uno:
una medida analítica es mutuamente absolutamente continua con respecto a la medida de
Lebesgue.
2.3 El espacio ideal maximal de H ∞ 19
||f g − pn qn ||1 ≤ ||f g − pn g||1 + ||pn g − pn qn ||1 ≤ ||f − pn ||2 ||g||2 + ||pn ||2 ||g − qn ||2 ,
y, por lo tanto, lı́mn→∞ ||f g − pn qn ||1 = 0. Luego, como cada pn qn está en H 1 tenemos f g
en H 1 . Además, como ϕz es continuo, tenemos:
∞ ∞
X
21 2
X
se sigue que |an | ≤ 2 . Por lo tanto, existe una función f en H tal que f = an X n .
n=0
n=0
X ∞
Si ϕ = bn Xn es el desarrollo ortonormal de ϕ como un elemento de H 2 , entonces
n=0
∞
X
ϕ̂(z) = bn z n , para z ∈ D (los polinomios analíticos convergen en ||·||2 a H 2 ). Como
n=0
ϕ̂(z)ψ(z) = 1, se sigue que:
∞
! ∞
!
X X
n n
bn z · an z =1
n=0 n=0
∞ n
!
X X
para z ∈ D. Por lo tanto, bk an−k z n = 1 para z ∈ D y, por tanto, la unicidad
n=0 k=0
de las series de potencias implica que:
n
X 1, si n = 0
bk an−k =
0, si n > 0.
k=0
Como:
XN XM
lı́m ϕ − bn Xn = lı́m f − am Xm = 0,
N →∞ M →∞
n=0 2 m=0 2
tenemos que: ! !
N
X N
X
lı́m ϕf − bn X n · am Xm = 0,
N →∞
n=0 m=0 1
lo que implica que:
2N
X N
X
lı́m (ϕf − 1) + cn Xn = 0, para cn = ak bn−k .
N →∞
n=N +1 1 k=n−N
Por lo tanto: Z 2π
1 1, si k = 0
ϕf Xk dθ =
2π 0 0, 6 0,
si k =
y luego ϕf = 1 por Corolario 2.34. Sólo queda probar que f está en L∞ (T), y esto se sigue
del hecho de que las funciones {fr }r∈(0,1) están uniformemente acotadas por 1/, donde
fr (eit ) = fˆ(reit ), y del hecho de que lı́mr→1 ||f − fr ||2 = 0. Luego f es una inversa para ϕ
que se encuentra en H ∞ .
Nótese, en particular, que al combinar los dos últimos resultados vemos que una función
externa no puede desaparecer en D. La propiedad de ser una función externa, sin embargo,
es más sutil que esto.
El siguiente resultado muestra uno de los usos fundamentales de las funciones internas
y externas.
Proposición 2.54. Si g y h son funciones en H 2 tal que g es externa, entonces |h| ≤ |g|,
si y sólo si, existe una función k en H 2 tal que h = gk y |k| ≤ 1.
2.3 El espacio ideal maximal de H ∞ 23
Z 2π
1
≤ |pn − pm |2 |g|2 dθ
2π 0
||gk − h||1 ≤ lı́m ||g||2 ||k − pn h||2 + lı́m ||gpn − 1||2 ||h||2 = 0.
n→∞ n→∞
Corolario 2.55. Si g1 y g2 son funciones externas en H 2 tales que |g1 | = |g2 |, entonces
g1 = λg2 para algún λ ∈ C y |λ| = 1.
Teorema 2.57. Si f es una función en L2 (T), entonces existe una función externa g tal
que |f | = |g| ctp, si y sólo si, la clausura de f P+ es un subespacio simplemente invariante
por MX1 .
24 2 Espacios de Hardy
ya que k es externa y g = hk. Por lo tanto, existe t ∈ H 2 tal que ϕ = ϕht lo que implica
que ϕh = ϕt. Como ϕ es unimodular, tenemos que h = t. Por Corolario 2.35, podemos
decir que h es igual a una constante en ctp, y por lo tanto es igual a 1. Luego g es función
externa.
Corolario 2.58. Si f es una función en L2 (T) tal que f ≥ > 0, entonces existe una
función externa g tal que |g| = |f |.
{ f p : p ∈ P+ , p(0) = 0} .
También podemos usar el Teorema 2.57 para establecer la siguiente relación entre
funciones en H 2 y H 1 .
que no lo es. Entonces X−N h está en clos[hP+ ], para N > 0, y por lo tanto existe una
sucesión de polinómios trigonométricos analíticos {pn }∞
n=1 tal que:
Como: Z 2π
1
||X−N h − pn h||22 = |h2 X−2N − 2h2 pn X−N + h2 p2n | dθ
2π 0
Z2π
1
= |h2 X−N − h2 (2pn − p2n XN )| dθ
2π 0
= h2 X−N − h2 (2pn − p2n XN ) , 1
vemos que h X−N está en la clausura clos1 [h P+ ] de h P+ en L1 (T). Como existe una
2 2 2
función unimodular ϕ tal que f = ϕh2 , vemos que la función X−N f = ϕ(X−N h2 ) está en
ϕ clos1 [h2 P+ ] = clos1 [f P+ ] ⊂ H 1 , para N > 0. Esto implicaRque f ≡ 0, lo que es una
1 2π
contradicción (ya que, si X−N f estuviera en H 1 , entonces 2π 0
f X−N +1 dθ = 0 y, por
Corolario 2.33, f = 0 ). Por lo tanto, clos[hP+ ] es simplemente invariante y la prueba está
completa.
