N.° XXVIII LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
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SUCE50S DE E G l r T O .
El bombardeo de Alejandría.— El cañonero brilánico Cóndor.— Desembarque
de marineros ingleses.—Salida de Alejandría de Arabi y sus tropas.—Estado
de la calle de las Hermanas después de los disturbios del l l de Jur.io.
Teniendo á la vista, entre varios periódicos ingleses, el exce-
lente plano del puerto de Alejandría, con indicación de las ])Osi-
ciones de los buques británicos en la acción (ésta es la palabra que
aquéllos emplean) del I I del actual, plano que ha sido levantado
con sujeción á los despachos oficiales, y publicado por Tlie Army
and Navy Gazette en su núinero último, es cosa íácil adquirir
idea relativamente exacta del cruel bombardeo de Alejandría, y
de sus terribles consecuencias.
A contar desde el fuerte de Pitaros hasta el de Marahut, de
Oriente á Occidente, en u n a extensión de más de siete millas de
costa, las operaciones se llevaron á cabo del siguiente modo : el
primer cañonazo fué disparado por el Invincihle (buque almiran-
te), situado enfrente del fuerte de Mex ó Meckx, entre los acora-
zados Monarcli y Pene/opí, y fué la señal para comenzar el fuego,
á las siete y veinte minutos de la mañana.
Los buques Alexamlra, Sultán y Siiperb, situados fuera del
puerto, y mandados respectivamente por los capitanes MiM. H o -
t h a m , H u n t - G r u b b e y Le H u n t e r W a r d e , dirigieron sus proyec-
tiles á los fuertes de t i r a r o s , cuyos cañones fueron reducidos al
silencio á las cuatro horas ; al fuerte de Ad;i, que fué incendiado,
por explosión del almacén de pólvora, á la una y treinta de la
tarde ; á las baterías de Ras-el-Tin (24 cañones K r u p p ) , que apa-
garon sus fuegos á las diez y treinta, quedando envuelto en lla-
mas el palacio del K h e d i v e , y á las de la punta de Lunostos, que
fueron destruidas.
Los buques Inflexible y Tejneraire^ ctipitanes M M . .íohn Fisher
y H e n r y F . Nicholson, también situados fuera del puerto, á me-
óla milla del rompe-olas, cañonearon los fuertes y las baterías ra-
santes de éste, incluso los construidos recientemente al rededor
del faro, cuyas obras han servido de pretexto al A'icealmirante
británico sir (y no lord como dicen los periódicos de Madrid)
Frederick Beauchamp Paget Seymour, comandante en jefe de la
escuadra del Mediterráneo, para llevar á cabo el bombardeo.
Los buques Monarch, Invincilile (almirante) y Penelope, capi-
tanes M M . H e n r y Fairfax, Robert H . Molineaux y George
d'Arcy-lrvine, situados dentro del puerto, á media milla de la
costa, bombardearon el fuerte At Mex {Tahia-el-Mex) y las bate-
rías inmediatas, reduciéndolas al silencio á las once de la maña-
na, y desembarcaron tres oficiales y doce marineros para clavar
los cañones, como lo efectuaron, y el fuerte de Marza-el-Kanat^
que fué destruido, por una explosión de pólvora, á las once y cua-
renta de la mañana.
Por último, los cañoneros Cóndor y Beacon^ capitanes lord Be-
resford y H a u d , protegidos p o r los de igual clase Cygnet y Bit-
iern (el Decoy no tomó parte en la a c c i ó n ) , situáronse enfrente
del islote Marabut, en la extremidad occidental del p u e r t o , y di-
rigieron sus fuegos al imponente fuerte, el principal del recinto
exterior, artillado con 2Ó cañones y cinco morteros de grueso
calibre, que callaron ¡)or completo á las doce y cuarenta de la
tarde.
En resumen : antes de las cuatro hablan sido apagados los fue-
ffos de todos los cañones alejandrinos, destruidos los fuertes de
Adda, Pharos y Marza-el-Kanat, é incejidiado el palacio de Ras-
el-Tin. Distinguióse en gran manera el pequeño Cóndor (del cual
damos u n a exacta i'eproduccion en el primer gral^ado de la pá-
gina 52), que recibió la orden de atacar el fuerte M a r a b u t , como
queda dicho, á las siete y veinte de la m a ñ a n a , y con sus tres
poderosos cañones, dos de 64 y uno de 112, consiguió apagar los
fuegos, en menos de cuatro horas, de los 31 que los egipcios te-
nían en aquel fuerte.
