Está en la página 1de 24

Educación Terapéutica del Paciente Crónico

Unidad 1: Educación Terapéutica del Paciente Crónico


Definición de educación terapéutica según la OMS
 "un proceso continuo de cuidados médicos, que incluye actividades educativas
llevadas a cabo por los profesionales de la salud, creado para ayudar a los pacientes y
a sus familiares a realizar su tratamiento y prevenir las complicaciones”.

Objetivos de la educación para la salud y educación terapéutica


 Modificación de conocimientos, actitudes, comportamientos de salud a través del
empoderamiento de las personas sobre su proceso salud/enfermedad

Empoderamiento (empowerment)
Es un proceso educativo diseñado para ayudar a los pacientes a desarrollar los conocimientos,
habilidades, actitudes y grado de autoconsciencia necesaria para asumir efectivamente la
responsabilidad de sus decisiones relacionadas con la salud, siendo un elemento clave de la
educación para la salud.

Para tener la capacidad de ejercer un mayor control sobre su salud, la población necesita
disponer de la información, el conocimiento y la comprensión de dicha información. Esto le da
confianza y la voluntad de afirmar el control.

La alfabetización en salud también incluye la comprensión correcta en relación a la salud y el


sistema de salud, y permite a los pacientes a comprender y actuar en su propio interés.

Enfermedades agudas y crónicas


 Enfermedad aguda: tiene comienzo súbito y evolución rápida, incluyendo su resolución
 Enfermedades crónicas: tienen un comienzo más lento y se mantienen en el tiempo.

En la actualidad, se considera que las ECNT son causadas en gran medida por factores de
riesgo asociados al comportamiento, que dependen en gran parte de variables económicas
como el trabajo, el acceso a los alimentos, la vivienda y la educación.

Existen factores de riesgo como el aumento en el consumo de tabaco, los deficientes hábitos
alimenticios, la falta de actividad física, el consumo alto de alcohol, la disminución en el número
de horas de sueño, la falta de compromiso con los tratamientos médicos o el inapropiado uso
de tratamientos mágicos, el uso incorrecto de medicamentos, son algunos ejemplos.

Las enfermedades crónicas no transmisibles conforman un número importante de enfermedades


➢ Cardiovasculares
➢ Accidentes cerebrovasculares
➢ La mayoría de las formas clínicas de cáncer
➢ Los trastornos metabólicos
➢ Las enfermedades respiratorias y pulmonares
➢ Las enfermedades osteoarticulares
➢ Las enfermedades renales
Estas enfermedades han venido presentando cifras similares a las de epidemias mundiales, y se
han identificado como la causa principal de discapacidad y de millones de muertes prematuras
en todo el mundo; representan un 60% del total de muertes, de las cuales el 80% ocurre en
países de ingresos bajos o medios.
Los costos a largo plazo del tratamiento y los efectos negativos sobre la productividad son
devastadores para la situación económica de los individuos, familias y sociedades.

Cambios generados por la presencia de una ECNT

ESTILOS DE VIDA
Las ECNT influyen en las actividades cotidianas, el funcionamiento del sistema familiar y
económico, los hábitos alimenticios, los espacios de ocio y recreación y el trabajo.

La disminución en la actividad física se presenta especialmente cuando hay dolor agudo o


crónico en enfermedades como la artritis, las deficiencias cerebrovasculares y las de la arteria
coronaria.

Las enfermedades musculoesqueléticas causan mayor disminución en la actividad física en las


mujeres y en el caso particular de artritis reumatoide, la presencia de dolor, la inflamación y la
pérdida de la movilidad dificulta además el cuidado personal, disminuye el contacto físico y
social y se hace necesario un ajuste en las actividades laborales. También en pacientes con
obesidad se da una disminución de la actividad física por la incapacidad al movimiento y dolor.

La presencia de una ECNT, además, incrementa la asistencia a los servicios médicos y los
encuentros con los especialistas, lo que implica realizar ajustes tanto en el tiempo como en el
dinero y poner en marcha nuevas rutinas que permitan cumplir con los requerimientos del
equipo de salud.

AUTOESTIMA
La cronicidad de estas enfermedades provoca cambios en la percepción de la autoestima,
disminución de la satisfacción marital, cambios de estado de ánimo e irritabilidad. Así como
problemas ocupacionales y económicos, que repercuten en la dinámica familiar, y exigen
ajustes en los roles y expectativas hacia el futuro.

REACCIONES EMOCIONALES
Existe evidencia de la presencia de estados emocionales en las ECNT, como la depresión y la
ansiedad.

Durante las fases de recaída o crisis es común encontrar síntomas de depresión, ansiedad y
angustia que se generan por las situaciones de hospitalización, la percepción de deterioro de la
salud, la aparición de nuevos síntomas asociados a la enfermedad o la presencia de algunos
que ya se habían mantenido bajo control. Se crea entonces incertidumbre en el paciente,
debido al curso impredecible de la enfermedad, la continua amenaza a la vida y la pérdida de
la esperanza de una cura real.

Por otra parte, la depresión se encuentra relacionada con factores que predicen la
supervivencia. Así, la presencia de dicha enfermedad disminuye la motivación, la
concentración y la energía requerida para llevar a cabo, de forma consistente, las tareas de
autocuidado, tales como la toma de medicación, el automonitoreo y la actividad física; y esto
a su vez aumenta el riesgo de presentar condiciones físicas negativas y discapacidad.

Otros de los procesos que se relacionan con la presencia de depresión en pacientes con ECNT
son el ajuste y el compromiso con el tratamiento, que es el grado en el que los pacientes
asumen cambios en relación con el estilo de vida recomendados por los profesionales de la
salud.

COMPROMISO CON EL TRATAMIENTO


El compromiso con el tratamiento está asociado a múltiples factores en el trascurso de una
enfermedad. Dentro de estos se encuentra la creencia que se tiene acerca del síntoma, el
tiempo transcurrido luego del diagnóstico, la percepción que se tiene de la complejidad de la
enfermedad y la información acerca del carácter progresivo de la enfermedad crónica.

El compromiso con el tratamiento se facilitará cuando el paciente perciba mejoría debido al


tratamiento indicado.

Se han encontrado asociaciones positivas entre el compromiso con el tratamiento y rasgos de


personalidad, tales como la extraversión, la apertura, la responsabilidad, la conciencia y la
escrupulosidad.

Otros factores que favorecen el compromiso con el tratamiento son los estilos de afrontamiento
activo, la capacidad de integrar emociones, la existencia de una relación empática entre el
profesional tratante y el paciente, de una escucha por parte del médico tratante y de espacios
de confianza en donde el paciente pueda expresar de forma libre sus inquietudes y problemas.
Este último factor facilita la participación del paciente en la toma de decisiones y la explicación
de las dudas que surgen durante la prescripción.

Los pacientes desarrollan estrategias de afrontamiento como el automanejo y la


autorregulación, que les permiten tener control sobre los síntomas, los tratamientos y las
consecuencias físicas y psicosociales; así como realizar los ajustes necesarios a su estilo de vida
de modo que puedan mantener una calidad de vida satisfactoria.

Las estrategias de afrontamiento activas, tales como la resolución de problemas, la recopilación


de información y la regulación de las emociones, contribuyen con el manejo del dolor, de los
estados de ánimo depresivos y del aumento de la capacidad funcional.

Dentro de las técnicas de intervención se encuentra la entrevista motivacional, la cual facilita la


adquisición de un compromiso para el cambio comportamental, a través del reconocimiento y
empoderamiento de los problemas presentes y potenciales. Esta entrevista se centra en las
verbalizaciones y actitudes del paciente que permiten la identificación de ambivalencia,
hábitos o conductas poco sanos que deben trabajarse para promover cambios hacia estilos de
vida más saludables.

Existen otras intervenciones terapéuticas que buscan promover la salud a través de la


autorregulación, por medio de la meditación, el yoga, las técnicas de relajación y respiración,
otros.

En relación con los cambios en el estilo de vida de los pacientes, el modelo transteórico, plantea
que cambios en la actividad física, la alimentación sana, la pérdida de peso y el seguimiento de
las recomendaciones hacen parte del proceso y se presentan por etapas:

motivación (los pacientes tienen que estar motivados para tomar acción).

una acción (los pacientes necesitan orientación y apoyo cuando están implicados en un
comportamiento activo de cambio dentro de un proceso).

un mantenimiento (los pacientes necesitan apoyo para prevenir las recaídas y modificar sus
trayectorias de autogestión).

Manejo de sentimientos al vivir con una enfermedad crónica


Hablemos sobre el acostumbrarse a una enfermedad crónica: habla del impacto que tiene
hacia uno mismo
 Puede ser impactante saber que se tiene una enfermedad crónica. Uno se puede
preguntar “¿por qué yo?” o “¿de dónde viene?”
➢ A veces, nada puede explicar por qué contrajo la enfermedad
➢ La enfermedad puede ser hereditaria y no haber sabido. Es muy importante
siempre saber sobre antecedentes familiares
➢ Es posible que haya estado expuesto a algo que le causó la enfermedad
 El miedo o el impacto pueden dar lugar a:
➢ La ira
➢ Tristeza o depresión porque posiblemente no pueda vivir de la manera como solía
hacerlo
➢ La confusión o el estrés sobre cómo cuidarse

La imagen de sí mismo puede cambiar


 Se puede sentir que ya no es una persona completa. Podría estar avergonzado o
apenado de que tiene una enfermedad
 Uno aprenderá a vivir con su enfermedad y se acostumbrará a una nueva normalidad.
Por ejemplo:
➢ Una persona con diabetes puede que deba aprender a examinarse su azúcar en
sangre y administrarse la insulina varias veces al día. Esto se convierte en su nueva
normalidad
➢ Una persona con asma puede que deba llevar consigo un inhalador y evitar los
factores que le puedan causar un ataque de asma. Esta es su nueva normalidad.

