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influida ni por enemigos ni por amigos.

Tampoco disponemos de evidencias de que el cambio


climá co desempeñara algún papel en la isla de Pascua, aunque todavía podrían surgir de estudios
que lo rebatan. El análisis compara vo que hicimos Barry Role y yo nos ayuda a comprender por
qué de todas las islas del Pacífico fue la isla de Pascua la que sufrió un derrumbamiento tan
devastador. Las islas de Pitcairn y Henderson (capítulo 3), colonizadas también por polinesios,
ofrecen ejemplos del efecto que ene el punto cuarto de mi marco de cinco elementos: la pérdida
de apoyo de sociedades vecinas amistosas. Tanto la isla de Pitcairn como la de Henderson sufrieron
deterioro medioambiental local, pero el golpe defini vo vino del colapso desencadenado
medioambientalmente de su principal socio comercial. No lo complicó ningún efecto conocido de
vecinos hos les o cambio climá co. Gracias a un registro climá co excepcionalmente detallado y
reconstruido a par r de los anillos de los árboles, la sociedad indígena norteamericana de los
anasazi, en el sudoeste de Estados Unidos (capítulo 4), ilustra con claridad la intersección de
deterioro medioambiental y crecimiento de población con el cambio climá co (en este caso,
seöquía). Ni la presencia de vecinos amistosos u hos les ni (excepto hacia el final) la guerra
parecen haber sido factores importantes en la desaparición de los anasazi. Ningún libro sobre la
desaparición de sociedades estaría completo sin una descripción (capítulo 5) de los mayas, la
sociedad indígena americana más avanzada y el misterio román co por antonomasia de todas las
ciudades cubiertas por la selva. Al igual que en el caso de los anasazi, los mayas ilustran los efectos
combinados de deterioro medioambiental, crecimiento de población y cambio climá co sin que los
vecinos amistosos desempeñaran ningún papel esencial. A diferencia del caso de la desaparición
de los anasazi, los vecinos hos les fueron una preocupación importante de las ciudades mayas ya
desde una etapa temprana. Entre las sociedades analizadas en los capítulos 2-5, solo los mayas nos
ofrecen la ventaja de proporcionarnos registros escritos que han sido descifrados. La Groenlandia
vikinga (capítulos 6-8) nos brinda nuestro ejemplo más complejo de desmoronamiento del pasado,
el único para el que contamos con la máxima información (ya que era una sociedad europea bien
conocida porque disponía de escritura) y el único que nos asegura un análisis más profundo: se
trata del segundo cordero del interior de la boa constrictor. En él están bien documentados los
cinco aspectos del marco de cinco elementos que he presentado: deterioro medioambiental,
cambio climá co, pérdida de contactos amistosos con Noruega, auge del trato hos l con los inuit y
el propio escenario polí co, económico, social y cultural de la Groenlandia noruega. Groenlandia
nos proporciona nuestra mejor aproximación a un experimento controlado sobre
desmoronamientos de sociedades: dos sociedades (la noruega y la inuit) que comparten una
misma isla pero enen culturas muy diferentes, de tal forma que una de esas sociedades
sobrevivió y la otra acabó desapareciendo. Por tanto, la historia de Groenlandia transmite el
mensaje de que, incluso en un entorno severo, el ocaso no es inevitable, sino que depende de las
decisiones que toma una sociedad. 26 También podemos comparar la Groenlandia noruega con
otras cinco sociedades del Atlán co Norte fundadas por colonos noruegos, lo cual nos ayudará a
comprender por qué las Orcadas noruegas prosperaron mientras sus primos de Groenlandia
sucumbían. Una de esas otras cinco sociedades nórdicas, la de Islandia, está entre las
excepcionales historias de éxito sobre un entorno frágil hasta alcanzar un alto nivel de prosperidad
moderna. La segunda parte concluye (capítulo 9) con tres sociedades más que, al igual que
Islandia, triunfaron y representan un contraste para comprender mejor las sociedades que
fracasaron. Aunque estas tres se enfrentaron a problemas medioambientales menos graves que
Islandia o la mayoría de los otros que fracasaron, veremos que hay dos senderos dis ntos hacia el

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