Está en la página 1de 22

HFM 22 I – Prof.

Marcelo Mendoza Hurtado


Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

Unidad VI. Immanuel Kant

Materiales de estudio

 Texto obligatorio: Immanuel Kant, Crítica de la razón pura, Estética


trascendental, desde el comienzo hasta el §2 incluido.
 Clase teórica 4 – Kant CRP ET (I)
 Guía de estudio 4 - Kant CRP ET

La Estética trascendental (I)

Introducción:

la pregunta específica de la Estética trascendental y su estructura general

En las dos primeras clases sobre la Crítica de la razón pura (= CRP) abordamos (1) el planteo
general, pero conceptualmente preciso, del problema general de la razón pura en términos de la
pregunta “¿Cómo son posibles los juicios sintéticos a priori?”, según se formula en la Introducción
B; y (2) la presentación informal del núcleo teórico que Kant propone para resolver ese problema,
bajo la denominación de “revolución copernicana”, en el Prólogo B. Y al explicar con detalle esa
presentación, señalamos que la novedad del idealismo trascendental (= IT) contenía también una
novedad con respecto al elemento sensible del conocimiento humano, pues ya en el mismísimo
plano de la sensibilidad, aislable del plano conceptual en el contexto reflexivo del examen
trascendental, habría un elemento a priori que no es conceptual, sino intuitivo y a la vez
“formal”. Ese elemento tiene que ver con el espacio y el tiempo. A esta cuestión, que enlaza una
discusión acerca del espacio y del tiempo, con la resolución del problema general de la razón
pura en el plano de la sensibilidad, nos dirigimos en esta clase y la próxima, cuyo tema es el
estudio de la Estética trascendental (= ET), o sea, la disciplina científica diseñada por Kant para el
estudio de la sensibilidad. No se trata de un estudio de la sensibilidad en general, sino de un estudio
específicamente realizado desde el punto de vista trascendental, es decir, para determinar si, con
respecto a la sensibilidad –fuente de toda aposterioridad epistémica-, hay sin embargo algún

1
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

elemento puro que desempeñe un papel en la explicación de la posibilidad del conocimiento a


priori, como una de sus condiciones necesarias.

Para examinar esta cuestión, Kant lleva la hipótesis del IT a competir en los debates sobre las
concepciones del espacio y del tiempo que tienen lugar en el campo intelectual de la modernidad
temprana; se trata de debates polarizados por las concepciones enfrentadas de Leibniz y de Newton.
Leibniz –propiamente se trata del leibniz-wolffianismo-, Newton, pero también Berkeley en
cuanto crítico de Newton y defensor de un tipo de idealismo con respecto al cual Kant intentará
desmarcarse, son las figuras filosóficas con las cuales Kant, de manera explícita, entra en discusión
en la ET, para mostrar las ventajas de su hipótesis IT en lo que se refiere a las concepciones del
espacio y del tiempo, a la hora de explicar el conocimiento a priori, particularmente el de la
matemática. Recordemos que una de las especificaciones del problema general de la razón pura es:
“¿Cómo son posibles los juicios sintéticos a priori en la matemática?”.

En este apartado I de esta clase haré dos cosas. Primero, realizaré algunas aclaraciones que permitan
delimitar el problema que Kant formula mediante la pregunta “¿Qué son el espacio y el
tiempo?” y así despejar, al menos inicialmente, algunas comprensiones erradas del tema. Segundo,
para visualizar el camino a recorrer en esta clase, indicaré la estructura general que organiza toda
la ET. Aclaro que tendré en cuenta, ante todo, la ET en la versión B.

Aclaraciones y planteo específico del problema de la ET

Dijimos que Kant entra en el debate sobre el espacio y el tiempo de la modernidad temprana. Ahora
bien, ¿de qué espacio y de qué tiempo se ocupa Kant? Los términos ‘espacio’ y ‘tiempo’ pueden ser
usados para referirse a espacios conceptuales, al espacio físico, a espacios estrictamente
geométricos, a espacios perceptuales, o al tiempo físico, al tiempo en sentido psicológico o social,
etc. Dada esta multiplicidad de usos, conviene precisar. Kant se refiere al espacio y al tiempo
físicos, el espacio y el tiempo donde encontramos a los objetos sensibles espacio-temporales,
incluidos nuestros propios cuerpos. Pero entre el siglo XVII y el siglo XIX ese espacio físico fue
concebido como un espacio geométrico que hoy consideramos como un tipo particular de espacio
geométrico -el espacio de la geometría euclidiana- a diferencia de otros tipos no-euclidianos de
espacio. Para Aristóteles, el espacio físico no coincide con el espacio euclidiano, al menos en
cuanto a la infinitud y la homogeneidad que son características del espacio euclidiano a diferencia
de la finitud y la regionalización cualitativa que Aristóteles le atribuye al espacio físico (recuerden

2
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

la distinción entre mundo sublunar y mundo supralunar y la concepción de los movimientos


naturales de los elementos físicos). Con la aparición de la física moderna, el espacio geométrico
euclidiano y el espacio físico se identifican. Pero esta identificación no durará mucho: con la
aparición de las geometrías no-euclidianas, primero, y, decididamente, por el uso de geometrías no
euclidianas en la teoría de la relatividad de Einstein, en segundo lugar, se termina el corto
matrimonio feliz de Euclides y la física. El espacio euclidiano representa al espacio como una
multiplicidad homogénea, infinita (e ilimitada), continua, tridimensional y “plana” (no “curva”).
Como puede apreciarse, hay aquí involucradas muchas discusiones sobre la filosofía de la
matemática y de la física y sobre la historia de estas ciencias.

Que Kant se está refiriendo al espacio físico en la ET es evidente, no sólo por sus referencias a las
concepciones del espacio físico de Newton y de Leibniz en distintos lugares de la ET, sino porque
pretende que su concepción sea una alternativa explicativa frente a esas otras dos concepciones. Sin
embargo, las tres concepciones coinciden en cuanto al euclidianismo del espacio físico, es decir, en
cuanto a las propiedades que le atribuyen al espacio físico. Entonces, en la ET la discusión no se
refiere a esas propiedades. La discusión se refiere a aquello que podríamos denominar con ciertos
recaudos la “ontología” del espacio y del tiempo. En efecto, el mismo Kant lo plantea mediante la
pregunta: “¿Qué son el espacio y el tiempo?” (ET §2); y a continuación presenta tres alternativas
como respuesta a esa pregunta. Dice:

Ahora bien, ¿qué son el espacio y el tiempo? ¿Son entes efectivamente reales? ¿Son sólo
determinaciones o relaciones de las cosas, pero tales, que les corresponderían a éstas también
en sí mismas, aunque no fueran intuidas? ¿O son [determinaciones o relaciones] tales, que sólo
son inherentes a la mera forma de la intuición, y por tanto, a la constitución subjetiva de
nuestra mente, [constitución] sin la cual estos predicados no podrían ser atribuidos a cosa
alguna? (CRP B 37-38, agregados entre corchetes del traductor Mario Caimi)

Analicemos este texto. Se trata de tres alternativas, pero ellas se pueden distribuir en las dos
grandes alternativas que se plantean en la formulación de la revolución copernicana, según lo
estudiamos en la Clase 2. Por un lado, se trata de la hipótesis realista trascendental (= RT), ahora
aplicada al espacio y al tiempo, y por el otro lado, de la hipótesis IT. Pero como la hipótesis RT
sostiene que el espacio y el tiempo serían realidades por completo independientes del
“conocimiento” (según la formulación vaga de la revolución copernicana en el Prólogo B) y, en el
marco de una ontología de la sustancia regida por el axioma que dice que todo lo que es es en
sí o es en otro, sólo habría dos posibilidades, la hipótesis RT se bifurca en dos posibilidades: o el

3
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

espacio y el tiempo son en sí, o bien son en otro. Y esto es aquello que encontramos en el texto
kantiano recién citado. El espacio y el tiempo son:

1. según la hipótesis RT,


1.1. “entes efectivamente reales” (concepción del espacio y el tiempo absolutos de Newton);
1.2. “sólo determinaciones o relaciones de las cosas, pero tales, que les corresponderían a éstas
también en sí mismas, aunque no fueran intuidas” (concepción relacional de Leibniz);
2. según la hipótesis IT, determinaciones o relaciones “tales, que sólo son inherentes a la mera
forma de la intuición, y por tanto, a la constitución subjetiva de nuestra mente,
[constitución] sin la cual estos predicados no podrían ser atribuidos a cosa alguna” (negritas
de MMH).

En el §7 de la ET, Kant vuelve a referirse –críticamente- a estas dos posibilidades del RT del
siguiente modo:

aquellos que afirman la realidad absoluta del espacio y del tiempo, ya los supongan como
subsistentes o solamente como inherentes […]. Pues si se deciden por lo primero (que es, por
lo común, el partido de los investigadores matemáticos de la naturaleza [los newtonianos])
[…]. Si abrazan el segundo partido (al que pertenecen algunos que profesan una teoría
metafísica de la naturaleza [los leibnicianos]) y tienen al espacio y al tiempo por relaciones
de los fenómenos (unos junto a los otros, o unos después de los otros) abstraídas de la
experiencia, aunque representadas, en la abstracción, de manera confusa, […]. (CRP B 56-57)

La formulación arriba citada de la hipótesis IT contiene conceptos y tesis centrales de la ET que en


breve abordaremos, a saber, el concepto de la “forma pura de la intuición” y las tesis de su
pertenencia a la constitución subjetiva de nuestra mente y de cierta función que explica la atribución
de determinados predicados a las cosas. También contiene, al menos en su expresión, equívocos
que hay que aprender a registrar ya que, por un lado, muestran las dificultades de Kant para
encontrar nuevas expresiones y, por el otro lado, plantearon y plantean a sus lectoras problemas de
comprensión u objeciones.
En resumen, Kant formula el problema de la ET mediante la pregunta “¿Qué son el espacio y el
tiempo?” en el contexto de un debate acerca de su ontología, entre Leibniz y Newton. Pero, a la vez
no hay que perder de vista que la ET es una disciplina trascendental, porque es una de las piezas
explicativas de la solución al problema general de la razón pura. Este propósito es explícito en el
último y brevísimo apartado de la ET, llamado “Conclusión a la estética trascendental”, al igual que

4
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

la limitación, a los objetos de la experiencia, de la validez de los conocimientos sintéticos a


priori referidos al espacio y al tiempo, de modo que el debate ontológico general entre Leibniz y
Newton también queda transformado en una nueva problemática: la de una ontología de la
experiencia.

Estructura general de la ET

A continuación presento un esquema de la estructura general de la ET (ver el Esquema 1). En él


pueden verse todas las secciones o apartados que Kant distingue y, en el caso del §1 que no lleva
título, el agregado de una descripción y de un breve despliegue de sus contenidos clave, que
abordaremos luego. Algunos títulos de Kant están abreviados y, con respecto al §2 titulado
“Exposición metafísica de este concepto” (el de espacio), verán que figura en tres lugares distintos
del esquema, porque Kant hace varias cosas en ese parágrafo, que conviene separar. También aclaro
que, además de ciertas modificaciones de contenidos que Kant realizó en la segunda edición de la
CRP, introdujo la numeración en §, pero lamentablemente no numeró de este modo a todos los
apartados de la ET.

Esquema 1

Estructura general de la Estética trascendental

1. Conocimiento → ref. a objeto

2. Concepto / intuición sensible


Distinciones y caracte- Materia del fenómeno
→ 3. Sensación / intuición empírica
rizaciones iniciales
→ Fenómeno Forma del fenómeno
(§§1-2.1)
↓ 4. Sentido externo / sentido
interno
Planteo del problema:
¿Qué son el espacio y el tiempo? (§2)
↓ ↓
ESPACIO TIEMPO
Exposición Exposición Exposición Exposición
metafísica (§2) trascendental (§3) metafísica (§4) trascendental (§5)
Conclusiones (sin número de §) Conclusiones (§6)

§7 Explicación
§8 Observaciones generales de la Estética trascendental
Conclusión de la Estética trascendental (sin número de §)

5
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

II

Caracterizaciones y distinciones iniciales

§§1 y 2.11

Los comienzos filosóficos no resultan fáciles y, por lo general, se prestan a confusiones. Kant
comienza la ET introduciendo una serie de conceptos y distinciones que buscan delimitar de manera
precisa y suficiente el objeto temático del discurso, en este caso de la ET. Por la manera concisa
en que Kant procede, se podría creer que se trata de definiciones en un sentido estricto. Pero
propiamente no son definiciones en el sentido en el que el mismo Kant las entiende. Esto tiene que
ser señalado para no abrigar falsas expectativas con respecto a la “rigidez” en el uso de los términos
en el discurso crítico. Por eso, yo los llamo “caracterizaciones y distinciones iniciales”, para abrir la
puerta a precisiones o ajustes posteriores, al avanzar en la exposición del sistema. Ya me referí a
esta cuestión metodológica en el proceder de Kant en las Clases 1 y 2, al explicar brevemente
algunos de los requisitos epistémicos que Kant impone al discurso crítico.
Aquí conviene reforzar esto, trayendo a colación el concepto –metodológico- de “exposición”
(Erörterung) que Kant presenta en el §2 de la ET. Dice:

Entiendo por exposición (expositio) la representación distinta (aunque no detallada) de lo que


pertenece a un concepto. (B 38)

El requisito de la distinción tiene el sentido cartesiano o leibniciano del análisis o precisión que se
alcanza al exhibir elementos componentes de una representación. El carácter detallado
(ausführlich) tiene que ver con la exhaustividad en el análisis, el cual es un requisito de la
definición en sentido estricto (según Kant). Entonces, una exposición es una indicación de
algunos rasgos propios de aquello que se expone, sin la pretensión de agotar todos sus rasgos, algo
que podría ser muy difícil o, en ciertos casos, incluso imposible de cumplir. Sin embargo, la
exposición de un concepto tiene que ser lo suficientemente precisa para permitir realizar
satisfactoriamente la operación teórica que se pretende hacer con ese concepto dentro de un
contexto determinado. Veremos más abajo, en el apartado III de la clase, qué le pide Kant a una

1
Indico después de un punto el número de párrafo dentro de una sección, apartado o parágrafo. Así, “2.1” se refiere al
primer párrafo del §2.

6
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

exposición metafísica para articular sus argumentos del parágrafo 2 (§2) y, en el IV, qué le pide a
una exposición trascendental para articular su argumento del §3.
Dicho esto, volvemos al comienzo. Dije que Kant comienza tratando de delimitar de manera
precisa y suficiente el objeto temático del discurso de la ET. Propongo examinar esta operación
en tres pasos separados, para que no sea una mera acumulación de caracterizaciones y distinciones.
Recomiendo leer previamente §1 y §2.1.

Paso I (§1.1 y 1.2)

El primer paso consiste en:


 distinguir entre intuición y concepto, en cuanto conocimientos;
 afirmar que, para los seres humanos a diferencia de otros seres posibles, el único modo o
tipo de intuición es la intuición sensible;
 caracterizar el concepto de sensibilidad;
 distinguir, y a la vez relacionar, el concepto de intuición sensible con respecto a otros dos:
(1) el concepto de sensación y (2) el concepto de fenómeno.

Ahora bien, es sumamente importante comprender que para Kant intuiciones y conceptos son
ambos “conocimiento” en un sentido que no es obvio según nuestro uso terminológico habitual,
pero que, cuando se aclara, rápidamente permite entrar en la articulación del espacio conceptual que
Kant está introduciendo. Para esto conviene recurrir a un texto posterior de la CRP en el cual Kant
presenta una clasificación del concepto de representación (Vorstellung), porque casi todos los
términos que señalamos más arriba se refieren a uno u otro tipo de representación. Presento a
continuación dos esquemas equivalentes de esa clasificación, con cierta diferencia terminológica o
de detalle (ver Esquemas 2 y 3).

Clasificación de las representaciones (CRP B 376 – 377)

Esquema 2

[Representación + consciencia] = percepción Referida sólo al sujeto: sensación (sensatio) [no cognitiva]

(Vorstellung) (Perceptio) Referida al objeto: conocimiento (cognitio) [cognitiva]

Referencia inmediata y singular → intuición

Referencia mediata y universal → concepto

7
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

Esquema 3

Subjetiva → sensación
[Representación + consciencia] = percepción Intuición Cognitio
Objetiva Representación cognitiva
Concepto

Tanto las intuiciones como los conceptos se refieren a objetos. Las intuiciones son presentaciones,
singulares e inmediatas, de objetos que, para nosotres, sólo pueden ser sensibles, i.e. dados a
través de una afección. Los conceptos también se refieren a objetos, sólo que a través de
características universales y, en última instancia, a través de intuiciones sensibles, por
proporcionar éstas últimas la única vía de acceso que tenemos a los objetos del conocimiento.
No hay que confundir intuiciones y sensaciones. Según el esquema arriba presentado, una
sensación es una representación de la que se prescinde, reflexivamente, de toda referencia a objeto.
Y esto es aquello que habitualmente entendemos cuando separamos entre sensaciones y objetos:
nadie –en su sano juicio- confunde sus sensaciones particulares con los objetos que se le presentan
teniendo las sensaciones que tiene. Por ejemplo, al ver un objeto rojo, tengo cierto estado mental
consciente sensorial al que no estoy dirigiendo la atención, si bien ese objeto no podría
presentárseme como rojo sin la sensación que tengo. Hay, claro, relaciones entre todos estos
elementos, algunas de las cuales son formuladas por Kant en la ET §1.2:

El efecto de un objeto sobre la capacidad representativa, en la medida en que somos afectados


por él, es sensación. Aquella intuición que se refiere al objeto por medio de sensación se
llama empírica. El objeto indeterminado de una intuición empírica se llama fenómeno.
(CRP B 34; itálicas de Kant; negritas de MMH)

Este texto dice claramente que la intuición empírica se refiere al objeto POR MEDIO DE
sensaciones, pero que no es una sensación, la cual carece de toda referencia a objeto. Las
sensaciones son efectos sobre nuestro estado mental, ni intuiciones ni objetos. Por otro lado, Kant
reserva la palabra “fenómeno” para el objeto de la intuición empírica, de modo que los fenómenos
tampoco son sensaciones. La indeterminación de la que habla la caracterización de “fenómeno”
puede ser entendida en el sentido de la prescindencia reflexiva de la determinación conceptual
con respecto a lo presentado. Para dar un ejemplo que, cuando estudiemos la Analítica de los
conceptos veremos que tiene sus dificultades, pero que tal vez sirve ahora: veo algo que no puedo
identificar, es decir, no encuentro en mi estantería conceptual dónde colocarlo; en este sentido, hay
una presentación intuitiva de eso que veo en su singularidad, pero está conceptualmente

8
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

indeterminado. Obviamente, el ejemplo muestra el carácter relativo de esta indeterminación: puedo


ver algo y considerarlo un animal sin poder distinguir qué animal es, porque carezco por completo
de su concepto, y también puedo ver algo y ni siquiera poder distinguir si es algo vivo o inerte, etc.
Además el ejemplo supone que eso que no puedo identificar es una suerte de “algo” recortable del
resto de lo que veo, porque difícilmente vea “algo” absolutamente separado de otras cosas, sin un
entorno. Por otro lado, el ejemplo parece suponer que la única función de los conceptos es
clasificar. Algo que no es así, según Kant explicará en la Lógica. Por eso, hablo de “prescindencia
reflexiva”. Y esto lleva a la siguiente advertencia.
Kant no está pidiendo que hagamos introspección, psicología introspectiva empírica, en el
sentido de que sólo si concienciáramos las sensaciones o viésemos realmente el objeto
completamente indeterminado o diésemos ejemplos empíricos, entenderíamos el concepto de
sensación o el de fenómeno o algún otro concepto. Para nada. Su caracterización, a la vez que
estipulación terminológica, de “sensación” y de “fenómeno” es “teórica”, está en un plano reflexivo
teórico –el discurso de la ET- que introduce elementos de una red conceptual. Se trata de elementos
del sistema que es la CRP.