Es de esperar que se sienta abrumado por cuánto hay por aprender y qué cambios en el estilo
de vida necesita hacer (Por ej. en su alimentación, dejar de fumar y hacer ejercicio).

Sea compasivo consigo mismo: con el tiempo, se adaptará a vivir con su enfermedad. Se sentirá
como usted mismo otra vez a medida que aprenda cómo ajustar su enfermedad dentro de su
vida.

SENTIMIENTOS Y EMOCIONES CON EL PASO DEL TIEMPO


 Se necesita mucha energía para manejar su enfermedad crónica cada día. Algunas
veces, esto puede afectar su actitud y estado de ánimo. A veces uno puede sentirse
muy solo, especialmente durante los momentos en que su enfermedad es más difícil de
manejar
 A veces, puede experimentar algunos sentimientos que tuvo cuando presentó por
primera vez la enfermedad
➢ Deprimido por tener la enfermedad. Se siente que la vida nunca va a estar BIEN
otra vez
➢ Enojado. Todavía parece injusto que uno tenga la enfermedad
➢ Temeroso de que se vaya a poner muy enfermo con el tiempo
 El estrés puede hacer que sea más difícil para usted cuidar de su enfermedad crónica.
Usted puede aprender a hacerle frente al estrés para ayudar a manejarlo día a día.
Encuentre maneras para disminuirlo. Las siguientes son algunas ideas:
➢ Caminatas
➢ Leer un libro o ver el programa favorito
➢ Realizar yoga, meditación
➢ Tomar una clase de arte, tocar un instrumento, escuchar música
➢ Llamar a un amigo o pasar tiempo con él
Encontrar maneras saludables y divertidas de hacerle frente al estrés le ayuda a mucha
gente. Si el estrés perdura, hablar con un terapeuta puede ayudarlo a afrontar muchos
sentimientos que surjan. Pídale ayuda al proveedor de atención medica para encontrar
un terapeuta.

APRENDA MÁS RESPECTO A SU ENFERMEDAD


 Conozca más acerca de su enfermedad para que pueda manejarla y sentirse mejor al
respecto (empoderamiento)
 Aprenda cómo vivir con su enfermedad crónica. Al principio, podría parecer como que
lo está controlando, pero cuanto más aprenda y pueda hacer por sí mismo, más normal
y en control se sentirá
 Encuentre información en internet (de buena fuente), en una biblioteca y de las redes
sociales, grupos de apoyo, organizaciones nacionales y hospitales locales, y sobre todo
a un profesional capacitado en el tema

Una enfermedad crónica, puede que te afecte física, emocional, social e incluso
económicamente. La forma en la que a una persona le afecta una enfermedad crónica
depende de la enfermedad particular que tiene y cómo repercute sobre su cuerpo, la
gravedad de la enfermedad y el tipo de tratamientos que requiere. Aceptar y adaptarse a la
realidad de padecer una enfermedad crónica requiere tiempo, pero las personas que están
dispuestas a aprender cosas sobre su enfermedad, a buscar y aceptar el apoyo de los demás y
a participar activamente en el cuidado de su salud generalmente superan con éxito el proceso
de afrontamiento

El proceso de afrontamiento
La mayoría de las personas atraviesan varias fases en el proceso de asumir que padecen una
enfermedad crónica y de aprender a vivir con ella.

1. Cuando a una persona le diagnostican una enfermedad crónica en concreto, puede


sentir muchas cosas: algunas personas se sienten vulnerables, confundidas y
preocupadas por su salud y su futuro; otras se decepcionan y se autocompadecen;
algunas encuentran injusto lo que les ha pasado y se enfadan consigo mismas y con la
gente a quien quieren. Estos sentimientos forman parte del principio del proceso de
afrontamiento.
2. La próxima fase del proceso de afrontamiento consiste en aprender cosas sobre la
enfermedad. La mayoría de la gente que tiene que vivir con una enfermedad crónica
descubre que el conocimiento es poder – cuanto más saben sobre su trastorno, más
sienten que controlan la situación y menos les asusta.
3. La tercera fase del proceso de afrontamiento de una enfermedad crónica consiste en
tomar las riendas de la situación. En esta etapa, la persona se siente cómoda con los
tratamientos y las herramientas (como los inhaladores y las inyecciones) que debe
utilizar para llevar una vida normal.

Por ejemplo, una persona con diabetes puede experimentar un abanico de emociones cuando
le diagnostican la enfermedad. Tal vez crea que no va a ser capaz de pincharse para
determinar su nivel de glucosa en sangre o de inyectarse insulina para controlar su enfermedad.
Pero, después de trabajar con el personal médico y de entender mejor su enfermedad, se
familiarizará con todo el proceso. Con el tiempo, controlar la diabetes se convertirá en algo
secundario en su vida. Los pasos implicados en el tratamiento de la enfermedad se convertirán
en una forma más de cuidar de su cuerpo y mantenerse sano, como lavarse los dientes después
de las comidas o ducharse.

No existen límites definidos de tiempo para completar el proceso de afrontamiento – el proceso


de hacerse la idea y aceptar que se padece una enfermedad crónica es diferente en cada
persona. De hecho, la mayoría de la gente comprobara que tiene las emociones a flor de piel
en todas las fases del proceso. Aunque el tratamiento vaya bien, es normal estar triste o
preocupado de vez en cuando. Reconocer esas emociones y ser consciente de ellas cuando
emergen forma parte del proceso de afrontamiento.

Herramientas para asumir el control


 Reconoce tus sentimientos. Las emociones pueden no ser fáciles de identificar. Por
ejemplo, dormir mucho, llorar mucho o estar de mal humor pueden ser signos de tristeza
o depresión. También es bastante habitual que las personas que padecen una
enfermedad crónica se sientan estresadas al calcular las realidades de padecer la
enfermedad, por un lado, y de tener que rendir en los estudios, cumplir los compromisos
sociales y otros aspectos de la vida cotidiana, por el otro.
 Muchas personas encuentran un gran apoyo en servicios o personas concretas
especializados en ayudar a afrontar el estrés y las emociones intensas. A algunas
personas les va bien hablar con un psicoterapeuta o unirse a un grupo de apoyo
pensado especialmente para gente que padece su enfermedad. También es
importante que te dejes ayudar por aquellas personas en quienes confías, como tus
mejores amigos y tus familiares. Lo más importante a la hora de buscar ayuda no es
necesariamente encontrar a alguien que sepa mucho sobre la enfermedad que
padeces, sino a alguien que esté dispuesto a escucharte cuando estés deprimido,
enfadado, frustrado — o simplemente alegre. Identificar tus emociones, aceptarlas
como una parte natural del proceso que estás viviendo y expresarlas o compartirlas de
una forma en que te sientas cómodo te puede ayudar a sentirte mejor con tu situación.
 Desempeña un papel activo en el cuidado de tu salud. La mejor forma de aprender
sobre tu enfermedad y sentir que controlas la situación es haciendo preguntas. Cuando
vayas al médico, generalmente te dará mucha información, que no siempre podrás
asimilar a la primera. Es posible que te queden aspectos concretos sin aclarar y que
tengas que pedirle al médico o el personal de enfermería que te repita algunas cosas
para estar seguro de que lo has entendido todo. A mucha gente le cuesta mucho pedir:
"Por favor, ¿puede repetírmelo?" por miedo a parecer tonta. ¡Pero los médicos necesitan
años de estudios y práctica para aprenderse la información que a ti te dan en una sola
visita!

Posibles preguntas que podrían hacer los pacientes:

 ¿Cómo me afectará esta enfermedad?


 ¿Qué tipo de tratamientos tendré que seguir?
 ¿Será doloroso?
 ¿Cuántas sesiones de tratamiento necesitaré?
 ¿Tendré que faltar a clase?
 ¿Podré hacer deporte, tocar un instrumento musical, ensayar la obra de
teatro del colegio o participar en otras actividades con las que disfruto?
 ¿Qué puedo esperar? ¿Se puede curar mi enfermedad? ¿Desaparecerán los
síntomas?
 ¿Qué efectos secundarios tienen los tratamientos y cuánto duran?
 ¿Me provocarán sueño, mal humor o debilidad?
 ¿Qué pasará si me salto una sesión de tratamiento o me olvido de tomar la
medicación?
 ¿Y si los tratamientos no funcionan?