Demostración. Si g es una función externa tal que |g| = (|f |)1/2 entonces existe una
sucesión de polinomios trigonométricos analíticos {pn }∞
n=1 tal que:
Así tenemos:
2
f pn − f p2m ≤ ||f (pn − pm )pn || + ||f (pn − pm )pm ||
1 1 1
vemos que ϕg 2 = f (porque p2n g 2 tiende a 1 con ||.||2 ). Dado que |g 2 | = |f | ctp, vemos
que |ϕ| = 1 ctp, y por lo tanto las funciones g1 = ϕg y g2 = g están en H 2 y satisfacen
f = g1 g2 y |g1 | = |g2 | = (|f |)1/2 .
26 2 Espacios de Hardy
pues:
||f − pn qn ||1 ≤ ||g1 g2 − g1 qn ||1 + ||g1 qn − pn qn ||1 ≤ ||g1 ||2 ||g2 − qn ||2 + ||qn ||2 ||g1 − pn ||2 .
Con éste corolario podemos determinar el dual del espacio H 1 . Antes de hacerlo,
definamos un subespacio cerrado de H p .
está bien definida en C(T)/A y, por lo tanto, define un elemento de (C(T)/A)∗ . Además
la función Ψ(ϕ) = Φ0 es claramente un homomorfismo contractivo de H01 en (C(T)/A)∗ .
Por otro lado, si Φ0 es un funcional lineal acotado en C(T)/A, entonces la composición
Φ0 ◦ π donde π es el homomorfismo natural de C(T) en C(T)/A, define un elemento v de
C(T)∗ = M (T) tal que:
Z
Φ0 (f + A) = Φ(f ) = f dv, para f ∈ C(T) y kvk = kΦ0 k.
T
R
Dado que ésto implica, en particular, que T g dv = 0 para g ∈ A, se sigue del Teorema
de F. y M. Riesz (2.46) que existe una función ϕ en H01 tal que:
Z 2π
1
Φ0 (f + A) = f ϕ dθ, para f ∈ C(T) y kϕk1 = kvk = kΦ0 k.
2π 0
Por lo tanto, la función Ψ es un isomorfismo isométrico de H01 sobre (C(T)/A)∗ .
y
ψ1 ϕ1 + ψ2 ϕ2 = (ψ1 ϕ2 + ψ2 ϕ1 )(ϕ1 ϕ2 )
Queda cerrado con la suma, asociativo y conmutativo. Dado que L es un espacio
lineal y las funciones simples son densas en L∞ para concluir que L es denso en L∞ (T)
es suficiente mostrar que las funciones características están en clos∞ [L].
Sea E un subconjunto medible de T y sea f una función en H 2 tal que:
1
2 , si eit ∈ E,
it
|f (e )| =
2, si eit ∈ / E.
La existencia de tal función se deriva del Corolario 2.58. Además, como f está acotada,
está en H ∞ , y en consecuencia también está 1 + f n , para n > 0. Si 1 + f n = ϕn gn es
una factorización dada por la Proposición 2.53 donde ϕn es una función interna y gn es
una función externa, entonces |gn | = |1 + f n | ≥ 21 y, por lo tanto, 1/gn está en H ∞ (por
n = (1/gn ) ϕn está en L y, dado que si e
1 iθ
Proposición 2.52). Luego, la función 1+f ∈ E,
2 n 1
fn = 2n +1 , y si no está en E, fn = 1+2n , se tiene que:
Luego, vemos que IE está en clos∞ [L]. Así, L es denso en L∞ (T) según nuestras obser-
vaciones anteriores.
Demostración. Si u es una función a valores reales en L∞ (T), entonces existe una función
invertible ϕ en H ∞ , por la Proposición 2.52 y el Corolario 2.58, tal que |ϕ| = eu . Como
L1 y L2 son positivos; tenemos:
y
Φ 1 = L2 1 ≤ L2 1 = L2 (e−u ).
ϕ ϕ |ϕ|
Multiplicando obtenemos:
1
1 = |Φ(ϕ)| Φ( ) ≤ L1 (eu )L2 (e−u )
ϕ
2.3 El espacio ideal maximal de H ∞ 29
y por lo tanto, la función ψ(t) = L1 (etu )L2 (e−tu ), definida para t ∈ R, tiene un mínimo
absoluto en t = 0, ya que ahí vale 1. Dado que ψ es una función diferenciable de t, por
linealidad y continuidad de L1 y L2 obtenemos:
Observación 2.69. Notar que el espacio ideal maximal para U contiene el espacio ideal
maximal para L∞ (T).
Demostración. Dado que el span lineal H ∞ + C(T) es cerrado (por lo observado en 2.65),
tenemos:
H ∞ + C(T) = clos∞ [H ∞ + P].
Por último, como:
H ∞ + P = ψXn : ψ ∈ H ∞ ; n ≥ 0 ,
{m ∈ M∞ : |ϕ̂(m)| = 1, para ϕ ∈ Σ} .
{ψϕ : ψ ∈ H ∞ , ϕ ∈ Σ}
{m ∈ M∞ : |ϕ̂(m)| = 1 , ϕ ∈ Σ} .
Demostración. Por el Teorema 2.68, se deduce que el espacio ideal maximal de U se puede
identificar con un subconjunto MU de M ∞ . Si el cero en D no está en MU , entonces X1 es
invertible en U (X̂1 6= 0) y, por lo tanto, C(T) está contenido en U, de donde se sigue el
resultado. Entonces, supongamos que el cero en D está en MU . Como 0 ∈ M consideremos
primero la transformada de Gelfand en H ∞ , la podemos extender a MU usando el η de
antes, que es una extensión positiva, por lo que:
ϕ̂(0) = η(0)(ϕ).
Si tomamos η(0) la extensión de la evaluación en cero, podemos considerarla como:
Z 2π
1
η(ϕ) = ϕ dt.
