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Este curso está dirigido a todas aquellas personas que desean aprender a acompañar y a

cuidar mejor a una persona adulta mayor.

Los conocimientos y las prácticas recomendadas se refieren a la elaboración de un plan de


atención estructurado para organizar las actividades y cuidados del día a día; promover y
cuidar la higiene, el descanso y la alimentación de un adulto mayor; mantenerlo activo o en
su caso, movilizar sin riesgos; realizar acciones de prevención y administrarle algún
medicamentos o realizar curaciones en la forma correcta y siguiendo con las indicaciones
médicas, entre tantos otros consejos que te ayudarán a mantener y cuidar de su salud.

Los temas que revisarás son:

Una nación de adultos mayores


Las personas adultas mayores y sus cuidadores
Cualidades de la persona cuidadora

El curso está basado en las competencias que un cuidador puede y debe desarrollar de
conformidad con el estándar de competencia laboral de “CONOCER” (Estándar EC0669
“cuidado básico de la persona adulta mayor en domicilio).

Al finalizar la revisión de la información, serás capaz de:

Desarrollar las habilidades y las formas de actuar e interactuar con las personas adultas
mayores, así como con sus entornos de vida y familiares o brindar cuidados especiales
cuando sea necesario.

Una nación de adultos mayores

Las personas viven cada vez tiempo, lo cual es muy positivo y refleja los importantes
avances de nuestro país, pero al mismo tiempo, esto significa que las necesidades de
apoyo y cuidados son mayores.

Una nación de adultos mayores

Las personas viven cada vez tiempo, lo cual es muy positivo y refleja los importantes
avances de nuestro país, pero al mismo tiempo, esto significa que las necesidades de
apoyo y cuidados son mayores.

● En 1950…
Las personas en México viven en promedio hasta los 50 años de edad.
Hoy en día, el promedio es de 78 años para las mujeres y 74 para los hombres ¡y la
esperanza de vida sigue aumentando año con año!

● Los mayores de 60 años…


Actualmente hay más personas mayores de 60 años que menores de 4 años; son casi 12
millones de personas y el 75% vive en ciudades.

1 de cada 4 hogares …
En México, 1 de cada 4 hogares tiene un adulto mayor; 1 de cada 5 hogares está
encabezado por una persona mayor y ¡1 de cada 10 adultos mayores vive solo!

Familias…
Lo anterior contrasta con un México en el que las familias se hacen más pequeñas, en el
que la mayoría de las personas y en especial las mujeres (tradicionalmente las cuidadoras
en las familias de antaño), trabajan o estudian y en el que los tiempos de traslado son cada
vez mayores. Todo lo cual dificulta mucho brindar estos cuidados.

Enfermedades crónico degenerativas…

Aunque la edad no es sinónimo de enfermedad, es una realidad que las personas adultas
mayores tienden a padecer más fácilmente de ciertos problemas de salud, en especial las
llamadas enfermedades crónico-degenerativas.

Nota

De acuerdo con la ENSANUT 2012 (Encuesta Nacional de Salud), 1 de cada 4 personas


adultas mayores tiene diabetes y 4 de cada 10 sufre de hipertensión. Las principales causas
de muerte en esta población son de hecho la diabetes y las enfermedades del corazón.

Además, cuando se han vivido muchos años, algunas funciones como la vista o la fuerza
muscular tienden a disminuir y por eso, de acuerdo con la misma ENSANUT, 1 de cada 4
tiene limitaciones físicas para realizar alguna actividad básica de la vida diaria (ABVD) como
caminar, bañarse o vestirse y otro tanto tiene limitaciones para realizar actividades
instrumentales (AIVD) como cocinar o ir al supermercado.

ADULTO MAYOR
Ser mayor y tener limitaciones no significa vivir triste y sin esperanzas. Ser mayor debe ser
siempre una oportunidad para compartir experiencias, enseñar a los más jóvenes cómo se
goza de la vida y cómo se pueden culminar muchas aventuras. Es una etapa rica de
oportunidades que, con los cuidados adecuados, debe estar llena de bienestar y salud física
y mental.

