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UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

Facultad de Ciencias de la Conducta

Trastornos neurocognositivos.

Métodos de neurociencias.

Nombre de la alumna: Ana Idalid de la Garza Díaz

Profesor (a): Hernán García Esquivel

Licenciatura en Psicología

Octavo semestre Grupo: 02

Fecha: 13/02/2023

Ciclo Escolar: 2023-A


TRASTORNO CRITERIO DIAGNOSTICO
DELIRIO 1. La presencia de una perturbación en la atención y la conciencia (por ejemplo, somnolencia, estupor o hiperactividad).
2. El desarrollo de una alteración cognitiva (como disminución de la memoria, el lenguaje, la capacidad de aprendizaje,
la orientación o la capacidad para reconocer objetos o personas familiares).
3. La alteración se desarrolla en un período corto de tiempo (horas o días) y tiende a fluctuar a lo largo del día.
4. Existe evidencia de que la alteración cognitiva es causada por una condición médica o intoxicación (por ejemplo,
abuso de sustancias, medicamentos o fármacos).
5. No se debe a un trastorno del espectro de la esquizofrenia u otro trastorno psicótico.
TRASTORNO COGNITIVO 1. El paciente presenta un deterioro significativo de la función cognitiva en comparación con el nivel previo de
MAYOR funcionamiento. El deterioro se debe a una enfermedad o condición médica conocida o presunta, o a una
combinación de factores.
2. El deterioro cognitivo interfiere con la capacidad del individuo para realizar las actividades cotidianas.
3. El deterioro cognitivo se evidencia a través de pruebas estandarizadas de evaluación cognitiva.
4. El deterioro cognitivo no se debe a un delirium agudo o a un estado confusional, y no se explica mejor por otro
trastorno mental.
5. El deterioro cognitivo es suficientemente grave como para afectar significativamente la capacidad de trabajo, la vida
social o las actividades cotidianas del individuo.
6. El deterioro cognitivo es estable o progresivo.

TRASTORNO COGNITIVO 1. El paciente presenta un deterioro cognitivo mayor que el esperado para su edad y nivel educativo, pero que no
LEVE cumple con los criterios para un Trastorno Neurocognitivo Mayor.
2. El deterioro cognitivo se evidencia a través de pruebas estandarizadas de evaluación cognitiva, y afecta a una o
más áreas cognitivas, como la memoria, el lenguaje, la atención, la percepción, el razonamiento o la función
ejecutiva.
3. El deterioro cognitivo interfiere levemente con la capacidad del individuo para realizar las actividades cotidianas,
como trabajar, realizar tareas domésticas o sociales.
4. El deterioro cognitivo no se debe a un delirium agudo o a un estado confusional, y no se explica mejor por otro
trastorno mental o por una enfermedad médica.
5. El deterioro cognitivo no cumple con los criterios para la demencia.
DEBIDO A LA ENFERMEDAD 1. El desarrollo de múltiples déficits cognitivos, cada uno de los cuales representa un declive significativo con respecto
DE ALZHEIMER al nivel previo de funcionamiento, en una o más áreas cognitivas, como el lenguaje, la memoria, la percepción, el
juicio, la capacidad para resolver problemas o la capacidad para llevar a cabo actividades diarias.
2. Los déficits cognitivos son suficientemente graves como para interferir en el desempeño laboral o social o en las
actividades diarias habituales.
3. Los déficits cognitivos no se deben a otra enfermedad neurológica o sistémica que explique mejor el deterioro
cognitivo y no ocurren exclusivamente en el contexto de un delirio.