Paso II (§§1.3 y 1.4)

El segundo paso se focaliza en el fenómeno como objeto de la intuición empírica y consiste en:
 distinguir entre la materia y la forma (Form) del fenómeno;
 caracterizar la forma pura de las intuiciones sensibles en general (o forma pura de la
sensibilidad);
 afirmar que esa forma pura es a la vez una intuición pura.

En lo que se refiere a los términos “materia” y “forma”, relativos entre sí, Kant los usa en distintos
contextos y con distintos sentidos. Se trata de una distinción que pertenece propiamente al plano
reflexivo, al cual Kant se refiere más adelante bajo la denominación de “conceptos de reflexión”.
Entonces, “forma” en la Lógica tendrá un sentido distinto a “forma” aquí en la ET, e incluso en la
Lógica trascendental no será lo mismo la “forma” en el sentido de una “lógica formal” que en el
sentido del carácter “formal” que Kant le atribuye a los conceptos puros del entendimiento (o
categorías). Ya lo estudiaremos. Aquí es importante advertir esta variabilidad de acuerdo con los
distintos contextos teóricos a fin de evitar confusiones.

9
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

Kant caracteriza del siguiente modo aquello que llama, con respecto al fenómeno, “materia” y
“forma”:
 materia: aquello que corresponde a la sensación en el fenómeno;
 forma: aquello que hace que lo múltiple del fenómeno pueda ser ordenado en ciertas
relaciones.
Y a continuación afirma que:

la materia de todo fenómeno nos es dada, ciertamente, sólo a posteriori, pero la forma de
todos ellos debe estar presta a priori en la mente, y por eso debe poder ser considerada aparte
de toda sensación. (CRP B 34)

Examinemos un poco el asunto. Por lo pronto, no dice que la “materia” del fenómeno es la
sensación, sino aquello que “corresponde” (korrespondiert) en él a la sensación. Esto es consistente
con lo dicho más arriba acerca de la diferencia entre sensación y objeto. Verán, sin embargo, que en
el mismo párrafo que consideramos y en otros lugares, Kant vacila, generando ciertas confusiones.
La materia del fenómeno se corresponde con los efectos de la afección sobre la mente, es decir, con
estados subjetivos (sensaciones). En el texto citado, la materia es considerada como “lo múltiple del
fenómeno”. Esto es extraño: un neutro sustantivado singular para hablar de la pluralidad, sin
compromiso acerca de cuál o cómo sería esa multiplicidad. Esta manera de expresarse, sumamente
cautelosa, le sirve a Kant para evitar contabilizar, a la manera empirista, los elementos sensibles, las
“ideas” lockeanas o las “percepciones” humeanas, por ejemplo, las cuales están sujetas a la
distinción entre simples y compuestas.
Es más complicado el concepto de “forma”. La caracterización dice que es una condición para
posibles relaciones de orden de lo múltiple del fenómeno. Forma se refiere a conjuntos
determinados de relaciones de orden. Kant todavía no habló del espacio, pero nos facilita
ejemplificar con las relaciones espaciales, ya que éstas son un tipo específico de relaciones de
orden, frente a otros tipos de relaciones de orden. También sirve para entender esto el hecho de que
una “forma” determinada a diferencia de otra podría indicar una geometría específica a diferencia
de otras geometrías. Entonces, “forma” en este sentido no debe ser confundida con la figura
geométrica particular con que se puede presentar sensiblemente un objeto. De hecho, Kant usa, al
menos en el contexto de la ET, otra palabra alemana para referirse a la figura (triangular, esférica,
etc. de un objeto), a saber, la palabra Gestalt. La traducción al español que usamos es en este punto
algo confusa porque, a veces (no siempre), traduce Form y Gestalt por “forma”.

10
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

En conclusión, hay que entender “materia” y “forma” tal como Kant caracteriza esas expresiones,
sin proyectar sobre ellas nuestros usos coloquiales. Comprendido eso, se comprende, al menos en
parte, por qué Kant afirma la aprioridad de la forma, no sólo de uno u otro fenómeno, sino de
todos los fenómenos. A posteriori puede conocerse una distancia o figura particulares que exhiben
ciertos objetos, pero parece poco comprensible que un conjunto de posibles maneras de orden esté
dado por medio de sensaciones. En relación con la aprioridad de la forma, Kant agrega en el texto
arriba citado la observación metodológica de que puede aislarse reflexivamente y ser un objeto
temático del discurso de la ET.
Lo último que observaré en el Paso II que estamos examinando es la afirmación de que la forma
pura de las intuiciones sensibles es a la vez una intuición pura. Por suerte, da un ejemplo que
ayuda algo a entender el desplazamiento desde la forma como un campo específico de
posibilidades de orden hacia la representación “imaginaria” de multiplicidades espaciales
(extensiones, figuras, líneas, puntos, etc.), prescindiendo de toda sensación. La expresión
“imaginaria” la introduzco aquí yo; no es usada por Kant en este contexto. Ya hablaremos en otras
clases de la concepción kantiana de la imaginación. Aquí la uso para hacer comprensible su
afirmación de que la intuición pura “ocurre a priori en la mente, incluso sin un objeto efectivamente
real de los sentidos o de la sensación” (B 35). Tenemos entonces la forma pura de la intuición
sensible y la intuición pura, que también llamará “formal”, expresión a mitad de camino.

Paso III (§§1.5 y 1.6)

El paso III se acerca a la meta anunciada, pues consiste en:


 caracterizar la ET como disciplina distinta de una lógica trascendental: mientras la primera
es la “ciencia de todos los principios a priori de la sensibilidad”, la segunda trata de “los
principios del pensar puro”;
 indicar que el aislamiento de la intuición empírica es un procedimiento metodológico
abstractivo, tanto con respecto a las sensaciones, como con respecto a los elementos lógicos
del entendimiento, que se estudiarán en la Lógica trascendental;
 afirmar la tesis fundamental que intentará probar la ET: “que hay, como principios del
conocimiento a priori, dos formas puras de la intuición, a saber, espacio y tiempo”.

