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norberto bobbio, nicola matteucci

y gianfranco pasquino

ABCDEFGHIJ
DICCIONARIO
DEFGHIJKLM
NÑOPOLÍTICA
QRSTUVWXYZ
abcdefghijklmn
ñopqrstuvwxyz
siglo
veintiuno
editores
SOBERANIA 1483

tero degli Interni, Le leggi elettorali, Roma, Isti- versalistas del papado y del imperio: esto se
tuto Poligrafico dello Stato, 1976; N.W. Poisby produce segün una exigencia de unificación
(comp.), Reapportionment in the 1970s, Berkeley, y de concentración del poder, para realizar
University of California Press, 1971; D.W. Rae, en una sola instancia del monopolio de la
Leyes electorales y sistemas de partidos politicos fuerza en un determinado territorio y par
(1971), Madrid, CITEP, 1976; S. Rokkan, Citizens, sobre una determinada población, y para rea-
elections, parties, Oslo, Universitetsforlaget, lizar en el estado la maxima unidad y cohe-
1970; G. Sartori, Political developmenrnt and sión politica. El término s. se presenta asI
political engineering, en J.D. Montogomery y A.O. como el necesario punto de referencia para
Hirschman (comps.), Public policy, Cambridge, teorIas polIticas y jurIdicas a menudo bastan-
1-larvard University Press, 1968; G. Schepis, isis- te distintas, segün las diferentes situaciones
temi elettorali: teoria, tecnica, legislazioni posi- historicas, coma Ia base para construcciones
tive, Empoli, Caparrini, 1955; P.J. Taylor y R.J. estatales también frecuentemente distintas,
Johnston, Geography of elections, Hardmond- segGn la mayor a menor resistencia de Ia
sworth, Penguin Books, 1979. herencia medieval, pero es constante la ten-
tativa de conciliar ci poder supremo de hecho
[EMANUELE MAROTTA] con el de derecho.
La s., en cuanto poder de mando en uiltima
instancia, está estrechamente conectada con
Ia realidad esencial primordial de Ia politica:
soberanIa Ia paz y Ia guerra. En la edad moderna, con
la formación de los grandes estados territo-
I. DEFINcIoN. En sentido ampiio el concepto riales, basados en Ia unificación y la concen-
polItico-jurIdico de s. sirve para indicar el tración del poder, concierne exciusivamente
poder de mando en Gltima instancia en una al soberano, ünico centro de poder, la tarea
sociedad polItica y, par consiguiente, para de garantizar la paz entre los sUbditos de su
diferenciar a ésta de las otras asociaciones reino y la de reunirlos para una defensa o una
hurnanas, en cuya organizaciOn no existe tal ofensiva contra el enemigo extranjero. El
poder supremo, exciusivo y no derivado. Por soberano pretende ser exclusivo, omnicompe-
Jo tanto tal concepto está estrechamente yin- tente y omnicomprensivo, en el sentido de que
culado al de poder politico: en efecto, la s. pre- solo él puede intervenir en cualquier cuestión
tende ser una racionalizaciOn juridica del y no permitir a otro decidir: por esto, en el
poder, en el sentido de transformar la fuerza nuevo estado territorial, las dnicas formacio-
en poder legitimo, el poder de hecho en poder nes armadas permitidas son las que depen-
de derecho. Obviamente la s. se configura de den directamente del soberano.
distintas maneras segün las distintas formas Se determina aqui el doble aspecto de la S.:
de organización del poder que se han dado en el interno y el externo. En el plano interno dl
Ia historia de Ia humanidad: en todas pode- moderno soberano procede a Ia eliminación
mos encontrar siempre una autoridad supre- de los poderes feudales, de los privilegios de
ma, aunque luego se explique o sea ejercida los estados y de las capas, de las autonomIas
de maneras muy distintas. locales, en resumen, de los cuerpos interme-
dios, con su funciOn de mediaciOn politica
II. SOBERANIA Y ESTADO MODERNO. En sentido res- entre los individuos y el estado: éste apunta
tringido, en su significado moderno, el térrni- a una eliminación de los conflictos internos,
no s. aparece, a fines del siglo xvi, junto con a través de una neutraiización y una despoli-
el de estado, para indicar plenamente el poder tizaciOn de Ia sociedad, que debe ser gober-
estatal, ünico y exclusivo sujeto de la polIti- nada desde el exterior a través de la adminis-
ca. Este es el concepto polItico-jurIdico que tración, que es la antitesis de la politica. El
permite al estado moderno, con su lógica ne cives ad arma veniant es elfin Oltimo de
absolutista interna, afirmarse sobre la orga- Ia acciOn de gobierno, que debe eliminar toda
nización medieval del poder, basada, par un guerra privada, de la faida a las luchas civi-
lado, en los estratos y en los estados, y, por les, para mantener la paz, esa paz que es esen-
el otro, en las dos grandes coordenadas uni- cial para afrontar el conflicto con los otros
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estados en el ámbito internacional. En el pia- La idcntificación de la s. con ci poder legis-


no exterior concierne al soberano la decision lativo es lievada a sus extremas consecuen-
de la guerra y de la paz, lo cual presupone un cias por Rousseau, con ci concepto de volun-
sistema de estados, que no tienen nirigOn juez tad general, por ci cual ci soberano puede
por sobre de si (el papa o el emperador) y que hacer solamente leyes generales y abstractas,
regulan sus relaciones con Ia guerra, aunque y no decretos. Si, desde ci punto de vista dci
ésta es luego cada vez más disciplinada y rigor teórico, esto es comprensibic, se pier-