2π 0
R 2π
Se sigue que ϕ̂(0) = 2π1
0
ϕdt. Si ϕ está contenido en U pero no en H ∞ , entonces
1
R 2π
2π 0
ϕdt 6= 0, para algún n > 0 y, por lo tanto,
∞
X
∞
Demostración. Si θ está en H , entonces ϕθ(z)
c = ϕ̂(z)θ̂(z) = 0. Si θϕ = an Xn es la
n=0
expansión ortonormal de θϕ vista como un elemento de H 2 , entonces:
∞
X
an z n = θϕ(z)
c = 0,
n=0
Luego, tenemos:
2π Z ∞
X1 ϕ X1 ϕ
Z
1 1 ϕXk−1
Xk dθ = Xk , = dt
2π 0 1 − zX1 1 − zX1 2π 0 1 − zX1
2.3 El espacio ideal maximal de H ∞ 33
1
= Xk−1 ϕ, = 0, para k = 1, 2, 3, . . . ,
1 − zX1
X1 ϕ
y por lo tanto, la función: está en H ∞ .
(1−zX1 )
X1 ϕ
Luego, si ψ = (1−zX1 )
, obtenemos (X1 − z)ψ = ϕ.
Corolario 2.77. El espacio ideal maximal de H ∞ + C(T) puede ser identificado con
M∞ \ D.
Queda por mostrar que este último conjunto es M∞ \D. Sea m ∈ M∞ tal que |X̂1 (m)| <
1 y sea X̂1 (m) = z. Si ϕ está en H ∞ , entonces ϕ − ϕ̂(z) · 1 se anula en z y, por lo tanto, por
el Lema anterior (2.76) tenemos ϕ − ϕ̂(z) · 1 = (X1 − z) ψ, para algún ψ en H ∞ . Luego,
evaluando en m, tenemos:
Nos preguntamos: ¿cuándo las funciones en H ∞ + C(T) son invertibles?. Desde este
punto de vista, el resultado anterior parece algo desafortunado ya que la única porción
del espacio ideal maximal de H ∞ sobre el que tenemos algún control, es decir D, ha des-
aparecido. Demostraremos, sin embargo, que la cuestión de la invertibilidad de funciones
en H ∞ + C(T) se puede responder considerando la extensión armónica de la función en
D. Nuestra motivación para introducir la extensión armónica es bastante diferente de la
considerada clásicamente. Comenzamos determinando una representación más explícita
para ϕ̂ en D.
Lema 2.78. Si z = reiθ está en D y ϕ en L∞ (T), entonces:
∞ Z 2π
X
|n| inθ 1
ϕ̂(z) = an r e = ϕ(eit )kr (θ − t) dt,
n=−∞
2π 0
donde:
1 − r2
kr (t) =
1 − 2rcos(t) + r2
es el núcleo de Poisson y: Z 2π
1
an = ϕX−n dt.
2π 0
Más aún: kϕ̂k∞ ≤ kϕk∞ .
34 2 Espacios de Hardy
se sigue que: Z 2π
1
kkr k1 = kr (t) dt = 1.
2π 0
Por lo tanto tenemos:
2π
Z
1 it
2π ϕ(e )kr (θ − t) dt ≤ kϕk∞ kkr k1 = kϕk∞ .
0
∞
X
Por último, como ϕ̂(z) = an r|n| einθ , donde z = reiθ para ϕ en H ∞ , se deduce que esto
n=−∞
define una extensión positiva de la evaluación en z. Por el Teorema de Gleason-Whitney
(2.67), la extensión es única, y esto completa la demostración.
n X∞
X
|k−n| k+n 1 n
X ϕ (z) − X̂ (z)ϕ̂(z) ≤ |r − r | |a | + − r a X
k k .
\
−n −n k n
r
k=0 k=n+1 ∞
Luego, si |1 − r| < δ, entonces | X
\−n ϕ (z) − X̂−n (z)ϕ̂(z)| < 3 .
Se podría haber dado una demostración abstracta para el Lema anterior, donde el
conjunto compacto K se reemplaza por el conjunto z ∈ D : |X̂1 (z)| ≤ 1 − δ . Además,
un resultado similar es válido para las álgebras UΣ y se puede utilizar para establecer un
criterio de invertibilidad para funciones en UΣ en términos de su extensión armónica en
D.
Demostración. Usando el Lema anterior para > 0, existe δ > 0 tal que, para 1 − δ <
r < 1, tenemos:
1
b
ϕ̂(reit ) (reit ) − 1 <
ϕ
de donde la implicación sale directo si es suficientemente pequeño.
Inversamente, sea ϕ una función en H ∞ + C(T) tal que:
3
k(X−N ψ)−1 k <
2
∞
y, por lo tanto, ϕ es invertible en H + C(T) por la Proposición 2.13.
Concluímos esta sección mostrando que la extensión armónica de una función continua
en T resuelve el problema de Dirichlet clásico.
3. Operadores de Toeplitz
A pesar de un esfuerzo considerable hay pocas clases de operadores en Hilbert que uno
pueda declarar que se entiendan completamente. Excepto por el operador autoadjunto y
algunos otros ejemplos se sabe muy poco acerca de ellos. De hecho, en la mayoría de los
casos incluso las preguntas no son claras. En esta sección veremos una clase de operadores
de los cuales se sabe mucho y aún queda más por saber. Estos son los operadores más
estudiados y más conocidos en el espacio Hardy – Hilbert: los operadores T oeplitz. Los
shifts unilaterales son ejemplos simples de operadores de T oeplitz; de manera más gene-
ral, los operadores de T oeplitz son aquellos operadores cuyas matrices con respecto a la
base estándar de H2 tienen diagonales constantes. Veremos resultados interesantes sobre
espectros y otros aspectos de estos operadores.
