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Estructura y Dinámica del Rol Coordinador

Profesora Lic. Natacha Buratti

MÓDULO III

La lectura del grupo

El coordinador cuenta con un bagaje teórico-técnico que le permitirá identificar caracteres que
los grupos inscriben en lo manifiesto y encuentra significaciones que le otorgan sentido a los
contenidos latentes. A esta operación llamamos “lectura”. Acceder a la lectura de lo implícito
(vínculos, roles, climas grupales, defensas, fantasías, etc.) supone aprender a traducir desde
un plano a otro.
Las superficies de los grupos están plagadas de señales cuyas raíces son inconscientes. Tales
señales se convierten en signos cuando el operador encuentra una significación asociada. Son
verbales y no verbales (palabras, gestos, posturas, silencios, suspiros, etc.)
A lo manifiesto llamamos “lo observable”, es decir: aquello que impacta nuestros sentidos y de
lo que podemos dar cuenta concientemente. La conducta se despliega en el plano de lo
explícito, de lo que puede ser descripto con sólo mirar y escuchar.
Cabe señalar que las interpretaciones del coordinador, más allá de su formación, tienen
características de hipótesis y no de verdad. Cuando interpretamos, iluminamos un aspecto del
discurso con el objetivo de que sus integrantes encuentren un saber propio que permanecía
ignorado.
Es preciso puntualizar que la comunicación de ese saber no sabido debe realizarse en el
momento oportuno, respetando el timing del grupo. El coordinador calibrará dicho timimg de
acuerdo a su propia intuición profesional y al grado de conexión empática entablada con el
grupo.
La incongruencia entre los planos manifiesto y latente tiene dos vertientes:

1. Una de orden inconciente: resistencias. Un grupo puede no entrar en tarea por


razones que todos desconocen (inconscientes).

2. Otra de orden conciente: reticencias. En este caso no se trata de un contenido


inconsciente, sino de información deliberadamente escamoteada, omitida,
ocultada.

La significación llevada al plano de lo manifiesto por el coordinador facilita a los integrantes del
grupo pensar al grupo y pensarse a sí mismos, lo que implica trabajar la tarea, marchar hacia
el proyecto, promover cambios.
Ello supone el despliegue de la potencialidad del grupo y de cada uno de los individuos que
integran el grupo, de su creatividad y su operatividad.
El coordinador es el partero de los cambios grupales porque a través de sus intervenciones
aporta a que se den las condiciones para el cambio. Favorece también los cambios individuales
porque, como sabemos, aprender y cambiar implica transformarnos a nosotros mismos.

Intervención

Intervenir significa intermediar, interponer, introducir. El coordinador incluye un aporte para


contribuir al proceso de cambio.

Los instrumentos de intervención

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El instrumento esencial del coordinador es la palabra. También se coordina con la mirada, los
gestos, el cuerpo, la actitud.
El coordinador tiene tres recursos esenciales de orden técnico para intervenir:

 Interpretación: Formulación verbal que trata de dar cuenta de la causa de lo que


está sucediendo en el grupo. Apunta a develar el sentido implícito de lo que ocurre, la
escena latente que subyace a los acontecimientos manifiestos. Intenta develar algo del
aquí y ahora grupal.

 Señalamiento: Se trata simplemente de una marcación. Apunta a lo explícito, a lo


manifiesto, lo observable.

 Construcción: Es una interpretación pero incorpora la variable temporal. Puede


requerirse esta intervención cuando el coordinador tiene la necesidad operacional de
enlazar hechos de las distintas reuniones (es un racconto del proceso, pero no es
descriptivo sino interpretativo). También sirve en el momento de la evaluación grupal.

Podemos mencionar otros recursos tales como:

- La pregunta y la re-pregunta.
- La indicación.
- La aclaración.
- La intervención en acto.
- Etc.

La implementación teórica y la propia práctica enseñan al coordinador en qué momento debe


utilizar cada uno de estos recursos técnicos. De allí en más, puede ampliar sus intervenciones
recurriendo a otras técnicas (dinámicas grupales, técnicas psicodramáticas, etc.)
Interpretación, señalamiento y construcción tienen un punto en común: son aportes al grupo
para que sus integrantes puedan pensar y pensarse.
Además de co-pensar, interpretar, construir, señalar e impartir consignas, el coordinador
desempeña dos funciones básicas:

1. Contener: Desde una actitud psicológica adecuada el operador debe ser continente de
los integrantes y sus producciones.

2. Encuadrar: Como parte del dispositivo y como parte de la institución, el operador


debe encuadrar el acontecer grupal.

Al conjunto de acciones que el coordinador ejecuta cuando está en su función llamamos


operación psicológica. Es la actitud psicológica la que va a sostener la operación
psicológica.

Unidad de Trabajo

La Unidad de Trabajo es la secuencia que se da en todo grupo que cuenta con una
coordinación. Pichon Riviere dice que la Unidad de Trabajo consta de tres elementos:

1. El Existente Grupal: Aquella situación en la cual está el grupo, la interacción que se


ha desarrollado entre los miembros en la reunión.
2. La Intervención: Las intervenciones que hace el coordinador a partir del existente
grupal (una interpretación, un señalamiento, propone una dramatización o un juego,
hace una pregunta, da una consigna, etc.)

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3. Nuevo Existente: Lo que ocurre después de la intervención del coordinador, aquello
que produce el grupo como respuesta a la intervención.

Del Existente surge la intervención, el grupo la toma, la escucha, la procesa y la responde de


una manera determinada. A partir de esa intervención se genera en el grupo una nueva
situación, alguna modificación producida por la intervención. La intervención modifica el
campo grupal dando lugar a un Nuevo Existente. Todo esto desde la teoría, pero no quiere
decir que puede surgir un nuevo existente a través de la intervención de un miembro del
grupo y no del coordinador. En la práctica encontramos excelentes intervenciones de los
integrantes. Puede ser también que la intervención del coordinador no produzca
modificaciones. Una de las posibilidades es que no haya sido pertinente respecto al Existente y
otra es que se enfrente a las fuertes resistencias al cambio.
La Unidad de Trabajo es un esquema que sirve al equipo de coordinación para medir la
operatividad de las intervenciones, es decir, evaluar si provocaron modificaciones o no. Es una
forma de repensar las intervenciones a partir de los efectos que producen en el grupo.

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