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Batalla de Alesia

La Batalla de Alesia o el Sitio d e Alesia fue un enfrentamiento militar desarrollado en el


mes de septiembre del año 52 AC, el cual se encuentra enmarcado en la guerra de las
Galias que fue un conflicto militar librado entre el procónsul romano Julio César y las
tribus galas entre el año 58 a. C. y 51 a. C. en la cual, la República Romana sometió a
la Galia, extenso país que llegaba desde el Mediterráneo hasta el canal de la Mancha,
culminando esta guerra con la Batalla de Alesia, donde la capacidad de la ingeniería
militar romana le permitió derrotar a un vasto ejército galo, asegurando el dominio
romano de la Galia; en la región de la tribu gala de los Mandubios, y que tuvo como
escenario principal su capital, la fortaleza de Alesia. Esta batalla enfrentó a los ejércitos
de la República de Roma dirigidos por Cayo Julio César, que contaba con la caballería
al mando de Marco Antonio, y con legiones al mando de sus legados, Tito Labieno y
Cayo Trebonio, entre otros, contra una confederación de tribus galas bajo el liderazgo
de Vercingetorix, jefe de la tribu de los Arvernos 1.

Alesia fue la batalla clave que dio la victoria definitiva a los romanos frente a los galos
en la larga guerra de las Galias. El Sitio de Alesia es considerado como uno de los
grandes éxitos militares de César e incluso en la actualidad es utilizado como un
ejemplo clásico de sitio u operaciones de cerco.

La batalla es descrita en detalle por numerosos autores contemporáneos incluyendo a


César en sus Comentarios a la guerra de las Galias, Libro VII. Tras esta batalla, el líder
rebelde fue capturado y la Galia fue definitivamente derrotada convirtiéndose en una
provincia romana.

Datos de la Batalla de Alesia:

Quienes: Cayo Julio Cesar (100 – 44 a.C.), con un ejercito de 45,000 hombres, asedio
a un ejército de 70,000 galos, bajo el mando de Vercingetorix de los arvernos (m. 46
a.C) y se enfrento a una fuerza que presuntamente alcanzaba 250,000 guerreros.

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Christer Jorgensen, Grandes Batallas Conflictos decisivos que han conformado la historia (2010), Reino Unido,
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Como: Cesar se valió de la pericia romana en las operaciones de asedio dirigidas hacia
dentro y hacia afuera, y de la disciplina romana para derrotar las amenazas de las
fuerzas asediadas y de las de socorro2.

Por qué: Cesar trataba de aplastar, de una vez por todas, la amenaza de Vercingetorix
contra el dominio romano.

Resultado: Fue el último esfuerzo de los galos contra Cesar. La derrota del carismático
Vercingetorix termino con la capacidad de los galos para resistir a los romanos.

Antecedentes previos a la Batalla

Entre el 58 y el 52 AC Cayo Julio Cesar Procónsul de Roma, conquistaba la Galia,


territorio de los actuales países de Francia, Bélgica y Suiza. Una a una, César fue
derrotando a las tribus galas como la de los helvecios, los belgas o los nervios y logró
el juramento de alianza de otras muchas.

El éxito de la guerra trajo consigo un aumento enorme de riqueza en la República en la


forma de botín de guerra y de nuevas tierras sobre las que imponer impuestos. El
propio César se hizo inmensamente rico puesto que, como general, se beneficiaba de
lo obtenido por la venta de prisioneros como esclavos 3.

A pesar de su éxito había un claro malestar en la Galia, que se empezó a manifestar a


finales del 54 a.C. A causa de la mala cosecha, Cesar se vio obligado a dispersar a sus
soldados en cuarteles de invierno a lo largo del noreste de la Galia, exigiendo a las
diversas tribus que les suministraran provisiones. Esto provoco un fuerte resentimiento
que estallo en una rebelión abierta. Durante el invierno del 53/54 a.C 4.