IMPACTO FAMILIAR Y ADOLESCENCIA


A los familiares a menudo les cuesta aceptar el hecho de que se padezca una enfermedad
crónica porque les gustaría poder evitar que les ocurra nada malo en la vida. Algunos familiares
se sienten culpables, otros se enfadan muchísimo ante lo que consideran una injusticia. Al
enfermo, las emociones de los demás pueden parecerle una carga adicional, cuando, por
descontado, no son culpa de nadie. Es posible que te ayude el hecho de explicar a tus
familiares que, cuando expresas enfado, rabia o miedo, lo único que pretendes es pedirles que
te apoyen — no que te curen.
Puesto que la adolescencia trata básicamente sobre cómo "encajar" y cómo ser aceptado por
el grupo, puede resultarte difícil sentirte diferente a tus amigos o compañeros de clase. Muchas
personas que padecen enfermedades crónicas están tentadas a mantenerlo en secreto. De
todos modos, a veces intentar ocultar una enfermedad puede acarrear problemas, como
descubrió por ejemplo Melisa, que padece la enfermedad de Crohn. Algunos de los
medicamentos que tenía que tomar la hinchaban bastante y sus compañeros de clase
empezaron a meterse con ella porque se estaba poniendo "gordita". Cuando Melisa explicó lo
que le pasaba, le sorprendió lo bien que reaccionaron y cómo la aceptaron sus compañeros de
clase.

¿En qué nos enfocamos en ETPC?


El papel del profesional es asesorar, ofrecer opciones del tratamiento y trabajar los recursos y el
del paciente supervisar sus síntomas.
Esta formación se apoya en:
 El diagnóstico educativo para identificar las necesidades del paciente, es decir,
aquellos factores sobre los que es preciso actuar para modificarlos.
 Saber escuchar y comunicar para averiguar lo que conoce, lo que hace, lo que cree y
lo que siente cada persona respecto a su enfermedad.
 Elaborar conjuntamente con el paciente los objetivos terapéuticos.
 Establecer la evaluación y seguimiento para que, a partir de sus conocimientos,
dificultades, errores, habilidades se pueda corregir, motivar y ayudar a la persona, con
el fin de que todo el cuidado se integre en su vida como un hábito.
 Generar la confianza como elemento fundamental que se consigue a través de la
entrevista motivacional desarrollando una comunicación adecuada centrada en el
paciente.

Modelo de atención de personas con enfermedades crónicas (MAPEC)


La transición epidemiológica y demográfica de las últimas décadas ha generado un incremento
de las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), principalmente la enfermedad
cardiovascular, la diabetes, el cáncer y la enfermedad respiratoria crónica. Entre las causas que
explican esta transición se encuentran:
 la mayor expectativa de vida,
 el sedentarismo,
 la alimentación inadecuada,
 la obesidad
Estos factores han aumentado debido a los profundos cambios en los ambientes físicos y
sociales que han modificado nuestra forma de trabajar, recrearnos y movilizarnos, generando
modos de vida que incrementan las probabilidades de presentar enfermedades crónicas. Datos
de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) de 2009, revelan un incremento del
sedentarismo, la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes y el colesterol elevado. Al mismo
tiempo muestran una disminución del consumo de tabaco y la exposición pasiva al humo ajeno.
El sistema de salud no ha acompañado en la misma medida estos cambios epidemiológicos. Se
orienta principalmente a la atención de procesos agudos y a los cuidados de la población
materno-infantil.
Por esto se crea este modelo, que impulsa a pasar de un modelo reactivo, centrado en la
enfermedad, a un modelo proactivo y planificado, centrado en la persona y su contexto. Un
modelo que garantice una buena calidad de atención facilite el seguimiento longitudinal,
favorezca la participación activa de la persona con enfermedad crónica y promueva la
adherencia al tratamiento.
Características del modelo de atención de procesos agudos vs crónicos
AGUDOS CRÓNICOS
Enfoque centrado en la enfermedad Enfoque centrado en la persona
Atención a demanda Atención programada y planificada
Equipo de salud reactivo Equipo de salud proactivo
Paciente pasivo Paciente activo, informado e involucrado
El modelo de atención de personas con enfermedades crónicas, descripto por Eduard Wagner,
e impulsado por la Organización Panamericana de la Salud, propone un abordaje integral e
integrado.

Dicho modelo consta de seis componentes:

1. Organización de la atención a la salud: Es el primero y más amplio componente del


modelo de atención de personas con enfermedades crónicas y abarca tres aspectos
clave:
➢ Entorno de políticas que priorice el tema, asigne recursos, diseñe una estrategia
que reduzca la fragmentación del sistema, mejore la accesibilidad y la equidad,
e integre las acciones de los distintos efectores y programas. Por eso, es muy
importante que los equipos de salud identifiquen las normativas vigentes (leyes,
decretos, ordenanzas) y los programas nacionales, provinciales y/o municipales
relacionados con las diferentes enfermedades crónicas, que se implementan en
su jurisdicción, y pueden facilitar la atención de este grupo de enfermedades.
➢ Liderazgo en todos los niveles de la organización con referentes que promuevan
una atención segura y de alta calidad.
➢ Implementación de un modelo de mejora de la calidad de atención que permita
desarrollar, probar y poner en práctica cambios en la forma en que se hacen las
cosas, evaluar el grado de mejora y replanificar.
2. Sistema de provisión de los servicios: Un sistema de salud orientado a la atención de
personas con enfermedades crónicas, debe promover y facilitar que el equipo de
atención pueda realizar controles periódicos, ajustar el tratamiento, poner en prácticas
medidas preventivas, y fomentar la educación para el automanejo. Es necesario
además contar con:
➢ Un sistema de registro (historia clínica)
➢ Una oferta de turnos programados que facilite el seguimiento del problema
➢ Un programa de educación para el automanejo
➢ Disponibilidad de medicamentos esenciales
Las visitas periódicas pueden combinarse con consultas grupales o interacciones que
utilicen como apoyo las nuevas tecnologías de la información y la comunicación,
como el envío de mensajes de texto o de correos electrónicos
3. Sistema de información clínica: El sistema de información clínica es uno de los pilares de
este modelo. Su función es organizar los datos clínicos de las personas y de la población
de referencia para proveer atención eficiente y efectiva, facilitando la planificación, la
identificación de grupos con necesidades especiales, y la coordinación de la atención
clínica integral.
Los sistemas deben contener los datos y presentar por ejemplo, historial de consultas,
medicamentos, intervenciones pendientes, resultados de laboratorio y otras medidas.
Los sistemas de registro deben facilitar recordatorios de las distintas intervenciones que
las personas necesitan recibir. Estos sistemas pueden ir desde ficheros cronológicos o
planillas de monitoreo adjuntas a la historia clínica que indiquen qué personas deben
volver a la consulta, hasta historias clínicas electrónicas que generen recordatorios a los
profesionales o e-mails para las personas sobre intervenciones que necesitan recibir.
4. Apoyo a la toma de decisiones: Cuando el equipo está preparado ofrece una mejor
calidad de atención. Cuando una persona con una enfermedad crónica no
transmisible sabe a qué atenerse en relación con el tratamiento, se sentirá más
involucrada con su automanejo y estará más capacitada para tomar decisiones. El
equipo de salud debe promover la participación de las personas con enfermedades
crónicas en su tratamiento, brindando información y explicando las recomendaciones
basadas en evidencia para el control de su enfermedad.
5. Apoyo al automanejo: Los programas de apoyo al automanejo se focalizan en las
personas y sus familias, de modo tal que el entorno cercano pueda hacer frente a
posibles situaciones que genera convivir con personas que sufren afecciones crónicas.
Las personas que padecen ECNT pasan la mayor parte del tiempo fuera de las
instituciones de salud por lo que, ellos y sus familias son los principales proveedores de
cuidados.
La educación sistemática y el empoderamiento permiten a las personas que padecen
alguna enfermedad crónica, adquirir la capacidad para manejar por sí mismos su
condición y prevenir complicaciones en la medida de lo posible.
Cuando una persona con una enfermedad crónica no transmisible sabe a qué atenerse
en relación con el tratamiento, se sentirá más involucrada con su automanejo y estará
más capacitada para tomar decisiones.
El apoyo al automanejo puede brindarse de manera individual en cada consulta, en
sesiones grupales e incluso a distancia, valiéndose de las viejas y nuevas tecnologías de
la comunicación y la información (teléfono, correo electrónico, cursos virtuales, redes
sociales, entre otras).
6. Recursos comunitarios: Las comunidades pueden prestar servicios que complementen y
apoyen la atención prestada en las organizaciones de atención de salud. Pueden
establecer un nexo entre los servicios de atención clínica organizada y el mundo real de
las personas que padecen una enfermedad crónica y sus familias. Los recursos de la
comunidad que apoyan la atención de las personas con ECNT son necesarios para
aumentar el alcance de los servicios de atención de salud y el acceso a ellos, pero
muchas veces las organizaciones de atención de salud carecen de la preparación
necesaria para usar los programas comunitarios existentes o estimular su desarrollo.

Hablemos de autocuidado
El autocuidado es considerado por la OMS como “la capacidad de las personas, las familias y
las comunidades para promover la salud, prevenir enfermedades, mantener la salud y hacer
frente a las enfermedades y discapacidades con o sin el apoyo de un proveedor de atención
médica”.

Cuando hablamos de autocuidado tenemos que basarnos en estas tres áreas: el autocuidado
físico, el autocuidado social y el autocuidado emocional. Y estas tres esferas necesitan de
nuestra atención. Así, el autocuidado consistiría en la actitud mediante la cual seríamos
responsables de nosotros mismos, de cubrir nuestras propias necesidades para lograr
desarrollarnos personalmente.

Parte de estas, como las más fisiológicas (comer sano, dormir, la higiene) podemos llegar a
entenderlas con cierta rigidez, interpretándolas como normas. Sin embargo esto puede ser
contraproducente y generarnos un malestar que no ayuda para nada a nuestro bienestar
emocional. Es por ello que se entiende que la flexibilidad es la base de la salud mental, siendo
uno de los ejes sobre los que se sostiene.

