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UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ

GALLO

INTEGRANTES:
 Chávez Pacheco Jorge
 Dávila Rodríguez Angela
 Moreno Cajusol Fiorella
 Valverde Fernández Luis
 Vera Asalde Juan José
DOCENTE:
 Msc. Marco Antonio
Guzmán Tello
CURSO:
“Diferenciación Celular y
Embriología”
DESARROLLO EMBRIOLOGICO DEL SISTEMA CARDIOVASCULAR
La cardiogénesis principia el día 18 de la vida intrauterina, al formarse la excrecencia cardiogénica
del mesodermo precardiaco y termina el día 45 con la formación de la parte membranosa del
tabique ventricular. Luego el primordio cardiaco se forma en la placa cardiogénica ubicada en el
extremo craneal del embrión. Es entonces cuando las células angiogénicas de configuración
semejante a una herradura se funden para formar dos tubos endocárdicos; después debido a
pliegue cefálico y lateral ingresan en la región torácica en donde se fusionan formando un solo
tubo endocárdico. A partir de este proceso evolutivo, se van conformando las características
anatómicas de las cavidades cardiacas y de los vasos que emergen de este órgano. Es así como al
final de la octava semana se completa el desarrollo anatómico del corazón fetal y su maduración
fisiológica se continúa después del nacimiento.

Establecimiento y estructuracion del campo cardiogenico primario


Al igual que todos los sistemas del cuerpo humano, el sistema cardiovascular tiene su origen en
una serie de eventos de naturaleza específica y complejidades (producto todo de la evolución) que
hacen que éste sea como se conoce actualmente.

El génesis del sistema cardiovascular inicia a la mitad de la tercera semana, cuando el embrión ya
no es capaz de satisfacer sus necesidades nutricionales por medio de difusión. Las cavidades
presentes en el corazón adulto, se forman en su totalidad en el periodo embrionario,
estableciendo así la circulación sanguínea en el periodo prenatal.

La cardiogénesis temprana se da con la aparición del sistema cardiovascular a la mitad de la


tercera semana cuando las células cardiacas progenitoras, células angiogénicas que se encuentran
en el epiblasto, migran a través de la línea primitiva, a la altura del nódulo primitivo o de Hensen
hacia la capa esplácnica del mesodermo de la placa lateral, donde forman una herradura que se
denominará campo cardiogénico primario; es decir, el mesodermo se separa en dos capas, la
somática que permanece en contacto con el ectodermo y la esplácnica o visceral que se asocia al
endodermo y es en esta última capa se encuentran las células cardiogénicas que forman la
herradura. Encima de este campo se desarrollará la cavidad pericárdica.
En esta fase no existe una estructura anatómica que identifique al
corazón ya que apenas inicia la diferenciación de las células.

Durante los días 16 a 18 estas células del campo cardiogenico


primario continúan migrando y se especifican para convertirse en
las aurículas, el ventrículo izquierdo y la mayor parte del
ventrículo derecho. El resto del corazón, incluida parte del
ventrículo derecho y tracto de salida (cono cardiaco y cono
arterial), deriva del campo cardiogénico secundario que aparece
durante los días 20 a 21 gracias a la migración de las células de la
cresta neural.

Formación del tubo cardiaco


Algunas células del campo cardiogénico primario se convierten en células endoteliales y forman un
tubo en forma de herradura, mientras que otras se transforman en mioblastos que rodean al tubo.
Hacia el día 22 del desarrollo, los pliegues de la pared corporal lateral llevan los dos lados de la
herradura hacia la línea media, donde se fusionan, excepto por sus extremos caudales, para
formar un único tubo cardiaco ligeramente curvo que consta de un tubo endocárdico interno y un
manto miocárdico que lo rodea; iniciando así la cardiogénesis tardía. Además, el crecimiento del
cerebro y de los pliegues cefálicos del embrión empuja la membrana bucofaríngea hacia adelante,
mientras que el corazón y la cavidad pericárdica se desplazan primero hacia la región cervical y
finalmente hacia el tórax.