En el invierno del año 54 al 53 AC, la tribu ya pacificada de los Eburones, dirigida por
Ambríorix, se rebeló contra la invasión romana y destruyó la XIII Legión dirigida por los
generales Sabino y Lucio Aurunculeyo Cota, en una emboscada planificada
cuidadosamente. Este fue un importante golpe contra la estrategia de César en la
Galia, puesto que con ello había perdido una parte de sus tropas y lo que era más
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100 Batallas, Parragon Books, 1ª edición (2012), Reino Unido.
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CESAR JULIO (1960): Comentarios de la Guerra de las Galias
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Christer Jorgensen, Grandes Batallas Conflictos decisivos que han conformado la historia (2010), Reino Unido,
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importante, el prestigio militar que le acompañaba, a lo que había que añadir que la
situación política en Roma le impedía conseguir refuerzos.

La rebelión de los Eburones fue la primera derrota clara de los romanos en la Galia e
inspiró los sentimientos tribalistas por toda la región. Le llevó casi un año entero, pero
César logró retomar el control de la Galia y pacificar a las tribus. Sin embargo, el
problema todavía no había terminado.

Las tribus galas empezaban a darse cuenta de que sólo podrían conseguir derrotar a
Roma manteniéndose unidas. Se convocó un concilio de dirigentes en Bribacte por
iniciativa de los Heduos, una tribu anteriormente leal a César 5.

Figura 1. Mapa de las Galias en los años 58 a.C.

El concilio declaró a Vercingétorix, líder de los arvernos, comandante de los ejércitos


unidos de la Galia. Los jefes galos decidieron que la insurrección empezaría cuando
César estuviera en su Italia ocupado con la política romana. En cuanto a los Heduos,
5
CESAR JULIO (1960): Comentarios de la Guerra de las Galias.
estos prometieron unirse a la rebelión en el momento que consideraran causarían
mayor impacto6.

Los galos esperaban lograr que para cuando César lograra regresar a la provincia ya
hubieran sublevado a toda la Galia Transalpina, haber invadido la Narbonense y
derrotar una a una las guarniciones romanas. El ejército galo contaba con 80.000
infantes y 15.000 jinetes al mando de Vercingétorix, César se encontraba entonces en
el campamento de invierno de la Galia Cisalpina, desconociendo la alianza que se
había formado en su contra. La primera señal de los problemas que se avecinaban
procedió de los Carnutes, que mataron a todos los colonos romanos de la ciudad de
Cénabo, la actual Orleans. A esto le siguió la matanza de todos los ciudadanos
romanos, comerciantes y colonos, en las ciudades galas más importantes 7.

Entre tanto Cesar ataco varias poblaciones galas, con el fin de procurarse provisiones,
fue así que Vercingetorix se dio cuenta que la logística era el punto débil de Cesar y así
los galos adoptaron una estrategia Fabiana (estrategias militares que tienen como
objetivo vencer a un oponente mediante una guerra de desgaste. Estas tácticas evitan
librar batallas decisivas y acosan al enemigo con escaramuzas de manera que éste se
desmoralice, esta estrategia toma su nombre de Quinto Fabio Máximo, político y militar
romano que ostentó la dictadura durante la segunda guerra púnica) 8.

En la cual evitarían confrontación en terreno abierto y procurarían hacerlo en sus


ciudades fortificadas, para negarles los recursos y provisiones que los romanos
necesitaban para continuar sus operaciones 9.

César logró un tiempo récord, y consiguió sorprender a las tribus galas. Vercingétorix
empezó una campaña de tierra quemada dejando sin suministros a César que marcho
a la tierra de los Heduos. Los romanos encontraron apoyo por parte de algunos jefes
de la tribu y tras ejecutar a los sospechosos de insurrección reclutaron a unos 10.000
guerreros. Dividió sus fuerzas, mandando cuatro legiones con Tito Labieno a luchar
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CESAR JULIO (1960): Comentarios de la Guerra de las Galias.
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OSPREY (2012): La Batalla de Alesia
8
Christer Jorgensen, Grandes Batallas Conflictos decisivos que han conformado la historia (2010), Reino Unido,
pag. 43-47.
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Christer Jorgensen, Grandes Batallas Conflictos decisivos que han conformado la historia (2010), Reino Unido,
pag. 43-47.
contra los Senones y los Parisios en el norte. César en persona se dirigió en
persecución de Vercingétorix con seis legiones y su caballería germana aliada.