racionalizada a través de Ia claboración pac- de de vista sin embargo toda la enumeración
ticia de un derecho internacional o, mejor de ios otros poderes o de los otros atributos
dicho, de un derecho pdbhco europeo. En ci de la s, hecha adcmás por Bodin, que, desde
piano exterior, el soberano encuentra en los ci punto de vista de ia fenomenologia polIti-
otros soberanos pares suyos, se encuentra en Ca, prcscnta Un gran interés, porque nos
una situación de igualdad, mientras que, en muestra cómo y dOnde se manda en una socie-
ei piano interior, el soberano está en una posi- dad politica. Estos son: decidir Ia gucrra y ia
ción de absoluta supremacia, porque tiene paz, nombrar los oficialcs y los magistrados,
debajo suyo a los sObditos, obiigados a ia obe- acuñar moneda, levantar impuestos, conceder
diencia. la gracia y juzgar en ditima instancia; y si
estas prcrrogativas de hcchos se dcbiiitan, ci
Desde ei iniclo las
Ill. LA ESENCIA DE LA SOBERANIA. soberano legal, a pcsar dci monopolio dc Ia
teorias sobre ia naturaieza de ia s., sobre la icy, es reducido a Ia impotencia. No por
s. en sj están potenciaimcnte divididas: ei casualidad Locke, que adcmás afirma que ci
jurista Bodin ye ia esencia de la s. exciusiva- legislativo es ci poder suprerno de la socicdad
mente en ci "poder de hacer y de aboiir las poiltica, habiando de Inglaterra, llama "sobc-
leyes", porque ncccsariamente absorbe todos rano" a su rcy, porquc, participando ademas
los otros poderes y porque, como tal, con sus en cl poder legislativo, dctenta ci poder cjc-
"mandos", es Ia fuerza cohesiva que mantie- cutivo, ci poder fedcrativo (dccidir la guerra
ne unida a toda la sociedad. El cientIfico poli- y la paz) y la prerrogativa, es dccir un poder
tico Hobbes evidencia, en cambio, ei momen- arbitrario, para ios casos de exccpción.
to ejecutivo, es decir el poder coactivo, que Dcsde ci principio cxistc un constante
solo es capaz de imponer determinados corn- acuerdo sobre algunas caracteristicas forma-
portamientos y que es el Onico medio adecua- ics de ia s.: para Bodin es "absoluta", "per-
do para elfin, el de hacerse obedecer. Por el pctua", "indivisible", "inalienabic", "imprcs-
primero, ei soberano tiene el monopolio del criptiblc", y con cstas connotaciones prcten-
derecho a través del poder legisiativo; por el dc, por un lado demostrar cOmo la s. es un
segundo, ci de la fuerza o de ia coerciOn fisi- podcr originario, quc no depcndc de otros, y
Ca: Ia uniiateralidad de estas dos posiciones, por ci otro scflalar la diferencia entre dere-
aunque forzada, podria ilevar o a un derecho cho privado y derecho pUblico, ci cuai se ref ic-
sin potencia o a una potencia sin derecho, rc al status rei pub licae y tienc, como fin, no
rompiendo asi el delicado equilibrio entre lo ütil privado sino lo pOblico. La s. es "abso-
fuerza y derecho, que sigue siendo siempre ci iuta" porque no está limitada por las lcycs,
objetivo ültimo de los teOricos de la s. En esta dado que cstos lImites scrIan cficaccs solo si
accntuación distinta nace lafutura contrapo- hubiera una autoridad superior que los hide-
sicion entre quien entiende Ia s. como la más se respetar; es "perpctua" porquc cs un atri-
alta autoridad de derecho, que puede emitir buto intrInseco ai podcr de Ia organización
—como afirmaba odin— solo Ordcnes "jus- politica y no coincide con ias personas fisi-
tas", y quien la entiende como ci más alto cas que la ejercen (en ci caso de la monarquIa
poder de hecho: Hobbes habia legalizado este pertcnccc a Ia corona y no al rcy). Por esto
monopolio de la coercion fisica a través dcl Ia s., dc un modo diverso quc la propiedad pri-
contrato social; pero sus sucesores confundie- vada, es "inalienable" e "imprescriptibic",
ron este monopoiio legal de la sanción con la porque el poder politico es una función pObli-
mera capacidad de hacerse obedecer, redu- Ca, y por lo tanto indisponibie: s. y prop icdad
ciendo asI Ia s. a la efectividad, es decir a Ia son dos tipos distintos de posesión dci podcr
fuerza. ci imperium y ci dominium.
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Más compieja es Ia cuestión de la unidad cual el rex est imperator in regno suo. Y, del
de la s., por la cual, como afirmó Cardin Le mismo modo, la Had Media conoce el térmi-
Bret, es "indivisible" como el punto de Ia geo- no "soberano" (no el de s.), por el cual le rois
metrIa. Tal afirmación está dirigida contra las est souve rains par dessus tous por Ia tutela
reivindicaciones de las capas y de los estados, general del reino. Sin embargo, respecto del
que consideraban necesario su consenso para Medievo, cambia profundamente el significa-
la legisiación; reivindicaciones que habIan do de la palabra, mientras que los iura impe-
encontrado, en el retorno a la teoria clásica riti et dominations tienen una transformacion
del estado mixto, nueva fuerza y nuevo vigor, más cualitativa que cuantitatiVa.
postulando asI una division de la s. entre el En el Medievo la palabra soberano indica-
rey, los nobles y los comunes. Para los teóri- ha simplemente una posición de preeminen-
cos más rigurosos de la s., ésta puede perte- cia, es decir aquel que era superior en un pre-
necer o a una sola persona (el rey) o a una ciso sistema jerárquico, por to que también
asamblea; pero esta afirmacion, comprensi- los barones eran soberanos en sus baronIas.