CLAVES
Para compensar los cambios normales que conlleva cumplir años, a lo largo de este curso recibirás
las claves de una vejez más activa, saludable y feliz como:
1. Integrarse a la vida familiar y buscar formas de ayudar adecuadas a la capacidad de cada
quien.
2. Enseñar con el ejemplo, a perdonar, a saldar cuentas o a agradecer cada día las bondades y
las cosas buenas de la vida.
3. Mantenerse sano o con sus enfermedades bien controladas, aceptando, desde luego, el
deterioro propio de la edad.
4. Prolongar la funcionalidad, es decir, desarrollar con independencia las actividades de la vida
diaria y relacionarse normalmente con su entorno.
NECESIDADES
Para poder lograrlo, hay que cuidar de la salud y el bienestar de las personas adultas mayores, en
especial en aquellas quienes por su edad o alguna condición física o de salud, requieren de mayor
apoyo de los demás.
Nota:
Recuerda, la vejez al igual que todas las etapas de la vida: la niñez, la adolescencia y la madurez
tienen problemas y retos particulares que pueden vencer con apoyos, con educación, con acciones
concretas.
Ser una persona adulta mayor independiente y funcional, para disfrutar lo que la vida le otorga.
Tu que cuidas a una persona adulta mayor, que estás cerca de ella, tendrás en el aprendizaje la
mejor forma de cuidarlo y de cuidarte a ti mismo.
RETOS
Puedes lograr que la persona adulta mayor:
● Realice por sí mismos el mayor número posible de actividades de la vida diaria.
● Se mantengan relacionados con sus familiares, con sus amigos.
● Sean productivos en lo económico, artístico y social.
● Tomen las decisiones sobre su vida, sobre sus recursos.
● Se sientan personas queridas y responsables de sus actos
¡Aquí es donde entras tú como cuidador!

PERSONAS CUIDADORAS
Un cuidador es toda persona que acompaña, orienta y ayuda a una persona dependiente, en la
realización de las actividades importantes o centrales para la vida y la calidad de vida. Pero además
y cómo verás en este curso, un cuidador debe ser el vínculo entre el adulto mayor y los servicios
asistenciales, los médicos, los temas de pensiones, los trámites entre tantos otros.
En México como en todos los países del mundo muchas personas se dedican a cuidar de las
personas adultas mayores: su pareja, una hija, un hijo, un sobrino, sus nietos, una hermana, un
hermano, a veces personas vecinas o una amistad. Estas personas lo hacen con buena voluntad,
con el sacrificio de su tiempo, de sus relaciones, de su trabajo, hasta de su propia salud. En otros
casos, el cuidador es una persona que cobra para realizar esta tarea.
Tú que eres o quieres ser cuidador, estudia, practica y comparte nuevos conocimientos y
capacidades; veras que así todo es más fácil, evitarás accidentes o complicaciones, tendrás más
reconociendo y, sobre todo, ¡más tiempo para ti!
ACCIONES DE APOYO

Este curso te permitirá revisar algunas de las principales acciones de apoyo que tienen que saber
realizar todos los cuidadores:
Su higiene y bienestar personal.
La detección de cualquier problema de salud o signos y síntomas de deterioro funcional.
La elaboración, presentación y acompañamiento de su alimentación.
Su movilización, traslados y ejercicios.
El arreglo y seguridad del entorno.
El uso positivo del tiempo.
La toma de medicamentos, el apego al tratamiento y visitas al médico.
El manejo de algunos de sus recursos financieros, pago de servicios, de compras, entre otros.
La relación con la familia y con los vecinos.
Las actividades socioculturales.

CAPACIDADES
Con este curso se espera además que ahora tengas la capacidad de:
Poder evaluar la situación del adulto mayor y hacer un programa de trabajo.
Apoyar los tratamientos médicos y manejar algunas técnicas básicas de enfermería.
Cuidar y auxiliar en su higiene y movilización.
Apoyar en la integración de la persona adulta mayor a la vida familiar y social.
Saber comunicarte con la familia y con los médicos.
Saber con quién y a dónde recurrir en caso de emergencia.
Comprender a la persona adulta mayor y establecer lazos constructivos con ella.

RETOS
Del cuidador se requiere sobre todo que:
Cuida tu salud, bienestar y tu tranquilidad.
Exige ante la familia tus derechos al descanso y al apoyo.
Aprende y aprecia todos los días el valor de tu tarea.
Mantén una actitud positiva y amable.
Se afectivo y firme para no violentar a la persona adulta mayor.
Tolera las diferencias y exige respeto a las opiniones y acciones.