4. El curso es gradual y progresivo, y en general, el deterioro cognitivo continúa con el tiempo.


5. E. La evaluación clínica y las pruebas neuropsicológicas demuestran que la enfermedad de Alzheimer es la causa más
probable del deterioro cognitivo.
TRASTORNO 1. El individuo presenta déficits cognitivos evidentes en una o más áreas cognitivas (por ejemplo, la atención, la
NEUROCOGNITIVO orientación, la memoria, el lenguaje, la percepción visual-espacial, la capacidad para resolver problemas o la
VASCULAR capacidad para ejecutar actividades motoras) basados en la historia clínica, la evaluación cognitiva y los hallazgos de
laboratorio o de neuroimagen.
2. Los déficits cognitivos son suficientemente graves como para afectar el desempeño laboral o social o las actividades
diarias habituales.
3. La evidencia de la enfermedad cerebrovascular se establece mediante la presencia de uno o más de los siguientes
criterios:
A. Enfermedad cerebrovascular documentada por historia médica, examen físico o neuroimagen.
B. Enfermedad cerebrovascular sugerida por los hallazgos de laboratorio o los cambios clínicos en el estado mental o la
función neurológica.
C. Los déficits cognitivos no se explican mejor por otro trastorno neurocognitivo mayor.
D. Los déficits cognitivos no se explican exclusivamente por la presencia de delirium.
E. Los déficits cognitivos no son mejor explicados por otro trastorno mental.
TRASTORNO A. La presencia de un deterioro cognitivo significativo en uno o más dominios cognitivos (por ejemplo, atención, funciones
NEUROCOGNITIVO CON ejecutivas, memoria, lenguaje, habilidades visoespaciales, razonamiento y resolución de problemas).
CUERPOS DE LEWY B. Los síntomas incluyen la presencia de al menos dos de los siguientes tres elementos:
1. Fluctuaciones cognitivas (por ejemplo, cambios rápidos y recurrentes en la atención, la orientación, el estado de
ánimo o el nivel de conciencia).
2. Alucinaciones visuales recurrentes.
3. Síntomas parkinsonianos, como la rigidez, la bradicinesia, la postura anormal o la marcha inestable.
C. Los síntomas en los criterios A y B no se explican mejor por otra afección neurológica, enfermedad sistémica, delirio o por
el uso de sustancias.
D. La presencia de cuerpos de Lewy en el tejido nervioso se ha demostrado por biopsia o autopsia, o bien, se ha considerado
altamente probable por los criterios clínicos.
E. Los síntomas no cumplen los criterios para otro trastorno neurocognitivo mayor, como la enfermedad de Alzheimer, la
enfermedad vascular, la demencia frontotemporal o el trastorno cognitivo debido a una lesión cerebral traumática.
TRASTORNO A. La presencia de una enfermedad de Parkinson establecida o probable.
NEUROCOGNITIVO DEBIDO B. La presencia de un deterioro cognitivo significativo en uno o más dominios cognitivos (por ejemplo, atención, funciones
A LA ENFERMEDAD DE ejecutivas, memoria, lenguaje, habilidades visoespaciales, razonamiento y resolución de problemas).
PARKINSON C. Los síntomas en los criterios A y B no se explican mejor por otra afección neurológica, enfermedad sistémica, delirio o por
el uso de sustancias.
D. Los síntomas no cumplen los criterios para otro trastorno neurocognitivo mayor, como la enfermedad de Alzheimer, la
enfermedad vascular, la demencia frontotemporal o el trastorno neurocognitivo con cuerpos de Lewy.
TRASTORNO A. La presencia de un deterioro cognitivo significativo en uno o más dominios cognitivos (por ejemplo, atención, funciones
NEUROCOGNITIVO ejecutivas, memoria, lenguaje, habilidades visoespaciales, razonamiento y resolución de problemas).
FRONTOTEMPORAL B. El deterioro cognitivo se caracteriza por un inicio gradual y un declive continuo.
C. Los síntomas iniciales y más significativos se relacionan con cambios en la personalidad, el comportamiento y/o la
regulación emocional.
D. Los síntomas en los criterios A, B y C no se explican mejor por otra afección neurológica, enfermedad sistémica, delirio o
por el uso de sustancias.
E. Los síntomas no cumplen los criterios para otro trastorno neurocognitivo mayor, como la enfermedad de Alzheimer, la
enfermedad vascular, el trastorno neurocognitivo con cuerpos de Lewy o el trastorno neurocognitivo debido a la enfermedad
de Parkinson.
TRASTORNO A. Presencia de una lesión cerebral traumática (LBT), que puede ser evidente clínicamente o detectada mediante
NEUROCOGNITIVO DEBIDO técnicas de neuroimagen.
A UNA LESIÓN CEREBRAL B. Desarrollo de síntomas neurocognitivos, como dificultades en la memoria, la atención, el lenguaje, la percepción o la
TRAUMÁTICA resolución de problemas, que se atribuyen directamente a la LBT.
C. Los síntomas neurocognitivos son lo suficientemente graves como para interferir en el funcionamiento social, laboral
u otras áreas importantes de la vida.
D. Los síntomas neurocognitivos no pueden explicarse por otros trastornos neurológicos o psiquiátricos.
E. Los síntomas neurocognitivos no son temporales, sino que persisten durante un periodo de tiempo significativo
después de la LBT.
TRASTORNO A. Presencia de una infección por VIH confirmada mediante pruebas de laboratorio.
NEUROCOGNITIVO DEBIDO B. Desarrollo de síntomas neurocognitivos, como dificultades en la memoria, la atención, el lenguaje, la percepción o la
A INFECCIÓN POR VIH resolución de problemas, que se atribuyen directamente a la infección por VIH.
C. Los síntomas neurocognitivos son lo suficientemente graves como para interferir en el funcionamiento social, laboral
u otras áreas importantes de la vida.
D. Los síntomas neurocognitivos no pueden explicarse por otros trastornos neurológicos o psiquiátricos.