11
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

Paso IV (§2.1)

Hay todavía un último paso, antes de ingresar en la etapa probatoria de la ET. Observemos que
Kant habla por primera vez del espacio y del tiempo al final del Paso III para anticipar la tesis que
probará. Esto quiere decir que todas las caracterizaciones y distinciones iniciales de los Pasos I y II
se hicieron independientemente de cualquier referencia al espacio y al tiempo. Ahora, como cuarto
paso Kant introduce una distinción estrechamente relacionada con la dualidad espacio / tiempo. El
cuarto paso consiste, entonces, en:
 distinguir entre el sentido externo y el sentido interno;
 afirmar que todos los objetos “fuera de” nosotros, o sea, todos los objetos del sentido
externo, los representamos en el espacio;
 afirmar que “todo lo que pertenece a las determinaciones internas es representado en
relaciones de tiempo”;
 afirmar que “el tiempo no puede ser intuido exteriormente, así como tampoco el espacio
[puede ser intuido] como algo en nosotros” (B 37, agregado entre corchetes del traductor
MC).

Me referiré más adelante a algunas de estas cuestiones.

III

Pruebas de la ET (1): Exposición metafísica del concepto de espacio (§2)

Comienzo por una aclaración para evitar absurdos terminológicos. Ya explicamos la caracterización
kantiana de la expresión “conocimiento” en el sentido de una representación consciente con
referencia a objeto (sea mediata o inmediata, concepto o intuición), o para decirlo con mi
terminología, como una “representación cognitiva” (cognitio usa Kant en latín). Como han
señalado algunos comentaristas de Kant, resulta que Kant usa la expresión “concepto” (Begriff) en
varios sentidos, y uno de ellos es un uso muy general equivalente a “conocimiento” como
representación cognitiva. En este sentido amplio no es absurdo hablar del “concepto del espacio”,
siendo que se intenta probar que la representación cognitiva del espacio es una intuición. Desde el
mismo punto de vista, tampoco sería redundante hablar de “concepto discursivo”, como también se
expresa Kant en estos textos que estudiamos. Lo mismo vale para la caracterización de la

12
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

“exposición metafísica de un concepto” que explicaré a continuación. Pues no sólo se pueden hacer
exposiciones metafísicas de conceptos en el sentido estricto de representaciones cognitivas
mediatas, sino de cualquier representación cognitiva y, llegado el caso, también de otro tipo de
representaciones. Este sería el sentido del título del parágrafo 2. De hecho, las pruebas kantianas de
la exposición metafísica parten de la representación cognitiva del espacio (luego del tiempo) para
establecer si se trata de una representación cognitiva intuitiva o conceptual en sentido estricto, a
priori o a posteriori.
Más arriba explicamos el concepto de “exposición de un concepto” como “representación distinta
(aunque no detallada) de lo que pertenece a un concepto”. Una exposición metafísica de un
concepto es una operación más compleja, porque intenta justificar, a partir de esa representación
distinta pero no exhaustiva, que se trata de una representación a priori. Por otro lado, Kant extiende
esa denominación, porque cubre con ella también las pruebas a favor del carácter intuitivo de la
representación del espacio, si bien en sentido estricto no sería propio de una exposición metafísica.
A continuación vamos a explicar los cuatro argumentos, pero invirtiendo el orden kantiano. Primero
examinamos los dos argumentos a favor del carácter intuitivo y, luego, los dos argumentos a favor
del carácter a priori de la representación del espacio. A mi criterio, alterar el orden kantiano de
presentación facilita su comprensión, porque los argumentos a favor del carácter intuitivo parten de
algún modo de una suerte de “fenomenología” del espacio, es decir, de describir cómo se nos
presenta originalmente el espacio y así facilitan entender en qué está pensando Kant cuando, por
ejemplo, se refiere a la singularidad de la intuición pura, algo que parece diferente de la
singularidad de una mesa o de un árbol que podrían presentársenos sensiblemente.

Argumentos a favor del carácter intuitivo de la representación del espacio

A continuación procedo del siguiente modo: (1) cito el argumento de Kant, (2) introduciendo en él
algunas marcaciones que permitan analizarlo; y (3) presento luego algunas observaciones.

Argumento 3
1. El espacio no es un concepto discursivo o, como se suele decir, universal, de relaciones de
las cosas en general, sino una intuición pura [primera formulación de la conclusión a
probar].
2. Pues [premisas]

13
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

(1) en primer lugar uno puede representarse sólo un único espacio; y cuando se habla de
muchos espacios, se entiende por ellos sólo partes de uno y el mismo espacio único.
(2) Y estas partes tampoco pueden preceder al espacio único omniabarcador, como si
fueran elementos de él (a partir de los cuales fuese posible la composición de él); sino que
sólo en él pueden ser pensadas.
(3) Él es esencialmente único; lo múltiple en él, y por tanto, también el concepto
universal de espacios en general, se basa simplemente en limitaciones.
3. De aquí se sigue [hieraus folgt] que, con respecto a él, una intuición a priori (que no es
empírica) sirve de fundamento de todos los conceptos de él. [segunda formulación de la
conclusión a probar]
4. Así [so], todos los principios geométricos, p. ej. que en un triángulo, dos lados, sumados,
son mayores que el tercero, nunca se deducen [ableiten] de los conceptos universales de
línea y de triángulo, sino de la intuición; y ello a priori, con certeza apodíctica.
[“corolario”] (CRP B 39)

Observaciones:
En primer lugar, puede reconstruirse el argumento formulado por Kant mediante las cuatro
grandes unidades que indiqué con los números 1-4, cuya función argumentativa sería la siguiente: 1
formula la conclusión a probar, 2 presenta tres premisas, 3 presenta una segunda formulación de la
conclusión y 4 indica un “corolario”. Hay discusiones en la bibliografía secundaria sobre si ésta
es una reconstrucción adecuada del argumento según el texto kantiano, particularmente por lo que
se refiere a 3 y a 4, porque con respecto al enunciado 3, éste no es exactamente igual al enunciado
1 y parece estar refiriéndose a 2 (3), de modo que no queda claro si el sintagma “de aquí se sigue”
sirve para reiterar la conclusión general o bien algo específico en relación con 2 (3). Un intérprete
como H. Allison (1983)2 parece inclinarse por la segunda opción. En mi opinión, no varía en nada
el núcleo probatorio del argumento reconstruirlo de una u otra manera, porque hay claramente tres
premisas, al margen del enunciado 3. Es decir, el argumento se sostiene o se cae
independientemente de esta equivocidad. Y con respecto al enunciado 4 que está introducido
como si fuera un ejemplo mediante la palabra “así”, más que un ejemplo parece adelantar la
problemática abordada en la exposición trascendental del espacio, por eso lo llamé “corolario”. En
este sentido, no alteraría nada eliminar el enunciado 4 del argumento. En conclusión, creo que la

