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Patriarcado y feminismo en perspectiva cristiana1


Dionisio Byler

1. El patriarcado 1
esta legislación ha cambiado desde entonces en
1.1. El patriarcado tradicional: descrip- Argentina.
ción
1.1.2. La mujer como propiedad: En el
Describimos aquí una configuración de actitu- patriarcado clásico, el padre o marido es dueño de
des y conductas que fueron típicas en la cuenca las hembras de la familia.
del Mediterráneo durante varios milenios. Decir
que fueron típicas en cierto lugar y época no quita • Los hombres disponen del trabajo y el tiempo
que también puedan haber sido o sigan siendo tí- de ellas. Los deseos del padre o marido son
picas en otros lugares y épocas. Si hablamos hoy y más importantes que la necesidad de ocio que
aquí de ello, es porque muchas personas están puedan sentir ellas.
convencidas de que algunas de las actitudes y • Los hombres disponen de los órganos repro-
conductas típicas del patriarcado tradicional si- ductores de ellas. La sexualidad femenina tie-
guen actuando en la sociedad occidental contem- ne como único propósito garantizar la posteri-
poránea. dad genética de sus hombres. En el caso del
marido, la mujer está incondicionalmente a su
1.1.1. Derecho romano: El derecho roma- disposición sexual. En el caso del padre, está a
no establecía lo que se conoce como la «patria po- su disposición para establecer las alianzas fa-
testad». Todos los miembros de la familia debían miliares que él estime oportunas, dándole los
al pater familias la obediencia incondicional. El pa- nietos necesarios para la continuidad de la fa-
dre tenía derecho de vida y muerte sobre los de- milia. La posibilidad de que la mujer halle pla-
más miembros de la familia. Algunos remanentes cer en la relación sexual se considera escanda-
del derecho romano seguían en pie en ciertas so- losa en algunas sociedades, y de todas maneras
ciedades occidentales hasta hace bien poco. Hacia no es un factor a tener fundamentalmente en
el año 1980, por ejemplo, mi esposa hizo un viaje a cuenta al disponer de su cuerpo.
Argentina con los dos hijos que entonces tenía-
mos, para visitar a su familia. Como los niños via- • Los hombres disponen de la persona entera de
jaban con pasaporte argentino, cuando Connie la mujer; de su voluntad, su identidad, todo su
quiso salir del país, se encontró con que necesitaba ser. Ella sólo existe para él. Fuera de él no tie-
una autorización mía, en cuanto padre, para sacar- ne intereses legítimos. Fuera de él no tiene de-
los del país. Este requisito no existía a la inversa: recho a opiniones, aspiraciones ni existencia.
el padre podía llevarse a sus hijos al exterior sin Sus únicas ambiciones legítimas son las que se
autorización de la madre. Tengo entendido que pueden realizar a través de su marido o sus
hijos. La frase «Detrás de cada gran hombre
hay una gran mujer» es la síntesis de esta men-
talidad en su forma más cruda: Este refrán
1 Este trabajo tiene su origen en 1995 como apuntes para
viene a decir que la única muestra legítima de
el seminario para la asignatura de Ética Cristiana de la
grandeza femenina es la grandeza de su hom-
Escuela Nacional de Maestros de Educación Religiosa
bre. Una puede ser una gran mujer, por qué
Evangélica. Dada su condición de apuntes, de vez en
cuando resultan bastante incompletos en el desarrollo no, pero sólo se le permite manifestarlo a tra-
de las ideas, que yo iba desarrollando más plenamente vés de su marido o sus hijos masculinos.
sobre la marcha. Como apuntes para clase que son,
tampoco he pretendido que todas las ideas presentadas 1.1.3. La mujer como propiedad: hon-
aquí sean originales. Algunas páginas, como se verá, se ra/deshonra del hombre
limitan a describir las ideas de diversos autores que se • Honra al hombre:
van citando. Este trabajo ha sido ligeramente revisado
en 2003 después de circular en una versión anterior 1. Una esposa hermosa, sumisa y obediente,
desde 1996. trabajadora, habilidosa, virtuosa, religiosa, casta,

Copyright © 1995-2003 Dionisio Byler


2 Patriarcado y feminismo en perspectiva cristiana

que demuestra admiración y devoción por su ma- • La competición entre hombres por honra, ex-
rido. presada en intensa competición sexual, hace de
2. Una hija ante todo virgen. Luego también la mujer un objeto de obsesión sexual. Esto de-
que sea hermosa, religiosa, hábil, trabajadora, su- tiene el desarrollo emocional respecto al sexo
misa y obediente. en su punto más inmaduro y explosivo, el de la
pubertad.
3. Una hermana: si casada, que tenga las mis-
mas cualidades que honran a su marido; si soltera, • La contradicción entre la intensidad inmadura
las mismas cualidades que honran a su padre, de la obsesión sexual, y la necesidad social de
muy especialmente la virginidad. reprimir esa obsesión para llevarse bien con
otros hombres, crea el fenómeno del asco. En
4. Cualquier mujer ajena que uno haya podido la lucha por sobreponerse a la obsesión, la mu-
disfrutar sexualmente. El uso sexual de cuantas jer es convertida en objeto sucio, asqueroso,
más mujeres mejor, en cuanto manifestación de abominable, inmundo, contrario a la religión y
virilidad y de atractivo sexual de macho, es moti- la virtud; se la ve como persona inferior, de ins-
vo de orgullo y jactancia. Obsérvese que sólo es tintos bajos, carente de inteligencia, perversa y
posible aumentar esta dimensión de la honra, maquinadora, traidora por naturaleza. Este es
«deshonrando» a las esposas/hijas/ hermanas de el motivo expresado (que no el motivo real) por
otros hombres; con la consecuencia de que la hon- el que los hombres cultos y educados no
ra de unos es en la misma medida la deshonra de hablan de mujeres.
otros.
• Ejemplo típico de este asco: la legislación
• Deshonra al hombre una esposa/hija/hermana hebrea acerca de los flujos femeninos, que la
que brinda sus favores sexuales a otros hom- vuelven «inmunda». Según la legislación bíbli-
bres. La honra existe en cantidades finitas. Pa- ca, es repugnante siquiera tocar algo que ella
ra que un hombre tenga mayor honra, otro tie- ha tocado mientras está con la regla.
ne que tener menos. La deshonra sexual entre
iguales sólo se puede equilibrar con la muerte: 1.2. Patriarcado en la historia de la
del hombre y la mujer si ha sido una seducción; iglesia
sólo del hombre si ha sido una violación. La 1.2.1. Ruth E. Krall "Christian Ideology, Rape,
deshonra sexual por un superior es una evi- and Women's Postrape Journeys to Healing", en
dencia más de esa diferencia social, precisa- Elizabeth G. Yoder, Ed., Peace Theology and Violence
mente porque no tiene remedio: tal es el caso Against Women, 1992, pp. 76-91. Los siguientes pá-
del derecho de pernada de señores feudales rrafos son casi todos citas más o menos directas:
sobre sus campesinas en la Edad Media.
Desde los primeros siglos del cristianismo, los
1.1.4. La mujer como objeto de de- teólogos cristianos han interpretado las Escrituras
seo/asco de tal manera que propugnaron una doctrina de la
• La competición entre hombres por honra en el maldad femenina. Fue la mujer quien sedujo a
trato con la mujer, que se expresa en competi- Adán para que pecara, trayendo así el pecado al
ción entre hombres por depositar su simiente mundo.
en cuantas mujeres sea posible, hace de la mu- • Tertuliano (160-230). Cada mujer es una Eva,
jer un tema poco apto para la conversación. que continua atrapando al hombre en el peca-
Los hombres cultos, serios, prudentes, no do de la carne. Es por culpa de Eva que la
hablan de mujeres. Hablar de una mujer y imagen de Dios, o sea el varón, se perdiera. El
muy especialmente de su sexualidad, es aden- varón fue creado primero a imagen de Dios, la
trarse a un campo sembrado de minas en cuan- mujer fue creada en segundo lugar y a imagen
to a honra/deshonra. Después de todo, cual- del varón. Creada de parte del cuerpo mascu-
quier mujer de que se pueda conversar, es mu- lino, el único propósito de su existencia es ser-
jer/hija/hermana de alguien cuya honra estará vir al varón.
en juego. Los sabios esquivan el tema por
• «Juan Crisóstomo (345-407), patriarca de Cons-
completo. tantinopla, enseñó que las mujeres eran sepul-
cros blanqueados, llenas de pus, flemas y todo
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tipo de impureza. Por causa de la inmundicia Así las cosas, el único motivo para que
de la menstruación de la mujer, enseñaba que exista la mujer es la ayuda que brinda al varón
el varón debe controlarla, dominarla y domes- en la reproducción humana.
ticarla. El rasgo esencial de la relación entre los
Ya que el único motivo que justifica el asquero-
sexos debía ser la sumisión y obediencia de la
so y corrupto asunto de la cópula carnal es la re-
mujer respecto al varón».
producción humana, en la Edad Media se empie-
• Jerónimo (340-420), teólogo famoso entre otras zan a jerarquizar los pecados sexuales según con-
cosas como traductor de la versión Vulgata de tribuyan o no a la posibilidad de la reproducción.
la Biblia. Opinaba que Eva fue responsable del Por eso la iglesia medieval tiende a condenar más
pecado de Adán, y por tanto culpable de la ex- la masturbación y la homosexualidad que el inces-
pulsión del Edén. Creía que la menstruación to y la violación. Aunque la violación y el abuso
constituía parte de la maldición divina por el sexual en el seno de la familia son condenables,
pecado de Eva, y que no había nada en el por lo menos y como atenuante, pueden conducir
mundo más inmundo que una mujer con la re- a la concepción.
gla. Para la iglesia medieval la Virgen María repre-
• Agustín (354-430). Opinaba que la mujer no ha senta la feminidad idealizada. Existen entonces
sido creada a imagen de Dios, ya que sólo el tres posibilidades para la sexualidad femenina: la
varón es imagen de Dios. El pecado original ramera, la virgen, y la esposa. La mujer como ra-
del varón viene de la tentación de la mujer. mera representa la carnalidad femenina deprava-
Por lo tanto la mujer es culpable de la existen- da, la tentación de Eva siempre presente para
cia del pecado. hacer caer a los varones. La mujer como virgen
Con el paso de los siglos esta doctrina se esta- representa la masculinidad espiritual, ya que se
bleció con firmeza. El varón, a pesar del pecado, mantiene pura y su feminidad no se hace efectiva.
sigue llevando algo de la imagen de Dios con que La mujer como esposa representa la maternidad,
fue creado. La mujer, creada en segundo lugar y a la sumisión y la obediencia.
imagen del varón es tan sólo una sombra de la Ya que la sexualidad femenina es por naturale-
verdadera humanidad, culpable, además, de la za corrupta y deficiente, su única salvación se en-
existencia del pecado en la tierra. Segunda en la cuentra en la sumisión y obediencia perfecta a su
creación y primera en el pecado, la mujer debía cabeza natural, o sea el varón.
aceptar mansamente la maldición divina del do- Ya en el Siglo 20, algunos predicadores ense-
minio del varón sobre ella.
ñan una doctrina del sufrimiento femenino. Las
• Ya en la Edad Media, Tomás de Aquino (1225- mujeres que sufren a manos de sus hombres
1274) acusaba a las mujeres de ser las culpables aprenden que tienen que aceptar esto mansamente
por el pecado sexual de los varones. Cuando como la cruz que les ha tocado en imitación de
los hombres caían en la lujuria eran víctimas Cristo. En ello prácticamente les va la salvación
inocentes de la provocación femenina. Es así de sus almas, ya que hay una cadena de mando
como la mujer desde siempre ha sido el motivo instituida por Dios, en la que al varón le ha sido
del pecado original; el de los impulsos sexuales dado dominio sobre la mujer. La mujer ha de
incontrolables. obedecer al varón como a Dios mismo y si esto
Para Santo Tomás el ser humano era varón trae consigo sufrimiento tanto mejor, pues allí se
por naturaleza. El esperma contenía la simien- hace imitadora de la pasión de Jesucristo.
te perfecta del varón y la mujer sólo hacía de [Hasta aquí Krall.]
incubadora durante los meses de gestación. Si
Cabe aquí hacer mención de la misoginia que
nacía una mujer se debía a que algún factor
siempre ha caracterizado las «cazas de brujas»
adverso había influido en el momento de la
desde la Edad Media. Es de suponer que el ocul-
concepción o durante la gestación. Podían tismo atraía tanto a los hombres como a las muje-
haber influido negativamente el clima, algún
res, igual que hoy. ¿Por qué eran siempre (o ca-
sobresalto o disgusto, o quién sabe qué.
racterísticamente) mujeres las perseguidas, tortu-
radas y matadas en estas campañas contra la bru-
jería? ¿Qué enfermos sentimientos eróticos des-
4 Patriarcado y feminismo en perspectiva cristiana