El comandante del Cóndor.^ lord Charles William De-la-Poer
Beresford, es uno de los más bizarros jefes de la marina británi-
ca : hijo del cuaito Marqués de Waterford, nació en 1846, entró
á servir en la Roynl Navy en 1868, y obtuvo el empleo de coman-
dante en 1875, acompañando al Príncipe de Gales en su viaje á
la India, en clase de ayudante de campo.
Ya hemos dado noticia del noble comportamiento de lord Be-
resford con los europeos que huian de In ciudad egipcia después
de la matanza del I I de Junio : añadiremos q u e , por actos verda-
deramente heroicos en favor de sus semejantes, ostenta en su pe-
cho dos medallas d e oro y una de bronce, que le concedieron en
1863 y 1871 las Sociedades Humanitarias de Li\'erpool, Dublin y
Port-Stanley.
El segundo grabado de la misma pág. 52 representa el primer
desembarque de los marineros ingleses en Alejandría, cuando las
turbas populares y los beduinos, enseñoreados de la infortunada
ciudad, se entregaban al pillaje y arrojaban la tea incendiaria en
los principales edificios : habíase izado bandera de tregua en el
9-rsenal, en la mañana del 12, y el teniente M. Lambton se dirigió
en el cañonero Bitíern^ con instrucciones de sir Se3^mour, á con-
ferenciar con el comandante militar de Alejandría, Tulba-Pachá,
exigiendo, como prenda de seguridad, la entrega de varios fuer-
ces; á las cuatro de la tarde, no habiendo tenido éxito las nego-
t^iaciones, el Invincihle disparó un cañonazo, como señal para pro-
f^sguir el bombardeo, y segunda vez apareció en el arsenal la
bandera de p a r l a m e n t o ; mas cuando los emisarios del almirante
británico se presentaron nuevamente en el muelle, pudieron ob-
servar que la ciudad habla sido abandonada por las tropas regu-
lares egipcias, y entregada á los horrores del incendio y el saqueo
P°r el populacho.
Entonces comenzó el desembarque de marinos y Blue-jackets
y'^naquetas-azules, infantería de marina), los cuales, por cierto, no
^J'rapheron como era de esperar, según el mismo T/ie Times, con
el honroso empeño de salvadores desinteresados que pretendían
aparentar. ¡Ingleses sobre t o d o !
f or lo demás, ¿quién puede presagiar la solución del compli-
eado problema egipcio, y a convertido en tragedia de ensangren-
tadas páginas ?
.Mientras se reanuda la alianza anglo-francesa, aunque en tér-
'l^'nos muy distintos de los primeramente enunciados, la figura
. e Arabi-Pachá se va delineando con rasgos muy enérgicos : el
.lele del partido nacionalista intenta mantener enhiesta su bandera,
-iiplo para los egipcios, y espera á los ingleses en el camijo de
•^alr-da-vvar, al frente jíle las tropas que le iiermanecen fieles, y
'1 posiciones erizadas de bocas de fuego; por lo cual es proba-
'e que antes de publicarse el presente número se haya librado la
primera batalla campal entre ingleses y egipcios, en aquel f;i-
"lüso país de ios Ptolomeos y de Gleopatra.
iJos grabados m á s , referentes á la misma cuestión de Eg¡]jto,
presentamos en la pág. 53 : el uno manifiesta, según croquis de
stmo presencial, el desolador aspecto de la calle de las Herma-
as después de la sangrienta revuelta del 11 de Junio ; el otro re-
P esenta á Arabi-Pachá, al abandonar la plaza al frente de sus
^"s tropas.
Porp PROGRESO INDUSTRIAL : NUEVO ESTABLECIMIENTO TI-
F'ASP"'^ '^"' ' ^ ^ « S U C E S O R E S D E R I V A D E N E Y K A » , EN EL
/wA ^'^' ^'^'^ \'ICENTE, DE MADRID. (Véase el artículo la
P'enta de<iLa Ilustración-!), en esta página.)
liOCOTÁ, C A P I T A L D E L O S EE.-Ui;. DE COLOMBIA.