Las señales de inducción procedentes del endodermo anterior estimulan la formación inicial del
corazón. El signo más temprano del desarrollo del corazón es la aparición de bandas endoteliales
bilaterales, los cordones angioblásticos, en el mesodermo cardiogénico durante la tercera semana.
A medida que se produce el plegamiento lateral del embrión, los tubos cardíacos endocárdicos se
aproximan entre sí y se fusionan formando un único tubo cardíaco. Esto va ocurriendo en sentido
cráneo-caudal. Dentro de poco tiempo se hacen visibles cinco dilataciones a lo largo del tubo
cardiaco. Cada dilatación formara posteriormente estructuras específicas del corazón. Estas
dilataciones son: el tronco arterioso, el ventrículo primitivo, el atrio primitivo, el seno venoso y el
bulbo arterioso. Este proceso por el cual el corazón tubular se expande para formar estas
dilataciones asemeja la inflación de un globo y por ende se puede conocer como el modelo
“globo” en la formación cardiaca. El tubo cardíaco empieza a alargarse y al día 23 se curva, tanto
su porción craneal como su porción caudal. Estas curvaturas originaran el asa cardiaca. La porción
caudal del asa se le denomina porción auricular debido a que formara una aurícula común que
luego se incorporará a la cavidad pericárdica a medida que se curve hacia sentido craneal y así
quedando en una posición superior a la dilatación ventricular. Existe una comunicación estrecha
entre este atrio común y la dilatación del ventrículo primitivo y se llama conducto
auriculoventricular.
Formación del asa cardiaca
El tubo cardiaco continua alargándose conforme se agregan células procedentes de campo
cardiogénico secundario a su extremo craneal. Este proceso de alargamiento es esencial para la
formación normal de parte del ventrículo derecho y la región del tracto de salida.

Durante la cuarta semana, el corazón pasa de ser un tubo recto y entra en un proceso de torsión y
rotación en el cual se curva en forma de asa (asa cardiaca) e inicia su circulación. Este proceso
hace que el corazón se pliegue sobre sí mismo y asuma su posición normal en la pared izquierda
del tórax, con sus aurículas en situación posterior y los ventrículos en posición anterior. Ocurre en
tres etapas: asa en C, asa en S y asa avanzada.

Al término de la formación del asa cardiaca se delimitan y hacen visibles nuevas áreas como el
conducto aurículoventricular, que conecta la aurícula común y el ventrículo embrionario
temprano; el bulbo arterial presentará en su tercio proximal la porción trabeculada del ventrículo
derecho, en su parte media el cono arterial formará los infundíbulos de ambos ventrículos y en su
parte distal el tronco arterial formará las raíces y la parte proximal de la aorta y la arteria
pulmonar. También se distingue el agujero interventricular primario por la unión entre el
ventrículo y el bulbo arterial, y la incorporación de la porción auricular dentro de la cavidad
pericárdica. Por tanto, el asa va a presentar estructuras más desarrolladas como el ventrículo
izquierdo primitivo y el ventrículo derecho primitivo que están ahora trabeculados.

El tubo recto contiene en orden las principales estructuras desde la llegada de la sangre por el
seno venoso, pasando sucesivamente por la aurícula común, ventrículo primitivo, bulbus cordis y
saliendo por el tronco arterioso. De manera concisa:

1. Seno venoso: donde llegarán todas las venas sistémicas. Conformará parte de la aurícula
derecha y predominarán las venas de llegada derechas, desapareciendo paulatinamente las
izquierdas hasta dejar simplemente el drenaje de las venas cardíacas conformando el futuro seno
coronario.

2. Aurícula primitiva: se irá septando desde los 28 días paulatinamente hasta diferenciar 2
cámaras auriculares, que en las etapas iniciales drenarán de forma común por el canal
auriculoventricular (AV) hacia la cavidad siguiente, el ventrículo primitivo.