3.1. Preliminares
Veamos primero estas definiciones y resultados que nos serán muy útiles.
para:
∞
X ∞
X
n
f (z) = an z y g(z) = bn z n .
n=0 n=0
∞
X
La norma del vector f (z) = an z n es:
n=0
∞
!1/2
X
kf k = |an |2 .
n=0
Definición 3.2. El espacio H∞ consta de todas las funciones que son analíticas y acotadas
en el disco unitario abierto. Las operaciones vectoriales son la habitual suma puntual de
funciones y multiplicación por escalares complejos. La norma de una función f en H∞
está definida por kf k∞ = sup {|f (z)| : z ∈ D}.
Como la convergencia en la norma en H∞ implica una convergencia uniforme en el
disco, se ve fácilmente que H∞ es un espacio de Banach.
38 3 Operadores de Toeplitz
Observemos que para φ ∈ L∞ la desigualdad |φ(eiθ )| ≤ kφk∞ se mantiene para casi todo
θ.
Las siguientes propiedades de los espectros son muy elementales y muy conocidas.
σ(A∗ ) = λ : λ ∈ σ(A) .
3.1 Preliminares 39
vii) El número λ está en Π(A), si y sólo si, A − λ no está acotado por debajo, es decir,
no hay una constante c > 0 tal que k(A − λ)f k ≥ ckf k, para todo f en H.
Además, A − λ está acotado por debajo, si y sólo si, A − λ es inyectivo y el rango
de A − λ es cerrado. En particular, Π0 (A) ⊂ Π(A) y Π(A) ⊂ σ(A).
Teorema 3.9. Para todo operador lineal acotado A, σ(A) = Π(A) ∪ Γ(A).
Teorema 3.12. Para todo operador A, σ(A) ⊂ W (A) (es decir, la clausura del rango
numérico).
40 3 Operadores de Toeplitz
0 = h(A − λ)g, gi
= hAg, gi − λhg, gi
= hAg, gi − λ.
Luego, hAg, gi = λ; es decir, λ ∈ W (A), y esto concluye nuestra prueba.
Demostración. La prueba completa puede verse en el libro [2] (páginas 13, 14 y 15).
Teorema 3.14. Si A es normal, entonces W (A) (la clausura del rango numérico de A)
es la cáscara convexa de σ(A).
Demostración. Por el Teorema 3.13, podemos suponer que A es una multiplicación por
una función φ en L∞ (X, dµ), actuando sobre un espacio L2 (X, dµ) para algún subconjunto
medible X del plano complejo y alguna medida dµ en él.
Sabemos que σ(A) ⊂ W (A) por el Teorema 3.12, y según el Teorema de Toeplitz-
Hausdorff ( 3.11), se deduce que la cáscara convexa de σ(A) también está contenida en
W (A).
Para probar la otra inclusión, basta con demostrar que todo semiplano cerrado en C
que contiene σ(A) también contiene W (A). Por rotación y traslación, supongamos que
σ(A) está contenido en el plano de la derecha Re(z) ≥ 0. Sólo necesitamos mostrar que
W (A) está contenido en este semiplano.
3.1 Preliminares 41
Luego, Re(hAf, f i) ≥ 0.
Mφ : φ ∈ L∞ .
∞
Demostración. Recordemos que W = ∞M eiθ . Si φ ∈ L , entonces claramente Mφ conmuta
con Meiθ y, por lo tanto, Mφ : φ ∈ L esta contenido en el conmutador.
Inversamente, supongamos ahora que A está en el conmutador de W y definimos
φ = AX0 . Claramente φ ∈ L2 . Luego, debemos demostrar que φ ∈ L∞ y que A = Mφ .
Como A conmuta con W n para todo número natural n, tenemos que:
kAIn k2 = kφIn k2
Z
1
= |φ(eiθ )|2 dθ
2π En
≥ n2 m(En ).
Además: Z
2 1
kIn k = dθ
2π En
= m(En ).
Luego, kAIn k2 ≥ n2 kIn k2 . Por lo tanto, si n > kAk, entonces kIn k = 0. Luego, m(En ) = 0,
y entonces, φ ∈ L∞ .
3.2 Matrices 43
3.2. Matrices
Cada operador lineal acotado en un espacio de Hilbert tiene una representación ma-
tricial con respecto a cada base ortonormal del espacio.
Definición 3.17. Si A es un operador lineal acotado en un espacio de Hilbert H y Xn n∈I
es una base ortonormal para H, entonces la matriz de A con respecto a la base dada es la
matriz cuya entrada en la posición (m, n), para m, n ∈ I, es (AXn , Xm ).
.. .. ..
. . .
.
.. φ0 φ−1 φ−2
.
..
φ1 φ0 φ−1 φ−2
φ2 φ1 φ0 φ−1 φ−2
..
.
φ2 φ1 φ0 φ−1
..
φ2 φ1 φ0 .
.. .. ..
. . .
Así las matrices que representan operadores de multiplicación con respecto a la base
estándar para L2 , son matrices doblemente infinitas cuyas diagonales son constantes. Cada
una de estas matrices es un ejemplo de una matriz de Toeplitz.
Definición 3.19. Una matriz finita o una matriz doblemente infinita (es decir, una matriz
con entradas en las posiciones (m, n), para m y n enteros), o una matriz simple infinita (es
decir, una matriz con entradas en las posiciones (m, n), para m y n enteros no negativos),
es llamada matriz de Toeplitz si sus entradas son constantes a lo largo de cada diagonal.
Es decir, la matriz (am,n ) es de Toeplitz si am1 ,n1 = am2 ,n2 , siempre que m1 −n1 = m2 −n2 .
