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Día y Día

“Para una mujer libre”


Una vez caminando lento (tranquilo como siempre lo hago) por el pasillo del
segundo piso de un establecimiento, allí me encontré con una mirada sombría
y distante, una que siempre que llegaba no hacía más que seguir con lo suyo.
Yo, muy apaciguado, siempre la observaba, pero sin siquiera molestarme.
Continuaron los días, la seguía mirando como si nada fuese tan importarte, sin
embargo, cada vez que mi mirada posaba en sus ojos “verdes como siempre lo
pienso” (en el comienzo solo eran verdes), sus labios (a veces pintados con un
color natural), de sus labios a sus cejas (parecidas a las mías), de sus cejas a
sus aritos esos que tan perfectos le quedan, bah, es perfecta, no cabe duda.
Algo iba cambiando en mí, en la percepción que me hacía de ella, pero me
preguntaba ¿quién mierda es esta mina y de dónde salió? No obstante, no
importa en lo más mínimo.

Luego, los días transcurrieron y la imagen oscura con la que me encontraba


todos los días comenzó a disiparse, sus palabras ya no las sentía tan ásperas,
sino como una música sensible y bella que lo único que quisiera es seguir
escuchando. Entonces, pensando en ella, en un instante me di cuenta que
esos ojos verdes hermosos llenos de brillo al sonreír, esas cejas que se
levantan cada vez que hablan, los labios perfectos que algunas veces veía
pintados y otras no, me empezaron a gustar demasiado “sin querer”, lo
pensaba y no podía creer como algo “sin querer” me pudiera estar pasando.
Me di cuenta que la mujer que estaba viendo empezaba a ser alguien especial,
única, perfecta, maravillosa e inimaginable. Cada vez que la veía pensaba:
“Qué hermosa mujer” “No puede ser tan hermosa”. Sin querer fue, te pediría
perdón, pero eso no es posible, no fue con una intención lo que hice, sino que
fue mi corazón delator (jajaja) el que habló, lo negaría, aunque no es preciso
hacerlo, no puedo reprimir mis sentimientos por alguien que me gusta y
quedarme con el sentimiento de malestar e insatisfacción.

Tal vez tenía decirlo en su momento, pero mejor tarde que nunca.
Ahora sentado me viene un recuerdo como rayo de luz que aparece al final del
camino, hago memoria de aquellos momentos en donde una sonrisa, una
carcajada, un pequeño enojo o mal momento, una mirada indiferente
comenzaron a causar una sensación en mi que solo quería dejarla pasar, al
igual que cuando uno quiere algo y es mejor resignarse, o bien, creer que no es
el momento, la circunstancia o el tiempo. No obstante, no consideraba algo
oportuno, debido a que el sentimiento de estar enamorado de verdad no se
siente con cualquiera. Pensé que fui inmaduro, pero, ¿qué persona enamorada
es racional? La razón cuando alguien esta enamorado/a muchas veces
desaparece, desde mi perspectiva. Y si hay más intelecto que irracionalidad, es
mejor dejarlo, a veces no se debe pensar tanto.

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