Cualidades de la persona cuidadora

El respeto, la dignidad, la responsabilidad, la tolerancia y, sobre todo, la paciencia y el amor son


virtudes fundamentales para actuar con mayor eficacia y menor desgaste en el trato diario con la
persona adulta mayor.
RESPETO
Se entiende por respeto relacionarnos con la persona adulta mayor evitando cualquier intromisión en
su intimidad y cualquier maltrato, procurando siempre, hacerlo sentirse bien ante sí mismo y ante los
demás.
Cerrar la puerta cuando se baña, hablarle como adulto y no como un niño, date el tiempo para
escucharlo, son señales de respeto.El respeto nos dice: la persona adulta mayor no es un objeto, es
una persona digna como las demás.
DIGNIDAD
La dignidad del cuidador es contraparte del respeto de la persona adulta mayor. El cuidador es un ser
humano, que requiere de tiempos y espacios propios, que exige ser escuchado y apoyado, que
requiere estímulo y agradecimiento.
Exigir descanso y ayuda, disponer de los recursos necesarios para su tareas, son reconocimientos a
la dignidad del cuidador.Ésta nos dice: el cuidador no es esclavo; es una persona al servicio de los
demás.
RESPONSABILIDAD
La responsabilidad es la cualidad de obtener conocimientos, actitudes y desarrollar habilidades para
desempeñar nuestra obligación de la mejor manera. Es establecer compromisos en un programa de
trabajo, valorar los riesgos, tomar decisiones trascendentes y afrontar las consecuencias.
Conocer las capacidades propias y las limitaciones, realizar actividades conforme al programa de
trabajo y a lo indicado por el médico.Identificar a dónde recurrir para mejorar y a quién consultar ante
situaciones inesperadas, prever y poder actuar con eficacia y oportunidad son muestras de
responsabilidad del cuidador y de su compromiso con la persona adulta mayor.
PACIENCIA
La paciencia es la virtud que nos da la fuerza para reemprender el camino cuando la realidad nos
muestra que no hemos logrado aquello que habíamos pensado alcanzar. La paciencia nos hace
aceptar nuestra realidad y, dentro de ella, reconocer y respetar las formas de actuar de otras
personas y con esa tolerancia, superar los problemas.
Comprender y entender los propios enojos y las dificultades que nos provoca la persona adulta
mayor y sus familiares, nos dejarnos ganar por la frustración son muestras de la paciencia del
cuidador.El cuidador debe tener paciencia consigo mismo, con la persona adulta mayor y con las
personas que interactúan con ella.
AMOR
El amor significa ofrecer a la persona adulta mayor, además de respeto, responsabilidad y paciencia,
los mejores medios para su bienestar. El amor, por tanto, implica centrar la atención en la persona
adulta mayor, conocerla, identificar sus necesidades, intereses y anhelos, acercarse con amabilidad y
tolerancia, todo aquello que sea para su bien.
El amor se manifiesta, en la atención que le prestes a la persona adulta mayor, en la propia
superación que tengas como cuidador para atenderlo mejor.El amor es hacer sentir bien a la persona
adulta mayor ante cualquier situación, y sobre todo ayudarlo a mantener y, en su caso recuperar, su
funcionalidad e independencia.

Cualidades de la persona cuidadora

No olvides que, como cuidador, tal y como lo verás al final del curso, también es fundamental cuidar
de tu salud y bienestar físico, mental, sociales y económico.
La familia, las personas cercanas, las instituciones y la sociedad en general, debemos apoyar a los
cuidadores en su maravillosa tarea y debemos asegurarnos de que tengan:
MODULO 1

Plan de atención

Para darte cuenta de los avances y logros en su bienestar, su funcionalidad e independencia, es


importante que realices un plan de actividades. En él organizarás las acciones que den buen fruto a
los esfuerzos de todos, en particular los tuyos como cuidador.

En un plan de atención, el cuidador registra tres elementos esenciales:

Plan de atención

El cuidador tiene la capacidad para mejorar la vida de la persona adulta mayor.


El plan de atención te permite recordar lo que debes hacer y comunicar sobre la situación de la
persona adulta mayor a sus familiares, y también evaluar lo que ocurre. Para realizar un plan debes:
La secuencia de actividades tiene que ser enriquecida con aquellas que tú como cuidador, los
familiares y el médico decidan para responder a algunos problemas y para apoyar la funcionalidad de
la persona adulta mayor y así, conservar lo más posible su independencia.