3. Ventrículo primitivo: conformará el ventrículo izquierdo futuro. Se irá separando desde el ápex
por aumento de la trabeculación muscular de la siguiente estructura (bulbus cordis) mientras se
produce el plegamiento del tubo. Entre estos 2 se mantendrá el segundo gran orificio cardíaco, el
foramen bulboventricular.

4. Bulbus cordis: conformará el ventrículo derecho. En un principio, se trata de una zona de


conducción sanguínea hacia la salida arterial. El bulbo arterial se divide en tronco arterial, cono
cardiaco y parte trabeculada del ventrículo derecho. Evolutivamente, la masa muscular y la
capacidad contráctil de esta zona aparecieron con la necesidad de la respiración aérea.

5. Tronco arterial: su septación originará la diferenciación en aorta y arteria pulmonar, así como
las últimas etapas de la septación de los tractos de salida ventriculares.

El tubo cardiaco presentará tres capas: el endocardio, que forma el revestimiento endotelial
interno del corazón; el miocardio, que constituye la pared muscular y el epicardio o pericardio
visceral que cubre la pared exterior del tubo y es responsable de las arterias coronarias. El
endocardio está separado del miocardio por un tejido conjuntivo gelatinoso denominado gelatina
cardíaca. Al principio el tubo permanece unido a la parte dorsal de la cavidad pericárdica por el
mesocardio dorsal pero al continuar con su desarrollo, el mesocardio dorsal desaparece y crea el
seno pericárdico transverso, que conecta ambos lados de la cavidad pericárdica. Ahora el corazón
queda suspendido dentro de la cavidad mediante vasos sanguíneos y por sus polos craneal y
caudal.

Formación de los tabiques del corazón


Cuando el embrión aumenta de 5 mm a 16 y 17 mm, de longitud aproximadamente se da la
formación de principales tabiques del corazón se entre los días 27 y 37 del desarrollo. El tabique
divide en parte tanto las aurículas como los ventrículos.

Mecanismos que originan el tabique:


 Es la participación de dos masas de crecimiento activo que se aproximan entre sí hasta
fusionarse, dividiendo la luz en dos conductos individuales.
 Puede formarse mediante el crecimiento activo de una sola masa tisular (almohadillas
endocárdicas) que continúe expandiéndose hasta alcanzar el otro lado de la luz.Estas
eminencias se van a desarrollar en las regiones auriculoventricular y troncoconal, donde
colaboran en la creación de los tabiques auriculares y ventriculares (porción
membranosa), así como en la creación de conductos y válvulas auriculovenpora triculares
y de los canales aórtico y pulmonar. Después las almohadillas se poblarán con células que
se originan de las células endocárdicas suprayacentes que van a migrar al interior de la
matriz proliferando esta zona, en las almohadillas troncoconales, las células se originan de
las de la cresta neural que migran desde los pliegues neurales craneales hasta la región del
tracto de salida.
 Se forma un tabique que no requiere la participación de las almohadillas endocárdicas. Por
ejemplo una tira estrecha de tejido de la pared de la aurícula o del ventrículo no lograra
crecer mientras que las áreas de ambos lados de ella se expanden,. Al extenderse a ambos
lados de la parte estrecha, ambas paredes se aproximan entre sí y terminan fusionándose
para constituir un tabique.

Formación del tabique en la aurícula común


Una cresta en forma de hoz crece desde el techo de la aurícula común y entra en la luz que se
forma al final de la cuarta semana de desarrollo. El ostium primum es la abertura entre el borde
inferior del septum primum y las almohadillas. Al paso del desarrollo, las extensiones de las
almohadillas endocárdicas superior e inferior crecen a lo largo del borde del septum primum,
cerrando el ostium primum, pero antes que el cierre se complete, la muerte celular produce
perforaciones en la parte superior del septum primum que constituye el ostium secundum, que
garantiza el flujo libre de sangre de la aurícula primitiva derecha a la izquierda.