El grabado de la pág. 60 representa algunas vistas, tomadas de
fotografías, que debemos á la titencion de nuestro distinguido ami-
go el Sr. D I'ilemon 13uitrago, de la ciudad de Bogotá, capital
de los Estados-Unidos de Colombia, en la América del Sur. F u é
fundada, el 5 de Agosto de 1538, por Gonzalo Jiménez de Ouesada,
y el 27de Julio de 1540 eri,gida en ciudad por el emperaHor Car-
los \ , quien la concedió el título de muy noble y tnuy leal, y TLUIQ-
rizó la creación de una Real chancillería ; ocho años después, el 3
de Diciembre de 1548, recibió el nuevo dictado de muy antigua,
y por blasón y armas un águila negra en campo de oro, con una
granada abierta en cada g a r r a , y orla de algunos ramos de oro
sobre gules. E n la misma época se instituyó un tribunal de A u -
diencia, y en 1561 se erigió en sede arzobispal.
Hállase Bogotá en la latitud de 4" 36' Norte y 7G" 3 4 ' 8 " de
longitud occidental del meridiano de París ; á 2.611 metros sobre
el nivel del mar, con una temperatura media de 15" del termóme-
tro centígrado; el perímetro de la ciudad, comprendiendo sólo la
parte edificada, mide más de seis kilómetros cuadrados; está si-
tuada al pié de un ramal de la cordillera oriental de los Andes,
sobre un plano inclinado, que forma la base de dos elevados cer-
ros, llamados Monserrate y Guadalupe, y el cual termina en u n a
extensa llanura, que abraza diez y seis leguas de Norte á S u r y
ocho de Este á O e s t e ; el número actual de sus habitantes llega
próximamente á 100.000; j^osee muchos edificios notables, entre
los que sobresale la catedral, considerada como la más sólida,
elegante y hermosa de Sur América ; fuentes públicas en todos
los barrios; alumbrado de g a s , etc., y siendo su movimiento co-
mercial \'aIÍ050 é incesante.
Bogotá es el más importante centro de instrucción pública de
Colombia : hay en ella Universidad, dividida en escuelas de Li-
teratura y Filosofía, Medicina, Ciencias Naturales, Jurispruden-
cia é I n g e n i e r í a ; Escuela militar. Instituto de Agricultura, Semi-
nario eclesiástico, varios colegios públicos y treinta privados de
ambos sexos ; veinte escuelas pilblicas primarias y otras tantas
•pri"\'adas; h a y también u n a Academia de la L e n g u a , correspon-
diente de la Real Academia Española ; Academia de P i n t u r a ; O b -
servatorio astronómico, el más elevado del mundo después del de
O u i t o ; Biblioteca Nacional, con cerca de 60.000 volúmenes ; M u -
seo ; varios establecimientos benéficos; fábricas; sociedades de
Ingenieros, de Medicina y Ciencias Naturales, de Abogados, de
Comercio, de Agricultura, Politécnicas, de Beneficencia, y algu-
nas literarias, fundadas por jó\'enes escolares.
Las diez y seis ó veinte imprentas que existen en Bogotá están
en actividad constante, y publican libros y gran número de re-
vistas científicas y literarias y de periódicos políticos é industria-
les ; residen allí muchos hombres eminentes en los diversos ramos
del saber humano, y el movimiento intelectual que se nota justi-
fica el nombre de Atenas de América que ha otorgado á Bogotá,
largo tiempo hace, la opinión ilustrada é imparcial del mundo
colombiano.
EN LA PROVINCIA DE SANTANDER.
(Croquis de viaje, por V. Polanco.)
En las montañosas comarcas de la gran zona cantábrica, que
en realidad se extiende, por abruptas sierras y amenísimos va-
lles, desde la margen izquierda del Bidasoa hasta la orilla dere-
cha del M i ñ o , van pasando los usos y costutnbres de sus habi-
tantes de generación en generación, invariables, firmes, como si
fuesen robustos sillares del muro ciclópeo de la nacionalidad, que
no se oponen , sin embargo, á la invasión ci^•ilizadora del moder-
no progreso.
