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Generosidad (B)

6.Viendo lo invisible (2 Co. 4:18; Col. 3:1). Solo aquellos que ven lo invisible
pueden entonces hacer lo imposible. No ha empezado a dar, hasta el momento en que
se siente bien cuando lo hace. Pedirle a Dios que nos ayude a ver lo que sólo Él ve, nos
moverá a dar por ese mundo invisible, donde el precio de una sola alma vale más que el
mundo entero. Debemos ver lo invisible si deseamos movernos en el reino de lo
sobrenatural. Jesús indicó que roguemos a Dios para que envíe más obreros, pero la
falta de los recursos necesarios es uno de los mayores obstáculos para llevar a cabo
esa petición. Para enviar obreros, necesitamos dar de nuestras finanzas.

7.Dar en obediencia (Gn. 22:12-14). Fracaso en la mayordomía significa un


deterioro en nuestra relación con Dios. La provisión divina se encuentra depositada a lo
largo del camino de la obediencia. Si queremos ver frutos que permanezcan, debemos
servir a Dios con una fe obediente. Si solo diezmamos el diez por ciento después de
conocer al Señor por diez años, obviamente aún necesitamos crecer mucho en la
mayordomía. Nuestro gozo es proporcional a nuestra obediencia.

8.Viviendo y dando por fe (1 Jn. 5:4; Heb. 11:6). La fe está muerta a las dudas,
sorda al desánimo, ciega a las imposibilidades y no ve otra cosa más que el éxito.
Cuando el corazón se convierte, también la billetera se invierte. Todo lo que
necesitamos está disponible a través de la moneda de la fe. Si vamos a ser dadores de
fe, es decir, gente que continuamente está buscando invertir en el Reino, debemos
también confiar en la habilidad del Padre para suplir aquello que no tenemos. La fe que
no cuesta nada, ni arriesga nada, no vale nada. Si desea que Dios haga algo que nunca
ha hecho por usted, entonces haga por Dios algo que nunca haya hecho por Él.

9.Promesas de fe (Mt. 6:19-21). No es rico quien ahorra mucho, sino el que da


mucho. El que quiere poco siempre tiene lo suficiente. Hacer un compromiso de fe, por
un tiempo determinado, nos permite ser parte de un proyecto, sentirnos en el mismo
equipo para completar determinada obra. Hay muchas maneras de formar parte de un
“equipo misionero”: yendo, intercediendo, informando y sembrando la economía para
sostener a los obreros. El vínculo entre un dador de una “promesa de fe” y quien la
recibe es una fuerza que cambia, tanto a la iglesia local como a la obra de extensión, en
algún otro lugar del mundo. Parece extraño, pero mucha gente que se endeuda para
comprar un auto o una casa tiene miedo de hacer un compromiso con el Señor, siendo
que Él es mucho más bondadoso y comprensivo.

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10.Dando más allá de lo posible (2 Co. 8:1-3). Alimente su fe y sus dudas se
morirán de hambre. Cuando un hombre prospera, o Dios gana un socio o el diablo
engaña a un tonto. Necesitamos desarrollar una “fe creativa”: es el tipo de fe que le
permitió a la iglesia de Macedonia dar más allá de lo que sus circunstancias naturales
permitían. Dar “más allá de nuestras posibilidades” nos lanza fuera de la zona de
confort, de lo que podemos hacer, al reino de lo imposible donde debemos confiar en
Dios para la provisión.

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1. ¿Cuál de estos principios te impacta de manera más movilizadora?
2. ¿Qué podrías hacer en los próximos días para elevar tu nivel de generosidad?
3. ¿Cómo está tu iglesia en relación a este tema?
4. ¿Qué referencia bíblica se destaca en tu mente sobre el “dar”?

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