2
Allison, H. E. (1983), El idealismo trascendental de Kant: una interpretación y Defensa, Anthropos,
Barcelona, 1992.

14
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

reconstrucción más “natural” del argumento presente en el texto kantiano es la que ofrezco: la
conclusión inicial y sus tres premisas, cada una de las cuales indican rasgos descriptivos de la
representación del espacio que son propios de las intuiciones.
En segundo lugar, despejemos el equívoco terminológico de “concepto discursivo”, expresión que
es redundante si entendemos “concepto” en el sentido estricto de representación cognitiva universal,
pero no, si sólo se refiere a “representación cognitiva”, algo que hace Kant. Ya lo aclaramos arriba.
En tercer lugar, Kant se vale de la distinción, ya introducida, entre intuición y concepto en
términos de representación singular y representación universal para mostrar que ciertos rasgos
que se pueden exhibir de la representación del espacio (o del espacio representado) justifican
considerarla como una representación intuitiva. Según algunos intérpretes, como H. Allison (1983),
Kant estaría considerando al menos dos diferencias entre intuiciones y conceptos que tendrían que
ver con la relación entre un concepto y su extensión (el conjunto de instancias), por un lado, y
con la relación entre un concepto y su intensión (el conjunto de notas o subconceptos
componentes que resultan de su análisis), por el otro lado. (¡Repasar estos conceptos de lógica!) 3
Pero, y en cuarto lugar, Kant habla de intuición pura y no simplemente de intuición. Al remarcar
esto quiero señalar que hay diferencias importantes entre representaciones intuitivas empíricas

3
Un concepto (= representación cognitiva UNIVERSAL) se piensa como contenido en una multitud infinita de
diferentes representaciones posibles, en el sentido de la predicación. Puedo decir que a, b, c, etc. son perros, y en este
sentido “perro” como universal (formado por las notas características de “perro”) se aplica a todos esos individuos (a, b,
c), cada uno de los cuales es un perro y no una parte de un único perro. Un individuo perro no es una parte real de un
perro más grande. Justamente el conjunto de esos individuos posibles a los cuales se aplica el concepto se llama la
“extensión” del concepto. La intensión de un concepto son las notas características o subconceptos que surgen al
analizar el concepto de perro (que no es un concepto simple). En resumen, cada individuo es un caso de “perro”.
“Contener bajo sí” es la forma de decir que esos individuos forman parte de la extensión del concepto: el concepto los
contiene bajo sí como casos subsumidos en el concepto. El punto clave, sobre el cual Kant llama la atención, es
entonces distinguir entre dos tipos de relaciones:
1. La pertenencia de los individuos a un conjunto: los distintos individuos que identifico como perros, cada uno
de los cuales es un perro, los clasifico en el conjunto “perro”. Cada uno de ellos cumple (instancia) todas las
notas características del concepto “perro”.
2. Partes particulares que forman un todo particular del modo como el tronco, las ramas, las hojas, etc., son partes
de un árbol.
Kant sostiene que la unicidad del espacio representado hay que entenderla en el sentido 2: cada parte del espacio es
como un pedacito del único árbol. “Contener en sí” es la manera de indicar el tipo de relación 2. Aquí las partes que
pudiese distinguir son partes del mismo árbol, las “contiene dentro de sí”, pero cada una de ellas no es un árbol. La
expresión “contener en sí” debe ser entendida como “contener dentro de sí” y no en otro sentido de la expresión,
multívoca, “en sí” (p. ej. en el sentido de “absoluto” a diferencia de “relativo”). Así y todo el ejemplo de las partes de
un árbol no es exacta con respecto a la representación del espacio.
La incomposibilidad se refiere a que no puedo formar el único espacio sumando unidades que podrían entenderse
como partes espaciales fuera del único espacio, como si las partes fuesen previas e independientes con respecto al todo.
Ese “todo” se me presenta sensiblemente como un horizonte ilimitado, en el sentido de que no lo veo como un objeto
más junto a otros objetos, sino que siempre está cada cosa sensible particular abarcada por ese horizonte que no puedo
suprimir sin suprimir las presentaciones sensibles (ver los argumentos 1 y 2; cf. CRP B A 438 = 466, donde Kant
distingue entre un compositum y un totum). H. Allison (1983) contrasta esta “incomposibilidad” del espacio con la
relación entre un concepto y su intensión, la cual -en tradiciones lógicas que recurren a la combinatoria como la
tradición leibniciana- haría posible “componer” conceptos de manera combinatoria.

15
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

y las puras, en cuanto a esos “individuos” o “singularidades” que ellas presentan, diferencias que
se evidencian al tratar de describirlas. Una mesa individual que nos puede presentar una intuición
que tenemos, por ejemplo, ahora al ver mi escritorio, es algo muy distinto –descriptivamente- de la
individualidad del único espacio a la que se refiere Kant. En este sentido, esa mesa individual es
descriptivamente algo parecido a una presentación individual de una región delimitada del único
espacio, mientras que el único espacio se presenta como un único horizonte ilimitado que abarca
cualquier particular que se nos presenta sensiblemente. Entonces, para decirlo de algún modo y sin
pretender fijar ninguna terminología, los rasgos descriptivos de “un individuo empírico” presentado
por una intuición empírica no coinciden con los rasgos descriptivos del “individuo puro” presentado
por una intuición pura como espacio.
En quinto y último lugar, de acuerdo con la lectura propuesta, Kant distingue tres rasgos de la
representación del espacio que permitirían concluir que, originalmente, no sería un “concepto
discursivo” (una representación universal). Teniendo en cuenta los puntos anteriores, esos tres
rasgos son:
 la unicidad: todos los espacios individuales son siempre partes del mismo y único espacio; en
contraste, cuando por ejemplo, se habla de mesas, no son cada una de ellas partes de una única
y misma gran mesa. Esto quiere decir que la relación entre la representación del espacio y la de
sus partes difiere de la relación entre un concepto y su extensión, es decir, sus instancias.
 la incomposibilidad: hay una precedencia del espacio único como un todo omniabarcador con
respecto a las partes; a diferencia de la composición de un conjunto a partir de elementos
previos. Esto quiere decir que la relación entre la representación del espacio y la de sus partes
difiere de la relación entre un concepto y su intensión, es decir, las notas componentes.
 la multiplicidad sólo generable a partir de limitaciones: tanto una multiplicidad de partes
individuales que puedo recortar en un espacio dado, como todo concepto discursivo de espacio
en general que pueda formar (por ejemplo, el concepto discursivo de triángulo que me permite
pensar múltiples espacios delimitados con figura triangular), requieren para su formación de
operaciones limitadoras del único espacio.