I)esacato parecerá hablar de las costumbres populares de la
Montaña (que así es llamada antonomásticamente la comarca más
pintoresca de la provincia de S a n t a n d e r ) , cuando la concienzuda
y castiza péñola de Pereda, semejante á pincel de habilísimo
artista, las ha retratado en cuadros de corrección maravillosa, de
encantador naturalismo; pero nuestro objeto es m u y distinto y
más h u m i l d e : bástanos, en suma, p r e s e n t a r l o s croquis de viaje
que figuran en la pág. 6 1 , debidos al artista montañés \'ictoríano
f'olanco y Crespo, y grabados por el Sr. Laporta al procedimien-
to zincográfico, del cual se han hecho en E s p a ñ a , hasta ahora,
pocos ensayos felices, aunque está muy en boga en Alemania é
Inglaterra.
Las escenas que representan esos croquis tienen siempre inte-
rés de actualidad, por lo mismo que son invariables, y singular-
mente en estos dias, cuando se celebra en Santander la feria más
notable de la provincia, y numerosas familias, huj'endo de la
temperatura estival del interior de E s p a ñ a , invaden aquel her-
moso país de colinas siempre verdes y valles siempre floridos.
No hemos de describirlas, porque el lápiz del dibujante las
describe con exacta propiedad; y ademas, si lo hiciésemos, usur-
paríamos el derecho tialural que corresponde al eminente autor
de Don Gonzalo González de la Gonzalera y Escenas jnonta-
ñesas.
* ñada piedra filosofal; que dejaban consumir tierras,
ESCUELA DE MÚSICA Y DECLAMACIÓN.
D . Felipe Espino y D . Vicente Lozano, alumnos premiados en los concursos
del ano actual.
La Escuela de Música y Declamación de esta corte, que dirige
con tanto acierto el eminente maestro D. Emilio Arrieta, es plan-
tel fecundísimo de artistas líricos : todos los años, al efectuarse,
en el mes de Junio, los exámenes generales de fin de curso, y po-
cos dias después los concursos á premios, aparecen súbitamente
en el estadio del arte nombres nuevos, nombres de jóvenes hasta
entonces desconocidos, que se presentan con el hermoso lauro de
sus primeros triunfos y con la dulce esperanza de llegar un dia,
por el estudio, al noble templo de la gloria.
E n t r e ios jóvenes que este año han merecido honroso galardón
por su talento, por su laboriosidad, por su loable constancia, son
dignos de especial mención los Sres, D. F'elipe Espino é Iglesias
y D, \'icente Lozano y Eugercios, cuyos retratos pubhcamos en
la pág, 54.
El primero, D. Felipe Espino é Iglesias, nació en Salamanca,
el 26 de Mayo de iS5o, siendo hijo de familia medianamente aco-
modada, y dio princijjio á sus estudios musicales, á la edad de diez
años, en la Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy, de
aquella ilustre ciudad, bajo la dirección y enseñanza de su tio don
Pedro Sánchez Ledesma, que entonces era profesor de dicha E s -
cuela, en las clases de solfeo y pitmo,
E.1 joven Espino, después de haber obtenido muchas y valiosas
distinciones y premios escolares en su ciudad natal, donde estu-
dió también todas las asignaturas de Filosofía hasta ganar el tí-
tulo de bachiller en Artes, vino p o r vez primera á esta corte, y
en la FZscuela de Música y Declamación completó sus conoci-
mientos musicales, alcanzando como pianista el ])rimer premio,
por unanimidad, y como compositor, el 11 del corriente, u n a
plaza de pensionado de número de la Academia Española de Be-
llas Artes en Roma,
Si el joven Espino llega á unir (como es de esperar) á su talen-
to la laboriosidad y el entusiasmo, podrá honrar á su patria pro-
duciendo obras maestras, no menos importantes que las de su
ilustre ]iaisano D o y a g ü e , el espiritual autor del Miserere.
El segundo, Z*. Vicente Lozano y Eugercios, nació en Toledo,
el 24 de Junio de 1S64, y empezó sus estudios musicales á la edad
de nueve a ñ o s ; en 1875 vino á ¡Madrid, se matriculó en el Con-
servatorio, y sufrió un examen de los tres años de solfeo y pri-
mero de piano, encargándose de su dirección, por virtud de repe-
tidas instancias suyas, el malogrado profesor Sr. Compta.