La Flexibilidad Cognitiva o Flexibilidad Mental se puede definir como la capacidad que


tiene nuestro cerebro para adaptar nuestra conducta y pensamiento a situaciones
novedosas, cambiantes o inesperadas. Las personas rígidas en contraposición a esta
flexibilidad de comportamiento pueden llegar a experimentar un enorme sufrimiento; el ser
capaces de contar con diversos puntos de vista y valorar opciones ayuda a gestionar mejor
nuestras emociones. Por ejemplo: si una ECNT les impide bañarse solos, esto les podría
ocasionar una gran depresión e irritabilidad.
Importancia del autocuidado en los pacientes con dolor crónico
El autocuidado es importante para todos, y es la base de la salud física y emocional, más aún
para una persona con una enfermedad crónica; es una vía que permite afrontar las situaciones
difíciles de manera que repercutan de la menor manera posible en su salud. En este punto
cobra especialmente relevancia el paciente activo; aquél que es capaz de, aún con todas las
emociones negativas que implica el padecer una enfermedad y experimentar dolor, es capaz
de tomar las riendas y transformar esa experiencia en habilidades de autocuidado. ¿Cómo?
Informándose, siendo proactivo, manteniendo su autonomía en la medida en la que su
patología lo permita.

Preguntas muy comunes de los pacientes: “¿cómo aprendemos a cuidarnos?, ¿quién nos
enseña?, ¿cómo entender lo que nos está sucediendo?, salimos de consulta con tan solo un
informe debajo del brazo sin saber qué va a pasar ni qué hemos de hacer, con dolor, miedo y
mucha incertidumbre…”. Esto y la necesidad de acompañamiento a cuidadores y familiares
desde una posición de empatía por parte de los profesionales.

Esta responsabilidad recae en el sistema nacional de salud. Es quién, a través de los


profesionales sanitarios debe proporcionar al paciente toda la información sobre las limitaciones
derivadas de su diagnóstico, el pronóstico, la evolución, pautas a seguir… Existen, además,
recursos comunitarios en los que hay organizados grupos de apoyo (agentes de salud).

La realidad pasa por una alarmante falta de profesionales en todos los ámbitos lo que repercute
directamente en una falta de atención adecuada a las necesidades de este colectivo. Demora
en citas, falta de recursos, escasez de plazas, elevada demanda, duración exprés de las
consultas, equipos multidisciplinares que no acaban de poder conformarse… y el panorama no
es halagüeño.

Estas carencias impiden que se pueda establecer un vínculo adecuado de cara a una relación
terapéutica, clave en la adherencia al tratamiento y en la adquisición de recursos personales
para afrontar la enfermedad.

Cambiando hábitos
Cuando el dolor y la falta de motivación son los grandes protagonistas de la vida de un
paciente, resulta enormemente complicado iniciar esa fase de cambio, de autocuidado para
mejorar el bienestar.

Los seres humanos vivimos entre hábitos de conducta. Se trata de comportamientos aprendidos
que son resultado de acciones que repetimos frecuentemente de forma automática y habitual.
Es una estrategia que nuestro cerebro utiliza para ahorrar esfuerzo, tiempo y energía y si bien
automatizamos conductas como caminar, comer, etc. También lo hacemos con aquellas que
no son positivas ni beneficiosas con nuestra salud, física y mental.

Cuando experimentamos dolor, consecuencia de una enfermedad crónica o como patología


en sí mismo, debemos:
 Definir objetivos. ¿Qué habito necesito cambiar?
 En función de este objetivo general establecer pequeños objetivos, medibles, a corto
plazo, que sean fácilmente cumplibles.
 Utilizar el reforzamiento positivo cada vez que se van cumpliendo.
 Ir estableciendo objetivos cada vez más ambiciosos hasta aproximarse al objetivo final
(el propuesto como más relevante).
 Utilizar un discurso positivo eliminando los “no puedo” o “debería” y centrándose en el
estado físico y en las capacidades individuales. Tratar de mantener un equilibrio entre
una actitud compasiva (entendida como amabilidad con uno mismo) y las propias
dificultades.
Autoestima y dolor
La enfermedad y el dolor tienen como una de sus peores consecuencias una baja autoestima
en el paciente

Al duelo experimentado por el diagnóstico se le suma un lenguaje negativo que va asociado a


este tipo de patologías, con la crítica nada constructiva presente y reforzando la visión negativa
de una persona marcada y definida por sus limitaciones, sin más perspectiva de futuro.

Ese duelo se entiende como la pérdida significativa de funciones, de beneficios, cambio de rol,
privilegios que el paciente tenía previamente y que la mayoría de las veces no eran valorados
como se debía. Surge una nueva identidad con la que la persona debe conectar: debe
aprender a vivir de otra manera pero es un proceso complejo ya que la autoestima tan
deteriorada junto al dolor, tan incapacitante hacen que las emociones negativas inunden su día
a día.

Es fundamental permitirse vivir y expresar todo lo que se está sintiendo. Miedo, incertidumbre, ira,
negación… son igualmente válidas y son necesarias experimentarlas para poder reconstruirse. El
hecho de evitarlas, reprimirlas y censurarlas se transforma en un incremento del dolor asociado a
una mayor culpabilidad y obviamente en algún momento acabarán exteriorizándose de
manera nada adaptativa y con consecuencias peores como ansiedad y diversas
manifestaciones psicosomáticas.

En este proceso Influyen:


 la historia personal,
 las experiencias previas y las herramientas personales de afrontamiento que se
utilizaron,
 el trayecto de vida de reconocimiento, aceptación, cuidados…

Para poder sanar esa autoestima es necesario hablarse con amabilidad, tratarse como
trataríamos a alguien que queremos. Pero también rodearse de personas sanas
emocionalmente que ayuden, acompañen, comprendan, no enjuicien. Y en este punto el
paciente también tiene una responsabilidad individual.

Responsabilidad personal
Con la llegada de un diagnóstico cambia la manera de relacionarse el entorno y de socializar.
Es frecuente sentir que existe falta de comprensión, que no se recibe lo que se necesita.
Pensamientos similares a “pasan de mí, se han cansado, no me entienden...” pueden ser
frecuentes. Y en este punto es necesario que la persona afectada aprenda a expresar cómo se
siente y qué necesita realmente, sin dar por hecho de que los demás lo saben, lo entienden.

La percepción de la realidad va a variar y con ella el cómo se gestionan las necesidades, algo
que difiere entre cada uno y que es una experiencia completamente individual. Y cada una de
ellas es lícita y válida. Sin embargo, lo que un paciente puede sentir, lo que necesita compartir,
lo que requiere de los otros en ese punto vital es algo específico que hay que verbalizar de
manera clara.

Para ello resulta necesario realizar un ejercicio de aprendizaje interior, observando el momento
en el que cada uno se encuentra y qué es aquello que realmente necesita. Entender que hay
que aprender a pedir ayuda sin sentir culpa, sin sentir que se “molesta” al otro, sin frustrarse.
Superar ese diálogo realizado desde una posición de queja continua que se convierte en la
protagonista del dolor. Transformarlo en una conversación que aporte y aprender a reformular
en positivo.
Esta responsabilidad también va acompañada de, como hemos comentado, un cambio de rol.
Personas que habían ejercido un papel de cuidadores, que han centrado sus vidas en el servicio
a los demás, adaptándose a sus propias necesidades de pronto ven cómo cambian de lado,
cómo esos papeles se invierten y no saben cómo ubicarse. El establecer límites entre lo que
hace daño, lo que no se necesita, lo que no aporta o no hace bien no resulta nada sencillo y
son precisamente estas personas las que encuentran más dificultades.

Es fundamental trabajar el autoconocimiento de cada uno; conocer las fortalezas,


potencialidades, también debilidades y carencias, recursos individuales es el primer paso para el
cambio tan necesario. Partir de esa reflexión para enfocarse en lo que se hace, lo que se puede
hacer e ir introduciendo pequeñas modificaciones conductuales, intenciones
comportamentales, con expectativas realistas, planificando los cambios. No olvidemos, bajo
ningún concepto que, a pesar de convivir con la enfermedad también existe salud en otras
áreas, y esto hay que potenciarlo.

La flexibilidad será la clave que llevará a aceptar que habrá días más complejos que otros que
el autocuidado será inviable en determinadas épocas y esto no generará malestar, aceptando
que la vida es cambio.

Adherencia al tratamiento
Adherencia es la habilidad de un individuo para adquirir y mantener un comportamiento
referente a un plan de cuidados acordado con el equipo de salud.