ble en el piano polItico, porque destaca la uni- En la gran cadena de la sociedad feudal, que
tariedad del mando, rige cuando se habla de conectaba en Un orden vertical las distintas
Ia monarquIa; menos, en el piano juridico, capas y las diversas clases, desde el rey, atra-
cuando se trata de una asamblea, porque ia vesando una serie infinita de mediaciones,
voluntad de ésta, en cuanto resultante de hasta el sübdito más humilde, a cada grado
varias voluntades, es una voluntad / icta, y tal correspondla un estatus preciso, connotado
podrIa ser también la del estado mixto, en por uria serie de derechos y de deberes, que
cuanto resultante y sIntesis de tres volunta- no podia ser unilateralmente violado. Este
des distintas. Del mismo modo, la logica de orden jerárquico trascendia el poder en razón
la unidad del poder soberano está destinada de estar modeiado sobre un orden cósmico:
a chocar con la teorIa del siglo XVIII de la a ninguno le estaba permitido violarlo, y
separación de los poderes, Ia cual justamen- todos encontrabari en él una garantIa de sus
te pretende dividir el poder y contraponer at propios derechos. El advenimiento del esta-
ejecutivo (el rey), que tiene el monopolio de do soberano rompe esta larga cadena, esta
lafuerza, el legislativo, titular de una función compleja serie de mediaciones en que se arti-
autÔnóthae iridependiente, justamente Ia de cula el poder, para dejar un espacio vacio
hacer las leyes. En los periodos de guerra civil entre el rey y el siThdito, lienado muy pronto
o de crisis revolucionaria —como to demues- por la administración, y para contraponer un
tra amphamente la historia inglesa y france- soberano —que apunta cada vez más a la
sa— el estaThmixto o la separaciOn de los omnipotencia y at monopolio de to politico o
poderes siempre acaban por pasar por alto, de to ptThlico— a un individuo cada vez más
permitiendd la afirmación de un poder más solo y desarmado, reducido a la esfera priva-
alto, at verdadero soberano de hecho. da. El advenimiento del estado soberano y la
emancipación del individuo del papel o del
IV. LOS ANTECEDENTES Y LAS INNOVACIONES.La pala- estatus que la sociedad siempre le habIa asig-
bra s., o el concepto que ésta implica, no fue- nado, son fenomenos concomitantes, por ser
ron inventados en el siglo XVI. En la antigüe- estrechamente interdependientes.
dad y en la Edad Media, para indicar la sede En el Medievo el principal iura del rey, por
ültima del poder, se usaban términos varia- ser el que to convertia en tal, consistIa en dic-
dos, com6 summa potestas, summum impe- tar la justicia con base en las leyes consuetu-
rium, maiestas, y sobre todo —con las doctri- dinarias del pals. El rey, además de ser sub
nas teocráticas de Egidio Romano Colonna, Deo, era también sub lege, quia lex tacit
de las que luego se apropiaron los laicos para regem. Con el advenimiento de la moderna
sustentar el poder politico— plenitudo pores- teoria de la s. el trastorno es total: el nuevo
tatis, contra la cual combatirán las teorias rey es soberano en cuanto hace la ley, y por
conciliares y las reivindicaciones de los estra- to tanto no está limitado por ella, es supra
tos y de los estados. Y también es clara la legem. Ni las costumbres, con base en las cua-
independencia de este sumo poder, qui nulli les dictaba en un tiempo la justicia, pueden
subest, superiorem non recognoscens, por el limitarlo, porque, como afirma Bodin, una ley
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puede abolir una costumbre, mientras que ha veritas y no Ia autoritas quien legitima la
ésta no puede abolir una ley. El derecho se ley, y luego con las grandes coristituciones
reduce asI a la ley del soberano, la cual es escritas de la era de la revolución democrá-
superior a todas las otras fuentes; pero, mien- tica, que han establecido un freno jurIdico a
tras que ci derecho tiene como base Ia igual- la s. proclamando los derechos inviolables del
dad y se funda en un tácito consenso, en la ciudadano.
opinio iuris difundida en la sociedad, la ley
es una mera y simple orden del soberano. El V. SOBERANIA LIMITADA, ABSOLUTA, ARBITRARIA Los
gran cambio consiste, asi en ci hecho de que grandes legistas franceses como Jean Bodin,
antes el derecho era dado, ahora es creado; Charles Loyseau y Cardin Le Bret, que en los
antes era buscado, pensando en la justicia finales del siglo xvi y comienzos del XVII
sustancial, ahora es fabricado basándose en remarcaron el carácter absoluto e indivisible
una racionalidad técnica, en su adecuación at del poder soberano, sentian fuertemerite toda-
objetivo. Esta estatalización del derecho o vIa la herencia medieval, que habia colocado
esta reducción de todo el derecho a una sim- at derecho por encima del rey. Por tanto, la
ple orden del soberano, esta legitimacion del omnipotencia legislativa del soberano no solo
jus, no en el iustutn sino en ci iussum, corres- estaba limitada por la ley divina y por la icy
ponde a una profunda revolución espiritual natural sino también por las leyes fundamen-
y cultural, que desde la Reforma invierte tam- tales del reino, en cuanto conexas a la coro-
bién la organización laica de la sociedad, la na y a ella unidas de manera indisoluble; ade-
cual tiene como elemento central Ia voluntad: más el rey no podia establecer impuestos a
asi como en el cielo Dios es a tal punto omni- su arbitrio, dado que el señorio piThlico (o s.)