César continúo con su persecución y los dos ejércitos se encontraron en la colina de


Gergovia, en donde Vercingétorix mantenía una posición defensiva muy fuerte. César
se vio obligado a retirarse derrotado, tras sufrir más de 700 bajas.

La victoria dio nuevos aires a la rebelión gala, parte de los heduos entonces se
rebelaron y asaltaron Noviodunum, liberando a todos los rehenes galos de César. Sin
embargo, la rebelión gala no volvió a conseguir mayores éxitos. Las fuerzas de César
se unieron a las de Labieno que había conseguido tomar Lutecia, el actual Paris y
juntos continuaron la persecución10.

En el verano del 52 AC, hubo varios enfrentamientos entre ambas caballerías, en los
alrededores de Vingeanne, en la actual Dijon, resultando con la victoria de César y la
pérdida de 3.000 jinetes para los galos.

Vercingétorix decidió que no era el momento para una batalla a gran escala, y se
reagrupó en la FORTALEZA DE ALESIA. César vio en cambio la oportunidad de
acabar con la guerra de una vez por todas11.

Conducción de la Batalla

Vercingetorix y su ejercito construyeron un campamento fortificado adyacente a Alesia,


defendido por un foso y un terraplén de 1.8 m de altura. Cesar concluyo que Alesia ("La
ciudad propiamente dicha estaba en la cumbre de una colina, a una gran altitud. . . La
base de la colina estaba bañada por dos corrientes de agua por los dos lados. Delante
de la ciudad se extendía una llanura de unas tres millas) y el campamento galo eran
demasiado fuertes para ser asaltados y decidió en cambio rodear y bloquear la ciudad.
Comenzó inmediatamente la construcción de siete campamentos fortificados (4 de
caballería y 3 de infantería), apoyados por 23 fuertes en los puntos clave, los construyó
un muro de tres pasos (4 m) de altura con una longitud de 17 Km alrededor de Alexia
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OSPREY (2012): La Batalla de Alesia
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CESAR JULIO (1960): Comentarios de la Guerra de las Galias.
para impedir la huida de los sitiados, a continuación, los rodeó de dos fosos de 4,5
metros de ancho por 1 m de profundidad, el más cercano a la fortificación se llenó de
agua procedente de los ríos cercanos, y todo esto lo hizo en tres semanas. Mientras
construían, se construían estas fortificaciones, Vercingétorix envió a su caballería para
obstaculizar a los romanos. Se produjo una batalla de caballería, en la cual los galos
fueron duramente vapuleados por la caballería de Cesar, especialmente por los
Germanos. Vercingetorix decidió entonces que su caballería intentara una evasión
durante la noche con la intención de reunir un ejército de socorro. Los jinetes Galos se
deslizaron por las brechas de las filas romanas y regresaron a sus comunidades para
reunir un nuevo ejercito a fin de socorrer a los ejércitos 12.

Figura 2. Ubicación de los Campamentos del Ejercito Romano.

Con la huida de la caballería gala y la probable aparición de un ejercito de socorro,


Cesar decidió aumentar sus construcciones de asedio con los lados perpendiculares,
para evitar que los galos de Alesia obstaculicen los trabajos de construcción de
fortificaciones. Tras este foso, se excavaron dos fosos adicionales, y el interior fue
llenado de agua. Tras estos se erigió un terraplén de 3.6 m de altura con la tierra

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100 batallas, Parragon Books, 1ª edición (2012), Reino Unido.
extraída de los fosos. Este fue coronado con una empalizada y protegido por estacas
afiladas. Para reforzar aún más el terraplén, se dispusieron torres espaciadas
regularmente a lo largo de él13,la longitud de estas construcciones era de casi 16 km.