Aspectos básicos, que se deben considerar al abordar cualquier intervención dirigida a mejorar
la adherencia:
 Individualizar la intervención, adaptándola a las circunstancias y dificultades concretas
del paciente en cada caso.
 Fortalecer la relación con el paciente, favoreciendo la confianza para que exprese
abiertamente sus dudas, preocupaciones o dificultades para adherir a las
recomendaciones de tratamiento que se le proponen, y poder asumirlas como suyas.
 Trabajar en forma interdisciplinaria, ya que tanto la prevención como la detección y
abordaje de la falta de adherencia a los tratamientos no son competencia exclusiva
del médico
 Mantenga una actitud empática. La escucha activa ayuda a conformar y consolidar el
vínculo, fundamental para el seguimiento longitudinal de pacientes crónicos.
 Ofrezca educación para el automanejo. Es difícil que una persona pueda hacer lo que
no comprende, por lo cual la educación es un componente clave.
 Explore la dolencia (percepción subjetiva de enfermedad).
 Explore la adherencia: Muchas personas que necesitan tomar medicación a diario
suelen olvidarse.
 Realizar preguntas motivacionales (¿Cómo le va a usted con eso? - ¿Qué aspecto de la
enfermedad/tratamiento es el que más le preocupa? - ¿Qué es lo que más le cuesta? -
¿Qué es lo que más le molesta? - ¿Qué es lo que primero desea cambiar?)
 Explore además:
➢ Creencias familiares acerca de la enfermedad.
➢ Recursos familiares y extrafamiliares.
➢ Soluciones intentadas
 Arribe a un campo común entre paciente, familia y equipo de salud en la definición de
los problemas y el orden de prioridad para abordarlos.
 Elabore un plan y acuerde una meta mínima. Por ej., Todos los lunes y los jueves, al
regresar del trabajo, bajaré 4 paradas antes del colectivo para comenzar con
caminatas (tener en cuenta que también se adhiere al tratamiento no farmacológico).
 Simplificar esquemas de tratamiento farmacológico, recordatorios a pacientes, etc.
 Agende una visita de seguimiento para evaluar el grado de adherencia y continuar con
el plan acordado.

Cuidados preventivos en ECNT


Los cuidados preventivos son una oportunidad de intervenir tempranamente en el curso de las
enfermedades o cuando éstas aún no se han presentado.

Los objetivos de los cuidados preventivos son diferentes acciones que se llevan a cabo en
adultos sanos, con el propósito de evaluar los factores de riesgo para enfermar según edad y
sexo. Se deben realizar a lo largo del ciclo vital con el propósito de reducir la morbimortalidad
asociada a aquellas enfermedades o condiciones prevenibles o controlables. Su objetivo es
evitar la ocurrencia de la enfermedad.

Los objetivos de los cuidados preventivos son:

 Detectar oportunamente las patologías prevalentes para edad/sexo.


 Identificar posibles factores de riesgo,
 Lograr modificaciones en hábitos y/o comportamientos antes de que ocasionen un
daño o enfermedad.

Los cuidados preventivos incluyen:

 Rastreo o tamizaje (screening en inglés) que identifica pacientes que requieren


intervenciones específicas.
 Consejería para iniciar cambios de comportamientos o actitudes.
 Inmunizaciones contra cierto número de enfermedades inmunoprevenibles. Fármacos
para disminuir el riesgo de ciertas enfermedades.

Unidad 2: Estados mentales y procesos de adaptación de la enfermedad

Fases de aceptación de una enfermedad crónica


Este proceso de afrontamiento es similar al del duelo cuando perdemos a un ser querido, porque
la enfermedad crónica provoca la pérdida de nuestra tan codiciada salud.

1. NEGACIÓN
Las personas no estamos preparados para enfrentarnos a la pérdida de la salud, de manera que
negamos la enfermedad, esa será nuestra primera reacción de defensa ante la noticia de que
padecemos tal enfermedad crónica. La negación nos permite amortiguar el dolor ante una
noticia inesperada e impresionante; y es una forma de defendernos mentalmente ante esa
mala noticia.

Esa negación nos originará pensamientos como que el médico recibió un informe erróneo del
laboratorio, podemos negar la gravedad de la enfermedad porque no vamos a permitir que eso
nos inquiete.

Esta negación puede tomar, peligrosamente, una forma de desafío. Afirmaciones como, “¡Voy a
comer, a hacer ejercicio y a tomar o no mis medicamentos como me plazca! “

Aparecen nuestros miedos y temores porque tienes un diagnóstico, pero muy poca información
sobre la enfermedad. Tu círculo familiar y de amigos probablemente saben muy poco o nada
sobre la enfermedad y de cómo nos afecta.
En esta fase, a menudo te sientes muy solo. La mejor cosa que puedes hacer para ayudarte a
pasar esta etapa es aprender todo lo que podamos sobre la enfermedad y de cómo mejorar
nuestra calidad de vida, estúdiala cuidadosamente.

Deberemos de tener especial cuidado con la información que nos ofrece Internet, debemos de
acudir a páginas que estén avaladas o certificadas por su calidad y siempre la confirmaremos
con los profesionales sanitarios o con otros pacientes que han superado la enfermedad.

2. IRA O ENFADO
En esta etapa reconocemos que la negación no puede continuar, porque la enfermedad es
totalmente evidente. Aparecen sentimientos como la ira y todos los sentimientos asociados a la
misma y esto provoca que no nos dejemos cuidar.

Aparecerán múltiples preguntas como: “¿Por qué a mí?”, “¡No es justo!”, “¿Cómo me puede
estar pasando esto a mí?”. Y diferentes muestras enfadado con Dios por permitir que esto nos
suceda. Nos enfadaremos con los médicos y/o con el resto de los profesionales sanitarios por no
realizar el diagnostico más precoz y por no ayudarnos más de lo que lo están haciendo.
También nos enfadaremos con nuestra familia, amigos y compañeros de trabajo por no
comprender y entender por todo lo que estamos pasando.

Tenemos que saber que concentrándonos en nuestro enfado solamente aumentará nuestro
estrés (y así nuestro dolor) y facilitará de que nos aislemos y nos alejemos aún más de las
personas a las que más necesitamos a nuestro lado. La manera más productiva de manejar el
enfado, es canalizarlo y concentrar nuestra mente en buscar el plan de tratamiento más
adecuado para mejorar nuestra salud y calidad de vida.

3. NEGOCIACIÓN
En esta etapa alcanzaremos el último intento de llegar a un compromiso con la propia realidad
de la enfermedad crónica. Y empezaremos a pensar: “Si como demasiado sólo los fines de
semana, no será tan malo”, “Si practico más la caridad, no sufriré otro ataque cardiaco”

Intentaremos llegar a acuerdos con nosotros mismos y con los demás para mejorar nuestra salud
y calidad de vida. Lo más importante en esta fase es comprender que la enfermedad crónica
no es un castigo por algo que hiciste mal. Es una de las muchas enfermedades que simplemente
forman parte de la vida.

4. DEPRESIÓN
El problema de salud que causa la enfermedad realmente nos impacta a diferentes niveles
como el físico, el psíquico y el social.

Aparecen sentimientos de no servimos para nada porque no podemos hacer muchas de las
cosas que hacíamos anteriormente. Tendremos mucho miedo a las vivencias e incapacidad
que pueda generar la enfermedad crónica y de todo lo que nos va a traer la enfermedad a
nuestras vidas.

En esta fase lloraremos, sentiremos pena por nosotros mismos y generalmente renunciaremos a
hacer muchas cosas porque no encontramos alegría en nada. La pena nos puede conducir a la
depresión y a la desesperación.

Nos damos cuenta de que nuestra forma de vida ha cambiado o está cambiando de una
manera drástica. Quizás ya no somos capaces de hacer todas las cosas con la que siempre
hemos disfrutado. Nuestro futuro que antes nos parecía tan esperanzador ahora parece una
gran espacio blanco con un gigantesco punto de interrogación en el medio.
Es perfectamente normal sentirnos deprimido por estos cambios y nos preguntaremos cómo
seremos capaces de vivir el resto de tu vida con esa enfermedad.

La primer cosa que tenemos que recordar es que tendremos algunos buenos días y algunos
malos días. Cuanto más aprendamos sobre cómo manejar nuestra enfermedad, que
actividades desencadenan una crisis y que tipo de tratamiento nos ayuda más, podremos
aumentar el número de días en el que nos encontraremos mejor.

Nuestra vida quizás no es tan buena como la que habíamos esperado, pero sí puede ser mejor a
la que nos encontramos tras la enfermedad. Cuando todo está dicho y hecho, efectivamente
puede que sea mejor de la que habías imaginado.

5. ACEPTACIÓN
Habiendo pasado por las cuatro etapas anteriores, ahora la enfermedad se acepta como parte
más de nuestra vida, una realidad con la que debemos de vivir porque no existe otra vía de
escape. Con los primeros rayos de luz irán apareciendo los colores del arco iris emocional y el
descubrimiento de capacidades que se encontraban latentes.

Debemos de reconocer que nuestra mejor oportunidad de felicidad futura radica en la


comprensión de nuestra enfermedad y de nuestro compromiso de vivir con la enfermedad sin
poner más limitaciones de las que nos origina.

La aceptación no es resignación. Es comprender que nuestra vida será distinta a la que


teníamos, pero que esa diferencia puede ser mejor, que podemos aceptar el dolor sin que sea
nuestro dolor y comprender que nuestra vida todavía puede tener un fin positivo y productivo a
pesar de que nuestra energía y capacidades físicas están limitadas. La vida es un regalo y todos
los seres vivos estamos invitados a ser protagonistas del proceso que se da entre el nacer y el
morir.

Debemos de gastar nuestro tiempo y energía limitada en lo que lo más importante para
nosotros. Así veremos que nuestra vida nos dará más satisfacciones y estará más llena de
propósitos que lo que jamás nos habíamos imaginado.

No hay límites de tiempo estipulados para superar todas las etapas de afrontar la enfermedad
desde que llegó a nuestras vidas. Este tiempo es diferente en cada persona, en ese recorrido las
emociones que nos provoca la enfermedad estarán a flor de piel en cada una de las fases del
proceso de afrontar la enfermedad.