pertaba en aquellos frailes y curas la tortura de las entre los autores bíblicos y nosotros.2 Pero antes
mujeres que caían en sus garras? de ello me parece necesario plantear el problema
con toda la crudeza y dureza a que da lugar. Ig-
1.2.2. El tema de mujeres en autoridad norar la realidad del texto bíblico no puede con-
en la iglesia
ducir nunca a la defensa de la verdad.
Surge así el tema de la marginación de la mujer
Si la manera de concebir el mundo y la socie-
en las estructuras de autoridad de la iglesia. Ob-
dad humana de aquella época y lugar incluía el
viamente, si la mujer es un ser corrupto e inferior
patriarcado, no debería extrañarnos descubrir el
por su mismísima naturaleza, un ser cuya única
patriarcado en la Biblia, que aunque contiene reve-
virtud y esperanza es la obediencia y sumisión, es
lación divina es también producto de su cultura
impensable que ejerza autoridad en ese bastión de
generadora. Sería cosa de necios, una labor impo-
pureza que es la Santa Iglesia. Desde que la femi-
sible, intentar negar que la Biblia entiende las rela-
nidad se define como corrupción y la masculini-
ciones entre varones y mujeres desde una perspec-
dad como Imagen de Dios, está claro que no hay
tiva patriarcal. La Biblia rezuma patriarcado de
nada de qué hablar.
cabo a rabo, desde Génesis hasta el Apocalipsis.3
Cuando surge este tema, algunos líderes en las
iglesias evangélicas han mantenido y mantienen 1.3.2. «Inmundicia» del sistema re-
hasta el día de hoy actitudes francamente misógi- productor femenino. Ya hemos mencionado
nas, sorprendentes por la violencia y el vituperio los tabúes bíblicos en torno a la menstruación. El
de su descalificación de las mujeres que se sienten tema siempre se aborda desde una perspectiva
llamadas a servir al Señor en el ministerio. masculina. Son «ellas» (las mujeres con la regla)
las asquerosas, impuras e inaceptables para acer-
El tema de la posibilidad de igualdad para la carse a la presencia de Dios; somos «nosotros», los
mujer en el ministerio no se soluciona ofreciendo varones, los que debemos cuidarnos del contacto
interpretaciones novedosas de los pasajes bíblicos con ellas, cuidarnos de tocar lo que ellas han toca-
que se emplean para justificar el patriarcado. Es- do ni sentarnos donde ellas se han sentado. Y es
tuve presente en un debate sobre este tema en que el interlocutor natural de la Biblia es masculi-
Castelldefels en 1994, y la triste conclusión a la no. Los que escriben y los que leen son varones y
que llegué es que no es la Biblia lo que nos va a
es natural que toda la vida humana se viera desde
aclarar las ideas sobre el particular, ya que todos su perspectiva.
la emplean para defender su postura. Las diversas
interpretaciones responden a ideologías diversas; La antropología ha descubierto otros muchos
quien mantiene la ideología patriarcal no puede pueblos con diversidad de tabúes en torno a la
entender ni aceptar otra hermenéutica. menstruación, que en general ha sido un fenóme-
no considerado misterioso e inexplicable. Recor-
Lo cual nos trae al siguiente tema:
demos que las Escrituras hebreas (el Antiguo Tes-
1.3. Patriarcado en la Biblia. tamento) consideran que la sangre es sagrada; es
la mismísima esencia de la vida, que nunca puede
1.3.1. La Biblia es producto de su cul-
ser consumida por su carácter sacro. Entonces es-
tura y su era. Las observaciones que vienen a
te derramamiento mensual de sangre femenina no
continuación pueden ser causa de cierto rechazo
podía menos que ser objeto de prohibición, horror
porque pueden parecer un cuestionamiento de la
Biblia misma. No es mi propósito rechazar la Bi-
blia en este tema ni en ningún otro. Más adelante
2Véase también mi trabajo posterior a éste, «Números
ofreceré algunos comentarios acerca de cómo po-
31: Historias inmorales en el Texto Sagrado», en Alétheia
demos emplear las Sagradas Escrituras para pro-
Nº 18 (Alianza Evangélica Española, 2000); y mi res-
vecho, inspiración e instrucción incluso ante el puesta a las críticas suscitadas, en Alétheia Nº 19 (A.E.E.,
tema que hoy nos ocupa, a pesar de las grandes 2001).
distancias en el tiempo y las costumbres que hay 3Sobre la naturaleza de la Biblia y las consecuencias que
se derivan de ello para una hermenéutica apropiada
desde nuestra propia cultura véase Dionisio Byler, La
autoridad de la Palabra en la Iglesia (Terrassa: CLIE y Bo-
gotá: CLARA, 2002).
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y superstición. Por extensión, la mujer misma, masculino, dando ejemplo de sus virtudes feme-
culpable ella de este derramamiento misterioso de ninas de dulzura, sumisión y mansedumbre. Es el
«vida» por el mismo orificio del que procedía la instrumento de Dios y de su tío Mardoqueo para
vida humana al nacer, fue considerada con horror la salvación de los judíos y la venganza contra
supersticioso durante su menstruación. Ninguna Amán.
cosa santa ni consagrada a Dios, incluyendo por
O sea que la Biblia habla bastante de mujeres,
supuesto los varones israelitas, debía entrar en
cuya actividad puede llegar a ser importante; pero
contacto con ella, so pena de quedar contagiada de
en la Biblia nunca son las mujeres quienes hablan.
esta abominable impureza femenina. En ese sentido se puede decir que la mujer está
Esta es la convicción que recogen los textos bí- ausente de la Biblia.
blicos, atribuyéndolos a la Palabra divina revelada
En honor a la verdad, hay excepciones que
a Moisés. Los cristianos evangélicos, que nos pre-
pueden ayudarnos a hallar una salida al problema
ciamos de bíblicos y creemos en la inspiración de
planteado por el patriarcado bíblico. La excepción
las Escrituras, tenemos que aceptar que nuestro
más clara probablemente sea el Cantar de los Can-
texto sagrado pone estas cosas. Otro capítulo tares, en el que la sexualidad desinhibida de la es-
aparte es preguntarnos qué hacer hoy con estos
posa halla tanta expresión poética como la del es-
párrafos bíblicos, como muchos otros que reflejan
poso. ¡Aquí sí una mujer tiene voz; una voz ple-
un mundo tan distinto al nuestro.
namente femenina! En menor medida Rut puede
1.3.3. Hemos mencionado ya mi siguiente pun- que contenga algo de la perspectiva femenina de
to, que es el de la «ausencia» de la mujer la vida. Luego en algunos pasajes de Pablo y en
en el texto bíblico. Esto no quiere decir que algunas enseñanzas de Jesús, hay un esfuerzo por
en la Biblia no haya mujeres, que las hay. Lo que ver las cosas desde el punto de vista femenino. Y
se echa en falta es una perspectiva femenina sobre poco más. Todo lo demás es hombres hablando
la vida y sobre la religión. Las mujeres son siem- de asuntos de hombres o de asuntos de mujeres
pre «ellas», como ya hemos dicho, nunca «noso- desde la perspectiva de los hombres.
tras». Son como una minoría, o como la servi- 1.3.4. Textos de terror (Phyllis Trible, Texts
dumbre, como los animales domésticos y demás of Terror, 1984)
posesiones que puede tener un hombre. Fuente de
problemas y también de alegrías, por qué no, la Fue este uno de los primeros libros en señalar
Biblia instruye a los hombres a tratarlas humanita- la terrible violencia que sufrieron algunas mujeres
riamente, como si fuesen iguales a uno. La mujer en el relato bíblico, donde los autores de la Biblia
virtuosa, dice 1 Pedro, ha de ser sumisa como Sa- no parecen inmutarse. En cada uno de cuatro ca-
ra, que por sumisión y obediencia a su marido pítulos, que contienen lecturas extremadamente
consintió en incorporarse a los harenes de dos re- atentas y sensibles de textos hebreos, la Dra. Trible
yes para provecho económico de su marido. Una describe con un impacto emocional inolvidable
especie de prostitución en la que Abraham hace de sendas tragedias que acontecen a mujeres de las
proxeneta. Por someterse hasta estos extremos y que Dios aparentemente se desentiende.
tratar de «mi señor» a su marido, Pedro la consi- • Hagar: La desolación del rechazo.
dera modelo de la mujer ideal.
Una mujer doblemente oprimida. Oprimida,
La mujer está ausente incluso del libro de Ester, como Sarai su ama, por ser mujer; y oprimida
aunque una mujer sea protagonista. Falta en el por Sarai en una situación típica de los oprimi-
libro una auténtica perspectiva femenina. Es un dos que a su vez tienen poder sobre otras per-
relato de hombres y para hombres acerca de una sonas. Tanto Abram como Sarai disponen li-
mujer. El libro empieza defendiendo el divorcio bremente de Hagar como reproductora. Los
contra Vasti, la reina consorte, por haberse negado sentimientos de Hagar no cuentan. Cuando
a obedecer los caprichos indecentes del rey persa Hagar huye de una situación que se le hace in-
durante una orgía borracha. Se supone que Ester, tolerable, el ángel de Jehová la hace volver (una
la nueva reina consorte, será más virtuosa que especie de inversión de la temática del Éxodo).
Vasti la rebelde. Ester hace algunas cosas intere- Es más importante el hijo (varón) en su seno
santes, pero se mueve claramente en un mundo que su sufrimiento. Jehová también parece ver
6 Patriarcado y feminismo en perspectiva cristiana

