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Es un día para reflexionar sobre sobre cómo intervenir en casos de bullying, ciberbullying y

demás formas de violencias.

El acoso escolar ha ampliado su ámbito de actuación. Ya no se restringe al aula, sino que llega
a todos los rincones a través de un celular o una pc. Ante esta situación cabe preguntarse:
¿cuál es el antídoto contra el bullying? La clave está en educar en la empatía.

SE DEBERÍA TENER COMO objetivo prevenir el acoso escolar desde la educación emocional en
las etapas de primaria. En este sentido, la misión de padres y escuela es proteger a los niños y
prevenir estos posibles casos.

Trabaja desde tres aspectos clave de la educación emocional para atajar este acoso:

La autoestima, para que la víctima se empodere y adquiera autoconfianza.

La empatía, practicarla para evitar que los niños se conviertan en acosadores. Aquí entra en
escena también tanto la tolerancia como el respeto. Los padres y madres estamos muy
preocupados por si nuestro hijo es la víctima, pero tenemos que actuar también y saber cómo
proceder si es nuestro hijo el que está acosando a otra persona.

Los espectadores, que tienen que saber reconocer un caso de acoso y posicionarse.

Porque esto es un problema de todos, porque en esto hemos de estar todos juntos, padres,
madres, profesores y la sociedad en su conjunto, porque cuando los profesores están en clase,
no están solo con los niños, están con sus padres, con sus abuelos y con todo su entorno.

No es quien es humillado quien tiene que pensar que está haciendo mal o en qué está
fallando, o que es lo que tiene que cambiar.

Es un problema que todavía permanece silenciado, aunque cada vez va haciéndose más visible.
El acoso escolar, el bullying es una de las principales barreras psicológicas, emocionales,
sociales y educativas en el desarrollo de la personalidad infantil.

Educar niños sin para que no ataquen a otros, que se frene ante el dolor, aquel que está
humillando también está pidiendo y ahí hay que estar atentos también.

“La manifestación del bullying fue cambiando, en la medida en que la sociedad fue cambiando

Uno de los grandes cambios en razón de estas prácticas también se vincula al uso de las redes
sociales: “Las redes lo atraviesan todo”.

“Tengo muchos años de profesión. El bullying siempre existió, pero no de la forma que se da
hoy. Y desde 2019, con dos años de pandemia, también fue en aumento a nivel mundial”,

Tenemos que enseñar y tomar conciencia, tanto los papás como los docentes. Aprender a
trabajar a través de las redes. Todo cambió con la pandemia y esto atraviesa a todas las
instituciones y todos os sistemas de la sociedad. Estamos en proceso de aprender. Y lo primero
que tratamos de enseñar a los chicos es que las redes están instaladas, pero debemos pensar
primero cuál es la intención de subir determinada cosa o incluir determinado comentario”,
sostuvo y marcó que muchas veces ocurre que la intención del mensaje, aunque parezca
bullying, era otra.
“Estamos en proceso de atender. La comunicación es la base, pero lo es la empatía. Por más
que nos parezca una tontera debemos escuchar, ser empáticos, no quedarnos en
preconceptos”, recomendó y postuló: “Primero escuchemos a ese niño o a ese adolescente,
qué es lo que vive, qué siente, y después definamos si es realmente una agresión o una
interpretación, pero luego de escucharlo y tratar de entenderlo para que pueda sentirse
contenido y evitar así otros males”.

Cada vez que un caso de bullying trasciende por su gravedad y tenor -aseguran quienes
trabajar en pos de revertir la problemática- existe en el fondo una marea de hechos
concatenados y naturalizados, que dan cuenta de que en definitiva, se podría haber actuado
mucho antes para evitarlo. Pero además, todo indica que detrás de cada adolescente que sufre
de las diferentes formas de violencia dentro o fuera de la escuela por parte de sus pares, hay
cientos de historias compartidas en las que el denominador común es falta de un abordaje
adecuado e integral que apunte a la prevención.

*La necesidad de establecer espacios reales de reflexión en las escuelas y las familias, de
manera que sea posible detectar a tiempo estas situaciones.

