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Transtornos y Sim
Transtornos y Sim
Síndrome
Trastorno
Los trastornos del espectro autista (TEA) son discapacidades del desarrollo
causadas por diferencias en el cerebro. Las personas con TEA con frecuencia
tienen problemas con la comunicación y la interacción sociales, y conductas o
intereses restrictivos o repetitivos.
Los niños con TDAH también pueden tener dificultades con la baja autoestima, las
relaciones problemáticas y el bajo rendimiento escolar. Los síntomas a veces
disminuyen con la edad. Sin embargo, algunas personas nunca superan por
completo sus síntomas de TDAH. Pero pueden aprender estrategias para tener
éxito.
Aunque el tratamiento no cura el TDAH, puede ayudar mucho con los síntomas. El
tratamiento comúnmente involucra medicamentos e intervenciones conductuales.
El diagnóstico y tratamiento tempranos pueden hacer una gran diferencia en el
resultado.
Síntomas
El TDAH ocurre con más frecuencia en los hombres que en las mujeres, y los
comportamientos pueden ser diferentes en los niños y las niñas. Por ejemplo, los
niños pueden ser más hiperactivos y las niñas pueden tender a ser menos atentas.
Falta de atención
Los niños que tienen problemas en la escuela, pero se llevan bien en casa o con los
amigos, probablemente tengan problemas con algo que no sea el TDAH. Lo mismo
ocurre con los niños que son hiperactivos o que no prestan atención en casa, pero
cuyas tareas escolares y amistades no se ven afectadas.
Causas
Aunque la causa exacta del TDAH no está clara, las investigaciones continúan. Los
factores que pueden estar involucrados en el desarrollo del TDAH incluyen la
genética, el medio ambiente o problemas con el sistema nervioso central en
momentos clave del desarrollo.
Factores de riesgo
El TDAH puede dificultar la vida de los niños. Los niños con TDAH tienen estas
características:
Los trastornos del espectro autista (TEA) son discapacidades del desarrollo
causadas por diferencias en el cerebro. Algunas personas con TEA tienen una
diferencia conocida, como una afección genética. Todavía no se conocen otras
causas. Los científicos creen que los TEA tienen múltiples causas que, al actuar
juntas, cambian las maneras más comunes en las que las personas se desarrollan.
Todavía tenemos mucho que aprender sobre estas causas y cómo estas afectan a
las personas con TEA.
Los TEA aparecen antes de los tres años de edad y pueden durar toda la vida,
aunque los síntomas podrían mejorar con el tiempo. Algunos niños muestran
síntomas de TEA en los primeros 12 meses de vida. En otros, puede que los
síntomas no aparezcan hasta los 24 meses o después. Algunos niños con TEA
adquieren nuevas destrezas y alcanzan indicadores del desarrollo hasta alrededor
de los 18 a 24 meses de edad, y después dejan de adquirir nuevas destrezas o
pierden las que ya tenían.
A medida que los niños con TEA se convierten en adolescentes y adultos jóvenes,
podrían tener dificultades para formar y mantener amistades, para comunicarse con
personas de la misma edad y adultos, o para entender qué conductas se esperan
de ellos en la escuela o el trabajo. Puede que lleguen a proveedores de atención
médica porque también tienen afecciones, como ansiedad, depresión o trastorno
por déficit de atención e hiperactividad, que se presentan con más frecuencia en
personas con TEA que en personas sin TEA.
El trastorno del espectro autista (TEA) es una afección neurológica y de desarrollo
que comienza en la niñez y dura toda la vida. Afecta cómo una persona se comporta,
interactúa con otros, se comunica y aprende. Este trastorno incluye lo que se
conocía como síndrome de Asperger y el trastorno generalizado del desarrollo no
especificado.
Tipos
Se diferencian 5 grandes tipos de autismo, por lo que las personas que lo padecen
pueden situarse en cualquier punto del espectro:
Autismo.
Síndrome de Rett.
