1)Jesús le propuso otra parábola: Aquí tienen una figura del

reino de los cielos. Un hombre sembró buena semilla en su

campo, pero mientras la gente está durmiendo, vino su
enemigo y sembró cizaña en medio del trigo ese fue.

Cuando el trigo creció y empezó echar espigas, apareció

también la cizaña. Entonces los servidores fueron a decirle al
patrón: Señor ¿ no sembraste buena semilla en tu campo? ¿
De dónde, pues,

Viene esa cizaña? Respondió el patrón: Eso es obra de un

enemigo. Los obreros le preguntaron: ¿Quieres que
arranquemos la cizaña?

No, dijo el patrón, pues al quitar la cizaña podrían arrancar también el trigo. Dejémoslo crecer
juntos hasta la hora de la cosecha. Entonces diré a los segadores: corten primero a la cizaña,
hagan faros y arrójenselos al fuego. Después cosechar el trigo y guárdenlo en mis bodegas.

2)-El hombre que sembró la buena semilla en su campo es el hijo del hombre

-el campo es el mundo

-la buena, el trigo, son los hijos del reino

-la cizaña son los hijos del maligno

-el que sembró la cizaña es el diablo

-la cosecha es el fin del mundo

-los cosechadores son Los Ángeles

-el fuego es el infierno

-el granero es el reino del Padre los justos resplandecerán como el sol
3)La idea principal de la parábola es que un enemigo intenta perjudicar la plantación de trigo
de otra persona plantando cizaña para perjudicar el trigo.

¿Que es la cizaña? Se denomina a una planta que pertenece al grupo de la familia de las
gramíneas cuya principal particularidad es que sus semillas y la harina( el trigo) obtenidas de
esas resultan tóxicas.

Este señor que trata de perjudicar la cosecha no lo logra porque el buen sembrador al
momento de cosechar ordena separar la cizaña a hacer fardos y quemarla para poder salvar el
buen trigo y guárdalo en su bodega

4) Reflexión

La conclusión que podemos sacar es que en la vida desgraciadamente hay gente que se ocupa
de hacerle el mal al otro, por envidia o por diferentes motivos. Pero por suerte predomina la
gente que quiere hacer el bien, ayudar al otro y tener actos de buena fe.

El bien prevalece sobre el mal.