Las políticas actuales en materia de educación no están del todo aceitadas para establecer
herramientas reales en el plano escolar.

Puertas afuera de los establecimientos, la problemática de la violencia obliga a repensar los


mensajes que los adultos transmiten a los/las jóvenes de hoy. "No solamente se trata de
atender a los contenidos y a las materias en si. La educación es un todo y si no se atienden
aspectos fundamentales, tales como los valores, los vínculos, el respeto, la tolerancia para
mejorar el clima escolar, entonces el aprendizaje de contenidos va a seguir muy por detrás"

"Es necesario ver cómo cada escuela trabaja con el tema de la convivencia. En general, lo que
ocurre es que la escuela recién empieza a ver qué es lo que pasa cuando las cosas ya han
pasado. En realidad, la respuesta debe ser multinivel y desde la prevención", indica el
especialista en bullying y destaca que es prioritario que las familias cuenten con espacios de
formación para promover el diálogo dentro del hogar. "El abordaje siempre debe ser integral"

Se busca a través de la conformación de una Alianza Nacional contra el bullying, generar


espacios de reflexión y abordaje del bullying tomando como referencia el espacio escolar, pero
además involucrando a las familias, a las/los jóvenes y a los altos poderes a cargo de diseñar y
aplicar las políticas educativas.

Se busca mediante esta alianza, abrir nuevos caminos para transformar el acoso y la violencia
escolar en acciones positivas. Posibilitar tejer redes para accionar.

En primera instancia, las entidades que integrarán serán seis: el Equipo Antibullying de
Argentina (ABA), Hablemos de Bullying (San Fe), el Observatorio de la Convivencia Escolar de la
Universidad Católica de Cuyo, Vínculo sin Bullying, Comunidad Antibullying Argentina y la ONG
"Si nos reímos, nos reímos todxs". "La Alianza nació de una necesidad conjunta y por iniciativa
de las propias organizaciones

El rechazo, el ninguneo por ejemplo, puede generar un atraso de un año y siete meses de
acuerdo a los datos que logramos analizar", indica Castro Santander. La violencia física, sufrida
a partir de las agresiones provocadas por los/las compañeros/as de la escuela, equivale a
correr el riesgo de perder al menos un año de escuela. Con menor impacto, pero no por ello
menos significativo desde el punto de vista emocional y psicológico para el/la adolescente que
es víctima de bullying, se ubica la violencia verbal. De acuerdo a la investigación realizada por
los especialistas, esto equivale a casi un año de atrasos a la hora de aprender las materias y
pasar de año.

Así, desde hechos que van desde ataques como esconder los útiles, romper las pertenencias
del/la adolescente afectado o dañarlas, hasta situaciones de intimidaciones, calumnias, injurias
y murmuraciones que traigan aparejadas acciones en grupo contra su persona, con una
notable exposición, se suman a la lista de situaciones a poner sobre la mesa para dar paso a la
reflexión. Es que es en esta etapa de hecho, cuando los/las estudiantes están en un proceso de
su desarrollo en el cual la identificación con su grupo de pares es clave.

"El tema de la exclusión reviste una gran importancia en la adolescencia. El hecho de ser
rechazado/a influye de manera directa en el estado de ánimo y con ello puede pasar, que por
ejemplo, el/la estudiante no quiera volver a la escuela porque esto le genera una
sobreexposición", explica Castro Santander.

ALERTAS: se debe estar atento al aislamiento, al cambio de conducta, a la falta de


comunicación y de relaciones. “Cuando el chico comienza de golpe a tener dolor de panza, no
poder dormir, estar chinchudo para ir a la escuela, son indicadores de que algo está pasando”

Generalmente, cuando el chico sufre bullying, tiene poco recurso emocional o no sabe como
defenderse y lo hacen como pueden. Entonces empiezan a somatizar. Entran a la escuela,
empiezan a tener problemas, llaman a los padres, se aíslan, ya no son sociables, no hablan. Son
indicadores sobre los que tenemos que estar alertas como institución, familia y escuela”

Los tipos de agresiones psicológicas son variables, pero uno de los más comunes según señaló
tiene que ver con la integración a los grupos de WhatsApp. “Muchas veces los chicos quedan
afuera de esos grupos y eso es lo que trabajamos. Cuando detecto eso como psicopedagoga, lo
empezamos a trabajar con la preceptora. Averiguamos qué pasa en el grupo, cómo fue, cuál es
la dinámica en ese curso”, comentó.