a Hagar meramente como reproductora para te la puerta, con las manos sobre el umbral pe-
Abram, sujeta a los caprichos de sus opresores. ro sin fuerzas para llamar. El texto no dice cla-
Sin embargo, parir un primogénito para Abram ramente que haya muerto por los abusos sufri-
no le otorga a ella ningún derecho: el final de dos. Viva o muerta, el levita cuando llega a ca-
su historia la abandona, expulsada al desierto, sa la descuartiza. Después de lo sucedido es ya
rechazada ella y su linaje de la bendición que inservible como concubina de un levita: sólo
vendrá por la revelación de Dios a la descen- sirven los trozos de su carne como reclamo pa-
dencia de Sarai, que Dios ha escogido para sus ra ejecutar la venganza del honor faltado al le-
propósitos. vita y la inhospitalidad de Gabaa. Los repro-
• Tamar: Una real violación de la sabiduría. ches del texto se dirigen siempre a los de Ga-
baa: el derecho del levita para disponer de su
Este relato muestra inequívocamente la impo- concubina, sea entregándola para la diversión
tencia de una mujer en un sistema que ha pues- sádica de los de Gabaa, sea descuartizándola
to todo el poder en manos de hombres. Desde (quizá matándola) nunca se cuestiona.
los primeros destellos de lujuria en Amnón, los
hechos se desenvuelven con la lógica de lo • La hija de Jefté: Un sacrificio inhumano.
previsible pero inevitable, hasta su desenlace Otra chica anónima (ni el nombre les dejan) es
final con el enclaustramiento a la invisibilidad esta víctima de un padre desalmado sobre
y silencio de Tamar. Ella, que cada vez que quien ha caído el Espíritu de Jehová. Símbolo
habla lo hace con justicia, con lógica y sabidu- de todas aquellas hijas cuyos padres abusan de
ría, en ningún momento es realmente escucha- su poder patriarcal, ella, que ha salido danzan-
da. Es sabia pero no tiene voz. Su padre David do a recibir al héroe de guerra en la mejor tra-
la viola tan ciertamente con su despiadado des- dición de las vírgenes de Israel, incluso debe
interés, como su hermano la viola en la carne. cargar con las culpas y la ira de su padre: «¡Ay
Al final Absalón se venga; pero en el fondo no hija mía! en verdad me has abatido, y tú mis-
la venga a ella, sino que venga el agravio a su ma has venido a ser causa de mi dolor; porque
propio honor como hermano. Absalón dispone he dado palabra a Jehová, y no podré retrac-
de ella tan ciertamente como Amnón al violarla tarme» (Jue. 11.35). Un asesino que echa las
y David al desentenderse: la mete en clausura y culpas a su víctima inocente. El es el abatido,
jamás se sabrá más de ella. él es quien sufre: ¿Y ella, qué? El horror de es-
• Una mujer sin nombre: La extravagancia de la vio- ta historia se ve multiplicado por el papel de
lencia. Jehová en el relato. Un Jehová que ha derra-
mado su espíritu sobre el asesino. Un Jehová
El terror de ser mujer en un mundo de hom- capaz de derrotar ejércitos enemigos, pero que
bres vuelve a hacerse visible en Jueces 19. Em- vuelve la espalda en un desinterés espantoso
pieza con un levita, por tanto un hombre de ante los abusos del patriarcado.
respetada posición social; y su concubina, una
hembra sin los derechos de esposa. El levita va 1.3.5. Algunos textos utilizados por
a casa del padre de ella para «hablarle al cora- defensores del patriarcado
zón», o sea hacer las paces con ella después de [Basado fundamentalmente en Willard Swar-
una discusión. Pero allí no habla con ella sino tley, Slavery, Sabbath, War, and Women (1983)]
que se pasa varios días de juerga con el padre
Los textos que menciono a continuación, como
de la chica. De camino a casa, viene la espan-
toda la Biblia, admiten más de una interpretación
tosa escena de la inhospitalidad de los benja-
y de hecho son objeto de un intenso debate acerca
minitas de Gabaa. Y el aun más espantoso ego-
de cómo hemos de entenderlos. Examinaremos
ísmo del levita que «salva su honor» frente a la
más adelante algunas de las interpretaciones al-
posibilidad de la violación homosexual, trai-
ternativas a estos textos. Sin embargo el hecho es
cionando a la chica. Las violaciones por parte
que la lectura tradicional, la lectura más sencilla y
de una multitud de hombres se suceden a lo
literal que normalmente se ha hecho de estos tex-
largo de toda la noche en un episodio lleno de
tos tiende a fortalecer la defensa del patriarcado.
un horror indescriptible, que culmina por la
madrugada con la chica tendida en el suelo an-
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• Génesis 2 y 3. Ya hemos mencionado cómo se — El Apocalipsis (Tina Pippin, 2 artículos


utilizaron estos textos en la historia de la igle- en Semeia, Nos. 60 y 61.)
sia: (1) Por ser creada Eva en segundo lugar en
Figuran pocas mujeres en el Apocalipsis,
el tiempo y como ayuda idónea para Adán, la
pero todas dignas de notar. En todos los casos
mujer no es imagen de Dios sino del varón; y
la mujer es objeto de desplazamiento, de exclu-
su único propósito en la vida es estar a la dis-
sión.
posición servicial y sumisa primero de su pa-
dre y luego de su marido. (2) El pecado origi- • La falsa profetisa Jezabel 2.20-22. (Según
nal es de naturaleza sexual; la mujer es espe- Pippin, la mención de sus seducciones, de
cialmente voluble y propensa a perder la cabe- los que adulteran con ella, y su postración
za respecto a este pecado y a todos, a la vez en cama como castigo, todo ello de alguna
que como seductora por su mismísima natura- manera despierta la fantasía erótica del lec-
leza como hembra, es plenamente culpable de tor masculino, aunque sea con horror.)
las caídas del varón en los pecados de la carne • La mujer vestida del sol (cap. 12) da a luz
(el hombre es así víctima en los pecados sexua- un hijo varón pero acaba en el desierto, su
les, la mujer de alguna manera culpable incluso lugar natural (vers. 14), donde halla protec-
en casos de violación). ción pero desaparece de la historia.
Aunque estos textos ya no suelen emplearse • La Gran Ramera. (Cap. 18.) El lenguaje con
de manera tan virulenta, ciertos elementos de el que se describe la ciudad pecadora de
esta interpretación sobreviven hasta hoy en las Babilonia es todo femenino y todo según los
iglesias conservadoras, concretamente cuando patrones más misóginos del estereotipo de
toca defender la prohibición total a que la mu- mujer perversa. Toda la maldad política y
jer ejerza autoridad en el hogar y en la iglesia. de corrupción económica se describe en
La maldición de la mujer después de la caí- lenguaje erótico femenino (vers. 3, 7, 9, 16,
da en el Edén, dicen, incluye claramente su y el número enormemente promiscuo de
dominio por parte del varón. personajes todos masculinos que lamentan
el fin de su gozo de ella). Así las cosas, co-
• Los siguientes pasajes del Nuevo Testamento
mo es lógico, la Gran Ramera será no sólo
se interpretan corrientemente como que esta-
destruida sino abandonada y marginada:
blecen una jerarquía entre los sexos. Se entien-
vers. 2 y 4 (la instrucción ¡«salid» de ella!
de que en ellos Dios hace acepción de personas encierra un mensaje erótico subliminal). Es
por motivo de su sexo y que la Iglesia debe ser
mujer, es decir que es a la vez atractiva y
imitadora de Dios en dicha acepción de perso-
seductora; y maligna y corrupta: los varones
nas:
puros huirán de ella.
— 1 Cor. 11.2-16
• La novia de la boda del Cordero (19.7-8).
— 1 Cor. 14.34-36 Como la mujer vestida de sol del capítulo
— 1 Tim. 2.9-15. Este probablemente sea 12, la Novia del Cordero podría haber sido
el pasaje más problemático. Por una parte da a un personaje femenino positivo. Pero no es
entender que sí es lícito que un varón ejerza un personaje que despierta la imaginación
dominio (éuyent°v) sobre el prójimo, contra la como la Gran Ramera. La Novia es un per-
enseñanza de Jesús sobre la autoridad como sonaje de piedra, totalmente pasivo. No es
servicio y contra el ejemplo insuperable de Pa- ella quien despierta el entusiasmo y el inte-
blo mismo con sus muchos sufrimientos. Por rés. El entusiasmo y la esperanza se centran
otra parte vincula la salvación femenina a su en la Nueva Jerusalén, una promesa no fe-
fertilidad: un concepto radicalmente ajeno a menina, en la que la fantasía puede deleitar-
ningún otro texto bíblico. Su mensaje misógino se sin caer en contaminación.
es inequívoco: la mujer es moral y espiritual- • El colmo más escandaloso de la margina-
mente inferior al hombre, culpable de la exis- ción y exclusión de la mujer en el Apocalip-
tencia del pecado; carente de discernimiento y sis se halla en 14.4-5, donde dice claramente
sabiduría, por lo que no es de fiar como maes- que la mujer contamina al hombre, y que la
tra. virginidad (parthénoi eisin) es la única mane-
8 Patriarcado y feminismo en perspectiva cristiana