Vercingetorix durante la construcción de las fortificaciones, realizo una serie de salidas


importantes y coordinadas fuera de la ciudad, que interferían con la construcción y
dificultaban el envió de partidas de aprovisionamiento por parte de Cesar. Este añadió
tres líneas de trampas. La primera constaba de cinco hileras de troncos y ramas
afiladas, colocadas en zanjas, frente a ellas había fosos de 90 cm de profundidad, con
estacas afiladas en su interior14.

Para defenderse del ejercito de socorro, se construyo un conjunto similar de


fortificaciones, de 21 km de longitud, dirigido hacia afuera, con bastante espacio para
que Cesar moviera sus tropas. Para entonces, las condiciones de vida en Alesia iban
empeorando cada vez más. Con los 80.000 guerreros que aún quedaban, más la
población local, había demasiada gente dentro de la fortaleza para tan escasa comida.
A Vercingetórix le dieron los jefes galos atrincherados dos opciones para evitar la
capitulación por hambre. Sacrificar los 10.000 caballos que aún tenían dentro o enviar a
los civiles con los romanos. El caudillo galo optó por expulsar de la ciudad a los no
combatientes, ya que esperaba usar a los animales en la batalla y así podría ahorrar
las provisiones para los combatientes y forzar a los romanos a agotar las suyas en
alimentarlos. Sin embargo, César ordenó que no se hiciese nada por esos civiles, y los
ancianos, mujeres y niños se quedaron esperando a morir de hambre en la tierra de
nadie entre las paredes de la ciudad y la circunvalación, ya que Vercingetórix se negó
también a recibirlos de nuevo.

A finales de septiembre las tropas galas, dirigidas por Commio, rey de los Atrevates
secundado por Vercasilauno, primo de Vercingetorix, acudieron en refuerzo de los
sitiados en Alesia, y atacaron las murallas exteriores de César.

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Christer Jorgensen, Grandes Batallas Conflictos decisivos que han conformado la historia (2010), Reino Unido,
pag. 43-47.
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OSPREY (2012): La Batalla de Alesia.
Figura 3. Mapa de Alesia y los trabajos de cerco realizados.

Vercingétorix ordenó un ataque simultáneo desde dentro. Sin embargo, ninguno de


estos intentos tuvo éxito y a la puesta del sol la lucha había acabado. Al día siguiente,
el ataque galo fue bajo la cobertura de la oscuridad de la noche y lograron un mayor
éxito que el día anterior. César se vio obligado a abandonar algunas secciones de sus
líneas fortificadas. Los galos consiguieron cegar los fosos y llegar hasta las
empalizadas, comenzando su asalto, los legados Marco Antonio y Cayo Trebonio, que
defendían sectores que no habían sido atacados, enviaron refuerzos a los sectores
más comprometidos. La situación del ejército romano también era difícil, habían
agotado sus proyectiles y defendían cuerpo a cuerpo el asalto galo. Al amanecer los
galos decidieron retirarse después de haber cegado algunos fosos y asaltado la
empalizada en algunas partes, pero sin éxito.

La muralla interna también fue atacada, pero la presencia de trincheras, los campos
plantados de obstáculos, que los hombres de Vercingétorix tenían que llenar para
avanzar, les retrasaron lo suficiente como para evitar la sorpresa. Para entonces, la
situación del ejército romano también era difícil. El día siguiente, el 2 de octubre,
Vercasivelauno, lanzó un ataque masivo con 60.000 hombres, enfocado al punto débil
de las fortificaciones romanas, que César había tratado de ocultar hasta entonces, pero
que había sido descubierto por los galos15.

Al día siguiente 2 de octubre, Comio dividió a su ejército en dos, para que uno atacara
a la muralla romana por donde habían cegado la noche anterior, y el otro con 60.000
efectivos bajo el mando de Vercasivelauno marchó hacia una parte de la circunvalación
que, por la naturaleza del terreno, los romanos no la habían podido fortificar conocida
como el monte Rea, partió de noche y terminada su marcha cerca del amanecer, se
ocultó tras del monte, y ordenó a los soldados que descansen, mientras que
Vercingetórix saldría de la ciudad, obligando a Julio César a combatir, no solo
quintuplicado en número, sino a hacerlo por ambos flancos.