“Muchas veces, los chicos que agreden o que hacen esta discriminación o marcan esto, son
aquellos que vienen con problemas, que no saben cómo manejarse. Tanto niños de primarias
como de secundarias necesitan pertenecer a grupos de pares, cosa que en la pandemia no
estaba. Pasaron de estar aislados a estar juntos con otros y hay chicos que no estuvieron
nunca con sus pares. En el caso de aquellos que están en tercer año de la secundaria, por
ejemplo, estuvieron juntos un solo año. Casi no se conocen”, comentó.

También sostuvo que quienes atraviesan problemas intrafamiliares lo manifiestan con este
tipo de conductas frente a sus pares.

No es el físico, la orientación sexual, mi nacionalidad, mi religión, etc…..sino es tu dificultad


para hacerte amigos sin humillarme
Se puede contrarrestar el bullying cuando los espectadores sean protagonistas activos, y que el
foco esté puesto en que lo valioso sea la persona empática, la inclusiva, la respetuosa, el
amable.

anto si el niño es víctima como acosador, es importante que el docente le escuche con
atención, busque un lugar propicio para mantener la conversación y trate de dirigirla por un
camino positivo. De igual modo, es fundamental que aprenda a escuchar (no intentando poner
palabras en boca del alumno ni sacando conclusiones precipitadas), y emplee un tono
calmado. Además, debe investigar a fondo el incidente, manteniendo conversaciones
independientes con todos los implicados: el estudiante, la persona acusada y los testigos. Es
fundamental ofrecer apoyo continuo a todos ellos y también pedir ayuda a otros miembros del
centro (trabajador social, psicólogo, director…) para denunciar y gestionar el incidente.

Según la información recopilada, el docente puede definir un plan de acción: si los alumnos
deben hablar para que el acosador se disculpe o celebrar una reunión de mediación, si el
incidente justifica una denuncia… La última fase es realizar un seguimiento para saber si los
estudiantes han resuelto el problema o alguno necesita apoyo.

¿Cómo evitarlo?

Pero una de las iniciativas más importantes para evitar el acoso es prevenirlo. Así, el centro
debe dejar claro a alumnos, padres y docentes que es una situación intolerable y puede tener
consecuencias, así como establecer una serie de normas que los alumnos deben cumplir
(avisar a un adulto si ven un caso de bullying, tratar con respeto a los demás en Internet, no
publicar fotos o vídeos de otras personas con el fin de ridiculizarlas…).

dos de las claves para evitar que se den casos de acoso es que todos los colegios cuenten con
una política de seguridad que incluya medidas de prevención contra el bullying, así como un
programa educativo sobre seguridad en Internet para alumnos, profesores y otros miembros
del personal.

¿Qué se puede hacer en la escuela? Los niños ponen en juego todo lo que aprendieron

Se propone un clima de convivencia en donde la palabra tenga lugar ( es ahí donde aprenden a
estar con otros)

Que haya sanciones reparadoras y de aprendizaje (que tengan un sentido pedagógico que
sume)

Si tu hijo es el hostigado, hay que poder hablar sin que se sienta avergonzado, que te hace
sentir bien y que te hace mal.

Si nos pide que no vayamos a la escuela, no lo podemos traicionar, tratar de que todo se
mantenga en estricta confidencialidad.

Para eso tenemos hacer cosas y pautar por esa persona.

Ofrecer nuestra colaboración, sin pelear con la escuela.

Cada intervención es artesanal, cada caso es diferente.

Intervienen los estudiantes, si hay equipo de orientación o no, las subjetividades ,etc.
Cada escuela deberían poder pensar y hacer acuerdos con las familias cuáles serían las
sanciones reparadoras ante casos de bullying.