ra de mantenerse incorruptos. Estos varo- de la ducha a su habitación, obligar a una niña


nes que no han tenido trato con mujeres, pequeña a desnudarse para él masturbarse en
son por eso los 144.000 que siguen al Corde- presencia de ella, exhibirse delante de una hija
ro y están sin mancha delante de Dios. Co- o hermana, obligarla a ver imágenes o vídeos
mo sucedía con el templo y la sinagoga, así eróticos o pornográficos.
también en la Nueva Jerusalén las mujeres
• El daño psicológico es mucho mayor cuando el
(por cuanto mujeres y por tanto fuente de que abusa es un familiar, especialmente el padre,
corrupción y mancilla) quedarán excluidas
de quien la niña o adolescente tiene derecho a
de lo más escogido de la presencia divina en esperar amor, protección, consideración y res-
el paraíso.
peto.
1.4. Abuso sexual. • Por último, las víctimas del abuso sexual no
1.4.1. ¿Qué es el abuso sexual? (Carolyn Holde- tienen porqué ser siempre niñas o mujeres.
rread Heggen, Sexual Abuse in Christian Homes and Muchos son los varones que han sufrido abu-
Churches, 1993, cap. 1) sos sexuales en la infancia. Sin embargo es ob-
vio que en la inmensa mayoría de los casos los
• El abuso sexual ocurre en cualquier situación autores son hombres y las víctimas son mujeres
en que una persona con menos madurez o au- y niñas, por lo que no necesita explicarse ni jus-
toridad se ve atrapada en una experiencia tificarse que se trate de este tema como un as-
sexual. Sucede cuando alguien con impedi- pecto del patriarcado.
mentos por minusvalía, edad o condición social
tiene que vivir una experiencia que satisface 1.4.2. Creencias religiosas que contri-
sexualmente al que toma la iniciativa, mientras buyen al abuso sexual (Heggen, cap. 5)
que la víctima no entiende qué es lo que está
Las investigaciones sobre el tema del abuso
pasando o no tiene una capacidad real de deci-
sexual tienden a dejar una estadística sorprenden-
dir si lo desea. El desequilibrio de poder pue- te: en EE.UU. es más frecuente el abuso sexual en
de deberse a la edad, la fuerza, la posición so-
familias religiosas conservadoras que en la media
cial, la experiencia o la autoridad.
nacional. En EE.UU., el conservadurismo religio-
• No es necesario que exista penetración para so es equivalente al protestantismo evangélico.
que una experiencia constituya abuso sexual. Sospecho que la realidad en España puede ser pa-
Aunque el coito vaginal, anal o bucal es la for- recida, aunque aquí ese conservadurismo religioso
ma más obvia de abuso sexual. sería católico.
• El abuso sexual puede estar constituido por el Vamos a identificar algunas creencias religio-
tacto: El abusador toca o juega con las partes sas que según estos estudios en EE.UU. tienden a
íntimas de la víctima, la besa de una manera existir en familias donde ocurre abuso sexual. Es
apasionada; u obliga a la víctima a tocarle sus importante dejar claro que estas creencias no son
partes privadas a él. causa del abuso sexual. La causa es la profunda
• El abuso sexual puede ser verbal. Observacio- inestabilidad emocional, la inmadurez psicológica
nes insensibles y lujuriosos acerca de los senos enferma de los responsables de estas conductas.
o nalgas de una hija o hermana. Chistes ver- El problema de estas creencias religiosas reside en
des, comentarios de alto contenido erótico que que no contribuyen a frenar el comportamiento
dan placer al hablante mientras hacen sufrir abusivo, e incluso se prestan a torcer y tergiversar
vergüenza a la oyente. Puede haber un abuso para que estos criminales justifiquen en ellas sus
sexual psicológico, en que el padre explica a su conductas, llegando a convencerse a veces de que
hija presuntas enseñanzas sexuales o le cuenta gozan de cierta legitimidad.
confidencias acerca de sus experiencias con su 1.4.2.1. Dios ordena que los varones ejerzan
madre, conversaciones que resultan altamente dominio y que las mujeres y los niños se sometan.
eróticas y sugestivas para él, pero violentas pa- En otras palabras, el patriarcado justificado con
ra la sensibilidad de ella. conceptos religiosos y citando los pasajes bíblicos
• El abuso sexual puede ser visual. Espiar a la que ya hemos mencionado (Gén. 2-3, 1 Cor.7 y 14,
hija o hermana, arrancarle la toalla cuando va 1 Tim. 2, etc.)
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Las relaciones familiares se definen como rela- sufre sin quejas, en todo otorga preeminencia a su
ciones de poder y dominio: El varón ejerce auto- marido.
ridad. La mujer y los niños no. Al hombre le co-
Estas conductas y creencias conducen a un
rresponde dominar. A la mujer y a los niños les
enorme bajón en la autoestima de la mujer. Ense-
corresponde someterse. La insumisión al varón es
ñadas a depender en todo de sus maridos, ense-
equivalente a la rebelión contra Dios. Así como
ñadas a no fiarse de su propio juicio ni sus propias
Dios tiene la responsabilidad de hacer valer su au-
opiniones, carecen de la fuerza moral para resistir-
toridad, es necesario que el varón también haga
se a la maldad y la perversión en sus propios
valer su autoridad. hogares. Como dijo la madre de una hija que fue
Es fácil observar cómo esta creencia puede ser utilizada sexualmente por su padre, «Durante los
distorsionada por un varón enfermo para justificar años que aquello sucedía yo estaba tan deprimida
su derecho a disponer sexualmente de las mujeres y tan débil emocionalmente, que era incapaz de
y las niñas de su entorno. El efecto en la mujer es pensar más allá de mi propio dolor. Ahora me
peor, ya que la coloca en una situación en la que le doy cuenta que esa puede haber sido una de las
resulta prácticamente imposible defenderse a sí estrategias que usaba mi ex marido. Mientras yo
misma y a sus hijas sin incurrir en pecado contra me hallaba sumida en la depresión era tan depen-
Dios. diente de él que era incapaz de abandonarle. Eso
le dio muchos años para disfrutar de mi hija sin
1.4.2.2. Por su papel como originadora del pe- que hubiese nadie capaz de cuestionar ni detener
cado humano mediante Eva, la mujer ha demos- su conducta».
trado su inferioridad moral y de discernimiento
espiritual. Esta creencia hace que la mujer que la 1.4.2.3. Los niños son malos por su naturaleza
acepta dude de su propia intuición y su propio humana y necesitan que se quebrante su voluntad.
discernimiento. A la vez que está convencida que Existe una gran cantidad de enseñanza y literatura
algo va mal o que una conducta determinada es que mantiene esta doctrina. Los niños son perver-
mala, es fácil que se deje convencer que como mu- sos desde la cuna por causa del pecado original, y
jer que es sencillamente vuelve a estar en el error. necesitan aprender a someterse incondicionalmen-
Que por ser mujer sigue sin saber discernir la dife- te a sus padres. El niño cuya voluntad no haya
rencia entre el bien y el mal. Si su marido o su sido quebrantada será incapaz de someterse a
padre, que además tiene reconocimiento en la Dios como es debido cuando sea mayor. Autores
iglesia como buen cristiano, insiste en su hogar como Christenson y Dobson, entre muchos otros,
que ciertas conductas son perfectamente compati- enseñan que con el fin de que los hijos aprendan
bles con la fe, ¿quiénes son la mujer o la hija para esta sumisión, son válidos todos los medios, espe-
decir que no? cialmente el castigo corporal.
Autores como Tim LaHaye insisten en que la La necesidad del orden y la disciplina en el
mujer debe someterse aunque no esté de acuerdo. hogar es incuestionable, y es posible que existan
Estimulan con sus doctrinas la pasividad, el dejar- situaciones excepcionales que requieran de castigo
se llevar, el no valorar la opinión propia. Las in- corporal, aunque sin duda no serán nada frecuen-
vestigaciones psicológicas de relaciones de domi- tes (en mi opinión es difícil justificar más de 4-5
nación y sumisión indican que la persona sumisa azotes durante la totalidad de la infancia y niñez).
tiende a adoptar conductas que agradan a la per- A mi no me cabe duda que el caos familiar es tan
sona dominante. Su personalidad acaba adoptan- nocivo para la infancia como el exceso de autorita-
do los siguientes rasgos: pasividad, docilidad, fal- rismo paternal.
ta de iniciativa, dependencia, incapacidad para ac-
Esto no impide observar que una niña que ha
tuar ni pensar ni opinar por cuenta propia. Estos
sido condicionada mediante castigos corporales
rasgos que los predicadores no dudarían en tachar reiterados a aceptar incondicionalmente todo lo
de inmadurez personal en un cristiano normal, o
que su padre manda, puede ser víctima fácil para
sea un varón, son consideradas grandes virtudes
sufrir también el dolor de sus abusos sexuales y
en la mujer. La mujer ideal en las iglesias conser-
asumir que son naturales y ella de alguna manera
vadoras es dulce, mansa, todo lo acepta y todo lo
culpable.
10 Patriarcado y feminismo en perspectiva cristiana

