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Santísima Trinidad
Introducción a la celebración
Siguiendo el mandato de Cristo, un día fuimos bautizados “en el nombre del Padre,
y del Hijo y del Espíritu Santo”. Hoy queremos celebrar a nuestro Dios cristiano en
su misterio más profundo, “un solo Dios verdadero en tres personas distintas”. Hoy
es la solemnidad de la Santísima Trinidad.
Nos ponemos de pie. Recibimos al padre que, en nombre de Cristo, presidirá
nuestra eucaristía y, uniendo nuestros corazones y nuestras voces, cantamos.
Saludo inicial
Jesús mismo nos reveló la intimidad de Dios: el Padre que nos ama nos trae a la
vida, nos redime por su Hijo Jesús y nos transmite su vida divina con el amor de su
Espíritu. ¡Qué alegría y quÉ privilegio!
Esta presencia de Dios en nosotros nos hace hijos adoptivos, y podemos
exclamar: “Abba”, es decir, “Padre”.
Que la gracia
de nuestro Señor Jesucristo,
el amor del Padre
y la comunión del Espíritu Santo
estén siempre con ustedes.
Acto penitencial
Hermanos: Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo quiere habitar en nuestros corazones.
El pecado lo impide. Pidamos perdón con gran sinceridad.
Gloria
Primera lectura (Prov 8, 22-31): La sabiduría de Dios, que cita el libro de los
Proverbios, es la personificación de Jesús.
Evangelio (Jn 16, 12-15): Jesús se identifica con Dios Padre y enseña que “el
Espíritu nos introduce en la verdad”.
Credo
Prefacio (propio)
Vamos a cantar al Dios tres veces santo. Con especial fervor, unámonos al
celebrante en la gran Acción de Gracias a Dios, que, con su Hijo único y el Espíritu
Santo, constituye un solo Dios en la trinidad de personas.
Padrenuestro
Somos hijos adoptivos. El Espíritu nos hace llamar a Dios “Padre”, como Jesús nos
enseñó. Digamos con alegría y confianza de hijos: Padre nuestro...
Cordero de Dios
Éste es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo: Jesús, que nos reveló al
Padre y permanece entre nosotros por su Espíritu. Dichosos los invitados a la Cena
del Señor.
Comunión
Hermanos: La Eucaristía nos alimenta para caminar hacia el Reino definitivo, donde
gozaremos del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Nos acercamos a comulgar con
esta gozosa esperanza cantando.
Rito de conclusión
Canto final
Queridos amigos: Con el gozo de saber que el amor de Dios, uno y trino, ha sido
derramado en nuestros corazones, nos retiramos cantando.