Cuando la luz de la aurícula derecha se expande al incorporarse el asta del seno, aparece un nuevo
pliegue en forma de hoz que nunca forma un tabique completo dentro de la cavidad auricular. Su
punta anterior se extiende hacia abajo hasta el tabique situado en el conducto auriculoventricular
que al fusionarse la válvula venosa izquierda y el tabique espuri con el lado derecho del septum
secundum, el borde cóncavo libre de este último empieza a superponerse al ostium secundum. Se
da el nombre de agujero oval (foramen ovale) a la abertura dejada por el septum secundum.

El paso entre las dos cavidades auriculares consiste en una hendidura oblicua alargada por donde
la sangre fluye de la aurícula derecha al lado izquierdo. Después del nacimiento, cuando inicia la
circulación pulmonar y aumenta la presión en la aurícula izquierda, la válvula del agujero oval se
presiona contra el septum secundum, obliterando el foramen oval y separando la aurícula derecha
de la izquierda.

Formación de la aurícula izquierda y de la vena pulmonar

La aurícula derecha primitiva y la aurícula izquierda primitiva se expanden hasta incorporarse el


asta del seno derecho. Entre tanto empieza a proliferar el mesénquima en el extremo caudal del
mesocardio dorsal, que es el que va a sostener el tubo cardiaco en la cavidad pericárdica.
El mesénquima produce la protuberancia mesenquimatosa dorsal (PMD), que es tejido que crece
con el septum primum hacia el conducto auriculoventricular. Dentro de la protuberancia se halla la
vena pulmonar en desarrollo. Con el paso del tiempo la porción restante de la protuberancia en la
punta del septum primum contribuye a la formación de la almohadilla endocárdica en el conducto
auriculoventricular. El tronco principal de la vena pulmonar que desemboca en la aurícula
izquierda envía dos ramas a cada pulmón.
En un corazón totalmente desarrollado, la aurícula derecha embrionaria se convierte en el
apéndice auricular trabeculado derecho que contiene los músculos pectinados. La aurícula
embrionaria izquierda está representada poco más que el apéndice auricular trabeculado,
mientras que la parte de pared lisa se origina en la vena pulmonar.

Formación de un tabique en el conducto auriculoventricular

Aparecen cuatro almohadillas endocárdicas auriculoventriculares: una a cada lado más una en los
márgenes anterior y posterior del conducto auriculoventricular al final de la cuarta semana de
desarrollo. Al acercarse el final de la quinta semana, el extremo posterior del borde termina casi
en el centro de la base de la almohadilla endocárdica dorsal. Como el conducto auriculoventricular
se agranda a la derecha, ahora la sangre que cruza el orificio auriculoventricular tiene acceso
directo al ventrículo izquierdo primitivo, lo mismo que al derecho.
Las almohadillas anterior y posterior se proyectan más adentro de la luz y se fusionan. El resultado
es una división completa del conducto en orificios ventriculares derecho e izquierdo.

Válvulas auriculoventriculares
Al fusionarse las almohadillas endocárdicas auriculoventriculares, a cada orificio lo rodean
proliferaciones locales del tejido mesenquimatoso procedentes de las almohadillas endocárdicas.
Cuando el torrente sanguíneo perfora y adelgaza el tejido en la superficie ventricular de las
proliferaciones,el tejido mesenquimatoso se vuelve fibroso creando las válvulas
auriculoventriculares que quedan adheridas a la pared ventricular mediante cuerdas musculares.
Por último, el tejido muscular de las cuerdas degenera y lo reemplaza un tejido conectivo denso
recubierto por endocardio. Están conectadas a trabéculas musculares gruesas en la pared del
ventrículo, los músculos papilares, mediante cuerdas tendinosas. Así dos valvas, que constituyen la
válvula bicúspide y otras tres, que constituyen la válvula tricúspide.