potente, por to que es justo todo to que quie- debe dejar a cada privado su propiedad y la
re y el mismo orden de la naturaleza depen- posesión de sus bienes, conforme a la distin-
de de su fiat, que no da una participación a ción entre imperium y dorninium: at rey le
su razón, asI en la tierra el nuevo soberano corresponde to que es pUblico, al privado to
crea el derecho y en el lImite puede permitir que es de su propiedad. También Loyseau,
Ia excepción at regular funcionamiento del que además sostiene que la s. es un "ápice de
ordenamiento jurIdico. Las s. se nos presen- potencia", afirma que el rey debe usar su
ta asI como una voluntad en acción, desple- poder soberano segdn las formas y las con-
gada, en Ia base de la cual está el principio diciones por las que éste es establecido; mien-
sit pro ratione voluntas. tras que Cardin Le Bret, el más absolutista
Además, a pesar de la prepotente afirma- de los tres, con la defensa del derecho de amo-
ción del estado soberano en Ia edad moder- nestación de las cortes soberanas, quiere
na, han quedado algunas cosas de la heren- poner at rey en Ia condición de una "feliz
cia medieval, aunque cambiadas e innovadas. impotencia" de hacer el mal. Locke reinter-
La compieja organización social medieval, la pretó a Ia manera moderna esta exigencia de
sociedad corporativa, que interponIa toda una uria s. limitada; sin embargo, más coherente-
serie de mediaciones polIticas entre el rey y mente, no habla de s. sino de "supremo
el sdhdito, ha desaparecido por cierto, pero poder", que, confiado at parlamento, por un
no to ha hecho en cambio Ia exigencia de aque- lado está limitado por el contrato —o por ha
has mediaciones, que con su fuerza nivelado- constitución, con los derechos naturales que
ra sirven en sustancia para frenar y para debi- ésta tutela—, y por el otro está controlado por
litar el poder soberano. La ley se ha hecho el pueblo, del cual es 'tin simple mandatario.
cada vez más el instrumento principal de La iInea absoiutista es interpretada, aun-
organización de Ia sociedad; sin embargo Ia que de modo distinto, por Hobbes y por Rous-
exigencia de justicia y de protección de los seau. Para ci primero el poder soberano no
derechos de los individuos, intrInseca a la conoce ni un limite juridico, porque todo el
concepción medieval del derecho, ha reapa- ius se resuelve en el iussum, ni un lImite éti-
recido, primero con las grandes doctrinas ius- co, porque el iussum es también intrInseca-
naturalistas, las cuales, defendiendo un dere- mente iustum, dado que las nociones de bien
cho preestatal o natural, querIan salvaguar- y de mal son relativas a la existencia del esta-
dar una exigencia de racionalidad, porque es do y a su supervivencia. Pero en ha coheren-
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cia lOgica de Ia construcción de Hobbes este es un mando técnico, racional respecto dcl
poder soberano no es un poder arbitrario, en objctivo, o bien es Ufl mando intrInsecamen-
la medida en que sus mandos no dependen de Ic universal; para los defensores dc ia s. arbi-
un capricho, sino que son imperativos dicta- traria, Ia ley es ci capricho del más fucrte.
dos por una racionalidad técnica segiin Ia
necesidad del caso, son inedios necesarios VI. TEORIAS REALI5TAS Y TEORIAS AB5TRACTAS. Los
para conseguir el sumo objetivo politico: la primcros tcóricos dc Ia s., de Bodin a Hob-
paz social requerida para la utilidad de los bes, cuando hablaban dcl poder soberano,
individuos particulares. Este absolutismo tie- sustancialmcnte pensaban en el dcl rey, aun
ne su racionalidad, Ia de Ia adecuacion al obje- cuando, por una exigencia de compictamien-
tivo. En el extremo opuesto está Rousseau; to doctrinario, no excluIan formas de gobier-
para él la s. expresa una racionalidad sustan- no aristocráticas y democráticas, en las cua-
cial, o mejor dicho Ia moralidad, porque ésta les ci poder soberano estaba confiado a una
pertenece a la voluntad general, que se opo- asambiea. Existe netamente en cilos Ia exigen-
ne a la voluntad particular, en tanto esta es cia de identificar fIsicamente ci poder, o
Ia expresión directa de Ia voluntad de los ciu- mejor dicho Ia scde institucional en ci quc
dadanos cuando apuntan al iriterés general y IegItimamente sc manifiesta, y esto por una
no al particular, es decir cuando actiian exigencia polItica dc certeza. Esta unidad de
moralmente y no utilitariamente. realismo y de formaiización jurIdica sc pier-
La s. arbitraria tiene, obviamente, pocos de en los pensadores posteriores: aigunos cia-
teóricos, pero muchas ejemplificaciones en Ia boran teorIas jurIdicas abstractas quc, remar-
práctica. Sin embargo muchos exaltadores cando ia impersonalidad dc la s., la atribuycn
ingleses de la omnipotencia del parlamento, al estado o al pueblo o a ambos; otros formu-
dcsarrollando de un modo unilateral el prin- Ian tcorIas polIticas realistas, las cuales
cipio de Hobbes segñn ci cual auctoritas, non demuestran cómo ci podcr es, de hecho,
veritas tacit legem. o el de la oboedientia tacit dctcntado por Ia clase econOmicamentc domi-
irnperantem, acababan por defender un régi- nante (Marx), por la clase poiItica (Mosca), por
men arbitrario cuando afirmaban que el par- Ia elite dcl podcr (Mills), por los grupos socia-
lamento puede hacer de derecho todo in que les (teorIas pluralistas de Ia poliarqula), por
puede hacer de hecho, haciendo coincidir asI quien es capaz de dccidir ci estado de excep-
la extension de su s. con su fuerza. Para Bent- ción (Schmitt).