Veremos que las matrices de Toeplitz doblemente infinitas son mas simples que las
infinitas. El Teorema 3.18 muestra que las matrices de los operadores de multiplicación
en L2 son matrices de Toeplitz doblemente infinitas; lo contrario también vale!.
Teorema 3.20. Un operador lineal acotado en L2 es una multiplicación por una función
en L∞ , si y sólo si, su matriz con respecto a la base estándar en L2 es una matriz de
Toeplitz.
Ahora, los espectros y los espectros de puntos aproximados de las matrices de Toeplitz
en L2 son fáciles de calcular. Necesitaremos la siguiente definición.
Demostración. Primero probaremos que ess ran φ ⊂ Π(Mφ ), y luego probaremos que
σ(Mφ ) ⊂ ess ran φ. Estas dos inclusiones juntas, implican el teorema.
Entonces, sea λ ∈ ess ran φ. Para cada natural n, definimos:
iθ iθ 1
En = e : |φ(e ) − λ| < ,
n
1
≤ m(En ).
n2
Además: Z 2π
2 1
kIn k = |In (eiθ )|2 dθ
2π 0
= m(En ) 6= 0.
Así, si definimos fn = In/kInk, entonces {fn } es una sucesión de vectores unitarios tal
que:
1
k(Mφ − λ)fn k ≤ .
n
Luego, λ ∈ Π(Mφ ).
Ahora supongamos que λ ∈ / ess ran φ. Entonces existe > 0, tal que:
Esto significa que la función 1/(φ − λ) está definida en ctp y, de hecho, 1/|φ − λ| ≤ 1/
en ctp. Por lo tanto, 1/(φ − λ) ∈ L∞ . Pero entonces el operador M 1 está acotado y es
φ−λ
claramente el inverso de Mφ − λ. Luego, λ ∈ / σ(Mφ ).
46 3 Operadores de Toeplitz
inθ ∞ 3.24.2 La matriz del operador de Toeplitz con símbolo φ con respecto a la base
Teorema
e n=0
de H es:
φ0 φ−1 φ−2 φ−3
φ1 φ0 φ−1 φ−2 . . .
.
Tφ = φ2 φ1 φ0 φ−1 . . ,
φ ...
3 φ 2 φ 1 φ 0
.. .. .. ..
. . . .
donde φk es el k-ésimo coeficiente de Fourier de φ.
entonces:
φ0 φ−1 φ−2 φ−3
φ1 ...
φ0 φ−1 φ−2
..
Tφ = φ2
φ1 φ0 φ−1 . .
φ ...
3 φ2 φ1 φ0
.. .. .. ..
. . . .
3.3 Propiedades básicas 47
Teorema 3.26. El conmutador del shift unilateral que actúa sobre H 2 es:
{Tφ : φ ∈ H ∞ } .
Luego, tenemos (por linealidad) que Ap = φp, para todo polinomio p ∈ H 2 . Para una
función cualquiera f ∈ H 2 , elegimos una sucesión de polinomios {pn } tal que esta tienda a
f en H 2 . Luego, por continuidad
y como Apn = φpn , tenemos que {φpn } → Af . Además,
existe una subsucesión pnj que converge en ctp a f (ya que cada sucesión que converge
en L2 tiene una subsucesión que converge en ctp). Por lo tanto, φpnj → φf en ctp.
Luego, Af = φf en ctp.
Queda por demostrar que φ está esencialmente acotada. Si A = 0, el resultado es
trivial, por lo que asumiremos que kAk = 6 0. Definimos la funcion medible ψ como ψ =
φ/kAk. Notar que ψ está en H . Entonces, para toda f ∈ H 2 :
2
φf Af
ψf = = .
kAk kAk
E = eiθ : |ψ(eiθ )| ≥ 1 +
48 3 Operadores de Toeplitz
= (1 + )n m(E).
Por lo tanto, si kψ n k ≤ 1, para todo n ∈ N, entonces |ψ(eiθ )| ≤ 1 en ctp. Luego ψ, y
también φ, están en L∞ .
Demostración. En el Teorema 3.24 ya vimos que todo operador de Toeplitz tiene una
matriz de Toeplitz.
Para probar lo contrario, supongamos que A es un operador acotado en H 2 cuya matriz
con respecto a la base estándar es una matriz de Toeplitz. Sea P la proyección ortogonal
de L2 sobre H 2 . Está claro que AP es un operador acotado en L2 .
Para cada número natural n, definimos el operador An en L2 por:
An = W ∗n AP W n .
Pero para n suficientemente grande (de hecho, para n ≥ −s), esta expresión es igual a
hAXs+n , Xt+n i que, por hipótesis, es constante con respecto a n, para n ≥ −s. Por li-
nealidad, se deduce que, para cada par (p, q) de polinomios trigonométricos, hAn p, qi es
constante para n suficientemente grande. Ahora definimos la forma bilineal Ψ en polino-
mios trigonométricos por:
Ψ(p, q) = lı́m hAn p, qi.
n→∞
Como |Ψ(p, q)| ≤ kAk kpk kqk, para todo p y q, Ψ(p, q) es una forma bilineal acotada en el
subconjunto de L2 que consta de polinomios trigonométricos. Por lo tanto, Ψ se extiende
a una forma bilineal acotada en L2 y hay un operador lineal acotado A0 en L2 tal que
Ψ(f, g) = hA0 f, gi, para toda f y g en L2 . Luego resulta que:
para toda f y g en L2 .
Para terminar la demostración, mostraremos que A0 es un operador de multiplicación
y que la restricción de P A0 a H 2 es A.