Formación de los tabiques del tronco arterial y del cono arterial

Van a aparecen pares de crestas o rebordes en el tronco durante la quinta semana del desarroll,
conocidas como rebordes o almohadillas troncales, se ubican en la pared superior derecha
(reborde troncal superior derecho) y en la pared inferior izquierda (reborde troncal inferior
izquierdo). El reborde derecho crece distalmente y hacia la izquierda; el reborde izquierdo lo hace
distalmente y hacia la derecha. Una vez que se ha concluido la fusión, las crestas forman el tabique
aorticopulmonar que divide el tronco en un canal aórtico y en un canal pulmonar.
Cuando aparecen los rebordes troncales se desarrollan a lo largo de las paredes dorsal derecha y
ventral izquierda del cono arterial. Los rebordes del cono crecen uno hacia otro y distalmente para
unirse con el tabique troncal. Luego de fusionarse ambos rebordes, el tabique divide el cono en
una porción anterolateral y en una porción posteromedial.
Las células de la cresta neural cardiaca, que se originan en los bordes de los pliegues neurales en el
rombencéfalo, migran a través de los arcos faríngeos 3, 4 y 6 hacia la región de salida del corazón
que invaden. Aquí participan en la formación de las almohadillas endocárdicas, tanto en el cono
arterial como en el tronco arterial.
Formación de tabiques en los ventrículos

Empiezan a expandirse los dos ventrículos primitivos hacia el final de la cuarta semana de
desarrollo. Ello se logra gracias al crecimiento continuo del miocardio en el exterior y a la
producción continua de divertículos y trabéculas en el interior. Las paredes medias de los
ventrículos en expansión se yuxtaponen y se fusionan paulatinamente, para dar origen al tabique
interventricular muscular. A veces una hendidura apical de profundidad variable entre ambos
ventrículos cuando las dos paredes no se fusionan por completo.
El agujero interventricular, situado arriba de la porción muscular del tabique interventricular, se
contrae al completarse el tabique del cono. Al proseguir el desarrollo, el crecimiento del tejido
procedente de la almohadilla endocárdica anterior (inferior), situada a lo largo de la parte superior
del tabique interventricular muscular, cierra el agujero. Este tejido se fusiona con las partes
contiguas del tabique del cono. El cierre completo del agujero interventricular constituye la
porción membranosa del tabique interventricular.
Circulación fetal
La sangre procedente de la placenta retorna al feto pasando por la vena umbilical, esto se da antes
del nacimiento.

La mayor parte de la sangre cruza el conducto venoso para desembocar en la vena cava inferior.
Una pequeña cantidad entra en las sinusoides hepáticas donde se mezcla con la sangre
proveniente de la circulación portal. Existe también un mecanismo de esfínter en el conducto
venoso, que controla el flujo de la sangre umbilical a través de los sinusoides hepáticos. El esfínter
se cierra cuando una contracción uterina aumenta demasiado el retorno venoso, impidiendo así
una sobrecarga repentina en el corazón.

La sangre entra en la aurícula derecha, y aquí se mezcla la sangre placentaria con la desoxigenada
que retorna de las extremidades inferiores; la mayor parte de la sangre llega directamente a la
aurícula izquierda.

El borde inferior del septum secundum evita que pase una cantidad pequeña, la cual permanece
en la aurícula derecha. Aquí se mezcla con la sangre desaturada que retorna de la cabeza y los
brazos por la vena cava superior. La sangre entra en el ventrículo izquierdo y la aorta ascendente
desde la aurícula izquierda, donde se mezcla con poca sangre desaturada procedente de los
pulmones. Como las arterias coronarias y carótidas son las primeras ramas de la aorta ascendente,
la musculatura del corazón y del cerebro estan irrigadas con sangre bien oxigenada. La sangre
desaturada proveniente de la vena cava superior atraviesa el ventrículo izquierdo hacia el interior
del tronco pulmonar.

Durante la vida fetal, los vasos pulmonares ofrecen mucha resistencia, por lo cual ésta sangre
cruza el conducto arterioso para entrar en la aorta descendente, donde se mezcla con la
proveniente de la aorta proximal. Tras atravesar la aorta descendente, la sangre fluye hacia la
placenta por las dos arterias umbilicales.