Conoce al adulto mayor al que cuidas

Es importante que obtengas información de las características de la persona adulta mayor que está a
tu cargo. Para tener esta información siempre presente, se recomienda que primero elabores un
expediente con la siguiente información:
Datos de la persona adulta mayor

La primera parte del expediente debe contener datos como: nombre completo, edad y lugar de
nacimiento, servicios médicos disponibles, datos de familiares y números de emergencia.
Nota:
En el expediente es importante que indiques si la persona adulta mayor tiene alguna discapacidad,
lesiones, grado de dependencia, y especificaciones acerca de las mismas, en términos de lo
diagnosticado por el profesional de la salud en receta o certificado médico.

Características de la persona adulta mayor

Para poder tratar a la persona adulta mayor con respeto a su dignidad debes preguntar, o en su
caso, preguntar a su familia: su estado civil, los hijos que tuvo, personas cercanas, estudios,
profesión, cambios importantes en su vida.
(MATERIAL M1)

Relaciones y apoyos familiares y sociales


Debes conocer la realidad de la persona adulta mayor: tiempos, recursos y apoyos concretos con los
que cuenta o que recibe.

Nota:
Personas que visitaron a la persona adulta mayor durante la última semana: tiempo de visita
y actividades que desarrollaron.
Personas que hablan por teléfono con la persona adulta mayor o preguntan por él.
Actividades que la persona adulta mayor realiza con otras personas: recreativas, religiosas,
políticas o sociales.
Juicios que la persona adulta mayor realiza sobre el apoyo que recibe.

- Entorno y seguridad

El cuidado de la persona adulta mayor implica ofrecerle el mejor de los espacios posibles.
Prevenir las caídas, el surgimiento de algunas enfermedades. Considera que el ánimo de la
persona adulta mayor depende mucho de la calidad o de las deficiencias de su entorno.

El cuidador debe:

Para conocer y realizar algunas primeras acciones, puedes observar:

Los obstáculos y riesgos en los lugares de desplazamiento: patios, pasillos, recámara,


baño, cocina, salidas, etcétera.
La disposiciones de muebles y espacios para caminar.
La iluminación, ventilación y temperatura; además del ruido ambiental.
Muebles en mal estado que le puedan dañar.
El estado del guardado de ropa y enseres particulares: su limpieza, acomodo y acceso.
El estado y riesgo del baño; de la cocina y del resto de la casa.
Necesidades de aditamentos de seguridad.
- Entorno y seguridad

Una vez que has observado los riesgo y las necesidades de seguridad y desde luego, con
las acciones inmediatas, debes procurar ofrecer a la persona adulta mayor:

Seguridad al caminar
Evita los obstáculos y riesgos que pueden ocasionar una caída: muebles que impiden el paso,
tapetes o pisos resbalosos, escalones, alambres, ropa u objetos tirados, muebles con esquinas
pronunciadas, etcétera.

Para conocer el espacio, camina por donde transita la persona adulta mayor y quita aquello que
pueda impedir su paso u ocasionar algún daño.

Luz y aire suficiente

Ofrece a la persona adulta mayor lo más posible de iluminación y ventilación natural.

● Procura, al iniciar el día, que la luz entre y que la persona adulta mayor pueda comenzar así su nueva
jornada. Recuerda que la luminosidad y el color levantan el ánimo.
● De ser posible, en el día, toma tiempos de estancia al aire libre
● Ventila su habitación para quitar malos olores y sensación de encerramiento.
● Mantén una temperatura agradable que impida enfriamientos o calor excesivos.

Sentarse cómodamente

Ofrece a la persona adulta mayor sillones capaces de mantenerlo derecho, que le favorezca la
estabilidad e impida que adquiera problemas posturales.

● Prueba cada mueble de la casa, asegúrate que sean estables y estén en buenas condiciones.
● Cuida que los muebles donde se sienta tengan la altura suficiente para que se pare y se siente con el menor
riesgo y esfuerzo.
● Busca de preferencia que tengan descansabrazos que brinden seguridad y lo ayuden a levantarse.
● Evita telas gruesas porque tienden a guardar calor y olores, así como los que son de forro de plásticos que
hacen sudar en exceso.

Seguridad y comodidad en la recámara

Cuida la disposición de los muebles, las almohadas y cobijas.