Observar que:
hW ∗ An W f, gi = hAn+1 f, gi,
y además:
hW ∗ An W f, gi = hAn W f, W gi.
Tomando límites cuando n se acerca al infinito tenemos:
Dado que, como mostramos más arriba, hAn Xs , Xt i = hAXs+n , Xt+n i, para n suficiente-
mente grande, y dado que hAXs+n , Xt+n i = hAXs , Xt i, porque A es una matriz de Toeplitz,
resulta que:
hP Mφ Xs , Xt i = hAXs , Xt i.
Por lo tanto, A es la restricción de P Mφ a H 2 , que es Tφ .
El shift unilateral U es el operador de Toeplitz Teiθ . Una consecuencia fácil del teorema
anterior es una caracterización alternativa útil de los operadores de Toeplitz.
hU ∗ T U Xn , Xm i = hT U Xn , U Xm i = hT Xn+1 , Xm+1 i.
hT Xn+k , Xm+k ) = hT Xn , Xm ),
para todos los números naturales k, por lo que T tiene una matriz de Toeplitz y, por lo
tanto, es un operador de Toeplitz (por el Teorema 3.27).
Teorema 3.29. El mapeo φ 7→ Tφ es un mapeo inyectivo, acotado, lineal, y tal que Tφ∗ =
Tφ (preservador de adjuntos), de L∞ al espacio de los operadores de Toeplitz considerados
como un subespacio del álgebra de operadores lineales acotados en H 2 .
Por otro lado, si Tφ y Tψ son iguales, si comparamos sus matrices, φ y ψ tienen los
mismos coeficientes de Fourier. Por lo tanto, el mapeo es inyectivo.
Por último veamos que el mapeo preserva adjuntos. Siendo f, g ∈ H 2 , tenemos:
hTφ∗ f, gi = hf, Tφ gi
= hf, P Mφ gi
= hf, φgi
Z 2π
1
= f (eiθ )φ(eiθ )g(eiθ ) dθ
2π 0
Z 2π
1
= φ(eiθ )f (eiθ )g(eiθ ) dθ
2π 0
= hφf, gi
= hP Mφ f, gi
= hTφ f, gi.
3.3 Propiedades básicas 51
Más adelante (en el Corolario 3.37) mostraremos que el mapeo anterior es una isome-
tría, es decir, que kTφ k = kφk∞ .
Aunque la suma de dos operadores de Toeplitz es obviamente un operador de Toe-
plitz (como se desprende inmediatamente de la definición de los operadores de Toeplitz
o, igualmente fácil, de la caracterización de matrices de Toeplitz), el resultado correspon-
diente para los productos rara vez se cumple. Un caso en el que se cumple es cuando φ
está en H ∞ . En ese caso, Tφ es simplemente la restricción de Mφ a H 2 , entonces Tψ Tφ es
obviamente igual a Tψφ , para toda ψ ∈ L∞ .
El siguiente lema será útil en varios contextos. Antes, una notación y un resultado que
usaremos.
ii) kf ⊗ gk = kf kkgk.
Tomando el supremo sobre todo h con khk = 1, da kf ⊗gk ≤ kf k kgk. Para la desigualdad
inversa, observemos que para g distinto de cero:
(f ⊗ g) g g
=
= kgk kf k.
, g f
kgk kgk
Luego, kf ⊗ gk ≥ kf k kgk.
iii) Sean A y B operadores acotados. Si h ∈ H, entonces:
= A(hBh, gif )
= hBh, giAf
= hh, B ∗ giAf
= ((Af ) ⊗ (B ∗ g))(h).
= hh, g1 icf2
= hh, cg1 if2
= (f2 ⊗ (cg1 ))(h)
= (f2 ⊗ g2 )(h).
Por lo tanto, los operadores de rango uno son iguales.
U ∗ Tψ Tφ U = U ∗ Tψ (U U ∗ + X0 ⊗ X0 )Tφ U
= U ∗ Tψ U U ∗ Tφ U + U ∗ Tψ (X0 ⊗ X0 )Tφ U
= Tψ Tφ + U ∗ Tψ X0 ⊗ X0 Tφ U (por Corolario 3.28).
Pero:
U ∗ Tψ (X0 ⊗ X0 )Tφ U = (U ∗ Tψ X0 ) ⊗ (U ∗ Tφ X0 ) (por T eorema 3.31).
3.3 Propiedades básicas 53
Notemos que:
U ∗ Tψ X0 = (Tψ U )∗ X0
= (Teiθ ψ )∗ X0
= Te−iθ ψ X0
= P (e−iθ ψ).
Una cuenta similar aplicada a U ∗ Tφ X0 nos da P (e−iθ φ).
= Tφ Tψ
= Tφ ψ (ya que Tψ es analitico).
Por lo tanto:
Tψ Tφ = (Tφ ψ )∗ = Tψφ .
Para probar la ida, supongamos que Tψ Tφ es un operador de Toeplitz. Por el Lema
3.32:
U ∗ Tψ Tφ U − Tψ Tφ = P (e−iθ ψ) ⊗ P (e−iθ φ).
La suposición de que Tψ Tφ es Toeplitz, implica que
U ∗ Tψ Tφ U = Tψ Tφ
P (e−iθ ψ) ⊗ P (e−iθ φ) = 0.
Demostración. La prueba sale inmediatamente del hecho de que Tφ = Tφ∗ , si y sólo si,
φ = φ.
3.4 Estructura espectral 55
Al eliminar una ”cola” de norma pequeña y renormalizar, para cada n hay una gn de norma
1 que tiene solo un número finito de coeficientes de Fourier distintos de cero correspon-
dientes a índices negativos, y satisface kfn − gn k ≤ n1 . De ello se deduce inmediatamente
que:
{k(Mφ − λ)gn k} −−−→ 0.
n→∞
kMφ2 k2 = k(Mφ2 )∗ Mφ2 k = k(Mφ Mφ∗ )∗ (Mφ Mφ∗ )k = kMφ Mφ∗ k2 = (kMφ k2 )2 .