Durante su recorrido de la placenta a los órganos del feto, la sangre de la vena umbilical va
perdiendo su alto contenido de oxígeno al irse mezclando con la sangre desaturada. Por lo tanto,
la mezcla puede efectuarse en los siguientes lugares:

1. HÍGADO, se combina con la sangre que retorna del sistema portal.


2. VENA CAVA INFERIOR, transporta la sangre desoxigenada que regresa de las
extremidades inferiores, de la pelvis y riñones.
3. AURÍCULA DERECHA, se combina con la sangre procedente de la cabeza y de las
extremidades superiores.
4. AURÍCULA IZQUIERDA, se combina con la sangre que retorna de los pulmones.
5. ENTRADA DEL CONDUCTO ARTERIAL al interior de la aorta descendente.
.

Cambios de la circulación en el nacimiento

Los cambios que se dan en el sistema vascular del nacido se deben:


a. A la interrupción del flujo de la sangre placentaria
b. Al inicio de la respiración

Y los cambios que se producen en el sistema vascular después del nacimiento son los siguientes:

a. Se cierran las arterias umbilicales, por la contracción de la musculatura lisa en sus paredes,
a causa de estímulos térmicos, mecánicos y un cambio en la presión del oxígeno. Las
partes distales de las arterias umbilicales forman los ligamentos umbilicales medios; las
porciones proximales permanecen abiertas como arterias vesicales superiores.
b. Se cierran la vena umbilical y el conducto venoso, y tras la obliteración, la vena umbilical
forma el ligamento redondo del hígado en el margen inferior del ligamento falciforme. El
conducto venoso, que se dirige a la vena cava inferior, desaparece y da origen al ligamento
venoso.
c. Se cierra el conducto arterial por contracción de su pared muscular, a través de la
bradicinina (sustancia liberada en los pulmones durante la insuflación inicial). En el adulto
el conducto obliterado arterial forma el ligamento arterial.
d. El agujero oval se cierra al aumentar la presión en la aurícula izquierda, más la reducción
de la presión en el lado derecho. La primera respiración empuja el septum primum contra
el septum secundum, eso es reversible durante los primeros días de vida. El llanto del
bebé crea una derivación de derecha a izquierda, lo cual explica sus periodos cianóticos.

Sistema Linfático
Este sistema empieza a desarrollarse después del desarrollo del sistema cardiovascular, y no
aparece antes de la quinta semana de gestación.

Los vasos linfáticos se originan en el endotelio de las venas como evaginaciones en forma de sacos.

Se desarrollan 6 sacos linfáticos primarios:

a. 2 yugulares en el punto de unión de las venas cardinales subclavias y anteriores


b. 2 iliacos en el punto de unión de las venas cardinales iliacas y posteriores
c. 1 retroperitoneal cerca de la raíz del mesenterio
d. 1 cisterna del quilo en la región dorsal del saco retriperitoneal
Estos sacos linfáticos están conectados entre ellos por conductos y drenan la linfa de las
extremidades, cabeza y cuello.

Los conductos torácicos derecho e izquierdo, unen los sacos yugulares a la cisterna del quilo, y
luego aparece una anastomosis entre los conductos. Seguido se forma el conducto torácico a
partir de la porción distal del conducto torácico derecho, la anastomosis, y la porción craneal, del
conducto torácico izquierdo. El conducto linfático derecho se origina en la porción craneal del
conducto torácico derecho.

La especificación del linaje linfático está controlada por el factor de transcripción PROX1 que activa
los genes de los vasos linfáticos y desactiva los genes de los vasos sanguíneos. Por acción de esta
proteína, PROX1, que se expresa en las células endoteliales, se expande a partir de las venas
existentes e inicia el crecimiento de los vasos linfáticos.

Referencias bibliográficas

Sadler Tw. Embriología Médica de Langman. 13ª Edición Ed. Panamericana 2016.

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