● Coloca la cama pegada a un muro y si fuera el caso, coloca barandales, para evitar caídas.
● Mantén un pequeño foco para que si se levanta durante la noche pueda ver.
● Ten a la mano una linterna en caso de una falla eléctrica.
● Levanta la ropa y cualquier objeto tirado que pueda provocar una caída.
● Evita cobijas de mucho peso, cuida la disposición de las almohadas y pruebe la comodidad y el buen
descanso.
● Considera la intensidad del ruido e intenta atenuarlo.

Seguridad y limpieza en la cocina

Cuida la disposición y estado de los muebles y enseres de la cocina.

● Si la persona adulta mayor permanece en la cocina, que sea lo más alejada de la estufa.
● Usa las hornillas del fondo y coloca agarraderas de ollas y sartenes hacia adentro de la estufa.
● Revisa que las perillas de la estufa estén ajustadas y vigila el olor a gas.
● Si la persona adulta mayor está con dieta especial, mantén lejos alimentos que puedan romperla.
● Vigila la frescura e higiene de los alimentos.
● Limpia de inmediato aceite, líquidos o alimentos que hayan caído al suelo y puedan provocar un resbalón.

Baño seguro

Observa detenidamente y cuida la situación del baño, pues ahí ocurren la mayor parte de
caídas de la persona adulta mayor.

● Las puertas deben abrirse fácilmente desde afuera para poder brindar ayuda en caso de un accidente.
● El piso debe tener antiderrapante o al menos que cuente con un tapete antiderrapante en el interior de la
regadera o tina y al salir de ella.
● En los lados de la tina o regadera y del WC coloquen tubos firmes y fuertes donde la persona adulta mayor
pueda sostenerse.
● La regadera de ser posible, que sea tipo teléfono para que pueda bañarse sentado.
● Ten a la mano una toalla grande para evitar corrientes de aire.
● Coloca lo necesario para el baño al alcance de la mano.

Estado de la ropa y de los enseres particulares

Evita la acumulación y desorden en la ropa y enseres de limpieza de la persona adulta mayor.

● Procura acomodar la ropa y eliminar aquello que no es de ninguna utilidad.


● Asegúrate de la limpieza de la ropa.
● Utiliza cajas y cajones para guardar los enseres de la persona adulta mayor, evitando el amontonamiento en
mesas y repisas.

Indicaciones médicas
Como cuidador tienes una gran responsabilidad: ayudar a la puesta en práctica de las indicaciones
médicas y observar los cambios en la persona adulta mayor para avisar oportunamente al médico y a
los familiares. Uno de los temas de mayor importancia en el plan de atención, es la identificación
exacta del suministro de medicamentos, la aplicación de curaciones que debe recibir la persona
adulta mayor y las visitas al médico para su control y prevención.

En relación con los medicamentos debes:

Aclarar plenamente y apuntar en una lista el nombre del medicamento, para qué sirve, la cantidad y
la hora de suministro; las reacciones que puede ocasionar.

Cuidar que cada medicamento esté guardado en su envase original evitando la mezcla de pastillas.
Observar la aceptación o no del medicamento por parte de la persona adulta mayor, así como los
efectos secundarios o reacciones adversas.

Identificar cualquier problema que surja después de la toma del medicamento y avisar del problema
médico. (M1-A5)

En relación con las curaciones, debes:

Haber aprendido, con ayuda del personal médico, del personal de enfermería o de un familiar, cómo
realizar la curación.

Realizarlas con limpieza.

Saber poner vendajes.

Seguir estrictamente las indicaciones, pues las personas adultas mayores tienen reacciones
diferentes a las personas adultas jóvenes a la temperatura, o a las rozaduras de piel.

Observar y avisar al médico cualquier problema que surja a raíz de las curaciones.

Evitar productos que por su tintura o por el color, oculten cambios que indiquen infección.

En relación con las visitas al servicio médico, debes:

Reunir toda la información posible sobre los cambios en su apetito y alimentación, el estado de
nutrición, equilibrio, vista y oído, estado de ánimo, conducta, que ha tenido la persona adulta mayor
desde la última visita.

Reunir la información sobre la evolución de las enfermedades, la respuesta a los medicamentos y los
cambio en la funcionalidad.

Llevar apuntadas las medicinas que ha tomado y las curaciones que ha recibido.

Incluye en el expediente una copia de las recetas médicas y estudios realizados.

Plan diario y semanal

Todas las actividades del cuidador y de la persona adulta mayor se deben concretar en un plan diario
o semanal. Por medio de este plan, las actividades del día toman un orden y un sentido: deja de ser
una acumulación aburrida de tiempo.
● médico

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