Los primeros relatos extensos conocidos por la humanidad fueron los poemas épicos o

epopeyas. Estos poemas, transmitidos oralmente y en verso, cantaban la gloria de los héroes
que representaban a su pueblo y estaban dispuestos a sacrificar sus vidas por su comunidad.
Los poetas, a menudo anónimos, narraban las gestas de estos héroes, quienes se enfrentaban
a su destino y a fuerzas superiores. El término "épica" proviene del griego "epos", que significa
"palabra". La "Ilíada" y la "Odisea", atribuidas tradicionalmente al poeta griego Homero, son
las epopeyas más importantes de la cultura occidental y se cree que fueron compuestas
alrededor del siglo VIII a.C.

Según el académico inglés Cecil Maurice Bowra, estos son los elementos centrales de toda
epopeya:

1. Poesía centrada en la figura de un héroe: El poema épico exalta las virtudes más valoradas
por una comunidad, como coraje, fuerza, voluntad e ingenio. El héroe, que personifica estas
virtudes, muestra sus capacidades y desafía los límites de la experiencia.

2. Poesía de acción: El héroe demuestra sus virtudes no solo a través de la descripción y los
elogios del poeta, sino principalmente mediante el relato de sus acciones. Por esta razón, la
epopeya es fundamentalmente narrativa, ya que el héroe busca el honor a través del riesgo en
sus acciones.

3. Narración objetiva y realista: En la epopeya, no hay una exploración psicológica de los

personajes y las acciones ocurren en entornos cotidianos para el público, como pueblos, ríos y
costas.

4. Escritura en verso: La unidad básica de composición de la epopeya es el verso, y la

versificación se organiza en estrofas de diferentes longitudes. Esto se debe a la tradición oral
de este tipo de poesía.

5. Edad heroica: La poesía épica recupera un tiempo pasado en el que la comunidad habría
alcanzado la gloria. Este pasado propone modelos heroicos para los hombres de la comunidad
y ciertas virtudes que indican un camino a seguir.

Los héroes son los protagonistas de las epopeyas. En la antigüedad, la palabra "héroe" se
refería a aquellos hombres que se destacaban por sus atributos y virtudes, como valentía y
decisión. En la antigua Grecia, los héroes eran guerreros, generalmente hijos de un dios y una
mortal. Aunque eran humanos destacados, su condición de mortales los mantenía en un rango
inferior a los dioses. Los héroes griegos encarnaban valores ideales como valentía, astucia,
inteligencia, fuerza y lealtad. Aspiraban a sobrevivir en la memoria de las futuras generaciones
por sus hazañas, buscando la excelencia y la inmortalidad. Además, se distinguían de los
hombres comunes por su apariencia y capacidad física, siendo expertos en el combate y
hábiles en el manejo de armas. Muchos de los héroes tenían un destino predeterminado por
los dioses y anunciado por los oráculos. A menudo, los deseos de los héroes chocaban con los
designios divinos, y cuando intentaban evitar su destino, esto terminaba en tragedia.