Tenemos que saber que aunque el tratamiento nos vaya bien, es normal estar triste o
preocupado de vez en cuando, cuando los síntomas se incrementan o se nos presente una
crisis. Pero si reconocemos esas emociones y las aceptamos como tal cuando se manifiestan, sin
duda estamos encaminados al objetivo personal de afrontar la enfermedad, que es el primer
paso para lograr recuperar gran parte de la calidad de vida perdida.

En los momentos que nos sentimos que no podemos sobrellevar etapas de tristezas o
frustraciones, tenemos que pensar en todas las personas que padecen nuestra enfermedad, con
las cuales estamos en contacto y pedirles ayuda para superarlos, que sin duda llegarán las
repuestas que estamos esperando y el aliento para salir adelante. Tender nuestra mano a
quienes necesitan ayuda nos hace descubrir que aliviamos la sensación de pérdida que
sentimos, y nos ayuda con nuestros propios problemas, encontrándolos más fáciles de afrontar.
Esta idea de capacidad de superación, de encajar de forma adecuada un diagnóstico o una
falta de posibilidad de curación, es algo que nos humaniza y nos hace más humanos.

Aplicación de los Estadios de Prochaska y los Estados Mentales de Assal


En relación al modelo transteórico del cambio, este identifica tres aspectos del cambio de las
conductas adictivas:

1. Estadios del cambio: correspondientes a una división temporal del proceso en etapas,
de acuerdo a un criterio basado en la motivación o disposición del sujeto a modificar su
conducta, que comprende el período que va desde el momento en que la persona
tiene una leve percepción del problema hasta en que éste ya no existe;
2. Procesos de cambio: referidos a las actividades iniciadas o experimentadas por la
persona en proceso de cambio, que modifican el afecto, la conducta, las cogniciones
o las relaciones interpersonales;
3. Niveles de cambio: que consisten en los problemas de la persona susceptibles de ser
tratados, organizados jerárquicamente en cinco niveles interrelacionados.

Estadio Disposición hacia Consciencia del Balance Motivación al Autoevaluación de


el cambio problema decisional tratamiento eficacia vs craving
Significado ETAPA Disposición de la Expresa la Evaluación de Hay o no hay Combina dos aspectos: la
persona a percepción que los pro y los motivación al autoeficacia, es decir, la
modificar su tiene la persona contra de cambio? percepción de la propia
conducta y respecto de su abandonar la persona respecto de su
Compromiso?
constituye el conducta. A conducta. Este capacidad para modificar su
criterio principal de medida que se aspecto es conducta, y por otra el
distinción entre un avanza en los relevante en craving, esto es la
estadio y otro. estadios, la los tres persistencia del deseo unida
percepción del primeros a la incapacidad de
problema se estadios y es controlarlo. Estas variables
hace más menos evolucionan en forma
compleja importante en inversamente proporcional a
abarcando los los siguientes, través de los estadios, es a
variados ámbitos al lograrse un medida que aumenta la
de la conducta cambio en la percepción de autoeficacia
(personal, conducta disminuye el craving.
familiar, laboral y adictiva.
social).
No considera No existe Los aspectos Acude a Gran desnivel entre la baja
necesario cambiar conciencia del gratificantes tratamiento autoeficacia y la magnitud
Precontemplación su conducta, ya problema o la que obtiene presionado por del deseo de consumir
que no la percibe conciencia es del consumo los demás, con (percepción de incapacidad
como problema. mínima, incluso lo (ganancias) el objetivo de y falta de voluntad), pero
niega. son superiores conseguir que la hay que tener en cuenta que
a los aversivos presión no se ha modificado la
(pérdidas). disminuya o conducta adictiva, por lo
desaparezca. que es difícil que la persona
autoevalúe su eficacia.

Empieza a Toma de Los aspectos Inicia un proceso Disminuye el desnivel entre


plantearse la conciencia gratificantes interno de baja autoeficacia y la
Contemplación posibilidad de progresiva de la que obtiene motivación de magnitud del deseo de
abandonar la existencia de del consumo acuerdo a la consumir.
conducta adictiva. toda una empiezan a creciente toma
No ha desarrollado problemática equilibrarse de conciencia
un compromiso engendrada por respecto a los de problema. Se
esfuerza en
firme de cambio, la conducta aversivos que
comprender su
se siente adictiva. van
problema de
ambivalente progresivamen consumo, sus
respecto a la te causas, sus
necesidad de reconociéndos consecuencias y
cambiar y a los e y en manifiestan una
supuestos aumento. necesidad
beneficios del importante de
cambio. hablar sobre ello.
Se compromete a Hay conciencia Los aspectos Desea cambiar Continúa disminuyendo el
abandonar su del problema y aversivos se su conducta desnivel entre baja
Preparación conducta adictiva. decisión para reconocen y problemática y, autoeficacia y la magnitud
Realiza algunos modificar su comienzan a en del deseo de consumir.
pequeños cambios conducta. ser percibidos consecuencia,
conductuales. como puede solicitar
superiores activamente
respecto a los apoyo
gratificantes. terapéutico.
Los aspectos Hay conciencia La Puede solicitar Cambia su conducta, con el
aversivos son del problema y se autoeficacia apoyo. objetivo de superar su
Acción claramente implementa las aumenta problema.
Muestra mayor
percibidos como acción para drásticamente
compromiso con
superiores a los abandonar la y la tentación
su proceso
gratificantes. conducta de consumir
terapéutico.
adictiva. disminuye en
forma gradual.
En este estadio
surge el riesgo
de recaída,
relacionado
principalmente
con el intenso
síndrome de
abstinencia.
Los aspectos Se mantiene la El deseo Se centra en Compromiso con el cambio
gratificantes del conciencia del intenso de aquellos para conservar y consolidar
Mantención cambio problema. consumir aspectos del los logros. El cambio puede
comienzan a ser disminuye tratamiento que ser percibido como una
valorados en el totalmente, promuevan la amenaza debido al miedo a
balance mientras que prevención de recaer, Esto puede generar
decisional. la percepción la recaída. un estilo de vida
de excesivamente rígido y
autoeficacia estructurado.
alcanza su
punto máximo.
Recaída: una recaída ocurre cuando las estrategias de estabilización y mantención del cambio
de la conducta adictiva fallan (abstinencia, cambio en estilo de vida), ésta sólo puede
producirse en los estadios de acción y mantención, ya que en los estadios anteriores no se ha
abandonado el consumo.

La persona que recae enfrenta, en general, sentimientos de fracaso, desesperanza, culpa y


frustración, de manera que su sentido de autoeficacia se ve seriamente afectado.

Por esta razón es necesario reevaluar todos los criterios para determinar al estadio que ha
retrocedido. Según Prochaska y DiClemente las personas al recaer regresan al estadio de
contemplación, y desde ahí reinician sus intentos por modificar su comportamiento, por lo cual
es clave la acción del terapeuta, para ayudarlas nuevamente a pasar a los estadios siguientes.

Actitudes frente a una enfermedad crónica


La relación que se establece entre el profesional de la salud y el enfermo tiene una gran
importancia.

Él está siempre cargado emocionalmente, es una relación intensa por parte de ambos. El
paciente en este encuentro deposita una serie de "productos" (dolores, sufrimientos) cargados
de afectividad (miedos, angustias y un grado de incapacitación) y espera del profesional el
reconocimiento de "su" enfermedad y de "él mismo" como persona enferma.
Es importante conocer las posibles reacciones del paciente ante su enfermedad y también
cómo puede reaccionar el profesional:

 Reacciones de huida o negación: el paciente grave puede hacer una negación total
de su padecimiento, e intentar normalizar su vida. El enfermo crónico puede también
hacer una negación de su diagnóstico, aunque el cuadro no reviste el dramatismo
anterior. En la medida en que el proceso crónico es más asintomático, favorece en
mayor medida una huida de este tipo. El profesional puede detectarla por las consultas
típicamente en "rachas", con largos periodos en los que el paciente "desaparece".
 Reacciones de agresión o rechazo activo: el enfermo crónico raramente expresa su
agresividad. Fuera de la consulta, en cambio, puede ser más franco ("¿qué se habrán
creído?, decirme que tengo que comer sin sal!”; "es un médico muy malo porque solo
sabe tratar el azúcar con insulina"). Un patrón de conducta relativamente frecuente es
el "pasivo-agresivo". La agresividad se vehiculiza a través de una resistencia pasiva, casi
inaparente, a las indicaciones del profesional de la salud (pérdida de recetas, olvidar las
citas, otras).
 Reacciones de racionalización: el paciente apoya su conducta en argumentos o
razones. Los pacientes crónicos pueden reinterpretar su enfermedad para justificar su
conducta. Ej.: creen que si se inyectan insulina cada vez serán más diabéticos.

Estas reacciones del paciente ante su enfermedad hacen que el paciente desarrolle una
actitud disfuncional. Las de mayor interés son:

 Paciente desconfiado: está tenso, ansioso e inseguro. Sospecha de todo y a todo busca
significados. Puede mostrarse pasivo, reservado, contestando con monosílabos. Ej.: "¿No
sería mejor eliminar todas las harinas?”
 Paciente agresivo: se muestra cortante, maleducado, reivindicativo. Es una actitud que
genera irritación y enfado. El paciente parece que intenta provocar una espiral de
mutuas agresiones, y, por desgracia, muchas veces lo consigue. Ej.: "¿Qué le trae a la
consulta?", "Usted tiene que saberlo, para eso es el medico”.
 Paciente manipulador: exige actuaciones precisas seduciendo al profesional mediante
halagos y utilizando una educación exquisita. Intenta conseguir un determinado
fármaco, la baja laboral, etc.
 Paciente regresivo: es un paciente que se pone totalmente en nuestras manos y se des -
responsabiliza de su proceso curativo.