Fia obtenido el accésit {segundopremio), y últimamente el pri-
mero, por unanimidad, en la clase de ]3Íano, en los concursos ve-
rificados en Junio del presente año, y también obtuvo el primer
pretnio en la enseñanza de Armonía, en los ejercicios del año an-
terior.
Actualmente se dispone á cursar el segundo año de composi-
ción, y ha merecido ser pensionado por la Diputación provincial
de Toledo.
EusEBio M A R T Í N E Z DE VELASCO,
L/ IMPRENTA DE « L / ILUSTRACIÓN».
(ESTABLECIMIENTO TIPOGRÁFICO DE LOS SUCESORES
DE RU'ADEXEYI^A, )
I
r^/^T^'y^ UCEDE con los grandes inventos lo que su-
'_y, cede con los grandes hombres; como su
llf origen no esté m u y claro, pueblos y
7^ ciudades se disputan la gloria de haber
'"^ sido su cuna. Cada uno presenta sus
3-«^:j- pruebas, se analizan desde los indicios has-
4 | ^ í ^ ta las seguridades, se mezcla el amor patrio
fej '^•^ ^'^ contienda, y es lo común que cada cual
Xy: se quede con su opinión y todos se adjudiquen
la victoria, ¿ N o hay también muchos ejemplos
de batallas, cuyo éxito festejan y conmemoran a l a
vez los pueblos enemigos que las riñeron? Y es un
buen medio de que vencedores y vencidos queden
todos muy contentos,
Harlem, la ciudad holandesa, famosa por su cate-
dral, la mayor délos Países-Bajos; por su órgano, de
rara perfección; por sus industrias y su comercio,
pretende y se adjudica la gloria de haber sido cuna
del más trascendental de todos los descubrimientos:
de la invencion.de la Imprenta,
Hacia el año de gracia de 1437 paseaba con fre-
cuencia, por el bosque interpuesto entre Harlem y su
reposado lago, un anciano, cuya constante ocupación
consistía en labrar trozos de madera con un pequeño
cuchillo. Seca, más que severa, su fisonomía, encer-
rada en ondulante marco de blancos cabellos; raído y
humilde su traje, reposado su continente, parecia
que toda su atención, toda su vida, su ser entero se
concentraran en los trocitos de haya que sus manos
castigaban hasta dejarlos todos de igual forma y en
cada uno grabado diferente signo.
Aquel anciano se llamaba LORENZO COSTER; los
trozos de madera que con singular perfección tra-
bajaba eran los primeros caracteres movibles, las pri-
meras letras sueltas que se conocieron; las preocupa-
ciones del solitario paseante y los signos vaciados en
el haya, eran los primeros albores de un dia glorioso
que habia de iluminar el espíritu de la humanidad.
Maguncia, la ciudad sabia, la ciudad triste, el ba-
luarte del Rhin, sañudamente disputado por france-
ses y alemanes, escribe con letras de oro, entre sus
títulos, el de ser patria de la Imprenta,
Hacia el año de 1445, un hombre, joven todavía,
fuerte de espíritu, y tan rico de fe como pobre de re-
cursos, de aquella raza memorable y extinguida de
alquimistas, que pasaban la vida entera con la retor-
ta al fuego, y la esperanza de descubrir en ella la so-
metales y cuerpos al fuego lento y terrible de sus
hornillos, sin abrir brecha, ni grieta, ni sombra de
vacilación en su fe inquebi-antable, en su constancia
invencible, en su inexpugnable fanatismo, digno, á
la verdad, de más noble empresa; un hombre oscuro,
llamado JUAN GENSFLEISCH DE SULGELOCH, perse-
guía en Maguncia un ideal, vago atín, sin formas
definidas, pero cuya intuición oprimia su cerebro,
cuya trascendencia comenzaba á vencer las dudas
amontonadas en su alma.
La historia ha inmortalizado el nombre de aquel
desconocido; mármoles y bronces levantados en su
honor demuestran al mundo, en las plazas ptiblicas,
que la gratitud de la humanidad no es un mito; las
mejores-liras han cantado sus alabanzas, y GUTEN-
BERG (que así se le llama) alcanza los honoi'es más
grandes que tributa el mundo á los que hicieron algo
en su provecho : Gutenberg dejó de ser un hombre
para simbolizar una institución.
