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Cita en APA.

Alonso Salas, Ángel. (2010). Suicidio: ¿derecho de autodeterminación física o


ejercicio de la libertad con respecto a la propia vida?. EPISTEME, 30(2), 49-60.
Recuperado en 12 de marzo de 2023, de http://ve.scielo.org/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S0798-43242010000200005&lng=es&tlng=es.

Recuperado de: http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-


43242010000200005&lng=es&tlng=es.

Transcripciones

pág. 50:
En una cultura que pone la libertad de elección entre los más importantes de
todos los valores protegidos, el Estado no tiene ningún interés convincente
en evitar el suicidio de gente competente. Más bien el «interés imperioso» del
Estado debe estar en proteger la elección, en asegurar que las personas que
toman decisiones fundamentales en el ámbito del derecho a la intimidad no
sufran coacción, sean mentalmente competentes y estén lo suficientemente
informadas para que puedan decidir por sí mismas. El Estado deberá
intervenir para evitar el suicidio cuando el individuo carezca de la capacidad
o de la competencia para tomar decisiones al respecto. El Estado no debería
intervenir simplemente porque la decisión incipiente del suicidio parezca
insensata, o porque se considere moralmente incorrecta 1

Pág 51:
El DAF hace referencia a la realidad corporal que tiene el ser humano y a la manera
en que éste es consciente de las decisiones que afectan o benefician a su misma
corporeidad y, en el fondo, a todo su ser. Por este motivo, partiendo de la plenitud
de su libertad y autonomía, el sujeto puede llegar a tomar decisiones respecto a la
administración de sus funciones o potencialidades corporales, así como al ejercicio
de su corporeidad (embarazo o aborto, eutanasia, suicidio asistido, trasplantes de
algún órgano o tejido y, finalmente, el derecho a morir de una manera digna en las
condiciones que el sujeto decida y que estén enmarcadas en la ley sin afectar a
terceras personas).

DAF= Derecho de Autodeterminación Física.


Pág. 52:

1 Sullivan, A., Citado en Pabst Battin M., La menos mala de las muertes. Sobre eutanasia y suicidio,
y otros ensayos sobre el final de la vida, Traducción de Laura Manríquez, México, D.F., Ed. Paidós,
2006, p. 23.
Una de las caracterizaciones del suicidio racional es que las personas que lleven a
cabo dicho acto no se encuentren en estados depresivos, que no lo tomen como
una huída fácil o posean una psicopatología, sino que simple y sencillamente
decidan decir “hasta aquí” y ejerzan, en total libertad y autonomía, la decisión de
quitarse la vida por mano propia, como podrían ser los casos de Jaime Torres Bodet
y Sigmund Freud. En este orden de ideas, podríamos preguntarnos ¿qué pasa con
aquellos casos en que un acto suicida es racional (entendido como un acto
deliberado y premeditado, exento de vicios o presiones ajenas) y no obedece a una
“salida fácil”, a un “trastorno mental” o a una “servidumbre de las pasiones”?
Considero que dicho “suicidio racional” es una de las posibilidades que explícita o
implícitamente supone el DAF

Es importante destacar que el DAF permite que cualquier sujeto pueda decidir
desde su libertad, autonomía y dignidad, aquellas acciones o principios que sean
acordes a su forma de vida, que de manera consciente o inconsciente ha elegido, y
en los cuáles ha sido formado en la sociedad a la que pertenece, motivo por el cual
se contemplan situaciones como el aborto, la donación de órganos, la eutanasia o el
suicidio. Una sociedad liberal que aboga por los principios de la autonomía y de la
libertad, permiten el surgimiento y el cumplimiento de estas generaciones de
derechos humanos. En este orden de ideas, el DAF:

Consagra una esfera libre de decisión que irradia sobre una pluralidad de
aspectos tal y como se señaló al tratar del contenido del derecho de
autodeterminación física que se integra como un «nuevo estatuto jurídico
sobre la vida humana».2

COMENTARIOS:

Este artículo nos lleva a pensar en conceptos netamente liberales que han llevado a
desarrollar el derecho a la autodeterminación física, donde los sujetos desde la
libertad, la autonomía y su propia dignidad, tomen decisiones de manera consciente
y razonada .

Debemos partir desde la premisa de que el estado debe ser un vehículo que ofrezca
los mecanismos necesarios para que las personas ejecuten sus derechos y no solo
los idealicen, pues es necesario comprender que las personas por sí mismas se
entienden capaces y además competentes de tomar decisiones sobre en su propia
vida, el estado no podrá intervenir en la esfera privada con el argumento de que son
conductas que se consideran moralmente incorrectas o verazmente insensatas.

2 ante las transformaciones tecnológicas y campos de la vida humana). Sobre el contenido de los
derechos de la cuarta generación, Cf. Gómez Sánchez, Y., “El derecho de la autodeterminación física
como derecho de cuarta generación”, en Ingrid Brena Sesma, op. cit., p. 243.
También el articulo toca rasgos del suicidio racional, entendido como una decisión
libre, consiente y autonoma, sin alegar algun tipo de enfermedad psiquica o fisica,
sino que racionalmente toman la decisión de terminar con su existencia sin motivo
alguno, pues puede obedecer a una decisión premeditada que durante muchos
años la ha llevado consigo y llega el momento de ejecutar por el simple hecho de
que fue un pensamiento que ahora lo materializará, este tema va más allá de lo que
queremos pensar en nuestro trabajo, pero nos puede apoyar en esos razgos tan
grandes de liberalidad que denotan del mismo, podriamos revisar los casos que
mencionan de suicidios racionales: Jaime Torres Bodet y Sigmund Freud.

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