Hay un modelo de paciente que los profesionales de la salud consideramos “buen paciente”.
Debe ser obediente, agradecido, confiado.

En la mayoría de los casos los pacientes no reúnen estas características y el profesional puede
experimentar las siguientes reacciones frente a las enfermedades de sus pacientes:

 Reacciones de huida: el profesional de la salud no puede "huir" literalmente, pero puede


desarrollar estrategias que alejen a sus pacientes. Por ejemplo, a los pacientes que caen
mal se les dedica menos tiempo.
 Reacciones de rechazo: este rechazo se manifiesta a veces como una conducta
culpabilizadora, recriminando al paciente incluso por tener la enfermedad.

Abordaje de la vivencia de la enfermedad


Cuando se interviene sobre la vivencia de la enfermedad que tienen los pacientes, se pueden
desarrollar varias estrategias:

 Utilización del miedo: se pueden utilizar frases intimidatorias. Hay que acompañarlo de
refuerzos positivos para evitar que sea tomado como un castigo, o puede pensar que la
enfermedad no tiene solución. Ej.: “su hígado está destrozado, como siga bebiendo no
respondo de usted”. “Si no se toma estas pastillas cualquier día de estos tendrá que ir a
urgencias, y vaya a saber si con las piernas por delante”
 Antagonización o impugnación de la conducta del paciente: actuar impugnando una
conducta errónea puede estimular un mejor cumplimiento de una terapéutica si
tenemos en cuenta que:
➢ Sea realizada con empatía.
➢ Dar oportunidad al paciente para justificar su conducta.
➢ No humillar al paciente.
➢ Respetar las opciones del paciente cuando respondan a una opción ideológica
o religiosa.
Ej.: "Se lo he dicho muchas veces, su problema principal es el tabaco; mientras no deje
de fumar no hay jarabe que valga". "No creo que haya seguido la dieta, de ser así
habría perdido más de dos kilos".
 Confrontación y análisis de las emociones del paciente: el profesional de la salud da la
oportunidad al paciente para que verbalice emociones o creencias relativas a su
padecimiento. Hay que tener en cuenta unas condiciones:
➢ No aturdir al paciente con preguntas, darle tiempo suficiente.
➢ Crear un clima de confianza.
➢ Trabajar las emociones del paciente hacia actitudes o conductas positivas.
No emitir juicios de valor, ya que los sentimientos de un individuo no deben ser
enjuiciados por el profesional de la salud.

Valoración del paciente crónico


En el caso del paciente crónico los aspectos más importantes a valorar son los siguientes:

 Tipo de enfermedad y repercusión para la persona en las diferentes esferas de su


vida (personal, familiar y social).
 Vivencia de la incapacidad por parte del paciente y de su familia.
Debe valorarse la existencia de ansiedad, sentimientos de desvalorización, de
estigmatización, hostilidad, temor a la enfermedad y a sus consecuencias.
 Creencias y valores personales y familiares.
La capacidad de adaptación a la situación de irreversibilidad, y la intención de hacerle
frente de una manera activa y positiva, viene en parte determinada por las propias
creencias y conceptos acerca de lo que es importante y lo que es accesorio (concepto
de salud y bienestar, belleza, creencia en una vida posterior que compensa los
sufrimientos actuales, etc.)
 Limitaciones existentes para afrontar la incapacidad.
Falsas creencias, falta de apoyo, aislamiento social voluntario o involuntario, falta de
conocimientos, situación de precariedad económica, situación geográfica de
aislamiento o lejanía de los centros asistenciales.
 Sistema de apoyo de que dispone la persona y la familia.
Deben valorarse los recurso de apoyo naturales y organizados que pueden ayudar a los
enfermos.

SISTEMAS DE APOYO SOCIAL


 Sistemas de apoyo naturales:
➢ Familia
➢ Compañeros de trabajo
➢ Compañeros de estudio
➢ Compañeros de culto y creencias
➢ Amigos, vecinos, etc.
 Sistemas de apoyo organizados:
➢ Servicios sociales institucionales.
➢ Asociaciones de autoayuda.
➢ Organizaciones no gubernamentales.
➢ Ayuda profesional: médicos, enfermeras, asistentes sociales.

Las enfermedades crónicas y la salud mental: dep resión


La depresión es una enfermedad real. El tratamiento puede ayudarle a vivir lo mejor posible, aun
si tiene otra enfermedad.

Es frecuente sentirse triste o desalentado después de un infarto o un diagnóstico de cáncer, o si


está en tratamiento para una afección crónica, como el dolor. Puede que esté afrontando
nuevas limitaciones en lo que puede hacer, y se sienta ansioso por los resultados del tratamiento
y lo que le espera en el futuro. Tal vez sea difícil adaptarse a una nueva realidad y hacer frente a
los cambios y el tratamiento continuo que acompañan el diagnóstico. Tal vez se le dificulte
hacer sus actividades preferidas.

La depresión afecta su capacidad de realizar las actividades de la vida diaria y de disfrutar del
trabajo, el tiempo libre, la familia y los amigos. Los efectos de la depresión sobre la salud van
más allá del estado de ánimo. La depresión es una enfermedad grave con muchos síntomas,
incluso físicos.

Algunos síntomas de la depresión son:


 Sentirse triste, irritable o ansioso
 Sentirse vacío, sin esperanza, culpable o sin autoestima
 No sentir placer con los pasatiempos y las actividades que generalmente disfrutaba,
entre ellas, las relaciones sexuales
 Sentirse fatigado, con menos energía o apático
 Tener dificultad para concentrarse, recordar detalles o tomar decisiones
 No poder dormir o dormir demasiado. Despertarse demasiado temprano
 Comer demasiado o no querer comer nada, con posible aumento o pérdida de peso
sin planificarlo
 Pensar en la muerte o el suicidio, o intentar suicidarse
 Tener dolores, dolores de cabeza, cólicos o problemas digestivos sin una causa física
clara o que no mejoran ni con tratamiento.

LAS PERSONAS CON OTRAS ENFERMEDADES C. TIENEN MAYOR RIES GO DE DEPRESIÓN


Los mismos factores que aumentan el riesgo de depresión en personas sanas, también
aumentan el riesgo en personas con alguna enfermedad. Estos factores de riesgo incluyen
antecedentes personales o familiares de depresión, o la pérdida algún familiar por suicidio.

Sin embargo, hay algunos factores de riesgo directamente relacionados con otras
enfermedades. Por ejemplo, algunas afecciones como el mal de Parkinson y los derrames
cerebrales causan cambios en el cerebro. En algunos casos, estos cambios pueden tener una
función directa en la depresión. La ansiedad y el estrés relacionados con la enfermedad
pueden desencadenar síntomas de depresión.

La depresión es frecuente en las personas con enfermedades crónicas como:


 Cáncer
 Enfermedad coronaria
 Diabetes
 Epilepsia
 Esclerosis múltiple
 Derrame cerebral
 Enfermedad de Alzheimer
 VIH o SIDA
 Mal de Parkinson
 Lupus eritematoso sistémico
 Artritis reumatoide

Algunas veces, los síntomas de la depresión pueden presentarse después de un diagnóstico


clínico reciente, pero desaparecen en la medida en que la persona se adapta o en que se trata
la enfermedad. En otros casos, ciertos medicamentos que se usan para tratar la enfermedad
pueden provocar depresión, la cual puede continuar, aunque la salud física mejore.

Las investigaciones indican que las personas con depresión y otras enfermedades tienden a
tener síntomas más graves de ambas enfermedades. Tal vez tengan más dificultad para
adaptarse a sus enfermedades concurrentes y mayores costos médicos que aquellas sin
depresión.

LAS PERSONAS CON DEPRESIÓN TIENEN MÁS RIESGO DE OTROS PROBLEMAS MÉDICOS
Por ejemplo, las personas con depresión tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades
cardiovasculares, diabetes, derrames cerebrales y la enfermedad de Alzheimer. Las
investigaciones también indican que las personas con depresión tienen un mayor riesgo de
osteoporosis comparadas con otras. Las razones todavía no están claras. Un factor con algunas
de estas enfermedades es que muchas personas con depresión quizás tengan menos acceso a
una buena atención médica. Tal vez tengan más dificultad para cuidar de su salud, por
ejemplo, al buscar atención médica, tomar medicamentos recetados, alimentarse bien y hacer
ejercicio.

Los científicos han encontrado que las personas con depresión tienen cambios en la manera
cómo funcionan varios sistemas del cuerpo, los cuales pueden afectar la salud física:
 Signos de mayor inflamación
 Cambios en el control de los latidos del corazón y la circulación de la sangre
 Anomalías en las hormonas del estrés
 Cambios metabólicos típicos de las personas con riesgo de diabetes

Unidad 3: Entrevista Motivacional


La Entrevista Motivacional (EM) es un estilo de atención centrado en el cliente y basado en la
colaboración cuyo propósito es ayudarle a comprometerse a cambiar mediante la exploración
de los motivos personales de cambio y la resolución de la ambivalencia. Descrita y definida por
William R Miller y Stephen Rollnick en 1983, para el tratamiento del alcoholismo.

