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Video 10.

"Cómo Finlandia está eliminando la falta de vivienda: la estrategia que


otros países deberían seguir"
¿Es posible erradicar a las personas sin hogar de una sociedad? Finlandia parece haber
encontrado la respuesta. En este video, exploramos cómo Finlandia logró eliminar a las
personas sin hogar de sus estadísticas, convirtiéndose en el primer país del mundo en
lograrlo. Sus políticas innovadoras te dejaran sorprendido, ¡no te querrás perder este
video!

Entonces, ¿cómo lo hizo Finlandia? En primer lugar, Finlandia adoptó un enfoque


integral para abordar la falta de vivienda. En lugar de simplemente proporcionar
refugio y ayuda financiera, Finlandia se centra en encontrar viviendas permanentes
para las personas sin hogar y luego proporcionarles los servicios de apoyo necesarios
para que puedan mantenerse allí. Esto significa que las personas sin hogar no solo
tienen un techo sobre sus cabezas, sino que también tienen acceso a atención médica,
asesoramiento y otros servicios vitales.

Otro aspecto importante de la estrategia de Finlandia es que aborda las causas


subyacentes de la falta de vivienda. Finlandia reconoce que la falta de vivienda no es
simplemente un problema de falta de domicilio, sino que también está vinculado a
problemas de salud mental, abuso de sustancias y falta de empleo. Por lo tanto,
Finlandia se centra en abordar estos problemas subyacentes para ayudar a las
personas a mantenerse en sus hogares.

Gracias a esta estrategia integral, Finlandia ha logrado resultados impresionantes. El


número de personas sin hogar ha disminuido constantemente durante las últimas
décadas y ahora se encuentra en niveles históricamente bajos. Finlandia tiene como
objetivo erradicar completamente la falta de vivienda para 2027.

Si comparamos esto con otros países, como Japón, que técnicamente tiene el
porcentaje más bajo de personas sin hogar, podemos ver que el éxito de Japón en
realidad es bastante cuestionable. En otros países europeos, como el Reino Unido,
Alemania o Francia, los números de personas sin hogar están aumentando en lugar de
disminuir. Por lo tanto, es evidente que la estrategia que Finlandia ha adoptado es la
correcta.
Finlandia ha demostrado que la falta de vivienda no es un problema sin solución. Con
la estrategia adecuada y el enfoque correcto, es posible erradicar la falta de vivienda y
ayudar a las personas a volver a la sociedad. Esperamos que otros países tomen nota
del éxito de Finlandia y adopten medidas similares para abordar este problema global.

El enfoque tradicional para ayudar a las personas sin hogar se ha basado en la idea de
que las personas que viven en la calle tienen que resolver sus problemas primero antes
de tener acceso a una vivienda permanente. Este enfoque se llama la escalera, donde
la persona sin hogar debe subir gradualmente a través de diferentes niveles para
poder tener acceso a una vivienda permanente. Pero, ¿es este enfoque realmente
efectivo para ayudar a las personas sin hogar?
Las personas sin hogar enfrentan muchos desafíos, como la falta de empleo, la
pobreza, la falta de acceso a la atención médica, la falta de educación y la falta de
vivienda. Estos desafíos son interconectados y, a menudo, se agravan mutuamente.
Por ejemplo, las personas sin hogar que tienen problemas de salud mental pueden
tener dificultades para mantener un trabajo, lo que a su vez puede dificultar su acceso
a la vivienda. El enfoque tradicional para ayudar a las personas sin hogar se centra en
resolver estos problemas en orden, pero esto puede no ser efectivo para todas las
personas sin hogar.

Una de las principales críticas del enfoque tradicional es que es muy difícil para las
personas sin hogar cumplir con los requisitos necesarios para subir a través de la
escalera. Por ejemplo, si una persona sin hogar tiene problemas de adicción, puede ser
muy difícil para ella dejar de tomar drogas mientras vive en la calle. Las personas que
viven en la calle no tienen acceso a recursos básicos, como alimentos, agua, refugio y
atención médica, lo que dificulta mucho la superación de estos problemas.

Otra crítica del enfoque tradicional es que se centra demasiado en el éxito individual y
no en la comunidad. Por ejemplo, si una persona sin hogar puede superar sus
problemas y subir por la escalera, eso es una victoria individual. Pero, ¿qué sucede con
las personas sin hogar que no pueden superar sus problemas? ¿Son simplemente
abandonados a su suerte?