Síndrome de Asperger.
Trastorno desintegrado infantil o síndrome de Heller.
Trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
Autismo
Síndrome de Rett
La característica diferencial de este tipo de autismo es que se presenta casi con
exclusividad en niñas y tiene carácter regresivo. Las personas afectadas comienzan
a sufrir un proceso degenerativo y progresivo del sistema nervioso que se manifiesta
en forma de alteraciones en la comunicación, la cognición y la motricidad (tanto fina
como gruesa) alrededor de los 2 años. Estas niñas tienen un desarrollo psicomotor
normal, al menos en apariencia, hasta entonces. De cualquier modo, diversos
estudios demuestran que, incluso en el periodo asintómático, se produce una
reducción del tono muscular (hipotonia).
Síndrome de Asperger
Suele aparecer sobre los 2 años, aunque en ocasiones no se hace evidente hasta
pasados los 10. Coincide con los otros tipos de autismo en afectar a las mismas
áreas (lenguaje, función social y motricidad), pero se diferencia en su carácter
regresivo y repentino, hasta el punto de que en ocasiones el mismo niño se da
cuenta del problema, mostrando su preocupación a los padres.
Es una etiqueta diagnóstica que se utiliza en aquellos casos en que los síntomas
clínicos son demasiado heterogéneos como para ser incluidos en alguno de los
otros tipos. También se presentan trastornos de reciprocidad social, problemas
severos de comunicación y la existencia de intereses y actividades peculiares,
restringidas y estereotipadas.
Síntomas
Algunos niños presentan signos del trastorno del espectro autista en la primera
infancia, como menor contacto visual, falta de respuesta cuando los llaman por su
nombre o indiferencia ante las personas responsables del cuidado. Otros niños
pueden desarrollarse normalmente durante los primeros meses o años de vida, pero
luego repentinamente se vuelven introvertidos o agresivos o pierden habilidades del
lenguaje que habían adquirido. En general, los signos se observan a los 2 años.
Algunos niños con trastornos del espectro autista tienen dificultades de aprendizaje
y algunos presentan signos de inteligencia inferiores a lo normal. Otros niños con
este trastorno tienen una inteligencia entre normal y alta, aprenden rápido, aunque
tienen problemas para comunicarse, aplicar lo que saben en la vida diaria y
adaptarse a situaciones sociales.
Debido a la combinación única de síntomas que presenta cada niño, a veces, puede
ser difícil determinar la gravedad. En general, se basa en el nivel de deterioro y en
cómo afecta la capacidad de desenvolverse.
Un niño o un adulto con trastorno del espectro autista puede tener problemas con
la interacción social y las habilidades de comunicación, incluso presentar cualquiera
de los siguientes signos:
Habla con tono o ritmo anormal y es posible que utilice una voz cantarina
o que hable como un robot
Un niño o un adulto con trastorno del espectro autista puede tener intereses,
actividades o patrones de comportamiento repetitivos y limitados, e incluso
presentar cualquiera de los siguientes signos:
Se deslumbra con los detalles de un objeto, como las ruedas que giran
en un auto de juguete, pero no entiende el propósito general o el
funcionamiento del objeto
A medida que maduran, algunos niños con trastornos del espectro autista socializan
más con otras personas y muestran menos alteraciones del comportamiento.
Algunos, generalmente los que tienen problemas menos graves, con el tiempo
pueden llevar una vida normal o casi normal. Sin embargo, otros siguen teniendo
dificultades con el lenguaje o las habilidades sociales y, en los años de la
adolescencia, sus problemas de comportamiento y emocionales pueden empeorar.
¿Se diagnostican igual las niñas que los niños con TEA?
Se dice que el TEA es más frecuente en los niños que en las niñas, pero en los
últimos años se ha visto que es porque no se diagnostican las niñas.
Cuanto más grave es (TEA con discapacidad intelectual) será más fácil
diagnosticarlo en ambos sexos.