Y trabajar con los observadores que no creo que lo pasen bien en un espacio emocional
negativo.

Reflexionar sobre el día mundial del Bullying

El día mundial del Bullying se celebra el 20 de octubre de cada año y es una oportunidad para
generar conciencia sobre los efectos negativos del acoso escolar en la vida de los niños y
jóvenes.

El Bullying y su impacto en la sociedad

El Bullying es una forma de violencia en la que un niño o adolescente es continuamente


hostigado y sometido por otro niño o grupo de niños. Este tipo de violencia deja efectos
devastadores en la salud física y emocional de la víctima, y puede tener consecuencias que se
prolongan en la edad adulta.

¿Cómo podemos prevenir el Bullying?

La prevención del Bullying es tarea de todos. Aquí les dejamos algunos consejos para prevenir
el acoso escolar:

Promover el respeto hacia los demás.Inculcar valores como la tolerancia y la


empatía.Fomentar la comunicación entre padres e hijos.Establecer normas claras para convivir
en el aula.Desarrollar habilidades sociales y emocionales en los niños.Promover el trabajo en
equipo.El papel de la educación en la lucha contra el Bullying

La educación juega un papel fundamental en la lucha contra el Bullying. Es importante que los
niños aprendan sobre los efectos negativos del acoso escolar y cómo prevenirlo.

Para lograrlo, es necesario que los profesores cuenten con herramientas y recursos adecuados
que les permitan abordar este tema de manera efectiva en el aula.

Conclusión

El día mundial del Bullying es una oportunidad para reflexionar sobre el impacto que tiene esta
forma de violencia en la vida de los niños y jóvenes. La prevención del acoso escolar es tarea
de todos, y requiere de la participación activa de padres, educadores y la sociedad en general.
La educación es clave para prevenir el Bullying y generar una cultura de respeto y tolerancia en
la sociedad.
¿Qué se puede hacer en la escuela? Los niños ponen en juego todo lo que aprendieron

Se propone un clima de convivencia en donde la palabra tenga lugar ( es ahí donde aprenden a
estar con otros)

Que haya sanciones reparadoras y de aprendizaje (que tengan un sentido pedagógico que
sume)

Si tu hijo es el hostigado, hay que poder hablar sin que se sienta avergonzado, que te hace
sentir bien y que te hace mal.

Si nos pide que no vayamos a la escuela, no lo podemos traicionar, tratar de que todo se
mantenga en estricta confidencialidad.

Para eso tenemos hacer cosas y pautar por esa persona.

Ofrecer nuestra colaboración, sin pelear con la escuela.

Cada intervención es artesanal, cada caso es diferente.

Intervienen los estudiantes, si hay equipo de orientación o no, las subjetividades ,etc.

Cada escuela deberían poder pensar y hacer acuerdos con las familias cuáles serían las
sanciones reparadoras ante casos de bullying.

Y trabajar con los observadores que no creo que lo pasen bien en un espacio emocional
negativo.

La prevención del bullying, ciberbullying y otras formas de violencia debe ser una prioridad en
la educación emocional de los niños desde la primaria. Los padres y la escuela tienen la
responsabilidad de proteger a los niños y prevenir estas situaciones. La educación emocional
debe trabajar en tres aspectos clave: la autoestima para empoderar a la víctima, la empatía
para evitar que los niños se conviertan en acosadores, y la conciencia de los espectadores para
reconocer un caso de acoso y posicionarse. El bullying es un problema que debe ser abordado
por toda la sociedad, y no solo por los padres y los maestros. El acoso escolar es una de las
principales barreras psicológicas, emocionales, sociales y educativas en el desarrollo de la
personalidad infantil. Es necesario educar a los niños para que no ataquen a otros y para que
se detengan ante el dolor. Las redes sociales han cambiado la forma en que se manifiesta el
acoso escolar. La comunicación y la empatía son la clave para abordar esta problemática. Es
importante establecer espacios de reflexión en las escuelas y las familias para detectar estas
situaciones a tiempo y tomar medidas preventivas. La educación es un todo y la prevención del
acoso escolar es un problema que debe ser abordado por todos.

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