ham y Austin la s. es "ilimitada", "indcfini- La preparaciOn para esta disociación entre
da" o, mejor dicho, dcsdc ci punto dc vista politica y derecho, entre realismo y formali-
legal, dcspótica. Del mismo modo muchos zación jurIdica, estaba sin embargo ya pre-
escritorcs dcmocráticos, los cuales no habian sentc en Bodin, en Ia medida en quc también
profundizado en el concepto de voluntad él participaba en ci proceso hacia una defini-
general que en Rousseau está en Ia base de ción dcl poder en términos impersonaies y
La s. del pueblo, acababan por legitimar cual- abstractos, que caracteriza la afirmacion del
quier "tiranIa de la mayorIa" o por justificar estado modemo entendido como ordenamien-
todo acto arbitrario hecho en nombre dcl pue- to jurIdico. Retomando tesis medievales, para
blo, como han senalado Benjamin Constant combatir las viejas concepciones patrimonia-
y Alexis de Tocqueville. Es también una mani- les y las nucvas aspiraciones de la monarquIa
festación de una s. arbitraria cuando una sola sefioril, éi distinguc entre ci rey como perso-
persona o una fraccion del pueblo pretende na fIsica y el rey como persona jurIdica, entre
habiar y actuar, sin ningün mando, en nom- ci patrimonio privado del rey y ci de la coro-
bre de todo el pueblo c imponer su propia ver- na, alienable ci primero, inalienable ci Segun-
dad subjetiva, religiosa o ideologica. En suma: do, porque pertencce al cargo, como son ma-
tenemos una s. arbitraria cuando triunfa con lienables las cosas que las distintas famihas
Ia fuerza el mero capricho de la subjetividad. tienen en comOn en una rcpiibhca. Ya hay
La contraposición entre las trcs posiciones aquI un camino para ver en ci prIncipe Un
se puede sintetizar asI: para los partidarios órgano dci estado, o en el rcy ci primer ser-
de la s. limitada, la icy es un mando "justo"; vidor del estado.
para los sustentadores de Ia s. absoluta, Ia icy Mientras quc ci pensamiento ingles conti-
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nuaba en ci siglo xviii ci filón realista, afir- lización y de despersonalizaciOn, por el cual
mando la s. del parlamento, tanto que aün boy imputan al pueblo una voluntad sintética y
se razoria en estos términos y el estado ingles unitaria. Cuál pueblo, en realidad? No por.
no tiene una personalidad jurIdica, en el con- cierto lap/cbs, la plaza, la masa de los ciuda-
tinente, en cambio, desde ci siglo XVII Ia teo- danos, sino ci pueblo juridicamente organi-
rIa juridica, en su tendencia a la formaliza- zado en las asambleas de las capas y de los
cion y a la despersonalizacion de la s., comen- estados, después politicamente organizado en
zaba a plantearse delicados problemas, que los partidos presentes en ci parlamento. Se
todavIa hoy son actuales. El problema era el quiere ver en ci estado, en ci parlamento y en
de conciliar soberano y pueblo, monarquIa y ci gobierno los instrumentos particulares dcl
estados, rex y regnum, maiestas persona/is y pueblo soberano; pero si la s. pertenece a éi
maiestas rca/is en la unidad del estado, que y no emana de él, ci pueblo puede ejercerla
supera y elimina cualquier dualismo: toda la sOlo en las formas yen los limites de la cons-
comunidad es un solo cuerpo, del cual el rey titución, es decir del estado-ordenamiento,
es el jefe y los demás son los miembros, y la mientras que el estado-aparato, ci estado-
unitaria sIntesis superior es dada por el esta- persona, se limita a representar al pueblo en
do, que muy pronto se hará persona, la per- ci mundo del derecho. Pero quién, en Olti-
sona juridica ptiblica por excelencia, por ma instancia, tiene de hecho ci poder sobe-
detentar la s. El verdadero problema era el rano: ci pueblo o su representaciOn?
de la relación entre la maiestas realis y la El limite de estas dos posiciones es ci dc
maiestas persona/is, entre Ia titularidad nomi- una identificación entre poder soberano y
nal y el concreto ejercicio de Ia s., porque, una derccho: ci poder soberano, en cuanto que tie-
de dos, o el titular puede modificar los pode- ne el monopoho de la producción juridica, es
res concedidos, y entonces es el verdadero legi bus so/u tus, es ci creador dcl ordenamien-
soberano, o no los puede modificar, y enton- to, mientras quc en estas dos teorias —tanto
ces soberano es el rey. Ya en ci Medievo el la que habla des. dcl estado como la que afir-
probiema se habla presentado con la Lex regia ma Ia s. dcl pueblo— permanecen prisione-
de imperio, cuando los juristas se dividieron, ras del ordenamiento jurIdico, en ci cual
sosteniendo aigunos que la traslatio del popu- creen haber anulado, racionalizándoio a tra-
lus rornanus al emperador era irrevocable, yes dci derecho, ci podcr sobcrano. Dc hecho,
porque era una aiienación, mientras que para sin embargo, nos encontramos siempre no
otros era revocable, porque era una conce- tanto frente a un real poder soberano sino
sión. La tendencia, sin embargo, fue hacer, frente a tantos podcrcs constituidos. Por cier-
tanto del rey como del pueblo, simples órga- to, la gran contraposiciOn inicial entrc quien
nos del estado: ella coriciuye en la teorIa de definIa ci derecho en términos de estado sobe-
la separación de los poderes de Kant, que con- rano, crcador de Ia icy, y quien dcfinla Ia s.
fió al rey el poder ejecutivo, a la asamblea (o mcjor dicho ci "supremo poder") en térmi-
representativa ci legislativo, funciones auto- nos de derecho se ha ido ajustando con la inte-
nomas e independientes en Ia superior uni- gración de derecho y estado en ci ordenamicn-
dad del estado jurIdico republicano. En las tojurIdico: se podria hablar aside una s. dci
teorias jurIdicas mOs modernas y más forma- derecho, si no fucra una contradicción en los
ies el pueblo es, junto cqn el territorio y la términos.