El enfoque tradicional también puede ser costoso e ineficiente. La mayoría de los


programas de vivienda que se basan en la escalera requieren una gran cantidad de
recursos y personal para administrar. Además, si una persona sin hogar recae después
de haber ascendido por la escalera, todo el progreso que han hecho se pierde.

El enfoque tradicional para ayudar a las personas sin hogar se centra en la idea de que
las personas que viven en la calle deben resolver sus problemas primero antes de
tener acceso a una vivienda permanente. Este enfoque se llama la escalera y requiere
que la persona sin hogar suba gradualmente a través de diferentes niveles para poder
tener acceso a una vivienda permanente. Sin embargo, este enfoque tiene muchas
críticas, incluida la dificultad para cumplir con los requisitos de la escalera, el enfoque
en el éxito individual en lugar de la comunidad y el costo y la ineficiencia del programa.
Afortunadamente, hay otras formas de ayudar a las personas sin hogar que son más
efectivas y centradas en la comunidad, y esto es lo que desarrollo con éxito Finlandia.

Finlandia se dio cuenta de que este enfoque tradicional no estaba funcionando y


decidió probar algo nuevo. El estado finlandés proporciona viviendas permanentes
desde el principio, en forma de pequeños apartamentos individuales a cualquier
persona sin hogar que lo solicite, sin condiciones estrictas. Para acceder a estas
viviendas, no es necesario dejar las drogas o ir a un tratamiento, y las personas que las
habitan no son desalojadas si recaen. Sin embargo, es necesario pagar un pequeño
alquiler, lo que significa que necesitan tener un ingreso.¿Cómo puede ser que algo tan
simple como proporcionar vivienda permanente haya logrado resolver un problema
tan complejo?

La respuesta radica en que un hogar estable resuelve muchos de los problemas que
enfrentan las personas sin hogar. La falta de un hogar es a menudo la causa
subyacente de muchos otros problemas, como la falta de atención médica, la
inestabilidad emocional y la falta de oportunidades laborales. Al proporcionar vivienda
permanente, se proporciona a las personas sin hogar un lugar seguro y estable donde
pueden comenzar a reconstruir sus vidas.

Pero no es solo el hecho de proporcionar vivienda permanente lo que ha hecho que


este enfoque sea exitoso. Finlandia también tiene un sistema de apoyo muy fuerte que
se asegura de que las personas que reciben estas viviendas tengan acceso a los
servicios que necesitan para reconstruir sus vidas. Esto incluye servicios de atención
médica, asesoramiento y apoyo emocional, y ayuda para encontrar trabajo y aprender
habilidades para la vida diaria.

La combinación de vivienda permanente y un sistema de apoyo sólido ha demostrado


ser la clave para erradicar la falta de vivienda en Finlandia. Al proporcionar vivienda
permanente desde el principio, se rompe el ciclo de falta de hogar y se ofrece a las
personas la oportunidad de comenzar de nuevo. Y con el sistema de apoyo en su lugar,
tienen las herramientas y el apoyo que necesitan para tener éxito.

¡Bienvenidos al mundo de los centros de vivienda para personas sin hogar! Estos
lugares ofrecen soluciones reales para aquellos que han caído en tiempos difíciles.
Imagínese un centro donde alrededor de 100 personas sin hogar tienen su propio
pequeño apartamento, con un equipo de alrededor de 20 trabajadores sociales
dedicados a ayudarles en todo lo que necesitan. ¡Eso es exactamente lo que
encontrarás en estos centros!

Cada persona tiene su propio espacio privado, un lugar para llamar hogar. Y lo mejor
de todo es que los trabajadores sociales están allí para ayudarlos con todo lo que
necesiten. Ya sea para enfrentar la burocracia, buscar empleo o recibir tratamiento
para sus adicciones o problemas de salud mental, siempre habrá alguien disponible
para brindar apoyo. De esta manera, se aseguran de que las cosas no se salgan de
control.

En lugar de centrarse en las limitaciones de las personas sin hogar, estos centros les
brindan herramientas para superar las barreras que les impiden tener una vida plena.
Y lo hacen sin condiciones restrictivas, sin tener que renunciar a las drogas o recibir
tratamiento de inmediato, lo que permite que las personas trabajen en su propia
recuperación a su propio ritmo.
Hay quienes critican el sistema finlandés de erradicación de la falta de vivienda,
argumentando que simplemente oculta el problema y que los números son
artificialmente bajos porque todos son colocados en viviendas pagadas por el gobierno
en lugar de reintegrarlos a la sociedad. Esta crítica es legítima, ya que los resultados
solo son posibles gracias al apoyo continuo del Estado.