Figura 4. Ataque de Comio el 2 de Octubre.

El ataque se produjo combinando las fuerzas del exterior con las de la ciudad:
Vercingétorix atacó desde todos los ángulos las fortificaciones interiores. César confió
en la disciplina y valor de sus hombres, y ordenó mantener las líneas. Él personalmente
recorrió el perímetro animando a sus legionarios 16.

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CESAR JULIO (1960): Comentarios de la Guerra de las Galias.
16
CESAR JULIO (1960): Comentarios de la Guerra de las Galias.
La caballería de Labieno fue enviada a aguantar la defensa del área en donde se había
localizado la brecha de las fortificaciones. César, con la presión incrementándose cada
vez más, se vio obligado a contraatacar la ofensiva interna, y logró hacer retroceder a
los hombres de Vercingétorix. Sin embargo, para entonces la sección defendida por
Labieno se encontraba a punto de ceder.

César tomó una medida desesperada, tomando 13 cohortes de caballería, es decir


unos 6.000 hombres para atacar el ejército de reserva enemigo de unos 60.000 por la
retaguardia. La acción sorprendió tanto a atacantes como a defensores, ya que
pensaron que se trataba de un ejército de refuerzo romano 17.

Viendo a su general afrontar tan tremendo riesgo, los hombres de Labieno redoblaron
sus esfuerzos. En las filas galas pronto empezó a cundir el pánico, y trataron de
retirarse. Sin embargo, como solía ocurrir en la antigüedad, un ejército en retirada
desorganizada es una presa fácil para la persecución de los vencedores, y los galos
fueron masacrados.

Figura 5. Ataque de Cesar para salvar la posición y atacar al Ejercito de Comio.


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OSPREY (2012): La Batalla de Alesia.
En Alesia, Vercingétorix fue testigo de la derrota del ejército exterior. El rey galo se dio
cuenta de la inutilidad de la lucha, y de lo hambriento que estaba todo su pueblo
encerrado en Alesia, ya presto a morir de hambre, y estuvo meditando sobre rendirse.
Convocó a sus nobles, que les expuso que como rey de los galos tenían la opción de
matarle allí mismo, o entregarse a César. Los nobles no quisieron matarle, por lo que el
rey de los galos optó entregarse a César con la condición de que perdonara a su
pueblo, pues el suicidio no era tradición de los galos, como lo había sido el de los
hispanos sitiados en Numancia, por ejemplo, antes de rendirse y exponerse a ser
rebajados como esclavos. El rey de los galos consideró que su pueblo debía de
sobrevivir para poder alcanzar la independencia y liberación algún día. Vercingetorix
procedió enviarle mensajeros a César para negociar su rendición 18.

La respuesta de César fue que se levantaría una gran trinchera en un lugar señalado
del anillo interior romano, donde debían cruzar en primer lo que quedaba de los 80.000
infantes y 10.000 jinetes de Vercingetorix, llevarían allí todas sus armas y armaduras,
para arrojarlas ahí en aquel gigantesco hoyo, y se pondrían a un lado para recibir un
poco de alimento y de paso organizarlos para enviarlos al mercado de esclavos de
Marsella.