(Reitero: esta enseñanza no causa el abuso; sen- amor, cuándo Dios permitió que a una niña pe-
cillamente se lo pone más fácil al padre que de to- queña e inocente le pasaran las cosas que yo sufrí?
das maneras es un enfermo.) ¿Cómo puedo integrar esta experiencia al resto de
mi vida? ¿Cómo podré confiar en nadie, siquiera
1.4.2.4. Es necesario conservar el matrimonio en Dios, después de lo que me ha pasado?»
cueste lo que cueste. Los cristianos tradicional-
mente siempre hemos defendido la integridad del Hay sufrimiento que ni siquiera de una cristia-
matrimonio a pesar de las dificultades por las que na es justo esperar. Si la única alternativa fuera el
pueda atravesar. Sin embargo a veces hemos su- asesinato es posible que sí debería aguantar, espe-
frido una tendencia de defender este principio in- rando en Dios. Pero normalmente no es esa la
cluso cuando las familias son enfermas y motivo disyuntiva.
de profunda angustia y sufrimiento para algunos 1.4.2.6. Los cristianos siempre deben perdonar
de sus miembros.
inmediatamente. Esta enseñanza cristiana suele
Cuando la mujer sabe que será excluida de la ser aprovechada por los abusadores como una es-
comunión de la iglesia y será motivo de reproche trategia psicológica para forzar la complicidad de
y habladurías por su comunidad espiritual, es su víctima. Cuenta una víctima:
muy difícil que pueda escapar de un hogar violen- «Mi padre entraba a mi habitación de noche
to, abusivo y enfermo. Como hacían los fariseos
para tocar mis partes íntimas. Incluso antes de
de antaño, muchas iglesias están dispuestas a sa-
abandonar mi habitación ya me había pedido per-
crificar a las personas en arras de un principio. La
dón. Decía que si algún día se lo dijese a alguien,
iglesia que obliga a una mujer y a sus hijas a con-
incluso cuando fuera adulta, sería que no le había
vivir con un abusador se hace cómplice de su per- perdonado. Yo ardería en el infierno porque Dios
versión.
no perdona a quien no perdona al prójimo.»
1.4.2.5. El sufrimiento es siempre una virtud Otras veces los abusadores se arrepienten con
cristiana. Las bases de esta convicción en el pen- un remordimiento sincero, pero no son capaces de
samiento cristiano son muy firmes. El sufrimiento reformar su conducta. Exigen el perdón con since-
indefenso de Jesús en la cruz es considerado por ridad, arrepentimiento, dolor, lágrimas y prome-
todos los apóstoles modelo específico para la con- sas de enmienda. Pero lo que necesitan es la in-
ducta cristiana. tervención psiquiátrica o incluso de las autorida-
El problema surge cuando la mujer es elegida des judiciales. La insistencia en que los cristianos
por la comunidad cristiana como una especie de siempre tengan que perdonar inmediatamente
chivo expiatorio que carga sobre su cuerpo con impide que pueda solucionarse la situación de una
todo el sufrimiento de la familia. Este es un papel forma que evite la reiteración del abuso.
que las mujeres suelen asumir sin titubeos. Las
1.4.3. El componente ideológico de la violación
mujeres no dudan en jactarse de que son capaces
sexual. (Krall, en Yoder, pp.79-82)
de aguantar más dolor que los hombres. ¿Cuántas
veces se oyen comentarios al estilo de: «Es una Ruth Krall escribe que hay una conexión entre
suerte que los hombres no tengan que parir, por- la violación sexual y la visión del mundo que tiene
que nunca aguantarían el dolor»? La leyenda de una sociedad. Una sociedad patriarcal, opina ella,
la capacidad superior de la mujer para sufrir tien- es una sociedad que hace violencia a la integridad
de a disminuir la responsabilidad de quien la hace humana de la mujer a cada paso de su vida. De
sufrir. ahí a someterla a la violencia de la violación
sexual hay sólo un paso.
El sufrimiento no es siempre redentor, ni acaba
siempre bien. La experiencia de muchas mujeres Según Krall, es en la violación que una mujer
que han sido víctima de abusos sexuales, y espe- se da cuenta cabal de su victimación por los varo-
cialmente de quienes lo padecieron de niñas, es nes a todos los niveles de su vida. Es entonces que
muy parecido a la experiencia de las víctimas de se da cuenta de su carencia de poder en una socie-
los campos de concentración alemanes. Se pre- dad patriarcal. Cuenta el caso de una mujer que
guntan «¿Dónde estaba Dios cuando me hacían ella conoce personalmente, víctima de una viola-
esto? ¿Cómo puedo creer que haya un Dios que es ción especialmente cruel y violenta. Una vez lo-
grada su restauración física empezó a examinar
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cada relación buscando evidencias de dominio del momento sino que llega a constituir un ele-
masculino. Esa examinación la condujo a dejar su mento de su vida entera.
trabajo, en el que el jefe molestaba a las empleadas
Por eso para Krall, la violación sexual es la de-
con comentarios y bromas de contenido sexual.
finición final de la condición que impone a la mu-
La condujo a insistir, al buscar otro empleo, en que
jer el patriarcado. Extremo enfermo, es sin em-
se le pagara lo mismo que a un varón con la mis-
bargo aquí donde se ve en su más cruda brutali-
ma capacitación profesional. Esta mujer comentó:
dad la realidad del sometimiento que predica el
«Estas pequeñas violaciones que he sufrido en el
patriarcado. A pesar de casi un siglo de feminis-
transcurso de toda mi vida tienen que cesar para mo en occidente, sigue habiendo jueces que tole-
que yo pueda acabar de sanarme de lo que aquel
ran más al autor que a la víctima de la violación.
hombre me hizo cuando me violó sexualmente.
Sigue habiendo jueces que prefieren pensar que la
Ya no aguanto ser violada cada día de mi vida.»
víctima se lo buscaba, o que imponen sentencias
Esto viene del reconocimiento, hoy práctica- irrisorias a los culpables. Como parábola de la
mente universal, de que la violación es más una ideología del patriarcado y como amenaza velada
conducta de violencia que de sexo. El apetito para someter a todas las mujeres al reino del te-
sexual del ser humano se puede satisfacer median- rror, la violación ocupa su lugar medianamente
te la masturbación. Cuando un hombre recurre a permitido en el sótano oscuro de la casa patriarcal.
la violación está estableciendo su convicción de
que tiene derecho a disponer de la mujer que se le 1.5. Coloquio
antoja, sencillamente porque él es macho y ella es ¿Cuál es la situación respecto al patriarcado
hembra. En ese sentido, la violación no es más tradicional en la sociedad española contemporá-
que el extremo enfermo de una ideología patriar- nea? ¿Existe en España el matriarcado del que oi-
cal ampliamente difundida. go hablar a los hombres españoles? (En caso afir-
Krall dice que hay dos temas acuciantes que mativo: ¿Cuáles serían sus características?) ¿Cuál
suscita la realidad de las violaciones sexuales. es la situación respecto al patriarcado en las igle-
Uno es el tema del terror con el que tienen que sias evangélicas?
aprender a vivir quienes han sido víctimas de este
crimen; y en menor medida todas las que entran
en contacto con ella.
El otro tema es el de la ideología de la sumisión
femenina. En la violación el varón establece las
reglas de juego, él dispone, el hace y elige. La mu-
jer, subyugada por el terror a los peores castigos
imaginables y aun la muerte, acaba procurando
complacerle cueste lo que cueste. No importan
sus lágrimas, sus ruegos, su vida hasta ese mo-
mento. No importa quién ella es, no importa qué
haya logrado en la vida, no importan las relacio-
nes de amor y compromiso que la definen como
ser humano. Lo único que importa es la voluntad
del violador.
La mujer subyugada de una manera absoluta
durante la violación puede acabar aceptando in-
ternamente su total carencia de importancia frente
a las demandas del violador. Puede acabar acep-
tando a largo plazo las reglas de juego que él im-
pone. Un porcentaje muy elevado de víctimas
obedecen la ley de silencio que sus violadores les
demandan. Su obediencia a su violador no es cosa
12 Patriarcado y feminismo en perspectiva cristiana

