ESTRATEGIA. ¡y es más pavo!

No debe tener estrategía para nada y

se va a quedar soltero, y eso es de feo de viejo, pobre.
Natacha va rumbo a la escuela, de la mano de su papá. —¿De qué animales les enseñaron?
— Nati, mami me contó que le quieren poner aritos al —Vimos el burro, que le da patadas a la burra cuando
Rafles, ¿va en serio eso? le gusta, ¡y eso es rebruto! Y hay uno que es como un
—Lo que pasa, papi, que tenemos que ver bien, porque ratón grande que cuando encuentra una que le gusta:
con Pati ya vimos que no se deja el Rafles. ¡se le pone a saltar como loco y le tira chorritos de pis,
—Pero ¡¿y cómo se va a dejar?! papi! Es regrosero eso, y el Rafles es más pavo que
—Porque no se los hicimos cuando nació como hicieron seguro los agarra de ejemplo y patea a una perra o le
ustedes conmigo, porque cuando sos bebé que recién echa el pis y no lo va a querer nadie, ¿entendés?
naciste ni entendés nada entonces no te duele, pero —Nati, son instintos de diferentes animales. Los perros
Rafles ya tiene como veinte años porque se le no copian los instintos de los leones, ni las ballenas los
multiplican por… ¿por cuántos años era que se de las cebras; cada uno tiene su patrón de conducta.
multiplicaba, papi? —Entonces con Pati se nos ocurrió que, si le ponemos
—Como por cinco; pero, escúchame: la sensibilidad al arito, las perras lo van a ver lindo y se van a acercar; así
dolor no tiene nada que ver con entender. Entiendas o él tiene que hacer lo menos posible y no mete la pata.
no qué te lastima: te duele. —A ver si entiendo: ¿ustedes lo que quieren es que
—¡Ay, nada que ver! Porque si no entendés no hacés Rafles tenga novia y sea papá de perritos?
caso y listo. —Sí.
—Nati, si no entendés es peor, porque no sabés cuál es —Bien. No hace falta que le pongan aritos.
la causa, y eso agrega sufrimiento; cuando uno la —Papá, vos tenés menos estrategía que el Rafles (se
identifica es un alivio. siente sola frente a un problema).
—Nosotras le mostramos el arito a Rafles, así él ve la —Y sin embargo encontré a mamá, ¿no?
causa y no se le agrega el otro sufrimiento que decís. —¡Es cierto! ¿Cómo hiciste, papi?
—¡Natacha, ustedes le pueden mostrar una colección —(Piensa, sonríe). La pateé y le tiré chorritos de pis.
de aritos, que Rafles no los va a relacionar con algo que —¡¡¡Papaaaaaaaaaá!!!
se mete en la oreja con un pinchazo!
—¡Es que él también tiene que poner de su parte!
¡Porque, cuando quiere, bien que entiende y cuando no
quiere entender se hace el pavo y se escapa! ¡Y seguro
que hizo alguna macana! ¡Después mamá me reta a mi!
—A ver, ¿y por qué quieren ponerle aritos?
—(Salta, contenta). ¡Se va a ver hermoso, papi!
¡Hermoso! Mirá, para empezar lo llevamos a que gane
un concurso, ¿no?
—Nati, Rafles no tiene raza, lo hicieron en una
licuadora.
—¡¿En serio?!
—Es una manera de decir, pichona. A esos concursos
van perros de raza, y Rafles es de raza ignota.
—¡Entonces tiene!
—“Ignota” quiere decir “desconocida”. Olvidate del
concurso.
—Pero podemos inventar uno nosotras. ¡Ya sé! Papi,
¿no nos ayudás a hacer una página web? Mirá, con Pati
ya habíamos dicho, y ahí promocionamos el concurso.
—Terminá de contarme lo de los aritos.
—No, y bueno, lo que pasa es que en la escuela vimos
de las estrategias de los animales para conquistar
pareja, y con Pati ya hablamos que lo miramos al Rafles,