E. Los síntomas neurocognitivos no son temporales, sino que persisten durante un periodo de tiempo significativo
después de la infección por VIH.
TRASTORNO A. Presencia de síntomas neurocognitivos, como dificultades en la memoria, la atención, el lenguaje, la percepción o la
NEUROCOGNITIVO resolución de problemas, que se atribuyen directamente al consumo de una sustancia o medicamento.
INDUCIDO POR B. Los síntomas neurocognitivos son lo suficientemente graves como para interferir en el funcionamiento social, laboral
SUSTANCIAS O u otras áreas importantes de la vida.
MEDICAMENTOS C. Los síntomas neurocognitivos no pueden explicarse por otros trastornos neurológicos o psiquiátricos que estuvieran
presentes antes del consumo de la sustancia o medicamento.
D. Los síntomas neurocognitivos no son temporales, sino que persisten durante un periodo de tiempo significativo
después del consumo de la sustancia o medicamento.
E. El tipo y la gravedad de los síntomas neurocognitivos pueden variar según el tipo de sustancia o medicamento
consumido, la dosis, la duración del consumo y la sensibilidad individual.
TRASTORNO A. Presencia de la enfermedad de Huntington, confirmada por pruebas genéticas o por la presencia de los síntomas
NEUROCOGNITIVO DEBIDO característicos de la enfermedad.
A LA ENFERMEDAD DE B. Desarrollo de síntomas neurocognitivos, como dificultades en la memoria, la atención, el lenguaje, la percepción o la
HUNTINGTON resolución de problemas, que se atribuyen directamente a la enfermedad de Huntington.
C. Los síntomas neurocognitivos son lo suficientemente graves como para interferir en el funcionamiento social, laboral
u otras áreas importantes de la vida.
D. Los síntomas neurocognitivos no pueden explicarse por otros trastornos neurológicos o psiquiátricos.
E. Los síntomas neurocognitivos no son temporales, sino que persisten durante un periodo de tiempo significativo
después del inicio de la enfermedad de Huntington.
TRASTORNO A. Presencia de síntomas neurocognitivos, como dificultades en la memoria, la atención, el lenguaje, la percepción o la
NEUROCOGNITIVO DEBIDO resolución de problemas, que se atribuyen directamente a una enfermedad priónica.
A LA ENFERMEDAD B. Los síntomas neurocognitivos son lo suficientemente graves como para interferir en el funcionamiento social, laboral
PRIÓNICA u otras áreas importantes de la vida.
C. Los síntomas neurocognitivos no pueden explicarse por otros trastornos neurológicos o psiquiátricos que estuvieran
presentes antes del inicio de la enfermedad priónica.
D. Los síntomas neurocognitivos no son temporales, sino que persisten durante un periodo de tiempo significativo
después del inicio de la enfermedad priónica.
E. Confirmación de la presencia de la enfermedad priónica mediante pruebas de laboratorio, como la detección de
proteínas priónicas anormales en el líquido cefalorraquídeo o la presencia de mutaciones genéticas específicas
asociadas con la enfermedad priónica.
TRASTORNO A. Presencia de síntomas neurocognitivos, como dificultades en la memoria, la atención, el lenguaje, la percepción o la
NEUROCOGNITIVO DEBIDO resolución de problemas, que se atribuyen directamente a una condición médica conocida que afecta al cerebro o al
A OTRA CONDICIÓN sistema nervioso central.
MÉDICA B. Los síntomas neurocognitivos son lo suficientemente graves como para interferir en el funcionamiento social, laboral
u otras áreas importantes de la vida.
C. Los síntomas neurocognitivos no pueden explicarse por otros trastornos neurológicos o psiquiátricos que estuvieran
presentes antes del inicio de la condición médica subyacente.
D. Los síntomas neurocognitivos no son temporales, sino que persisten durante un periodo de tiempo significativo
después del inicio de la condición médica subyacente.
E. Hay evidencia clínica de la relación causal entre la condición médica subyacente y los síntomas neurocognitivos, por
ejemplo, a través de pruebas de imagen, análisis de líquido cefalorraquídeo u otros estudios.
TRASTORNO A. Presencia de síntomas neurocognitivos, como dificultades en la memoria, la atención, el lenguaje, la percepción o la
NEUROCOGNITIVO DEBIDO resolución de problemas, que se atribuyen directamente a múltiples condiciones médicas conocidas que afectan al
A MÚLTIPLES ETIOLOGÍAS cerebro o al sistema nervioso central.
B. Los síntomas neurocognitivos son lo suficientemente graves como para interferir en el funcionamiento social, laboral
u otras áreas importantes de la vida.
C. Los síntomas neurocognitivos no pueden explicarse por un solo trastorno médico subyacente.
D. Los síntomas neurocognitivos no pueden explicarse por otros trastornos neurológicos o psiquiátricos que estuvieran
presentes antes del inicio de las condiciones médicas subyacentes.
E. Los síntomas neurocognitivos no son temporales, sino que persisten durante un periodo de tiempo significativo
después del inicio de las condiciones médicas subyacentes.
F. Hay evidencia clínica de que múltiples condiciones médicas subyacentes están contribuyendo a los síntomas
neurocognitivos, por ejemplo, a través de pruebas de imagen, análisis de líquido cefalorraquídeo u otros estudios
TRASTORNO A. Presencia de síntomas neurocognitivos significativos que causan deterioro en el funcionamiento social,
NEUROCOGNITIVO NO laboral u otras áreas importantes de la vida.
ESPECIFICADO B. Los síntomas neurocognitivos no cumplen los criterios para ningún otro trastorno neurocognitivo específico,
como la Enfermedad de Alzheimer, el Trastorno Neurocognitivo Vascular o el Trastorno Neurocognitivo
Debido a Traumatismo Craneoencefálico, entre otros.
C. No hay suficiente información disponible para realizar un diagnóstico más específico.