s., un simple elemento constitutivo del esta- Todo este proceso de formalización y de
do, y éste es soiamente un ordenamiento abstracción, dirigido ala despersonahzación
jurIdico. del poder, rios ocuita al que manda de hecho
Si las teorIas jurIdicas destacan, como dc- en Oltima instancia en una socicdad politica:
mento sintético y unitario, ci estado, ci cual, esto explica la reacción del pensamiento poli-
como ordenamiento juridico, atribuye a los tico de los siglos xix y xx contra cstas abs-
distintos órganos sus funciones especificas, tracciones, para indagar dóndc reside verda-
eludiendo sin embargo ci probiema de quién deramente ci poder, aquel poder ültimo de
decide fIsicamente, las teorias politicas demo- decision que, en ci momcnto en que adquiriO
crOticas caen, pero en dirección opuesta, en conciencia de si, se definió soberano. La cons-
ci mismo proceso de abstracción, de forma- trucción dcl cstado de derecho parecc haberlo
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frenado y neutralizado, casi en la tentativa de mo-- supremo, originario. Asi, Ia s. Cs Ufl


exorcizar su propio pecado original. Pero Ia poder adormecido, que se manifiesta solo
s. no ha desaparecido: en épocas normales y cuando se rompen la unidad y Ia cohesion
tranquilas no se ye porque está adormecida; social, cuando hay concepciones alternativas
en las situaciones excepcionales, en los casos sobre Ia constitución, cuando hay una frac-
limites, reaparece en toda su fuerza. tura en Ia continuidad del ordenamiento juri-
dico. La s. marca siempre un principio para
VII. DICTADURA SOBERANA Y SOBERANIA POPULAR. Al un nuevo orden civil: es un hecho que "crea"
jurista Hans Kelsen, que cierra la gran eta- el ordenamiento.
pa juspublicista alemana, se contrapone el Pero entre los poderes constituyentes se
politologo Carl Schmitt, para cual es sobera- pueden, tipologicamente, indicar dos: Ia dic-
no "quien decide el estado de excepcián", tadura soberana y Ia s. popular. Con Ia dicta-
aquel estado de excepción en el cual es nece- dura soberana se quiere remover Ia constitu-
sario apartarse de Ia regla y de Ia normali- ción vigente para imponer otra, considerada
dad, suspendiendo el ordenamiento jurIdico, más justa y mOs verdadera, por parte de un
con el fin de mantener la unidad y la cohe- solo hombre, de un grupo de personas o de
sión politica, porque Ia salus rei publicae una clase social que se presentan como inter-
supre n-ia lex est. En suma, el verdadero sobe- pretes de una presunta racionalidad y actdan
rario tiene un ius speciale, de los iura ext rao r- como comisarios del pueblo, sin tener empe-
dinaria, que no consisten tanto en el mono- ro su explicito mandato. La disponibilidad de
polio de Ia ley o de la sanciOn, segiln las vie- un ejército o Ia fuerza cohesiva del partido
jas teorlas, como en el monopolio ñltimo de y su capacidad de imponer obediencia es el
la decision del estado de emergencia, que se supuesto del ejercicio de tal dictadura sobe-
puede ver solo en casos limite, excepcionales. rana, que tiene su legitimacion no en el con-
Pero, si quien decide es soberano, en un esta- senso sino en la ideologia o en la presunta
do de necesidad, para mantener (o crear) el racionalidad. En el extremo opuesto tenemos
orden, para restablecer una situaciOn normal la real s. del pueblo, que se explica en su
en la que tenga sentido el ordenamiento jurI- poder constituyente, con el cual por medio de
dico, los casos son dos: o esta fuera del orde- la constitución establece los Organos o los
namiento, en cuanto que puede suspenderlo, poderes constituidos e instaura el ordena-
o está dentro, si este prevé tal poder. De miento en el cual están previstas las reglas
hecho, por un lado, el moderno estado de que permiten su transformaciori y su aplica-
derecho ha tratado cada vez más de restrin- ción. El poder constituyente del pueblo cono-
gir al máximo, si no de excluir, Ia posibilidad ce desde entonces procedimientos consolida-
de que exista quien decida el estado de excep- dos (asambleas ad hoc, ratificaciones a tra-
ción y que tenga poderes excepcionales (el yes de un referendum) capaces de garantizar
moderno estado de sitio es una dictadura que el nuevo orden corresponda a la volun-
comisoria, es decir un poder constituido), tad popular: justamCnte por Csto el poder
mientras que, por el otro, en la historia el constituyente del pueblo, que instaura una
estado de excepción ha sido proclamado por nueva forma de estado, puede ser visto como
quien no estaba habilitado paraello, y se ha la Oltima y más madura expresión del con-
hecho soberano solo en la medida en que ha tractualismo democrático, un contrato entre
logrado restablecer la unidad y la cohesion los ciudadanos y las fuerzas politicas y soda-
polItica. les, que establece los modos con los que los
En realidad, con Ia progresiva juridización propios representantes o los propios emplea-
del estado y con su respectiva reduccián a dos deben ejercer el poder, y los lImites den-
ordenamiento, tiene poco sentido hablar de tro de los cuales se deben mover. Si la dicta-
s., pues nos encontramos siempre frente a dura soberana es un mero hecho productor
poderes constituidos y limitados, mientras del ordenamiento, el poder constituyente del
que la s., en realidad, es un "poder constitu- pueblo es una sIntesis de podCr y derecho, de
yente", creador del ordenamiento, y, como tal, ser y debe ser, de acción y consenso, porque
cada vez más se nos aparece boy —porque el basa Ia creaciOn de Ia nueva sociedad en el
poder constituido es el verdadero poder Olti- iuris consensu.