Argumento 4
[Premisas]
1. El espacio es representado como una magnitud infinita dada.
2. Ahora bien, todo concepto se debe pensar como una representación que está contenida
en una multitud infinita de diferentes representaciones posibles (como la característica

16
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

común de ellas), y que por tanto las contiene a éstas bajo sí; pero ningún concepto, como
tal, puede ser pensado como si contuviese en sí una multitud infinita de representaciones.
3. Y sin embargo, así es pensado el espacio (pues todas las partes del espacio, hasta el
infinito, son simultáneas).
[Conclusión a probar]
4. Por lo tanto, la representación originaria de espacio es intuición a priori, y no concepto.
(CRP B 39-40; itálicas de Kant; negritas de MMH)

Observaciones:
En primer lugar, observamos aquí algo que ya estaba en el argumento anterior, a saber, la
diferencia entre intuición y concepto en términos de “contener en sí” (como la presentación sensible
de este árbol que veo contiene la de su tronco) y “contener bajo sí” (como el universal de árbol se
relaciona con sus instancias posibles).
En segundo lugar, se presenta el rasgo de la magnitud infinita, pero el énfasis está puesto no tanto
en la infinitud simpliciter, sino en el carácter dado de la infinitud que caracteriza a la representación
originaria del espacio. Esto puede interpretarse del siguiente modo. Mientras que, al pensar un
concepto, se abre el campo de infinitas instancias posibles (su extensión), en el caso de la
representación del espacio no se trata de una infinitud posible, sino dada, es decir, que la
representación originaria del espacio contiene la información acerca de su magnitud efectiva. No
decimos que el espacio representado es un infinito posible, sino que es infinito. Con todo, hay
discusiones sobre este punto: cf. Allison (1983) y la interesante presentación de C. Parsons.4
En tercer lugar, dado que aquí nos encontramos con nociones de infinito, señalo a manera de
advertencia que, en un estudio exhaustivo del tema, habría que tomar en cuenta el tratamiento
kantiano en la Antinomia de la razón pura. En el argumento anterior, Kant dice que todas las
partes del espacio representado se generan por limitación y aquí agrega que “todas las partes del
espacio, hasta el infinito, son simultáneas”. De este modo se refiere, tanto a las partes delimitables
cada vez más grandes, como a la partes delimitables cada vez más pequeñas. No entramos aquí en
esta cuestión.

4
Parsons, C. (1992), “The Transcendental Aesthetic”, en: R. Guyer (ed.) (1992), The Cambridge Companion to Kant,
Cambridge, Cambridge University Press, 62-100.

17
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

Argumentos a favor del carácter a priori de la representación del espacio

Argumento 1
1. El espacio no es un concepto empírico que haya sido extraído de experiencias externas
[conclusión a probar],
2. Pues [premisas; cambié el orden de la frase kantiana]
la representación del espacio debe [muss] estar ya en el fundamento,
2.1. para que ciertas sensaciones sean referidas a algo fuera de [ausser] mí (es decir, a algo
[que está] en otro lugar del espacio que aquél en que yo estoy) y también
2.2 para que yo pueda representármelas como contiguas y exteriores las unas a las otras y,
por tanto,
2.3. no sólo como diferentes, sino como [situadas] en diferentes lugares.
3. [Otra vez, conclusión]
En consecuencia, la representación del espacio no puede ser obtenida por experiencia a partir
de las relaciones del fenómeno externo, sino que esta experiencia externa es, ante todo,
posible ella misma sólo mediante la mencionada representación. (CRP B 38, algunos de los
agregados entre corchetes son del traductor MC; los corchetes que tienen indicaciones
analíticas o las palabras en alemán y las negritas son de MMH)

Observaciones:
En primer lugar, se ha considerado que este argumento está focalizado en la aprioridad
gnoseológica de la representación del espacio, a diferencia del Argumento 2, el cual ha sido
considerado como focalizado en la aprioridad ontológica de esa representación. O sea, mientras
que aquí Kant se refiere a la experiencia externa (el polo del “sujeto” o del “conocimiento”), en el
Argumento 2 se refiere a los fenómenos externos (el polo del “objeto del conocimiento”). Por otra
parte, dada la conocida y muy citada formulación de la tesis idealista trascendental (= IT) que dice
que “las condiciones de la posibilidad de la experiencia en general son, a la vez, condiciones de la
posibilidad de los objetos de la experiencia” (CRP B 197, itálicas de Kant), comprendemos la
importancia de que Kant presente estos dos argumentos relativos a la aprioridad de la
representación del espacio.
En segundo lugar, esperaríamos que, para probar el carácter a priori de una representación, Kant
apelase a alguna de las marcas de la aprioridad señaladas en la Introducción B de la CRP: o bien la
necesidad o bien la universalidad. Aquí en este argumento se trata de la necesidad, la cual está
indicada por Kant mediante dos frases: “tiene que estar en el fundamento para que” y “es posible

18
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

ella misma sólo mediante”, que equivalen a la expresión de condiciones necesarias de posibilidad.
Si la forma en que adquirimos originariamente la representación del espacio (de las relaciones
espaciales) fuese a posteriori, sería contingente y de generalidad inductiva, de modo que podría ser
refutada por alguna experiencia, como sería refutada la afirmación de que todos los cisnes son
blancos al encontrarnos con un cisne negro.
En tercer lugar, se ha interpretado este argumento de una manera que lo hace un fácil blanco de
ataque, porque supuestamente Kant “probaría demasiado” en él, ya que los conceptos empíricos
también resultarían a priori en cuanto condiciones para identificar objetos empíricos, al igual que la
representación del espacio sería una condición necesaria para identificar relaciones espaciales.
En cuarto lugar, hay elementos en el argumento que hacen posible otra interpretación que hace
que el argumento kantiano no sea tan fácilmente objetable. Este argumento parece contener la
prueba de una afirmación de Kant al comienzo del §2, al introducir la distinción entre sentido
externo y sentido interno. Recordemos esa afirmación:

Por medio del sentido externo (una propiedad de nuestra mente) nos representamos objetos
como fuera de nosotros, y a éstos todos [nos los representamos] en el espacio. (CRP B 37,
agregados entre corchetes del traductor MC).