También Strasburgo, la perla del 111, célebre por
su antiquísimo origen, célebre por tantas guerras
como la asolaron, célebre por su espléndida catedral
gótica, pretende añadir á tantas celebridades la de
que en su recinto se descubrió el arte famoso de la
Imprenta,
Hacia el año de 1440 habitaba en Strasburgo un
industrial llamado MIÍXTEL (Juan ó Santiago), que
consiguió reproducir palabras, oraciones y escritos
por medio de caracteres movibles, encerrados en un
cuadro y metidos en la prensa. De aquí el origen de
la Imprenta.
 52 LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y AMERICANA.
SUCESOS DE ALEJANDRÍA.
EL CAÑONERO BRITÁNICO « C Ó N D O R » , COMANDANTE LORD BERESFORD, BOMBARDEANDO EL F U E R T E MARABUT.
E n esta noble lucha de las tres ciudades, en esta la misma idea por análogos medios. \ Cuántos ejem-
oposición de los tres personajes, ¿cuál y quién tie- plos semejantes hay en la historia de los descubri-
ne razón ? .. , mientos modernos! Las semillas invisibles, los espo-
La tradición ha fallado ya. ros de la invención están en la atmósfera, todo el
La Imprenta nació en Maguncia; su inventor fué mundo los respira, parece como que se sienten; el
Gutenberg. período de incubación los ha hecho asimilables; sólo
por siempre humea i necesitan terreno donde germinar. ¿Qué mucho, si
El perdurable incienso se desarrollan á la vez en distintos puntos, al calor
• Que grato el orbe á Gutenberg tributa ; de diversos seres, quizás bajo diferentes formas? Y
Breve homenaje á su favor inmenso. entonces ¿de quién es la gloria? De aquí las perpe-
Pero ¿es justo este fallo? ¿examinó la tradición, tuas luchas y los eternos pleitos entre sabios y nacio-
antes de fallar, las piezas todas del proceso? ¿pesó y nes, entre Newton y Leibnitz, entre Volta y Galva-
midió con la balanza y el compás de la justicia las ni, entre Vernier y Nuñez, entre Colon y Vespucio,
razones y las pruebas de los contendientes ? entre tantos y tantos hombres como han contribuido
Es seguro que no, pero el fallo es inapelable. Y con su genio ó con su trabajo al progreso de la huma-
después de todo, lo probable es que Coster, Mentel y nidad y piden con justicia el tributo de su gratitud.
Gutenberg trabajaran los tres á la vez, persiguiendo Pero la invención de la Imprenta estaba fatalmente
DESEMBAKQUE DE MARINEROS Y « B L U E - J A C K E T S » DEL «LNVINCIBLE» EN LAS CERCANÍAS DEL FUERTE DE MEX , DESPUÉS DEL BOMBARDEO.
N." X X V I I I
escrita en el horario del siglo xv. La escritura simbó-
lica, emblemática ó jeroglífica pudo bastar en el pri-
mer período de la creación; el pergamino y el manus-
crito , formados ya con los alfabetos de los signos re-
presentando sonidos, pudieron bastar mientras la
humanidad preparaba sus evoluciones cubriendo la
tierra de campamentos; pero cuando el Renacimien-
to iba á llamar á las puertas del mundo, cuando el
hombre iba á sustituir el hierro por la palabra, la
fuerza por la idea, la espada por el libro, la Imprenta
era necesaria, y como habia de ser, fue.
El progreso moderno la traia en sus alas.
Sin ella, la humanidad se detenia, atacada de pa-
rálisis, en el dintel de la civilización racional; la evo-
lución se truncaba; la eclíptica se rompía; la ley del
movimiento social se quebrantaba, y es esto tan difí-
cil como lo es que las aguas suban d^l mar á la mon-
EN EGIPTO.—OFICIAL Y SOLDADOS DEL EJÉRCITO EGIPCIO.—RUINAS DE LA CALLE DE LAS HERMANAS (DONDE COMENZÓ LA REVUELTA POPULAR DEL I I DE JUNIO) DESPUÉS DEL BOMBARDEO T E ALEJANDRÍA.
• - - . , . - . . . AKABI-PACHÁ AL FRENTE DE SUS TROPAS, EN MARCHA PARA EL CAMPO FORTIFICADO DE KAFR-DOWAR.