Se aplica a otros campos en que es necesario el cambio sostenido de conducta:


 Adicciones,
 Tabaquismo,
 Adherencias a tratamientos,
 Enfermedades crónicas (Obesidad: descenso de peso).

Para aplicarlo, se deberá tener en cuenta:


 Las personas cambian porque deciden cambiar, porque el
cambio es intrínseco, no se puede cambiar desde afuera.
 Los profesionales deberíamos intentar que el paciente analice
sus ambivalencias para que evalúe por qué desea cambiar,
esto lo motivará o no al cambio.
 No se puede motivar al paciente si este no tiene mucha idea
del beneficio del cambio.
 Se debe respetar la autonomía y la libertad de opción del
paciente, creencias, valores.
Principios básicos del cambio
 Es intrínseco: el deseo del cambio está en el interior.
 Elección y control propio: los pacientes responden mejor si el cambio se basa en sus
propias decisiones.
 Autoconvencimiento auditivo: se cree más lo que se dice en voz alta.
 Autoconfianza: creer en si mismo “en el cambio”.
 Ambivalencia: estado de ánimo, permanente o no, en el que una persona coexiste con
dos sentimientos opuestos. Puede ser un obstáculo.
 La relación P-P: es muy importante, sobre todo por la motivación.

Principios básicos de la entrevista motivacional


 Expresar empatía: aceptamos, respetamos, pero no siempre aprobamos.

Empatía: Es la capacidad de ponerse en el lugar del otro, comprender su


experiencia emocional sin hacer un juicio de ella, actitud de escucha activa.

NO es identificarse con el paciente, compartir experiencias pasadas comunes,


sentir simpatía, pena, sentir lo mismo.

 Crear discrepancias: Diferencia, desigualdad que resulta de la comparación de las


cosas entre síes. Aquí se intenta lograr que el paciente reconozca donde se encuentra y
dónde querría estar. Trabajar la emoción que genera la incomodidad de la duda y/o
conflicto es el mayor motor para el cambio. Para aumentar la eficacia aquí de la
entrevista, lo ideal es que el paciente verbalice las discrepancias.
 Evitar la discusión: argumentos directos e intentos de convencer tienden a provocar
oposición, el paciente piensa que su capacidad de elección es limitada. Antes de
pasar información, preguntar al paciente si desea escuchar o le interesa así se evita
saturar.
 Darle un giro a la resistencia: no hay que enfrentarlas sino trabajarlas.
Se suele dar resistencias cuando el paciente argumenta todo, desafía, interrumpe, está
en desacuerdo, culpabiliza, se muestra pesimista, no entiende, ignora o dice todo que
sí.
Hay estrategias para lograr este objetivo:
➢ Cambio de foco, desviar la atención del tema conflictivo: por ejemplo: el
paciente dice no puedo dejar de fumar!!!! Y el profesional dice: nunca te hablé
de dejar de fumar, vamos a continuar con lo que estábamos haciendo…hablar
de los alimentos.
➢ Rodar la resistencia: nos mostramos de acuerdo con el paciente y seguimos
adelante.
➢ Aclarar que la decisión es suya: dejar de fumar depende de ti, es tu decisión.
➢ Reformulación: repetir la información del paciente pero formulada de otra
manera, para lograr el cambio.
 Fomentar la autoeficacia: reconocer los esfuerzos que hace.

Escucha activa
“Para saber hablar es preciso saber escuchar” -Plutarco. Para una mejor escucha activa:

 Mantener un contacto visual.


Escuchamos lo que escuchamos según el observador.  Sonreír.
Mientras no haya interpretación, no hay escucha.  Postura corporal receptiva.
Escuchar= oír + interpretar.  Mantener la atención.
Una correcta escucha activa es aquella que no juzga,  Emitir palabras de esfuerzo.
no valora, solo escucha.  Parafrasear.
Hacemos epojé: suspensión del juicio.  Hacer preguntas poderosas.
Estadios del cambio/diagnóstico motivacional
Este modelo transteórico sirve para hacer un diagnóstico motivacional y usar las estrategias más
adecuadas en cada fase.
Estudios demuestran que la entrevista es más importante en las primeras etapas
(precontemplación, contemplación, determinación).

Fases de la entrevista motivacional (ayudan a crear el cambio)


Se pueden aplicar estrategias como:
 Preguntas abiertas: no pueden responderse por sí o no. Fortalecer el compromiso del
cambio: el paciente ya está preparado para el cambio, hay que construirlo, nutrirlo.
 Escucha reflexiva: se trata de afirmaciones terapéuticas, ayuda averiguar lo que intenta
decir el paciente y devolverlo con afirmaciones. Por ejemplo: “entonces lo que quieres
decir es…” o “lo que tu piensas entonces es….”
 Resumen: resumir lo que se habló. Aquí el paciente verá que lo escuchamos.
 Reconocimiento: reconocer fortalezas, esfuerzos del paciente.
 Provocar afirmación auto motivadora: se pueden lograr mediante un balance de
decisiones (lo positivo y negativo de su hábito: por ejemplo fumar). También se pueden
analizar objetivos del paciente por ejemplo “¿Cómo te ves en 5 años?”

FORTALECER EL COMPROMISO DEL CAMBIO


Esto se irá dando cuando el paciente presente las siguientes actitudes:
 Resistencia disminuida,
 Menos preguntas acerca del problema,
 Decidido,
 Afirmaciones auto motivadoras,
 Más preguntas acerca del cambio,
 Visualización: habla de cómo se ve luego del cambio,
 Experimentación.

Pero se debe tener cuidado, no subestimar sobre todo a la ambivalencia. Otro error es prescribir
un plan inaceptable para el paciente (por ejemplo decirle ahora que ya realizaras el cambio,
tenés que hacer esto!!!!, en este tono). También tener cuidado con proporcionar al paciente
muy poca orientación.

A partir de aquí comienza el plan de cambio. Este debe contener:


 Cambios que quiera hacer, objetivos.
 Las razones por las que las quiere hacer.
 Pasos que planea dar.
 La forma en que otras personas pueden ayudar.
 Cosas que podrían interferir.
 Describir que hacer si el plan no funciona.

Cada vez que la motivación caiga, utilizaremos la estrategia del primer estadio.

Diferencia entre el modelo tradicional y el modelo motivacional


Modelo TRADICIONAL “informativo” Modelo MOTIVACIONAL
Dar consejos Estimular la motivación
Persuadir Resumir puntos de vista del paciente
Actuar con autoridad Colaboración
Repetir los consejos Ir progresivamente
Este modelo tradicional realiza la típica anamnesis, explora, brinda un plan según diagnóstico,
brinda recomendaciones y listo. El paciente se cura???? Progresa?????

¿Por qué no funciona?


 Es autoritario,
 Está impuesto,
 No tiene en cuenta la perspectiva del paciente (sus creencias, sus expectativas, sus
emociones, motivos, ambivalencia, otros).

Dar información y consejos solo funciona con pacientes ya motivados.

Respuestas que bloquean la comunicación y el cambio: Algo más que ayuda a lograr el cambio
Proporcionar feedback:
 Ordenar, dirigir,
 Preocupar, amenazar,  Objetivo: aumentar la motivación.
 Aconsejar, sugerir soluciones, realizar sugerencias,  Como hacerlo:
 Discutir, convencer, ➢ mostrar y comentar el
 Moralizar, predicar, decir al paciente lo que resultado de pruebas,
debería hacer, ➢ elaborar y mostrar las hojas de
 Estar en desacuerdo, juzgar, acusar, culpabilizar, balance,
 Avergonzar, ridiculizar, etiquetar, ➢ devolver al paciente sus
 Interpretar, analizar, propias afirmaciones,
 Reafirmar, consolar, simpatizar,  La clave: permitir que el paciente se
 Cuestionar o poner a prueba, forme sus propias conclusiones y
 Distraerse, hacer una broma o cambiar de tema. dejar clara la libertad de elegir.
 Pero evitando las etiquetas.

También podría gustarte

  • Disfagia
    Disfagia
    Documento1 página
    Disfagia
    Maria Candela Duarte
    Aún no hay calificaciones
  • Cuadro Resumen
    Cuadro Resumen
    Documento4 páginas
    Cuadro Resumen
    Maria Candela Duarte
    Aún no hay calificaciones
  • Resumen
    Resumen
    Documento8 páginas
    Resumen
    Maria Candela Duarte
    Aún no hay calificaciones
  • Anemias
    Anemias
    Documento1 página
    Anemias
    Maria Candela Duarte
    Aún no hay calificaciones
  • ASMA
    ASMA
    Documento11 páginas
    ASMA
    Maria Candela Duarte
    Aún no hay calificaciones
  • Bioquímica de La Nutrición II
    Bioquímica de La Nutrición II
    Documento12 páginas
    Bioquímica de La Nutrición II
    Maria Candela Duarte
    Aún no hay calificaciones
  • Final
    Final
    Documento4 páginas
    Final
    Maria Candela Duarte
    Aún no hay calificaciones
  • Educación Alimentaria
    Educación Alimentaria
    Documento30 páginas
    Educación Alimentaria
    Maria Candela Duarte
    Aún no hay calificaciones