1490 SOBERANIA

El concep
VIII. LOS ADVERSARIOS DE LA SOBERANIA. por cortes judiciales adecuadas. De tal mane-
to moderno de s. tiene su logica interna y, con- ra fue posible garantizar los derechos de los
juntamente, su fuerza apiastante: en efecto, ciudadanos por los viejos y por los nuevos
ha logrado unificar procesos históricos, como soberanos; pero esta supremacia de Ia ley
Ia formación del estado moderno, y ha per- sigue siendo una supremacia desarmada.
mitido Ia eIaboración conceptual de toda una El estado federal norteamericano, que
teoria del estado. Sin embargo en la historia nació de un compromiso politico entre los
también se han dado procesos históricos y defensores de una confederaciOn de estados
realizaciones institucionales diversos de difI- y los partidarios de un estado unitario y no
cii comprensión si se parte del rigor de este por cierto de modelos teóricos, resulta incom-
concepto polItico-juridico, que corre ci ries- prensible si partimos del concepto de s., que
go de hacerse cientifica y polIticamente emba- nos impondria escoger, como sede del poder
razoso. Puntuahzaremos ahora solamente soberano, a el estado federal a los estados
dos: uno en piano jurIdico y otro en el piano miembros. Pero en realidad éste es, al mis-
politico; por un lado, ei constitucionalismo (y mo tiempo, una confederación y una uniOn a,
el federalismo que forma parte de éI) y por mejor dicho, una combinaciOn de ambas, con
el otro el pluralismo, los cuales están en con- base en una ingenierIa, la cual divide, en un
tra, de nuevos y diversos modos, de exigen- complejo equilibrio, poderes que pertenecen
cias satisfechas por Ia sociedad politica a la s., entre los estados miembros y el esta-
medieval. do federal: los defensores de Ia nueva consti-
Si concebimos la historia moderna no como tución en el Federalist no usan argumentacio-
una victoria del estado absoluto sino como nes juridicas, propias de los enemigos cerra-
victoria del constitucionalismo, entonces dos en Ia óptica y en la logica de la s., sina
notaremos que el elemento de continuidad de paliticas, precisamente aquellas del constitu-
esta lucha está justamente en su adversario: cionalismo que quiere dividir el poder para
ia s. Las distintas técnicas del constituciona- limitarlo y procura los medios adecuados
hsmo están en realidad todas dirigidas a cam- para tal fin. Se puede comprender el estado
batir, con el estado mixto y la separaciOn de federal partiendo no del concepto de s. sino
los poderes, toda concentración y unificación del de supremacia de la ley, y en este caso de
del poder, a dividirlo en un equilibrio balan- Ia constitución, que delimita las respectivas
ceado de órganos. Aun más: sir Edward Coke, esferas de competencia de los estados y del
el primer constitucionalista moderno que estado. Además, siempre es posible desde el
considera el concepto de s., afirmó que esta puma de vista politico que este delicado equi-
palabra era extraña y desconocida para el librio pueda ser roto: ci estado federal obli-
derecho ingles, totalmente centrado en la ga a los ciudadanos a una doble fidelidad, que
supremacia de la common law, por la cual puede entrar en conflicto cuando las tenden-
una iey del parlamento —es decir del supre- cias centrIfugas chocan con las centripetas,
mo poder— opuesta a ella debia ser conside- y Ia fidelidad es la fuerza cohesiva de un cuer-
rada nula y falta de eficacia. Del mismo modo, po politico.
Benjamin Constant, que conciuye el moder- Pero el verdadero adversario de Ia s. es la
no constitucionalismo, quiere suprimir de su teorIa pluralista, justamente par que Ia pri-
sistema el concepto de s., a redimensionar- mera destaca al máximo ci momento de Ia
lo, porque en el ye la exprésión de un poder unidad y del monismo, mientras que la con-
absoluto y, en cuanto tal, arbitrario: nadie, cepciones pluralistas —tanto las descriptivas,
di el rey ni la asamblea, puede arrogarse la dirigidas a tomar el proceso real de forma-
s., y ni siquiera la universalidad de los ciu- cion de La voluntad politica, coma las pres-
dadanos puede disponer soberanamente de la criptivas, quequieren maximizar Ia libertad
existencia de los ciudadanos. S. y constitucio- en una sociedad democrática par media de
nalismo siempre han sido entendidos como una poliarquIa— demuestran que no existe Ia
términos antitéticos, y la victoria del segun- unidad del estado, con ci monopoho de dcci-
do se logró con las constituciories escritas, sianes autónomas, parque, de hecho, ci mdi-
cuyas normas son jerárquicamente superia- viduo vive en asaciaciones y grupos distintos,
res a las leyes ordinarias y hechas eficaces capaces de imponer sus prapias apcianes. En
SOBERANIA 1491

realidad en Ia sociedad existe una pluralidad establecer la obligación polItica, o se vuelve


de grupos en competencia o en conflicto para al estado de naturaleza, que es ci de Ia fuer-
condicionar el poder politico, y precisamen- za, y se desencadena asi Ia lucha por la sobe'
te esta pluralidad impide que haya una sola ran i a.
autoridad, omnicompetente y omnicompren-
siva, y el proceso de Ia decision politica es el IX. EL ECLIPSE DE LA SOBERANIA.En nuestro siglo
resultado de toda una serie de mediaciones. ci concepto politico-juridico de s. ha entrado
En esta division del poder, en esta poliarquia, en crisis tanto en ci piano teórico como en ci
no hay un verdadero soberano. Si, desde el práctico. En ci piano teOrico, con ci predomi-
punto de vista sociologico, el pluralismo se nio de las teorias constitucionalistas; en ci
afirma después del advenimiento de Ia socie- piano práctico, con Ia crisis del estado moder-
dad industrial, que ha multiplicado en la no, incapaz de ser un centro dc podcr Onico
sociedad los papeles, las clases y las asocia- y autónomo, el Sujeto exciusivo de la politi-
ciones, desde un punto de vista teórico se ca, ci Onico protagonista en la arena interna-
remite a Ia defensa del Montesquieu de los cional. Para elfin de este monismo han con-
cuerpos intermedios, como elemento de tribuido, conjuntamentc, tanto Ia rcalidad
mediación polItica entre ci individuo y ci esta- cada vcz más pluralista de las socicdades
do, o a la exaltación del Tocqueville de las democráticas como el nuevo carácter de las
libres asociaciones, porque solas ponian al reiaciones internacionales, en las cuales las
ciudadano en Ia condición de defenderse de interdependencias entre los distintos estados
una mayoria soberana y omnipotente. Los teó- son cada vez mOs fuertes y estrechas en ci pia-
ricos más coherentes de Ia s., como Hobbes no juridico y económico y en el plano polIti-
y Rousseau, querian eliminar radicaimente, co e ideoiogico. La plenitud dcl poder estatal,
como fuentc de degeneracion y de corrupción, indica precisamente por la s., se está debili-
estos cuerpos 0 estas asociaciones interme- tando, por lo que el estado casi se ha vaciado
dias, porque en el estado dcbIa haber una soia y han desaparccido sus lImites.