Es cierto que el número de personas que logran la transición de las casas del gobierno
a vivir completamente independientes es relativamente pequeño. Además, si se
eliminara el apoyo del gobierno, es probable que los números de personas sin hogar se
incrementen una vez más. Sin embargo, es importante señalar que este es
precisamente el objetivo de la política: no solo ofrecer un hogar seguro y permanente,
sino también ayudar a las personas sin hogar a convertirse en ciudadanos que están
libres de adicciones y que son completamente independientes.

Aunque la crítica es válida, es importante tener en cuenta que la estrategia de


Finlandia se basa en el principio de que el hogar es un derecho humano básico y que
proporcionar un hogar seguro y permanente es un paso esencial para abordar la falta
de vivienda. A partir de ahí, se pueden ofrecer otros servicios, como el apoyo para
encontrar trabajo o para superar problemas de salud mental y adicciones.

La estrategia de Finlandia también se enfoca en la prevención. En lugar de esperar a


que las personas se conviertan en personas sin hogar antes de ofrecer ayuda, el
sistema finlandés se centra en intervenir temprano para prevenir la falta de vivienda.
Esto incluye brindar apoyo a las personas que están en riesgo de perder sus hogares y
trabajar con ellos para encontrar soluciones sostenibles a largo plazo.

El modelo finlandés para erradicar la situación de las personas sin hogar es envidiable,
sin embargo, aplicarlo en otros lugares puede ser complicado debido a las condiciones
específicas de cada lugar. El primer paso para proporcionar vivienda gratuita es tener
suficiente cantidad de ella, y esto puede ser difícil de lograr en lugares que tienen una
crisis de vivienda.

En Finlandia, las ciudades tienen una gran cantidad de terreno, lo que les permite
construir un gran número de unidades de vivienda social. Sin embargo, esto no es
común en otros lugares, como en California, donde han intentado implementar la
política de "vivienda primero" en los últimos 10 años, pero sin los mismos resultados.

California tiene un gran número de regulaciones de desarrollo de bienes raíces, lo que


hace que la construcción y el desarrollo de viviendas sean costosos. En consecuencia,
construir edificios para viviendas sociales en grandes cantidades es prácticamente
imposible.

Aunque es difícil aplicar el modelo finlandés en otros lugares, esto no significa que no
haya soluciones. Los países y ciudades pueden trabajar en conjunto para desarrollar
políticas que se ajusten a su contexto específico. Es importante considerar factores
como la disponibilidad de terrenos, la regulación de bienes raíces y la necesidad de
vivienda social en la comunidad.
Es posible que una solución no tenga los mismos resultados que el modelo finlandés,
pero cualquier progreso en la lucha contra la situación de las personas sin hogar es un
paso en la dirección correcta.

Si comparamos la estrategia de Finlandia para erradicar el problema de las personas


sin hogar con la de California, no solo nos encontramos con dificultades en la
construcción, sino también con la necesidad de una reforma social fuerte. El sistema
de seguridad social finlandés cuenta con muchos trabajadores sociales, acceso a la
salud mental, instituciones y tratamientos para adicciones. Sin embargo, California no
cuenta con la misma estructura, pero más allá de las diferencias prácticas, las razones
por las que esta política a menudo es rechazada se deben a las bases ideológicas. En
Estados Unidos, en Japón y en muchos otros lugares, existe la idea arraigada de que las
personas sin hogar deben merecer la vivienda en lugar de simplemente recibirla, y que
hacerlo crea un mal precedente, aunque los datos y la evidencia demuestran lo
contrario.

En Finlandia, la estrategia de proporcionar vivienda primero y luego trabajar en la


rehabilitación ha sido un éxito rotundo. Sin embargo, en California y en otros lugares
del mundo, la falta de una infraestructura social adecuada y la resistencia ideológica
pueden dificultar la implementación de esta estrategia.

En California, las regulaciones de desarrollo inmobiliario son muy estrictas, lo que hace
que construir edificios de vivienda social en grandes cantidades sea casi imposible.
Además, la falta de trabajadores sociales y acceso a la atención médica y tratamientos
para adicciones y salud mental también son factores importantes que limitan la
efectividad de la estrategia.