2. La reacción feminista hecho lo que no pudieron hacer ni el deísmo del


2.1. Posiciones radicales de los que no estoy bien Siglo 18 ni el liberalismo del Siglo 19, y lo que
informado: muchos esfuerzos modernos de modificar el sen-
tido fundamental de la verdad cristiana no han
• Insistencia en igualdad absoluta (psicológica- podido lograr. […]
mente) entre los sexos: todo es condiciona-
miento, nada es genética Desde que empecé a ver la justicia de la críti-
ca feminista de las tradiciones y la visión del
• Superioridad (moral, de inteligencia, de forta- mundo que ofrece la Biblia, he sospechado que
leza interior, etc.) de la mujer llegaríamos a esto. A medida que ha ido crecien-
• Rechazo de la familia como tal, por ser una ins- do esta consciencia y he seguido leyendo la Biblia
titución caduca diseñada para la opresión de como profesional [de la enseñanza religiosa uni-
mujeres y niños versitaria], me he estado convenciendo cada vez
más de lo imposible que sería tratar de dar una
• Misandria (odio/desprecio hacia los hombres)
interpretación positiva a la Biblia desde una
2.2. Redes de apoyo de mujeres frente a un mun- perspectiva feminista. Creo que no existe forma
do patriarcal hostil en que la Biblia pueda ser aceptada en la órbita
2.3. Lecturas radicales de la Biblia y la teología feminista. Y yo, personalmente, prefiero aceptar
una visión feminista, por generosa y moralmente
• Nuestra Madre Dios: culto a la Diosa Madre…
aceptable, que seguir atado a una autoridad reli-
Nueva Era
giosa que está viciada de un prejuicio desprecia-
• Rechazo de algunos autores y pasajes bíblicos ble y una ocupación ilegítima del poder.
• Lecturas radicales: «hay que corregir el mensaje • Últimamente veo la palabra Biblia escrita con
bíblico» «b» minúscula por algunas autoras feminis-
• Rechazo de la Biblia como fuente de revelación tas…
divina
• Edwin M. Good, en Semeia 42, p.132., comenta
un artículo por Esther Fuchs en el mismo nú-
mero:
Cuanto más leo la Biblia, más estoy conven-
cido de que es irreparablemente androcéntrica.
Puede que contenga algunos pasajes con otra
perspectiva, […] pero éstos son tanto más nota-
bles por ser tan raros. Lo que propone Fuchs me
parece que trae consigo el reto teológico de reem-
plazar la Biblia como fuente de autoridad religio-
sa para […] los cristianos, sustituyéndola por
otra cosa o refundiéndola de alguna manera ra-
dical hasta que sea capaz de reflejar la verdad
feminista fundamental.
Si Fuchs tiene razón al decir que (1) la Biblia
es androcéntrica y (2) que el androcentrismo es
una manera inaceptable de ver el mundo, y creo
que sí que tiene razón respecto a ambos puntos,
entonces la Biblia ha dejado de ser una fuente de
autoridad adecuada para la verdad religiosa y
comprensión espiritual. Ha perdido su validez,
porque en el mejor de los casos sencillamente
ofrece una visión parcial del mundo. Entonces
la autoridad de la Biblia está muerta, y es el fe-
minismo lo que la ha matado. El feminismo ha
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3. Un «feminismo atenuado» Los gnósticos también enseñaban claramente la


3.1. Igual que las minorías oprimidas, revisio- inferioridad de la mujer. La doctrina gnóstica es-
nismo histórico: tablecía que sólo los espíritus pueden ser puros y
divinos, por incorruptibles; mientras que la mate-
Una de las labores que típicamente emprenden ria, la carne, padece de mortalidad y corruptibili-
los grupos minoritarios u oprimidos, cuando se dad, demostrando así su inferioridad esencial, le-
concientizan, es la de re-escribir la historia desde jos de la divinidad. El hombre es mezcla de lo di-
su perspectiva. Así los países hispanoamericanos vino y lo carnal, lo espiritual y lo corrupto. Pero la
respecto a la Conquista, a partir de su indepen-
mujer es más carnal, menos espiritual, como es
dencia de España; los negros de EE.UU.; historia- evidente al observar su atractivo exclusivamente
dores de España a partir del final del fascismo, etc. carnal sobre los hombres. Obsérvese el siguiente
También las mujeres han emprendido este revi- párrafo del Evangelio de Tomás:
sionismo histórico, que ahora ha sido traído a la
historia de la Iglesia:
114 Simón Pedro les dijo: Que María se separe de
nosotros, porque las mujeres no son dignas de la vi-
3.1.1. Ruth A. Tucker y Walter L. Liefeld, da. Jesús dijo: He aquí, yo la conduciré, y la haré
Daughters of the Church (1987) varón, para que ella también pueda tener un espíri-
tu viviente como vosotros los varones. Porque toda
Según este libro, a pesar de la ideología pa-
mujer que se hiciere varón entrará en el reino del
triarcal (frecuentemente misógina) de las autori-
cielo.
dades eclesiásticas, siempre ha habido mujeres
que han sabido destacar y contribuir sensiblemen- En contraposición a la doctrina gnóstica, Irineo
te al desarrollo de la historia cristiana. Una espa- de Lyón establece (en las palabras de Orbe) que:
ñola, Teresa de Jesús, es una de dos mujeres que la «El pecado de Eva no estuvo en la pérdida de en-
iglesia católica ha reconocido como Doctoras de la tereza —Eva desobediente continuó virgen— sino
Iglesia. Durante varias generaciones las abadesas en la desobediencia al mandato de Dios. Antes de
del Monasterio de las Huelgas Reales, Burgos, ir al acto conyugal había incurrido en el delito […]
ejercía un poder temporal y espiritual muy supe- Lo mismo cabría decir "a contrario" del drama de
rior al de los arzobispos de Burgos. Ellas y mu- Nazaret. El mérito de la Virgen María estuvo en
chas otras por el estilo eran las excepciones que obedecer a la palabra de Dios; no en su virginidad
confirmaban la regla: ¡Pero existieron! Las misio- al tiempo de obedecer.» Y (siempre en las pala-
nes protestantes en Asia y Africa en el Siglo 19 bras de Orbe) Hipólito opinaba que «Las piadosas
hubieran sido impensables sin el ministerio abne- mujeres (Marta y María) son a los Apóstoles, lo
gado de incontables mujeres. Aimee Semple que Eva a Adán. Aunque, de signo contrario. La
McPherson fundó una de las grandes denomina- obediencia de las mujeres al mensaje de Cristo ve-
ciones pentecostales a principio del Siglo 20: La nía a remediar la desobediencia e incredulidad de
Iglesia del Evangelio Cuadrangular. Y así se lle- Eva. Y el mensaje de las mujeres a los Apóstoles
nan 550 páginas de notables contribuciones feme- recelosos corregía en bien lo que en mal había
ninas a la historia de la Iglesia. hecho Eva, arrastrando a Adán a la propia incre-
dulidad e inobediencia.
3.1.2. Paralelamente y sin intereses feministas,
Antonio Orbe, S.J., [Introducción a la teología de los 3.1.3. Samuel Terrien, Till the Heart Sings (1985)
Siglos II y III (1988)], hace una lectura de los Padres escribe lo que él describe como «una teología bí-
de la Iglesia, que recoge indicios de que el patriar- blica de la masculinidad y la feminidad». Entre
cado no les había cegado por completo respecto al otras muchas cosas que merecerían señalar, desta-
valor de la mujer: co su observación del lugar del recuerdo de María
Los gnósticos, posiblemente siguiendo la pista Magdalena en la iglesia primitiva.
trazada por el Apocalipsis (los 144.000 son hom- Los cuatro evangelios canónicos destacan la in-
bres vírgenes, incorruptos por el trato con la mu- credulidad masculina frente a las mujeres que
jer) creían que el coito era siempre pecaminoso, aceptan la realidad de la resurrección. La Iglesia
incluso en el matrimonio. El pecado primordial en desde sus comienzos empezó a ceder a una ten-
el Edén, creían ellos, fue específica y concretamen- dencia conducente a la infravaloración de la mujer
te el del acto sexual. y la misoginia. Sin embargo no tuvo más remedio
14 Patriarcado y feminismo en perspectiva cristiana