Ya señalé más arriba la oscuridad de los conceptos kantianos de sentido externo y sentido interno.
Con todo, siguiendo a H. Allison (1983) y a ciertas marcas textuales del argumento que analizamos,
se puede tomar la expresión “sentido externo” en un sentido mínimo según el cual “externo” no
tiene un sentido espacial. Kant distingue en el argumento entre “diferente” y “diferentes lugares del
espacio”. Si por “diferente” se entiende lo numéricamente diferente (y no sólo lo
cualitativamente diferente), entonces el argumento se referiría a la cuestión de bajo qué
condiciones podemos nosotres representarnos lo numéricamente diferente y la respuesta
kantiana sería que sólo bajo la condición de la exterioridad propiamente espacial (los diferentes
lugares del espacio, es decir, el espacio como una infinitud de posiciones que tienen determinadas
propiedades relacionales).
Entonces, la representación de algo numéricamente diferente de mí o de cosas numéricamente
diferentes entre sí (sentido “externo”) sería para nosotres posible en términos espaciales, es decir,
sólo posible en términos de una exterioridad en sentido espacial. Aquí se establecería una relación
de condición necesaria entre la representación de lo numéricamente diferente (lo condicionado) y la

19
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

representación de exterioridad espacial (la condición). Esta interpretación cuenta con ciertas
ventajas:
1. Esclarece algo el texto citado arriba sobre el “sentido externo”.
2. Se puede relacionar con otros textos de Kant, en los cuales su preocupación es criticar la
concepción lebniciana del espacio y su metafísica. Recuerden lo estudiado acerca de la
concepción leibniciana de las sustancias individuales (entidades inextensas, inmateriales,
únicamente con propiedades de representación y apetición, como “almas” o “mentes”
incorpóreas) y el principio de identidad de los indiscernibles que, aplicado a las mónadas,
equivale a la individuación puramente conceptual (cada mónada sería una especie ínfima).
Ya en su período precrítico, Kant se había referido críticamente a Leibniz, mediante las
llamadas “contrapartidas incongruentes”, es decir, diferencias entre dos cosas que no pueden
ser reducidas a diferencias conceptuales, es decir, cualitativas. Por ejemplo, un par de
guantes cada uno de los cuales, pudiendo ser exactamente iguales entre sí (diferencia
cualitativa), sin embargo tienen orientaciones diferentes en el espacio que hacen que sean
numéricamente distintos por una propiedad no conceptual.

Más abajo volvemos sobre la crítica de Kant a la concepción leibniciana del espacio, al referirnos a
sus observaciones en el §8 de la ET.

Argumento 2
[Conclusión a probar]
1. El espacio es una representación a priori necesaria que sirve de fundamento a todas las
intuiciones externas.
[Premisa]
2. Nunca puede uno hacerse una representación de que no haya espacio, aunque sí se puede
pensar muy bien que no se encuentre en él objeto alguno.
[Segunda formulación de la conclusión a probar]
3. Por consiguiente, [el espacio] es considerado como la condición de posibilidad de los
fenómenos, y no como una determinación dependiente de ellos, y es una representación a
priori, que necesariamente sirve de fundamento de los fenómenos externos. (CRP B 38-
39, algunos agregados entre corchetes del traductor MC; negritas de MMH)

20
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

Observaciones:

En primer lugar, ya dijimos algo sobre este argumento al señalar que, a diferencia del anterior,
éste se refiere a la aprioridad ontológica. En efecto, el texto explícitamente habla de fenómenos y
de objetos.
En segundo lugar, aquí es totalmente explícito el hecho de que Kant está apelando a la marca de la
necesidad como criterio principal para establecer la aprioridad ontológica de la representación del
espacio. También usa el lenguaje de la universalidad al hablar de “todas” las intuiciones (1) o de
“ningún” objeto (2). En ambos sentidos, cuando en la frase (3) habla de una “determinación
dependiente de los fenómenos”, hay que reponer el sentido de que se está refiriendo a una
determinación (= propiedad) que dependería contingentemente de ellos, pues eso es lo que
significaría que el espacio fuese una representación a posteriori: que empíricamente pudiésemos
encontrarnos con fenómenos no espaciales, que su espacialidad resultara “por inducción. Pero es
esto aquello que Kant quiere negar a partir de la distinción que señala en la premisa (2).
Entonces, en tercer lugar, ¿en qué consiste esa distinción entre, por un lado, la imposibilidad de
“hacerse una representación de que no haya espacio” y, por el otro lado, la posibilidad de “pensar
que no se encuentre en él objeto alguno”? R. Torretti (1967)5 interpreta esta diferencia como la
diferencia entre “imaginar” (hacerse una imagen de) fenómenos (objetos sensibles) no espaciales
–algo que resultaría imposible-, por un lado, y pensar (ya no imaginar) el espacio como infinitas
posiciones con relaciones de tipo geométrico entre sí, sin que nada ocupe esas posiciones (algo
cercano a lo afirmado en §1.4). Supuestamente esta “traducción” de Torretti de la distinción
kantiana ayudaría a entender por qué se sigue la conclusión. Como el texto kantiano es tan breve es
difícil insistir quedándose sólo en él. El punto, a mi criterio, que habría que evitar es “psicologizar”
las posibilidades o imposibilidades de representación o de pensamiento a las que apela la premisa
(2). En el caso de la “posibilidad de pensar” parece tratarse de una posibilidad lógica o conceptual,
pero no queda claro que sea suficiente para establecer la conclusión, sin una adecuada
interpretación de la “imposibilidad de representarse” la ausencia completa del espacio, que no
parece poder interpretarse en términos de imposibilidad lógica sin colapsar en una prueba, algo
extraña, de la “existencia necesaria” del espacio. Recuerdo aquí al obispo Berkeley, quien con
respecto a las “disputas y dificultades” sobre el “espacio puro o vacío” se refiere a:

5
Torretti, M. (1980), Manuel Kant. Estudio sobre los fundamentos de la filosofía crítica, Buenos Aires,
Charcas.

21
HFM 22 I – Prof. Marcelo Mendoza Hurtado
Clase 4 – Kant - miércoles 15/06/22

Ese peligroso dilema al que se veían reducidos algunos de los que ocuparon sus pensamientos
en este tema, a saber, o bien pensar que el espacio real es Dios, o que existe algo, además de
Dios, que es eterno, increado, infinito, indivisible, inmutable. (Tratado sobre los principios del
conocimiento humano, § 117, ed. Gredos)

Sea como sea, el sentido de aquello que quiere probar el argumento kantiano es suficientemente
claro: la aprioridad de la representación del espacio (como condición de posibilidad) con respecto a
los fenómenos (como objetos de la experiencia). Y como según Kant, el espacio es una condición
específica de la sensibilidad de los seres humanos o, a lo sumo, pensable como condición de
cualquier ser sensible (sin poder ser conocida como tal), pero ciertamente no de toda intuición en
general, parece que no habría riesgo de colapsar en esa prueba algo extraña (¡una suerte de
argumento ontológico para el espacio!).

~ Fin de la clase ~

22

También podría gustarte