El papel del procesamiento de señales de EEG en la detección de trastornos neurocognitivos es una herramienta importante
para ayudar a identificar patrones anormales de actividad cerebral asociados con estos trastornos. El EEG es una técnica
no invasiva que mide la actividad eléctrica del cerebro y puede detectar cambios sutiles en la actividad cerebral que podrían
ser indicativos de un trastorno neurocognitivo, incluso antes de que se presenten los síntomas clínicos.

El procesamiento de señales de EEG se refiere a la aplicación de técnicas matemáticas y computacionales para analizar y
extraer información de los patrones de actividad eléctrica del cerebro registrados por el EEG. Estas técnicas pueden
utilizarse para detectar patrones anormales de actividad eléctrica en el cerebro, como la disminución de la actividad de
ondas alfa y el aumento de la actividad de ondas delta, que se han asociado con trastornos neurocognitivos como la
enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia.

La detección temprana de trastornos neurocognitivos es importante porque permite el tratamiento temprano para ayudar a
retrasar la progresión del trastorno y mejorar la calidad de vida del paciente. Además, el EEG también puede ser útil para
evaluar la eficacia de los tratamientos para los trastornos neurocognitivos, ya que los cambios en la actividad eléctrica del
cerebro pueden indicar mejoras en la función cognitiva.
Los avances en la tecnología EEG, como los algoritmos de aprendizaje automático, han mejorado la capacidad del EEG
para detectar patrones de actividad cerebral anormales asociados con trastornos neurocognitivos. Estos algoritmos pueden
analizar grandes cantidades de datos EEG para identificar patrones de actividad cerebral específicos que son
característicos de un trastorno neurocognitivo.

El EEG también puede ser utilizado en la investigación de nuevos tratamientos para los trastornos neurocognitivos. El EEG
puede ser utilizado para medir la eficacia de los tratamientos y evaluar cómo afectan a la actividad eléctrica del cerebro.

Referencias:

Sharma, N. & Kolekar, M.H. (2019). The Role of EEG Signal Processing in Detection of Neurocognitive Disorders. Journal of Medical Systems, 43(8),
216. doi: 10.1007/s10916-019-1371-1.

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