que reconocer que Jesús había encomendado el 3. Pero las diferencias sexuales sólo co-
mensaje de su resurrección a una mujer, para que mienzan a partir de la separación de hombre y
ella evangelizara (evaggelízo, «proclamar buenas mujer a partir de un único cuerpo original. Por
nuevas») a los apóstoles respecto a la resurrección. lo tanto el adam original, antes de la operación,
En este papel, María Magdalena era vista como tenía todos los atributos genéticos de ambos
representante de toda la Iglesia en su deber de sexos. Hasta ese momento es incorrecto tradu-
proclamar la resurrección al mundo. Escribe Te- cir «Adán» o «el hombre» ante el vocablo
rrien: «Por siglos, la devoción a la Magdalena su- hebreo adam, sino que habría que traducir «el
peró ampliamente a la devoción de la Virgen.» ser humano» o «la criatura humana».
«María de Nazaret fue recordada […] como taber- 4. El nombramiento de la mujer, ichchá, no
náculo del Altísimo con el bebé en su vientre […]
indica autoridad sobre ella, sino la identidad
Pero María de Magdala permaneció en la leyenda
entre los dos, a la vez que la diferenciación
áurea como comadrona del cristianismo mismo.»
sexual. Antes, adam = ser humano (sin sexo).
Ahora ich e ichchá = varón y mujer.
3.1.4. Así se vuelve sobre la historia, para reco-
ger el pensamiento de los líderes cristianos menos 5. La consecuencia derivada de esta dife-
contaminados por la misoginia a través de los si- renciación sexual, v. 24, indica que el varón ha
glos, y re-escribir en clave positiva la historia del de abandonar su hogar paterno para unirse a
pensamiento cristiano. su mujer. Esta observación, sorprendente por
contraria a la costumbre hebrea, indica clara-
3.2. Al igual que lo que procuran teólogos en otras mente que de la creación en sí es absolutamen-
formas de liberacionismo, algunos/algunas procu- te ilegítimo deducir una presunta subordina-
ran encontrar la «contracorriente» del texto bíbli- ción femenina.
co. O sea, hacer lo que Good (pp. 28-29 de estos
apuntes) había tachado de imposible, pero que yo 3.2.2. La caída (Gén. 3)
estoy convencido que no sólo es posible sino nece- 1. El dominio masculino es una maldición
sario: que viene como consecuencia de la caída. Si no
• Willard Swartley, Slavery, Sabbath, War, and es malo emplear técnicas de agricultura que
Women (1983), Capítulo 4, cita un gran número disminuyan la necesidad de sudar, ni recurrir a
de pensadores/ pensadoras dentro de esta co- prácticas médicas que disminuyan el dolor del
rriente y observa argumentos como los siguien- parto, tampoco es malo luchar contra el aspecto
tes: de maldición que se manifiesta en la opresión
de las mujeres por parte de los hombres. Al
3.2.1. La Creación igual que en los demás casos, la maldición des-
Gén. 1.26-27. Notar el paralelismo hebreo entre cribe las consecuencias del pecado: no las obli-
las tres frases del v. 27. El tema fundamental es ga.
que ambos juntos reflejan la imagen de Dios. Es 2. En la nueva situación de redención crea-
imposible una jerarquía entre hombre y mujer, así da por Jesús, desaparecen los desvíos de opre-
como es imposible jerarquizar los atributos de sión y dominio unos sobre otros, consecuencia
Dios. y esencia del pecado.
Gén. 2.18-25
3.2.3. Jesús.
1. La palabra edser, «ayuda» se emplea en
a. Para algunos Jesús fue claramente un libera-
21 oportunidades en la Bib. Heb. En 9 oportu-
cionista a la moderna.
nidades se refiere a YHVH, y en los otros 5 ver-
sículos no tiene un sentido jerárquico. • Hay que tener en cuenta la bajísima estima
de la mujer en la sociedad tradicional del
2. La prioridad en el tiempo no otorga su-
oriente medio: es cuestión de buena educa-
premacía ni aquí ni en el cap. 1. Todo lo con-
ción entre los hombres evitar incluso pro-
trario, la creación culmina en el hombre, el úl-
nunciar la palabra «mujer». Obsérvese el
timo en ser creado. ¡Si fuéramos a seguir esa
asombro de todos ante la conversación de
lógica, habría que decir que es la mujer, preci-
Jesús con la samaritana. El hecho de que ni
samente, la que tiene preeminencia!
www.menonitas.org 15

en Jesús ni en los evangelios haya asomo de sada en dos sueldos, existencia de guarderías y
estos prejuicios es realmente asombroso. colegios fuera del hogar, etc., etc.)
¡Es absolutamente impensable que Jesús, en
cuanto rabino judío, no se hubiera horrori- 3.2.4. Los apóstoles
zado al ser tocado por una mujer que pade- 3.2.4.1. Gálatas 3.28.
cía de flujo de sangre!
Suele argumentarse que tenemos aquí la anula-
• La palabra diakonía, «servicio» que describe ción de los efectos de la caída en el Edén. Que
típicamente la función de las mujeres del aquí Pablo muestra un destello de inspiración di-
círculo de Jesús, es tan estimada por Jesús y vina en la que logra superar su formación rabínica
la iglesia primitiva, que… machista que se manifiesta en otras ocasiones; és-
(1) describe la presencia de Jesús en el ta, no la otra es la pista a seguir. La formación cul-
mundo, y tural de Pablo le impide llevar esto hasta sus últi-
mas consecuencias revolucionarias; algo que que-
(2) conduce al reconocimiento especial da para generaciones posteriores.
de los «diáconos».
• El lugar singular de las mujeres en la resu- 3.2.4.2. 1 Corintios 11.2-16; 14.34-36.
rrección. (Y en las otras tres resurrecciones Las tres preguntas claves:
de los evangelios: la hija de Jairo, el hijo de
(1) ¿Cómo explicar la aparente contradic-
la viuda de Naín, y María y Marta herma-
ción entre la libertad para orar/profetizar y
nas de Lázaro.)
el silencio imperativo?
• Su reconocimiento del interés espiritual y
(2) ¿Qué es, en definitiva, lo que se está di-
teológico de María por encima de los debe-
ciendo sobre el velo en el contexto corintio?
res de hospitalidad femenina.
(3) ¿Qué relación guarda esto con Gálatas
• Su réplica a la mujer que bendijo a su ma-
3.28 y Rom. 16?
dre (Lc. 11.27) desenfatiza radicalmente el
papel maternal como vía de bendición espi- Existe entre los/las liberacionistas una diversi-
ritual. dad de argumentos muy dispares o incluso con-
tradictorias entre sí:
b. El nombramiento de los Doce. Si todos son
hombres, también son todos judíos. Con la a. Algunos opinan: Todos los textos sobre subor-
misma lógica habría que insistir en que para dinación se refieren a la relación matrimonial
ejercer autoridad en la iglesia hay que ser ju- (no a la de la mujer en cuanto mujer frente a
dío. Los doce, como doce, son los patriarcas de todos los hombres). En aquel contexto social,
un nuevo Israel escatológico. No es justo deri- que la mujer se expresara en público indepen-
var de este hecho conclusiones secundarias. dientemente de su marido y que fuera con la
cabeza descubierta amenazaba la integridad
c. Dios como abba, «Padre». En lugar de ser esta
matrimonial. En nuestra cultura ni una cosa ni
una expresión machista, está cargada de mati-
la otra amenaza el matrimonio y por lo tanto el
ces de ternura maternal (recogiendo influencias
mandamiento ya no rige.
del A.T.). Jesús dice abba como expresión de su
reconocimiento de la cercanía y buena volun- b. Otros opinan: El velo le daba a la mujer autori-
tad de Dios, no de su masculinidad. dad para expresarse en temas religiosos. [Ya
que el hombre refleja la gloria de Dios, ha de
d. Algunos liberacionistas, aunque subrayan to-
orar con la cabeza descubierta; pero la mujer
das estas cosas, reconocen que llamar a Jesús
debe cubrir la suya al orar para no reflejar la
un impulsor de la liberación femenina es plan-
gloria del hombre.] El velo es también la señal
tear el asunto de una manera falsa. Jesús sigue
de la autoridad (vs. 10) que Jesús le otorga para
siendo un judío palestino de hace dos milenios.
funcionar libremente en el culto.
Como tal, es imposible saber qué opinaría de
las tesis de la liberación femenina moderna. • El concepto de «cabeza» es de «fuente, ori-
(La cual parte de una sociedad industrializada, gen» y no de autoridad jerárquica.
educación de la mujer, economía familiar ba-
16 Patriarcado y feminismo en perspectiva cristiana

