VOTOS A LA LIGERA

No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios;
porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. Ecl.5:2

Dios llama a la prudencia para que no hablemos más de la

cuenta; no se trata de quedarnos callados todo el tiempo
sino a hablar lo necesario con las palabras justas. Los votos
o juramentos se hacían antiguamente y eran respaldados
por un sacrifio u ofrenda

Un ejemplo de insensatez al hablar fue Jefté; no

midió las consecuencias de hacer una promesa a
Dios la cual ni él mismo sabía que podría cumplir .
Jue.11:29-40

Otro de los claros ejemplos de la ligereza al hacer promesas

fue cuando Jesús le dice a Pedro que antes de que cantara
el gallo lo iba a negar tres veces, a lo que éste le promete
que aun entregando su vida, no lo haría; el final ya todos lo
conocemos. Mt.26:31-35

Dios no nos obligará a cumplir votos hechos

imprudentemente, pero espera que obedezcamos a
Jesucristo y nos abstengamos de hacer votos en el
futuro.