A continuación, el resto de los civiles de Alesia, reservándose las mujeres galas más
hermosas para regalárselas como esclavas a sus mejores legionarios, y con cuyo botín
obtenido del mercado de esclavos, repartir importantes primas en recompensa a todos
sus legionarios, ya que preveía que iba a necesitar en el futuro para otras guerras y
batallas; y en último lugar lo que quedaba de los nobles y el propio príncipe
Vercingetórix. Y eso debería de hacerse nada más empezara el alba. Se hizo construir
un estrado de poco más de medio metro de alto, donde recibiría la rendición de
Vercingetorix, y como Roma aceptaba la rendición, oficialmente le recibiría con la toga
consular, símbolo de su imperium, en vez de con su armadura de oro guerrera. El rey
de los galos fue el último en salir de Alesia, y ataviado con sus mejores galas
18
https://arrecaballo.es/edad-antigua/guerra-de-las-galias/sublevacion-de-vercingetorix-52-51-ac/
guerreras, se acercó a la silla curul de César, bajó de su caballo, empezó a quitarse su
corona, sus armaduras y sus armas, y las arrojó al suelo, diciendo con ademán
orgulloso:” Me has vencido, César, pido clemencia para mi pueblo”.” La tendrás,
príncipe Vercingetorix”, le respondió César. Acto seguido un funcionario romano se
acercó al rey de los galos, para que firmara el documento de la rendición, y hecho esto,
los generales que estaban a ambos lados del estrado, y los legionarios de atrás y
desde el resto de la muralla del anillo romano, lanzaron vítores y vivas a César, por lo
que consideraban el fin de la guerra de las Galias. El rey de los galos empezó a
arrodillarse al suelo ante el vencedor, en señal de sumisión, y César se levantó de su
silla curul para acercarse y ofreciendo su brazo al humillado rey galo para ayudarle a
levantarse.” Has luchado como has podido, y eso te honra, espero que esta vez hayas
aprendido que no es nada bueno desafiar a Roma” le dijo César. 19.

Táctica empleada:

Fue una batalla de asedio empleada por las fuerzas romanas, empleando acciones
ofensivas y defensivas, en la cual elevaron el valor del terreno enfatizando el empleo
de la Ingeniera Militar al máximo (con trabajos Supervivencia, Contramovilidad y
negación de recursos) para sitiar a las fuerzas galas dentro de Alesia y para resistir las
fuerzas de socorro que ataco desde fuera del cerco 20, con el propósito de esperar la
rendición de las fuerzas en Alesia, quebrantando su moral de combate por falta de
alimentos, víveres, agua e incluso el efecto psicológico causado a los sitiados, producto
del cerco21.

Cesar empleo esta táctica para que el ejército de Vercigetorix pierda su libertad para
maniobrar al ser aislada, controlando sus líneas de comunicaciones y evitando que
esta se refuerce, con el propósito de:

• Mantener al enemigo aislado y sin que pueda recibir apoyo de inteligencia, logístico
o de fuego de formaciones enemigas que se encuentren fuera del cerco.
• Retener la libertad de maniobra del Enemigo.

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https://arrecaballo.es/edad-antigua/guerra-de-las-galias/sublevacion-de-vercingetorix-52-51-ac/
20
GRAL ALVAREZ TORRES AUGUSTO, ANALISIS CRÍTICO DE LA HISTORIA MILITAR APLICADA A LA INTELIGENCIA
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https://www.youtube.com/watch?v=ds2bEv-uHUw
La dispersión en una defensa perimétrica es difícil; por lo tanto, la siguiente mejor
alternativa es proteger las posiciones mediante la construcción de fortificaciones de
campaña, los trabajos de ingeniería se concentraron primero en la contramovilidad,
luego en la capacidad de supervivencia.
La intención de Cesar al sitiar Alesia fue desgastar al enemigo, desmoralizándolo
gradualmente, para ello las misiones de reconocimiento que ordeno realizar, para
mantener contacto con el enemigo y monitorear sus acciones en respuesta a la
operación de cerco fue una las claves de su éxito, esto le permitió reaccionar
eficazmente ante los contra ataques enemigos.
Para desarticular el ataque galo de Comio, Cesar realizo una maniobra intrépida, en la
cual rechazo el ataque en el sector sur este de su campamento y mediante una
maniobra de envolvimiento ataco la retaguardia enemiga del ejército de Comio,
sorprendiéndolos y haciéndoles pensar que se trataba de un ejercito de relevo romano,
concluyendo con esta las acciones bélicas en la Galia.

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