Pero cuando son casos más leves (TEA con inteligencia normal o elevada) pasan
más desapercibidas y cuesta más diagnosticarlas.
Tienen mejor lenguaje que los niños. A veces es rico y sofisticado. Con un tono de
voz infantil y alto.
Son más expresivas que los niños. Usan más gestos faciales y del resto del cuerpo.
Pueden sonreír. Tienen más contacto visual.
Repiten más preguntas o palabras que pronuncian ellas mismas o que acaban de
oír.
A nivel de la socialización:
Aunque tienen interés por relacionarse, no saben cómo hacerlo. Les cuesta
interpretar las intenciones, expresiones y bromas de los demás: muchas veces son
irónicas.
Son niñas solitarias, tímidas, no suelen tener amigas. Buscan lugares tranquilos y
aislados. Se sienten más felices en casa, es su lugar de confort.
Juego solitario. Utilizan sus propias manos para representar figuras. Pueden tener
amigos imaginarios, hasta en la adolescencia. Cuando juegan con otros niños son
muy dominantes. Les gusta pintar y las manualidades.
Los intereses son parecidos a las demás niñas. Los niños sin embargo suelen tener
intereses más peculiares (electrónica, trenes, dinosaurios, desmontar aparatos,
ciencia, astronomía). Juegan con juguetes de niñas más pequeñas que su edad.
A nivel de la conducta:
A partir de los 6 años hacen menos movimientos repetitivos que los niños
(balancearse, mover las manos de un lado para el otro, etc.).
Las alteraciones sensoriales de los niños con TEA se producen porque sus sentidos
captan mal los estímulos externos, como la hipersensibilidad al ruido. Las niñas lo
compensan con la gran memoria visoespacial que tienen y la gran memoria
fotográfica.
Les cuesta identificar y expresar los sentimientos, pero pueden sentir compasión u
otras emociones más que los niños. Son altruistas.
Los problemas de salud mental son más frecuentes en las niñas con TEA.
Trastornos emocionales. Son niñas ansiosas, les puede generar mucha ansiedad el
ambiente social del entorno escolar. Pueden presentar depresión, intento de
suicidio, autolesiones.
Los trastornos de conducta alimentaria son frecuentes en las niñas con TEA.
La intervención en el aula
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el autismo no tiene cura, por lo
tanto, acompañará al niño durante todo su periplo vital. Lo que sí tiene es
tratamiento, que de realizarse adecuadamente pueden contribuir eficazmente a su
desarrollo y bienestar.
Autocontrol.
Competencias de anticipación.
los niños diagnosticados de TEA se encuentran dentro del grupo de alumnos con
NEE, por lo tanto, precisan de una metodología adaptada y, en algunos casos,
refuerzo escolar y adaptación del currículo.
El objetivo principal de la intervención educativa en un niño con este problema es la
mejora de su conocimiento social y de sus habilidades comunicativas. Otra meta
importante es lograr que tenga un mayor control de sus comportamiento y una
conducta los más adaptada posible al entorno.
Un aspecto muy importante tiene que ver con el espacio y ambiente en el que tenga
lugar la educación con estos alumnos: todo ha de estar muy bien estructurado y
organizado, evitando los cambios bruscos, ya que estas personas son muy
sensibles a cualquier modificación, por pequeña que sea.
Un niño que recibe un adecuado tratamiento para el TEA llegará a ser un adulto lo
más funcional posible, de ahí la importancia de todos los profesionales que
intervienen en la fase educativa de estas personas. ¿Te gustaría ser tú una de ellas?
Puedes llegar a serlo con nuestro máster en Psicología en la Infancia y la
Adolescencia.
Definición de Síndrome de Down
Causas
Síntomas
Los efectos que produce esta alteración en cada persona son muy variables. Existen
algunas características comunes, pero los rasgos físicos, las posibles patologías
asociadas y el grado de discapacidad intelectual serán diferentes en cada individuo.
Tratamientos