Por Teorema 3.36, tenemos que r(Mφ ) ≤ r(Tφ ). El radio espectral de cada operador
es como mucho su norma (por Teorema 3.7), entonces r(Tφ ) ≤ kTφ k. Luego:
Corolario 3.40. Para toda φ en L∞ , ess ran φ está contenido en σ(Tφ ), y σ(Tφ ) está
contenido en la cáscara convexa cerrada de ess ran φ. En particular, si ess ran φ es
convexo, entonces σ(Tφ ) = ess ran φ.
para toda f ∈ H2 . Esto implica que el operador Tφ − λ no es suryectivo (ya que todas las
funciones en su rango tienen un cero en z0 ). Luego, Tφ − λ no puede ser invertible, y esto
prueba que:
φ(D) ⊂ σ(Tφ ),
lo que implica que clos[φ(D)] ⊂ σ(Tφ ).
Inversamente, asumimos que λ ∈ / clos[φ(D)] y definimos δ = d(λ, clos[φ(D)]) (donde d
es la distancia). Luego, δ > 0. Como |φ(z)−λ| ≥ δ, para todo z ∈ D, entonces 1/(φ(z)−λ)
es analítico y acotado por 1/δ en D. Por lo tanto, tenemos que:
(Tφ − λ)−1 = T 1 ,
φ−λ
y así, λ ∈
/ σ(Tφ ).
Tφ∗ g = P (φg) = 0.
φgf = φ f g,
entonces φgf y su conjugado tienen coeficientes de Fourier distintos de cero, como máximo,
en las posiciones {1, 2, 3, . . .}. Por lo tanto, φgf es la función constante cero.
Como f 6= 0, el Teorema de F. y M. Riesz 2.43 implica que el conjunto en el que f
desaparece tiene medida 0. Por lo tanto, φg = 0 en ctp. Como φ 6= 0, hay un conjunto de
medida positiva en el que g desaparece. Luego, g desaparece en un conjunto de medida
positiva y, por lo tanto, es 0 (de nuevo por el Teorema de F. y M. Riesz 2.43).
Demostración. Está claro que el intervalo {t : ess inf φ ≤ t ≤ ess sup φ} es la cáscara
convexa cerrada del rango esencial de φ, por lo que contiene a σ(Tφ ) (según el Teorema
3.12).
Para la otra inclusión, observamos que, dado que ess ran φ ⊂ σ(Tφ ) (por Teorema de
inclusión espectral 3.36), y dado que ess ran φ contiene a ess inf φ y a ess sup φ (porque
ess ran φ es cerrado), tanto ess inf φ como ess sup φ están en σ(Tφ ).
Ahora tomamos λ en el intervalo abierto (ess inf φ, ess sup φ); probaremos que Tφ −λ
no es invertible. De hecho, probaremos que Tφ − λ no es suryectivo al mostrar que no hay
f ∈ H 2 que satisfaga (Tφ − λ)f = 1. Supongamos que existiera tal f . Entonces:
P ((φ − λ)f ) = 1,
o, equivalentemente:
P ((φ − λ)f − 1) = 0.
Luego, (φ − λ)f − 1 está en L2 H 2 . Pero entonces:
(φ − λ)f − 1 ∈ H 2 .
3.4 Estructura espectral 61
(φ − λ)f − 1 ∈ H 2 ,
y por lo tanto:
(φ − λ)f ∈ H 2 .
Como f ∈ H 2 , entonces f Xn está en L2 H2 , para n = −1, −2, . . . (donde Xn es la función
Xn (z) = z n ). Luego tenemos:
0 = h(φ − λ)f , f Xn i
Z 2π
1
= (φ(eiθ ) − λ)f (eiθ ) f (eiθ )einθ dθ.
2π 0
Esto se puede simplificar y nos queda:
Z 2π
1 2
0= (φ(eiθ ) − λ) |f (eiθ )| e−inθ dθ, para n = −1, −2, . . . .
2π 0
Tomando conjugados, obtenemos:
Z 2π
1 2
0= (φ(eiθ ) − λ) |f (eiθ )| einθ dθ, para n = −1, −2, . . . .
2π 0
Luego: Z 2π
1 2
0= (φ(eiθ ) − λ) |f (eiθ )| einθ dθ, para n = ±1, ±2, . . . .
2π 0
De esto se deduce que la función (φ − λ) |f |2 debe ser una constante (real) c, ya que
todos sus coeficientes de Fourier, excepto posiblemente el cero, son 0. Notar que, como
P (φ − λ)f = 1, tenemos (φ − λ)f 6= 0. Por tanto, c no puede ser 0 (f 6= 0 en ctp, según
el Teorema de F. y M. Riesz 2.43).
Entonces (φ − λ) |f |2 es una constante distinta de 0. Pero esto es imposible. De hecho,
dado que λ ∈ (ess inf φ, ess sup φ), tenemos φ(eiθ ) − λ > 0, para eiθ en un conjunto
de medida positiva, y también φ(eiθ ) − λ < 0 en un conjunto de medida positiva. Por lo
tanto, (φ − λ) |f |2 toma valores positivos y negativos en (diferentes) conjuntos de medidas
positivas. Pero eso no puede ocurrir, ya que (φ − λ) |f |2 es una constante distinta de 0.
Luego, esta contradicción prueba que el Teorema vale.
