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Judith Izquierdo Mayo

PSP: Andrea Macosay


TABACO

La epidemia de tabaquismo es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha
tenido que afrontar el mundo. Causa más de 8 millones de muertes al año, de las cuales
aproximadamente 1,2 millones se deben a la exposición al humo ajeno (1).
El tabaco es perjudicial en todas sus modalidades y no existe un nivel seguro de exposición
al tabaco. Fumar cigarrillos es la forma de consumir tabaco más extendida en todo el
mundo. Otros productos de tabaco son: el tabaco para pipa de agua o narguile, diferentes
productos de tabaco sin humo, cigarros, puritos, tabaco de liar, tabaco picado, bidis y
kreteks.
Más del 80% de los 1300 millones de personas que consumen tabaco viven en países de
ingresos medianos o bajos, donde la carga de morbimortalidad asociada a este producto es
más alta. El tabaquismo aumenta la pobreza porque los hogares gastan en tabaco un dinero
que podrían dedicar a necesidades básicas como la alimentación y la vivienda.
El consumo de tabaco tiene un costo económico enorme en el que se incluyen los elevados
costos sanitarios de tratar las enfermedades que causa y la pérdida de capital humano
debida a su morbimortalidad

Medidas esenciales para reducir la demanda de tabaco


El humo ajeno
El humo de tabaco ajeno es el humo emitido por el extremo encendido de un cigarrillo o
por otros productos de tabaco para fumar (como bidis y pipas de agua) y el humo exhalado
por el fumador. Se han identificado más de 4000 sustancias químicas en el humo del
tabaco, y no existe un nivel seguro de exposición al humo de tabaco ajeno.
Basándose en pruebas científicas, la Conferencia de las Partes en el Convenio Marco de la
OMS para el Control del Tabaco (CMCT de la OMS) ha llegado a la conclusión de que los
entornos 100% libres de humo son la única forma probada de proteger adecuadamente la
salud de las personas frente a los efectos nocivos del humo de tabaco ajeno. Las leyes de
entornos libres de humo protegen la salud de los no fumadores y son populares, ya que no
perjudican a las empresas y animan a los fumadores a dejar de fumar.
Advertencias sanitarias gráficas
Las advertencias sanitarias con gráficos o imágenes de gran tamaño, junto con el
empaquetado neutro y los mensajes impactantes, pueden convencer a los fumadores de que
deben proteger a los demás no fumando en el interior de las viviendas, fomentan el
cumplimiento de la legislación sobre los espacios sin humo y alientan a más personas a
dejar de consumir tabaco. Los estudios demuestran que las advertencias gráficas aumentan
enormemente la sensibilización de las personas respecto de los daños de consumir tabaco.
Las campañas en los medios de información también pueden reducir la demanda de tabaco
alentando a proteger a los no fumadores y convenciendo a los fumadores de que dejen de
fumar.
Publicidad del tabaco
La prohibición total de la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco puede reducir
su consumo. La prohibición total abarca tanto las formas de promoción directas como las
indirectas.
Las formas directas incluyen la publicidad en televisión, radio, prensa, carteles publicitarios
y plataformas de redes sociales.
Las formas indirectas incluyen el intercambio y extensión de la marca, la distribución
gratuita, los descuentos en los precios, la exposición en los puntos de venta, y los
patrocinios y las actividades promocionales que se presentan como programas de
responsabilidad social de las empresas
Abandonar el tabaquismo
Cuando los consumidores de tabaco se hacen conscientes de los peligros del tabaco, la
mayoría de ellos quieren dejarlo. Sin embargo, la nicotina que contienen los productos de
tabaco es muy adictiva y, sin apoyo para dejar de fumar, solo el 4% de los consumidores
que intentan dejar el tabaco lo logran. El apoyo profesional y una medicación de eficacia
probada pueden duplicar con creces las probabilidades de éxito para abandonar el tabaco.

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