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  • La Realidad de Los Medios de Comuniación Masiva

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    Niklas Luhmann, La realidad de los medios de comuniación masiva. Cap. 11-15

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    La realidad de los medios de comuniación masiva

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    Esto puede conduct ‘una sutilizacién »ios tan poco empti Serfa un eraso. vistao del problema de] una pura autoilusién pondria, que més. jn hay una real ‘ala cual se pudieran hacer ajustes, Por otro lado, tata de wna represé masas a'y de su entorno, se trata de ‘medios de masas. heterorreferencia, bajo condiciones exiremadamen chas de los sistemas. ne Ni llles Lohmann bo elidel dolor Weclin de Useon, . Ontu eos af Lhersavenicoa. México, 2000 CaptruLo 11 LA CONSTRUCCION DE LA REALIDAD ut cin: faltarfa el wobjeto», Entonces se estaria hablando de ‘muchas cosas, pero diversas. Jadificultad con la simple postulaci6n de que el sistema tiene No puede ser que el ducen y reproducen un conocim Ja pregunta es: gqué descripcién de realidad producen los ‘media, cuando para este fin sus tres campos programé- 0s intervienen activamente? Y side all se pudiera obtener ‘un juicio, de inmediarg surgirfa otra pregunta: gque tipo de sociedad es ésta, que permanentemente se informa sobre si ‘misma, deesta manera? Si se preg de un marco de seleccién previo, conformado por valores y normas. En ello vio Parsons, por ejemplo, las ilidad de la accién y del esistema de la ace! jeavién no debe ser descartada, pero en verdad acl poco: este mareo normative produce efectos tan dos que, de inmediato, se reconocen y provoca ‘trapuestos —hay otras formas de seleccién ‘efectos més velados y que no se pueden eludit- do para todo de tipo de categorizacion como la conceptua- cién genérica con la que se subsumen los acontecitientos particulares y como la atribucién causal —por tanto, la repre- sentacién tanto de las causas como de los efectos de los fené- ‘menos—. Ast como el sentido es solo comunicable en el con texto de la generalizacién (ya que puede variar respecto a lo relative concreto), as Ia causalidad es s6lo representable en trata mas bien de una seleccién de las cai sasy efectos de efer sariamente eausas de ca Ficar lo que va a’ del acto de comu IES sirven directamente a la representacién de la realidad. Asf se Jos declara y se los acepta: sobre toxo, las noticias y los repor- ‘ajes. Aquf entran en operacién los selectores de los que ya anteriormente hemos hablado; en especial los que se refieren vector se escoja como forma de des algo que merece Ia pena meditar. Sobre todo, una vez que se lo ha escogido, es ya pricticamente imposible tomar otro de- rrotero que el de where the action is, Con est sutoob- servacién, la sociedad se estimula a sf misma para cidn: produce problemas que exigen s ver, producen problemas que exigen soluciones. La sociedad, asf, reproduce los termas que los medios de masas selecciona- énpara transformarls en informacién. ‘Los medios de comunicacién com) debera ser mejor que el disenso; los conflictos deber : os yndo, 86 ta de valores); la Tet acentuaclén subrayada del eonsenso, de la solidaridad, de los valores, de la surge apenas en la mitad ce! siglo XIX, en el sa para las masas. Tiempo en el cual se lleva, inclusién de las clases bajas al mundo de las cie de pasteurizaci6n de toda la sociedad —o de lo. tendia por sociedad ria Ia moral —cuando aparece—, no es sino el sintoma de la incursién de las patologias. 1r de orientarse pe se entiende por s{ mismo, la comunieaeién selecciona ma dela mr nar algo como un hecho que xe persistentemente de amonesta- iiansallelSancraoatted eli Ves ou selena paso, una vez que se ha tomado la desviacion que conduce a todo acontece de por sf, sobre augue @ ve> emento de com- pensaci6n frente a la selectividad que los me ofrecen: ven lugar de», en el sentido de Odo Marquards.° Esto pudiera aclarar por qué la moral (y su forma de tica) ha cafdo en desuso y causa tan pésima impresi ‘mis de que solo interesa para los casos enfermizos, Ala moral ‘se suman los easos de corrupcién y con ello se constata lo que, desde hace tiempo ya habia sefialado Jean Paul: «Debe haber cafdos, para que se multipliquen las demonios».7 La ‘moral necesita claramente, para rejuvenecerse, del esednda- des delos tiempos, La com dinero, del hacer carrera, de cexcelencia, de las capaci pensat los deficits de la realidad, mediante imagina sélo por medio de lo nor jando un ipresign de quello necesit embargo, ln dscipen de In soci que core a ot 10 es la tinica que prod ce efectos, También ‘consecuencias en Ia medida en qu individuales y ciertas disposiciones de la co decir: comunican en mod indirecto. La pi su comunicaci6n coaccionada por tantos objet tantos posibles receptores, que cada u ‘puede realizar. Los I Himentan como lo ordenacio por cescasez son en primer lugar I pués, esto se procesa de inanera cx uno des sistent Che. René Girard Das dass 1978. ‘comunicacién. Los individuos (a pesar de toda su individuall- dad) deben suponer en sus conciencias mocios de operacién idiosinerésicos que supongan experiencias similares en los ‘otros, para enlazarse con la comunicacién, La disolucién mundial de la economfa familiar yartesanal y el incremento de la dependencia del dinero para satisfacer tod cesidades, ofrece un marco de referencia experien ‘municacion para Jas masas. Li ta como un orden en el que el embargo, a cada uno como is ‘manera, no hay nada mas facil tribucién de la riqueza.? En ese momento em cer las propuestas y las aclaraciones ce cémo podria cl se esta situacién, “Tambien el entreteni ceel efecto de cémo debe: tiempo, porlo menas en el siglo Xvi e que por leer novelas se Jas amenazaba.'? Ya en lac lectura de las novelas ex! fopos comin en el qh ‘que no era tan ficil distinguir entre realidad real y ‘Pero justamente este punto se volverfe a reflexionar en vela para contraponer la aut la ‘Como finalmente existfa el pel de los experimentos vanguardistas) se dls lector experiencias como si fuera las introyecia, puede comunic ‘como entretenimiento, como episodios que se experimentan sin que tengan consec'.encias, Entre ms se «perc ‘ocentre mas la televisi st. juega un papel, mAs la comunicacién, tiene que apayarse en un conc toqueno se pue- de, asu vez, comunicar. Mientras que la Tustracién supuso que Ja comunidad se sostenfa en un interés comunicable de Ia ra- 26n, y mientras que la teorfa transcendental proponfa que la autorreferencia era generalizable como a prian de la subjetvi- la comunicacion actual parece deslizarse sobre un cono:

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