• Bien entendido, Pablo es entonces un libera- babilidad (y siguiendo algunos manuscritos grie-
cionista. 1 Cor. 14.34-35 y los paralelos en gos) ha de leerse «Junia», una mujer.]
las pastorales son posteriores a Pablo.
Romanos 16 es de especial interés porque no
c. Otros opinan: El velo claramente representa la intenta enseñar nada. No trata de «doctrina» sino
subordinación represiva y las mujeres siempre que saluda una realidad en la Iglesia del Nuevo
lo han entendido así. Pablo dice cosas total- Testamento. Fuere lo que fuere que se estaba en-
mente contradictorias. A veces habla con la señando, lo que el apóstol Pablo reconoce (sin el
claridad del evangelio radical que ha abrazado; más mínimo asomo de reproche; todo lo contrario
otras veces, especialmente frente a problemas con evidente satisfacción) es que hay un buen
específicos, vuelve a la fuente de su formación número de mujeres sirviendo a la Iglesia a todos
rabínica como fariseo: ¡Es más fuerte que él! El los niveles, incluso el apostólico.
argumento bíblico de Pablo [«la ley lo dice»]
usa Génesis de una manera incorrecta (rabíni- 3.3. Reflexión
ca), alegando una subordinación de la mujer en La hermenéutica feminista supone un reto im-
cuanto mujer que no existe en el texto sobre el portante para la Iglesia. No podemos hacer lo que
que se basa. propone Good, abandonar la Biblia y lanzarnos a
• Hay que prestar atención a la dimensión la búsqueda de integridad espiritual por cuenta
humana de la Biblia, junto con su dimen- propia. Por otra parte yo, por lo menos, me siento
sión divina. Pablo goza de autoridad apos- tremendamente incómodo y conturbado por los
tólica cuando, como en Gál 3.28, permite siguientes pasajes:
que Cristo transforme totalmente su menta- 1 Timoteo 2, que…
lidad; pero aquí piensa y escribe como un
• manda a la mujer guardar silencio en la
fariseo y por lo tanto su autoridad no es ab-
iglesia, y
soluta.
• acepta la interpretación más androcéntrica
d. Otros opinan: La situación en Corinto era muy
de Gén. 2-3, y
particular. Según el autor, la particularidad
consiste en la influencia del fanatismo extático, • condiciona la salvación de la mujer a que
o del gnosticismo («por los ángeles» se refiere a tenga hijos.
la posibilidad de seducirles), o del culto orgiás- Apocalipsis 4, que…
tico a Baco (al que serían especialmente pro-
• da por sobreentendido que en el paraíso
pensas las mujeres). Esta situación concreta
los más cercanos a Dios naturalmente serán
hacía imperativa la restricción radical de los
varones, y
derechos de los que gozaba la mujer en las de-
más iglesias. Pablo defiende este orden contra • dice textualmente que la virginidad es su-
los desvaríos de conducta y enseñanza, recu- perior al matrimonio, porque el trato sexual
rriendo a limitaciones muy específicas. Pero con la mujer es siempre fuente de contami-
incluso así deja ver (11.11,12) un destello de su nación,
actitud fundamental. Entonces lo que manda • dando a entender que hay algo impuro y
para las hermanas corintias no tiene que ver contaminante en la mujer como tal, senci-
con nosotros, ya que nuestro entorno religioso llamente por su condición de hembra.
es tan distinto a aquel y nunca puede dar lugar
a los mismos equívocos. Agradezco profundamente las labores de mis
hermanas teólogas, profesoras y maestras de la
3.2.4.3. Romanos 16. Biblia, y pastoras que ejercen en todo tipo de mi-
nisterio y autoridad espiritual, que se enfrentan
Observar detenidamente la mención perfecta-
sin titubeos a esta problemática sin abandonar ni
mente natural de mujeres en diversos tipos de mi-
la Iglesia ni la autoridad inspirada de la Biblia. He
nisterio en la Iglesia del Nuevo Testamento, desde
aprendido muchísimo de ellas y espero seguir
diaconisa (Febe) hasta integrante de un matrimo-
aprendiendo. Si ellas aun hoy aman la Biblia y
nio apostólico sobresaliente (Andrónico y Junia), y
aman la Iglesia es porque han visto más allá de la
la instructora de otro apóstol (Priscila respecto a
perspectiva patriarcal del mundo en que tanto la
Apolos). [Notar que «Junias», v. 7, con toda pro-
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Biblia como la Iglesia surgieron, y conocen el co- 4. El patriarcado y los «principios ele-
razón tierno de un Dios que nunca ha hecho acep- mentales»
ción de personas. Un Dios que como Padre y por Como en muchos otros aspectos de la vida
qué no también como una madre, nos ama a todos humana, la mayoría de la gente vive en rebeldía
incondicionalmente y nos ha revelado por medio contra la voluntad perfecta de Dios. Dios creó la
de su Hijo que todas las formas de dominación y vida para que viviésemos en perfecta paz y armo-
señorío son corruptas, injustas, y contrarias a la nía en un vergel paradisíaco. Nos hemos apartado
voluntad divina. tanto de ese plan, que nos cuesta imaginarlo; nos
Me atrevo a pronosticar que en la Iglesia los suena a cuentos y leyendas para niños. Sin em-
días del patriarcado están contados, y que estamos bargo Dios lleva miles de años interviniendo en la
en los albores de un nuevo día en que todos noso- historia para conducirla al final que él tiene pre-
tros, varones y mujeres, podremos utilizar a tope visto, que no es otro que la restauración de todas
todos los dones que el Espíritu Santo nos da, ple- las cosas conforme a su plan original: Tierra nueva
tóricos de alegría, paz y energía espiritual. y cielo nuevo.
Mientras tanto y a falta de la culminación de su
obra restauradora, Dios ha tenido compasión de la
humanidad, sometiendo nuestra existencia bajo lo
que el Nuevo Testamento griego llama stoikheía,
que podríamos traducir algo así como «principios
elementales» o «los rudimentos de este mundo»
(Gál. 4.3, Col. 2.8, etc.). Es decir que en cada etnia,
en cada cultura y nación, hay formas naturales y
socialmente aceptables de conducirse. En lugar de
la destrucción del caos, donde cada uno se com-
porta como le viene en gana sin tener en cuenta
para nada ni la opinión de sus mayores ni el bien
ajeno, Dios nos ha dado el desarrollar como socie-
dades humanas ciertas maneras tradicionales de
organizar nuestra convivencia.
Los rudimentos de este mundo o principios
elementales, junto con otro concepto parecido, el
de los «principados y potestades», que se refiere al
orden de la sociedad entera a nivel político, son
muestra de la providencia de Dios. Así es como
incluso aquellas personas que no tienen interés en
obedecer a Dios, se pueden beneficiar de su pro-
videncia al someterse a los principados y potesta-
des, a los rudimentos de este mundo, a los princi-
pios elementales de una convivencia humana.
Entonces Dios espera, incluso de los que no
tengan interés en amarle y servirle, que vivan con-
forme a los principios y las tradiciones que su na-
ción y grupo social han establecido.
¿Cuáles son esos principios elementales respec-
to a los varones en nuestra cultura? Me parece
que tradicionalmente se espera algo así de los
hombres de familia:
• Trabajar para mantener económicamente a
la familia.
18 Patriarcado y feminismo en perspectiva cristiana

• Defender a sus dependientes de los peligros Esta independencia de criterios respecto al


de la naturaleza y de hombres malvados. principio elemental del patriarcado es especial-
• Una fidelidad mínima a la familia, de mane- mente importante cuando hoy día el patriarcado
ra que aunque mantenga también una que- ya no gobierna en solitario en la sociedad. El fe-
rida, por lo menos no se desentienda de los minismo, entendiendo como tal el impulso por li-
que dependen de él. Hoy día, con el divor- berar a la mujer de las injusticias e inferioridad a
cio, se suele estipular que ha de seguir man- que los hombres las hemos sometido, es un «lla-
teniendo económicamente a sus hijos. mado al orden» que ofrece Dios a la sociedad de
nuestro día. En ese sentido es un «principio ele-
• Mantener el orden y la disciplina en su casa. mental» creado por Dios para ordenar nuestra
En diversas cartas de los apóstoles descubri- existencia social.
mos un cierto tradicionalismo patriarcal típico de Tarde o temprano los cristianos tenemos que
la cultura Mediterránea de hace 2.000 años. En 1 acabar abrazando la imparcialidad radical de Dios
Corintios, el padre de familia goza de la patria po- respecto a los seres humanos. Dios no hace acep-
testad sobre sus hijos pudiendo decidir, por ejem- ción de personas; si nuestra vocación es ser hijos
plo, si sus hijas se casarán o vivirán como vírgenes de Dios, nosotros también debemos acabar con la
dedicadas al ministerio cristiano. En la misma lí- acepción de personas. Es el camino que, por mu-
nea se hallaría la aceptación como algo natural, de cho que lo queramos evitar, tenemos por delante.
ciertas limitaciones en la autoridad de las mujeres
en general. El principio elemental del patriarcado, que so-
metido bajo el señorío de Cristo sirvió los intereses
Así descubrimos que estos «principios elemen- de Dios mediante la instrucción apostólica, ha
tales», con su provisión providencial para la paz y perdido vigencia en nuestra sociedad actual.
armonía familiar, pueden continuar siendo útiles Cuando los cristianos intentamos mantener su
para los cristianos, siempre y cuando estén some- poder cueste lo que cueste, acabamos haciendo de
tidos a Cristo. De hecho, las cartas apostólicas dan él un absoluto. Es decir, dejamos de someterlo ba-
bastante importancia al tema de la sujeción de los jo Cristo. Esto es negar la eficacia del evangelio
principios elementales, de los principados y potes- por una pretendida fidelidad al texto bíblico; fide-
tades, bajo Cristo. Es decir que no pretende que lidad bien intencionada pero mal enfocada.
desaparezcan, sino que se sometan bajo la autori-
dad de Cristo. Más útil a la larga, como estrategia misionera
para nuestra sociedad moderna, sería reconocer
Sin embargo también hallamos lugares en las que hoy son otros los valores que orientan la vida
cartas apostólicas donde vemos que los principios de nuestra sociedad y nuestras familias. Uno de
elementales, los principados y potestades, no se estos es el feminismo. En la medida que por «fe-
someten a Cristo. Se nos cuenta que son precisa- minismo» se entienda la necesidad de liberar a la
mente ellos los que son responsables por la cruci- mujer para hallar su propio sentido de la vida sin
fixión de Cristo y los que frecuentemente se opo- imposiciones por parte de los hombres, debemos
nen a la predicación del evangelio. De manera ser capaces de descubrir en el feminismo un prin-
que cuando hacemos de estos principios tradicio- cipio elemental ordenado por Dios. En la medida que
nales de nuestra sociedad un bien absoluto, nos el feminismo se torna un valor absoluto, debemos
hallamos sometidos a una esclavitud en lugar de denunciarlo como principio elemental en rebeldía co-
vivir en la libertad de Cristo. ntra Dios.
Por ejemplo el principio elemental del «qué di- Entonces la respuesta a esta rebeldía no está en
rán» es bueno en sí mismo ya que ejerce un control resistir al feminismo como si fuera algo totalmente
saludable sobre mi conducta. Sin embargo, en contrario a Dios. No es admisible volver a consi-
cuanto me impide obedecer a Cristo de una mane- derar nunca más que una persona sea propiedad
ra radical y total, se halla en oposición a Cristo. de otra. No es admisible ya, por ejemplo, que sea
Los principios elementales están bien para los el padre quien decida si su hija se casará o se dedi-
que no son cristianos comprometidos. Los cristia- cará a una vocación de celibato, como sugiere Pa-
nos comprometidos tenemos otra manera de vivir blo en 1 Corintios. Las mujeres en la política y en-
nuestra responsabilidad como padres de familia. tre las personas con responsabilidades pastorales
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en la Iglesia brindan ya, y seguirán brindando, un


equilibrio indispensable en armonía con sus cole-
gas masculinos.
La respuesta al feminismo en cuanto principio
elemental rebelde, está en someterlo bajo los pies
de Cristo, así como los apóstoles en su día some-
tieron al patriarcado para luego servirse de él.
Sometido bajo Cristo, el feminismo puede ser tan
útil hoy para nosotros como nos fue el patriarcado
en el pasado. Sometiendo al feminismo bajo Cris-
to, podremos aceptar sus valores importantes res-
pecto a la dignidad e igualdad de las mujeres, sin
por ello rendir culto a sus absolutismos ni dar por
buenos sus aspectos negativos.
En Cristo, no rendimos culto ni al patriarcado
ni al feminismo. Ambos sólo tienen sentido para
los cristianos en una posición subordinada a Cris-
to. Pero hoy por hoy, la Iglesia tiene el deber es-
pecial de aprender cómo puede hacer suyo un fe-
minismo sometido a Cristo. Los siglos de absolutis-
mo patriarcal nos lo exigen como muestra de arre-
pentimiento y maduración.

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