Sin embargo, la evidencia demuestra que proporcionar vivienda primero es una


solución financiera y humanitaria viable. En Finlandia, se ha demostrado que el costo
de proporcionar vivienda y apoyo social a las personas sin hogar es menor que el costo
de atenderlas en la calle o en instituciones de emergencia. Además, proporcionar
vivienda a las personas sin hogar es una cuestión de derechos humanos y dignidad.

En lugar de resistirse a la idea de proporcionar vivienda a las personas sin hogar, es


hora de que los líderes políticos y sociales reconozcan la importancia de la vivienda
como un derecho humano y busquen soluciones creativas y efectivas para abordar el
problema de las personas sin hogar. Cada vez más países están adoptando la estrategia
de Finlandia y viendo resultados positivos, lo que demuestra que es posible resolver el
problema de las personas sin hogar y mejorar la calidad de vida de todos los
ciudadanos.

La población sin hogar en el mundo ha estado en constante crecimiento en los últimos


años, y es un problema que afecta a países desarrollados y en desarrollo por igual. En
el año 2020, se estimó que había más de 150 millones de personas sin hogar en todo el
mundo, y se espera que esta cifra siga aumentando.
La falta de vivienda es un problema fundamental que afecta a las personas en muchos
niveles. Vivir sin un hogar significa no tener acceso a servicios básicos como agua
potable, saneamiento, atención médica y educación. Además, las personas sin hogar
tienen una mayor probabilidad de sufrir enfermedades, problemas de salud mental y
ser víctimas de la violencia y el abuso.

La mayoría de las personas sin hogar son invisibles para la sociedad. Son personas que
viven en la calle, en refugios temporales, en casas abandonadas o en hogares
improvisados en condiciones inhumanas. Estas personas a menudo son ignoradas y
marginadas, y muchos de ellos enfrentan barreras sociales y legales para acceder a los
servicios básicos y a una vida digna.

Entonces, ¿por qué sigue creciendo la población sin hogar en el mundo? Hay muchas
razones para esto, incluyendo la pobreza extrema, la falta de vivienda asequible, la
falta de acceso a servicios básicos y la discriminación social. Además, desastres
naturales y conflictos armados pueden dejar a las personas sin hogar en un abrir y
cerrar de ojos, agravando aún más el problema.

Es necesario tomar medidas urgentes para abordar esta contrariedad. Los gobiernos y
la sociedad en general deben trabajar juntos para proporcionar vivienda asequible y
servicios básicos para las personas sin hogar. También es importante abordar las
causas subyacentes de la falta de vivienda, como la pobreza, la discriminación y la falta
de oportunidades.

La falta de vivienda es un problema fundamental que afecta a la sociedad en muchos


niveles. Debemos tomar medidas urgentes para abordar este problema y garantizar
que todas las personas tengan acceso a un hogar seguro y digno.

Aunque el sistema finlandés no es perfecto y no puede ser aplicado directamente en


otros países, puede ser utilizado como un modelo para desarrollar políticas y
programas efectivos que aborden la situación de las personas sin hogar. La inversión
en vivienda asequible y en servicios de apoyo para las personas sin hogar no solo es
una solución humanitaria, sino que también puede ser un enfoque rentable para el
Estado.

Además, es importante considerar que el problema de las personas sin hogar no es un


problema exclusivo de los países en desarrollo. Incluso en los países más ricos, la falta
de vivienda asequible y la atención adecuada a la salud mental y la adicción son una
realidad para muchas personas. Por lo tanto, es importante que los gobiernos de todo
el mundo trabajen juntos para desarrollar soluciones efectivas y sostenibles para
resolver este problema.

La situación de las personas sin hogar no solo afecta a los individuos que la padecen,
sino que también tiene un impacto negativo en la sociedad en general. La falta de
vivienda y atención adecuada puede resultar en un aumento de la delincuencia y el
abuso de drogas, lo que a su vez afecta la seguridad y la salud de todos los ciudadanos.
A medida que nos esforzamos por construir una sociedad más justa y equitativa, es
esencial que tengamos en cuenta a aquellos que más necesitan nuestra ayuda. Al
seguir el ejemplo de Finlandia y trabajar juntos para desarrollar soluciones efectivas y
sostenibles, podemos construir un futuro en el que todas las personas tengan acceso a
un hogar seguro y una atención adecuada.

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