Definición 3.49. Sea γ una función continua de valores complejos en T (es decir, γ es
una curva cerrada) y sea a un punto que no está en el rango de γ. El índice del punto a
con respecto a γ (también llamado número winding de γ sobre a) se define como:
Z
1 1
Inda γ = dz.
2πi γ z − a
62 3 Operadores de Toeplitz
Necesitamos el siguiente lema fundamental sobre la relación entre el índice del pro-
ducto de dos curvas y los índices de los factores.
Lema 3.50. Sean β y γ funciones continuas en T, ninguna de las cuales toma el valor
cero. Entonces:
Ind0 (βγ) = Ind0 β + Ind0 γ.
σ(Tφ ) = ran φ ∪ {a ∈ C : a ∈
/ ran φ y Inda (φ) 6= 0} ,
Demostración. Notemos que ess ran φ = ran φ para funciones continuas φ. Por lo tanto,
se deduce del Teorema de inclusión espectral 3.36, que ran φ ⊂ σ(Tφ ).
Por lo tanto, solo necesitamos mostrar que, para a que no esté en ran φ, Tφ − a es
invertible, si y sólo si, Inda φ = 0.
Como a ∈ / ran φ, si y sólo si, 0 ∈
/ ran (φ − a), Tφ − a = Tφ−a , y Inda φ = Ind0 (φ − a),
podemos suponer que a = 0. Ahora asumimos que φ(eiθ ) 6= 0, para todo θ. En este caso
debemos demostrar que Tφ es invertible, si y sólo si, Ind0 φ = 0.
Como φ es continuo, existe un δ > 0 tal que |φ(eiθ )| > δ, para todo θ. Elejimos un
polinomio trigonométrico p tal que |p(eiθ ) − φ(eiθ )| < δ/3, para todo θ (es un hecho
elemental muy conocido que los polinomios trigonométricos son uniformemente densos en
el espacio de funciones continuas del círculo). Es fácil ver que |p(eiθ )| > 2δ/3, para todo
θ. Por lo tanto, podemos definir una función continua ψ, por ψ = (φ − p)/p, de modo que:
φ = p(1 + ψ).
Por lo tanto, basta con mostrar que Tφ es invertible, si y sólo si, Ind0 p = 0.
Ahora elejimos n lo suficientemente grande como para que einθ p(eiθ ) no tenga coefi-
cientes de Fourier distintos de cero con índices negativos, es decir, tal que einθ p(eiθ ) es
un polinomio en eiθ . Sea q definido por q(eiθ ) = einθ p(eiθ ), y consideramos el polinomio
q(z) como una función en el plano complejo. Observemos que q(z) no tiene ceros en T, ya
3.4 Estructura espectral 63
que |p(eiθ )| > 2δ/3, para todo θ. Sean los ceros de q(z) distintos de 0 dentro del círculo
T (repetidos según la multiplicidad) los números z1 , z2 , . . . , zk , y sean w1 , w2 , . . . , wl los
ceros de q(z) (repetidos según multiplicidad) fuera del círculo T. Entonces:
k
Y l
Y
m
q(z) = cz (z − zj ) (z − wj ),
j=1 j=1
Tengamos en cuenta que Ind0 (eiθ − wj ) = 0, para cada j, ya que wj está fuera de T.
Además:
Ind0 (1 − zj e−iθ ) = Ind0 (e−iθ (eiθ − zj ))
= Ind0 e−iθ + Ind0 (eiθ − zj )
= −1 + 1
= 0,
iθ
ya que Ind0 (e − zj ) = 1, porque zj está dentro de T.
Por lo tanto, Ind0 p = Ind0 (ei(m−n+k)θ ) = m − n + k. Luego, basta con mostrar que
Tφ es invertible, si y sólo si, m − n + k = 0.
Primero consideramos el caso en que m − n + k ≥ 0. Como φ = p(1 + ψ), podemos
escribir:
k
! l
!
Y Y
φ(eiθ ) = c (1 − zj e−iθ ) (1 + ψ(eiθ )) (eiθ − wj ) ei(m−n+k)θ .
j=1 j=1
Como cada uno de los T1−zj e−iθ es coanalítico, cada uno de los Teiθ −wj es analítico, y
Tei(m−n+k)θ es analítico, entonces podemos factorizar a Tφ como:
k
! l
!
Y Y
Tφ = c T1−zj e−iθ T1+ψ Teiθ −wj Tei(m−n+k)θ ,
j=1 j=1
64 3 Operadores de Toeplitz
1
k1 − T1+ψ k = kTψ k ≤ kψk∞ ≤ < 1.
2
Además, cada Teiθ −wj es invertible (por Teorema 3.41), y cada T1−zj e−iθ es invertible (por
Corolario 3.42). Así, en el caso de m − n + k ≥ 0, Tφ es invertible, si y sólo si, Tei(m−n+k)θ
es invertible. Pero del Teorema 3.41 se deduce que Tei(m−n+k)θ es invertible, si y sólo si,
m − n + k = 0.
Nos quedamos con el caso m − n + k < 0. Debemos demostrar que Tφ no es invertible
en este caso. La factorización de Tφ se puede escribir así:
k
! l
!
Y Y
Tφ = c Te−i(m−n+k)θ T1−zj e−iθ T1+ψ Teiθ −wj ,
j=1 j=1
ya que Te−i(m−n+k)θ es coanalítico en este caso. Como en el caso anterior, se deduce que Tφ
es invertible, si y sólo si, Te−i(m−n+k)θ es invertible. Sin embargo, el Corolario 3.42 implica
que Te−i(m−n+k)θ no es invertible. Esto completa la prueba.
Referencias 65
Referencias
[1] Ronald G. Douglas. Banach Algebra Techniques in Operator Theory, 1972.