fuerza y una sola voluntad. Continuaban razo- El camino a una colaboración internacio-
nando sobre Ia base de Ia polarización entre nal cada vcz más estrecha ha comenzado a
individuo y s., mientras que el espacio vacio corroer los tradicionales poderes de los esta-
entre estos dos elementos era Ilenado por Ia dos soberanos. Influyen mayormcnte las ha-
sociedad civil y por Ia sociabilidad que natu- madas comunidades supranacionales quc
ralmente sc daba en ella. Pcro también ci piu- intcntan limitar fuertemente la s. interior y
ralismo tiene un limite: siempre puede pen- exterior de los estados miembros, y las auto-
sarse en un pluralismo aun polarizado, don- ridades supranacionales" tienen la posibi-
de ci estado ya no reprcsenta la unidad poli- lidad de asegurar y afirmar por medio de cor-
tica, porque ya no logra relativizar los con- tes de justicia adecuadas la manera en que su
flictos internos y porque ya no tiene la derecho 'supranacional" debe ser aplicado
capacidad de decision en las relaciones inter- por los estados a casos concretos: ha desapa-
nacionaics; cuando los conflictos internos son recido ci poder de imponer impuestos y
más fuertes que los interestatales, ci estado comienza a ser hmitado ci de acuñar mone-
ha perdido su unidad politica. da. Las nuevas formas de alianzas mihitares
Se ha visto cómo el constitucionaiismo (ci sustraen a los estados individuales la dispo-
estado mixto, la separación de poderes, la nibilidad de una parte de sus fuerzas arma-
supremacia de la ley), ci federalismo, ci plu- das o bien determinan una 's. himitada" de
ralismo pueden no solo debilitar sino destruir ias potencias menores frente a la hegemoni-
Ia fucrza cohesiva, Ia unidad del cuerpo poli- Ca. Pero hay también nuevos espacios, ya no
tico, que cstá dada, justamente, por la s., yen- controlados por ci estado soberano: ci mer-
do ma§ ailO, asI, de los fines propuestos. Pero, cado mundial ha permitido ha formación de
donde no hay monopolio de Ia fucrza en una empresas transnacionales que tienen un
sola instancia, donde no existe el "mando" poder de decision no sujeto a nadie y hbres
quc mantcnga unido ci cuerpo social, o exis- de cualquier control; aunque no son sobera-
te ci conscnso en los valores Oltimos y en las nas, dado que no tienen una población y un
rcglas del juego para crear Ia fidelidad, para tcrritorio sobre ci cual ejerccr en modo exclu-
1492 SOBERANIA

sivo los tradicionales poderes soberanos, pue- juridico de s. La grandeza histórica de tal con-
den ser consideradas como tales en el senti- cepto es Ia de haber conducido a una sintesis
do de que —dentro de ciertos lImites— no tie- entre poder y derecho, entre ser y deber ser,
nen un "superior". Los nuevos medios de una sintesis siempre problemática y posible,
comunicación de masas han permitido Ia for- dirigida a destacar un poder supremo y abso-
macion de una opinion pOblica mundial que luto, pero también legal, a tratar de raciona-
ejerce, a veces con éxito, su propia presión lizar, a través del derecho, el poder Oltimo,
para que un estado acepte, lo quiera o no, eliminando Ia fuerza de la sociedad polItica.
negociar la paz o ejerza el poder de conceder En vIas de extinción este supremo poder de
Ia gracia, que en un tiempo era absoluto e ma- derecho, será necesario proceder ahora, a tra-
veriguable. El equilibrio —bipolar, tripolar, yes de una lectura de los fenomenos politicos
pentapolar— del sistema internacional hace que se dan hoy, a una nueva sIntesis polItico-
totalmente ilusorio el poder de las pequenas jurIdica que racionalice y discipline jurIdica-
potencias de hacer Ia guerra, por lo que sus mente las nuevas formas de poder, los nue-
conflictos son rápidamente congelados y pues- vos "superiores" que están emergiendo.
tos en hibernaciOn, mientras que Ia realidad
de la guerrilla incapacita a un gobierno para BIBLIOGRAFIA: M. Capurso, I limiti della sovrani-
estimular una paz real. tà negli ordinamenti democratici, Milan, Giuffrè,
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hace emerger nuevamente el momento del nia (1966), Barcelona, Labor, 1972; H.H. Hof-
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ras, que van desde una simple competencia Staates, Colonia, Kiepenheuer und Witsch, 1967;
en el ámbito de las reglas del juego acepta- H. Kelsen, Das Problem der Souveränitat and die
das por todos, por lo que la mayoria puede Theorie des Volkerrechts, Tubinga, Mohr, 1920;
efectivamente decidir, hasta una potencial H. Kelsen, Teorla general del derecho y del esta-
guerra civil, por lo que, no habiendo corisen- do (1945), Mexico, Universidad Nacional Auto-
so sobre los valores Ultimos, Ia mayoria está noma de Mexico, 1969; H.L. Laski, The founda-
paralizada en las cuestiones más importan- tions of sovereignty, Nueva York, Reprint Arno
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fronteras fIsicas de los estados han dejado su and the chaning world, Cambridge, Cambridge
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Con esto, sin embargo, no desaparece el Oxford University Press, 1969.
poder; desaparece solamente una determina-
da forma de organización del poder, que tuvo [NIc0LA MATTEUCCI)
su punto de fuerza en el concepto polItico-

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